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Facultad de Geografía e Historia

Departamento de Historia del Arte II (Moderno)

SUPERSTICIÓN, MAGIA Y OTRAS


CREENCIAS EN EL ARTE DE LA
HISPANIA ROMANA

Alumna: Laura Sanjuán del Olmo

Tutora: Magdalena de Lapuerta Montoya


ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN……………………………………………………………4
2. LA SUPERSTICIÓN Y LA MAGIA EN LA ANTIGUA ROMA:
CAUSAS DE SU CENSURA ……………………………………………….. 7 .

3. SUPERSTICIONES

3.1. ÁMBITO PÚBLICO


3.1.1. CREENCIAS Y PRÁCTICAS MÁGICAS EN EL CALENDARIO

ROMANO ……………………………………………………………..10

3.1.2. NUPTIAE, RITOS DEL MATRIMONIO ROMANO ………………...17

3.1.3. SUPERSTICIONES SOBRE LA MUERTE APLICADAS A LOS

FUNERALES Y A LOS ENTERRAMIENTOS ……………………………. 20 .

3.2 ÁMBITO PRIVADO

3.2.1. CREENCIAS PRIVADAS: DIOSES DOMÉSTICOS………………...25

3.2.2. EL MAL DE OJO COMO ARMA MALÉFICA ENTRE LOS

ROMANOS ……………………..……………………………………..27 .

* AMULETOS ………………………………………………... 29 .

*CLAVOS MÁGICOS …………………………..……………...34

*MOSAICOS, PROTECTORES DE LA VIVIENDA ……………....35

4. LA MAGIA EN TIEMPOS DEL MUNDO ROMANO ………..………..38

4.1. MAGIA BLANCA O THEURGIA ………….……….………. 39 .

*ADIVINACIÓN ………………………………..……..………42

2
4.2. MAGIA NEGRA O GOETIA………………………………….44

*
HECHIZOS Y MALEFICIOS …………………………………..45

*SACRIFICIOS HUMANOS ……………………….……………47

*TABULLAE DEFIXIONUM …………….……..………………. 48 .

*MUÑECOS DE VUDÚ ……………………..………………….51

5. CONCLUSIONES …………………………………………………………... 54 .

ÍNDICE DE ABREVIATURAS …………………………………………………..56

BIBLIOGRAFÍA …………………………………………………………………..57

ANEXO I – ANEXO DE IMÁGENES …………………………………………………60

ANEXO II – CATÁLOGO DE OBRAS ………………………………………………..73

ANEXO III – GLOSARIO ………………………………………………………… 146 .

3
1. INTRODUCCIÓN

La historia romana ha sido objeto de infinitud de estudios y de los que los


museos de historia y arqueología se sirven para hacer más atractivos sus contenidos,
sean del lugar que sean, ya que, como todos sabemos, el Imperio romano ha formado
parte de la historia de Europa y del Mediterráneo, tanto oriental como occidental. Esta
sociedad, como todas las demás, poseía sus propias creencias y supersticiones que
plasmaron en sus costumbres y sus prácticas, incluido el arte, que era utilizado como
parte de su forma de materializar estos pensamientos, como se podrá ver a lo largo de
este trabajo de investigación.

En él hemos querido, en primer lugar, hacer un estado de la cuestión y un


estudio de campo a través de las piezas diseminadas por distintos museos de todas esas
creencias y supersticiones que contenía la maravillosa cultura romana y, concretamente,
la del territorio de la Península Ibérica durante la época de la Hispania romana,
comprendida, aproximadamente, entre 218 a.C., cuando desembarcaron las tropas
romanas en Ampurias, y principios del siglo V d.C. Hemos analizado, por tanto, las
creencias, supersticiones, costumbres sociales, tanto públicas como privadas, que
estuvieron relacionadas con el mundo de la magia, con los dioses -tanto los mayores
como los menores- con prácticas maléficas y beneficiosas, etc. Hemos querido también
indagar en las repercusiones que estas creencias tuvieron en la práctica artística, la cual,
nos ha dejado a través de piezas muy dispares que hemos podido analizar, gracias a los
hallazgos arqueológicos que se han producido en nuestro territorio nacional.

En lo que respecta al contexto histórico-social en el que se fraguaron estas


creencias y prácticas, han sido de especial relevancia algunos estudios que me
facilitaron valiosa información. Entre ellos quiero destacar los estudios del gran Franz
Cumont, en particular, su monografía Las religiones orientales y el paganismo romano.
De vital importancia ha sido también Crenças supersticiosas e mágicas do mundo
romano relativas ao nascimento e à morte del profesor E. A., Hoffmann y del
fascinante y reciente libro publicado por la profesora Luz Neira, de la Universidad
Carlos III de Madrid, llamado Religiosidad, rituales y prácticas mágicas en los
mosaicos romanos. Pero, este trabajo, no hubiera sido el mismo sin los estudios
publicados por la profesora de Historia Antigua de la UNED, Ana María Vázquez Hoys,

4
experta en temas de magia y misterios del Mundo Antiguo, de la que he utilizado no
menos que cinco monografías, entre los que destacaré Aspectos mágicos de la
Antigüedad III, La magia en las tabellae defixionum hispanas, “Clasificación funcional
y formal de amuletos fálicos en Hispania”, publicado en la revista Espacio, Tiempo y
Forma, y el Diccionario de símbolos y términos mágicos. También quiero destacar la
monografía Textos de Magia en Papiros Griegos, que me ha servido para constatar las
prácticas y los hechizos utilizados, que la arqueología posterior ha demostrado.

Para el trabajo de campo del rastreo y análisis de las piezas conservadas que
ilustran y atestiguan estas prácticas he utilizado, sobre todo, los numerosos catálogos
on-line que, afortunadamente, poseemos en nuestro país de la mayoría de nuestros
museos, entre los que destaco la plataforma Ceres: Red Digital de Colecciones de
Museos de España, además de los propios que poseen el Museo Arqueológico Nacional
de Madrid y el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida. También he utilizado otros
buscadores como Hispania Epigraphica y los catálogos específicos de la página web de
cada museo arqueológico, como el de Calatayud, el de Tarragona, el de Zaragoza, el de
León y, algunos más que por unas causas u otras no aparecían en la plataforma Ceres.

El trabajo que a continuación presento está divido en dos partes: la primera,


aborda las supersticiones, presenta todas aquellas creencias y costumbres que se
realizaban en el mundo romano, tanto en el ámbito privado como en el público, como
eran las bodas, los funerales, las festividades del calendario, las prácticas que se
realizaban en cada casa en honor de los dioses que la protegían, además de aquellos
objetos que eran utilizados para paliar y alejar al mal de ojo y la mala suerte, como
amuletos, tintinnabulum, mosaicos, etc. Esta primera parte, correspondería a aquel
sector de la sociedad que tenía verdadero miedo a la magia, a las maldiciones y a los
dioses, y utilizaron unos y otros remedios supersticiosos para paliarlo; serían los
pacientes.

La segunda parte del trabajo corresponde a la magia, es decir, a esa otra sección
de la sociedad que utilizaba la magia en beneficio propio, ya fuera para buenos o
maliciosos fines; ellos serían los ejecutores. Se divide en dos: la magia buena o blanca,
llamada theurgia y la magia malévola o negra, llamada goetia. Ambas poseían sus
correspondientes prácticas y objetos artísticos, como son el uso de la adivinación, de los
hechizos y maldiciones, de las tabellae defixionum (tablillas de maldición) y de los

5
muñecos de vudú. Todos ellos eran utilizados para que la desgracia o la buena suerte
llegase a su destinatario o a quien había realizado dicha petición a los dioses infernales,
pues eran a ellos a quienes se les rogaba y demandaba que esas buenas o malas acciones
llegaran a su término con éxito, aunque no todo era tan sencillo.

6
2. LA SUPERSTICIÓN Y LA MAGIA EN LA ANTIGUA ROMA:
CAUSAS DE SU CENSURA

Desde tiempos remotos, el hombre siempre ha creído en los presagios, en las


predicciones y en los hechos sobrenaturales que no se pueden explicar. En el mundo
romano no ocurrió de otra manera; dicha creencia estaba generalizada1, sobre todo a
través del convencimiento del poder mágico de la voz2. A través de la magia, que había
venido de Oriente, se podían realizar fórmulas para atraer la lluvia, volver estériles los
campos, alejar el granizo, hacer filtros de amor, utilizar amuletos contra el mal de ojo,
etc., todo ello gracias a las creencias populares, de las que se servían charlatanes,
hechiceros y arúspices.

Religión y magia no estuvieron rígidamente separadas en la historia romana,


aunque tal vez es mejor hablar de culto o práctica religiosa y magia, ya que es evidente
que dentro del culto había elementos mágicos y, en la magia, rituales y liturgias, propias
del culto3.

La relación que tenían los romanos con sus dioses era convenida; pensaban que
las divinidades tenían que corresponderles con ciertas obras o deberes. El hecho de
realizar ofrendas y oraciones se hacía con la idea de que esperaban favores en forma
material o personal. “Su devoción no era gratuita”, como bien dice E. A. Hoffmann4.
Concretamente, las personas más supersticiosas dentro de la sociedad romana eran los
considerados de segunda categoría, es decir, los locos, las mujeres y los esclavos5.
Además de pedir favores a las divinidades, lo hacían a los muertos, ya fueran familiares
o personas ajenas que acababan de fallecer. Era un hecho paradójico ya que uno de sus
mayores miedos eran los aparecidos y los muertos, al hecho de que volvieran de la
tumba para atormentar a los vivos en forma de sombras errantes o fantasmagóricas 6,
cosa que se irá viendo a lo largo del trabajo.

1
CUMONT, F. (1987), 143.
2
VÁZQUEZ HOYS, A. (2007), 341.
3
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 175.
4
HOFFMANN, E. A. (2001), 5.
5
Ibíd., 7.
6
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 222.

7
Normalmente, las personas que dedicaban su vida a estos quehaceres, es decir,
magos, arúspices y adivinos, no estaban bien vistos, y menos sus prácticas. Plinio dejó
clara su opinión sobre estas prácticas mágicas, criticando la facilidad con que la gente
vinculaba cualquier fenómeno difícil de explicar a una causa mágica, denominando a la
magia como fraudulentissima artium7:

“[…] Cuando el sujeto y el lugar lo pedían hemos refutado las creencias inútiles de la
magia expuesta en páginas anteriores. Y nosotros las vamos a desvelar. Entre las pocas
cosas sobre las que nos queda mucho por decir está la magia y por esto mismo, siendo
con mucho la más engañosa de las artes, ha tenido el mayor poder en todo el orbe de la
tierra y durante muchos siglos”. (Plin., H. N. XXX, 1)

Todavía en época de Augusto (63 a.C. – 14 d.C.), realizaban estas acciones en


los bajos fondos de las ciudades, pero tras la llegada de las religiones orientales y su
influencia, creció la consideración y la reputación de los magos. A finales del siglo I
d.C., la magia se complica debido a la complejidad de sus ritos, el importante uso de la
adivinación y a las cada vez más repetidas acusaciones de magia entre ciudadanos 8. En
el siglo II d.C., ya nadie pondría en duda sus dotes adivinatorias9. Ya no se trataba de
supersticiones populares y de observaciones científicas, sino que se convirtieron en
practicantes de una religión al revés que Franz Cumont define como: “sus ritos
nocturnos constituyen la temible liturgia de los poderes infernales”10.

Estaba la magia blanca o theurgia, que se encargaba de adivinaciones, filtros y


amuletos, pero una parte se volvió oscura, denominándose goetia, que servía para
complacer actos malvados gracias a la ayuda de los espíritus inmundos, y cuanto mayor
era su crueldad, mejor sería su eficacia11.

MAGIA SENTENCIADA EN ROMA

El Estado romano actuó contra esas abominaciones, ya desde mitad del siglo V
a.C., y las golpeó con todas las de la ley. La Ley de las XII Tablas, es el documento más
antiguo conocido sobre la magia itálica y que duró toda su historia (incluido a finales
del Imperio, cuando luchaba contra cínicos y cristianos), que sancionaba las prácticas y
los actos mágicos que atentaban contra los bienes materiales, la reputación y la salud de

7
Cfr. VÁZQUEZ HOYS, A. (2007), 343.
8
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 175.
9
CUMONT, F. (1987), 160.
10
Ibíd., 164.
11
Ibíd., 165.

8
los ciudadanos12 como, por ejemplo, los veneficiis (envenenamientos, abortos, pociones
mágicas, etc.)13. Un ejemplo de que estas prácticas no eran bien recibidas por los
gobernantes de las ciudades es el discurso del historiador Dión Casio, en el discurso de
Mecenas14:

“Rechaza y castiga a los que adopten formas extranjeras en este punto (religión), no
sólo a causa de los dioses, pues quien les desprecia tampoco pondrá por delante en su
estima a ningún otro, sino porque los tales anteponiéndose a demones nuevos convencen
a muchos a cultivar cosas que nos son extrañas, y de éstos se derivan conjuraciones,
revueltas y asociaciones políticas, cosa que es lo menos conveniente para la monarquía.
No permitas a ningún ateo exorcista. La mántica es necesaria, designa a algunos
arúspices y augures a los que puedan consultar quienes quieran. No conviene que haya
magos, pues los tales con frecuencia llevan a muchos a hacer innovaciones políticas,
diciendo algunas verdades y las más de las veces mentiras. No pocos de los que
aparentan filosofar actúan de igual forma; te aconsejo que los vigiles estrechamente…
pues hacen daño a los pueblos y particulares quienes aparentan esta actividad”. (D. C.,
52, 36, 1- 4.)

Hacia el 16 a.C., el Senadoconsulto, comparó estas prácticas con las de los


asesinos y, decidió deportar y perseguir a magos y astrólogos, con sus correspondientes
castigos, en la mayoría de los casos era pena de muerte, ya fuera en la cruz o siendo
arrojados a las fieras15. No sólo se castigó el ejercer la profesión, sino también estar en
posesión de objetos y obras de brujería (Suet., Aug. 31). Este hecho hizo que a lo largo
de todo el Imperio romano su existencia se mantuviera oculta y, este hecho, lo hacía
más misterioso, lo que aumentó su prestigio entre la población, que hacía uso de ello
secretamente16.

12
VÁZQUEZ HOYS, A. (1994), 349.
13
Id. (2007), 344.
14
Cfr. Id. (1994), 350.
15
Id. (2007), 344.
16
CUMONT, F. (1987), 166.

9
3. SUPERSTICIONES

Esta parte del trabajo se asocia a cierta parte de la población que tenía miedo a la
magia y a sus consecuencias y, se protegían de ella, como fuera. A continuación se
diferenciará entre las creencias y prácticas públicas y, las que se ofertaban en cada casa
y en cada persona. Esto demuestra que había una ferviente creencia en las divinidades
consideradas menores y, en ciertos objetos y prácticas, que creían que servían para
ahuyentar los malos augurios y atraían a la buena suerte y a la prosperidad, y a
determinados deseos propios de cada persona o comunidad.

3.1. ÁMBITO PÚBLICO

3.1.1. CREENCIAS Y PRÁCTICAS MÁGICAS EN EL CALENDARIO ROMANO

El calendario romano tenía numerosas festividades en las cuales se festejaban


celebraciones, rituales y sacrificios17 de diferente índole, dedicados a diferentes dioses y
para diferentes fines. El hecho de que se celebraran así era para honrar a los dioses,
como muestra de la sumisión humana al poder divino18, a través de elementos
purificadores como el agua, el fuego, el laurel, el bronce, etc., y el uso de determinados
números mágicos como los impares, sobre todo el tres19.

Aunque el origen de estas fiestas se encuentra en la ciudad de Roma, con el paso


del tiempo y la romanización, otros pueblos también las adoptaron, sobre todo en el
Occidente romano, durante siglos. A continuación se irá nombrando las diferentes
fiestas o rituales que tenían algunos meses y después, las que se realizaban por otras
circunstancias, sin una determinada fecha:

 ENERO

Carmentales: Fiestas en honor de la diosa Carmenta, que se celebraban


entre el 11 y el 15 de enero. Los tres primeros días compartía la fiesta con sus hermanas
Juturna, Antevorta y Posvorta20. Como diosa de los nacimientos, no podía tener ningún

17
ANEXO III, 146, Hostia.
18
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 72.
19
Ibíd., 176 - 177.
20
Diosas romanas que gobernaban sobre los acontecimientos pasados y por venir.

10
contacto con la muerte, por lo que se le ofrecía un sacrificio incruento, es decir, en el
que no se derramaba ningún tipo de sangre21.

Sementivae: Festividad en la que se sacrificaba, en honor de la diosa


Ceres, una cerda preñada, con el fin de que protegiera la semilla sembrada (Ovid. F., I,
686-687), a finales de la temporada de siembra invernal 22. Su fecha exacta se
desconoce, ya que fue variando durante todo el Imperio.

 FEBRERO

Lupercalia: Fiesta celebrada el día 15 de febrero, en honor del dios


Fauno, en la que se sacrificaba un perro (Plut. Rom. 21, 13). Se conmemoraba también
recorriendo los Lupercos, ataviados con un taparrabos, la corona de Fauno y con la cara
manchada con la sangre de la víctima, el Palatino en círculos y azotando a la gente que
se iban encontrando con correas de chivo o cabra (amiculum lunonis) (Varr., LL., VI,
34). Estos círculos que hacían tenían simbolismo mágico asociados a purificar a cada
uno contra cualquier amenaza exterior23, sumado al poder de la fecundidad24.

Parentalia: Fiesta que se celebraba en honor de los muertos, del 13 al 21


de febrero, marcada por la veneración religiosa; de carácter sacro y respetuosa, con una
atmósfera amable, en la que los parientes acudían a las tumbas de sus familiares
difuntos para limpiarlas y realizar ofrendas (como granos de sal, semillas, coronas
votivas, etc.), para asegurarles el bienestar en el Más Allá25. En las casas, de forma
privada, se hacían ofrendas también a las almas de los antepasados. Durante estos días
se suspendían matrimonios, los altares se apagaban y los templos se cerraban26. Las
Parentalia se cerraban el día 21 con las Feralia, dedicada a los dioses Manes27, que
representaban a las almas de los difuntos. Poco se conoce del ritual de esta fiesta, sólo
se sabe que una vieja hechicera realizada un ritual mágico celebrado en honor de Tacita

21
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 136 – 137.
22
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 73.
23
Ibíd., 74.
24
Ibíd., 178.
25
Ibíd., 183.
26
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 430.
27
Vid. p. 25.

11
Muta, madre de los Lares28, convocada para hacer callar a los enemigos (similia
similibus), y que conocemos gracias a Ovidio29:

“Ahí tenéis, sentada en medio de un corro de muchachas, a esa vieja cargada de años
que está realizando un sacrificio en honor de Tácita, mientras ella, en cambio, no guarda
silencio. Tomando con tres dedos tres granos de incienso, los coloca en el umbral… A
continuación ata negruzco plomo con hilos encantados y remueve en su boca siete habas
negras. Asa al fuego, después de haberla cosido, una cabeza de anchoa (maena) que
previamente ha embadurnado de pez y atravesado con una aguja de bronce…” Hemos
encadenado las lenguas hostiles y las bocas enemigas”, dice al marcharse”. (Ovid. F. II,
583 ss.)

Caristia o Cara Cognatio: Fiesta del 22 de febrero, después de las


Feralia, dedicada a los Manes. Se reunía a la familia y a los amigos con un festín y se
hacía una libación a los dioses Lares con el objetivo, no de llorar la pérdida de alguien
sino, al revés, de alejar las malas perturbaciones de los difuntos y sus fantasmas30.

 MARZO

Mamuralia: Fiesta celebrada el día 14, dedicada a honrar y repudiar a


Mamurio Veturio, que unos pensaban que era el herrero que realizó los escudos que
colgaban del Templo de Marte, mientras que otros lo asociaban a un Marte agrícola.
Además, debido a que el calendario romano, originalmente, comenzó en marzo, esta
fiesta marca la transición entre el año viejo y el nuevo31.

Argei: Fiesta doble, ya que primero se celebra el 16/17 de marzo y, de


nuevo, el 15 de mayo, en honor de la diosa Vesta. Se realizaba una procesión que
atravesaba la ciudad, visitando cada una de las estaciones o capillas (sacraria),
distribuidas por las cuatro regiones servianas, llamadas sacella Argeorum, Argea o
Argei. En mayo, esta procesión acababa en el puente Sublicio, donde las vestales
arrojaban muñecos (simulacra) hechos de junco con los pies y las manos atados, que
nos recuerdan a los muñecos de vudú (Vid. p. 51). Tenían el fin de acabar o inhibir a los
enemigos de naturaleza humana o sobrehumana32.

28
Vid. p. 25.
29
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 232.
30
HOFFMANN, E. A. (2001), 25.
31
Arcana Mundi, secretos de la Roma Imperial [en línea], s. l., 14/03/2013, en: http://arcana-
mundi.blogspot.com.es/2013/03/calendario-religioso-romano-mamuralia.html [Consultado: 11/11/2015]
32
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 178.

12
Liberalia: Celebrada el día 17, en honor al dios Liber, mediante una
procesión en la que un falo era transportado sobre un carro recorriendo los campos y la
ciudad, con la idea de que favoreciera la reproducción animal, vegetal y humana del
lugar33.

Lavatio: Festividad celebrada el día 27 para honrar a Cibeles,


sumergiendo una imagen de la diosa en agua, con el objetivo de que atrajera la lluvia34.

 ABRIL

Fordicidia: Festividad agrícola, celebrada el 15 de abril, en la que se


sacrificaba una vaca preñada en honor a Tellus, el espíritu de los campos cultivados, con
la esperanza de que propiciara la fertilidad en ellos. La Virgo Maxima extraía el feto del
animal y sus vísceras, para quemarlos en un altar, a continuación. Se celebraba en cada
una de las curias y en el Capitolio.

Robigalia: Celebrada el día 25, se sacrificaba un perro y una oveja en


honor de la diosa o dios Robigo/Robigus, lo cual propiciaba que el trigo enfermase35.

Ceralia o Ludi Cereales: Fiestas en agradecimiento a Ceres por la


invención de la agricultura, que tenían lugar del 12 al 19 de abril, en las que todo el
mundo vestía de blanco, conmemorando el regreso de Proserpina junto a su madre,
Ceres. En el ámbito privado comenzaban con un sacrificio incruento de harina, leche,
miel, sal y se quemaba incienso, mientras que públicamente se sacrificaba una cerda.
Continuaban con los ludi, los juegos, en el circo. El último día se realizaba una
procesión, en la que se arrojaban nueces y dulces, junto con una carrera de carros. Todo
concluía cuando se soltaban en el Circo Máximo unas zorras con antorchas encendidas
atadas a la cola, cuyo significado se desconoce36.

 MAYO

Natalis Mercurii: Celebrada el día 15, conmemorando el nacimiento del


dios Mercurio. Como ejemplo de esta fiesta, se muestra en el mosaico calendárico de
Hellín, que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional (Anexo II, fig. 67).

33
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 182.
34
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 319.
35
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 179.
36
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 147.

13
Lemuria: Fiestas celebradas los días 9, 11 y 13 de mayo, en las que se
trataba de aplacar a los lemures, espíritus de los muertos que invadían el mundo de los
vivos, en esos días del año, aterrorizando a la población. Eran fiestas privadas, en las
que cada familia rendía honor a sus muertos37.

Ambarvalia: Festividad celebrada el 29 de mayo, destinada a proteger el


campo, gracias al dios Marte, en él se realizaba el sacrificio denominado suouitaurilia,
en el que se ofrecía tres víctimas, un cerdo (sus), un cordero (ovis) y un ternero (taurus),
machos los tres. Se trataba de un sacrificio privado, originalmente, realizado en las
villas, en época republicana, que con el tiempo alcanzaría el ámbito público (Anexo I,
fig. 1)38.

 JUNIO

Tiberia Descendio: Relacionada con la diosa Fortuna, esta fiesta se


realizada con una procesión al santuario de Fors Fortuna, próximo al río Tiber, en
Roma. Allí se hacían ofrendas, abluciones, baños rituales y juegos, hasta el final del día,
relacionados con el agua. El fin de esta fiesta era aclamar a la lluvia y a sus beneficios
purificadores y fertilizantes39.

Relacionado con el mes de junio encontramos el mosaico de Saint Romain en


Gal, en Francia, donde aparece representado un sacrificio (Anexo I, fig. 2).

 AGOSTO

Natalis Dianae: Conmemoraba el nacimiento de la diosa Diana, el día 13


de este mes. Otro ejemplo que muestra el mosaico de Hellín, del MAN (Anexo II, fig.
67).

 OCTUBRE

Equus October: Fiesta celebrada el día 15, en el Trigarium del Campo de


Marte, es decir, en la esquina noroeste. El caballo de la derecha victorioso en la carrera,
era sacrificado a Marte, cortándole la cabeza y la cola.

37
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 321.
38
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 77.
39
Ibíd., 188.

14
Armilustrium: Fiesta militar, celebrada el 19 de octubre, en la que se
purificaban las armas, a través de un sacrificio expiatorio, con la esperanza de que se
diera prosperidad a los ejércitos, mientras los presentes bailaban armados al son de la
música, ya que sonaban trompetas.

Meditrinalia: El 11 de octubre, se celebraba tras la vendimia. Fiesta en


honor al vino, en la que se hacía una mezcla entre un vino añejo y otro nuevo, y se bebía
ritualmente diciendo la siguiente fórmula mágica: Novum vetus vinum libo: novo veteri
morbo medeor, “Bebo el vino nuevo y viejo; con él curo la enfermedad nueva y vieja”
(Varr., LL., VI, 21)40

 DICIEMBRE

Saturnalia: Fiestas celebradas del 17 al 23 de este mes, en honor del dios


Saturno. Se celebraba con un sacrificio en el templo del mismo dios y se liberaba a su
estatua de la cinta de lana que había portado todo el año, para impedirle que abandonara
la ciudad41.

FESTIVIDADES Y RITUALES SIN FECHA FIJADA

Compitalia: Era una fiesta móvil, que tenía lugar en invierno, en un día fijado
por el pretor urbano. Se celebraba poco después de la Saturnalia. Era en honor de los
Lares Compitalicii (Lares Compitales), dioses protectores de los caminos y de los
barrios (aunque eran benévolos, eran las almas de los muertos, por tanto, potencias
poderosas e invisibles). Así, el día anterior a la fiesta, el paterfamilias colgaba tantas
pelotas y muñecos de lana, como familiares y esclavos hubiera en la casa para que la
gran madre Mania, la Muerte, se quedara contenta y respetara la vida de quienes
habitaban allí. El día de la fiesta, los campesinos ofrecían sacrificio de lo que pudiera
permitirse y tenía lugar un festín al que acudían todos los miembros de cada familia,
incluidos los esclavos, a los que se les dejaba descansar ese día de sus quehaceres42.

40
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 34.
41
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 484.
42
Ibíd., 163 – 164.

15
Lustratio: Ritual a través del cual se purificaba el alma de los hombres, los
animales y las cosas, con agua, fuego, laurel, olivo e incluso, sangre. Debía realizarlo
una persona experta43.

Supplicatio u Obsecratio: Ceremonia pública romana realizada en tiempos de


grave peligro, realizada por los cónsules y el Senado a través de las indicaciones de los
Libros Sibilinos44. Era una especie de peregrinación por cada templo de la ciudad para
pedir a los dioses que alejaran la desdicha y la catástrofe del lugar45.

Se realizaban sacrificios de animales en diferentes momentos, en honor de


diversos dioses. Las víctimas de los sacrificios dependían de la ocasión y el destinatario
de dicha acción, dependiendo del color de su pelaje, el sexo y la edad. A los dioses de
mayor importancia se sacrificaban animales de pelo claro, machos y de edad avanzada,
mientras que para las diosas, las víctimas eran hembras y las de menor edad, para dioses
menores:

- Destaca un mosaico del vestíbulo de la Caserma dei Vigili, en Ostia que


representa el sacrificio de diferentes bueyes (Anexo I, fig. 3). En este caso,
los bueyes solían ser sacrificados en honor de Neptuno, Apolo o Júpiter46.
- Solían sacrificarse perros durante los alumbramientos, en honor de la diosa
itálica Genita Mana, diosa de los recién nacidos y los partos47.
- Sacrificios para pedir a la diosa Diana una fructífera caza, práctica con la que
los romanos demostraban la habilidad con las armas y en la captura de
animales. Gran ejemplo de ello es que mandaban realizar mosaicos donde se
representaba esta actividad cinegética, en honor de la diosa, para que les
protegiera y ayudara a obtener buenas presas, como podemos observar en el
magnífico mosaico de La Olmeda, en Palencia. (Anexo II, fig. 66)
Testimonios sobre este culto nos lo conceden antiguos griegos como
Jenofonte (X. Cyn., VI, 12-13) y Arriano (Arr. Cyn., XXXIV), quienes

43
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 337.
44
Vid. p. 42.
45
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 514.
46
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 75 – 76.
47
Ibíd., 81.

16
aconsejaban a los cazadores rendir culto a Artemis e, incluso a su hermano,
Apolo48.

Por otro lado, existían algunos días en el calendario, considerados funestos o


infelices, en los que se prohibía hacer ningún tipo de actividad que no fuera necesaria:
ni celebrar matrimonios, ni convocar asambleas, ni ceremonias, etc. Eran los llamados
Días Negros (dies atri, dies religiosi o dies vitiosi):

- Los días consagrados a los muertos: Parentalia, Lemuria y Mundo, tres días
en los que se consideraba que el mundo estaba abierto: el 24 de agosto, el 5
de octubre y el 8 de noviembre.
- Los aniversarios de antiguas catástrofes: el 18 de julio (derrota del 390 a.C.),
el 2 de agosto (derrota en 216 a.C.) y el 15 de marzo (asesinato de César en
44 a.C.).
- Los días en que los talismanes de la ciudad salían al exterior, para que nada
malo les pasase: del 7 al 14 de junio, el 1 de marzo y el 19 de octubre.
- Los días siguientes a las calendas49, nonas50 e idus51.

Los niños que, desgraciadamente, nacían en uno de estos días podían ser
ahogados o abandonados52.

3.1.2. NUPTIAE, RITOS DEL MATRIMONIO ROMANO

El matrimonio civil en el mundo romano era un acto de gran importancia dentro


de su sociedad ya que establecía vínculos de diversa índole, ya fueran fraternales,
económicos o políticos, entre diferentes familias53. Había que elegir un día propicio para
celebrarlo ya que algunos se consideraban funestos o infelices, y había que evitar que
los invitados faltaran a la boda por miedo o que el matrimonio se hundiera debido a la
mala suerte. El ritual del matrimonio (confrarreatio), era también una iniciación ya que
simbolizaba la introducción en la casa del esposo de una nueva compañera dispuesta a

48
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 86.
49
Palabra del antiguo calendario romano que se refería al primer día de cada mes.
50
Palabra del antiguo calendario romano, que se refería al día 5 de cada mes, salvo Marzo, Mayo, Julio y
Octubre, en los que en esos meses, era el día 7.
51
En el calendario romano, palabra que designaba al día 13 de todos los meses, exceptuando a Marzo,
Mayo, Julio y Octubre, y al día 15 de estos cuatro meses restantes.
52
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 384 – 385.
53
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 11.

17
ayudarle en diversas tareas y a acompañarle en sus cultos domésticos. También podía
significar, dependiendo de la familia, el tránsito de un estatus a otro, como el de la
evolución de la mujer, de novia o nupta a la plena vida adulta, en tres fases:

- La primera, en la que la novia deja de formar parte de su propia familia.


- La segunda, donde se encuentra sola ya que no pertenece a ningún ámbito.
- Y la tercera, la asimilación y la integración al nuevo núcleo familiar54.

La víspera de la boda, la novia celebraba un ritual en el que ofrecía a los dioses y


a los manes de su hogar, los juguetes de la infancia, si era muy joven, o su bullae y la
toga praetexta, si era de edad más avanzada. A continuación se vestía con una túnica
blanca que tenía una cenefa púrpura y se recogía el pelo con el reticulum lateum, una
especie de redecilla naranja.

El día del enlace por la mañana, la novia era peinada con el hasta caelibaris, una
pequeña lanza que era el atributo iconográfico de Juno, con la que se le hacían una serie
de rayas en el cuero cabelludo para formas seis trenzas (sex crines) que se fijaban
alrededor de la frente con cintas.

Según los protocolos sociales romanos de cualquier boda entre ciudadanos


libres, la novia debía llevar una túnica recta, blanca lisa, que era sujetada por un cordón
de lana atado con el nudo de Hércules. Por encima, se llevaba un manto de color azafrán
(flammeum), con velo, y una corona de flores de mejorana, mirto o flores de azahar55.
Debía ser una vestimenta adecuada, que era preparada en la primera parte del ritual
nupcial por un conjunto de mujeres, normalmente tres, donde destaca la pronuba56, la
encargada de atender a la novia en todo momento. Podemos observar un ejemplo en el
Mosaico de La Malena, en Zaragoza (Anexo II, fig. 68), donde se representan las bodas
de Cadmo y Harmonía, que nos deja ver el atuendo de la novia, el velo y el color de las
prendas utilizadas, junto con la túnica recta que solían llevar los hombres (de costumbre

54
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 13 – 14.
55
DOMVS ROMANA, blog de la casa romana y su entorno doméstico [en línea], Madrid: 27/12/2013, en:
http://domus-romana.blogspot.com.es/2013/12/nuptiae-ritos-de-una-boda-romana.html [Consultado:
13/11/2015]
56
Mujer que solo había contraído matrimonio una vez, lo que auguraba una unión duradera a la nueva
pareja.

18
etrusca) y el cíngulum o Nudus Herculaneus, que les ceñía la túnica al cuerpo,
aludiendo a la fertilidad de Hércules57.

Durante el ritual del matrimonio, se realizaba un sacrificio animal donde la


pronuba o el padre de la novia examinaban las vísceras para comprobar el futuro
próspero de la pareja y, tras ello, se unían los cónyuges para realizar la dextrarum
iunctio, que se trataba de estrechar los dos brazos derechos como símbolo de aceptación
de las capitulaciones matrimoniales dictadas en las Tabulae Nuptiales, mientras el novio
le preguntaba a la novia cómo se llamaba y ella respondía con las siguientes palabras:
“Ubi tu Gaius, ego Gaia” (Si tú Gaio, yo Gaia), con las que dejaba claro su ingreso en
la nueva familia. El gesto de la dextrarum iunctio puede verse en el Mosaico de la
Malena, referido antes, y en un fragmento del de La Noheda, en Cuenca (Anexo II, fig.
69). Los invitados gritaban feliciter, como costumbre, para desearles buena suerte58.

Después, se celebraba un convite que duraba hasta el anochecer (convivium) tras


el que los cónyuges iniciaban una procesión a la casa del novio, cortejada por tres
hombres, con antorchas, y tres mujeres. Este hecho era el que simbolizaba el cambio de
estatus de la novia, referido antes. Era costumbre arrojarles nueces y otros frutos secos,
aludiendo a la fecundidad, antes de que se produjera la Domun deductio, el ritual de
introducir a la mujer en la casa, que imitaba al rapto de las Sabinas 59, ya que la novia se
echaba en los brazos del padre, simulando no querer irse y el novio fingía su rapto,
mientras sonaba el hymenaeus o canto nupcial. A continuación, la novia era levantada
por los miembros de la procesión para que pasara dentro de la casa; era importante que
no tropezara en este momento, para evitar malos augurios. Dentro, el novio la esperaba
en al atrium con agua y un pequeño fuego. Ella encendía el fuego del hogar, al que
ofrecía tres monedas: una por su marido, otra por los dioses del hogar y, la tercera, para
los Lares Compitales de la zona. Se pronunciaba una oración antes de ser conducida al
lectus genialis (lecho nupcial), decorado con flores de azafrán y jacintos, que aludían al
lecho de Júpiter y Juno60. Al día siguiente se celebraba otro banquete donde la ya esposa

57
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 16 – 17.; Vid. Nudo Hercúleo [Glosario].
58
DOMVS ROMANA, blog de la casa romana y su entorno doméstico [en línea], Madrid: 27/12/2013, en:
http://domus-romana.blogspot.com.es/2013/12/nuptiae-ritos-de-una-boda-romana.html [Consultado:
13/11/2015]
59
NEIRA JIMÉNEZ, (2014), 18 – 19.
60
Vid. Cinxia [Glosario].

19
hacía ofrendas a los lares de la nueva casa, vistiendo la stola, prenda característica de
las mujeres casadas en el mundo romano61.

3.1.3. SUPERSTICIONES SOBRE LA MUERTE APLICADAS A LOS FUNERALES Y A

LOS ENTERRAMIENTOS

La muerte siempre ha sido misteriosa, por lo que infundía miedo y alimentaba


las creencias supersticiosas, a la vez, que ocupaba un puesto importante en la vida de
todos los romanos, pues su calendario, su día a día, estaba dentro de un ciclo lustratorio
en el cual se rendía culto y ofrendas a los difuntos de forma destacada62, con doble
intención ya que se hacía para librarse de maldiciones y, a la vez, para que les
concedieran ciertos favores; motivos ideológicos e interesados63. Ellos creían en la
existencia de una morada ultraterrena a la que íbamos todos al morir, una tierra
paradisíaca llena de bondad, paz y bienestar de la que la mitología no paraba de hablar:
los Campos Elíseos o el Jardín de las Hespérides. Estas creencias eran herencia de la
cultura griega y recibidas directamente del mundo etrusco. Desde el romano más rico al
más humilde, trataban con respeto a los difuntos. Pensaban que, de algún modo, seguían
viviendo en la tumba, donde el alma, que se convertía en sombra, aguardaba allí para
siempre en su aeterna domus64, idea por la que muchos enterraron a sus familiares en el
suelo de sus propias casas65.

Al romano siempre le preocupó haber vivido lo suficiente y, sobre todo, cómo


iba a morir (forma mortis), si iba a tener un funeral digno (funnus) para hacer menos
traumático su viaje al Más Allá, con una tumba a su medida (iusta sepultura) en la que
reposar para siempre sus restos, donde sería protegido por la comunidad de difuntos
divinizados de su familia, los Manes. Sus restos podían ser cremados, inhumados o
embalsamados, siempre que un titulus sepulcralis coronara su tumba para garantizar la
conservación (memoria) de su nombre para siempre (perennitas). Únicamente de esta
forma, su espíritu podría alcanzar la condición de anima quiescens (alma que ha

61
DOMVS ROMANA, blog de la casa romana y su entorno doméstico [en línea], Madrid: 27/12/2013, en:
http://domus-romana.blogspot.com.es/2013/12/nuptiae-ritos-de-una-boda-romana.html [Consultado:
13/11/2015]
62
HOFFMANN, E. A. (2001), 22.
63
Ibíd., 25.
64
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 216.
65
VAQUERIZO GIL, D. (2010), 17.

20
encontrado el descanso)66.De hecho, muchos redactaron un testamento fijando dichas
peticiones, ya fuera cómo ser enterrado, qué fin darle a sus despojos, conservar las
cenizas o dispersarlas por algún lugar especial, etc67.

Si una persona no era enterrada como mandaba la tradición, garantizando su


vuelta a la tierra, su alma sería condenada a vagar para siempre por el mundo (larvae68,
lemures69), robando su descanso en paz. Esto es lo que ocurría con los cuerpos de los
condenados a muerte, los suicidas, los insepulti70, los ahorcados o los ajusticiados en la
cruz: debían de ser enterrados una hora más tarde de la denuncia de su muerte, como
máximo, para evitar que volvieran para atormentar a los vivos. Esto causaba pavor entre
la sociedad y, de hecho, no enterrar a estos individuos conllevaba una multa. Todo esto
se hacía para evitar las posibles consecuencias por desafiar a los dioses del inframundo,
por eso todo el mundo debía de dotar a sus difuntos de un ceremonial, una sepultura y
un ajuar más que justo. Si no se disponía de dinero para comprar el terreno para la
inhumación o un loculus en el que depositar la olla con los restos incinerados, muchos
accedían a usurpar la tumba de otra persona, pero eso también podía tener graves
consecuencias, llamándose actio de sepulcro violatio71.

Todos estos miedos procedían de la idea de que las almas de los muertos podían
convertirse en entes amenazantes para los vivos, por lo que había que aplacarlas con lo
visto anteriormente y, también, con visitas a su tumba a través de diversas ofrendas ya
fueran de flores o con alimentos, que simbolizaban la vida y la regeneración. Uno de sus
mayores temores eran los niños que morían, ya que eran muertos prematuros al no haber
nacido hace mucho y pensaban que estaban deseosos de volver para vengarse de los
vivos, por haber fallecido ante suum diem72, cosa de la que magos y hechiceros se
aprovechaban para realizar maldiciones, aprovechando el poder de estos niños muertos
(Aori73).

Pese a todo, el romano no temía a la muerte en sí ya que la consideraban un


estado de inconsciencia. El concepto de la muerte lo tomaban con naturalidad, a

66
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 212 – 213.
67
VAQUERIZO GIL, D. (2010), 43.
68
ANEXO III, 146.
69
ANEXO III, 146.
70
ANEXO III, 146.
71
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 213 – 214.
72
Ibíd., 217.
73
ANEXO III, 144.

21
diferencia de nuestra cultura. Ellos decoraban sus sepulcros y sus tumbas con
banquetes, como el que podemos ver en esta tumba de Carmona, Sevilla (Anexo II, fig.
70), o decoraban sus casas con mosaicos que mostraban la imagen de la muerte como
algo hilarante, como los ejemplos encontrados en Pompeya y Roma (Anexo I, figs. 4, 5,
6), o reproducían las casas en sus sepulcros funerarios, como si hubiera sido el hábitat
disfrutado en vida74.

Otra superstición acerca de los muertos es que no podían ser sepultados dentro
de la zona sagrada de la ciudad porque su contacto con ése suelo, transmitiría la propia
muerte al mismo, aparte de que era una medida higiénica muy importante. La Ley de las
XII Tablas ya lo advertía, por lo que era una costumbre antiquísima75 y, a partir de ahí,
se comenzó a enterrar a la población en las necrópolis, situadas a las afueras de las
ciudades76.

Funnus, ritual funerario

Las costumbres y los ritos de los enterramientos cambiaron durante toda la


historia romana: al principio, se incineraba a los difuntos, conservando sus restos en
urnas de vidrio o cerámica y, éstas a su vez, en cajas de piedra. Después se pasó a
enterrar los cadáveres en tumbas hechas de piedra o cerámica, dando lugar a la industria
de los sarcófagos77.

El funnus, entendido como el conjunto de rituales desde la muerte de una


persona hasta la concesión de la pax deorum78. Pues bien, se comenzará explicando
desde el principio: en el momento en que alguien moría, su último aliento debía ser
recogido por el familiar más cercano, para evitar que pudiera caer en manos de espíritus
malignos o de envidias y maldiciones79. A continuación, se activaban los protocolos
funerarios que empezaban con la conclamatio80, que creían que fijaba el alma al cuerpo
inerte y que evitaba que espíritus malignos se apoderasen de él. Las lamentaciones
variaban en llantos, aullidos desgarradores, cortes de pelo o golpes en el pecho, de
74
VAQUERIZO GIL, D. (2010), 17.
75
HOFFMANN, E. A. (2001), 22.
76
Vid. Libitina [Glosario].
77
VAQUERIZO GIL, D. (2010), 27.
78
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 217.
79
Vid. Céculo [Glosario].
80
Acto que consistía en llamar a gritos al difunto por parte de todos los presentes.

22
hecho, quienes podían permitírselo contrataban a plañideras (praeficae), que hacían ese
trabajo81. Se continuaba con el lavado del cadáver y su acicalamiento (amortajamiento y
perfumado)82. En el velatorio, que se celebraba en el atrio de la casa, se colocaba el
cuerpo con los pies mirando a la puerta83. La casa se adornaba con ramos de laurel,
mirto o ciprés, para que en la zona se supiera que esa propiedad había tenido una
pérdida84. Se rociaba el cuerpo del difunto con agua en la que había estado sumergida
una ramita de laurel u olivo; sobre todo era utilizado en cuerpos que necesitaban
purificarse, junto con el sacrificio de un animal, normalmente una cerda, ofrecida a
Ceres (diosa vinculada a la tierra). Esto hace pensar que el difunto volvería junto con la
diosa/tierra madre originaria85. En total, el velatorio duraba entre uno y siete días,
dependiendo del poder adquisitivo de cada familia86.La noche siguiente al velatorio, el
cuerpo era trasladado en procesión desde la casa hasta la necrópolis de la ciudad,
acompañado de músicos, plañideras, familiares, etc87.

El cuerpo se enterraba acompañado de un ritual, un ajuar apropiado (provisto de


algunas pertenencias personales, junto con objetos que describían cómo había vivido,
ungüentarios y ofrendas) y de una o varias monedas, colocadas en la boca o en las
palmas de las manos, que serían utilizadas para pagar al barquero del Hades, Caronte.
Estas monedas eran sobre todo de plata o de bronce, como demuestra la arqueología, ya
que parece ser que predominaba el carácter simbólico sobre el económico88. Parecen
estar asociadas a clavos de bronce que, por lo visto, tenían propiedades mágicas, ya que
se clavaban en las tumbas con varias fines (Vid. p. 34)89.

Tras nueve días de luto, se realizaba la cena novendialis, con la cual la familia se
abría de nuevo a la comunidad y a la vida, afectando entonces el luto solamente a las
mujeres, que lo solían guardar entre diez y doce meses (Dig. 3,2,11,1; Séneca, Epist.
63,13; ad. Helvia 16, 1)90.

81
VAQUERIZO GIL, D. (2010), 24.
82
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 213.
83
VAQUERIZO GIL, D. (2010), 24.
84
Ibíd., 25.
85
HOFFMANN, E. A. (2001), 24.
86
VAQUERIZO GIL, D. (2010), 26.
87
FORT, O. (2013), “Morir en época romana”, en Romanorum Vita, una Historia de Roma, en Obra
Social “La Caixa” [en línea], s. l., 5/11/2013, en:
http://www.romanorumvita.com/?p=6939&lang=es[Consultado: 16/11/2015]
88
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 219.
89
Ibíd., 220.
90
Ibíd., 215.

23
Enterramientos anómalos de la época

Debido a ciertas supersticiones, a veces, los romanos enterraban los cadáveres de


forma diferente a lo estipulado en los cánones funerarios y en las tradiciones. Difieren
de estos en el tipo de tumba, la posición, la colocación del cadáver, etc91.

Normalmente, los romanos inhumaron en la posición decúbito supino(boca


arriba), pese a enterrar en las más variadas posturas ya que los hay en decúbito lateral y,
algunos más, en decúbito prono (boca abajo) y otras posturas más extrañas. Éstas
últimas, posiblemente, causadas por enfermedades, muertes raras o violentas (mortes
singulares), ejecuciones, ataduras o la fijación de los cuerpos mediante diferentes
métodos92. Actualmente, no se sabe con certeza el tipo de ritual funerario que se
concedía a estos individuos, pero podrían ser ceremonias mágico-religiosas para
apaciguar su hostilidad y purificar su alma, realizadas en zonas marginales de las
necrópolis, donde eran enterrados93.

La arqueología ha encontrado numerosos ejemplos por toda Europa, como el


caso de la necrópolis de Roanne (Loira), cuyos cuerpos aparecieron sin cráneos 94, o en
la necrópolis de Patavium, en Italia, donde la mujer encontrada fue enterrada boca
abajo95. Otro ejemplo, en Bolonia (Casallecchio di Reno, tumba 3), el de un hombre
enterrado junto a un perro, ambos en posición fetal pero con las extremidades
destrozadas y esparcidas por todo el sepulcro, junto con otros enterramientos conjuntos
que no tenían ni cabeza ni pies; mitad inferior del cuerpo de una mujer lleno de clavos
por todas partes. Otros en cambio, colocados de mala manera, lo que apunta a que
fueron arrastrados hasta el borde de la fosa y empujados hacia dentro. Se han
encontrado también cuerpos decapitados del siglo IV en Inglaterra, que pertenecían
tanto a adultos como a niños, cuyas cabezas suelen aparecen entre las piernas o a los
pies96.

En cuanto a Hispania, también tenemos ejemplos de enterramientos extraños,


como en Valentia, que se han encontrado 11 de este tipo de las 180 tumbas halladas. La
mayoría son hombres fuertes, con grandes muestras de violencia, que podrían haber

91
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 221.
92
Ibíd., 222.
93
Ibíd., 235.
94
Ibíd., 223.
95
Ibíd., 224.
96
Ibíd., 225.

24
sido enterrados así al ser enfermos, suicidas, ajusticiados, ahogados, víctimas de rayos,
morosos… Enterrados de esta forma en un sector apartado de la necrópolis97. También
el caso de enterramientos hallados de niños, como los encontrados en una calle de
Córdoba o, en Carmona, cinco ejemplos de no natos o niños de pocos meses, quizás
utilizados como víctimas en sacrificios de fundación de algún edificio público, o
enterrados para aprovechar la construcción de una vivienda, ya que los romanos, a
veces, preferían enterrar a sus difuntos en el interior de las casas98.

3.2. ÁMBITO PRIVADO

3.2.1. CREENCIAS PRIVADAS: DIOSES DOMÉSTICOS

Aparte de la religión pública romana, en cada casa se rendía culto a diferentes


divinidades, consideras menores, para que protegieran a sus integrantes, junto con sus
propiedades, su economía y su salud. En cada familia el oficiante de dichos cultos era el
paterfamilias, es decir, el patriarca, el padre99. Entre ellas se encuentran:

Los Manes: Considerados hijos de la diosa Mania, es decir, de la Muerte, cuyo


nombre significaba “los buenos”. No se sabe con certeza a quienes representaban
exactamente pero se los ha relacionado siempre con las almas de los antepasados y por
ser los protectores de la familia, por lo que a veces se los asocia con los Lares, los
Penates, las Larvae, los Lemures, etc100.También su poder residía en ser intermediarios
con el Más Allá101. Se les rendía culto en las viviendas a través de ofrendas de miel,
leche o vino, además de flores. Esto se hacía por el miedo a que se enfadaran, lanzando
maldiciones en forma de enfermedades o pesadillas. El ciprés era el árbol consagrado a

97
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 226.
98
Ibíd., 227.
99
Revista de Historia.es [en línea], s. l., Alejandro Pradas, 23/03/2015, en: http://revistadehistoria.es/el-
culto-privado-en-roma-los-dioses
domesticos/?utm_source=MadMimi&utm_medium=email&utm_content=Los+muertos%2C+el+culto+pr
ivado+en+Roma&utm_campaign=20151124_m128398618_Los+muertos%2C+el+culto+privado+en+Ro
ma&utm_term=El+Culto+privado+en+Roma_+Los+Dioses+Dom_C3_A9sticos [Consultado:
25/11/2015]
100
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 350.
101
VAQUERIZO GIL, D. (2010), 21.

25
los Manes.En los epitafios de las tumbas se añadían las siglas D.M.S. (Dis Manibus
Sacrum: “consagrado a los dioses Manes”)102.

Los Lares Domestici: Dioses tutelares y protectores de la vivienda, así como de


la salud de todos sus ocupantes, incluidos los esclavos. El paterfamilias colocaba
figuritas de lana que representaban a cada uno de los miembros de la casa y una pelota
de lana por cada esclavo, así el numen de los lares (la voluntad de dichos dioses)
empapaba los objetos, quedando protegidos quienes representaban. Se les dedicaba las
oraciones de cada comida y libaciones en los brindis103. Existían estatuillas portátiles de
Lares que decoraban las casas, sobre todo los atrios, colocadas en los lararium, una
especie de capilla u hornacina104, como la que podemos contemplar en el Museo
Arqueológico Nacional, procedente de Sevilla (Anexo II, fig. 62).

Los Penates: Dioses domésticos también y, aunque su nombre proceda de penus


(despensa), no se encargaban de velar por el buen estado de los alimentos, sino que
protegían a los miembros de la familia, aunque su verdadero carácter no está claro ya
que se los confunde a menudo con los Manes, los Lares y, también se los relaciona con
la diosa Vesta, la del hogar. Solían ser dos, uno que protegía la comida y otro, la bebida.
Su altar era la cocina, lugar donde se preparaban los alimentos y les era consagrada la
mesa, la cazuela donde se cocinaba y, el salero, ya que se les solía ofrendar sal o
harina105.

El Genius: Espíritu protector, algo parecido al ángel guardián de los cristianos,


que vela por la persona y vigila sus actos desde el día de su nacimiento hasta el día de
sus nupcias, donde se le invoca también. Se le rendía culto el día del cumpleaños de la
persona que protegía, como agradecimiento con vino, incienso y flores106.

102
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 350.
103
Revista de Historia.es [en línea], s. l., Alejandro Pradas, 23/03/2015, en: http://revistadehistoria.es/el-
culto-privado-en-roma-los-dioses-
domesticos/?utm_source=MadMimi&utm_medium=email&utm_content=Los+muertos%2C+el+culto+pr
ivado+en+Roma&utm_campaign=20151124_m128398618_Los+muertos%2C+el+culto+privado+en+Ro
ma&utm_term=El+Culto+privado+en+Roma_+Los+Dioses+Dom_C3_A9sticos [Consultado:
25/11/2015]
104
ESPINÓS, J.; MARIÁ, P.; SÁNCHEZ, D.; VILAR, M. (1989), 51.
105
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 432.
106
Revista de Historia.es [en línea], s. l., Alejandro Pradas, 23/03/2015, en: http://revistadehistoria.es/el-
culto-privado-en-roma-los-dioses domesticos/?utm_source=MadMimi&utmmedium=email&utmcontent
=Los+muertos%2C+el+culto+privado+en+Roma&utm_campaign=20151124_m128398618_Los+muerto
s%2C+el+culto+privado+en+Roma&utm_term=El+Culto+privado+en+Roma_+Los+Dioses+Dom_C3_
A9sticos [Consultado: 25/11/2015]

26
A su vez, las propias casas tenían sus propias divinidades protectoras, que se
pueden dividir en dos, según el lugar:

Dioses de las Domus: Cada parte de las casas romanas estaba consagrada a unas
divinidades menores o presencias, apodadas según la función que realizasen, como el
Forculus, que salvaguardaba los batientes, Limentinus, que protegía el dintel y el
umbral, junto con Carna, que velaba las entradas y salidas de los miembros de la
vivienda. El suelo estaba consagrado a los lemures y el techo, por donde entraban los
seres sobrenaturales e inmortales, contenía el impluvium, donde los recogían.

Dioses de las Villas: Relacionados con el campo, aparte de a Ceres, los campos
arados y las tierras de labrantío se confiaban a Rusina y, las montañas y las cordilleras a
Lugatinus107.

3.2.2. EL MAL DE OJO COMO ARMA MALÉFICA ENTRE LOS ROMANOS

El miedo al aojo o mal de ojo era una de las creencias más arraigadas en el
mundo romano y se lo temía más que a la propia muerte. El mal de ojo (oculus
malignus), fascinación o aojo, se lo consideraba al hecho de maldecir a través de los
ojos108, arma importante en todo el mundo antiguo; costumbre ancestral. Se suponía que
la mirada de ciertas personas tenía la propiedad de maldecir y consumir aquello sobre lo
que se posaba; su creencia era tal, que consideraban que los recién nacidos podían
hacerlo109. Se ha definido normalmente como la “maldición sin palabras”, ya que, a
diferencia de otros tipos de magia, ésta no requiere complejas fórmulas ni hechizos110.

El mal de ojo era una forma no controlada de envidia que destruía la felicidad de
la víctima maldecida, junto con la de su familia y sus bienes. Sobre todo, los más
jóvenes estaban más expuestos a este peligro, por lo que las familias los consagraban a
la diosa especializada contra el mal de ojo, Cunina111. Pero no solamente estaba
expuesto a peligros el envidiado, sino que tenía efecto contrario, y actuaba, muchas

107
Ibíd.
108
VÁZQUEZ HOYS, A. (1996), 446.
109
Id. (2003), 346.
110
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 167.
111
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 347.

27
veces, también sobre quien tenía ese resentimiento, sobre el propio envidioso
(invidus)112.Consideraban que existían tres grados de mal de ojo:

- Primer grado: Se trata de un mal de ojo inocente o involuntario que posee


una persona, que afecta a los de su alrededor y como no hay forma de
explicar lo sucedido, la gente lo asociaba a la persona en cuestión, es decir,
lo que en nuestra sociedad de hoy en día se denomina “ser gafe”. A veces,
directamente, a quien poseía una discapacidad física se lo consideraba
causante de este tipo de mal de ojo.
- Segundo grado: Este tipo ya es malicioso, el que se realizaba con malignidad
para hacer daño a otra persona.
- Tercer grado: Este era el más impreciso, actuaba de forma misteriosa,
incorpórea y oculta113.

Algunas escuelas filosóficas, siguiendo a Demócrito y a Plutarco, consideraron


real la existencia del mal de ojo114. Varios eran los remedios (praeuia) que utilizaban
para vencer y no caer en la órbita del fascinador (praefascinandis rebus), lejos de la
medicina tradicional que no podía ponerle fin, como los amuletos (de diferente índole),
los tintinnabula, los mosaicos domésticos o símbolos apotropaicos representados en
relieves por todo el ámbito público; la mayoría eran objetos extravagantes y ridículos
para que el fascinador quedase hipnotizado por ellos y se olvidase de la persona a quien
iba dirigida la maldición115. Como bien explica Vázquez Hoys:

“Estas deformidades y obscenidades neutralizaban y detenían los efectos nocivos de la


mirada funesta, mostrando que se estaba dispuesto a devolver mal por mal, lo que
explica que las palabras baskania y fascinum, que designan la fascinación o mal de ojo,
hayan sido empleadas como profilácticas”116.

También se lo combatía con gestos (infamis, impudicus, verpus), como hacer la


mano impúdica(la higa) o extendiendo tres dedos: el índice, el medio y el pulgar,
flexionando el resto, devolviendo el maleficio a quien lo causó. Aunque tal vez el mejor
amuleto contra el mal de ojo era el símbolo fálico, hasta tal punto que son sinónimos

112
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 168.
113
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 348.
114
Id. (1996), 446.
115
Ibíd., 446.
116
Id. (2003), 347.

28
(fascinus)117, al que Plinio llamó medicus invidiae (H.N., XXVIII, 39)118, el cual se
explicará a continuación con más detenimiento.

FORMAS DE COMBATIR AL MAL DE OJO

 Amuletos

El amuleto, palabra procedente del latín amuletum, como define Plinio, designa
un objeto protector personal que protege de los hechizos y las maldiciones (H.N., XXV,
67, 115), también procede del término arábigo que significa “llevar” o “transportar”, por
lo que estos objetos se portaban. Se relaciona con toda clase de ornamentos, tales como
pendientes, collares, etc., es decir, objetos de arreglo personal, que se emplean para
proteger al cuerpo, ya esté vivo o muerto, de las influencias malignas, sobrenaturales o
invisibles119. Dentro del mundo romano había diferentes tipos de amuletos:

 El culto al falo: Amuletos fálicos

La veneración del falo fue algo común en toda la antigüedad, así lo encontramos
en Egipto, India, Asia Menor y Grecia, y fue precisamente esta última quien cedió la
idea a Roma. El falo, símbolo fértil de la naturaleza creadora, siempre tuvo una función
apotropaica y propiciatoria, es decir, protegía a quien lo llevase y defendía del atacante;
era un símbolo sagrado y venerado.

Su representación en lugares públicos era algo normal en la vida cotidiana


romana y no se lo consideraba imagen lasciva u obscena, sino que poseía una gran carga
mágica que alejaba a los malos espíritus del lugar120. Ese erotismo vino a interpretarse
mucho después, con la llegada del cristianismo, que convirtió al falo en símbolo de
placer. Se representaban a modo de relieves y pinturas en las fachadas de los edificios,
en las esquinas de las calles, en las tiendas, en las termas, en los puentes y en las señales
de los caminos (Anexo I, figs. 7 y 8). Esto indica la intencionalidad de no esconderlos;
se labraban para ser bien vistos121. De hecho, en España poseemos algunos ejemplos en
sillares de edificios (Anexo II, figs. 71-75), pero de lo que escaseamos es de ejemplares

117
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 347.
118
HOFFMANN, E.A. (2001), 447.
119
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 51.
120
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 154.
121
VÁZQUEZ HOYS, A. (1996), 448.

29
procedentes de vías o calzadas122. Su fuerza era capaz de favorecer el éxito (aparece
asociado al dios Hermes) y de hacer desaparecer todas los espíritus negativos, la envidia
y el mal de ojo123, junto con el poder fecundante de la Naturaleza. De igual forma se
veneraba al dios Fascinus, que poseía el mismo poder, junto con otros dioses itifálicos y
personalidades del panteón clásico como Príapo, Mutuno Tutuno124, Pan y los sátiros125,
cuyo máxima característica representativa era el propio órgano sexual masculino126.

Los amuletos fálicos son los más numerosos, dentro de los objetos que llevaban
las gentes romanas para evitar el mal de ojo y la mala suerte, de hecho, su uso estaba
generalizado127, como acreditan los hallazgos arqueológicos encontrados por todo el
Imperio128. De hecho, en Hispania, el falo se utilizaba sobre todo para dichos
amuletos129. Poseen la misma tipología, aunque de diferentes formas y tamaños
(generalmente reducido: entre 2 y 8cm.) y de poco peso (entre los 5 y los 30 gr.), que da
a entender que se fabricaban con moldes que estaban repartidos por toda su cultura130.

Se les concedió el nombre de fascinum (en latín, que comienza por fas,
“favorable” y procedente del verbo castellano “fascinar o encantar”131 y,
paradójicamente, también se apodaba así al propio mal de ojo: fascinatio o fascinum) y
se llevaban colgados, normalmente, del cuello gracias a una argolla que poseían y
suspendidos por una pequeña tira de cuero o cadena132. Solían llevarlo los niños, ya que
eran los más expuestos a maleficios, hasta la toma de la toga viril a la edad de 17 años,
según Varrón: “los portan los infantes para prevenirse de los maleficios133” (De ling.
latina, VII, 97), y las mujeres134.

Casi siempre, las funciones apotropaicas del falo se reforzaban al fusionarlo con
otros elementos similares, con el mismo poder, como la higa o “mano impúdica”, el

122
VÁZQUEZ HOYS, A. (1996), 449.
123
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 154.
124
ANEXO III, 147.
125
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 154.
126
ZARZALEJOS PRIETO, M. (1988), 302.
127
HOFFMANN, E. A. (2001), 447.
128
ZARZALEJOS PRIETO, M. (1988), 303.
129
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 164.
130
HOFFMANN, E. A. (2001), 447.
131
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 225.
132
HOFFMANN, E. A. (2001), 447.
133
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 154.
134
HOFFMANN, E. A. (2001), 447.

30
creciente lunar, el bucráneo o las campanillas135. Se realizaban sobre todo tipo de
soportes, aunque el bronce fue el más generalizado; también los encontramos de oro,
coral, vidrio, hueso o ámbar136, como veremos en numerosos ejemplos que posee el
catálogo de este trabajo y, en la siguiente clasificación, para hacer más sencilla la
explicación de su tipología y de sus diferentes clases:

1. Simple de frente: Placa triangular o bitroncocónica de la que sobresale


el falo en su centro y se representa en reposo. Pueden aparecer testículos
representados también, aunque no suele, y también en otros ejemplares
vemos que se ha tallado el vello púbico, ya sea de forma naturalista o con
incisiones geométricas. La argolla de suspensión siempre aparece en la
parte superior. Aquí poseemos varios ejemplares: Anexo II, figs. 1 y 2.
2. Simple de perfil o phallus cum testiculis: Representa a un pene recto o
ligeramente curvado, con los testículos en uno de sus extremos y, el
glande, representado en el otro. A veces, una línea atraviesa todo el
amuleto, simulando un nervio137. Poseemos diez en nuestro catálogo:
Anexo II, figs. 3 - 12. Posee un subtipo:
a. Alados: Se trata de un falo de perfil del que le sobresalen unas
alas laterales. Tenemos dos: Anexo II, figs. 13 y 14.
3. Doble:
a. Falo-Falo: Tubo alargado con dos glandes en sus extremos. De
este tipo no poseemos ejemplos en Hispania, aunque parece que
no tuvo mucha repercusión.
b. Higa-Falo: En este caso, aparece en el extremo derecho un
glande y, en el izquierdo, una higa o “mano impúdica”, que
representaba un símbolo apotropaico también, aunque de menor
grado que el falo138. Se trataba de representar la mano derecha
cerrada con el dedo pulgar metido entre los dedos índice y
corazón (simbolizando la unión de ambos sexos)139. De este tipo
sí tenemos ejemplos: Anexo II, figs. 15 – 20.

135
ZARZALEJOS PRIETO, M. (1988), 303.
136
VÁZQUEZ HOYS, A. (1996), 452.
137
Ibíd., 453.
138
Ibíd., 454.
139
Id. (2003), 236.

31
4. Triple: Es el tipo más representado, posiblemente porque el número tres
ya era de por sí un número mágico140. De su cuerpo central nacen tres
falos, dos de ellos representados en forma de luna creciente mirando
hacia arriba: a la derecha, siempre el pene en erección y, a la izquierda, la
higa. El tercero, el central, aparece en reposo y con testículos. La anilla
de suspensión, siempre en la parte superior y centralizada. Hay varios
subtipos:
a. Cum escroto pubeque: A partir de incisiones se representa el
vello púbico141: Anexo II, figs. 34 y 35.
b. Cum tunica manicata: El cuerpo central posee una túnica con
pliegues que empiezan bajo la argolla, haciendo de cabeza, y los
arranques de los brazos del falo y la higa, hacen de axilas. La
parte central de la túnica se abre para recibir al tercer falo
central142. Ejemplos: Anexo II, figs. 36 - 39.
c. Taurocéfalos: Aparece representado la cabeza de un toro en
alguna parte del amuleto. Un ejemplo: Anexo II, fig. 40.
d. Con ojos: Aquellos que poseen oquedades en su parte central,
simulando un par de ojos, de mayor o menor tamaño. La
asociación de los ojos aquí pretendía reforzar el poder del falo ya
que la mirada tenía un gran poder. Como ejemplo más
representativo en Hispania tenemos el ejemplar de Mérida:
Anexo II, fig. 41.
5. Múltiple: Representa a un cuerpo del que sobresalen más de tres falos,
esta tipología no corresponde generalmente a ningún molde143. Poseemos
uno: Anexo II, fig. 42.
6. Testículos: También existen ejemplos en los que solo se representan los
testículos, sin el pene144, como los que podemos observar en el catálogo:
Anexo II, figs. 43 – 46.

Como la mayoría de estos amuletos fueron encontrados en lugares


descontextualizados es muy difícil datarlos145.

140
ANEXO III: 147.
141
VÁZQUEZ HOYS, A. (1996), 456.
142
Ibíd., 455.
143
Ibíd., 457.
144
Ibíd., 457.

32
 Tintinnabula y campanillas exentas

Se trata de, normalmente, falos simples, múltiples o zoomorfos de bronce, de los


que cuelgan una serie de campanillas. Otras veces, son campanas antropomorfizadas.
Estos a muletos trataban de alejar a los malos espíritus, los embrujos y cualquier tipo de
mal de ojo, y de atraer a la buena fortuna y la prosperidad146. Esto se sumaba al poder
individual de las campanillas, cuyo sonido era símbolo del poder creador, sobre todo si
eran de bronce147 (de hecho, solamente poseemos ejemplos de campanillas hechas de
este material: Anexo II, figs. 52 - 61). Solían colocarse al aire libre, como en los
pórticos de las casas y de las tiendas, donde hacían un sonido tintineante cuando el
viento pasaba a través de ellos148. Tenemos varios ejemplos en Mérida (Anexo II, figs.
87 y 88) y, procedente de Burgos, tenemos el magnífico Falo de Sasamón (Anexo II,
fig. 89), además de numerosos ejemplos europeos, como los del Museo Británico
(Anexo I, figs. 9, 10 y 11) y los del Museo Arqueológico Nacional de Nápoles (Anexo
I, figs. 12, 13 y 14).

 Bullae

Otro tipo de amuleto romano que se colgaba del cuello, en forma de saquito o
cápsula (de hecho, su nombre en latín bulla, significa burbuja), hecha de cuero, de
bronce o de hueso; solamente los hijos de los senadores y los relacionados con la
aristocracia podían tenerlas de oro149. En ella se introducían todo tipo de talismanes y
pequeños objetos a los que se atribuían poderes protectores, sobre todo contra el mal de
ojo, al igual que hierbas y plantas mágicas. Se les atribuía a los niños, normalmente150.
En España no poseemos demasiados ejemplos, salvo un par del Museo romano de
Mérida (Anexo II, figs. 50 y 51) y, otro del MAN, realizado en hueso (Anexo II, fig.
49).

145
VÁZQUEZ HOYS, A. (1996), 461.
146
Ibíd., 459.
147
Id. (2003), 133.
148
Id. (1996), 459.
149
Ministerio de Educación, Cultura y deporte, Ceres: MAN, Museo Arqueológico Nacional [en línea],
s.l.n.f., en: http://ceres.mcu.es/pages/Main [Consultado: 22/10/2015]
150
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 123 – 124.

33
 Amuleto en forma de media luna creciente

En Hispania se utilizaron también otro tipo de amuletos contra la mala suerte y


el mal de ojo, como los que tienen forma de media luna creciente, como los que
podemos observar en Mérida (Anexo II, figs. 47 y 48), a los que también se les otorgaba
poderes apotropaicos.

 Clavos mágicos

Se trata de clavos de bronce que contienen inscripciones en griego o latín,


además de incisiones geométricas, lo que los diferencia de cualquier clavo normal.
Estos objetos se asociaban a paliar enfermedades, además de que se utilizaban también
en enterramientos, como veremos a continuación. Los ejemplos encontrados en Europa
se datan entre los siglos III – IV d.C.151, en España no se han encontrado clavos de estas
características. Su poder confería eficacia y propiedades mágicas contra amenazas
maléficas, aunque su interpretación es difícil ya que siempre se han encontrado
descontextualizados, por lo que sus funciones se han atribuido a diferentes caracteres152.

Desde el siglo XIX, su uso se atribuyó al ámbito funerario, como forma de


proteger a los difuntos en su viaje al Más Allá y, al mismo tiempo, como forma de
impedir que volvieran al mundo terrenal, fijándolos a la tumba. Además de utilizar los
poderes infernales de los muertos al usar tabellae defixionum en sus tumbas, las cuales
eran clavadas con dichos clavos153. Las fuentes clásicas nos proporcionan cierta
información acerca de estos objetos, como su uso terapéutico contra diferentes
enfermedades, como la epilepsia (Plin. H.N., 28, 63) o las fiebres cuartanas (Plin. H.N,
28, 10, 46). También los clavos de menor tamaño podrían haberse llevado colgados del
cuello, como otros amuletos que se han explicado154.

Conocemos también la costumbre de fijar estos clavos en las paredes de las


viviendas, como forma de evitar las pesadillas y los rayos. Además de su utilización
para escribir textos mágicos en las tabellae defixionum155. Un conjunto de clavos del
Museo Británico (Anexo I, fig. 15) sí se pueden relacionar con usos mágicos y, otro de

151
ALFAYÉ, S. (2014), 85.
152
Ibíd., 89.
153
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 157.
154
ALFAYÉ, S. (2014), 93.
155
Ibíd., 94.

34
Pérgamo del siglo III d.C. (Anexo I, fig. 16), también, además del carácter votivo156,
debido a las inscripciones que poseen.

 Mosaicos, protectores de la vivienda

El uso de los mosaicos como forma de decorar las domus, es un hecho que
conocemos todos del mundo romano, pero pocos saben que además de su finalidad
decorativa, también poseían una protectora que ayudaba a alejar a los malos espíritus, a
la envidia y a la mala suerte de aquel lugar. Después de hablar del mal de ojo y los
amuletos que servían para ahuyentarlo, podemos conocer porqué colocarían esos
mosaicos. La envidia era un poder maléfico casi mortal en el mundo romano; no era
solo propio de brujas y magos, sino que cualquiera podía sentirlo y realizar malas
acciones157. Podría acarrear que la ruina destrozase el hogar, se agostaran las cosechas,
fallecieran familiares, etc., como explica Plinio (H.N., 7, 15-18)158.

En dichos mosaicos se representaban escenas acompañadas de inscripciones, con


la finalidad de contrarrestar ese mal. Las más usuales son las de un ojo atravesado por
una jabalina y rodeado de animales, el falo o seres itifálicos, además de elementos
geométricos como la esvástica, por ejemplo159. Se colocaban, sobre todo, en las paredes
de las termas, en sus entradas y en los atrios de las viviendas, para que la envidia
(invidia) no entrara al interior. Podemos ver un gran ejemplo de Skala, en Cefalonia,
Grecia (Anexo I, fig. 17), en el que aparece representado el envidioso estrangulándose a
sí mismo de la envidia que tiene, pues no la puede soportar, y siendo atacado por
leones160. Aquí se está personificando a la envidia y, a la vez, se la exorciza mediante su

156
ALFAYÉ, S. (2014), 92.
157
FORSSMANN, A. (2015), “Mosaicos para contrarrestar el mal de ojo”, en Historia National
Geographic [en línea], s. l., en:
http://www.nationalgeographic.com.es/articulo/historia/actualidad/9889/mosaicos_para_contrarrestar_ma
l_ojo.html#gallery-2 [Consultado: 28/10/2015]
158
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 169.
159
FORSSMANN, A. (2015), “Mosaicos para contrarrestar el mal de ojo”, en Historia National
Geographic [en línea], s. l., en:
http://www.nationalgeographic.com.es/articulo/historia/actualidad/9889/mosaicos_para_contrarrestar_ma
l_ojo.html#gallery-2 [Consultado: 28/10/2015]
160
ABC (2014), “Los mosaicos romanos, un remedio para el mal de ojo”, en ABC.es [en línea], s. l., en:
http://www.abc.es/cultura/arte/20141216/abci-mosaicos-romanos-201412151805.html [Consultado:
28/10/2015]

35
representación161. Contamos con otros brillantes ejemplos como el de la Basílica
Hilariana de Roma y el de Thysdrus, en Túnez(Anexo I, figs. 18 y 19).

Por otro lado, el símbolo protector por excelencia, el falo, también se utilizaba
para decorar los mosaicos, pero en aquí, en España, no se ha encontrado hasta el
momento ningún ejemplo. En cambio, en el norte de África, Pompeya, Herculano,
Túnez y Antioquía, son muy numerosos (Anexo I, figs. 20 - 23). Por ejemplo, en Itálica,
en la Casa del Planetario (Anexo II, fig. 64), encontramos un ojo atacado por un tigre,
pero no aparece como escena principal, sino secundaria162.

Además del ojo y el falo, en la iconografía musivaria apotropaica romana


podemos encontrar representaciones de Príapo, dotado con un enorme atributo sexual
con el que castiga a quien intenta atraer el mal. Su protección se atribuye a los jardines,
los viñedos y los huertos163. También los Pigmeos eran representados con el mismo fin,
al ser símbolo de la abundancia y la fertilidad (gracias al curso del Nilo)164, en España
poseemos dos ejemplos, uno en Córdoba y, otro, en la Casa de Neptuno de Itálica
(Anexo II, figs. 63 y 65). Representaciones de personajes de raza negra o esclavos con
enormes falos entre sus piernas, eran motivo de hilaridad entre los romanos, lo que
también repelía la envidia165. Por último, personajes mitológicos como Hércules y
Fauno también conseguían evitar la envidia y proteger el hogar y los campos166.

 Otra superstición asociada a los mosaicos: Memento Mori

Los romanos tenían muy presente el tópico del Memento Mori (“recuerda que
vas a morir”) en sus vidas, por lo que no es de extrañar que plasmaran a la muerte y a
escenas relacionadas, en los mosaicos de sus viviendas. Ellos, como ya se ha explicado
anteriormente, no temían a la muerte y disfrutaban la vida al máximo. Estos mosaicos se
colocaban en los salones o triclinia, donde se daban los grandes banquetes. En España
no poseemos ejemplos pero en diferentes lugares de Italia, como Pompeya, Roma o
Nápoles, se han conservado algunos ejemplares magníficos (Anexo I, figs. 4, 5 y 6).

161
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 169.
162
Ibíd., 164.
163
Ibíd., 155.
164
Ibíd., 156.
165
Ibíd., 157.
166
Ibíd., 159.

36
Como curiosidad, durante estos suculentos banquetes se sacaban a la luz
figurillas de madera que representaban a las larvae conviviales167 (Anexo I, figs. 24 y
25) y bebían en copas talladas con representaciones de la muerte, como las famosas de
Boscoreale, procedentes de Pompeya y que hoy se encuentran en el Louvre (Anexo I,
fig. 26)168.

167
ANEXO III, 146.
168
ABEMVS INCENA [en línea], Barcelona, 22/10/2015, en: http://abemus-
incena.blogspot.com.es/2015/10/larvae-conviviales-el-recuerdo-de-la.html [Consultado: 30/11/2015]

37
4. LA MAGIA EN TIEMPOS DEL MUNDO ROMANO

Este apartado se centrará en la magia, en los encantamientos y en los


procedimientos realizados por aquellas personas que querían hacer el bien o el mal
hacia determinados sujetos, es decir, lo ejecutores de dichas acciones.

La magia durante el mundo romano tuvo gran importancia. Aparte del panteón
tradicional de dioses, existía una creencia en espíritus y fuerzas ocultas de la naturaleza,
tanto positivas como negativas, que les rodeaban y ayudaban en cierta manera para
conseguir determinados propósitos. Cuando una persona rezaba a los dioses le pedía
amparo para su familia, salud, salir vencedor en alguna batalla, alejar la maldad de su
ciudad, rogar que atrajeran la lluvia y que sus cosechas madurasen, etc., pero también
recurría a la magia que, por lo visto, prometía resultados más prácticos 169, mediante
ciertas técnicas y determinados rituales para que el hecho se produjera170. El mago, la
bruja o el hechicero, en cuestión, era quien podía solucionar dichos problemas que,
normalmente, eran más bien personales. Éstos se aprovechaban de la superstición y de
la excitación mental de sus clientes para sugestionarles; así lograban un mayor o menor
éxito en sus rituales171. A pesar de todo, estos mismos magos y hechiceros creían en
esto, pensaban que poseían el control sobre la naturaleza, y que ella les enviaba
respuestas para conseguir lo que ellos buscaban172.

Antes de explicar los diferentes usos de la magia, hay que diferenciar entre
magia y religión en el mundo romano: en primer lugar, la religión oficial era legal,
mientras que la magia, sobre todo la magia negra (goetia), estaba prohibida y se
consideraba ilegal. Asimismo, la religión y sus rituales se realizaban públicamente y de
día, y la magia se hacía en privado, en secreto y, muchos de sus actos, eran nocturnos.
También como se ha podido referir en el párrafo anterior, la magia se ocupaba de
asuntos personales, mientras que la religión velaba por los problemas del colectivo. Por

169
ARCANA ANTIQVA: Taller de Magia y Adivinación [en línea], Jornadas de Sagunto, Valencia, 2007, 2
p., en: http://myslide.es/documents/arcana-antiqva-taller-de-magia-y-adivinacion.html [Consultado:
11/11/2015]
170
HOFFMANN, E.A. (2001), 9.
171
Ibíd., 10.
172
Ibíd., 11.

38
último, añadir que en la religión, uno suplica al dios, al contrario que en la magia, pues
en sus rituales se “obliga” al dios a realizar lo que uno quiera173.

Por otro lado, la magia de la adivinación, basada en la observación de


fenómenos naturales, era muy utilizada también. La naturaleza posee un orden y unas
leyes que se repiten constantemente, por lo que la observación de dichos fenómenos
hacía que creyeran en augurios y en acontecimientos pasados y por pasar, como se
explicará después174. La adivinación no estaba tan prohibida, de hecho, augures175 y
arúspices176 eran numerosos en la aristocracia romana, debido a que emperadores,
magistrados y militares hacía uso de sus dotes adivinatorias177.

4.1.MAGIA BLANCA O THEURGIA

La magia blanca se considera buena, es aquella que proporciona algún beneficio,


sin que nadie salga perjudicado ya sea a través de la adivinación, la protección contra
malos espíritus y determinadas desgracias, la obtención de buena suerte y la sanación de
enfermedades, gracias a ciertos hechizos, ensalmos y rituales178. La magia confería una
serie de requisitos: el más importante era la perfección a la hora de pronunciar el
encantamiento o hechizo; la magia de la palabra. Si se cumplían las condiciones
precisas, el hechizo tendría efecto, sería eficaz, pero si por el contrario, la fórmula se
pronunciaba erróneamente, no sólo no alcanzaría su propósito sino que podía volverse
en contra del que lo realizó, causando el efecto contrario179.

Los romanos creían que con el hecho de nombrar a alguien en un hechizo,


automáticamente, podían poseer una parte de esa persona y ser responsables de su
destino. El mismo nombre podía repetirse una y otra vez. Estos hechizos o cánticos,
formaban la incantatio, y cada uno de ellos se denominaba carmen o carmina180,que

173
ARCANA ANTIQVA: Taller de Magia y Adivinación [en línea], Jornadas de Sagunto, Valencia, 2007,
3, en: http://myslide.es/documents/arcana-antiqva-taller-de-magia-y-adivinacion.html[Consultado:
11/11/2015]
174
VÁZQUEZ HOYS, A. (1994), 328.
175
ANEXO III, 145.
176
ANEXO III, 145.
177
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 82.
178
ARCANA ANTIQVA: Taller de Magia y Adivinación [en línea], Jornadas de Sagunto, Valencia, 2007,
2, en: http://myslide.es/documents/arcana-antiqva-taller-de-magia-y-adivinacion.html [Consultado:
11/11/2015]
179
VÁZQUEZ HOYS, A. (1994), 330.
180
Ibíd., 331.

39
eran los que hacían posible la acción mágica181. La magia del sonido era muy
importante, pues se servía de él para realizar el acto mágico182, ya que los romanos
tenían la creencia de que el sonido era una manifestación mística audible capaz de hacer
despertar a las fuerzas de la naturaleza183. Existían palabras mágicas clave, como
Abraxas184, cuyas letras sumaban el número mágico de los días del año, 365, y la
famosa Abracadabra185, que aún se usa hoy en día por los magos modernos186.

Se utilizaba la magia también para conseguir éxito, como por ejemplo, para
hacer prosperar un negocio o una casa, como el siguiente:

“Toma cera amarilla y jugo de aérea y de hiedra lunar, mézclalo y moldea un Hermes
hueco por debajo que con la mano izquierda sostenga un caduceo y con la derecha una
talega. Escribe en un papiro hierático estos nombres y verás que es incesante: chaïöchen
outibilmemnouoth, atrauïch, da a este lugar ganancia y éxito, porque aquí habita
Psentebeth. Mete esto en el hueco de la figura y tápalo con cera de la misma clase;
ponlo después en una pared, de manera que no se vea; ponle una guirnalda por la parte
exterior; después, enciende en su honor una lámpara que no esté pintada de rojo”. (PGM
IV, 19, 2360 - 2372)187

Otro ejemplo, para tener suerte jugando a los dados, y así ganar dinero:

“Therthenithor; dyagothere: therthenithor; syapothereuo; kodochor, haz que yo gane


cuando juegue a los dados, poderoso Adriel”. En la mano di: “Que nadie se me iguale,
pues yo soy Therthenithor; erothorithin; dolothor, y tiro lo que quiero”. Y lo dices
continuamente y tiras. De otra manera también debes decir: “Que ninguno de los que así
juegan aquí conmigo se me iguale, y tiro cuanto quiero”. (PGM VII, 22, 423 - 429)188

Otro, utilizado para conseguir prosperidad y victoria:

“Helios, Helios, escúchame a mí, fulano, Helios, señor, dios supremo, el que contiene el
Todo y engendra a las criaturas vivas y ejerce el poder en el cosmos, al que todo se
dirige y de quien todo nació, incansable, eie: eleie, Ieoa, rhouba, anamao: mermao:
chadamatha ardamatha pephre anamalozicphecheindeu, enedreu, simatoi, mermereo
amalaxiphia, mersiphia éreme, thasteu, Papie, pheredonax anaïe geleo, amara mator,
mormaresio ineouthon: alao, agelao: amar:amator: mormasi: southon; anamao:
galamararma; escúchame, señor Helios, que este asunto se realice en este momento”.

181
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 136.
182
Id. (1994), 334.
183
Id. (1985), 39.
184
ANEXO III, 144.
185
ANEXO III, 144.
186
ARCANA ANTIQVA: Taller de Magia y Adivinación [en línea], Jornadas de Sagunto, Valencia, 2007,
2, en: http://myslide.es/documents/arcana-antiqva-taller-de-magia-y-adivinacion.html[Consultado:
11/11/2015]
187
Cfr. CALVO MARTÍNEZ, J.; SÁNCHEZ ROMERO, M. (1987), 160.
188
Cfr., Ibíd., 216.

40
“Recita la fórmula mientras quemas sobre carbones de encima kifi hierático con el cual
ha de mezclarse la sesada de un carnero enteramente negro y harina de arveja”. (PGM,
VII, 28, 528 – 541)189

Los ensalmos curativos para sanar enfermedades debían de hacerse muy


cautamente, tanto los gestos y las condiciones en que debían realizarse. Varrón nos
confiere un remedio contra la gota, que debía entonarse nueve veces, en ayunas y
escupir en el suelo:

Ego tui memini,


medere meis pedibus.
Terra, pestem teneto;
Salus, hic maneto
in meis pedibus.

“Pienso en ti; sana mis pies. Que la tierra retenga la enfermedad y la salud permanezca
en mis pies”. (Sobre la agricultura, 1.2.27)

También otro para curar el orzuelo de un ojo, de la mano de Marcelo Empírico:

Nec mula parit nec lapis lanam fert


Nec huic morbo caput crescat,
Aut si creverit, tabescat.

“La mula no pare, ni la piedra produce lana, que a esta enfermedad no le crezca
la cabeza, o si le crece, que se consuma”.(Sobre los medicamentos, XV, 11)190

Otro ejemplo, que era una práctica más que un hechizo, utilizado para sanar la
picadura de un escorpión:

“Contra la picadura de un escorpión: escribe en un papiro limpio los signos mágicos,


ponlo sobre el lugar de la herida, ata el papiro por encima y desaparecerá el mal
inmediatamente”. (PGM, VII, 3, 194 - 197)191

También existían encantamientos y prácticas contra plagas y otros animales,


como el siguiente, que era para hacer desaparecer a todo tipo de insectos desagradables:

“Para que en casa no haya chinches. Mezcla hiel de cabra con agua y haz una aspersión.
Para que no haya pulgas en casa. Mezcla rododendro con agua de sal y, cuando esté
bien triturado, rocíala”. (PGM, VII, 1, 150 – 154)192

189
Cfr. CALVO MARTÍNEZ, J.; SÁNCHEZ ROMERO, M. (1987), 221.
190
Cfr. ARCANA ANTIQVA: Taller de Magia y Adivinación [en línea], Jornadas de Sagunto, Valencia,
2007, 3 – 4, en: http://myslide.es/documents/arcana-antiqva-taller-de-magia-y-adivinacion.html
[Consultado: 11/11/2015]
191
Cfr. CALVO MARTÍNEZ, J.; SÁNCHEZ ROMERO, M. (1987), 206.
192
Cfr. Ibíd., 204.

41
 ADIVINACIÓN

Esta práctica fue uno de los pilares de esta sociedad, ya que conocer el futuro y
la voluntad de los dioses era muy importante para los romanos; hacían uso de ella antes
de emprender cualquier actividad, para no sentirse inseguros. Esta tradición fue herencia
directa de Oriente y de los etruscos, a través de la creencia en su eficacia, ya que fue
adoptada por todas las clases sociales. Había dos tipos de adivinos: los augures y los
arúspices. Los primeros eran quienes consultaban los auspicios, interpretaban los
sueños, además de las respuestas de los oráculos y, los segundos, interpretaban el futuro
a través de examinar las entrañas de los animales sacrificados (extispicium)193.
Auguraculum era el lugar en las ciudades donde los augures realizaban sus
observaciones194.

Al contrario que en Grecia, no existió en Roma un santuario con un oráculo,


como pudo ser el de Delfos, aunque sí existían en determinados lugares itálicos,
relacionados con colonias griegas. Ellos preferían el contacto directo con los dioses,
para interpretar ellos mismos sus profecías, al contrario que ocurría con las pitonisas y
determinados intérpretes, que podían errar. Esto no quiere decir que ningún romano
utilizara oráculos en determinados momentos, pero se utilizaron sobre todo para casos
excepcionales, como podía ser la guerra. Uno de los oráculos más conocidos fue el de
Fortuna, en Praeneste195.

Otra creencia adivinatoria entre los romanos fueron los libros proféticos como
los Tres Libros Sibilinos, que contenían las profecías de las Sibilas, que se guardaron
en el Templo de Apolo, en Roma, tras numerosos incidentes, hasta que fueron
destruidos por orden de Estilicón, en el siglo V d. C196. Éstos solo podían ser
consultados por los sacerdotes (decenviros) y, tal era la importancia que se les daba, que
había que pedir permiso al Senado para consultarlos197. Otros eran los Libros
Augurales, que contenían las instrucciones de la ciencia augural, como reglas,
ceremonias, etc., que se guardaban en los Colegios de Augures. También utilizaron los

193
Paseando por la Historia [en línea], s. l., 06/06/2010, en:
http://paseandohistoria.blogspot.com.es/2010/06/la-adivinacion-en-roma.html [Consultado: 04/12/2015]
194
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 94.
195
Paseando por la Historia [en línea], s. l., 06/06/2010, en:
http://paseandohistoria.blogspot.com.es/2010/06/la-adivinacion-en-roma.html [Consultado: 04/12/2015]
196
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 329.
197
ESPINÓS, J.; MARIÁ, P.; SÁNCHEZ, D.; VILAR, M. (1989), 58.

42
Libros Fulgurales para la interpretación correcta de los augurios a través de la caída de
los rayos198.

Existían días favorables para la adivinación y, también, días en los que no se


podía practicar. Según un papiro mágico, eran:

Días aptos por la mañana: 1, 4, 5, 14, 19, 20, 23 y 24.

Días aptos a mediodía: 2 y 7.

Días aptos por la tarde: 11, 21, 22, 26 y 30.

Días aptos todo el día: 8, 10, 12, 13, 15, 18, 27, 28 y 29.

Días no aptos: 3, 6, 9, 16, 17 y 25199.

Había, también, diferentes tipos de adivinación, utilizando diferentes


instrumentos o diferentes presagios. Unas duraron más y otras menos, pero fueron muy
utilizadas, eso está claro:

- Adivinación por cuadrúpedos: examinando la observación de sus


movimientos cuando se encontraban cerca de un templo. Esta práctica dejó
de utilizarse hacia mediados del siglo I a.C.
- Adivinación por medio del vuelo de las aves y sus graznidos. Si se dirigían
hacia la izquierda, era buena señal, pero si viraban a la derecha, era mala.
- Adivinación a través de acontecimientos imprevistos: siempre eran vistos
como presagios funestos. Esto ocurrió muy frecuentemente a finales de la
República.
- Adivinación por fenómenos celestes: se interpretaban todas las señales
procedentes del cielo, como rayos (ceraunoscopia) y truenos. Si se
producían del lado izquierdo, eran señal de buena augurio, y eran malos, si
caían en el lado derecho200.
- Adivinación por medio de un espejo o Catoptromancia: en esta práctica, el
adivino invocaba a un espíritu que manifestaba a través del espejo sus

198
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 329.
199
CALVO MARTÍNEZ, J.; SÁNCHEZ ROMERO, M.(1987), 204 – 205.
200
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 28.

43
predicciones sobre el pasado, el presente y el futuro. También el brillo de un
espejo podía librarnos de peligros201.
- Adivinación por las suertes o Cleromancia: se trataba de tirar dados, tabas o
las suertes (tablillas de madera con inscripciones), y de sacarlos de una
especie de recipiente, tal vez se utilizaba a un niño, cuya inocencia
complaciera a la divinidad. Según sus resultados y las preguntas formuladas
al oráculo, se interpretaba de una manera u otra202.
- Adivinación basada en las vibraciones de un hacha, también llamada
Axinomancia, de origen oriental203.
- Adivinación a través de los anillos que ciertas gemas poseían o
Dactilomancia204.
- Adivinación por el humo del incienso u otras plantas sagradas, como el olivo
o el laurel, también denominada Libanomancia205.
- Adivinación a través de las revelaciones de las almas de los muertos o
Necromancia206.
- Tripudio: Adivinación por la forma en que se comían los pollos sagrados que
cuidaban los augures. Si al comerlos estaban insípidos o se desmenuzaban
fácilmente, se daba a entender como mal augurio207.

4.2. MAGIA NEGRA O GOETIA

Esta corresponde al trato con los espíritus más inmundos, utilizando los conjuros
más crueles para conseguir la desgracia ajena y, la prosperidad propia, a costa de
otros208. Pertenece a una de las formas de violencia más usada por los romanos,
dedicada a hacer daño a personas, animales o, incluso, cosas (utilizando el daño
psicológico a personas, ya que no podían manipular objetos)209. Dependiendo del daño
que se procurara hacer, se puede dividir este tipo de magia en dos:

201
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 141 – 142.
202
Ibíd., 159.
203
Ibíd., 97.
204
Ibíd., 181.
205
Ibíd., 326.
206
Ibíd., 382.; ANEXO III, 147.
207
ESPINÓS, J.; MARIÁ, P.; SÁNCHEZ, D.; VILAR, M. (1989), 57.
208
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 256.
209
Id. (2007), 341.

44
Daños leves: Se trataba de molestar a dicha persona a través de dolencias más o
menos terribles, pequeños contratiempos, etc., es decir, se trataba de incomodidades, sin
destruir o buscar la desgracia eterna; alterar su día a día.

Destrucción total: Aquí se buscaba la caída en desgracia y la muerte de aquella


persona a la que estaba destinada la maldición en cuestión210.

 HECHIZOS Y MALEFICIOS

La magia negra incluyó numerosos maleficios, que utilizaban la invocación, para


“llamar” a seres infernales y a fuerzas impersonales, manipulando ciertos objetos y
palabras en simpatía con el demon o dios cuyo poder quería utilizarse211. Una de las más
conocidas era la devotio, fómula dirigida a personalidades malignas para conservar o
quitar la vida de alguien, sin sacrificio incruento aunque si se tenía que ofrecer algo era
la vida humana, aquí no servían los hostia212 ni otras ofrendas213. Si se trataba de un
problema social, como el que una ciudad estuviera en peligro, se procedía a realizar una
ceremonia pública con un ritual en presencia de un Pontífice (deuotus), el cual recitaba
la siguiente fórmula:

“Jano, Júpiter, Padre Marte, Quirino, Belona, Lares, dioses bajo cuyo poder estamos
nosotros y los enemigos, y dioses Manes, os ruego, suplico, pido y consigo vuestro
favor, que otorguéis fuerza y victoria al Pueblo Romano de los Quirites y que llenéis de
terror, espanto y muerte a los enemigos. En los términos que acabo de enunciar, a los
dioses Manes y a Telus hago voto, junto con mi persona, de las legiones y auxiliares de
los enemigos a favor de la República de los Quirites, del ejército, de las legiones y de
los auxiliares del Pueblo de los Quirites”.214

Otro ejemplo de maleficio, procedente de un papiro griego, que se encargaba de


dominar el alma o la sombra de una persona:

“…Después de poner el pie en el lugar, arrodíllate, extiende las manos y recita esta
fórmula: “Haz que ahora esté a mi servicio mi sombra; porque conozco tus nombres
santos y tus signos y símbolos y quién eres en cada momento y cuál es tu nombre”.
Tras decir esto, recita de nuevo la fórmula que aparece arriba y, en caso de que no te
escuchare, di: “Pronuncio tus nombres santos, tus signos y tus símbolos. Por ello, señor,

210
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 342.
211
Id. (1994), 360.
212
ANEXO III, 146.
213
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 187.
214
Cfr., Ibíd., 188.

45
haz que esté a mi servicio mi sombra”. Y en la hora séptima se acercará a ti desde el
lado opuesto y, hablándole a ella, di: “Sígueme a todas partes”. (PGM, III, 8, 622 –
632)215

Otra práctica maléfica recurrente fue el exorcismo (exorcismus) con el fin de


expulsar a un demon que estuviera perjudicando a una persona, como ejemplo de ello
tenemos un papiro que dice:

“Práctica perfecta para expulsar demones: Fórmula que se recita sobre su cabeza (del
poseso). Arroja delante de él ramas de olivo, te pones detrás de él y dices: “Te saludo.
Te conjuro, demon, quienquiera que seas, por este dios sabarbarbathiothsabarbar
bathiuouthsabarbarbaphai; sal, demon, quienquiera que seas, y aléjate de fulano,
pronto, pronto, ya ya. Sal, demon, pues te ato con cadenas de acero indisolubles y te
entrego al negro caos para tu total destrucción”.
Realización. Toma siete ramas de olivo, ata seis de ellas de punto a rabo, una por una, y,
con la que queda, golpea al hacer el conjuro. Mantenlo oculto. Ya se ha probado.
Después de echarlo, rodea a fulano con el amuleto, el que se colgará al enfermo después
de arrojar al demon; sobre la hoja de estaño va lo siguiente: “bor phor phorba phor
phorba: bes Carin Baubó te For borphorba phorbabor baphorba phabraie phorba
pharba phorphor phorba bohor phorba phorphor phorba boborborba pamphorba
phorphor phorba, guarda a fulano”. (PGM, IV, 9)216

Otro hechizo para tener el alma de un muerto como esclavo:


“Petición a Helios de la entrega (de un demon). Ponte de pie frente al sol saliente y di de
esta manera: “Te invoco a ti, soberano Helios, y a tus santos ángeles, en este día de hoy,
en esta hora precisamente: guárdame a mí, fulano; pues yo soy Tenor; pero vosotros
sois ángeles santos, guardianes de Ardimaleca y Oraro mieren, nepho, Adonais,
anebothi, abartharai, thobeya, soulmai, soulmaith, rhoutrerhouten, ophreophri,
olchamaoth, oute souteath, monto, slat, choumioi, lathoth, otheth. Te suplico, soberano
Helios, escúchame a mí, fulano, dame la total autoridad sobre el espíritu de este que ha
muerto violentamente, de cuyos despojos poseo esto, para tenerlo conmigo, fulano,
como defensor y vengador en aquellos asuntos en que lo necesite”. (PGM, IV, 16, 1930
– 1954)217

Otro ejemplo de práctica maléfica para “atar” a alguien e impedir que haga
ciertas cosas contra nuestra persona:
“Toma un papiro hierático o una lámina de plomo y un anillo de hierro; coloca el anillo
sobre el papiro y con un cálamo dibuja el borde interior y exterior del anillo; después
cubre con tinta la circunferencia; después escribe en la circunferencia del anillo, sobre el
papiro, el nombre y en la parte externa los signos mágicos; después, en la parte interna,
lo que no quieras que ocurra y esto: “Que su mente quede atada para que no haga tal
cosa”. Luego pon el anillo sobre su propio círculo que hiciste y, eliminando la parte
externa, cose el anillo hasta que este quede enteramente cubierto.

215
Cfr. CALVO MARTÍNEZ, J.; SÁNCHEZ ROMERO, M. (1987), 97.
216
Cfr. Ibíd., 133 – 134.
217
Cfr.Ibíd., 148.

46
Mientras pinchas signos mágicos con el cálamo y realizas la atadura, di: “Yo encadeno
a fulano a tal cosa: que no hable, que no se oponga, que no diga nada en contra, que no
pueda mirarme de frente ni hablar contra mí, sino que me esté sometido tanto tiempo
como este aro esté oculto. Yo ato su inteligencia y sus pensamientos, su reflexión, sus
actos, para que sea incapaz contra todos los hombres”. Si se trata de una mujer: “para
que no se pueda casar con fulano”.
Después lo llevas a la tumba de uno que haya muerto prematuramente, haces un hoyo de
cuatro dedos, lo pones dentro y dices: “Demon de muerto, quienquiera que seas,
entrégame a fulano para que no haga tal cosa”. Después de enterrarlo, márchate. Esto lo
harás mejor si la luna está menguante. Esto es lo que se escribe en el círculo: “aroa
mathra; Eresquigal; edanta; iabou ne; ake; Iao, dakynko; Maniel, que no se haga esto
en el tiempo en que esté enterrado este anillo”. Sujétalo con cuerdas que tú habrás tejido
con esparto y deposítalo así”. (PGM, V, 7, 305 – 345)218

 SACRIFICIOS HUMANOS

Aunque podía ser motivo de controversia, los sacrificios humanos se realizaron


en el mundo romano, sobre todo durante los primeros siglos. La sociedad aborrecía esta
práctica y el Senado la abolió en el año 97 a.C.219, pero se sabe por diversas fuentes que
se siguió practicando y, paradójicamente, las sangrientas muertes que se daban en los
anfiteatros y los circos con las luchas de gladiadores y las venatio de los ludi romani,
eran otra clase de sacrificio, aunque no lo quisieran reconocer.

Durante los primeros siglos de la República, quienes engañaban a los demás y


quienes desertaban en tiempos de guerra, eran sacrificados a los dioses. Más tarde, se
recurrió a este tipo de sacrificios cuando se tenía un motivo de causa mayor, como el
que una ciudad estuviera en peligro o casos similares. Por ejemplo, utilizando los Libros
Sibilinos220, se realizaba la primavera votiva, es decir, se sacrificaba a todo aquel y a
todo aquello que hubiera nacido durante dicha estación, lo que incluía a los niños
también221. También se sabe que en 226 a.C., se enterraron vivos a dos griegos y a dos
galos, para que los dioses les concedieran la victoria sobre el pueblo de la Galia, como
bien explica Tito Livio: “Un griego y una griega, un galo y una gala fueron enterrados
vivos en el mercado de los bueyes, en un lugar cerrado por un muro de piedras…”
(XXII, 57)222. En el año 216 a.C. y, a finales del siglo II a.C., se volvió a recurrir a esta

218
Cfr. CALVO MARTÍNEZ, J.; SÁNCHEZ ROMERO, M. (1987), 195 – 196.
219
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 477.
220
Vid. p. 42.
221
ESPINÓS, J.; MARIÁ, P.; SÁNCHEZ, D.; VILAR, M. (1989), 60.
222
Cfr. VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 477.

47
práctica para favorecer a las ciudades y purificarlas. Se sabe también que se realizaban
sacrificios humanos cuando se fundaba algún edificio público, incluidos los de niños223.

 TABULLAE DEFIXIONUM

Las llamadas “tablillas de maldición” o tabullae defixionum son pequeñas


láminas hechas sobre todo de plomo (metal mágico anti-encantamientos, por excelencia,
consagrado a los dioses infernales, los llamados dioses “intérpretes” o “reveladores”224,
por su carácter frío y solemne, propio de los difuntos225), aunque se han encontrado en
otros materiales como en plata, en oro, en cera, en estaño, en mármol y en barro 226, que
contenían maleficios y otros encantamientos mágicos, escritos con un objeto punzante,
contra alguien, suplicándole a alguna deidad infernal (dii inferi) que le maldijera. Se
aprovecharon del poder mágico del sonido, plasmando esas maldiciones en las tablas
por medio de la escritura227. El nombre que poseen, defixio, es un término latino que
proviene de defixionis (“embrujamiento”) y del participio defigo (“atar”, “fijar” e
“inmovilizar”)228.

Se han encontrado tabellae defixionum por todo el Imperio y en todo tipo de


contextos arqueológicos, además que parece ser que su uso estaba extendido desde los
más pobres a los más ricos, es decir, que todo el mundo hacía uso de ellas. También
conocemos ejemplos griegos que justifican que los romanos llegaran a utilizar esta
práctica229. Estas tablillas eran realizadas por profesionales (magos, brujas y
nigromantes) a los que uno acudía para calmar la sed de venganza; parece ser que las
gentes de a pie no las realizaban en sus casas ni que fuera una actividad que cualquiera
pudiese hacer230.

Originalmente, en el siglo V a.C., estas tablillas poseían solamente el nombre del


sujeto a maldecir pero después fueron volviéndose más complejas, conteniendo frases,

223
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 477.
224
Id..(1985), 36.
225
Id. (2003), 363.
226
Id. (2007), 349.
227
Id.; ANEXO III, 148.
228
VÁZQUEZ HOYS, A. (2007), 349.
229
Arqueología e Historia del Sexo: la sexualidad y el erotismo a lo largo de la Historia [en línea], s. l.,
14/02/2015, en: http://historsex.blogspot.com.es/2015/02/magia-y-sexo-en-el-mundo-clasico-las.html
[Consultado: 11/11/2015].
230
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 217.

48
nombres de los invocados (dioses y víctimas), símbolos e imágenes mágicas, hasta el
siglo III y IV d.C.231. En concreto, el nombre de la víctima, se rodeaba de palabras
mágicas, normalmente de origen oriental, como en egipcio, en griego o en semítico
(algunas escritas imposibles de traducir, incluso hay ejemplos en los que se escribían
erróneamente, para volver más vulgar el texto a propósito), junto al resto del párrafo en
latín, la petición y el nombre del dios infernal232. Por último, se enrollaban y se sellaban
con un clavo de bronce233 y el acto mágico terminaba por cumplirse al enterrar estas
tablillas en la tumba de alguien que acababa de morir o de algún niño (aori234),
preferiblemente, como un acto de necromancia, es decir, utilizando así el resentimiento
de los difuntos y de los dioses indicados para hacer daño a determinados sujetos235.

También se han encontrado muchas enterradas en los alrededores o debajo de los


circos, dando a entender que los corredores de carros se maldecían unos a otros para
conseguir la victoria236. Pero estas tabellae defixionum fueron algo más complejo de lo
que parece, siendo la práctica más importante del momento, tanto por los elementos
internos como los externos que poseían. Como bien explica la doctora Vázquez Hoys:

“Tanto el metal en que estaban hechas, como las fórmulas que estaban escritas en ellas,
la fijación mágica que producían y que se aumentaba y materializaba con la fijación por
medio de un clavo mágico, su ubicación en cementerios, o lugares especialmente aptos
a la comunicación con los poderes del Más Allá, como ríos o fuentes, la inversión de los
caracteres escritos a veces con la mano izquierda, tal vez por personas zurdas (las
fórmulas aparecen a veces al revés o se acometen deliberadamente incorrecciones
gramaticales “mágicas”), por lo que se utilizan espejos mágicos para realizar la
inversión, la utilización de médiums especiales y el poder de los nombres de los entes
citados o a los que se dirigía la fórmula mágica, a lo que se añadía partes de cadáveres,
pelo, huesos y parte de alguna prenda que hubiese estado en contacto con las personas a
embrujar, todo ello unido, hacía de las defixiones unos extraordinarios, potentes y
complejos instrumentos de poder y destrucción237”.

Los romanos, a la hora de realizar un hechizo o un maleficio, creían en el


principio de dos doctrinas: el poder del nombre y el poder de la palabra. En términos
mágicos, la imprecación, era la creencia de que pronunciando correctamente el nombre

231
VÁZQUEZ HOYS, A. (2007), 348.
232
Id., (2003), 517.
233
Vid. p. 34.
234
Se consideró “muerte prematura” hasta bien avanzada la edad de un niño además, eran enterrados
rápidamente y de noche, para que los nigromantes y las brujas no se enteraran y los usasen como aori.
235
VÁZQUEZ HOYS, A. (2007), 348.
236
Id. (2003), 518.
237
VÁZQUEZ HOYS, A. (2007), 349.

49
de algún dios, o de la víctima, la acción que se pedía se haría realidad. Nombrarlo,
requería darle existencia y veracidad a la situación238 y, escribirlo, multiplicaría su
poder239. El resultado era mucho mejor si se conocía el número mágico del dios a
reclamar y se añadía a la tablilla, ya que desde siempre, se creyó en el poder misterioso,
mágico y oculto de los números240. Los dioses infernales más requeridos en estas
tabellae eran Saturno, Proserpina, Plutón, Marte, Júpiter y Neptuno241.

A la hora de hacer una tabellae defixionum se requería ser cuidadoso, ya que


había que especificar correctamente el nombre de la persona a quien iba dirigida la
maldición (ya fuera por su nombre completo, por algún apodo o, incluso, el nombre de
sus progenitores), aclarar a qué dios se le pedía el favor (incluyendo su nombre y
títulos) y concretar cuál era el mal que le iba a suceder. Para que la maldición fuera
eficaz utilizaban diferentes técnicas de escritura, como la repetición de fórmulas, para
hacer más sagrado el texto, o la de escribir al revés, para leerlo con ayuda de un
espejo242.

Las causas más sonadas por las que se realizaron estas tablillas fueron para
maldecir a rivales y adversarios, como las maldiciones contra los amantes infieles o los
rivales amorosos (defixio amatoria), contra adversarios en juicios y juegos y, contra
ladrones, aunque hay algunas que no contienen ninguna causa específica243. Aquí, en lo
que fue la Hispania romana contamos con unos cuantos ejemplos de tabellae
defixionum, suficientes para dar constancia de su práctica y de las causas por las que se
realizaron. Contamos con las tablillas de Cádiz (Anexo II, fig. 78), Mérida (fig. 76), las
dos de Córdoba (figs. 79-80 y 83), Sevilla (fig. 77), Jaén (fig. 81), las tres de Sagunto
(figs. 82, 85 y 86) y Cuenca (fig. 84).

Existía la posibilidad de contratacar estas maldiciones, aunque era complicado,


ya que había que utilizar los servicios de una bruja o nigromante que se encargara de

238
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 448.
239
Id. (1994), 340.
240
Ibíd., 338.; ANEXO III; 48.
241
Id. (2003), 448.
242
ARCANA ANTIQVA: Taller de Magia y Adivinación [en línea], Jornadas de Sagunto, Valencia, 2007,
8, en: http://myslide.es/documents/arcana-antiqva-taller-de-magia-y-adivinacion.html [Consultado:
11/11/2015]
243
Ibíd.

50
estos ritos (ritos contrarios a los pedidos en los maleficios), además de buscar la
tabellae, extraerla y destruirla244.

 MUÑECOS DE VUDÚ

El vudú ha existido desde siempre, con origen en el Antiguo Egipto, desde


donde llegó su influencia al mundo griego hacia el siglo IV a.C. y, asimismo, al mundo
romano donde era una práctica utilizada por numerosos seguidores, sobre todo en zonas
orientales y mediterráneas del Imperio245. Se le concedió el nombre de “encantamiento”
y consistía, como bien sabemos, en utilizar un muñeco (kolossoi, en griego),
normalmente antropomorfo, representado desnudo y con los brazos atados a la espalda,
que se pareciera a la víctima a herir y que poseyera algún objeto personal o corporal de
la misma, como uñas, cabellos, sangre, restos de sus ropajes…

Haría efectiva la magia al atravesar el cuerpo del muñeco con una o numerosas
agujas de hierro en el corazón u otras partes del cuerpo; también se podía quemar,
“ahogar” o romper para intentar llegar al mismo fin: destruir o dañar a la persona a
quien iba dirigido el encantamiento246. Se podía potenciar la magia con clavos, nudos
mágicos o lazos, y utilizar números mágicos como el trece o el siete, es decir, clavar
siete o trece agujas, hacer siete o trece lazos, etc247. A esta práctica también se le podía
añadir la invocación de diversos dioses infernales, como Hécate o Selene248. Como bien
las define Santiago Moreno, estos muñecos de vudú se consideraban en el mundo
romano “imágenes atadas, sepultadas o quemadas, usadas tanto en el ámbito público
como privado para destruir o al menos controlar e inhibir a los enemigos públicos y
privados de naturaleza humana o sobrehumana”249.

Estas figurillas, que podían estar hechas en diferentes materiales como cera,
arcilla, madera o, incluso, metal, solían estar acompañadas de tabellae defixionum en las
que se escribía el destinatario de la maldición, el porqué de la misma y el nombre de los
244
VÁZQUEZ HOYS, A. (1985), 36.
245
Arqueología e Historia del Sexo: la sexualidad y el erotismo a lo largo de la Historia [en línea], s. l.,
14/02/2015, en: http://historsex.blogspot.com.es/2015/02/magia-y-sexo-en-el-mundo-clasico-las.html
[Consultado: 11/11/2015].
246
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 204.
247
Arqueología e Historia del Sexo: la sexualidad y el erotismo a lo largo de la Historia [en línea], s. l.,
14/02/2015, en: http://historsex.blogspot.com.es/2015/02/magia-y-sexo-en-el-mundo-clasico-las.html
[Consultado: 11/11/2015].
248
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 204.
249
NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 178.

51
dioses a invocar. A veces, el propio muñeco estaba decorado con incisiones que
contenían la misma información, pero de forma más abreviada. Este conjunto malicioso
también podía ser enterrado en la tumba de un aori250 o de alguien que había muerto
miserablemente, además de lugares relacionados con divinidades infernales o con la
propia víctima251.

Como ejemplo de ello, tenemos este encantamiento amoroso para vudú, con
instrucciones incluidas, recogido de un papiro mágico griego:

“Milagroso hechizo amoroso. Toma cera o barro de una pella, de la que sirve para
modelar, y moldea dos figuras, masculina y femenina; al hombre represéntalo armado
como Ares, sujetando a la espalda con su mano izquierda y golpeándola en la clavícula
derecha; a la mujer, con los brazos a la espalda y sentada. Y ata la entidad mágica sobre
su cabeza o su cuello.

Escribe sobre la figura de la mujer que está seduciendo: sobre su cabeza: ïsee lao ithi
oune broo lathion neboutosoyaleth; y sobre el oído derecho: ouir mecharr, sobre el
izquierdo: libaba oimathotho; sobre su rostro: amounabreo; sobre su ojo derecho:
adeta, merou, sobre el brazo derecho: ene psa enesgsph; y sobre el otro: melchiou
melchiedia; sobre las manos; melchamelchou ael; sobre el pecho, el nombre materno de
la mujer a la que quieres atraer y sobre el corazón: balamin Tout; y en la parte inferior
del bajo vientre: aobes aovar; y sobre su sexo: blichianeoi ouoïa; y sobre el ano:
pissadra; y en la planta derecha del pie : elo; y en la otra: eloaioe. Toma trece agujas de
bronce y clávale una en el cerebro diciendo: “Yo te atravieso el cerebro, fulana”, y dos
en los oídos y dos en los ojos y una en la boca y dos en las entrañas y una en las manos
y dos en los órganos sexuales y dos en las plantas de los pies, diciendo cada vez:
“Atravieso tal miembro de fulana, para que no se acuerde de nadie, sino sólo de mí,
fulano”.

Toma también una lámina de plomo y graba en ella la misma fórmula y recítala y,
atando la lámina a las figurillas, con un hilo sacado de un telar y haciendo 365 nudos, di
luego como ya sabes: “Abraxas, sujeta”; y cuando el sol se oculte, ponlos junto a una
tumba de uno muerto antes de tiempo o de uno muerto de forma violenta; y añade a ello
también las flores propias del tiempo”.(PGM., IV, 3, 296-335.)252

Otro ejemplo, en este caso para producir insomnio con fines amorosos, que
poseía el mismo procedimiento:

“Encantamiento para el insomnio. Toma los ojos de un murciélago hembra y déjala libre
para que siga viviendo; toma masa de harina cruda o cera que no se haya fundido y
modela la figura de un perrito; y pon el ojo derecho del murciélago en el ojo derecho del
perrito e, igualmente, el izquierdo en el izquierdo. Toma un aguja, introduce en la aguja
la entidad y métela a través de los ojos del perrito para que la entidad se haga visible;
échalo en un tazón nuevo, ata a este una tablilla sellándola con un anillo particular que

250
ANEXO III, 144.
251
VÁZQUEZ HOYS, A. (2003), 237 – 239.
252
Cfr. CALVO MARTÍNEZ, J.; SÁNCHEZ ROMERO, M. (1987), 108.

52
tenga cocodrilos opuestos por las cabezas y escóndela en una encrucijada, después de
hacer una señal, para que la encuentres si quieres volver a cogerla”.

Fórmula escrita en la tablilla: “Te conjuro tres veces por Hécate Forforba baibo
Forforba, para que fulana pierda el fuego en su ojo o también que pase insomnio sin
tener nada en su mente, sino solamente a mí, fulano. Te conjuro a ti, por Core, la diosa
de las encrucijadas, que es precisamente la verdadera madre (lo que deseas mencionar)
Forbea Brimo nereato damon, Brimo sedna, dardar, haz que fulana esté en vela por mí
durante toda la eternidad”. (PGM, IV, 22)253

Se han encontrado pocos muñecos de vudú en comparación con las tabellae


defixionum, posiblemente, porque esta práctica les era más misteriosa, extraña y
maléfica que otras254. Para este trabajo, solo se ha podido encontrar una muñeca vudú,
aunque muy importante y característica: el kolossoi del Museo del Louvre (Anexo I, fig.
27), del siglo II – III d.C., encontrada en la ciudad de Antinoópolis, en Egipto.

253
Cfr. CALVO MARTÍNEZ, J.; SÁNCHEZ ROMERO, M. (1987), 176.
254
Arqueología e Historia del Sexo: la sexualidad y el erotismo a lo largo de la Historia [en línea], s. l.,
14/02/2015, en: http://historsex.blogspot.com.es/2015/02/magia-y-sexo-en-el-mundo-clasico-las.html
[Consultado: 11/11/2015].

53
5. CONCLUSIONES

¿Podría decirse que el romano era una persona supersticiosa? En tres palabras:
sí, y mucho. De hecho, era una sociedad en la que la envidia y la superstición suscitaba
muchos miedos y, sin duda, utilizaron multitud de medios para evitar esos males o
impedir que cayeran sobre otros. Estos remedios eran tan violentos que se llegaron a
prohibir a partir del siglo V a.C., con la llamada Ley de las XII Tablas. Se prohibieron la
magia, las maldiciones y cualquier acto mágico que atentase contra cualquier
ciudadano, su familia o sus bienes. Estas prácticas estuvieron muy mal vistas pero,
paradójicamente, se sirvieron de ellas casi todos los ciudadanos de manera secreta,
incluidas las altas esferas.

Estas creencias y prácticas son conocidas en el Imperio romano, concretamente


de Roma, posiblemente, ya que era el lugar por excelencia que tienen como referencia
las fuentes. Este trabajo ha servido para que podamos constatar que aunque el sustrato
original de esta cultura provenga de Roma y el país itálico, las supersticiones, los
miedos y ciertas costumbres, viajan más allá de sus fronteras para instalarse con el
mismo ahínco y determinación que el ejército o las autoridades políticas de los distintos
territorios conquistados. Este hecho se puede verificar gracias a la cantidad de
costumbres, amuletos, prácticas mágicas y rituales que tuvimos en común con Roma y
de los que tenemos constancia documental que se produjeron en la Hispania romana.

Aquella parte de la sociedad a la que horrorizaba estas prácticas, y se aferraba a


los dioses para que les protegieran de ellas, diferenciaba entre las distintas creencias,
costumbres y prácticas mágicas del ámbito público como las fiestas calendáricas, los
matrimonios y los funerales, de aquellas realizadas en la intimidad del ámbito privado.
Especial importancia tuvo el mundo funerario y de los muertos, en particular por el
miedo a que los muertos volvieran a la tierra para atormentar a los vivos.

El ámbito privado, estuvo presidido por los diferentes dioses domésticos y sus
ceremonias, junto con la importancia del mal de ojo en la sociedad de aquella época y
los remedios que utilizaban. La mayoría eran amuletos que se colgaban del cuello, de
carácter apotropaico, como son los amuletos fálicos, los mosaicos que decoraban las
domus, las bullae, los tintinnabulum, las medias lunas, los clavos mágicos, etc.

54
Otro aspecto principal de esta investigación ha sido abordar las diferencias entre
magia blanca y magia negra, prácticas utilizadas para maldecir o beneficiar a alguien,
recurriendo sobre todo a los dioses infernales y, con la firme creencia de que todo lo que
era nombrado y llamado, vendría a hacerse realidad. Todo ello de la mano del poder de
la adivinación, los hechizos y maleficios, los sacrificios -incluidos los humanos-, la
realización de las tabellae defixionum para vengarse de algún amante, ladrón,
contrincante, etc., y los muñecos de vudú, realizados con el mismo fin que las tabellae,
destruir a la persona a quien iba dirigido.

El mundo romano nos ha dejado un testimonio maravilloso de diferentes


creencias y supersticiones. Incluso algunas de ellas, siguen hoy en día. Tratemos de
preservar estos hallazgos fomentando la cultura, la investigación artística y la
arqueología para que temas “ocultos” como el que versa este trabajo no queden en el
olvido, salgan a la luz y así podamos conocer un poco más la cultura romana y otras
culturas de la historia de nuestro pasado.

55
ÍNDICE DE ABREVIATURAS

Arr. Cyn.: Arriano, con su obra Cynegeticus.

D. C.: Dión Casio.

Dig.: Digesta.

Ovid. F.: Ovidio, con su obra Fastos.

Plin., H. N.: Plinio, con su obra Historia Natural.

Plut. Rom.: Plutarco, con su obra Cuestiones Romanas.

Séneca, Epist.: Séneca, con su obra Epístolas.

Séneca, Helvia: Séneca, con su obra Consolación a Helvia.

Suet., Aug.: Suetonio, con su obra Vida del Divino Augusto.

Varr., LL.: Varrón, con su obra De lingua latina.

Xenop. Cyn.: Jenofonte, con su obra Cynegeticus.

56
BIBLIOGRAFÍA

Libros, capítulos de libros y artículos

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romanos, Zaragoza: Duplá.

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Serie II, Hº Antigua, 7, pp. 327 – 362.

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57
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sumergida”, en González Bravo y Raúl González Salinero (eds.), Formas y usos de la
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58
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-Paseando por la Historia [en línea], s. l., 06/06/2010, en: http://paseandohistoria.


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-Revista de Historia.es [en línea], s. l., Alejandro Pradas, 23/03/2015, en: http://revista
dehistoria.es/el-culto-privado-en-roma-los-dioses-domesticos/?utm_source=MadMimi&
utm_medium=email&utm_content=Los+muertos%2C+el+culto+privado+en+Roma&ut
m_campaign=20151124_m128398618_Los+muertos%2C+el+culto+privado+en+Roma
&utm_term=El+Culto+privado+en+Roma_+Los+Dioses+Dom_C3_A9sticos
[Consultado: 25/11/2015]

-http://www.stoa.org/abbreviations.html [Consultado: 21/12/2015]

59
ANEXO I

ANEXO DE IMÁGENES

OBRAS NO PERTENECIENTES A LA HISPANIA ROMANA

Figura 1
Relieve que representa una suouitaurilia, siglo I d.C., Museo del Louvre, París.

Figura 2
Mosaico pavimental que representa un sacrificio del mes de Junio, procedente de Saint Romain en Gal,
Lyon, Francia.

60
Figura 3
Sacrificio de un buey, mosaico, siglo II d.C. Vestíbulo de la Caserma dei Vigili en Ostia, Italia.

Figura 4
Memento mori, mosaico pompeyano, h. 30 a.C. – 14 d.C., Museo Arqueológico Nacional de Nápoles,
Italia.

61
Figura 5
Mosaico pavimental que representa a un larvae conviviales en el papel del pocillator, el encargado de
escanciar la bebida en los banquetes. Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, Italia.

Figura 6
Mosaico romano que contiene la inscripción GNOCISEAUTON, “conócete a ti mismo” en griego. Museo
Nacional de Roma, Italia.

62
Figura 7
Copia de relieve fálico, procedente de la fachada de una panadería en Pompeya. Inscripción latina
Felicitas hábitat Hic ("Aquí vive la felicidad" o "Aquí vive la buena fortuna").

Figura 8
Relieve en el que aparece un falo eyaculando, con su propio falo, sobre un ojo envidioso, siglo II d.C.,
procedente de Leptis Magna, Libia.

63
Figura 9
Tintinnabulum, siglo I d.C., Museo Británico, Londres.

Figura 10
Parte de un Tintinnabulum, siglo I d.C., Museo Británico, Londres.

Figura 11
Tintinnabulum, h. 100 a.C. – 100 d.C., Museo Británico, Londres.

64
Figura 12
Tintinnabulum, siglo I d.C., procedente de Herculano, Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, Italia.

Figura 13
Tintinnabulum, entre 100 a.C. – 400 d.C., Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, Italia.

65
Figura 14
Mutuno Tutuno o Príapo, tintinnabulum, siglo I d.C., Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, Italia.

Figura 15
Clavos mágicos del Museo Británico de Londres.

Figura 16
Dibujo de un clavo mágico, finales siglo III d.C., procedente de Pérgamo, Italia.

66
Figura 17
Mosaico pavimental con la imagen del invidus, procedente de Skala, Cefalonia,Grecia.

Figura 18
Mosaico que representa a un ojo siendo atacado por animales, siglo II d.C., procedente de la Basílica
Hilariana, Roma, Museos Capitolinos.

67
Figura 19

Mosaico de baño que representa a un lechuza junto a pájaros muertos, con la siguiente inscripción:
INVIDIA RUMPUNTUR AVES NEQUE NOCTUA CURAT (Con la envidia las aves mueren y ni la
lechuza protege). Siglo III d.C., procedente de Thysdrus, Túnez, Museo de El Djem, Túnez.

Figura 20
Mosaico con la imagen de un falo, procedente de las Termas de Herculano, Italia.

68
Figura 21
Mosaico con falo y vulvas, finales del siglo II d.C., procedente de Hadrumetum, Túnez, Museo
Arqueológico de Sousse, Túnez.

Figura 22
Mosaico con representación del falo junto a un ojo maligno que es atacado por diferentes animales,
procedente de la Casa del Mal de Ojo de Antioquía, Turquía, Museo Arqueológico de Hatay, Turquía.

69
Figura 23
Mosaico en el que aparece un falo y dos serpientes atacando al ojo envidioso, Villa de Mokhnine, Túnez.

Figura 24
Larvae conviviales, hacia los siglos II a.C. – V d.C., Staatliche
Kunstsammlungen Dresden, en Alemania.

70
Figura 25
Larvae conviviales, hacia los siglos. II a.C. – V d.C., Museo de Ciencias de Londres, Inglaterra.

Figura 26
Copa decorada con los esqueletos de poetas y filósofos, h. siglos. I a.C. – I d.C., procedente de Pompeya,
Museo del Louvre, París.

71
Figura 27
Muñeca de vudú, siglos II – III d.C., procedente
de la ciudad de Antinoópolis (Egipto), Museo
del Louvre, París.

72
ANEXO II

CATÁLOGO DE OBRAS

AMULETOS FÁLICOS

 SIMPLES DE FRENTE

Figura 1

Museo: Colección de Fernández de la


Cigoña

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundición a molde

Dimensiones: Alt.: 4 cm.; Anch.: 2,2 cm.

Lugar de origen: El Quinto, Seseña,


Toledo

Figura 2

Museo: Museo Arqueológico de Tarragona, España

Inventario: 45455

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Alt.: 5,2 cm.; Anch.: 3,6 cm.; Gros.: 2 cm.

Bibliografía Figura 1 y 2:

-ZARZALEJOS PRIETO, M. (1988), Amuletos fálicos


romanos inéditos de las provincias de Madrid y Toledo,
Madrid: Universidad Autónoma de Madrid, p. 304.

-VV.AA. (1990), 248.

Descripción:

Figura 1 y 2: Se trata de dos amuletos fálicos simples con aro de suspensión en la parte
superior, para llevarlos como colgantes. Su decoración se basa en una trama romboidal
con trazos curvos, aludiendo al vello púbico.

73
 SIMPLES DE PERFIL O PHALLUS CUM TESTICULIS

Figura 3

Museo: Museo Arqueológico de Linares,


España.

Inventario: CE00635

Material/Soporte: Bronce verde

Técnica: Fundido

Dimensiones: Alt.: 1,80 cm.; Anch.:


1,20 cm.; Peso: 0,01 kg.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Linares, Campiña del Norte, Jaén

Datación: s. I – IV d.C.

Bibliografía:

-POZO, S. (2002), 90.

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Amuleto fálico representado de perfil y geométricamente, ya que el glande está


realizado de forma cónica y los prominentes testículos de forma circular. Lleva una
anilla grande para la suspensión.

En época greco-romana el falo fue un símbolo mágico de carácter profiláctico y


apotropaico, convirtiéndose en amuleto contra el mal de ojo y otros presagios malignos.
Protegía la moral y la integridad física del individuo y su familia, por lo que se llevaba a
modo de colgante, como se puede ver en este ejemplo. Según Pozo, estos amuletos
fueron abundantes en el periodo medio y tardoimperial del mundo romano. Este,
concretamente, se clasifica en el tipo 2, falo simple de perfil.

74
Figura 4

Museo: Museo Arqueológico y Etnológico de


Córdoba, España

Inventario: CE029234

Material/Soporte: Bronce verde

Técnica: Fundición a la cera perdida

Dimensiones: Alt.: 1,70 cm.; Long.: 11 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Albendín, Baena, Córdoba

Datación: s. I a.C.

Bibliografía:

-VV.AA. (1990), 251.; VAQUERIZO, D. (1996), 142-143).

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Esta pieza representa un falo de forma estilizada, en estado de erección, y testículos. En


este caso está alado, motivo muy común en este tipo de iconografía que puede
simbolizar la idea de potencia, velocidad y rapidez. Posee además una pequeña anilla de
suspensión, por donde sería colgado y portado por los individuos romanos. Su estado de
conservación es bueno pese a presentar una pátina verde negruzca en su superficie, la
cual es causa del paso del tiempo, pero podemos observar en algunas zonas su color
original, de color rojizo.

75
Figura 5

Museo: Museo de Calatayud, España

Inventario: 00462

Material/Soporte: Aleación de oro

Técnica: Fundición a molde

Dimensiones: Alt.: 0,60 cm.; Anch.: 0,70 cm.;


Gros.: 0,10 cm.; Peso: 0,25 gr.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Yacimiento arqueológico de Bílbilis, Calatayud, Zaragoza

Datación: ss. I – III d.C.

Bibliografía:

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Amuleto fálico de oro, con un glande en su extremo izquierdo, una mano o higa en el
derecho y unos testículos en la zona central. Posee una anilla de suspensión de gran
tamaño a comparación con la pieza, lo que hace pensar que más que un colgante pudo
ser un pendiente. El hecho de que esté hecho de oro señala que podría haber pertenecido
a un miembro de una familia de alto estatus.

La pieza fue incautada de la Colección López San Pedro.

76
Figura 6

Museo: Museo Regional de Prehistoria y


Arqueología de Santander, España

Inventario: 1535

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Alt.: 1,5 cm.; Anch.: 2,85 cm.; Gros.: 0,62 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Julióbriga, Reinosa, Cantabria

Descripción:

Hallado en las excavaciones de 1942.

Figura 7

Museo: Museo Nacional de Arte


Romano de Mérida, España

Inventario: CE29436

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Long.: 5,50 cm.

Tipología: ¿Amuleto fálico?

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Mérida, España

Descripción:

Amuleto que representa esquemáticamente un falo, muy próximo a los llamados


amuletos martillo. Tiene una argolla para su suspensión.

77
Figura 8

Museo: Museo Nacional de Arte


Romano de Mérida, España

Inventario: CE30122

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Long.: 4,90 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Mérida, España

Bibliografía:

-BARRERA ANTÓN, J., VELÁZQUEZ JIMÉNEZ, A. (1988), 211-214.

-Ministerio de Educación, Cultura y deporte, Ceres: Museo Nacional de Arte


Romano[en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?Museo=MNAR [Consultado: 22/10/2015]

Descripción:

Amuleto que representa un falo surcado por una incisión que lo recorre
longitudinalmente para morir en la parte baja de los testículos, que se sitúan
simétricamente al vástago central y al mismo tiempo hacen de contrapeso al
amuleto. En la parte superior llevaba una argolla de suspensión que se encuentra rota.

78
Figura 9

Museo: Museo Nacional de Arte Romano


de Mérida, España

Inventario: DO2012/3/53

Material/Soporte: Oro azulado

Técnica: Fundido

Dimensiones: Long.: 1 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Sepultura de incineración de mujer (A4) en el solar de la antigua


CAMPSA, Mérida, España.

Datación: s. I d.C.

Bibliografía:

-MNAR (2015), “Sexo, desnudo y erotismo en Augusta Emerita” [en línea], en Museo
Nacional de Arte Romano, Catálogo de publicaciones, Mérida, 2015, p. 18, en:
http://museoarteromano.mcu.es/pdf/Reducido_SexoyDesnudo.pdf [Consultado:
13/10/2015].

Descripción:

Pieza de oro que representa un colgante en forma de falo, con anilla de enganche. Fue
hallado en “la Antigua CAMPSA”, en un área funeraria de la zona oriental de la ciudad,
en el que se han documentado numerosos enterramientos ya que, esa zona conectaba el
área del circo con las diferentes puertas de la ciudad.
Se encontró en el interior de una sepultura de incineración, junto con otro idéntico
(Figura 10), cuya arquitectura nos recuerda a las tumbas que se cubrían de mampostería,
llamadas de tipo “cupa”. En su interior, se encontró una cajita de ladrillo, en donde se
encontraban los restos óseos de una mujer adulta junto a su depósito funerario. Éste
constaba de diferentes piezas, entre las que se encontraban piezas de tocador
(acuscrinalis), de juego (dados y cubilete), de música (címbalos) y de adorno personal
(collar, pulsera y anillo). Pertenecientes a esto último eran estos dos amuletos fálicos,
llevados seguramente con un collar de un material perecedero, pues no se han
encontrado vestigios del mismo. El hecho de que estén hechos de oro, recalca el poder y
el estatus de la mujer enterrada.
También se encontraron en el sepulcro una Lucerna, simbolizando la luz, un bastón que
representa la fuerza que, junto con los dos amuletos fálicos, componían un arsenal de
buena suerte y protección para la difunta y, en el caso de los amuletos, específicamente
contra el mal de ojo y para fomentar la fertilidad.

79
Figura 10

Museo: Museo Nacional de Arte


Romano de Mérida, España

Inventario: DO2012/3/67

Material/Soporte: Oro azulado

Técnica: Fundido

Dimensiones: Long.: 1 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Sepultura de incineración de mujer (A4) en el solar de la antigua


CAMPSA, Mérida, España.

Datación: s. I d.C.

Figura 11

Museo: Museo Arqueológico Nacional

Inventario: 38195

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundición a molde

Dimensiones: Alt.: 1,80 cm.; Anch.: 2,90


cm; Prof.: 0,90 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Datación: s. I d.C.

80
Figura 12

Museo: Colección de Fernández de la


Cigoña

Inventario:

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundición a molde

Dimensiones: Anch.: 3,4 cm: Gros.: 0,4


cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: El Quinto, Seseña, Toledo

Bibliografía:

ZARZALEJOS PRIETO, M. (1988), 306.

Descripción:

Amuleto fálico simple, realizado de perfil, con anilla de suspensión en la parte superior.

81
 ALADOS

Figura 13

Museo: Museo Arqueológico y Etnológico de


Córdoba, España.

Inventario: CE002885

Material/Soporte: Bronce verde

Técnica: Fundido

Dimensiones: Long.: 5,50 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Dique “La Campana”, Ferrol, A Coruña.

Bibliografía:

-VV.AA. (1990), 251.; VAQUERIZO, D. (1996), 142-143); POZO, S. (2002), 69-121.

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Esta pieza representa un falo de forma estilizada, en estado de erección, y testículos. En


este caso está alado, motivo muy común en este tipo de iconografía que puede
simbolizar la idea de potencia, velocidad y rapidez. Posee además una pequeña anilla de
suspensión, por donde sería colgado y portado por los individuos romanos. Su estado de
conservación es bueno pese a presentar una pátina verde negruzca en su superficie, la
cual es causa del paso del tiempo, pero podemos observar en algunas zonas su color
original, de color dorado.

Los amuletos fálicos se pueden clasificar según la forma:

1º. Falo de frente, son los que aparecen representado de forma perpendicular a la base.
2º. Falo Simple de perfil.
3º. Falo doble, triple o múltiple.
4º. Falo alado.

82
Figura 14

Museo: Museo Arqueológico Provincial de León

Inventario: 669

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Alt.: 10,5 cm.; Anch.: 6 cm.; Gros.:


2 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: ¿Palencia?

Bibliografía:

-GÓMEZ MORENO (1926), 50; MAÑANES, (1983), 405; VV.AA. (1990), 250.

Descripción:

Falo alado rematado en un extremo por una mano con el símbolo de la mano impúdica o
“higa”, con alas a ambos lados del cuerpo, simulando el cuerpo de un ave. Posee argolla
de suspensión en la parte superior y también en la inferior.

Su procedencia se desconoce, aunque posiblemente se diese por la zona de Palencia.

83
 DOBLES

Figura 15

Museo: Museo de Cádiz, España

Inventario: CE12838

Material/Soporte: Hueso

Técnica: Esculpido; Perforado;


Pulido

Dimensiones: Long.: 4,40 cm.; Anch.: 0,80 cm.

Tipología: Amuleto

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: C/ General García Escámez, Cádiz.

Bibliografía:

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Pequeño amuleto cilíndrico hecho de hueso que representa a un falo, en un extremo, y,


en el otro, el puño cerrado o higa (esta representación, con el pulgar asomando entre los
dedos índice y corazón, tiene un carácter sexual). A mitad del falo consta de un orificio,
como anilla de suspensión.

Esta pieza formaba parte de un collar de amuletos, junto con las figuras 14 y 15,
perteneciente a la tumba en la que fueron hallados (Tumba 49).

84
Figura 16

Museo: Museo de Cádiz, España

Inventario: CE12854

Material/Soporte: Hueso

Técnica: Esculpido; Perforado; Pulido

Dimensiones: Long.: 2,30 cm.; Anch.: 0,70 cm.

Tipología: Amuleto

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: C/ General García Escámez, Cádiz.

Figura 17

Museo: Museo de Cádiz, España

Inventario: CE12855

Material/Soporte: Hueso

Técnica: Esculpido; Perforado; Pulido

Dimensiones: Long.: 2,30 cm.; Anch.: 0,60 cm.

Tipología: Amuleto

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: C/ General García Escámez, Cádiz.

85
Figura 18

Museo: Museo de Cádiz, España

Inventario: DJ26690

Material/Soporte: Hueso

Técnica: Tallado; Perforado

Dimensiones: Alt.: 1,20 cm.; Long.: 4,50


cm.

Tipología: Amuleto Fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Avda. Andalucía, Cádiz.

Datación: 25 a.C. – 100 d.C.

Bibliografía:

-VALLEJO SÁNCHEZ, J. (2007), 52-53.

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Pequeños amuleto cilíndricos que representan dos cosas: un falo, en un extremo y, en el


otro, la higa o “mano impúdica”. En la parte central presenta una perforación de sección
circular, de donde se colgarían.

Los amuletos de este tipo fueron de uso común en la época altoimperial romana ya que
otorgaban fuerza y salud. Se han encontrado muchos en ajuares funerarios.

86
Figura 19

Museo: Museo Nacional de Arqueología


Subacuática, Cartagena, España

Inventario: 50275

Material/Soporte: Oro

Técnica: Martilleado; Fundido; Moldeado

Dimensiones: Long.: 13 mm.; Anch.: 8 mm.;


Gros.: 2 mm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Yacimiento subacuático de Las Amoladeras en Cartagena

Datación: ss. II – I a.C.

Bibliografía:

-MIÑANO DOMINGUEZ, A. (2006), 8-15; VV.AA. (2006), 84; VV.AA. (2008), 64;
VV.AA (2008), 196-197.

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Colgante de oro de pequeñas dimensiones que presenta en un extremo un falo con


testículos y en el otro, una higa. En la zona superior posee una argolla para la
suspensión. Procede del pecio de Las Almoladeras, en Cartagena, situado en La Manga
del Mar Menor, del que se recuperaron numerosos objetos y, entre ellos, esta pieza. Su
poder de amuleto se asociaba contra el mal de ojo y los malos espíritus y, el hecho de
que sea de oro, aporta el poder profiláctico y demuestra que su dueño podría haber
pertenecido a alguna clase social alta.

87
Figura 20

Museo: Museo Arqueológico


Nacional

Inventario:1929/35/4

Material/Soporte: Oro
Chatón: Ágata
Cuentas de collar: Pasta vítrea

Técnica: Laminado
Cuentas de collar: Engarzado
Chatón: Embutido

Dimensiones: Long. máx. = 3,70 cm; Anch. máx. = 3,60 cm

Tipología: Amuleto

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: ¿Sicilia?

Datación: Alto Imperio romano (s. I d.C.)

Bibliografía:

-Ministerio de Educación, Cultura y deporte, Ceres: MAN, Museo Arqueológico


Nacional [en línea], s. l. n. f., en: http://ceres.mcu.es/pages/Main [22/10/2015]

Descripción:

Amuleto con la imagen de Aqueloo grabada en un ágata ovalada. Alrededor de ella se


ha hecho un montaje con elementos reaprovechados, cuentas de collar de pasta vítrea
color miel, negro y verde, cuentas de collar de oro, lisas, estriadas y con granulado. En
la parte inferior va engarzado un amuleto en forma de higa y en la superior un anillo
aplastado en forma rectangular en cuyo chatón lleva grabadas mediante punteado las
letras Q.I.N. Todos los elementos añadidos a la pieza central tienen abundantes huellas
de uso, lo que significa que fueron utilizados durante largo tiempo y que, en el siglo I se
unieron en una sola joya para poder seguir utilizándola. Este montaje debió de realizarse
en un taller local peninsular.

El amuleto en forma de higa que cuelga de la gema es uno de los más utilizados en el
mundo romano. Todos los medios para alejar el mal de ojo se inspiran en la misma idea:
obligar a cambiar la mirada a quien quiere hacer el mal mediante un objeto o gesto
profiláctico como cerrar la mano derecha colocando el pulgar entre los dedos índice y
medio y extenderla hacia la persona que nos amenaza. Este gesto simula la unión de los
órganos genitales de los dos sexos.

88
 TRIPLES

Figura 21

Museo: Museo Nacional de Arte


Romano de Mérida, España.

Inventario: CE08229

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Alt.: 2,90 cm.; Anch.:


6,10 cm.; Peso: 32,40 gr.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Acueducto de Los Milagros, Mérida, España.

Bibliografía:

-BARRERA ANTÓN, J., VELÁZQUEZ JIMÉNEZ, A. (1988), 211-214.

-Ministerio de Educación, Cultura y deporte, Ceres: Museo Nacional de Arte


Romano[en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?Museo=MNAR [Consultado: 22/10/2015]

Descripción:

Amuleto fálico con forma arqueada, cóncava. En la parte superior presenta una argolla
de suspensión y en la inferior los órganos genitales masculinos. En un extremo aparece
un falo y en el otro una mano haciendo la "higa".

89
Figura 22

Museo: Museo Nacional de Arte Romano de


Mérida, España

Inventario: CE24223

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Alt.: 2,50 cm.; Anch.: 2,50 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Vertedero del Matadero, Mérida, España.

Bibliografía:

-Ministerio de Educación, Cultura y deporte, Ceres: Museo Nacional de Arte


Romano[en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?Museo=MNAR [Consultado: 22/10/2015]

Descripción:

Amuleto fálico en forma de media luna, tenía un falo en un extremo y la mano haciendo
la higa por el otro. Entre ambos motivos, en la parte inferior un falo completo. Anilla de
suspensión en la parte superior. Le faltan los dos extremos. El falo fue en todo el mundo
antiguo, y especialmente en el grecorromano, símbolo de protección contra el mal
sobrenatural. Tiene un gemelo, la figura 21.

Figura 23

Museo: Museo Nacional de Arte


Romano de Mérida, España

Inventario: CE24319

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Alt.: 4 cm.; Anch.: 7 cm.

90
Figura 24

Museo: Museo Nacional de Arte Romano de


Mérida, España

Inventario: CE30120

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Alt.: 1,70 cm.; Anch.: 2,80 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Mérida, España

Bibliografía:

-Ministerio de Educación, Cultura y deporte, Ceres: Museo Nacional de Arte


Romano[en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?Museo=MNAR [Consultado: 22/10/2015]

Descripción:

Amuleto fálico en forma de media luna, tiene un falo en un extremo y la mano haciendo
la higa en el otro que le falta, así como la anilla de suspensión en la parte superior. Entre
ambos motivos, en la parte inferior un falo completo en forma esquemática. El falo fue
en todo el mundo antiguo, y especialmente en el grecorromano, símbolo de protección
contra el mal sobrenatural.

91
Figura 25

Museo: Museo Nacional de Arte Romano


de Mérida, España

Inventario: CE30121

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Alt.: 4 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Mérida, España.

Bibliografía:

-Ministerio de Educación, Cultura y deporte, Ceres: Museo Nacional de Arte


Romano[en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?Museo=MNAR [Consultado: 22/10/2015]

Descripción:

Amuleto fálico de los llamados triples, en él se combinan dos brazos extendidos el uno
haciendo la "higa" y el otro con un falo en función de mano. En la parte superior
el amuleto presenta una argolla de suspensión y en la inferior los órganos genitales
masculinos. Faltan los dos extremos de los brazos.

92
Figura 26

Museo: Museo Arqueológico Nacional

Inventario: 38490

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundición a molde

Dimensiones: Alt.: 4,20 cm.; Anch.:


7,30 cm.; Prof.: 0,80 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Paredes de Nava, Campos, Palencia.

Datación: ss. I – II d.C.

Bibliografía:

-Ministerio de Educación, Cultura y deporte, Ceres: MAN, Museo Arqueológico


Nacional [en línea], s. l. n. f., en: http://ceres.mcu.es/pages/Main
[Consultado:22/10/2015]

Descripción:

Desde la más remota antigüedad los distintos pueblos han buscado la manera de
protegerse de todo aquello que pudiera alterar la armonía de su vida cotidiana; ya fueran
enfermedades, fenómenos naturales o adversidades debidas a la influencia perniciosa
que determinados entes o individuos eran capaces de provocar a través de rituales
mágicos, ceremonias o encantamientos.

Para los romanos el oculus malignus (mal de ojo) era el más temido de entre todos ellos.
Cualquiera podía recibir el "mal de ojo", pero los más susceptibles a sus funestas
consecuencias eran sobre todo los niños y los adolescentes. La respuesta a estos temores
fue el uso de talismanes con un fin claramente profiláctico, defensivo y apotropaico, y
de entre todos ellos quizá los que gozaron de mayor aceptación fueron los amuletos
fálicos. Los más populares tenían forma de colgante y anillo realizados en metal. Se han
encontrado de oro, pero serán los de bronce los más abundantes.
Autores como Varrón, señalan que sobre todo los llevaban colgados al cuello los niños
hasta que llegaban a la edad de recibir la toga viril.

El fin del amuleto era que el "encantador" capaz de provocar el mal de ojo, apartase la
mirada del joven y centrase su atención en el talismán-obsceno, neutralizándose de esta
manera sus efectos malignos. Así el objeto pasa de ser un simple colgante a convertirse
en un elemento defensivo y precautorio.

93
Figura 27

Museo: Museo Arqueológico y Etnológico de


Córdoba, España

Inventario: CE29900

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundición a la cera perdida

Dimensiones: Alt.: 4,90 cm.; Anch.: 5,90 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: En un pueblo de Sevilla, en un pozo con monedas

Bibliografía:

-VV.AA. (1990), 251.; VAQUERIZO, D. (1996), 142-143).

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Esta pieza representa un falo de forma estilizada, en estado de erección, y testículos. En


este caso está alado, motivo muy común en este tipo de iconografía que puede
simbolizar la idea de potencia, velocidad y rapidez. Posee además una pequeña anilla de
suspensión, por donde sería colgado y portado por los individuos romanos. Su estado de
conservación es bueno pese a presentar una pátina verde negruzca en su superficie, la
cual es causa del paso del tiempo.

Fue comprada por el Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba a D. Manuel Ángel


Martínez por 4.000 pts.

94
Figura 28

Museo: Museo de Cádiz, España

Inventario: CE10461

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Moldeado

Dimensiones: Eje may.: 6,40 cm.; Eje


men.: 3,20 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana / Iberorromano

Lugar de origen: Puerta de Tierra, Cádiz

Datación: ss. I – II d.C.

Bibliografía:

-POZO, S. (2002), 438; VALLEJO SÁNCHEZ, J. (2007), 52-53.

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Amuleto en forma de falo con anilla circular superior de suspensión. El eje horizontal
consta gran parte del objeto y se divide en dos brazos simétricos: el de la derecha
representa a un falo y, el de la izquierda, la higa (puño cerrado). En la parte inferior se
han representado los atributos masculinos, testículos y falo.

Este tipo de amuletos son particularmente frecuentes en el Alto Imperio, entre los siglos
I y III d.C.

95
Figura 29

Museo: Museo de Cádiz, España

Inventario: CE10779

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Moldeado; Incisión

Dimensiones: Eje may.: 4,90 cm.; Eje men.:


4,60 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana/ Iberorromano

Lugar de origen: Algodonales, Sierra de Cádiz

Datación: ss. I – II d.C.

Bibliografía:

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Amuleto, incompleto, en forma de falo con anilla circular superior de suspensión. El eje
horizontal consta gran parte del objeto y se divide en dos brazos simétricos: el de la
derecha representa a un falo y, el de la izquierda, la higa (puño cerrado). En la parte
inferior se han representado los atributos masculinos, testículos y falo.

Este tipo de amuletos son particularmente frecuentes en el Alto Imperio, entre los siglos
I y III d.C.

96
Figura 30

Museo: Museo de Cádiz, España

Inventario: DJ27086

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundición a la cera perdida

Dimensiones: Alt.: 9 cm.; Anch.: 5 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Cuarteles de Varela, Cádiz

Datación: ss. I – II d.C.

Bibliografía:

-VALLEJO SÁNCHEZ, J. (2007), 53.

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Amuleto en forma de falo con anilla circular superior de suspensión. El eje horizontal
consta gran parte del objeto y se divide en dos brazos asimétricos: el de la derecha
representa a un falo y, el de la izquierda, la higa (puño cerrado). En la parte inferior se
han representado los atributos masculinos, testículos y falo.

Este tipo de amuletos son particularmente frecuentes en el Alto Imperio, entre los siglos
I y III d.C.

97
Figura 31

Museo: Museo de Huesca, España

Inventario: 03708

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundición a molde

Dimensiones: Alt.: 3,70 cm.; Anch.: 4,80 cm.;


Gros.: 0,60 cm.; Peso: 22,66 gr.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: La Sotonera, Hoya de Huesca

Datación: s. I d.C.

Bibliografía:

-GALVE IZQUIERDO, M (1980), 19-50; GALVE IZQUIERDO, M (1983), 57-58;


VV.AA. (1990), 166; VV.AA. (1996), 441-446.

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Amuleto fálico triple ya que presenta, en forma de media luna creciente, dos brazos con
extremos de falo erecto y de higa a izquierda y derecha y, en la zona inferior, un falo en
reposo con testículo de forma frontal. La pieza presenta cum escroto pubeque (vello
púbico) en la zona central, justo debajo de la anilla de suspensión.

Existen dos amuletos paralelos, uno en Celsa (Zaragoza) y en Varea (La Rioja), que
presentan una cabeza de toro bajo la anilla.

98
Figura 32

Museo: Museo de Jaén, España

Inventario: CE/DA00562

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Molde, Pulido; Lijado

Dimensiones: Alt.: 4,70 cm.; Anch.: 7 cm.;


Gros.: 1 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Necrópolis Ibérica de la Guardia, Jaén

Bibliografía:

-RODRÍGUEZ OLIVA, P. (1990); VV.AA. (1990).

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Amuleto fálico realizado en bronce de una pieza. Está compuesto por un faloen uno de
las lados y, en el extremo opuesto, el símbolo de la higa. Formando parte de la pieza se
realiza una perforación a modo de anilla de sustentación. Similar a la figura 31.

Figura 33

Museo: Museo de Jaén, España

Inventario: CE/DA01250

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Molde; Pulido; Lijado

Dimensiones: Alt.: 2,50 cm; Anch.: 4,80 cm.; Gros.:


1 cm.

Tipología: Amuleto fálico

99
 CUM ESCROTO PUBEQUE:

Figura 34

Museo: Museo Nacional de Arte


Romano de Mérida, España

Inventario: CE00205

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Alt.: 6,40 cm.; Anch.:


9,50 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Rambla de Santa Eulalia, Mérida, España.

Bibliografía:

-BARRERA ANTÓN, J; VELÁZQUEZ JIMÉNEZ, A. (1988), 221 – 214.

-Ministerio de Educación, Cultura y deporte, Ceres: Museo Nacional de Arte


Romano[en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?Museo=MNAR [Consultado: 22/10/2015]

Descripción:

Amuleto fálico en forma de media luna, con un falo en un extremo y la mano haciendo
la "higa" por el otro. Entre ambos motivos, en la parte inferior, hay un falo completo.
Anilla de suspensión en la parte superior.

100
Figura 35

Museo: Museo Nacional de Arte Romano


de Mérida, España

Inventario: CE37282

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Alt.: 5,30 cm.; Anch.: 9,50


cm.: Gros.: 1,50 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Mérida, España

Bibliografía: (de lo más antiguo a lo más reciente publicado)

-Ministerio de Educación, Cultura y deporte, Ceres: Museo Nacional de Arte


Romano[en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?Museo=MNAR [Consultado: 22/10/2015]

Descripción:

Amuleto fálico en forma de media luna, con un falo en un extremo y la mano haciendo
la higa por el otro. Entre ambos motivos, en la parte inferior un falo completo. Anilla de
suspensión en la parte superior. Todo en una pieza. El falo fue en todo el mundo
antiguo, y especialmente en el grecorromano, símbolo de protección contra el mal
sobrenatural.

101
 CUM TUNICA MANICATA:

Figura 36

Museo: Museo Nacional de Arte


Romano de Mérida

Inventario: CE06635

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Alt.: 5 cm; Anch.: 6,50


cm; Peso: 28 gr

Tipología: Amuleto; Adorno personal

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Campo de deportes, Mérida, Badajoz

Bibliografía:

-GIL FARRÉS, O. (1948), 41; BARRERA ANTÓN, J. (1988), 211 – 214.

-Ministerio de Educación, Cultura y deporte, Ceres: Museo Nacional de Arte Romano


[en línea], s. l. n. f., en: http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?Museo=MNAR
[Consultado: 22/10/2015]

Descripción:

Amuleto fálico, en el que se combinan dos brazos extendidos, uno mostrando la “higa”
(el gesto de mano impúdica) y, el otro, un falo cumpliendo la función de mano. Posee
una túnica en la parte central, que podemos observar por los pliegues que caen de forma
recta bajo los brazos, tras partir de la parte baja de la argolla de suspensión que hace las
veces de cabeza. En la zona central, un miembro viril en forma de triángulo isósceles se
curva hacia uno de los extremos.

En el mundo grecorromano, el falo fue un símbolo de protección contra el mal


sobrenatural. El oculus malignus (mal de ojo) era el mal más temido de todos ellos,
sobre todo entre adolescentes y niños, pues eran los más susceptibles a ello. La
respuesta fue el uso de talismanes o amuletos con un fin claramente defensivo y
apotropaico; destacan especialmente los amuletos fálicos, ya fuera en forma de colgante
o anillo, o realizados en bronce, oro o hueso. Estos amuletos funcionaban de modo que
quien lanzara la maldición se fijase en el amuleto obsceno y no en el joven de turno,
neutralizándose de esta manera sus efectos malignos.

102
Figura 37

Museo: Museo Arqueológico


Nacional

Inventario: 38491

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundición a molde

Dimensiones: Alt.: 5,30 cm.;


Anch.: 6,60 cm.; Prof.: 1,20 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Paredes de Nava, Campos, Palencia.

Datación: ss. I – II d.C.

Bibliografía:

-Ministerio de Educación, Cultura y deporte, Ceres: MAN, Museo Arqueológico


Nacional [en línea], s. l. n. f., en: http://ceres.mcu.es/pages/Main [Consultado:
22/10/2015]

Descripción:

Desde la más remota antigüedad los distintos pueblos han buscado la manera de
protegerse de todo aquello que pudiera alterar la armonía de su vida cotidiana; ya fueran
enfermedades, fenómenos naturales o adversidades debidas a la influencia perniciosa
que determinados entes o individuos eran capaces de provocar a través de rituales
mágicos, ceremonias o encantamientos.

Para los romanos el oculus malignus (mal de ojo) era el más temido de entre todos ellos.
Cualquiera podía recibir el "mal de ojo", pero los más susceptibles a sus funestas
consecuencias eran sobre todo los niños y los adolescentes. La respuesta a estos temores
fue el uso de talismanes con un fin claramente profiláctico, defensivo y apotropaico, y
de entre todos ellos quizá los que gozaron de mayor aceptación fueron los amuletos
fálicos. Los más populares tenían forma de colgante y anillo realizados en metal. Se han
encontrado de oro, pero serán los de bronce los más abundantes.
Autores como Varrón, señalan que sobre todo los llevaban colgados al cuello los niños
hasta que llegaban a la edad de recibir la toga viril. El fin del amuleto era que el
"encantador" capaz de provocar el mal de ojo, apartase la mirada del joven y centrase su
atención en el talismán-obsceno, neutralizándose de esta manera sus efectos malignos.
Así el objeto pasa de ser un simple colgante a convertirse en un elemento defensivo y
precautorio.
103
Figura 38

Museo: Museo de Almería, España

Inventario: CE13821

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido; Vaciado; Limado

Dimensiones: Alt.: 5 cm: Anch.: 6,80


cm.; Gros.: 1,50 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana/ Romanización

Lugar de origen: Cuevas de Almanzora, Villaricos, Almería.

Datación: 206 a.C. – 409 d.C.

Bibliografía:

-CUADRADO RUIZ, J. (1949), 63; ZARZALEJOS PRIETO, M. (1988), 311; VV.AA.


(1990), 24.

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Amuleto fálico colgante de tipo compuesto, representado en perspectiva frontal. De


cuidada factura, presenta perfil de sección cóncavo-convexa, formado por un pequeño
cuerpo central del que parten dos brazos oblicuos en alto, separados en el centro por una
gran anilla de suspensión: el brazo derecho aparecen representando la higa o “mano
impúdica” y, el izquierdo, con un falo. En la parte central se representan los pliegues de
una túnica manicata, que se abre para dejar ver un pequeño falo, de forma picuda y
varias secciones troncocónicas. Posee toda la pieza una pátina verdosa.

En el mundo romano, el falo era un amuleto erótico con componente mágico, no sólo
referente a la fecundidad, sino que también poseía el poder de proteger contra el mal de
ojo, alejar a los malos espíritus y proporcionar buena suerte. Doble función: apotropaica
y talismán. Era portado por individuos de cualquier edad y sexo.

Esta pieza al hallarse descontextualizada, hace difícil dotarle de una cronología exacta,
cosa que se agrava con el propio carácter del objeto, pues se usó durante mucho tiempo.

104
Figura 39

Museo: Museo de Ávila, España

Material/Soporte: Bronce

Dimensiones: Alt.: Anch.: Peso:

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: El senderillo,


Papatrigo, Ávila

Descripción:

Pertenece a la colección de Don Luis Garcinuño.

105
 TAUROCÉFALOS:

Figura 40

Museo: Museo de Zaragoza, España

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Alt.: 6,3 cm.; Anch.: 7,9 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Celsa, Velilla del Ebro,


Zaragoza

Bibliografía:

-VV.AA. (1990), 249.

Descripción:

Amuleto fálico zoomorfo incompleto. El cuerpo está formado por una cabeza de toro
cuyos ojos están formados por dos cuentas hechas de pasta vítrea y con dos anillas de
suspensión en la zona inferior. En la parte superior, estaría la tipología común de
amuleto fálico formado por una higa o mano impúdica en el brazo izquierdo y, en el
derecho, el cual se ha perdido, estaría el falo. Posiblemente se usaría como adorno y
amuleto de un atalaje para caballo.

106
 CON OJOS:

Figura 41

Museo: Museo Nacional de Arte


Romano de Mérida, España

Inventario: CE00206

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Alt.: 6,50 cm.; Anch.:


7,60 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Almacén de Aretio, Mérida, España.

Bibliografía: (de lo más antiguo a lo más reciente publicado)

-BARRERA ANTÓN, J; VELÁZQUEZ JIMÉNEZ, A. (1988), 221 – 214.

-Ministerio de Educación, Cultura y deporte, Ceres: Museo Nacional de Arte Romano


[en línea], s. l. n. f., en: http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?Museo=MNAR
[Consultado: 22/10/2015]

Descripción:

Amuleto fálico, en la parte superior presenta una argolla de suspensión y en la inferior


los órganos genitales masculinos. La pieza tiene dos grandes oquedades circulares en su
zona media y unas alas en sus extremos. Pátina verde.

En el mundo grecorromano, el falo fue un símbolo de protección contra el mal


sobrenatural. El oculus malignus (mal de ojo) era el mal más temido de todos ellos,
sobre todo entre adolescentes y niños, pues eran los más susceptibles a ello. La
respuesta fue el uso de talismanes o amuletos con un fin claramente defensivo y
apotropaico; destacan especialmente los amuletos fálicos, ya fuera en forma de colgante
o anillo, o realizados en bronce, oro o hueso. Estos amuletos funcionaban de modo que
quien lanzara la maldición se fijase en el amuleto obsceno y no en el joven de turno,
neutralizándose de esta manera sus efectos malignos.

107
 MÚLTIPLES

Figura 42

Museo: Museo Arqueológico Nacional

Inventario: 20166

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundición a molde

Dimensiones: Alt.: 4 cm.; Anch.: 4 cm.

Tipología: Amuleto fálico

Estilo: Cultura romana

Datación: ss. I – II d.C.

Bibliografía:

-Ministerio de Educación, Cultura y deporte, Ceres: MAN, Museo Arqueológico


Nacional [en línea], s. l. n. f., en: http://ceres.mcu.es/pages/Main [Consultado:
22/10/2015]

Descripción:

Amuleto fálico múltiple. Posee una primera parte, la superior, en forma de media luna
hacia arriba, a la derecha nos encontramos con la forma característica de la mano
izquierda, haciendo la higa o “mano impúdica” y, a la izquierda, hay un falo terminado
en glande. En la parte inferior, hay otra media luna portadora de dos falos a izquierda y
derecha. En el centro del objeto, un falo con testículos. Sujetándolo todo existe una
anilla trapezoidal, en la parte superior, en la que se inserta otra en forma circular.

Colección Taggiasco.

108
 TESTÍCULOS

Figura 43

Museo: Museo Arqueológico Provincial de León,


España

Inventario: 844

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Alt.: 4,4 cm.; Anch.: 3 cm.

Tipología: Amuleto

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Inmediaciones de Lancia, León

Bibliografía:

-MAÑARES (1983), 404. VV.AA. (1990), 250.

Descripción:

Representación de atributos sexuales masculinos.

Figura 44

Museo: Museo Nacional de Arte Romano de


Mérida, España

Inventario: CE07629

Material/Soporte: Hierro

Técnica: Forjado

Dimensiones: Alt.: 3,10 cm.

Tipología: Amuleto

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Almacén del Teatro romano de Mérida, España.

109
Figura 45

Museo: Museo Nacional de Arte


Romano de Mérida, España

Inventario: CE07630

Material/Soporte: Hierro

Técnica: Forjado

Dimensiones: Alt.: 4,30 cm. Peso: 32 gr.

Tipología: Amuleto

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Caseta del almacén del Teatro romano de Mérida, España.

Figura 46

Museo: Museo Nacional de Arte Romano


de Mérida, España

Inventario: CE07632

Material/Soporte: Hierro

Técnica: Forjado

Dimensiones: Alt.: 5 cm. Peso: 13 gr.

Tipología: Amuleto

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Caseta del almacén del Teatro romano de Mérida, España.

110
 AMULETOS CON FORMA DE MEDIA LUNA CRECIENTE

Figura 47

Museo: Museo Nacional de Arte Romano de


Mérida, España

Inventario: CE17163

Material/Soporte: Bronce dorado

Técnica: Fundido

Dimensiones: Alt.: 1,50 cm.; Anch.: 2,30 cm.

Tipología: Amuleto

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Casa del Mitreo, Mérida, España.

Figura 48

Museo: Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, España

Inventario: CE29272

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Long.: 5,10 cm.

Tipología: Amuleto

Lugar de origen: Mérida, España

Bibliografía Figura 47 y 48:

-BARRERA ANTÓN, J., VELÁZQUEZ JIMÉNEZ, A. (1988), 211-214.

-Ministerio de Educación, Cultura y deporte, Ceres: Museo Nacional de Arte Romano


[en línea], s. l. n. f., en: http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?Museo=MNAR
[Consultado: 22/10/2015]

Descripción Figura 47 y 48:

Amuleto en forma de luna media creciente con dos orificios para su suspensión,
simétricamente dispuestos en su parte media.

111
 BULLAE

Figura 49

Museo: Museo Arqueológico Nacional

Inventario: 37883

Material/Soporte: Hueso

Técnica: Talla, pulimentado, incisión

Dimensiones: Alt.: 3,40 cm; Anch.: 2,30 cm.

Tipología: Objeto religioso, amuleto; Bulla

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Fosos de Bayona, Cuenca


(Castilla-La Mancha, España).

Datación: Alto Imperio romano (s. I d. C.)

Bibliografía:

-Ministerio de Educación, Cultura y deporte,


Ceres: MAN, Museo Arqueológico Nacional [en
línea], s. l. n. f., en: http://ceres.mcu.es/pages/Main [Consultado: 22/10/2015]

Descripción:

Colgante en forma de pequeña caja. Tapa decorada con 6 círculos incisos divididos por
dos líneas paralelas. La bulla es un colgante en forma casi siempre circular, que se
utilizó como amuleto. Durante el Imperio romano tuvo un uso generalizado en mujeres
y hombres. El amuleto tenía la virtud de proteger, especialmente contra el mal de ojo.
Esto procedía del material mismo del que estaban hechas o por las sustancias que se
introducían en ellos, como hierbas, piedras o escritos con conjuros para que el
hechizo no se produjera. El mal de ojo precisa fórmulas preventivas y curativas acordes
con su propia naturaleza mágica.

Los niños, los más vulnerables, desde su nacimiento llevaban anillos y bullae con todo
tipo de sortilegios y materiales para su autoprotección. Se desprendían de ella cuando
llegaban a la edad viril y la ofrecían a los dioses Lares o Hércules, mientras que las
niñas lo hacían a la diosa Juno. Los hijos de senadores y caballeros tenían el privilegio
de la bulla de oro, los demás la llevaban de cuero, bronce o hueso.

112
Figura 50

Museo: Museo Nacional de Arte Romano de


Mérida, España

Inventario: CE00229

Material/Soporte: Plata

Técnica: Dorado

Dimensiones: Long. max.: 1,20 cm.

Tipología: ¿Bulla?

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Mérida, Badajoz.

Descripción:

Chapa. Forma puntiaguda por uno de los extremos. Posible “bullae”.

Figura 51

Museo: Museo Nacional de Arte Romano de Mérida,


España

Inventario: CE06636

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Diám.: 2 cm.; Peso: 4 gr.

Tipología: Bulla

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Campo de deportes, Mérida, España.

Descripción:

Amuleto de forma casi esférica que consta de dos placas cóncavas unidas en su parte
media por pestañas triangulares de uno de sus lados. Conserva el orificio a través del
cual apoyaría en la cadena a modo de colgante. Este ejemplo es el prototipo tradicional
de bulla.

113
 CAMPANILLAS

Figura 52

Museo: Museo Arqueológico y Etnológico


de Córdoba, España

Inventario: CE012450

Material/Soporte: Bronce verde

Técnica: Incisión; Fundición a la cera


perdida

Dimensiones: Alt.: 1,20 cm.; Diám. boca:


2 cm.

Tipología: Campana / Tintinnabulum

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Zambra, Rute, Córdoba

Bibliografía:

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Campana pequeña de forma semiesférica que presenta en la parte superior dos líneas
incisas paralelas que la recorren. Posee anilla de suspensión en la parte superior y le
falta el badajo que la haría sonar, porque estaría hecho de un material imperecedero. Su
estado de conservación es bueno, pese a la pátina verde que posee causa del paso del
tiempo ya que su color original era el dorado.

Este tipo de objetos se utilizaron en el mundo romano para diferentes fines: anunciaban
la apertura de los edificios públicos, servían como amuletos de carácter apotropaico y
profiláctico, al igual que los amuletos fálicos e, incluso, anunciaban las ceremonias
religiosas o los actos de sacrificio.

Hay varios tipos de campanas, que son:

Grupo A: Campana cónica incurvada ligeramente. (Al que pertenece nuestra pieza)

Grupo B: Campana tronco-piramidal con la base cuadrada o triangular.

Grupo C: Campana de forma cilíndrica.

114
Figura 53

Museo: Museo Arqueológico de Linares,


España

Inventario: CE00623

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Alt.: 2,60 cm.; Diám.: 2,40 cm.;


Peso: 0,01 kg.

Tipología: Campana/ Tintinnabulum

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Linares, Jaén

Datación: ss. I – III d.C.

Bibliografía:

-POZO, S. (2002), 113.

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Campanilla cónica de bronce con decoración a base de acanaladuras en la zona central,


mientras que la anilla de suspensión tiene forma poligonal. El badajo ha desaparecido.
Este tipo de objetos se utilizaron en el mundo romano para diferentes fines: se
utilizaban como juguete (sonajero), anunciaban la apertura de los edificios públicos,
servían como amuletos de carácter apotropaico y profiláctico, al igual que los amuletos
fálicos e, incluso, anunciaban las ceremonias religiosas o los actos de sacrificio.

115
Figura 54

Museo: Museo Arqueológico de Linares, España

Inventario: CE00624

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Alt.: 4 cm.; Diám.: 4,10 cm.; Gros.:


0,20 cm.; Peso: 0,03 kg.

Tipología: Campana/ Tintinnabulum

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Linares, Jaén

Datación: ss. I – III d.C.

Figura 55

Museo: Museo Arqueológico de Linares, España

Inventario: CE00627

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Alt.: 7 cm.; Diám.: 3,70 cm.; Gros.: 0,20


cm.; Peso: 0,06 kg.

Tipología: Campana/ Tintinnabulum

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Linares, Jaén

Datación: ss. I – III d.C.

116
Figura 56

Museo: Museo de Cádiz, España

Inventario: CE04207

Material/Soporte: Bronce; Hierro

Técnica: Batido

Dimensiones: Alt.: 3,60 cm.; Diám. base: 2,70 cm.

Tipología: Campana / Tintinnabulum

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Tumba C, Playa de los Números, Cádiz

Datación: s. I d. C.

Bibliografía:

-VV.AA. (1923), 13.

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Campanilla con cuerpo tronco-piramidal, de sección circular, y argolla circular en la


parte superior. Tiene dos perforaciones en el cuarto superior cuya función era sujetar el
badajo.

Su uso en el mundo romano fue muy frecuente y variado, al mismo tiempo. Se


utilizaron como amuletos mágico-religiosos contra el mal de ojo, adosados a la ropa o
llevados como colgantes. En este caso, se encontró en el ajuar funerario de la Tumba C
de la Playa de los Números de Cádiz, junto con otras cinco de similares características y
sus correspondientes badajos.

117
Figura 57

Museo: Museo de Cádiz, España

Inventario: CE05189

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Batido

Dimensiones: Alt.: 2,70 cm.; Diám. base: 2 cm.

Tipología: Campana / Tintinnabulum

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Playa de los Corrales, Cádiz

Datación: s. I d. C.

Bibliografía:

-QUINTERO ATAURI, P. (1926), 9.

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Campanilla con cuerpo tronco-piramidal, de sección circular, y argolla circular en la


parte superior. Tiene dos perforaciones en el cuarto superior cuya función era sujetar el
badajo.

Su uso en el mundo romano fue muy frecuente y variado, al mismo tiempo. Se


utilizaron como amuletos mágico-religiosos contra el mal de ojo, adosados a la ropa o
llevados como colgantes. Probablemente también tuvieron un uso en el ámbito
doméstico.

118
Figura 58

Museo: Museo de Cádiz, España

Inventario: CE08291

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Batido

Dimensiones: Alt.: 4,40 cm.; Anch.: 4 cm.

Tipología: Campana / Tintinnabulum

Estilo: Cultura romana/ Iberorromano

Lugar de origen: Espera, Campiña de Cádiz

Datación: s. I d. C.

Figura 59

Museo: Museo de Calatayud, España

Inventario: 00122

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundición a molde

Dimensiones: Alt.: 1,80 cm.; Anch.: 2, 30 cm.;


Gros.: 0,30 cm.; Peso: 3,15 gr.

Tipología: Campana / Tintinnabulum

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Yacimiento arqueológico de Bílbilis, Calatayud, Aragón

Datación: ss. I – II d.C.

119
Figura 60

Museo: Museo Nacional de Arte Romano de


Mérida, España

Inventario: CE00210

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Alt.: 5,80 cm.; Anch.: 5,60 cm.

Tipología: Campana / Tintinnabulum

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Conducción hidráulica de Valhondo, Mérida

Figura 61

Museo: Museo Nacional de Arte Romano de


Mérida, España

Inventario: CE02184

Material/Soporte: Bronce; Hierro

Técnica: Fundido

Dimensiones: Alt.: 5 cm.; Anch.: 5,20 cm.

Tipología: Campana / Tintinnabulum

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Almacén del Teatro Romano, Mérida

120
 ESCULTURAS

Figura 62

Museo: Museo Arqueológico Nacional,


España

Inventario: 2943

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundición a molde

Dimensiones: Alt.: 22,50 cm.; Anch.: 16 cm;


Prof.: 9 cm.

Tipología: Escultura

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Lora del Río, Sevilla

Datación: s. I d.C.

Bibliografía:

-Ministerio de Educación, Cultura y deporte, Ceres: MAN, Museo Arqueológico


Nacional [en línea], s. l. n. f., en: http://ceres.mcu.es/pages/Main [Consultado:
25/11/2015]

Descripción:

Figurilla doméstica que representa a un Lar, como un hombre joven, ataviado con túnica
corta y otra anudada a la cintura. Posee diadema en la cabeza de palmetas, porta una
cornucopia en su mano izquierda, símbolo de la prosperidad y la abundancia, mientras
que la derecha permanece levantada, la cual, en su origen podría haber portado un vaso.
Se le representa en movimiento, aludiendo a las danzas y a la música.

Los Lares Compitales se consideraban en el mundo romano protectores de la vivienda y


de la familia, por lo que poseían en cada casa un altar, habitualmente en un rincón del
patio, donde se les rendía culto. Esta creencia duró hasta aproximadamente el siglo IV,
cuando el emperador Teodosio prohibió su culto.

121
 MOSAICOS

Figura 63

Técnica: ¿Opus tessellatum?

Tipología: Mosaico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Villa de


Fuente Álamo, Córdoba

Bibliografía:

-NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014),


156-157.

Descripción:

“Mosaico de cuatro ábsides. En


el cuadro central se representa al
figura del río Nilo medio tendido, símbolo de fertilidad, junto a un hipopótamo y un
cocodrilo y dos zancudas que picotean el suelo. Y en los ábsides varias escenas
grotescas de lucha entre pigmeos y grullas, acompañadas de un diálogo en relación con
un manuscrito ilustrado de la comedia latina de los ss. III-IV, de origen alejandrino,
cuyo autor podría ser el mimógrado de Décimo Laberio.

La originalidad de este mosaico cordobés, unicum en la musivaria romana, radica en esa


mezcla de imágenes y textos. En la expresión gráfica, las figuras grotescas de los
pigmeos, con su desnudez y la extraordinaria dimensión del miembro viril, suscita la
risa para evitar el mal de ojo provocado por la envidia, mientras que la expresión
literaria de la comedia, de origen griego, tiene un trasfondo ritual relacionado con las
prácticas culturales de carácter apotropaico. La risa, funcionaba como elemento
catalizador de las tensiones sociales y, al mismo tiempo, como apaciguador de la cólera
divina”. (NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014), 156-157)

122
Figura 64

Técnica: ¿Opus tessellatum?

Tipología: Mosaico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Casa del


Planetario, Itálica, Sevilla

Bibliografía:

-NEIRA JIMÉNEZ, L. (2014),


163.

Descripción:

Detalle del mosaico de Dioniso y Ariadna de Itálica, en el que aparece un tigre atacando
a un ojo (el cual está simbolizando al mal de ojo). Tiene un gemelo que también ataca al
ojo. Dioniso y Ariadna aparecen representados en el centro del mosaico, rodeados de
estas escenas, como final del relato mítico de la hierogamia. La pareja es una alegoría
de la exaltación amorosa entre ambos personajes, de la unión de lo divino y lo humano.
No es de extrañar que aparezcan escenas contra el mal de ojo, para callar la envidia
frente al carácter civilizador del matrimonio y el triunfo del amor.

123
Figura 65

Material/Soporte:

Técnica: ¿Opustessellatum?

Dimensiones: Alt.: Anch.: Peso:

Tipología: Mosaico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Casa de


Neptuno, Itálica, Sevilla

Descripción:

Detalle de un mosaico, perteneciente a la Casa de Neptuno, en Itálica, en el que aparece


un pigmeo intentando cazas grullas, tema muy característico ya que siempre se les suele
representar en el río Nilo, realizando diferentes actividades.

Figura 66

Tipología:
Mosaico

Estilo: Cultura
romana

Lugar de origen:
Villa de la
Olmeda, Palencia

Datación: s. IV
d.C.

Descripción:

Se representa una fabulosa cacería: siete vibrantes escenas de caza, en cinco de ellas los
diferentes animales luchan con cazadores a pie o a caballos, armados con lanzas o
jabalinas. La escena de la esquina inferior izquierda, presenta a un león del Atlas,
especie ya extinta, herido. Decora el oecus o sala de recepción de esta villa romana.

124
Figura 67

Museo: Museo
Arqueológico Nacional,
Madrid, España

Inventario: 38316

Material/Soporte: Caliza;
Mármol; Pasta vítrea

Técnica: Opus tessellatum

Dimensiones: Alt.: 690 cm.;


Anch.: 682 cm.

Tipología: Mosaico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Hellín, Albacete

Datación: Primera mitad del siglo III d.C.

Bibliografía:

-Ministerio de Educación, Cultura y deporte, Ceres: MAN, Museo Arqueológico


Nacional [en línea], s. l. n. f., en: http://ceres.mcu.es/pages/Main [Consultado:
25/11/2015]

Descripción:

Mosaico calendárico y estacional, decorado a través de los meses, las estaciones y


diferentes escenas mitológicas. La parte central posee octógonos curvilíneos junto con
círculos y óvalos, todo ello rodeado por el marco exterior formado por dos orlas
ataviadas con decoración vegetal y geométrica.

Dos personajes mitológicos, como son un sátiro y una ménade, enseñan al espectador
las diferentes estaciones, cada una representada con símbolos característicos de cada
época. Los doce meses ocupan los octógonos, aunque está incompleto, ya que faltan los
meses de enero, marzo, junio y julio. Cada mes está representado por un signo del
zodíaco y algún dios, propio del mismo.

Originalmente habría nueve círculos decorados con escenas mitológicas, pero hoy sólo
nos quedan cinco: tres escenas pastoriles, una representación animal y una mitológica,
que muestra la disputa entre Eros y Pan.

125
Figura 68

Tipología: Mosaico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Villa de


“La Malena” en Azuara,
Zaragoza

Descripción:

Mosaico magnífico en el
que se representa las
bodas de Cadmo y
Harmonía, procedente de
“La Malena”, en Zaragoza, en el que se representa el momento clavo del enlace con la
dextrarum iunctio, cuando los novios estrechaban los dos brazos derechos para
simbolizar que el enlace había sido efectivo. Además podemos observar los atuendos de
los personajes y el color de los mismos, que coincide con los utilizados
tradicionalmente por los romanos en aquella época.

Figura 69

Tipología: Mosaico

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Villa de


la Noheda, en Cuenca

Descripción:

Fragmento en el que se
representa el gesto del
Dextrarum iunctio, de un
ritual nupcial romano.

126
 PINTURA MURAL

Figura 70

Tipología: Pintura mural

Lugar de origen: Tumba del Banquete Funerario, Necrópolis occidental de Carmona,


Sevilla

Datación: s. I a.C.

Bibliografía:

-PAREJA LÓPEZ, E. (1994), 354 – 355.

Descripción:

Reconstrucción de la decoración parietal de una tumba en la que aparece, en el centro,


una mesa de seis patas en la que se amontonan los comensales; los del centro dialogan
mientras que los de los laterales levantan grandes ritones y oulos, salvo el de la
izquierda del todo, que con sus brazos parece dar la bienvenida al difunto. Los
comensales invitan al difunto, que avanza hacia ellos portando el tirso y una corona, a la
orgía dionisíaca que están celebrando. En el lado derecho, aparece otro personaje,
coronado con flores, portando varias bandejas llenas de frutos.

Esto refleja la práctica de decorar las tumbas con guirnaldas y flores, a veces pintadas o
esculpidas con vocación de eternidad. Actualmente esta pintura ya no existe, debido al
mal estado en que se encontraba, pero gracias a las reproducciones de G. E. Bonor y
Juan Rodríguez Jaldón, podemos observar cómo fue en realidad.

127
 RELIEVES

Figura 71

Material/Soporte: Piedra

Técnica: Talla; Pulido

Tipología: Relieve

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Patio de


Banderas, Real Alcázar de Sevilla

Datación: s. I a.C.

Bibliografía:

-El mundo [en línea], Sevilla: Efe, 18/07/2010. En:


http://www.elmundo.es/elmundo/2010/07/18/andalucia_sevilla/1279453141.html
[Consultado: 14/10/2015]

Descripción:

Altorrelieve de una imagen fálica con cuartos traseros en movimiento (de bóvido y cola
de león, posiblemente). Este tipo de representaciones era muy frecuente en edificios
romanos de todo tipo y sobre todo públicos, como puentes, acueductos, murallas,
puertas urbanas e incluso en las viviendas. Se encuentran ejemplos de ellos en el
decumanus de las ciudades de Clunia (Burgos) o Leptis Magna (Libia) y, en Pompeya
(Italia), donde fue utilizado para indicar prostíbulos.

Pero en este caso, parece aludir a su fama de amuleto contra el mal de ojo y evitar los
malos espíritus, fama arraigada entre los hispano-romanos, sobre todo en mujeres y
niños.

El hecho de que apareciera en el Real Alcázar, hace pensar a los arqueólogos que en la
época republicana, pasaría una calle por allí.

128
Figura 72

Museo: Museo Nacional de Arte Romano


de Mérida, España

Inventario: DO2015/1/1

Material/Soporte: Granito

Técnica: Talla

Dimensiones: Alt.: 36 cm.; Diám.: 45 cm.

Tipología: Guardacantos

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Calle Publio Carisio, Mérida, España

Datación: s. I d.C.

Bibliografía:

-MNAR (2015), “Sexo, desnudo y erotismo en Augusta Emerita” [en línea], en Museo
Nacional de Arte Romano, Catálogo de publicaciones, Mérida, 2015, p. 14, en:
http://museoarteromano.mcu.es/pdf/Reducido_SexoyDesnudo.pdf [Consultado:
13/10/2015].

Descripción:

Guardacantos de granito y con forma cilíndrica, llamado así por ser el elemento que
protege del tráfico a las esquinas en los edificios próximos a las vías. Se halló en un
contexto doméstico del siglo II d.C. En un lateral contiene un motivo fálico de unos 30
cm., presentándose tallado en la misma pieza, en diagonal.

La representación del falo es algo común en todas las ciudades del Imperio Romano,
tanto en inmuebles como en objetos móviles, como podemos ver en ejemplos como las
pintadas de las fachadas o en forma de terracota sobre los dinteles de las viviendas.

“El falo revestía en Roma una “forma institucional” conocida como Fascinum, que no
llegaba a ser un dios sino una especie de ídolo de forma fálica. Este ídolo se exhibía
públicamente en determinadas ocasiones de orden público, como durante el Triunfo, o
en fiestas populares, como las Liberalia. Con la exhibición del ídolo se pretendía la
protección del mal de ojo, denominado fascinum o fascinatio. Así, este tipo de
motivos está relacionado con el sentido apotropaico que la cultura romana permite del
falo, dispuestos en amuletos y en lugares de paso y también profiláctico, ya que la
fuerza que representa pretende prevenir posibles ataques del enemigo a los edificios
importantes de la ciudad. “ (MNAR, 2015, 14).

129
Figura 73

Museo: Museo Nacional de Arte Romano de


Mérida, España

Inventario: 20413

Material/Soporte: Mármol blanco

Técnica: Talla
Tipología: Herma
Lugar de origen: Teatro romano de Mérida,
España.
Datación: ss. I – II d.C.

Bibliografía:
-MNAR (2015), “Sexo, desnudo y erotismo en
Augusta Emerita” [en línea], en Museo
Nacional de Arte Romano, Catálogo de
publicaciones, Mérida, 2015, p. 16, en:
http://museoarteromano.mcu.es/pdf/Reducido_SexoyDesnudo.pdf [Consultado:
13/10/2015].

Descripción:
Doble herma de mármol blanco con bustos en su zona superior. Posee decoración con
moldura de talón y un falo en la parte central. En los laterales se disponen una cajas
longitudinales con extremos superior redondeado, usadas para servir de encaje de la
herma en una balaustrada u otro elemento similar, destinada a adornar alguna zona del
peristilo del Teatro Romano de Augusta Emerita, de donde procede.

Los bustos representados carecen de sus cabezas y reconocer su iconografía es


complicado, aunque existen varias interpretaciones. Por ejemplo, uno de ellos, el que
parece un personaje masculino, aparece posiblemente desnudo, con los pectorales
marcados, y con una suerte de “caperuza” de la que se conserva la tela en los hombros y
cuello. El otro busto, el superior, muy mal conservado, tiene aún peor estado: se trata de
una figura probablemente vestida, porque se aprecia una sutil doblez de una túnica en
torno al cuello y que posee un pliegue o mechón de pelo que cae junto al hombro
izquierdo.

La conservación de la pieza hace difícil la identificación de los motivos y, con ellos, la


iconografía. La “caperuza” de la figura principal podría tratarse de la leotina y así el
personaje sería Hércules, motivo muy representado en las hermas. La otra figura, es más
difícil, ya que está más destrozada, pero podría tratarse de un Hércules joven y así ese
mechón o pliegue que se deja caer, sería la vitta con la que se ata la corona vegetal que a
veces porta este personaje. Desgraciadamente, aparece vestido y eso no es muy común
en el héroe, por lo que podría tratarse de Hermes o de Hebe, hija de Zeus y Hera que
personifica la belleza joven, asimilado por los romanos como Iuventus, la cual también
aparece con Hércules en alguna escena que otra en este tipo de piezas.
En ese sentido, la herma distinguiría antes el poderío masculino, con su vigor y
fortaleza (de ahí el motivo fálico) que la belleza femenina, tan delicada.

130
Figura 74

Museo: Museo de Zaragoza, España

Inventario: 07593

Material/Soporte: Alabastro

Dimensiones: Alt.: 375 cm.; Anch.: 410 cm.;


Gros.: 280 cm.

Tipología: Sillar

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: San Juan de los Panetes, Zaragoza, Aragón

Datación: 14 – 10 a.C.

Descripción:

Sillar procedente de la muralla de la ciudad, con elemento fálico en bajorrelieve. Este


tipo de figuraciones tenían un carácter protector que, en este caso, se asumía a toda la
ciudad. Se colocaban a la altura de los ojos o donde se pudiera llegar a tocar y pasarles
la mano por encima para que diera suerte.

Figura 75

Tipología: Relieve

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Clunia, Burgos

131
 TABULLAE DEFIXIONUM

Figura 76

Museo: Museo Nacional de Arte


Romano de Mérida, España

Inventario: CE10302

Material/Soporte: Mármol blanco

Técnica: Grabado
Dimensiones: Alt.: 31,50 cm.; Anch.:
29 cm.; Gros.: 4,50 cm.
Tipología: Lápida
Estilo: Cultura romana
Lugar de origen: Pantano de
Proserpina, Mérida, España
Datación: Segunda mitad del siglo II
d.C.

Bibliografía:
-Ministerio de Educación, Cultura y deporte, Ceres: Museo Nacional de Arte Romano
[en línea], s. l. n. f., en: http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?Museo=MNAR
[Consultado: 22/10/2015]

Descripción:

Lápida de mármol blanco, rota en su parte inferior que consta de la parte posterior sin
pulimentar y del ángulo superior derecho fracturado. Posee una inscripción latina en la
parte frontal de la pieza, pero a partir de la línea decimotercera es ilegible, pues sólo hay
huellas hasta la rotura inferior. Las letras miden entre 1.5 y 2.5 cm en la primera línea y
de 1.2 a 1.5 cm en el resto. Algunos caracteres de menor tamaño están grabados de
forma encajada donde mejor se podía.

Dicha inscripción es la siguiente:


DEA . ATAECINA TVRI BRIG . PROSERPINA PER.TVAM MAIESTATEM TE ROGO
ORO OBSECRO VTI VINDICES QVOT MIHI FVRTI FACTVM EST QVISQVIS MIHI
IMVDAVIT INVOLAVIT MINVSVE FECIT EAS[....] Q I.S.S TVNICAS. VI[....]ENVLA
LINTEA.II.IN[......]VM. CV IVS.I C V [...]M . IGNORO I [...................][...] (“Diosa
Ataecina Turibrigense Proserpina, te ruego, pido y demando por tu gran majestad, que
seas mi vengadora en cuantos robos me han sido hechos. Alguien me ha robado en
menos tiempo del que se tardó en hacerlas, las cosas que abajo apunto: túnicas, 6;
capotes de paño, 2; camisas, el número lo ignoro…”).

Fue encontrada por Fernández Pérez en 1826 en uno de los poyos de una construcción
cercana al Pantano de Proserpina, utilizada entonces como lavadero de lanas de los
Pacheco.

132
Figura 77

Museo: Museo Arqueológico de Sevilla,


España

Inventario: ITA0215

Material/Soporte: Plomo

Técnica: Fundido; Cortado; Incisión

Dimensiones: Alt.: 11, 50 cm.; Anch.: 9,30


cm.

Tipología: Tabullaedefixionum

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Casa de la Cañada Honda,


Itálica, Santiponce, Sevilla

Datación: Primera mitad s. II d.C.

Bibliografía:

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Este tipo de piezas llamadas tabullae defixionum o tablillas de maldición son, como su
propio nombre indica, documentos escritos que contenían hechizos o maldiciones para
conjurar asuntos de la vida cotidiana como robos, maldecir a un adversario en una
competición, infidelidades, etc. En el caso de la pieza nº ITA0215, la persona que
realizó el hechizo colgó la tablilla en la fuente para encomendarse a la divinidad y exigir
a quien le había sustraído el calzado, que lo devolviera.

Dicha inscripción, en latín, es la siguiente:


En la cara A: DOM(i)NA FONS FOVE[NS]? VT TV PERSEQVARIS TVAS RES
DEMANDO QVISCVN- QVE CALIGAS MEAS TEL- LVIT ET SOLIAS TIBI DEA
DEMANDO VT |TV| ILLAS ABO<L>ITOR SI QVIS PVELLA SI MVLIER SIVE
[HO]MO INVOLAVIT
En la cara B: [IN] ILLOS PERSEQVUARIS
(“Oh Soberana Fuente Saludable?, confío que tú reclames tus bienes, quienquiera que
te haya llevado mis sandalias y mis botas. Oh diosa confío que tú, destructora, reclames
aquellas contra ellos, si alguna muchacha, mujer u hombre las ha robado”). (CILA II,
362)

133
Figura 78

Museo: Museo de
Cádiz, España

Inventario: DJ16551

Material/Soporte:
Plomo
Técnica: Batido
Dimensiones: Alt.: 9,50
cm.; Anch.: 5,90 cm.;
Gros.: 0,10 cm.
Tipología: Tabullae
Defixionum
Estilo: Cultura romana /
Iberorromano
Lugar de origen: Baelo Claudia, Tarifa, Cádiz

Datación: f. s. I d. C.

Bibliografía:

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Tablilla de carácter votivo en plomo, de forma rectangular y con el asa, de forma


triangular invertida, rota. No hay indicios de agujeros para su colocación, aunque en la
base posee dos muescas de enganches a un muro. Posee una inscripción supplicatio en
latín a la diosa Isis (en lenguaje cotidiano, por lo que se ha encontrado mala gramática y
ortografía):
ISIS MVROMEM / TIBI CONMENDO / FVRTV(m) MEV(m) MI FAC / TVTO NVMINI
MAES / 5 TATI EXSEMPLARIA / VT TV EVIDE(s) IMMEDI / O QVI FECIT AVTVLIT /
AVT(h)ERES OPERTORV(m) / ALBV(m) NOV(um) STRAGVLV(m) / 10 NOV(um)
LODICES DVAS \M\E(o)? / VSO ROGO DOMINA / PER MAIESTATE(m) TVA(m) / VT
(h)OC FVRTV(m) REPRI / NDAS
(“Isis Muromen te confío el robo del que he sido víctima. Acomete por mí las acciones
ejemplares conformes a tu divinidad fuera de duda y a tu majestad, (haz) de manera que
quites la vida a la vista de todos a aquellos que lo han hecho, me han robado, o a sus
herederos, un cobertor de cama blanco, un cubrecamas nuevo, dos colchas para mi
propio uso; te lo ruego, oh mi soberana, castiga este robo”).

Se sabe que fue colocada en el templo de Isis y, posteriormente, clavada en un pozo


ritual.

134
Figura 79

Museo: Museo Arqueológico y Etnológico


de Córdoba, España

Inventario: DJ032632

Material/Soporte: Plomo

Técnica: Batido; Incisión

Dimensiones: Alt.: 0 cm.; Anch.: 1,20 cm.

Tipología: Tabullae Defixionum

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: C/ Abejar, Córdoba

Datación: h. s. I a.C. – III d.C.

Bibliografía:

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Papiro opistógrafo egipcio escrito por las dos caras que recoge 1092 líneas en griego. El
documento, el primer documento de magia negra encontrado ya que está relacionada
con la DJ32633, pues es su continuación, contiene una serie de conjuros para aquellos
que median entre dioses y hombres, los llamados daemones. La cuestión de esta tablilla
está en la repartición de una herencia, en la que alguien pretendía que salir beneficiosa a
costa del silencio de otra, llamada Príamo (nombre común entre esclavos y libertos).
Dicho hechizo fue sacado de la fuente “Papiros Griegos Mágicos” (XXXVI).
El material con el que está hecha la tablilla, el plomo, fue muy utilizado porque era más
barato, abundante y fácil de trabajar. Además se lo relaciona con el mundo de
ultratumba al ser pesado, frío y sencillo. La incisión, realizada en el anverso, fue
realizada con un punzón o aguja afilada de metal, según el trazo y el tamaño. Se
encuentra inscrita en letras capitales cursivas y de izquierda a derecha, con unas
dimensiones que van entre los 12 y los 15 mm, el latín vulgar:
Cara anterior:
PRIAMUS · L(ibertus) · MUTUS · SIT / OMNIBUS MODIS (“Quédese mudo el liberto
Priamo de todas las formas”)
Cara posterior:NE · Q<u>IS · POS(s)IT · DE<he>REDITATE / SILIENT / QUET ·
HANNUE VERBUM / FACERE ·OMNES · OMUT[e] SQ[ua]NT ( “No permitáis que
alguien pueda decir palabra sobre nuestra herencia. Enmudezcan todos. Callen”.)

135
Figura 80

Museo: Museo Arqueológico y Etnológico


de Córdoba, España

Inventario: DJ032633
Material/Soporte: Plomo
Técnica: Batido; Incisión
Dimensiones: Alt.: 0, 55 cm.; Anch.: 0,70
cm.
Tipología: Tabullae Defixionum
Estilo: Cultura romana
Lugar de origen: C/ Abejar, Córdoba
Datación: h. s. I a.C. – III d.C.

Bibliografía:
-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de
Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Papiro opistógrafo egipcio escrito por las dos caras que recoge 1092 líneas en griego. El
documento, el primer documento de magia negra encontrado ya que está relacionada
con la DJ32632, pues es su continuación, contiene una serie de conjuros para aquellos
que median entre dioses y hombres, los llamados daemones. La cuestión de esta tablilla
está en la repartición de una herencia, en la que alguien pretendía que salir beneficiosa a
costa del silencio de otra, llamada Príamo (nombre común entre esclavos y libertos).
Dicho hechizo fue sacado de la fuente “Papiros Griegos Mágicos” (XXXVI).

El material con el que está hecha la tablilla, el plomo, fue muy utilizado porque era más
barato, abundante y fácil de trabajar. Además se lo relaciona con el mundo de
ultratumba al ser pesado, frío y sencillo. La incisión, realizada en el anverso, fue
realizada con un punzón o aguja afilada de metal, según el trazo y el tamaño. Se
encuentra inscrita en letras capitales cursivas y de izquierda a derecha, con unas
dimensiones que van entre los 12 y los 15 mm, el latín vulgar:
Anverso:
[---]MENTIA / [---] ORE·SIN- / [---om]YTESQUENT/ (“Enmudezcan uno por uno en la
locura y el dolor”.)

Reverso:
[---] CONARI[---] NOT [---] / [---] CVO · SIB[---] +EN / [---m]ALEVOLUS [---]OM[--
-] / [---omut]ESQUANT · DSUE / [---]ANVE · HERED ( “...esfuérzate...escrito...para
ellos / enmudezcan. / Genio maléfico, execra(los) y concede que / callen. Sean mudos
los herederos”.)

136
Figura 81

Museo: Museo Arqueológico


de Martos, Jaén, España

Material/Soporte: Plomo

Técnica: Batido; Incisión

Dimensiones: Alt.: 10,7 cm.;


Anch.: 5,6 cm.

Tipología: Tabullae defixionum

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Martos, Jaén

Bibliografía:

-La Bitácora de Jenri: Blog de divulgación de la Arqueología en España [en línea], s. l.,
30/04/2014, en: http://labitacoradejenri.blogspot.com.es/2014/04/encuentran-una-
misteriosa-tablilla-de.html [Consultado: 21/12/2015]

Descripción:

Poco se sabe acerca de esta tabellae defixionum. Fue encontrada hace relativamente
poco en los fondos del Museo Arqueológico de Martos, Jaén. Procede de la colección
de Alejandro Recio. Los investigadores no se ponen de acuerdo en qué idioma está
escrita la tablilla ni de su origen y, menos, de qué trata, es decir, qué maldición
contiene.

137
Figura 82

Material/Soporte: Plomo

Técnica: Batido; Incisión

Dimensiones: Alt.: 23, 5 cm.; Anch.:


6,5 cm.

Tipología: Tabullae defixionum

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Lado meridional del Castillo de Sagunto, Valencia.

Datación: s. II d.C.

Bibliografía:

-GUZMÁN ALMAGRO, A. (2007), 989.

-Hispania Epigraphica [en línea], s. l. n. f., en: http://eda-


bea.es/pub/record_card_3.php?page=270&rec=7384 [Consultado: 21/12/2015]

Descripción:

Tabellae defixionum con forma de planta pedis (planta del pie) que contiene una
maldición para separar a dos amantes. Fue doblada hasta seis veces junto con una
moneda de Vespasiano, datada en el año 70 d.C., con la leyenda ludaea capta. Contiene
la siguiente inscripción:

QVINTVLA CVM FORTVNALI SIT SEMEL ET NVM/QVAM (“Que Quintula no esté


con Fortunal nunca más”).

Fue encontrada en 1980 cerca del castillo de Sagunto, junto con otros dos textos más.

Pertenece a una colección particular, la de Doña Encarnación Adelantado.

138
Figura 83

Material/Soporte: Plomo

Técnica: Batido; Incisión

Dimensiones: Alt.: cm.;


Anch.: cm.; Gros.: cm.

Tipología: Tabullae

defixionum

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen:
Córdoba

Bibliografía:

-Hispania Epigraphica
[en línea], s. l. n. f., en:
http://eda-bea.es/pub/record_card_3.php?page=270&rec=7384 [Consultado:
21/12/2015]

Descripción:

Poco se conoce acerca de esta tablilla, pero contiene un hechizo en el que maldice a
alguien por conseguir una herencia, éste es el texto:

Priamus l(ibertus) mutus sit / omnibus modis // ne quis pos(s)it de hereditate / silient(!) /
quet(!) hannue(!) verbum / facere omnes omut[e]sq[ua]nt.

139
Figura 84

Museo: Museo Arqueológico Provincial de


Cuenca, España

Material/Soporte: Plomo

Técnica: Batido; Incisión

Dimensiones: Alt.: 6,2 cm.; Anch.: 5,8 cm.

Tipología: Tabullae defixionum

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Barchín del Hoyo, Cuenca

Datación: s. I d.C.

Bibliografía:

-GORDON, RICHARD; MARCO, FRANCISCO SIMÓN (2010), 290 – 291.

Descripción:

Tablilla de maldición, procedente de Cuenca, que contiene una maldición bilingüe


dedicada a los dioses infernales Nicias y Time: está escrita en griego y en latín, en
espiral, hasta completar toda la superficie del plomo, con lo cual las letras van
decreciendo gradualmente. Las inscripciones son las siguientes:

Cara A

ὑπὲρ ἐµοῦ κα[ὶ] ὑπὲρ τῶν ἐµῶν τοῖς κατὰ ᾍδην δίδω- µι, παραδίδωµι Νεικίαν καὶ
Τειµὴν καὶ τοὺς ἄ[λ̣] λ̣ους οἷς δικ- αίως κατηρασά̣- µην. (“En mi nombre y mi pariente
más cercano que doy, me entrego, a los del inframundo, Nicias y Times y los otros que
tengo con justicia maldigo”.)

Cara B

pro me pro meis devotos defixos inferis, devotos defixos inferis, Timen et Niciam et
ceteros quos merito devovi supr[a. pro] me, pro mei[s], Timen, Nician, Nicia[n].

Fue hallada en 1987 en la entrada de un poblado ibérico de la zona de Fuente de la


Mota.

140
Figura 85

Material/Soporte: Plomo

Técnica: Batido; Incisión

Dimensiones: Alt.: 11 cm.;


Anch.: 19 cm.; Gros.: 0,5
cm.

Tipología: Tabullae
defixionum

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Sagunto

Bibliografía:

-ARCANA ANTIQVA: Taller de Magia y Adivinación [en línea], Jornadas de Sagunto,


Valencia, 2007, p. 9, en: http://myslide.es/documents/arcana-antiqva-taller-de-magia-y-
adivinacion.html [Consultado: 11/11/2015]

Descripción:

Tablilla de maldición que contiene un hechizo contra ladrones:

Cr[y]se (?) ligo auri p[ondo c.3-]


Rogat et a Iau dat pequnia quae a
me accepit Heracla conservus meus
ut insttetur uius senus, o[c]elus et
[v]ires qicumqui sunt aride
fiant do pequniam onori sacricola

(“Yo, Crise(?), doy ...libras de oro. Ruega y da a Iau el dinero que le ha robado Heracla,
compañero de esclavitud, para que se vea afectado en el pecho y ojos y que todas sus
facultades se atrofien. Entrego dinero al ministro del culto para su servicio”).

141
Figura 86

Material/Soporte: Plomo

Técnica: Batido; Incisión

Dimensiones: Alt.: 17,5 cm.; Anch.: 5 cm.; Gros.: 0,1 cm.

Tipología: Tabullae defixionum

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Sagunto

Bibliografía:

-ARCANA ANTIQVA: Taller de Magia y Adivinación [en línea], Jornadas de Sagunto,


Valencia, 2007, 10 p., en: http://myslide.es/documents/arcana-antiqva-taller-de-magia-
y-adivinacion.html [Consultado: 11/11/2015]

Descripción:

Tablilla de maldición romana contra ladrones:

Quisquis tunica tullit de Lidia obi eum


vel iam ite is qui questo (h) habeat
trata

(“Ve contra cualquiera sea hombre o mujer que haya robado la túnica de Lidia;
igualmente, maltrata a quien haya sacado provecho de ella”).

142
 TINTINNABULUM

Figura 87

Museo: Museo Nacional de Arte Romano de


Mérida, España

Inventario: CE28630

Material/Soporte: Terracota

Técnica: Modelado; Cocido

Dimensiones: Alt.: 11 cm.; Diám. base: 4,50 cm.


Pierna, Alt.: 4,40 cm.

Tipología: Campana / Tintinnabulum

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Mérida

Datación: Mediados del siglo II d.C.

Bibliografía:

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Campanilla de arcilla que representa a una figura masculina con cabeza grotesca, nariz
aguileña y sombrero picudo. Contiene una inscripción en la parte inferior de su cuerpo:
TYDIDES, nombre que podría aludir al propietario.

143
Figura 88

Museo: Museo Nacional de Arte Romano de


Mérida, España

Inventario: CE18073

Material/Soporte: Arcilla rosada

Técnica: Modelado; Cocido

Dimensiones: Alt.: 7 cm.; Anch.: 4,50 cm.;


Prof.: 5,10 cm.;

Tipología: Campana / Tintinnabulum

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Carretera de Don Álvaro,


Mérida

Datación: Mediados del siglo II d.C.

Bibliografía:

-Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Ceres: Red Digital de Colecciones de


Museos de España [en línea], s. l. n. f., en:
http://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true [Consultado: 20/10/2015].

Descripción:

Fragmento de figurita en forma de campana ataviada con una especie de manto o


paenula, cuya capucha recae sobre la espalda. Dicho manto tiene decoración a base de
espiga en la zona frontal. No posee brazos pero sí dos orificios en la parte inferior por
donde pasarían las piernas. Le faltan éstas y la cabeza.

144
Figura 89: Falo de Sasamón

Museo: Museo Arqueológico de Cataluña, España

Material/Soporte: Bronce

Técnica: Fundido

Dimensiones: Long.: 14 cm.

Tipología: Tintinnabulum

Estilo: Cultura romana

Lugar de origen: Sasamón, Burgos

Datación: ss. I a.C. – I d. C.

Bibliografía:

-BLÁZQUEZ, J. (1984-1985), “Tintinnabula de


Mérida y Sasamón (Burgos)” [en línea], s. l., en
Zephyrus, 37-38. En:
http://www.cervantesvirtual.com/obra/tintinnabula-de-mrida-y-de-sasamn-burgos-
0/017b449c-82b2-11df-acc7-002185ce6064.pdf [Consultado: 14/10/2015]

-El Periódico Barcelona [en línea], Barcelona: Carles Cols, 12 de abril de 2013. En:
http://www.elperiodico.com/es/noticias/barcelona/badalona-desnuda-roma-2361757
[Consultado:14/10/2015]

Descripción:

Extraordinaria pieza de bronce que representa a un falo erecto cabalgado por una figura
femenina desnuda que lo glorifica con una corona de laurel. Se trata de un falo múltiple
ya que él mismo posee un segundo entre las piernas y un tercero a modo de rabo. De las
patas le cuelgan unas campanillas de sección piramidal y la anilla de sujeción se
encuentra adosada al moño de la dama.

Este tipo de objetos, los tintinnabulum, colgaban a menudo de las puertas de las
viviendas y de las tiendas, para que trajera buena suerte y protegiera de los malos
espíritus. Tuvieron un gran apogeo en todo el mundo romano pero con especial
aceptación en Pompeya y Herculano, como dejan ver numerosos ejemplos. No se
consideraban eróticos, sino protectores.

M. Grant los relaciona con el culto a Mitra, mientras que Blázquez disiente
relacionándolos con los cultos dionisíacos, en los que el falo tenía un papel muy
importante. Por otro lado, ambos autores están de acuerdo en su origen oriental y, más
concretamente, en relación con los cultos mistéricos.

145
ANEXO III
GLOSARIO

Abracadabra: Fórmula mágica por excelencia, conocida desde tiempo remotos,


utilizada por los gnósticos, como el caso de Quintus Servius Samonicus, que la escribía
sobre pergamino que colgaba del cuello de sus enfermos. Fórmula que ha llegado hasta
nuestros días, ya que es pronunciada por los magos modernos. Parece que su origen es
hebreo, de la frase abreq ad abra (“envía tu fuego hasta la muerte”) y se la representaba
con la siguiente fórmula:

Tenían la creencia de que la enfermedad o el mal que se


tuviera iría menguando a la vez que se iba pronunciando la
fórmula y las letras iban desapareciendo.

Abraxas: Palabra mágica y sagrada, dios y amuleto de origen gnóstico, no está claro su
significado. Esta palabra mágica, al descomponerse, según el sistema de numeración
griego, contenía el número 365, es decir, el número de genios que regentaba el dios o,
bien podría representar también los días del año.

Aoros (Pl. Aori): Término latino que se refiere a los niños que habían fallecido por unas
u otras causas; algo terrible debido a su escasa vida y, precisamente, ese resentimiento
por haber muerto antes de tiempo, según la creencia popular, los sobrecargaba de poder
mágico, aunque éste era menor que el que poseían los ajusticiados.

Apotropaico: Palabra procedente del griego apotrópaios que significaba dos cosas: “lo
que devuelve el mal y protege” y “aquello de lo que uno se aleja con horror” o “lo que

146
es abominable”. Significa protector y se asocia normalmente a los amuletos y otros
objetos protectores personales y públicos.

Arúspices (Haruspices): Adivinos romanos que utilizaban la revisión de las entrañas de


animales sacrificados para conocer y anunciar la voluntad de los dioses. Venían de
Etruria, aunque sus conocimientos ya eran utilizados en Babilonia, y gozaban de menor
prestigio que los augures, que poseían un origen romano. Sus servicios eran utilizados
por todas las castas populares y también el de las haruspicae, las mujeres arúspices.

Augures: Sacerdotes romanos encargados de consultar los auspicios, considerados los


más antiguos. Iban ataviados con el lituus, un instrumento de viento - metal, y la trábea,
una toga blanca con franja púrpura. Eran muy numerosos en el Senado, ya que podían
ser nombrados como quisieran según los necesitaran. Poseían un colegio, el de Augures,
además de los Libros Augurales, que eran muy consultados por la sociedad. Cuando
quedaban vacantes libres para nuevos augures, los que ya estaban en el cargo elegían a
los nuevos (cooptatio) que, normalmente, solían ser personajes conocidos de la ciudad
por sus méritos, valores, etc. Estos nuevos augures poseían gran prestigio y entre sus
nuevos quehaceres estaba el de inaugurar y bendecir nuevos edificios y templos, junto
con el de asesorar en la guerra a los magistrados.

Céculo: Divinidad romana encargada de apagar la luz procedente de los ojos de los
moribundos.

Cinxia: Diosa romana de las bodas que representaba el ceñidor del vestido de la nupta,
es decir, era quien desataba la virginidad de la novia.

Cunina: Divinidad menor del panteón romano encargada de proteger la cuna y la


infancia, y de evitar que el mal de ojo cayera sobre los niños.

Demon o Daimon: Diminutivo procedente de la palabra latina daemonium (demonio),


procedente del griego agathodaimon, que se refería a espíritus benévolos para el
hombre, los cuales podían ser conjurados y controlados para algún beneficio personal.
Los romanos también solían utilizar la palabra “lar” o “genio” para referirse a ellos.
Posteriormente, el significado negativo de esta palabra se designó con el Cristianismo,
refiriéndose a los diablos.

147
Hostia: Nombre que asignaba a los animales que se sacrificaban como forma de
devoción a los dioses. Normalmente, con este nombre se referían a animales de pequeño
tamaño, mientras que los de grandes dimensiones eran denominados “víctimas”; aunque
son sinónimos. Dependiendo de su función recibían nombres diferentes: hostias
honorarias (en honor a los dioses), hostias piaculares (para expiar una falta en el
ritual), hostias consultorias (para “leer” entre sus vísceras)… También según las
creencias populares a cada dios se le debía de sacrificar un animal determinado, de esta
manera, a los dioses subterráneos, animales negros y a los dioses celestiales, blancos; a
los dioses masculinos, animales macho y, a las diosas femeninas, pues hembras.
Aunque había algunos dioses que ya tenían asignado un animal: Júpiter, el buey,
Hércules, una perra, Marte, un caballo, Vulcano, animales de pelaje rojo, Ceres, una
cerda, Venus, una paloma, Diana, una cierva y Cibeles, cerdas preñadas, por ejemplo.
También dependiendo de la festividad o del sacrificio, los animales debían ser adultos o
crías.

Insepulti: Palabra latina que se refiere a los cadáveres que no reciben la sepultura, por
lo que estarían condenados a vagar por el mundo para siempre, molestando a los vivos y
atormentándolos. Los romanos creían en este hecho cuando un cadáver no era honrado
con las exequias convenientes. Un insepulti no podría dejar de vagar hasta que sus
huesos no fueran encontrados, ofreciéndoles así sus últimos deberes por hacer en la
tierra (iustapercipere), momento en que entraría por fin en los infiernos y descansaría en
paz.

Larvae conviviales: Término latino que, originalmente, designaba las almas de


maleantes y malas personas, aquellas que en vida se habían comportado de forma
errónea para con los demás, siendo ellas mismas los verdugos en los infiernos. Estas
larvae estaban condenadas a vagar entre los vivos, atormentándolos y, se creía que
quien estaba maldecido por ellas sufría de locura, epilepsia, angustia, trastornos
mentales… Más tarde podrían simbolizar el alma de cualquier difunto y se las
representaba como esqueletos danzantes, aludiendo al memento mori, es decir, a la
brevedad de la vida y a su disfrute. Se los confunde a menudo con los Lemures.

Lemures: Representan las almas de los difuntos, se desconoce si su naturaleza es


benévola o maligna, ya que se los suele confundir con las larvae. Se creía que salían de

148
ultratumba en ciertos días del año y se les rendía homenaje con una festividad popular,
las Lemuria, celebradas en mayo.

Libitina: Antigua deidad romana de los entierros. La tradición constituía en la acción


de depositar una moneda en su templo cada vez que alguien fallecía.

Mutuno Tutuno (Mutunus Tutunus o Mutinus Tutinus): Divinidad menor romana


encargada de velar por la virilidad y luchar contra los celos y la envidia. Se lo
representaba bajo la forma de un falo de grandes dimensiones.

Necromancia: Llamada posteriormente, Nigromancia. Magia posible a través de la


adivinación utilizando las almas de los difuntos y sus vísceras. Este acto solemne, se
realizaba solamente en circunstancias especiales, considerado magia negra. Fue muy
utilizado en Roma.

Nudo Hercúleo: Consistía en hacer dos lazos, donde uno pasa por debajo del otro. Se
pensaba que las vendas atadas de esta forma se curaban antes, y que llevarlo en el
cinturón, ayudaba a la salud. Se llamaba así porque se creía que fue inventado por el
mismísimo Hércules.

Numen: Para los romanos era la demostración de la potencia que podía emanar de los
dioses; su poder. Al principio, durante la República, aparece esta palabra siempre
acompañada de un genitivo (el nombre de un colectivo o de una deidad), para,
posteriormente, convertirse en sinónimo de la palabra divinidad.

Números mágicos: Desde siempre, los números han tenido valor mágico.
Concretamente en el mundo romano, el número 1, simbolizaba el origen de los tiempos,
el 2, la dualidad entre la noche y el día, arriba y abajo, etc., el 3, era el número
universal, representante de las relaciones familiares, de la división del día, de las tríadas
divinas… El número 4, simbolizaba los cuatro puntos cardinales, característico de los
amuletos, el signo del planeta Júpiter. El 7 era el número de la perfección, el 8
representaba el infinito, el 9, era el número de Saturno, el 16 representaba el poder de
Júpiter y había que grabarlo sobre estaño, el 25, era de Marte y debía grabarse sobre
hierro, el 36, era el del Sol y debía grabarse sobre oro, el 45 pertenecía a Saturno, el 49,
era de Venus y había que grabarlo sobre cobre, y el 64, pertenecía a Mercurio y debía
grabarse en plata.

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Papiros mágicos griegos (PGM): Conjunto de textos, escritos en griego, egipcio
demótico, copto y latín, procedentes de Egipto. Estos textos contenían los hechizos y las
prácticas que eran utilizados por los romanos para uno u otro fin. Aunque eran griegos,
fueron considerados los libros de magia en época romana, lo que demuestra el
sincretismo religioso del Egipto grecorromano y de las épocas posteriores. La mayor
parte se data entre el siglo I a.C. y el siglo IV d.C., incluyendo algunos que pertenecen
al siglo VII, aunque de valor minúsculo.

Poder mágico de la escritura: En la magia romana, no era suficiente nombrar las cosas
para que ocurrieran o se convirtieran en verdad, sino que había “fijarlas”, escribirlas,
para que su poder fuera totalmente efectivo y verdadero.

Sacra Nocturna: Rituales mágicos romanos que llamaban a actuar a las larvae contra
los vivos, normalmente se realizaban la noche del último día de cada mes y, en su
honor, se realizaban sacrificios de cachorros de perro, los cuales eran el animal favorito
de la diosa Hécate.

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