Torres Delgado Mirka Paulina

Asignatura: latín II
No. de cuenta: 42212447-4
El panteón de Agripa, hogar de los dioses romanos
El pensamiento mítico en las sociedades primigenias es un aspecto cultural que
destaca en muchas civilizaciones de todas partes del mundo, Roma no es la excepción y, a
pesar haber absorbido demasiado de la cultura griega una vez la hubo conquistado, poseía
un pensamiento y comportamiento mitológico. El objetivo del presente trabajo es hacer un
breve recorrido por algunos de los principales dioses romanos, para quienes fue construido
el Panteón de Agripa mientras en Roma gobernaba Augusto, lo cual resulta importante al
ser un legado de la tradición romana que en nuestros días sigue siendo un sitio muy
visitado. Para ello, será necesario hacer una breve mención de la influencia griega para los
romanos en su mitología, así como de un acercamiento a lo que el mito significa y por
último, hablar de los dioses y algunas de sus cualidades.
Adentrarse a conocer a los dioses romanos conlleva enfrentarse con que tienen una
gran similitud con los dioses griegos, sin embargo, ya se ha dicho muchas veces que los
asimilaron a sus creencias y es un hecho que quizá no puede negarse, puesto que el
desarrollo de su mitología estuvo relacionada al contacto directo que tenían con la cultura
griega1. A pesar de ello, resulta difícil aceptar que los romanos no contarán con su propio
sistema de creencias y, si tomaron influencia griega, fue a causa de que, como dice Stroh:
“los romanos fueron el único pueblo del mundo antiguo que sintió la necesidad de
apropiarse de los admirados tesoros de la literatura griega” (2012, p. 41). De ahí que no sea
extraño que muchos nombres evoquen al mismo ser divino o entre ellos haya gran
similitud.
Otro punto conveniente mencionar es la cuestión sobre qué es el mito, dado que es
un término difícil de definir y un pensamiento presente en las sociedades primigenias. Para
ello, recupero una de las aportaciones de Eliade, quien dice que el mito se encarga de contar
una historia sagrada, la cual sucedió durante un tiempo primordial y que muchas veces es el
relato de una creación o fundación. También habrá que añadir que las historias que cuentan
los mitos no tienen que ser reales, sino ser significativas y poseer valor para la civilización
(Eliade, 1991), por lo mismo, resulta complicado hablar de mitos romanos como tal, debido

1
Incluso, comenta Stroh, que era permitido que las personas mantuvieran su lengua materna, sus costumbres
o religión, debido a que los habitantes de Roma tenían la creencia de que los dioses que adoraban eran los
mismos que los suyos. (2012, p. 34).
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a que como se explicará más adelante, a pesar de que su panteón de divinidades es similar
al griego, no resulta ser igual en lo que respecta a sus historias míticas.
Ahora bien, cuando una civilización adoraba a seres divinos, era inevitable que no
contarán con ritos o tradiciones para rendirles culto; como resultado, la cultura romana trae
consigo la construcción de templos y el llamado Panteón de Agripa fue el principal templo
dedicado a sus deidades2, así como una de las grandes obras romanas que nos heredó la
época clásica.
El templo, como se mencionó, estaba dedicado a los principales dioses romanos y
de acuerdo con Gardner (1995), los romanos contaban con uno o varios dioses para cada
actividad, sin embargo, ellos no tenían personalidades individuales, aunque sí poseían lo
que se conoce como numen, es decir, poder divino. Otro rasgo de estos seres divinos es que
poseían cualidades humanas y se comportaban como tales. La autora también añade que a
pesar de que sus ceremonias religiosas eran complejas y había gran cantidad de sacrificios y
rituales, pocas veces se relacionaban a historias, a consecuencia de que no había presencia
de aventuras relacionadas a un dios en particular; es un aspecto difícil de entender, sobre
todo si se toma en cuenta que la mayoría de las mitologías cuentan con historias y aventuras
que los dioses atraviesan y que servían como modelo de comportamiento.
Los dioses romanos estaban jerarquizados, había dioses mayores y menores. Los
primeros eran veinte, pero solo doce destacaban3, entre ellos se encuentran: Júpiter,
Neptuno, Marte, Apolo, Mercurio y Vulcano; también ocupaban un lugar importante las
divinidades femeninas como Juno, Minerva, Venus, Ceres, Diana y Vesta. Otros nombres
conocidos, aunque no ocupaban un lugar de máxima relevancia, eran Plutón, Baco, Cupido,
Jano, Latona y Aurora. Existen otros tantos nombres a quienes no se les ha dado tanta
importancia como Flora o Fauno, pero al ser un tema muy extenso, únicamente se
mencionarán algunos de ellos.
La divinidad romana que ocupaba el mayor puesto del panteón era Júpiter 4, quien
era considerado el señor de la vida, la luz y el tiempo atmosférico, esto debido a que tenía
poder sobre la vida y la muerte (Berens, 2009, p. 27), a partir de aquí se puede establecer
2
Panteón viene del latín Panthĕon, que significa templo dedicado en Roma antigua a todos los dioses.
3
Los dioses ocupaban un lugar en lo que se conocía como Consejo, eran llamados consentes mientras que los
dioses restantes eran llamados auxiliares o patricios (Gonzáles, 2001, p. 15)
4
Júpiter adquiere una categoría cada vez más importante conforme la estructura política romana se
desarrollaba, es decir, creció al mismo tiempo (Grimal, 1981)
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una asimilación con Zeus, no obstante, considero que la mayoría de las mitologías contaban
con un dios supremo que era el dios por excelencia, y la cultura romana no es la excepción
al tener a su divinidad principal.
Otro de los dioses que eran venerados en el Panteón de Agripa fue Marte 5, en lo que
respecta a él, se sabe que en la época clásica aparece como el dios de la guerra, pero
también se le atribuyen otras cualidades: se le ha relacionado con la primavera, a causa de
que las guerras comenzaban cuando acababa el invierno; adjunto a esto, es el dios de la
juventud, teniendo en cuenta que aquellos que acudían a las guerras eran jóvenes guerreros
(Grimal, 1981), a partir de esto se puede observar que las cualidades atribuidas a los
dioses no se limitaban a una sola, sino que un mismo dios podía encargarse de muchos
aspectos de la vida humana y los romanos, al estar en constantes enfrentamientos con otros
pueblos durante su expansión, necesitaban una creencia a la que aferrarse, algo en lo que
pudieran creer que los ayudaría a vencer.
Con Mercurio surge un problema en relación con el mito puesto que no cuenta con
uno propio; únicamente se le conoce por ser el dios encargado de proteger a los
comerciantes6 y al ganado. Es hijo de Júpiter, por quien fue desterrado por aspirar a poseer
el cetro de su padre. Era celebrado en mayo y uno de sus rituales era que los comerciantes
se rociaban con agua bendita al igual que a sus mercancías, para ser ayudados por él
(Berens, 2009). En lo que respecta a su apariencia para identificarlo, se reconoce por llevar
un sombrero ancho y sandalias, así como una bolsa, misma que se relaciona con aquellos
que ayudaba. Al igual que otras divinidades, su nombre cambiaba según la actividad que
realizaba.
Una de las divinidades latinas femeninas más importantes del Panteón de Agripa es
Juno, quien mantenía una estrecha relación con las mujeres y su cuidado, sobre todo de las
mujeres casadas, no obstante, Berens (2009) sostiene que las protegía desde que nacían
hasta el momento de su muerte. Se le conocía por diversos nombres, y en cada uno se
seguían rituales para hacer efectivo el sacrificio. Otro aspecto importante que comenta
Grimal (1981, p. 299) es que ”cada mujer tenia su Juno, verdadero doble divino que

5
A esta deidad se le relaciona con Ares griego, sin embargo, resulta ser un dios mucho más antiguo dado que
aparece con otros nombres en otras religiones antes que Ares (Grimal, 1981)
6
Grimal añade que la raíz de su nombre, merx, deriva en <<mercancía>> (Grimal, 1981, p. 353).
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personificaba su feminidad y la protegía”, resulta peculiar cómo cada divinidad contribuir a
algún aspecto de la vida humana y en este caso en particular a la vida de las mujeres.
“Jano es uno de los dioses más antiguos del panteón romano” comenta Grimal
(1981, p. 95) y añade que sus historias no se consideran mitos sino como leyendas, además
existen diversas teorías sobre este dios, puesto que algunos lo consideran un dios indígena y
otros como un rey mítico. Un aspecto que resulta importante como parte de la cultura
romana es que fue él el creador de la moneda; a esto habrá que añadir que la moneda
romana tenía en una cara a Jano y en la otra una proa de barco, objeto que se relacionaba
con él. Esta divinidad puede resultar menos conocida pero no menos importante al formar
parte de la historia romana en lo que respecta a su economía.
Otro de los más relevantes y que ha sido de gran inspiración en las obras de arte 7 es
El Amor, quien es hijo de Venus y Marte. Es evidente que existe una relación de similitud
con el dios griego Eros, de acuerdo con Mari Mut (2019, p.3) “tanto en la poesía como en
la conversación cotidiana, es mejor conocido como Cupido, su otro nombre latino”, la
mayoría de las veces es posible relacionarlo con el mito de Eros y Psique, aun con las
variaciones del nombre y es de hecho el más conocido. El Amor ha aparecido en diversas
obras artísticas, ya sea en solitario o a lado de Psique, de cualquier manera, es evidente que
ha contribuido a la historia de la cultura romana ya sea con influencia del Eros griego o
como dios romano.
Hasta el momento se han mencionado a algunos de los dioses romanos más
representativos y aquellos para quienes el panteón de Agripa fue construido, pero antes de
concluir habrá que mencionar a algunos de los que quizá no se habla tanto, que sus
nombres no resuenan inmediatamente cuando se habla de mitología romana.
Uno de ellos es Fauno o Faunus, quien se dice es un dios romano sumamente
antiguo, a quien se le rendía culto por ser protector de los pastores y sus campos. Al estar
relacionado con la naturaleza, habitaba en los bosques y su apariencia era de “naturaleza
doble”, es decir, que la mitad de su cuerpo era humano y la otra, la inferior, era de cabra.
Grimal describe que “la personalidad de Fauno subsistía de manera bastante curiosa,
multiplicándose: los faunos (fauni) son, en la época clásica, genios selváticos y campestres,
7
Una de las obras artísticas más conocidas que refleja un mito clásico es la escultura Psique reanimada por el
beso del amor, del artista Antonio Canova en 1793. Otro ejemplo de que la mitología romana llegó al arte es
con la obra Saturno devorando a su hijo, pintada por Goya en 1820.1823
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compañeros de los pastores” (1981, p. 193), a partir de esta descripción se puede observar
cómo es que un personaje tan antiguo y típico de una sociedad clásica aparezca aún en la
actualidad en historias fantásticas, por mencionar un ejemplo. Hay que añadir que al igual
que otros dioses, se realizaban rituales en nombre de Fauno, uno de ellos era que los
jóvenes corrían casi desnudos o cubiertos con piel de cabra, y azotaban a las mujeres que
estaban cerca, todo con la creencia de que podrían ser fecundas.
La última divinidad de la que se hablará es Flora, diosa de las flores o aquella que
hace crecer los árboles, dado que protegía a la naturaleza. Incluso se le atribuyó un mes de
celebración: el correspondiente a abril del calendario romano. Se le representaba como una
mujer hermosa que iba siempre adornada de flores y en uno de los rituales que se hacían en
su nombre, las casas eran decoradas con flores y las mujeres jóvenes se las colocaban en el
cabello también (Berens, 2009).
Para concluir, abarcar a los dioses restantes sería una tarea laboriosa y extensa, por
el momento se repasaron a los más conocidos y unos cuantos que no lo son tanto, sobre
todo para demostrar que las deidades romanas son tantas como las griegas o de cualquier
otra mitología y que, a pesar de tener un gran parentesco con la cultura antecesora, y que se
podría hacer una comparación entre la asimilación de deidades, las romanas poseen rasgos
que las distinguen y les son propios. Además, algunos de ellos han tenido influencia en la
creación de personajes ficticios como la representación del dios Fauno o Flora; de otros, se
han realizado obras artísticas como de Cupido. La mitología romana contaba con ritos y
tradiciones propios de la cultura romana y al ser un pueblo que logró conquistar vastos
territorios y tuvo un gran impacto en el mundo, me parece apropiado acercarse a parte de su
historia y pensamiento mítico.
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Referencias bibliográficas

Berens, E. M. (2009). The Myths and Legends of Ancient Greece and Rome. Metalibri.

Eliade, M. (1991). Mito y realidad. Editorial Labor.

Gardner, J. F. (1995). Mitos romanos. Ediciones AKAL.

Gonzáles, V. (2001). Historia de la mitología griega y romana. La Editora.

Grimal, P. (1989). Diccionario de mitología griega y romana. Ediciones Paidos.

Mari Mut, J. A. (2019). Nombres, palabras, virtudes y dioses grecorromanos. Ediciones

digitales.

Stroh, W. (2012). El latín ha muerto, ¡viva el latín! Breve historia de una gran lengua.
Ediciones del subsuelo.

Zaderenko, I. (s.f.). Per Abbat en Cardeña. Boston University.