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Ibarra Barrón Carlos (1999 Elementos fundamentales de lógica. México, Alambra


) Mexicana.

Escobar Valenzuela. G. (2008 Lógica: nociones y aplicaciones. México, McGraw-Hill.


)
Sentenza, Guido (2010 Tú y la lógica. México, Éxodo.
)
Wiechers Rivero, J.W. (2011 Lógica: texto y cuaderno de trabajo. México,
) Humanismo y sentido.

Tercera forma del logos: El razonamiento (1ª. Parte)

Como miembros del género homo sapiens, dentro de las capacidades que poseemos se
encuentra la del raciocinio, proceso mental individual, subjetivo, propio de nuestra naturaleza
pensante, mediante el que enlazamos ideas para hacer brotar otras, lo cual nos permite
comunicarnos con el mundo exterior o reflexionar sobre nosotros mismos.

El raciocinio conceptual nos remite inmediatamente al campo de la lógica y a nuestras primeras


preguntas: ¿qué es el razonamiento?, ¿cómo se construye?, ¿para qué nos sirve?

Primeramente, cuando expresamos nuestros pensamientos, argumentos o razonamientos, no


emitimos juicios aislados. Generalmente un juicio provoca otro juicio, entre los cuales se
establece una relación. En segundo lugar, así como un montón de conceptos no hace un juicio,
tampoco un montón de juicios deviene un razonamiento. Si decimos: "la vida es maravillosa" y
"Beethoven es un clásico del romanticismo", son juicios, pero sin relación alguna, por lo que no
puede haber tampoco un razonamiento. Para que haya razonamiento se requiere que un juicio
sea consecuencia de otro u otros. El encadenamiento de juicios, como dice Aristóteles, en el que
uno de ellos (la conclusión) se deduce del otro u otros (llamados premisas) es el razonamiento.

Ahora bien, para que haya razonamiento, para construirlo, hay dos condiciones básicas:
1ª. Que entre los juicios haya orden lógico, de modo que se den las premisas y después la
conclusión.
2ª. Que haya conclusión; es decir, que no se trate de un proceso arbitrario, sino que la
conclusión resulte de la relación que hay entre los juicios.

Esto es, lo fundamental en el razonamiento es inferir, llegar a una conclusión, a un conocimiento


nuevo a partir de otros juicios llamados premisas, que ya conocíamos. Así, la palabra inferencia
es clave del razonamiento; pues efectivamente, cuando elaboramos un razonamiento inferimos,
obtenemos o sacamos una conclusión que se deriva necesariamente de otros juicios o premisas.
Inferir, es pues, sacar como consecuencia una cosa de otra.
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La naturaleza del razonamiento


Al igual que los juicios, el razonamiento tiene sus propios elementos que lo caracterizan, estos
elementos son: la materia o contenido y la forma del razonamiento.

La materia o contenido del razonamiento


Como su nombre lo indica, se refiere a todo aquello que contiene un razonamiento o raciocinio.
Si la analizamos, vemos que contiene premisas formadas a su vez por conceptos y juicios, que
pueden ser de diversos tipos (singulares, particulares, universales, etc.). Y a su vez, los juicios
están formados por conceptos.

La forma del razonamiento


La forma o estructura de un razonamiento se refiere a la manera como se disponen o arreglan
los juicios para hacer una inferencia y es que el material con que trabaja el razonamiento lo
constituyen los juicios, sin embargo, es importante que entiendas que no toda unión de juicios
forma razonamientos. En sí, para que el razonamiento sea considerado como tal, debe contener
algunas premisas (juicios) que relacionadas lógicamente entre sí nos permitan llegar a una
conclusión.

La forma de un razonamiento está determinada, como se ejemplifica a continuación, por dos


premisas (juicios) denominados antecedente, y por un tercer juicio llamado conclusión.

Elementos del razonamiento


1. Premisas o juicios (Antecedente)
2. Término de enlace o relacionante (Simbolizado como∴ )
3. Conclusión (Consecuente)

Con estos elementos podemos formar razonamientos que reciben el nombre de "razonamientos
deductivos", y que podemos esquematizar de la siguiente forma:

"Todos los A son B" (Antecedente)


"C es A"
∴"C es B"
(Consecuente)

Ejemplo:
"Todos los fantasmas son invisibles" (Antecedente)
"Gasparín es un fantasma"
∴" Gasparín es invisible"
(Consecuente)
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Razonamiento y argumento
El razonamiento se da en el plano intelectual, y si no lo hablamos o lo escribimos se queda ahí.
De la misma manera que el concepto tiene su expresión gramatical correspondiente (el término
o palabra), lo mismo el juicio (enunciado o proposición), así también el razonamiento necesita
del argumento para poder ser expresado, por lo tanto, todo razonamiento se expresa,
gramaticalmente hablando, por medio de un argumento.

Validez e invalidez de los razonamientos


Cuando estudiamos al juicio vimos que éste, para ser tal, tenía que ser necesariamente
verdadero o falso. El razonamiento, en cambio, es una relación de juicios que no es ni verdadera
ni falsa, sino correcta o incorrecta, válida o inválida. Esto significa que puede haber
razonamientos falsos, pero formalmente correctos; es decir, que al analizarlos nosotros
podemos darnos cuenta que en ellos la conclusión deriva lógicamente de las premisas o del
antecedente. De esta manera, se llama razonamiento válido cuando el consecuente se obtiene o
infiere correctamente del antecedente.

Si bien los razonamientos no son en sí verdaderos o falsos, sino válidos o inválidos, lo ideal es
que se construyan a partir de juicios verdaderos para obtener conocimientos nuevos e
igualmente verdaderos; pero que además estén correctamente formulados como exige la lógica,
esto es, que sean válidos. Teniendo en cuenta esto, se dice que un razonamiento no es válido si
siendo verdaderas las premisas, la conclusión resulta falsa; si esto no ocurre, entonces se puede
decir que el razonamiento es válido.

Tipos de razonamiento
Como seres racionales no sólo podemos razonar sino que nuestra propia naturaleza nos lleva a
ello. El razonamiento nos es útil para enfrentamos al mundo, nos ayuda a no a aprender de
memoria y aplicar mecánicamente, sino a entender la ilación o encadenamiento de
determinadas proposiciones; a aplicar nuestras inducciones y deducciones de manera
consciente.

El razonamiento, como pensamiento abstracto, nos permite obtener de unos conocimientos,


otros, sin recurrir directamente a la experiencia, a las indicaciones de los sentidos. Por ejemplo,
el médico diagnostica, partiendo de los síntomas, el carácter de la enfermedad; mediante
cálculos matemáticos se corrige la trayectoria de vuelo de una nave espacial, etcétera. En suma,
el método de trabajo intelectual más elevado, como es el de la ciencia, es el producto más puro y
refinado del razonamiento.

Existen varios tipos de razonamiento. El razonamiento deductivo, el más usual, consiste en partir
de lo general para llegar a lo particular. El razonamiento inductivo va de lo particular a lo general.
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Y el razonamiento analógico consiste en trasladar las propiedades de un objeto ya conocido a


otro que tratamos de conocer y le es semejante o análogo.

Razonamiento deductivo
Es todo razonamiento en que se exige que la conclusión se siga o se desprenda necesariamente
de las premisas. Va de lo general lo particular, o sea, de lo universal a lo individual.

Ejemplo:
El hecho de salir con impermeable y paraguas en un día nublado en época de lluvias es un
ejemplo de deducción, ya que es muy probable que llueva.

Razonamiento inductivo
A diferencia del deductivo la conclusión no se sigue necesariamente de las premisas, sino que va
de la observación de casos particulares establecidos en las premisas para concluir en una
generalización. Esto es, va de lo particular a lo universal.

Un ejemplo de razonamiento inductivo sería:


La plata es buena conductora de la electricidad
El aluminio es buen conductor de la electricidad
El oro es buen conductor de la electricidad
La plata, el aluminio, y el oro son metales ∴todo metal es buen conductor de la electricidad.

Razonamiento analógico
Parte del conocimiento de dos o más objetos. En términos generales, la analogía consiste en
atribuir a un objeto que se investiga, las propiedades de otro objeto análogo ya conocido. Por
esta razón, en este tipo de razonamiento no hay preservación de la verdad, es decir, puede llevar
a una conclusión errónea.

Algunos ejemplos por analogía y que nos podrían conducir a conclusiones erróneas serían:

1. La Tierra está poblada por seres vivos


La Tierra es un planeta ubicado en el sistema solar
Marte es un planeta ubicado en el sistema solar
∴ Marte también debe estar poblado por seres vivos.

2. Los girasoles cambian su posición respecto a la luz del sol


Los girasoles son flores
Las rosas también son flores
∴ Las rosas también deben cambiar su posición respecto a la luz del sol
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