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El nuevo orden económico

internacional.
Rodrigo Gil Llorente. Grado de Relaciones Internacionales. Grupo 3.1

Índice
Introducción 1
Contextualización general 2
2.1. Bipolaridad y Guerra Fría 2
2.2. Aparición de nuevos estados 3
2.3. El imperativo de la cooperación económica internacional 3
La dimensión monetaria 4
3.1 El sistema Bretton Woods y el FMI 4
La dimensión financiera 5
4.1. El Banco Mundial 6
La dimensión comercial 6
5.1. El GATT y el intento de crear la OIC 6
Análisis crítico 8
Bibliografía 9

1.Introducción
Este trabajo se propone analizar la estructura del orden económico internacional
que se crea tras la Segunda Guerra Mundial. No hablamos de “reconfiguración”, ni
de “reformulación”, ya que apenas había nada que reformular en materia de
instituciones de control y supervisión de la economía internacional, como se
evidencia en el Crack del 29, antes de 1945. Antes de pasar a un estudio a fondo de
este nuevo orden, sin embargo, hemos de realizar una breve contextualización
histórica para situarnos en el clima de la época. Esta contextualización pasará por la
explicación de tres fenómenos vitales para la economía internacional: La aparición
de un sistema bipolar con dos grandes centros político-económico-ideológicos, la
aparición de nuevos estados y actores en la escena internacional a raiz de la
descolonización incipiente, y por último, el imperativo de cooperación internacional
en materia económica. Una vez situada la cuestión en su contexto, dividiremos el
objeto de estudio en tres dimensiones: una dimensión monetaria, otra financiera y

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una comercial. Dentro de cada dimensión se estudiarán las nuevas instituciones
creadas para regular cada ámbito, y se analizarán las dinámicas que tienen lugar en
cada rama de la economía, para así poder finalmente realizar un análisis comparado
del contraste entre el nuevo orden económico y el previo caos individualista.

2.Contextualización general
Antes de hablar de la estructura propiamente dicha del nuevo sistema que se
establece tras la Segunda Guerra Mundial, es necesario entender lo que la guerra
supuso en 3 ámbitos específicos. Para llegar a esta contextuaización, se hará uso
de las aportaciones de Rosario Green en su obra “El nuevo orden económico
internacional” en la revista Foro Internacional.

Green nos habla del impacto de la nueva estructura política y económica que
comienza a germinar tras la Segunda Guerra Mundial en tres frentes muy
delimitados. Estos tres espacios son esenciales para pincelar un cuadro general de
la cuestión, e incluyen: La bipolaridad en la Guerra Fría, la aparición de nuevos
estados y el imperativo (formal) de la cooperación económica internacional.

2.1. Bipolaridad y Guerra Fría


Es bien sabido que la violencia generalizada que tiene lugar en la Segunda Guerra
Mundial entre las grandes potencias es sucedida por una época de tensión y
rivalidad entre las dos superpotencias que emergen, Estados Unidos y la Unión
Soviética. La Guerra Fría no se dio meramente por el hecho de que existen dos
gigantes con ambiciones políticas similares, tuvo lugar por el enfrentamiento a
practicamente todos los niveles de dos sistemas muy diferenciados. Hablamos de
diferencias en los modelos políticos, sociales, culturales y económicos. Lejos de
hacer un análisis extensivo de la Guerra Fría, nos centraremos en el impacto de la
bipolaridad en el ámbito económico.

Un sistema bipolar es aquel que gira en torno a dos núcleos de atracción. Los
sistemas económicos propuestos por cada superpotencia resultan aritméticamente
opuestos e incompatibles. El modelo soviético defiende la colectivización, la
expropiación de los medios de producción, la intervención del estado como ente
planificador, y una supresión de la individualidad en un sistema de partido único,
mientras que el modelo estadounidense defiende las libertades individuales frente al
colectivo, la democracia liberal, una intervención mínima del estado en la economía
y el laissez faire.

Todo esto resulta de gran relevancia al analizar la reconfiguración del orden


internacional, ya que a pesar de sus diferencias, tanto Estados Unidos como la
Unión Soviética coincidian en el carácter expansivo de sus modelos económicos e
ideológicos. Así pues, no asistimos a un conflicto entre dos estados, sino a una

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división del planeta en bloques económicos e ideológicos, lo cual condicionará sin
duda las estructuras e instituciones económicas que se formaran, especialmente
teniendo en cuenta el nuevo mapa mundial descolonizado…

2.2. Aparición de nuevos estados


La Segunda Guerra Mundial muestra una vez más que las potencias imperiales no
son tan distintas de las colonias, evidencian que los invencibles estados europeos
necesitaron ayuda de las colonias para vencer al nacismo. Este fenómeno, sumado
a la tensión que se venía arrastrando en algunas metrópolis con sus colonias hace
que las décadas posteriores a 1945 sean testigos de oleadas masivas de
movimientos descolonizadores y a la extinción de los imperios como eran
entendidos hasta entonces.

La India será uno de los primeros estados en adquirir su independencia en este


contexto, y marcará sin duda un precedente en su región, y en la región de África.
Siguiendo el ejemplo de la "joya de la corona", y amparados en el principio de
autodeterminación de los pueblos recogido en la carta de las naciones unidas, los
imperios europeos se desintegran, y el número de actores independientes en la
escena internacional aumenta dramáticamente.

Así pues, tras la segunda guerra Mundial, las relaciones internacionales ya no son
"un pequeño club privado de naciones occidentales" (Green, R. p.495). Este
fenómeno tiene obvias repercusiones para la creación del nuevo orden económico
internacional, pues la suma de este elevado número de actores con el grado de
interconexión generado en el período de entreguerras, y exacerbado con la segunda
guerra mundial, evidencian la necesidad de reorquestrar la estructura económica del
sistema internacional.

2.3. El imperativo de la cooperación económica internacional


Uno de los factores clave al hablar de antecedentes de la Segunda Guerra Mundial
es sin duda las causas, gestión, y consecuencias de la gran depresión tras 1929.
Tras la crisis, los estados aplican medidas proteccionistas, restringen el comercio
internacional, y se vuelven herméticos. Este encierro sobre si mismos no hizo más
que aumentar las tensiones y desconfianza entre Estados en los momentos previos
al estallido de la guerra.

Así pues, se plantea la necesidad de establecer reglas que fomenten la cooperación


económica entre Estados, una tarea nada sencilla. Podría decirse que este
imperativo formalmente proviene de el principio de autodeterminación de los
pueblos. Si bien este principio, y los demás principios descolonizadores, tiene un
claro componente politico-social, desde un prisma económico puede apreciarse que
este busca también establecer lazos económicos en igualdad de condiciones entre
las antiguas metrópolis y sus colonias.

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Esta es la explicación formal del imperativo, ahora será necesario centrarnos en su
aspecto y aplicación práctica. En la praxis, la aplicación del principio de cooperación
económica es impulsado tanto desde los nuevos estados "subdesarrollados" como
desde las potencias y superpotencias. Los nuevos estados tienen, en su mayoría,
estructuras productivas coloniales. Esto es, presencia de monocultivos,
dependencia casi total de sus economías de los mercados internacionales, y una
escasa infraestructura industrial o de comunicaciones más allá de la explotación de
sus materias primas para su posterior exportación. De esta manera, los países
subdesarrollados necesitan que haya comercio y haya cooperación económica,
pues sus economías no están diseñadas para el autoabastecimiento. Las potencias
por otra parte, se benefician enormemente de este sistema, pues la dependencia del
tercer mundo de sus productos manufacturados hace atractiva la importación de
materias primas a buen precio

En lo que a la cristalización del imperativo, es necesario mencionar brevemente la


conferencia de Bretton Woods, que se desarrollará más adelante. En esta
conferencia, se crean el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que
serán dos de las grandes bases del nuevo formato de cooperación económica que
tendrá lugar tras la guerra.

3.La dimensión monetaria

3.1 El sistema Bretton Woods y el FMI


El sistema Bretton Woods recibe su nombre por la conferencia que tuvo lugar en
1944, momento en el que la dirección de la guerra ya era clara, y era el momento de
diseñar el nuevo orden mundial. Si bien en Bretton Woods no se crea un sistema
único y homogéneo, si se dan los primeros pasos hacia una institucionalización de
la economía internacional liderada por Estados Unidos.

En primer lugar, debemos entender el nuevo patrón monetario que se establece en


Bretton Woods, y para ello debemos comprender el patron de cambio oro que está
vigente hasta antes de la Segunda Guerra Mundial. La prohibición de la exportación
de oro de las reservas nacionales tras la Primera Guerra Mundial supuso la caída
oficial del tradicional patrón oro. La nueva fuente de financiación de la economía
nacional pasaría a ser la emisión de moneda y el crédito bancario, aplicando un tipo
de interés variable y arbitrario, lo cual desestabilizaría considerablemente la
economía mundial. En la segunda mitad de la década de 1920 se implementa un
nuevo patron de “cambio oro”, en el que las divisas internacionales respaldadas por
oro tienen un gran peso y valor en un sistema inflado por el crédito. El gran
problema de este patrón fueron las “guerras de monedas”, devaluaciones
constantes de la moneda para fomentar las importaciones y “exportar el desempleo”

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para así “empobrecer al vecino” en una dinámica de competencia desleal (Quibar, B.
2016).

Tras la Segunda Guerra Mundial se busca corregir los errores de la política


económica del pasado mediante la creación de un nuevo organismo multilateral y un
nuevo conjunto de reglas: El fondo monetario internacional (FMI) y el “sistema
Bretton Woods”. Los nuevos objetivos de la política monetaria internacional serán
los siguientes: promover el pleno empleo, la estabilidad de precios, promover el
equilibrio en la balanza de pagos de cada estado, a la par que se fomentaba el
comercio internacional. (Quibar, B. 2016) Así pues, se establece una vuelta
matizada al patrón oro. Cada estado miembro del FMI debería fijar su paridad
monetaria en relación con el dólar o el oro, con un tipo de cambio fijo respecto al
dólar, que a su vez tenía también un tipo de cambio fijo respecto al oro.

Asistimos, pues, a una reformulación completa del concepto de política monetaria


internacional. Esto quedará plasmado en un nuevo papel de protagonismo, frente a
su identidad pasada que no era mas que la suma de las políticas monetarias de los
distintos estados. Esto fue posible gracias a las cuotas en divisas y oro que debían
pagar los países miembros para formar parte del fondo, lo cual otorgaba
considerables recursos al mismo para operar con independencia e instrumentos
propios.En resumidas cuentas, el Fondo Monetario Internacional “fue originalmente
concebido como institución internacional complementaria del acuerdo de tipos de
cambio fijo establecido en 1945. Debia proveer financiamiento de corto plazo para
suavizar el ajuste de desequilibrios de balance de pagos yfacilitar la autonomia de
las politicas macroeconomicas nacionales. Los sujetos del acuerdo eran Estados
Unidos y los paises europeos.” (Frenkel, R. 2009)

4.La dimensión financiera


La gran depresión de 1929 evidenció la necesidad de regular los distintos sectores
de la economía para evitar desastres globales, el sector financiero no era una
excepción. El crédito a nivel internacional e interbancario puede ser una herramienta
peligrosa, pues si bien tiene la capacidad de revigorizar economías enteras, también
tiene la capacidad de hundirlas en un momento. Con esto en mente, las recien
creadas Naciones Unidas se proponen crear un “banco de bancos”, crear un nuevo
organismo bancario que tenga la capacidad de mediar en el sistema financiero
internacional para así dotar de estructura y orden al mismo. Esto es lo que lleva a la
creación en la conferencia de Bretton Woods de el Banco Mundial, originalmente
conocido como el Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo, de la
mano del Fondo Monetario Internacional.

El sector financiero desempeñará un papel clave en la reconstrucción del mundo,


pues recordemos que la Segunda Guerra Mundial fue una de las más devastadoras
en lo que a daños materiales se refiere. La Segunda Guerra Mundial deja tras de si

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ciudades enteras arrasadas por bombardeos, como Munich, Berlin, París, Londres
en menor grado, ciudades borradas de la existencia por la bomba atómica, la
infraestructura logística y de transporte se ve gravemente deteriorada en toda
Europa, así como la estructura de la producción industrial. El crédito será un
elemento fundamental de la reconstrucción, pero desde Naciones Unidas se
procurará no cometer los errores del pasado. Dentro de un clima de fomento de la
cooperación y la solidaridad internacional tras la guerra, promovido directamente
desde Estados Unidos Con sus aliados, y la Unión Soviética con los suyos, los
préstamos con condiciones favorables para la reconstrucción, y las ayudas directas
como el Plan Marshall, supondrán una inyección de oxígeno para los estados
europeos que se encontraban en los momentos posteriores a la guerra arrasados y
desamparados.

4.1. El Banco Mundial


Como ya hemos dicho, el Banco Mundial aparece en primera estancia como el ente
responsable de la supervisión y el control de los movimientos e inversiones
financieras internacionales de gran escala. Para hacer esto, en la conferencia de
Bretton Woods se autoriza el establecimiento de un capital de $10 000 000 000 al
Banco Mundial para llevar a cabo su labor de reconstrucción y desarrollo. (Pehle, J.
W. 1946) Esta masiva dotación de capital, sin embargo, no implicaba una gestión
directa por parte del banco de toda inversión en el extranjero, sino que su función
será la de estimular la inversión privada a través de la concesión o garantía de
prestamos a grandes empresas y a gobiernos nacionales. El banco será su propio
juez a la hora de estimar que inversiones son rentables, y que prestamos son los
más beneficiosos para todas las partes. En lo que a inversiones directas por parte
del banco se refiere, estas están limitadas a un 20%de su capital, lo cual actúa
como barrera límite de su poder financiero (Pehle, J. W. 1946). Como otra nota
procedimental, es necesario el consentimiento del estado cuya moneda está
involucrada a la hora de realizar un préstamo, para asi prevenir un drenaje de
divisas y reservas de este estado. (Pehle, J. W. 1946)

El Banco Mundial será sin duda uno de los actores clave en las décadas venideras,
y junto con el Fondo Monetario Internacional será uno de los grandes pilares del
“milagro” de la reconstrucción europea tras la guerra. El banco mundial supone un
gran cambio en el mundo financiero, pues por una parte, tenemos un sistema más
justo, en el que existe un organismo independiente que puede encargarse de
realizar prestamos masivos a gobiernos, pero por otra, la centralización que esto
supone puede llegar a ser peligrosa. Esta labor ya no está en manos de los
banqueros nacionales, que, como ya realizaron antes del Crack del 29, otorgan
préstamos basándose en lazos de parentesco y no bajo un criterio racional. Por otra
parte, sin embargo, es peligroso que un organismo de tal calibre tenga capacidad
discrecional tan clara como para actuar como un ente privado. Si el banco no tiene
en cuenta factores como crisis humanitarias, o necesidades de la población, la guia

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exclusiva de la racionalidad económica y posible rendimiento de las inversiones le
llevará a cometer tremendas injusticias.

5.La dimensión comercial

5.1. El GATT y el intento de crear la OIC


La década de 1930 fue un punto de reflexión a posteriori de gran importancia para
los países vencedores de la guerra. Todos ellos habían contemplado como el
aislacionismo, el proteccionismo, y la exaltacion de lo nacional frente a lo extranjero
había derivado en un absoluto desastre, y se preguntaban que era lo que había ido
mal. En un mundo globalizado, hiperconectado e interrelacionado, obstaculizar el
comercio internacional era una operación suicida. Así pues, los países vencedores
occidentales, todos ellos democracias capitalistas de mercado por supuesto,
plantean el imperativo de la cooperación del comercio internacional como un
elemento esencial de preservación de la democracia. El caso de la Unión Soviética
es bien sabido que apoyará un modelo económico completamente distinto, por lo
que no será partícipe en la misma manera que el resto de los vencedores de este
proyecto de expansión comercial, sin embargo llevará a cabo su propio modelo de
este fenómeno internacional.

El “GATT” no es más que el General Agreement on Tarifs and Trade, un acuerdo


arancelario y aduanero. Su gran objetivo era el de facilitar la actuación de la
empresa en un entorno comercial internacional estable y predecible que facilitase el
intercambio. El GATT nace en una conferencia en Ginebra en 1927, en el que firman
el tratado 23 partes contratantes. Estos 23 actores que firman son los mismos que
luego redactarían un año antes la carta de la Organización Internacional del
Comercio. Esto significa que el GATT es el “instrumento provisional que permitía
poner en vigor las disposiciones de política comercial de la OIC” (Barreiro, D. 1998).

El mismo año que se firma el GATT, 59 países se reunen en la Habana para concluir
la creación de la Organización Internacional del Comercio, que debía ser el tercer
pilar, junto con el FMI y el Banco Mundial de la economía internacional. El proyecto
era sin duda ambicioso, pues no establecía unicamente disposiciones sobre
aduanas y circulación de mercancías, sino que también incluía “normas en materia
de empleo, convenios sobre productos básicos, prácticas comerciales restrictivas,
inversiones internacionales y servicios” (OMC, s/f). Los mismos 23 países se reunen
en 1947 en la Habana y se proponen materializar el proyecto de la OIC. Pese a la
aprobación de la carta en 1948, sin embargo, su ratificación resultará especialmente
forzosa en algunos países, quizás en el que más en Estados Unidos. Estados
Unidos, que había sido uno de los grandes impulsores de la creación de la
Organización Internacional, no llegó si quiera a proponer el tratado constitutivo ante
su congreso para la ratificación del mismo. Esto se debe a que, a pesar de la

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voluntad generalizada de cooperar económicamente, el principio de soberanía
estatal sigue siendo rey, especialmente en los inicios de la Guerra Fría. Así pues, la
ratificación de la carta hubiese supesto una pérdida de la ventaja competitiva de la
que disponía Estados Unidos tras la guerra al ser el director de orquesta de la
economía internacional. Una vez Estados Unidos decide no ratificar el acuerdo, el
proyecto muere instantaneamente, y en su lugar permanecerán las laxas
regulaciones aduaneras del GATT de manera provisional pero indefinida.

6.Análisis crítico
Habiendo llevado a cabo esta exposición de las distintas dimensiones que
componen el conjunto que hemos denominado “nuevo orden económico mundial”,
nos encontramos en condiciones de llevar a cabo un análisis más interpretativo para
asi llegar a una serie de conclusiones.

Si algo es evidente en todos los planteamientos institucionales que hemos


mencionado, es que existe una voluntad generalizada de pasar página. Es posible
que la Segunda Guerra Mundial llegue justo cuando el trauma de la primera estaba
empezando a ser procesado, la incapacidad de reconocer y actuar sobre ese
trauma, sin embargo, es lo que finalmente hizo que hubiese una Segunda Guerra
Mundial. El factor económico fue determinante en el período anterior, y estaba claro
que también lo sería en la construcción de este nuevo futuro. Así pues, los
vencedores se propondran hacer las cosas de manera distinta esta vez, dandole
mas competencias a la recién creada ONU, y haciendo un esfuerzo por adaptar
algunas de sus preferencias y prácticas históricas a los nuevos tiempos.

Sería ingenuo, sin embargo, pensar que todo lo que sigue a la Segunda Guerra
Mundial es paz y armonía entre los estados, puesto que la segunda década del siglo
XX demostró ser violenta y sangrienta en su propio derecho. A lo que nos referimos,
sin embargo, es a la homogeneización, a los inicios de la cooperación internacional
bajo el paraguas de las Organizaciones Internacionales, dentro de los dos bloques
en los que se divide el mundo.

Este último punto es de vital importancia, pues hay que entender que la cooperación
se da dentro del bloque, y se da de la mano del fuerte incentivo de una
superpotencia. Esto es así en el caso del bloque comunista, liderado por la URSS,
que planteará numerosos programas de ayudas y de comercio con sus estados
satélite, y será así con el bloque eestadounidense. En este trabajo nos hemos
centrado en el bloque occidental, puesto que las instituciones de este han sido las
que han acabado por extenderse en mayor medida y por afectar a un mayor número
de países. Así pues, es necesario recordar en todo momento que el espíritu de
cooperación internacional no puede reducirse a un impulso altruista y solidario, pues
detrás existen toda una serie de complejos intereses que giran siempre en torno a la
propia idea de estado.

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Resulta interesante hacer el ejercico de comparar el cosmos económico antes y
después de la Segunda Guerra Mundial, para ver qué fallo y cómo en cada caso. El
hecho de que en el período de entreguerras no se consolidase una
institucionalización homogénea en el plano económico y tras la guerra sí, se explica
gracias al papel de Estados Unidos en cada contexto, de la mano de la estructura
de poder a nivel internacional en cada caso. Estados Unidos emerge de la Segunda
Guerra Mundial como superpotencia indiscutida junto con la Unión Soviética. El
lanzamiento de las bombas de Hiroshima y Nagasaki es el escenario sobre el que el
país americano trepa y proclama su nuevo estatus al planeta. Tras la Primera
Guerra Mundial, sin embargo, el propio estatus de Estados Unidos como potencia
podía ser puesto en duda. Del mismo modo, antes de la guerra, el poder se
encontraba mucho más disperso, pues se repartía entre los imperios coloniales
europeos, una Alemania muy industrializada, Estados Unidos, Italia… Sin ningún
actor claramente por encima de los demás. Tras la Segunda Guerra Mundial, sin
embargo, existen dos actores que están a una distancia kilométrica del resto, por lo
tanto su capacidad de actuar discrecionalmente será mayor, igual que su capacidad
de modelar el sistema y el entramado institucional a su medida.

Esto es evidente en la configuración del nuevo orden económico como lo


conocemos, pues en su totalidad son una serie de instituciones diseñadas en
Estados Unidos (Bretton-Woods), en muchos casos con una gran participación de
pensadores estadounidenses, plenamente apoyadas y promocionadas por Estados
Unidos, que si no tenían el apoyo del gigante norteamericano no tenían forma de
salir adelante (la Organización Internacional del Comercio). Resulta interesante,
pues, el hecho de que Estados Unidos se alzá como el gran abal y promotor del
nuevo sistema económico, legitimado por su nuevo estatus de superpotencia.

9
7.Bibliografía
Frenkel, R. Avenburg, A. (2009). Los cambiantes roles del Fondo Monetario
Internacional y América Latina. Desarrollo Económico, 49 (194), 179–201.
http://www.jstor.org/stable/25702548

Green, R. (1975). El nuevo orden económico internacional. Foro Internacional, 15(4


(60)), 493–535. http://www.jstor.org/stable/27754248

Organización Mundial del Comercio (s/f). Los años del GATT, de la Habana a
Marrakech. Visitado 17/10/2021.
https://www.wto.org/spanish/thewto_s/whatis_s/tif_s/fact4_s.htm

Pehle, J. W. (1946). The Bretton woods institutions. Yale Law Journal, 55(5),
1127-1139.

Quibar, B. Javier, A. (2016) Sistemas monetarios internacionales y guerras de


monedas: una perspectiva histórica. Cátedra Economía Internacional Monetaria

Sánchez, R. (2005) Juan Sardá y la Política monetaria del plan de estabilización.


Universidad de Sevilla.
https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/59977/Juan_Sarda_y_la_politica_monetari
a.pdf?sequence=1

Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales.


Instituto de Relaciones Internacionales. (1998) Instituciones económicas y del
comercio internacional. Barreiro, D. Capítulo 5. Del GATT a la Organización Mundial
del Comercio.
http://catalogo.jursoc.unlp.edu.ar:9090/cgi-bin/wxis.exe/iah/scripts/?IsisScript=iah.xis
&lang=es&base=biblo&nextAction=lnk&exprSearch=DELIA%20BARREIRO&indexS
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