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MUJERES SILENCIADAS EN LA EDAD MEDIA

(ADAPTACIÓN)

Durante muchos siglos y en numerosas culturas, las mujeres han sido meras sombras del hombre, y su papel estaba
relegado a las tareas del hogar, al trabajo de subsistencia y al cuidado de los hijos. Sin embargo, no fueron pocas las
mujeres que consiguieron salir de ese círculo y hacer otras cosas, esas cosas “de hombres” que les estaban vetadas, y
que aportaron mucho a su sociedad y al mundo. Fueron escritoras, místicas, médicas e incluso constructoras, pero
sus vidas apenas se estudian en los libros de historia.

Se hace necesario rescatar algunas de esas figuras fascinantes que brillaron con luz propia en un periodo especialmente
oscuro: la Edad Media. Fue en ese momento cuando el cristianismo comenzó a institucionalizarse y adoptar ideas
misóginas y de sometimiento. Dos modelos de mujer: Eva, la pecadora, la tentación, de quien todas las mujeres somos
hijas y por tanto no tenemos salvación. En el otro extremo, María: un ideal de pureza y virginidad inalcanzable. Las mujeres
molestaban a los padres de la Iglesia, y eran seres incompletos, imperfectos, analfabetos e incultos. Sin embargo,
muchas de las figuras que destacaron en el medievo fueron religiosas y místicas, algo que no es de extrañar ya que en los
monasterios, al menos durante un tiempo, las mujeres gozaron de cierta libertad de movimiento al margen de los hombres,
y muchos conventos femeninos funcionaban como verdaderos feudos en los que las abadesas hacían y deshacían
a su antojo.

Algunas mujeres de la época se negaron a vivir según lo que se esperaba de ellas. Tuvieron un camino difícil, pero
consiguieron grandes cosas, y con sus vidas fueron fuente de inspiración para otras muchas mujeres.

Por ejemplo:

1. Hildegarda de Bingen:

No tenía nada que envidiar a Leonardo da Vinci, de hecho, entre sus iluminaciones nos
encontramos con una figura que recuerda mucho al famoso hombre de Vitruvio recreado
por el genio renacentista tres siglos después.

Hildegarda escribió libros de medicina y ciencias naturales, tuvo hermosas visiones


místicas y compuso temas musicales que se alejan de los cánones
tradicionales. Hildegarda se ganó el respeto y admiración de los grandes hombres de
su época, papas y emperadores acudieron a ella para pedirle consejo.

2. Cristina de Pizán:
No solo fue escritora: además consiguió vivir de ello y así sacar adelante a su familia
tras la muerte de su marido. Su obra más famosa es “La ciudad de las damas” y se
considera el primer libro feminista de la historia. En el recrea una ciudad alegórica a
partir de sus disquisiciones con otras tres damas: Razón, Justicia y Derechura. En
ella demuestra que las mujeres no nacieron solo para dedicarse a las tareas del
hogar, y para ello rescata las biografías de personajes femeninos míticos del
pasado.

3. Trotula de Ruggiero:
Fue la médica más famosa de las mujeres de la Escuela de Salerno, un centro de saber laico que permitía la
presencia femenina. Escribió diversos tratados sobre ginecología y obstetricia que se han consultado por médicos
de toda Europa durante muchos siglos después.
4. Lubna de Córdoba

Fue, sin duda, una de las primeras intelectuales andalusíes que se conocen. Aunque
nació como esclava, Lubna en seguida llamó la atención del califa Al-Hakam II, que la
contrató como secretaria y escriba. Terminó dirigiendo la Biblioteca Real de Córdoba e
impulsando junto a Hasdai ibn Shaprut la Biblioteca de Medina Azahara.

5. Matilde de Magdeburgo

Matilde de Magdeburgo fue una mística alemana autora del libro La luz resplandeciente de
la divinidad, y además acabó convirtiendo el convento de Helfta en uno de los centros más
famosos del misticismo medieval femenino.Matilde fue criticada por, además de ser mujer,
escribir su obra en un idioma vulgar que no era el latín. Se cree que Dante, en su Divina
Comedia, dedicó un pequeño homenaje a esta mística medieval en el personaje de
Matelda.

6. Herrada de Landsberg

Hablamos de una abadesa que embarcó a las monjas de su convento en toda una aventura
intelectual: escribir una enciclopedia que recopilaba todo el saber conocido hasta el
momento. Esta obra se llama Hortus deliciarium (El jardín de las delicias) y tiene 324
páginas. Además, fundó una comunidad de canónigos, otra de monjas y un hospital.

7. Sabine von Steinbach

Aunque se sabe poco de esta mujer, muchos piensan que sería la hija de Erwin von
Steinbach, maestro constructor de la catedral de Estrasburgo. Sabine se habría formado
como escultora y pintora en el taller de su padre, y a ella se le atribuyen las esculturas de
Iglesia y Escultura en la citada catedral.

8. Jacobe Felicié

En la Edad Media la aportación de las mujeres en el campo de la medicina se limitaba a asistir los
partos y poco más. El caso de Jacobe Felicié es paradigmático, ya que ejercía como médico y
además cobrara por sus consultas, es decir: era una profesional. Debido a esto, Jacoba fue
juzgada por un tribunal universitario, obligada a pagar una multa y amenazada de excomunión.

Texto tomado de y adaptado de: https://www.muyinteresante.es/historia/31212.html

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