Está en la página 1de 6

MUJERES SILENCIADAS EN LA EDAD MEDIA

Siempre consideré la edad media como una época oscura pero definitivamente había una parte
casi nula de luz, un agujero negro que cubría y absorbía cualquier luz femenina, las mujeres y los
hombres no vivían en la misma oscuridad.

“Me preguntaba cuáles podrían ser las razones que llevan a tantos hombres, clérigos y laicos a
vituperar a las mujeres, criticándolas, bien de palabra, bien en escritos y tratados”, así como
Cristina Pizán, exponente femenino que nombraré más adelante, yo tengo la misma duda.

El hombre siempre ha tenido miedo a lo desconocido, a aquello que no puede entender, ni


controlar, sin embargo no hay una época en la historia con mayor temor que la edad media, una
época cubierta por un manta de supersticiones y miedos, con una cortina de humo llamada
religión; sin embargo, había un ser mítico y extraño, un ser capaz de crear vida, de alimentar con
su propia carne sin morir, de sangrar y sufrir fuertes dolores, de provocar a los hombres
sensaciones instintivas, un ser engañoso, con una capacidad de persuasión y alta retórica, un ser
enganchador que era fácil de amar, con una conexión natural fuerte, un ser que no sabían si era
un ángel o un demonio, ese ser era la mujer y por la falta de control que había sobre esta fue
preferida la segunda opción.

A la religión no le costó mucho mostrar a la mujer como poco más que una reencarnación del
mismo satanás, las santas escrituras, manual del mundo por aquel entonces, le pusieron en
bandeja de plata al referente perfecto, Eva, símbolo de la maldad femenina que solo podía ser
contrarrestada con una perfección tal, que la única que podría alcanzarlo sería la virgen María, la
cual también fue invisibilizada al reducirla a su pura capacidad reproductiva .

Con este panorama tan desolador, en el auge de estas creencias, nacen miles de mujeres
eclipsadas y absorbidas por el pánico al pecado que estaba sembrado en todas las personas, y
hasta en ellas mismas. Sin embargo, sí hubo algunas, unas cuántas que apenas conocemos, pero
que son la muestra latente de que en la historia no toda la luz femenina fue absorbida por el
agujero negro de su misoginia, y que de no haber existido el limitante de sus prejuicios la historia
estaría plagada de mujeres poderosas que no dejaron brillar.

Hubo algunos papeles que la mujer, obligada a aceptarlos, aprovechó para adquirir
conocimiento, y un lugar en sociedad, uno de esos fue el papel de madre y esposa, el cual era
más sumisión que otra cosa, por la época se crearon manuales para que la mujer pudiera ser una
sumisa perfecta, manuales que ante la sociedad no lograron más que deshumanizar más la
imagen de la esposa y madre y despojarla de la esencia de ser una mujer. Otro papel común en la
época para la mujer es el de religiosa, un rol sumiso pero que le permitía ser un poco más
escuchada, así como lo postula Santo Tomás de Aquino; “Como monja, la mujer es promovida a
la dignidad del hombre, por lo cual se libra de someterse a él”. Se le dio a la mujer un aparente
poder, algo con lo que conformarse, un escalón más arriba de ser simplemente invisible, por lo
que si se esforzaba mucho le darían la posibilidad de verter el vino en la comunión.

Pero entonces, ¿quiénes eran esas mujeres que alegamos fueron silenciadas, qué papel cumplían
en sociedad?

Uno de los papeles que lograron alcanzar fue el de escritoras, así como lo dijo una de las mejores
exponentes; “Si las mujeres hubiesen escrito los libros, estoy segura de que lo habrían hecho de
otra forma, porque ellas saben que se las acusa en falso.” Cristina Pizán sabía de lo que hablaba,
es normal que cuando pensamos en escritores de la edad media, no vengan a nuestra mente
nombres femeninos, sin embargo, eso no quiere decir que no hubo exponentes maravillosos de
dicho género, Cristina, sin ir más lejos, un exponente que creció rodeada de arduo conocimiento,
que escribió e ilustro obras maravillosas, una mujer que destacó muy por encima de sus
hermanos hombres y que vivía silenciamientos machistas hasta por parte de su madre, la primera
escritora profesional de la historia fue reafirmada con su obra sobre Carlos V. Pero Cristina no
fue la única, encontramos también a Teresa de Cartagena, ella aprovechó todo el conocimiento
que se le proporcionó y adoptó rápidamente un puesto de religiosa con el que tenía un poco más
de libertad, sin embargo en este proceso quedó sorda, tema que plasmaría en su obra “La
arboleda de los enfermos”, esta fue una obra revolucionaria, ya que Teresa tenía dos rasgos que
la hacían un ser demoniaco, ser mujer y ser discapacitada, por lo que no se reconoció que la obra,
excepcional por no ir más lejos, fuera de su autoría. Por lo que decidió construir un alegato en
defensa de la intelectualidad de las mujeres, así Teresa, culpada de plagio y de ser un ente
demoniaco fue la primera mujer en toda la península Ibérica en escribir un tratado a favor de los
derechos de las mujeres. Otra mujer que impactó la época con sus escritos fue Isabel de Villena,
una monja que se aventuró a escribir la biografía de Jesús, en “Vita Christi” no se basó en los
textos oficiales y escribió de mujeres de la vida de Jesús que tuvieron mucha influencia en su
historia, también abogó porque las mujeres debían ser educadas, una educación que añoraba
Laura de Creta, una mujer que se quejaba continuamente de sus “labores como mujer” ya que no
le daban el tiempo suficiente para estudiar, “Uno de los errores de la humanidad es la vergüenza
y disgusto que causan las mujeres enredadas en una maraña de dudas acerca de su capacidad de
conocimiento de las artes humanas, cuando fácilmente podrían adquirir dicho conocimiento con
gran habilidad y virtud”, postulado que Laura construye en sus cartas y escritos. Por otro lado
está Hroswitha de Gandersheim, una mujer erudita, que construía textos históricos, poesía épica,
piezas teatrales y leyendas de santos que se presentaban en conventos, una mujer de la que se
sabe muy poco pero que adoptó las técnicas teatrales y dramaturgia Romana para sus escritos y
obras donde resaltaba a las mujeres como seres dignos de respeto, por otro lado tenemos una
obra con fuerte poder académico, una enciclopedia escrita e ilustrada por todo un convento y
obra dirigida por Herrada de Landberg en la que se plasma todo el conocimiento de la época, una
abadesa escritora, académica, profesora e ilustradora que le dio conocimiento y poder a muchas
mujeres para almacenar todo el conocimiento que había en la época. Por último, sin decir que no
hay más escritoras que deban ser reconocidas, quiero resaltar a Ana Comnena hija del emperador
Alejo I, fue una mujer inteligente que deseó y perdió el trono contra su hermano, fue la primera
historiadora conocida que escribe “La Alexiada” una de las principales fuentes para conocer la
historia de Bizancio en la época de la primera cruzada.

En otras artes me remito a hablarles de ilustradoras de manuscritos, ya habiéndoles mencionado


a Herrada o a la conocida Hildegarda hay otras mujeres que se destacaron en la belleza que
plasmaron en sus manuscritos, la mayoría de las mujeres de la época ilustraban a título anónimo,
sin embargo, Diemoth una monja anterior a Hildegarda que estando encerrada en una celda de la
Abadía Wessobrunn copió e iluminó cuarenta y cinco obras, iluminó el evangeliario Códex Hitda
y fue la primera mujer en incluir su autorretrato en su propia obra, otra mujer destacada fue la
monja alemana Guda de Weissfauen quien hizo un retrato que plasmaba la frase; “Guda,
pecadora, escribió e ilustró este libro”, en la obra trabaja por ella “Las Homilías de San
Bartolomé”, por otro lado está Anastasia una de las iluminadoras que no pertenecían a las
órdenes de la iglesia, Anastasia trabajó ilustrando “la ciudad de las damas” obra de Cristina
Pizán por la cual conocemos el nombre de esta mujer.
Otro papel en donde las mujeres se desempeñaron increíblemente fue en la música, cabe recalcar
que para la época no estaba bien visto que las mujeres cantaran, sin embargo, esto no fue un
impedimento para que crearan una fuerte conexión con la música, Hildegarda que proporcionó
importantes obras musicales, pero antes de ella no podemos olvidar a Kassia, considerada la
primera compositora bizantina, Kassia estaba entre las candidatas a novia del emperador Teófilo,
el cual aseguró que las mujeres eran el origen de todos los males, y ella al responderle y
dejándolo en ridículo fue descartada, por lo que se retiró a un convento que ella misma fundó,
allí compuso una obra musical sumamente extensa entre esas un himno dedicado a Maria
Magdalena, una mujer similar fue Tekla quien compuso un extenso kanon dedicado a la virgen y
a otras santas, además está una mujer impresionante en la época llamada la Condesa de Día,
mujer destacada como trovadora de la cual se conserva una canción, la única canción de la época
que conocemos escrita por una mujer llamada a “A chantar m’er de so q’ieu non volria”. Según
la biblia los instrumentos musicales fueron creados por mujeres, las hijas de Caín, y bajo este
argumento la música fue considerada la fuente del pecado.

Yendo hacia un campo de conocimiento distinto, otro rol que ocuparon las mujeres en la edad
media fue el de científicas, en campos como la alquimia, la medicina, las matemáticas, la física,
la construcción y la astronomía. Una de las mujeres más invisibilizadas que quiero recalcar es
Theano, la mujer de Pitágoras la cual escribió tratados sobre matemáticas, física, psicología
infantil y medicina, también escribió la base de la mayor producción de la escuela pitagórica; la
proporción áurea, de lo cual nunca se le dio mérito a pesar de su uso e importancia en el arte,
arquitectura, y ciencias exactas. Otra mujer que nombrar fue Hipatia de Alejandría, una mujer
que se pudo dedicar a las matemáticas, su obra se enfocó en la investigación de las curvas
cónicas y otros descubrimientos de astronomía y física, todos sus escritos se perdieron, sin
embargo, hay aportes en obras de otros matemáticos en los que postuló cosas sobre álgebra,
geometría y cuadrática. Además, también se interesó por la filosofía, la mecánica y la tecnología
práctica al punto que se le ha llegado a atribuir la creación del astrolabio plano, instrumento con
el cual se miden las posiciones de los astros, una mujer asesinada por las ideas del cristianismo,
que nació y murió a inicios de la edad media y siempre fue fiel a sus creencias, religión y
educación. Otra mujer que quiero destacar es Dorotea Bocchi, la cual se graduó como doctora de
la universidad de Bolonia, también Constanza Calenda doctora en medicina de la universidad de
Nápoles, ambas llevadas hasta allí por el buen nombre de sus padres. En términos de medicina
las mujeres tenían fuerte conocimiento sobre ginecología y obstetricia, sin embargo no fue el
único campo donde trabajaron, un ejemplo de esto fue Jacoba Félicié, mujer que según
testimonios fue una doctora excelente, sin embargo, fuertemente atacada y llevaba a juicio
porque al ser mujer no podía ejercer la medicina, en su juicio se manifestó que siguió todos los
protocolos requeridos y que se había desempeñado bien en el cargo, sin embargo, el juicio la
declara culpable, le prohíbe ejercer y le cobran una multa. Este juicio es una de las fuentes más
importantes sobre el rol de la mujer en la época. Situaciones similares vivieron también Johanna
Belota y Margarete von Ypern. Otra doctora importante fue Trótula de Ruggiero una mujer
excepcional encargada de tratar el cáncer, problemas oculares y afecciones de la piel que en toda
su obra y carrera médica se vio envuelta siempre en que todos aseguraran que realmente ella no
era una mujer. Una mujer que me parece muy importante recalcar es Sabine von Steinbach quien
se le atribuye aportes a la construcción de la catedral de Estrasburgo construida por su padre y a
la construcción de la catedral de Magdeburgo construida por su esposo, después de la muerte de
su padre ella continuó con la construcción de la catedral de Estrasburgo y se le considero una
mujer valiente, escultora, constructora y maestra. Por último, me gustaría cerrar, con la poco
conocida Isabella Cortese una escritora, alquimista y médica italiana. Ella escribió el libro “Los
secretos”, tuvo doce ediciones entre 1561 y 1677, y es también su autobiografía, ya que cuenta
de sus viajes por Europa Oriental donde aprendió las artes de la alquimia. Se divide en tres
partes, la primera es sobre remedios a diversas enfermedades, el segundo dedicado los ácidos
sulfúricos y el tercero, a la cosmética.

Con esto que he escrito doy mi granito de arena para quitar la manta que hay sobre el legado de
estas increíbles mujeres y como pudimos ver, la mujer de antes y la mujer de ahora solo tienen
de diferencia el contexto donde vivían, y yo me pregunto ¿Qué tanto se habrá retrasado la
historia al haber silenciado a tantas mujeres?

Las mujeres, se enfrentaron a ese agujero negro con toda la luz que su corazón y conocimiento
les proporcionaron, nunca dejaron de ser en esencia mujeres solo lucharon y hasta cierto punto
lograron ser libres.

Referencias
Ferrer, S. (2016). Mujeres silenciadas en la edad media. Barcelona: Punto de Vista Editores.

También podría gustarte