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Santa Hildegarda de Bingen:

año de la fe
Una mujer sabia

María del Mar Graña Cid


Universidad Pontificia Comillas. Madrid
E-mail: mar.grana@teo.upcomillas.es

Recibido: 10 octubre 2012


Aceptado: 16 octubre 2012

RESUMEN: Santa Hildegarda de Bingen (1098-1179) era casi una perfecta desconocida
hasta su Doctorado. Con él, no sólo ha sido rehabilitada ocho siglos después de su
muerte, sino propuesta como modelo para las mujeres y cristianos de nuestros días.
PALABRAS CLAVE: Hildegarda de Bingen, visionaria, mística, Scivias, Physica, me-
dicina.

Saint Hildegard of Bingen: A wise woman


ABSTRACT: Saint Hildegard of Bingen (1098-1179) was almost unknown before her
doctorate. With it, she has not only been rehabilitated eight centuries after her death,
but also proposed as a model to both Christian and non-Christian women.
KEYWORDS: Hildegard of Bingen, visionary, mystical, Scivias, Physica, medicine.

Esta polifacética mujer, una de las maestra de la comunidad que se


figuras más destacadas del si- había ido formando. En 1148 de-
glo XII, fue fundadora, escritora, cidió independizarse del abad y
teóloga, poetisa, compositora de fundar su propio monasterio be-
música, médica, naturalista, pre- nedictino en Rupertsberg, cerca
dicadora y profetisa. Nació en de Bingen, del que fue abadesa
1098 en Renania, en una familia hasta su muerte en 1179. En 1165
noble. Sus padres quisieron dedi- fundaría otro monasterio en Ei-
carla al servicio de Dios y a los bingen.
ocho años la entregaron a Jutta de
Spanheim para que la educase. Entre las muchas posibilidades de
Ambas residieron en una celda reflexión que suscita, resulta de
junto al monasterio benedicti- gran interés su vínculo con el co-
no de Disibodenberg. Al fallecer nocimiento y la creación de una
Jutta, Hildegarda pasó a ser la obra propia. Hildegarda es repre-

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sentativa de una doble e impor- primigenio, en la apertura a lo


tante tradición: el saber visionario, Otro, a Dios, que la iluminó con vi-
que ha sido históricamente carac- siones y audiciones desde los tres
terístico de las mujeres, y el estu- años. Ello dio origen a una obra te-
dio erudito desarrollado durante ológico-visionaria de gran ambi-
los siglos medievales en los espa- ción omnicomprensiva con la que
cios monásticos, concretamente en pretendió explicar los misterios di-
el monacato benedictino. Un ám- vinos, el universo creado y la his-
bito eclesial que brindó a monjes y toria de la salvación.
monjas posibilidades no jerarqui-
zadas de acceso a los saberes ecle- Fue una obra de madurez que ini-
siásticos antes de que las universi- ció a los 42 años y culminó con 75.
dades segregasen al sexo femeni- Señaló su inicio un hecho extraor-
no desde el siglo XIII. En este dinario: en 1141 tuvo una gran vi-
sentido, la que acaba de ser pro- sión que le procuró la total com-
clamada doctora de la Iglesia por prensión de la Sagrada Escritura y
el papa Benedicto XVI ofrece un los misterios divinos y en la que se
modelo de mujer sabia que es im- le ordenó hacer público ese cono-
portante conocer dada la carencia cimiento. Comenzó así a escribir
de este tipo de referentes femeni- su obra Scivias –Conoce los caminos
nos en nuestro mundo académico. [del Señor]–, en la que invirtió
Señalaré algunos aspectos desta- diez años. El libro y su temática
cados. revelan su gran ambición intelec-
tual: aunque se confesaba indocta
1. Una mujer permanentemente –retóricamente, como se ha com-
abierta al saber. El conocimiento fue probado–, su saberse en conexión
uno de los motores de su larga con Dios le otorgó el valor para
existencia signada por una curiosi- pretender explicar los misterios de
dad inagotable y un afán de saber la divinidad, la Iglesia y la historia
movido por el deseo de compren- de la salvación desde la creación
der a Dios y su obra. Accedió a él al juicio final. En 1158 tuvo una se-
por caminos convencionales y por gunda gran visión que dio lugar a
otros que no lo eran tanto, revela- otro libro, el Liber vitae meritorum
dores de su concepción integral del –Libro de la retribución del bien y del
ser humano en sus dimensiones mal–, escrito en cinco años: descri-
corporal-sensitiva, intelectual y es- be los combates entre vicios y vir-
piritual, y de la necesidad de po- tudes, el bien y el mal, y se ha que-
nerlas en juego. Su apertura al sa- rido catalogar como un tratado de
ber se plasmó, en su sentido más teología moral, aunque su estilo es

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inclasificable. Al acabarlo en 1163, ca, rasgo igualmente marcado por


tuvo otra gran visión fruto de la la ambición en un afán enciclopé-
cual fue su tercera obra, el Liber di- dico que compartía con sus con-
vinorum operum o Libro de las obras temporáneos. Dio lugar a otra se-
divinas, que escribió en diez años: rie de escritos que, si bien muy
un texto sobre Dios, su creación distintos a los teológicos, compar-
entendida como macrocosmos el tieron con ellos el peso central de
hombre como microcosmos y las la experiencia. Con gran sentido
relaciones entre todos; incluye de la realidad, elaboró saberes
una especie de «geografía teológi- fundados en la observación direc-
ca» presentando los lugares de ta dando lugar a una interesante
bienaventuranza y condena. Obra obra científica: la primera historia
de madurez en la que reelabora y natural escrita en alemán, Physica,
reescribe algunas cuestiones de y un libro de medicina, Causae et
las dos anteriores. curae. En la primera incluyó más
Invirtió años de trabajo concien- de 500 descripciones de plantas,
zudo en escribirlas empleando animales, piedras y metales; se ha
una metodología que lograba sin- destacado que, hasta la Edad Mo-
tetizar lo visionario con lo intelec- derna, nadie enumeró de forma
tual: las grandes visiones se des- tan exhaustiva la fauna acuática
glosaban en visiones parceladas del Rin y sus afluentes. En la se-
descritas mediante un lenguaje gunda estudiaba las enfermeda-
simbólico no siempre de fácil des, sus causas y remedios, apo-
comprensión, a veces incluyendo yándose en la literatura científica
escenificaciones y diálogos, para y, sobre todo, en la observación y
pasar después a una interpreta- su experiencia personal como mé-
ción detallada próxima al análisis dica. Fue terapeuta y traumaturga
reflexivo erudito en la que habla- de cuerpos y almas: curaba em-
ba la voz de Dios, a menudo en pleando la medicina natural y una
diálogo con la autora. Pues Hilde- especie de psicoterapia unida a la
garda, además de visionaria, es re- oración, además de obrar mila-
presentativa de la importancia del gros. Consideraba a la persona en
estudio: fueron amplios sus cono- su unidad física, psíquica y espiri-
cimientos de exégesis bíblica, pa- tual y concebía la salud como la
trología y filosofía, incluso de los vida en armonía consigo mismo y
autores clásicos. el mundo.

Acompañó esta erudición con pa- Ambas formas de saber, visionaria


sión por la investigación científi- y científica, muestran la importan-

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cia del amor y su asociación entre adornos y coreografía. Se encua-


conocer y amar. Por amor a Dios, draba en su teología: el Ordo virtu-
amaba a su creación y deseaba co- tum es un drama musical, canto en
nocerlos a ambos; dicho conoci- armonía para animar a las virtu-
miento es también una forma de des a ayudar al hombre, y la Sym-
acceso al amor de Dios, que actúa phonia harmonie celestium revelatio-
en todo lo creado. Ella misma se num un conjunto de piezas cortas
compara con el discípulo amado, que celebran el misterio de Dios
San Juan Evangelista, recostado hecho hombre por mediación de
sobre el pecho de Cristo y reci- María. Formuló incluso una teolo-
biendo de él todo el conocimiento gía de la música entendida como
en una imagen que es trasunto de forma de reintegración al estado
la unión mística. perdido con la caída.

En su obra tuvo gran peso la músi- 2. ¿Creadora de un saber original?


ca. Los expertos consideran que Hildegarda fue hija de un contexto
sus escritos teológicos muestran intelectual y teológico cuyas in-
una composición de cadencia mu- quietudes compartió. Otros auto-
sical. Pero, además, fue autora –no res del siglo XII se acercaron a la
visionaria– de la música y el texto naturaleza, la historia de la salva-
de casi 100 composiciones de dife- ción y la armonía del plan cósmico
rentes géneros entre las que desta- divino, tema que, además, contaba
can 43 antífonas y un drama musi- con larga tradición. Pero es posible
cal paralitúrgico. Se trata de la ma- hablar de originalidad en las for-
yor producción musical con mas y los énfasis. Su obra teológi-
autoría definida conservada hasta ca es inclasificable y no ubicable en
entonces y ofrece rasgos origina- lugares precisos de la teología, his-
les. Frente al intelectualizado con- toria, literatura, arte… Además,
cepto imperante en el que la músi- empleó lenguajes propios: sobre
ca formaba parte del Quadrivium todo la visión, que a su carácter
y se asociaba a las matemáticas, simbólico-alegórico trufado de
creó un arte sentimental y sensual alusiones bíblicas y símbolos natu-
que no podía adaptarse a la mono- rales une la implicación de los sen-
dia gregoriana al uso y que abarca- tidos de la vista y el oído y la ca-
ba dos octavas, seguía amplios dencia musical; la visión es tam-
rangos tonales y conciliaba la rapi- bién una forma cognoscitiva que
dez con la ralentización. Música li- provoca un impacto sensorial e
túrgica que requería la dramatiza- imaginativo en quien lee el texto y
ción y el baile con exuberantes una comprensión integral; por otra

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parte, compuso la primera lengua de desarrollo del lado femenino


artificial de la historia en su Lengua de su naturaleza y de estar con las
ignota. mujeres en relación completa,
equilibrada y complementaria,
Otra de sus notas originales fue su dentro del matrimonio –con una
enfatización del carácter relacio- visión positiva de la sexualidad– o
nal de la creación: la relación e in- en la vida célibe, y lo mismo afir-
terrelación armónica de todo lo ma respecto a la mujer perfecta en
creado entre sí y con Dios, mues- relación con su lado masculino y
tra de un carácter holístico que con los hombres. Aunque resulta
ella misma puso de manifiesto en
conservadora en ciertos aspectos y
su forma de componer su obra y
acepta la mayor debilidad de la
en su trabajo médico. Esa armonía
mujer, señala que la gracia de Dios
relacional responde al plan amo-
puede fortalecerla y ella misma no
roso de Dios para su creación, a la
tuvo reparo en medirse con los
que envuelve con su abrazo y be-
hombres en el mundo que le tocó
sa. Cosmos y ser humano son mu-
vivir. Fue una mujer que se invo-
tuamente dependientes, de ahí
lucró activamente en sus relacio-
que los malos actos de éste alteren
nes masculinas y que fue capaz de
el equilibrio ecológico y cósmico.
trastocarlas garantizando su auto-
Por lo demás, el ser humano es el
nomía y la de sus monjas mientras
corazón del cosmos y participa del
reformulaba las nociones de auto-
mismo en su corporeidad, seña-
ridad logrando el apoyo masculi-
lando paralelos entre las partes
no y obteniendo monjes secreta-
del cuerpo, los fenómenos natura-
rios a su servicio.
les, los astros y las estaciones del
año. Su planteamiento es positivo:
3. Un saber aplicado a la vida. Unió
ambos están destinados a reinte-
su pasión científica a su carácter
grarse finalmente en Dios.
de visionaria receptora de la or-
En este aspecto relacional ofrece den divina de transmitir su saber
una de sus grandes aportaciones y, en cuanto tal, profetisa ilumina-
como autora de la primera teoría da por las lenguas de fuego del
completa de la complementarie- Espíritu Santo. Quiso poner su sa-
dad entre los sexos. La obra salva- biduría al servicio de la vida, de la
dora de Dios se realiza en un uni- armonía de la obra de Dios, y su-
verso sexuado formado por muje- po conciliarlo con una gran inteli-
res y hombres, diferentes pero gencia práctica para abrirse cami-
iguales. Su descripción del hom- no en el mundo. Buscó el apoyo
bre perfecto incluye la necesidad de la autoridad eclesiástica escri-

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biendo a San Bernardo y logró el ta y pacífica. Quizá se debiese a es-


respaldo del papa Eugenio III, que to su éxito entre los eclesiásticos,
le permitió hacer público su saber, que tras escuchar sus sermones se
y del emperador Federico I Barba- los pedían por escrito. Esta visión
rroja. Pudo iniciar así, desde una positiva afectaba también a los he-
posición de autonomía monástica rejes: aunque oponía al dualismo
y eclesial, una intensa actividad su visión integral de la creación y
de magisterio rebasando los es- consideraba que habían de ser
trictos papeles que limitaban la ac- vencidos, rechazaba su ejecución
tuación femenina. por tratarse de seres humanos y,
en cuanto tales, imagen de Dios.
Mantuvo intensa correspondencia
con los principales personajes y Santa Hildegarda de Bingen. Una
autoridades de su tiempo de la mujer con mucho que decir a los
que hoy conservamos más de cristianos de hoy y un gran expo-
200 cartas. En ellas plasmó su con- nente de la obra femenina en la
ciencia profética y deseos de refor- historia de la Iglesia.
ma de la Iglesia, a menudo repro-
bando conductas indignas, e inter-
vino en algunos de los principales Obras de Santa Hildegarda
problemas eclesiásticos como el
Scivias. Conoce los caminos, Madrid:
cisma provocado por Barbarroja. Editorial Trotta, 1999.
Para luchar contra los vicios del
Libro de los merecimientos de la vida,
clero y la herejía cátara realizó cua-
Buenos Aires: Miño y Dávila Editores,
tro viajes de predicación por Ale- 2011.
mania entre 1160 y 1170, el último
Libro de las obras divinas, Barcelona:
con más de 70 años y tras superar Herder Editorial, 2009.
una dura enfermedad. Era directa
Physica. Libro de medicina sencilla. Libro
y severa en su denuncia, pero tam-
sobre las propiedades naturales de las co-
bién positiva al subrayar la inago- sas creadas, Astorga: Editorial Akrón,
table bondad de Dios: no anuncia- 2009.
ba el castigo divino con el fin del Sinfonía de la armonía de las revelaciones
mundo, sino una tormenta purifi- celestiales, Madrid: Editorial Trotta,
cadora que iniciaría una época jus- 2003. ■

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