1. PARENTESCO. CONCEPTO. EL CONCEPTO DE “FAMILIA AMPLIADA”. CLASES DE PARENTESCO.
CÓMPUTO DEL PARENTESCO. TENDENCIAS ACTUALES. ARTÍCULO 529.- Concepto y terminología. Parentesco es el vínculo jurídico existente entre personas en razón de la naturaleza, las técnicas de reproducción humana asistida, la adopción y la afinidad. Las disposiciones de este Código que se refieren al parentesco sin distinción se aplican sólo al parentesco por naturaleza, por métodos de reproducción humana asistida y por adopción, sea en línea recta o colateral. - El término ‘parentesco’ a secas corresponde a los vínculos jurídicos que se derivan de los tres tipos filiales que se regulan: filiación por naturaleza, filiación por técnicas de reproducción humana asistida y filiación adoptiva. Así, se sustituye la noción de parentesco por consanguinidad, pertinente en el marco de un régimen filial que sólo receptaba la filiación por naturaleza. Estos tres tipos filiales (por naturaleza, por el uso de las técnicas de reproducción asistida y por adopción) tienen diferentes causa fuente (elemento biológico, de voluntad procreacional y jurídico) a los fines de la determinación de la filiación y su consecuente sistema en materia de acciones, pero no respecto a sus efectos. De esta manera, se evita cualquier tipo de discriminación en razón del vínculo filial, por lo cual, cuando en el texto se alude al parentesco sin ninguna noción adicional, se refiere a toda clase de vínculo filial, incluso la adoptiva, sea en línea recta o colateral” Esto está relacionado con la constitucionalización/convencionalización del derecho de familia ya que la regulación del parentesco también se vio impactada por el principio de igualdad y no discriminación y a la vez, a la necesidad de aceptar las limitaciones y vaguedades o conflictos que genera el lenguaje. Esta decisión legislativa de aceptar que el parentesco a secas involucre a los tres tipos filiales y que este parentesco, al igual que en el régimen derogado, pueda ser en línea recta (ascendente y descendiente), en línea colateral o también por afinidad, responde a esa lógica y perspectiva básica y fundamental que campea sobre todo el derecho privado contemporáneo. La ley 26.061 de Protección Integral de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes cuyo art. 7° en su parte pertinente dispone: "Se entenderá por 'familia o núcleo familiar', 'grupo familiar', 'grupo familiar de origen', 'medio familiar comunitario', y 'familia ampliada', además de los progenitores, a las personas vinculadas a los niños, niñas y adolescentes, a través de líneas de parentesco por consanguinidad o por afinidad, o con otros miembros de la familia ampliada. Podrá asimilarse al concepto de familia, a otros miembros de la comunidad que representen para la niña, niño o adolescente, vínculos significativos y afectivos en su historia personal como así también en su desarrollo, asistencia y protección. Los organismos del Estado y de la comunidad que presten asistencia a las niñas, niños y sus familias deberán difundir y hacer saber a todas las personas asistidas de los derechos y obligaciones emergentes de las relaciones familiares". De este modo, se revalorizan las relaciones de afecto con independencia de que éstas estén fundadas en una relación de parentesco. ARTÍCULO 530.- Elementos del cómputo. La proximidad del parentesco se establece por líneas y grados. - En la línea directa o recta, como se le dice, el parentesco se cuenta por tantos grados como generaciones. Es decir, que en la línea descendente, el hijo estará en primer grado; el nieto, en segundo grado; el bisnieto, en el tercero; y así sucesivamente. De igual manera sucederá en la línea ascendente: el padre está en primer grado; el abueloe, en segundo; el bisabuelo; en tercero; y así sucesivamente. B y C son hermanos; C y D son tío y sobrino; y E y D son primos hermanos. A su vez, existe la otra línea, la colateral (o, como se dice de manera coloquial, “para el costado”), en contraposición con la línea recta que es para “arriba” (línea ascendente) o para “abajo” (línea descendente). En el caso de las líneas colaterales, para realizar el cómputo siempre se debe partir o tener en cuenta al denominado “tronco común“ y de ahí descender hasta el otro pariente más próximo. Por ejemplo, los hermanos se encuentran en el segundo grado de parentesco; tíos y sobrinos, en el tercero, y así sucesivamente. ARTÍCULO 531.- Grado. Línea. Tronco. Se llama: a. grado, al vínculo entre dos personas que pertenecen a generaciones sucesivas; b. línea, a la serie no interrumpida de grados; c. tronco, al ascendiente del cual parten dos o más líneas; d. rama, a la línea en relación a su origen. - Se llama grado al vínculo entre dos personas de generación sucesiva. A cada generación le corresponde un grado, por lo que “el cómputo de parentesco tiene por objeto establecer la mayor o menor proximidad sobre la base de la cantidad de grados o generaciones que separan a los miembros de la familia, unos de otros La línea recta dará origen al parentesco perpendicular y la línea colateral, al parentesco horizontal. El tronco es el antecesor o ascendiente común del cual parten dos o más líneas o ramas. Por último, la rama es la línea en relación a su origen —que, a su vez, parte de un tronco común—. ARTÍCULO 533.- Cómputo del parentesco. En la línea recta hay tantos grados como generaciones. En la colateral los grados se cuentan por generaciones, sumando el número de grados que hay en cada rama entre cada una de las personas cuyo parentesco se quiere computar y el ascendiente común. 2. EFECTOS DEL PARENTESCO: A) CIVILES; B) PENALES Y C) PROCESALES. El grado de proximidad en el parentesco delimita determinados efectos civiles como: a. los impedimentos matrimoniales y también la conformación de una unión convivencial; b. causa fuente de obligación alimentaria; c. fuente de vocación sucesoria; d. oponerse al matrimonio; e. legitimación para pedir la nulidad del matrimonio; f. legitimación para iniciar proceso de restricción a la capacidad civil; o g. determinar ciertas inhabilidades como, por ejemplo, ser testigo en los testamentos por acto público (art. 2481 CCyC). - En el derecho penal, siendo el parentesco causal de agravante de delitos (homicidio, lesiones, corrupción, etc.) o, por el contrario, eximente de ciertos delitos como hurto y defraudaciones y/o del delito de encubrimiento (dentro del 4° grado de parentesco o 2° de afinidad), incluso constituir una determinada figura delictiva como sucede con el delito de incumplimiento de los deberes de asistencia familiar o de impedimento de contacto, como en el ámbito del derecho procesal penal los parientes del imputado hasta el 4° grado de consanguinidad y 2° de afinidad podrán abstenerse de declarar y en el derecho procesal civil será causa legal de recusación el parentesco por consanguinidad dentro del 4° grado y 2° de afinidad con alguna de las partes, sus mandatarios o letrados 3. DEBERES Y DERECHOS ENTRE PARIENTES. ALIMENTOS: CARACTERES DEL DEBER ALIMENTARIO. PARIENTES OBLIGADOS. REQUISITOS DEL DEBER ALIMENTARIO ENTRE PARIENTES. FORMA DE LA PRESTACIÓN ALIMENTARIA. CONTRIBUCIÓN DE LOS PARIENTES DE IGUAL GRADO. CUANTÍA DE LA PRESTACIÓN ALIMENTARIA. CESACIÓN DE LOS ALIMENTOS. EL CASO ESPECÍFICO DE LA OBLIGACIÓN ALIMENTARIA DE LOS ABUELOS: REMISIÓN. el derecho alimentario es un derecho humano, tanto cuando se trata de personas mayores de edad como, en especial, niños, niñas y adolescentes por su situación de vulnerabilidad dada su condición de personas en pleno desarrollo madurativo, para los cuales la obligación alimentaria constituye un derecho básico para la satisfacción de otros tantos derechos humanos, observándose la interdependencia como uno de los caracteres principales de estos derechos fundamentales ARTÍCULO 537.- Enumeración. Los parientes se deben alimentos en el siguiente orden: a. los ascendientes y descendientes. Entre ellos, están obligados preferentemente los más próximos en grado; b. los hermanos bilaterales y unilaterales. En cualquiera de los supuestos, los alimentos son debidos por los que están en mejores condiciones para proporcionarlos. Si dos o más de ellos están en condiciones de hacerlo, están obligados por partes iguales, pero el juez puede fijar cuotas diferentes, según la cuantía de los bienes y cargas familiares de cada obligado. - Esta fuente de obligación alimentaria encuentra su fundamento en la solidaridad familiar —que es uno de los pilares constitucionales del derecho que regula las relaciones de familia— y responde a la finalidad de asegurar la digna subsistencia de los parientes más cercanos. La obligación alimentaria entre los parientes es recíproca. La calidad de deudor y de acreedor puede recaer sobre la misma persona, aunque en periodos de tiempo distintos, siempre que concurran los presupuestos legales de procedencia; solo el posterior estado de necesidad del hoy alimentante dará lugar a la exigibilidad de alimentos al actual alimentado, si es que este tiene medios económicos suficientes en el momento del reclamo. La reciprocidad de esta obligación alimentaria es un rasgo que la diferencia esencialmente de la derivada de la responsabilidad parental que, por su propia naturaleza y finalidad, no puede colocar al hijo en la posición de alimentante. Sujetos obligados: En primer lugar, la relación alimentaria alcanza a los parientes en línea recta, sean ascendientes o descendientes, sin que se establezca preferencia entre una y otra dirección, ni límite en el grado. Es decir que la obligación alimentaria derivada del parentesco recae sobre padres, abuelos, hijos, nietos mayores de edad. Ante la ausencia de prelación entre la línea ascendente y la descendente, el criterio para la selección del legitimado pasivo está determinado por la proximidad del grado; entonces, si existen todos estos parientes en línea recta, los primeros obligados son padres e hijos indistintamente. Los padres no solo deben alimentos durante la menor edad de sus hijos y hasta los 21 años, con fundamento en la responsabilidad parental (conf. art. 658 CCyC), sino también con posterioridad a esa edad, pero en este caso la obligación se funda en el parentesco, sin perjuicio de lo dispuesto en el art. 663 CCyC, que prevé alimentos para el hijo mayor que se capacita. Esta obligación tiene carácter autónomo respecto de la originada en la responsabilidad parental, y difiere en cuanto a la extensión, extremos a probar, carga de la prueba, entre otros. La norma también comprende a los parientes colaterales en segundo grado, es decir, a los hermanos, sean bilaterales o unilaterales (art. 534), pero deja fuera a tíos y sobrinos. - Esta regla se aplica entre los parientes de la misma línea respecto del grado, sea ascendente o descendente, de modo que si quien reclama alimentos tiene un hijo mayor de edad, pariente en primer grado en línea descendente, y un abuelo, pariente en segundo grado en línea ascendente, el obligado preferente es el hijo. También juega entre las líneas recta y colateral; los hermanos deben alimentos solo si no hay pariente en línea recta que pueda asumir la obligación; sin embargo, no se aplica entre hermanos de doble o único vínculo que están colocados al mismo nivel. Una consideración especial merece la regla de la subsidiariedad en el caso de la obligación alimentaria de los abuelos frente a sus nietos menores de edad. El problema es que si esta regla se aplica en forma rigurosa, el carácter prioritario de los derechos alimentarios de niños y adolescentes puede desdibujarse por el impacto negativo del paso del tiempo. El art. 668 CCyC autoriza el reclamo de alimentos a los ascendientes (abuelos) de niños o adolescentes, en el mismo proceso en que se demanda a los progenitores o en proceso diverso, a fin de evitar que se dilate la satisfacción de sus necesidades alimentarias. La obligación alimentaria entre padres e hijos menores de edad se rige por las normas que regulan la obligación alimentaria derivada de la responsabilidad parental; es decir, si bien los padres son parientes en línea recta ascendente de primer orden, lo cierto que por su especial lugar como responsables primarios y principales de sus hijos, su obligación alimentaria observa varias diferencias en comparación con la obligación alimentaria entre parientes en general. Por su parte, los abuelos están también en línea recta ascendente pero en un orden posterior, en segundo grado, por lo tanto, en este contexto se afirma y con razón, que la obligación de los abuelos es subsidiaria o entra en escena ante la imposibilidad de los padres, quienes son los principales obligados alimentarios de conformidad con las normas que regula la institución de la responsabilidad parental. Desde la obligada perspectiva constitucional/convencional, se sabe que los niños, niñas y adolescentes se encuentran en una especial situación de vulnerabilidad por estar en plena etapa de desarrollo, siendo por ello imprescindible que se vean satisfechas sus necesidades alimentarias. En otras palabras, si bien es cierto que ser abuelo no es lo mismo que ser padre y por lo tanto, es entendible que, dado el lugar o rol diferencial que observan ambos parientes, la obligación alimentaria de los abuelos sea subsidiaria, también es cierto que los niños por su condición de tal deben ver cubiertas sus necesidades con independencia de quién sea el obligado si es que éste está en condiciones de poder proveérselos. Pluralidad de obligados: Sin perjuicio de la aplicación de la regla de la subsidiariedad, los alimentos son debidos por los parientes que están en mejores condiciones para proporcionarlos. Es decir que los obligados del mismo grado concurren según su capacidad económica. Si el demandado considera que existe un pariente en mejores condiciones para prestarlos, puede ser desplazado de su obligación, si alega y prueba esta situación fáctica (conf. art. 546 CCyC). En el caso de que varios parientes estén en condiciones de brindar asistencia alimentaria al que lo necesita, en principio, la obligación se divide por partes iguales en forma mancomunada. Se trata de deudas parcialmente distintas e independientes entre sí; cada obligado se encuentra legitimado pasivamente en la parte que le corresponde. Sin embargo, y a modo excepcional, el juez puede fijar diferencias teniendo en cuenta la cuantía de los bienes y las cargas familiares del obligado (existencia de hijos, especiales situaciones de personas con discapacidad u otros parientes a cargo, etc.). De esta manera se evita colocar al alimentado en una situación perjudicial que pueda afectar su propia vida y la de su familia y se facilita el eficaz cumplimiento de la deuda. ARTÍCULO 538.- Parientes por afinidad. Entre los parientes por afinidad únicamente se deben alimentos los que están vinculados en línea recta en primer grado. El art. 676 CCyC —ubicado entre las normas de la responsabilidad parental— expresa: “la obligación alimentaria del cónyuge o conviviente respecto de los hijos del otro, tiene carácter subsidiario. Cesa este deber en los casos de disolución del vínculo conyugal o ruptura de la convivencia. Sin embargo, si el cambio de situación puede ocasionar un grave daño al niño o adolescente y el cónyuge o conviviente asumió durante la vida en común el sustento del hijo del otro, puede fijarse una cuota asistencial a su cargo con carácter transitorio, cuya duración debe definir el juez de acuerdo a las condiciones de fortuna del obligado, las necesidades del alimentado y el tiempo de la convivencia”. El carácter subsidiario consagrado por la disposición y derivado de la aplicación de esta regla al parentesco por afinidad coloca la obligación alimentaria del progenitor afín en grado posterior de la de sus parientes en línea recta. Es decir que, en primer lugar, se encuentran sus padres y los abuelos. Contenido de la prestación alimentaria entre parientes: ARTÍCULO 541.- Contenido de la obligación alimentaria. La prestación de alimentos comprende lo necesario para la subsistencia, habitación, vestuario y asistencia médica, correspondientes a la condición del que la recibe, en la medida de sus necesidades y de las posibilidades económicas del alimentante. Si el alimentado es una persona menor de edad, comprende, además, lo necesario para la educación. - La obligación alimentaria derivada del parentesco tiene un alcance menor que la que nace de la responsabilidad parental. Sin embargo, no debe pensarse que se limita solo a proporcionar recursos para una subsistencia en un nivel mínimo. Para su cuantificación, se toman en cuenta las condiciones socio-culturales del que la recibe, conjugándolas con las reales posibilidades del alimentante. Los alimentos que hacen a la subsistencia física de la persona tienen una duración temporal indefinida y se deben durante toda la vida del alimentado, a menos que concurra alguna de las causas de extinción previstas en el art. 554 CCyC. En cambio, aquellas prestaciones destinadas a la educación y al desarrollo intelectual son limitadas en el tiempo, pues se deben solo durante la menor edad del beneficiario, con la salvedad realizada en relación a las personas con discapacidad. La determinación del quantum de la obligación depende de dos pautas rectoras impuestas por la ley: a. las necesidades del beneficiario de los alimentos; y b. las posibilidades económicas de quien se encuentra obligado a prestarlos. En otras palabras, la obligación se extenderá a la necesidad, en concurrencia con la posibilidad. Se trata de parámetros sumamente relativos que dependen de las circunstancias concretas de cada caso ante la ausencia de criterios fijos para evaluarlos. ARTÍCULO 542.- Modo de cumplimiento. La prestación se cumple mediante el pago de una renta en dinero, pero el obligado puede solicitar que se lo autorice a solventarla de otra manera, si justifica motivos suficientes. Los pagos se deben efectuar en forma mensual, anticipada y sucesiva pero, según las circunstancias, el juez puede fijar cuotas por periodos más cortos. - En principio, la obligación alimentaria se cumple en dinero, es decir, mediante la entrega al alimentado de una suma mensual; sin embargo, si el obligado lo solicita y justifica los motivos, puede satisfacerse de otra manera, o sea, mediante la satisfacción directa de las necesidades a la que está destinada la prestación ARTÍCULO 554.- Cese de la obligación alimentaria. Cesa la obligación alimentaria: a. si el alimentado incurre en alguna causal de indignidad; b. por la muerte del obligado o del alimentado; c. cuando desaparecen los presupuestos de la obligación. La pretensión de cese, aumento o reducción de los alimentos tramita por el procedimiento más breve que prevea la ley local. Para el CCyC, incurren en indignidad para suceder: “a) los autores, cómplices o partícipes de delito doloso contra la persona, el honor, la integridad sexual, la libertad o la propiedad del causante, o de sus descendientes, ascendientes, cónyuge, conviviente o hermanos. Esta causa de indignidad no se cubre por la extinción de la acción penal ni por la de la pena; b) los que hayan maltratado gravemente al causante, u ofendido gravemente su memoria; c) los que hayan acusado o denunciado al causante por un delito penado con prisión o reclusión, excepto que la víctima del delito sea el acusador, su cónyuge o conviviente, su descendiente, ascendiente o hermano, o haya obrado en cumplimiento de un deber legal; d) los que omiten la denuncia de la muerte dolosa del causante, dentro de un mes de ocurrida, excepto que antes de ese término la justicia proceda en razón de otra denuncia o de oficio. Esta causa de indignidad no alcanza a las personas incapaces ni con capacidad restringida, ni a los descendientes, ascendientes, cónyuge y hermanos del homicida o de su cómplice; e) los parientes o el cónyuge que no hayan suministrado al causante los alimentos debidos, o no lo hayan recogido en establecimiento adecuado si no podía valerse por sí mismo; f) el padre extramatrimonial que no haya reconocido voluntariamente al causante durante su menor edad”. Esta remisión que se hace en materia alimentaria a las reglas de la institución de la indignidad es coherente con la falta, conculcación o extinción del principio de solidaridad familiar. Así, no es posible que una persona esté obligada a solventar las necesidades materiales o de sustento básico cuando el destinatario de la prestación lleva adelante graves conductas que colocan en riesgo la salud, dignidad o integridad personal o patrimonial del alimentante. La segunda causal que menciona el art. 554 se deriva de que la obligación alimentaria es una obligación personal que fenece si el deudor o acreedor fallece, con excepción del supuesto especial que regula el art. 434 en el inc. a) de los alimentos post divorcio a favor del cónyuge enfermo, ya que aquí de manera expresa se establece que la obligación alimentaria se transmite a los herederos ante el fallecimiento del alimentante. La tercera es una causal general que concentra todas aquellas situaciones que prevé el Código Civil y Comercial al regular las diferentes causas-fuente de la obligación alimentaria. Así, alcanzar la edad de 21 años, la emancipación por matrimonio, el divorcio cuando no se está incurso en ninguna de las causas que establece el art. 434, por citar algunos, son situaciones que traen consigo el cese de la obligación alimentaria derivada de la responsabilidad parental en los dos primeros ejemplos, o derivada del divorcio en el tercero.
4. DERECHO DE COMUNICACIÓN ENTRE PARIENTES. LEGITIMACIÓN. MEDIDAS PARA ASEGURAR SU
CUMPLIMIENTO. Se trata de un derecho que observa conflictos propios y que se funda, entre otros, en el derecho de todo niño a mantener vínculo con ambos progenitores (conf. art. 18 de la Convención sobre los Derechos del Niño), de allí que su admisión deba ser aceptada, excepto que se pruebe que eso es riesgoso para el hijo. El régimen de comunicación es un derecho-deber que consiste en la vinculación periódica y de manera asidua entre dos personas unidas por un determinado grado de parentesco. Asimismo, el derecho de comunicación está reconocido a favor de personas menores de edad y personas con capacidad restringida o que padezcan una enfermedad, en situaciones donde la comunicación no se desarrolla de forma natural por determinadas situaciones en el seno de una familia. ARTÍCULO 555.- Legitimados. Oposición. Los que tienen a su cargo el cuidado de personas menores de edad, con capacidad restringida, o enfermas o imposibilitadas, deben permitir la comunicación de estos con sus ascendientes, descendientes, hermanos bilaterales o unilaterales y parientes por afinidad en primer grado. Si se deduce oposición fundada en posibles perjuicios a la salud mental o física de los interesados, el juez debe resolver lo que corresponda por el procedimiento más breve que prevea la ley local y establecer, en su caso, el régimen de comunicación más conveniente de acuerdo a las circunstancias. - la protección del derecho de comunicación involucra a los siguientes actores: 1. quien o quienes solicitan este derecho/deber de comunicación (sujetos activos); 2. las personas con las cuales se pretende mantener un contacto personal o hacer valer el derecho/deber de comunicación, que pueden ser menores de edad o mayores —aunque, en este último supuesto, debe tratarse de personas incapaces, enfermas o imposibilitadas— (sujetos pasivos); y 3. quien o quienes deben respetar este derecho/deber —por lo general, uno de los progenitores— (a quienes podríamos considerar terceros interesados). Tanto la solicitud de comunicación como la deducción de oposición son instancias judiciales en las que se esgrimen y prueban los argumentos o razones para impedir el contacto entre dos personas que son parientes. Para resolver este tipo de conflictivas familiares complejas, el juez debe dictar resolución mediante el trámite más abreviado que prevea la ley de su jurisdicción. ARTÍCULO 557.- Medidas para asegurar el cumplimiento. El juez puede imponer al responsable del incumplimiento reiterado del régimen de comunicación establecido por sentencia o convenio homologado medidas razonables para asegurar su eficacia. - Las sanciones o medidas razonables con las que cuenta el órgano jurisdiccional para asegurar el cumplimiento del régimen pueden ser las más comunes — las astreintes o sanciones conminatorias—, como cualquier otra que, para el caso particular, pueda ser hábil para lograr el fin querido: retomar el contacto o comunicación entre dos personas unidas por un vínculo de afecto que puede o no tener base jurídica en una relación de parentesco. Por ejemplo si una persona suele viajar bastante al exterior, impedir la renovación del pasaporte y la consecuente restricción de salida del país podría ser una medida, más efectiva que una sanción pecuniaria, ante el incumplimiento reiterado del respeto por el derecho de comunicación. También, si una persona es hincha fanático de un club de fútbol y por ello concurre todos los fines de semana a la cancha, la suspensión del ingreso al estadio o de su carácter de socio de la institución podría ser también una medida hábil a los fines que se pretende. TÍTULO VII PROCESO DE EJECUCIÓN DEL RÉGIMEN DE COMUNICACIÓN Y CUIDADO PERSONAL- código procesal de familia Articulo 170- Obligaciones de hacer y de no hacer. En los casos que la sentencia o acuerdo homologado contuviese la obligación de desplegar una actividad que sea derivada del ejercicio de la responsabilidad parental, el Juez o Jueza deberá verificar que la misma este especificada o determinada, y posteriormente emplazar al ejecutado a cumplir según la naturaleza de la obligación en el plazo que estime razonable. Podrán disponerse emplazamientos e imponerse sanciones conminatorias u otro tipo de sanciones para el incumplidor. Atento a la naturaleza y la particularidad de la obligación que se ejecuta, podrá oírse a las niñas, niños y adolescentes cuyos intereses estén involucrados en la ejecución. En todo lo demás, deberá estarse al trámite previsto para la ejecución de las obligaciones de hacer previstas en el CPCCyT siempre que sea n compatibles con la naturaleza de la obligación.