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Abg.

Marisol Ramos C
C.I. V-6309557
I.P.S.A. Nº 276.575

CIUDADANO (A):
JUEZ DE PRIMERA INSTANCIA DE MEDIACION, SUSTANCIACION Y
EJECUCION, CIRCUITO JUDICIAL DE PROTECCIÓN DE NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL AREA
METROPOLITANA DE CARACAS
SU DESPACHO.-

Yo, MARIAM LILIANA BLANCO RAMOS, venezolana, mayor de edad, de estado


civil soltera, residenciada en Parroquia Santa Teresa, Edificio Misamac, piso 2,
apartamento 2ª, Caracas, Titular de la Cédula de Identidad N° V- 24.698.951, hábil
civilmente y debidamente asistida en este acto por la Abogada en ejercicio
MARISOL DEL CARMEN RAMOS CAMACHO, venezolana, mayor de edad y con
domicilio procesal en la Urbanización Parque Residencial Matalinda, sector 3A2,
terraza i, torre 1, piso 3, apartamento 132, Charallave, Estado Miranda, inscrita en
el I.P.S.A., bajo el Numero 276.575, y titular de la Cédula de Identidad Nº V-
6.309.557, según consta en Apud-acta presentada ante este Tribunal con
antelación, con todo respeto ocurro ante su competente autoridad a fin de
INCOAR formal demanda de FIJACIÓN DE RÉGIMEN DE CONVIVENCIA
FAMILIAR, al padre de mi hijo ciudadano LUIS Flores Pérez, mayor de edad,
estado civil soltero, titular de la cédula de identidad N° V- 24.311.990,
residenciado en la Parroquia Catia 23 de enero, Sector El Mirador, Bloque 45, piso
12, letra B, apartamento 1202; en beneficio del niño ADRIAN JESUS FLORES
BLANCO, de seis (06) años de edad, nacido en fecha 23 de abril de 2014, en
Caracas, Parroquia San José, (anexo copia fotostática de la partida de
nacimiento); y con la venia de estilo expongo los siguientes hechos.

DE LOS HECHOS

“Es el caso ciudadana (o) Juez que hace cinco (5) años atrás, mantuve una
relación afectiva con el ciudadano Luis Flores Pérez, de la cual procreamos un
niño de nombre Adrián Jesús Flores Blanco, actualmente tiene 6 años de edad;
durante esos anteriores años vivimos en lugares distintos sin haber establecido un
lugar fijo de residencia ya que carecemos de recursos económicos y me
encontraba acogida en el apartamento de mi padre en el Estado Miranda,
Charallave, por un tiempo; hasta que a mediados del mes de junio 2019, me
enferme de tuberculosis y tuve que alojarme en esta ciudad de Caracas en la
residencia de mis tías, con mi hijo y él irse a casa de su madre; al principio la
relación era armoniosa, amorosa y normal, pensaba yo como toda pareja, sin
embargo en ciertas ocasiones teníamos grandes discusiones, saliéndose de lo
normal y llegando a tener conducta agresiva, maltratos humillantes, verbales y
hasta físicos, haciéndose cada día intolerantes y perjudicando mi integridad
emocional y psicológica, hasta llegar al punto de creerme que yo era la culpable
de tales discusiones y que merecía sus ofensas, golpes físicos y así estuvimos un
tiempo más.

En fecha cuatro (4) de enero del año 2020, asistí al Club del Círculo Militar en
Caracas, La Rinconada con mi hijo Adrian, mi pareja Luis Randy Flores, el padre
de él Luis Flores y su pareja Berlith, y la hermana de mi pareja Dailu (13) años,
cuando mi pareja LUIS FLORES, empieza a discutir conmigo, por conseguirme en
la cartera un teléfono que mi madre me había prestado y fue tanto que se
enfureció y me propinó un golpe con puño cerrado en la pierna derecha, haciendo
que me levantara de la piscina donde nos encontrábamos y le pedí que me
entregara mi bolso que me quería ir del lugar, éste con palabras obscenas e
intimidantes, me siguió hasta el carro donde se encontraban mis pertenencias, me
amenazaba de que me mataría, y se negaba a que me fuera del lugar porque sino
iba a atenerme a las consecuencias cuando llegáramos a la casa, después
ofuscado me empuja y me tira el bolso al piso, corrí, lo tome apresurada y salí
corriendo a los baños para cambiarme. Cuando salgó del baño con precaución el
venía persiguiéndome y corrí pidiéndole a uno de los Guardias que se
encontraban allí que me ayudaran, que ese sujeto me estaba acosando, el guardia
lo retuvo y aproveche la oportunidad para irme a la casa, dejando a mi hijo al
cuidado de mi suegro y mi cuñada que estaban en el lugar con nosotros. Cuando
llego a la casa temblorosa y preocupada por haber dejado a mi hijo llamo a mi
suegro para saber de él y me dice que el niño estaba tranquilo que no se había
percatado de lo sucedido.

Al día siguiente, lo llamo y le advierto que voy a buscar mis pertenencias en el


apartamento de su mamá que es donde el reside y a mi hijo, para lo cual le explico
a mi papa Armando Blanco y le pido que me acompañara. Llegando al
apartamento el abre la puerta entramos mi papa y yo, y me dirijo al cuarto a
buscar mis cosas, el entra al cuarto me amenaza de que no me iba a ir de ahí,
como yo me negué a hablar con él, me agarro por el cuello tratando de asfixiarme,
yo le grite a mi padre que llamara a la policía y en ese momento el me soltó. Y
sale del cuarto y busco un cuchillo en la cocina y es cuando me amenaza de
muerte, estando presentes mi padre, mi suegra y mi hijo de 5 años, la madre trata
de calmarlo para que me dejara ir y en ese momento salgo del lugar temblorosa, y
bajando las escaleras el sujeto sale detrás de mí y me propina patadas y
manotazos, al llegar a planta baja el susodicho con el niño en los brazos empieza
a insultarme diciendo palabras ofensivas, efusivas y altaneras y diciendo que no
iba a ver más a mi hijo, a todas estas delante de personas que pasaban, de mi
padre e hijo, el niño se niega a irse conmigo ya que estaba confundido y llorando,
yo para no perturbarlo y no ocasionar mas forcejeo entre ambos deje que se
quedara y me fui con mi padre del lugar. Al día siguiente lo llamo, él ya calmado
me dice que me va a dejar que lo piense bien, que me va a dar tiempo y que le
dejara al niño en su casa porque quería pasar esos días con él, ya que había
decidido ir a Colombia a trabajar, así pensaríamos mejor las cosas. Yo accedí y
espere hasta el viernes, efectivamente ese día me lo llevo y lo dejo en casa de mis
tías que es donde vivo y me lo cuidan mientras yo trabajo. Pasados los días él se
va a Colombia y gracias a Dios ya todo marcha bien.

Ahora bien, cuando este regresa de Colombia a Venezuela, en el mes de Marzo,


cuando se decretó la cuarentena por el Covid-19; transcurrieron tres meses más
tranquilos, cuando en junio que empieza la flexibilización, él papá de mi hijo Luis
Flores, se acerca al apartamento donde resido a buscar al niño y al principio lo
visitaba allí bajo mi supervisión, hasta que poco a poco le fui dejando que se lo
llevara para su casa. Pero resulta que cada día que va pasando, él padre se
aprovecha de la situación y no mantiene un orden, ni una disciplina para buscarlo,
sino que pretende buscarlo el día que él quiere, a la hora que él quiere y los días
que él quiere tenerlo, sin tomar en consideración que el niño ya tiene previstas sus
actividades escolares, como son las tareas dirigidas, descansos, recreación entre
otras, las cuales ya se le han programado por mi persona para el buen
desenvolvimiento, aprendizaje y el mejor bienestar del mismo; haciendo caso
omiso a mis indicaciones, y lo que hace es amenazarme con matarme, con
quitarme al niño y que seguirá haciendo lo que le plazca porque él es su Padre. A
parte de todo esto, y me da pena decirlo este hombre se la pasa drogándose, no
tiene un trabajo estable, por lo que no me ayuda para nada en los gastos de
manutención con el niño, pero si quiere ejercer sus derechos como padre, pero no
cumple con las obligaciones que la ley exige.

DEL DERECHO

Por los razonamientos antes descritos es por lo que acudimos e imperamos ante
usted, ciudadano (a) Juez, en pro del bienestar e intereses del niño Adrian Jesús
Flores Blanco, y amparado en que los procedimientos en la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente (LOPNNA), están regidos por una serie de
principios imperativos consagrados en el artículo 450 de los cuales resultan de
obligatoria observación para el juez, y que dentro de ellos resultan especialmente
aplicables al caso concreto; aunado a éstos principios, el principio fundamental de
la doctrina de Protección Integral, consagrada en el artículo 8 de la Ley Orgánica
de Protección del Niño, Niña y el Adolescente, “El Interés Superior del Niño:

“El interés superior de niños, niñas y adolescentes es un principio de interpretación


y aplicación de ésta ley, el cual es de obligatorio cumplimiento en la toma de todas
las decisiones concernientes a los niños, niñas y adolescentes. Este principio está
dirigido a asegurar el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes, así
como el disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías”.
Para concluir este pedimento y tomando como norte para imperar en este
procedimiento, lo establecido en el artículo 465 de la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, le otorga al juez o jueza de protección
la potestad de decretar medidas preventivas en el caso de que por la gravedad o
urgencia de la situación así lo aconseje, y así dispone textualmente la norma:

“El juez o jueza, a solicitud de parte o de oficio puede dictar diligencias


preliminares, medidas preventivas y decretos de sustanciación que no hubieren
sido ya objeto de pronunciamiento en el auto de admisión y que se consideren
necesarios para garantizar derechos de los sujetos del proceso o a fin de asegurar
la más pronta y eficaz preparación de las actuaciones que sean necesarias para
proceder a la audiencia de juicio”.
Asimismo, el artículo 466 eiusdem, prevé:
“Las medidas preventivas pueden decretarse a solicitud de parte o de oficio, en
cualquier estado y grado del proceso. En los procesos referidos a Instituciones
Familiares o a los asuntos contenidos en el Titulo III de esta Ley, es suficiente
para decretar la medida preventiva, con que la parte que la solicite, señale el
derecho reclamado y la legitimación que tiene para solicitarla…”. De igual forma,
establece el artículo 385 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
adolescentes: Derecho de Convivencia Familiar. “El padre o la madre que no
ejerza la Patria Potestad, o que ejerciéndola no tenga la responsabilidad de
Custodia del hijo o hija, tiene derecho a la convivencia familiar, y el niño, niña o
adolescente tiene este mismo derecho”. Las referidas normas consagran en esta
materia una forma de tutela preventiva, que se dicta no, para asegurar el fallo sino
para prevenir de cualquier situación dañosa o potencialmente lesiva de los
derechos de los niños, niñas y adolescentes. Siendo que la tutela preventiva es
una facultad del órgano jurisdiccional para dictar medidas de tutela en función de
intereses superiores.
PETITORIO

En razón de los alegatos anteriormente expuestos, es por lo que acudo ante su


competente autoridad, a fin de solicitar se de cumplimiento a lo pautado en los
artículos 5, 8, 30, 385, 458, 365 y siguientes de la Ley Orgánica de Protección del
Niño Niña y Adolescente, así como a los artículos 76 y 78 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela.

Ahora bien, por cuanto se evidencia que para el pleno desarrollo del niño Adrian
Jesus Flores Blanco, es necesario que esta alzada determine Medidas
Preventivas del siguiente Régimen de Convivencia Familiar, solicito las que a
continuación se transcribe:

PRIMERO: Que se mantenga la custodia del niño Adrian Jesús Flores Blanco a mi
representada Mariam Liliana Blanco Ramos, quien es la madre del mismo.

SEGUNDO: solicito que sea decretada URGENTE, medida anticipada de


Régimen de convivencia familiar de conformidad con la Ley Orgánica para la
Protección del Niño, Niña y del Adolescente; propongo acordar mientras dure el
proceso lo siguiente:

a) En la semana, dos (2) días a la semana y podrá ser acordado por los
padres, según sus actividades laborales, en un horario comprendido entre
las dos de la tarde (2:00 p.m.) y las seis de la tarde (6:00 p.m.), pudiendo
retirar al niño en el hogar materno y reintegrarlo en el mismo sitio.

b) De acuerdo a los fines de semana, que será alternado un fin de semana


con la progenitora Mariam Blanco Ramos y otro fin de semana con su
progenitor Luis Flores Peréz, pudiendo trasladarlo a lugares públicos y a la
residencia de su abuela Natali Perez, y/o cualquier otro lugar que no sea
dañino o contrario al interés superior del niño, previa notificación a la
madre; todo de conformidad con el artículo 388 de la misma Ley, y en
cuanto a la extensión del RÉGIMEN DE CONVIVENCIA FAMILIAR a otras
personas a fin de garantizar al interés superior del niño.
c) Los días festivos, en Carnavales, Semana Santa y vacaciones escolares
que serán compartidas según lo acordado entre ambos de manera que el
niño mantenga orden y disciplina, que no afecte en su integridad física y
emocional a fin de garantizar como ya se ha dicho el interés superior del
niño Adrian Jesus Flores Blanco.

Es justicia que espero, en Caracas a la fecha de su presentación.

MARIAM L BLANCO R
V- 24.698.951

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