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de Kenneth J. Andrien
Estudiantes:
Docente:
Ciclo:
II
Trujillo, Perú
2024
RESUMEN
Durante el siglo XVII, el Perú, al igual que otros territorios del imperio español, enfrentó
problemas políticos y financieros. Madrid implementó nuevos impuestos controvertidos para
respaldar compromisos militares en Europa, alterando la asignación tradicional de recursos y
poder político. Este cambio generó descontento, especialmente en regiones menos gravadas
fuera de Castilla, contribuyendo a revueltas en Cataluña, Portugal, Sicilia, Nápoles y México.
A diferencia de otras posesiones, en Perú, los oficiales reales mantuvieron un equilibrio
político operable, evitando un descontento similar al implementar medidas temporales que no
afectaron los intereses vitales de las élites locales. Sin embargo, hacia la década de 1660, una
crisis fiscal surgió cuando las políticas fiscales ya no pudieron compensar la disminución de
los impuestos mineros, debilitando el sistema imperial.
Los cambios económicos en el siglo XVII en Perú, desde una dependencia en la minería y
comercio transatlántico hacia una base más diversificada, intensificaron la resistencia de las
élites locales a impuestos más altos y regulaciones comerciales estrictas de Madrid.
Durante esta transición, las élites locales rechazaron las políticas financieras del rey que
podrían drenar el capital de inversión del Perú y obstaculizar el cambio económico. La
Corona, impulsada por Felipe IV y el Conde Duque de Olivares, entró en conflicto con
poderosos grupos de interés virreinales, anticipando conflictos similares a los ocurridos en
México, Italia y la Península Ibérica.
La debilidad del aparato administrativo de la burocracia virreinal contribuyó al fracaso. La
descentralización del poder político entre el virrey, la Audiencia, el Tribunal de Cuentas y los
recaudadores generó conflictos, ineficiencia y corrupción.
Reformas y resistencia
La reforma financiera fue una cuestión política dominante en el imperio español durante la
mayor parte del reinado de Felipe IV. Al igual que los reformadores Borbón un siglo más
tarde, el rey y el Conde Duque de Olivares tuvieron que diseñar un programa coherente de
impuestos capaces de aprovechar con mayor efectividad la riqueza económica del imperio.
En Perú, la clave de este programa fue la unión de armas, un proyecto favorecido por el
Conde Duque mismo para apoyar la defensa común del imperio.
La única medida exitosa fueron los impuestos temporales como la venta de los intereses, que
encontró una mayor aceptación entre la ciudadanía local.
El fracaso de los reformadores era demasiado evidente para el siguiente decenio. Sucesivos
virreyes y funcionarios del tesoro comenzaron a tomar prestado para cubrir los gastos locales
y mantener las remesas de plata enviadas a Sevilla y para los años sesenta, estas políticas
habían dejado al gobierno profundamente endeudado.
Luego quienes diseñan las políticas en Madrid y Lima desplazaron su atención a la
recuperación del control de la burocracia virreinal, y a imponer las contribuciones dispuestas
durante el periodo reformador. Para alcanzar esta meta, el rey dispuso el inicio de una visita
general del virreinato en 1664, y posteriormente envió varios virreyes reformadores y fuertes.
Pero, cuando estos agentes reales intentaban recuperar el poder político y financiero en Perú,
se toparon con la amarga hostilidad de la ciudadanía acaudalada e influyente y sus aliados en
el establishment político. Lima fue el punto focal de este enfrentamiento. Ellos consiguieron
que se hiciera regresar a España a funcionarios molestos, como Juan de Cornejo y el Conde
de Castellar.
La decadencia imperial
Se debe a la incapacidad del rey para incrementar su control sobre los recursos económicos
de la monarquía. También el fracaso de los nuevos impuestos y la crisis fiscal resultante,
llevaron a la pérdida de control del rey sobre gran parte de los recursos del virreinato. Los
decrecientes niveles de ingreso de la caja de Lima hicieron que los oficiales redujeran las
remesas de plata enviada a Sevilla.
La crisis fiscal tuvo también un profundo impacto político y económico en el virreinato del
Perú. Para 1700, la pérdida de ingresos del tesoro había dejado al gobierno virreinal
debilitado y empobrecido. Esta decadencia global del sistema imperial, asimismo, minó la
centralidad económica de Lima.
El declive financiero y político del real gobierno, la productividad decreciente de las minas,
la recesión del comercio atlántico, la diversificación de la economía virreinal y las
consecuencias catastróficas del terremoto de 1687 se combinaron para erosionar el poder de
las élites limeñas en el virreinato.
Para que, en el Perú, el sistema imperial se recuperara de los daños causados por la crisis
fiscal, fue necesario que en el siglo XVIII una nueva dinastía subiera al trono y que surgiera
otro gran programa reformista.
Ramos De Las Cuentas De La Caja De Lima 1607-1690
Cargo (ingreso)
Alcabala (impuesto a las ventas)
Alcances de cuentas (deudas cobradas)
Almojarifazgos (impuesto portuario)
Avería de armada (impuesto a la flota)
Avería de negros y bozales (impuesto a la importación de esclavos negros)
Bulas de la Santa Cruzada (indulgencias)
Censos y juros (préstamos de largo plazo o anualidades)
Comisos (bienes de contrabando confiscados)
Data (gastos)
(Ramos traducidos en la sección ingreso—*)
Alcances de cuentas*
Avería de armada Bulas de la Santa Cruzada*
Censos y juros*
Comisos*
Composiciones de pulperías*
Composiciones de tierras*
Condenaciones (dinero tomado de multas)
Depósitos*