Está en la página 1de 3

Reseña crítica sobre el nevado del Ruiz

Autor: Jhoan Alberto Comas Alvarado


Código: 200163436
Fecha: 19 de nov. 2022

Tragedia de Armero, ¿error humano?


“El 13 de noviembre de 1985 entro en erupción el volcán nevado del Ruiz en
Colombia produciendo una avalancha que sepulto la ciudad de armero”. Esta
tragedia se pudo evitar según declaraciones de expertos en la materia, pues, al
menos desde finales de 1984, el gobierno colombiano había recibido numerosas
advertencias de geólogos y vulcanólogos que alarmaban sobre una erupción
inminente.
En los informes, los expertos señalaban un peligroso aumento en el nivel de la
actividad sísmica próxima al nevado del Ruiz, actividad de fumarolas, pequeñas
erupciones freáticas y la presencia de depósitos de azufre en la cumbre, todos
indicios inequívocos de que la erupción se aproximaba. Según el profesor
Fernando Gallego, quien dicto su primera conferencia sobre el volcán del nevado
del Ruiz y previo en año antes que este explotara en cualquier momento y
arrasara con Armero, nadie le creyó y el gobierno municipal para ese entonces le
llamo la atención por alarmista.
Según el profesor Gallego, las autoridades colombianas tampoco reaccionaron
ante las evidentes señales que produjo el volcán en septiembre, dos meses antes
de la erupción, cuanto el contacto del magma con agua produjo explosiones y
expulsión notables de cenizas.
Producto de esta negligencia se vino lo peor, es aquí cuando la noche del 13 de
noviembre del 1985 el volcán nevado del Ruiz, ubicado en el límite entre los
departamentos de Caldas y Tolima, en Colombia, entro en erupción
desencadenando un enorme lahar que enterró por completo a la ciudad de
armero.
Bajo al lado y los sedimentos del volcán perecieron más de 20.000 personas, en lo
que pasaría a la historia como la tragedia de Armero. Se trato de la segunda
erupción volcánica más devastadora del siglo xx, y el cuarto evento volcánico más
mortífero desde el siglo xvi, además, constituyo la peor tragedia natural de la
historia de Colombia.
La negligencia del estado colombiano también quedó en evidencia en las tareas
de rescate posteriores a la tragedia. Para el momento en el que los rescatistas
alcanzaron Armero doce horas después de la erupción, muchos de las victimas
con heridas graves ya habían muerto.
La misma actitud de los habitantes antes de la tragedia, tal vez por
desconocimientos técnicos, bromeaban sobre la posible tragedia, se reía cuando
les decía que su pueblo podía sufrir una tragedia por una erupción del volcán del
nevado de Ruiz. Así lo recordaba Carlos Echeverry, quien el día de la peor
catástrofe natural de Colombia, jugo como muchos otros con la ceniza que
empezó a caer a las 4 de la tarde y vio más con diversión que espanto como caían
rocas más grandes que el granizo, y a pesar de los avisos de una avalancha, la
gente se mantuvo incrédula, la gento lo tomo en broma.
La de Armero fue la segunda catástrofe volcánica más mortal del siglo xx, después
de la Mount Pelée, Francia, en 1902 que dejo 28000 muertos. Pero sin duda será
recordada como la más desesperante, no solo por las advertencias no atendidas,
si no por la impotencia técnica de las autoridades.
Quedo una lección para Colombia: desde entonces el país no solo cuenta con
personal calificado y equipos de monitoreo para impedir una nueva tragedia
relacionada con la actividad volcánica, si no que las comunidades están mejor
informadas para saber actuar.
A 37 años del desastre en Colombia aún no hay políticas enfatizadas a la
prevención de desastre y la inminente conservación de un medio más
ecosistémico, esto debido a la cantidad de fracasos por causa de la explotación
indebida de recursos hídricos y naturales, si consideras a la población que en este
caso es la más afectada. Hoy en día de nada sirve tener la suficiente
infraestructura técnica y tecnológica, si no se planifica y ordena de forma
adecuada temas que enfatizan la cultura, población y medio ambiente.
Es más, aunque se cuenten con poderosos equipos de monitoreo vulcanológico y
sismológicos, es de imperiosa necesidad concientizar a la población sobre
posibles amenazas contra su entorno y que pueden de una u otra forma atentar
contra su integridad y sobre el entorno que los rodean, de aquí el refrán muy
popular “más vale prevenir que curar”, en otras palabras hay que capacitar a la
población colombiana en general, sobre los posibles riesgos, dependiendo de la
región en que esté ubicada una determinada población, del cómo enfrentar dicha
situación y cuales son los pasos indicados para salvaguardar sus vidas; claro está,
esto se realiza solo de una forma sistemática y ordenada, dejando la politiquería a
un lado, priorizando la vida humana y la conservación del medio ambiente, como
cosa natural del planeta.
Para concluir, se puede denotar la importancia de denotar la imperiosa necesidad
de comprometernos todos y cada uno de los componentes de la sociedad, tanto
autoridades como los responsables directos, como la población civil, la más
afectada debido a los constantes cambios climáticos que azotan el planeta tierra y
que tienen en vilo la conservación de la especie humana.
Referencias
Duque, G. (2005). LAS LECCIONES DEL VOLCÁN NEVADO DEL RUIZ A LOS 20
AÑOS DEL DESASTRE DE ARMERO.

También podría gustarte