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ENSAYO SOBRE LOS ACTIVOS INTENGIBLES Y TANGIBLES.

Los bienes intangibles son llamados incorpóreos y de muchas formas más, dependiendo la
disciplina en que use el termino, para estudio o uso de estos. Podemos determinar que, en
derecho, contabilidad y economía, los conceptos, son semejantes, pero hay puntos donde por el
uso ocurre un cambio de palabras, pero todas llegan al mismo punto que los activos intangibles,
como yo lo llamare para identificación propia, son activos que ya sea persona física o moral
pueden poseer, pero no tienen existencia física a comparación de los activos tangibles que es el
caso contrario estos si existen físicamente.

En ambos activos existen semejanzas, como es el caso de un valor económico el cual nos interesa
como especialistas en valuación y llegamos a ellos gracias a metodologías especializadas que
podremos mencionar más adelante.

En el mundo empresarial, la distinción entre activos tangibles e intangibles ha sido clave para
comprender la composición y el valor de los recursos de una organización. Los activos tangibles,
representados por bienes físicos como propiedades, maquinaria o inventario, han sido
históricamente el foco principal de la valoración de las empresas. Sin embargo, en la era moderna,
los activos intangibles han ganado relevancia y han demostrado ser igualmente, e incluso más,
fundamentales para el éxito y la competitividad empresarial.

La comprensión de las semejanzas y diferencias entre los activos tangibles e intangibles es esencial
para apreciar plenamente su valor y cómo contribuyen a la estructura de una empresa. Mientras
que los activos tangibles son fácilmente identificables y cuantificables en términos monetarios, los
activos intangibles, aunque carecen de forma física, desempeñan un papel crucial en la generación
de ventajas competitivas sostenibles y en la creación de valor a largo plazo para las organizaciones.

En esta exploración, se examinarán las similitudes y discrepancias entre estos dos tipos de activos,
destacando cómo ambos son componentes esenciales de la riqueza empresarial, aunque difieren
en su naturaleza, forma de evaluación y contribución al éxito corporativo. Esta comparación
permitirá comprender mejor el equilibrio necesario entre activos tangibles e intangibles para el
crecimiento y la sostenibilidad de las empresas en un entorno empresarial dinámico y cambiante.

A pesar de ser diferentes, los activos tangibles y los activos intangibles tienen algunas cosas en
común.

Ambos son cosas valiosas para las empresas. Los activos tangibles, como edificios o maquinaria, y
los activos intangibles, como la reputación de una marca o las ideas creativas, son importantes
porque ayudan a las empresas a funcionar bien y a ser exitosas.

Además, tanto los activos tangibles como los intangibles pueden generar dinero o beneficios para
las empresas. Por ejemplo, una fábrica (activo tangible) puede producir productos para vender,
mientras que una marca reconocida (activo intangible) puede atraer a más clientes y aumentar las
ventas.

En resumen, aunque son diferentes en su forma y naturaleza, tanto los activos tangibles como los
intangibles son valiosos para las empresas porque contribuyen a su éxito y les ayudan a ganar
dinero.
Los métodos de valoración de activos tangibles e intangibles pueden compartir algunos principios
básicos, aunque la forma de aplicarlos puede variar debido a las diferencias en la naturaleza de
estos activos. Aquí hay algunos métodos de valoración que pueden ser comunes para ambos:

Método de Costo: En este enfoque, se valora el activo basándose en el costo original de


adquisición o producción. En el caso de activos tangibles, esto implica considerar el costo de
compra, construcción o mejoras. Para los intangibles, se considera el costo de desarrollo,
adquisición de derechos o licencias.

Método de Mercado: Se evalúa el activo según los precios de mercado de activos similares. En el
caso de activos tangibles, se comparan bienes similares vendidos recientemente. En los activos
intangibles, esto puede implicar la comparación con transacciones de derechos de propiedad
intelectual similares o marcas registradas.

Método de Ingreso: Se basa en los flujos de ingresos futuros que se espera que genere el activo.
Para los activos tangibles, se consideran los ingresos que se pueden obtener mediante su uso. En
el caso de los activos intangibles, se evalúan los ingresos futuros estimados derivados de su
utilización, como patentes o derechos de autor.

Método del Valor Presente Neto (VPN): Este método calcula el valor presente de los flujos de
efectivo futuros descontados a una tasa apropiada. Se utiliza para evaluar inversiones y proyectos
a largo plazo, tanto para activos tangibles como intangibles.

Aunque estos métodos son utilizados tanto para activos tangibles como intangibles, su aplicación
puede ser más complicada en el caso de los intangibles debido a su naturaleza no física y a
menudo subjetiva. En ocasiones, los activos intangibles pueden tener valoraciones más subjetivas
basadas en proyecciones de ingresos futuros, comparaciones de mercado o análisis de riesgo, en
lugar de datos históricos o tangibles concretos.

Los activos intangibles tienen particularidades que a veces requieren métodos de valoración
específicos que no se aplican directamente a los activos tangibles. Algunos métodos de valoración
de intangibles que no suelen aplicarse a los activos tangibles son:

Método del Costo de Reemplazo o Reproducción: A diferencia de los activos tangibles, donde se
puede determinar el costo de reemplazo o reproducción de un bien similar, en el caso de los
intangibles puede ser difícil calcular el costo de crear o desarrollar un activo similar. Por ejemplo,
calcular el costo de desarrollar una marca con una reputación similar o crear un proceso innovador
puede ser complicado y subjetivo.

Método del Valor del Relacionamiento o Clientela: Algunos activos intangibles, como la base de
clientes leales o relaciones sólidas con proveedores, pueden ser valorados en función de su
capacidad para generar ingresos recurrentes. Este método no se aplica directamente a activos
tangibles, ya que la relación entre los clientes y los ingresos futuros puede ser más evidente en el
caso de los intangibles.
Método del Valor de la Tecnología o Know-how: Los activos intangibles como patentes, secretos
comerciales o conocimiento técnico suelen evaluarse por su capacidad para generar innovación y
ventajas competitivas a largo plazo. Este tipo de valoración basada en la tecnología o el
conocimiento especializado no se aplica directamente a los activos tangibles.

Método del Valor de la Marca o Branding: Evaluar el valor de una marca reconocida no es
directamente transferible a los activos tangibles. La valoración de una marca se basa en su
reconocimiento, lealtad del cliente, posicionamiento en el mercado y su capacidad para generar
ingresos adicionales a través de una prima de precio o lealtad del cliente.

Estos métodos de valoración específicos para activos intangibles destacan la complejidad y


subjetividad de evaluar activos que carecen de una forma física y pueden estar más ligados a
percepciones, relaciones o habilidades que a aspectos tangibles y cuantificables.

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