Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
net/publication/316182394
CITATION READS
1 3,346
1 author:
Gerda Haßler
Universität Potsdam
251 PUBLICATIONS 306 CITATIONS
SEE PROFILE
Some of the authors of this publication are also working on these related projects:
All content following this page was uploaded by Gerda Haßler on 21 February 2019.
ABSTRACT:
In this paper, the names of the Spanish verb forms are examined with emphasis on the forms of the so-
called past tense and the relationship of their conceptual potential to the function of these forms. The
names of the verb forms in Spanish grammars from the 17th to the 20th century are determined by
Latin grammar, but also by theoretical positions of their authors.
Correas (1626: 156) seguía otra orden distinta a la de Nebrija en la descripción de las
categorías del verbo. Empezó por los tiempos, seguidos de las personas, los números y
los modos, distinguiendo entre 5 tiempos y utilizando la doble característica cumplido
i acabado:
Presente, qe demuestra lo qe ahora se haze; pasado no-cumplido ni acabado, que
muestra lo qe se hazía i no se acabó; pasado cumplido i acabado, qe muestra lo que
se hizo i acabó; pasado mas que cumplido, qe muestra qe algo se hizo antes qe otra
cosa, i antes qe otro hiziese; venidero, qe muestra lo qe se ha de hazer adelante.
(Correas 1626: 156)
Menciona también las denominaciones latinas y justifica su uso por su notoriedad
desde el estudio del latín:
A estos cinco tiempos en la Gramática Latina llaman Presente, pretérito imperfecto,
pretérito perfecto, pretérito pluscuamperfecto, futuro imperfecto, los cuales
términos usaremos alguna vez como notorios á los qe estudian. (Correas 1626: 156)
Utilizando las denominaciones castellanas en su forma extendida y las latinas como
equivalentes, Correas considera los sistemas de las dos lenguas como similares y no
problematiza su descripción con los mismos términos.
También en gramáticas escritas para extranjeros los tiempos de la lengua española
se consideraban como análogos a los del latín. En este contexto es interesante la
descripción de los dos perfectos en la introducción al español de John Sanford (1611)
en la cual se distingue entre un aoristo que significa solamente que la acción pasó sin
rasgo temporal, y el perfecto compuesto que expresa que el proceso ha pasado
recientemente e indica el tiempo (Sanford 1611: 25).
1
Sobre la categorías verbales en las gramáticas de esta época cf. Gómez Asencio (1981).
2
Cf. Haßler (2009) y (2012b)
3
Sobre la expresión del tiempo cf. Calero Vaquera (2011).
En esta serie de denominaciones destaca la del pretérito perfecto remoto simple que
consiste de cuatro palabras, cada una de las cuales denota una característica de esta
forma verbal:
El pretérito perfecto remoto simple manifiesta ya pasada la significación del verbo,
v.g. fui, estuve, escribí. Se llama simple, por que su terminación lo es, y remoto por
que para usarle no basta que la cosa de que se habla haya pasado, sino que es
menester que haya algun tiempo que pasó. (Calleja 1818: 26)
Describe también el significado aspectual del imperfecto:
El pretérito imperfecto manifiesta en su significacion que se estaba haciendo una
cosa, cuando ocurriò otra, v. g. escribia, cuando llegaste. Se emplea para expresar
acciones habituales en un tiempo pasado que no se determina […] (Calleja 1818:
26)
Andrés Bello inventó su terminología innovadora que redujo las formas verbales al
punto de vista temporal y que subraya el desarrollo de un proceso en el mismo tiempo
de otro (copretérito; por ejemplo cantaba) o después de otro (pospretérito; por
ejemplo cantaría). Admite cinco formas compuestas del indicativo (he cantado, hube
cantado, habré cantado, había cantado, habría cantado). La denominación ante-
presente del perfecto compuesto destaca la relación de la forma HE CANTADO al
presente: “[…] he cantado es un ante-presente, hube cantado un ante-pretérito, habré
cantado un ante-futuro, habia cantado un ante-co-pretérito, i habria cantado une
ante-pos-pretérito” (Bello 1859 § 289, 149).
Como ya hemos visto en el ejemplo de San Pedro fue esta forma que condujo a
más innovaciones terminológicas. La denominación del pretérito compuesto como
pretérito indefinido, la encontramos también en la gramática de Noboa que razona que
esta forma verbal denota una época mas indeterminada que los otros pretéritos y que
no ha acabado de pasar, sino que está pendiente ó relacionada con el presente. Llama
al pretérito perfecto simple pretérito definido y al imperfecto pretérito actual:
2.° Pretérito actual. Se llama pretérito porque espresa la significación como pasada
respecto del presente, pero como presente ó coexistente con otra época anterior, v.g.
yo entraba cuando tú salias.
3.° Pretérito definido. Se llama definido este pretérito porque se refiere á una época
fija, determinada, i enteramente concluida, haga poco ó mucho que se concluyó, sin
embargo de que se le mire como mas remoto que el indefinido.
4.° Pretérito indefinido. Se llama indefinido porque la época á que se refiere es mas
indeterminada ó no ha acabado de pasar, sino que está pendiente ó relacionada con
la presente; por cuya razon se le considera mas inmediato al presente, que el
definido.
Ejemplos de los dos: El año ó el siglo pasado hubo hambres, este año ó este siglo ha
habido guerras. Ayer se marchó el criado, i no ha venido hasta ahora. (Noboa
1839: 84)
Otra reflexión sobre la naturaleza de las formas verbales incitó a Vicente Salvá a
distinguir entre el pretérito coexistente – denominación por la cual se subraya el
desarrollo simultáneo de dos procesos (Salvá 1852: 172) – y el pretérito absoluto
designando el pretérito perfecto simple. En la parte sintáctica de su gramática Salvá
dice que para el uso del pretérito coexistente “siempre se necesita otro miembro con
verbo, ó un adverbio ó alguna frase que designen la segunda accion, para que se
realize la coexistencia de los dos sucesos” (Salvá 1852: 172). En esta propiedad
aspectual el pretérito coexistente se distingue fundamentalmente del pretérito absoluto
(Salvá 1852: 172).
Salvá utiliza en esta parte de su gramática también el término indefinido con dos
atributos: absoluto y condicional. El indefinido condicional “tiene que ir siempre
después de una partícula conjuntiva o después de un adjetivo relativo, que se reliera á
algun nombre regido por otro verbo anterior, v. g. Aunque fuese tarde, determinó
entrar en el teatro; No le daba cuidado que yo lo notase; […]” (Salvá 1852: 183).
Introduce la bipartición del pretérito indefinido, pero en realidad llama al pretérito
perfecto simple siempre pretérito absoluto. El nombre pretérito próximo para el
pretérito perfecto compuesto lo justifica por su contraste al pretérito absoluto: este
expresa un tiempo enteramente pasado, en vez que el pretérito próximo manifiesta
“que ha sucedido ya la cosa; pero que esta ó la época á que aludimos, todavía duran, ó
bien que no ha cesado la práctica, la esperanza, ó por lo menos la posibilidad de que
vuelva á repetirse lo que la frase significa” (Salvá 1852: 186).
Los términos pretérito absoluto e imperfecto fueron utilizados también en la
gramática filosófica de Benot quien además agrupó los tiempos según el criterio
morfológico en simples y compuestos (Benot 1910: 70).
forma verbal RAE 1854 RAE 1858 RAE 1870 RAE 1920
CANTÉ pretérito pretérito pretérito pretérito
perfecto simple perfecto simple perfecto simple indefinido
CANTABA pretérito pretérito pretérito pretérito
imperfecto imperfecto imperfecto imperfecto
HE CANTADO pretérito pretérito pretérito pretérito
perfecto perfecto perfecto perfecto
compuesto compuesto compuesto
Tabla 4: Las formas verbales en las Gramáticas de la Real Academia Española.
4
Para las ediciones de los diferentes modelos de la RAE ver Gómez Asencio 2011: 23.
o imperfecto diría o perfecto habría dicho
Modo Subjuntivo
Presente diga Pretérito perfecto haya dicho
Pretérito imperfecto dijera Pretérito pluscuamperfecto hubiera dicho
dijese hubiese dicho
Futuro imperfecto dijere Futuro perfecto hubiere dicho
Tabla 5: El verbo en las Gramáticas de la Academia desde 1917 (Rojo 1990: 20).
Aparece un problema más grande en la consideración del pretérito perfecto simple que
está en este cuadro con la denominación de pretérito indefinido. En las gramáticas
europeas el término indefinido se utilizaba varias veces para designar el aspecto
imperfectivo, y eso con cierta justificación porque los verbos imperfectivos no tienen
marcación del inicio o del fin del proceso, indican solamente que sucede algo con
cierta duración. Así por ejemplo, en su retórica, Bernard Lamy describe al imperfecto
como un tiempo del pasado, pero que marca la presencia de una acción en relación a
otra que sucede. Uno puede considerar las acciones pasadas de dos maneras, una
definida y otra indefinida, es decir marcar precisamente cuando ocurrió una acción o
decir simplemente que esta acción tenía lugar. La palabra francesa indéfini que
corresponde a indefinido se utilizaba para designar el imperfecto:
Nous pouvons considerer le temps passé en deux manieres, ou comme défini, ou
comme indéfini: marquer precisement, quand une action s’est faite, ou dire
simplement qu’elle s’est faite. (Lamy [1675] 1688: 27)
El pretérito perfecto simple no dice simplemente que una acción tenía lugar. Además
esta forma se encasilla por la gramática de esta época entre los tiempos que
representan la acción como no terminada. Hay dos razones que explican esta
clasificación: Primero, la Academia “confunde la perfección de un acto con su
terminación en el tiempo” (Gili Gaya 1961: § 119). Segundo, el criterio formal de la
oposición simple / compuesto se revela como dominante. La consideración del
perfecto simple como forma perfecta rompería por completo la simetría del sistema al
ser simple pero perfecta y no poder oponerse luego a su compuesta correspondiente
(Rojo 1990: 21). La Academia justificó esta clasificación del así llamado indefinido
basándose en que “expresa unas veces el hecho o acción como incipientes, y otras
como terminados, según la significación del verbo” (RAE 1931: § 294b). Con esta
justificación se juzga mal el carácter general del aspecto que puede aparecer en varias
significaciones que corresponden también a las características léxicas de los modos de
acción.
Este error fue corregido por Gili Gaya quien llegó a una visión global de la
estructura del verbo que es el punto de arranque de la mayor parte de los enfoques
ulteriores. En esta visión son perfectivas todas las formas compuestas y leí, y las
imperfectas son todas las simples salvo leí:
Imperfectos Perfectos
Absolutos Relativos Absolutos Relativos
Presente Leo
Pretérito Leía leí había leído
he leído hube leído
Futuro leeré leería habré leído
habría leído
Tabla 6: El verbo en Gili Gaya 1961: § 120 (Rojo 1990: 23)
5. Conclusión
La denominación de los tiempos verbales es un proceso que sufría varios cambios en
la historia de las gramáticas españolas. Hasta el siglo XVIII fue sobre todo la fidelidad
a la tradición latina que condujo a dificultades, visto la incongruencia de los tiempos
latinos y españoles. La vacilación en introducir los tiempos compuestos en la
descripción gramatical regular es uno de sus resultados. En el siglo XIX hubo algunas
innovaciones apoyadas en reflexiones teoréticas sobre las funciones de los tiempos
verbales que continuaron en el siglo XX. El término indefinido es el mejor ejemplo de
las perturbaciones en las denominaciones de tiempos verbales.
Referencias bibliográficas