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“Bodas de sangre es una tragedia escrita en Prosa y en verso por Federico García Lorca en 1931

y se estrena en 1933 en el teatro Beatriz de Madrid, Lorca se inspiró en una noticia sobre la
muerte de dos pretendientes de una novia en su noche de boda en los campos de Níjar. Esta es
una de las obras más destacadas de Lorca y es parte de su “Trilogía rural", que incluye También
a Yerma y la casa de Bernarda Alba que también son críticas a la sociedad de la época.

la obra, fue escrita en una época de agitación política y social en España, En 1931 se proclamó
la segunda República Española, que trajo consigo reformas significativas y
Cambios en la sociedad. No obstante, la década de 1930 también estuvo marcada Por tensiones
políticas y conflictos que eventualmente desembocaron en la Guerra Civil Española 1936-1939

"Bodas de sangre se encuentra dentro de las obras de la generación del 27, un


movimiento literario que buscaba la renovación de las formas literarias. Es una obra teatral de
tres cuadros que resalta por su combinación de elementos
poéticos con el realismo, este teatro es innovador, a diferencia del teatro comercial que se solía
producir e interpretar en mayor medida. Lorca es un miembro destacado de este movimiento y
su estilo lírico y simbólico se refleja en su teatro

La obra cuestiona las normas sociales y morales de la época, principalmente en relación con el
matrimonio y el papel de la mujer. Lorca se centra en el papel de las mujeres en una sociedad
patriarcal, destacando su opresión y las restricciones que enfrentan. A través de personajes
femeninos complejos, Lorca muestra como son simultáneamente víctimas y victimarias de un
sistema patriarcal heredado. Lorca vela por la importancia de las emociones y la pasión en las
mujeres y utiliza estos personajes para cuestionar las normas de género de
La época. La obra critica las expectativas sociales y el poder patriarcal mostrando
como las mujeres son afectadas por estas dinámicas en una sociedad tradicional.

Podemos relacionar "Bodas de sangre" con "La casa de Bernarda Alba", obras en las que se
critica la represión y las normas sociales impuestas sobre las mujeres en la sociedad española de
su tiempo. Ambas obras, profundamente arraigadas en la lucha contra las convenciones sociales
y la opresión dentro de una sociedad patriarcal, abordan temas de conflicto entre el deseo y el
deber, así como la tiranía y la represión en espacios dominados por mujeres. "Bodas de sangre"
explora una tragedia amorosa marcada por el enfrentamiento entre el deseo personal y los
deberes sociales, "La casa de Bernarda Alba" se centra en la rigidez de la autoridad matriarcal y
la opresión, subrayando la ausencia de libertad individual. Estas obras no solo comparten una
crítica hacia las estructuras que restringen la autonomía y expresión femenina mediante el uso
de simbolismo y realismo, sino que también trascienden su contexto específico español,
mostrando la preocupación constante de Lorca por las luchas de las mujeres.

"Réquiem por un campesino español" es una novela escrita por Ramón J. Sender y publicada
por primera vez en 1953. El período en el que se desarrolla la trama como las influencias
literarias que podrían haber marcado la obra.
El periodo que abarca la obra "Réquiem por un campesino español" se sitúa en la posguerra
española, específicamente en los años 40. Tras la devastadora Guerra Civil que concluyó en
1939, España experimentó una profunda crisis económica y social. El régimen franquista
estableció un control ideológico e impuso una rigurosa censura, cerrando el país a influencias
extranjeras. La cultura sufrió un aislamiento que persistió hasta los años 50, cuando España se
unió a la ONU abriendo sus puertas al exterior. La década de los 60 marcó cambios económicos
y culturales, con un cierto relajamiento de la censura a mediados de la década.

El contexto literario de este periodo estuvo fuertemente condicionado por las circunstancias
políticas. La literatura estaba bajo sospecha, y la creatividad de los autores se veía limitada. La
censura y la propaganda política predominaban en muchas obras. Autores como J. Sender
continuaron su labor literaria en el exilio. La poesía de los años 40 mostró dos corrientes
principales: una arraigada en formas clásicas y temas tradicionales, y otra desarraigada,
reflejando desasosiego existencial y los primeros indicios de protesta social. En el teatro, se
destacaron géneros como la comedia burguesa y la evasión, mientras que en la novela se
observó un realismo documental y la emergencia de tendencias como el tremendismo y la
novela existencial.

En la obra destacan rasgos de la época como el realismo social, La novela pretende presentar un
realismo social, una corriente literaria que busca representar las condiciones sociales,
económicas y políticas de la época. Sender utiliza esta forma narrativa para explorar la vida en
la España rural y los problemas que afectan a la sociedad, también presentándose la influencia
de la Guerra Civil en la Literatura, muchas obras literarias producidas en este período en España
se vieron influenciadas por la Guerra Civil. "Réquiem por un campesino español" es una de esas
obras que aborda directamente las secuelas de la guerra, los horrores vividos y las tensiones
sociales.

El uso de múltiples narradores, incluido un romance recitado por el monaguillo, así como la
alternancia entre el presente y el pasado, contribuye a la complejidad narrativa. Estas técnicas
son indicativas de un enfoque literario moderno.
Por último, la novela emplea simbolismo religioso, especialmente en el personaje de Mosén
Millán, para explorar cuestiones éticas y morales y sobre todo critica a la iglesia. La estructura
de la obra, que culmina en una misa de réquiem, aporta una dimensión espiritual a la narrativa.

Réquiem por un campesino español" de Ramón J. Sender comparte con las obras de Max Aub,
Francisco Ayala, y Rosa Chacel una profunda exploración de las repercusiones de la Guerra
Civil Española y la dictadura franquista. Mientras Sender utiliza el realismo social y el
simbolismo religioso para reflexionar sobre la moralidad y las secuelas del conflicto, Aub en su
"Ciclo de la guerra civil", Ayala en "La cabeza del cordero", y Chacel en "Barrio de
Maravillas", abordan desde distintas perspectivas las heridas psicológicas, sociales y políticas
dejadas por la guerra. Estos autores convergen en la utilización de la literatura como medio para
criticar la represión, analizar el poder, y explorar la identidad en un contexto de profunda
transformación social. La obra de Sender, al igual que la de Aub, Ayala y Chacel, destila una
crítica a la injusticia y una búsqueda de la memoria colectiva, ofreciendo una mirada
introspectiva a la condición humana en una época de adversidad.

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