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UNIVERSIDAD DEL ZULIA

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES


ESCUELA DE ADMINISTRACIÓN Y CONTADURÍA PÚBLICA
UNIDAD CURRICULAR CONTABILIDAD Y AUDITORÍA AMBIENTAL

CONTABILIDAD DE GESTIÓN AMBIENTAL

Preparado por: Dr. Romer Alvarez Machado

Enero 2024
1. Contabilidad de gestión ambiental

La contabilidad de gestión ambiental (CGA), constituye actualmente un


instrumento valioso que permite ofrecer, a todas las personas relacionadas con la
organización, de información financiera y no financiera relacionada con el impacto
ambiental. También se le denomina contabilidad ambiental.

Según Jasch (2002) la CGA es la herramienta principal para suministrar los datos
completos y exactos que se necesitan para tomar decisiones, además pone en práctica
iniciativas ambientales maximizando ganancias a través de la eficiencia productiva.

Según la definición de la Asociación Española de Contabilidad y Administración


de Empresas (1998), la contabilidad de gestión o contabilidad ambiental es la rama de
la contabilidad que tienen por objeto la captación, medición y valoración de la
circulación interna, así como su racionalización y control, con el fin de suministrar a la
organización la información relevante para la toma de decisiones empresariales.

La información que genera la contabilidad de gestión, enmarcada dentro del


sistema de información y control con fines internos de la empresa, normalmente no está
dirigida a los usuarios externos de la misma; sin embargo, parte de esta información
debe trascender al exterior.

La contabilidad de gestión se perfila como uno de los sistemas de información


más importantes de las empresas y para favorecer el proceso de la toma decisiones
empresariales, debe incluir las variables medioambientales y ser capaz de medir y
valorar los efectos producidos por la organización en el medioambiente, desde el
proceso de diseño de un producto hasta su posterior eliminación después de ser
consumido por el cliente (Ripoll & Crespo, 2004).

Por su parte, Blanco (2006) señala que la contabilidad de gestión


medioambiental o contabilidad ambiental es aquella que tiene en cuenta el impacto del
medio ambiente, de manera que dicho impacto es recogido en el ámbito de la
contabilidad de costos y racionalizado en el ámbito de la contabilidad de gestión,
permitiendo obtener una evaluación de la gestión medioambiental de la empresa en
función tanto de sus características cualitativas como cuantitativas.

Por consiguiente, la contabilidad ambiental permite llevar el proceso de


generación, análisis y utilización de información financiera y no financiera relacionado
con las cuestiones ambientales de la empresa que aglutina un conjunto de instrumentos
y sistemas que permiten a la empresa medir, evaluar y comunicar los aspectos de
dichas cuestiones.

2. Principales aspectos de la contabilidad de gestión ambiental

Jasch (2002), establece que la CGA presenta una serie de aspectos importantes
que tienen vinculación con la actividad de la empresa y su sistema de contabilidad
tradicional, entre ellos:

 Se enfoca hacia los costos internos de la empresa.


 Pone énfasis especial en los costos relacionados con el ambiente (el valor de las
pérdidas originadas en insumos desechados y los costos de administración de
desechos).
 Considera no sólo la información sobre costos, sino también información sobre
cantidad, flujos y disposición de materiales y energía.
 La información que brinda es valorada por diferentes tipos de actividades de
administración y decisión, y es particularmente útil para la administración
ambiental.
 El principal uso de la información provista por la contabilidad de gestión
ambiental es la administración interna y la toma de decisiones, pero se está
incrementando su uso en los informes contables externos y en los reportes
ambientales anuales.

Otros aspectos de la CGA propuestos como características son los señalados por
Masanet (2002), quien enuncia las siguientes:

 Provee e interpreta la información que asiste a los directores con respecto a la


planificación, control, toma de decisiones y mejora del resultado empresarial.
 Su rasgo principal es que la información suministrada debe ser relevante para los
propósitos que persigue.
 Proporciona información con propósitos de futuro que debe reflejar las realidades
económicas y medioambientales sin restricciones por las convenciones
contables.
 Los contables de gestión medioambiental deben ser conscientes de los efectos
de sus acciones e información que suministran en las actitudes empresariales,
por lo que deben incentivarse actitudes congruentes.
 La aplicación de las auditorias ambientales para determinar el cumplimiento de
las regulaciones y políticas, tanto las emanadas del Estado como de la propia
empresa.
 Los sistemas de gestión contable medioambiental deberían diseñarse en
concordancia con un sistema de principios y mejorarse con el uso de apropiadas
técnicas de investigación operacional y estadística.
 Debido a la existencia de incertidumbre empresarial en todos los ámbitos, la
información suministrada por la CGA no puede ser ajena a ella.

En conclusión puede afirmarse que la CGA es una herramienta poderosa para toma
de decisiones gerenciales, pues se encarga en todo momento de suministrar
información sobre los costos ambientales en cuanto a valoración y actividad que los
origina, así como la puesta en práctica de los sistemas contables de gestión ambiental y
la preparación de reportes relacionados para la toma de decisiones.

3. Razones que justifican la aplicación de contabilidad de gestión ambiental

Jasch (2002) plantea que las razones que justifican la aplicación de la CGA reposan
en la necesidad de mejorar la eficiencia en las operaciones y los materiales, dirigidos
hacia un mercado competitivo global, por lo tanto expone lo siguiente:

 Incrementos en los costos de materias primas, administración de desechos,


cumplimiento con la regulación y pasivos potenciales.
 Presión jurídica creciente sobre las empresas para mejorar el desempeño
ambiental.
 La limitación de los enfoques convencionales de la contabilidad en relación a
la administración de la eficiencia y de los costos relacionados con el
ambiente.
 La responsabilidad que existe por parte de las organizaciones con su entorno.

Por otra parte, Valdez (2004) establece que existen una serie de circunstancias
que inducen la práctica de la CGA en la economía empresarial, entre ellas se destacan
las siguientes:

a. Las regulaciones establecidas en las leyes de casi todas las naciones del mundo
contemplan una serie de aspectos que apuntan de manera directa o indirecta al
ejercicio de la CGA, son ellas, la responsabilidad de proteger el ambiente, la
planificación ambiental, manejo de políticas ambientales, el control de calidad, la
información ambiental, los incentivos y sanciones ambientales.

En forma respectiva, dichos aspectos obligan de alguna manera a poseer


responsabilidad de proteger el ecosistema para mejorar la calidad de vida; llevar a cabo
una serie de actividades mediante planes, programas y proyectos que consideren el
elemento medio ambiente; la creación e implementación de políticas ambientales para
decidir cuales serán las acciones a seguir; los mecanismos de control y evaluación para
proporcionar seguimiento a las actividades susceptibles de causar impactos
ambientales.

Adicionalmente, siguiendo con los aspectos señalados anteriormente, la


obligación de proveer información a toda persona sobre la situación ambiental; el
estimulo o incentivos otorgados por el Estado por la conservación y control sobre el
medio ambiente; y las sanciones que contempla la ley para penalizar los daños
causados al ambiente y los recursos naturales.
b. Los costos, pasivos, provisiones y contingencias de tipo ambiental que debe
contabilizar la empresa cuando se supone que realiza actividades que origina el
impacto sobre el medio ambiente.
c. La búsqueda de niveles de rentabilidad y cumplimiento de las demás metas, como
uno de los principales objetivos trazados por la empresa, obliga a la realizar inversión
en factores técnicos, humanos y ambientales que conducen a la excelencia de
procesos, productos y servicios.

En cuanto a estas razones que justifican la práctica de la CGA propuestas por


Jasch (2002) y Valdez (2004), coinciden en que las regulaciones y el incremento de los
costos ambientales, que influyen en la actividad de la empresa, obligan de alguna u otra
manera a la implementación de este poderoso sistema de controle información
financiera para la toma de decisiones en los negocios.

4. Beneficios de la contabilidad de gestión ambiental

Jasch (2002) considera que la CGA ofrece los siguientes beneficios:

 Identificación, seguimiento y administración más exacta de insumos, energía


y desechos.
 Mejor identificación y estimación de los beneficios financieros y para el
negocio de las actividades de administración ambiental.
 Mejor medición e informe ambiental y de desempeño financiero, resultante en
mejora de la imagen corporativa en relación con los clientes, los inversores,
las instituciones financieras, los empleados, las comunidades, las
organizaciones ambientales, y el gobierno.
 El enfoque de la contabilidad de gestión ambiental esta dirigido no solamente
a mejorar las decisiones de administración ambiental, sino a la mejor toma de
decisiones en general.

Cabe señalar, los aportes conceptuales en referencia a los principales aspectos,


beneficios y razones que justifican la CGA, hacen mención a la administración de los
costos ambientales, uso de la información ambiental mediante reportes e informes
internos y externos sobre la empresa y aspectos jurídicos.

Las características de la CGA establecidas por Masanet (2002) igualmente


contempla aspectos sobre, preparación de información relevante por parte de la
contabilidad ambiental, la actitud consciente de los contadores ambientales sobre sus
acciones a seguir, la aplicación de auditorias ambientales y la concordancia de la CGA
con un sistema de principios.

Consecuentemente, tomando en cuenta los aportes de Jasch (2002), Valdez


(2004) y Masanet (2002) sobre los fundamentos de la CGA, tienen relación con
importantes cuestiones para la contaduría pública, entre ellas, la educación ambiental
de los contadores públicos, costos y auditorías ambientales, principios y normas
contables ambientales, así como lo concernientes al cuerpo jurídico de leyes y normas
que tratan sobre la preservación del ambiente.

5. Contabilidad y sostenibilidad

La empresa debe llevar sus actividades basadas en el desarrollo sostenible. No


es un secreto para nadie que el desarrollo sostenible es un modelo para la vida que
propone la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer
la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.

Originalmente, el Informe Brundtland de la ONU (1987) define desarrollo


sostenible como aquel desarrollo que satisface las necesidades de la generación
presente, sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus
propias necesidades. En la actualidad esta declaración acerca de desarrollo se
mantiene, según ONU (2023) el desarrollo sostenible implica cómo debemos vivir hoy si
queremos un futuro mejor, ocupándose de las necesidades presentes sin comprometer
las oportunidades de las generaciones futuras de cumplir con las suyas. La
supervivencia de nuestras sociedades y de nuestro planeta común pasa por un mundo
más sostenible.
Este modelo se fundamenta en los tres objetivos del desarrollo sostenible (ODS)
iniciales: económico, social y ambiental, para orientar el desarrollo de las naciones y los
pueblos hacia la calidad de vida erradicando la pobreza.

Dentro del objetivo económico destaca el crecimiento económico inclusivo,


reducción de la pobreza, creación de empleos dignos o decentes para hombres y
mujeres, aumento de los niveles de productividad e innovación tecnológica,
consecución del crédito e inversiones, ciudades y comunidades sostenibles, progreso
económico, paz justicia e instituciones sólidas, etc.

En cuanto al objetivo social se tiene contemplado acceso a los recursos y


servicios básicos para la gente, salud y bienestar, educación de calidad, agua limpia y
saneamiento, igualdad de género,

Dentro del objetivo ambiental: calidad del medio ambiente, agua limpia y
saneamiento, protección de los recursos hídricos, energía asequible y no contaminante,
vida de los ecosistemas terrestres, vida submarina, acciones beneficiosas por el clima,
protección de la biodiversidad, etc.

Según las Naciones Unidas (2023) los ODS son el plan maestro para conseguir un
futuro sostenible para todos. Se interrelacionan entre sí e incorporan los desafíos
globales a los que la gente enfrenta día a día, como la pobreza, la desigualdad, el
clima, la degradación ambiental, la prosperidad, la paz y la justicia. Para no dejar a
nadie al margen en cuanto a la solución de estos problemas, es importante cumplir con
cada uno de los siguientes diecisiete (17) objetivos para 2030 para conciliar el
crecimiento económico, el equilibrio medioambiental y el progreso social, garantizando que
todas las personas tengan las mismas oportunidades y puedan llevar una vida mejor sin
comprometer el planeta.

Esos diecisiete (17) objetivos son: 1) fin de la pobreza, 2) hambre cero, 3) salud y
bienestar, 4) educación de calidad, 5) igualdad de género, 6) agua limpia y saneamiento,
7) energía asequible y no contaminante, 8) trabajo decente y crecimiento económico, 9)
industria, innovación y infraestructura, 10) reducción de las desigualdades, 11) ciudades y
comunidades sostenibles, 12) producción y consumo responsables,13) acción por el
clima, 14) vida submarina, 15) vida de ecosistemas terrestres,16) paz, justicia e
instituciones sólidas y,17) alianzas para lograr los objetivos.

Considerando la responsabilidad de los actores sociales en lo que respecta a los


ODS, los seguidores de la contabilidad se fundamenta en tres facetas: económica,
social y ambiental, denominada teoría tridimensional de la contabilidad. Según Mejía y
Vargas (2012), la teoría tridimensional de la contabilidad (ambiental, social y
económica) responde a una concepción a partir de la cual, la contabilidad se articula
como una ciencia al servicio de la sostenibilidad, concibe el desarrollo en función de
una estructura jerárquica de las dimensiones objeto de estudio de la contabilidad.

La Teoría Tridimensional de la Contabilidad T3C según Mejía y otros (2014),


es una proposición de respuesta a la mencionada necesidad, la cual constituye una
visión holística, amplia e integradora de la evaluación de la gestión de la organización
en el control de los diferentes tipos de riqueza, para lo cual desarrolla, a partir de la
estructura para la formulación de nuevos modelos contables, el diseño conceptual
de la teoría contable que fundamenta la biocontabilidad, la sociocontabilidad y la
contabilidad económica. Esto garantiza la información óptima para una plena rendición
de cuentas y la información necesaria y suficiente para una adecuada toma de
decisiones, bajo la finalidad de contribuir a la acumulación, generación, distribución y
sostenibilidad integral de la riqueza en todas sus dimensiones.

Por su parte, la contabilidad sostenible se refiere a la aplicación de principios de


sostenibilidad y que para el 2030 la ONU lo planifica en los diecisiete ODS, que en
efecto debe implementarse en la gestión financiera de las empresas. Esto significa que
se tienen en cuenta no sólo los aspectos financieros, sino también los impactos
ambientales y sociales de las actividades empresariales.

A continuación los aportes de Hernández y López (2023) describen esas tres


facetas de la teoría tridimensional de la contabilidad para la sostenibilidad.
 Biocontabilidad o contabilidad ambiental

La biocontabilidad o contabilidad ambiental, se identifica con la riqueza


ambiental, y es definida como la disciplina de la contabilidad como ciencia social que
estudia la valoración cualitativa y cuantitativa de la existencia y circulación de la riqueza
ambiental controlada por la organización, que a través de diferentes métodos evalúa la
gestión de la organización en el control de la riqueza, con el fin de contribuir a la
acumulación, generación, distribución y sostenibilidad de la riqueza ambiental. (Bedoya
Parra, Serna Mendoza , & Mejía Soto , 2016, pág. 110).

Con lo anterior, se puede definir que la biocontabilidad es una ciencia moral en


que ayuda a la sustentabilidad, evaluando el control de aquellas organizaciones que
deciden adoptar en sus estados financieros un nuevo método de medición dirigido al
aspecto ambiental. El cual, permite representar la realidad de la riqueza ambiental en
unidades medibles monetarias.

 Sociocontabilidad o contabilidad social

La sociocontabilidad es la disciplina social que estudia la valoración cualitativa y


cuantitativa de la existencia y circulación de la riqueza social controlada por la
organización, utilizando diversos métodos que le permiten cumplir su función de evaluar
la gestión que la organización ejerce sobre la riqueza social, con el fin de contribuir a la
óptima acumulación, generación, distribución y sostenibilidad integral de mencionada
riqueza (social). (Bedoya Parra, Serna Mendoza , & Mejía Soto , 2016, pág. 102). Por lo
tanto, más ampliamente es cuando se tiene un respeto hacia la sociedad y el
ecosistema que nos rodea, dando equidad para que todos gocen una generación llena
de oportunidades, y disfruten de los mismos beneficios.

 Contabilidad económica

La contabilidad económica es la rama de la contabilidad que estudia la valoración


cualitativa y cuantitativa de la existencia y circulación de la riqueza económica
controlada por la organización, utilizando diversos métodos que le permiten cumplir su
función de evaluar la gestión que la organización ejerce sobre la riqueza económica,
con el fin de contribuir a la óptima acumulación, generación, distribución y sostenibilidad
integral de mencionada riqueza (económica). (Bedoya Parra, Serna Mendoza , & Mejía
Soto , 2016, pág. 102). Así, la contabilidad económica es fundamental para los
mercados financieros y la, formación de precio y la solidez financiera, por lo que
representa grandes beneficios económicos para el hombre orientado al desarrollo
sostenible.

La contabilidad económica corresponde a suplir la necesidad de las


generaciones actuales, pero no compromete el desarrollo de las futuras. Además, la
unidad de medida para este modelo económico es monetario y garantiza que la
información contribuya a la generación sostenible de la riqueza. Sin embargo, es
coherente con las características de la economía ecológica, puesto que, esta realizó
importantes aportes para el desarrollo de la teoría tridimensional.

Por consiguiente, es necesario sensibilizar y aplicar esta teoría tridimensional,


midiendo el uso desmedido de la riqueza natural para que esas actividades puedan ser
controladas y lograr avanzar en la transición de la contabilidad tradicional a la
emergente. No obstante, se entiende la complejidad que puede llegar a tener la
contabilidad alternativa, ya que, es un sistema diverso y está constituido por un stock
muy variado (Hernández y López, 2023).

La contabilidad en su condición de ciencia social aplicada comprometida con la


sostenibilidad integral de la riqueza ambiental, social y económica, que controla las
organizaciones, no puede ser ajena al llamado de la sociedad para que desde todas las
esferas del saber-acción se contribuya a la construcción de un sistema de vida con
responsabilidad intra e intergeneracional que profese el derecho que tienen todas las
manifestaciones de vida presente y futura de gozar de un ambiente propicio para una
vida digna; para ello el hombre deberá considerarse una especie más en la naturaleza,
no la más importante, pero sí la única sujeto de responsabilidad y sanción moral por sus
acciones u omisiones.

La contabilidad deberá prepararse para dar cuenta y razón de las externalidades


generadas por las empresas, dimensionando y relacionando entre elementos
económico-financieros y socioambientales, para así lograr que esta metodología
tridimensional incursione en cada organización rompiendo brechas que existen sobre
las ideologías de crecimiento infinito que se observan actualmente.

6. Categorías socioculturales de los componentes de la educación ambiental


fundamentales para la práctica de la contabilidad ambiental

La educación ambiental contempla una definición integral, multidisciplinaria y


transdisciplinaria, por lo que se enuncian algunos componentes de la educación
ambiental que debe estar presentes en cualquier persona y en especial en los
contadores públicos, como parte de la preparación integral y profesional.

La relación entre los aspectos, conciencia personal, económicos, sociales,


políticas, comunitarios, entre otros, tanto dentro de las fronteras de un país como fuera
de ellas, determinan la forma como se utilizan y protegen los recursos naturales. Y esta
intervención está medida por la visión que se posea del desarrollo, el grado y la
naturaleza de interrelación que exista en la capacidad negociadora de los actores y la
visión cultural del núcleo social.

Vargas (2003) considera que la educación ambiental contiene una serie de


componentes indispensables que deberían estar presentes en toda persona, organismo
y cualquier ente para hacer frente a los problemas ecológicos. En el caso de los
contadores públicos como administradores de la contabilidad ambiental es fundamental
que posean las competencias necesarias sobre el conocimiento ecológico, de manera
que se encuentren totalmente comprometidos para contribuir a una mayor calidad de
vida.
Dentro de los componentes de la educación ambiental presentes en el contador
público más importantes propuestos por Vargas (2003) se enuncian seguidamente.

a) Conciencia ambiental

La conciencia ambiental representa el primer elemento que establece las bases


fundamentales de los principios ecológicos en el planeta, lo cual indica la posesión por
parte de toda persona para estar dotada de conocimientos sobre el equilibrio del
ecosistema, la estructura del ambiente y lo más importante, su preservación continua.

El mismo Vargas (2003) señala que sobre todo ahora, en este siglo XXI, todos
los actores responsabilizados por el ambiente, los hombres, deben coadyuvar para
establecer definitivamente una sociedad más próspera y fecunda basada en el
conocimiento, el cual representa la pieza mental y operativa para afrontar con voluntad,
eficacia perseverancia y equidad los grandes problemas ambientales del planeta.

En el mismo orden de ideas Vargas (2003) comenta que la concienciación por el


medio ambiente se logra con los conocimientos propios que cada niño, madre, padre,
trabajador, profesionales, las empresas, el Estado, la iglesia, entre otros, que posean
sobre la composición de la naturaleza y sus cuidados.

Finalmente afirma que es oportuno contar con contadores, economistas,


administradores, entre otros, dotados de conocimientos sobre la relevancia de los
impactos ambientales, sobre las bases fundamentales de la estructura de los elementos
del ecosistema y como lograr la conservación de los recursos naturales.

En conclusión, la conciencia ambiental de la sociedad, y en este caso, la del


contador público, forma parte de los conocimientos morales de toda persona, la cual
influye positiva o negativamente en las distintas actividades que se realizan sobre el
ambiente. Su constante revisión temporal sobre los beneficios de la conservación de los
recursos naturales se convierte en un estímulo favorable para contribuir con la calidad
de vida.

b) Aspecto económico

La población mundial está constantemente creciendo y sus actividades están


ocasionando cambios importantes en el ambiente. El principal problema al que se
enfrentan las personas, y la sociedad, es la de satisfacer sus necesidades más básicas
mediante hecho que ha consistido en la explotación del medio ambiente.
Con respecto al aspecto económico, Vargas (2003) plantea que los
desequilibrios ecológicos y demás daños en la estructura de los ecosistemas que
ocasionan los problemas ambientales son causados por las masa humanas cuando
realizan las diversas formas de explotación del ambiente para realizar las actividades
económicas. Además, el desarrollo de la actividad; implica, por una parte, la utilización
de múltiples factores en recursos naturales, financieros, talento humano, tecnología,
entre otros; y de la otra parte, un papel por la actitud frente a la protección,
conservación y restitución de los recursos naturales y del ambiente.

Siguiendo con sus ideas comenta que, haciendo un recorrido sobre la historia de
la humanidad que las actividades económicas desarrolladas por los gobiernos,
empresas privadas y todas aquellas personas que realizan alguna actividad económica,
han contribuido con el deterioro de los espacios naturales y dentro de los mismos
espacios urbanos.

Otros de sus argumentos manifiestan que la contraposición ciudad – campo se


ha acentuado o tornándose más aguda en los últimos años, además las posiciones
opuestas entre ecologistas y representantes de los factores de producción nunca
terminan poniéndose de acuerdo para encontrar el bien común que es la preservación
del ambiente con actividades económicas limpias.

Su posición también plantea como la tecnología y demás avances en las


actividades económicas desde hace tiempo también están materializando actividades
económicas con controles ambientales. Los profesionales de las ciencias económicas,
economistas, administradores, contadores y además ingenieros industriales, entre
otros, quienes se relacionan directamente con los procesos productivos de las
empresas, estarían totalmente comprometidos para velar por el mejor empleo de
aquellas actividades que deterioran el ambiente para que sean menos degradantes.

Consecuentemente, hace una reflexión muy importante en la cual expone que el


desenvolvimiento de las actividades económicas por parte de los gobiernos y sector
empresarial sobre el ecosistema no puede dejar de observarse y evaluarse
periódicamente. De hecho los grandes problemas atmosféricos, acuáticos, terrestres y
los causados por ondas sonoras, son casi en su totalidad producto de las actividades
económicas que en la mayoría de los casos se han realizado de manera descontrolada.

En vista de estas aseveraciones, es oportuno complementar que definitivamente


los procesos productivos han demostrado ser responsables del deterioro de muchos de
los recursos naturales y medio ambientales. Por ello, que se asuma la responsabilidad
de parte de las empresas y de las instituciones que inciden sobre el medio para
emprender procesos de mejoramiento y mitigación de los impactos sobre el ambiente.

De esta forma, junto con los avances tecnológicos y científicos, orientados a


lograr procesos de producción limpia, se ha de propiciar que la cultura empresarial sea
contagiada por una estrategia educativa que privilegie en todos los miembros de las
organizaciones, con compromisos por la protección y conservación ambiental.

c) Aspecto social

La sociedad mundial se esfuerza actualmente por combatir sus problemas


ambientales y mejorar su entorno inmediato. Pero, desde siempre, se ha visto obligada
a ampliar su perspectiva conservacionista y reconocer que existe un medio ambiente
global que es vital para el bienestar de todos.

En cuanto al aspecto social de la educación ambiental, Vargas (2003) establece


que, la clave para lograr un modo sustentable de vida tiene que ver con dos
consideraciones fundamentales que posee la sociedad. La primera consideración, es
que la sociedad es producto de un proceso histórico que justifica el actual contexto, por
ello debe estar totalmente comprometida a solventar los problemas políticos,
económicos, sociales, y en este caso los ambientales, mientras que la segunda
consideración, la sociedad debe poseer un pensamiento común o colectivo que sea
unificado bajo una sola voz, bajo la conciencia, transdisciplinario, integrador y de
mucha sabiduría.

Dicho de otro modo por el mismo Vargas (2003), para que se logre un cambio
hacia la postura que se tiene sobre los problemas ambientales es efectivo del rumbo
que tomen las sociedades hacia la dignidad humana, el respeto por la vida que se
traduce en la defensa ambiental por los espacios.

Este autor también señala que la participación de la sociedad en las diferentes


actividades por la conservación del ambiente es necesaria ante la carga de problemas
ecológicos que existen, actividades estas que promuevan la defensa de las últimas
fronteras con las que cuenta el hombre, el ecosistema.

Otros de los aspectos señalados por Vargas (2003) es que las actividades
sociales deben ser emprendidas por las familias, la iglesia, las universidades, y los
profesionales, como actores de la sociedad civil que trabajando constantemente por
este objetivo permitirán levantar reivindicaciones ante los gobiernos para disminuir el
impacto ambiental.

En el caso de los profesionales de la contaduría y carreras afines, Vargas (2003)


hace mucho énfasis en que también tienen la responsabilidad de avalar las actividades
sociales que propician la conservación, de hecho, si prestan sus servicios al público
general porque no contribuir con la conservación de la calidad de vida.

La problemática ambiental también es un dilema social, social, el hombre es un


elemento más del ecosistema, cualquier daño de impacto ambiental lo afecta a él. Es
por ello que dentro de las relaciones sociales es conveniente plantearse en todo
momento las acciones a seguir para que con una verdadera responsabilidad pueda
combatirse este flagelo que tanto daño ha causado a la calidad de vida.

d) Políticas

Vargas (2003) hace referencia al elemento políticas en la educación ambiental,


manifestando que el Estado es quien controla el desarrollo y conocimiento de las
políticas ambientalistas. Su responsabilidad es divulgar las directrices adecuadas para
aprobar, divulgar y hacer cumplir las políticas.

Siguiendo con sus afirmaciones, comenta que los gobiernos representan los
entes controladores para regular la problemática ambiental, de su parte queda hacer
uso de la ley para sancionar a todas aquellas personas naturales o jurídicas que
incumplan con las políticas ambientales.

Por otra parte afirma, que tanto la empresa pública como privada, poseen su
cuerpo normativo de políticas ambientales para armonizar la relación con la actividad
económica que realizan y con su cultura organizacional. Pero, la experiencia obtenida a
través de muchos estudios realizados demuestra que las políticas establecidas por
muchas empresas no suelen cumplir con el recorrido trazado.

Con respecto a los contadores públicos, el mismo Vargas (2003) expresa que,
como protagonistas de la contabilización de los costos y de las auditorias ambientales,
necesitan manejar oportunamente las políticas de gobierno y las empresariales que
regulan y estimulan la preservación del ambiente. Además, se supone que las leyes y
demás normas contenidas en el cuerpo jurídico del Estado deben ser cumplidas por las
empresas y la sociedad.

Los daños causados al ambiente y a la salud por parte de las actividades


económicas es incalculable, una economía sin normas causa mermas intolerables en
los recursos naturales.

Las reglamentaciones del Estado para el ambiente suelen surgir en un contexto


sociopolítico en respuesta a los problemas presentados mediante la implantación de
políticas e instituciones eficaces. Cuando esta situación no ocurre, el resultado
inevitable es la degradación del ambiente.

Es importante que el sector empresarial logre alcanzar la meta en cuanto a la


formulación, conocimiento, divulgación y cumplimiento de las políticas ambientales,
situación que permitiría contribuir a manejar razonablemente el uso de los recursos y
disminuir el impacto ambiental.

e) Aspecto educativo

Vargas (2003) plantea que el proceso educativo representa un reto para lograr
una educación ambiental capaz de formar individuos proactivos del desarrollo
sostenible, la cual debe ser obligatoria en todas las fases del sistema, primaria; media y
diversificada; y universitaria.

En este sentido relata que el principal desafío del aspecto educativo es crear una
verdadera cultura ambiental. Ésta se encuentra eximida en muchas personas, o
simplemente la poseen y no la ejecutan, o en líneas generales carecen de la cultura
conservacionista. Lo que ha traído como consecuencia la degradación del medio
ambiente, los vaivenes de los cambios climáticos, diverso tipos de enfermedades,
pérdidas naturales y aumento de los niveles de pobreza.

Dentro de sus consideraciones propone que es oportuno incorporarle a la fe


pública de la profesión de la contaduría los valores educativos que ofrece la educación
ambiental, sería una mezcla para proporcionarle responsabilidad y prestigio a la
actividad de estos profesionales.

El aspecto educativo es la base para que exista compromiso con el ambiente.


Un verdadero aprendizaje es aquel que genera análisis, reflexión, aplicación y solución
de problemas, por tanto, en la medida en que la educación ambiental sea sólida en
todas las personas y practicada en todo momento, pudiera lograr a construir un
ambiente más limpio.

7. Aspecto jurídico y social de la contabilidad ambiental

La contabilidad ambiental contribuye con el manejo de las políticas ambientales


en las organizaciones de todo tipo, aporta información que permite apreciar y valorar los
compromisos que adquieren las empresas con respecto a las cuestiones del ambiente,
de modo que puedan gestionarse los recursos para redimir, disminuir o eliminar y
controlar, los efectos negativos que causan a los recursos naturales y el medio
ambiente las actividades empresariales. En efecto, es necesario apegarse a la
legislación ambiental vigente, la cual tiene por objeto la protección del ambiente y la
conservación de los recursos naturales; lo jurídico contempla la realización de acciones
por parte de las personas para contribuir con un ambiente sano.
Al respecto la Asamblea Nacional (1999) en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (CRBV), artículo 127, con respecto a los derechos
ambientales, establece:

“Es un derecho y un deber de cada generación proteger y mantener el ambiente


en beneficio de sí misma y del mundo futuro. Toda persona tiene derecho
individual y colectivamente a disfrutar de una vida y de un ambiente seguro, sano
y ecológicamente equilibrado. El Estado protegerá el ambiente, la diversidad
biológica, genética, los procesos ecológicos, los parques nacionales y
monumentos naturales y demás áreas de especial importancia ecológica. El
genoma de los seres vivos no podrá ser patentado, y la ley que se refiera a los
principios bioéticos regulará la materia.
Es una obligación fundamental del Estado, con la activa participación de la
sociedad, garantizar que la población se desenvuelva en un ambiente libre de
contaminación, en donde el aire, el agua, los suelos, las costas, el clima, la capa
de ozono, las especies vivas, sean especialmente protegidos, de conformidad
con la ley”.

Este precepto relacionado con los principios fundamentales de la carta magna


establece la responsabilidad del Estado y de los actores sociales, en cuanto a los
asuntos ambientales para vivir en un ambiente seguro, sano y ecológicamente
equilibrado. Por lo tanto, es obvio que la profesión de la contaduría pública esté
comprometida con esta disposición, la práctica de la contabilidad ambiental es un
ejemplo de ello para contribuir con el control del impacto ambiental.

En relación a la introducción de la dimensión ambiental en Venezuela y para


apoyar lo establecido en la CRBV, la misma Asamblea Nacional (2006) a través de la
Ley Orgánica del Ambiente en su artículo 11 contempla, ccorresponde al Estado, por
órgano de las autoridades competentes, garantizar la incorporación de la dimensión
ambiental en sus políticas, planes, programas y proyectos; para alcanzar el desarrollo
sustentable. Además, en al artículo 12 en lo concerniente a la calidad ambiental indica:

“El Estado, conjuntamente con la sociedad, deberá orientar sus acciones para
lograr una adecuada calidad ambiental que permita alcanzar condiciones que
aseguren el desarrollo y el máximo bienestar de los seres humanos, así como el
mejoramiento de los ecosistemas, promoviendo la conservación de los recursos
naturales, los procesos ecológicos y demás elementos del ambiente, en
los términos establecidos en esta Ley”.
La gestión ambiental, es otro instrumento con peso jurídico que incide en la
práctica de la contabilidad ambiental, de hecho la Asamblea Nacional (2006) a través
de la Ley Orgánica del Ambiente, define la gestión ambiental según el artículo 3 de
como “todas las actividades de la función administrativa, que determinen y desarrollen
las políticas, objetivos y responsabilidades ambientales y su implementación, a través
de la planificación, el control, la conservación y el mejoramiento del ambiente”.

En el mismo orden de ideas, la Asamblea Nacional ha dispuesto en el artículo 4


de la Ley Orgánica del ambiente, que la gestión ambiental comprende:

“1) Corresponsabilidad: deber del Estado; la sociedad y las personas de


conservar un ambiente sano, seguro y ecológicamente equilibrado. 2)
Prevención: medida que prevalecerá sobre cualquier otro criterio en la gestión
del ambiente. 3) Precaución: la falta de certeza científica no podrá alegarse
como razón suficiente para no adoptar medidas preventivas y eficaces en las
actividades que pudiesen impactar negativamente el ambiente. 4) Participación
ciudadana: es un deber y un derecho de todos los ciudadanos la participación
activa y protagónica en la gestión del ambiente. 5) Tutela efectiva: toda persona
tiene derecho a exigir acciones rápidas y efectivas ante la administración y los
tribunales de justicia, en defensa de los derechos ambientales. 6) Educación
ambiental: la conservación de un ambiente sano, seguro y ecológicamente
equilibrado debe ser un valor ciudadano, incorporado en la educación formal y
no formal. 7) Limitación a los derechos individuales: los derechos ambientales
prevalecen sobre los derechos económicos y sociales, limitándolos en
los términos establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela y las leyes especiales. 8) Responsabilidad en los daños ambientales:
la responsabilidad del daño ambiental es objetiva y su reparación será por
cuenta del responsable de la actividad o del infractor. 9) Evaluación de impacto
ambiental: todas las actividades capaces de degradar el ambiente deben ser
evaluadas previamente a través de un estudio de impacto ambiental y socio
cultural. 10) Daños ambientales: los daños ocasionados al ambiente se
consideran daños al patrimonio público”.

Entre otras legislaciones en material ambiental se encuentran Ley de Diversidad


Biológica (2008), Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio (2005), Ley Forestal de
Suelos y de Aguas (2007), etc., además acuerdos internacionales como por ejemplo
los Protocolos de Kyoto de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (2020),
Cumbre de la Tierra de las Naciones Unidas (1992), Agenda 21 de las Naciones Unidas
(1992), etc., suscritos por Venezuela y que inciden en el establecimiento de medidas
para contribuir con los objetivos para el medio ambiente por parte de todos los actores
sociales gobierno, empresas, instituciones públicas y privadas, sociedad civil y
comunidad.

Por consiguiente, las empresas, instituciones y la administración de gobierno,


deben aplicar la contabilidad ambiental dentro de las herramientas e instrumentos para
gestionar la identificación, registro, valoración, control y presentación, de los eventos
susceptibles de ser cuantificados o no, de naturaleza ambiental, por ejemplo activos,
pasivos, ingresos, costos y gastos, casos de contaminación, actividades de detección y
prevención, etc.

8. Elementos de los estados financieros de tipo ambiental

La contabilidad ambiental establece para las cuestiones ambientales la


identificación de elementos de los estados financieros con la denominación ambiental,
para hacer los registros en la contabilidad financiera correspondiente a cada elemento
que se trate acompañado con esa denominación ambiental. Esto permitirá dar a
conocer a través de los estados financieros la consideración de los asuntos ambientales
relacionados con la empresa.

8.1. Activos ambientales

Según el International Accounting Standards Board – IASB (2023) en español


Junta de Normas Internacionales de Contabilidad, el activo es recurso controlado por la
entidad como resultado de sucesos pasados, del que se espera obtener en el futuro
beneficios económicos. En efecto, los activos son bienes propiedad de la empresa
producto de situaciones pasadas y que dispone de ellos para realizar su actividad
económica y negocios, quienes le generan beneficios.

Por consiguiente, en virtud que el activo es un recurso utilizado en las


actividades de la empresa, es necesaria la posesión de activos ambientales que
satisfagan los propósitos en materia reducción del impacto ambiental, protección del
medio ambiente y desarrollo sostenible. Cabe señalar, los elementos incorporados al
patrimonio de la entidad con el objeto de ser utilizados en su actividad, cuya finalidad
principal sea la minimización del impacto medioambiente y la protección y mejora del
medio ambiente, incluyendo la reducción o eliminación de la contaminación futura de
las operaciones de la entidad, se denominan activos ambientales.

Estos bienes propiedad de la empresa, son inversiones y cualquier otro recurso


destinado para preservar y proteger el ambiente así como minimizar los daños
ocasionados, se encuentran:

 Fondos o depósitos verdes, destinados para actividades de preservación del


medio ambiente.
 Inventarios de materiales que se usen en el proceso productivo para minimizar la
emisión de residuos, tales como inventarios de mermas y desperdicios.
 Propiedad, planta y equipo que se empleen con fines de detección, prevención,
fallas y control, ambiental; ejemplo de ellos, filtros electrostáticos para la
eliminación de humo; plantas de tratamiento de aguas dulce, salada y servidas;
maquinarias para limpieza y recolección de contaminantes, entre otros.

8.2. Pasivos ambientales

Para el IASB (2023) el pasivo son deudas u obligaciones de la entidad surgida de


sucesos pasados, que para ser canceladas a su vencimiento debe desprenderse de
recursos que incorporen beneficios económicos.

Siguiendo la definición de pasivo, en el caso de las cuestiones ambientales por


concepto de incumplimiento de las regulaciones, aceptación de contratos y convenio,
promesas, entre otras, son pasivos ambientales que la empresa debe pagar
oportunamente. De esa manera, los pasivos ambientales son obligaciones relacionadas
con eventos ambientales de una empresa, que satisfacen los criterios para el
reconocimiento como pasivos. En algunos países, cuando existe incertidumbre acerca
de la ocurrencia, cuantía y pago, para su reconocimiento y registro, son un tipo de
pasivo ambiental por concepto de provisión ambiental.
8.3. Costos ambientales

Los costos ambientales son partidas de gastos derivado de las medidas tomadas
por la empresas responsables, causados para prevenir, detectar, reducir y corregir
eventos ambientales favorables o defavorables (nocivos) que resultaren de sus
actividades ordinarias o para la conservación del medio ambiente.

Siguiendo al IASB (2023) los gastos incluyen tanto las pérdidas como los gastos
que surgen en las actividades ordinarias de la entidad. Estos provienen de la actividad
ordinaria que incluye por ejemplo, el costo de venta, los salarios, la depreciación.
Usualmente, toman la forma de una salida o disminución del valor de los activos, tales
como efectivo y equivalentes de efectivo, inventarios y propiedad planta y equipo.

Para el mismo IASB (2015) en cuanto al reconocimiento de los gastos, procede


directamente del reconocimiento y la medición de activos y pasivos. Una entidad
reconocerá gastos en el estado de resultados cuando haya surgido un decremento en
los beneficios económicos futuros, relacionado con un decremento en un activo o un
incremento en un pasivo que pueda medirse con fiabilidad.

Cuando el costo es visto como activo o gasto, la Asociación Española de


Contabilidad y Administración de Empresas, AECA (1999) define que el costo
medioambiental representa la medida y valoración del consumo o sacrificio realizado o
previsto por la aplicación racional de los factores medioambientales productivos de cara
a la obtención de un producto, trabajo o servicio. Por tanto, esta definición aplica para la
identificación de un costo activo o egreso, pero en esta parte se busca definir el costo
ambiental como egreso, como un desembolso que ocasiona una pérdida para
resultados.

En ese sentido, Pahlen y Fornti (2004) definen los costos ambientales como
aquellos que se originan de las actividades llevadas a cabo voluntariamente, así como
también las requeridas por contrato o por leyes y regulaciones ambientales; para
prevenir, disminuir o remediar el daño al medio ambiente, relacionado tanto con la
conservación de recursos renovables como no renovables.
Por su parte, Hansen y Mowen (2007) los costos ambientales son aquellos en los
que se incurre, debido a que existe o a que puede existir una calidad ambiental
deficiente. De tal modo, los costos ambientales están asociados con la creación, la
detección, el remedio y la prevención de la degradación ambiental. Estos costos se
clasifican en: a) costos de prevención, para evitar la contaminación y el deterioro; b)
costos de detección, para determinar la situación de productos y procesos capaces de
generar impacto ambiental; c) costos de falla interna, para realizar actividades para
eliminar contaminantes y residuos producidos por la empresa no descargados aún al
ambiente y; d) costos de falla externa, para las actividades que realiza la empresa para
reparar daños causados después de hacer descargas al medio ambiente.

En el tema Costos ambientales se presentan más detalle acerca de esta


clasificación. Ahora, de manera general sin mayor especificaciones se enuncia como
ejemplo algunas partidas de costos o gastos relacionados con la preservación del
medio ambiental y control o reducción del impacto ambiental, entre ellos: gastos por
evaluación y selección de proveedores, gastos por capacitación de los trabajadores,
gastos de reciclaje, gasto auditoría de actividades ambientales, gastos medición de
niveles de prevención, gastos actividades de sociales de prevención y saneamiento
ambiental, entre otros.

8.4. Ingresos ambientales

Los ingresos ambientales son beneficios obtenidos por la entidad producto de


actividades realizadas para la preservación del medio ambiente, por lo que representan
incrementos de recursos económicos de la entidad relacionados directamente con la
gestión medioambiental, ya sean de bienes o servicios de carácter medioambiental o de
la disminución de gastos por los ahorros obtenidos.

Según Bischhoffshausen (1996, 156) citado por Mejía (2010) identifica los
ingreso ambientales como beneficios generados del ahorro de materiales y materias
primas por reducción de desechos, ingresos por venta o ahorro por reutilización de
material reciclado, ahorro de gastos de disposición final de desechos por disminución
de su volumen, venta de derechos de emisión transables, ingresos por licencias de
tecnologías limpias, y ahorro por sustitución de material contaminante por otro no
contaminante.
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