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Audiencia Provincial de Málaga, Sección 4ª, Sentencia 410/2014 de 23 Sep. 2014, Rec.

364/2012

Ponente: Delgado Baena, Joaquín Ignacio.

LA LEY 244707/2014

DOCUMENTOS PÚBLICOS Y OFICIALES. MATRIMONIO. Nulidad del matrimonio. Causas de nulidad. Falta de
consentimiento. -- Nulidad del matrimonio. Causas de nulidad. Matrimonios de complacencia. REGISTRO CIVIL.
Hechos inscribibles. -- Inscripción de nacimiento y sexo.
SENTENCIA Nº 410/20104
AUDIENCIA PROVINCIAL MÁLAGA
SECCION CUARTA AUDIENCIA PROVINCIAL DE MALAGA
PRESIDENTE ILMO. SR.
DON JOAQUIN DELGADO BAENA
MAGISTRADOS, ILTMOS. SRES.DON JOSE LUIS LOPEZ FUENTES DON ALEJANDRO MARTIN DELGADO
REFERENCIA:
JUZGADO DE PROCEDENCIA: JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA Nº4 DE MALAGA
ROLLO DE APELACIÓN Nº 364/2012
JUICIO Nº 1392/2008
En la Ciudad de Málaga a veintitrés de septiembre de dos mil catorce.
Visto, por la SECCION CUARTA AUDIENCIA PROVINCIAL DE MALAGA integrada por los Magistrados indicados al margen, el
recurso de apelación interpuesto contra la sentencia dictada en el juicio de Procedimiento Ordinario Nº 1392/2008
procedente del Juzgado de Primera Instancia referenciado. Interpone recurso D. Candido que en la instancia ha litigado
como parte demandante y comparece en esta alzada representado por el Procurador D. FRANCISCO CHAVES VERGARA y
defendido por la letrada Dª. TRINIDAD GARCIA ALVAREZ. Son partes recurridas la DIRECCION GENERAL DE LOS
REGISTROS Y DEL NOTARIADO (ABOGADO DEL ESTADO EN MALAGA) y MINISTERIO FISCAL , que en la instancia han
litigado como parte demandada y comparecen en esta alzada representados y defendidos por el ABOGADO DEL ESTADO.

ANTECEDENTES DE HECHO

PRIMERO.- El Juzgado de Primera Instancia dictó sentencia el día 27 de mayo de 2011, en el juicio antes dicho, cuya parte
dispositiva es como sigue: "Que DESESTIMAR TOTALMENTE la demanda interpuesta por el procurador D. Francisco
Chaves Vergara, actuando en nombre y representación de D. Candido , contra la DIRECCION GENERAL DE LOS REGISTROS
Y EL NOTARIADO, con la intervención del MINISTERIO FISCAL, ABSOLVER a los demandados de todos los pedimentos
deducidos en su contra; condenando al demandante al pago de las costas procesales causadas en esta instancia."
SEGUNDO.- Interpuesto recurso de apelación y admitido a trámite, el Juzgado realizó los preceptivos traslados y una vez
transcurrido el plazo elevó los autos a esta Sección de la Audiencia, donde se formó rollo y se ha turnado de ponencia. La
votación y fallo ha tenido lugar el día 16 de septiembre de 2014 quedando visto para sentencia.
TERCERO.- En la tramitación del recurso se han observado las prescripciones legales.
Visto, siendo ponente el Ilmo. Sr. Magistrado D. JOAQUIN DELGADO BAENA quien expresa el parecer del Tribunal.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- Por la representación procesal de D. Candido , que comparece en calidad de apelante, se alega en primer lugar,
que se recoge en la sentencia dictada en primera instancia " Que consta acreditada la ausencia de un verdadero
consentimiento matrimonial entre el actor, D. Candido , y Dª. Julia ; por lo que se entiende correcta la denegación de
inscripción del matrimonio en el Registro Civil Español; y por ende no vulnerado el derecho constitucional del demandante a
contraer matrimonio con plena igualdad jurídica", considerando que ha existido error en la valoración de la prueba , al
constar como hecho objetivo, la existencia de una hija en común, la existencia de una relación afectiva de los contrayentes,
las visitas continuas del Sr. Candido a la ciudad de residencia de su esposa en la República Dominicana, el envio de dinero
del esposo a la esposa desde 2002 a 2007, quedando, por tanto acreditado que la intención de los congyuges era la de
contraer matrimonio. Y en segundo lugar, se alega que tambien se recoge en la sentencia de primera instancia " que no
procede la inscripción de la filiación paterna como matrimonial o no matrimonial, respecto de la hija menor de edad Adela ,
toda vez que no se ha acreditado que haya quedado determinada dicho filiación en alguno de los modos previstos en el art.
120 del Código Civil (LA LEY 1/1889) ", manifestando que la admisión de lo dispuesto para el anterior motivo, debe llevar a
la inscripción en el Registro Civil de la hija del matrimonio Adela . Por todo lo expuesto solicita que se revoque la resolución
recurrida y se dicte una nueva sentencia por la que se acceda a lo solicitado.

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Por el Abogado del Estado, en nombre y representación de la Dirección General del Registro y Notariado, se presentó escrito
de oposición al recurso planteado, impugnando las alegaciones realizadas de contrario y, solicitando la confirmación de la
resolución recurrida.
Por el Ministerio Fiscal se presentó escrito oponiendose el recurso de apelación planteado y solicitando la confirmación de la
resolución recurrida por los propios fundamentos de la misma.
SEGUNDO.- Una vez analizadas las alegaciones de la parte recurrente, resulta claro que el motivo de impugnación es
esencialmente el error en la valoración de la prueba, siendo reconocido por la jurisprudencia que, el recurso de apelación
confiere plenas facultades al órgano judicial ad quem para resolver cuantas cuestiones se le planteen de hecho o de
derecho, por tratarse de un recurso ordinario que permite un "novum indicium". Ahora bien, aunque reiteradamente se ha
dicho que la segunda instancia es una fase procesal que da lugar a un nuevo examen completo de la cuestión litigiosa, toda
vez que el recurso de apelación, en cuanto ordinario que es, transfiere plena jurisdicción al órgano superior para volver a
conocer del asunto planteado y debatido en primera instancia, como una "revisio prioris instantiae", en la que el Tribunal
Superior u órgano "ad quem" tiene plena competencia para revisar todo lo actuado por el Juzgador de instancia, tanto en lo
que afecta a los hechos (quaestio facti) como en lo relativo a las cuestiones jurídicas oportunamente deducidas con las
partes (quaestio iuris) para comprobar si la resolución recurrida se ajusta o no a las normas procesales y sustantivas de
aplicación al caso ( sentencias del Tribunal Supremo de 21 de abril de 1993 , 5 de mayo de 1997 , 31 de marzo de 1998 y
sentencia del Tribunal Constitucional 3/96 de 15 de enero (LA LEY 1989/1996)), no es menos cierto que no puede ignorarse
que, respecto de aquellas pruebas que han sido practicadas a la inmediación judicial, el Juez "a quo" tiene elementos más
fundados para su más precisa apreciación y, por tanto, su mejor valoración en relación a los supuestos de hecho que
constituyen el "factum" debatido. De ahí que, en materia de apreciación de la prueba, debe significarse que, conforme a una
reiterada Jurisprudencia, la valoración probatoria es facultad de los Tribunales, sustraída a los litigantes, que sí pueden
aportar las pruebas que la normativa legal autoriza -principio dispositivo y de rogación-, pero no puede sustituirse la
valoración que el Juzgado de instancia hizo de toda la prueba practicada por la valoración que realiza la parte recurrente,
función que corresponde, única y exclusivamente, al juzgador "a quo" y no a las partes (sentencia del Tribunal Supremo de
7 de octubre de 199 ). De esta suerte, el error en la valoración de la prueba, esgrimido por la recurrente, sólo podrá
acogerse cuando las deducciones o inferencias de la sentencia impugnada resulten ilógicas, irracionales o absurdas,
atendida la resultancia probatoria, lo cual no ha acontecido en el caso enjuiciado, dado que la apreciación en conjunto de la
prueba practicada efectuada por la juzgadora de instancia, basada en las reglas de la sana crítica, no podemos concluir que
hubiese resultado arbitraria ni irracional, por lo que resulta improcedente realizar una nueva valoración de la prueba sobre
este extremo, concluyéndose que la misma ha de ser ratificada por este Tribunal ( sentencias del Tribunal Supremo de 16
de octubre de 2000 , 19-7-2002 , 17-1 y 30-9-2003 y 7-4-2004 ).
Pues siguiendo el criterio anteriormente expuesto, delas pruebas practicadas ha resultado acreditados los siguientes hechos:
Que la resolución originadora del presente pleito es una resolución de la Dirección General de los Registros y Notariado de
fecha 25 de octubre de 2005 en la que se hace constar que la misma trata "En las actuaciones sobre inscripción de
matrimonio e inscripción de nacimiento a este Centro en trámite de recurso por virtud entablado por el interesado conta el
auto del Encargado del Registro Civil Consular de Santo Domingo ( República Dominicana)". Pues bien del examen de los
hechos, de la fundamentación jurídica y de la parte dispositiva de la misma, no se hace referencia alguna a la inscripción del
nacimiento de la misma. Y al no aportarse el auto dictado por el Encargado del Registro Civil Consular, esta Sala ignora, si
se ha denegado o no la inscripción en el Registro el nacimiento de la hija común, o en su caso los razonamientos y motivos
de la denegación de dicha inscripción.
Del examen del pasaporte de D. Candido , resulta que ha entrado y salido de la Republica Dominicana, durante los
siguientes periodos de tiempo: Entrada el 28 de agosto y salída el día 19 de septiembre de 2002; entrada el 9 de octubre y
salida el día 1 de noviembre de 2003; entrada el 10 de octubre y salida el 10 de noviembre de 2004, entrada el 28 de
octubre de 2005 y salida 2 de enero de 2006.
Que del acta de matrimonio, aportada a las actuaciones, consta que D. Candido y Dª Julia , contrajeron matrimonio en la
Republica Dominicana el dia 15 de octubre de 2003.
Que del acta de nacimiento, obrante en las actuaciones, consta que Dª Julia , tuvo una hija el dia 24 de junio de 2004, de
D. Candido a la que se le puso el nombre de Adela .
Que como consta en los documentos números 8 a 54, el demandante ha realizado ingresos mensuales de dinero a favor de
Dª, Julia desde el año 2002 a 2007.
La conducta del demandante, tanto en el expediente administrativo (impulsando su resolución, recurriendo, etc.) como en
vía judicial, ha sido muy activa e insistente, demostrativa de un verdadero interés
TERCERO.- Expuesto lo anterior y como se recoge por la jurisprudencia de las Audiencias Provinciales: " Los llamados
matrimonios de conveniencia ("mariage blanc" en la terminología francesa) son, como se dice en la sentencia de esta misma
Audiencia (Sección I) de 24 de septiembre de 2.001 , "un fenómeno muy común en países sometidos a una fuerte
inmigración, suponiendo un matrimonio ficticio o simulado, por cuanto, si bien se han cumplido las formalidades externas,
ninguno de los contrayentes tiene realmente intención de tomar al otro por cónyuge, y el comportamiento posterior (no
consumación ni comunidad de vida) prueba que, desviando la institución del fin que le es propio, se persigue
exclusivamente una consecuencia secundaria o accesoria de tal institución; así, es supuesto característico el matrimonio de
un ciudadano español con otro extranjero para facilitarle el acceso o establecimiento en un país o la adquisición de la
nacionalidad al cónyuge aparente".
Todo ello implica que, para nuestro ordenamiento, un enlace de esa clase deba reputarse nulo, por falta de verdadero
consentimiento matrimonia, conforme a los arts. 45 (LA LEY 1/1889) y 73 del Código Civil (LA LEY 1/1889) .
Por ello, cuando se aprecia, de las circunstancias concurrentes en el caso, que el matrimonio se ha celebrado sin auténtico
consentimiento matrimonial, el Estado niega el reconocimiento al vínculo así contraído, vedando su acceso al Registro Civil
español.
En este mismo sentido, las sentencias de la Audiencia Provincial de Madrid de 9-5-99 , de Palencia de 5-3-2.002 , de
Almería de 23-1-2.004 , de Barcelona de 10- 5 - 2.004 , La Rioja de 8-7-99 , de Murcia de 19-6-2.001 , de Las Palmas de
24-3-2.003 , de Zaragoza de 30-3-2.005 o de Murcia de 7-11-2.006 .

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La concurrencia de la citada causa de nulidad (ausencia o vicio del consentimiento) supone que, de intentarse en España, el
matrimonio no sea autorizado o, en caso de venirse a conocer posteriormente, sea declarado nulo.
La nulidad matrimonial es un remedio excepcional para las crisis matrimoniales (o para su declaración en evitación de
fraude) y tan solo puede apreciarse cuando conste de manera inequívoca la concurrencia de condicionantes susceptible de
integrarse en las previsiones legales. La causa 1ª del art. 73 C.C (LA LEY 1/1889) ., contempla el supuesto de ausencia total
de consentimiento, causa en la que puede encajarse la simulación o reserva mental, que exigirá prueba plena de que la
única y exclusiva razón para prestar el consentimiento matrimonial es la ya comentada, ajena a la voluntad de crear una
sociedad de convivencia personal entre los cónyuges.
Dado que la prueba de la simulación, por definición, es muy difícil, al no existir pruebas directas, siendo la voluntad de los
simuladores precisamente ocultar su verdadera intención al celebrar el matrimonio, ha de acudirse frecuentemente a la
prueba de presunciones, para cuyo éxito es necesario que entre el hecho demostrado y el que se pretende deducir haya un
enlace preciso y directo según las reglas del criterio humano" ( art. 386 L.E.C (LA LEY 58/2000) .)
El criterio en orden a demostrar la simulacióno matrimonial viene a ser coincidente con el que reiteradamente ha sostenido
la jurisprudencia a propósito de la simulación contractual, "que habrá de ser constatada de ordinario, de no mediar otras
pruebas, acudiendo a indicios o presunciones para alcanzar la certeza moral de la inexistencia del contrato impugnado,
siempre que tales indicios y presunciones resulten de toda evidencia y estén en descuerdo con las pautas de un prudente
criterio, ya que de otro modo debe prevalecer la voluntad declarada" S.A.P. de 23-1-2.004 de Almería, que recoge la
doctrina expuesta en la de León de 19-6-2.002)"
Los hechos que con más frecuencia sirven para basar la presunción de simulación son la falta de conocimiento o trato
anterior a la celebración del enlace por los cónyuges y la falta de convivencia posterior.
Estos hechos y otros más se indican como presuntivos en la normativa europea y administrativa española.
Así, la Resolución del Consejo de las Comunidades Europeas de 4 de diciembre de 1.997, enfrentándose al problema de la
emigración ilegal y concretamente a los matrimonos celebrados en fraude de la legislación de extranjería, fija una serie de
factores que pueden permitir que se presuma que un matrimonio de conveniencia es fraudulento: el no mantenimiento de
vida en común, (la convivencia se exige en el art. 22.2º d) del C.C (LA LEY 1/1889) . como requisito para la obtención de la
nacionalidad, lo que no hacía la Ley 51/1.982), la ausencia de cumplimiento de las obligaciones derivadas del matrimonio, el
que los cónyuges no se hayan conocido con anterioridad al matrimonio, que se equivoquen en relación con sus respectivos
datos personales básicos o sobre las circunstancias en que se conocieron, que haya mediado entrega de una cantidad
monetaria, o que alguno de ellos tenga un historial de matrimonios fraudulentos anteriores.
Por su parte, la Dirección General de los Registros y el Notariado en España, que comenzó a pronunciarse sobre los
matrimonios de conveniencia en 1.993, ha desarrollado una doctrina que se manifiesta en distintas Instrucciones; la más
importante es la de 9 de enero de 1.995, sobre el "expediente previo al matrimonio cuando uno de los contrayentes esta
domiciliado en el extranjero", indicando que dicho expediente "debe contener la audiencia personal, reservada y por
separado de cada cónyuge, como medio de apreciar cualquier obstáculo o impedimento para el enlace, entre ellos, la
ausencia de consentimiento". Este trámite de audiencia está expresamente previsto en el art. 246 del reglamento del
Registro Civil .
La Instrucción de 31 de enero de 2.006 (LA LEY 215/2006), sobre los matrimonios de complacencia, describe los mismos y
las consecuencias de los matrimonios simulados, estableciendo que el derecho fundamental de la persona al matrimonio no
ampara estos matrimonios. En lo que afecta a esta resolución, la parte más interesante de esta Instrucción es la que
contiene las instrucciones a los encargados del Registro Civil, que debe someter a los contrayentes a "exámenes de hechos
objetivos", puesto que tales hechos pueden servir para fundar la necesaria prueba de presunciones.
Los funcionarizo deben indagar: el conocimiento de cada contrayente de los datos personales o familiares básicos del otro,
las relaciones previas al matrimonio y su duración, si el extranjero es regular o irregular (caso de matrimonio en España), si
hay convivencia o algún hijo en común y la diferencia de edad. Se insiste en que el historial previo de matrimonios
fraudulentos de uno de los contrayentes, así como la entrega de dinero son indicios poderosos de que no existe verdadero
consentimiento matrimonial.
En igual sentido, las Resoluciones de la D.G.R.N. de 30 de mayo de 1.995 y de 20 de septiembre de 2.006.
Lla mayoría de las veces las Audiencias Provinciales resulten en contra de la nulidad matrimonial, partiendo de la
interpretación restrictiva que debe hacerse del concepto de nulidad, dadas su consecuencias, y en base especialmente a la
existencia de relaciones anteriores al matrimonio y de convivencia entre los contrayentes.
Así, se declara que el Código Civil no exige, como uno de los requisitos del matrimonio válido, que se contraiga por amor,
siendo frecuentes los matrimonios que se fundan en "distintas causas, como seguridad económica, compañía, estabilidad,
etc." sin que ello suponga su nulidad ( S.A.P. de Murcia de 19 de junio de 2.001 ). Igualmente la A.P. de Barcelona de 24 de
marzo de 2.003 declara que "las circunstancias económicas y el deseo de una vida mejor en España no son por si solas
determinantes de nulidad". ( A.P. Tenerife 15-11-2010)
En el presente caso, se ha acreditado la concurrencia de varias circunstancias que no han sido tenidas en cuenta en la
sentencia apelada, como se denuncia en el recurso. No pudiendo basarse la negativa únicamente en la no comparecencia
del demandante en el expediente administrativo, y, las contradicciones de Dª Julia en el interrogatorio ante el Encargado del
Registro Civil Consular, ya que estos datos aparecen contradichos por las pruebas practicadas y los hechos declarados
probados y citados con anterioridad. Ya que constan los datos objetivos de las visitas continuas, el envio de dinero, y el
tener una hija en común que hace que exista una continuidad en las relaciones entre las partes.
Por todo lo cual y respetando la naturaleza restrictiva de la interpretación que debe darse a los hechos para fundar una
nulidad matrimonial, se concluye que procede acoger el recurso y por tanto la demanda intespuesta por D. Candido ,
respecto de la solicitud de validez del matrimonio y su inscripción en el Registro.
CUARTO.- Respecto a la solicitud de inscripción del nacimiento de la hija, este Tribunal se encuentra con varios problemas
procesales, el primero es que la resolución de la Dirección General del Registro y Notariado, no hace referencia alguna a la
misma, ignorandose las razones por las que, en su caso, se haya denegado la citada inscripción. No constando en las
actuaciones dato procesal alguno ( salvo la manifestación del demandante) que dicha solicitud de inscripción haya sido

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rechazada formalmente. Por otro lado, el Abogado del Estado, al contestar la demanda en su hecho segundo dice lo que
sigue " La calficación negativa de inscripción del certificado de nacimiento de la hija de ambos dictada por el Registrador
Consular de Santo Domingo y corroborada por la resolución que se impugna presenta a primera vista una mas dificil
argumentación de defensa, si bien es cierto que las entradas y salidas que constan en el pasaporte del Serñor Candido ,
muestran que el mismo no se encontraba en la República Dominicana 9 meses antes del nacimiento de la hija Adela .
Subsidiariamente se dirá que ninguno de los certificados aportados por el interesado ( entre ellos certificado de nacimiento
de la niña o del matrimonio celebrado en el extranjero) cuentan con el sello de legalización o apostilla establecido en el
Convenio de la Haya de 5 de octubre de 1961 y ratificado por España mediante instrumento de 18 de abril de 1978. -
Pues bien las manifestaciones realizadas por el Abogado del Estado,repecto al primer punto, no se ajusta a las pruebas
practicadas, ya que no constan en las actuaciones la calificación negativa de inscripción realizada por el Encargado de
Registro Consular, ni la resolución en la que se adopta (auto). Repecto, al segundo punto, es cierto que el demandante no
acredita su presencia en la Republica Dominicana 9 meses antes del nacimiento de la hija, ya que del examen del pasaporte
se observa que ,el demandante tuvo entrada el 9 de octubre y salida el día 1 de noviembre de 2003; y la hija nació hija el
dia 24 de junio de 2004. Por último respecto de la validez de los certificados aportados, es cierto que el artículo 323 de la
LEC (LA LEY 58/2000) dice que "se considerarán documentos públicos los documentos extranjeros a los que, en virtud de
tratados o convenios internacionales o de leyes especiales, haya de atribuírseles la fuerza probatoria prevista en el artículo
319 de esta Ley . Cuando no sea aplicable ningún tratado o convenio internacional ni ley especial, se considerarán
documentos públicos los que reúnan los siguientes requisitos:
1.º Que en el otorgamiento o confección del documento se hayan observado los requisitos que se exijan en el país donde se
hayan otorgado para que el documento haga prueba plena en juicio. 2.º Que el documento contenga la legalización o
apostilla y los demás requisitos necesarios para su autenticidad en España." Pero en particular el artículo 88 del Reglamento
del Registro Civil exige la legalización de tales documentos al establecer que «A salvo lo dispuesto en los Tratados
internacionales, requieren legalización los documentos expedidos por funcionario extranjero y los expedidos en campaña o
en el curso de un viaje marítimo o aéreo». No obstante se eximen del requisito de la legalización a los documentos cuya
autenticidad le conste directamente al Encargado del Registro y los que le hayan llegado por vía oficial o por diligencia
bastante a dicho Encargado (cfr. artículo 89 del Reglamento del Registro Civil y Resolución de 28 Abr. 1994 ). Y en el caso
de autos y respecto a la certificación de matrimonio consta en las actuaciones que ha sido examinada directamente por el
Encargado del Registro Consular y por la Dirección General del Registro y del Notariado, sin poner objeción alguna, luego no
se le puede quitar validez procesal en este procedimiento. El problema que nos encontramos, es con respecto a la
certificación de nacimiento, que no existe resolución alguna en la que conste especificamente la negación de la inscripción y
los razonamientos de la misma. Por lo tanto esta Sala ignora si la citada certificación ha sido examinada por funcionario
competente, si el motivo de la denegación ha sido relacionado con el citado documento, o cualquier otro motivo. Lo que si
resulta claro que por las razones expuestas, y, al carecer el citado documento de la apostilla, no puede, por si ,tener valor
probatorio en un procedimiento ordinario.
Por todo lo expuesto la Sala no puede pronunciarse sobre la inscripción de nacimiento solicitada.
QUINTO.- A tenor de lo dispuesto en los artículos 394 (LA LEY 58/2000) y 398 de la LEC (LA LEY 58/2000) , no procede
hacer pronunciamiento sobre las costas procesales originadas en ambas instancias.
Vistos los artículos citados y demás de pertinente y general aplicación.

FALLAMOS :

Que estimando parcialmente el recurso de apelación planteado por la representación procesal de D. Candido , contra la
sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia nº 1 de Ronda, debemos revocar y revocamos la citada resolución y
dictar otra por la que:
Estimando parcialmente la demanda planteada por la representación procesal de D. Candido , debemos declarar y
declaramos válido y eficaz el matrimonio celebrado entre D. Candido (de nacionalidad española) y Dª Julia ( de nacionalidad
dominicana) en Postrer Rio, República Dominicana, conforme a la Lex Loci de dicho estado, el día 15 de octubre de 2003, al
concurrir todos los requisitos para esenciales para su validez conforme a la ley española.
Procede ordenar que se proceda a la inscripción del referido matrimonio en el Registro civil del Consulado español de Santo
Domingo ( República Dominicana), debiendo llevar a cabo la demandada cuantas actuaciones y diligencias sean precisas
para practicar eficazmente dicha inscripción.
Desestimar la solicitud de inscripción del nacimiento de la hija Adela .
Todo ello sin hacer pronunciamiento sobre las costas procesales originadas en esta alzada.
Acordándose la devolución del depósito constituido para recurrir.
Notificada que sea la presente resolución remítase testimonio de la misma, en unión de los autos principales al Juzgado de
Instancia, interesando acuse de recibo.
Así por esta nuestra Sentencia, la pronunciamos, mandamos y firmamos.
PUBLICACION.- Leída y publicada la anterior resolución por el Iltmo. Sr. Ponente que la suscribe, hallándose la Sala
celebrando Audiencia Pública. Doy fe.-

Audiencia Provincial de Tarragona, Sección 1ª, Sentencia 233/2016 de 17 May. 2016, Rec. 657/2015

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Ponente: García Rodríguez, Manuel Horacio.

LA LEY 118139/2016

MATRIMONIO. Nulidad del matrimonio. Causas de nulidad. Matrimonios de complacencia.


AUDIENCIA PROVINCIAL
TARRAGONA
SECCION PRIMERA
ROLLO NUM. 657/2015
ORDINARIO NUM. 1278/2014
TARRAGONA NUM. CINCO
SENTENCIA NUM. 233/16
ILTMOS. SRES.:
PRESIDENTE
D. Antonio Carril Pan
MAGISTRADOS
Dª Mª Pilar Aguilar Vallino
D. Manuel Horacio García Rodríguez
Tarragona, 17 de mayo 2016.
La Sección 1ª de la Audiencia Provincial de Tarragona, formada por los Magistrados del margen, ha visto el recurso de
apelación nº 657/2015, interpuesto contra la sentencia dictada el 22 junio 2015, en el Procedimiento Ordinario nº
1278/2014, tramitado por el Juzgado Primera Instancia nº 5, de Tarragona , a instancia de D. Belarmino , como
demandante-apelante, y la DIRECCION GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO, como demandado-apelado, y
previa deliberación pronuncia en nombre de S.M. el Rey de España la siguiente resolución.

ANTECEDENTES DE HECHO

PRIMERO.- La sentencia antes señalada, tras los correspondientes fundamentos de derecho, establece en su fallo lo
siguiente: "Que debo desestimar y desestimo la demanda de juicio ordinario interpuesta por la representación de D.
Belarmino , contra la Dirección General del Registro y Notariado, absolviendo al demandado de las pretensiones de la parte
actora.
No procede hacer pronunciamiento en materia de costas procesales".
SEGUNDO.- Las partes antes identificadas han expresado en sus respectivos escritos de apelación y, en su caso, de
contestación, las peticiones a las que se concreta su impugnación y los argumentos en que los fundamentan, que se
encuentran unidos a los autos.
Fundamenta la decisión del Tribunal el/la Ilmo/a Sr. /a Magistrado/a Ponente D. Manuel Horacio García Rodríguez.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- Resumen de Antecedentes.


D. Belarmino solicita la declaración de plena validez del matrimonio celebrado el día 4 febrero 2012 en Barranquilla
(Colombia) con Dña. Julieta , y, en consecuencia, se inscriba en el Registro Civil español dejando sin efecto la resolución
denegatoria de la DGRN de 13 marzo 2014.
Contestó el Abogado del Estado en nombre de la demandada Dirección General de los Registros y del Notariado alegando,
en resumen, que existen indicios para considerar que el matrimonio es simulado habida cuenta las discrepancias detectadas
en las audiencias reservadas realizadas y contestaciones ofrecidas al cuestionario que les fue presentado.
La sentencia de primer grado desestima la demanda aceptando, en esencia, las razones expuestas por la DGRN en su
Resolución de 13 marzo 2013 y el Abogado del Estado en su contestación.
No se conforma con esta decisión el demandante que formula el presente recurso, al que se opone el Abogado del Estado.
SEGUNDO.- Los motivos de oposición a la sentencia.
I.-) Planteamiento del recurso.
La apelación mantiene la pretensión inicial que se asienta en el error en la valoración de la prueba pues ni las respuestas
ofrecidas al cuestionario revelan contradicciones notorias, ofreciendo una explicación a cada una de ellas para desvirtuarlas,
ni aluden a aspectos esenciales de la relación, no dando la importancia que debiera al reportaje fotográfico y al hecho de
que la relación se viene manteniendo incluso después del tiempo transcurrido y el poco éxito de todas las iniciativas para

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conseguir la inscripción matrimonial, cumpliendo el esposo el deber de socorro y ayuda mutua mediante las transferencias
monetarias que periódicamente realiza a su cónyuge, lo que evidencia un patente y claro interés en el mantenimiento de un
proyecto común.
II.-) La doctrina de la Dirección General de los Registro y del Notariado en orden a la inscripción en el Registro civil de los
matrimonios de "complacencia".
Antes de entrar en el examen del motivo de oposición a la sentencia conviene recordar la doctrina de la DGRN contenida, en
esencia, en las Instrucciones de 9 enero 1995 y 31 enero 2006 sobre el denominado matrimonio "blanco" o de
"complacencia", así definido porque su verdadero objetivo no es constitución de una unión estable y duradera y, por tanto,
no existe un verdadero consentimiento matrimonial, sino que sólo son el medio a través del cual se procuran obtener
ventajas legales en el sector el Derecho de extranjería y de la nacionalidad. Tratándose del matrimonio entre un español (D.
Belarmino ) y una nacional colombiana (Doña Julieta ), debe analizarse si el consentimiento es válido o no lo es, con arreglo
a la ley personal de cada contrayente entendiendo por tal la Ley nacional en la medida que afecta al estado civil de las
personas ( art. 9-1 CC (LA LEY 1/1889) ), debiendo llevarse a cabo una operación de "economía conflictual" acudiendo al
Derecho material español, que es el de uno de los contrayentes.
Dicho esto, el control de legalidad ha de realizarse por el Encargado del Registro civil español con arreglo a la ley española,
como hemos dicho, y alcanza tanto a los requisitos objetivos (forma) como a los subjetivos (capacidad, existencia y
validez), según se desprende del art. 256 RRC , siendo de capital importancia para dicho control, cuando uno de los
contrayentes se encuentra en el extranjero, el trámite de audiencia personal, reservada y por separado de cada contrayente
( art. 246 RRC ), como medio para apreciar cualquier obstáculo o impedimento para el enlace (( art. 56 CC (LA LEY 1/1889)
y 245 y 247 RRC ).
La prueba de la simulación es difícil. No existen normalmente pruebas directas de la voluntad simulada y debe acudirse, en
su defecto, a las "presunsiones hominis" ( art. 386 LEC (LA LEY 58/2000) ) que constituyen un mecanismo legal supletorio
que permite deducir, a partir de ciertos datos o indicios (hecho base), la existencia de un "hecho presunto", en el caso que
ahora nos interesa la concurrencia o no de un auténtico consentimiento matrimonial, según la ley española, esto es, si la
voluntad de los contrayentes se dirige a crear una comunidad de vida, como fin especifico del matrimonio, asumiendo los
derechos y deberes consustanciales a tal unión.
Como indica la Instrucción de la DGRN de 31 enero 2006:
I.- "Los datos básicos de los que cabe inferir la simulación del consentimiento matrimonial son dos: a) el desconocimiento
por parte de uno o ambos contrayentes de los «datos personales y/o familiares básicos» del otro y b) la inexistencia de
relaciones previas entre los contrayentes. En cuanto a la valoración de ambos elementos se han de tomar en cuenta los
siguientes criterios prácticos: a) Debe considerarse y presumirse que existe auténtico «consentimiento matrimonial» cuando
un contrayente conoce los «datos personales y familiares básicos» del otro contrayente (vid. Resoluciones de 2-2.ª
noviembre 2002, 4-6.ª diciembre 2002, 27-3.ª octubre 2004, 19-3.ª octubre 2004, entre otras muchas). Si los contrayentes
demuestran conocer suficientemente los datos básicos personales y familiares mutuos, debe presumirse, conforme al
principio general de presunción de la buena fe, que el matrimonio no es simulado y debe autorizarse o inscribirse, según los
casos".
Añade que ese conocimiento de los datos básicos, que no es una lista cerrada, deber ser un conocimiento del "núcleo
conceptual", sin que sea necesario descender a los detalles más concretos posibles; debe ser "suficiente", pero no
exhaustivo y, en su caso, el desconocimiento debe ser "claro", "evidente" y "flagrante"; debe, por tanto, llevarse a cabo una
valoración en conjunto del conocimiento o desconocimiento; y el desconocimiento de los "datos personales accesorios" no es
relevante en sí mismo, aunque puede ayudar a formar una certeza moral sobre la simulación o autenticidad del matrimonio.
Y como regla de cierre hay que aludir a la presunción de buena fe y el derecho fundamental de la persona al "ius nubendi",
debiendo el Encargado del Registro Civil alcanzar una "certeza moral plena" de la simulación.
III.-) Aplicación de la doctrina a nuestro caso y posición del Tribunal.
Veamos cómo se proyecta esta doctrina sobre nuestro caso, partiendo de las contradicciones que recogen los órganos
administrativos, la sentencia apelada y el Abogado de Estado en su oposición al recurso:
a) En primer lugar, Doña Julieta manifiesta que se conocen en enero de 20101 porque eran vecinos y que inician su relación
sentimental el 8 abril de 2011. Merece especial consideración el hecho de que el interesado contrajera matrimonio con otra
ciudadana colombiana el 22 de junio de 2010, divorciándose el 4 abril 2011.
A la Sala no le parece nada inverosímil que una persona pueda conocer constante matrimonio a otra con la que decida
iniciar una relación y poner término a la otra. No es un dato de especial consideración pues no se acredita que el primer
matrimonio haya servido para el ingreso en España de la ex cónyuge. De hecho, D. Belarmino le sigue enviando
transferencias puntuales de dinero a Colombia.
b) En segundo término, existe contradicción entre los apodos o apelativos de cada uno de ellos puesto que el interesado (D.
Belarmino ) manifiesta que él no tiene ningún apodo o apelativo y ella sí, mientras que la interesada señala lo contrario, es
decir, que ella carece de apodo y él tiene el de " Palillo ".
Tampoco entiende la Sala que sea un dato primordial, incluso la diferencia gramatical y fonética es mínima, y puede
explicarse por pudor, debiendo hacer notar que la existencia de apodos en las parejas o matrimonios es un signo de
complicidad, confianza y unión personal.
c) Asimismo, se advierten discrepancias en cuanto a la fecha del último viaje a Colombia que D. Belarmino dice fue en abril
2012 y Dña. Julieta en mayo 2012. Coinciden en el numero cuatro) y tiempo de los demás.
Estima la Sala que esta divergencia es anecdótica y puramente circunstancial.
d) Discrepan en cómo decidieron casarse, se contradicen en quien propuso el matrimonio a quien (el interesado afirma que
fueron los dos y ella que el sólo). No coinciden en el número de habitaciones de la vivienda (que el interesado tiene
alquilada) de cuatro a tres. Tampoco en donde estuvieron el último martes (ella dice que en casa y el dice que en casa de su
tía Gladis).

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Tampoco entendemos que sean datos esenciales. Cualquiera que conozca la naturaleza humana sabe que la mujer tiende a
decir que es el hombre quien le propone matrimonio y el varón que la iniciativa es conjunta. La diferencia sobre el número
de habitaciones (3 ó 4) es irrelevante y el lugar donde estuvieron el último martes únicamente difiere en la casa de quién.
e) La interesada Dña. Julieta declara expresamente que contrae matrimonio a los fines de poder salir y residir legalmente en
España y poder obtener la nacionalidad española en un menor tiempo de residencia, habiendo intentado con anterioridad
obtener la nacionalidad española sin éxito al no poder reunir la documentación necesaria.
Una precisión. La última parte de la respuesta no aparece en el cuestionario sino en el informe del Cónsul General que obra
al folio 151 como parte de la audiencia reservada. Y una advertencia. La respuesta a las dos primeras preguntas del
cuestionario (d y e) es de cultura general por las implicaciones que tiene el matrimonio con español. Es más problemática la
respuesta a la pregunta de la letra
f). La contestación afirmativa puede entenderse en el contexto de los efectos del matrimonio y el deseo de venir a España
con su cónyuge que es donde D. Belarmino ha vivido toda la vida y ofrece un futuro quizás mejor, manifestación del deber
de vivir juntos del art. 68 CC (LA LEY 1/1889) .
Con todo, el Tribunal entiende que es más definitorio de la voluntad de contraer matrimonio y expresión del consentimiento
del cónyuge español los siguientes hechos anteriores y posteriores a las nupcias:
(i) El conocimiento personal que ambos tienen del otro en orden a la familia, aficiones, profesión, hábitos, gustos de comida,
hijos no comunes, y circunstancias de hecho en que se conocieron.
(ii) La existencia de una relación personal de convivencia previa entre los interesados, acreditada con el reportaje
fotográfico incorporado a las actuaciones donde se les ve en diferentes lugares (playa, casa propia y de familiares, con los
hijos de ella, solos en una fiesta popular) y en una actitud natural, afectuosa, reveladora de una unión no interesada.
Incluso el viaje juntos a Maracaibo-Venezuela.
(iii) Las periódicas transferencias de dinero que D. Belarmino viene realizando a Dña. Julieta desde España después de
celebrado el matrimonio, lo que no es sino cumplimiento de los deberes de socorro y ayuda mutua que como deberes
morales consagran los arts. 67 (LA LEY 1/1889) y 68 CC (LA LEY 1/1889) . Las realizadas a su anterior esposa colombiana
son escasas y pueden responder a acuerdos derivados de la disolución del vínculo.
(iv) El propio mantenimiento de los sucesivos recursos administrativos y jurisdiccionales defendiendo la validez del
matrimonio es bien expresivo del interés de D. Belarmino .
(v) Finalmente, como se alude a la diferencia de edad (22 años) entre los interesados, el 55 años y ella 33 años, en el
momento de contraer matrimonio, debemos indicar que ese dato podría ser relevante en el caso de que Dña. Julieta fuera
una joven o adolescente, pero se trata de una mujer adulta que ya ha tenido tres hijos de otras dos relaciones anteriores,
con lo que pierde cualquier interés.
IV.-) C onclusión.
En conclusión, el consentimiento matrimonial del cónyuge español se entiende prestado libre y voluntariamente con
conocimiento de sus efectos, y la sentencia de instancia debe revocarse al igual que la Resolución de la Dirección General de
los Registro y del Notariado de 13 de marzo de 2014, disponiendo la inscripción del matrimonio en el Registro Consular
Español de Barranquilla (Colombia).
TERCERO.- Régimen de costas.
Al estimarse el recurso no se hace pronunciamiento sobre costas ( art. 398.2 LEC (LA LEY 58/2000) ).

FALLO

El Tribunal decide:
1º.- Estimar el recurso de apelación formulado por D. Belarmino frente a la sentencia de 22 junio 2015, dictada por el
Juzgado de 1º Instancia Nº 5, de Tarragona, en Procedimiento Ordinario nº 1278/2014, que se revoca, y en su lugar se
declara la validez del matrimonio celebrado el día 4 febrero 2012, en Barranquilla (Colombia), con Dña. Julieta , de
nacionalidad colombiana, disponiendo su inscripción en el Registro Consular Español de Barranquilla-Colombia, con
revocación de la Resolución de 13 marzo 2014 de la Dirección General de los Registros y del Notariado.
2º.- No hacemos imposición de costas.
Con devolución del depósito constituido.
La presente sentencia podrá ser susceptible de recurso de casación si concurren los requisitos legales ( art. 469 - 477
Disposición Adicional 16ª LEC ), y se interpondrá en su caso, ante este Tribunal en el plazo de veinte días a contar desde la
notificación de la presente.
Pronuncian y firman esta sentencia los indicados Magistrados integrantes de este Tribunal.
Firme esta resolución, devuélvanse los autos al Juzgado de su procedencia, con certificación de la misma.

Audiencia Provincial de Madrid, Sección 9ª, Sentencia 390/2016 de 30 Jun. 2016, Rec. 255/2016

Ponente: Moreno García, Juan Angel.

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LA LEY 118490/2016

REGISTRO CIVIL. Hechos inscribibles.


Audiencia Provincial Civil de Madrid Sección Novena C/ Ferraz, 41 , Planta 1 - 28008Tfno.: 914933935 37007740
N.I.G.: 28.079.00.2-2014/0196244
Recurso de Apelación 255/2016 -5
O. Judicial Origen: Juzgado de 1ª Instancia nº 48 de Madrid
Autos de Procedimiento Ordinario 1624/2014
APELANTE: D. Jose Augusto
PROCURADOR: D. JUAN PEDRO MARCOS MORENO
APELADO: DIRECCION GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO
Sr. ABOGADO DEL ESTADO
SENTENCIA Nº
Ilmos. Sres. Magistrados:
D. JUAN LUIS GORDILLO ÁLVAREZ VALDÉS D. JUAN ÁNGEL MORENO GARCÍA D. JOSÉ MARÍA PEREDA LAREDO
En la Villa de Madrid, a treinta de junio de dos mil dieciséis.
VISTOS en grado de apelación ante esta Sección Novena de la Audiencia Provincial de Madrid, los autos de Juicio Ordinario
nº 1624/2014 procedentes del Juzgado de Primera Instancia Nº 48 de Leganés, a los que ha correspondido el Rollo de
apelación nº 255/2016, en los que aparecen como partes: de una, como demandante y hoy apelante, D. Jose Augusto ,
representado por el Procurador D. Juan Pedro Marcos Moreno; y, de otra, como demandada y hoy apelada, la DIRECCIÓN
GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO (D. G.R.N.), representada por el Abogado del Estado; sobre solicitud de
inscripción de matrimonio.
SIENDO MAGISTRADO PONENTE EL ILMO. SR. D. JUAN ÁNGEL MORENO GARCÍA.

I.- ANTECEDENTES DE HECHO

La Sala acepta y da por reproducidos los antecedentes de hecho de la resolución recurrida.


PRIMERO.- Por el Juzgado de Primera Instancia Nº 48 de Madrid, en fecha cinco de noviembre de dos mil quince se dictó
sentencia , cuya parte dispositiva es del tenor literal siguiente: " FALLO . Que debo desestimar y desestimo la demanda
formulada por D. Jose Augusto representado por el procurador D. /Dña. JUAN PEDRO MARCOS MORENO contra DIRECCIÓN
GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO con expresa imposición de costas a la actora.".
SEGUNDO.- Notificada la mencionada sentencia por la representación procesal de la parte demandante, previos los
trámites legales oportunos, se interpuso recurso de apelación, el cual le fue admitido, y, dándose traslado del mismo a la
contraparte, se opuso a él, elevándose posteriormente las actuaciones a esta superioridad, previo emplazamiento de las
partes, ante la que han comparecido en tiempo y forma bajo las expresadas representaciones, sustanciándose el recurso por
sus trámites legales.
TERCERO.- Solicitado el recibimiento a prueba en esta alzada por la representación de la parte apelante, por Auto de fecha
10/03/2016 se acordó la unión a los autos de la documental aportada por dicha parte con su escrito de apelación. No
estimando la Sala necesaria la celebración de vista pública, quedaron las actuaciones pendientes de señalamiento de
votación y fallo, que tuvo lugar el día veintinueve de junio del presente año.
CUARTO.- En la tramitación del presente procedimiento han sido observadas en ambas instancias las prescripciones
legales.

II.- FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- No se aceptan los fundamentos de derecho de la sentencia apelada que deben entenderse sustituidos por los
de esta resolución judicial.
SEGUNDO.- Con carácter previo a resolver los distintos motivos del recurso de apelación debe partirse de los siguientes
hechos que han quedado acreditados en los autos:
1º) El actor D. Jose Augusto , de nacionalidad española, conoció a D ª Rosana , de nacionalidad colombiana, por internet en
el mes de febrero de de 2011.
2º) A partir de ese momento se realizaron diversas comunicaciones por email entre ellos, folios 21 a 41 de los autos.
3º) El ahora apelante viajó a Cali el 6 de agosto de 2011, celebrándose matrimonio entre el apelante y D ª Rosana el día 27
de agosto de 2011.
4º) El 10 de octubre de 2011 se solicito la inscripción del matrimonio en el Consulado General de España en Bogotá, previa
realización de las correspondientes audiencias reservadas a ambos, se dicto resolución de 25 de junio de 2012 por el que se

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denegó la inscripción del matrimonio, e interpuesto recurso de apelación contra dicha resolución, el recurso fue desestimado
por Resolución de la Dirección General de los Registros y el Notariado de 14 de marzo de 2014.
TERCERO.- Debe partirse en primer lugar de la forma en que aparece recogido en derecho a contraer matrimonio en la
Constitución dado que a lo largo del recurso de apelación se alude al derecho al ius connubii, derecho que se recoge en el
artículo 32.1 de la Constitución Española (LA LEY 2500/1978) , que de acuerdo con el artículo 53 de la Constitución (LA LEY
2500/1978) , al igual que el resto de los derechos reconocidos en ese capítulo vinculan a todos los poderes públicos. Sólo
por ley, que en todo caso deberá respetar su contenido esencial, podrá regularse el ejercicio de tales derechos y libertades.
Por su parte si bien el artículo 44 del C.Civil (LA LEY 1/1889) reconoce el derecho a contraer matrimonio, el propio artículo
45 del C. civil (LA LEY 1/1889) establece que no existe matrimonio sin consentimiento matrimonial.
En cuanto a la forma de inscribir el matrimonio en el Registro Civil el artículo 256 del Reglamento del Registro Civil
establece que se inscribirán también los matrimonios celebrados en el extranjero, siempre que no haya dudas de la realidad
del hecho y de su legalidad conforme a la Ley española, bastando a estos efectos certificación por autoridad o funcionario
del país de celebración.
Por su parte el artículo 246 del Reglamento del Registro Civil establece la existencia de audiencias reservadas en los
expedientes registrales a fin de cerciorarse de la inexistencia del impedimento de ligamen, o de cualquier otro obstáculo
legal para la celebración del matrimonio, o en el presente caso para cerciorarse de que se había procedido a la celebración
de un matrimonio real y no meramente simulado o de conveniencia.
Como señala la AP de Tenerife Secc. 1 en sentencia de 24 de septiembre de 2001: " Los llamados matrimonios de
conveniencia son un fenómeno muy común en países sometidos a una fuerte inmigración, suponiendo un matrimonio ficticio
o simulado, por cuanto, si bien se han cumplido las formalidades externas, ninguno de los contrayentes tiene realmente
intención de tomar al otro por cónyuge, y el comportamiento posterior (no consumación ni comunidad de vida) prueba que,
desviando la institución del fin que le es propio, se persigue exclusivamente una consecuencia secundaria o accesoria de tal
institución; así, es supuesto característico el matrimonio de un ciudadano español con otro extranjero para facilitarle el
acceso o establecimiento en un país o la adquisición de la nacionalidad al cónyuge aparente".
la Resolución del Consejo de las Comunidades Europeas de 4 de diciembre de 1.997, enfrentándose al problema de la
emigración ilegal y concretamente a los matrimonios celebrados en fraude de la legislación de extranjería, fija una serie de
factores que pueden permitir que se presuma que un matrimonio es fraudulento: el no mantenimiento de vida en común,
(la convivencia se exige en el art. 22.2º d) del C.C (LA LEY 1/1889) . como requisito para la obtención de la nacionalidad, lo
que no hacía la Ley 51/1.982 (LA LEY 1864/1982)), la ausencia de cumplimiento de las obligaciones derivadas del
matrimonio, el que los cónyuges no se hayan conocido con anterioridad al matrimonio, que se equivoquen en relación con
sus respectivos datos personales básicos o sobre las circunstancias en que se conocieron, que haya mediado entrega de una
cantidad monetaria, o que alguno de ellos tenga un historial de matrimonios fraudulentos anteriores.
Por su parte, la Dirección General de los Registros y el Notariado en España, que comenzó a pronunciarse sobre los
matrimonios de conveniencia en 1.993, ha desarrollado una doctrina que se manifiesta en distintas Instrucciones; la más
importante es la de 9 de enero de 1.995, sobre el "expediente previo al matrimonio cuando uno de los contrayentes está
domiciliado en el extranjero", indicando que dicho expediente "debe contener la audiencia personal, reservada y por
separado de cada cónyuge, como medio de apreciar cualquier obstáculo o impedimento para el enlace, entre ellos, la
ausencia de consentimiento". Este trámite de audiencia está expresamente previsto en el art. 246 del Reglamento del
Registro Civil .
La Instrucción de 31 de enero de 2.006 (LA LEY 215/2006), sobre los matrimonios de complacencia, describe los mismos y
las consecuencias de los matrimonios simulados, estableciendo que el derecho fundamental de la persona al matrimonio no
ampara estos matrimonios. En lo que afecta a esta resolución, la parte más interesante de esta Instrucción es la que
contiene las instrucciones a los encargados del Registro Civil, que debe someter a los contrayentes a "exámenes de hechos
objetivos", puesto que tales hechos pueden servir para fundar la necesaria prueba de presunciones.
Los funcionarios deben indagar: el conocimiento de cada contrayente de los datos personales o familiares básicos del otro,
las relaciones previas al matrimonio y su duración, si el extranjero es regular o irregular (caso de matrimonio en España), si
hay convivencia o algún hijo en común y la diferencia de edad. Se insiste en que el historial previo de matrimonios
fraudulentos de uno de los contrayentes, así como la entrega de dinero son indicios poderosos de que no existe verdadero
consentimiento matrimonial.
En igual sentido, las Resoluciones de la D. G.R.N. de 30 de mayo de 1.995 y de 20 de septiembre de 2.006.
Por su parte la SAP de Tenerife, Sección 4ª, en sentencia 47/2010 de 15 de noviembre de 2010 declara: "La conducta de la
demandante, tanto en el expediente administrativo (impulsando su resolución, recurriendo, etc.) como en vía judicial, ha
sido muy activa e insistente, demostrativa de un verdadero interés; se propuso como prueba la declaración testifical del
esposo, ofreciendo conseguir su venida a España (pese al coste y las dificultades burocráticas), y no se practicó porque fue
denegada por la juzgadora a quo, acogiendo la oposición de las demandadas. Tampoco se admitió otra testifical propuesta
por la demandante, aunque obra en autos Acta de declaración de dos testigos que confirman sus alegaciones.
De todo lo dicho se sigue la existencia de esas relaciones previas y posteriores en que se fija la doctrina de las Audiencias;
la falta de convivencia continuada se explica en este caso por las dificultades del marido para salir de Cuba y las
consecuencias que para él podría tener hacerlo irregularmente, y por otro lado es comprensible que Dª Constanza prefiera
vivir en Tenerife, por razones de trabajo y familiares.
En estas circunstancias, concluye la Sala que no hay fundamento bastante para considerar que el matrimonio de la actora
sea un matrimonio de conveniencia cuya única finalidad es la de que el esposo consiga fraudulentamente la nacionalidad
española. Las diferencias u omisiones entre las manifestaciones de los cónyuges en el expediente administrativo no son de
gran calado y en todo caso la interpretación de las mismas, como reveladoras de una intención fraudulenta, no deja de
tener bastante de subjetivo, frente a los datos objetivos que se siguen del análisis conjunto de la prueba".
La mayoría de las sentencias que rechazan la pretensión de nulidad es por dos razones:
a) la interpretación necesariamente restrictiva del concepto nulidad

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b) la existencia de relaciones personales anteriores y/o posteriores entre los contrayentes. Por ello es fundamental la
apreciación de las pruebas de cada caso concreto, incluso del comportamiento procesal de las partes.
CUARTO.- En cuanto al apreciación si existe o no un matrimonio real o de conveniencia, dada la falta de prueba directa es
necesario acudir a la prueba de presunciones, prueba que de acuerdo con el artículo 386 del C.Civil (LA LEY 1/1889) permite
al tribunal, partiendo de un hecho admitido o probado, presumir la certeza, a efectos del proceso, de otro hecho, si entre el
admitido y demostrado y el presunto existe un enlace preciso y directo según las reglas del criterio humano, hecho dudoso
que no tenga demostración eficaz por los demás medios, de manera que mediante la apreciación de un enlace preciso y
directo entre el hecho base y el deducido o el que se pretende deducir, por estar sometido a las reglas del criterio humano,
que no figuran determinadas en ningún precepto legal, puede llegarse a una determinada conclusión.
Como se recoge en la STS 150/2016, de 10/03/2016 (LA LEY 14396/2016) : "la esencia de la presunción que el enlace
preciso y directo que religa el hecho-base con el hecho- consecuencia se ajuste a las reglas del criterio humano, no se exige
que la deducción sea unívoca, pues e serlo no nos encontramos ante una verdadera presunción, sino ante los facta
concludentia antes aludidos, que efectivamente han de ser concluyentes e inequívocos, pudiendo en las presunciones
seguirse del hecho base diversos hechos consecuencia, y lo que se ofrece al control de la casación a través del art. 1253 del
Código Civil (LA LEY 1/1889) es la sumisión a la lógica, existiendo multitud de sentencias en que se reserva para la instancia
la opción discrecional entre las diversas deducciones posibles, pero si la deducción es razonable no cabe impugnarla, así
como si los hechos base están demostrados ( sentencia de 24 de noviembre de 1983 ).
QUINTO.- En la resolución dictada por el Consulado de Bogotá el 25 de junio de 2012, y la posterior resolución de la
dirección general de los registros el 17 de febrero de 2014, se deniega la inscripción del matrimonio, como consecuencia del
resultado de las audiencias reservadas hecha a ambos contrayentes, resultado de dichas audiencias que se recogen en los
autos, 242 al 248. En la que se recoge la existencia de algunas contradicciones entre las declaraciones de ambos; ahora
bien y como señala la SAP de Ciudad Real, Sec 2ª, nº 298/2012 , dichas discrepancias deben valorarse con arreglo al resto
de las circunstancias que concurran en el caso, así como del resto de las pruebas practicadas.
En el presente caso si bien existen algunas discrepancias entre las manifestaciones de ambos contrayentes en las audiencias
reservadas, también consta en los autos, que el ahora apelante desde que iniciaron su relación personal por vía de de
internet, hasta el momento actual ha venido haciendo ingresos regulares a favor de D ª Rosana , también consta en los
autos, puesto que dichos documentos no han sido impugnados, folios 50 al 52 de los autos, que el ahora apelante ha
viajado a Colombia, no solo en el año de 2011, año en el que se celebró el matrimonio, sino también al menos en los años
2012 y 2013, sin que tales hechos hayan sido valorados en la resolución de la Dirección General, cuando uno de los
elementos que se tienen en cuenta, entre otros, en dicha resolución para denegar la inscripción, el que no haya vuelto el
ahora apelante a Colombia, cuando se ha aportado prueba de lo contrario.
Por otro lado si bien y como se razona en la citada resolución, la prueba sobre la existencia del matrimonio real y no
simulado debe hacerse en relación al momento cronológico más próximo a la celebración del matrimonio, ello no impide que
se valoren otros hechos posteriores, para llegar a la presunción de la existencia o no de un matrimonio fraudulento, y en el
presente caso la existencia de envió de dinero de forma regular por el actor a favor de Dª Rosana , desde el año 2011 al
2015, la persistencia del actor en que se inscriba su matrimonio, y el hecho de que el ahora apelante al menos durante los
años 2012 y 2013, volvió a Colombia, habiendo incluso alquilado una vivienda para esa temporada, a diferencia de las
resoluciones dictadas en vía administrativa no cabe entender acreditada a través de la prueba de presunciones con total
certeza la simulación del matrimonio, debiendo en tal caso prevalecer el carácter restrictivo que tiene la declaración de
nulidad, en combinación con la interpretación mas favorable que debe hacerse a la efectividad del derecho fundamental a
contraer matrimonio que se recoge en el artículo 32.1 de la Constitución Española (LA LEY 2500/1978) .
SEXTO.- De conformidad con lo establecido en los artículos 394 (LA LEY 58/2000) y 398 de la Ley de enjuiciamiento civil
(LA LEY 58/2000) no procede hacer expresa imposición de las costas ni de primera instancia, ni de las de esta alzada, dadas
las serias dudas de hecho que presenta el litigio.
VISTOS los artículos citados y demás de general y pertinente aplicación al caso,

LA SALA ACUERDA:

ESTIMAMOS el recurso de apelación interpuesto por la representación legal de D. Jose Augusto , contra la sentencia
dictada por la Ilma. Magistrada-Juez del Juzgado de Primera Instancia Nº 48 de Madrid el 5 de noviembre de 2015 , se
revoca dicha sentencia.
Estimando la demanda se declara haber lugar a la inscripción del matrimonio celebrado entre Dña. Rosana y D. Jose
Augusto , celebrado el 27 de agosto de 2011, debiendo procederse a su inscripción en el Registro Civil.
Todo ello sin que proceda hacer expresa imposición de las costas ni de primera instancia ni de las de esta alzada; con
devolución al recurrente del depósito constituido de conformidad con el punto 8º de la Disposición Adicional Decimoquinta
de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LA LEY 1694/1985) .
Así, por esta nuestra Sentencia, de la que se llevará certificación literal al rollo de Sala del que dimana, lo pronunciamos,
mandamos y firmamos. Haciéndose saber que contra la misma cabe recurso de casación de acreditarse el interés
casacional, que deberá interponerse ante este Tribunal en el término de veinte días desde la notificación de la presente.
PUBLICACIÓN.- Firmada la anterior resolución es entregada en esta Secretaría para su notificación, dándose publicidad en
legal forma, y se expide certificación literal de la misma para su unión al rollo. Certifico.

Audiencia Provincial de Ciudad Real, Sección 2ª, Sentencia 298/2012 de 5 Dic. 2012, Rec. 284/2012

Ponente: Velázquez de Castro Puerta, Fulgencio.

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LA LEY 200667/2012

MATRIMONIOS ILEGALES. Denegación de acceso al registro civil de matrimonio celebrado entre español y
colombiana que reside en el extranjero, por considerarlo fraudulento para conseguir la nacionalidad:
improcedencia. La denegación por parte del registro civil tuvo lugar por el resultado de la audiencia previa
reservada efectuada a ambas partes en el Consulado de España en Bogotá, ante las discrepancias al rellenar sus
formularios respecto de cuestiones personales y familiares. Las discrepancias han de valorarse en relación al resto
de los hechos, como los viajes efectuados por el español a Colombia y su envío de dinero de forma regular, no
habiendo cesado en su deseo de inscribir legalmente el matrimonio. No puede considerarse acreditada con total
certeza la simulación del matrimonio, debiendo prevalecer la naturaleza restrictiva de la declaración de nulidad.

La AP Ciudad Real estima el recurso formulado por la parte actora, frente a la denegación de la DGRN de inscribir
su matrimonio con una extranjera, por considerarlo fraudulento.

En Ciudad Real a cinco de diciembre de dos mil doce.


AUD.PROVINCIAL SECCION N. 2
CIUDAD REAL
SENTENCIA: 00298/2012
RECURSO DE APELACION CIVIL 284/2012-J.A.
Autos: Procedimiento ordinario 235/11.
Juzgado de Primera Instancia número 7 de Ciudad Real.
Ilmos. Sres.
Magistrados:
D. IGNACIO ESCRIBANO COBO.
D. FULGENCIO VICTOR VELAZQUEZ DE CASTRO PUERTA.
D. JOSÉ MARÍA TAPIA CHINCHÓN.
S E N T E N C I A Nº 298/12
VISTO en grado de apelación ante esta Sección 2ª, de la Audiencia Provincial de CIUDAD REAL, los Autos de
PROCEDIMIENTO ORDINARIO 235/2011, procedentes del JDO.1A.INST.E INSTRUCCION N.7 de CIUDAD REAL, a los que ha
correspondido el Rollo de apelación civil 284/2012, en los que aparece como parte apelante, D. Carlos Miguel , representado
por el Procurador de los tribunales, Sr. JOAQUIN HERNANDEZ CALAHORRA, asistido por la Letrada Dª. ANA-MARIA DEL VAL
DIAZ, y como parte apelada, DIRECCION GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO asistido del ABOGADO DEL
ESTADO, y el Ministerio Fiscal siendo el Magistrado Ponente el Ilmo. Sr. D. FULGENCIO VICTOR VELAZQUEZ DE CASTRO
PUERTA.

ANTECEDENTES DE HECHO

PRIMERO.- Se aceptan los antecedentes de hecho de la sentencia apelada.


SEGUNDO.- Seguido el juicio por sus trámites legales ante el Juzgado de Primera Instancia nº 7 de Ciudad Real, por el
mismo se dictó Sentencia con fecha 20 de marzo de 2012 , cuya parte dispositiva dice:
"Que desestimando íntegramente la demanda interpuesta por el Procurador D. Joaquín Hernández Calahorra, en nombre y
representación de D. Carlos Miguel , absolviendo a los demandados de las pretensiones formuladas en su contra, con
expresa imposición de costas a la parte actora."
Notificada dicha resolución a las partes, por la parte apelante D. Carlos Miguel se interpuso recurso de apelación y
cumplidos los trámites correspondientes fueron remitidos a este Tribunal donde han comparecido los litigantes,
sustanciándose el recurso en la forma legalmente establecida, señalándose para el acto de la votación y fallo el día 5 de
diciembre de 2012.
TERCERO.- En la tramitación de este procedimiento se han observado las prescripciones legales.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- Lo que pretende el actor mediante la demanda es que se declare la validez del matrimonio celebrado con
Fátima en Colombia, conforme a la legislación de ese país, el día 20 de febrero de 2.008 y cuya inscripción ha sido
denegada por el Registro Consular español de ese país, decisión que fue confirmada por la Dirección General de Registros y
del Notariado. Ambas resoluciones consideran que el matrimonio no era valido, que era fraudulento siendo su fin
probablemente de carácter migratorio.
La sentencia apelada desestimó la demanda al entender, siguiendo el parecer de la Abogacía del Estado, que la decisión
está amparada en el poder discrecional de la Administración y no puede ser cuestionada en vía judicial al tiempo que un
examen de la actividad probatoria practicada, fundamentalmente con base al expediente administrativo, revela un

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desconocimiento de datos esenciales de índole personal que denotan la existencia de un matrimonio de conveniencia, lo que
no ha sido desvirtuado por la prueba documental.
Frente a la misma se alza la parte demandante argumentando su impugnación en dos motivos diferenciados: error en la
valoración de la prueba e infracción de las resoluciones de la Dirección General de Registros y del Notariado. Motivos que
versan sustancialmente sobre el análisis de la actividad probatoria desplegada en autos y que han sido rechazados por el
Letrado del Estado y el ministerio fiscal insistiendo en el criterio sostenido por la juzgadora a quo.
SEGUNDO.- Antes de abordar la cuestión controvertida es preciso y conveniente hacer algunas consideraciones jurídicas
acerca del tema discutido en la litis.
1. Como dice la sentencia de 15 de noviembre de 2.010 de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de
Tenerife "Los llamados matrimonios de conveniencia ("mariage blanc" en la terminología francesa) son, como se dice en la
sentencia de esta misma Audiencia (Sección I) de 24 de septiembre de 2.001 , "un fenómeno muy común en países
sometidos a una fuerte inmigración, suponiendo un matrimonio ficticio o simulado, por cuanto, si bien se han cumplido las
formalidades externas, ninguno de los contrayentes tiene realmente intención de tomar al otro por cónyuge, y el
comportamiento posterior (no consumación ni comunidad de vida) prueba que, desviando la institución del fin que le es
propio, se persigue exclusivamente una consecuencia secundaria o accesoria de tal institución; así, es supuesto
característico el matrimonio de un ciudadano español con otro extranjero para facilitarle el acceso o establecimiento en un
país o la adquisición de la nacionalidad al cónyuge aparente". Todo ello implica que, para nuestro ordenamiento, un enlace
de esa clase deba reputarse nulo, por falta de verdadero consentimiento matrimonial, conforme a los arts. 45 (LA LEY
1/1889) y 73 del Código Civil (LA LEY 1/1889) . Por ello, cuando se aprecia, de las circunstancias concurrentes en el caso,
que el matrimonio se ha celebrado sin auténtico consentimiento matrimonial, el Estado niega reconocimiento al vínculo así
contraído, vedando su acceso al Registro Civil español. En este mismo sentido, las sentencias de la Audiencia Provincial de
Madrid de 9-5-99 , de Palencia de 5-3-2.002 , de Almería de 23-1-2.004 , de Barcelona de 10-5-2.004 , La Rioja de 8-7-99 ,
de Murcia de 19-6-2.001 , de Las Palmas de 24-3-2.003 , de Zaragoza de 30-3-2.005 o de Murcia de 7-11- 2.006. La
concurrencia de la citada causa de nulidad (ausencia o vicio del consentimiento) supone que, de intentarse en España, el
matrimonio no sea autorizado o, en caso de venirse a conocer posteriormente, sea declarado nulo" .
En igual sentido se pronuncian las más recientes sentencias de Soria de 12-1-2.011 o Madrid de 16 de Diciembre de 2.011 ,
señalando esta última que "En cuanto al fondo del asunto, siguiendo la doctrina de las SSAP Navarra, sec. 2ª, S 23-11-
2006, nº 147/2006, rec. 62/2006 , Madrid, sec. 24ª, de 29-4-2009, nº 432/2009, rec. 4/2009 y Lleida, sec. 2ª, de 29-6-
2011, nº 225/2011, rec. 427/2010 , el matrimonio que se pretende inscribir es nulo de pleno derecho por falta de verdadero
consentimiento matrimonial. En este sentido, aunque, como se dice en la Sentencia del Tribunal Supremo (Sala de lo Civil),
de 13 mayo 1983; "en materia matrimonial, al igual que sucede por modo general, el concepto de inexistencia no tiene
consagración en nuestro ordenamiento positivo, siendo usado por la doctrina científica remediando la práctica del antiguo
derecho, especialmente el francés, que lo ideó como reacción ante el rigorismo de la regla según la que sólo podía ser nulo
el matrimonio que se celebrase en contra de una norma expresamente establecida en un texto legal -«no hay nulidad sin
texto»- y que se concreta en aquellos supuestos en que no existiendo dicha norma era inconcebible pensar en la realidad
efectiva de un acto matrimonial, cual sucede en los casos de identidad de sexo, falta absoluta de consentimiento y ausencia
total del acto", los supuestos de matrimonios simulados por falta de consentimiento matrimonial son perfectamente
incardinables en la segunda de esas tres posibilidades de inexistencia señaladas (y reducidas a las dos últimas tras la
entrada en vigor de la Ley 13/2005, de 1 de julio (LA LEY 1071/2005), por la que se modifica el Código Civil en materia de
derecho a contraer matrimonio).
2. En el análisis de la cuestión fáctica se han de barajar por los Tribunales dos ideas fundamentales: por una parte el "ius
connubii", con la presunción de buena fe y el respeto al derecho fundamental de la persona a contraer matrimonio, derecho
reconocido en el art. 32 de la Constitución Española (LA LEY 2500/1978) y en el art. 16 de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos (LA LEY 22/1948); y por otra, que al amparo de ese derecho no se produzcan indebidamente atentados
o fraudes contra la ordenación legal de la inmigración o la nacionalidad, o se genere la apariencia de matrimonios falsos o
viciados por causa de nulidad absoluta.
La nulidad del matrimonio lo es por ausencia total de consentimiento, causa en la que puede encajarse la simulación o
reserva mental, que exigirá prueba plena de que la única y exclusiva razón para prestar el consentimiento matrimonial es la
ya comentada, ajena a la voluntad de crear una sociedad de convivencia personal entre los cónyuges.
Ello impone, siguiendo lo expuesto por la citada sentencia de la Audiencia Provincial de Tenerife, FD III, que a
continuaciones transcribe tener presente que "la prueba de la simulación, por definición, es muy difícil, al no existir pruebas
directas, siendo la voluntad de los simuladores precisamente ocultar su verdadera intención al celebrar matrimonio, ha de
acudirse frecuentemente a la prueba de presunciones, para cuyo éxito es necesario que entre el hecho demostrado y el que
se pretende deducir haya un enlace preciso y directo según las reglas del criterio humano(art. 386 L.E.C .). El criterio en
orden a demostrar la simulación matrimonial viene a ser coincidente con el que reiteradamente ha sostenido la
jurisprudencia a propósito de la simulación contractual, "que habrá de ser constatada de ordinario, de no mediar otras
pruebas, acudiendo a indicios o presunciones para alcanzar la certeza moral de la inexistencia del contrato impugnado,
siempre que tales indicios y presunciones resulten de toda evidencia y estén en descuerdo con las pautas de un prudente
criterio, ya que de otro modo debe prevalecer la voluntad declarada" S.A.P. de 23-1-2.004 de Almería, que recoge la
doctrina expuesta en la de León de 19-6-2.002. Los hechos que con más frecuencia sirven para basar la presunción de
simulación son la falta de conocimiento o trato anterior a la celebración del enlace por los cónyuges y la falta de convivencia
posterior. Estos hechos y otros más se indican como presuntivos en la normativa europea y administrativa española. Así, la
Resolución del Consejo de las Comunidades Europeas de 4 de diciembre de 1.997, enfrentándose al problema de la
emigración ilegal y concretamente a los matrimonios celebrados en fraude de la legislación de extranjería, fija una serie de
factores que pueden permitir que se presuma que un matrimonio es fraudulento: el no mantenimiento de vida en común,
(la convivencia se exige en el art. 22.2º d) del C.C . como requisito para la obtención de la nacionalidad, lo que no hacía la
Ley 51/1.982 (LA LEY 1864/1982)), la ausencia de cumplimiento de las obligaciones derivadas del matrimonio, el que los
cónyuges no se hayan conocido con anterioridad al matrimonio, que se equivoquen en relación con sus respectivos datos
personales básicos o sobre las circunstancias en que se conocieron, que haya mediado entrega de una cantidad monetaria,
o que alguno de ellos tenga un historial de matrimonios fraudulentos anteriores. Por su parte, la Dirección General de los
Registros y el Notariado en España, que comenzó a pronunciarse sobre los matrimonios de conveniencia en 1.993, ha
desarrollado una doctrina que se manifiesta en distintas Instrucciones; la más importante es la de 9 de enero de 1.995,
sobre el "expediente previo al matrimonio cuando uno de los contrayentes esta domiciliado en el extranjero", indicando que

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dicho expediente "debe contener la audiencia personal, reservada y por separado de cada cónyuge, como medio de apreciar
cualquier obstáculo o impedimento para el enlace, entre ellos, la ausencia de consentimiento". Este trámite de audiencia
está expresamente previsto en el art. 246 del reglamento del Registro Civil . La Instrucción de 31 de enero de 2.006, sobre
los matrimonios de complacencia, describe los mismos y las consecuencias de los matrimonios simulados, estableciendo que
el derecho fundamental de la persona al matrimonio no ampara estos matrimonios. En lo que afecta a esta resolución, la
parte más interesante de esta Instrucción es la que contiene las instrucciones a los encargados del Registro Civil, que debe
someter a los contrayentes a "exámenes de hechos objetivos", puesto que tales hechos pueden servir para fundar la
necesaria prueba de presunciones. Los funcionarios deben indagar: el conocimiento de cada contrayente de los datos
personales o familiares básicos del otro, las relaciones previas al matrimonio y su duración, si el extranjero es regular o
irregular (caso de matrimonio en España), si hay convivencia o algún hijo en común y la diferencia de edad. Se insiste en
que el historial previo de matrimonios fraudulentos de uno de los contrayentes, así como la entrega de dinero son indicios
poderosos de que no existe verdadero consentimiento matrimonial".En igual sentido, las Resoluciones de la D.G.R.N. de 30
de mayo de 1.995 y de 20 de septiembre de 2.006".
Siguiendo esos criterios nos encontramos en la llamada jurisprudencia menor ejemplos de matrimonios fraudulentos como
los de las sentencias de la Audiencia Provincial de Álava de 25 de enero de 2.005 , de Palencia de 5 de marzo de 2.002 o
Zaragoza de 30 de marzo de 2.005 , o los citados en el anterior apartado 1 d este fundamento. Pero en las mayorías de
supuestos la decisión de las audiencias es contradictoria como sucede en los casos de la Audiencia Provincial de Murcia de
19 de junio de 2.001 , Barcelona 24 de marzo de 2.003, la ya citada de Tenerife o la de Alicante de 9 de Noviembre de
2.010 .
TERCERO.- De todo lo anteriormente expuesto se colige indudablemente que aunque la motivación de la decisión de la
Dirección General de Registros y del Notario es escasa pero suficiente y se fundamenta estrictamente en el contenido de la
audiencia previa reservada efectuada a las partes en el Consulado, la decisión ajustada en modo alguno se enmarca dentro
de los poderes discrecionales de la Administración, tal y como erróneamente indica el Abogado del Estado y acoge la
sentencia, sino que se encuentra indudable e inexcusablemente sometida a la jurisdicción, tal y como se deriva de la
regulación del Registro Civil, rechazándose, por tanto, en su integridad el tercero de los fundamentos de la resolución
recurrida amparado en una resolución de la Dirección General de Registros y del Notariado referida a los supuestos de
adquisición de la nacionalidad española por carta de naturaleza que nada tienen que ver con el caso enjuiciado, al obedecer
la misma al ejercicio de potestades discrecionales de la Administración lo que obviamente no sucede en el caso sometido en
la litis.
CUARTO.- Sentado lo anterior, en el presente caso, la cuestión a analizar sustancialmente es si ha existido o no un error en
la apreciación de la prueba por la juzgadora a quo.
Ello que nos obliga a examinar, por una parte, si la inferencia entre las manifestaciones efectuadas en el trámite de
audiencia reservada ante el encargado del Registro Civil Consular, -cuyo contenido queda reflejado en la resolución de la
Dirección General de los Registros y del Notariado que se impugna en este procedimiento-, y la conclusión alcanzada sobre
la falta de un verdadero consentimiento matrimonial, puede considerarse como contraria a las más elementales reglas de la
lógica, a las normas del buen sentido o del raciocinio humano, máxime cuando, según reiterada jurisprudencia del T.S. (por
todas la sentencia núm. 592/2006 de 8 de junio) para que sea conforme a derecho la utilización de las denominadas
presunciones judiciales no es imprescindible que las deducciones sean inequívocas, y por otro, una serie de circunstancias
que no han sido tenidas en cuenta y que resultan de la prueba documental aportada a los autos.
Así, en lo que alcanza a la primera, sustento esencial de la resolución y de la sentencia, es preciso señalar que la certeza
moral plena a la que llega el Encargado del Registro Civil Consular se funda en que ha tenido la necesaria inmediación para
apreciar las manifestaciones de los esposos verificadas mediante la contestación de un formulario que obedece a un modelo
estereotipado, del que se derivan las divergencias entre los esposos que se reflejan al folio 253 y ambigüedades en las
contestaciones al contestar ninguna en especial. Sin embargo, esta Sala entiende que, dejando al margen cuestiones sobre
la entidad cuantitativa y cualitativa del cuestionario, las respuestas ni ofrecen unas discrepancias tan significativas como las
que se hacen constar ni revelan contradicciones notorias ni aluden a aspectos esenciales de la relación con algunas
excepciones. Así la discrepancia en un mes respecto a la fecha en que se conocieron o al momento en que decidieron
contraer matrimonio no puede tener el efecto que se le atribuye, tampoco el dato de ignorar la talla de ropa cuando conocen
la de los zapatos y aquella va referida a la numeración americana no puede esgrimirse como razón del desconocimiento.
Igualmente otros diferencias señaladas no son tales pues si evaluamos sus respuestas, caso de si es supersticioso o roncan,
no existe divergencia apreciable. Por consiguiente la base de las inconsistencias se cifra en repuestas inexpresivas a
preguntas como sus aficiones al cine y sobre todo a si fuman. Mas un examen de sus respuestas sólo permite considerar
que hay diferencias en cuanto a que el apelante ignora que su mujer fuma y en cuanto a que la esposa ignora
específicamente en que trabaja los hijos del recurrente. Ciertamente esas divergencias son significativas por la índole
personal e íntima de la primera y familiar de la segunda. Más ello debe ser analizado en el contexto en que se verifica el
cuestionario y el tipo de relación de noviazgo mantenido, lo que nos debe obligar a examinar las respuestas en unión del
resto de la actividad probatoria practicada, lo que nos adentra en el estudio de la misma.
Pues bien, la documental aportada demuestra que el demandante ha viajado en varias ocasiones a Colombia, tanto una
antes de contraer matrimonio (del 10 al 28 de octubre de 2.007). como cuando lo contrajo (del 31 de enero al 1 de marzo
de 2.008) y después de contraerlo (del 8 de junio de 2.008 al 19 de julio de 2.008), extremo adverado por billetes de avión
y documentación de hoteles; que en, al menos, cuatro ocasiones (los días 13 y 19 de septiembre de 2.007, 10 de diciembre
de 2.007 y 31 de octubre de 2.008) ha efectuado otros tantos giros de cantidades de dinero a favor de la esposa por
importes que van de los 400 a 900 euros; que la esposa se encuentra empadronada en Campo de Criptana desde el 18 de
junio de 2.009, y que existe documentación gráfica de los mismos.
De esa documentación aunque se puede señalar que la certificación de empadronamiento en nada prueba, por sí sola, la
convivencia y que la documentación gráfica se ignora su fecha, lo que no se puede negar es que el recurrente ha viajado a
Colombia en varias ocasiones, ha efectuado trasferencias de dinero a la esposa (lo que resulta incompatible con el hecho
habitual de favorecer la inmigración pues lo usual sería al revés) y que ha persistido de forma activa e insistente en su
deseo de dar validez al vínculo sin que pueda considerarse como vestigio contradictorio la falta de comunicación epistolar
cuando con las tecnologías actuales el contacto ordinariamente se verifica sin dejar constancia de ello.
En ese escenario fáctico, este Tribunal considera que no hay fundamento bastante y suficiente, por ser puntuales, no de
gran calador y susceptibles de interpretación las divergencias existentes entre las manifestaciones de los cónyuges, para

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reputar que nos encontremos ante un matrimonio de conveniencia cuando los datos objetivos derivados de la prueba
documental apuntan a lo contrario, extremo que también resulta corroborado por la edad próxima de los esposos y el hecho
de que el marido acabada de divorciarse antes de viajar a Colombia, atendiendo a la naturaleza restrictiva que debe presidir
la declaración de nulidad.
QUINTO.- Al estimarse el recurso no se efectúa especial pronunciamiento en cuanto al pago de las costas causadas en esta
instancia, todo ello de conformidad con los artículos 394.2 y 398.2 de la L.E.C . Tampoco procede efectuarlo respecto a las
causadas en la instancia atendiendo al que el caso de autos presentaba serias dudas de hecho como son las reflejadas en el
cuarto de los fundamentos de la resolución.
Vistos los preceptos legales citados y demás de general y pertinente aplicación

FALLAMOS

Estimamos el recurso de apelación interpuesto por la representación legal de Don Carlos Miguel contra la sentencia dictada
por el Juzgado de Primera Instancia Número Siete de Ciudad Real con fecha 20 de marzo de 2.012 , en los autos del juicio
ordinario 235/2.011 y revocamos dicha resolución.
Estimamos la demanda interpuesta y declaramos la validez del matrimonio contraído entre Don Carlos Miguel y Doña Fátima
el día 20 de Febrero de 2.008, en Colombia, contraído con arreglo a la ley de dicho país y con consentimiento válido y
suficiente, ordenando que se proceda a la inscripción del referido matrimonio en el Registro Civil del Consulado Español en
Bogota, y todo ello sin efectuar especial pronunciamiento en cuanto al pago de las costas causadas en ninguna de las dos
instancias.
Remítase testimonio de la misma, junto con los autos principales al Juzgado de procedencia, para su ejecución y
cumplimiento.
Así por esta nuestra sentencia, de la que se unirá certificación al Rollo, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
PUBLICACION.- Dada y pronunciada fue la anterior Sentencia por los Ilmos. Sres. Magistrados que la firman y leída por el
Ilmo. Sr. Magistrado Ponente en el mismo día de su fecha, de lo que yo el Secretario certifico.

Audiencia Provincial de Cádiz, Sección 6ª, Sentencia 15/2016 de 2 Feb. 2016, Rec. 85/2015

Ponente: Martín Salinas, Emilio José.

LA LEY 162508/2016

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MATRIMONIO. Celebración e inscripción. Ante funcionario o autoridad competente. Expediente ordinario.
AUDIENCIA PROVINCIAL DE CÁDIZ, SECCION SEXTA. CEUTA.
N01250C/PADILLA S/N. EDIFICIO CEUTA CENTER 2ª PLANTA
UNIDAD PROCESAL DE APOYO DIRECTO Tfno.: 956510905 Fax: 956514970
N.I.G. 51001 41 1 2014 0004504
ROLLO: RPL RECURSO DE APELACION (LECN (LA LEY 58/2000)) 0000085 /2015
Juzgado de procedencia: JDO.1A.INST.E INSTRUCCION N.1 de CEUTA
Procedimiento de origen: PROCEDIMIENTO ORDINARIO 0000243 /2014
Recurrente: Emilio , Brigida
Procurador: ESTHER MARIA GONZALEZ MELGAR, ESTHER MARIA GONZALEZ MELGAR
Abogado: MARIA CONCEPCION LINARES DIAZ, MARIA CONCEPCION LINARES DIAZ
Recurrido: MINISTERIO FISCAL MINISTERIO FISCAL, ABOGACÍA DEL ESTADO CEUTA
SENTENCIA
PRESIDENTE : Ilmo. Sr. don Fernando Tesón Martín.
MAGISTRADOS : Ilmos. Srs. doña Rosa de Castro Martín y don Emilio José Martín Salinas.
PONENTE: Ilmo. Sr. don Emilio José Martín Salinas.
En Ceuta, a dos de febrero de dos mil dieciséis.
La sección sexta de esta Audiencia Provincial, constituida por los magistrados más arriba señalados a los efectos del citado
rollo de apelación, ha examinado sus actuaciones, dimanantes del recurso interpuesto por Emilio y Brigida contra la
sentencia que, sin condenarles a abonar las costas procesales, desestimó íntegramente la demanda en la que solicitaron que
se les autorizase a contraer matrimonio, con el objeto de que se revoque y se acceda a ello.
En el presente procedimiento intervinieron también el Ministerio Fiscal y la Administración General del Estado .
La presente resolución se dicta, EN EL NOMBRE DE S.M. EL REY , teniendo en cuenta lo siguiente:

ANTECEDENTES DE HECHO

PRIMERO.- Emilio y Brigida promovieron un expediente matrimonial en el registro civil de Ceuta, que concluyó
denegándose la autorización para contraer matrimonio en un auto dictado el día 17/02/2012. Se razonó en apoyo de ello lo
siguiente:
" ...De la entrevista practicada a ambos peticionarios y de sus ampliaciones se desprende que existe un hecho objetivo que
es la denuncia presentada por Dña. Brigida contra D. Emilio con fecha 27/03/2010 por un supuesto delito de malos tratos en
el ámbito familiar por la cual se siguieron Diligencias Urgentes 1038/2011 y posteriormente recayó sentencia absolutoria por
el Juzgado de lo Penal número dos de Ceuta al acogerse la víctima a su derecho de no declarar, habiendo manifestado el
peticionario en su ampliación de audiencias en que ella se autolesionó y luego retiró la denuncia y la peticionaria manifiesta
que solamente un día tuvo un problema con su pareja que consistió en que salieron a tomar copas y se puso un poco
agresivo pero no llegó a pegarle, cuando consta que en la Comisaría de Policía de Ceuta el día 27/03/2010 declaró que han
sido multitud de ocasiones en que su compañero le ha golpeado, insultado, amenazado y echado a la calle, indicios que
harán presumir vicios en el consentimiento que daría lugar a la celebración de un matrimonio convenido, pudiendo por tanto
tener el matrimonio proyectado otro propósito distinto de los fines del matrimonio civil español. De esta manera, nos
podríamos encontrar con una situación real de inmigración que utilice la institución del matrimonio con finalidad distinta a la
establecida en cuanto a su significado y alcance".
SEGUNDO.- Emilio y Brigida recurrieron la resolución anteriormente indicada ante la Dirección General de los Registros y
del Notariado, dictándose una resolución desestimatoria el 30/01/2014. En ella se razonó lo siguiente:
" ...En el caso actual se trata de la solicitud de autorización para contraer matrimonio civil entre un ciudadano español y una
ciudadana marroquí y de las audiencias reservadas se desprenden determinados hechos objetivos de los que cabe deducir
que el matrimonio que se pretende celebrar no persigue los fines propios de esta institución. De las audiencias reservadas
se desprende que la interesada denunció al promotor con fecha 27 de marzo de 2010 por un delito de malos tratos en el
ámbito familiar, posteriormente recayó sentencia absolutoria tras acogerse la interesada a su derecho a no declarar,
manifestando el interesado que ella se autolesionó y luego retiró la denuncia manifestando la interesada que sólo tuvo
problemas con el interesado un día cuando salieron a tomar copas y se puso un poco agresivo pero sin llegar a pegarle, esto
contrasta con lo declarado por ella en la comisaría de policía de Ceuta el 27 de marzo de 2010 que han sido varias las
ocasiones en que el interesado le ha pegado, insultado, amenazado y echado a la calle. Todo ello lleva a la conclusión de
que existe un vicio de consentimiento que daría lugar a que el matrimonio proyectado tiene otro fin distinto al propio de
esta institución ".
TERCERO. -La procuradora Esther González Melgar presentó una demanda el día 04/06/2014 en representación de Emilio y
Brigida y contra el Ministerio Fiscal. Solicitaron en ella que se " ...declare la validez del matrimonio... " entre ambos y se "
...acuerde autorizar la inscripción de su matrimonio en el Registro Civil de Ceuta... ". Argumentaron en apoyo de ello que no
cabía denegar la autorización para contraer matrimonio en tanto que llevaban conviviendo desde 2009 y que incluso
mientras que el primero había estado ingresado en un establecimiento penitenciario mantenía correspondencia con la
segunda, que, además, realizaba ingresos mensuales para él.

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CUARTO.- El Ministerio Fiscal se opuso a la demanda mediante un escrito presentado el día 03/07/2014. Comenzó alegando
en él que concurría una falta de litisconsorcio pasivo necesario al tener que demandarse también a la Dirección General de
los Registros y del Notariado. Añadió a continuación que negaba todos los hechos alegados de contrario en tanto que no se
acreditasen la certeza de los mismos.
QUINTO.- La falta de litisconsorcio pasivo necesario fue estimada, teniéndose por constituído tras solicitar los demandantes
que se tuviera por ampliada la demanda contra la Abogacía del Estado.
SEXTO.- La Abogacía General del Estado contestó a la demanda mediante un escrito presentado el día 14/01/2015, en el
que, tras narrar lo indicado en los antecedentes de hecho primero y segundo de esta misma sentencia, indicó que negaba
todos los hechos alegados en aquélla " ...en lo que contradigan el expediente gubernativo... "
SÉPTIMO.- Tras ratificar las partes su demanda y contestaciones, en la audiencia previa se fijó como único hecho
controvertido a instancia de la juzgadora y con el beneplácito de aquéllas si existía o no posibilidad de contraer matrimonio.
OCTAVO.- El día 31/07/2015 se dictó una sentencia en la que se desestimó íntegramente la demanda, sin condena en costa
a parte alguna. Dichos pronunciamientos se fundaron, en esencia, en lo siguiente:
" ...En el presente caso, vista la prueba practicada en acto de juicio, y en concreto las manifestaciones de los testigos
traídos al proceso, procede no autorizar el Matrimonio querido entre las partes, dado del expediente del Registro Civil unido
a las actuaciones conjuntamente con la prueba documental consistente en recurso administrativo ante la Dirección General
del Registro y Notariado, que confirma la denegación del matrimonio, hacen prueba plena de la más que posible existencia
de querer un matrimonio blanco entre las partes al haber existido muchos problemas de convivencia que no vienen sino a
sembrar duda acerca de lo querido realmente por las partes, al existir denuncias por malos tratos, así como contradicciones
que relativas a la existencia o no de violencia entre los demandantes. Dicha circunstancia se erige como indicio de no ser su
consentimiento válido para contraer matrimonio estar en una más que probable situación de consentimiento viciado.
Cierto es que se tomó declaración a dos testigos en concreto a D. Urbano , amigo de la pareja, quien refiere que los conoce
desde hace cinco o seis años; que viven en pareja desde entonces; que no cree que sea un matrimonio blanco, que él
estuvo preso y ella le mandaba dinero; y que salen juntos. Igualmente se tomó declaración como testigo a Dña. Yolanda ,
quien refiere que es vecina desde hace seis años y conoce a Emilio desde niño; que la pareja vive junta; que estando en
prisión ella le ha leído las cartas que le mandaba desde prisión a la futura esposa; que los ve a diario no cree que sea un
matrimonio blanco. De la prueba practicada no se despeja la duda más que racional sobre el vicio en el consentimiento,
dado que la prueba documental tiene más eficacia probatoria sobre el fondo del asunto (dado que incluye entrevista
reservada de las partes) que la prueba testifical que no despeja las dudas acerca de la existencia de un consentimiento
pleno y válido ".
NOVENO.- La procuradora Esther González Melgar interpuso en un escrito común el día 01/10/2015 en representación de
Emilio y Brigida sendos recursos de apelación contra la sentencia anteriormente indicada, en el que solicitaron que se
revocara y se autorizara a la celebración de su matrimonio. Ello se fundó en que se habían valorado erróneamente las
pruebas, dado que se había acreditado por las declaraciones de los testigos que mantenían una relación de convivencia
desde hacía 5 o 6 años y la Sra. Brigida le enviaba cartas al Sr. Emilio cuando estuvo en un establecimiento penitenciario,
más allá de que el desenlace del procedimiento penal seguido en materia de violencia doméstica estuviera justificado porque
ella no había querido ni denunciar ni declarar y de que si hubiera sido su deseo el de continuar con la prosecución de la
causa estaría ya documentada por mediación de los servicios de asistencia a las víctimas en dicho ámbito.
DÉCIMO.- La Abogacía General del Estado se opuso al recurso de apelación mediante un escrito presentado el día
26/10/2015. Argumentó en apoyo de ello que " ...el juzgador de instancia no hace más que tener en cuenta un
importantísimo indicio (la existencia de agresiones físicas y verbales) para entender que el matrimonio no persigue su
finalidad propia. En efecto, resulta bastante impactante que una pareja en la que ha existido violencia de este tipo pretenda
ahora celebrar matrimonio.
Alega en este punto el apelante que existe una errónea apreciación de la prueba, toda vez que la denuncia por malos tratos
finalizó con una sentencia absolutoria.
Ahora bien, el juzgador de instancia no fundamenta la posible existencia de violencia en la mera denuncia, sino en la
concurrencia de una serie de indicios, como la propia denuncia y las declaraciones contradictorias de los interesados.
Además, nada tiene que ver una sentencia absolutoria con la inexistencia de los hechos, pues puede ocurrir que éstos no
queden plenamente probados, que no existe culpabilidad... parámetros que en ningún caso son extrapolables al
procedimiento civil. Además, el motivo por el cual se produjo la absolución, tal y como indica la sentencia, se debe a que el
ofendido se negase a declarar, lo que hace casi imposible condenar por delitos de malos tratos.
Por otro lado, alega el apelante que un indicio de la voluntad de contraer el matrimonio, conforme a los fines que les son
propios, sería que por parte de los mismos se ha recurrido en vía judicial la denegación. Es un argumento a todas luces
insuficiente, pues esta parte no niega la voluntad de celebrar el matrimonio (que si queda evidenciada) sino que éste
persigue otra finalidad.
Otro de los argumentos de la apelante es que el Ministerio Fiscal informase favorablemente a la pretensión de los cónyuges
en vía administrativa. Este extremo es impreciso pues dicho ministerio modificó su opinión acerca del matrimonio desde el
momento en que conoció la existencia de la denuncia por malos tratos.
En resumen, consideramos, del mismo modo que el Juez de Instancia, que la existencia de violencia entre los contrayentes
es un indicio más que suficiente para entender que este matrimonio es un cauce para alcanzar una finalidad distinta a
aquella que les es propia, siendo por tanto nulo, al no haber consentimiento matrimonial... ".
UNDÉCIMO.- El Ministerio Fiscal se opuso al recurso de apelación mediante un escrito presentado el día 12/11/2015, en el
que alegó que los demandantes habían estado incursos en procedimientos penales relacionados con la violencia de género,
observándose contradicciones entre los mismos que hacían dudar de la realidad de su relación, reproduciéndose en el
presente procedimiento sus divergencia, reforzando así la conclusión alcanzada anteriormente por el encargado del registro
civil.

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FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- Tal como se extrae de lo expuesto en los antecedentes de hecho de la presente resolución, los hoy apelantes,
Emilio y Brigida , solicitaron que se les autorizara contraer matrimonio. Éste último requiere para su validez, tal como se
extrae de lo establecido en el artículo 45 del código civil (LA LEY 1/1889) , no sólo que ambos se aviniesen voluntaria y
conscientemente a ello llegado el momento de celebrarse, sino que prestasen un consentimiento dotado de una finalidad
específica, que es la de crear una comunidad de vida entre ellos de la que surjan una serie de derechos y deberes, que son
los establecidos, básicamente, en los artículos 66 a 68 de ese mismo cuerpo legal , lo que no quiere decir que su relación
esté presidida por un sentimiento de mutuo afecto, como no ha sido infrecuente en tiempos pasados.
SEGUNDO.- A tenor de lo expuesto en el fundamento de derecho anterior no habría el consentimiento que exigen para la
validez del matrimonio el artículo 45 del código civil (LA LEY 1/1889) si nos encontrásemos ante uno en blanco, de
conveniencia o complacencia. Con esa diferente terminología se conoce el fenómeno, cada vez más creciente, en el que los
que se postulan como futuros cónyuges no tienen una voluntad real y efectiva de crear una comunidad de vida como la
antes descrita, sino sólo que se produzcan algunos de los efectos derivados de la relación matrimonial. Teniendo lugar
mayoritariamente entre un ciudadano español y otro extranjero, estos últimos suelen estar relacionados con la
regularización de la situación administrativa de contrayente foráneo o la adquisición de la nacionalidad española conforme
con el artículo 22.2.c) del mismo cuerpo legal antes referido.
TERCERO.- La nulidad del matrimonio susceptible de declararse por los tribunales ante la ausencia de un verdadero
consentimiento matrimonial, tal como prevé el artículo 73 del código civil (LA LEY 1/1889) , es el último remedio del que
dispone el ordenamiento jurídico para evitar que se generen los efectos propios de dicha institución de una forma tan
desnaturalizada. Para tratar de impedir que se llegue a celebrar alguno que no reúna tal exigencia, así como para
comprobar que los futuros cónyuges reúnen la capacidad necesaria a tal fin, se tramita, cuando del de forma civil se trata,
un expediente a tal fin en el registro civil competente conforme con los artículos 238 a 247 del reglamento del registro civil.
En el caso que nos ocupa, tal como se ha indicado con más detalle en los antecedentes de hecho de la presente resolución,
promovido por los apelantes en el de Ceuta se les denegó la autorización para contraerlo por su juez encargado, decisión
que fue confirmada por la Dirección General de los Registro y el Notariado tras recurrirse su decisión, como les permitía el
último de los preceptos citados, rechazándose igualmente en la sentencia recurrida.
CUARTO.- El consentimiento matrimonial, no obstante lo expuesto en los fundamentos de derecho anteriores, se rige,
conforme con los artículos 9.1 (LA LEY 1/1889) y 10 del código civil (LA LEY 1/1889) , por la ley personal de cada uno de los
contrayentes, que es la nacional de los mismos. Debe estarse, por lo tanto, a esos diferentes ordenamientos jurídicos para
determinar cuando tiene validez. Aunque a tenor de los documentos aportados con la demandada, lo que nadie ha tratado
ni siquiera de discutir, uno de los apelantes sea español y otro marroquí, ello no tiene mayor relevancia en ese plano a los
efectos del dictado de la presente resolución. De los artículos 4 , 10 , 50 , 51 y 57 de la Mudawa o código de familia
marroquí, como le consta a este tribunal por su contacto constante con cuestiones que de una u otra manera tienen relación
con Marruecos al tener Ceuta frontera terrestre con dicho país, se extrae que los requisitos de validez del consentimiento
matrimonial en dicho ordenamiento jurídico no son, cuando menos, superiores a los del español, partiendo de la base
respeto al orden público español en virtud del artículo 12.3, también del código civil (LA LEY 1/1889) , que propugna un
absoluto respeto a la libertad religiosa al configurarse como fundamental en el artículo 16.1 de la Constitución Española (LA
LEY 2500/1978) .
QUINTO.- En el trance de autorizar o denegar la celebración de un matrimonio en aplicación del citado artículo 247 del
reglamento del registro civil, posición en la que tiene que situarse este tribunal en el presente caso merced a la naturaleza
del objeto de este procedimiento, el encargado del registro civil sólo podrá rechazarlo cuando concurra lo que no
desacertadamente denomina la Instrucción de la Dirección General de los Registros y del Notariado sobre los matrimonios
de complacencia de 31/01/2006 una " certeza moral plena " de que no existe un verdadero consentimiento matrimonial
según la ley nacional aplicable en cada caso. Como tal no debemos entender, como ocurre en cualquier orden procesal, una
absoluta convicción. Ello es virtualmente imposible de conseguir, puesto que casi cualquier circunstancia de la vida diaria
puede estar abierta a la duda, aunque sea mínima. Bastará alcanzar un grado de convencimiento tan elevado que,
cuestionarlo, aunque sea en términos estadísticos, fuese irracional porque las hipótesis alternativas se plantean como
descabelladas o altamente improbables.
SEXTO.- Lo expuesto en el fundamento de derecho anterior plantea automáticamente el dilema de qué decisión adoptar de
las previstas en el artículo 247 del reglamento del registro civil cuando no existe una " certeza moral plena " sobre la
existencia o no de una voluntad de prestar un auténtico consentimiento matrimonial. Ni el encargado del registro civil en
este caso, ni la Dirección General de los Registros y del Notariado ni la juzgadora " a quo " posteriormente parecen que
hayan alcanzado ese estado de convicción. Antes al contrario, del conjunto de sus razonamientos, recogidos en los
antecedentes de hecho de esta sentencia, se extrae, más bien, que tenían dudas al respecto. En tal situación debió haberse
autorizado el matrimonio, sin perjuicio de que en el futuro se pudiera ejercitar la acción de nulidad en virtud del artículo
73.1º del código civil (LA LEY 1/1889) si se pusiera de relieve después que perseguían un fin espurio al de esa institución.
Así lo impone, con independencia de que se parta también de la existencia de un principio general de presunción de
actuación de buena fe, como hace la Instrucción referida en el fundamento de derecho anterior referida, el reconocimiento
del matrimonio como un derecho del capítulo segundo del título primero de la Constitución Española por su inclusión en su
artículo 32.1 , que impone que las normas jurídicas sean interpretadas de la forma más favorable a su efectividad, tal como
se extrae de numerosas sentencias del Tribunal Constitucional, como las de números 32/1987 , 32/1989 o 261/2015 .
SÉPTIMO.- Con independencia de lo expuesto en el fundamento de derecho anterior, de la valoración de las pruebas
practicadas en el presente caso conforme con el artículo 456.1 de la ley de enjuiciamiento civil (LA LEY 58/2000) no puede
extraerse elemento alguno que permita dudar mínimamente de que los demandantes pretendieran contraer matrimonio
para la consecución de unos fines que no le son propios. El desenlace final y desarrollo de un procedimiento penal en
materia de violencia sobre la mujer entre los dos demandante no apunta en otro sentido, frente a lo que entendieron el
encargado del registro civil y la de la Dirección General de los Registros y del Notariado. Cabe aventurar que, en hipótesis,
pudiera haberse llegado a un acuerdo para fingir unos hechos que permitiesen la incoación de una causa de ese tipo con el
objetivo de aparentar falsamente que existe una relación de pareja. No puede apuntarse que fuera así cuando se inicio en
virtud de un atestado policial, como se extrae en virtud del artículo 319 de la ley de enjuiciamiento civil (LA LEY 58/2000) al
aportarse como prueba documental y no impugnarse, que se instruyó después de tres agentes del Cuerpo Nacional de

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Policía fueran comisionados para acudir, alertados por una llamada telefónica, para que acudieran a un lugar en el que un
hombre estaría agrediendo a una mujer y dejaren constancia de que en él encontraron a los hoy recurrentes y uno de ellos,
Brigida , se encontrara en el suelo llorando y presentara un ojo hinchado y arañazos en el brazo izquierdo. A ello se tiene
que agregar el resultado de las dos testificales practicadas en el juicio. Las normas de la sana crítica a las que obliga a
atender el artículo 376, también de la ley de enjuiciamiento civil (LA LEY 58/2000) , impone que se les de crédito en lo
relativo a que eran una pareja consolidada desde hacía años y mantenían una convivencia. Ambos coincidieron en este
aspecto. Por otra parte, sus manifestaciones no presentaron rasgo alguno de duda o reticencia en el plano formal y, en sus
contenido, no pudieron ser más coherentes, aportando datos, como la afirmación de que se la Sra. Brigida enviaba dinero a
Emilio cuando estaba ingresado en prisión, que por la alusión a un concepto tan específico como el " peculio ", al que se
refirió Urbano para aludir a ello, denota, sobre todo por la forma en la que lo dijo, que sus declaraciones no eran una puesta
en escena preparada para presentar una falsa relación.
OCTAVO.- No existiendo ni siquiera dudas mínimamente racionales sobre que la intención de los recurrente fuera contraer
un matrimonio para la consecución de los fines que le son propios, debe autorizarse el mismo conforme con el artículo 247
del reglamento del registro civil, no declararlo válido y disponer la inscripción en el registro civil, como se interesó en la
demanda. Esa petición es fruto a todas luces de un error, derivado muy posiblemente de la reutilización o la incorrecta
aplicación de un modelo informático por su directora técnica. Este tribunal debe estar a la concreta tutela que, por encima
de los términos empleados, se impetrara de la Administración de Justicia. De todas las alegaciones fácticas y jurídicas se
extrae que se era plenamente consciente que no se había celebrado matrimonio alguno y que lo que se pretendía era que
ello se autorizara ante la negativa del encargado del registro, que fue confirmada por la Dirección General de los Registros y
del Notariado, de ahí que deba estimarse íntegramente sus recursos.
NOVENO.- Con independencia del carácter especial del Ministerio Fiscal, parte en este procedimiento, cualquier
pronunciamiento condenatorio en materia de costas está vedado por el artículo 398.2 de la ley de enjuiciamiento civil (LA
LEY 58/2000) al proceder estimarse los recursos de apelación.
DÉCIMO.- Conforme con la disposición adicional 15ª, párrafo 8º de la ley orgánica del poder judicial (LA LEY 1694/1985) ,
la estimación de los recursos impone la devolución de la totalidad del depósito constituído por los apelantes para su
interposición.
Vistos los preceptos legales citados, concordantes y demás de general y pertinente aplicación, procede resolver lo siguiente:

FALLO

1) Estimamos íntegramente los recursos de apelación interpuestos por la procuradora Esther González Melgar en
representación de Emilio y a Brigida contra la sentencia que desestimó íntegramente la demanda que formularon con el
objeto de que se les autorice a contraer matrimonio, la cual revocamos en el sentido de accederse a ello
2) Ordenamos no haber lugar a pronunciamiento condenatorio alguno en materia de costas derivadas de los recursos de
apelación.
4) Ordenamos la devolución del depósito constituído por Emilio y Brigida para la interposición del recurso de apelación.
Esta sentencia no es firme, pudiendo interponerse contra la misma mediante la presentación de un escrito a tal fin en el
plazo de 20 días desde el siguiente a su notificación un recurso de casación, que habrá de fundarse en la existencia de un
interés casacional en su resolución, sólo o conjuntamente con otro extraordinario por infracción procesal.
Así lo resuelven los magistrados indicados en el encabezamiento de esta resolución, cuyas firmas constan a continuación.
PUBLICACIÓN: Leída y publicada fue la anterior sentencia por el Ilmo. Sr. Magistrado ponente, estando celebrando
audiencia pública en el día de su fecha. Doy fe.

Audiencia Provincial de Pontevedra, Sección 1ª, Sentencia 221/2013 de 8 May. 2013, Rec. 51/2013

Ponente: Pérez Benítez, Jacinto José.

LA LEY 76503/2013

MATRIMONIO. Nulidad del matrimonio. Causas de nulidad. Matrimonios de complacencia.

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AUD.PROVINCIAL SECCION N. 1
PONTEVEDRA
SENTENCIA: 00221/2013
Rollo: RECURSO DE APELACION (LECN (LA LEY 58/2000)) 51/13
Asunto: ORDINARIO 683/11
Procedencia: PRIMERA INSTANCIA NÚM. 4 PONTEVEDRA
LA SECCION PRIMERA DE LA AUDIENCIA PROVINCIAL DE PONTEVEDRA, COMPUESTA POR LOS ILMOS
MAGISTRADOS
D. FRANCISCO JAVIER VALDÉS GARRIDO
Dª MARIA BEGOÑA RODRÍGUEZ GONZÁLEZ
D. JACINTO JOSÉ PÉREZ BENÍTEZ,
HA DICTADO EN NOMBRE DEL REY LA SIGUIENTE
SENTENCIA NUM.221
En Pontevedra a ocho de mayo de dos mil trece.
Visto en grado de apelación ante esta Sección 001 de la Audiencia Provincial de PONTEVEDRA, los autos de procedimiento
ordinario 683/11, procedentes del Juzgado de Primera Instancia núm. 4 de Pontevedra, a los que ha correspondido el Rollo
núm. 51/13, en los que aparece como parte apelante-demandado: ADMINISTRACIÓN DEL ESTADO, representado por el
ABOGADO DEL ESTADO, y como parte apelado- demandante: D. Jose Manuel , no personado en esta alzada, y siendo
Ponente el Magistrado Ilmo. Sr. D. JACINTO JOSÉ PÉREZ BENÍTEZ, quien expresa el parecer de la Sala.

ANTECEDENTES DE HECHO

PRIMERO.- Por el Juzgado de Primera Instancia núm. 4 de Pontevedra, con fecha 30 octubre 2012, se dictó sentencia cuyo
fallo textualmente dice:
"Que debo estimar y estimo la demanda de juicio ordinario interpuesta por el procurador de los tribunales en nombre y
representación de D. Jose Manuel , acordando la autorización del enlace matrimonial entre D. Jose Manuel y Dña. Joaquina ,
con imposición de costas a la demandada."
SEGUNDO.- Notificada dicha resolución a las partes, por Administración del Estado, se interpuso recurso de apelación, que
fue admitido en ambos efectos, por lo que se elevaron las actuaciones a esta Sala para la resolución de este recurso.
TERCERO.- En la tramitación de esta instancia se han cumplido todas las prescripciones y términos legales.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- Es objeto de recurso, por parte del Abogado del Estado, la sentencia de primera instancia en la que se estimó
la demanda interpuesta por D. Jose Manuel en la que se pretendía la revocación de la resolución del juez-encargado del
Registro Civil de Vigo, que denegaba la autorización para contraer matrimonio.
La demanda exponía con claridad los fundamentos fácticos y jurídicos de la acción afirmada, que en esencia se referían al
hecho de la existencia de una verdadera voluntad de contraer matrimonio entre el actor y Doña Joaquina , de nacionalidad
marroquí. La demanda contradecía los argumentos de la resolución denegatoria e incidía en los hechos que justificaban el
conocimiento previo entre los contrayentes, reforzado por la circunstancia de haber llegado la Sra. Joaquina a concebir un
niño que, finalmente, no llegó a nacer.
El Abogado del Estado permaneció en rebeldía y la sentencia de primera instancia, tras un detallado análisis de la prueba
practicada, concluyó proclamando el derecho del actor a contraer matrimonio con la Sra. Joaquina y autorizó el enlace
matrimonial.
Frente a dicha resolución se alza la representación del Estado. El recurso parte de la tesis principal de que corresponde al
actor acreditar la existencia del consentimiento matrimonial válido. A partir de ahí, en la tesis del Abogado del Estado no
existen pruebas del previo conocimiento entre las partes y, aún antes, de ningún contacto personal previo. Sobre ello, el
recurrente aprecia contradicciones e incongruencias en las manifestaciones del actor y en las contestaciones ofrecidas por
los interesados en el expediente reservado. De todo ello se concluye que no resulta acreditado que las partes se conocieran
previamente, o que hubieran tenido relación alguna.
La parte demandante solicita la confirmación de la sentencia, reiterando los argumentos expuestos en el escrito de
demanda.
SEGUNDO.- El derecho a contraer matrimonio constituye un derecho fundamental, tal como reconoce el art. 32 de la
Constitución Española (LA LEY 2500/1978) , en línea con lo proclamado en los textos internacionales: Declaración Universal
de los Derechos Humanos (LA LEY 22/1948) ( art. 16.1), Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos ( art. 23.2),
Convenio del Consejo de Europa para la protección de los derechos humanos y de las libertades fundamentales (art. 12), y
la Carta De Derechos Fundamentales de la Unión Europea (art. 9) que, como es sabido, forma parte del Derecho
Comunitario originario, en aplicación de lo dispuesto en el Tratado de Lisboa (LA LEY 12533/2007).

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En su consecuencia, cualquier posible limitación del ius connubii debe contar con una justificación reforzada y debe ser
objeto de interpretación restrictiva; en este sentido debe entenderse la mención que realiza la sentencia recurrida, y que
combate el recurso, sobre la exigencia de partir de la existencia de un consentimiento matrimonial válido. Esta afirmación
permite, a su vez, cuestionar la tesis fundamental del recurso sobre distribución de la carga probatoria, pues en el caso no
es a quien defiende la existencia de un vínculo válido al que corresponde probar los hechos constitutivos de su pretensión,
sino que es la Administración que deniega la validez del consentimiento la que corre con la carga de la prueba. Esta posición
de principio debilita al extremo las conclusiones expuestas por el recurrente.
Es cierto que existe, a consecuencia de la generalización e incremento del fenómeno de la inmigración, una preocupación
legislativa sobre la existencia y detección de matrimonios de conveniencia o "matrimonios blancos", contraídos con la sola
finalidad de permitir el acceso a beneficios sociales, de permisos de residencia, obtener la reagrupación familiar, o conseguir
la nacionalidad. La resolución del Consejo de la entonces Comunidad Europea, de 4 de diciembre de 1997 sobre medidas
que deberán adoptarse en materia de lucha contra los matrimonios fraudulentos define el término como "el matrimonio de
un nacional de un Estado miembro o de un nacional de un tercer país que resida regularmente en un Estado miembro con
un nacional de un tercer país, con el fin exclusivo de eludir las normas relativas a la entrada y la residencia de nacionales de
terceros países y obtener, para el nacional de un tercer país, un permiso de residencia o una autorización de residencia en
un Estado miembro." La resolución menciona los siguientes criterios, factores o indicios que pueden revelar la existencia de
un matrimonio de esta clase: " 2. Los factores que pueden permitir que se presuma que un matrimonio es fraudulento son,
en particular:
- el no mantenimiento de la vida en común,
- la ausencia de una contribución adecuada a las responsabilidades derivadas del matrimonio,
- el hecho de que los cónyuges no se hayan conocido antes del matrimonio,
- el hecho de que los cónyuges se equivoquen sobre sus respectivos datos (nombre, dirección, nacionalidad, trabajo), sobre
las circunstancias en que se conocieron o sobre otros datos de carácter personal relacionados con ellos,
- el hecho de que los cónyuges no hablen una lengua comprensible para ambos,
- el hecho de que se haya entregado una cantidad monetaria para que se celebre el matrimonio (a excepción de las
cantidades entregadas en concepto de dote, en el caso de los nacionales de terceros países en los cuales la aportación de
una dote sea práctica normal),
- el hecho de que el historial de uno de los cónyuges revele matrimonios fraudulentos anteriores o irregularidades en
materia de residencia. "
Desde la Instrucción de la DGRN de 9 de enero de 1995, la normativa registral española impone la exigencia de audiencias
reservadas de los contrayentes cuando existan sospechas de la existencia de un matrimonio fraudulento ( art. 246 del
Reglamento del Registro Civil ). Posteriormente, la Instrucción de 31 de enero de 2006 recogió una serie de directrices ante
la pluralidad de supuestos que sobre matrimonios de complacencia había conocido la Dirección General. Entre ellas, y ante
la evidencia de que, normalmente, no existe prueba directa de la simulación, el Centro Directivo señaló la necesidad de
atender a los siguientes indicios: " Los «datos de hecho objetivos» (hechos base) que deben emplearse para acreditar la
existencia o inexistencia de auténtico consentimiento matrimonial a través de las «presunciones», pueden desprenderse de
las declaraciones de los contrayentes y/o de terceras personas, de cualquier otra información escrita y de cualesquiera otros
datos obtenidos durante una investigación. La determinación y valoración de estos «hechos objetivos» se ha de realizar en
forma que permita compatibilizar un doble objetivo: por un lado se ha de garantizar el pleno respeto al «ius nubendi» como
derecho fundamental de las personas y, de otro lado, se ha de evitar que la falsa apariencia de matrimonio que resulta en
los casos en que el consentimiento matrimonial se simula pueda acceder al Registro Civil como si de una verdadera unión
matrimonial se tratase. ...I. Los datos básicos de los que cabe inferir la simulación del consentimiento matrimonial son dos:
a) el desconocimiento por parte de uno o ambos contrayentes de los «datos personales y/o familiares básicos» del otro y b)
la inexistencia de relaciones previas entre los contrayentes. En cuanto a la valoración de ambos elementos se han de tomar
en cuenta los siguientes criterios prácticos: a) Debe considerarse y presumirse que existe auténtico «consentimiento
matrimonial» cuando un contrayente conoce los «datos personales y familiares básicos» del otro contrayente (vid.
Resoluciones de 2-2.ª noviembre 2002, 4-6.ª diciembre 2002, 27-3.ª octubre 2004, 19-3.ª octubre 2004, entre otras
muchas).
Si los contrayentes demuestran conocer suficientemente los datos básicos personales y familiares mutuos, debe presumirse,
conforme al principio general de presunción de la buena fe, que el matrimonio no es simulado y debe autorizarse o
inscribirse, según los casos ." Y sobre ello se añadía: " 1.ª Las relaciones entre los contrayentes pueden referirse a
relaciones habidas antes o después de la celebración del matrimonio. En este segundo caso, a fin de evitar los supuestos de
preconstitución de la prueba, las relaciones deberán presentar un tracto ininterrumpido durante un cierto lapso de tiempo.
2.ª Las relaciones entre los contrayentes pueden ser relaciones personales (visitas a España o al país extranjero del otro
contrayente), o bien relaciones epistolares o telefónicas o por otro medio de comunicación, como Internet. 3.ª El hecho
probado de que los contrayentes conviven juntos en el momento presente o tienen un hijo común es un dato suficiente que
acredita la existencia de «relaciones personales». 4.ª El hecho de que los contrayentes no hablen una lengua que ambos
comprenden es un mero indicio de que las relaciones personales son especialmente difíciles, pero no imposibles. Por tanto,
de ese mero dato no cabe inferir, por sí solo, que las relaciones personales no existen o no han existido. Será un dato más
que el Encargado del Registro Civil español tendrá presente para valorar, junto con otros datos y hechos, la presencia o
ausencia de «relaciones personales» entre ambos contrayentes. 5.ª El hecho de que el historial de uno de los cónyuges
revele matrimonios simulados anteriores es un poderoso indicio de que no existen auténticas relaciones personales entre los
contrayentes, sino relaciones meramente figuradas. 6.ª El hecho de que se haya entregado una cantidad monetaria para
que se celebre el matrimonio, siempre que dicho dato quede indubitadamente probado, es, también, un poderoso indicio de
que no existen relaciones personales entre los contrayentes, ni verdadera voluntad matrimonial ..."
TERCERO.- Pues bien, en el presente supuesto, la documentación aportada permite obtener las siguientes conclusiones
provisionales:
1.- el Sr. Jose Manuel , por motivo de su ocupación laboral, ha viajado a lugares donde se encontraba la Sra. Joaquina :
Marruecos y Abidjan (Costa del Marfil), como lo demuestran los sellos estampados en su pasaporte (folios 30 a 33, y 35 a

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40 de las actuaciones). Evidentemente, de este dato no es posible saber si se encontraron simultáneamente, pero no se
negará de que constituye un indicio al menos de la posibilidad de que se conocieran.
2.- constan recibos bancarios de ingresos realizados por el Sr. Jose Manuel a la Sra. Joaquina al menos desde febrero a
mayo de 2010, por importe de 300 euros cada uno de ellos.
3.- En la audiencia reservada practicada a la Sra. Joaquina por el cónsul general de España en Casablanca el día 2.11.2009,
ésta manifestó que tenía conocimiento previo suficiencia del Sr. Jose Manuel , que sabía que era cocinero en un barco de
pesca y que le había conocido en Abidján hacía dos años. La declarante manifestó que tenía una hija de 16 años de edad. El
cónsul apreció que "no parecen existir en este proyecto finalidades ajenas a las estrictamente matrimoniales". Al iniciarse el
expediente en el Registro Civil de Vigo, la fiscal consideró que las audiencias previas no habían sido suficientemente
detalladas y solicitó su repetición, lo que fue acordado por el juzgado.
4.- De este modo, volvió a practicarse la audiencia del Sr. Jose Manuel ante en el registro civil de Nigrán el día 11.12.2009.
El declarante manifestó que conoció a la Sra. Joaquina en Costa del Marfil, que habían convivido por temporadas en
Marruecos y Costa del Marfil. Manifestó también que "chapurrea" el francés y que con su pareja se entendía un poco en
francés y un poco en español.
5.- Durante la tramitación del proceso en segunda instancia se ha admitido la aportación de prueba documental, consistente
en un informe médico que certifica que la Sra. Joaquina se encuentra embarazada y un escrito del Sr. Jose Manuel en el que
reconoce la paternidad. Es evidente que ninguno de los documentos acreditan los hechos a que se refieren, por la ausencia
de elementos que certifiquen su autenticidad y por la insuficiencia de requisitos de forma ( art. 120.1 del Código Civil (LA
LEY 1/1889) ), pero constituyen indicios que, conjuntamente con los demás obrantes en los autos, permiten formar la
convicción de la Sala.
Efectivamente, como sostiene el Ministerio Fiscal, no se aprecia una total identidad en las respuestas ofrecidas por los
comparecientes en los actos de las audiencias reservadas, pero nos parece, al igual que razona la juez de primera instancia,
que las contradicciones o imprecisiones observadas resultan irrelevantes y afectan a circunstancias accesorias que no
permiten formar convicción sobre la inexistencia de consentimiento matrimonial válido. Deberá convenirse en que el
contenido de ambas audiencias resultó superficial y a partir de su resultado resulta más que aventurado obtener
conclusiones definitivas. Lo que se tiene es que el demandante efectúa frecuentes viajes al país de residencia de la
demandada, que se conocieron, según ambos manifiestan, en Costa de Marfil, por lo que no existen contradicciones en
aspectos sustanciales. No puede afirmarse como hecho cierto que el matrimonio proyectado resulte fraudulento. En esta
materia, como es obvio, la certeza absoluta no puede alcanzarse, pero no encontramos en los autos ningún elemento que
lleve a razonar en la línea que propone el recurrente. El demandante conoce circunstancias personales de la demandada,
que afectan al ámbito de la intimidad, como la relativa a la existencia de una situación de malogrado embarazo.
En suma, no corresponde al demandante demostrar la existencia del consentimiento válido, como erróneamente sostiene el
recurso, sino a la autoridad pública que manifiesta la existencia de un matrimonio fraudulento, y en los autos no
encontramos indicios sólidos que permitan obtener tal conclusión (en línea con lo que propone la Instrucción parcialmente
transcrita), a lo que se añade la constatación de la inactividad probatoria a lo largo de todo el proceso por la parte ahora
apelante. Frente a ello, la actividad procesal y la insistencia de la parte apelada en la defensa de sus tesis nos parece
también otro indicio que actúa en contra de las tesis del recurrente.
El recurso se desestima, con imposición a la parte apelante de las costas devengadas en esta alzada.
Vistos los preceptos citados y demás de pertinente y necesaria aplicación,

FALLAMOS

Que desestimamos el recurso de apelación deducido por la ABOGACÍA DEL ESTADO, contra la sentencia dictada el
día 30 de octubre de 2012 por el Juzgado de primera Instancia nº 4 de Pontevedra , resolución que confirmamos
íntegramente, con imposición a la parte apelante de las costas devengadas en esta alzada.
Así, por esta nuestra Sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.

Audiencia Provincial de Alicante, Sección 6ª, Sentencia 345/2010 de 9 Nov. 2010, Rec. 165/2010

Ponente: López Garre, María Dolores.

LA LEY 272312/2010

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MATRIMONIO. Inscripción en el Registro Civil. Validez del contraído en Cuba por poder por un español y una
cubana. Existencia de consentimiento en el momento de su celebración. No constan datos suficientes para estimar
que se está ante un matrimonio de complacencia. Las disparidades en las que incurrieron los contrayentes en la
entrevista ante el encargado del Registro Consular no bastan a tal efecto. Se les formularon únicamente preguntas
sobre meros datos de identidad y fechas, y deben valorarse otros datos que existen en el procedimiento como la
edad de los contrayentes (39 y 35 años en el momento del matrimonio) y la intención del actor de continuar la
relación a pesar de la negativa a la inscripción del matrimonio en el Registro Consular.

La AP Alicante revoca la sentencia de instancia y declara la validez del matrimonio contraído por el actor en Cuba
por poder, debiendo ser inscrito el mismo en el Registro Civil.

En la Ciudad de Alicante a nueve de noviembre del año dos mil diez


Rollo de apelación nº 165-10.
Juzgado de Primera Instancia nº 10 de Alicante.
Procedimiento Juicio ordinario nº 458-09.
S E N T E N C I A Nº 345/10
Iltmos Srs.
Don Francisco Javier Prieto Lozano. Don José María Rives Seva. Doña Maria Dolores López Garre.
La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de esta Ciudad de Alicante, integrada por los Iltmos. Srs. expresados al margen
ha visto, en grado de apelación, Rollo de la Sala nº 165-10 los autos de juicio ordinario nº 458-09 seguidos en el Juzgado
de Primera Instancia nº 10 de la ciudad de Alicante en virtud del recurso de apelación entablado por la parte actora Don
Luis Enrique que ha intervenido en esta alzada en su condición de recurrente, representado por la Procuradora Señora Díaz
García y defendido por la Letrada Señora Monzón Lloret y siendo apelado la parte demandada Dirección General de los
Registros y del Notariado representado y defendido por el Letrado del Estado. Con intervención del Ministerio Fiscal.

ANTECEDENTES DE HECHOS.

Primero.- Por el Juzgado de Primera Instancia nº 10 de la Ciudad de Alicante y en los autos de Juicio ordinario nº 458-09
en fecha 2-7-09 se dictó sentencia cuya parte dispositiva es del tenor literal siguiente: "FALLO.- Que desestimando la
demanda, debo declarar y declaro: 1.-No haber lugar a acordar la inscripción del matrimonio celebrado entre D. Luis
Enrique Y DOÑA Sagrario . 2.-No se aprecian motivos para imponer las costas procesales a ninguno de los litigantes".
Segundo.- Contra dicha sentencia se interpuso recurso de apelación en tiempo y forma por la representación de la parte
siendo tramitado conforme a lo dispuesto en los artículos 457 y siguientes de la Ley de Enjuiciamiento Civil , con traslado
del mismo a la parte por término de diez días, remitiéndose las actuaciones seguidamente a esta Iltma. Audiencia
Provincial, Sección Sexta, donde se formó el correspondiente rollo de apelación nº 165-10.
Tercero.- En la sustanciación de esta causa se han observado todas las prescripciones legales, señalándose para votación y
fallo el día 2-11-10 y siendo ponente la Iltma. Sra. Doña Maria Dolores López Garre.

FUNDAMENTOS JURIDICOS.

Primero.- Interpuso la parte actora hoy apelante, Don Luis Enrique , demanda de juicio ordinario contra la Dirección
General de los Registros y del Notariado a fin de se deje sin efecto la resolución dictada por este organismo por el que se
deniega la inscripción del matrimonio contraído entre el actor y Doña Sagrario y se declare la validez del matrimonio
celebrado entre Don Luis Enrique y Doña Sagrario .
Se deniega la inscripción del matrimonio, al considerar la Dirección General que se trata del llamado matrimonio de
complacencia celebrado con el propósito de regularizar la situación en España de la señora Sagrario .
Se trata de matrimonios simulados contraídos entre españoles y extranjeros, normalmente mediando precio, y
generalmente con la única finalidad de defraudar las leyes sobre nacionalidad o sobre la residencia en España de estos
segundos, de ahí la preocupación de poner freno a estas situaciones y especialmente de dos maneras, bien no autorizando
la celebración del matrimonio, o bien impidiendo su inscripción en el Registro Civil.
Pero a pesar de esta preocupación se han de barajar dos ideas fundamentales: por una parte el "ius connubii", con la
presunción de buena fe y el respeto al derecho fundamental de la persona a contraer matrimonio, derecho reconocido en el
art. 32 de la Constitución Española y en el art. 16 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; y por otra, que al
amparo de ese derecho no se produzcan indebidamente atentados o fraudes contra la ordenación legal de la inmigración o
la nacionalidad, o se genere la apariencia de matrimonios falsos o viciados por causa de nulidad absoluta.
Y el vicio de nulidad estará en el consentimiento. Dice el art. 45 CC que no hay matrimonio sin consentimiento matrimonial;
y el art. 73 , que es nulo, cualquiera que se la forma de su celebración, el matrimonio celebrado sin consentimiento
matrimonial. El matrimonio es simulado cuando el consentimiento se emite por una o ambas partes en forma legal, pero
simulada, esto es, sin una voluntad real y efectiva de contraer matrimonio, excluyendo el matrimonio mismo (simulación
total) o un elemento o propiedad esencial del mismo (simulación parcial). Para que haya verdadero matrimonio no se
requiere un consentimiento cualquiera, sino un consentimiento matrimonial dirigido a crear una comunidad de vida entre los
esposos, con el fin de asumir los fines propios y específicos de la unión matrimonial, es decir, formar un "consortium omnes
vitae".

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De todas maneras, la denegación de la autorización del matrimonio o de su inscripción sólo debe producirse cuando el
Encargado del Registro Civil alcance una certeza moral plena de hallarse en presencia de un matrimonio simulado, debiendo
incluir en la resolución correspondiente el razonamiento en virtud del cuál se ha establecido la presunción de simulación, por
lo que se debe huir de formularios.
Los hechos que dan lugar a la denegación de la inscripción de matrimonio son los siguientes:
El matrimonio se celebró en Cuba en fecha 11-10-05 por poder que el actor otorgó en un viaje que hizo a Cuba en fecha 19
de Agosto de 2005 otorgando el poder a los dos días de llegar allí, no consta que con anterioridad al viaje a Cuba el Señor
Luis Enrique y la Señora Sagrario se conocieran personalmente, manifestando en la entrevista ante el encargado del
Registro Civil en la Habana, la Señora Sagrario que se conocieron a través de una hermana en el año 2002 y manifestando
el Señor Luis Enrique que se conocieron en el año 2004.Antes de que el Señor Luis Enrique viajase a Cuba ya tenia toda la
documentación necesaria para el matrimonio.El actor no sabe los apellidos de la madre de la señora Sagrario , a la que
otorgó poder para contraer matrimonio, desconoce los apellidos del hijo de la Señora Sagrario , manifestó que esta era
viuda, cuando en realidad es soltera.
La importancia de este trámite debe servir para que el Instructor se asegure del verdadero propósito de los comparecientes
y de la existencia en ambos de verdadero consentimiento matrimonial. El instructor podrá preguntar, por ejemplo, sobre las
intenciones de vida en común de los contrayentes, hijos que desearían tener, desde cuándo dura la relación, cómo piensan
organizar la convivencia común, etc. Son datos que permiten revelar si los contrayentes desean formar una familia o, con
otras palabras, asumir los derechos y deberes del matrimonio. El interrogatorio efectuado por la Autoridad española debe
ser lo más completo posible. Un interrogatorio puramente formulario, de escasa entidad cuantitativa y cualitativa no es
suficiente para inferir la existencia de un matrimonio simulado.
Las preguntas formuladas por el encargado del registro civil consular, no son suficientes para considerar que el matrimonio
contraído entre el señor Luis Enrique y la señora Sagrario sea simulado, pues únicamente se le pregunta por meros datos de
identidad, sobre fechas existiendo discrepancias entre los contrayentes, no siendo suficientes esta disparidad para
considerar que el matrimonio celebrado sea de complacencia, pues deben ser valorados otros datos que existen en el
procedimiento como puede ser la edad de los contrayentes que en el momento del matrimonio contaban con 39 y 35 años,
siendo posible establecer entre ellos una comunidad de vida, debe destacarse que la documentación que acompaña el actor
con su demanda revela una intención de continuar la relación con la señora Sagrario a pesar de la negativa a la inscripción
del matrimonio en el Registro Civil Consular, todos estos datos permiten considerar que en el momento de contraer
matrimonio si existió consentimiento por lo que debe dejarse sin efecto la resolución dictada y estimar la demanda y el
recurso interpuesto.
De conformidad con lo dispuesto en los artículos 394 y 398 de la Ley de Enjuiciamiento Civil , no se realiza pronunciamiento
en relación a las costas de esta alzada.
Vistos los preceptos legales citados, sus concordantes y demás de general y pertinente aplicación al caso,

FALLAMOS

Estimar el recurso de apelación interpuesto por la Procuradora Señora Díaz García en representación de Don Luis Enrique
contra la sentencia dictada por el Sr. Magistrado Juez del Juzgado de Primera Instancia nº 10 de la ciudad de Alicante en
fecha 2-7-09 y en los autos de los que dimana el presente rollo, y en su consecuencia REVOCAR COMO REVOCAMOS la
mencionada resolución dejándola sin efecto, DECLARANDO la validez del matrimonio celebrado entre Don Luis Enrique y
Doña Sagrario , debiendo ser inscrito el matrimonio celebrado en fecha 11-10-05 en Cuba en la localidad de Santa Clara en
el Registro Civil.
Notifíquese esta sentencia conforme a lo establecido en el artículo 248 nº 4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial ,
advirtiéndose a las partes que contra la misma la Ley procesal establece que, puede ser preparado recurso extraordinario de
casación por interés casacional y en tal caso y asimismo recurso extraordinario por infracción procesal.
Y en su momento, devuélvanse los autos originales al Juzgado de su procedencia, de los que se servirá acusar recibo,
acompañados del pertinente testimonio de esta resolución para ejecución y cumplimiento de lo acordado y resuelto, uniendo
otro testimonio al rollo de apelación y el original al legajo de sentencias.
Así por esta nuestra sentencia definitiva, la pronunciamos, mandamos y firmamos.

PUBLICACION.-

En el mismo día ha sido leída y publicada la anterior sentencia por el Iltmo. Sr. Ponente que la suscribe hallándose la Sala
celebrando Audiencia Pública. Doy fe.

Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, Sección 4ª, Sentencia 347/2010 de 15 Nov. 2010, Rec.

456/2010

Ponente: Aragón Ramírez, Pilar.

LA LEY 272270/2010

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MATRIMONIO. Estimación de la acción declarativa de validez de matrimonio celebrado entre la actora y su esposo
en Cuba. Denegación de su inscripción en el Registro civil del Consulado español, confirmada por la Dirección
General de Registro y del Notariado. No probada la simulación matrimonial ni la concurrencia de un supuesto de
matrimonio de conveniencia cuya única finalidad sea la obtención de la nacionalidad española. Interpretación
restrictiva de los supuestos de nulidad matrimonial. La conducta de la demandante ha sido muy activa e insistente,
demostrativa de su interés. Ha viajado en varias ocasiones a Cuba, antes y después de celebrarse el matrimonio,
incluyendo fechas significativas. También ha realizado giros de cantidades de dinero modestas a favor de su
marido. La falta de convivencia es consecuencia de las dificultades del marido para salir dl país. Las diferencias u
omisiones entre las manifestaciones de los cónyuges en el expediente administrativo no son de gran calado.

Estimando el recurso de apelación, la AP Santa Cruz de Tenerife declara la validez del matrimonio contraído en
Cuba y anula la denegación de su inscripción.

Sección Cuarta de la Audiencia Provincial


Santa Cruz de Tenerife
Teléfono:922 20 84 70 - 922 20 84 76
Fax.:922208473
Rollo: Recurso de apelación Nº Rollo: 0000456/2010
NIG: 3800025120100001068
Resolución:Sentencia 000347/2010
Procedimiento origen:Proc. origen: Procedimiento ordinario Nº proc. origen: 0000213/2009
SENTENCIA
Rollo n.º 456/10.
Autos n.º 213/09.
Juzgado de 1ª Instancia n.º UNO de Santa Cruz de Tenerife.
Ilmos. Sres.:
PRESIDENTE
Don Pablo José Moscoso Torres.
MAGISTRADOS
Don Emilio Fernando Suárez Díaz.
Doña Pilar Aragón Ramírez.
===========================
En Santa Cruz de Tenerife, a quince de noviembre de dos mil diez.
Visto, por la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial integrada por los Ilmos. Sres. antes reseñados, el recurso de
apelación interpuesto contra la sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia n.º UNO de Santa Cruz de Tenerife, en
los autos n.º 213/09, seguidos por los trámites del juicio Ordinario y promovidos, como demandante, por DOÑA Constanza ,
que ha comparecido ante este Tribunal representada por la Procuradora Doña Beatriz Ripollés Molowny y dirigida por la
Letrada Doña Masiel Fernández Paradela Toraño, contra la DIRECCION GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIIADO,
que ha comparecido ante este Tribunal representada y dirigida por el Abogado del Estrado, y con la intervención del
MINISTERIO FISCAL (referencia 243/09); ha pronunciado, EN NOMBRE DE S.M. EL REY, la presente sentencia siendo
Ponente la Ilma. Sra. Magistrada Doña Pilar Aragón Ramírez, con base en los siguientes

ANTECEDENTES DE HECHO

PRIMERO.- Se aceptan los Antecedentes de Hecho de la resolución apelada.


SEGUNDO.- En los autos indicados la Ilma. Sra. Magistrada-Juez Dª. María Raquel Alejano Gómez dictó sentencia el once
de enero de dos mil diez cuya parte dispositiva es del tenor literal siguiente: «FALLO: Que desestimando la demanda
interpuesta por la Procuradora Dña. Beatriz Ripollés Molowny en nombre y representación de Dña. Constanza debo absolver
y absuelvo a la demandada Dirección General de Registro y del Notariado de las pretensiones formuladas en su contra y sin
declaración en costas. ».
TERCERO.- Notificada debidamente dicha sentencia, se presentó escrito en los autos por la representación de la parte
demandante, Doña Constanza , en el que solicitaba que se tuviera por preparado recurso de apelación contra tal resolución,
petición a la que se accedió por el Juzgado mediante providencia en la que se acordó, además, emplazar a dicha parte por
veinte días para la interposición de tal recurso; en el plazo conferido, se interpuso por escrito dicho recurso con exposición
de las alegaciones en que se fundaba la impugnación, del que se dio traslado a las demás partes por diez días, plazo en el
que la representación de la parte demandada, Dirección General de los Registros y del Notariado, presentó escrito de
oposición al mencionado recurso.
CUARTO.- Remitidos los autos a esta Sala, se acordó, una vez recibidos y mediante providencia de veintiocho de
septiembre pasado, incoar el presente rollo, designar Ponente y señalar para la votación y fallo del presente recurso el día
diez de noviembre del año en curso, en el que ha tenido lugar la reunión del Tribunal al efecto.

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QUINTO.- En la tramitación del presente recurso se han observado las prescripciones legales.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- En la demanda que viene desestimada en la sentencia recurrida se ejercitaba una acción tendente a lograr la
declaración de validez del matrimonio celebrado entre la actora y su esposo en Cuba, y que por tanto la denegación de su
inscripción en el Registro Consular español de ese país y posterior confirmación de esa decisión por la Dirección General de
los Registros y el Notariado (en adelante D.G.R.N.) han vulnerado el derecho fundamental de contraer matrimonio,
ordenándose en consecuencia la inscripción referida.
La sentencia apelada no dio lugar a las pretensiones de la demanda por entender la juzgadora a quo que, con base en el
expediente administrativo en cuestión, el citado matrimonio es un matrimonio de conveniencia, y por tanto nulo, siendo
correcta la denegación de la inscripción.
SEGUNDO.- Los llamados matrimonios de conveniencia ("mariage blanc" en la terminología francesa) son, como se dice en
la sentencia de esta misma Audiencia (Sección I) de 24 de septiembre de 2.001 , "un fenómeno muy común en países
sometidos a una fuerte inmigración, suponiendo un matrimonio ficticio o simulado, por cuanto, si bien se han cumplido las
formalidades externas, ninguno de los contrayentes tiene realmente intención de tomar al otro por cónyuge, y el
comportamiento posterior (no consumación ni comunidad de vida) prueba que, desviando la institución del fin que le es
propio, se persigue exclusivamente una consecuencia secundaria o accesoria de tal institución; así, es supuesto
característico el matrimonio de un ciudadano español con otro extranjero para facilitarle el acceso o establecimiento en un
país o la adquisición de la nacionalidad al cónyuge aparente".
Todo ello implica que, para nuestro ordenamiento, un enlace de esa clase deba reputarse nulo, por falta de verdadero
consentimiento matrimonial, conforme a los arts. 45 y 73 del Código Civil .
Por ello, cuando se aprecia, de las circunstancias concurrentes en el caso, que el matrimonio se ha celebrado sin auténtico
consentimiento matrimonial, el Estado niega reconocimiento al vínculo así contraído, vedando su acceso al Registro Civil
español.
En este mismo sentido, las sentencias de la Audiencia Provincial de Madrid de 9-5-99 , de Palencia de 5-3-2.002 , de
Almería de 23-1-2.004 , de Barcelona de 10-5-2.004 , La Rioja de 8-7-99 , de Murcia de 19-6-2.001 , de Las Palmas de 24-
3-2.003 , de Zaragoza de 30-3-2.005 o de Murcia de 7-11-2.006 .
La concurrencia de la citada causa de nulidad (ausencia o vicio del consentimiento) supone que, de intentarse en España, el
matrimonio no sea autorizado o, en caso de venirse a conocer posteriormente, sea declarado nulo.
En el presente caso, el matrimonio entre la actora y su esposo se celebró conforme a la legislación cubana, el 12 de abril de
2.007, y fue normalmente inscrito en el Registro Especial de Estado Civil en La Habana; pero cuando los contrayentes
pretendieron la trascripción del mismo en el Registro Consular español, la misma vino denegada, mediante auto de 17 de
agosto de 2.007, por estimar la encargada del registro Civil que se trataba de un matrimonio de conveniencia, resolución
confirmada por la de 15 de septiembre de 2.008 de la D.G.R.N.
TERCERO.- La nulidad matrimonial es un remedio excepcional para las crisis matrimoniales (o para su declaración en
evitación de fraude) y tan solo puede apreciarse cuando conste de manera inequívoca la concurrencia de condicionantes
susceptible de integrarse en las previsiones legales. La causa 1ª del art. 73 C.C ., contempla el supuesto de ausencia total
de consentimiento, causa en la que puede encajarse la simulación o reserva mental, que exigirá prueba plena de que la
única y exclusiva razón para prestar el consentimiento matrimonial es la ya comentada, ajena a la voluntad de crear una
sociedad de convivencia personal entre los cónyuges.
Dado que la prueba de la simulación, por definición, es muy difícil, al no existir pruebas directas, siendo la voluntad de los
simuladores precisamente ocultar su verdadera intención al celebrar matrimonio, ha de acudirse frecuentemente a la prueba
de presunciones, para cuyo éxito es necesario que entre el hecho demostrado y el que se pretende deducir haya un enlace
preciso y directo según las reglas del criterio humano" (art. 386 L.E.C .)
El criterio en orden a demostrar la simulación matrimonial viene a ser coincidente con el que reiteradamente ha sostenido la
jurisprudencia a propósito de la simulación contractual, "que habrá de ser constatada de ordinario, de no mediar otras
pruebas, acudiendo a indicios o presunciones para alcanzar la certeza moral de la inexistencia del contrato impugnado,
siempre que tales indicios y presunciones resulten de toda evidencia y estén en descuerdo con las pautas de un prudente
criterio, ya que de otro modo debe prevalecer la voluntad declarada" S.A.P. de 23-1-2.004 de Almería, que recoge la
doctrina expuesta en la de León de 19-6-2.002)"
Los hechos que con más frecuencia sirven para basar la presunción de simulación son la falta de conocimiento o trato
anterior a la celebración del enlace por los cónyuges y la falta de convivencia posterior.
Estos hechos y otros más se indican como presuntivos en la normativa europea y administrativa española.
Así, la Resolución del Consejo de las Comunidades Europeas de 4 de diciembre de 1.997, enfrentándose al problema de la
emigración ilegal y concretamente a los matrimonios celebrados en fraude de la legislación de extranjería, fija una serie de
factores que pueden permitir que se presuma que un matrimonio es fraudulento: el no mantenimiento de vida en común,
(la convivencia se exige en el art. 22.2º d) del C.C. como requisito para la obtención de la nacionalidad, lo que no hacía la
Ley 51/1.982), la ausencia de cumplimiento de las obligaciones derivadas del matrimonio, el que los cónyuges no se hayan
conocido con anterioridad al matrimonio, que se equivoquen en relación con sus respectivos datos personales básicos o
sobre las circunstancias en que se conocieron, que haya mediado entrega de una cantidad monetaria, o que alguno de ellos
tenga un historial de matrimonios fraudulentos anteriores.
Por su parte, la Dirección General de los Registros y el Notariado en España, que comenzó a pronunciarse sobre los
matrimonios de conveniencia en 1.993, ha desarrollado una doctrina que se manifiesta en distintas Instrucciones; la más
importante es la de 9 de enero de 1.995, sobre el "expediente previo al matrimonio cuando uno de los contrayentes esta
domiciliado en el extranjero", indicando que dicho expediente "debe contener la audiencia personal, reservada y por

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separado de cada cónyuge, como medio de apreciar cualquier obstáculo o impedimento para el enlace, entre ellos, la
ausencia de consentimiento". Este trámite de audiencia está expresamente previsto en el art. 246 del reglamento del
Registro Civil .
La Instrucción de 31 de enero de 2.006, sobre los matrimonios de complacencia, describe los mismos y las consecuencias
de los matrimonios simulados, estableciendo que el derecho fundamental de la persona al matrimonio no ampara estos
matrimonios. En lo que afecta a esta resolución, la parte más interesante de esta Instrucción es la que contiene las
instrucciones a los encargados del Registro Civil, que debe someter a los contrayentes a "exámenes de hechos objetivos",
puesto que tales hechos pueden servir para fundar la necesaria prueba de presunciones.
Los funcionarizo deben indagar: el conocimiento de cada contrayente de los datos personales o familiares básicos del otro,
las relaciones previas al matrimonio y su duración, si el extranjero es regular o irregular (caso de matrimonio en España), si
hay convivencia o algún hijo en común y la diferencia de edad. Se insiste en que el historial previo de matrimonios
fraudulentos de uno de los contrayentes, así como la entrega de dinero son indicios poderosos de que no existe verdadero
consentimiento matrimonial.
En igual sentido, las Resoluciones de la D.G.R.N. de 30 de mayo de 1.995 y de 20 de septiembre de 2.006.
Aplicando estos criterios, la sentencia de la Audiencia Provincial de Álava de 25 de enero de 2.005 estimó acreditado la
concurrencia de fraude por haberse contraído el matrimonio por poderes, no haber existido nunca convivencia matrimonial,
haberse casado de nuevo el esposo en Marruecos e incluso por la conducta procesal de aquel, declarado en rebeldía.
En la sentencia de la A.P. de Palencia de 5 de marzo de 2.002 se valoró el escaso tiempo de relaciones prematrimoniales, la
diferencia de edad (42 años), el muy escaso tiempo de convivencia matrimonial, el hecho de que la esposa hubiera
abandonado el domicilio conyugal injustificadamente y su movilidad por distintas ciudades del territorio español.
La de Zaragoza de 30 de marzo de 2.005 estimó la nulidad valorando el cambio de domicilio sin justificación por parte de la
esposa y la conducta procesal de la misma, una vez que fue localizada, manteniéndose en situación de rebeldía.
CUARTO.- Pese a los ejemplos anteriores, la mayoría de las veces las Audiencias Provinciales resulten en contra de la
nulidad matrimonial, partiendo de la interpretación restrictiva que debe hacerse del concepto de nulidad, dadas su
consecuencias, y en base especialmente a la existencia de relaciones anteriores al matrimonio y de convivencia entre los
contrayentes.
Así, se declara que el Código Civil no exige, como uno de los requisitos del matrimonio válido, que se contraiga por amor,
siendo frecuentes los matrimonios que se fundan en "distintas causas, como seguridad económica, compañía, estabilidad,
etc." sin que ello suponga su nulidad (S.A.P. de Murcia de 19 de junio de 2.001). Igualmente la A.P. de Barcelona de 24 de
marzo de 2.003 declara que "las circunstancias económicas y el deseo de una vida mejor en España no son por si solas
determinantes de nulidad".
En el presente caso, se ha acreditado la concurrencia de varis circunstancias que no han sido tenidas en cuenta en la
sentencia apelada, como se denuncia en el recurso. Dicha sentencia se basa exclusivamente en el contenido del expediente
administrativo, y, más concretamente, en la resolución del Consulado, por entender que la encargada del Registro Civil del
mismo ha sido la única que ha tenido la necesaria inmediación para apreciar las manifestaciones de los esposos, así como
que el resto de la prueba aportada es posterior al momento de la celebración del matrimonio.
Sin embargo, de un examen detenido de dicha prueba tenemos que:
La demandante ha viajado en varias ocasiones Cuba, tanto antes (octubre de 2.006) como después del matrimonio,
permaneciendo en la isla, por ejemplo, desde el mes de marzo hasta el de mayo de 2.007 o desde finales de diciembre del
mismo año hasta primeros de enero, como fechas más significativas, por coincidir con la celebración de la boda (antes y
después) y el periodo navideño, típico de reuniones familiares. Las relaciones entre los cónyuges, vía telefónica
mayormente, se han producido también antes y después de la boda, y son verdaderamente muchas. La actora ha realizado
frecuentes giros de cantidades de dinero modestas a favor de su marido, constando hasta agosto de 2.009, última
oportunidad de acreditarlo en el proceso.
La conducta de la demandante, tanto en el expediente administrativo (impulsando su resolución, recurriendo, etc.) como en
vía judicial, ha sido muy activa e insistente, demostrativa de un verdadero interés; se propuso como prueba la declaración
testifical del esposo, ofreciendo conseguir su venida a España (pese al coste y las dificultades burocráticas), y no se practicó
porque fue denegada por la juzgadora a quo, acogiendo la oposición de las demandadas. Tampoco se admitió otra testifical
propuesta por la demandante, aunque obra en autos Acta de declaración de dos testigos que confirman sus alegaciones.
De todo lo dicho se sigue la existencia de esas relaciones previas y posteriores en que se fija la doctrina de las Audiencias;
la falta de convivencia continuada se explica en este caso por las dificultades del marido para salir de Cuba y las
consecuencias que para él podría tener hacerlo irregularmente, y por otro lado es comprensible que Dª Constanza prefiera
vivir en Tenerife, por razones de trabajo y familiares.
En estas circunstancias, concluye la Sala que no hay fundamento bastante para considerar que el matrimonio de la actora
sea un matrimonio de conveniencia cuya única finalidad es la de que el esposo consiga fraudulentamente la nacionalidad
española. Las diferencias u omisiones entre las manifestaciones de los cónyuges en el expediente administrativo no son de
gran calado y en todo caso la interpretación de las mismas, como reveladoras de una intención fraudulenta, no deja de
tener bastante de subjetivo, frente a los datos objetivos que se siguen del análisis conjunto de la prueba.
Por todo lo cual y respetando la naturaleza restrictiva de la interpretación que debe darse a los hechos para fundar una
nulidad matrimonial, se concluye que procede acoger el recurso y por tanto la demanda intespuesta por Dª Constanza .
QUINTO.- No procede hacer declaración alguna sobre las costas del recurso (arts. 398 y 394 L.E.C .)
En cuanto a las generadas en la primera instancia, procede su imposición a la Dirección General de los Registros y el
notariado, de acuerdo con lo previsto en el art. 394.1º L.E.C ., así como en el art. 13 de la Ley 52/97 de Asistencia Jurídica
al Estado e Instituciones Públicas, en relación con el art. 551 L.O.P.J .
Por el contrario, no cabe condena en costas en relación al Ministerio Fiscal, según previene el art. 394 citado, en su
apartado 4º .

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FALLO

Estimando el recurso de apelación interpuesto por la representación de Dª Constanza contra la sentencia dictada por el
juzgado de primera instancia nº 1 de los de esta capital, en el juicio ordinario seguido al nº 213/09, revocamos dicha
resolución, con las siguientes declaraciones
- Con estimación de la demanda interpuesta por la aquí recurrente, se declara la validez del matrimonio contraído entre Dª
Constanza y D. Amador en Playa, Ciudad de La Habana, Cuba, el día 12 de abril de 2.007, contraído con arreglo a la ley
cubana y sin vicio ni defecto del consentimiento.
- Como consecuencia, se declara que la denegación de la trascripción de dicho matrimonio ante el Registro Civil del
Consulado español en La Habana y la posterior ratificación de la Dirección General de los Registros y el Notariado de dicha
denegación, ha suido contraria al derecho a contraer matrimonio de la demandante.
- Procede ordenar que se proceda a la inscripción del referido matrimonio en el Registro civil del Consulado español en La
Haban, debiendo llevar a cabo la demandada cuantas actuaciones y diligencias sena precisas para practicar eficazmente
dicha inscripción.
- Se condena a la Dirección General de los registros y el Notariado al abono de las costas generadas en la primera instancia.
- No procede declaración alguna sobre las costas causadas en esta alzada.
- La estimación del recurso procede devolver a la apelante el depósito constituido para formalizarlo.
Tratándose de un juicio seguido por los trámites del ordinario, por razón la materia (art. 249.1.2º L.E.C .) y siendo esta la
tutela judicial de derechos fundamentales, caben contra esta resolución los recurso de casación y extraordinario por
infracción procesal, si se preparan en tiempo y formas ante este tribunal.
Devuélvanse los autos originales al Juzgado de procedencia, con testimonio de esta resolución, para su ejecución y
cumplimiento, y demás efectos legales.
Así por esta nuestra resolución, definitivamente juzgando, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.

Audiencia Provincial de Las Palmas, Sección 4ª, Sentencia 481/2007 de 29 Nov. 2007, Rec. 90/2007

Ponente: Galcerán Solsona, Emma.

LA LEY 301078/2007

MATRIMONIO. Celebración e inscripción. Celebración en el extranjero.


En Las Palmas de Gran Canaria , a 29 de noviembre de 2007
SENTENCIA
Iltmos. Sres.
Presidente:

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D./Dª. Victor Caba Villarejo Magistrados:
D./Dª. Emma Galcerán Solsona (Ponente)
D./Dª. Victor Manuel Martín Calvo
SENTENCIA APELADA DE FECHA: 13 de julio de 2006 APELANTE QUE SOLICITA LA REVOCACIÓN: Direccion General de los
Registros y del Notariado VISTO, ante AUDIENCIA PROVINCIAL SECCIÓN CUARTA , el recurso de apelación admitido a la
parte demandada , en los reseñados autos, contra la sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia de fecha 13 de
julio de 2006 , seguidos a instancia de Dña. Marí Jose , representada por la Procuradora Dña. Soledad Granda Calderín, y
dirigida por la Letrada Dña. Demetria Hernández Guerra , contra la Dirección General del Resgistro y Notariado representada
por el Abogado del Estado .

ANTECEDENTES DE HECHO

PRIMERO.- El Fallo de la Sentencia apelada es el siguiente: "Que estimando la demanda interpuesta por doña Marí Jose
contra la DIRECCIÓN GENERAL DE LOS REGISTROS Y EL NOTARIADO y el Ministerio Fiscal declaro la validez y legitimidad
del matrimonio celebrado con don Mariano en Cuba el día 30 de julio de 2003 por la ley cubana, por haberlo contraído con
arreglo a derecho y con consentimiento válido y suficiente, ordenando se proceda a la inscripción del matrimonio en el
Registro Civil. Condenar a la DIRECCIÓN GENERAL DE LOS REGISTROS Y EL NOTARIADO al pago de las costas del juicio".
.
SEGUNDO.- La relacionada sentencia, se recurrió en apelación por la indicada parte de conformidad a lo dispuesto en el
artículo 457 y siguientes de la Ley de Enjuiciamiento Civil , y no habiéndose practicado prueba en esta segunda instancia, y
tras darle la tramitación oportuna se señaló para su estudio, votación y fallo el día 25 de septiembre de 2007 .
TERCERO.- Se ha tramitado el presente recurso conforme a derecho, y observando las prescripciones legales. Es Ponente
de la sentencia la Iltma. Sra. Dña. Emma Galcerán Solsona , quien expresa el parecer de la Sala.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- Es objeto de recurso de apelación la sentencia de fecha 13 de julio de 2006 , que, estimando la demanda
interpuesta por Dña. Marí Jose , contra la Dirección General de los Registros y el Notariado, y el Ministerio Fiscal, declaró la
validez y legitimidad del matrimonio celebrado con D. Mariano en Cuba, el día 30 de julio de 2003 por la ley cubana, por
haberlo contraído con arreglo a Derecho y con consentimiento válido y suficiente, ordenando se proceda a la inscripción del
matrimonio en el Registro Civil. Condenando a la Dirección General de los Registros y el Notariado al pago de las costas del
juicio.
Por la parte apelante se solicita la revocación de la sentencia de instancia, declarando no haber lugar a otorgar la inscripción
del matrimonio celebrado entre Dña. Marí Jose y D. Mariano .
SEGUNDO.- La Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (L.C. Eur. 2000/3480), firmada el 7 de diciembre de
2000, proclama en su artículo 9 que el derecho a casarse y el derecho a fundar una familia están garantizados según las
Leyes nacionales que rigen su ejercicio, admitiendo, por tanto, su consideración como derechos de configuración legal,
correspondiendo la competencia legislativa en la materia a los Estados miembros sobre sus propios nacionales. Así lo ha
declarado reiteradamente el Tribunal Supremo (sent. de 29 de mayo de 1970 y 22 de noviembre de 1977), así como la
Dirección General de los Registros y el Notariado, en resoluciones de 6 de noviembre de 2000, 24 de mayo de 2002, 24 de
enero y 26 de octubre de 2005, siendo de aplicación los principios del "favor negoti" y del "favor matrimonio" dados los
graves intereses que se cruzan en el consentimiento matrimonial, en materia de validez del matrimonio.
Las RRDGRN de 22 de febrero y de 6 de junio de 2000 recuerdan que reiteradas Resoluciones de la DGRN reputan nulos los
matrimonios de complacencia ya que en ellos el consentimiento es simulado, pues las partes lo prestan de forma legal, pero
excluyen deliberadamente los fines propios y específicos del matrimonio, de modo que el llamado matrimonio de
complacencia es nulo en nuestro Derecho, por falta de verdadero consentimiento matrimonial (arts. 45 y 73.º C.C .).
Como declaran las RRDGRN de 2 de septiembre y de 6 de septiembre de 2005, para evitar en la medida de lo posible la
existencia aparente de estos matrimonios y su inscripición en el Registro Civil, esta Dirección General dictó en su momento
la Instrucción de 9 de enero de 1995, dirigida a impedir que algunos extranjeros obtengan la entrada en España, o
regularicen su estancia en ella, por medio de un matrimonio simulado con ciudadanos españoles. La Instrucción trata de
evitar que éstos se celebren dentro del territorio español, recordando la importancia que en el expediente previo a la
celebración del matrimonio tiene el trámite de la audiencia personal, reservada y por separado, de cada contrayente (art.
246 Rgto. Registro Civil), como medio para apreciar cualquier obstáculo o impedimento para el enlace (arts. 56 C.C. y 247
Rgto. Registro Civil), entre ellos, la ausencia de consentimiento matrimonial.
No sólo en el expediente previo para el matrimonio civil a través del trámite de la audiencia reservada y por separado de
cada contrayente, sino también cuando se intenta inscribir en el Registro Civil español un matrimonio ya celebrado en el
extranjero, mediante la certificación expedida por autoridad o funcionario del país de celebración, es deber del encargado
cerciorarse de la inexistencia de impedimentos u otros obstáculos que provoquen la nulidad del matrimonio (RDGRN de 3 de
enero de 2000), de manera que, medidas análogas a las previstas en la citada Instrucción de la DGRN de 9 de enero de
1995, deben adoptarse cuando se trata de inscribir en el Registro Consular o en el Registro Central un matrimonio celebrado
en la forma extranjera, debiendo comprobar el encargado si concurren los requisitos legales para la celebración del
matrimonio (art. 65 C.C. y RDGRN de 6 de junio de 2000).
TERCERO.- En el caso de autos, fue correcta la valoración de la prueba realizada por el Juzgador de instancia y plenamente
acertada la conclusión a que él mismo llegó, toda vez que quedó acreditado que las partes, de similar edad, gustos y
ocupaciones profesionales, tenian la intención de contraer matrimonio, prestando un consentimiento matrimonial válido,

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como resulta de las declaraciones de los testigos que revelan su conocimiento personal de ambas partes, de la naturaleza
de los sentimientos de éstas así como de sus preparativos para la boda, e igualmente de la abundante correspondencia
mantenida entre ellos por correo electrónico durante los años de noviazgo, aportada a las actuaciones, que reflejan
continuas manifestaciones de amor, del propósito común de contraer matrimonio y de los preparativos que se iban
realizando a tal fin, sin que, en conclusión, la posibilidad de intención defraudatoria pase de mera conjetura, carente de todo
soporte probatorio.
A este respecto, debe tomarse como punto de partida la existencia del "ius nubendi" como derecho fundamental de la
persona, que no debe ser coartado, postergado o denegado más que cuando exista una certeza racional absoluta del
obstáculo legal que vicie de nulidad al matrimonio pretendido, por lo que, como declara la RDGRN de 9 de octubre de 1993,
ha de ser preferible, aun en caso de duda, no poner trabas a la celebración o la inscripción del mismo, ya que siempre
quedará a salvo la posibilidad de que el Ministerio Fiscal inste judicialmente la nulidad del matrimonio, de conformidad con
lo dispuesto en el art. 74 del Código Civil , en un juicio declarativo ordinario en el que con toda amplitud podrán enjuiciarse
las circunstancias del caso concreto, como declaran las RRDGRN de 9 de octubre de 1993 y 5 de noviembre de 2001. Y
como consecuencia de lo expuesto, incumbía a la Dirección General citada demostrar la existencia del impedimento
matrimonial por los medios a su alcance, mediante prueba indirecta, lo que no se efectuó, ya que ni siquiera se presentaron
las actas de la entrevista reservada, ni tampoco quedó desvirtuado el resultado probatorio y la conclusión antes expuesta,
por la circunstancia de que el novio ignorara el nombre de algunos familiares de la novia dada su irrelevancia frente a la
acreditada intención de contraer verdadero matrimonio, ni tampoco la circunstancia de que una parte del noviazgo coincidió
con una parte del periodo de tiempo en que la ex esposa del Sr. Mariano estuvo empadronada con sus hijos en la casa
donde éste vivía en aquella época, pues es ajeno a este pleito el eventual cumplimiento por aquélla de requisitos legales
para conservar eventuales derechos a subrogarse frente al Estado cubano sin que en la presente sentencia se realice
pronunciamiento sobre tal extremo por ser improcedente al no formar parte del objeto de la litis, careciendo de virtualidad
asimismo, a los efectos pretendidos, el que el número de viajes pueda parecer escaso en opinión de la parte apelante, pues
en total realizaron cinco o seis viajes, el último de los cuales de que se tenga constancia en la Sala en enero de 2007 ,
quedando acreditado que realizaron los viajes para poder estar juntos durante el noviazgo, y depués de la boda, con tanta
frecuencia como las circunstancias económicas, profesionales y burocráticas se lo permitieron, revelando los mismos medios
probatorios referentes a los preparativos para realizar dichos viajes, la
intención de contraer un matrimonio por amor sin exclusión de los fines propios de aquél, y dado que los preparativos se
realizaron en Cuba por el novio, y en una Notaría de Cuba, es lógico que la novia le pidiese a él información acerca de la
marcha de tales preparativos, que ella no supiese de antemano en qué fechas se podría celebrar, preguntándole a su novio
qué noticias tenía sobre tal cuestión, pidiéndole que le comunicase la fecha, cuando estuviese fijada.
Por todo lo cual, procede desestimar las alegaciones del recurso, confirmando íntegramente la sentencia de instancia,
inclusive el pronunciamiento sobre costas con desestimación del alegato correlativo ya que el caso no presentaba serias
dudas de hecho. (Art. 394 LEC).
CUARTO.- Procede imponer a la parte apelante las costas de esta alzada al haber sido desestimado el recurso. (Art. 398
LEC).
Vistos los artículos citados y demás de general y pertinente aplicación.

FALLAMOS

Que desestimamos el recurso de apelación interpuesto por la Direccion General de los Registros y del Notariado , contra la
sentencia de fecha 13 de julio de 2006 , dictada por el JDO. PRIMERA INSTANCIA N. 10 de LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
, la cual CONFIRMAMOS, en su integridad con expresa imposición al apelante de las costas de esta alzada.
Dedúzcanse testimonios de esta resolución, que se llevarán al Rollo y autos de su razón, devolviendo los autos originales al
Juzgado de procedencia para su conocimiento y ejecución una vez sea firme, interesando acuse recibo.
Así por esta nuestra sentencia definitivamente juzgando, la pronunciamos, mandamos y firmamos.

Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, Sección 1ª, Sentencia 243/2015 de 13 May. 2015, Rec.

192/2014

Ponente: Fernández Reguera, María Paloma.

LA LEY 119507/2015

SENTENCIA
Rollo nº 192/2014 Autos nº 563/2012 Jdo. 1ª Inst. nº 10 de Santa Cruz de Tenerife Ilmos. Sres./a Presidente: D. ÁLVARO
GASPAR PARDO DE ANDRADE Magistrados: D.ª MARÍA LUISA SANTOS SÁNCHEZ D.ª MARÍA PALOMA FERNÁNDEZ REGUERA
En Santa Cruz de Tenerife, a trece de mayo de dos mil quince.

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Visto por los Iltmos. Sres./a. Magistrados arriba expresados el presente recurso de apelación interpuesto por la parte
demandada, contra la sentencia dictada en los autos de Procedimiento Ordinario nº 563/2012 seguidos ante el Juzgado de
Primera Instancia nº 10 de Santa Cruz de Tenerife, promovidos por la Dirección General de Registro y del Notariado,
representada por D.ª Gema Esther Sotomayor Pérez en nombre de la Abogacía del Estado, contra D. Roque representado
por la Procuradora D.ª Guillermina de la Hoz Hernández, y asistido por la Letrada D.ª Desiré de Fátima Santana Hernández,
siendo parte el Ministerio Fiscal; han pronunciado, en nombre de S.M. EL REY; la presente sentencia siendo Ponente la
Iltma. Sra. Dª MARÍA PALOMA FERNÁNDEZ REGUERA, con base en los siguientes:

ANTECEDENTES DE HECHO

PRIMERO.- En los autos indicados el Iltmo. Sr. Magistrado Juez del Juzgado de Primera Instancia nº 10 de Santa Cruz de
Tenerife, dictó sentencia el 5 de julio de 2013 , cuya parte dispositiva es del tenor literal siguiente:
"Que estimando la demanda interpuesta por el Procurador Sra. de la Hoz, en nombre y representación de Roque contra la
DIRECCIÓN GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO y el MINISTERIO FISCAL, debo acordar y acuerdo autorizar el
matrimonio al que los presentes autos se refieren, y, todo ello, sin expresa imposición de las costas procesales".
SEGUNDO.- Notificada la sentencia a las partes en legal forma, por la representación de la parte demandada, se interpuso
recurso de apelación, evacuándose el respectivo traslado, formulándose oposición, remitiéndose seguidamente las
actuaciones a esta Sección.
TERCERO.- Iniciada la alzada y seguidos todos sus trámites, se señaló día y hora para la votación y fallo, que tuvo lugar el
día 13 de mayo de 2015.
CUARTO.- En la tramitación del presente recurso se han observado las prescripciones legales.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- La sentencia dictada por el Juzgado de 1ª instancia núm. 10 de Santa Cruz de Tenerife, estimó la demanda
interpuesta por la representación procesal de D. Roque , autorizando el matrimonio de éste con su pareja, D. Pedro Jesús ,
frente a la resolución de fecha 20 de mayo de 2013 de la Dirección General de los Registros y del Notariado, que
desestimaba el recurso de alzada presentado frente al auto de fecha 23 de mayo de 2011, dictado por el Juzgado de Paz de
El Sauzal, por el que se acordaba denegar la aprobación del matrimonio entre D. Roque y D. Pedro Jesús , de nacionalidad
peruana, por entender que sería un matrimonio simulado y de complacencia, y ser nulo en nuestro Derecho por falta de
verdadero consentimiento matrimonial.
Frente a la citada sentencia estimatoria de instancia, se erige la Dirección General de los Registros y del Notariado, instando
la revocación de aquélla, y se dicte otra por la que se desestime la demanda inicialmente formulada y se confirme en todos
sus términos la resolución dictada por el Encargado del Registro Civil de El Sauzal, alegando la existencia de reserva mental,
como causa que excluye de forma absoluta el consentimiento, y sosteniendo que la Sentencia de instancia al recoger
acertadamente los supuestos en los cuales puede presumirse que un matrimonio es fraudulento, incurre en apreciaciones
erróneas e inexactitudes que resultan poco comprensibles al estimar la demanda inicial.
El Ministerio Fiscal se opone al presente recurso, e interesa la confirmación de la sentencia.
SEGUNDO.- Que, si bien este Tribunal tiene plena competencia para revisar todo lo actuado por el Juzgador de instancia,
tanto en lo que afecta a los hechos, como en lo relativo a las cuestiones jurídicas oportunamente deducidas por las partes,
para comprobar si la resolución recurrida se ajusta o no a las normas procesales y sustantivas de aplicación al caso, no es
menos cierto que no puede ignorarse que, respecto de aquellas pruebas que han sido practicadas a la inmediación judicial,
el Juez de instancia tiene elementos más fundados para su más precisa apreciación y, por tanto, su mejor valoración en
relación a los supuestos de hecho que constituyen el hecho debatido.
De ahí que, en materia de apreciación de la prueba, debe significarse que, conforme a una reiterada Jurisprudencia, la
valoración probatoria es facultad de los Tribunales, sustraída a los litigantes, que sí pueden aportar las pruebas que la
normativa legal autoriza -principio dispositivo y de rogación-, pero no puede sustituirse la valoración que el Juzgado de
instancia hizo de toda la prueba practicada por la valoración que realiza la parte recurrente, función que corresponde, única
y exclusivamente, al juzgador de instancia y no a las partes ( sentencia del Tribunal Supremo de 7 de octubre de 1997 ).
Expuesto lo precedente, en el ejercicio de la facultad de revisión de lo actuado que ostenta el Tribunal en la segunda
instancia en virtud de lo dispuesto en el art. 456.1 LEC (LA LEY 58/2000) , cabe adelantar que la detenida revisión de la
prueba practicada, a través del examen de la documental respectivamente aportada y del visionado del soporte
videográfico, lleva a la Sala a compartir en su integridad las conclusiones sentadas en la Sentencia objeto de recurso, no
deduciéndose ninguna conclusión absurda, irracional o ilógica.
Comenzaremos por recordar que, entre los diversos supuestos de falta de consentimiento matrimonial, está la celebración
del matrimonio bajo reserva mental, como alega la recurrente, que significa que el declarante quiere la declaración, pero se
reserva unilateralmente sus efectos. Uno de los supuestos más frecuentes de matrimonios simulados o con reserva mental
es el matrimonio de conveniencia o complacencia, que es la postura que se mantiene en el recurso.
Partiendo de ello, sin duda nadie tiene la posibilidad de conocer con total exactitud la voluntad interna de una persona, salvo
ella misma, por lo que la prueba no se logra normalmente mediante pruebas directas sino por medio de pruebas indirectas o
de presunciones contemplada en el artículo 386 LEC (LA LEY 58/2000) .
Pues bien, en el presente caso no debemos olvidar todas y cada una de las circunstancias que rodean la relación entre D.
Roque y D. Pedro Jesús ; ambos se conocieron por Internet, lo que hoy en día no es de extrañar, y se encuentran en países
distantes, lo que supone una discontinua relación personal directa, y por lo tanto, no puede ser, lógicamente, el mismo

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conocimiento el que surge de una relación cotidiana del que se desprende, de una relación afectada por la distancia, lo que
puede derivar en un desconocimiento de las relaciones familiares de cada uno de los miembros de la pareja.
La prueba practicada acredita una persistencia de la relación personal tanto por los viajes realizados por el demandante a
Perú, por las comunicaciones continuas entre ambos vía Skipe, así como por la ayuda económica prestada por el
demandante a su pareja.
No podemos obviar que la conducta del demandante, tanto en el expediente administrativo (impulsando su resolución,
recurriendo, formulando una queja ante la tardanza de la resolución, etc.), como en vía judicial, ha sido muy activa e
insistente, demostrativa de un verdadero interés; se propuso como prueba en el acto de la Audiencia Previa la declaración
testifical de D. Pedro Jesús , ofreciendo conseguir su venida a España (pese al coste y las dificultades burocráticas), y no se
practicó porque fue denegada por el juzgador de instancia.
En estas circunstancias, concluye la Sala que no hay fundamento bastante para considerar que el matrimonio del
demandante sea un matrimonio de conveniencia, haciendo uso de dicha institución con una finalidad distinta, que no es otra
que la de constituir una comunidad de vida y de intereses propios, asumir las obligaciones de ayuda y respeto mutuo,
convivir juntos y socorrerse tal y como tiene establecido nuestro Código Civil en los artículos 67 (LA LEY 1/1889) y 68 del
Código Civil (LA LEY 1/1889) , y ello sin perjuicio que el matrimonio pudiera convenir a ambas partes por causas distintas a
la posibilidad de D. Pedro Jesús de obtener la residencia y un permiso de trabajo en España, como una seguridad
económica, compañía, estabilidad, etc. sin que ello suponga su nulidad.
Las diferencias u omisiones entre las manifestaciones de los cónyuges en el expediente administrativo no son de gran
importancia, como apunta el Juez de instancia, y en todo caso, la interpretación de las mismas, como reveladoras de una
intención fraudulenta, no deja de tener un criterio subjetivo, frente a los datos objetivos que se siguen del análisis del
conjunto de la prueba.
Por todo lo cual y respetando la naturaleza restrictiva de la interpretación que debe darse a los hechos para fundar un
matrimonio nulo por falta de verdadero consentimiento matrimonial, se concluye que procede desestimar el recurso de
apelación y confirmar íntegramente la sentencia de instancia.
TERCERO.- No obstante la desestimación del recurso de apelación, en consideración a la naturaleza de las cuestiones
suscitadas, singulares circunstancias concurrentes en el caso y flexibilidad permitida en este tipo de procedimientos, no ha
de hacerse especial condena en las costas procesales devengadas en la alzada, conforme facultan los artículos 394 (LA LEY
58/2000) y 398 de la L.E.C (LA LEY 58/2000) .
Vistos los preceptos legales citados y demás de general y pertinente aplicación.

FALLO

QUE DESESTIMANDO el recurso de apelación interpuesto por la Abogada del Estado en la representación que por Ministerio
de la Ley ostenta de la Dirección General de los Registros y del Notariado, contra la sentencia dictada en fecha cinco de julio
de 2013, por el Juzgado de 1ª Instancia núm. 10 de Santa Cruz de Tenerife , en los autos de Procedimiento Ordinario núm.
563/2012, DEBEMOS CONFIRMAR ÍNTEGRAMENTE la citada resolución, sin expresa imposición de las costas del recurso a la
parte apelante.
Procédase a dar al depósito el destino previsto de conformidad con lo dispuesto en la Disposición Adicional Decimoquinta de
la L.O.P.J (LA LEY 1694/1985) ., si se hubiera constituido.
Devuélvanse los autos originales al Juzgado de procedencia con testimonio de la presente resolución, para su ejecución y
cumplimiento y demás efectos legales.
Contra esta sentencia cabe recurso de casación por interés casacional ( art. 477.2.3º de la Ley de Enjuiciamiento Civil (LA
LEY 58/2000) ), y recurso extraordinario por infracción procesal si se formula conjuntamente con aquél ( Disposición Final
decimosexta (LA LEY 58/2000) 2ª, de la Ley de Enjuiciamiento Civil ), que podrán interponerse ante esta Sala en el plazo de
veinte días.
Así por esta, nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
PUBLICACIÓN: Publicada ha sido la anterior sentencia por los Ilmos. Sres. Magistrados que la firman, y leída ante mí por la
Ilma. Sra. Magistrada Ponente D.ª MARÍA PALOMA FERNÁNDEZ REGUERA en audiencia pública del día de su fecha, de lo
que, como Secretaria de Sala, certifico.

Audiencia Provincial de Madrid, Sección 9ª, Sentencia 390/2016 de 30 Jun. 2016, Rec. 255/2016

Ponente: Moreno García, Juan Angel.

LA LEY 118490/2016

REGISTRO CIVIL. Hechos inscribibles.


Audiencia Provincial Civil de Madrid Sección Novena C/ Ferraz, 41 , Planta 1 - 28008Tfno.: 914933935 37007740
N.I.G.: 28.079.00.2-2014/0196244
Recurso de Apelación 255/2016 -5
O. Judicial Origen: Juzgado de 1ª Instancia nº 48 de Madrid

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Autos de Procedimiento Ordinario 1624/2014
APELANTE: D. Jose Augusto
PROCURADOR: D. JUAN PEDRO MARCOS MORENO
APELADO: DIRECCION GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO
Sr. ABOGADO DEL ESTADO
SENTENCIA Nº
Ilmos. Sres. Magistrados:
D. JUAN LUIS GORDILLO ÁLVAREZ VALDÉS D. JUAN ÁNGEL MORENO GARCÍA D. JOSÉ MARÍA PEREDA LAREDO
En la Villa de Madrid, a treinta de junio de dos mil dieciséis.
VISTOS en grado de apelación ante esta Sección Novena de la Audiencia Provincial de Madrid, los autos de Juicio Ordinario
nº 1624/2014 procedentes del Juzgado de Primera Instancia Nº 48 de Leganés, a los que ha correspondido el Rollo de
apelación nº 255/2016, en los que aparecen como partes: de una, como demandante y hoy apelante, D. Jose Augusto ,
representado por el Procurador D. Juan Pedro Marcos Moreno; y, de otra, como demandada y hoy apelada, la DIRECCIÓN
GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO (D. G.R.N.), representada por el Abogado del Estado; sobre solicitud de
inscripción de matrimonio.
SIENDO MAGISTRADO PONENTE EL ILMO. SR. D. JUAN ÁNGEL MORENO GARCÍA.

I.- ANTECEDENTES DE HECHO

La Sala acepta y da por reproducidos los antecedentes de hecho de la resolución recurrida.


PRIMERO.- Por el Juzgado de Primera Instancia Nº 48 de Madrid, en fecha cinco de noviembre de dos mil quince se dictó
sentencia , cuya parte dispositiva es del tenor literal siguiente: " FALLO . Que debo desestimar y desestimo la demanda
formulada por D. Jose Augusto representado por el procurador D. /Dña. JUAN PEDRO MARCOS MORENO contra DIRECCIÓN
GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO con expresa imposición de costas a la actora.".
SEGUNDO.- Notificada la mencionada sentencia por la representación procesal de la parte demandante, previos los
trámites legales oportunos, se interpuso recurso de apelación, el cual le fue admitido, y, dándose traslado del mismo a la
contraparte, se opuso a él, elevándose posteriormente las actuaciones a esta superioridad, previo emplazamiento de las
partes, ante la que han comparecido en tiempo y forma bajo las expresadas representaciones, sustanciándose el recurso por
sus trámites legales.
TERCERO.- Solicitado el recibimiento a prueba en esta alzada por la representación de la parte apelante, por Auto de fecha
10/03/2016 se acordó la unión a los autos de la documental aportada por dicha parte con su escrito de apelación. No
estimando la Sala necesaria la celebración de vista pública, quedaron las actuaciones pendientes de señalamiento de
votación y fallo, que tuvo lugar el día veintinueve de junio del presente año.
CUARTO.- En la tramitación del presente procedimiento han sido observadas en ambas instancias las prescripciones
legales.

II.- FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- No se aceptan los fundamentos de derecho de la sentencia apelada que deben entenderse sustituidos por los
de esta resolución judicial.
SEGUNDO.- Con carácter previo a resolver los distintos motivos del recurso de apelación debe partirse de los siguientes
hechos que han quedado acreditados en los autos:
1º) El actor D. Jose Augusto , de nacionalidad española, conoció a D ª Rosana , de nacionalidad colombiana, por internet en
el mes de febrero de de 2011.
2º) A partir de ese momento se realizaron diversas comunicaciones por email entre ellos, folios 21 a 41 de los autos.
3º) El ahora apelante viajó a Cali el 6 de agosto de 2011, celebrándose matrimonio entre el apelante y D ª Rosana el día 27
de agosto de 2011.
4º) El 10 de octubre de 2011 se solicito la inscripción del matrimonio en el Consulado General de España en Bogotá, previa
realización de las correspondientes audiencias reservadas a ambos, se dicto resolución de 25 de junio de 2012 por el que se
denegó la inscripción del matrimonio, e interpuesto recurso de apelación contra dicha resolución, el recurso fue desestimado
por Resolución de la Dirección General de los Registros y el Notariado de 14 de marzo de 2014.
TERCERO.- Debe partirse en primer lugar de la forma en que aparece recogido en derecho a contraer matrimonio en la
Constitución dado que a lo largo del recurso de apelación se alude al derecho al ius connubii, derecho que se recoge en el
artículo 32.1 de la Constitución Española (LA LEY 2500/1978) , que de acuerdo con el artículo 53 de la Constitución (LA LEY
2500/1978) , al igual que el resto de los derechos reconocidos en ese capítulo vinculan a todos los poderes públicos. Sólo
por ley, que en todo caso deberá respetar su contenido esencial, podrá regularse el ejercicio de tales derechos y libertades.
Por su parte si bien el artículo 44 del C.Civil (LA LEY 1/1889) reconoce el derecho a contraer matrimonio, el propio artículo
45 del C. civil (LA LEY 1/1889) establece que no existe matrimonio sin consentimiento matrimonial.

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En cuanto a la forma de inscribir el matrimonio en el Registro Civil el artículo 256 del Reglamento del Registro Civil
establece que se inscribirán también los matrimonios celebrados en el extranjero, siempre que no haya dudas de la realidad
del hecho y de su legalidad conforme a la Ley española, bastando a estos efectos certificación por autoridad o funcionario
del país de celebración.
Por su parte el artículo 246 del Reglamento del Registro Civil establece la existencia de audiencias reservadas en los
expedientes registrales a fin de cerciorarse de la inexistencia del impedimento de ligamen, o de cualquier otro obstáculo
legal para la celebración del matrimonio, o en el presente caso para cerciorarse de que se había procedido a la celebración
de un matrimonio real y no meramente simulado o de conveniencia.
Como señala la AP de Tenerife Secc. 1 en sentencia de 24 de septiembre de 2001: " Los llamados matrimonios de
conveniencia son un fenómeno muy común en países sometidos a una fuerte inmigración, suponiendo un matrimonio ficticio
o simulado, por cuanto, si bien se han cumplido las formalidades externas, ninguno de los contrayentes tiene realmente
intención de tomar al otro por cónyuge, y el comportamiento posterior (no consumación ni comunidad de vida) prueba que,
desviando la institución del fin que le es propio, se persigue exclusivamente una consecuencia secundaria o accesoria de tal
institución; así, es supuesto característico el matrimonio de un ciudadano español con otro extranjero para facilitarle el
acceso o establecimiento en un país o la adquisición de la nacionalidad al cónyuge aparente".
la Resolución del Consejo de las Comunidades Europeas de 4 de diciembre de 1.997, enfrentándose al problema de la
emigración ilegal y concretamente a los matrimonios celebrados en fraude de la legislación de extranjería, fija una serie de
factores que pueden permitir que se presuma que un matrimonio es fraudulento: el no mantenimiento de vida en común,
(la convivencia se exige en el art. 22.2º d) del C.C (LA LEY 1/1889) . como requisito para la obtención de la nacionalidad, lo
que no hacía la Ley 51/1.982 (LA LEY 1864/1982)), la ausencia de cumplimiento de las obligaciones derivadas del
matrimonio, el que los cónyuges no se hayan conocido con anterioridad al matrimonio, que se equivoquen en relación con
sus respectivos datos personales básicos o sobre las circunstancias en que se conocieron, que haya mediado entrega de una
cantidad monetaria, o que alguno de ellos tenga un historial de matrimonios fraudulentos anteriores.
Por su parte, la Dirección General de los Registros y el Notariado en España, que comenzó a pronunciarse sobre los
matrimonios de conveniencia en 1.993, ha desarrollado una doctrina que se manifiesta en distintas Instrucciones; la más
importante es la de 9 de enero de 1.995, sobre el "expediente previo al matrimonio cuando uno de los contrayentes está
domiciliado en el extranjero", indicando que dicho expediente "debe contener la audiencia personal, reservada y por
separado de cada cónyuge, como medio de apreciar cualquier obstáculo o impedimento para el enlace, entre ellos, la
ausencia de consentimiento". Este trámite de audiencia está expresamente previsto en el art. 246 del Reglamento del
Registro Civil .
La Instrucción de 31 de enero de 2.006 (LA LEY 215/2006), sobre los matrimonios de complacencia, describe los mismos y
las consecuencias de los matrimonios simulados, estableciendo que el derecho fundamental de la persona al matrimonio no
ampara estos matrimonios. En lo que afecta a esta resolución, la parte más interesante de esta Instrucción es la que
contiene las instrucciones a los encargados del Registro Civil, que debe someter a los contrayentes a "exámenes de hechos
objetivos", puesto que tales hechos pueden servir para fundar la necesaria prueba de presunciones.
Los funcionarios deben indagar: el conocimiento de cada contrayente de los datos personales o familiares básicos del otro,
las relaciones previas al matrimonio y su duración, si el extranjero es regular o irregular (caso de matrimonio en España), si
hay convivencia o algún hijo en común y la diferencia de edad. Se insiste en que el historial previo de matrimonios
fraudulentos de uno de los contrayentes, así como la entrega de dinero son indicios poderosos de que no existe verdadero
consentimiento matrimonial.
En igual sentido, las Resoluciones de la D. G.R.N. de 30 de mayo de 1.995 y de 20 de septiembre de 2.006.
Por su parte la SAP de Tenerife, Sección 4ª, en sentencia 47/2010 de 15 de noviembre de 2010 declara: "La conducta de la
demandante, tanto en el expediente administrativo (impulsando su resolución, recurriendo, etc.) como en vía judicial, ha
sido muy activa e insistente, demostrativa de un verdadero interés; se propuso como prueba la declaración testifical del
esposo, ofreciendo conseguir su venida a España (pese al coste y las dificultades burocráticas), y no se practicó porque fue
denegada por la juzgadora a quo, acogiendo la oposición de las demandadas. Tampoco se admitió otra testifical propuesta
por la demandante, aunque obra en autos Acta de declaración de dos testigos que confirman sus alegaciones.
De todo lo dicho se sigue la existencia de esas relaciones previas y posteriores en que se fija la doctrina de las Audiencias;
la falta de convivencia continuada se explica en este caso por las dificultades del marido para salir de Cuba y las
consecuencias que para él podría tener hacerlo irregularmente, y por otro lado es comprensible que Dª Constanza prefiera
vivir en Tenerife, por razones de trabajo y familiares.
En estas circunstancias, concluye la Sala que no hay fundamento bastante para considerar que el matrimonio de la actora
sea un matrimonio de conveniencia cuya única finalidad es la de que el esposo consiga fraudulentamente la nacionalidad
española. Las diferencias u omisiones entre las manifestaciones de los cónyuges en el expediente administrativo no son de
gran calado y en todo caso la interpretación de las mismas, como reveladoras de una intención fraudulenta, no deja de
tener bastante de subjetivo, frente a los datos objetivos que se siguen del análisis conjunto de la prueba".
La mayoría de las sentencias que rechazan la pretensión de nulidad es por dos razones:
a) la interpretación necesariamente restrictiva del concepto nulidad
b) la existencia de relaciones personales anteriores y/o posteriores entre los contrayentes. Por ello es fundamental la
apreciación de las pruebas de cada caso concreto, incluso del comportamiento procesal de las partes.
CUARTO.- En cuanto al apreciación si existe o no un matrimonio real o de conveniencia, dada la falta de prueba directa es
necesario acudir a la prueba de presunciones, prueba que de acuerdo con el artículo 386 del C.Civil (LA LEY 1/1889) permite
al tribunal, partiendo de un hecho admitido o probado, presumir la certeza, a efectos del proceso, de otro hecho, si entre el
admitido y demostrado y el presunto existe un enlace preciso y directo según las reglas del criterio humano, hecho dudoso
que no tenga demostración eficaz por los demás medios, de manera que mediante la apreciación de un enlace preciso y
directo entre el hecho base y el deducido o el que se pretende deducir, por estar sometido a las reglas del criterio humano,
que no figuran determinadas en ningún precepto legal, puede llegarse a una determinada conclusión.

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Como se recoge en la STS 150/2016, de 10/03/2016 (LA LEY 14396/2016) : "la esencia de la presunción que el enlace
preciso y directo que religa el hecho-base con el hecho- consecuencia se ajuste a las reglas del criterio humano, no se exige
que la deducción sea unívoca, pues e serlo no nos encontramos ante una verdadera presunción, sino ante los facta
concludentia antes aludidos, que efectivamente han de ser concluyentes e inequívocos, pudiendo en las presunciones
seguirse del hecho base diversos hechos consecuencia, y lo que se ofrece al control de la casación a través del art. 1253 del
Código Civil (LA LEY 1/1889) es la sumisión a la lógica, existiendo multitud de sentencias en que se reserva para la instancia
la opción discrecional entre las diversas deducciones posibles, pero si la deducción es razonable no cabe impugnarla, así
como si los hechos base están demostrados ( sentencia de 24 de noviembre de 1983 ).
QUINTO.- En la resolución dictada por el Consulado de Bogotá el 25 de junio de 2012, y la posterior resolución de la
dirección general de los registros el 17 de febrero de 2014, se deniega la inscripción del matrimonio, como consecuencia del
resultado de las audiencias reservadas hecha a ambos contrayentes, resultado de dichas audiencias que se recogen en los
autos, 242 al 248. En la que se recoge la existencia de algunas contradicciones entre las declaraciones de ambos; ahora
bien y como señala la SAP de Ciudad Real, Sec 2ª, nº 298/2012 , dichas discrepancias deben valorarse con arreglo al resto
de las circunstancias que concurran en el caso, así como del resto de las pruebas practicadas.
En el presente caso si bien existen algunas discrepancias entre las manifestaciones de ambos contrayentes en las audiencias
reservadas, también consta en los autos, que el ahora apelante desde que iniciaron su relación personal por vía de de
internet, hasta el momento actual ha venido haciendo ingresos regulares a favor de D ª Rosana , también consta en los
autos, puesto que dichos documentos no han sido impugnados, folios 50 al 52 de los autos, que el ahora apelante ha
viajado a Colombia, no solo en el año de 2011, año en el que se celebró el matrimonio, sino también al menos en los años
2012 y 2013, sin que tales hechos hayan sido valorados en la resolución de la Dirección General, cuando uno de los
elementos que se tienen en cuenta, entre otros, en dicha resolución para denegar la inscripción, el que no haya vuelto el
ahora apelante a Colombia, cuando se ha aportado prueba de lo contrario.
Por otro lado si bien y como se razona en la citada resolución, la prueba sobre la existencia del matrimonio real y no
simulado debe hacerse en relación al momento cronológico más próximo a la celebración del matrimonio, ello no impide que
se valoren otros hechos posteriores, para llegar a la presunción de la existencia o no de un matrimonio fraudulento, y en el
presente caso la existencia de envió de dinero de forma regular por el actor a favor de Dª Rosana , desde el año 2011 al
2015, la persistencia del actor en que se inscriba su matrimonio, y el hecho de que el ahora apelante al menos durante los
años 2012 y 2013, volvió a Colombia, habiendo incluso alquilado una vivienda para esa temporada, a diferencia de las
resoluciones dictadas en vía administrativa no cabe entender acreditada a través de la prueba de presunciones con total
certeza la simulación del matrimonio, debiendo en tal caso prevalecer el carácter restrictivo que tiene la declaración de
nulidad, en combinación con la interpretación mas favorable que debe hacerse a la efectividad del derecho fundamental a
contraer matrimonio que se recoge en el artículo 32.1 de la Constitución Española (LA LEY 2500/1978) .
SEXTO.- De conformidad con lo establecido en los artículos 394 (LA LEY 58/2000) y 398 de la Ley de enjuiciamiento civil
(LA LEY 58/2000) no procede hacer expresa imposición de las costas ni de primera instancia, ni de las de esta alzada, dadas
las serias dudas de hecho que presenta el litigio.
VISTOS los artículos citados y demás de general y pertinente aplicación al caso,

LA SALA ACUERDA:

ESTIMAMOS el recurso de apelación interpuesto por la representación legal de D. Jose Augusto , contra la sentencia
dictada por la Ilma. Magistrada-Juez del Juzgado de Primera Instancia Nº 48 de Madrid el 5 de noviembre de 2015 , se
revoca dicha sentencia.
Estimando la demanda se declara haber lugar a la inscripción del matrimonio celebrado entre Dña. Rosana y D. Jose
Augusto , celebrado el 27 de agosto de 2011, debiendo procederse a su inscripción en el Registro Civil.
Todo ello sin que proceda hacer expresa imposición de las costas ni de primera instancia ni de las de esta alzada; con
devolución al recurrente del depósito constituido de conformidad con el punto 8º de la Disposición Adicional Decimoquinta
de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LA LEY 1694/1985) .
Así, por esta nuestra Sentencia, de la que se llevará certificación literal al rollo de Sala del que dimana, lo pronunciamos,
mandamos y firmamos. Haciéndose saber que contra la misma cabe recurso de casación de acreditarse el interés
casacional, que deberá interponerse ante este Tribunal en el término de veinte días desde la notificación de la presente.
PUBLICACIÓN.- Firmada la anterior resolución es entregada en esta Secretaría para su notificación, dándose publicidad en
legal forma, y se expide certificación literal de la misma para su unión al rollo. Certifico.

Audiencia Provincial de Palencia, Sentencia 42/2010 de 15 Feb. 2010, Rec. 15/2010

Ponente: Rafols Pérez, Ignacio Javier.

LA LEY 25695/2010

MATRIMONIO. Impugnación de la resolución de la DGRN por la que se denegó la inscripción del matrimonio
celebrado por la demandante en el extranjero con ciudadano del país de celebración. Estimación de la demanda.
Ausencia probatoria de vicio del consentimiento, resultando acreditada la relación entre los cónyuges persistente y
continuada, por lo que el compromiso matrimonial celebrado era claramente tendente a conseguir la formalización
de su relación de pareja. Si los contrayentes demuestran conocer suficientemente los datos básicos personales y
familiares mutuos, debe presumirse, conforme al principio general de presunción de la buena fe, que el matrimonio

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no es simulado y debe autorizarse o inscribirse. COSTAS PROCESALES. Existencia de dudas de hecho y de derecho
que justifica la no imposición de costas en ninguna de las instancias.

La AP Palencia estima parcialmente el recurso interpuesto contra la sentencia de instancia que estimó la demanda
de impugnación de la resolución de DGRN que denegó la inscripción de matrimonio celebrado por la actora en el
extranjero, y revoca dicha sentencia únicamente en el pronunciamiento sobre costas procesales, no haciendo
imposición de las mismas a ninguna de las partes.

En la ciudad de Palencia, a quince de febrero de dos mil diez


AUD.PROVINCIAL SECCION N. 1
PALENCIA
SENTENCIA: 00042/2010
AUDIENCIA PROVINCIAL DE
PALENCIA
Sección 001
Domicilio: PLAZA DE ABILIO CALDERÓN 1 Telf: 979.167.701 Fax: 979.746.456
Modelo: SEN01
N.I.G.: 34120 37 1 2010 0100017
ROLLO: RECURSO DE APELACION (LECN) 0000015 /2010
Juzgado procedencia: JDO.1A.INST.E INSTRUCCION N.4 de PALENCIA
Procedimiento de origen: PROCEDIMIENTO ORDINARIO 0000111 /2008
RECURRENTE:
Procurador/a: Letrado/a: RECURRIDO/A: Francisca , MINISTERIO FISCAL
Procurador/a: JUAN LUIS ANDRES GARCIA,
Letrado/a: MARIA ROSA ALONSO LOPEZ,
Este Tribunal compuesto por los Sres. Magistrados que se indican al margen, ha pronunciado
EN NOMBRE DEL REY
La siguiente: SENTENCIA Nº 42/2010
SEÑORES DEL TRIBUNAL:
Ilmo. Sr. Presidente Don Mauricio Bugidos San José Ilmos. Sres. Magistrados Don Miguel Donis Carracedo Don Ignacio
Javier Ráfols Pérez
Vistos, en grado de Apelación ante esta Audiencia Provincial, los presentes autos de Juicio Ordinario sobre impugnación de
Resolución de la Dirección General de Registros y del Notariado denegando la inscripción matrimonial, provenientes del
Juzgado de Primera Instancia nº 4 de Palencia, en virtud del Recurso de apelación interpuesto contra la sentencia recaída en
el mismo de fecha 29 de septiembre de 2009, entre partes, de un lado, como apelante, la Abogacía del Estado, en la
representación que le es propia del Estado y de las Instituciones Públicas, y, de otra, como apelados, Doña Francisca ,
representada por el Procurador Don Juan Luis Andrés García y defendida por la Letrada Doña María Rosa Alonso López; y el
Ministerio Fiscal; siendo Ponente el Ilmo. Sr. Magistrado Don Ignacio Javier Ráfols Pérez.
SE ACEPTAN los antecedentes fácticos de la Sentencia impugnada.

ANTECEDENTES DE HECHO

PRIMERO.- Que el Fallo de dicha Sentencia, literalmente dice: "Estimando íntegramente la demanda promovida por D.
Juan Luis Andrés García, procurador de los tribunales, en nombre representación de Francisca contra el Ministerio Fiscal y la
Abogacía del Estado, en representación de los intereses de la Dirección General de los Registros y Notariado, dejando sin
efecto el auto de la sección consular de la embajada de España en Mauritania de 15 de junio de 2006 y ulterior resolución
dictada por la DGRN al resolver el recurso contra aquélla de 9 de julio de 2007, declarando la validez para la legislación
española del matrimonio celebrado entre Francisca y Nemesio en Mali el 25 de marzo de 2006, procediendo su inscripción
en registro consular correspondiente, con expresa imposición de costas a la DGRN".
SEGUNDO.- Contra dicha Sentencia presentó la parte demandada, la Abogacía del Estado, escrito de preparación del
presente recurso de apelación, dictándose providencia teniendo por preparado el recurso de apelación y emplazando a dicha
parte para que lo interpusiera en el plazo legal.
TERCERO.- La parte recurrente presentó en el plazo previsto y ante el Juzgado de instancia el escrito interponiendo el
recurso de apelación, dictándose providencia dándose traslado a las demás partes, para que en el plazo de diez días
presentaran escrito de oposición al recurso, o, en su caso, de impugnación de la resolución apelada en lo que le resultare
desfavorable.

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CUARTO.- Las partes apeladas, Doña Francisca y el Ministerio Fiscal, presentaron dentro de plazo escrito de oposición al de
apelación interpuesto por la parte contraria, remitiéndose los autos a esta Audiencia Provincial para resolver el recurso de
apelación.
SE ACEPTAN y dan aquí por reproducidos los Fundamentos de Derecho de la resolución recurrida.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- Contra la sentencia de fecha 29 de septiembre de 2009, dictada por el Juzgado de Primera Instancia nº 4 de
Palencia , en la que se estimó la demanda interpuesta por la parte actora Doña Francisca , en la que se ejercitaba una
acción de impugnación de Resolución de la Dirección General de Registros y del Notariado (DGRN, en adelante) denegando
la inscripción de su matrimonio celebrado en Mali con el súbdito maliense D. Nemesio , se interpone ahora por la parte
demandada, la Abogacía del Estado, el presente recurso de apelación, en el que se insiste de nuevo en las mismas
pretensiones de la oposición a la demanda, consistentes en que se confirme la resolución administrativa, desestimando las
pretensiones de la demanda.
En el recurso, como motivación de la impugnación, se sostiene básicamente que ha habido error en la valoración de la
prueba por parte del Juzgador de Primera Instancia, en especial, el acta de audiencia reservada practicada a los cónyuges
en la oficina consular y de la que se derivarían una serie de contradicciones, a juicio del recurrente, relevantes, de manera
que pondrían de manifiesto la ausencia en el contrayente extranjero de la voluntad seria de contraer matrimonio, bien por
incurrir en reserva mental en la prestación del consentimiento al pretender un fin distinto del que es propio de la institución
matrimonial, bien por error obstativo respecto del significado de esa declaración o del significado esencial del matrimonio en
nuestro Derecho como fuente de derechos y obligaciones personales y jurídicas con un contenido claramente dispar al de la
República de Mali, país de celebración del matrimonio que ahora se pretende inscribir en España. La conclusión para el
recurrente sería que el matrimonio celebrado sería nulo, circunstancia que determinaría su imposibilidad de inscripción
registral tal y como acordó la resolución administrativa que se ha impugnado en la demanda.
Evidentemente, la sentencia de instancia al llegar a la conclusión contraria a la sostenida por el demandado, hoy recurrente,
es decir al estimar la demanda, ordenando la inscripción del matrimonio en el registro civil español correspondiente, ha
considerado que no cabía hablar de la existencia de simulación en la prestación del consentimiento matrimonial por parte
del cónyuge extranjero, afirmando su buena fe. Tal conclusión se alcanza por el Juez de instancia a partir de la valoración,
de un lado, de la prueba en que se ha basado la decisión de la DGRN y, en este pleito, la parte demandada, hoy recurrente,
esto es, en las actas de audiencia reservada celebradas con los cónyuges, y, de otro lado, en la abundante prueba,
documental y testifical, aportada por la parte actora. De resultas de esa valoración probatoria es la afirmación de que la
relación entre los cónyuges era persistente, continuada y, por ello, el compromiso matrimonial celebrado era claramente
tendente a conseguir la formalización de su relación de pareja, razón por la cual se entiende perfectamente válido el
matrimonio y se ordena, en consecuencia, su inscripción.
Así expuestas las pretensiones de las partes en esta instancia, esta Sala estima, tras un nuevo y obligado examen de las
pruebas practicadas, fundamentalmente la prueba documental, que no se aprecia el error denunciado en el recurso,
llegándose a las mismas conclusiones que las obtenidas por la sentencia recurrida.
Centrándonos en el objeto del debate procesal y obviando el resto de disquisiciones ajenas al mismo que se contienen tanto
en la sentencia como en el recurso de apelación, esta Sala considera que de las pruebas practicadas no cabe atribuir al
cónyuge extranjero, Sr. Nemesio , la falta de consentimiento válido, en el sentido de nuestro Derecho (art. 45 CC (LA LEY
1/1889)), al tiempo de contraer matrimonio en la República de Mali con la hoy actora, de quien no se discute su buena fe en
la celebración del matrimonio. Consecuencia de la anterior afirmación es que el matrimonio no es nulo, conforme a ese
mismo Derecho (art. 73.1 CC (LA LEY 1/1889)), y por ello debe procederse a su inscripción registral tal y como se acuerda
en la sentencia de instancia.
Con carácter previo debe recordarse en este punto la propia doctrina que en esta materia de matrimonios simulados ha
elaborado la DGRN y, en concreto, su Instrucción de 31 de enero de 2006 en la que considera que en los casos de
potenciales matrimonios celebrados sin un verdadero consentimiento matrimonial no existen "normalmente pruebas directas
de la voluntad simulada" de los contrayentes y que, por tanto, se ha de acudir al sistema de las presunciones judiciales. A
tal fin la misma Instrucción señala que "los datos básicos de los que cabe inferir la simulación del consentimiento
matrimonial son dos: a) el desconocimiento por parte de uno o ambos contrayentes de los «datos personales y/o familiares
básicos» del otro y b) la inexistencia de relaciones previas entre los contrayentes", precisando que, en cuanto a la
valoración de ambos elementos se han de tomar en cuenta los siguientes criterios prácticos: "a) Debe considerarse y
presumirse que existe auténtico «consentimiento matrimonial» cuando un contrayente conoce los «datos personales y
familiares básicos» del otro contrayente (vid. Resoluciones de 2-2ª noviembre 2002, 4-6ª diciembre de 2002, 27-3ª octubre
2004, 27-3ª octubre 2004, entre otras muchas). Si los contrayentes demuestran conocer suficientemente los datos básicos
personales y familiares mutuos, debe presumirse, conforme al principio general de presunción de la buena fe, que el
matrimonio no es simulado y debe autorizarse o inscribirse, según los casos"; y "b) Aun cuando los contrayentes puedan
desconocer algunos «datos personales y familiares básicos recíprocos», ello puede resultar insuficiente a fin de alcanzar la
conclusión de la existencia de la simulación, si se prueba que los contrayentes han mantenido relaciones antes de la
celebración del matrimonio, bien personales, o bien por carta, teléfono o Internet que por su duración e intensidad no
permita excluir toda duda sobre la posible simulación (vid. Resoluciones de 6-3ª noviembre 2002, 13-2ª noviembre 2002,
23-2ª noviembre 2002, 28-1ª noviembre 2002, 21-3ª diciembre 2002, 23 enero 2003, 3-3ª febrero 2003, 26-4ª febrero
2003, 3-2ª marzo 2003, 29-1ª abril 2003, 29-2ª abril 2003, entre otras muchas)".
Ciertamente, como admite la Instrucción antes citada, la intención última con que se presta el consentimiento, por
pertenecer al contenido de la voluntad personal, solo permite su deducción a través de indicios o presunciones que permitan
alcanzar una certeza moral acerca de cual fue esa intención última pues la prueba directa suele ser inexistente o imposible
en estos casos. Sólo el análisis de los actos anteriores, coetáneos y posteriores a la celebración del matrimonio podrán
aportar los elementos que permitan elaborar un juicio cierto sobre la sinceridad con que se prestó el consentimiento, (S. AP.
Barcelona 28 de abril de 2004).

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Pues bien, de la valoración conjunta de las pruebas practicadas en el presente caso, tanto las actas de la audiencia
reservada como la abundante documental aportada por la parte actora, como la testifical examinada en el acto de la vista
oral, cabe afirmar que no existen elementos de juicio suficientes que permitan afirmar que el Sr. Nemesio contrajo
matrimonio con reserva mental, simulando un consentimiento cuando su voluntad era alcanzar otros fines distintos de la
institución matrimonial, o con un error esencial y obstativo por ignorancia del real significado y trascendencia que para
nuestro Derecho tiene el matrimonio.
De la prueba obrante en autos se desprende la existencia de una relación continuada y estable que se evidencia en la
multiplicidad de comunicaciones y visitas habidas entre ellos. Es verdad que bajo las circunstancias de encontrarse los
miembros de la pareja en países distantes, lo que necesariamente obliga a factores de discontinuidad en la relación personal
directa pero sin que quepa dudar del mantenimiento tanto del afecto básico entre ellos como de su relación y ello pese a la
distancia y, ahora también, pese al tiempo trascurrido en la tramitación de los diversos recursos y del presente pleito. En
esta situación, difícilmente puede dudarse de la seriedad del consentimiento prestado por el Sr. Nemesio . Es cierto que en
el acta de audiencia reservada incurre en algunas contradicciones o desconocimientos de datos relativos a la propia relación
o a circunstancias personales y familiares de la persona con la que contrajo matrimonio, contradicciones o desconocimientos
bien descritos en el recurso de apelación y que han sustentado la decisión administrativa denegatoria de la inscripción
matrimonial, pero esta Sala estima que las mismas son consecuencia de esas especiales características de la relación.
Evidentemente no puede ser el mismo conocimiento el que surge de una relación cotidiana del que se desprende de una
relación afectada por la distancia y, también, en el momento en que se realizaron las audiencias, por el todavía escaso
tiempo de relación. Además, del propio contenido de las actas sí puede afirmarse que conocía esos "datos personales y
familiares básicos recíprocos" de que habla la Instrucción antes citada y, en todo caso, las posibles contradicciones u
omisiones en que hubiese incurrido quedarían subsanadas por la prueba documental aportada que acredita la persistencia
de la relación personal tanto por reiterados viajes personales como por vía epistolar y telefónica, medios que, en definitiva,
son los reconocidos por esa Instrucción como alternativos al completo y suficiente conocimiento acerca de los datos
personales y familiares de los contrayentes.
Conforme a cuanto se ha expuesto, en el presente caso, como cabe deducir a posteriori, por el tiempo trascurrido, todo
parece indicar que el matrimonio discutido perseguía desde el inicio la constitución de la comunidad de vida en que consiste
nuestra institución civil del matrimonio y no la búsqueda de un fin espúreo, como erróneamente ha interpretado la
resolución administrativa que ha sido impugnada en esta vía jurisdiccional. Así también lo ha entendido el Ministerio Fiscal
en su oposición al recurso interpuesto al considerar que no se ha demostrado la premisa de la nulidad matrimonial invocada,
la ausencia de consentimiento, considerando insuficientes a tal efecto las contradicciones contenidas en las actas de la
audiencia reservada.
Ahora bien, también se discrepa por la Abogacía del Estado acerca del conocimiento que el contrayente extranjero tenga del
significado jurídico que el negocio matrimonial tiene para nuestro Derecho y de las consecuencias generadoras de derechos
y deberes que conlleva (arts. 67 (LA LEY 1/1889) y 68 CC (LA LEY 1/1889)), afirmando como posible fuente de error
esencial y obstativo la diferencia cultural y jurídica que pueda existir entre la ceremonia celebrada en Mali y nuestro sistema
matrimonial. Lo que ocurre es que tampoco se aporta prueba de la posible existencia de tal error que no se deduce ni de las
actas de audiencia reservada ni de ningún otro dato que obra en el pleito, máxime cuando el Sr. Nemesio ya residió en
nuestro país y, por tanto, no podemos sino presumir que conoce nuestra cultura y, dado que estamos ante una persona de
cierto nivel cultural, también debe presumirse que conoce la trascendencia que tanto para nuestro Derecho como para
nuestra vida social tiene la institución del matrimonio.
Pero además, no debe olvidarse, como apunta la sentencia de la Audiencia Provincial de Navarra de 6 de abril de 2001 , que
en estos casos en que, al amparo de las previsiones del artículo 73 del Código Civil (LA LEY 1/1889) , se insta la nulidad
matrimonial "ha de actuarse con especial cautela respecto de los datos fácticos y elementos probatorios ofrecidos a la
consideración judicial, de tal modo que sólo cuando conste de manera inequívoca la concurrencia de condicionantes
susceptibles de integrarse en las referidas previsiones legales, puede proclamarse la radical solución sanadora propugnada,
que entra en colisión con el principio del favor matrimonial".
Por ello, no habiéndose acreditado en el presente caso la causa de nulidad invocada para denegar la inscripción registral del
matrimonio celebrado por la actora con el súbdito de la República de Mali Sr. Nemesio , procede refrendar en esta alzada la
conclusión de la sentencia apelada de que no consta de modo inequívoco que ese matrimonio fuese simulado y que su
consentimiento matrimonial estuviese viciado, y, por consiguiente, se impone confirmar dicha sentencia con desestimación
del recurso de apelación interpuesto.
SEGUNDO.- En materia de costas esta Sala interpreta que la petición de la parte recurrente de imposición de costas a la
apelada ha de entenderse en el sentido de que se le impongan las que se derivarían de la desestimación de la demanda que
solicita. En definitiva, solicita la exoneración de costas que se ha impuesto en la instancia a la DGRN, pues quien pide lo más
pide lo menos.
Así las cosas, entiende esta Sala que el presente asunto presentaba dudas tanto jurídicas como fácticas que justifican
sobradamente la no imposición de costas en ninguna de las instancias, máxime si tenemos en cuenta el interés público que
preside en esta materia la intervención de la Abogacía del Estado y de la propia DGRN, no distinto del que ostentó el
Ministerio Fiscal a quien no se le impusieron costas.
En consecuencia, procede revocar en este punto la sentencia de instancia, suprimiendo la condena en costas a la DGRN,
debiendo cada parte hacer frente a sus costas y las comunes por mitad, todo ello conforme a lo dispuesto en el art. 394.1,
párrafo segundo, de la Ley de Enjuiciamiento Civil .
Estimado parcialmente el recurso de apelación interpuesto, procede imponer costas de esta instancia a ninguna de las
partes (art. 398.2 L. E. Civil)
Vistos los artículos citados y demás de pertinente aplicación,

FALLAMOS

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Que estimando parcialmente el recurso interpuesto por la representación procesal de la Abogacía del Estado, contra la
sentencia dictada el día 29 de septiembre de 2009, por el Juzgado de Primera Instancia nº 4 de Palencia , en los autos de
que este Rollo de Sala dimana, debemos REVOCAR y REVOCAMOS dicha resolución, si bien en el único punto de dejar sin
efecto la condena en costas de primera instancia impuesta a la DGRN, no imponiéndose a ninguna de las partes dichas
costas de primera instancia, procediendo la confirmación de la sentencia apelada en el resto de sus pronunciamientos.
No se hace pronunciamiento condenatorio sobre las costas del presente recurso.
Así, por esta nuestra Sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
PUBLICACION.- Leída y publicada que la anterior Sentencia por el Ilmo. Sr. Ponente de la misma, estando celebrando
audiencia pública, en el día de su fecha, de todo lo cual yo el Secretario, certifico.-
PUBLICACIÓN: En la misma fecha fue leída y publicada la anterior resolución por el Ilmo. Sr/a. Magistrado que la dictó,
celebrando Audiencia Pública. Doy fe.

DILIGENCIA:

Seguidamente se procede a cumplimentar la notificación de la anterior resolución. Doy fe.

Audiencia Provincial de Álava, Sección 1ª, Sentencia 339/2016 de 26 Oct. 2016, Rec. 291/2016

Ponente: Guerrero Romeo, María Mercedes.

LA LEY 176769/2016

MATRIMONIO. Celebración e inscripción. Celebración en el extranjero.


AUDIENCIA PROVINCIAL DE ALAVA. SECCIÓN PRIMERA

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ARABAKO PROBINTZIA AUZITEGIA. LEHEN SEKZIOA
AVENIDA GASTEIZ 18-2ª planta - C.P./PK: 01008 Tel.: 945-004821 Fax / Faxa: 945-004820
NIG PV / IZO EAE: 01.02.2-15/013590
NIG CGPJ / IZO BJKN :01059.42.1-2015/0013590
A.p.ordinario L2 291/2016 - A
O.Judicial origen / Jatorriko Epaitegia : UPAD Civil - Juzgado de 1ª Instancia nº 4 de Vitoria-Gasteiz / Zibileko ZULUP -
Gasteizko Lehen Auzialdiko 4 zenbakiko Epaitegia
Autos de Procedimiento ordinario 1046/2015 (e)ko autoak
Recurrente / Errekurtsogilea: Carlos Daniel
Procurador/a / Prokuradorea: MARIA BOULANDIER FRADE
Abogado/a/ Abokatua: JOSE LUIS BRACONS PONTIJAS
Recurrido/a / Errekurritua: DIRECCION GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO.
Abogado/a / Abokatua: ABOGADO DEL ESTADO
APELACIÓN CIVIL
La Audiencia Provincial de Vitoria-Gasteiz compuesta por los Ilmos. Sres. Dª Mercedes Guerrero Romeo, Presidenta, D. Iñigo
Elizburu Aguirre y D. Edmundo Rodriguez Achutegui, Magistrados, ha dictado el día veintiseis de octubre de dos mil
dieciseis,
EN NOMBRE DEL REY
la siguiente
SENTENCIA Nº 339/16
En el recurso de apelación civil, Rollo de Sala nº 291/16, procedente del Juzgado de Primera Instancia nº 4 de Vitoria-
Gasteiz, Autos de Juicio Ordinario nº 1046/15 promovido por Carlos Daniel representado por la Procuradora Dª. Maria
Boulandier Frade y dirigida por el Letrado D. Jose Luis Bracons Pontijas, frente a la sentencia nº 126/16 dictada el 08-03-16
siendo parte apelada la DIRECCION GENERALDE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO , dirigida por el Abogado del
Estado y siendo Ponente la Ilma. Sra. Presidenta Dª Mercedes Guerrero Romeo.

ANTECEDENTES DE HECHO

PRIMERO.- Por el Juzgado de Primera Instancia nº 4 de Vitoria-Gasteiz, se dictó sentencia nº 126/16 cuyo FALLO es del
tenor literal siguiente:
"Que desestimando íntegramente la demanda interpuesta por DON Carlos Daniel representado por la Procuradora Sra.
Boulandier contra la DIRECCION GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO representada por el Sr. Abogado del
Estado, debo absolver y absuelvo a la demandada de las pretensiones contra ella ejercitadas en este procedimiento.
Las costas procesales se imponen a la parte actora."
SEGUNDO.- Frente a la anterior resolución se interpuso recurso de apelación por la representación de Carlos Daniel ,
recurso que se tuvo por interpuesto con fecha 18-04-16, dándose el correspondiente traslado a las demás partes
personadas por diez días para alegaciones, presentando la representación de la DIRECCION GENERALDE LOS
REGISTROS Y DEL NOTARIADO , escrito de oposición al recurso planteado de contrario, elevándose seguidamente, los
autos a esta Audiencia Provincial con emplazamiento de las partes.
TERCERO.- Recibidos los autos en la Secretaría de esta Sala y comparecidas las partes, con fecha 19-05-16 se mandó
formar el correspondiente Rollo de apelación, registrándose y turnándose la ponencia a la Ilma. Sra. Presidenta Dª.
Mercedes Guerrero Romeo, y por providencia de 28-06-16 se señaló para deliberación, votación y fallo el 11-07-16.
CUARTO.- En la tramitación de este recurso se han observado las prescripciones legales fundamentales.

FUNDAMENTOS JURIDICOS

PRIMERO.- Antecedentes de hecho. La sentencia de instancia. Motivos del recurso.


Del conjunto de la prueba practicada ha quedado acreditado que D. Carlos Daniel y Dª Celestina contrajeron matrimonio en
Gambia el 20 de abril de 2.000.
De dicha unión han nacido dos hijos.
D. Carlos Daniel adquirió la nacionalidad española conforme a la resolución de la DGRN de fecha 20 de octubre de 2.011, al
haber residido de forma continuada en España durante, al menos, diez años.
Con fecha 22 de mayo de 2.012 prestó juramento renunciando a su anterior nacionalidad. En base a la Ley de Extranjería
reagrupó a todos los miembros de su familia, esto es, a su esposa y los hijos del matrimonio que se trasladaron a España.
El Sr. Carlos Daniel inició el correspondiente expediente de inscripción de matrimonio ante el Registro Civil, denegándose la
inscripción por haber sido contraído el matrimonio conforme al ordenamiento jurídico de la República de Gambia que

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concede competencia en este tipo de negocios jurídicos al hacerlo según establece la Ley Musulmana o Sharia, "- aunque
este matrimonio sea válido (-) la aplicación de esta Ley extranjera ha de quedar excluida por la virtual excepción de orden
público internacional establecida en el art. 12.3 CC (LA LEY 1/1889) , que no puede permitir la inscripción de un matrimonio
poligámico que atentaría contra la concepción española del matrimonio ( art. 32 CE (LA LEY 2500/1978) y art. 44 y ss CC
(LA LEY 1/1889) ), que se funda en la igualdad de todo hombre y mujer".
Notificada la resolución al interesado, éste interpuso recurso ante la Dirección General de Registros y Notariado, volviendo a
solicitar la inscripción de su matrimonio. La DGRN confirmó la denegación de la inscripción solicitada señalando que "aunque
el matrimonio sea válido para el ordenamiento gambiano, y, en principio, haya que aplicar el estatuto personal de los
contrayentes, es claro que en este punto la ley extranjera ha de quedar excluida y ha de aplicarse la norma de conflicto, por
virtud de la excepción de orden público internacional que impide la inscripción de un matrimonio contrario a la concepción
española de la institución matrimonial."
El Sr. Carlos Daniel acude a la jurisdicción ordinaria interponiendo la presente demanda. La sentencia ahora impugnada
ratifica la resolución de la DGRN argumentando que la certificación matrimonial no puede incorporarse al Registro por
resultar contraria al orden público al no manifestar el estado civil previo del varón y admitir la poligamia conforme a la ley
que lo regula. La reagrupación familiar de Dª Celestina no supone un juicio sobre la validez del matrimonio que ahora
pretende inscribir. Y añade que, tal y como recuerda la DGRN el estado civil de cada contrayente en el momento de contraer
matrimonio es un dato obligado en su inscripción, y este dato no consta en la certificación del actor.
El actor interpone recurso de apelación alegando error en la valoración de la prueba por parte del juzgador al entender que
el certificado de matrimonio de Gambia resulta válido y por lo tanto inscribible. Interpretación restrictiva del orden público
español en la medida que, se permite la atenuación del orden público en aras de la búsqueda de una especial protección por
parte del ordenamiento jurídico a los sujetos. Analizaremos los motivos por este mismo orden.
SEGUNDO.- Error en la valoración de la prueba. Certificado de matrimonio inscribible. Interpretación restrictiva
del orden público español.
La resolución impugnada deniega la posibilidad de inscribir el certificado de matrimonio presentado por cuanto únicamente
figura el estado de soltería de la esposa y no del propio Sr. Carlos Daniel , "- la certificación matrimonial de Gambia no
puede incorporarse al Registro ( art. 12.3 CC (LA LEY 1/1889) ) por resultar contraria al orden público al no manifestar el
estado previo al acto del varón y admitir la poligamia conforme la ley que lo regula".
Se rechaza la inscripción por si pudiera existir un matrimonio anterior del varón, resulta que el Sr. Carlos Daniel no realizó
esta declaración en la certificación, por lo que la juez duda de que pudiera haber otro matrimonio anterior y que hubiese
practicado la poligamia. Se alza la barrera del orden público para evitar el acceso a nuestro sistema del matrimonio
poligámico, bien prohibiendo su celebración en España, bien negado la inscripción del que pudo celebrase en el extranjero.
En el primer supuesto porque nuestro ordenamiento no reconoce capacidad matrimonial a quien esté ligado con vínculo
matrimonial ( art. 46.2 CC (LA LEY 1/1889) ), y en segundo lugar porque la inscripción de un matrimonio en el Registro civil
español requiere que este sea válido para nuestro ordenamiento.
Al ser el estado civil de cada contrayente un dato obligado en la inscripción del matrimonio, surge aquí el impedimento de
ligamen, que impide el acceso al Registro de los matrimonios donde en alguno de sus contrayentes concurra tal
circunstancia.
Si tomamos en consideración los valores fundamentales del ordenamiento jurídico español, los elementos que integrarían el
orden público podríamos deducirlos del propio texto constitucional, concretamente nos estamos refiriendo a los que se
contienen en el artículo 1.1º CE (LA LEY 2500/1978) , la libertad y la igualdad, como valores esenciales del ámbito
matrimonial, así como la dignidad personal el art. 10.1º CE (LA LEY 2500/1978) .
La poligamia conculcaría los principios fundamentales que informan el ámbito matrimonial como son la igualdad de los
contrayentes y la libertad de la esposa, así como la dignidad. Desde esta perspectiva podemos afirmar que cualquier
institución que altere fundamentalmente estos principios básicos se deberá restringir por alteración del orden público. Se
trata de obstaculizar la norma o institución extranjera que contravenga los principios fundamentales del foro.
Es el juez quien debe buscar en el propio ordenamiento soluciones justas, para ello debe procederse a la ponderación de los
bienes en conflicto. Por una parte, los principios inderogables del foro que acabamos de mencionar, y por otra la protección
que el artículo 39 CE (LA LEY 2500/1978) concede a la familia, sea cual sea su origen y en especial a las madres e hijos,
iguales ante la ley sin que puedan prevalecer discriminaciones por razón del estado civil.
La delimitación actual del orden público prohíbe el reagrupamiento familiar de más de un cónyuge al extranjero polígamo, la
Directiva Europea de 7 de febrero de 2.000 en su art. 5.2 º establece que "en caso de reagrupamiento familiar, si el
reagrupante tuviera una esposa viviendo con él en el territorio de un Estado miembro, el Estado miembro en cuestión no
autorizará la entrada ni la residencia de otra esposa, ni de los hijos de esta última; solo se autorizará la entrada y residencia
de los hijos de otra esposa si el interés superior del hijo así lo exigiera." Este principio también se refleja en nuestro
ordenamiento, LO 8/2000 de 22 de diciembre (LA LEY 3583/2000), incluso con una regulación más restrictiva. La familia
polígama no es un modelo aceptado por el ordenamiento jurídico español, el sistema de reagrupamiento familiar establecido
impide a las sucesivas esposas e hijos acceder a nuestro territorio.
Ahora bien, el art. 39 CE (LA LEY 2500/1978) establece que, dentro de los principios rectores de la política social y
económica, los poderes públicos asegurarán la protección social, económica y jurídica de la familia, la protección integral de
los hijos, iguales éstos ante la ley con independencia de su filiación, y de las madres, cualesquiera que sea su estado civil.
Es por ello que esta Sala considera que debe darse una solución a los matrimonios contraídos en otros países por ritos como
el Musulmán. La excepción de orden público, junto con la norma de conflicto basada en la nacionalidad y una jurisprudencia
sensible y equitativa, permite imaginar soluciones originales y establecer un diálogo entre ordenamientos, no se trata de dar
un salto al vació y soportar los peligros de los conflictos de civilizaciones, sino de entrever con toda lucidez las posibilidades
de aplicación del derecho extranjero.
Así, la cláusula del orden público debe ser interpretada a la luz de los principios constitucionales, adoptando fórmulas que
adapten el modelo familiar de otras culturas siempre y cuando no se produzcan graves quebrantos constitucionales.

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En este sentido, con la propia documental que obra en el expediente administrativo de inscripción del matrimonio se puede
constatar que el Sr. Carlos Daniel manifestó ante el encargado del Registro Civil que cuando contrajo matrimonio con Dª
Celestina era soltero. Que la poligamia es una opción que él no ha ejercido. Y esta misma declaración la realiza cuando
procedió a instar la reagrupación familiar de su cónyuge e hijos que le fue concedida por el Estado, la documental anexa al
procedimiento es suficiente para acreditar este hecho.
Desde nuestro punto de vista el orden público constitucional no queda vulnerado por la inscripción de este matrimonio en el
Registro Civil. Es un hecho cierto que el Sr. Carlos Daniel tiene la nacionalidad española, que ha reagrupado en nuestro país
a su familia, mujer y dos hijos, y que en nuestro país y bajo el paraguas de nuestras leyes no podrá volver a contraer
matrimonio. La inscripción en el Registro someterá el vínculo matrimonial contraído en su país de origen a las normas,
derechos, y deberes de nuestro ordenamiento. Desde la inscripción en el Registro el marido y la mujer serán iguales en
derechos y obligaciones, y la mujer tendrá plena libertad de actuación, principios básicos del orden público como ya hemos
dicho en los párrafos anteriores. La Sala considera que la inscripción en el Registro se hace necesaria una vez que la familia
vive en España y está sujeta a nuestro ordenamiento jurídico, es por ello que el recurso debe prosperar.
TERCERO.- Que no procede hacer expresa imposición de costas ex art. 394 (LA LEY 58/2000) y 398 LEC (LA LEY 58/2000)
.

FALLAMOS

ESTIMAR el recurso interpuesto por Carlos Daniel representado por la procuradora María Boulandier contra la sentencia
dictada por el Juzgado de Primera Instancia nº 4 de Vitoria en el procedimiento Ordinario nº 1046/15, REVOCANDO la
misma y, en consecuencia, que debemos DECLARAR Y DECLARAMOS que procede la Inscripción del Matrimonio entre
Carlos Daniel Y Celestina en el REGISTRO CIVIL; y todo ello sin expresa imposición de costas.
MODO DE IMPUGNACIÓN: contra esta resolución cabe recurso de CASACIÓN ante la Sala de lo Civil del Tribunal
Supremo, si se acredita interés casacional. El recurso se interpondrá por medio de escrito presentado en este Tribunal en el
plazo de VEINTE días hábiles contados desde el día siguiente de la notificación ( artículos 477 (LA LEY 58/2000) y 479 de la
LECn (LA LEY 58/2000) ).
También podrá interponerse recurso extraordinario por INFRACCIÓN PROCESAL ante la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo
por alguno de los motivos previstos en la LECn (LA LEY 58/2000). El recurso habrá de interponerse mediante escrito
presentado ante este Tribunal dentro de los VEINTE DÍAS hábiles contados desde el día siguiente de la notificación ( artículo
470.1 (LA LEY 58/2000) y Disposición Final decimosexta de la LECn ).
Para interponer los recursos será necesaria la constitución de un depósito de 50 euros si se trata de casación y 50 euros se
si trata de recurso extraordinario por infracción procesal, sin cuyos requisitos no serán admitidos a trámite. El depósito se
constituirá consignando dicho importe en la Cuenta de Depósitos y Consignaciones que este Tribunal tiene abierta en Banco
Santander con el número 0008-0000-06-0291-16. Caso de utilizar ambos recursos, el recurrente deberá realizar dos
operaciones distintas de imposición, indicando en el campo concepto del resguardo de ingreso que se trata de un " Recurso"
código 06 para recurso de casación, y código 04 para el recurso extraordinario por infracción procesal. La consignación
deberá ser acreditada al interponer los recursos ( DA15ª de la LOPJ (LA LEY 1694/1985) ).
Están exentos de constituir el depósito para recurrir los incluidos en el apartado 5 de la disposición citada y quienes tengan
reconocido el derecho a la asistencia jurídica gratuita.
Al escrito de interposición deberá acompañarse, además, el justificante del pago de la tasa judicial debidamente validado,
salvo que concurra alguna de las exenciones previstas en la Ley 10/2012.
Así, por esta nuestra Sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
PUBLICACIÓN.- Dada y pronunciada fue la anterior Sentencia por los Ilmos. Sres. Magistrados que la firman y leída por el
Ilmo. Magistrado Ponente en el mismo día de su fecha, de lo que yo, la Letrada de la Administración de Justicia, certifico.

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