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UNIVERSIDAD CATÓLICA “ANDRÉS BELLO”

INSTITUTO DE TEOLOGÍA PARA RELIGIOSOS


Afiliado a la Universidad Pontificia Salesiana de Roma
Facultad de Teología
Cátedra: Evangelios Sinópticos
Carácter del trabajo: Trabajo (final)

Profesor: Pbro. Lic. Roberto José Hernández


Alumno: José Gregorio Díaz Sanoja

El Hatillo, 23 de enero de 2024

TÍTULO: EL EVANGELIO ARMENIO DE LA INFANCIA

CONTENIDO:

El Evangelio armenio de la infancia, consta de veintiocho (28) largos capítulos. De


Santos Otero, teniendo en cuenta las teorías de Peeters sobre las relaciones entre los
apócrifos de la infancia, señala que este no es otra cosa que el parafraseo de un texto
que probablemente es el Pseudo Tomás (manuscrito del siglo V), pero, mezclado con el
Protoevangelio de Santiago, puesto que al compararlos podemos deducir que son
parecidos.

De hecho, el propio De Santos Otero en la misma introducción que él hace a los


apócrifos de la infancia, detalla que el Pseudo Tomás combinado con el Protoevangelio
de Santiago, cuya pretención es enlazar y crear una historia amplia y completa de los
orígenes de Jesús, fue lo que cayó en manos de un síriaco que compila una obra más
novelesca, y es la misma que estamos estudiando.1

El relato evangélico apócrifo se abre con una narración de Santiago, el hermano del
Señor, sobre la aflición de Joaquín, y su petición de un vástago de bendición con la
promesa de una ofrenda al templo que luego, sería atendida por el Señor.
Seguidamente, el advenimiento del ángel del Señor a Joaquín para anunciarle la
concepción de un descendiente suyo en el seno de su mujer. Después la ofrenda de
Joaquín en presencia de Eleazar, la anunciación del ángel y de Joaquín a Ana, que
concluyó en un regocijo de Joaquín y Ana, acompañado de comidas, bebidas y
alabanzas a Dios en alta voz.

Prosiguen las escenas sobre el nacimiento del vástago de bendición de Joaquín y


Ana: la virgen María, la educación de la virgen María en el templo a la edad de
doce años, la muerte de Joaquín y Ana, el desposorio de la virgen María y José, y
despúes, la anunciación del ángel mensajero a la virgen María; este último episodio
consiste en una larga conversación, previa al consentimiento de la virgen María, cuyas
palabras son parecidas a las que se contienen en el evangelio canónico según san Lucas

1
De Santos Otero, A., Los Evangelios Apócrifos, Madrid 1975, 3 ed., 280 y 359.
(cfr., Lc 1, 38): [...]“si es tal como dices y el Señor tiene a bien bajar hasta su sierva y
esclava, hágase en mí según tu palabra”.2

El relato, despúes del retiro del ángel mensajero, continua con los detalles de la
encarnación del Verbo, sin embargo, la traducción al castellano que estamos usando
expresa “penetración del Verbo por la oreja”, en lugar de ‘encarnación’ propiamente
dicho –suponemos que eso dice el original armenio–. Respecto a esto, se cree que el
autor quiso o quiere hacer alusión a la encarnación por medio de la escucha, la fe y el
entendimiento.3

Concluye esta escena de la concepción del Verbo con la aparición de coros angélicos
cantando, visión que llena de temor y gozo a la Virgen, la cual, termina postrándose y
alabando a Dios. El ángel se había retirado, pero, para ir inmediatamente a anunciar en
Persa a los magos, la concepción del Verbo, es decir, nueve (09) meses antes, para
que al transcurrir aquel tiempo y guiados por una estrella, fueran presurosos a adorar al
niño. Los magos eran Melkor, Baltasar y Gaspar.4

La narración sigue con la aflicción de José, las sospechas que tuvo respecto a la
fisionomía de María que vio alterada, de su virginidad sagrada y del juicio que
formó en contra de ella. Asimismo, José es acusado por los sacerdotes de haber
violado a María, quien guardaba públicamente virginidad intachable y había sido
confianda al anciano José, mediante matrimonio después de la muerte de Ana y Joaquín,
sus padres. Tanto la virgen María encinta como el anciano José, debieron probarse de
inocencia a través de la bebida de agua envenenada, de la cual salieron libres de la
prueba de la muerte y la culpa.

El nacimiento de Jesús acontece en el contexto de un invierno frío, en una caverna


de Bethlehem, el día veintiuno del mes de tébéth (6 de enero), presenciado por Eva, la
madre de todos los nacidos, la cual, se encontró José cuando buscaba una partera. Había
venido a presenciar la redención que se iba a realizar a través del parto de María, y
mientras sucedía el parto, se abrieron los cielos, apareció un resplandor vivo, una nube
que cubría toda la caverna y ángeles sublimes que entonaban incesantemente sus coros,
cánticos y voces. [...] “El niño era extremadamente hermoso y tenía un semblante
fascinador y resplandeciente”, fue envuelto en pañales, depositado en el pesebre de los
bueyes, visto y visitado por unos pastores.5

Los magos Melkon: rey de Persa, Baltasar: rey de los indios y Gaspar: rey de los
árabes, prevenidos por el ángel mensajero nueve (9) meses antes del nacimiento,
habían venido a presenciar también el nacimiento, a adorar al niño y a entregarle

2
De Santos Otero, A., Los Evangelios Apócrifos, Madrid 1975, 3 ed., 360.
González-Blanco, E. (trd.), Evangelios Apócrifos, Valladolid 2015, 145-161
3
De Santos Otero, A., Los Evangelios Apócrifos, Madrid 1975, 3 ed., 360.
4
De Santos Otero, A., Los Evangelios Apócrifos, Madrid 1975, 3 ed., 361-362.
5
De Santos Otero, A., Los Evangelios Apócrifos, Madrid 1975, 3 ed., 361
González-Blanco, E. (trd.), Evangelios Apócrifos, Valladolid 2015, 165-176
en sus manos el libro del Testamento, es decir, la carta sellada y firmada por el mismo
Dios, antes de su encarnación y nacimiento.6

Luego, llegados a Jerusalén; Herodes, enterado del motivo de la visita de los reyes
que regresaban de Bethlehem, los convoca a su palacio donde después de interrogarlos,
recibe la explicación de que estaban enterados del nacimiento del rey recién nacido a
raíz del conocimiento que tenían de un Testimonio escrito por mano divina, dirigido a
Adán y heredado por Set; transmitido de generación en generación, conservado,
custodiado y entregado ya al niño.7

Finalmente, el relato de la infancia termina de desarrollarse con las imágenes


fantasiosas de las travesuras y milagros de Jesús infante, el más famoso está
presente: el de dar órdenes a un arból de subir y bajar sus ramajes para jugar con
unos niños. Asimismo, este Evangelio Armenio de la infancia, narra también los
temores de María, los cuales consistieron en el miedo al acontecimiento de una
desgracia a Jesús, por este creerse mayor y por no hacer caso ni prestar atención a los
oficios que le han enseñado. El apócrifo termina, cuando Jesús se encuentra jugando
en un pozo, se le acercan unos soldados que le preguntan acerca de su origen,
cuestión que contesta con una explicación sobre su procedencia eterna del Padre y su
generación temporal del seno virginal de la virgen María, la cual, no logran comprender
los soldados.8

GÉNERO LITERARIO:

La obra literaria apócrifa que estamos estudiando pertenece al género literario:


evangelio apócrifo de la infancia, el cual, a diferencia del género literario canónico
evangélico de la infancia contenido en los evangelios según Mateo y Lucas; narra una
serie de milagros atribuidos a Jesús niño, todos ellos –nos dirá Santiago Güijarro– de
sabor popular, legendario y fantasioso (lo mismo la concepción y el nacimiento) que
tienen por intención, adaptar el evangelio según san Marcos al modelo de las biografías
antañas y responder a la demanda de información sobre el nacimiento y la infancia de
Jesús.

En cambio, los relatos de la infancia que hayamos en los evangelios canónicos según
san Mateo y Lucas, verdaderamente si se centran en el origen –lógico y con sentido– de
Jesús, con los detalles necesarios, pero, los faltantes resultaron ser en aquel entonces, el
punto de partida de algunas narraciones de la infancia apócrifas y posteriores que
conservamos y estudiamos hoy en día.9

6
De Santos Otero, A., Los Evangelios Apócrifos, Madrid 1975, 3 ed., 363.
7
De Santos Otero, A., Los Evangelios Apócrifos, Madrid 1975, 3 ed., 362.
8
De Santos Otero, A., Los Evangelios Apócrifos, Madrid 1975, 3 ed., 364-365.
9
Güijarro, S., Los cuatro Evangelios, Salamanca 2021, 4 ed., 33-34.
PERSONAJES (algunos principales):

- La virgen María: doncella huérfana, consagrada al templo desde los doce años,
custodiada por el anciano celibatario José, mediante matrimonio.

- El anciano José: anciano celibatario y carpintero nazareno, nacido en Bethlehem,


el cual recibió el encargo de parte de los sacerdotes y del pueblo de custodiar a la virgen
María hasta el día en que ambos recibiesen la corona de bendición (murieran).

- El ángel mensajero: mensajero divino; quien anunció el nacimiento de la virgen


María a Joaquín y Ana, el nacimiento de Jesús a María, a los pastores y a los magos.

- Joaquín y Ana: padres de la virgen María, se cree a partir del relato de la aflicción
de Joaquín y el anuncio del nacimiento de la virgen María por parte del ángel
mensajero, que eran estériles. Fallecidos al año siguiente de haber dejado en el templo a
la virgen María, para que se consagrase al Señor.

- Eleazar: el gran sacerdote del templo, cuyo sucesor fue Zacarías, el esposo de Ana,
ambos, los padres de Juan.

Eva: la madre de todos los nacidos, misma que con su presencia en el nacimiento de
Jesús, quiso aprovechar de intercambiar con la virgen María, su rol de madre de la
humanidad.

- Los magos y los pastores: eran tres (3) Melkon: rey de Persa, Baltasar: rey de los
indios y Gaspar: rey de los árabes; reyes que fueron a adorar al niño Jesús y a
devolverle el Testimonio de Set, dado por él a Adán. Los pastores, eran hombres que
pastaban cerca de la caverna, sus rebaños de cabras y ovejas, recibieron de parte del
ángel mensajero la noticia del nacimiento de Jesús para que fueran también a adorarlo.

- Los soldados: eran dos, y antes de haber encontrado a Jesús junto a un pozo,
fueron encontrados por el propio Jesús niño, discutiendo violentamente. En otras
escenas del evangelio aparecen, pero, se trata de aquellos que por mandato de Herodes,
asesinaron a todos los niños de Bethlehem, y a Zacarías, a causa de su hijo Juan.

FECHA Y LUGAR, CONSERVACIÓN Y TESTIMONIOS:

La compilación-traducción parafraseada del síriaco al armenio, posiblemente fue a


finales del siglo VI, por parte de algunos propagandistas nestorianos de Siria y se
conserva en el British Musem un manuscrito que data del siglo V, sin embargo, hay que
tener en cuenta que quizás es un compendio de una obra anterior, tal como lo decíamos
al principio en la introducción. En cuanto a los testimonios, no hay datos, sólo sabemos
del testimonio de parte Orígenes del Protoevangelio de Santiago y el Pseudo Tomás,
literaturas fuentes y bases de esta obra estudiada.10

10
De Santos Otero, A., Los Evangelios Apócrifos, Madrid 1975, 3 ed., 283.
REFERENCIAS:

De Santos Otero, A., Los Evangelios Apócrifos, BAC, Madrid 1975, 3 ed.

Güijarro, S., Los cuatro Evangelios, Sígueme, Salamanca 2021, 4 ed.

González-Blanco, E. (trd.), Evangelios Apócrifos, Maxtor, Valladolid 2015

Oñatibia, I. (ed.) - Quasten, J., Patrología: hasta el Concilio de Nicea (tomo I), Madrid 1991, 4
ed.

Oñatibia, I. (ed.) - Quasten, J., Patrología: hasta el Concilio de Nicea (tomo I), Madrid 1991, 4 ed.,126-
129.

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