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Actividad N° 1

DERECHOS ECONÓMICOS,
SOCIALES Y CULTURALES
Los derechos económicos, sociales y culturales (DESC) hablan de
cuestiones tan básicas para la dignidad humana como la alimentación,
la salud, la vivienda, el trabajo, la educación y el agua.
Que 800 millones de personas sufran malnutrición crónica o que más de 100
millones de menores no tengan acceso a la educación primaria no son
desgraciadas realidades, sino un escándalo para los derechos humanos.
Todos los derechos humanos son indivisibles e interdependientes. Las
violaciones de los DESC (por ejemplo, no proteger los derechos sobre las
tierras de los pueblos indígenas, negar los derechos de educación a las
minorías y prestar servicios de atención médica de manera no equitativa) a
menudo están relacionadas con violaciones de los derechos civiles y políticos
en forma de negaciones reiteradas. Del mismo modo que para el pleno disfrute
del derecho a la libertad de expresión es necesario concentrar esfuerzos en
favor del derecho a la educación, para el disfrute del derecho a la vida es
preciso tomar medidas encaminadas a la reducción de la mortalidad infantil,
las epidemias y la malnutrición.
El reconocimiento de los DESC no es un mero catálogo de buenas intenciones
por parte de los Estados. Son derechos que se derivan de tratados
internacionales de derechos humanos, como el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU (1966).
La jurisprudencia interna de muchos países y la tendencia a incluir estos
derechos en las reformas constitucionales demuestran que estos derechos se
pueden hacer cumplir mediante recursos legales. Sin embargo, queda mucho
hasta lograr que estos derechos se equiparen a los civiles y políticos en lo que
se refiere a su exigencia jurídica.
La gente que vive en la pobreza suele estar atrapada porque está excluida del
resto de la sociedad. Se enfrentan a amenazas contra su seguridad y la de su
familia, y están expuestas a la violencia estatal y a la de los grupos armados.
Probablemente su hogar, sus pertenencias y su medio de vida no están
protegidos por la ley. No pueden acceder a una protección social mínima en
caso de enfermedad o de pérdida de su medio de vida. Las mujeres y las niñas
están especialmente expuestas a la violencia y sufren un doble rechazo: tanto
la familia como la sociedad las excluyen de los procesos de toma de
decisiones y les niegan cualquier poder.
Con demasiada frecuencia, los tribunales, la policía, los organismos
asistenciales, los servicios urbanos y el sistema educativo tratan a quienes
viven en la pobreza con desprecio o indiferencia. Sus opiniones no se tienen
en cuenta. Se reprimen sus esfuerzos por organizarse y no se les permite
informarse de las cuestiones vitales para sus comunidades. Ya sea porque se
les silencia deliberadamente o porque la indiferencia les hace enmudecer, el
resultado es que no tienen voz.

Las vulneraciones a los derechos humanos causan y perpetúan la


pobreza. Y la pobreza conduce directamente a esos abusos.

Pero los derechos humanos son la clave para salir de la


trampa. Constituyen el único marco global en el cual todas las personas
tienen derecho a obtener alimentos y agua, a la asistencia médica básica, a la
educación y a la vivienda, a la igualdad de oportunidades, a un nivel de vida
adecuado, a la seguridad, a vivir sin miedo, a participar...
Derechos económicos y sociales
Derecho a la salud
Es el derecho al más alto nivel posible de salud física y mental, teniendo en
cuenta la configuración genética del individuo y la elección de su estilo de
vida, así como el grado de conocimiento científico y los recursos de que
dispone el Estado. Consta de dos componentes básicos: condiciones de vida
saludables y atención médica.
Derecho a una vivienda adecuada
Según datos de la ONU, más de 1.000 millones de personas en todo el mundo
carecen de una vivienda adecuada y más de 100 millones no tienen hogar. La
vivienda debería ser accesible a todas las personas que, además, deberían
tener cierta seguridad de tenencia que las proteja de desalojos forzados,
hostigamiento y otras amenazas. Entre los servicios disponibles deberían
encontrarse el agua limpia potable, saneamiento y energía. De conformidad
con las normas internacionales, los Estados deberían tomar medidas para
garantizar que las viviendas están ubicadas en zonas seguras y que respetan
los derechos culturales.
Derecho a la educación
Supone el derecho a una educación primaria gratuita y obligatoria, y un mayor
acceso a la educación secundaria, técnica, profesional o superior. Lograr la
efectividad del derecho de las personas a la educación reduce la
vulnerabilidad de estas al trabajo infantil, los matrimonios precoces, la
discriminación y muchos otros abusos contra los derechos humanos. Los
Estados deben garantizar una educación primaria gratuita y obligatoria de
manera prioritaria, así como la libertad de educación.
Derecho al agua
El acceso a suficiente agua limpia y a saneamiento es esencial para la
efectividad del derecho a la salud, a la alimentación y a un sustento seguro
(por ejemplo, en la producción de alimentos). Se ha interpretado
recientemente que el derecho al agua debe garantizar disponibilidad, acceso
(tanto físico como económico) y calidad (libre de organismos perjudiciales o
contaminación) suficientes.
Derecho a una alimentación adecuada
En el mundo se producen alimentos más que suficientes para alimentar a todas
las personas. Sin embargo, cientos de millones sufren malnutrición crónica.
Para cumplir las obligaciones relativas al derecho a una alimentación
adecuada, los Estados deben abordar inmediatamente el problema del hambre
y asegurar de forma progresiva que toda persona tenga acceso físico y
económico a una alimentación adecuada o a medios para obtenerla.
Derecho al trabajo
El derecho al trabajo va más allá del derecho a tener un puesto de trabajo y a
la obligación de garantizar el pleno empleo. Abarca, al menos, el acceso a un
trabajo sin discriminación, la libertad de elección del empleo y una estructura
de apoyo que facilite el acceso al trabajo, incluida una formación profesional
adecuada. Una violación particularmente atroz del derecho a la libre elección
del empleo es el trabajo forzoso.
Derechos culturales
La cultura afecta a amplios aspectos de la vida: la vivienda, la alimentación, la
relación con la tierra y el entorno natural, la atención médica, la religión, la
educación y las artes. En muchas ocasiones es complicado determinar la
adecuación cultural porque las «culturas» nunca son monolíticas. Por ello,
brindar auténticas oportunidades de participación a las minorías, en particular
a los pueblos indígenas, mediante el respeto por la libertad de expresión, de
asociación y de participación en la vida política, es un elemento central del
respeto por los derechos culturales.

Consignas:

Responder:

1. ¿Por qué los derechos humanos son considerados indivisibles


e interdependientes?
2. Investiga que establece el Pacto Internacional de los
Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU
(1966).
3. Selecciona tres Derechos Económicos e investiga si se
cumplen en nuestro país y de qué forma. ¿Qué medidas toma
el Estado (Nacional, Provincial y Municipal) para garantizarlos.

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