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EVOLUCIÓN DEL LENGUAJE

EN EL NIÑO

Nieto Herrera Margarita E.


Editorial Porrúa, S.A.
México, 1992
ONTOGÉNESIS DEL LENGUAJE EN EL
GÉNERO HUMANO

En la época actual el lenguaje es indispensable para la supervivencia del hombre, en el


establecimiento de sus relaciones interpersonales, en el desarrollo y enriquecimiento de su
pensamiento, en la transmisión de la cultura y conservación de los valores humanos, las técnicas de
trabajo, las fuentes de riqueza, la comunicación instantánea.

Usando la palabra oral, el hombre expresa su afecto o su odio, la aceptación a otros seres o
su rechazo, la simpatía o antipatía que le inspiran; y su mensaje suscita una respuesta determinada
que puede tener grandes repercusiones en su mundo social.

Todo esto lo vemos de una manera muy natural, sin reflexionar sobre cuánto tuvo que
haber pasado para que el hombre haya podido llegar a adquirir este medio de comunicación.
¿Cómo fue posible que se haya formado el código acústico-articulatorio que nos permite
comprender el significado del mensaje que recibimos y expresar nuestras ideas usando la misma
clave simbólica?

Y también: ¿cómo vivió el hombre antes de poder hablar? Es imposible imaginar la


existencia de pueblos o tribus, por muy primitivos que éstos sean, sin la comunicación oral. No se
podrían distribuir el trabajo, ni planear sus actividades recreativas, artísticas o guerreras, usando
únicamente señas o gestos.

Creemos que desde que el hombre existe como tal, ha necesitado expresarse oralmente; por
lo tanto, referirnos a hechos anteriores al lenguaje para intentar averiguar cómo nació y cómo
transcurrió su evolución progresiva hasta llegar al lenguaje articulado, significa remontarnos a la
prehistoria, al hombre de las cavernas, a los antecesores del hombre.

Este tema cae más bien en terrenos de la antropología; nosotros sólo trataremos los puntos
principales que demuestran hechos significativos sobre el origen del lenguaje articulado, que
puedan dar pautas básicas al educador para comprender cómo puede estimular el desarrollo del
habla infantil, tomando en cuenta que existe un paralelismo muy marcado entre la ontogénesis del
lenguaje en el género humano y la evolución del lenguaje en el niño.

Apoyándonos en la teoría de la evolución de Darwin, provenimos del mono. Los cambios


biológicos y la influencia ambiental dan por resultado el desarrollo del animal a niveles de conducta
cada vez más elevados, hasta que surge el hombre. Y uno de los atributos que lo diferencia del
resto de la especie animal es la adquisición del lenguaje oral, instrumento que le permite expresar su
pensamiento y comunicarse con los seres que lo rodean.

El proceso de información del lenguaje lo podemos explicar como resultado de la


evolución paulatina del sistema nervioso central, en respuesta a la influencia del medio externo.
Cuando el hombre logra dominar mejor el ambiente, gracias a la evolución de sus
funcionamientos internos, consigue la culminación del proceso adaptativo, que lo integra al medio
externo.
La evolución del sistema nervioso significa la ampliación y complejidad de distintos
circuitos constituidos por múltiples neuronas, dando lugar a la plasticidad, propiedad neuronal que
facilita la acomodación a distintas circunstancias ambientales.

Otra característica que adquirió el sistema nervioso durante su evolución es la


potencialidad, que le permite estar preparado para la ejecución de tareas específicas.

FACTORES QUE ESTIMULARON LA EVOLUCIÓN


DEL LENGUAJE EN EL HOMBRE

Necesidades del trabajo Evolución del Sistema


Nervioso Central

HOMBRE

Necesidades de HOMÍNIDOS Cambios anatómicos del


comunicación Aparato Fonoarticulador
ANTROPOIDES Articulador

Necesidades Afectivas MONO

Cambios posturales
Estimulación Auditiva

En esta forma el hombre actual ha heredado una potencialidad innata para el habla,
proveniente desde sus más remotos antecesores porque desde que el hombre aprendió a hablar ha
transmitido genéticamente la habilidad o potencialidad para el habla.
La diferenciación de estructuras nerviosas dio origen a las “zonas de asociación”,
encargadas de la interpretación de los estímulos recibidos y de la respuesta motora que suscita. De
estas últimas, el área pre-frontal ordena y dirige las actividades del comportamiento en los
diferentes niveles de acción, a lo largo del desarrollo filogenético, desde las especies animales
inferiores.

La evolución de los diferentes niveles de conducta, ha pasado por los siguientes


comportamientos:
1. El acto instintivo como respuesta a necesidades vitales o impulsos emocionales.
2. El acto como respuesta a estímulos sensoriales.
3. Conducta regida por la memoria.
4. Modificación de la conducta según fenómenos afectivos.
5. La acción volitiva, que implica el “querer” la voluntad, la toma de decisión.
6. La iniciativa, aspecto creador de la conducta a estímulos nuevos e imprevistos.

En la evolución del lenguaje, éste ha pasado por las mismas etapas que hemos citado:
1. El lenguaje como respuesta instintiva, es el grito o chillido para prevenir un
desastre, para salvarse de un peligro inminente.
2. Las voces emitidas por los antropoides antecesores del hombre como respuesta a
estímulos sensoriales, fueron producto de la imitación de los sonidos y
onomatopeyas del ambiente.
3. Luego, la conducta verbal regida por la memoria, que trata de evocar o repetir
hechos acaecidos anteriormente, usando señales fónico-mímicas, que se fueron
precisando y perfeccionando gracias a la posición erecta del cuerpo y a la
diferenciación de los órganos fonadores.
4. Poco a poco, la emisión vocal se fue diferenciando según el contexto afectivo o
emocional de lo que se deseaba expresar.
5 y 6. Por último, se llega a los niveles más altos, que se refieren a la palabra
consciente y creativa, con un significado propio, instrumento del pensamiento que
conduce al hombre a niveles más altos de acción.

Las tres primeras etapas hacen alusión al lenguaje inarticulado (interjecciones imperiosas
nacidas del instinto de conservación de la vida, onomatopeyas, señales fónico-mímicas) y las
siguientes explican cómo fue llegando el hombre poco a poco al lenguaje articulado, al intervenir el
afecto, la voluntad, la creatividad, el contenido de su pensamiento y las exigencias sociales del
medio, dentro de las cuales merece una especial atención la evolución del trabajo. Como Engels
dice, es el trabajo lo que promueve la evolución de la especie humana distinguiéndola del respeto de
la especie animal. Según datos de investigadores rusos, el Hombre de Cro-Magnon vive la etapa
del lenguaje inarticulado y el de Neandertal alcanza por fin el lenguaje articulado.

Hasta aquí nos hemos referido a la expresión verbal, que es uno de los polos del fenómeno
lingüístico; nos falta el otro: la recepción.
La evolución de los procesos receptivos ha corrido acorde al desarrollo de la conducta
verbal. Al mismo tiempo que la vocalización imprecisa, indefinida, se fue transformando en sonido
articulado, la recepción auditiva condujo poco a poco al hombre a la comprensión de la palabra,
pasando por las siguientes etapas:

1. Audición y reacción refleja al estímulo sonoro.


2. Discriminación auditiva gruesa, logrando el reconocimiento de los objetos sonoros.
3. Discriminación auditiva fina de las voces de los otros, facilitando la imitación
vocal.
4. Comprensión global del enunciado, ayudándose inicialmente por la entonación de
la frase según su contexto emocional o situacional. Esto es, en un principio, el
prehombre; sólo podía entender el contenido emotivo de las expresiones
interjeccionales que le indicaban peligro, miedo, alegría, y otras más, según la
entonación de la voz del hablante o según la situación vivida.
5. Comprensión específica de la palabra, asociándola a un significado propio.
6. Comprensión de conceptos concretos.
7. Comprensión de conceptos abstractos.
ONTOGÉNESIS DEL LENGUAJE EN EL
GENERO HUMANO

Lenguaje Lenguaje
Lenguaje Escrito
Escrito Hombre Actual
Gráfico
Comprensión
sión Conceptos Conceptos
Abstractos y Lenguaje
Abstr
Creativo
Creativo
Comprensión Conceptos
Comprensión Conceptos
Lenguaje Concretos
Concretos yy Lenguaje
Lenguaje Hombre de
Articulado Intencional
Intencional Neandertal
Comprensión
ComprensiónGlobal
Globalyy
Expresión de Emociones y afecto
Expresión de Emociones

Dis.
Dis.Auditiva
AuditivaFina
Finae e
Inicio
Inicio de MecanizaciónVocal
de mecanización Vocal Hombre de
Cro-Magnon
Discriminación Auditiva
Lenguaje Discriminación Auditiva
Gruesa y Vocalización Imitativa
Inarticulado Gruesa y Vocalización Imitativa,
Fónico-Mímica
Fónico-Mímica
Audición y Respuesta
Audición VocalVocal
y Respuesta
A nivel reflejo
A nivel Reflejo Mono

Así podemos explicar cómo gradualmente se fueron asociando los sonidos a un contexto
significativo cada vez más complejo hasta que nace la idea, el pensamiento abstracto, elevándose el
nivel de la comprensión verbal del hombre. Y desde que el hombre pudo usar la palabra como
medio de expresión, deja de ser animal para convertirse en lo que es.
Pero la evolución del lenguaje no sólo significa mayor habilidad en la comprensión y
expresión verbal, sino además en la estructuración sintáctica del enunciado.
Los procesos abstractos de la mente, como son el juicio, el razonamiento, la lógica, la
deducción y la inducción, fueron la base de la “gramática natural” de la lengua, que establece las
leyes que rigen la formación de las palabras y la estructura sintáctica de la frase.
Al agruparse distintos grupos humanos y al distribuirse en distintas partes de la tierra, la
acción de los elementos geográficos determinó la creación de distintas lenguas que permiten la
comunicación verbal del hombre ajustada a diferentes códigos convencionales.
Las etapas históricas y el nivel socio-cultural del hombre han ejercido influencia en su
lengua, porque ésta es un espejo de la realidad circundante. Poco a poco, aunque no nos
apercibamos de ello, están ocurriendo cambios en nuestra lengua asimilando palabras surgiendo
nuevas expresiones, modificándose la articulación, etc., todo esto en relación con el momento
histórico que se vive y con el nivel sociocultural del grupo al cual pertenecemos.
Como conclusión de lo que hemos dicho en este capítulo, destacamos los siguientes
hechos:
- En la formación del lenguaje intervienen dos fuerzas poderosas:

a) La base biológica, anatómica, funcional del hombre.


b) La influencia del ambiente.

- El lenguaje surge como una necesidad interna de comunicación y facilita la


adaptación e integración social del hombre.

- La expresión y la comprensión verbal son dos polos del fenómeno lingüístico


cuya evolución corrió paralela.

- En los inicios de la comprensión, la entonación de la voz del hablante fue de


primordial importancia.

- Existe una relación muy estrecha entre lenguaje y pensamiento, de tal forma
que la evolución del primero va ligada al desarrollo del segundo.

- La gramática natural partió de la organización del pensamiento y de los


procesos intelectuales que lo mueven.

- El lenguaje oral es un código convencional ajustado a reglas que dictan la


generalidad de un grupo humano que vive en una determinada época histórica
y social.

- La evolución del lenguaje en el género humano ha sido un proceso dinámico


que continúa incesantemente sin detenerse jamás.

Dejando a un lado la formación y distribución de las lenguas, el nacimiento de la escritura


constituye el último eslabón que cierra el ciclo de funcionamiento del lenguaje. Cuando el hombre
es capaz de expresar sus ideas por medio de signos gráficos, su vida ya deja huella en la historia del
mundo y da un paso decisivo en su evolución cultural.

Hacia el año 3000 a. C. los sumerios comenzaron a hacer inscripciones en piedra o en barro
para relatar sucesos importantes acaecidos en su comunidad. Los escritos de Egipto y Mohenjo-
Daro (en la India), parecen tener la misma antigüedad. En otras partes del mundo como China,
Creta, Asia Menor, América, las escrituras son de fechas más recientes, pero siempre bastante antes
de Cristo. Las primeras muestras de escritura son pictográficas, derivadas del dibujo como en el
sumerio, el egipcio, el antiguo chino, el maya. En la escritura asiria se inicia el simbolismo fonético
convencional, teniendo por unidad la sílaba, y en el caldeo asirio y en el griego se llega a la
representación gráfica del fonema. Del griego pasó este sistema con modificaciones, a los etruscos
y de éstos a los romanos, y tanto el alfabeto griego como el romano sirvieron posteriormente para
formar la escritura de gran número de lenguas, entre ellas la nuestra.

El sistema de numeración arábigo, la escritura musical, los sistemas de taquigrafía, etc.,


permiten un avance notable en las matemáticas, en música y en la transmisión de mensajes en forma
rápida y efectiva, todo lo cual podemos considerarlo dentro de la evolución del simbolismo gráfico
de la lecto-escritura, con la cual se cierra el ciclo de funcionamientos neuro-psicológicos del
lenguaje.
CUADRO ESQUEMÁTICO DE LA DISTRIBUCIÓN
DE LAS LENGUAS INDO EUROPEAS

En el siguiente cuadro sinóptico está representada la formación de los idiomas que derivan
de la rama indo-europea, de donde proviene el nuestro:

Danés Sueco Noruego Islamés Alemán Inglés Holandés

Hitita Armenio Germánico

Indoeuropeo

Indoiranio Baltoeslavo

Bengal Persa Italocéltico

Lituano Letón Checo Griego Latín

Irlandés Español Francés Italiano

Portugués Rumano

ORIGEN DEL IDIOMA ESPAÑOL EN MÉXICO

Fenicios
Siglo XV a. C.
Griegos

Celta-Iberos
Siglo VI a. C.
Edad Antigua Cartagineses

200 a. C. Romanos

400 d. C. Vándalos
Bárbaros Hunos
Alanos
Visigodos
713 d. C. Arabes
Edad Media Azteca
1492 d. C. Idiomas indígenas Maya
de América Purépecha, etc.
DESARROLLO DEL LENGUAJE EN EL NIÑO

La evolución del lenguaje en el niño es sólo uno de los aspectos de su desarrollo general,
aunque quizás el más importante, dentro de sus dimensiones orgánicas, afectivas y cognoscitivas.

Todas las adquisiciones que va logrando se fundamentan en la evolución fisiológica de su


sistema nervioso central y en el desarrollo alcanzado en las otras áreas de su comportamiento, que
se encuentran intrínsecamente unidas unas y otras.

Las fuentes básicas del desarrollo lingüístico del niño son:

1) Por una parte su potencial genético, derivado de la especie humana y transmitido por
línea hereditaria a través de su árbol genealógico. Chomsky y sus seguidores explican que el niño
nace con un conjunto de universales lingüísticos que funcionan como una red a través de la cual
filtra todo lo que oye. Los estímulos que recibe, siguiendo esta teoría, no hacen más que
desencadenar mecanismos fisiológicos innatos preexistentes en él. Sólo así podemos explicar
cómo el escaso número de fonemas que aprende pueden servirle para formar un gran número de
palabras y con ellas construir un número infinito de combinaciones sintácticas, aunque no las haya
oído jamás.

Esta noción está estrechamente ligada al aspecto transformacional del lenguaje, que es la
aptitud del hablante para engendrar un infinito número de frases que nunca había escuchado con
anterioridad. Siguiendo esta teoría, ningún niño podría aprender a hablar si no tuviera programado
en su cerebro un perfecto conocimiento de la gramática universal.

2) La estimulación externa, que tiene dos aspectos de gran significación en el desarrollo


lingüístico infantil:
a) La estimulación afectiva, que se encuentra en la base del desarrollo psico-físico
del ser humano.
Las experiencias significativas de las primeras semanas, meses y años de la vida del
niño, son esencialmente básicas porque afectan los cimientos del desarrollo lingüístico y tienen
una influencia decisiva en su maduración global.

Se ha podido observar a lactantes de pocas semanas que actúan ante la voz de su madre con
una disminución de su tensión y malestar. En el neonato existe la necesidad de cariño y
satisfacción emocional, que se hace cada vez más intensa y significativa durante el primer año de
vida.
Debido a la inmadurez de los aparatos sensoriales y motores del lactante, la madre ha de
suplementar sus funciones aún no desarrolladas y satisfacer sus necesidades.
La influencia de la madre es tan decisiva para su normalidad, como para eventuales
manifestaciones morbosas de su conducta, e incluso enfermedades. Toda carencia afectiva o una
baja estimulación socio-cultural es fuente de derroche de potencialidad humana y de posibilidades
de felicidad.

La falta de afecto en los primeros años, errores educativos o la influencia de conflictos


socio-familiares, pueden dejar huellas imborrables en el psiquismo del ser humano. Según la
teoría psico-analítica de Freud, se definen las siguientes estructuras como partes integrantes del
psiquismo:
El id o libido, que es la reserva congénita de instintos no organizados tendientes a la
conservación de la vida. Es inconsciente, exige la inmediata satisfacción de sus impulsos y
necesidades; es amoral, ilógico y carece de unidad y propósito.
El ego, que es la parte de la personalidad que puede percibir el “yo” interno y el mundo
externo; es la propia conciencia de uno mismo.
El super-ego, que permite juicio sobre los impulsos individuales y la conducta en general
del hombre; incorpora el código social e inclusive conceptos de justicia e injusticia y el concepto
de valores morales e ideales. Es la última adquisición del psiquismo.
Estos tres aspectos se presentan en el ser humano según su maduración biológica y su
desarrollo afectivo-emocional e intelectual, y su equilibrio o desequilibrio se revela en los distintos
aspectos de su comportamiento, entre ellos su expresión verbal.

b) La estimulación psico-física ambiental constituye también una fuerza de gran valor en el


desarrollo lingüístico del niño. El niño aprende la lengua que oye hablar a su alrededor.
Al efecto, recordemos el caso de las “niñas-lobo” que toda su vida, desde recién nacidas,
vivieron entre lobos porque sus padres habían muerto abandonados en la selva. Estas niñas,
cuando las encontraron no sabían hablar, solamente aullaban y gruñían igual que los lobos.

Para que el niño normal aprenda a hablar, requiere una estimulación psico-física que le
permita el conocimiento del medio (visual, sensorio-motriz táctil, etc.), especialmente la acción de
estímulos auditivos. Tiene que oír las palabras mil y mil veces hasta que funcionan los
analizadores corticales y son registradas en el cerebro, llegando a formar parte del contenido
memorístico verbal.
La acción de los elementos genéticos y ambientales, da por resultado el desarrollo global
del niño, dentro del cual destacamos el proceso de adquisición del lenguaje, como lo
representamos en el cuadro siguiente.

Etapa pre-formativa

Base Genética

A manera de un resumen que puede ser útil en la evaluación del nivel de maduración
global de un niño en los diferentes aspectos de su desarrollo, transcribimos las Tablas de la
Evolución del Comportamiento del Niño, elaboradas por la Dra. Lezine (de 0 a 2 años de edad)) y
la del Dr. Lafon (de 2 a 8-9 años).
CUADRO DEL DESARROLLO INFANTIL EN LOS DOS PRIMEROS
AÑOS DE VIDA
(Según la Dra. Irene Lezine)

Estática y mo- Adaptación Posibilidades Juegos Alimentación


Tricidad Coordinación Verbales
4 meses: Peso 6 Acostado sobre la Se yergue y se Vocaliza cuando se Sacude su sonajero A veces pasa la
Kg. Talla 60 cm. espalda, el costado apoya sobre las le habla; ríe a con movimiento mano sobre su
dentición 0 y el vientre. manos una vez carcajadas. brusco. biberón; lo
puesto boca abajo; reconoce después
prensión débil. del tercer mes.
6 meses: Peso 7 Permanencia en el Pedaleaje en el Hace gorgoritos; Toma sus pies; Bebe con la taza
Kg. Talla 64 cm. corralito; comienzo corralito; comienzo juega con su voz; comienza a tomar chupando el borde.
dentición 1 diente. de reptación por de reptación por ríe y vocaliza al objetos alejados.
deslizamiento. deslizamiento. mismo tiempo que
tiene un juguete.
8 meses: Peso 8 Se mantiene largo Se incorpora para Vocaliza varias Juega a lanzar Come con la
Kg. Talla 67 cm. tiempo sentado en sentarse; da una sílabas: ba, pa, ma, objetos al suelo y cuchara purés y
dentición 2 su silla alta y en el vuelta completa de da, ta. los golpea entre sí. alimentos más
incisivos. corralito. costado; prensión sólidos.
activa del pulgar.
10 meses: Peso Parado en su Parado con apoyo; Dice 3 palabras. Juega al escondite; Bebe con la taza o
8,500 Kg. Talla 68 corralito. desplaza un pie; pone objetos en el vaso si se lo
cm. dentición 4 prensión. una caja. sostienen.
incisivos.
14-15 meses Peso Se precipita hacia Explora en todas Dice 5 palabras. Juega a llenar y Bebe solo;
9,500 Kg. Talla 72 delante para direcciones; trepa vaciar; comienza a comienza a comer
cm. dentición 10 caminar. sobre los muebles. insertas piezas. solo algunas
dientes. cucharadas.

18 meses: Peso 10 Corre en puntas de Sube una escalera. Dice 6 a 10 Quiere juguetes De día pide su
Kg. Talla 75 cm. pie. palabras. con ruedas para orinal; puede
dentición 12 arrastrar; se colocar algunos
dientes. interesa por las objetos en su lugar.
figuras.
24 meses: Peso 12 Siempre en Sube y baja solo la Asocia varias Juegos de Comienza a
Kg. Talla 80 cm. movimiento; escalera. palabras en una imitación de las quitarse los
dentición intentos de frase. actividades del zapatos.
equilibrio. adulto.

TABLA GENERAL DE LA EVOLUCIÓN


DEL COMPORTAMIENTO DEL NIÑO

(Datos del Dr. Robert Lafon de Montpellier, Francia)

Personalidad

2 años llama por su propio nombre; dice “papá” o “mamá”


2 ½ años sentido del “yo” y del “tú”.
3 años “yo” reforzado; la idea de “me gusta”, de “nosotros”.
4 años agresividad defensiva del “yo”; división sexual de los juegos; capacidad de
autocrítica; noción de grupo familiar.
5 años: gran solicitud hacia la madre. La edad es más importante que el “yo”.
6 años: se centra en sí mismo y quiere todo para sí; conciencia de nombre.
7 años: pudor, se avergüenza de sus infantilismos; conciencia de muerte: socialización.
8 años: necesita el contacto total con el ambiente; necesita al adulto en su mundo; noción de
grupo social.
9 años: tendencias normativas; planificaciones; osadía.

HÁBITOS EMOCIONALES

2 años: succión del pulgar (menor); suciedad, heces (menor).


3 años: succión nocturna del pulgar; no se balancea.
4 años: “tartamudez” ocasional o pseudo-tartamudez; dedo en la nariz; insulta; inabsurdo del
lenguaje; temores; rabietas.
5 años: tendencia a las muecas; parpadeo; ruidos de garganta.
6 años: explosiones tensionales en casa; conducta de inhibición escolar.
7 años: pocas descargas tensionales en casa.
8 años: la fatiga produce el llanto; desinhibición escolar; mayor expresividad mímica.

ACTITUDES AFECTIVAS

2 años: tímido, afecto a la madre; sentido de la propiedad.


3 años: ritualista, absorbente, desea agradar; juego con risas.
4 años: fabulación, egoísta y rudo con los hermanos menores; orgulloso de sus cosas; insulta;
amenaza.
5 años: realista, servicial; solicita la supervisión; tiranización informativa; gusta de hablar.
6 años: expansivo; amable; jactancioso; resistente a los correctivos; llanto fácil.
7 años: mejoría de relación de grupo; reflexivo; no atiende a lo que no le interesa.
8 años: individualización en el grupo; tendencia a dramatizar, extralimitación verbal.
9 años: responsabilización.

LENGUAJE-PENSAMIENTO

2 años: abandona la jerga; frase; el lenguaje sustituye a la mímica.


3 años: monólogos “yo”, “me”, “tú”; gusta de oír el mismo cuento de forma repetida; fluidez
verbal; escucha con interés; farfulleo.
4 años: exageraciones; conversa con amigos imaginarios; frecuentes “¿por qué?”; ritmo en la
expresión.
5 años: placer por conversar y que le lean; sabe definir palabras sencillas.
6 años: agresividad verbal; usa el teléfono; sintaxis correcta, enumera diferentes diferencias
entre objetos.
7 años: interés por el significado conceptual; interés por la deducción abstracta.
8 años: lenguaje fluido, semejante al del adulto; diferencia lo fantástico de lo real.
9 años: comprende la relación entre la causa y el efecto.

SUEÑO

2 años: exigencias al acostarse; sueño superficial.


3 años: rituales al acostarse; lento despertar; duerme mucho.
4 años: exige un cuento para dormir; muñeco en la cama.
5 años: pesadillas; lee; dibuja antes de acostarse.
6 años: tiranización materna; despierta temprano; se viste al levantarse.
7 años: se acuesta solo; tiraniza al vestirse.
8 años: hace cosas antes de dormir.
9 años: reconoce la hora de acostarse.

SEXO

2 años: distingue niña y niño por la ropa y el cabello.


3 años: conoce el sexo por oposición al suyo; deseos de tocar los senos de la madre.
4 años: conciencia y preocupación por el ombligo; exhibicionismo nulo; toques genitales.
5 años: conoce bien la diferencia genital; exhibicionismo nulo; conciencia de sexo.
6 años: interés por las diferencias físicas de ambos sexos; conciencia del matrimonio.
7 años: experimentación y juego sexual; menos interés verbal.
8 años: no se establece juego mixto; conciencia de femineidad y de masculinidad.
9 años: interés por pormenores sexuales; en juegos mixtos, besos y toques ocasionales.

REGULACIÓN DEL ESFÍNTER FECAL

2 años: susceptible al adiestramiento.


2½ años: tendencia al estreñimiento.
3 años: tendencia a postergar la evacuación; pide y acepta ayuda.
4 años: curiosidad por la defecación de los demás; privatización de la propia.
5 años: ayuda a limpiarse.
6 años: una evacuación diaria; rechazo verbal.
7 años: control total.

REGULACIÓN DEL ESFÍNTER VESICAL

2 años: acepta la rutina; avisa antes; no juega en el charco de orina.


2½ años: puede interrumpir la micción.
3 años: bien adiestrado durante el día.
4 años: hábitos diurno y nocturno.
5 años: accidentes nocturnos ocasionales.
6 años: se siente culpable ante el accidente.
7 años: micciones distanciadas; se levanta menos por la noche.
8 años: micciones imperativas ante tareas desagradables.
9 años: control total.

ACTIVIDAD CORPORAL

2 años a 2 ½ años: se sostiene en cuclillas; puede caminar de puntillas.


3 años: anda; no corre; equilibrio al chutar.
4 años: triciclo; ritmos; activo.
5 años: economía de movimientos; juego estable.
6 años: bicicleta; equilibrio activo; columpio.
7 años: repetición; persistencia en actividad; interés deportivo.
8 años: movimiento grácil y armónico.
9 años: se agota en actividad.

COMIDA

2 años: preferencia amarillo y rojo; papillas no; mezclas no.


2½ a 3 años: ritualismo en la comida; placer en la masticación.
4 años: pone la mesa; acepta alguna norma; se cansa en la mesa.
5 años: limpia el plato; come despacio y perseverante; acepta modales.
6 años: usa tenedor; inquieto; habla poco; coge cosas; resistencia a los modales.
7 años: usa bien los cubiertos; se va de la mesa; pelea; lee; acepta lo que no le gusta.
8 años: usa poco los dedos; modales variables: en casa, mal; fuera, bien.
8 años: dominio total de los cubiertos; se absorbe escuchando o hablando.

VESTIDO

2 años: se quita zapatos y pantalones; coopera en el vestirse.


2½ años: puede desvestirse totalmente.
3 años: se desviste rápido; se viste parcialmente; pantalones, zapatos.
4 años: diferencia delante con detrás; se abrocha; se viste y se desviste con poca ayuda.
5 años: se viste solo completamente; dificultad en el lazo y al abrochar por la espalda.
6 años: despreocupación por el orden; poca capacidad de elección; pierde los accesorios.
7 años: mayor orden, pero no total; se distrae en esta tarea.
8 años: capacidad de elección; no sabe transar; resto del peinado total; zapatos, total.
9 años: control total.

COORDINACIÓN ÓCULO-MANUAL

2 años: construye filas sencillas o torres con cubos.


3 años: copia círculos; sabe calzarse; pintura digital.
4 años: coordinación motriz delicada; tijeras; traza el cuadrado; nuda.
5 años: corta y pega; juega con arcilla; enhebra hilos.
6 años: inicia escritura; torpeza en actos complejos; cose; colorea.
7 años: maneja herramientas.
8 años: velocidad y suavidad en la coordinación; perspectiva.
9 años: inicia dibujo esbozado.

NOCIÓN DEL TIEMPO

2 años: vive en presente; sabe esperar poco; no usa palabras de pasado.


3 años: usa adverbios de tiempo, conoce pasado, presente y futuro; espera.
4 años: conoce la hora; noción de ritmo y cadencia; concepto de mes y estación.
5 años: conoce la sucesión cotidiana; noción parcial de semana; interés por el calendario y el
reloj.
6 años: comprensión de duración; relación de actividad estacional; noción de senectud.
7 años: conoce reloj, hora y minuto.
8 años: noción y necesidad de velocidad.
9 años: puede planificar y programar en el tiempo, aunque con comprensión parcial.

TEORÍA PSICOLINGÜÍSTICA DEL PROCESO


DE ADQUISICIÓN DEL LENGUAJE

Keneth Ruder, apoyándose en la teoría de la Gramática Generativa-Transformacional de


Chomsky (1965), analiza el proceso de adquisición del lenguaje en el niño y nos habla de dos
aspectos esenciales:
a) La capacidad lingüística, que se refiere al conocimiento de la lengua por el
hablante-oyente.
b) La ejecución del lenguaje, que se refiere al uso del lenguaje o sea la aplicación
de su conocimiento en situaciones concretas.

En la etapa pre-lingüística, intervienen los mecanismos perceptuales en el reconocimiento


“grueso” de patrones del habla que desarrollan la habilidad verbal.
En su ejecución, en la etapa pre-lingüística el bebé inicia la discriminación de diferentes
patrones inflexionales, y el uso de las vocalizaciones.

Poco a poco, la capacidad verbal se va enriqueciendo con un sistema fonológico


rudimentario y el aprendizaje de las primeras palabras, que son sonidos con un contenido
significativo que requieren sus relaciones sociales.
El uso del lenguaje consiste en esa etapa, en imitación voluntaria y la formación de un
vocabulario básico.

A medida que se desarrolla la capacidad lingüística, se van adquiriendo las reglas


morfológicas de las palabras (femenino, masculino, singular, plural, etc.), las reglas fonológicas
(articulación de los fonemas), las reglas de jerarquización de las palabras (clasificación de las
mismas por su función), las reglas de transformación (que permite la formación de un número
infinito de combinaciones sintácticas) hasta alcanzar la habilidad verbal aproximada a la del adulto.

El desarrollo de la ejecución del lenguaje, conduce a través de la imitación, comprensión y


producción, a la aplicación de las inflexiones morfológicas de las palabras, el mejoramiento de la
sintaxis de la oración, y producción de diferentes estructuras jerárquicas de oraciones, al uso de las
transformaciones infinitas de estas estructuras, hasta alcanzar el sistema gramatical del adulto.

La influencia del medio ambiente lleva al niño, siguiendo un desarrollo secuencial, a


adquirir y aplicar la función social del lenguaje como lo hace el adulto.

DESCRIPCIÓN DEL DESARROLLO DEL LENGUAJE


EN EL NIÑO

Al describir cómo se desarrolla el lenguaje en el niño, trataremos de explicar cómo se van


constituyendo las diferentes etapas por las que pasa en su proceso de aprendizaje.

Tomaremos siempre en cuenta que una nueva adquisición del lenguaje no se presenta por sí
sola, sino que es el producto de las reacciones psico-fisiológicas del niño en los distintos campos de
su comportamiento, en coordinación con las fuerzas externas del medio ambiente.

Cuando el niño repite sílabas incansablemente (etapa del balbuceo), esto obedece a
procesos fisiológicos de naturaleza condicionada que se presentan a una edad en que todas las
conductas del niño tienen como base el instinto, y la influencia física ambiental hace que se
establezcan reacciones circulares condicionadas, dando por resultado el balbuceo.

Asimismo la “aparición” de una palabra, no se presenta por sí sola, sin ningún motivo, sino
que al analizar el comportamiento infantil en su aspecto motor, el conocimiento que ha logrado de
él y del mundo por medio de procesos sensorio-motrices, las características de su psiquismo propias
de la edad que vive y las condiciones ambientales que los rodean, nos daremos cuenta del por qué
ha logrado aprender esa palabra que nunca había usado con anterioridad.
MODELO DEL PROCESO PSICOLINGÜÍSTICO DEL LENGUAJE
(Según Keneth F. Ruder)

ETAPA PRELINGÜISTICA ETAPA LINGÜÍSTICA

Reconocimiento de
patrones “gruesos” Sistema fonológico Reglas Habilidad gramatical
del habla rudimentario jerárquicas aproximada a la del
adulto

Primeros sonidos
semánticos referentes a Reglas Reglas de
relaciones sociales morfológicas transformación

Reglas fonológicas

IMITACIÓN, COMPRENSIÓN, PRODUCCIÓN

Discriminación en- Imitación por Uso y desarrollo Imitación, comprensión Uso del Sistema
tre diferentes patrones reducción de la sintaxis de y producción de oracio- gramatical del
Del lenguaje la oración nes de diferente estruc- adulto.
tura jerárquica.

Vocalizaciones usando Vocabulario Uso de inflexio- Uso de las reglas


Patrones culturales de básico nes morfo- de transformación
De entonación. lógicas.

Discriminación Uso social del lenguaje


Ambiental del adulto.
Básica

Por ejemplo: en una cierta etapa de la vida del niño (18 a 24 o 30 meses) los padres suelen
iniciar la formación de hábitos de aseo y el niño, que en ese entonces ve al adulto como a un ser
superior, constantemente trata de obtener su apoyo y aprobación en todo lo que hace.

Titubea porque se siente inseguro y busca la mirada, el gesto del adulto que le indique si
estuvo bien o mal lo que hizo. Es así como el niño en esa etapa puede comprender y luego expresar
las palabras: bien-mal, bueno-malo, bonito-feo.
Las etapas que hemos establecido en relación con la evolución del lenguaje del niño, las
formamos tomando en cuenta las características de diversos comportamientos que actúan unidos
estrechamente, en las adquisiciones lingüísticas progresivas del niño.

Al hacerlo hemos tratado de destacar la característica sobresaliente de las diferentes etapas


por las que pasa el niño en su maduración, considerando que son determinantes en la evolución de
su expresión verbal.

Al consultar la escala que elaboramos, ésta puede ser útil para tener una idea de la armonía
o falta de equilibrio en la formación lingüística del niño, tomando en cuenta su edad cronológica y
sus condiciones psico-físicas; pero no hay que ser demasiado rígido; tenemos que ser
suficientemente flexibles y analíticos para tratar de comprender las causas que pueden obstaculizar
el desarrollo lingüístico del niño en un momento dado. Sólo así podremos determinar si la
deficiencia puede considerarse patológica; y en ese caso, qué factores internos o externos hay que
tratar de modificar para que la evolución lingüística del niño siga hacia delante.

Los datos en que nos hemos basado provienen de numerosos investigadores muy conocidos
por sus aportaciones en el estudio científico del niño y la psico-lingüística: Piaget, Wallon, Gesell,
Lafón, Freud, Charlotte Buhler, seguidores de Pavlov como Krasnogorsky, Berta Derman, Lyn,
Chomsky y sus seguidores y otros, además de nuestras observaciones propias.

Los ejemplos que citamos al referirnos a la evolución del vocabulario infantil,


corresponden a un medio citadino; ésta puede variar obviamente, según el ambiente social de donde
provenga el niño.

I. ETAPA PRE-LINGÜÍSTICA O PRIMITIVA


(0-12 meses)

Esta etapa es anterior al lenguaje. Por eso la denominamos así. Durante el 1er Año de
vida, el niño no puede aún comunicarse por medio del lenguaje, su comprensión es aún muy vaga o
imprecisa y su expresión se limita a balbuceo, risa, llanto y a la emisión de sus primeras palabras,
que logra al final de este período.

Su comportamiento y expresión pre-lingüística son primitivos, predominando sus


reacciones instintivas, motivo por el cual podemos calificar con este adjetivo a la etapa que
comprende los 12 primeros meses de la vida del niño.

En esta etapa podemos hablar de dos aspectos del desarrollo verbal antecesores a la
palabra:
1) La vocalización, el llanto, el grito, la risa, el balbuceo espontáneo y el balbuceo
imitativo.
2) La reacción refleja al sonido, la discriminación auditiva gruesa, la discriminación
global del significado afectivo-emocional guiándose por la entonación de la voz.

I.I. DESARROLLO DE LA VOCALIZACIÓN

El niño en el momento de su nacimiento es un ser desvalido o indefenso, que requiere los


cuidados de su madre para satisfacer sus necesidades más apremiantes y poder subsistir.
Sus primeros movimientos, al igual que los primeros sonidos que emite son desorganizados
y sin propósito y funcionan a nivel de reflejos primarios (excitación-respuesta) para la conservación
de su vida.

Su llanto expresa disconfort, necesidad de algo que él mismo no sabe qué es. Su madre
intuye si necesita alimento, si se encuentra en una postura incómoda, si está “mojadito”, etc.
Ha medida que sus reacciones sensorio-motoras se hacen más complejas al intervenir la
sensibilidad propio-ceptiva, táctil y otras, su llanto se va diferenciando y su madre puede reconocer
entonces por qué llora su hijo: si es por hambre, o porque esté “mojadito”, porque le duele algo o
porque está incómodo.

De esta manera el llanto, el grito inarticulado, impreciso, cumple con la función de salvar
su existencia; es una llamada de auxilio que indica a su madre que él necesita algo.
Al mismo tiempo, desde el momento que nace, succiona, mama, deglute, y luego mastica,
sopla, absorbe.
Estas actividades que tienen por objeto alimentarlo y conservar su vida, van a proporcionar
una ejercitación motriz previa a los órganos de la articulación.
Desde su nacimiento succiona; al hacerlo, sus labios jalan con fuerza, los lados de la lengua
rodean el pezón y sus músculos linguales empujan la leche hacia su garganta, mientras su
mandíbula se mueve con un ritmo coordinado.

La repetición continua de este acto, deja registros en la corteza cerebral, hasta que se
constituye una fórmula motora diferenciada para su realización.
Este funcionamiento sensorio-motor, que se encuentra aún en la etapa de la movilidad
refleja, se ve nutrido por la sensibilidad propio-ceptiva, vibratoria y táctil de los órganos bucales.

Frecuentemente cuando se encuentra en una actitud de bienestar fisiológico, repite


involuntariamente los movimientos que tanto placer le producen al satisfacer sus necesidades
alimenticias (succión y deglución) y, al combinarse con los movimientos respiratorios, emite
sonidos inarticulados, eructos, gorgoritos.

Este inicio de “vocalización” se alimenta en un principio por la sensibilidad propio-ceptiva,


vibratoria, táctil y gustativa de los órganos bucales y, al intervenir la audición (hacia los 8 meses)
que permite al bebé darse cuenta de los sonidos que emite, se consolidan los movimientos
musculares que los producen y poco a poco se van haciendo más precisos por la acción de los
analizadores corticales.

Así explica Berta Derman cómo se forman los “estereotipos fonemáticos” o fórmulas
mecánicas sensorio-motrices que rigen la producción de los fonemas, partiendo de circuitos motores
primarios.
Podemos establecer una comparación de la evolución de la motricidad de los órganos
bucales que corre paralelamente para cumplir sus necesidades alimenticias y para proporcionar la
habilidad sensorio-motriz indispensable en su producción fonemática.

I-I a) DESARROLLO DE LA MOTRICIDAD DE LOS ÓRGANOS


BUCALES EN LA ALIMENTACIÓN

Apoyándonos en datos de Dorothy Unger y Gesell, a los 2 o 3 meses el bebé empieza a


tomar sólidos, como cereales, patatas y frutas hechas papilla. Aprende a tomar alimentos en el
tercio anterior de la lengua y de ahí, mediante la acción de los músculos linguales, los lleva hacia
atrás para poder tragarlos.

A los 4 meses ya come vegetales ligeramente prensados y a los 6 ya puede comer


alimentos más consistentes. Cuando empieza a ingerir alimentos semi-sólidos, puede sofocarse con
la comida que llega a la faringe; pero generalmente a los 7 meses la coordinación de la lengua y
faringe está tan adelantada que no surgen dificultades en la ingestión de los alimentos de mayor
consistencia. Poco a poco empieza a masticar y a los 8 meses ya puede morder un trozo de galleta,
masticarlo y deglutirlo.

En el recién nacido, al introducir cualquier objeto en su boca, esta estimulación provoca


movimientos reflejos de abertura y cerrazón de mandíbulas y succión, participando conjuntamente
labios y lengua. En esta etapa el bebé no distingue los objetos alimenticios de los no alimenticios.
Pero este reflejo es normal en el recién nacido; su ausencia puede indicar una disfunción
neurológica.

La desaparición de este reflejo, mediante un control inhibitorio resultado de su evolución


sensorio-motriz que le permite diferenciar los objetos alimenticios de los que no lo son, se establece
generalmente entre los 7 y 11 meses de edad.

El aumento de la tonicidad y control de labios, lengua y mandíbula, hace que el control del
flujo salival empiece a mejorar desde los 10 meses y al final del primer año el babeo prácticamente
ha desaparecido.

A esa edad empieza a beber de una taza y, aunque no tenga dientes aprende a mascar y
remoler los alimentos con su lengua y encías.
De 14 a 15 meses ya puede morder y jalar un pedazo de pollo desprendiéndolo del hueso,
morder una zanahoria cocida o un vegetal suave. Todavía no puede tomar líquido con popote, sino
que usando su mamila.

A los 18 meses la masticación y movimientos orales ya están bastante diferenciados y


coordinados. El niño necesita solamente integrar los patrones que dominan su habilidad manual
para poder comer solo y, posteriormente, adquirir los modales de mesa de acuerdo a sus exigencias
sociales.

I-I b) DESARROLLO FONEMÁTICO

La diferenciación sensorio-motora de los órganos bucales facilita la precisión articulatoria,


llegando a producir sonidos vocálicos (alrededor del primer mes) y poco a poco voces labiales y
guturales que produce al repetir espontáneamente los movimientos de succión y deglución,
coordinándose rítmicamente con la función respiratoria.

Los sonidos labiales se producen asociados a la succión y los guturales a la deglución y el


eructo.
Las investigaciones de Krasnogorsky sobre la actividad nerviosa superior, destacan la
rapidez de las conexiones condicionadas y demuestran también que la falta de reforzamiento
provoca fácilmente su extinción; y existe una gran facilidad para su restauración. Es decir,
extinguen y restablecen con gran facilidad.
Taine explica que los niños imitan los sonidos que ya habían producido en su balbuceo
espontáneo; pero de éstos sólo conservan los que forman parte de la fonética de la lengua, por el
reforzamiento auditivo que reciben a la vez que se van despojando de los sonidos no reforzados por
un proceso de inhibición.

Entonces hay sonidos dominantes y otros ocasionales. Los dominantes son los que están
reforzados por la actividad muscular y la reiterada repetición auditiva. Los ocasionales son los que
el niño produce eventualmente y luego se extinguen por la falta de reforzamiento.

Generalmente el orden de aparición de las voces emitidas por el niño es el siguiente:


primero los sonidos vocálicos a, e, u, o, i; luego sonidos labiales m, p, b; luego los guturales g, k, y
poco a poco va logrando otros fonemas como: d, t, n, j, y después del año, ch, ñ, s, f, l, r, rr.

La producción fonemática propiamente dicha se inicia en el momento en que el niño


articula la primera palabra. Antes de esto, todos sus intentos de producción vocal son considerados
como “pre-fonemas”.

De esta manera queda patente la relación tan estrecha que existe entre el sistema fonológico
y el integrador superior verbal.

Macarthy afirma que a los 29-30 meses el niño ha adquirido 27 de los 35 fonemas del
adulto (del habla inglesa) y que las consonantes que se encuentran en posición inicial en la palabra
predominan sobre las finales.

A esta edad se observa en el niño lo que se conoce como “ecolalia fisiológica”, que
consiste en repetir automáticamente lo que oye, reforzando sus estereotipos fonemáticos.

DESARROLLO DE LOS NIVELES DE AUDICIÓN

Las primeras reacciones al estímulo sonoro son de tipo reflejo, igual que todo su
comportamiento extra-uterino. Las respuestas al sonido pueden ser: llanto, movimientos
involuntarios generales, movimientos involuntarios específicos, y poco a poco cesación de
actividad, susto, sorpresa, risa, agrado, molestia, parpadeo, desviación de la mirada, imitación,
negación, asentimiento.

De esta forma, gradualmente se va dando cuenta de la presencia y ausencia de sonido.


Generalmente a los 8 meses establece el “feed back” auditivo, proceso automático de
retroalimentación que regula la emisión vocal por medio del oído. Este proceso impulsa el
desarrollo de la vocalización del bebé y lo conduce poco a poco al balbuceo imitativo.

Cuando el niño es sordo, al llegar a esta etapa detiene su desarrollo vocal, precisamente
debido a la falta de audición.
La evolución de sus respuestas al sonido lo conducen a localizar la fuente sonora, a
experimentar y producir sonidos voluntariamente, a imitar los sonidos que escucha, a responder a la
música con vocalización, a “hablar” a sus juguetes, “hablar” o reír con su madre.

La discriminación auditiva gruesa se inicia por el reconocimiento de la voz materna,


asociándola a una sensación de bienestar fisiológico causada por la satisfacción inmediata de sus
necesidades.
La comprensión del lenguaje se inicia por la asociación del contenido afectivo y
emocional del discurso según la inflexión y entonación vocal del hablante.

La expresión fisonómica del niño refleja una reacción adecuada de gusto o enojo según el
tono en que se le habla; así, un bebé llora ante un tono de regaño, aunque aún no pueda comprender
el significado de las palabras aisladamente.

Esto es lo que el profesor Peinado Altable denomina “efecto diferenciado”, que es una de
las etapas previas a la comprensión verbal. Y antes de ésta se refiere al “efecto indiferenciado”, que
se refiere a las primeras reacciones del niño a la voz humana sin asociarla a ningún contenido.

DESARROLLO PSÍQUICO

En el periodo neo-natal (de 0 a 3 ó 4 meses), su comportamiento general es regido por la


líbido.
No distingue a su madre como algo separado de sí mismo, ni tiene tampoco el concepto de
sí mismo.
Las experiencias de los primeros meses son registradas en el inconsciente; por lo que la
salud futura del niño depende de la inmediata satisfacción de sus necesidades vitales en los
primeros meses de su existencia.

En el estadio oral (de 3-4 meses a 12-18 meses), la madre contribuye al desarrollo de la
líbido al acariciarlo y prodigarle cuidados, mecerlo, cogerlo en los brazos.
Su maduración biológica y su desarrollo perceptivo-motor logra que empiece a distinguirse
de su madre (8 meses).

Entonces empieza a desarrollar el sentido de la realidad e intenta manejar a su madre por


medio de gestos “mágicos”, como una sonrisa, un lloriqueo.

La madre, al comunicar en alguna forma al bebé ideas de aprobación y desaprobación,


logra el inicio de sus relaciones afectivo-emocionales que permiten el desarrollo de la comprensión
verbal (a nivel de “efecto diferenciado”), a la vez que puede imponer ya un sello inflexional a su
vocalización para expresar satisfacción, bienestar, malestar o inconformidad.

Explora su cuerpo, algunas partes del cuerpo de su madre y el medio ambiente, usando
sobre todo su boca; ésta es la razón por la que a esta etapa del desarrollo psíquico infantil se le
llama “estadio oral”.

La suficiente estimulación física (visual, auditiva, táctil, perceptivo-motora) y afectivo


emocional, que le brinde una sensación de seguridad y confort, disminuyendo su tensión muscular,
impulsan su desarrollo psicofísico, intelectual y verbal.

Al iniciar el conocimiento de su cuerpo y de su mundo ambiental, va formando las


asociaciones sensorio-motrices que conducen a la conexión de la forma sonora de las palabras con
su concepto, iniciándose su desarrollo verbal propiamente dicho.

Generalmente la primera palabra que comprende es su nombre, y a las 40 semanas da


signos de ello, volteando cundo lo llaman. A los 10-12 meses el desarrollo de su comprensión le
permite señalar algunas partes de su cuerpo y objetos de uso común e inicia la expresión de las
primeras palabras, que generalmente son: mamá, papá.
El hecho de poder expresar estas palabras significa que inicia su despertar a la conciencia,
a la noción de sí mismo y de sus seres queridos, más ligados a él física y emocionalmente.

II. ETAPA INICIAL

(De 12 a 24 meses)

En esta etapa, se inicia la evolución del lenguaje desde la emisión de las primeras palabras
hasta el uso de las primeras palabras hasta el uso de las primeras combinaciones sustantivo-verbales
o sustantivo-adjetivales, con las que ya trata de comunicar ideas.

La subdividimos en 2 períodos:

II. a) Edad de la locomoción (12-18 meses)


En esta etapa es muy importante la adquisición de la locomoción, pues al poder trasladarse
de un sitio a otro, a la vez que le va a dar oportunidades de conocer su mundo ambiente, la
separación de su madre le ocasionará desajustes y conflictos en su psiquismo, que contribuyen a su
desarrollo verbal.

A esta edad el niño logra el control de esfínteres, la bipedestación, la locomoción y lo


enfrenta a medidas disciplinarias impulsadas por el ¡no!, ¡no! de la madre.

La locomoción permite la separación activa madre-hijo y predomina la ansiedad que


provoca tal separación.
El ego inicia el sentimiento de autonomía. El concepto de su imagen corporal se define
con más claridad, así como su nombre y el nombre de sus familiares. Considera a todos los objetos
como vivos y animados y les confiere “poderes mágicos”.

El desarrollo de su nivel de audición le permite la discriminación de sonidos, ruidos y


voces, por el conjunto de sus características acústicas con las cuales eleva su nivel de comprensión.
En todo momento denota una gran energía y deseo de estar continuamente activo, es ambivalente en
el afecto y enojo y se deja llevar por sus emociones e impulsos. Su expresión verbal coincide con
las características de este estadio, por lo que predominan los vocablos interjeccionales y
exclamaciones imperativas, que acompañan frecuentemente a la acción.

II. b) Edad del titubeo (18-24 meses)


En este período de la vida del niño, en su comportamiento general se observa inseguridad y
titubea en casi todo lo que hace.
Sus equivocaciones frecuentes, hacen que constantemente busque el juicio crítico del
adulto para saber si lo que hizo estuvo bien o mal hecho.
En su expresión verbal, el comportamiento de ensayo-error se revela en las equivocaciones
que a veces comete al elegir las palabras, confundiendo su significado.

En este estadio, pues, su comprensión y expresión verbal aún es torpe, insegura, titubeante.
Su vocabulario se enriquece en proporción a su conocimiento de sí mismo y del mundo.
Crece el sentimiento de autonomía de su “Ego” y se ubica socialmente en su familia. Se
identifica como niño o niña, y las aptitudes de los padres le hacen saber si es bueno o malo, limpio o
sucio. Siempre procura su aprobación y ve al adulto como a un ser superior dotado de poderes
mágicos.
Empieza a desarrollar el concepto de los valores y pertenencia de las cosas, con los
conceptos de dar y pedir.

Su actividad constante es la causa del desarrollo de su vocabulario según el resultado de


sus exploraciones y andanzas.
Puedes señalar cada vez un mayor número de objetos familiares, como: mamila, sonaja,
pelota, taza, zapato, coche, avión, perro, caballo, pantalón, suéter, calcetines, gorro, etcétera.
Partes de su cuerpo, como: boca, mano, pie, ojos, orejas, nariz, pelo.
Identifica canciones infantiles y vocaliza cuando las oye acompañándolas de los gestos y
acciones que les son correspondientes.

Puede ejecutar órdenes que requieren la comprensión de algunos verbos de naturaleza


concreta como: toma, dame, mira, oye, ven, come, sube, baja, etc.

Se inicia la comprensión de algunos adjetivos como: feo, bonito, bueno, malo, limpio,
sucio y la noción de pertenencia con el “mío”.

En su expresión verbal, se observan errores en la conexión de la forma acústica de la


palabra (el significante) con su concepto (el significado). Es decir a veces emplea mal las palabras
por una extensión errónea de su significado.

Estas confusiones pueden atribuirse a una similitud general de la situación vivida, a la


similitud de ciertos aspectos particulares, a la transferencia de uno objeto a otro, etc.
En este estadio es normal, por ejemplo, que un niño confunda “leche” con “vaso”, “perro”
con “gato”, “mesa” con “silla”, etc. El concepto de “pelota” lo puede extender a todos los objetos
redondos que se pueden aventar, como una manzana, una naranja.

Romanes relata el caso de un niño que aprendió el concepto de la palabra pato y al ver un
águila la llamó “pato” también y después de varios días, al ver el águila en la cara de una moneda,
transfirió el concepto de “pato” a la moneda.

Todas estas conductas de ensayo-error siguen ubicando al niño en el estadio del titubeo, en
que se siente inseguro de lo que hace y trata de imitar al adulto que representa para él la imagen de
la perfección.

Cuando habla, constantemente busca la aprobación del adulto y espera su reacción para
saber si pudo darse a entender como eran sus deseos. De esta manera, la aprobación del adulto se
traduce en un “reforzamiento social” que alimenta el reflejo condicionado que fija los procesos
automáticos o estereotipos verbales de las palabras, por medio de su repetición, lo que contribuye a
formar las “zonas corticales de asociación”.

Cuando no consigue la aprobación del adulto, la fórmula verbal que falló en el proceso de
comunicación se extingue y sólo perduran las expresiones que han sido suficientemente reforzadas
por su repetición y por el premio social de los oyentes.

El aprendizaje de las palabras exige el desarrollo de la memoria auditiva, la evocación de


vivencias anteriores, y la afinación de la discriminación fonémica.
Empieza a usar el artículo y las primeras combinaciones sustantivo-verbales y sustantivo-
adjetivales. A veces crea nuevas palabras según el nivel de desarrollo de su lógica.
Su noción de identidad y el conocimiento de su mundo circundante es la fuente que
impulsa el desarrollo de su vocabulario, y las características psíquicas propias del estadio del
titubeo, detienen un poco el desarrollo de su expresión.

A veces parece haber una regresión o estancamiento en la evolución lingüística pero esto
sucede porque las nuevas posibilidades ganadas hace que se enfrente a dificultades mayores y,
como los fenómenos lingüísticos no se presentan aislados, sino que forman parte de sistemas bien
estructurados, la aparente detención del desarrollo verbal es falsa; en realidad el niño sólo está
almacenando, está perfeccionando sus conceptos verbales, preparándose para alcanzar una etapa
superior.

III.Etapa de estructuración del lenguaje


(De 2 a 7 años)

Es en el transcurso de este período de la vida del niño, cuando éste alcanza el dominio del
lenguaje para poder utilizarlo en sus adquisiciones futuras en el terreno del aprendizaje escolar y del
razonamiento intelectual, así como en su comunicación social.
La estructuración del lenguaje abarca una etapa larga (de los 2 a los 7 años de edad) que
podemos subdividirlo en tres períodos:

III. a) La edad de la imitación (De 2 a 3 años)


A esta edad la imitación es muy importante en el desarrollo lingüístico infantil, pues es la
fuente de la evolución implícita en el juego simbólico, además de ayudar al establecimiento de los
patrones auditivo-motores secuenciales que exige la formación de los estereotipos verbales.

El niño ya imita desde fechas anteriores, pero es hasta esta edad cuando se desarrolla al
máximo esta habilidad, lo cual repercute en su aprendizaje del lenguaje, ayudándolo a superar sus
dificultades anteriores al aplicar palabras según su contenido conceptual.

Según Piaget a los 2 años se inicia el estadio de inteligencia pre-operatoria, en el que se


consolidan regulaciones afectivas y reacciones circulares terciarias que permiten coordinaciones
viso-manuales, auditivo-fónicas, visoauditivas, etc.

Los conceptos verbales se afirman por conducto de la evocación, la imitación, y el “juego


simbólico”. Este consiste en la representación de hechos ocurridos con anterioridad por medio de
ademanes y gestos que asumen ya un contenido simbólico. Por ejemplo, cuando un niño junta sus
manos y en ellas inclina su cabeza “como si durmiera”, está representando en una forma simbólica
la acción de “dormir”. Es decir, en cierta forma, el juego simbólico equivale a “hacer como si
estuviera…” (durmiendo, comiendo, bañándose, etc.), o recordando hechos anteriores que él
representa por medio de alguna acción.

El desarrollo de la memoria y la imitación constituyen la base de la evolución del juego


simbólico, el cual conduce poco a poco a la adquisición del signo verbal.
La diferencia entre símbolo y signo es que el primero es arbitrario y no es producto de un
aprendizaje, en tanto que el signo verbal o palabra, es un convenio general que se adquiere por
medio del aprendizaje.

Durante el juego simbólico, cada niño impone sus propias reglas, en tanto que cuando
aprende el lenguaje tiene que aprender un código impuesto por la generalidad del ambiente social.
El signo verbal es el “segundo sistema de señales” según los seguidores de la teoría
Pavloviana. Esto significa que los estímulos físicos se constituyen en “un primer sistema de
señales” que provocan el funcionamiento nervioso de los circuitos primarios y secundarios y se
logra poco a poco la inhibición refleja, el control sensorio-motor y la adquisición de funciones
superiores que regulan el comportamiento humano a un nivel superior.

La palabra oral es la señal de la señal física; es decir, reemplaza a los objetos físicos,
constituyendo el segundo sistema de señales que permite la autorregulación de la conducta y eleva
el pensamiento a nociones abstractas que pueden romper los límites del mundo físico.

Desde el punto de vista del desarrollo psíquico infantil entre los 2 y 3 años se encuentra en
una etapa preformativa el Super-Ego, por medio del ¡no!, ¡no!, de la madre, la adquisición paulatina
de las reglas de higiene, el mejor dominio de sí mismo y el inicio de la idea de limpieza, orden,
puntualidad, derechos de propiedad, justicia e injusticia. Es decir, en la formación de la escala de
valores se parte de lo fisiológico a lo abstracto, lo cual no sería posible sin la existencia de la
palabra.

La superación de sus posibilidades expresivas exige un mejor control auditivo-fónico que


le permita alcanzar un nivel de integración fonémica acorde a la estructura interna de la palabra. El
desarrollo de estos procesos se apoya en el funcionamiento de los estereotipos verbales alimentados
por la acción decisiva, del ambiente físico y social.

La afirmación de los estereotipos verbales exige una mejor motricidad de los órganos
fonatorios y un nivel de discriminación fonémica más fino: el niño ha de distinguir diferencias
mínimas de velocidad, ritmo acentuación e intensidad, que requieren una mayor posibilidad de
atención y concentración para que pueda regular su actividad motora en el habla.

A esta edad, el niño no puede alcanzar tal grado de perfección articulatoria; aún comete
errores que restan inteligibilidad a su expresión. El porcentaje de inteligibilidad verbal a esta edad
se calcula de un 75 a un 90%. Como ejemplos de los errores de integración fonética que suele
cometer el niño de esta edad podemos citar los siguientes:

Contaminación (sísica por música).


Vocales por semivocales (pe por pie).
Oclusivas por continuas (lete por leche).
Sonoras por sordas (potón por botón).
Labiales o dentales por guturales (tafé por café).
Asimilación (truz por cruz).
Vibrantes por laterales (Lobelto por Roberto).
Metatesis (salo por lazo).
Elisión u omisión de r, l, n, s finales (moto por motor, perro por perros, come por comen).
Elisión de r y l en las diconsonantes (tompo por trompo).

En su conducta, aún se observa implicación de lo afectivo y lo intelectual y pensamiento


egocéntrico, caracterizado porque él se siente el centro de su mundo y todo gira a su alrededor. En
su expresión verbal se ven reflejadas todas sus adquisiciones logradas a través de su desarrollo
neuro-motor, intelectual y psíquico:

Empieza a diferenciar los modos y tiempos verbales, lo que significa que es más consciente
de sus acciones.
Declara su sexo con facilidad.
Contesta a preguntas sencillas.
Ya usa el artículo y empieza a usar algunos pronombres como mío, mi, tu, yo.
Usa algunos adverbios y adjetivos, lo cual significa que su conocimiento del espacio y el
tiempo sigue su desarrollo ascendente; por lo tanto ya usa términos como: adentro, afuera, mete,
saca, por arriba, abajo, etc., y empieza a clasificar objetos por ciertas características como forma,
color, tamaño, ya nombra el parentesco de algunas familiares como: tío, tía, abuelito, etc.

Suele hablar de sí mismo en tercera persona, con el siguiente ejemplo. Dice: “Pepe jala un
carrito” en lugar de “yo jalo un carrito”.
El soliloquio es un canto; repite porque le gusta, los “clichés” o patrones sonoros rimados,
que son la base de la estructura sintáctica de la oración.
Relata sus experiencias en presente; aún no identifica el pasado.
Poco a poco, según su madurez neuro motriz, irá empleando el plural y singular
apropiadamente, a la vez que se inicia en la noción de cantidad.
Estructura oraciones de 3 o 4 palabras.
Expresa el “no” para indicar que se ha dado cuenta del contraste de dos cosas.
Expresa deseos e inicia el control social.
Da su nombre completo, juega con el lenguaje, le gusta el cuchicheo.

III. b) Edad pre-escolar: de 3 a 5 años


Creemos que lo más importante en el niño de esta edad es su preparación para el
aprendizaje escolar.
Aún cuando no tenga la oportunidad de asistir a un jardín de infantes, su maduración
neuromotriz le va a permitir adquirir los conocimientos previos a la lecto-escritura.

Para que el niño esté capacitado para aprender el tercer sistema de señalación constituido
por el lenguaje gráfico, es necesario que pueda hablar correctamente, lo cual significa poseer un
vocabulario y estructuración gramatical suficientes en relación al conocimiento que tiene hasta este
momento de él mismo y de su mundo circundante.

La base innata sintáctica que posee el niño normal hace posible el enriquecimiento del
lenguaje a pasos agigantados, lo cual lleva consigo el desarrollo de las posibilidades infinitas de
transformación del enunciado.
El significado propio y figurado de las palabras y frases ha de ser asimilado por el niño
para que pueda usar la lengua de una manera similar a la del adulto.
El realismo intelectual, aún sin razonamiento, se ve reflejado en su expresión verbal, en el
que predomina un vocabulario a nivel concreto.

El lenguaje rige su acción. Frecuentemente habla para sí mismo. Es la etapa del


“monólogo individual y el monólogo colectivo”, expresión esta última que parece paradójica pero
no lo es; está indicando el hecho de que el niño de esta edad suele hablar para sí mismo aunque se
encuentre en un grupo de niños; de tal forma que cada quién habla y actúa por su cuenta, sin tomar
en cuenta a los otros.

Esto es debido a que el pensamiento del niño de esa edad aún conserva el egocentrismo que
está rigiendo su comportamiento.
El desarrollo psíquico de los años pre-escolares sitúa al niño en el estadio “fálico”, con la
intervención predominante de la líbido que refuerza la zona “fálica” (el pene y el clítoris). A esta
edad se puede desarrollar el complejo de castración debido al tabú universal en relación con la
masturbación infantil, aunque los padres intelectualmente acepten como normal este
comportamiento en este estadio del desarrollo infantil.

También se puede desarrollar el complejo de Edipo porque el niño siente que su padre es
un competidor al amor de su madre. Sus fantasías e impulsos agresivos van dirigidos contra él.
Pero a la vez el niño quiere a su padre, necesita su afecto y su aprobación y esto ocasiona conflictos
afectivo-emocionales en relación con sus padres.

En la niña también se pueden suscitar los mismos problemas de relación pero a la inversa;
esto es el complejo de Electra, que nace de un sentimiento de agresión contra la madre y deseos
sexuales hacia el padre.

Estos conflictos de sus pensamientos desarrollan exageradamente su pensamiento


“mágico” para poder obtener tranquilidad. Pero aún así se observa conducta ambivalente en sus
relaciones sociales con su padre y madre.

Los conflictos psíquicos que vive, aunados al máximo desarrollo de habilidades


perceptivo-motoras, explican fácilmente los logros lingüísticos que alcanzan a esa edad.
Evoluciona su comprensión a niveles más abstractos.
Puede clasificar un grupo y subgrupo de objetos guiándose por una percepción cada vez
más fina, que le permite distinguir diferencias y semejanzas más sutiles.

Se afirma la conciencia de sus acciones, y por ende mejora el manejo de los verbos y la
construcción gramatical de la oración.
Se da cuenta de la presencia de las cosas aunque estén ocultas a su vista: por ejemplo si se
le enseña una estampa de unos patos nadando en un lago, se le puede preguntar: ¿Dónde estás las
patas de los patos?, esperando que él conteste: “Debajo del agua”.

Ya puede completar con la imaginación figuras incompletas, lo cual a su vez entraña el


concepto de un verbo de naturaleza abstracta como lo es la palabra “falta”.
Al lograr una comunicación verbal más correcta, ya tiene más posibilidades de relacionarse
socialmente con los otros e interesarse en lo que hacen.
Hay una etapa de la vida de un niño en que continuamente pregunta “¿por qué?”, con lo
cual parece indicar su interés inquisitivo para buscar la causa de los hechos. Según investigaciones
recientes en niños de corta edad, se ha demostrado que el niño pregunta “¿por qué?” debido a que
no entiende con claridad el concepto que encierra esta pregunta. Por eso vuelve a repetirla una y
mil veces más; pero si un adulto le hace la misma cuestión, no sabe qué responder.

Hasta que ya ha llegado el momento en que comprende el significado de esta pregunta,


deja de usarla con tanta insistencia y la incorpora en su bagaje verbal, usándola correctamente en la
conversación cotidiana. Al lograr tal avance, éste tiene una gran significación en el desarrollo de la
lógica y razonamiento.

El desarrollo del pensamiento “mágico” impulsa la imaginación infantil, que en esta etapa
parece desbordarse desde el punto de vista del lenguaje, y lo introduce en el nivel abstracto, en el
mundo de lo intangible.

III. Integración de la articulación


(De 5 a 7 años)
Es en esta etapa cuando el niño logra perfeccionar su articulación porque ya va precisando
las asociaciones auditivo-fónicas indispensables en un habla clara e inteligible.

Desde el punto de vista social, pasa del monólogo colectivo que describimos en la etapa
anterior, al lenguaje socializado, que puede cumplir ya su misión como medio de comunicación
interpersonal.

A la edad de 6 a 7 años, como dijimos antes, su articulación ya se encuentra dentro de los


límites normales comunes a la generalidad del medio social.

La amplitud de su vocabulario revela las adquisiciones que ya ha logrado desarrollar en


relación a su noción corporal, espacial, temporal, ritmo, coordinación ojo-mano, viso espacial,
gnosias visuales, táctiles, etc. La conciencia de diferencias y características sutiles de las cosas y su
progreso intelectual que lo va conduciendo al mundo del razonamiento, la lógica y la abstracción
mental.

Por lo tanto ya utiliza términos que definen la posición en el espacio (arriba de…, debajo
de…, encima de…, enfrente…, detrás de…, en medio …, junto a…, opuesto a…, etc.); los nombres
de otras partes del cuerpo (mano, codo, hombros, espalda, cuello, nuca, rodillas, tobillos, muñecas,
cintura, cadera); vocablos que se refieren al tiempo (rápido…, lento…, hoy…, ayer…, mañana, días
de la semana, etc.); la idea de direccionalidad (que se expresa con términos como: derecho, de
arriba hacia abajo, en línea recta, a la misma distancia, en proporción a…, etc.); en relación a las
gnosias visuales los términos más usuales se refieren a conocimientos de algunas formas
geométricas (cuadrado, círculo, triángulo), las diferencias de posición en relación a otros objetos,
etc. El afinamiento de las gnosias auditivas, especialmente la memoria auditivo-secuencial es de
vital importancia para lograr la discriminación fonémica que requiere el aprendizaje de la lecto-
escritura. En condiciones óptimas, antes de que el niño inicie su aprendizaje escolar debiera ser
capaz de analizar y sintetizar palabras oralmente, aunque no conozca las letras. Por ejemplo, el
maestro le dice una palabra sencilla, cortándola en letras: “m-a-m-a” y luego le pregunta: si juntas
los sonidos, ¿qué oíste?, ¿qué palabras formas?, para que el niño conteste. “mamá”.

La dificultad de este tipo de ejercicios, así como la torpeza en la articulación a esta edad,
puede repercutir después en dificultades en el aprendizaje de la lecto-escritura.
Su construcción gramatical y vocabulario son suficientes ya para comunicarse con los otros
pero aún son susceptibles de mejorarse en su calidad, según el nivel de sus adquisiciones futuras en
el terreno cultural e intelectual.

IV. Edad Escolar


(De 7 a 13 años)

La estructuración del lenguaje, articulado prepara al niño para próximas adquisiciones


futuras:
a) El lenguaje escrito y el aprendizaje escolar.
b) Desarrollo de la lógica y la operación concreta para dirigir la evolución de su lenguaje
hacia la abstracción mental, paralelamente con la evolución de su pensamiento.

El lenguaje oral, una vez establecido, permite el desarrollo del pensamiento y luego será
éste el que facilite la evolución del lenguaje a niveles más altos.
El dominio de la simbología gráfica por medio de la cual podemos plasmar las ideas
usando un “tercer sistema de señalación”, completa el ciclo de circuitos nerviosos que controlan el
lenguaje, pues el conocimiento de las letras permite al niño formar las conexiones auditivo-fónico-
gráficas de cada una.

La evolución neuromotriz del niño corre paralela junto con su desarrollo intelectual y las
adquisiciones culturales que obtiene en la escuela a través de la lecto-escritura.
Su evolución verbal la podemos explicar en relación con su desarrollo neuromotriz y
cultural.
En esta etapa se logra la consolidación de la noción corporal, llegando a la abstracción
mental de todos sus movimientos y posturas. Igualmente se consolidan sus nociones espaciales,
temporales, táctiles, propioceptivas; se afina su discriminación fonémica, la memoria auditivo-
secuencia, gnosias visuales, la noción de perspectiva, etc., y su expresión verbal ha de permitirle
manifestar todos los conceptos que ha logrado establecer.

Al asistir a la escuela, el niño amplía su vocabulario paulatinamente según la información


que recibe. Así podemos referirnos al manejo de términos como: regla, transportador, compás,
termómetro, clima, atmósfera, altitud, latitud, densidad, orografía, hidrografía, épocas de la historia,
acontecimientos históricos importantes, etc.

Al mismo tiempo aprende muchos términos abstractos que son la base del cálculo y
razonamiento intelectual y van a ayudarle por ejemplo, en la comprensión de la moraleja de una
fábula, al interpretar refranes, a establecer críticas basadas en juicios inductivos o deductivos que
poco a poco lo van introduciendo en el mundo de la ciencia y la introspección.

En el centro de Epistemología de Ginebra, Suiza, dirigido por Piaget, se han hecho


investigaciones sobre la relación entre lenguaje y pensamiento y ya han obtenido conclusiones
importantes, tales como: Es el pensamiento el que guía la evolución de la estructura gramatical de la
oración; y en cambio el desarrollo del lenguaje no actúa en el desarrollo del pensamiento. Al
respecto se puede citar la experiencia siguiente: Un niño del estadio pre-operatorio (edad
preescolar) al comparar dos lápices, uno corto y grueso y otro largo y fino, dirá: “uno es largo, uno
es corto, uno es fino, y uno es grueso”.

Un niño del estadio operatorio formal dirá: “Uno es corto y grueso y otro es largo y fino.”
Esta es una estructura bipartita.
El nivel operatorio se puede valorar con la prueba de conservación de líquidos:
Se emplean dos vasos: uno corto y grueso y otro largo y angosto. En uno de ellos se vierte
agua coloreada y a la vista del niño se vierte en el otro y se le pregunta en cuál vaso había más agua.
Si comprende que era la misma cantidad aunque el nivel de altura sea diferente, esto indica que su
pensamiento se encuentra en el estadio operatorio porque ya está logrando la noción de
reversibilidad.

Esta noción es muy importante en la evolución del lenguaje y pensamiento infantiles, pues
le permite establecer las relaciones de oposición contraste y sucesión de hechos en el espacio y el
tiempo.
En cuanto a la utilización de los adverbios, cuando aún no hay reversibilidad, la pregunta
“¿cuándo?”, se contesta “ahora” porque no hay una relación de acontecimientos sucesivos. A veces
sólo usa una “Y” para indicar sucesión.
Cuando ya hay reversibilidad aparecen adverbios y conjunciones que indican
subordinación.
Los tiempos de los verbos evolucionan de la siguiente manera: Cuando hay ausencia de
reversibilidad los niños simplifican los enunciados y en la repetición inmediata usan los verbos
igual.
En un segundo nivel, cuando ya adquirieron la noción de reversibilidad, los tiempos de los
verbos adquieren su valor relacional.
En un tercer nivel de conservación, los niños empiezan a elaborar la noción del tiempo
relativo y se perfecciona la conjugación verbal.

Estas experiencias demuestran que la elaboración de la sintaxis es progresiva y hay un


orden en su adquisición, ligado a la evolución del pensamiento.
Los problemas psíquicos típicos del adolescente también repercuten lógicamente en su
acervo lingüístico, y aumenta notablemente en conceptos abstractos.

De esta etapa, el joven analiza su comportamiento y critica a los otros, especialmente a sus
padres, que ya dejan de ser los gigantes super-hombres “que representaban la perfección de todo
sentido”. Ahora ya los juzga como humanos que son, analiza sus acciones y se torna rebelde,
independientemente, a veces agresivo.

Es la época también de los ideales que emanan del deseo de alcanzar la perfección. A la
vez, la diferenciación biológica de las características propias de su sexo despiertan su líbido y el
deseo sexual.

Estos conflictos ocasionan conductas ambivalentes y desequilibrio emocional que los lleva
sin aparente razón de la melancolía a la euforia, hasta que vuelven a encontrar de nuevo ese
equilibrio que los conduce a la madurez emocional.

V. Etapa de la abstracción e introspección


(De 12-13 años en adelante)

En esta etapa la evolución lingüística depende del nivel cultural e intelectual de cada
persona y de las características de su ambiente social.

Al final de la etapa anterior el adolescente ha alcanzado un logro muy importante en el


auto-control de su comportamiento: la capacidad de abstracción e introspección mental.

Este logro es muy significativo no sólo en su conducta, sino también en su evolución


lingüística, pues la introspección requiere un nivel de lenguaje elevado en el terreno abstracto. La
introspección significa ser plenamente consciente de los actos que realiza para poderlos controlar
según su voluntad; o bien emitir juicios morales sobre sus acciones, analizar sus problemas diarios y
buscar su mejor solución o tratar de influir en el medio para adaptarlo a sus necesidades y hacer su
existencia más placentera.

La introspección puede dirigirse también a la búsqueda de ideales para tratar de ser cada
día mejor, o el arrepentimiento por las acciones del pasado o la planeación del futuro según los
deseos más imperativos de cada individuo.
Después de la adolescencia (de 12-13 a 16-18 años), se superan los conflictos psicológicos
típicos de esta etapa, la personalidad se define y se logra la estabilidad emocional que conduce al
ser humano a su madurez plena.
Los objetivos y metas que se fija cada persona dependen de variados factores como son:
sus capacidades e intereses por un lado y sus posibilidades económicas y la influencia de su
ambiente social por el otro, además de las características propias de su psiquismo y personalidad.

Es por esta razón que la evolución lingüística difiere tanto de un individuo a otro, según su
nivel cultural y el tipo de ocupación a que se dedique: carrera profesional, sub-profesional, técnica,
alguna actividad productiva como obrero, dependiente, comerciante, mecánico, secretaria,
empleado, chofer, actividades del hogar, etc.
Al observar el desarrollo lingüístico de un niño se puede consultar el cuadro sinóptico que
aparece en el desplegado, y después registrar los datos obtenidos en la ficha del resumen del
desarrollo lingüístico que damos al final.

RESUMEN DEL DESARROLLO LINGÜÍSTICO DE UN NIÑO

Datos generales.
Nombre: J. F. O. N.
Edad cronológica : 11 meses.
Fecha de nacimiento : 1º de junio de 1977.
Fecha del reporte: 1º de mayo de 1978.
Escolaridad.
1. Etapa que le corresponde por su edad cronológica.
Etapa pre-lingüística o primitiva.
2. Nivel de desarrollo lingüístico general.
a) Neuro-motriz normal.
b) De audición. Normal.
c) Psiquismo normal.

3. Nivel de comprensión verbal normal: Efecto diferenciado según la entonación de la


voz. Identifica su nombre. Reconoce partes gruesas de su cuerpo y algunos objetos
comunes.
4. Nivel de expresión normal. Emite sonidos inarticulados. Balbuceo espontáneo. Desde
los 8 meses balbuceo imitativo, especialmente pa, pa, pa, pa, ma, ma, ma, ma.

a) Vocabulario
b) Construcción gramatical.
c) Articulación normal: Formación de los primeros estereotipos fonemáticos: a-e-
u-o-m-d-t-p-b-l-j.

5. Análisis de los resultados, resumen y conclusiones.


El desarrollo neuro-motriz, auditivo y psíquico de este niño se encuentra en los límites
normales correspondientes a su edad cronológica; por lo tanto su nivel de comprensión
y expresión verbal también.

RESUMEN DEL DESARROLLO LINGÜÍSTICO DE UN NIÑO

Datos generales.
Nombre: E. N. G.
Edad cronológica: 4 años 1 mes.
Fecha de nacimiento: 22 de marzo de 1974.
Fecha del reporte: 1º de mayo de 1978.
Escolaridad: Asiste a Jardín de Niños desde los 3 años, edad en la que ingresó a sección
maternal.
1. Etapa que le corresponde por su edad cronológica.
Edad pre-escolar.
2. Nivel de desarrollo lingüístico general.

a) Neuromotriz, normal.
b) De audición, normal.
c) Psiquismo intelectualmente, normal superior. Ha tenido conflictos psicológicos
por ausencia del padre por motivos de trabajo.

3. Nivel de comprensión verbal.


Normal superior: Comprende palabras de sentido figurado y gran número de términos
abstractos.
4. Nivel de expresión. Normal superior: lenguaje florido, desbordante, juega con las
palabras. Ya emplea lenguaje socializado.

a) Vocabulario: amplio y suficiente para expresar lo que desea.


b) Construcción gramatical: Conjugación verbal correcta en presente.
c) Articulación correcta del todo (correspondiente a 6 años de edad).

5. Análisis de los resultados, resumen y conclusiones.

El desarrollo neuromotriz, auditivo y psíquico de esta niña, así como el nivel de su


pensamiento y de su lenguaje los podemos situar en un plano normal superior.

FICHA PARA EL RESUMEN DEL DESARROLLO LINGÜÍSTICO


DE UN NIÑO

Datos generales.
Nombre.
Edad cronológica.
Fecha de nacimiento.
Fecha de del reporte.
Escolaridad.

1. Etapa que le corresponde por su edad cronológica.


2. Nivel de desarrollo lingüístico general.
a) Neuromotriz.
b) De audición.
c) Psiquismo.
3. Nivel de comprensión verbal.
4. Nivel de expresión.
a) Vocabulario
b) Construcción gramatical.
c) Articulación.
5. Análisis de los resultados, resumen y conclusiones.
CUADRO SINÓPTICO DEL DESARROLLO DE LENGUAJE EN EL NIÑO

ETAPA Y EDAD SUB-ETAPA Y DESARROLLO NIVEL DE CARACTERÍSTICAS COMPRENSIÓN EXPRESIÓN


EDAD NEUROMOTRIZ AUDICIÓN DEL PSIQUISMO
VOCABULARIO CONSTRUCCIÓN ARTICULA-
GRAMATICAL CIÓN
I Nivel instintivo Reacción Desarrollo de la Efecto Expresa: risa, llanto, Sonidos
Pre-lingüística o Reflejo condicionado refleja al líbido. Inicia la indiferenciado. sonidos inarticulados. inarticulados y los
Primitiva Motricidad estímulo conciencia de la Según la entonación Balbuceo espontáneo. estereotipos
0 a 12 meses Órganos bucales para sonoro. realidad a través de la de la voz. Identifica A los 8 meses, fonemáticos.
alimentación Atención y madre. su nombre. Al final balbuceo imitativo. A
(succión, deglución, alerta al reconoce partes los 10-12 meses, las
masticación). estímulo gruesas de su cuerpo primeras palabras:
Vocalización, por la sonoro. y algunos objetos mamá, papá.
iniciación de los comunes.Comprende
primeros estereotipos ¡no!, toma, dame,
fonemáticos. mira.
II A) Edad de la Bipedestación. Discrimina- El ego inicia su Evoluciona su Etapa de la “jerga” Continúa el
Etapa Inicial locomoción. Locomoción. ción auditiva autonomía. Es comprensión. infantil. Acompaña su desarrollo de los
12 a 24 meses 12 a 18 meses Control de esfínteres. gruesa. ambivalente en el Identifica otras habla de gestos y estereotipos de
Gran energía. efecto y enojo. partes de su cuerpo, ademanes. Usa otros fonemas.
objetos comunes, interjecciones,
animales, algunos frecuentemente
verbos. asociadas a la acción.

B) Edad del Mejora su Desarrollo de Crece su ego. Titubea Evoluciona su En su expresión Primeras Continúa el
titubeo. locomoción. Energía la constantemente. comprensión más confunde palabras o combinaciones desarrollo de los
18 a 24 meses. y actividad constante discriminación Busca la aprobación que la expresión. extiende su significado sustantivo-verbales estereotipos
gruesa e inicia de sus mayores. Señala más objetos y erróneamente, por y sustantivo- fonemáticos.
frases. Pensamiento mágico. partes de su cuerpo o ejemplo: vaso con adjetivales.
Empieza el desarrollo animales, etc. ejecuta leche, perro con gato,
de valores, por medio órdenes de verbos mesa con silla, etc.
de las reglas de como: toma, dame, Empieza a usar el
higiene. mira, oye, come. artículo para
Inicia comprensión acompañar a los
de adjetivos como: sustantivos que
bonito-feo, bueno- emplea. A veces crea
malo. Comprende el palabras nuevas.
concepto “mío”. Parece haber un
Identifica canciones estancamiento en el
infantiles. desarrollo de su
expresión.
ETAPA Y EDAD SUB-ETAPA Y DESARROLLO NIVEL DE CARACTERÍSTICAS COMPRENSIÓN EXPRESIÓN
EDAD NEUROMOTRIZ AUDICIÓN DEL PSIQUISMO
VOCABULARIO CONSTRUCCIÓN ARTICULA-
GRAMATICAL CIÓN
III A) Reacciones circulares Desarrollo de Inteligencia pre- Evoluciona su Inicia el uso de modos Emplea frases La inteligibilidad
Etapa de Edad de la secundarias y la operatoria. El juego comprensión y y tiempos verbales. cortas, con se calcula en 75 a
estructuración del imitación terciarias. discriminación simbólico. Etapa pre- afirma el concepto Declara su sexo. combinaciones 90%. Puede
lenguaje 2 a 3 años Conexiones: Viso- auditiva fina formativa del super del vocabulario, Contesta a preguntas sustantivo- cometer errores en
2 a 7 años motoras, auditivo- poco a poco. ego y escala de pudiéndolo usar sencillas. Usa artículos adjetivales, e discriminación e
fónicas, viso- valores. Imbrica lo acertadamente. Inicia y pronombres: mío, imperativas. integración
auditivas. Desarrollo afectivo y lo la comprensión del tuyo, mi, tu, yo. fonémica.
de la evocación e intelectual en su plural. Comprende Adverbios y verbos
imitación. Inicia conducta. Clasifica órdenes con que denotan nociones
reglas de higiene y objetos por sus diferentes verbos. espaciales. Nombra
mejor autodominio. características de parientes: los tíos,
color, forma, tamaño. abuelita, etc. Da su
Pensamiento mágico nombre. Inicia
singular-plural.
B) Afirma la conciencia Desarrollo de Inteligencia pre- Evolución, Predominio de Mejora su Mejora su
Edad pre-escolar de sus acciones. la operatoria. Estadio comprensión del vocabulario concreto. construcción articulación.
3 a 5 años discriminación fálico. Conflictos significado propio y El lenguaje rige su gramatical y
fonémica fina. psíquicos por el tabú figurado de las acción. Etapa del conjugación verbal.
de castración, el palabras. Comprende monólogo individual y
complejo de Edipo o el ¿dónde?, ¿por el colectivo. Lenguaje
Electra, continúa qué? Y ¿para qué? florido, desbordante.
pensamiento mágico. Comprende el Juega con las palabras.
Realismo intelectual. ¿dónde? En situación Usa fórmulas de
Puede completar correcta. cortesía.
figuras y darse cuenta
de la existencia de
cosas aunque no las
vea. La edad del “¿por
qué?” Inicio de la
lógica.
C) Evoluciona su noción Desarrollo de Progreso intelectual Comprende términos Lenguaje socializado; Construcción Articula todos los
Integración de la corporal, espacial, discriminación que lo conduce al abstractos que lo van utiliza términos con gramatical correcta. fonemas en
articulación. ritmo, tiempo, fonémica fina; razonamiento, lógica a introducir más relación a sus palabras con o sin
5 a 7 años coordinación ojo, ya puede hacer y abstracción. tarde en la lógica y adquisiciones neuro- significado y
mano, visoespacial, la síntesis oral razonamiento. motrices. Describe todas las
gnosias visuales, de palabras Comprende términos estampas para combinaciones
táctiles auditivas. cortas que entrañan establecer semejanzas silábicas.
Preparación deletreadas comparación. y diferencias, nociones
neuromotriz para el (aunque no Comprende espaciales, etc.
aprendizaje de la conozca las contrarios de una
lecto-escritura. letras). manera objetiva
abstracta.
ETAPA Y EDAD SUB-ETAPA Y DESARROLLO NIVEL DE CARACTERÍSTICAS COMPRENSIÓN EXPRESIÓN
EDAD NEUROMOTRIZ AUDICIÓN DEL PSIQUISMO
VOCABULARIO CONSTRUCCIÓN ARTICULA-
GRAMATICAL CIÓN
IV En esta etapa se La Etapa operatoria Comprende el Expresión escrita. En relación con su Puede articular
Etapa Escolar consolida la noción discriminación concreta. Aprendizaje lenguaje escrito, y Mejora la utilización desarrollo palabras largas
7 a 12-13 años corporal, llegando a auditiva fina escolar, desarrollo de términos abstractos de preposiciones, intelectual, puede con o sin
la abstracción mental sigue su la lógica y para comprender conjunciones y construir significado y
de todos sus desarrollo al razonamiento. Noción moralejas, interpretar adverbios. Evoluciona estructuras trabalenguas.
movimientos y consolidarse de reversibilidad. Se refranes, establecer también la conjugación sintácticas más
posturas. Se las inicia la adolescencia críticas según el verbal y la expresión complejas.
consolida también su asociaciones con sus conflictos desarrollo de su de la noción de tiempo
noción espacial y auditivo- psíquicos: lógica y relativo. Amplía su
temporal, que es una fónicas, con el independencia, crítica, razonamiento. vocabulario según la
de las últimas conocimiento rebeldía. información cultural
adquisiciones de su que recibe.
neuromotrices. representación
gráfica.
V La evolución
Etapa de lingüística
abstracción e depende del nivel
introspección cultural,
12- 13 años en intelectual, social
adelante. y ocupacional de
cada individuo.

“La evolución del Lenguaje en el niño” Nieto Herrera Margarita E., Ed. Porrúa, S. A. México, 1992.
Audición
Comprensi
Lenguaje
Dis. y
ón
Respuesta
Auditiva
Escrito
Global
ón y
Conceptos
Expresión
Fina
Vocale
Abstractos
Concretos
Inicio
A Nivel
de de
Mecanizaci
yEmociones
Lenguaje
reflejo

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