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EN EL NIÑO
Usando la palabra oral, el hombre expresa su afecto o su odio, la aceptación a otros seres o
su rechazo, la simpatía o antipatía que le inspiran; y su mensaje suscita una respuesta determinada
que puede tener grandes repercusiones en su mundo social.
Todo esto lo vemos de una manera muy natural, sin reflexionar sobre cuánto tuvo que
haber pasado para que el hombre haya podido llegar a adquirir este medio de comunicación.
¿Cómo fue posible que se haya formado el código acústico-articulatorio que nos permite
comprender el significado del mensaje que recibimos y expresar nuestras ideas usando la misma
clave simbólica?
Creemos que desde que el hombre existe como tal, ha necesitado expresarse oralmente; por
lo tanto, referirnos a hechos anteriores al lenguaje para intentar averiguar cómo nació y cómo
transcurrió su evolución progresiva hasta llegar al lenguaje articulado, significa remontarnos a la
prehistoria, al hombre de las cavernas, a los antecesores del hombre.
Este tema cae más bien en terrenos de la antropología; nosotros sólo trataremos los puntos
principales que demuestran hechos significativos sobre el origen del lenguaje articulado, que
puedan dar pautas básicas al educador para comprender cómo puede estimular el desarrollo del
habla infantil, tomando en cuenta que existe un paralelismo muy marcado entre la ontogénesis del
lenguaje en el género humano y la evolución del lenguaje en el niño.
HOMBRE
Cambios posturales
Estimulación Auditiva
En esta forma el hombre actual ha heredado una potencialidad innata para el habla,
proveniente desde sus más remotos antecesores porque desde que el hombre aprendió a hablar ha
transmitido genéticamente la habilidad o potencialidad para el habla.
La diferenciación de estructuras nerviosas dio origen a las “zonas de asociación”,
encargadas de la interpretación de los estímulos recibidos y de la respuesta motora que suscita. De
estas últimas, el área pre-frontal ordena y dirige las actividades del comportamiento en los
diferentes niveles de acción, a lo largo del desarrollo filogenético, desde las especies animales
inferiores.
En la evolución del lenguaje, éste ha pasado por las mismas etapas que hemos citado:
1. El lenguaje como respuesta instintiva, es el grito o chillido para prevenir un
desastre, para salvarse de un peligro inminente.
2. Las voces emitidas por los antropoides antecesores del hombre como respuesta a
estímulos sensoriales, fueron producto de la imitación de los sonidos y
onomatopeyas del ambiente.
3. Luego, la conducta verbal regida por la memoria, que trata de evocar o repetir
hechos acaecidos anteriormente, usando señales fónico-mímicas, que se fueron
precisando y perfeccionando gracias a la posición erecta del cuerpo y a la
diferenciación de los órganos fonadores.
4. Poco a poco, la emisión vocal se fue diferenciando según el contexto afectivo o
emocional de lo que se deseaba expresar.
5 y 6. Por último, se llega a los niveles más altos, que se refieren a la palabra
consciente y creativa, con un significado propio, instrumento del pensamiento que
conduce al hombre a niveles más altos de acción.
Las tres primeras etapas hacen alusión al lenguaje inarticulado (interjecciones imperiosas
nacidas del instinto de conservación de la vida, onomatopeyas, señales fónico-mímicas) y las
siguientes explican cómo fue llegando el hombre poco a poco al lenguaje articulado, al intervenir el
afecto, la voluntad, la creatividad, el contenido de su pensamiento y las exigencias sociales del
medio, dentro de las cuales merece una especial atención la evolución del trabajo. Como Engels
dice, es el trabajo lo que promueve la evolución de la especie humana distinguiéndola del respeto de
la especie animal. Según datos de investigadores rusos, el Hombre de Cro-Magnon vive la etapa
del lenguaje inarticulado y el de Neandertal alcanza por fin el lenguaje articulado.
Hasta aquí nos hemos referido a la expresión verbal, que es uno de los polos del fenómeno
lingüístico; nos falta el otro: la recepción.
La evolución de los procesos receptivos ha corrido acorde al desarrollo de la conducta
verbal. Al mismo tiempo que la vocalización imprecisa, indefinida, se fue transformando en sonido
articulado, la recepción auditiva condujo poco a poco al hombre a la comprensión de la palabra,
pasando por las siguientes etapas:
Lenguaje Lenguaje
Lenguaje Escrito
Escrito Hombre Actual
Gráfico
Comprensión
sión Conceptos Conceptos
Abstractos y Lenguaje
Abstr
Creativo
Creativo
Comprensión Conceptos
Comprensión Conceptos
Lenguaje Concretos
Concretos yy Lenguaje
Lenguaje Hombre de
Articulado Intencional
Intencional Neandertal
Comprensión
ComprensiónGlobal
Globalyy
Expresión de Emociones y afecto
Expresión de Emociones
Dis.
Dis.Auditiva
AuditivaFina
Finae e
Inicio
Inicio de MecanizaciónVocal
de mecanización Vocal Hombre de
Cro-Magnon
Discriminación Auditiva
Lenguaje Discriminación Auditiva
Gruesa y Vocalización Imitativa
Inarticulado Gruesa y Vocalización Imitativa,
Fónico-Mímica
Fónico-Mímica
Audición y Respuesta
Audición VocalVocal
y Respuesta
A nivel reflejo
A nivel Reflejo Mono
Así podemos explicar cómo gradualmente se fueron asociando los sonidos a un contexto
significativo cada vez más complejo hasta que nace la idea, el pensamiento abstracto, elevándose el
nivel de la comprensión verbal del hombre. Y desde que el hombre pudo usar la palabra como
medio de expresión, deja de ser animal para convertirse en lo que es.
Pero la evolución del lenguaje no sólo significa mayor habilidad en la comprensión y
expresión verbal, sino además en la estructuración sintáctica del enunciado.
Los procesos abstractos de la mente, como son el juicio, el razonamiento, la lógica, la
deducción y la inducción, fueron la base de la “gramática natural” de la lengua, que establece las
leyes que rigen la formación de las palabras y la estructura sintáctica de la frase.
Al agruparse distintos grupos humanos y al distribuirse en distintas partes de la tierra, la
acción de los elementos geográficos determinó la creación de distintas lenguas que permiten la
comunicación verbal del hombre ajustada a diferentes códigos convencionales.
Las etapas históricas y el nivel socio-cultural del hombre han ejercido influencia en su
lengua, porque ésta es un espejo de la realidad circundante. Poco a poco, aunque no nos
apercibamos de ello, están ocurriendo cambios en nuestra lengua asimilando palabras surgiendo
nuevas expresiones, modificándose la articulación, etc., todo esto en relación con el momento
histórico que se vive y con el nivel sociocultural del grupo al cual pertenecemos.
Como conclusión de lo que hemos dicho en este capítulo, destacamos los siguientes
hechos:
- En la formación del lenguaje intervienen dos fuerzas poderosas:
- Existe una relación muy estrecha entre lenguaje y pensamiento, de tal forma
que la evolución del primero va ligada al desarrollo del segundo.
Hacia el año 3000 a. C. los sumerios comenzaron a hacer inscripciones en piedra o en barro
para relatar sucesos importantes acaecidos en su comunidad. Los escritos de Egipto y Mohenjo-
Daro (en la India), parecen tener la misma antigüedad. En otras partes del mundo como China,
Creta, Asia Menor, América, las escrituras son de fechas más recientes, pero siempre bastante antes
de Cristo. Las primeras muestras de escritura son pictográficas, derivadas del dibujo como en el
sumerio, el egipcio, el antiguo chino, el maya. En la escritura asiria se inicia el simbolismo fonético
convencional, teniendo por unidad la sílaba, y en el caldeo asirio y en el griego se llega a la
representación gráfica del fonema. Del griego pasó este sistema con modificaciones, a los etruscos
y de éstos a los romanos, y tanto el alfabeto griego como el romano sirvieron posteriormente para
formar la escritura de gran número de lenguas, entre ellas la nuestra.
En el siguiente cuadro sinóptico está representada la formación de los idiomas que derivan
de la rama indo-europea, de donde proviene el nuestro:
Indoeuropeo
Indoiranio Baltoeslavo
Portugués Rumano
Fenicios
Siglo XV a. C.
Griegos
Celta-Iberos
Siglo VI a. C.
Edad Antigua Cartagineses
200 a. C. Romanos
400 d. C. Vándalos
Bárbaros Hunos
Alanos
Visigodos
713 d. C. Arabes
Edad Media Azteca
1492 d. C. Idiomas indígenas Maya
de América Purépecha, etc.
DESARROLLO DEL LENGUAJE EN EL NIÑO
La evolución del lenguaje en el niño es sólo uno de los aspectos de su desarrollo general,
aunque quizás el más importante, dentro de sus dimensiones orgánicas, afectivas y cognoscitivas.
1) Por una parte su potencial genético, derivado de la especie humana y transmitido por
línea hereditaria a través de su árbol genealógico. Chomsky y sus seguidores explican que el niño
nace con un conjunto de universales lingüísticos que funcionan como una red a través de la cual
filtra todo lo que oye. Los estímulos que recibe, siguiendo esta teoría, no hacen más que
desencadenar mecanismos fisiológicos innatos preexistentes en él. Sólo así podemos explicar
cómo el escaso número de fonemas que aprende pueden servirle para formar un gran número de
palabras y con ellas construir un número infinito de combinaciones sintácticas, aunque no las haya
oído jamás.
Esta noción está estrechamente ligada al aspecto transformacional del lenguaje, que es la
aptitud del hablante para engendrar un infinito número de frases que nunca había escuchado con
anterioridad. Siguiendo esta teoría, ningún niño podría aprender a hablar si no tuviera programado
en su cerebro un perfecto conocimiento de la gramática universal.
Se ha podido observar a lactantes de pocas semanas que actúan ante la voz de su madre con
una disminución de su tensión y malestar. En el neonato existe la necesidad de cariño y
satisfacción emocional, que se hace cada vez más intensa y significativa durante el primer año de
vida.
Debido a la inmadurez de los aparatos sensoriales y motores del lactante, la madre ha de
suplementar sus funciones aún no desarrolladas y satisfacer sus necesidades.
La influencia de la madre es tan decisiva para su normalidad, como para eventuales
manifestaciones morbosas de su conducta, e incluso enfermedades. Toda carencia afectiva o una
baja estimulación socio-cultural es fuente de derroche de potencialidad humana y de posibilidades
de felicidad.
Para que el niño normal aprenda a hablar, requiere una estimulación psico-física que le
permita el conocimiento del medio (visual, sensorio-motriz táctil, etc.), especialmente la acción de
estímulos auditivos. Tiene que oír las palabras mil y mil veces hasta que funcionan los
analizadores corticales y son registradas en el cerebro, llegando a formar parte del contenido
memorístico verbal.
La acción de los elementos genéticos y ambientales, da por resultado el desarrollo global
del niño, dentro del cual destacamos el proceso de adquisición del lenguaje, como lo
representamos en el cuadro siguiente.
Etapa pre-formativa
Base Genética
A manera de un resumen que puede ser útil en la evaluación del nivel de maduración
global de un niño en los diferentes aspectos de su desarrollo, transcribimos las Tablas de la
Evolución del Comportamiento del Niño, elaboradas por la Dra. Lezine (de 0 a 2 años de edad)) y
la del Dr. Lafon (de 2 a 8-9 años).
CUADRO DEL DESARROLLO INFANTIL EN LOS DOS PRIMEROS
AÑOS DE VIDA
(Según la Dra. Irene Lezine)
18 meses: Peso 10 Corre en puntas de Sube una escalera. Dice 6 a 10 Quiere juguetes De día pide su
Kg. Talla 75 cm. pie. palabras. con ruedas para orinal; puede
dentición 12 arrastrar; se colocar algunos
dientes. interesa por las objetos en su lugar.
figuras.
24 meses: Peso 12 Siempre en Sube y baja solo la Asocia varias Juegos de Comienza a
Kg. Talla 80 cm. movimiento; escalera. palabras en una imitación de las quitarse los
dentición intentos de frase. actividades del zapatos.
equilibrio. adulto.
Personalidad
HÁBITOS EMOCIONALES
ACTITUDES AFECTIVAS
LENGUAJE-PENSAMIENTO
SUEÑO
SEXO
ACTIVIDAD CORPORAL
COMIDA
VESTIDO
COORDINACIÓN ÓCULO-MANUAL
Tomaremos siempre en cuenta que una nueva adquisición del lenguaje no se presenta por sí
sola, sino que es el producto de las reacciones psico-fisiológicas del niño en los distintos campos de
su comportamiento, en coordinación con las fuerzas externas del medio ambiente.
Cuando el niño repite sílabas incansablemente (etapa del balbuceo), esto obedece a
procesos fisiológicos de naturaleza condicionada que se presentan a una edad en que todas las
conductas del niño tienen como base el instinto, y la influencia física ambiental hace que se
establezcan reacciones circulares condicionadas, dando por resultado el balbuceo.
Asimismo la “aparición” de una palabra, no se presenta por sí sola, sin ningún motivo, sino
que al analizar el comportamiento infantil en su aspecto motor, el conocimiento que ha logrado de
él y del mundo por medio de procesos sensorio-motrices, las características de su psiquismo propias
de la edad que vive y las condiciones ambientales que los rodean, nos daremos cuenta del por qué
ha logrado aprender esa palabra que nunca había usado con anterioridad.
MODELO DEL PROCESO PSICOLINGÜÍSTICO DEL LENGUAJE
(Según Keneth F. Ruder)
Reconocimiento de
patrones “gruesos” Sistema fonológico Reglas Habilidad gramatical
del habla rudimentario jerárquicas aproximada a la del
adulto
Primeros sonidos
semánticos referentes a Reglas Reglas de
relaciones sociales morfológicas transformación
Reglas fonológicas
Discriminación en- Imitación por Uso y desarrollo Imitación, comprensión Uso del Sistema
tre diferentes patrones reducción de la sintaxis de y producción de oracio- gramatical del
Del lenguaje la oración nes de diferente estruc- adulto.
tura jerárquica.
Por ejemplo: en una cierta etapa de la vida del niño (18 a 24 o 30 meses) los padres suelen
iniciar la formación de hábitos de aseo y el niño, que en ese entonces ve al adulto como a un ser
superior, constantemente trata de obtener su apoyo y aprobación en todo lo que hace.
Titubea porque se siente inseguro y busca la mirada, el gesto del adulto que le indique si
estuvo bien o mal lo que hizo. Es así como el niño en esa etapa puede comprender y luego expresar
las palabras: bien-mal, bueno-malo, bonito-feo.
Las etapas que hemos establecido en relación con la evolución del lenguaje del niño, las
formamos tomando en cuenta las características de diversos comportamientos que actúan unidos
estrechamente, en las adquisiciones lingüísticas progresivas del niño.
Al consultar la escala que elaboramos, ésta puede ser útil para tener una idea de la armonía
o falta de equilibrio en la formación lingüística del niño, tomando en cuenta su edad cronológica y
sus condiciones psico-físicas; pero no hay que ser demasiado rígido; tenemos que ser
suficientemente flexibles y analíticos para tratar de comprender las causas que pueden obstaculizar
el desarrollo lingüístico del niño en un momento dado. Sólo así podremos determinar si la
deficiencia puede considerarse patológica; y en ese caso, qué factores internos o externos hay que
tratar de modificar para que la evolución lingüística del niño siga hacia delante.
Los datos en que nos hemos basado provienen de numerosos investigadores muy conocidos
por sus aportaciones en el estudio científico del niño y la psico-lingüística: Piaget, Wallon, Gesell,
Lafón, Freud, Charlotte Buhler, seguidores de Pavlov como Krasnogorsky, Berta Derman, Lyn,
Chomsky y sus seguidores y otros, además de nuestras observaciones propias.
Esta etapa es anterior al lenguaje. Por eso la denominamos así. Durante el 1er Año de
vida, el niño no puede aún comunicarse por medio del lenguaje, su comprensión es aún muy vaga o
imprecisa y su expresión se limita a balbuceo, risa, llanto y a la emisión de sus primeras palabras,
que logra al final de este período.
En esta etapa podemos hablar de dos aspectos del desarrollo verbal antecesores a la
palabra:
1) La vocalización, el llanto, el grito, la risa, el balbuceo espontáneo y el balbuceo
imitativo.
2) La reacción refleja al sonido, la discriminación auditiva gruesa, la discriminación
global del significado afectivo-emocional guiándose por la entonación de la voz.
Su llanto expresa disconfort, necesidad de algo que él mismo no sabe qué es. Su madre
intuye si necesita alimento, si se encuentra en una postura incómoda, si está “mojadito”, etc.
Ha medida que sus reacciones sensorio-motoras se hacen más complejas al intervenir la
sensibilidad propio-ceptiva, táctil y otras, su llanto se va diferenciando y su madre puede reconocer
entonces por qué llora su hijo: si es por hambre, o porque esté “mojadito”, porque le duele algo o
porque está incómodo.
De esta manera el llanto, el grito inarticulado, impreciso, cumple con la función de salvar
su existencia; es una llamada de auxilio que indica a su madre que él necesita algo.
Al mismo tiempo, desde el momento que nace, succiona, mama, deglute, y luego mastica,
sopla, absorbe.
Estas actividades que tienen por objeto alimentarlo y conservar su vida, van a proporcionar
una ejercitación motriz previa a los órganos de la articulación.
Desde su nacimiento succiona; al hacerlo, sus labios jalan con fuerza, los lados de la lengua
rodean el pezón y sus músculos linguales empujan la leche hacia su garganta, mientras su
mandíbula se mueve con un ritmo coordinado.
La repetición continua de este acto, deja registros en la corteza cerebral, hasta que se
constituye una fórmula motora diferenciada para su realización.
Este funcionamiento sensorio-motor, que se encuentra aún en la etapa de la movilidad
refleja, se ve nutrido por la sensibilidad propio-ceptiva, vibratoria y táctil de los órganos bucales.
Así explica Berta Derman cómo se forman los “estereotipos fonemáticos” o fórmulas
mecánicas sensorio-motrices que rigen la producción de los fonemas, partiendo de circuitos motores
primarios.
Podemos establecer una comparación de la evolución de la motricidad de los órganos
bucales que corre paralelamente para cumplir sus necesidades alimenticias y para proporcionar la
habilidad sensorio-motriz indispensable en su producción fonemática.
El aumento de la tonicidad y control de labios, lengua y mandíbula, hace que el control del
flujo salival empiece a mejorar desde los 10 meses y al final del primer año el babeo prácticamente
ha desaparecido.
A esa edad empieza a beber de una taza y, aunque no tenga dientes aprende a mascar y
remoler los alimentos con su lengua y encías.
De 14 a 15 meses ya puede morder y jalar un pedazo de pollo desprendiéndolo del hueso,
morder una zanahoria cocida o un vegetal suave. Todavía no puede tomar líquido con popote, sino
que usando su mamila.
Entonces hay sonidos dominantes y otros ocasionales. Los dominantes son los que están
reforzados por la actividad muscular y la reiterada repetición auditiva. Los ocasionales son los que
el niño produce eventualmente y luego se extinguen por la falta de reforzamiento.
De esta manera queda patente la relación tan estrecha que existe entre el sistema fonológico
y el integrador superior verbal.
Macarthy afirma que a los 29-30 meses el niño ha adquirido 27 de los 35 fonemas del
adulto (del habla inglesa) y que las consonantes que se encuentran en posición inicial en la palabra
predominan sobre las finales.
A esta edad se observa en el niño lo que se conoce como “ecolalia fisiológica”, que
consiste en repetir automáticamente lo que oye, reforzando sus estereotipos fonemáticos.
Las primeras reacciones al estímulo sonoro son de tipo reflejo, igual que todo su
comportamiento extra-uterino. Las respuestas al sonido pueden ser: llanto, movimientos
involuntarios generales, movimientos involuntarios específicos, y poco a poco cesación de
actividad, susto, sorpresa, risa, agrado, molestia, parpadeo, desviación de la mirada, imitación,
negación, asentimiento.
Cuando el niño es sordo, al llegar a esta etapa detiene su desarrollo vocal, precisamente
debido a la falta de audición.
La evolución de sus respuestas al sonido lo conducen a localizar la fuente sonora, a
experimentar y producir sonidos voluntariamente, a imitar los sonidos que escucha, a responder a la
música con vocalización, a “hablar” a sus juguetes, “hablar” o reír con su madre.
La expresión fisonómica del niño refleja una reacción adecuada de gusto o enojo según el
tono en que se le habla; así, un bebé llora ante un tono de regaño, aunque aún no pueda comprender
el significado de las palabras aisladamente.
Esto es lo que el profesor Peinado Altable denomina “efecto diferenciado”, que es una de
las etapas previas a la comprensión verbal. Y antes de ésta se refiere al “efecto indiferenciado”, que
se refiere a las primeras reacciones del niño a la voz humana sin asociarla a ningún contenido.
DESARROLLO PSÍQUICO
En el estadio oral (de 3-4 meses a 12-18 meses), la madre contribuye al desarrollo de la
líbido al acariciarlo y prodigarle cuidados, mecerlo, cogerlo en los brazos.
Su maduración biológica y su desarrollo perceptivo-motor logra que empiece a distinguirse
de su madre (8 meses).
Explora su cuerpo, algunas partes del cuerpo de su madre y el medio ambiente, usando
sobre todo su boca; ésta es la razón por la que a esta etapa del desarrollo psíquico infantil se le
llama “estadio oral”.
(De 12 a 24 meses)
En esta etapa, se inicia la evolución del lenguaje desde la emisión de las primeras palabras
hasta el uso de las primeras palabras hasta el uso de las primeras combinaciones sustantivo-verbales
o sustantivo-adjetivales, con las que ya trata de comunicar ideas.
La subdividimos en 2 períodos:
En este estadio, pues, su comprensión y expresión verbal aún es torpe, insegura, titubeante.
Su vocabulario se enriquece en proporción a su conocimiento de sí mismo y del mundo.
Crece el sentimiento de autonomía de su “Ego” y se ubica socialmente en su familia. Se
identifica como niño o niña, y las aptitudes de los padres le hacen saber si es bueno o malo, limpio o
sucio. Siempre procura su aprobación y ve al adulto como a un ser superior dotado de poderes
mágicos.
Empieza a desarrollar el concepto de los valores y pertenencia de las cosas, con los
conceptos de dar y pedir.
Se inicia la comprensión de algunos adjetivos como: feo, bonito, bueno, malo, limpio,
sucio y la noción de pertenencia con el “mío”.
Romanes relata el caso de un niño que aprendió el concepto de la palabra pato y al ver un
águila la llamó “pato” también y después de varios días, al ver el águila en la cara de una moneda,
transfirió el concepto de “pato” a la moneda.
Todas estas conductas de ensayo-error siguen ubicando al niño en el estadio del titubeo, en
que se siente inseguro de lo que hace y trata de imitar al adulto que representa para él la imagen de
la perfección.
Cuando habla, constantemente busca la aprobación del adulto y espera su reacción para
saber si pudo darse a entender como eran sus deseos. De esta manera, la aprobación del adulto se
traduce en un “reforzamiento social” que alimenta el reflejo condicionado que fija los procesos
automáticos o estereotipos verbales de las palabras, por medio de su repetición, lo que contribuye a
formar las “zonas corticales de asociación”.
Cuando no consigue la aprobación del adulto, la fórmula verbal que falló en el proceso de
comunicación se extingue y sólo perduran las expresiones que han sido suficientemente reforzadas
por su repetición y por el premio social de los oyentes.
A veces parece haber una regresión o estancamiento en la evolución lingüística pero esto
sucede porque las nuevas posibilidades ganadas hace que se enfrente a dificultades mayores y,
como los fenómenos lingüísticos no se presentan aislados, sino que forman parte de sistemas bien
estructurados, la aparente detención del desarrollo verbal es falsa; en realidad el niño sólo está
almacenando, está perfeccionando sus conceptos verbales, preparándose para alcanzar una etapa
superior.
Es en el transcurso de este período de la vida del niño, cuando éste alcanza el dominio del
lenguaje para poder utilizarlo en sus adquisiciones futuras en el terreno del aprendizaje escolar y del
razonamiento intelectual, así como en su comunicación social.
La estructuración del lenguaje abarca una etapa larga (de los 2 a los 7 años de edad) que
podemos subdividirlo en tres períodos:
El niño ya imita desde fechas anteriores, pero es hasta esta edad cuando se desarrolla al
máximo esta habilidad, lo cual repercute en su aprendizaje del lenguaje, ayudándolo a superar sus
dificultades anteriores al aplicar palabras según su contenido conceptual.
Durante el juego simbólico, cada niño impone sus propias reglas, en tanto que cuando
aprende el lenguaje tiene que aprender un código impuesto por la generalidad del ambiente social.
El signo verbal es el “segundo sistema de señales” según los seguidores de la teoría
Pavloviana. Esto significa que los estímulos físicos se constituyen en “un primer sistema de
señales” que provocan el funcionamiento nervioso de los circuitos primarios y secundarios y se
logra poco a poco la inhibición refleja, el control sensorio-motor y la adquisición de funciones
superiores que regulan el comportamiento humano a un nivel superior.
La palabra oral es la señal de la señal física; es decir, reemplaza a los objetos físicos,
constituyendo el segundo sistema de señales que permite la autorregulación de la conducta y eleva
el pensamiento a nociones abstractas que pueden romper los límites del mundo físico.
Desde el punto de vista del desarrollo psíquico infantil entre los 2 y 3 años se encuentra en
una etapa preformativa el Super-Ego, por medio del ¡no!, ¡no!, de la madre, la adquisición paulatina
de las reglas de higiene, el mejor dominio de sí mismo y el inicio de la idea de limpieza, orden,
puntualidad, derechos de propiedad, justicia e injusticia. Es decir, en la formación de la escala de
valores se parte de lo fisiológico a lo abstracto, lo cual no sería posible sin la existencia de la
palabra.
La afirmación de los estereotipos verbales exige una mejor motricidad de los órganos
fonatorios y un nivel de discriminación fonémica más fino: el niño ha de distinguir diferencias
mínimas de velocidad, ritmo acentuación e intensidad, que requieren una mayor posibilidad de
atención y concentración para que pueda regular su actividad motora en el habla.
A esta edad, el niño no puede alcanzar tal grado de perfección articulatoria; aún comete
errores que restan inteligibilidad a su expresión. El porcentaje de inteligibilidad verbal a esta edad
se calcula de un 75 a un 90%. Como ejemplos de los errores de integración fonética que suele
cometer el niño de esta edad podemos citar los siguientes:
Empieza a diferenciar los modos y tiempos verbales, lo que significa que es más consciente
de sus acciones.
Declara su sexo con facilidad.
Contesta a preguntas sencillas.
Ya usa el artículo y empieza a usar algunos pronombres como mío, mi, tu, yo.
Usa algunos adverbios y adjetivos, lo cual significa que su conocimiento del espacio y el
tiempo sigue su desarrollo ascendente; por lo tanto ya usa términos como: adentro, afuera, mete,
saca, por arriba, abajo, etc., y empieza a clasificar objetos por ciertas características como forma,
color, tamaño, ya nombra el parentesco de algunas familiares como: tío, tía, abuelito, etc.
Suele hablar de sí mismo en tercera persona, con el siguiente ejemplo. Dice: “Pepe jala un
carrito” en lugar de “yo jalo un carrito”.
El soliloquio es un canto; repite porque le gusta, los “clichés” o patrones sonoros rimados,
que son la base de la estructura sintáctica de la oración.
Relata sus experiencias en presente; aún no identifica el pasado.
Poco a poco, según su madurez neuro motriz, irá empleando el plural y singular
apropiadamente, a la vez que se inicia en la noción de cantidad.
Estructura oraciones de 3 o 4 palabras.
Expresa el “no” para indicar que se ha dado cuenta del contraste de dos cosas.
Expresa deseos e inicia el control social.
Da su nombre completo, juega con el lenguaje, le gusta el cuchicheo.
Para que el niño esté capacitado para aprender el tercer sistema de señalación constituido
por el lenguaje gráfico, es necesario que pueda hablar correctamente, lo cual significa poseer un
vocabulario y estructuración gramatical suficientes en relación al conocimiento que tiene hasta este
momento de él mismo y de su mundo circundante.
La base innata sintáctica que posee el niño normal hace posible el enriquecimiento del
lenguaje a pasos agigantados, lo cual lleva consigo el desarrollo de las posibilidades infinitas de
transformación del enunciado.
El significado propio y figurado de las palabras y frases ha de ser asimilado por el niño
para que pueda usar la lengua de una manera similar a la del adulto.
El realismo intelectual, aún sin razonamiento, se ve reflejado en su expresión verbal, en el
que predomina un vocabulario a nivel concreto.
Esto es debido a que el pensamiento del niño de esa edad aún conserva el egocentrismo que
está rigiendo su comportamiento.
El desarrollo psíquico de los años pre-escolares sitúa al niño en el estadio “fálico”, con la
intervención predominante de la líbido que refuerza la zona “fálica” (el pene y el clítoris). A esta
edad se puede desarrollar el complejo de castración debido al tabú universal en relación con la
masturbación infantil, aunque los padres intelectualmente acepten como normal este
comportamiento en este estadio del desarrollo infantil.
También se puede desarrollar el complejo de Edipo porque el niño siente que su padre es
un competidor al amor de su madre. Sus fantasías e impulsos agresivos van dirigidos contra él.
Pero a la vez el niño quiere a su padre, necesita su afecto y su aprobación y esto ocasiona conflictos
afectivo-emocionales en relación con sus padres.
En la niña también se pueden suscitar los mismos problemas de relación pero a la inversa;
esto es el complejo de Electra, que nace de un sentimiento de agresión contra la madre y deseos
sexuales hacia el padre.
Se afirma la conciencia de sus acciones, y por ende mejora el manejo de los verbos y la
construcción gramatical de la oración.
Se da cuenta de la presencia de las cosas aunque estén ocultas a su vista: por ejemplo si se
le enseña una estampa de unos patos nadando en un lago, se le puede preguntar: ¿Dónde estás las
patas de los patos?, esperando que él conteste: “Debajo del agua”.
El desarrollo del pensamiento “mágico” impulsa la imaginación infantil, que en esta etapa
parece desbordarse desde el punto de vista del lenguaje, y lo introduce en el nivel abstracto, en el
mundo de lo intangible.
Desde el punto de vista social, pasa del monólogo colectivo que describimos en la etapa
anterior, al lenguaje socializado, que puede cumplir ya su misión como medio de comunicación
interpersonal.
Por lo tanto ya utiliza términos que definen la posición en el espacio (arriba de…, debajo
de…, encima de…, enfrente…, detrás de…, en medio …, junto a…, opuesto a…, etc.); los nombres
de otras partes del cuerpo (mano, codo, hombros, espalda, cuello, nuca, rodillas, tobillos, muñecas,
cintura, cadera); vocablos que se refieren al tiempo (rápido…, lento…, hoy…, ayer…, mañana, días
de la semana, etc.); la idea de direccionalidad (que se expresa con términos como: derecho, de
arriba hacia abajo, en línea recta, a la misma distancia, en proporción a…, etc.); en relación a las
gnosias visuales los términos más usuales se refieren a conocimientos de algunas formas
geométricas (cuadrado, círculo, triángulo), las diferencias de posición en relación a otros objetos,
etc. El afinamiento de las gnosias auditivas, especialmente la memoria auditivo-secuencial es de
vital importancia para lograr la discriminación fonémica que requiere el aprendizaje de la lecto-
escritura. En condiciones óptimas, antes de que el niño inicie su aprendizaje escolar debiera ser
capaz de analizar y sintetizar palabras oralmente, aunque no conozca las letras. Por ejemplo, el
maestro le dice una palabra sencilla, cortándola en letras: “m-a-m-a” y luego le pregunta: si juntas
los sonidos, ¿qué oíste?, ¿qué palabras formas?, para que el niño conteste. “mamá”.
La dificultad de este tipo de ejercicios, así como la torpeza en la articulación a esta edad,
puede repercutir después en dificultades en el aprendizaje de la lecto-escritura.
Su construcción gramatical y vocabulario son suficientes ya para comunicarse con los otros
pero aún son susceptibles de mejorarse en su calidad, según el nivel de sus adquisiciones futuras en
el terreno cultural e intelectual.
El lenguaje oral, una vez establecido, permite el desarrollo del pensamiento y luego será
éste el que facilite la evolución del lenguaje a niveles más altos.
El dominio de la simbología gráfica por medio de la cual podemos plasmar las ideas
usando un “tercer sistema de señalación”, completa el ciclo de circuitos nerviosos que controlan el
lenguaje, pues el conocimiento de las letras permite al niño formar las conexiones auditivo-fónico-
gráficas de cada una.
La evolución neuromotriz del niño corre paralela junto con su desarrollo intelectual y las
adquisiciones culturales que obtiene en la escuela a través de la lecto-escritura.
Su evolución verbal la podemos explicar en relación con su desarrollo neuromotriz y
cultural.
En esta etapa se logra la consolidación de la noción corporal, llegando a la abstracción
mental de todos sus movimientos y posturas. Igualmente se consolidan sus nociones espaciales,
temporales, táctiles, propioceptivas; se afina su discriminación fonémica, la memoria auditivo-
secuencia, gnosias visuales, la noción de perspectiva, etc., y su expresión verbal ha de permitirle
manifestar todos los conceptos que ha logrado establecer.
Al mismo tiempo aprende muchos términos abstractos que son la base del cálculo y
razonamiento intelectual y van a ayudarle por ejemplo, en la comprensión de la moraleja de una
fábula, al interpretar refranes, a establecer críticas basadas en juicios inductivos o deductivos que
poco a poco lo van introduciendo en el mundo de la ciencia y la introspección.
Un niño del estadio operatorio formal dirá: “Uno es corto y grueso y otro es largo y fino.”
Esta es una estructura bipartita.
El nivel operatorio se puede valorar con la prueba de conservación de líquidos:
Se emplean dos vasos: uno corto y grueso y otro largo y angosto. En uno de ellos se vierte
agua coloreada y a la vista del niño se vierte en el otro y se le pregunta en cuál vaso había más agua.
Si comprende que era la misma cantidad aunque el nivel de altura sea diferente, esto indica que su
pensamiento se encuentra en el estadio operatorio porque ya está logrando la noción de
reversibilidad.
Esta noción es muy importante en la evolución del lenguaje y pensamiento infantiles, pues
le permite establecer las relaciones de oposición contraste y sucesión de hechos en el espacio y el
tiempo.
En cuanto a la utilización de los adverbios, cuando aún no hay reversibilidad, la pregunta
“¿cuándo?”, se contesta “ahora” porque no hay una relación de acontecimientos sucesivos. A veces
sólo usa una “Y” para indicar sucesión.
Cuando ya hay reversibilidad aparecen adverbios y conjunciones que indican
subordinación.
Los tiempos de los verbos evolucionan de la siguiente manera: Cuando hay ausencia de
reversibilidad los niños simplifican los enunciados y en la repetición inmediata usan los verbos
igual.
En un segundo nivel, cuando ya adquirieron la noción de reversibilidad, los tiempos de los
verbos adquieren su valor relacional.
En un tercer nivel de conservación, los niños empiezan a elaborar la noción del tiempo
relativo y se perfecciona la conjugación verbal.
De esta etapa, el joven analiza su comportamiento y critica a los otros, especialmente a sus
padres, que ya dejan de ser los gigantes super-hombres “que representaban la perfección de todo
sentido”. Ahora ya los juzga como humanos que son, analiza sus acciones y se torna rebelde,
independientemente, a veces agresivo.
Es la época también de los ideales que emanan del deseo de alcanzar la perfección. A la
vez, la diferenciación biológica de las características propias de su sexo despiertan su líbido y el
deseo sexual.
Estos conflictos ocasionan conductas ambivalentes y desequilibrio emocional que los lleva
sin aparente razón de la melancolía a la euforia, hasta que vuelven a encontrar de nuevo ese
equilibrio que los conduce a la madurez emocional.
En esta etapa la evolución lingüística depende del nivel cultural e intelectual de cada
persona y de las características de su ambiente social.
La introspección puede dirigirse también a la búsqueda de ideales para tratar de ser cada
día mejor, o el arrepentimiento por las acciones del pasado o la planeación del futuro según los
deseos más imperativos de cada individuo.
Después de la adolescencia (de 12-13 a 16-18 años), se superan los conflictos psicológicos
típicos de esta etapa, la personalidad se define y se logra la estabilidad emocional que conduce al
ser humano a su madurez plena.
Los objetivos y metas que se fija cada persona dependen de variados factores como son:
sus capacidades e intereses por un lado y sus posibilidades económicas y la influencia de su
ambiente social por el otro, además de las características propias de su psiquismo y personalidad.
Es por esta razón que la evolución lingüística difiere tanto de un individuo a otro, según su
nivel cultural y el tipo de ocupación a que se dedique: carrera profesional, sub-profesional, técnica,
alguna actividad productiva como obrero, dependiente, comerciante, mecánico, secretaria,
empleado, chofer, actividades del hogar, etc.
Al observar el desarrollo lingüístico de un niño se puede consultar el cuadro sinóptico que
aparece en el desplegado, y después registrar los datos obtenidos en la ficha del resumen del
desarrollo lingüístico que damos al final.
Datos generales.
Nombre: J. F. O. N.
Edad cronológica : 11 meses.
Fecha de nacimiento : 1º de junio de 1977.
Fecha del reporte: 1º de mayo de 1978.
Escolaridad.
1. Etapa que le corresponde por su edad cronológica.
Etapa pre-lingüística o primitiva.
2. Nivel de desarrollo lingüístico general.
a) Neuro-motriz normal.
b) De audición. Normal.
c) Psiquismo normal.
a) Vocabulario
b) Construcción gramatical.
c) Articulación normal: Formación de los primeros estereotipos fonemáticos: a-e-
u-o-m-d-t-p-b-l-j.
Datos generales.
Nombre: E. N. G.
Edad cronológica: 4 años 1 mes.
Fecha de nacimiento: 22 de marzo de 1974.
Fecha del reporte: 1º de mayo de 1978.
Escolaridad: Asiste a Jardín de Niños desde los 3 años, edad en la que ingresó a sección
maternal.
1. Etapa que le corresponde por su edad cronológica.
Edad pre-escolar.
2. Nivel de desarrollo lingüístico general.
a) Neuromotriz, normal.
b) De audición, normal.
c) Psiquismo intelectualmente, normal superior. Ha tenido conflictos psicológicos
por ausencia del padre por motivos de trabajo.
Datos generales.
Nombre.
Edad cronológica.
Fecha de nacimiento.
Fecha de del reporte.
Escolaridad.
B) Edad del Mejora su Desarrollo de Crece su ego. Titubea Evoluciona su En su expresión Primeras Continúa el
titubeo. locomoción. Energía la constantemente. comprensión más confunde palabras o combinaciones desarrollo de los
18 a 24 meses. y actividad constante discriminación Busca la aprobación que la expresión. extiende su significado sustantivo-verbales estereotipos
gruesa e inicia de sus mayores. Señala más objetos y erróneamente, por y sustantivo- fonemáticos.
frases. Pensamiento mágico. partes de su cuerpo o ejemplo: vaso con adjetivales.
Empieza el desarrollo animales, etc. ejecuta leche, perro con gato,
de valores, por medio órdenes de verbos mesa con silla, etc.
de las reglas de como: toma, dame, Empieza a usar el
higiene. mira, oye, come. artículo para
Inicia comprensión acompañar a los
de adjetivos como: sustantivos que
bonito-feo, bueno- emplea. A veces crea
malo. Comprende el palabras nuevas.
concepto “mío”. Parece haber un
Identifica canciones estancamiento en el
infantiles. desarrollo de su
expresión.
ETAPA Y EDAD SUB-ETAPA Y DESARROLLO NIVEL DE CARACTERÍSTICAS COMPRENSIÓN EXPRESIÓN
EDAD NEUROMOTRIZ AUDICIÓN DEL PSIQUISMO
VOCABULARIO CONSTRUCCIÓN ARTICULA-
GRAMATICAL CIÓN
III A) Reacciones circulares Desarrollo de Inteligencia pre- Evoluciona su Inicia el uso de modos Emplea frases La inteligibilidad
Etapa de Edad de la secundarias y la operatoria. El juego comprensión y y tiempos verbales. cortas, con se calcula en 75 a
estructuración del imitación terciarias. discriminación simbólico. Etapa pre- afirma el concepto Declara su sexo. combinaciones 90%. Puede
lenguaje 2 a 3 años Conexiones: Viso- auditiva fina formativa del super del vocabulario, Contesta a preguntas sustantivo- cometer errores en
2 a 7 años motoras, auditivo- poco a poco. ego y escala de pudiéndolo usar sencillas. Usa artículos adjetivales, e discriminación e
fónicas, viso- valores. Imbrica lo acertadamente. Inicia y pronombres: mío, imperativas. integración
auditivas. Desarrollo afectivo y lo la comprensión del tuyo, mi, tu, yo. fonémica.
de la evocación e intelectual en su plural. Comprende Adverbios y verbos
imitación. Inicia conducta. Clasifica órdenes con que denotan nociones
reglas de higiene y objetos por sus diferentes verbos. espaciales. Nombra
mejor autodominio. características de parientes: los tíos,
color, forma, tamaño. abuelita, etc. Da su
Pensamiento mágico nombre. Inicia
singular-plural.
B) Afirma la conciencia Desarrollo de Inteligencia pre- Evolución, Predominio de Mejora su Mejora su
Edad pre-escolar de sus acciones. la operatoria. Estadio comprensión del vocabulario concreto. construcción articulación.
3 a 5 años discriminación fálico. Conflictos significado propio y El lenguaje rige su gramatical y
fonémica fina. psíquicos por el tabú figurado de las acción. Etapa del conjugación verbal.
de castración, el palabras. Comprende monólogo individual y
complejo de Edipo o el ¿dónde?, ¿por el colectivo. Lenguaje
Electra, continúa qué? Y ¿para qué? florido, desbordante.
pensamiento mágico. Comprende el Juega con las palabras.
Realismo intelectual. ¿dónde? En situación Usa fórmulas de
Puede completar correcta. cortesía.
figuras y darse cuenta
de la existencia de
cosas aunque no las
vea. La edad del “¿por
qué?” Inicio de la
lógica.
C) Evoluciona su noción Desarrollo de Progreso intelectual Comprende términos Lenguaje socializado; Construcción Articula todos los
Integración de la corporal, espacial, discriminación que lo conduce al abstractos que lo van utiliza términos con gramatical correcta. fonemas en
articulación. ritmo, tiempo, fonémica fina; razonamiento, lógica a introducir más relación a sus palabras con o sin
5 a 7 años coordinación ojo, ya puede hacer y abstracción. tarde en la lógica y adquisiciones neuro- significado y
mano, visoespacial, la síntesis oral razonamiento. motrices. Describe todas las
gnosias visuales, de palabras Comprende términos estampas para combinaciones
táctiles auditivas. cortas que entrañan establecer semejanzas silábicas.
Preparación deletreadas comparación. y diferencias, nociones
neuromotriz para el (aunque no Comprende espaciales, etc.
aprendizaje de la conozca las contrarios de una
lecto-escritura. letras). manera objetiva
abstracta.
ETAPA Y EDAD SUB-ETAPA Y DESARROLLO NIVEL DE CARACTERÍSTICAS COMPRENSIÓN EXPRESIÓN
EDAD NEUROMOTRIZ AUDICIÓN DEL PSIQUISMO
VOCABULARIO CONSTRUCCIÓN ARTICULA-
GRAMATICAL CIÓN
IV En esta etapa se La Etapa operatoria Comprende el Expresión escrita. En relación con su Puede articular
Etapa Escolar consolida la noción discriminación concreta. Aprendizaje lenguaje escrito, y Mejora la utilización desarrollo palabras largas
7 a 12-13 años corporal, llegando a auditiva fina escolar, desarrollo de términos abstractos de preposiciones, intelectual, puede con o sin
la abstracción mental sigue su la lógica y para comprender conjunciones y construir significado y
de todos sus desarrollo al razonamiento. Noción moralejas, interpretar adverbios. Evoluciona estructuras trabalenguas.
movimientos y consolidarse de reversibilidad. Se refranes, establecer también la conjugación sintácticas más
posturas. Se las inicia la adolescencia críticas según el verbal y la expresión complejas.
consolida también su asociaciones con sus conflictos desarrollo de su de la noción de tiempo
noción espacial y auditivo- psíquicos: lógica y relativo. Amplía su
temporal, que es una fónicas, con el independencia, crítica, razonamiento. vocabulario según la
de las últimas conocimiento rebeldía. información cultural
adquisiciones de su que recibe.
neuromotrices. representación
gráfica.
V La evolución
Etapa de lingüística
abstracción e depende del nivel
introspección cultural,
12- 13 años en intelectual, social
adelante. y ocupacional de
cada individuo.
“La evolución del Lenguaje en el niño” Nieto Herrera Margarita E., Ed. Porrúa, S. A. México, 1992.
Audición
Comprensi
Lenguaje
Dis. y
ón
Respuesta
Auditiva
Escrito
Global
ón y
Conceptos
Expresión
Fina
Vocale
Abstractos
Concretos
Inicio
A Nivel
de de
Mecanizaci
yEmociones
Lenguaje
reflejo