Está en la página 1de 26

PROCESOS UNIVERSALES

Juicio sucesorio: “proceso judicial encaminado a asegurar la transmisión de la herencia del causante a favor de la
persona o personas llamadas por la ley o por testamento”. A esta finalidad primordial cabe agregar: determinar la masa
transmitida en su aspecto activo y pasivo, el pago de éste, tomar medidas cautelares, proveer el régimen de administración,
liquidación y partición de esa masa en caso de indivisión, etc.

Se trata en principio de un proceso de jurisdicción voluntaria, y eventualmente contencioso (que es motivo de litigio o
motivo de disputa entre dos partes - ejemplo: si los sucesores que invocan derecho se excluyen recíprocamente o disienten
sobre los actos de administración).

Medidas Preventivas

ART. 580. La justicia debe tomar medidas conservatorias sobre los bienes de una sucesión:

1°) Cuando lo solicite alguna persona, invocando su calidad de albacea, heredero, legatario o acreedor;

2°) De oficio, cuando no hubiere herederos conocidos o cuando todos ellos estuvieren ausentes;

3°) Cuando lo solicite el ministerio público;

4°) Cuando lo solicite el Consejo General de Educación, espontáneamente o por denuncia de tercero, con la
especificación de tratarse de herencia vacante;

5°) Cuando lo soliciten los cónsules de acuerdo con la ley Nro. 163

Tienden a individualizar y conservar el acervo hereditario, como asimismo a tratar que las actividades o negocios del
causante no se interrumpan. Se toman inaudita parte (sin dar audiencia a la otra parte - el Juez puede, sin audiencia o sin
escuchar a la otra parte, dictar sentencia, siempre y cuando hayan pruebas bien fundadas y motivadas), y como son
precautorias, no prejuzgan sobre la propiedad de los bienes sobre las que recaen.

No corresponde su dictado si no es verosímil la propiedad del muerto de los bienes en cuestión, sin perjuicio que ella se
discuta en proceso contencioso. Tampoco cuando los bienes se encuentran en poder de terceros, situación en que los
herederos tendrán que entablar las acciones pertinentes para su restitución y recién en el correspondiente juicio pedir medidas
precautorias.

La conservación del caudal hereditario se lleva a cabo a través de las medidas preventivas, éstas pueden consistir en el
inventario provisional de los bienes; designación de peritos contadores para establecer el patrimonio real del causante a la
época del deceso y su evolución posterior; balance en el comercio en que era propietario o socio; pedidos de informes;
depósitos de bienes, nombramiento de un administrador provisional (art. 594 CPC y C).

ART. 581. El dueño de la casa en que ocurra el fallecimiento, así como cualquier otra persona en cuya compañía
hubiera vivido el causante, tendrán obligación de dar aviso de la muerte, en el mismo día, al juez de primera instancia
o, si no lo hubiere en el lugar, al de paz, siempre que no existieren herederos en el lugar o que el causante haya muerto
sin dejar sucesores, bajo pena de responder por los perjuicios que la omisión causare.

1
La exigencia de que el aviso sea dado el mismo día de la muerte, hace presumir que pueda ser escrito o verbal.

ART. 582. El juez procederá a sellar todos los lugares o muebles donde hubiere papeles o bienes, nombrará
depositario al cónyuge que viviera en compañía del causante, a los parientes más próximos o al albacea y tomará las
demás medidas que juzgue oportuno, levantando acta de todo lo obrado.

El juez se limitará a sellar los bienes que sean susceptibles de abuso, fraude u ocultaciones. Los objetos y útiles que sean
necesarios para su uso quedarán a disposición de los que convivieran con el difunto o los demás posibles depositarios. En
ningún caso el juez debe permitir que se apoderen o sean sacados bienes de la casa, so (bajo) pretexto de no pertenecer al
causante.

ART. 583. Si se promoviera declaratoria de herederos, se levantarán los sellos para practicar el inventario. Las
medidas de seguridad continuarán o no, según corresponda.

De la norma se desprende que las medidas analizadas pueden disponerse antes de la apertura del juicio.

DECLARATORIA DE HEREDEROS

Nuestro Código de Procedimientos divide en dos etapas diferenciadas el juicio universal de sucesión.

1º: Juicio de declaratoria de herederos, trámite previo e independiente del juicio sucesorio que tiende a comprobar quienes
tienen vocación sucesoria.

2º: Juicio sucesorio propiamente dicho, debe necesariamente preceder el período que culmina con el dictado de la
declaratoria de herederos, el que ha sido dividido en el inventario, avalúo y partición. Tiende a la determinación de los bienes
que componen la sucesión y cuál es su valor, para luego distribuirlos entre los herederos, y culmina con la adjudicación a los
sucesores de lo que les corresponde, la inscripción de las hijuelas (cuenta particionaria que se da a cada uno de los herederos
y cónyuges en los juicios sucesorios y en la liquidación de la sociedad conyugal, respectivamente, para establecer el monto
que les corresponde, así como la forma de cubrir el mismo) en los registros respectivos y la expedición de los testimonios que
le sirvan de título.

Legitimados para promoverla

ART. 584. Al juicio de sucesión, debe preceder siempre la declaratoria de herederos. Son parte legítima para
promoverla:

1° El cónyuge, los herederos y legatarios;

2° El albacea;

2
3° Los acreedores de los herederos o de la sucesión;

4° El Consejo de Educación;

5° Todos los que tengan en la sucesión algún derecho declarado por las leyes.

Determina quienes pueden promover la declaratoria de herederos, y aparentemente coincide con los autorizados para articular
el juicio sucesorio. Sin embargo, existen diferencias sustanciales.

Por el inc. 3 del art. pueden hacerlo los acreedores del heredero o de la sucesión, mientras que en el juicio sucesorio sólo es
permitido iniciarlo a los acreedores de los herederos si estos no lo hicieren. También el Consejo de Educación en la
declaratoria, pero únicamente pueden intentar el juicio sucesorio cuando se haya reputado vacante la herencia. Por último,
pueden solicitar la declaratoria todos los que tengan en la sucesión algún derecho declarado por las leyes, no acordándoseles,
en cambio, la facultad de iniciar el juicio sucesorio.

Ello se explica pues antes de la declaratoria no se sabe quiénes son los herederos, ni si esta será o no vacante. Por eso,
además, pueden solicitarla los que tienen en ella un interés legítimo: los acreedores de la sucesión, para poder dirigir sus
acciones y tener con quien controvertirlas, en fin, todos los que tengan algún derecho declarado por las leyes en la sucesión,
porque mal podrían ejercerlo sin conocer a los herederos. Pero disipada la duda, a los acreedores de la sucesión sólo les cabe
el ejercicio de sus derechos en juicio contradictorio con los herederos declarados. En cambio, conservan el ejercicio los
acreedores de los herederos, ante la inacción de éstos, pues les interesa la determinación material de la porción ideal de su
deudor en la herencia.

Cabe mencionar, por último, que si la providencia inicial denegase la apertura del proceso cabe la impugnación mediante el
recurso de reposición y apelación subsidiaria, o directamente por ésta si la cuestión ya ha sido sustanciada y se causa un
gravamen irreparable.

ART. 585. El derecho de los acreedores, del Consejo de Educación y del albacea consular, que deberá ser un abogado
de la lista, sólo podrá ejercerse después de transcurridos 60 días del fallecimiento del causante si antes no hubieren los
otros interesados promovido las gestiones pertinentes. Exceptúase de esta disposición los acreedores a quienes se les
diere fianza suficiente por el importe de sus créditos o que tuvieren éstos asegurados con hipotecas u otras garantías
reales; como también, a los legatarios de cosa o cantidad determinada y a los cesionarios de cantidad si se les hiciere
entrega de la cosa o cantidad o se les diere garantía suficiente de entregársela oportunamente.

Los verdaderos y principales interesados en la sucesión son los herederos y legatarios, de ahí que el derecho de solicitar la
declaratoria de herederos otorgado a los acreedores, al consejo de educación y a la albacea deba primeramente, ante la falta
de diligencia de aquellos, respetar el término de 60 días de fallecimiento del causante, que son continuos y no hábiles y que
para su comienzo debe esperar, además, el transcurso de los 9 días de luto y llanto, se ha tratado así de evitar apresuramientos
que puedan tener en miras la obtención de honorarios a cargo de la masa hereditaria.

Bastará con titularse acreedor y exhibir un título o derecho prima facie suficientemente serio y que no debe ser
necesariamente creditorio.

En la situación del albacea se debe distinguir según existan o no herederos.

3
Si existen herederos, su legitimación se encuentra supeditada a la inactividad de aquellos; mientras que si no hay herederos
no hay restricción alguna por cuanto la propia ley le confiere la posesión de la herencia.

ART. 586. La intervención de los acreedores y del Consejo de Educación cesará tan pronto como se presenten los
herederos que acrediten prima facie su carácter; pero conservarán el derecho de urgir los procedimientos cuando los
herederos omitan hacerlo durante el término de 20 días.

Siendo la intervención de terceros excepcional, basta la presentación de los herederos que prima facie acrediten su carácter
para que cese.

Respecto a la albacea debe cesar su intervención, además de lo expuesto precedentemente, cuando se han cumplido todas las
disposiciones del testador o se declare la nulidad del testamento.

Supuestos de caducidad. (Falta)

Caso del único heredero

ART. 3285 CC.Si el difunto no hubiere dejado más que un solo heredero, las acciones deben dirigirse ante el juez del
domicilio de este heredero, después que hubiere aceptado la herencia.

Cuando en una sucesión exista un único heredero, corresponden a éste todos y cada uno de los bienes hereditarios. Por ello,
no existe comunidad hereditaria, ni es necesario acto de partición alguno, bastando que el heredero único se auto adjudique
los bienes del causante.

Para ello basta con un escrito de manifestación de herencia hecha por el heredero único, que será suficiente para liquidar el
impuesto de sucesiones e inscribir los bienes a su nombre en el Registro de la propiedad, sin necesidad de otorgamiento de
escritura pública.

Las acciones personales de los acreedores sucesorios pueden, a su opción, dirigirse ante el juez del último domicilio del
causante o ante el juez del domicilio del heredero único (art. 2336, 3° párr.).

Fuero de atracción

El juez de último domicilio del causante es el competente para entender en su sucesión. En nuestra provincia su conocimiento
corresponde a la Justicia de Primera Instancia en lo Civil y Comercial.

El juicio sucesorio ejerce fuero de atracción, es decir que, ante el juez que en él entienda habrá de substanciarse una serie de
juicios vinculados a él y que son los que el art. 3284 CC enumera.

Los juicios que tienen fuero de atracción reciben el nombre de universales.

En nuestra legislación sólo hay dos: el sucesorio y el del concurso o quiebra.

4
Mediante el camino del fuero de atracción se obtiene la unidad procesal, lo que representa muchas ventajas: al centralizarse
ante un magistrado único todo lo concerniente a la sucesión no sólo se obtiene la liquidación por junto de la misma sino que
se posibilita una fácil información del estado de la herencia, lo que será de conveniencia para los herederos y los acreedores
de la sucesión. Esta conveniencia se pone especialmente de manifiesto cuando se llega a la distribución de los bienes, y en
materia testamentaria por ser una sola la interpretación del testamento.

Acciones atraídas por el sucesorio: art. 3284 CC.

1. Las demandas concernientes a los bienes hereditarios, hasta la partición inclusive, cuando son interpuestas por algunos de
los sucesores universales, contra sus coherederos.

2. Las demandas relativas a las garantías de los lotes entre copartícipes, y las que atiendan a la reforma o nulidad de la
partición.

3. Las demandas relativas a la ejecución de las disposiciones del testador, aunque sean a título particular, como sobre la
entrega de los legados.

4. Las acciones personales de los acreedores del difunto, antes de la división de la herencia.

El fuero de atracción sólo funciona pasivamente, significa que cuando la sucesión es demandada. Solo atrae acciones
personales.

Se abre desde la muerte del causante. Muerte y transmisión hereditaria se producen a la vez.

El fuero de atracción es de orden público. La consecuencia es doble: los jueces ante quienes no tramita el sucesorio deben
declararse incompetentes de oficio en las acciones comprendidas en la enumeración del art. 3284 CC; y remitir los juicios en
trámite para ser acumulados con aquél; y queda sin efecto la prórroga de jurisdicción resultante de la constitución de
domicilios en los contratos suscritos por el causante. En principio la atracción del sucesorio perdura hasta el momento de
la partición.

Iniciación de la declaratoria de herederos

Los verdaderos y principales interesados en la sucesión son los herederos y legatarios, de ahí que el derecho de otorgar a los
acreedores, al Consejo de Educación y al albacea deba primeramente, ante la falta de diligencia de aquellos, respetar el paso
del término de 60 días del fallecimiento del causante, que son continuos y no hábiles y que para su comienzo debe esperar,
además el transcurso de los 9 días de “luto y llanto”.

No es necesario que la legitimidad esté reconocida de antemano, pues bastara con titularse acreedor y exhibir un título o
derecho prima facie suficientemente serio y que no debe ser necesariamente creditorio. No afecta cuando los créditos de los
acreedores están asegurados con garantías reales.

Petición (Del Código Civil)

5
Concepto: A la muerte del causante, pueden sobrevivirle titulares de vocación actual y de vocación eventual. Así por
ejemplo, el difunto puede haber dejado hijos y simultáneamente sobrevivirle también sus hermanos. Estos últimos integran el
orden de los colaterales y son excluidos por aquéllos.

Puede ocurrir también que el difunto haya dejado uno o más hijos no reconocidos espontáneamente, que a la muerte de su
pretendido padre o madre intentan una acción de reclamación de la filiación, en tanto los herederos rehúsan reconocerle el
carácter de hijos, controvirtiendo su llamamiento a la herencia.

En casos como los propuestos puede plantearse un conflicto relativo al carácter excluyente o concurrente de la vocación
hereditaria de unos frente a la de los otros.

Acción de petición de herencia: La acción de petición de herencia controvierte el carácter excluyente o concurrente de la
vocación hereditaria.

ART. 3423 CC: La acción de petición de herencia se da contra un pariente del grado más remoto que ha entrado en posesión
de ella por ausencia o inacción de los parientes más próximos; o bien, contra un pariente del mismo grado, que rehúsa
reconocerle la calidad de heredero o que pretende ser también llamado a la sucesión en concurrencia con él.

A quienes se otorga la acción (sujetos activos):

a) Al titular de una vocación legítima actual contra quien le niega llamamiento preferente y ha obtenido posesión de la
herencia. Por ejemplo, al hijo extramatrimonial no reconocido.

b) Al titular de una vocación legítima actual contra quien le niega llamamiento concurrente. En el caso anterior se daría este
supuesto si, por ejemplo, la vocación del hijo extramatrimonial fuere controvertida por los hijos matrimoniales del causante
con quienes aquél concurre.

c) Al titular de una vocación testamentaria contra quien opone una vocación legítima insubsistente. Es el caso de los
herederos instituidos en el testamento del causante que hacen valer su llamamiento contra los parientes colaterales que no son
herederos forzosos y que, por lo tanto, son excluidos por aquéllos.

- Otros titulares de la acción - También gozan de la acción de petición de herencia:

a) Los cesionarios de quienes tienen vocación excluyente o concurrente contra quienes han obtenido posesión de la herencia.

b) Los acreedores del titular de una vocación preferente o concurrente que no acciona; en este caso por ejercicio de la acción
subrogatoria que les otorga el art. 1196 CC.

c) Los legatarios de cuota, respecto a su llamamiento a una parte alícuota de la universalidad, si éste fuera controvertido por
los herederos o por el albacea.

Contra quiénes se otorga la acción (sujetos pasivos)- La petición de herencia se confiere básicamente contra quien niega al
accionante su vocación preferente o concurrente.

6
Comprobación del deceso

ART. 591. La declaratoria de herederos debe solicitarse comprobando la muerte del autor y acompañando los
documentos relativos al título que se invoca u ofreciendo justificarlo en la oportunidad correspondiente.

Lo primero que debe acreditarse es el fallecimiento del causante con la partida correspondiente; mientras que el carácter que
se invoca puede comprobarse con los documentos respectivos al iniciarse la declaratoria o con posterioridad, pero, por
supuesto antes del dictado del pertinente auto.

Justificación del título del heredero. Títulos que se pueden invocar

ART. 596. La justificación del título que se invoca se hará exclusivamente con la prueba preexistente que por sí misma
acredite el parentesco invocado, la supletoria correspondiente o el reconocimiento de los coherederos. La declaratoria
de herederos, en original o en copia legalmente presentada y con informe del Registro General acerca de su
subsistencia, constituirá prueba suficiente a tales efectos. Cualquier otra pretensión hereditaria fundada en distintas
pruebas se tendrá como acción de petición de herencia o la que por derecho corresponda, y correrá por separado
según el trámite del juicio ordinario.

 El carácter de heredero se acredita por la prueba preexistente, como las partidas, la libreta de familia y las partidas
parroquiales.
La existencia de dificultades para acompañar las partidas respectivas, sea por su antigüedad o por ser extranjeras, ha
permitido declarar que los vínculos en el juicio sucesorio pueden acreditarse a través de partidas que, si bien no son
especificas del tipo de parentesco, acreditan la existencia del vínculo invocado.

 La prueba supletoria del parentesco puede realizarse en los autos sucesorios y aprobarse al solo efecto de dictar
declaratoria de herederos. Es permitida, v.g. cuando no se pueden presentar las partidas por inexistencia de registros
públicos, etc. Abre la posibilidad de todos los medios de prueba. (ej. Posesión de estado, la información sumaria
producida en el extranjero, que consta en instrumento publico debidamente legalizado, la prueba formada por la
declaración de testigos, unida a instrumentos corroborantes que aseguran la verosimilitud de sus dichos, etc.) Para
poder recurrir a medios de convicción supletorios hay que acreditar las circunstancias que hacen imposible la
obtención de las partidas para demostrar el vínculo.
 Incluye también el Código Procesal el reconocimiento de los coherederos, cuando algún pretendiente a la herencia
no puede justificar su título y los demás lo reconocen. Para ser idóneo debe ser voluntario, expreso, sin necesidad
que sea sacramental; inherente a la calidad de heredero y como tal intransferible por sesiones. Debe ser unánime por
parte de los demás coherederos y ellos deben ser, en principio, todos capaces. Es irretractable cuando el desconocido
ya obtuvo del juez la investidura a su favor. Este reconocimiento produce efectos patrimoniales, no otorga un título
constitutivo de estado de familia, tampoco acredita parentesco con el causante.

Procedimiento para solicitar la declaratoria

ART. 591: Lo primero que debe acreditarse es el fallecimiento del causante, con la partida correspondiente, mientras
que el carácter que se invoca puede comprobarse con los documentos respectivos al entablarse la declaratoria o con
posterioridad, pero antes del dictado del pertinente auto.

7
Luego de comprobar el fallecimiento del causante, para iniciar el juicio bastara tener vocación sucesoria respecto del
causante, y probarla antes del dictado de la declaratoria de herederos, aunque existan otros herederos de igual o mejor
derecho y ello aunque se conozca su existencia, circunstancia que no lo convierte en de mala fe.

No son validas las actuaciones promovidas en el juicio sucesorio, por quien no está investido ni sustancial ni formalmente
para ello en virtud de un derecho dependiente de la sucesión. Ej. El concubino.

Los herederos no deben necesariamente respetar los 9 días de luto y llanto para promover el proceso, Art. 3357 CC.

Citación

ART. 592. Presentada la solicitud, se llamará por edictos que se publicarán cinco veces en diez días, a todos los que se
creyeren con derecho a la herencia, sin perjuicio de hacerse las citaciones directas a los que tuvieren domicilio
conocido.

La citación se hace a herederos, legatarios y acreedores, los que entran así dentro de la terminología de “todos los que se
creyeran con derecho a la herencia” y la notificación se efectúa exclusivamente en el boletín oficial, se publicaran 5 veces en
10 días.

Cuándo existan herederos con domicilio conocido, deben ser citados directamente. Esto es entendible desde el punto de vista
procesal, porque genéricamente son nulas las notificaciones efectuadas por edictos si se conocía el domicilio.

“Si el que aspira a la herencia sabe que hay otro pariente más próximo que ignora la apertura de la sucesión, debe hacérselo
saber, porque la inactividad como heredero del pariente más próximo se debe a un vicio de la voluntad, la “ignorancia” de la
muerte del causante. Si el heredero con mejor derecho, a pesar de haber sido notificado, se mantiene inactivo el otro puede
tomar la posesión de la herencia sin incurrir en la calificación de mala fe.

El heredero que se presenta, no tiene por qué justificar la premuerte del otro heredero, ni siquiera de grado preferente, basta
que acredite la inacción de éste. Bastante se hace entonces, con citarlos por edictos, con ello, la inacción legal está más que
justificada, y de esa inacción resulta o que el heredero ha fallecido o está ausente o no sabe que la sucesión se ha abierto o
bien no tiene interés.

Al interesado le basta, pues, para el dictado de la declaratoria de herederos, con la invocación y prueba de su título. No tiene
por qué justificar el vínculo de otros parientes ni demostrar la falta de ellos.

No obstante, se ha considerado de mala fe al pariente que han hecho omisión de un heredero del mismo grado si, pese a
conocer su existencia y domicilio, no acreditan haber realizado gestión alguna para que intervenga, aún cuando no pueda
alegar ignorancia de la que la sucesión se le defería, ya que había asistido al sepelio del causante.

Por último, si el presunto heredero, debidamente citado, no comparece, debe prescindirse de él y proseguirse el juicio sin su
intervención, sin designársele defensor de ausentes, no debiendo ser incluido en la declaratoria de herederos, pues se trata de
un llamado cuya vocación no se perfecciona sino mediante la aceptación, si comparece una vez iniciado, deberá recibir el
procedimiento en el estado en que se encuentre.

Apertura a prueba. Informe. Intervención del Ministerio Público.

ART. 593. Vencido el término, si las partes lo pidieren, se decretará la apertura a prueba por veinte días. Clausurado
éste, las partes podrán informar dentro de diez días, transcurridos los cuales se llamará autos y se dictará resolución

8
dentro de los diez días siguientes. EL ministerio fiscal es parte en este procedimiento. Si antes de la declaratoria de
herederos se presentaran nuevos pretendientes, serán oídos en la misma forma, sin retrotraerse en ningún caso los
procedimientos. Podrá ampliarse aquélla siempre que lo soliciten todos los herederos declarados o se haya omitido a
herederos cuyo carácter se encuentre justificado.

Dentro del período probatorio, se puede recurrir a los medios contemplados en el art. 596.

Este período solo tiene por fin que cada postulante acredite su propio vínculo, no pudiendo atacar la vocación hereditaria de
los demás. Si hipotéticamente esto se pretende, la exclusión hereditaria deberá promoverse en juicio ordinario.

Corresponde marcar que a quien afirma gozar de una vocación hereditaria le basta con probar su propio título a la herencia,
no pudiendo exigírsele que acredite el vínculo de otros herederos o la inexistencia de otros parientes con títulos mejores. Es
que, en principio, procede declarar heredero exclusivamente a quien ha manifestado su voluntad de ser incluido en el auto
respectivo de la declaratoria de herederos, en nuestro régimen a nadie se le impone la calidad de heredero.

Derechos de quienes pretenden ser nuevos pretendientes antes de la declaratoria

Es lógico que quienes se presenten tardíamente, pero antes del dictado de la declaratoria de herederos, traigan todas las
pruebas y no entorpezcan la tramitación de quienes fueron diligentes.

Ampliación de la declaratoria de herederos

La última parte del artículo contempla la posibilidad de la ampliación de la declaratoria de herederos ya dictada. A nuestro
entender hay dos situaciones distintas: que ella se deba a la presentación ulterior de algún pretendiente a la herencia o que sea
en virtud de la omisión en la misma de alguno presentado antes y cuyo carácter se encuentra justificado.

a) Quien solicita la ampliación debe acompañar el título justificativo del vínculo que invoca y se conferirá traslado de la
petición a los herederos ya declarados. Si estos no oponen objeciones, el juez, previa vista al agente fiscal y en su caso al
asesor de menores e incapaces, debe dictar resolución favorable a la ampliación en el caso de que el título presentado resulte
suficiente.

Si media oposición de los herederos declarados es necesario hacer una distinción, en el caso de que ese derecho resulte en
principio incuestionable, el juez debe acceder a la ampliación, sin perjuicio del posterior juicio ordinario por exclusión. Pero
si, la ampliación está condicionada a la previa constitución del título hereditario o los herederos declarados alegan la
existencia de alguna causal que excluye el llamamiento, el peticionante debe promover proceso ordinario tendiente a que se
lo incluya en la declaratoria, adquiriendo la sentencia que se dicte en él eficacia de cosa juzgada material. Es decir que si
existe oposición para lograr la ampliación de la declaratoria de herederos, el pretendiente debe iniciar el correspondiente
juicio ordinario de petición de herencia y recién cuando obtenga sentencia favorable en el mismo, podrá ampliarse aquella.

b) En el segundo supuesto, estamos ante una mera omisión de algún heredero que justifico su carácter antes del dictado de la
declaratoria de herederos y sin embargo no se lo incluyó. Permite que se lo agregue sin darle participación a los que ya se
encuentren en ella, sin ningún trámite.

9
Administración. Carácter del nombramiento. Quien debe ser preferido. Recursos contra el auto que lo resuelve

ART. 594. Siempre que durante el trámite de la declaratoria de herederos sea necesario el nombramiento de
administrador, el juez lo hará, a pedido de parte o de oficio y con carácter provisorio. Se preferirá en lo posible al
cónyuge o al heredero que haya acreditado prima facie su calidad y sea más apto y ofrezca mayores garantías. Si
nadie estuviera en esas condiciones, el nombramiento recaerá en un abogado de la lista. El incidente correrá por
separado sin suspender el principal y la resolución que se dicte será apelable en efecto devolutivo. El administrador
así designado continuará en ejercicio del cargo hasta que se nombre uno definitivo o los herederos declarados
resuelvan su cese.

En el deseo de respetar la necesidad de asegurar la continuidad de las actividades o negocios del causante, la norma regla la
posibilidad del nombramiento de un administrador provisorio, calificación que deriva de las circunstancias que en su
designación solamente han intervenido quienes prima facie han justificado su vocación hereditaria. Por el contrario, en la
designación del administrador definitivo ya existe reconocimiento judicial del carácter de heredero en virtud de la
declaratoria de herederos para quienes han probado dicha vocación.

Para su designación se sigue el mismo régimen que para el definitivo.

En primer lugar, cabe advertir que en el principio de la idoneidad para el nombramiento de todo administrador de la sucesión,
ello se complica en el caso del administrador provisorio, ya que hace difícil la demostración de ser el heredero más apto para
ejercer el cargo, habiéndose aceptado como pauta válida computable al efecto la circunstancia de que la administración de la
mayor parte de los bienes haya venido siendo de hecho ejercida por uno de los herederos sin objeciones por parte de los
restantes.

En segundo término, en caso de recurrir a un extraño, aquí el nombramiento recaerá sobre un abogado de la lista; mientras
que en el definitivo el sorteo se hace de la lista que corresponde según la naturaleza de los bienes.

El nombramiento de administrador tiene el carácter de una medida de urgencia. Debe aclararse que el nombramiento del
administrador provisorio presupone la fijación de una audiencia por parte del juez ante la solicitud formulada por un
peticionario legítimo, ella puede obviarse en la hipótesis de que todos los herederos presentados pidan por escrito la
designación de determinada persona.

Las facultades son las mismas que las reconocidas al administrador definitivo.

Nada obsta, y con frecuencia ocurre, que el administrador provisorio sea ratificado por los herederos declarados,
transformándose de esa manera en definitivo. Pero si uno de ellos pide el nombramiento de administrador definitivo y no
acepta que se convierta en tal el provisorio, debe procederse al nombramiento pedido.

Efectos de la declaratoria de herederos.

ART. 595. La declaratoria de herederos no tiene sino efectos patrimoniales, no prejuzga acerca de los vínculos de
familia ni causa estado, se entiende siempre sin perjuicio de terceros y de la vía ordinaria que podrán entablar el
pretendiente no declarado o el Consejo de Educación en su caso.

10
Los efectos de la declaratoria de herederos no hacen cosa juzgada material entre las partes y en cambio tiene validez respecto
a terceros.

Los sucesores declarados quedan emplazados en la calidad de herederos que gozan de las facultades contempladas en el art.
3430 CC.

Declara quienes han demostrado poseer vocación hereditaria respecto a determinada sucesión, aunque ello no borre la
posibilidad de que existan otros herederos con igual o mejor vocación que la alegada por los declarados.

La prueba legal de la filiación vale ante todo el mundo; la del título hereditario sólo vale en el correspondiente juicio. Es que
en materia sucesoria lo principal y eminente es la herencia, la demanda carecerá de derecho para probar su filiación con la
que en la sucesión se le admitiera para declarársela heredera.

Según el final del art. 595 siempre es procedente la acción ordinaria de petición de herencia. Esta será imprescindible cuando
se intente excluir a herederos declarados, pero si se trata de compartir la herencia habrá que ver si no es posible modificar la
declaratoria de herederos por la vía de su ampliación.

Vía de impugnación. Acción de petición de herencia

Constituyendo la declaratoria de herederos una sentencia, es factible su impugnación por los medios que la ley establece. Es
procedente el recurso de apelación, que debe ser concedido en relación. Igualmente cabe la nulidad, por ejemplo procede
cuando la declaratoria de herederos se dicto existiendo irregularidades procesales. La nulidad no es procedente cuando el
perjuicio es reparable por la vía de apelación.

Admitida la posibilidad de articular la nulidad de la declaratoria de herederos, se discrepa sobre si la vía idónea es el recurso
o el incidente de nulidad. Partiendo de la base de que la declaratoria es una sentencia o al menos un auto interlocutorio,
creemos que el medio adecuado es el recurso de nulidad y no el incidente de nulidad, pues es principio que la sentencia como
toda resolución judicial, no puede ser atacada por vía de incidente de nulidad o, dicho de otra manera, mediante el incidente
de nulidad pueden atacarse todos los actos que no son decisorios o que no importan una resolución.

Cuando se trata de meros errores materiales u omisiones, como, de fechas, nombres, mención de fojas, etc., cabra el recurso
de aclaratoria.

Demanda dirigida contra persona fallecida o muerta durante el procedimiento

ART. 597. Si la demanda hubiere de dirigirse contra una persona fallecida o si el demandado muriere durante el
procedimiento, se emplazará por edictos, en la forma ordinaria, a los herederos. En caso que no comparecieren en
término, se nombrará un curador, que tendrá la doble función de curador ad hoc de la herencia y, en su caso, de
defensor de los herederos rebeldes y con el cual se entenderá la demanda o el procedimiento.

Se contempla dos posibilidades: demanda dirigida contra una persona fallecida o demandado que fallece durante el curso del
proceso. En ambos hay que emplazar por edictos a los herederos, bajo pena de nulidad, pudiendo los herederos emplazados
asumir su defensa sin necesidad del trámite sucesorio previo y en caso que no comparezcan en término corresponde el
nombramiento de un curador.

No es indispensable que quien deba dirigir una demanda contra una persona fallecida o que muriera durante el
procedimiento, tramite su declaratoria de herederos, brindando el art. 597 la posibilidad de emplazar por edictos a los

11
herederos, agregando que ante su incomparecencia se nombrará un curador que tendrá la función de defensor de los
herederos rebeldes, con el cual se entenderá la demanda o el procedimiento. Pero ya sea para promover la declaratoria de
herederos o para que se imprima el tramite previsto en el art. 597, tendiendo a lograr la sentencia con virtualidad contra los
herederos, es requisito imprescindible acreditar el fallecimiento del demandado.

Juicio sucesorio propiamente dicho

El objeto del juicio sucesorio es la determinación del haber dejado por el causante y su ulterior distribución entre los
herederos o beneficiarios, comprendiendo las etapas de inventario, avalúo y partición. Este juicio comienza una vez dictada la
declaratoria de herederos, que le es previa e independiente.

Es procesalmente indebida la denuncia de bienes efectuada antes del dictado de la declaratoria de herederos.

Legitimación para promoverla

ART. 598. Dictada la declaratoria de herederos, comienza el juicio sucesorio, que pueden promoverlo:
1ro. El cónyuge, los herederos y los legatarios;
2do. El albacea;
3ro. Los acreedores de los herederos si éstos no lo hicieren;
4to. El Consejo de Educación, cuando se haya reputado vacante la herencia. Rige respecto de los acreedores lo que
establece el artículo 585.

Supuestos de caducidad

Etapas:

A- Inventario y Avalúo

El inventario es una operación mediante la cual se determinan los bienes que constituyen el acervo sucesorio y las deudas que
lo gravan, haciéndose la enumeración y descripción de ellos.

Luego de la reforma del código civil, toda herencia se presume, como regla, aceptada con beneficio de inventario, salvo que
el heredero exprese lo contrario y la asuma en calidad de “pura y simple”.

Para que el heredero mantenga la limitación de la responsabilidad por las deudas y cargas de la sucesión con los bienes
recibidos, no es necesario que realice el inventario, salvo que sea intimado judicialmente por parte interesada, entendiéndose
que lo son los acreedores hereditarios, los legatarios y aquellos en cuyo favor se impongan las cargas a la sucesión.

El inventario debe ser hecho ante un escribano y dos testigos, con citación de los legatarios y acreedores que se hubiesen
presentado. Partiendo de la base que la intimación para inventariar debe ser efectuada judicialmente, se concluye que el
inventario también tiene carácter judicial. No obstante la explícita referencia que se hace de la presencia de un escribano, el
inventario que se practique con la intervención del actuario parece no ofrecer reparo legal alguno, pues la seriedad de la
operación queda garantizada por la presencia de un funcionario público, que en este caso, sería el secretario del juez, que da
fe de las diligencias y actuaciones que pasan ante él.

12
Exigencia de su práctica judicial

ART. 599. El inventario y avalúo debe hacerse judicialmente:


1ro. Cuando la herencia hubiere sido aceptada con beneficio de inventario o hubiere el heredero pedido término para
hacerlo y deliberar;
2do. Cuando se hubiere nombrado, por el juez, curador o administrador de la herencia;
3ro. Cuando lo soliciten los acreedores de la herencia o de los herederos en defecto de éstos; 4to. Siempre que la
división de la herencia deba hacerse judicialmente.

Hay distintas formas de inventario: inventario privado y judicial

Si todos los herederos son mayores de edad y están conformes, pueden hacer el inventario extrajudicialmente y presentarlo a
los autos bajo la forma de una denuncia de bienes. Pero basta con que un heredero lo pida, para que el inventario deba
hacerse judicialmente dentro del proceso sucesorio. Cuando hay menores, si están representados por sus padres y éstos no
tienen interés en la herencia en cuestión, es igualmente factible el inventario privado.

Fuera de estos casos, habiendo incapaces, en general, el inventario debe ser judicial. Al albacea, también se le impone la
confección del inventario de los bienes sucesorios y el testador no lo puede dispensar de la obligación, tampoco los
herederos.

También debe ser judicial el inventario que tiene que practicar el heredero beneficiario, cuando es intimado por parte
interesada y el curador de la herencia reputada vacante.

Nombramiento del perito. Modo de designación. Procedimiento

ART. 600. Solicitado el inventario y completada la personalidad de los incapaces por el trámite que corresponda, el
juez nombrará defensor a los herederos que no hubieren comparecido siempre que no hayan sido citados
personalmente o por cédula, y fijará día y hora para que concurran a hacer el nombramiento de un perito que
practique el inventario y avalúo. Del auto en que se nombre representante a los ausentes, no habrá recurso alguno.

ART. 601. El perito será designado de común acuerdo o, en su defecto, el juez nombrará a quien cuente con la
conformidad de la mayoría de los interesados que asistieren con derecho a no menos de la mitad de la herencia,
incluidos los bienes gananciales. No será necesaria la conformidad de la mayoría cuando los interesados en minoría
numérica representen más de la mitad del patrimonio de la sucesión. No reuniéndose las condiciones expresadas en
este artículo, el perito será nombrado por sorteo de la lista de abogados. Cuando hubiere acuerdo unánime de partes,
el perito inventariador y tasador podrá ser procurador.

ART. 602. Cuando mediare acuerdo de partes o los interesados constituyeran la mayoría según las pautas previstas en
el artículo anterior, el nombramiento del perito podrá proponerse directamente, prescindiendo de la audiencia.

Salvo que exista común acuerdo, (o sea, la conformidad de TODOS los herederos) el nombramiento del inventariador y
tasador (que en nuestro régimen procesal recae en el mismo perito) está en manos de la mayoría de los sucesores presentes en
el acto y con derecho a no menos del 50% de los bienes hereditarios o de los que representen más de la mitad de dicho
patrimonio.

Dándose el acuerdo de partes o el régimen de mayorías, puede prescindirse de la designación de audiencia para el
nombramiento del perito y proponérselo directamente al juez.

13
Lo designan entre los interesados que concurren al nombramiento del perito, debe incluirse a los legatarios de parte alícuota;
en caso de negligencia de los interesados, a través de la acción oblicua, a sus acreedores personales y al cesionario de
derechos hereditarios.

El perito inventariador y tasador al igual que el partidor, debe ser un abogado, pero también es posible que si existe acuerdo
unánime de las partes ejerza las funciones inventariador y tasador un procurador, pero este no puede ser perito partidor.

También se ha aceptado que el perito inventariador, tasador o partidor puede a la vez ser albacea o administrador de la
herencia.

Se ha considerado de dudosa procedencia legal la designación de más de uno de admitírsela, tanto el inventario como el
avalúo y la partición efectuadas en el juicio sucesorio por más de un perito deben practicarse y presentarse conjuntamente
bajo pena de nulidady los honorarios serán regulados en conjunto, como si hubiera un perito único.

Cualquiera sea el origen del nombramiento, inclusive decisión unánime, el perito inventariador, no es un mandatario de las
partes, ni un árbitro sino un delegado del juez para efectuar la tarea encomendada. Este al igual que el perito partidor debe
aceptar el cargo ante el actuario, bajo juramento o afirmación de desempeño legalmente. La aceptación es un requisito
esencial para la validez de la pericia.

ART. 603. Cuando un mismo perito sea designado para el inventario, avalúo y partición, dichas operaciones podrán
presentarse conjuntamente al tribunal.

Falta de presentación de las operaciones

ART. 604. El perito procederá a practicar y presentar al juzgado las operaciones de inventario y avalúo dentro del
plazo que el juez le fije, a pedido de parte, y dando vista al albacea, a los legatarios de parte alícuota y a los acreedores
que se hubieren apersonado. Cuando, sin causa justificada, no se presentaren las operaciones dentro del plazo
establecido, el perito perderá su derecho a cobrar honorarios, si alguna parte así lo solicitare, sin perjuicio de las
demás responsabilidades que de su retardo se derivaren.

Para el mejor control de los interesados, el perito ha de citarlos antes de practicar y presentar las operaciones de inventario y
avalúo al juzgado. La citación debe ser previa, salvo en los casos que la ley dispone que sea con posterioridad.

La citación es a fin de hacerles conocer a los interesados el lugar y el momento en que se realizarán las diligencias; pero si
pese a ello algunos o todos los citados no concurren ni el acto se suspende ni está afectada su validez. Si existiesen bienes
hereditarios en otra jurisdicción se comisionará al juez del lugar donde se encuentran mediante oficio, notificando a aquellos
antes de su libramiento y luego en el sucesorio el día y hora en que tendrá lugar la diligencia, a fin de posibilitar el control del
acto.

La omisión de la notificación previa o su cumplimiento defectuoso puede generar la declaración de nulidad del acto siempre
que, desde luego, concurran los requisitos que condicionan dicha declaración.

No hay un plazo para que el perito cumpla sus funciones, salvo que el juez lo fije a pedido de parte. Esto, hace que cuando
sin causa justificada no se han presentado dentro del plazo establecido las operaciones de inventario y avalúo, otra vez a
pedido de parte, el perito pierda su derecho a cobrar honorarios, sin perjuicio de otras responsabilidades que puedan derivar
de su retardo. Pero ello tiene que ser cuando este sea “sin justa causa”, lo que demuestra que el plazo inicialmente otorgado
no es improrrogable ni perentorio.

14
Facción del inventario

ART. 605. El inventario contendrá la declaración del tenedor de bienes, hecha ante el perito, de que no ha ocultado ni
existen otros en su poder pertenecientes a la sucesión; especificará con claridad y precisión los bienes inventariados y
su tasación y será firmado por el perito y los interesados que quisieren hacerlo. El juez podrá ordenar la asistencia del
actuario cuando se invoque causa que la justifique.

En la confección del inventario, el perito debe entenderse con el tenedor de los bienes, ya que por lo general existe un
heredero encargada de hacer la denuncia de los bienes.

El perito debe inventariar los bienes que estén en el poder de la sucesión o que terceros tengan en su nombre; es decir en
poder de los herederos, del administrador o de terceros, que pertenecían al causante.

Siendo el inventario la base condicionante de la partición, se impone al perito la necesidad de especificar con claridad y
precisión los bienes inventariados y su tasación. Deberá tener en cuenta la directiva general que impone formar la masa de los
bienes hereditarios, reuniendo las cosas existentes, los créditos, tanto extraños como de los mismos herederos, a favor de la
sucesión, y lo que cada uno de éstos deba colacionar a la herencia

De la masa hereditaria han de deducirse también las deudas y cargas de la sucesión; ya que sólo el saldo líquido es el que se
parte entre los coherederos. Las primeras son las obligaciones contraídas por el causante que se transmiten a los herederos,
mientras que las segundas son las que nacen con posterioridad a su muerte y que se originan como consecuencia necesaria de
la apertura de la sucesión.

El inventario debe contener una descripción exacta y detallada de todos los bienes que componen la herencia, abarcando
tanto el activo como el pasivo.

El acta deberá ser firmada por el perito y, si ha asistido, también por el actuario e igualmente por los interesados que
quisieran hacerlo, no solamente al final sino en cada una de las hojas que componen el inventario.

AVALÚO: Es una operación complementaria del inventario de los bienes hereditarios mediante la cual se determina el valor
de cada uno de ellos. Resulta requisito necesario de la partición, a fin de que sea equitativa.

Para la valuación se tomarán los valores actuales de los bienes, y no lo que tenían al tiempo de la muerte del causante.

Es una medida importante porque la justicia de la distribución depende de la exactitud de los valores asignados y que ofrece
las mayores dificultades, sobre todo en nuestro medio, donde la propiedad experimenta considerables fluctuaciones de valor.

La tasación pericial tiene carácter ineludible en los casos en que la partición debe practicarse judicialmente cuando hay
incapaces o los acreedores así lo exijan.

En nuestro régimen procesal el inventario y el avalúo son realizados por un mismo perito, coincidiendo por lo tanto el lugar
de las operaciones. En cuanto al tiempo del avalúo vendrá determinado, en principio, por el del inventario; pero, como
ocurrirá generalmente, cuando se labre el acta que prevé la norma será prácticamente imposible que, además de inventariar,
simultáneamente se vaya atribuyendo valores a cada uno de los bienes, pues ello requiere información y estudio. Debe
entenderse entonces, que sólo se presentaran juntas al juez de la sucesión.

No existen normas explícitas de la forma en que debe practicarse el avalúo.

15
Termino de exposición

ART. 606. Practicadas las operaciones de inventario y avalúo, se pondrán de manifiesto por un término de 6 a 12 días.
Si transcurriere el plazo sin que se hiciere oposición, el juez la aprobará sin más trámite y sin recurso alguno.

El manifiesto de las operaciones de inventario y avalúo debe notificarse a los interesados por cedula y su termino de 6 a 12
días es un plazo común, de manera que comienza a correr a partir de la ultima notificación efectuada.

Si hay menores o incapaces la puesta de manifiesto se debe notificar al ministerio pupilar, pues está interesada en la
regularidad y exactitud del inventario.

Aprobación

El transcurso del plazo sin que exista oposición, hace que el juez apruebe las operaciones sin más trámite y sin recurso algún.
El término de manifiesto es perentorio.

El silencio de las partes significa consentimiento y las observaciones posteriores al término de manifiesto deben ser
rechazadas; no pudiendo tampoco ser introducidas mediante el incidente de nulidad.

Sin embargo, el silencio de los interesados no vincula, sin más, al juez, quien está habilitado para no prestar su aprobación al
inventario y avalúo en el caso de que carezcan manifiestamente de los requisitos mínimos exigibles a tales actos.

Reclamaciones sobre inclusión y sobre avalúo. Trámite

ART. 607. Si se dedujeren reclamaciones sobre inclusión o exclusión de bienes, se substanciarán en pieza separada y
por el trámite que corresponda según la naturaleza de la demanda, sin perjuicio de aprobarse el inventario en la parte
no observada.

ART. 608. Si las reclamaciones versaren sobre el avalúo, se convocará a los interesados y al perito a una audiencia, y
el juez resolverá sin más trámite y sin recurso alguno, pudiendo nombrar de oficio un nuevo perito para que haga una
retasa así como dictar cualquier otra medida para mejor proveer. Si los que dedujeren la oposición no asistieren a la
audiencia, se les dará por desistidos y serán a su cargo las costas causadas. En caso de inasistencia del perito, éste
perderá el derecho a honorarios por los trabajos que hubiere practicado.
Para evitar reclamaciones inútiles y dilaciones perjudiciales para la marcha regular del proceso, se establece que si los que
han deducido la cuestión no asisten a la audiencia se los dará por desistidos y serán a su cargo las costas causadas.

La oposición al inventario puede versar sobre la inclusión o exclusión de los bienes en el. O sobre la omisión de formalidades
necesarias para su celebración, se trate de irregularidades ocurridas durante el acto o en oportunidad del procedimiento que lo
precede.

La impugnación fundada en esta última causa se ha de tramitar por la vía incidental y precluye en caso de no deducírsela
dentro del término de manifiesto. En cambio la referida a la inclusión o exclusión de bienes puede ser planteada aun después
de la aprobación del inventario, tendiente a modificar la composición del haber sucesorio.

16
Están legitimados: los herederos, los acreedores de la sucesión y de los herederos (por vía subrogatoria), los legatarios y el
fisco. Se substanciaran en pieza separada y por el tramite que corresponda según la naturaleza de la demanda, es decir
ordinario, sumario o sumarísimo según el monto de los bienes.

La resolución que se dicte en cualquiera de las dos posibilidades o razones de impugnación del inventario es apelable.

Si la resolución anula el inventario por falta de cumplimiento de las formalidades legales, deberá practicarse nuevamente la
diligencia; pero si solamente ordena la exclusión de algún bien, esta circunstancia no perjudica el resto de las actuaciones.

Pero corresponde aclarar que la norma supone el reconocimiento por parte de los impugnantes, del carácter hereditario de los
bienes inventariados u omitidos y, por tanto, el derecho de dominio del causante sobre ellos, de manera que los reclamos
solamente pueden versar, acerca de temas susceptibles de incidir en la igualdad de la partición o en la integridad del
patrimonio relicto. Si, por el contrario, los herederos o terceros invocan derechos de dominio o posesión de los bienes
inventariados, deben interponer la pertinente pretensión posesoria o reivindicatoria; por ejemplo si el interesado pretende que
un bien le pertenece por ser propio y no ganancial.

Por lo tanto, la sentencia que se dicte no es declarativa de derechos de posesión o dominio de los bienes, sino que decide
sobre la miera situación de hecho de los bienes en relación al inventario.

B- Partición:

Es el acto mediante el cual los herederos materializan la porción ideal que les tocaba en la herencia, transformándola en
bienes concretos sobre los cuales tienen un derecho exclusivo, poniendo así fin a la comunidad hereditaria que, por
naturaleza, tiene un carácter transitorio.

- Supone la existencia de pluralidad de herederos, porque si fuese uno solo nada habrá que dividir, aunque haya
legatarios de dinero, usufructo o cosa cierta.
- La indivisión debe ser de hecho y no de derecho; no sería posible la partición cuando exista una indivisión forzosa
impuesta legalmente o por voluntad del causante. Tampoco debe tratarse de dinero en efectivo o títulos de renta,
acciones o cuotas de partición en sociedades, u otros bienes similares cuya división pueda practicarse mediante una
simple operación aritmética, no siendo necesario en tal caso la designación de un partidor, aun cuando existan
incapaces interesados, situación ésta en que se dará intervención al ministerio pupilar.
- Es innecesaria la actuación del partidor, bastando la sola presentación de un escrito de distribución de fondos,
cuando la comunidad hereditaria se liquida mediante la venta de un inmueble depositándose los fondos a la orden
del juez de la sucesión, pues, una vez deducidos los gastos y costos, sólo resta la distribución material del monto
obtenido, de acuerdo con el porcentaje correspondiente a cada heredero.
- También los herederos presentes y capaces pueden, de común acuerdo, efectuar válidamente la división de los
bienes sucesorios sin nombramiento de partidor.
Naturaleza: se caracteriza a la partición como un acto jurídico plurilateral complejo, porque a la vez es un acto jurídico civil y
procesal, cuya eficiencia se completa con la aprobación judicial, estando, por ende, sometido al régimen de las nulidades
civiles y procesales.

17
Formas:

La partición puede ser:

 PROVISIONAL o DEFINITIVA: Provisional: cuando divide solamente el uso y goce de los bienes, dejando
indivisa la propiedad.
Es definitiva la que hace cesar la indivisión entre los sucesores universales, atribuyéndoseles la propiedad en forma
individual.

 TOTAL o PARCIAL: la partición total comprende todos los bienes indivisos, poniendo fin a la indivisión misma.
La partición parcial comprende parte de dichos bienes, sin hacer cesar totalmente la indivisión.
 PRIVADA, JUDICIAL o MIXTA: Es privada la que se practica por los sucesores universales extrajudicialmente.
Ella puede tener lugar cuando existe unanimidad entre todos los herederos presentes y son todos capaces.
Es judicial la que se realiza como un trámite del proceso sucesorio y según las reglas del Código Procesal. Es el
juez el que preside la diligencia, al designar o aceptar el perito, fiscalizar su obra y, por último, prestar o negar su
conformidad a la operación practicada. Constituye un requisito previo de la partición judicial la aprobación del
inventario y avalúo, cuando aquella no hubiere sido hecha conjuntamente con estas operaciones, con miras a
proceder a una distribución proporcional de la masa sucesoria.

Es mixta la partición privada sometida a homologación judicial, pues se confecciona extrajudicialmente, pero tiene
aprobación judicial, adquiriendo fuerza de instrumento público a través del testimonio que otorga el secretario.

Nombramiento del perito partidor

ART. 609. Aprobado el inventario y avalúo, cuando la partición no hubiere sido hecha conjuntamente con esas
operaciones, cualquiera de los interesados podrá solicitar la división y adjudicación de los bienes que no estén sujetos
a litigio sobre inclusión o exclusión del inventario o que no hubieren sido reservados a solicitud de los acreedores.
Solicitada la partición, el juez convocará a las partes para que comparezcan a nombrar un perito partidor en la forma
establecida por los artículos 601 y 602, el que deberá ser abogado de la matrícula y podrá ser recusado como el perito
inventariador.

Constituye un requisito previo de la partición judicial la aprobación del inventario y avalúo, cuando aquella no hubiere sido
hecha conjuntamente con estas operaciones, con miras a proceder a una distribución proporcional de la masa sucesoria.

Con relación a quienes intervienen en la designación del perito, hay que mencionar que si uno de los herederos esta
concursado lo representa el síndico del concurso.

Cuando no existe acuerdo unánime para designar el perito, el nombramiento vuelve a recaer sobre el que cuenta con la
conformidad de la mayoría de los interesados, y en caso de no existir consenso mayoritario, es el juez quien lo hace por
sorteo de la lista de abogados.

El perito partidor debe aceptar el cargo, remito al Art. 601 y 602.

Procedimiento para la partición

18
ART. 610. El perito recibirá el expediente y demás documentos relativos a la herencia y procederá a hacer la partición
dentro del término que el juez designe a pedido de parte, con los apercibimientos del artículo 604. Para hacer la
adjudicación, el perito oirá a los interesados a fin de obrar de conformidad con ellos en todo lo que estén de acuerdo o
de conciliar en lo posible sus pretensiones.

El perito deberá aceptar el cargo. Para realizar las operaciones particionarias se le permite al perito retirar el expediente y
demás documentos que, se encuentren reservados en Secretaria.

No hay término, ello ocurrirá a pedido de parte, en este caso, el juez lo establecerá teniendo en cuenta la cantidad y
complejidad de las operaciones a cumplir por el perito.

El partidor debe ajustarse a la voluntad concordante de los interesados y si estos tienen criterios divergentes tratara de
conciliar sus deseos. La reunión con los interesados tiene carácter privado, pero si el perito lo cree conveniente, puede
solicitar al juez la fijación de una audiencia para ello. Logrado el acuerdo de los interesados, es conveniente que se lo
instrumente en un escrito y se lo agregue a los autos.

El perito debe seguir en su actuación una serie de pautas derivadas de los principios generales, a saber. Por ejemplo, para
determinar la viabilidad de la división en especie se estará al conjunto de los bienes hereditarios, prescindiendo si cada uno
de ellos son divisibles o indivisibles; cabe también admitir la división en especie de un inmueble divisible en propiedad
horizontal, salvo que resulte antieconómico y antifuncional.

La venta debe realizarse, mediante subasta pública en la forma prescripta para el juicio ejecutivo. Si el adquirente en la
subasta resulta ser un sucesor universal, le está permitido compensar el precio de si adquisición con la porción que le
corresponde.

El partidor tendrá que cuidar el adecuado respeto al principio de igualdad al formar los lotes, adjudicando valores equitativos.
Ello hace a la esencia de la partición.

Con relación a los créditos se sostiene que se debe procurar el reparto proporcional de ellos a fin de mantener la igualdad.

Respecto de las deudas, conviene hacer las adjudicaciones proporcionalmente al haber hereditario de cada heredero, aunque
puede adjudicarse en su totalidad a uno de ellos.

Presentación de la cuenta particionaria

La cuenta particionaria es el instrumento en el cual el partidor divide los bienes y distribuye las deudas o reserva bienes
suficientes para satisfacerlas. No se exigen fórmulas sacramentales, sin embargo, tradicionalmente se presenta dividida en
partes o capítulos. Luego del encabezamiento en que el partidor expresa su nombre y apellido, calidad, domicilio y carátula
del juicio, dicha división consiste en seis capítulos:

1- Los “prenotados”, es una síntesis de las constancias más importantes del expediente sucesorio. Por ejemplo, datos
de la partida de defunción, publicaciones efectuadas, intervención de ministerios públicos, indicación de los
herederos.
2- El “cuerpo general de bienes” es el activo de la sucesión, el partidor tomara como base el inventario y el avalúo, y
se considerará separadamente los bienes propios de los gananciales, agregándose en su caso los valores
colacionables. Habrán de excluirse los bienes que se han vendido e incluirse los que hubiesen aparecido con
posterioridad. Cada bien se describirá con la mayor precisión posible.

19
3- Las “bajas comunes” es el pasivo de la sucesión, integrado por las deudas del causante y las cargas de la sucesión,
es decir, las deudas originadas con posterioridad a la muerte de éste, tales como los gastos funerarios, los de
conservación, inventario y tasación y liquidación de los bienes relictos, gastos de tramitación del juicio y honorarios
comunes de los profesionales intervinientes.
4- El “liquido partible” es el resultado que se obtiene restando del valor total del cuerpo general de bienes, el monto
de las bajas comunes. El saldo obtenido es la herencia liquida que se distribuirá entre los herederos y legatarios de
cuota.
5- La “división” es la determinación de la parte alícuota que a cada heredero le corresponde en el haber sucesorio
según las normas del CC o las disposiciones del testamento.
6- La “adjudicación” consiste en la formación de las hijuelas o lotes de cada heredero o legatario. Como la partición
debe hacerse por cabeza, habrá tantas hijuelas como sucesores universales.

Aprobación

ART. 611. Presentada la partición, se pondrá de manifiesto por el término de seis días para que sea examinada por los
interesados, durante el cual podrán hacer uso del derecho que acuerda el artículo 3467 del Código Civil. Transcurrido
el término sin que se haya deducido oposición ni ejercitado aquel derecho, el juez aprobará la cuenta particionaria,
sin lugar a recurso alguno; pero si hubiere incapaces que resulten perjudicados por dicha operación, la desestimará.
En tal caso, procederá el recurso de apelación.

La cuenta peticionaria es un simple proyecto, que adquiere eficacia por acto judicial que le preste aprobación, Es que el
partidor es un delegado del juez, que no tiene ninguna facultad propia y todo cuanto haga queda sometido a revisión.

No habiendo oposición dentro del término de manifiesto ni ejercicio del derecho de licitación, el juez aprobará la cuenta
particionaria, salvo que aprecie que viola las normas sobre la división de la herencia o hubiese incapaces que pudieran
resultar perjudicados.

La resolución que rechace la cuenta particionaria es apelable. Y se entiende que también lo es el auto aprobatorio, aunque la
norma dispone que contra él no cabe recurso alguno, cuando se encuentran violadas normas sobre división de la herencia o
exista perjuicio para los incapaces.

Oposición. Derecho de licitación

ART. 612. Si dentro del término se hiciere oposición o se ejercitare el derecho de licitar algunos bienes, el juez
convocará a los interesados y al partidor a una audiencia, en la que se hará la licitación solicitada y se procurará el
acuerdo sobre la partición. La audiencia tendrá lugar con cualquier número de interesados que asistiere. Si los que
hubieren impugnado la cuenta particionaria no concurrieran, se les dará por desistidos, y cargarán con las costas
causadas. En caso de inasistencia del perito, perderá su derecho a honorarios.

Se ha entendido que las alegaciones del impugnante y las explicaciones del partidor deben documentarse necesariamente en
el acto de la audiencia, no siendo procedente, por la importancia que reviste la partición, las ratificaciones por escrito o la
presentación de éste en reemplazo de la comparencia.

20
Sustanciación

ART. 613. Cuando los interesados que hubieren asistido a la audiencia no pudieren ponerse de acuerdo y el litigio
versare sobre la partición se ha hecho con arreglo a las disposiciones del Código Civil, se dará traslado por tres días a
los opositores, conjunta o separadamente, según corresponda, y se substanciará la oposición con los que estuvieren
conformes, por el trámite del juicio sumario.

Si entre los interesados que hubiesen asistido a la audiencia no se lograse acuerdo y la cuestión versa sobre si la partición se
ha hecho de acuerdo a las disposiciones del CC, corresponde, previo traslado a los impugnantes, sustanciar la oposición con
los que estuviesen conformes con la cuenta mediante el trámite de juicio sumario.
Si el juez admite la impugnación, ordenará al perito que modifique la partición, a su cargo, de acuerdo con las observaciones
que se han admitido.

Contienda sobre lotes

ART. 614. Supuesto que la contienda se relacionara con los lotes, el juez procederá a sortearlos, a menos que todos
prefirieran la venta de los bienes para que se haga la partición en dinero. En caso de que las cuotas de los herederos
no fuesen iguales, el sorteo se verificará formando tantos lotes como veces la cuota mayor quepa en la herencia y
adjudicándose al heredero de mayor cuota, el lote que designe la suerte. Si la cuota mayor excediere de la mitad del
caudal partible, el sorteo se hará tomando como base la cuota menor.

La otra posibilidad de desacuerdo en la audiencia del art. 612, puede deberse a que los interesados disientan con los lotes que
le toca a cada uno, según el reparto realizado por el partidor. El juez procederá a sortearlos, salvo que todos prefieran que los
bienes se vendan y así distribuirse entre ellos el dinero resultante.

Se ha justificado este principio de la adjudicación por sorteo diciendo que elimina la posibilidad de que el partidor favorezca
a determinados herederos, asegurándose de esta manera igualdad entre los comuneros.

Sucesión de escasa cuantía económica

ART. 615. Cuando los bienes de la sucesión sean de poca importancia, el juez podrá ordenar que se hagan
simultáneamente por un solo perito las operaciones de inventario, avalúo y partición y que se substancien por el
mismo trámite. En tal supuesto, si se promoviesen a la vez demandas relativas a todas esas operaciones que no deban
resolverse por cuerda separada y para las cuales estuviesen prescriptos diversos trámites, se substanciarán
simultáneamente por el más amplio de los designados.

Aprobación

ART. 616. Aprobada la partición, se procederá a ejecutarla, entregando a cada interesado lo que le corresponda, con
los títulos de propiedad y poniéndose en ellos el actuario constancia de la adjudicación. No se hará, sin embargo, esa
entrega cuando se adeudasen honorarios, gastos o créditos a cargo de la masa o de los herederos que la pidiesen, a
menos que mediare acuerdo de los interesados.

21
ADMINISTRACIÓN - ARTÍCULO 617 Y SIGUIENTES

Generalidades. Oportunidad. Designación. Legitimados para solicitarla. Sustanciación. Nombramiento por el juez. Recurso
contra el auto que lo resuelve. Sustitución. Administrador. Facultades.

ART. 617. De todo lo relativo a la administración de la herencia, se hará pieza separada.

ART. 618. Dictada la declaratoria, cualquiera de los herederos, cuando no haya albacea o no le corresponda la
posesión de la herencia, podrá solicitar la designación de administrador, a cuyo efecto se les convocará a audiencia. Si
no hubiere acuerdo, el juez nombrará al cónyuge sobreviviente o al heredero que a su juicio sea más apto y ofrezca
más garantía para el desempeño del cargo; y sólo podrá elegir un extraño si hubiere razones especiales que hagan
inconveniente la designación de alguno de los herederos. En tal caso, ésta se hará por sorteo de la lista que
corresponda según la naturaleza de los bienes. El auto por el cual se nombre administrador es apelable en efecto
devolutivo; pero quedará sin efecto si todos los interesados convinieren en que sea otro que el nombrado por el juez.

Ejemplo de elección de un extraño: cuando existen serias discrepancias entre los herederos o una notoria enemistad o
intereses contradictorios.

Administrador

ART. 619. Nombrado el administrador, que prestará fianza si fuere un extraño, a no ser relevado de ella por
unanimidad de interesados, se le pondrá en posesión del cargo, previo juramento o afirmación de desempeñarlo
legalmente.

Facultades

ART. 620. El administrador no podrá arrendar inmuebles de la herencia sino de común acuerdo de interesados o por
resolución del juez en caso de disconformidad; tampoco podrá hacerlo bajo condiciones que obliguen a los herederos
después de la partición, salvo con acuerdo de todos ellos. En los arrendamientos de bienes de la herencia, serán
preferidos los herederos, en igualdad de condiciones.

ART. 621. El administrador colocará en el establecimiento destinado a los depósitos judiciales el dinero que reciba de
la sucesión y no podrá retener sino lo indispensable para los gastos de la administración, según la apreciación que a su
pedido hará el juez.

Bienes susceptibles de venta

ART. 622. Durante el juicio sucesorio, no se podrán vender bienes de la herencia, con excepción de los siguientes:
1ro. Los que puedan deteriorarse o depreciarse prontamente o sean de difícil o costosa conservación.
2do. Los que sean necesario vender para cubrir los gastos del juicio.

22
3ro. Cualesquiera otros en cuya venta estén conformes todos los interesados. La solicitud de venta será substanciada
en una audiencia y el auto que recayere será apelable si se tratare de bienes inmuebles.

Forma de la venta
ART. 623. La enajenación se hará en remate público, en la forma prescripta en el juicio ejecutivo. Los interesados
pueden convenir por unanimidad que la venta se haga en forma privada, requiriéndose la aprobación del juez si
hubiere incapaces o ausentes. También puede el juez autorizar la venta en esta forma, aun a falta de unanimidad, en
casos excepcionales de utilidad manifiesta para la sucesión. Esta resolución es apelable.

Discrepancias sobre la administración. Modo de resolverlas

ART. 624. Toda dificultad sobre administración será resuelta por los interesados en audiencia o por el juez, en su
caso, sin recurso alguno.

Ni el Código Civil ni nuestra ley procesal, han determinado el procedimiento mediante el cual el juez puede y debe dirimir
las diferencias entre los coherederos sobre la administración de la sucesión; la decisión al respecto debe ser fundada, previa
audiencia de todos los interesados y sin perjuicio de ordenar producción de prueba, si así lo tornan necesario las
circunstancias implicadas.

Rendición de cuentas

ART. 625. El administrador estará obligado a rendir cuenta al fin de la administración y cada vez que lo exija alguno
de los interesados. Si no lo hiciere, el juez podrá, de oficio o a petición de parte, declararlo cesante en cuyo caso
perderá su derecho a percibir honorarios. Esta resolución es apelable en efecto devolutivo.
Como toda persona que gestiona intereses total o parcialmente ajenos, el administrador de la sucesión debe rendir cuentas de
su actuación. Consiste en la operación por la que da razón de su cometido, detallando los actos cumplidos en nombre del
administrado, mediante la exposición documentada de todo el proceso económico y jurídico.

Retribución del administrador

ART. 626. El administrador, cuando sea un extraño, puede pedir regulación de honorarios después de rendidas y
aprobadas las cuentas de la administración. El juez fijará esta retribución teniendo en cuenta el monto de los ingresos
obtenidos durante la administración y la importancia de la gestión realizada.

El art. 626 comienza negando honorarios al heredero que la haya desempeñado. Sin embargo, el sistema adoptado, ha sido
criticado y calificado de injusto, ya que no median razones para declarar la gratuidad de una función que insume tiempo,
trabajo y hasta puede ocasionar gastos; más equitativo hubiese sido proceder a la inversa: no presumir la gratuidad, salvo que
ese carácter se hubiese aceptado expresamente.

La regulación definitiva está supeditada a la aprobación de la rendición final de cuentas, puede pedirse remuneración por la
actuación administrativa recién después de dicha oportunidad.

23
Para la fijación de la retribución, el juez tendrá en cuenta el monto de los ingresos obtenidos y la importancia de la gestión
realizada.

Sin perjuicio de lo establecido por los regímenes arancelarios nacionales o locales que rijan su actividad, los jueces deberán
regular honorarios profesionales a los auxiliares de la justicia sin atender a montos o porcentuales mínimos establecidos,
cuando la naturaleza, alcance, tiempo y calidad de la tarea realizada evidencien una desproporción injustificada entre el
trabajo cumplido y la retribución.

HERENCIA VACANTE

Generalidades. Que es la sucesión vacante

Hay herencia vacante cuando al fallecimiento del causante, los bienes nos son recogidos por ningún sucesor con vocación
universal, sea legítima o testamentaria. La sucesión es deferida al fisco nacional o provincial, según el lugar donde estén
situados los bienes y no al lugar del último domicilio del causante. La transmisión se opera, a favor del fisco del lugar de
ubicación del bien.

ART. 627. Reputada vacante una herencia y nombrado el curador de la lista de abogados, se continuarán los trámites
con éste, el Ministerio Fiscal y el Consejo de Educación.

ART. 628. Los derechos y obligaciones del curador, la liquidación de los bienes y la declaración de vacancia y sus
efectos se regirán por el Código Civil, aplicándose como supletorias, en lo pertinente, las disposiciones sobre
administración de la herencia contenidas en este Título.

Fundamento.

Se entiende que los bienes vacantes son atribuidos al Fisco nacional o provincial a titulo de dueño, en virtud de la soberanía y
del dominio eminente que tiene sobre ellos y no en carácter de heredero ni técnicamente es un sucesor. Los bienes son
reintegrados al dominio privado del Estado que los adquiere a título originario, no derivado, por sustitución y no por
sucesión.

Periodos de la sucesión vacante. Casos en que procede y en que no procede la reputación de la vacancia.

Existen dos etapas en el proceso de vacancia de la herencia: la reputación de vacancia y la declaración de vacancia.

La REPUTACION DE VACANCIA, art. 3539 CC: tiene lugar cuando han vencido los 30 días de citación edictal sin que
ningún pretendiente se haya presentado o si bien lo ha hecho no ha justificado su vínculo, se computaran en días corridos y
comenzará desde la última publicación.

También procede cuando los herederos presentados, legítimos o testamentarios, han renunciado a la herencia, debe ser
expresa y formal.

Puede existir herencia vacante aun con testamento, si los herederos en él designados o los legatarios permanecen inactivos o
no justifican su carácter.

24
Cabe incluir los casos en que se declara la nulidad del testamento y no existen herederos legítimos; o que en el testamento no
se dispuso de la totalidad de los bienes y no existe institución hereditaria ni herederos as intestato.

Quienes pueden promoverla

Están legitimados para iniciar la primera etapa de presunción de vacancia todos los que tengan que hacer reclamos contra la
sucesión (acreedores, legatarios, copropietarios o consocios del causante, los que tengan que entablar una acción de
reivindicación, etc., y también en juez de oficio puede decretar la publicación de edictos, sin que sea indispensable la
solicitud fiscal).

En el mismo auto de reputación de vacancia se designa al curador, quien hará un inventario, como medidas de orden y de
seguridad, y ejercerá activa y pasivamente los derechos hereditarios. El curador es el representante legal de la sucesión.

Los acreedores que justifiquen su derecho serán pagados, a cuyo fin se procederá a la venta de los bienes hereditarios. Pero
cuando el crédito no resulta bien probado, el curador tiene la obligación de someter su admisibilidad a decisión judicial.

Liquidadas las deudas y cargas de la sucesión y no habiéndose presentado ningún sucesor reclamando la herencia, o
habiéndose hecho el pleito trabado con el curador haya concluido en contra de las pretensiones del demandante, corresponde
la DECLARATORIA DE VACANCIA y los bienes se entregaran a la autoridad nacional o provincial encargada de recibirlos.

El denunciante. Intervención del denunciante en el trámite judicial

Aparición posterior de herederos o legatarios

ART. 3542 CC: Establecido el curador de la sucesión, los que después vengan a reclamarla, están obligados a tomar
las cosas en el estado en que se encuentren por efecto de las operaciones regulares del curador.

Si durante la reputación de vacancia se presentan herederos justificando su llamamiento a la sucesión, se dictará declaratoria
de herederos a su favor, sin que tengan que recurrir a la acción de petición de herencia, y cesará aquella reputación.

Deberán tomar la herencia en el estado en que se encuentre.

Si luego de la declaratoria de vacancia se presenta un sucesor reclamando la herencia, deberá ejercitar ante el juez de la
sucesión la acción de petición de herencia y a ella el Estado puede allanarse y oponerse por entender que el reclamante no
debe acceder a la herencia, por ejemplo, si se trata de un cónyuge culpable de la separación de hecho.

25
Albacea:

Es el encargado por un testador o por un juez de cumplir la última voluntad y custodiar los bienes de una persona
fallecida (el caudal hereditario).

Cuando ha sido nombrado en el testamento se denomina albacea testamentario.

Cuando ha sido nombrado por el juez se llama albacea dativo.

26

También podría gustarte