¿Nació Realmente el Señor Jesús el 25 de diciembre?
La Navidad o el nacimiento del Señor Jesús es una de las fechas más
especiales en el mundo cristiano de occidente. Por todas partes se hacen pesebres, se adornan arbolitos con bombillas luminosas, se encienden luces de todos los colores, aparecen papás noeles, la gente se alegra grandemente y en medio de bebidas embriagantes, parrandas, regalos y pólvora dicen celebrar el natalicio del niño Jesús. Pero… ¿Realmente nació el Señor Jesucristo el 25 de diciembre? ¿El árbol de Navidad, papá Noel, el licor, los regalos de esta ocasión son de origen cristiano? ¡Honra a Dios esta celebración? El Verdadero Origen de la Navidad. Jesucristo no nació en la época del año en que ahora se observa la Navidad. La Biblia nos dice que cuando él nació “había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño” (Lucas 2:8). Esto jamás pudo haber acontecido en Israél (tierra donde nació el Señor Jesús) en el mes de diciembre. Los pastores traían sus rebaños de los campos y los encerraban a más tardar a mediados de octubre para protegerlos de la estación fría y lluviosa que se acercaba. La misma biblia prueba en Cantares 2:11 y Esdras 10:9,13 que el invierno era una época de lluvias la cual hacía imposible que los pastores permanecieran las noches afuera en el campo con sus rebaños. Un comentarista bíblico declara: “Los pastores vigilaban sus rebaños día y noche mientras permanecían afuera. Puesto que la primera lluvia caía a principios del mes de chesvan, que corresponde a parte de los meses de octubre y noviembre (comienza en octubre), vemos que los rebaños permanecían en el campo todo el verano. Ahora bien, según el relato bíblico los pastores todavía no habían recogido sus rebaños, lo que hace suponer que el mes de noviembre no había comenzado aún y que, por lo tanto, nuestro Señor Jesús no nació un 25 de diciembre cuando no había rebaños en los campos. No pudo haber nacido después del mes de septiembre, ya que los rebaños aún estaban en el campo. Con esto, debemos descartar la Natividad en diciembre.” (Adam Clarke Commentary, vol. 5 pág. 370). La pregunta ahora es: Si Jesucristo no nació el 25 de diciembre. ¿Cómo se originó de la Navidad en esta fecha? Consultando algunas enciclopedias con relación al origen de esta festividad, nos dicen que era conocida antiguamente no con el nombre de Navidad, sino como “Saturnalias”, celebrada por los romanos paganos del 17 al 24 de diciembre y el 25 celebraban el nacimiento del dios “sol”. La enciclopedia Barsa dice lo siguiente: “Esta celebración se generalizó desde el siglo IV en el mundo cristiano. Como no se conoce la fecha precisa del nacimiento de Jesús, la iglesia Católica adoptó el 25 de diciembre como la fecha de su nacimiento y cristianizó la festividad pagana, que en diversos pueblos la celebraban como la fiesta del sol y los carnavales de Saturno.” Sin embargo, su origen es mucho más antiguo, viene del paganismo de la antigua Babilonia y trascendió las fronteras, asentándose con mucha fuerza en el politeísmo del imperio romano. Es ahí, donde se celebraba el 25 de diciembre como “festival de invierno”, en conmemoración del nacimiento de Tammuz (Saturno para los romanos) el dios sol encarnado. Esta festividad iba acompañada de orgías, desenfreno y una gran inclinación hacia el valor de la amistad, lo cual se demostraba con intercambio de regalos y presentes para aquella fecha. Tambien surgió la costumbre de adornar las puertas de cada casa con coronas de flores y hojas verdes y por cierto la práctica de adornar un árbol con frutas y decorativos alusivos al dios sol. Esta era la fecha del solsticio de invierno y el centro de todo, era recordar y celebrar el nacimiento de la divinidad solar cuya concepción se había realizado en la matriz de la virgen reina del cielo. Las leyendas mesopotámicas nos cuentan que esta festividad viene desde los tiempos de Ninos o Nimrod, un hombre poderoso que se levantó contra Dios, practicaba la hechicería y fue el padre de las religiones de ritos de misterios satánicos, quien se casó con su misma madre de nombre Semiramis, y aunque Nimrod tuvo una muerte prematura, después de su muerte, su esposa, la reina Semiramis, lo proclamó como el dios solar. Más tarde cuando esta mujer adúltera e idólatra dio a luz a un hijo ilegitimo, proclamó que su hijo Tammuz no era más que el mismo Nimrod renacido. Tammuz nació el 25 de diciembre. Semiramis sostenía que de la noche a la mañana un gran árbol (tipo siempre verde) surgió de una cepa muerta, lo cual simbolizaba el nacimiento de Nimrod (a través de Tammuz) a una nueva vida. Ella declaró que, en cada aniversario de su natalicio, Nimrod dejaría regalos en el árbol. He aquí el verdadero origen de esta festividad y del árbol de Navidad. Con tramas e intrigas Semiramis se convirtió en “la reina del cielo” babilónica y Nimrod (Tammuz), bajo diversos nombres, se convirtió en el “divino hijo del cielo”. Después de varias generaciones de esta adoración idólatra, Nimrod también se tornó en el falso mesías hijo de Baal, el dios sol. En este falso sistema babilónico “la madre y el hijo” (Semiramis y Nimrod nacido nuevamente) se convirtieron en los principales objetos de adoración. Esta veneración de “la madre y el hijo” se extendió por todo el mundo, con variación de nombre según los países y las lenguas mucho antes de la era cristiana. Fue así como esta festividad se extendió hasta los tiempos del imperio romano y cuando el imperio se estaba derrumbando, la iglesia católica aceptó esta festividad de origen pagano y la “cristianizó”. Ya no sería esta fiesta el nacimiento de Tammuz sino el natalicio del Señor Jesús, ya el árbol y las luces no serían el símbolo del renacimiento de Nimrod o del dios sol sino un símbolo de Jesús. ¡Qué blasfemia! Desde entonces la cristiandad celebra el 25 de diciembre el nacimiento de Tammuz creyendo que es el nacimiento del Señor Jesús y levanta el árbol y las luces de Navidad en honor del hechicero Nimrod creyendo que honra al verdadero Dios La Santa Biblia, la Palabra de Dios nos dice que no debemos adorar a Dios de la misma manera como lo hacían los pueblos idólatras: “guárdate de que no caigas en la trampa siguiendo su ejemplo, después que hayan sido destruidas delante de ti. No indagues acerca de sus dioses, diciendo: ‘¿De qué manera rendían culto estas naciones a sus dioses para que también yo haga lo mismo?’. No actuarás de esa manera con respecto a Jehovah tu Dios. Ciertamente ellos hacen con sus dioses todo lo que Jehovah aborrece, pues aun a sus hijos y a sus hijas queman en el fuego para sus dioses.” Deuteronomio 12:30,31 Reina Valera 1989 Así mismo, el profeta Jeremías nos advierte que no debemos imitar las costumbres tradicionales de la sociedad que nos rodea: “Esto dice el Señor: No imitéis las malas costumbres de las naciones; … Porque las leyes de los pueblos vanas son y erróneas…” Jer. 10:2,3. Versión Católica Felix Torres Amat. El Señor Jesús nunca nos dice en la Biblia que debamos celebrar la fecha de su nacimiento en esta tierra, no hay ningún texto que nos autorice su celebración en los evangelios, ni sus discípulos en las epístolas nos dan la base para celebrar esta festividad. Por eso Dios hace un llamado para que nos libremos de costumbre, leyes y ritos que no son cristianos, cuyo origen es babilónico y pagano: “Luego oí otra voz que decía desde el cielo: «Salid de ella, pueblo mío, no sea que os hagáis cómplices de sus pecados y os alcancen sus plagas.” Apoc. 18:4 Biblia Católica de Jerusalen. Apreciado amigo, Dios nos llama a que abandonemos las costumbres y las falsas doctrina de origen pagano y que salgamos de las organizaciones religiosas que las apoyan y promueven. Dios quiere que lo adoremos en espíritu y en verdad conforma a su Palabra la Santa Biblia. El mundo está viviendo en estos días una gran crisis por el cambio climático, por todas partes se presentan inundaciones, catástrofes, incendios, erupciones de volcanes, terremotos como nunca lo había habido y los expertos nos dicen que esto se agravará e irá en aumento. Todo esto nos debe despertar al hecho de que algo está sucediendo en la relación de Dios con los seres humanos, que la paciencia divina se está agotando y que el fin de la vida del planeta tal como la conocemos se acabará pronto. También nos debe llevar a buscar a Dios de corazón porque solo en él hay la verdadera protección y fortaleza en este momento de crisis y en lo que está por venir. Dios en su maravilloso amor nos da la última advertencia que se registra en la biblia: Apoc. 14:9-11. La Bestia representa al sistema y a los sistemas que apoyan y promueven doctrinas, costumbres y fiestas de origen babilónico y pagano, si usted apoya, observa y practica estas doctrinas y costumbres, usted está adorando a la bestia y a su imagen y no podrá tener la Protección Divina cuando la paciencia de Dios se agote y sea derramado el cáliz de su ira. “El que tiene oído oiga…” “El que lee, entienda.”
OPCIONES PARA HACER EN EL FIN DE AÑO
1. Salga de la ciudad, busque un lugar campestre y tranquilo donde se librará del bullicio y de la sociedad de consumo de esos días. 2. Comparta todo este tiempo en familia, dialogue, hágase amigo de su conyugue, de sus hijos, juegue con ellos, lean, estudien la biblia y libros altruistas, discutan el contenido de este libro y enséñele a sus hijos el significado de la verdadera Navidad. 3. Busque a Dios en el silencio y entréguele su corazón y el de su familia. 4. No malgaste su dinero en pólvora, ni en bebidas embriagantes que arruinan su salud y la de los suyos. 5. No compre cosas innecesarias. Gaste lo básico y un poco más, sea generoso, pero ahorre porque el futuro es impredecible. 6. Comparta con la gente necesitada, dé regalos a la gente pobre, no solo en esta época sino durante todo el año. Dios le devolverá en bendiciones. “Por cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeñitos a mí lo hicisteis” Mateo 25:40. ¿CUANDO DEBE CELEBRARSE LA VERDADERA NAVIDAD? La verdadera Navidad no debe celebrase un solo día, sino todos los días del año, dejando que el Señor Jesucristo more en nuestro corazón y lo transforme, que Él cambie nuestros malos pensamientos, que limpie nuestras palabras, acciones, motivaciones y todo nuestro carácter, que su Santo Espíritu nos haga cambiar las costumbres y doctrinas equivocadas que no tienen su origen en la Biblia y nos llene de su Amor, de su Paz y de completa Felicidad. Hoy es el día de comenzar a celebrar la verdadera Navidad en su corazón. Le invitamos a que lo haga… ”Si oyereis la voz de Dios, no endurezcáis vuestro corazón” ¡FELIZ NAVIDAD!