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ALERGIA A LOS TAMPONES.

Los tampones o tampax significaron un antes y un después en la vida de las mujeres. Gracias a
estos artilugios de algodón, las mujeres empezaron a ir a la playa o piscina y bañarse sin miedo
de que la prenda de higiene íntima se hinchase o se saliese de lugar.
Sin embargo, los tampones pueden no ser siempre los mejores aliados para todas las mujeres.
Si se abusa de ellos pueden llegar a crear problemas para la salud. Por eso, tanto las marcas
como los profesionales de la salud avisan de cuáles son las normas para utilizar los tampones y
qué no debemos hacer.

¿Los tampones vaginales tienen algún riesgo?


Los tampones contienen poliacrilato, un polvo blanco sin olor que tiene la capacidad de
absorber grandes cantidades de líquido. Esto se utiliza como el famoso “gel absorbente”.
Estudios demuestran que está asociado con el síndrome del shock tóxico que es causado por
una toxina producida por ciertos tipos de bacterias: estafilococos. El uso del tampón, si se deja
por mucho tiempo, puede causar diarrea, dolores de cabeza, fiebre, hipotensión (baja de la
presión arterial), dolores musculares, náuseas, vómitos, crisis epilépticas y convulsiones, tal
como lo manifestó el Dr. Dueñas Chacón.

No obstante, hay mujeres que, aunque utilicen este producto adecuadamente, desarrollan
también alergia a los tampones. En algunos casos tras colocarse el tampón se sentirá un poco
de comezón en la zona vaginal una vez rozado con el algodón. Quizás, en un principio, no le des
más importancia, pero a medida que vaya pasando el tiempo sentirás picores, irritación y
malestar. Al quitarte el tampón, los síntomas disminuirán, pero si vuelves a colocarte otro en
poco tiempo cada vez te sentirás peor.

Este producto de algodón está ideado para mejorarnos la calidad de vida. Sin embargo, no
debemos olvidar que estamos metiéndonos un objeto extraño en nuestro cuerpo y es normal
que éste reaccione de forma distinta según la persona o la ocasión.
Los fabricantes y médicos no recomiendan llevar el tampón puesto durante mucho rato, pero
hay muchas mujeres que no escuchan estos consejos y hasta duermen con él dentro.

Debido a que la zona vaginal, es un área sensible con una delgada capa de piel y un gran
número de vasos sanguíneos y linfáticos, lo que la vuelve más propensa a absorber
compuestos químicos que irán directamente al sistema sanguíneo al entrar en contacto con
ellos. Un estudio realizado por la organización Women’s Voices For The Earth en 2013, afirma
sobre los tampones: “La mayoría de los tampones son hechos de algodón y/o rayón u otra fibra
de pulpa. Desafortunadamente estas sustancias pueden estar contaminadas con dioxinas muy
tóxicas cuando se blanquean con compuestos de cloro, además de pesticidas de algodón no-
orgánico. La exposición a las dioxinas y los furanos ha sido asociada con el cáncer, el daño
reproductivo y la alteración endocrina”. ¿Lo más preocupante? En diversas muestras analizadas
en Estados Unidos, se han encontrado tanto dioxinas como pesticidas en los tampones.

Por eso, es importante que acudas a tu ginecólogo lo antes posible si crees que estas sufriendo
alguno de estos síntomas o malestar, puesto a que, el médico sabrá cual será la mejor solución.

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