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Fallos 1er Parcial Tribu
Fallos 1er Parcial Tribu
“Un principio constitucional impone que las cá rceles tengan como propó sito
fundamental la seguridad y no el castigo de los reos detenidos en ellas,
proscribiendo toda medida "que a pretexto de precaució n conduzca a mortificarlos
mas allá de lo que aquella exija" (Artículo 18, Constitució n Nacional)”
El padre de Dario Badin, Ruben Badin, inicia la demanda por dañ os al estado
provincial por la muerte de su hijo en el incendio de la cá rcel.
“Se hace lugar a las demandas iniciadas por Ruben Badín, contra la provincia de
Buenos Aires, condená ndola a pagar la indemnizació n correspondiente”
Resumen Caso Furlan
C) Plazo razonable
Una vez analizados los cuatro elementos para determinar la razonabilidad del
plazo (supra pá rr. 152), la Corte Interamericana concluye que las autoridades
judiciales a cargo del proceso civil por dañ os y perjuicios y del cobro de la
indemnizació n no actuaron con la debida diligencia y el deber de celeridad que
exigía la situació n de vulnerabilidad en la que se encontraba Sebastiá n Furlan,
razó n por la cual excedieron el plazo razonable, lo cual vulnera el derecho a las
garantías judiciales establecido en el artículo 8.1, en relació n con los artículos 19 y
1.1, todos de la Convenció n Americana, en perjuicio de Sebastiá n Claus Furlan.
D) Protección judicial
De los hechos anteriormente descritos, la Corte considera que la ejecució n de la
sentencia que concedió la indemnizació n no fue completa ni integral, por cuanto se
encuentra probado que Sebastiá n Furlan debía recibir 130.000 pesos argentinos y
realmente cobró aproximadamente $38.000 pesos argentinos, lo cual es un monto
excesivamente menor al que había sido inicialmente ordenado. Si bien el Estado
alega que la decisió n de vender los bonos fue una decisió n que se enmarcaba en el
á mbito personal, la Corte observa que las condiciones personales y econó micas
apremiantes en las cuales se encontraban Sebastiá n Furlan y su familia (supra
pá rrs. 71, 104 y 214) no les permitía esperar hasta el añ o 2016 para efectuar el
cobro
*FALLO ACUÑ A*
En este caso, la actora solicita que se ordene la inmediata ejecució n de los actos
tendientes a generar condiciones de seguridad y habitabilidad mínima para los
pacientes para los pacientes internados en el Hospital Moyano y se establezca un
programa de reparació n total.
La cá mara sostuvo que:
- Las Normas de jerarquía constitucional reconocen que el derecho a la salud sea
preservado por medidas sanitarias y sociales.
- El art 20 de la CCBA garantiza el derecho a la salud integral y establece el gasto en
salud como una inversió n prioritaria.
- Que se trata este de un derecho operativo
- Garantizar el goce de los DDHH exige que los Estados realicen actividades
concretas solo, en cooperació n con otros estados hasta el má ximo de sus recursos
de que dispongan.
- LA FALTA DE RECURSOS NO PUEDE JUSTIFICAR NUNCA EL INCUMPLIMIENTO
DE UN DEBER JURIDICO CONSISTENTE EN CUMPLIR CON LOS ESTANDARES
BASICOS DE LOS D. FUNDAMENTALES.
- PARA QUE UN ESTADO PUEDA ATRIBUIR SU FALTA DE CUMPLIMIENTO A LA
FALTA DE RECURSOS DISPONIBLES, DEBE DEMOSTRAR QUE HA REALIZADO
TODO EL ESFUERZO PARA UTILIZAR LOS RECURSOS QUE ESTAN A SU
DISPOSICION PARA SATISFACERESAS OBLIGACIONES MINIMAS.
- TODOS LOS DERECHOS REQUIEREN DE REGULACIONES DE INSTITUCIONES
GUBERNAMENTALES, DE ESTRUCTURAS BUROCRATICAS Y, POR LO TANTO,
IMPLICAN UN COSTO Y UN CONSIGUIENTE GASTO PUBLICO.
- Gran cantidad de decisiones judiciales tienen mayores impactos presupuestarios
- La ley de presupuesto puede tener efecto similar a la reglamentació n de los
Derechos, su ejercicio nunca puede llevar a desnaturalizarlo, pues significaría un
incumplimiento.
- Los Estados al comprometerse por un tratado deben evaluar los recursos
disponibles.
- Los jueces no son quienes diseñ an la política pú blica, es su competencia fijar
pautas para que los poderes correspondientes adecuen su actuació n a los
mandatos constitucionales y, posteriormente, verificar su cumplimiento.
Condena al GCABA y ordena el diseñ o de plan de reparació n y remodelació n e
impone plazos para su realizació n.
Un jubilado que percibía un haber superior a $1000 interpuso una demanda a fin
de obtener un aumento que le permitiera vivir adecuada y dignamente.
La Cá mara Federal de la Seguridad Social confirmó la sentencia de primera
instancia respecto de la nueva determinació n del haber inicial y su ajuste hasta el
31 de marzo de 1991, pero modificó la movilidad posterior de acuerdo con los
precedentes de la Corte "Chocobar" y "Heit Rupp".
El actor y la Administració n Nacional de la Seguridad Social (ANSES) interpusieron
recursos ordinarios de apelació n. sostuvo que la política de otorgar incrementos
só lo a los haberes previsionales má s bajos traía como consecuencia poner en
igualdad de condiciones a los que efectuaron aportes diferentes, quitá ndoles el
derecho a cobrar de acuerdo con su esfuerzo contributivo.
Afirmó que si bien el art. 14 bis garantiza la movilidad de las jubilaciones dejando
librada al poder legislativo la determinació n del método, tal reglamentació n debe
ser razonable. o le correspondía al Poder Judicial fijar la movilidad porque la
trascendencia de la resolució n y las condiciones econó micas imperantes requería
de una evaluació n cuidadosa y medidas de alcance general.
Por este motivo, dispuso revocar la sentencia apelada con el alcance que surge del
fallo dictado en la causa "Sá nchez, María del Carmen" citada y comunicar al Poder
Ejecutivo Nacional y al Congreso de la Nació n el contenido de la sentencia a fin de
que, en un plazo razonable, adopten las medidas que garanticen la movilidad de los
haberes.
Que al expedirse también sobre los agravios referentes a la falta de movilidad del
beneficio en el período que se inició el 31 de marzo de 1995 en adelante, la Corte
consideró que correspondía al Congreso de la Nació n fijar los incrementos
mediante las leyes de presupuesto, de acuerdo con lo dispuesto por el art. 7, inc. 2,
de la ley 24.463, pero que hasta el añ o 2006 no lo había hecho y esa omisió n había
producido, a partir de la crisis del añ o 2002, un severo deterioro en las condiciones
de vida del apelante.