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Historia de las pilas

Se presentan varios inventos de baterías a lo largo de la historia. John Frederic Daniell inventó la pila Daniell en 1836, que
utilizaba un segundo electrolito para eliminar las burbujas de hidrógeno producidas en la pila voltaica. La pila de Grove fue
inventada por William Robert Grove en 1839 y era una modificación de la pila Daniell que proporcionaba una corriente
elevada y un voltaje superior. En 1859, Gastón Planté inventó la batería de plomo-ácido, que era la primera batería que
podía recargarse. En 1866, Georges Leclanché inventó una batería que consistía en un ánodo de zinc y un cátodo de
dióxido de manganeso envueltos en un material poroso. En 1887, Carl Gassner patentó una variante de la celda Leclanché
que llegó a ser conocida como la pila seca, que no tenía un electrolito líquido libre y era más sólida, no requería
mantenimiento y no se derramaba.

En 1899, el científico sueco Waldmar Jungner inventó la batería de níquel-cadmio, que es recargable. También inventó
una batería de níquel-hierro que no resultó satisfactoria. La batería de zinc-carbono era popular hasta la década de 1950,
pero la duración relativamente baja obstaculizaba las ventas. En 1955, un ingeniero llamado Lewis Urey desarrolló la
batería alcalina que se comercializó en 1959. La pila de mercurio y la de óxido de plata son similares, pero contienen
mercurio. La batería de níquel hidrógeno se usa para satélites y podría reemplazar a las de níquel-cadmio. Las baterías de
níquel metal hidruro (NiMH) son menos perjudiciales para el medio ambiente que las de Ni-Cd. En 1970 se vendieron las
primeras baterías de litio, y en 1991 se lanzaron las baterías de iones de litio. En 1996, se lanzó al mercado la batería de
polímero de ion de litio, que es flexible y compacta, adecuada para dispositivos electrónicos portátiles.

Tipos de pilas
Pilas primarias
Las pilas primarias son aquellas que una vez consumidas, deben desecharse o reciclarse, ya que la reacción química sobre
la que se sustenta la corriente eléctrica es irreversible. Por lo tanto, estas no pueden recargarse.
Se utilizan principalmente en aplicaciones donde resulte impráctico recargar la energía eléctrica; tales como en
dispositivos militares, en pleno campo de batalla. Asimismo, están diseñadas para equipos que consuman poca energía,
para que así duren más
Pilas secundarias
las secundarias sí pueden recargarse una vez se hayan quedado sin energía.
Esto es porque las reacciones químicas que ocurren en ellas son reversibles, y, tras aplicárseles cierto voltaje, ocasiona
que las especies producto se transformen de nuevo en reactivo, para iniciar otra vez la reacción.
Pilas carbono-zinc
Las pilas de carbono-zinc son una de las más primitivas, y actualmente se consideran casi en desuso frente a otras; en especial,
frente a las alcalinas, que, aunque sean más costosas, tienen un tiempo de vida y voltajes mayores. Como su nombre indica, sus
electrodos consisten de una lata de zinc y una vara de grafito, correspondientes al ánodo y cátodo, respectivamente. En el
primer electrodo, el ánodo, se originan los electrones mediante la oxidación del zinc metálico. Estos electrones seguidamente
recorren un circuito externo que alimenta al dispositivo con energía eléctrica, y después terminan en el cátodo de grafito,
donde se completa el ciclo al reducirse el dióxido de manganeso en el que está sumergido.
Pilas alcalinas
Las pilas alcalinas son muy parecidas a las del tipo carbono-zinc, con la diferencia de que el medio donde se encuentran
los electrodos contiene aniones OH–. Dicho medio consiste de electrolitos fuertes de hidróxido de potasio, KOH, el cual
aporta los OH– que participan y “colaboran” en la migración de los electrones.
Viene en diferentes tamaños y voltajes, aunque el más común es de 1,5V. Son quizás las pilas más conocidas en el
mercado.
Mercurio
Las pilas de mercurio son muy características por su peculiar forma de botones plateados. Casi todo el mundo las
reconocería a primera vista. También son alcalinas, pero su cátodo incorpora, además de grafito y dióxido de manganeso,
óxido de mercurio, HgO.
Óxido de plata
El principal defecto de las pilas de mercurio es que al ser desechadas representan un serio problema para el medio
ambiente, debido a las características tóxicas de dicho metal. Quizás se deba a esto que carece de códigos IEC y ANSI.
Pilas níquel-cadmio (NiCad)
Al igual que la de mercurio, las pilas de níquel-cadmio son dañinas para el medio ambiente por el metal cadmio. Se
caracterizan por generar altas corrientes eléctricas y pueden recargarse un gran número de veces. De hecho, pueden
recargarse en total 2000 veces, lo que es igual a una durabilidad extraordinaria.
Pilas níquel-hidruro metálico (Ni-HM)
Otra pila o batería muy conocida, y que supera en capacidades energéticas a la de NiCad, es la de Ni-HM. Puede venir en
formato cilíndricos o acopladas en una batería.
Químicamente presente casi las mismas características que las pilas NiCad, con principal diferencia radicando en su
electrodo negativo: el cátodo no es de cadmio, sino de una aleación Inter metálica de tierras raras y metales de transición.
Pilas ion-litio
En las pilas y baterías con litio se basan en la migración de los iones Li+, los cuales se transfieren desde el ánodo al cátodo,
producto de las repulsiones electrostáticas por la creciente carga positiva. Algunas pueden recargarse, como las baterías
de las laptops, y otras, las pilas cilíndricas y rectangulares no. Las pilas de ion-litio se caracterizan por ser muy ligeras y
energéticas, lo que les permite usarse en muchos dispositivos electrónicos, como teléfonos inteligentes y equipos
médicos. Asimismo, sufren apenas del efecto memoria, su densidad de carga supera a las de las pilas y baterías NiCad y Ni-
HM, y demora más en descargarse.
Pilas plomo ácido
la bacteria de plomo ácido, como su nombre indica, no contiene iones OH– sino H+; específicamente, una solución
concentrada de ácido sulfúrico. En el interior de las cajas están tres o seis celdas voltaicas, que pueden estar acopladas en
series, dando una batería de 6 o 12 V, respectivamente. Puede generar grandes cantidades de carga eléctrica y, al ser muy
pesadas, se destinan a aplicaciones o dispositivos que no puedan transportarse manualmente; por ejemplo, automóviles,
paneles solares y submarinos. Esta batería ácida es la más antigua y todavía sigue estando vigente en la industria
automotriz.

Como hacer una pila


Materiales
un poco de alambre de cobre, 13 a 15 tornillos de chapa metálica, una cubitera y Agua.

Paso 1
Envuelve alambre de cobre alrededor de 14 de los 15 tornillos. Envuelve un pedazo de alambre de cobre dos veces alrededor de
la parte superior de cada tornillo, justo detrás de su cabeza. Después de envolver el alambre alrededor de un tornillo, dóblalo
con tu dedo y forma un gancho. Usarás el gancho para sujetar el tornillo al borde del compartimiento de la cubitera.
Paso 2
Sujeta un tornillo a cada compartimiento de la cubitera. Cada cubo de hielo actuará como una sola celda en la batería.
Sujeta un tornillo al borde de cada celda. Asegúrate de que solo haya un tornillo en cada celda.
Paso 3
Sujeta los terminales positivos y negativos a un extremo de la cubitera. En un extremo de la cubitera, sujeta un pedazo de
alambre de cobre hacia el borde externo de una de las celdas. En el mismo extremo de la cubitera, coloca un tornillo en la
celda cerca del tornillo en el que hayas colocado el alambre de cobre. Asegúrate de que el tornillo se sitúe sobre el borde
de la cubitera, ya que tendrás que adherir un cable conductor a él.
Paso 4
Llena cada celda con agua. Asegúrate de que las celdas estén lo suficientemente llenas
de agua para que los ganchos de alambre de cobre y los tornillos toquen el agua.
Nota
Aumenta el voltaje. Puedes aumentar el voltaje de la batería cambiando la solución
conductora por agua salada, vinagre, lejía, jugo de limón, jugo de lima, o usando más
cobre.

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