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Baterías y pilas

Pilas y baterías

La pila es un artefacto que convierte


energía química en energía eléctrica,
gracias a un proceso químico transitorio,
tras lo cual cesa su actividad y han de
reemplazarse sus elementos, puesto que
sus características resultan alteradas
durante el mismo. Todas las pilas tienen
ciertas características en común:
funcionan por un periodo de tiempo,
necesitan recargarse y/o requieren un
eventual reemplazo, en la medida que su
capacidad de almacenamiento se pierde
Pilas
En castellano se suele distinguir pila y batería,
argumentando que la primera no es recargable y la
segunda sí, denominándose también acumulador.
Esta diferenciación es debatible ya que se dice que,
tanto pila como batería, son términos provenientes
de los primeros tiempos del estudio de la
electricidad; cuando se juntaban varios elementos
“apilados”, unos sobre otros; o bien, colocados uno
al lado del otro, en “batería”, y que esa es la razón
de dichos términos. Independientemente si esta
hipótesis es cierta o no, en el inglés no se percibe
diferencia, por lo que se usa battery, tanto para
referirse a pilas, baterías o acumuladores. En este
artículo utilizaremos el término batería y pila como
sinónimos, sólo distinguiendo que, en ambos casos,
existen versiones recargables y no recargables.
Grandes prestaciones
La pila o batería, tiene una gran ventaja sobre otras
fuentes de alimentación, al estar disponibles para
entregar su energía en muy corto tiempo, más bien
de inmediato. La pila sellada funciona en cualquier
posición y ofrece una buena tolerancia a golpes y
vibraciones; pueden manejar con eficacia cargas
pequeñas y grandes. La batería o pila funciona de una
forma muy limpia y se mantiene bastante fresca, la
mayoría de las celdas selladas no tienen ventilación,
funcionan silenciosamente y no vibran.
Afortunadamente, las pilas nos proporcionan una
fuente portátil de energía que hace posibles muchas
comodidades para la vida moderna: teléfonos
móviles, relojes, radios, cámaras de foto, flashes,
computadoras, controles remoto y un sin fin de
artefactos.
Partes
El ánodo era una varilla de zinc y aleación de mercurio, mientras
que el cátodo era una taza porosa de dióxido de manganeso
triturado y algo de carbono. En la mezcla se insertó una varilla de
carbón, para actuar como el colector de corriente. Tanto el
ánodo como la copa del cátodo, se sumergieron en una solución
líquida de cloruro de amonio, que actuaba como el electrolito. Al
sistema se le denomino como “célula húmeda”. Aunque la celda
de Leclanché era resistente y económica, eventualmente fue
reemplazada por la “celda seca”, mejorada en la década de
1880. El ánodo se convirtió en la lata de zinc que contiene la
célula, y el electrolito se convirtió en una pasta, en lugar de un
líquido; básicamente, la celda de carbono de zinc que se conoce
hoy en día
Un poco de historia
El físico italiano Alessandro Volta descubrió por
primera vez este proceso en 1799, cuando creó
una batería simple de placas de metal y papel
empapado en salmuera. Desde entonces, los
científicos han mejorado enormemente el diseño
original de Volta, para crear baterías hechas de
una variedad de materiales que se ofrecen en
una diversidad de tamaños. En la década de
1860, el francés George Leclanché desarrolló lo
que sería el precursor de la primera batería del
mundo, ampliamente utilizada: la celda de
carbono de zinc. Leclanché proyectó la primera
pila eléctrica que se fabricó en serie, en la que
se utilizaba manganeso, su invento fue premiado
en la Exposición Universal de París de 1867.
Importancia del reciclaje
Tirar las pilas, revueltas con el resto de la basura
inorgánica del hogar es un serio problema en nuestro
país, pues, para funcionar, las pilas contienen
sustancias de elevada toxicidad que vulneran la
salud de la población en general. Y es que una vez
que la envoltura metálica que recubre las pilas es
dañada, las sustancias químicas contenidas se liberan
al medio ambiente, causando contaminación. Con
mayor o menor grado, las sustancias pueden alcanzar
los causes de agua, ya sea directamente hacia las
aguas superficiales o a través de filtración en el
terreno. Para desechar pilas, lo más recomendable
es llevarlas a un centro de acopio especial para su
reciclaje. El reciclaje de las pilas consiste en la
recuperación de los metales en ellas contenidos,
para su reincorporación al mercado como materias
primas. Hasta el 75 % de los componentes de las pilas
y baterías son reutilizables.
Las pilas de baja calidad y dudosa
procedencia, generalmente muy
baratas y ampliamente disponibles, no
cumplen con la normatividad y los
estándares de calidad; contaminan
más que otras, debido a que su
tiempo de duración es muy corto, por
lo que se desechan rápidamente. Se
calcula que en un año se consumen
más de 300 millones de pilas de origen
ilegal, lo cual podría dar una
dimensión de la cantidad de
materiales tóxicos que producen.

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