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ENSEÑANZA DE LA LÓGICA PARA SENTENCIAS JUDICIALES

CARÁTULA
INTRODUCCIÓN

Cuando un juez llega a una decisión judicial, esta tiene que estar basada en diferentes aspectos que
incluyen la presentación de pruebas por el fiscal y el defensor. Ahora bien, estas pruebas no siempre
son de tipo físico, sino que pueden incluir argumentaciones de tipo lógico por una o ambas partes.

Este documento presenta la necesidad de incluir un estudio profundo sobre la Lógica aplicada al
Derecho y contiene argumentos que se pueden considerar válidos pues muestra que todas las partes
involucradas en un proceso judicial podrían tener argumentos válidos a la hora de presentar su postura
en determinado caso.

La enseñanza de la Lógica en el ámbito del Derecho ha sido objeto de estudio desde épocas antiguas,
pero no en forma profunda hasta tiempos recientes.
RESUMEN

Todos nos podemos encontrar, en algún momento, haciendo inferencias que, si se utiliza la lógica
implícita, pueden ser erróneas. Este fenómeno ha sido estudiado y expuesto a través de la historia por
filósofos como Aristóteles y en siglos más recientes por la psicología cognitiva.

Los humanos razonamos pero no siempre nos apegamos a las normas de inferencia correcta. Esto capta
la atención de estudiosos y profesionales de varios campos como la psicología, pedagogía, filosofía,
lingüística, etc.

Los métodos que estas disciplinas desarrollen podrán guiar el desarrollo de nuestra capacidad para
razonar correctamente, pero es la Lógica la que se encarga de guiar el control de nuestras
argumentaciones, pues nos suministra conceptos, criterios, técnicas y teorías que desarrollan de una
manera más completa los criterios lógicos implícitos cuando estamos evaluando alguna inferencia.

Es importante definir los elementos de la Lógica que deben ser incorporados en la actividad docente
para mejorar la argumentación en la praxis jurídica. Así mismo, se debe decidir cuales son los métodos
y prácticas didácticas adecuadas, siempre recordando que las decisiones en el ámbito jurídico afectan
en lo material y existencial a las personas involucradas.

La argumentación es una cadena o red de razonamientos. Se presenta un ejemplo como el siguiente:

“Todos los animales respiran de una forma u otra y todos los caballos son animales. Por consiguiente,
todos los caballos respiran y de ahí que Tudor respira, pues es un caballo.”

En este ejemplo, el último enunciado es la “conclusión del razonamiento” y los enunciados de los
cuales parte la conclusion son las “premisas del razonamiento”. Se necesita también una expresión que
exprese la relación de consecuencia lógica afirmada en el razonamiento y en este caso es la expresión
“Por consiguiente.” Pueden usarse otros términos como “por ende”, “por consiguiente”, “en
consecuencia”, etc.

El razonamiento anterior constituye el enfoque clásico de un razonamiento, pero en el ámbito jurídico


presenta problemas al usarlo pues hay otros elementos que deben ser tomados en consideración y no
siempre están tan fácilmente visibles.

El “Dilema de Jorgensen” expresa que si las oraciones normativas que se encuentran o expresan en los
razonamientos jurídicos expresaran normas en sí, sería necesario pensar en forma diferente acerca de la
validez lógica o simplemente asumir que esos razonamientos no existen sino que son un “espejismo”
pues creemos que estamos razonando con normas, pero no es así.

Cualquier curso que se imparta sobre la Lógica para el ámbito jurídico, debe tomar en cuenta la
problemática anterior, planteando la posibilidad de desarrollar lógica con normas y cuyo concepto de
validez no asuma que todos los componentes de los razonamientos normativos han sido enunciados.

Una argumentación es una red o cadena de razonamientos, según el autor. Existen argumentaciones
básicas (divergentes, convergentes y secuenciales) y complejas (combinando las básicas).

La red de razonamientos contiene ciertos nexos lógicos explícitos entre las premisas y conclusiones y
constituyen los razonamientos componentes. Estos nexos son usados para determinar cuando un
conjunto de razonamientos se convierte en una argumentación, ya sea porque tienen en común las
mismas premisas o la misma conclusión.

Hay tres perspectivas para evaluar las argumentaciones: la lógica, la retórica y la material. Al analizar
una sentencia judicial, se debe tomar en cuenta todas ellas, pero en un curso de lógica serían
precedentes la primera y la segunda, ya que la perspectiva material está más relacionada con la teoría
del conocimiento del Derecho. En ella, el interés se centra en la verdad o falsedad de las premisas y la
conclusión para sostener la aceptación de las premisas.

En la perspectiva retórica debemos determinar si una argumentación es convincente y persuasiva, de


acuerdo al impacto en la emocionalidad que dicha argumentación tenga sobre nosotros. Es importante
distinguir los razonamientos que puedan ser persuasivos pero incorrectos desde el punto de vista
lógico, conocidos como “falacias” o “sofismas” y es importante incluir el tema en la didáctica de la
Lógica en el Derecho.

Enseñar la clasificación de falacias puede motivar para adentrarse aún más en la Lógica, pues se
aprende los parámetros de corrección lógica para poder comprender por qué las falacias no son
aceptables, aunque parezcan ser razonamientos correctos y muestran que la persuasión por si sola no es
un parámetro adecuado para justificar una decisión judicial. Así mismo, se debe ofrecer un panorama
sobre teorías acerca de la naturaleza de las falacias, para que el juez logre descubrir sofismas no
incluidos en más de alguna de las taxonomías.

Un razonamiento puede ser evaluado a partir de dos criterios: el deductivo y el inductivo, para saber si
la conclusión es una consecuencia lógica de los enunciados de las premisas.

Cuando extraemos una conclusión a partir de ciertos enunciados, éstos constituyen una fundamentación
de la conclusión, pues ofrecen justificación para creer en la verdad de la conclusión. El grado mayor de
esta justificación está en los razonamientos “deductivamente válidos”, los cuales garantizan que la
conclusión será verdadera cuando las premisas sean verdaderas. Dicho de otra forma, es imposible que
la conclusión sea falsa si las premisas son verdaderas.

Este es el “sentido lógico de posibilidad”. Existen otras nociones de posibilidad: tecnológica, física,
biológica, moral, jurídica, epistémica, matemática, pero el sentido lógico de posibilidad incluye todos
los anteriores y es mayor a ellos.

En el criterio inductivo, lo que interesa es la probabilidad que la verdad de las premisas dan a la verdad
de la conclusión. Este criterio no está tan desarrollado pues existe una fuerte discusión filosófica sobre
la forma como se ha de interpretar el concepto de probabilidad.

Ambos criterios, deductivo e inductivo, deberán ser usados en el análisis de sentencias judiciales y
deben formar parte del plan de estudios de un curso de Lógica para el ámbito del Derecho. En las
sentencias se infieren hechos a partir de hechos, se argumentan interpretaciones de normas, se razona la
calificación de hechos y se subsumen hechos calificados bajo normas en silogismos judiciales. En todo
esto se utiliza el criterio deductivo o inductivo o ambos.

Es evidente que una argumentación compleja conducente a una decisión judicial es parte importante de
la sentencia judicial. Esta sentencia incluye otros aspectos como el diálogo entre el juez, el fiscal y el
defensor. Fiscal y defensor presentan tesis incompatibles y el juez debe decidir cuál de ellas aceptará y
sobre esa base condenar o absolver. La decisión debe ser motivada mediante la argumentación que se
nutre de lo que los otros miembros del diálogo han aportado.

Una decisión judicial puede contener redes de razonamientos ubicados en cuatro sectores:

- la justificación de la relevancia de una norma


- la interpretación de una norma a un caso particular
- la calificación de un hecho
- la prueba de hechos

Esto puede llevar a mostrar que ciertos hechos están probados, ciertas normas deben ser interpretadas
en cierta forma, ciertos hechos deben ser calificados de una forma pero no de otra o que cierta norma o
normas son aplicables a un hecho.

En una sentencia judicial, se puede identificar razonamientos estrictamente jurídicos llamados

- por analogía
- a fortiori (con mayor razón, por fuerza, por consiguiente)
- a pari (por igual)
- a contrario
- a maiore ad minus (de mayor a menor)
- a minore ad maius (de menor a mayor)

Estos son parte de la controversia sobre si se puede formalizar la argumentación jurídica en su totalidad
o no. Algunos piensan que no se puede construir una lógica formal que capture todos los aspectos de
esos razonamientos. Este pensamiento se le llama “Teoría de la Argumentación” o “Lógica Informal”.
La teoría de esos razonamientos se le llama “Lógica Jurídica”, diferente de la “Lógica Formal Aplicada
al Derecho”. El enfoque formalista parece llevar la ventaja por ahora. Incluso, se ha creado
aplicaciones de Inteligencia Artificial aplicada al Derecho y eso ha motivado la creación de lenguajes
formales y lógicas que formalizan la argumentación jurídica.

Debido a que no hay consenso por ahora sobre este tema, se debe incluir en un curso de Lógica para
Derecho, una discusión sobre ambas posiciones, aludiendo a los desarrollos recientes en modelación
computacional de la praxis jurídica.

Dificilmente, las diferentes pruebas presentadas darán una probabilidad del 100% a la conclusión de
que cierto hecho ocurrió, como es el caso de la “prueba indiciaria”, donde el juez construye una
hipótesis a partir de ciertos hechos, particulares o su descripción. En la valoración de la prueba, se
tratará con razonamientos deductivamente válidos y otros inválidos que no por ello dejan de ser
importante y deben ser entonces evaluados con criterios inductivos.

Lo que se debe decidir es qué se puede introducir de las teorías lógicas, en el contexto de las sentencias
judiciales. Tendrían que definirse las teorías inductivas a tratar en el curso de Lógica para el Derecho.
La lógica matemática proporciona sistemas que permiten realizar un análisis de ciertos razonamientos
como componentes de una argumentación. El sistema de lógica de primer orden con identidad es el
sistema clásico para evaluar la validez deductiva de porciones de una argumentación.
Es esencial usar sistemas de lógica deóntica junto a la lógica de primer orden. Hay diversos sistemas,
pues diferentes principios pueden ser adoptados como axiomas deónticos fundamentados en diversas
doctrinas filosóficas del Derecho.

Existen aspectos lógicos que llevan al juez a emitir y redactar una sentencia y algunos son fenómenos
lingüísticos que hacen su labor difícil como términos vagos, normas ambiguas, contradicciones entre
normas o carencias de normas. Para ayudar a los jueces a enfrentar estos fenómenos, existe la Lógica
Difusa (teorías formales para razonar con términos vagos), la Lógica de la Relevancia (qué tan
relevante es una información con respecto a otra) y la Lógica Para-consistente (razonar con
contradicciones).

Los aspectos psico-cognitivos dependen de las teorías cognitivas y de estudios experimentales sobre
procesos de inferencia.

En cuanto a la parte temática, se puede caracterizar los elementos de la Lógica que tienen que formar
parte del curso o unidad didáctica y no deben ser una simple proyección de un curso o un manual de
introducción a la Lógica o a la Lógica simbólica.

La idea de tener un curso de Lógica para el ámbito legal es presentar lo que ya está consolidado y lo
que está en proceso. Esto con el fin de distanciarnos de la exposición simplificada que aparece en libros
de texto actuales y en cursos de enseñanza de la Lógica para Derecho, pues presentan una imagen
tergiversada de cómo son los procesos inferenciales en Derecho, especialmente en las sentencias
judiciales.
CONCLUSIONES

La lógica ha sido parte de estudios desde tiempos antiguos y es parte fundamental de una decisión
judicial.

Debe enseñarse la Lógica en la forma en que ésta se adapta y se utiliza en el praxis jurídico.

Un curso de Lógica para Derecho debe considerar todos los aspectos de un razonamiento, así como
incluir el estudio de las falacias y los sofismas.

No todo lo que parece válido, realmente lo es. Es por ello que el juez debe incluir varios aspectos
lógicos y no solo los presenciales o físicos en su sentencia final.

Se puede usar el método deductivo o inductivo en un razonamiento, pues no son mutuamente


excluyentes pero si uno no funciona o no aplica por alguna razón, se debe aplicar el otro.

Es importante definir los elementos de la Lógica que deben ser incorporados en la actividad docente y
los métodos y prácticas didácticas adecuadas.

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