Está en la página 1de 4

Resumen de Parlett reflexiones sobre la teoría de campo

El texto habla sobre la importancia de los "mapas gestálticos" en el trabajo


terapéutico, enfocándose en la idea de que "el mapa no es el territorio". Se
mencionan distintos mapas aplicables en la terapia gestáltica para comprender y
dar sentido a las experiencias de las personas. Se destaca la importancia de no
quedarse atrapado en un único mapa, ya que todos son abstracciones
potencialmente útiles pero pueden limitar la comprensión si se utilizan
exclusivamente.
Se introduce el concepto de "teoría de campo", que se refiere a la íntima
interconectividad entre los acontecimientos y los marcos o situaciones en los que
tienen lugar. Se compara con la metáfora de un campo eléctrico o magnético,
donde lo que ocurre en un lugar está influenciado por las propiedades globales del
campo. La teoría de campo se presenta como una forma de percibir, conocer y
entender que es fundamental en la terapia gestáltica.
Se menciona a Kurt Lewin como un importante exponente de la teoría de campo, y
se destaca su influencia en la psicología social y la formación de directivos. La
teoría de campo se caracteriza por mirar la "situación total" en lugar de reducir
fenómenos complejos, reconociendo la naturaleza organizada, interconectada e
interdependiente de los fenómenos humanos.
Se menciona brevemente la relación entre la teoría de campo y la teoría general
de sistemas, destacando que ambos enfoques proporcionan formas útiles de
representar holísticamente los fenómenos complejos en la terapia gestáltica. El
autor expresa su preferencia por la teoría de campo debido a su aplicación más
temprana y su enfoque en la interconectividad y la totalidad.
Este texto presenta una síntesis de los cinco principios que caracterizan la teoría
de campo en el contexto de la terapia gestáltica. El autor reconoce la influencia de
figuras como Lewin, Kohler, Gregory Bateson, Gary Yontef y Carl Hodges en la
comprensión de la teoría de campo. A continuación, se resumen los cinco
principios:
1. **Principio de Organización:** Se destaca la importancia de considerar la
situación total y la interconexión de factores coexistentes. El significado de un
hecho depende de su posición en el campo, y todo está interconectado.
2. **Principio de Contemporaneidad:** Hace énfasis en que la conducta presente
se explica por la constelación de influencias en el campo actual. No se otorga un
estatus causal especial a eventos pasados o futuros.
3. **Principio de Singularidad:** Cada situación y campo persona-situación son
únicos. Se reconoce que las generalizaciones son sospechosas, ya que las
circunstancias nunca son exactamente las mismas.
4. **Principio de Proceso Cambiante:** Subraya que el campo experimenta
cambios continuos. La experiencia es provisional, y nada es fijo ni estático de
manera absoluta. Se aborda la naturaleza dinámica de la realidad.
5. **Principio de Relevancia Posible:** Asegura que ninguna parte del campo
puede ser excluida de antemano como inherentemente irrelevante. Todo en el
campo es potencialmente significativo, y se destaca la importancia de estar abierto
a cualquier aspecto en la investigación terapéutica.
El texto concluye destacando que estos principios ofrecen una perspectiva
diferente de la realidad humana, una epistemología que difiere de la predominante
en la ciencia y la psicología convencionales, y que la teoría de campo es una
herramienta para explorar la experiencia humana en su flujo interrelacionado.
Este texto presenta una crítica a la epistemología dominante de la época
contemporánea, destacando una serie de suposiciones comúnmente aceptadas
en diversos círculos. Estas suposiciones incluyen la desconfianza en la
experiencia subjetiva, la necesidad de establecer la repetición de un fenómeno
antes de considerarlo seriamente, la reducción de problemas complejos a
variables cuantificables, la superioridad del conocimiento cuantitativo sobre el
cualitativo, entre otras.
El autor señala que la epistemología dominante tiene sus raíces en la revolución
científica y filosófica de los siglos XIX y XX, asociada con figuras como Galileo,
Newton y Descartes. Antes de esta revolución, la visión del mundo era más
orgánica y cohesiva, con una percepción de la naturaleza en términos de
relaciones interdependientes.
La metáfora de la máquina reemplazó la visión orgánica, llevando a considerar a
los seres humanos como máquinas y relegando la experiencia personal a un
segundo plano frente a medidas objetivas de conducta. Esta transición condujo a
una percepción cada vez menos interconectada de los seres humanos entre sí y
con la naturaleza.
La teoría de campo, según el autor, ofrece una perspectiva alternativa,
reintroduciendo la noción de una totalidad unificada donde no hay una división
radical entre el observador y lo observado. Se destaca la idea de "conciencia
participante" como opuesta a la alienación creada por la perspectiva dualista.
El texto concluye mencionando que la epistemología dominante está siendo
cuestionada desde varios frentes, con movimientos hacia enfoques más holísticos
y relativos. Se espera que esta evolución tenga impacto en diversas áreas,
incluyendo la psiquiatría y la terapia psicoanalítica, y se sugiere que la terapia
Gestalt, con sus principios de holismo y auto-regulación organísmica, puede
desempeñar un papel crucial en esta nueva era emergente.
En este artículo sobre la teoría de campo aplicada a la terapia Gestalt, el autor
explora la idea de que la realidad es co-creada en la interacción entre individuos.
Se destaca la noción de "self" como el configurador del campo de experiencia, y
se propone pensar en el self como la función de hacer gestalts, es decir, el
proceso de crear el espacio vital individual en el momento presente.
El autor también aborda la interacción entre dos personas y cómo configuran sus
campos al relacionarse. Se compara esta interacción con un baile, donde ambos
individuos contribuyen a crear una realidad compartida. Se enfatiza que esta
realidad co-creada se forma a través del contacto y la interacción, y que la calidad
de la relación depende de cómo se compenetren.
Se discute la idea de que cada individuo ayuda a crear la realidad del otro en la
interacción mutua, lo que tiene implicaciones significativas para la psicoterapia. Se
critica la sobrevaloración del individualismo en algunos enfoques gestálticos y se
destaca la importancia de considerar la interconectividad, mutualidad y co-
influencia en la práctica terapéutica.
El artículo también señala la tendencia a ignorar aspectos relevantes de la
situación total, ya sea en la terapia o en la vida comunitaria. Se argumenta en
contra de la idea de que un terapeuta puede ser un observador objetivo sin influir
en la realidad del paciente. Se destaca la importancia de examinar todos los
aspectos del campo total en la terapia y en la vida comunitaria.
En el texto se explora la noción de campo terapéutico y cómo, como individuos,
estamos inmersos en relaciones y comunidades que influyen y son influenciadas
por nosotros. Se destaca la idea de la influencia recíproca, sugiriendo que el
cambio en el cliente puede lograrse mediante el cambio del terapeuta, ya que el
campo terapéutico es co-creado.
Se enfatiza que la terapia Gestalt no es simplemente un conjunto de técnicas
temporales, sino una filosofía de vida que impregna nuestras interacciones diarias.
La importancia de la supervisión continua y la preparación para la práctica se
resalta para ser terapeutas efectivos.
Se discute la "danza terapéutica" y cómo la función de crear gestalts puede
volverse estereotipada. Se aborda la necesidad de que el terapeuta esté
consciente de los diferentes roles que se le pueden asignar en el campo
compartido y cómo responder de manera consciente.
En la sección final, se exploran temas más allá de la influencia mutua en la
terapia. Se menciona la posibilidad de paralelismos entre sesiones de terapia y
supervisión, así como la conexión entre los temas que los pacientes traen y la vida
personal del terapeuta.
El texto plantea preguntas sobre la influencia de los pensamientos y estados
emocionales de una persona en su entorno, y se mencionan fenómenos como la
capacidad de los niños para percibir el tono emocional de sus padres. También se
sugiere la existencia de campos electromagnéticos entre los humanos y se
abordan fenómenos más allá de la explicación científica convencional.
Finalmente, se destaca la importancia de la presencia del terapeuta, entendida
como estar plenamente presente y abiertos a todas las posibilidades. Se
argumenta que la presencia del terapeuta puede influir profundamente en el
cliente, proporcionando un fondo estable contra el cual el cliente puede explorar y
expresarse libremente. La presencia se distingue del carisma y se ve como un
estado de admiración frente a la complejidad del universo.

También podría gustarte