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Trabajo práctico cultural Lengua y Cultura Griegas II: Anábasis de Jenofonte.

1) Investiga y presenta un resumen del contexto histórico en el que tuvo lugar la Anábasis,
incluyendo la situación política en Grecia y Persia en ese momento.
2) Analiza la importancia de la Anábasis en el contexto de la Guerra del Peloponeso y las
relaciones entre las polis griegas.
3) Realiza un estudio geográfico detallado de la ruta seguida por los Diez Mil a través del
territorio persa. Utiliza mapas y gráficos para ilustrar su travesía.

1) La Anábasis de Jenofonte relata la expedición de los diez mil mercenarios griegos que
reunió Ciro para tomar el trono de Persia. Para hacer esto tuvo que sublevarse ante su
hermano Artajerjes quien, debido a la muerte de su padre, había sido nombrado rey.
Esta obra rodea los múltiples conflictos que tuvo la dinastía de los Aqueménidas
durante casi todo su reinado en Persia, especialmente el periodo de su creación por Ciro
II el Grande. El conflicto constante del imperio era el fratricidio para acceder al trono.
En el último de estos, el padre de Ciro y Artajerjes fue coronado con el nombre de Darío
II, después de la muerte de su padre y de asesinar a uno de sus hermanos quien, a su
vez, ya había matado a su hermano, el legítimo heredero.
Los griegos habían dado fin recientemente la guerra del Peloponeso, por lo que los
temidos soldados griegos, devastados por pasar gran parte de su vida en el campo de
batalla y ser desconocidos por el Estado, quedaron desempleados. Es por esto que
cuando Ciro los reclutó para su ejército, ellos no tardaron en aceptar. Cabe recordar la
importancia militar que tenía la sociedad griega, principalmente los ciudadanos de la
polis de Esparta, y el sentimiento con el que enfrentaban cada batalla, siendo su objetivo
salir gloriosos de cada contienda para llevar orgullo a su nación.
Por el otro lado, el Imperio Persa o Aqueménida era también una sociedad militarizada,
donde su forma de gobierno corresponde a un despotismo militar con autoridad absoluta
para el rey, la cual era sostenida por su ejército personal, “Los Inmortales”, y donde los
ciudadanos eran entrenados desde temprana edad para servir al ejército. A pesar de su
numeroso ejército, no contaban de una buena organización, lo que los perjudicaba en
las contiendas. Así mismo lograron un novedoso sistema político y económico que
incentivaron el desarrollo de la región y su contacto con zonas limítrofes.
Implementaron políticas de tolerancia religiosa y cultural en los pueblos que
conquistaban, generando que estos ciudadanos ingresaran al ejército con lealtad hacia
el imperio, a pesar de haber sido conquistados. También así se evitaba cualquier tipo
de rebelión o levantamiento dentro del territorio.

2) Gracias a la Anábasis de Jenofonte se puede analizar la participación de los griegos en


el enfrentamiento entre el príncipe persa, Ciro el Joven, y su hermano mayor y rey
persa, Artajerjes II, como una consecuencia directa de la Guerra del Peloponeso entre
Atenas y Esparta. Este conflicto duró desde alrededor del 460 hasta el 446 a.C., y del
431 al 404 a.C. Esta guerra mantuvo a miles de griegos dedicando sus vidas enteras al
campo de batalla durante años, por lo que, al terminar en el 404 a.C., una multitud de
soldados quedó sin forma de sustentarse a sí misma fuera de la actividad bélica.
Alrededor del 401 a. C., Ciro el Joven aprovecha esta situación y convoca a 12.000
mercenarios griegos, distribuidos en compañías al mando de diferentes comandantes,
alegando que los necesitaba para sofocar una rebelión en Persia. Las tropas fueron
reunidas con 50.000 soldados persas en Sardes, capital de la satrapía persa de Lidia,
gobernada por Ciro. A las orillas del río Éufrates, y debido a las suspicacias despertadas
entre los mercenarios griegos sobre el número de soldados para sofocar una simple
rebelión, Ciro debió confesar que su plan era derrocar a su hermano mayor y rey persa.
Es en este momento en el que una porción de las tropas griegas volvió camino a Grecia,
enojada por la mentira, y otra porción fue seducida por las promesas de riquezas
incalculables de Ciro, por lo que avanzaron contra Artajerjes. En la batalla de Cunaxa,
por culpa de la una traición de Tisafernes, Ciro muere en el campo dejando a sus
soldados sin su líder de campaña. Artajerjes convocó engañados a los comandantes
mercenarios y los ejecutó, entonces Jenofonte tomó el mando junto a otros nuevos
comandantes para dirigir la vuelta de los griegos a su patria. Jenofonte fue simpatizante
del régimen autoritario político y militar de Esparta, y no de la democracia de Atenas,
ya que consideraba que el sistema político era superior al de su polis de nacimiento. Lo
que se entiende así es que por más que la guerra entre estas dos había finalizado, existían
aún posiciones notoriamente distintas en cuanto a distribución del poder y estilo de vida
entre ambas ciudades.
3) La Anábasis de Jenofonte es un escrito que describe detalladamente la geografía y la
ruta recorrida por los soldados griegos.
En el libro I se relata el camino que llevaron los mercenarios para llegar a Persia. La
expedición comienza en la ciudad de Sardes, atraviesa Lidia y llega al río Meandro.
Allí se expresa el caudal del río en una antigua medida persa equivalente a 30 metros.
Atravesaron la región de Frigia y llegaron a la ciudad de Colosas.
Ya en el libro II y con su líder muerto en batalla, los soldados que quedaron tuvieron
que retomar el camino a casa. Cabe destacar que durante todo el tiempo que los soldados
griegos salieron del territorio persa temían un ataque de estos. A pesar de la tregua que
se había pactado y debido a la traición de Tisafernes, en el libro III se narra cómo
mueren la mayoría de los capitanes de la expedición, dejando al propio Jenofonte como
líder. Este ordena continuar la marcha rápidamente y así logran llegar al río Tigris,
específicamente a Larisa, una antigua ciudad meda que ya no se encontraba habitada.
Avanzan hasta Mespila intentando abastecerse en cada paso que daban. Al enfrentarse
con sus enemigos y, de esta forma, quedar sin provisiones, los helenos deciden
retroceder su marcha hasta Babilonia para intentar abastecerse.
El libro IV comienza con otro ataque persa que deriva en un enfrentamiento. Así
continúan su paso hasta a cruzar el río Centrites y la llanura de Armenia Occidental. El
libro termina, tras una serie de sucesos trágicos que deben afrontar los soldados,
trazando rumbo a la ciudad de Trapezunte.
En el libro V llegan a la región de Plafagonia, a orillas del Mar Negro.
Finalmente en el libro VI, la compañía embarca hasta el actual Estambul dónde seguirán
a pie hasta las costas de Tracia, llegando así a territorio griego.

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