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ARTES DE LAS GUERRA EN ROMA

Durante más de quinientos años, los ejércitos de Roma fueron los más fuertes
del mundo, lo que constituye una marca desde el punto de vista histórico. Esta
fuerza militar se debía, sobre todo, al hecho de que el verdadero romano
consideraba el servicio militar no una carga sino un derecho.

Al principio, todos los hombres útiles formaron parte del ejército. Sólo a partir
del siglo I antes de Jesucristo, los ricos intentaron librarse de la servidumbre de
la vida militar, mientras que los ciudadanos menos privilegiados tenían que
alistarse por un término de veinte años. Durante el imperio, cuando el
ciudadano de Roma sólo se preocupaba del placer y la riqueza, las oscuras
tareas del soldado se dejaron a los extranjeros. Así, algunos germanos
alcanzaron el grado de oficial, e incluso de general.

El talento organizador de los romanos pudo exteriorizarse de un modo notable


en el ejército. Las legiones fueron el núcleo principal del ejército. Al principio del
siglo I antes de Jesucristo, una legión contaba con unos seis mil hombres. En
la época de César sólo comprendía de cuatro a cinco mil. Cada legión formaba
una unidad completa. Estaba dividida en diez cohortes, cada cohorte en tres
manípulos y cada manípulo en dos centurias. Por tanto, una legión se dividía
en sesenta centurias, cada una bajo el mando de un centurión, soldado cuya
valentía y cualidades de jefe lo habían hecho salir de las filas.

Antes de César, el mando de las legiones estaba confiado a tribunos a quienes


incumbía la responsabilidad de las operaciones. Los tribunos mandaban de dos
en dos durante dos meses. Pertenecían a las clases dirigentes y no siempre
presentaban las indispensables garantías militares.

Por este motivo César dispuso que los acompañaran oficiales


profesionales, llamados legados, sobre cuyos hombros pesaban graves
responsabilidades. También, los cuestores desempeñaron un importante papel
en el ejército de César. Sus actividades no se limitaban a ser las de un oficial
pagador, sino que a menudo se les confiaba el mando de una legión.

Los soldados llevaban un pesado armamento. Tenían un venablo de 1,70 a 2


m. de largo y una espada plana de 60 cm. Portaban un casco de cuero o
bronce, un escudo largo y una coraza de cuero reforzado con metal.

Los romanos, expertos cavadores, se distinguieron en el arte del asedio. El sitio


de una plaza se hacía en tres momentos o tiempos se cortaban las
comunicaciones, se procedía a los trabajos de acercamiento o aproches, y por
último, se iba al asalto. Para cortar las comunicaciones, se circunvalaba la
plaza que se quería sitiar, es decir, se hacían atrincheramientos, con estacadas
y blocaos para impedir que los sitiados salieran de la. ciudad y para evitar
cualquier acción ofensiva que viniese de fuera.
Los romanos, que se habían percatado de la práctica guerrera de los griegos
por medio de los toscanos y de Tarquino el Grande, oriundo de Corinto, que
fortificó y hermoseo Roma y batió a los sabinos, derrotó a los latinos, sometió a
la Etruria en 9 años de guerra según Dionisio de Halicarnaso, llegando Roma a
mayor bienestar y potencia al final de su reinado, poco satisfechos con lo que
conocían, no solo trataron de sacar partido de la perspicuidad de sus
predecesores sino también de sus equivocaciones, e idearon una nueva
ordenanza, que si no era mejor, tenía al menos la preeminencia de ser mas
ajustada a su constitución política y a sus miras particulares.

La estrategia de los romanos cogió el vuelo que debía conferirle su voracidad


interminable de dominación, su idoneidad para batallar en todos los climas y
sobre todo su vehemencia por la guerra: el Senado la pretendía para ocupar al
pueblo, los cónsules para disfrutar del triunfo, y el pueblo para
obtener tierras y propiedades, y fomentaba la determinación y la ansiada
presteza de sus empresas, lo reducido de sus ejércitos consulares, su adusta
disciplina y su factible sustento y conducción.

NACIMIENTO ARTES DE LAS GUERRA EN MACEDONIA

En Filipo II y el Arte de la Guerra tendremos la oportunidad de conocer en


profundidad a uno de los más grandes reyes de la antigua Macedonia. Gracias
a su habilidad como estratega, diplomático, político y soldado, heredó un reino
pobre, débil y acosado por innumerables enemigos y lo transforman en el más
poderoso de toda Grecia.

A lo largo de sus páginas podremos conocer la historia del reino Macedonia,


desde sus orígenes míticos hasta la formación de un imperio, de la mano del
que, al postre, se convertiría en el padre del mítico Alejandro Magno y en el
forjador de un nuevo ejército que cambiaría el devenir de la guerra en la
Antigüedad. Filipo II fue el creador de la falange macedonia, formación que se
demostró como inigualable en el campo de batalla y que informó incontables
victorias sobre poderosos enemigos, como los ilirios, los tesalios, los tracios,
los beocios o los atenienses. Pero no solo eso, integrar en el campo de batalla
a la infantería ya la caballería para dispositivos en nuevas formaciones tácticas:
armar a sus soldados con las políticas sarismas y apreció como pocos las
posibilidades militares que la maquinaria de guerra pueda proporcionar, siendo
el mecenas de muchos avances en este campo. Soñó con conquistar el
Imperio persa, cuando ya había logrado lo que nadie antes fue capaz: el control
de Grecia.

Sólo la muerte le arrebató esa hazaña, pero envió las bases de lo que más
tarde conseguiría su propio hijo. Su figura adecuadamente tanto odios como
pasiones; se le conocía como mujeriego y bebedor, pero también por su
habilidad para la oratoria, por sus astucia, cambio y valor. Siempre luchó en
primera línea junto a sus soldados y nunca tuvo que controlar la llamaran rey,
sino solo "General".

Desde 1991, la Antigua República Yugoslava de Macedonia y Grecia han


mantenido un arduo conflicto diplomático que tiene ramificaciones internas,
bilaterales e internacionales a causa del uso del término “Macedonia” en el
nombre constitucional de la república balcánica. Se revisan los orígenes y
características de esta disputa, así como sus implicaciones en el desarrollo de
la política nacional de Skopie, ejemplificados en el bloqueo de las
negociaciones para su adhesión a la Unión Europea y a la Organización del
Tratado del Atlántico Norte. Se propone, tomando como referencia el concepto
de “fuerzas profundas”, acuñado por Renouvin y Duroselle, analizar la
influencia de factores como los sentimientos nacionales y el nacionalismo en la
construcción, desarrollo y pervivencia de este conflicto identitario.

La disputa por el territorio de la Macedonia histórica

Insertada dentro de los territorios del Imperio otomano, la Macedonia histórica,


la de Filipo II y Alejandro Magno, pronto fue ambicionada por los nacionalismos
griego, búlgaro y serbio, que habían alcanzado su auge en el siglo XIX. La
región geográfica conocida como Macedonia es el único territorio donde los
Balcanes pueden ser atravesados de norte a sur y de oeste a este, desde
Belgrado a Tesalónica y desde Durres a Estambul, en una encrucijada de
imperios, culturas y religiones.

En un contexto de decadencia otomana, y tras las dos guerras balcánicas de


1912 y 1913 y la Primera Guerra Mundial, según Constantinos Mitsotakis, la
Macedonia histórica quedó dividida en tres: la mitad en Grecia, un 20% en
Bulgaria y el 30% restante en lo que se llama la “provincia de
Vardar”, integrada dentro de la habitualmente denominada Yugoslavia. Tras la
Segunda Guerra Mundial, con la derrota del Eje y el establecimiento de la
República Federativa Socialista de Yugoslavia en 1945, el mariscal Josip
Broz, Tito, otorgó a los habitantes de la Macedonia yugoslava el derecho a
tener una república y nacionalidad propia, constituyendo así la República
Socialista de Macedonia.
NACIMIENTO ARTES DE LAS GUERRA EN Grecia

Se llamaron reinos aqueos o aquivos la clase guerrera y dominadora que se


fue formando entre los pelasgos, obligados a defenderse de las invasiones
extranjeras, y constituyeron muchos Estados, y las hazañas de los príncipes
exageradas por el pueblo, constituyen la edad heroica, fecunda
en leyendas posteriores, siendo célebres en Tesalia Deucalión y Pirra, Orfeo,
padre del canto, Jasón, que partiendo en la nave Argos fue a la Cólquida, al
Este del Mar Negro, para apoderarse de una zalea prodigiosa llamada el
«vellocinio de oro», simboliza las primeras empresas marítimas de los griegos.

Al pueblo pacífico y agricultor pelásgo sucedió en el suelo de Grecia el heleno


de genio militar y heroico que se presume que formaban la clase guerrera de
este, quitando el poder a la clase sacerdotal, sometiendo al resto del pueblo,
sustituyendo a la religión natural pelásgica la helena de Júpiter y los dioses
olímpicos, y grandes empresas comparten la atención de quien con auxilio de
la poesía intenta fijarse en la edad heroica de los helenos: la guerra de los siete
contra Tebas, el viaje de los argonautas y la famosa guerra de Troya.

Los griegos fueron los primeros que descollaron en el manejo de la fuerza


moral en el arte de la guerra, y en atender de los elementos de la táctica, con
dos excelentes tratados, los de Flavio Arriano y Eliano el Táctico del siglo II, y
respecto al arte militar o arte que alecciona a emplear hostilmente todas las
fuerzas de una nación contra las de otra nación enemiga tuvieron siempre una
prevención admirable: Esparta y la mayor parte delas repúblicas detentaban
gimnasios militares donde acudían diariamente los jóvenes desde la edad de
12 años, para habituarse a los varios ejercicios que la profesión de las armas
imponían en aquel tiempo, así como a recibir lecciones de geometría y de
táctica, sobre lo que los lacedemonios hubieran escrito.

En Grecia el arte de la guerra propiamente dicho empieza a cultivarse ante el


peligro de las invasiones médicas, y basta mencionar como Milcíades el Joven
(550-488 adC.) en la batalla de Maratón (490 adC.) abriendo con intención el
intérvalo que divide sus dos falanges vigorosa y diestramente apoyadas en
obstáculos naturales o artificiales o Temístocles (525-460 adC.), confiando la
salvación de la patria al éxito de la patria a la batalla de Salamina (480 adC.) y
reedificando luego precavido, los muros de Atenas y el Pireo, hacen ver ya
claramente los principios del arte de la guerra que alborean en aquella
interesante lucha del pequeño pueblo griego contra el orgulloso persa que
intenta laminarlo con su multitud no carente sin embargo de concierto y
dirección.

El cuerpo de tropas de la infantería del ejército griego era la falange cuya


fuerza era en común 4000 hombres, armados de pies a cabeza, siendo su
arma ofensiva la sarisa y la defensiva el broquel y según su formación se
denominaba directa, oblicua y oblonga, y se dividía en los siguiente:

 2 mirarchías
 4 chiliarchías
 8 penta-coriarchías
 16 sintagmas
 32 tigiarchías
 64 tetrarchías
 128 dilochías
 256 decurias
 Cuando se agrupaban cuatro falanges se les daba el nombre de falange
doble o compuesta, contenía 16384 hombres y su formación era
un cuadrilongo sobre 16 hombres de fondo y 1024 de frente, ocupando un
espacio de 3072 pies de frente y 48 de fondo.

En general el mérito de los griegos estribaba en la táctica, así como aquella


formación y disciplina que se limita casi al campo, por lo demás no dominaban
las grandes combinaciones estratégicas, y en las largas y lejanas guerras solo
progresaron por grandes ímpetus de heroísmo, en razón que no tenían
ejércitos permanentes y escasez de buena caballería; así los griegos nos
aleccionaron en la táctica, los romanos en la estrategia; genio de aquella era la
entereza, de la romana el ataque.
Introducción

Las guerras han marcado la historia de la humanidad, y por desgracia, lo


siguen haciendo. Los enfrentamientos entre iguales han desembocado en un
desarrollo de los pueblos que a lo largo de los siglos ha marcado épocas e
influenciado en las generaciones posteriores de aquellos que derrotaron a su
oponente. Es el caso de Roma, gran conocedora de los pueblos que a lo largo
de la expansión de su Imperio fue adquiriendo sus conocimientos y sobre todo
su arte en la lucha. Fiel reflejo fue su victoria sobre la monumental Cartago en
dónde Escipión le devolvió la jugada a Aníbal tras la derrota de las legiones en
la Batalla de Cannas, recordada como uno de los más grandes eventos de
táctica militar en la historia, y la más grande derrota de la historia de Roma
hasta ese momento.

Sabemos que tanto Roma como Grecia fueron las dos culturas preeminentes
en el Mediterráneo antiguo. No debemos menospreciar ni mucho menos a los
cartagineses o a los etruscos que también jugaron un importante papel.
Aunque sabemos que ellos no perduraron tanto en el tiempo como los dos
primeros. Es de hablar directamente sobre el momento en el que ambas
culturas se encontraron. Un tiempo en el que a priori no hacía presagiar lo que
acabaría sucediendo al final, un disturbio pleno de conflicto que generó la
guerra.
Conclusiones

 Durante esta etapa (siglo IV hasta el siglo I a. C.), Grecia perdió su


independencia. Conquistada por Filipo II de Macedonia, éste anexionó
las polis a su imperio. A la muerte de Filipo II, su hijo Alejandro, llamado
el Grande (Alejandro Magno), acrecentó sus dominios conquistando el
enorme Imperio Persa (antiguo enemigo de los griegos),
incluyendo Egipto y Mesopotamia, alcanzando los confines de la India.
 El reino de Macedonia, bárbaro para los griegos, se había mantenido
bastante al margen del desarrollo histórico helénico hasta la llegada de
Filipo II, que iniciará un proceso de unificación interna y expansión
(Tracia, Iliria, Grecia) que culminó con la firma del tratado de Corinto
(338 a.C.), por el que Macedonia pasaba a controlar la Federación
Panhelénica, gobernada por el consejo del Sinedrión, supuestamente
formada para luchar contra los persas.
 Se manejaban estrategias de batallas para la conquista de territorio, así
como la preparación militar en cuanto a habilidades y destrezas al
combate.
 Durante el nacimiento de guerras, macedonia no estuvo sujeta a una
sola guerra sino que presentaron varias en pro de defender su territorio.
Bibliografía

https://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_maced%C3%B3nicas

https://abcblogs.abc.es/fahrenheit-451/arte/la-guerra-en-grecia-y-roma-ilustrada.html

http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-013X2016000401088

https://www.hislibris.com/filipo-ii-y-el-arte-de-la-guerra-arturo-sanchez-sanz/

http://anatomiadelahistoria.com/2016/02/las-guerras-macedonicas-el-ocaso-de-la-falange/

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