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ALEJANDRO MAGNO Y UNA CAMPAÑA PARA LA HISTÓRIA

El siguiente texto pretende dar una mirada a la figura de Alejandro Magno abordando
aspectos como: su educación a cargo de Aristóteles, su acenso al trono, el inicio de su
campaña, (haciendo énfasis en las posibles causas de su monumental éxito) y por último el
legado que deja como fundador de un imperio que, logró de una manera astuta mantenerse
por algunos siglos. Además trataremos de mostrar aspectos de su carácter que parece ser
contradictorio y que está marcado por un endiosamiento que inicia desde su infancia;
endiosamiento que le da gran seguridad y valentía en la batalla, pero lo hace presa de una
arrogancia que muchas veces amenazó con su vida y con la estabilidad de su imperio.

Alejandro nace en el mes de julio del año 356 a.C y es hijo de Filipo II rey de macedonia y
de Olimpíade, hermana del rey Alejandro del Épiro; a todas luces el matrimonio entre los
padres de Alejandro es de conveniencia política, pues allí se ven concentrados dos poderes
políticamente importantes. Ambos padres de Alejandro son de carácter fuerte y en muchas
ocasiones tuvieron enfrentamientos, los cuales debió él presenciar y sentar posición de lado
de uno de ellos. Es probable que en algún momento de su vida uno de estos
enfrentamientos terminaran por poner a Alejandro de total lado de su madre, pero
recalcándole a Filipo su derecho al trono por ser además de su hijo legitimo su primogénito
(Domínguez Monedero pp. 2).

Luego de una educación militar y en poesía y artes, Alejandro pasa a manos de Aristóteles,
quien llega a la corte macedónica por la influencia de Hermias, filósofo y rey de Atarneo,
quien consideró apropiado tener a alguien de confianza en la corte macedónica y aprovechó
su cercanía con Filipo, que estaba interesado en alguien de excelentes cualidades que
instruyera a su hijo Alejandro. Con él, Alejandro desarrolló gran interés en la geografía, la
medicina, la botánica, la zoología, etc., y se cree que influenció en gran medida el proyecto
político de Alejandro, lo que podría discutirse, ya que si leemos La Política, vemos que lo
que proponía Aristóteles acerca del trato con el bárbaro, de quién decía era esclavo por
naturaleza, dista mucho del trato alejandrino con los pueblos subyugados. Si bien cometía
masacres como la de Tebas, Alejandro durante su campaña privilegió el intercambio
cultural y se destacó por procurar una suerte de paternidad con el pueblo vencido, a tal
punto que llegó a ser reconocido como salvador en Egipto.

A los 18 años Alejandro lidera la caballería macedónica en la batalla de Queronea, y


haciendo gala de su valentía y astucia en la batalla, logra romper la resistencia tebana,
hecho esto, su padre arremete con el resto del ejército conformado por los atenienses y los
derrota. Esta victoria marca el comienzo de la helenización, pues logra unir varias ciudades
griegas bajo un solo sistema de gobierno, uno imperial, y acababa con el sistema de polis
que conformaba el mundo griego, sistema que impedía el crecimiento de Grecia y dejaba a
cualquier polis a merced de los bárbaros, pues no solo tenían que cuidarse de estos, sino le
otras polis con las que entraban en constantes conflictos por razones de jerarquía y casta.

Filipo muere en el año 336 a.C a manos de su compañero Pausanias, y a partir de esto
Alejandro asume el trono de Macedonia y aprovecha el magnicidio de su padre para acabar
con sus posibles rivales en la contienda por el trono (Ibíd. Pp 4). Al ocurrir la muerte de
Filipo, Alejandro ejecuta a varios de sus parientes bajo la acusación de ser los autores del
magnicidio, lo que le deja el camino libre para tomar plena posesión del trono sin ninguna
resistencia o intento de golpe de estado. A partir de aquí se dedica a continuar el proyecto
político militar de su padre y termina por unificar todo Grecia a punta de intimidación,
usando métodos tan drásticos como la citada masacre de Tebas.

En el año 334 a.C, con el dominio total sobre Grecia, Alejandro emprende la más ambiciosa
campaña jamás hecha por los griegos, campaña que era el gran proyecto de Filipo y que él
continuó al asumir el poder. Alejandro y su ejército que constaba de unos 19.000 y 4.000
jinetes además de unos 7.000 arqueros y 900 unidades auxiliares cruzaron el estrecho de
Dardanelos hacia Asia menor y allí se encontraron con basto ejército compuesto por más de
40.000 soldados, en su mayoría mercenarios griegos, que ofrecieron poca resistencia y
fueron derrotados. A su paso por el territorio costero las ciudades y poblados que
encontraban se iban rindiendo, bien fuese por temor a ser aplastados o porque querían ser
liberados.

De allí se dirigió a Egipto en donde fue recibido como un libertador, pues el pueblo egipcio
estaba en contra del dominio persa, allí fue llamado faraón y se le entregó la corona que le
daba tal título. Al visitar el oasis de Siwa, Alejandro es recibido por el profeta de Amón
quien aumentó su endiosado ego al saludarlo de parte de los dioses y llamarlo hijo de Zeus;
además le aseguró que la muerte de Filipo estaba completamente vengada, lo que llenó de
satisfacción a Alejandro, dicha satisfacción se vio reflejada en los costosos presentes que
Alejandro dejó a los que vivían en el templo.

Fue en Egipto en donde Alejandro funda la ciudad de Alejandría con dos propósitos
históricamente aceptados: uno era la apertura de una ruta comercial en el mar Egeo y la otra
un intercambio cultural, pues quería construir una ciudad griega en Egipto, que combinara
elementos culturales de ambas naciones (una muestra clara de la separación del
pensamiento aristotélico sobre el bárbaro). Pero otra razón que se podría aceptar para
construcción de Alejandría es un deseo de inmortalizarse, de ser recordado como fundador
de un imperio naciente. Esto se vería reflejado en las múltiples Alejandrías que fundaría
conforme avanzaba su campaña.

Luego de su paso por Egipto, Alejandro retomó su campaña de conquista del imperio persa,
dominó con facilidad el área de Mesopotamia y comenzó una avanzada sistemática que
empezó por Susa, en donde Alejandro con su ejército cada vez más grande entró con
facilidad y obligó a Darío III a retirarse hacia el centro de Persia a buscar tropas leales para
volver a enfrentar a Alejandro. La campaña macedónica avanzaba cautelosamente y daba
cada paso a la vez, de este modo se aseguraban el sustento y también la fidelidad de los
nuevos conquistados al hacer encuentros culturales.

En su avanzada llegó a Perseópolis en donde en una fiesta, de esas que eran habituales en
las noches de Alejandro, quemó el palacio de la ciudad, el cual horas antes, y sin la
influencia del vino que solía tomar sin mezclarlo con agua había ordenado respetar; luego,
en su ebriedad él mismo inició la quema argumentando una venganza con los persas por
haber destruido las polis griegas, pero inmediatamente se arrepintió y mandó a apagar el
fuego, lo que fue en vano, pues el palacio estaba en su mayor parte construido en madera
(Ibíd. Pp. 6). Lo que significó el final de uno de los centros culturales más importantes de la
historia antigua.

Continuó luego de este incidente hacia la ciudad de Ecbatana, para perseguir a Darío, allí
fue encontrado muerto a manos de sus nobles quienes ya eran fieles a Bessos. Alejandro en
un gran gesto de honor en la guerra honró los restos del asesinado rey persa y le juró acabar
con sus asesinos. Cabe mencionar que cuando él captura a su familia en Isos, los trató con
gran cortesía y les manifestó que no tenía nada personal con el rey Darío III, sino que su
lucha era por el dominio de Persia. Una muestra más de un carácter contradictorio pero al
mismo tiempo decidido, es decir, estaba decidido a conquistar el imperio persa, a pesar del
respeto que pudiera sentir por el rey Darío III.

Algo que es realmente interesante en la campaña de Alejandro es el interés en el


intercambio cultural, lo cual como se ha dicho a lo largo del texto, discrepa con La Política
aristotélica, solía dejar a los gobernantes de los pueblos dominados en él poder, pero
supervisados por oficiales macedonios que controlaban las fuerzas armadas.

Luego conquistar por completo el imperio persa y haber fundado más de 60 ciudades a lo
largo de todo el territorio de su recién fundado imperio, Alejandro decidió encaminarse a la
India en donde encontró fuertes resistencias que lo obligaron a arrasar con todo a su paso,
pues era la única forma de doblegar las tribus hindúes que contaban con elefantes en sus
ejércitos. Luego de la batalla contra Poros, la cual se dio luego de acabar por completo con
ciudades como Ora, Bazira y Masaga; los soldados macedonios se rehusaron a continuar,
pues temían encontrar una resistencia igual o peor al cruzar el río Ganges. Tras reunirse con
un primer oficial, Alejandro decide regresar; no tienen más remedio que marchar por el sur
de Asia en donde se encuentran con la resistencia de los malios, una tribu bastante
aguerrida. La batalla los fue conduciendo hacia la ciudad de Malia, en donde Alejandro fue
herido en un pulmón con una flecha. Su ejército al creerlo muerto descargó toda su ira y
volvió cenizas el poblado. Gracias al cuidado de Critodemo de Cos, Alejandro sobrevive.

Al tener que regresar, se dedicó a recorrer las ciudades conquistadas, para ver el progreso
de su “experimento cultural”, al encontrarse con que muchos de los gobernantes que había
dejado a cargo habían abusado de su poder los ejecutó sin piedad. También intentó
devolver a los oficiales más viejos a Macedonia pero fue mal interpretado y en
consecuencia hubo un motín; en castigo a este, Alejandro ejecutó a los cabecillas pero
perdonó a las tropas. También se sabe que en un intento crear un ambiente de armonía entre
griegos y persas casó en una ceremonia masiva a sus oficiales con damas de la nobleza
persa.

En junio del año 323 a.C Alejandro muere en extrañas circunstancias, tras doce días de
agonía. Hay hipótesis que afirman que fue envenenado, pero tal posibilidad choca contra el
argumento de que en esa época no existía, o no se tiene registro de un veneno con un efecto
de tan larga duración. Por otro lado, es posible que haya sido presa de la fiebre del Nilo,
una enfermedad que puede producir encefalitis y finalmente producir la muerte. También se
habla de una recaída de una malaria sufrida varios años atrás. Lo que sí se sabe es que
luego de un banquete organizado por un amigo suyo, Alejandro tuvo que ser llevado a la
cama porque se vio gravemente enfermo, incluso se dice que al sentirse así, Alejandro
bebía más vino para ver si se sentía mejor. El día antes de su muerte, se les permitió a las
tropas ver a su rey vivo por última vez y cuentan que al preguntársele ¿a quién se lo dejas?
Respondió: “al más digno”.

Luego de haber hecho tan grande recorrido a través de toda la campaña alejandrina, es
válido analizar ciertos aspectos que contribuyeron a su grandeza:

Primero, como se dijo en un principio, Alejandro endiosamiento

Valentía, ir al frente

Estrategía. Lanzas, tácticas de guerra

http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/personajes/4186.htm

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