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POESIAS

DE

~!IO I f! G!~ TEJ!Dl


PUBLICADAS POR JOSE JOAQUIN OBTI%

TOMO J: J:

OGOTA
lMPRENTA DE ORTIZ - 1851'.

BANCO DE LA REPUBLlCA
BiBlIOTECA LUIS - ANGEL ARANGO
CATALOGACION
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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AL LECTOR

En el invierno de 1829, cuando la República de Colombia


rasgaba su bandera en tres jirones, j se oía por to a la e~tension de
~u sagrado suelo 1 ruido de la armas j cuando, semejante al sol, el
gran capitan de Sur- mérica bajaba del carro triunfal en que ha-
bia recorrido desde las riberas del Orinoco hasta las nieves ternas
del Chimborazo, para ir a rendir el último aliento n las playas so-
litarias del mar de las ntillas, unjóven vadeaba a caballo uno de
esos rios sin nombre que corren por los Llanos de Casanare, allá
en los límites de Nueva Granada i Venezuela.
Tenia pálido el rostro, luengos la barba i el cabello, débil el
cuerpo, cual de persona que hubiera salido de un antro privado de
los rayos vivificante~ del sol. Toda su fuerza vital parecia recon-
centrada en sus ojos, que chi peaban vagarosos e inquietos con fue-
go desacostumbrado. Era tan impetuosa la corriente del rio, acre-
cida con ]as lluvias, que el viaj ro, abandonando el caballo, pudo
ganar a duras penas una enorme piedra, que se alzaba en mitad
de las aguas, cubierta en parte por la ola espumosa que mujia en
contorno, T volviéndo~e i qu brándose con espantosa furia i altísimo
rumor .

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Allí, a semejanza de cautivo que hubiera recobrado su liber-
tad, ora se arrodillaba como agradeciendo al cielo con ademan re-
verente i sumiso, ora saltaba regocijado: ora jesticulaba cual si
arengase a un pueblo conmovido, cuya imperfecta imájen son las
ondas tumultuosas i asordadoras. D espues dahdo un rápido salto,
se arroja al torbellino: la ola se parte, lo arropa, lo cubre, i se ve
encima un rastro de gruesa espuma que huye, huye, i desaparece.
El compaííero de aquel jóven que habia q 11edado en la ribera, es
testigo del doloroso trance que no puede evitar, i lleva a la tierra i
a la familia del desafortunado la nueva de su trájico fin.
E~te jóven era LUIS V ÁRGA -TEJADA.
Nacido poco ántes de la guerra de la independencia, V ÁRGAS-
TEJADA atravesó en pobreza i peregrinacion 10.3 aiíos de su niiíez,
i en 1824 5e presentó de repente n la capital de la RepúblIca sa-
biendo el aleman, ellatin, el frances, 1 ingles, el italiano; trayendo
composiciones poéticas en estos cuatro último idioma, i eantando
con sonora lira las glorias de Bolivar que eran las glorias de la Pa-
tria.
¿ En dónde habia bebido 1 po ta ~us grandiosaslrlSpiraciones 1
t cuál fué la Academia qu e le abrió los tesoros de la ciencia ~ Cosa
ciertamente maravillo,-,a 1 La 01 dad 1 Sí: V ROA ET D pisó
apénas la escuela, i epultudo de~d niño en el retiro de lo~ campos,
allí fué donde consultó con lo cos de las montaña, con el rumor
de los bosques f con 1 murmullo de los torrentes e os cantos que mas
tarde habian de inmortalizar su nombre; fué allí que irradió u in-
jenio, cual suelen brillar las flores abriendo sus cálice a los tibios
rayos del sol i a las brisas balsámicas del de ierto.
Del tiempo corrido de 1824 a 1825 datan sus trabajos líricos
i dramáticos; sus trajedias de Sugamuxi (1 26 ) Aquimin (1827),
1a comedia de las Convulsiones (junio de 1828), Doraminta, ( 1829).
Compuso tambien otras dos trajedias titulada Sacresazipa, de que
existen algunos fragmentos, i Witikindo, citada por él en la poesía
.A mi Z¿'ra, que no existe. Tradujo, ademas, 1 Demetrio del Me-
tasta'lio, i parte de la comedia de Goldoni titulada Il vero amico.
Las glorias del Libertador de Colombia fueron la primera
inspiracion de su injenio, i durante los años de su aislamiento i so-
ledad, la magnífica figura del h' roe colombiano heria profunda
mente la. imajinacjon del poeta. j h d .::tino ..,ingular de este hom-

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bre! Tanto al principio como al término de su carrera, ora como un
Dios, ora como el J enio del Mal, encontramos a Bolívar ligado a
Sll destino con cadenas de hierro j con las cadenas del amor i de la
adhesion mas profunda, o con las del odio mas vivo, reconcentra·
do, inmortal. Los primeros sones de la lira del poeta celebraron el
triunfo de la Libertad, personificada en el Jeneral Bolívar: los
últimos jemidos en su doloroso retiro execraron la tiranía, que creía
encarnada en la persona del Dictador: ",iempre Bolívar! ídolo o
enemigo! libertador o tirano I consuelo o desolacion !
El Libertador fué investido con la dictadura, i VARGAS TE-
.rADA se alistó al momento en el número de sus enemigos. Valióse
del periódico i del teatl'O para concitar odio i animosidades al Pa-
dre de la Patria i para exitar a los pueblos a la insurreccion, cola-
borando en EL ATALAYA, publicando su oda a la tercera Divisiol1
colombiana auxiliar de] Perú, que se habia in ... urreccionado, i dan-
do a las tablas su CATON EN UTICA. 1 no contento con e . . cribir,
conspiró.
Poseemos un autógrafo que tiene la fecha del 30 de agosto de
1828, veintiseis dias ántes de la conspiracion de setiembre: es el
principio de una composicion t\ la libertad romana alcanzada por
Bruto contra Tarquino, que emp zó por el tremendo suicidio de la
mujer de Colatino. os figuramos a V ARGAS-'rEJADA al escribir
estas líneas: él, alma jenerova, nacido para la dule s sensaciones
del amor i de la amistad, en altas horas de la noche, en solitaria i
apartada estancia, recordando aquella catástrofe en que triunfó la
libertad romana; cuando bullian en su pecho los deseos de ver caí-
do del poder al caudillo de América, cuando en su mente se revol-
vian los pensamientos que suscita una empresa temeraria i crimi-
nal, i leemos:
,: Sentada la encontró la nueva aurora,
Con el rubio cabello desgreñado,
Cuul madre que difunto a su hijo llora j
" Al viejo padre i al esposo amado
Hace llamar del campo, i al momento
Uno i otro se encuéntran a su lado •••• 11

Fué en la habitacion de VARGAS-TEJADA que, ya casi de::ocu·


bierta la conjuracion, e tuvo la última junta la noche del 25 de

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setiembre, i ull ·l1a fu ' que 1 ardoro o d mócrata arengó a su
compañeros con una elocuencia ti rvorosa, digna d mejor causa.
La conjuracion se frustra i VARGA . -TEJADA, perseguido por
la policía, huye; i la amistad de una persona de su familia lo ocul-
ta en una cueva cavada en la peña, que '1 apellidó de la, Resigna-
cíon. En aquella tumba, ca..,i entre tinieblas, en medio de tantas
privaciones i desconsuelo, :5in ver d Ul'ante muchos dias la faz de
una persona humana i adolorido, casi agonizante, atormentado por
tantos recuerdos, su única distraccion, su único consuelo fué su li-
ra: AHí escribió la trajedia llamada DOR.l\MINTA, i las poesías que
publicamos bajo el título del PROSCRITO.
Las penas que sufrió en tan espantosa soledad, solo pueden
medirse por la esquisita sensibilidad de su corazon, i por el entra-
fiable amor que profesó siempre a su anciana i apesadumbrada .
madre, a sus queridos hermanos i a sus amigos.
Entre las pájinas e critas en aquella tumba se halla una que
prueba lo que dejamos dicho. Es esta:

A MI MADRE.
" i UANTAS veces, oh dulce Madre mia,
Ha intentado mi pecho dolorido,
Dirijiendo hácia tí su triste acento
Sus fi ros males d sahogar contigo!
"i uántas v ces d 1 fondo sil ncioso
De e te mi pobre i solitario asilo,
A mi Madre adorada mi sollozos
En alas de los céfiros envío I
" Mas ai de luí! que .•••••••••••••••
" Un torrente de lágrimas no me ha dejado continuar
estos afectos son para ~entidos no para presa dos •••• no hai dolor
que iguale a mi dolor. "
1 en otra pájina:
" ¡Ser ensible, cualquiera que tú seas, que leyeres alguna vez
los lamentos poéticos de un d sgraciado, el mas de~graciado q ne
existe sobre la tierra, si no te han compad cid o mis qu jas, al volver
~ta hoja verá n la huella d mis lágrimas una presion mas
enérjica de mi dol r qu cuanto pudiera d cir en mi vcr~ o . Re-

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VII
nuncio al vano empeño de e presar n metros estudiados unos sen-
timientos que solo el corazon puede concebir; i dejo a las almas
sensibles el cuidado de contemplar cuál será mi dolor i mi amar-
gura por la eterna separacion de una madre la mas amante i vir-
tuosa, i de unos hermanos adorados, a quienes mis desgracias han
hecho doblemente infelices, i a quienes la saña de los tiranos ha
envuelto, aunque inocentes, en mi injusta proscripcion. "
1 es verdad! Nosotros hemos visto aquella hoja, casi borrada,
cubierta de manchas amarillentas, sobre la que habian corrido hilo
a hilo sus lágrimas, i comprendimos en toda su estension la sensi-
bilidad de alma del poeta i la violencia de su tormento.
Salió de aquel retiro, insoportable ya para su corazon, en que
tantas horas de pena habia sufrido i donde habia rejenerado su al-
ma con el llanto interminable i la separacion de las prendas de su
amor; salió, decimos, con direccion a la República de Venezuela.
Su razon estaba enajenada, i la grande enerjía de su alma gasta-
da en la tenaz i prolongada lucha; el triste hado que terminó su
carrera era consiguiente a esto.
Si hubiéramos resuelto publicar todas las poesías de V AR-
GAs-TE.TADA, habríamos necesitado otro tomo, por lo ménos, igual
al presente. Pero él no tuvo tiempo de limar sus obras, ni de estas
todas tienen el mismo mérito.

J OSE J OAQUIN OltTIz.

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LU ~ V RGl~ TEJ DI

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PATRIA.

, .

RECUERDO' DE BOYACA.

DE tu brillante gloria
Torna, COLOMBIA, el dia;
Con cantos de alegria
Túrnale a celebrar!
Roi la D liz victoria
Bajó c n raudo vuelu
Desde el empíreo cielu
Tu frente a coronar.

¡ Alza el robusto cuell ,


Muestra la faz risueña,
1 al orbe entero en eña
Tu brillo i tu esplendor!
¡ Con fúljido destello,
Cual a tro rubicundo,
Muestra al Antiguo Muna
Lo~ ampo.' de tu h 1101' I

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4 POE lA DE

De Boya á le lllue tra


L . timbr inm rtale , t

1 t nt l~ . ñ~ 1
D
D
D
Cae, i la .' Ha inn n a
D 1 bár ar a alid.

tr n.

v lan
Llen nlo de avor:
a el lo b ~ nces huecos
E cucha 1 trueno ronco,
1 oye 1 s nido bronco
D 1 -lic atambor.

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LUIS VARGAS TEJADA . 5

De allá uonde Orino o


S u márj 11 enriscada
Bate con onda airada
En ince ante afan;
De allá el ardiente foco
Que el patriotismo enci rra
lIará temblar la tierra,
Cual súbito voican.

" BOL lV AR !" truena el viento,


" Al arma, alnericano. !"
Lo oyeron los tirano. ,
Su faz palideció.
El torpe desaliento
De ,'u ( hna. ap ler.
1 la arrogancia ibera
De un oolpe ucumbió.

i E a llanura inmen a
En piélago tornada,
La hue 'te denodada
Pretende detener?
En vano a su defen a
El español se apronta;
Los Andes ya remonta;
Mostrar e ya es vencer.

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POE IA S D E

Cual rápida centella


Que hiriendo el aire vag
e lanza con trago
Del mont a la cerviz;
Tal la sonante huella
De armada vencedora
Sorprende, aterra, azora.
Al déspota infeliz.

Qué hacei , hijos de E paña r~


i Dó está el . impar denuedo
Que hizo temblar de miedo
Un tiempo al musulman?
Del hielo allá la saña,
Los vi nto ' i las niebla ,
Tre iglo de tiniebla
Por vos lidiando e tán.

i Porqué con tan amarga


Quejas, i acento insano,
Al cielo de inhumano
Tachando, maldecir?
Gámeza, Bonza, Várgas
Responden, i mis ojos
De vuestros miembros rojo
Miran el campo henchir.

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LUIS VARGAS TEJADA. 1

Alza. u ardiellt e pad


B LIV R, i al in tant
Vacila el 0.1'1' gante
Do el de la o r ion. I

acude en vano airada


La furia. liS serpient ,
1 grime corv dient
Cual pérfido dragoI ;

u ira impotente c lla


En el valor ue, ardi nd
A vanza, con e tru nd
Clamanlo LIBERTAD!
Tod 1 opu t arr TIa,
To en u alien inflama,
. tirpa con . u 1l::1 a
La frent i la malda .

LI g anh lant al camp


De Boy<. cá, d t
D .. u pod r fune t
e ncentra el e par 1:
Vi ra fulmfne lalu o;
a un pue lo ue la aur '[l,

Vió . clav , li re e clora


cid nt 1. 1:

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8 POESIAS DE

El sol, que lo togo. os


Caballo pára, i lento
Lanza de de su a iento
De cóncavo zafir
Su rayo , envidio 0.-
Del lauro floreciente
Que la ublime frente
Del héroe ha de ceñir.

Mas ya hinche la esfera


La trompa de la Fama
Que altÍsona proclama:
" BOLÍVAR vencedor! "
Huyen las crueles fiera
De Iberia presuro as,
O en cuevas tenebro a
Esconden su pavor.

A una nacion jigante


El orbe con a ombros
Mira entre los escombros
La frente levantar:
Se oye la voz triunfante
De un pueblo soberano,
1 el nombre colombiano
Comienza a resonar.

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LUIS VAR ,A: TE.TADA. 9

Qué es e. to J"! i 1 tri te u 1


Que holló la servjdumbr ,
A tan sublime cumbre
De honor e empina ya ?
Quién rije tanto vuelo?
De dón e tanta gloria?
Re ponde la Victoria-
BOLíVAR! Boy c. !

BOLÍVAR! i1s
timbre
Mi voz c .. ntar pr tende,
Cuando cntusia ID nciende
Mi ardier te coraz n?
i Podrá c n blando mimbr ,
P drá l end ble infante
Medir en un in tal te
Lo jiros d Faeion?

COLOMB [A ! Ma, h cielo


. .

Al eco no re ponde,
su semblante e conde
Do el cruel dolor . e ve.
i Quién, Patria, en e os velo.
De luto tu alma frente
Envuelve? i El inclemente
Que ajó tu honor, cuál fué?

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o POE"'IAS DE

- Un hijo infiel. - uspende


Tan lúgubre' acentos;
No turbe · con lamento
Tu júbilo inmortal!
Rayo que el aire hiende
A tra. dejando el trueno
BOLfvAR ya en tu seno
Espanta al dios del mal.

Su nombr ba ta solo,
Rel ítarne los monte)
1 en vast s horizontes
Encienda el p(. trio ardor.
Temblando, al yermo polo
Huye, Di 'cordia insana!
La gloria colombiana
o empafí tu furor.

Huye! i 1 monumento.
De uníon i de armonía
Quiere tu 111.anO impía
De un golpe destrozaJ."'?
Tus bárbaros intentos
Lograr en vallO pien a
La Patria su' ofen a'
Pr nto . abrá vengar.

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LUI VARGA ~ TEJADA . 1t

Celebra, oh Patria! el día


De Boyacá, su pompa
Pregone heróica trompa,
Cante marcial clarin.
En eco de alegría
Ya re onando escuch
La.' gloria de Ayacucho,
Lo. trueno. de J unin.

COLOMBIA! con laurole


Nuevos, tu frente adorna,
Pues ya a tu seno torna
Tu fuerza i tu e 'plendor;
Pues ya tu hijos fiele ,
Llenos de heroico ali nto,
Clarn n con grato ac nt
VIVA EL LIBERTAD R!

A g osto 7 ue 1826.

A MEJICO.

deidad sublime,
UNA
Que en un Eden transforma este hondo . eno,
Do encadenado jime
El linaje terreno
Bebiendo de lo males el veneno,

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12 POESIA DE

La. razon cuya lumbre


Eclip a los siniestros respla.ndores
Con que desde la cun1.bre
De sus vanos honore
De. 'lumbran de la. tierra los señ.ores;

Sus alas refuljentes


Tiende obre la faz del oceano
Hácia los continente
Do el tri te americano
La frente humilla al arrogante hispano.

Los pálidos sembl:ll tes


Contenlpla compa iva, i el rüid
De hierro rechinante'
A la. l)ar del jemido
Con lúgubr comI as hiere. u oido.

Acá i allá embargados


Ve en paz odiosa i estupor profundo
Pueblo. a que los hado
En la marcha del mund
Un poder señalaron sin segundo.

Entre tanta naciones


Que arra tran del indigno cauti verlo
Los duros eslabone
Ve al mejicano imperio,
Que ántes fuera esplendor de ) u hemisferio,

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L 15 VARGA TEJA A. 13

E ind.ignada prorrulup
" i Quién e opone al decreto oh ran
Del cielo, e interrump
El vuelo con que ufano
Debe encumbrarse el pueblo mejic< n ?

La e clavitud impía?
i Aquesa del Averno horr nd< prol
Será que, inmunda harpía,
iempr est uel viole
1 'u n gro pendon en él tremole?

No! que ya con nn acento


El lnejicano se conmueve apéna
L e. cucha; i ya viol n to
Fuego hi rve en.u v na
acu e impaciente la cadena..

Animo! esfuerzo! ahora,


Mejicano , es tiempo! en la campaña,
De e pada vengador<
Armada vuestra aña,
Sabrá rendir la. huest€s de la E paña!

A golpe del acero


Derribad el alcázar do se empina
El sátrapa altanero,
1 'obre su · rüina
lzad un ten pI a ib rtad divÍI a ! "

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14 POE:'>IA. DE

Libertad! De la Di 'a
En los labios tronó, i eco sonant.
Esta, voz armonio <-
Llevan é:t los distante '
Oido d cautivos habitantes.

1 ellos, a su sonoro
Acento, Libertad! tambi n r e ponden ;
1 ya de su desdoro
N o mas la rabia esconden,
1 a su ardor sus sfuerzos corresponden.

1 arde en angrienta gu rra


De un cabo al otro el mejicano suelo,
Cubriéndo e la tierra
De hué te , cuyo nnhel
Grito.' d Lib rtad! l vanta al ci l

Oh clamor j nero o !
Clamor de Libertad! i de este dia
Tu recu rdo glorioso
La aurora no envía
Convidando a ntusia mo i alegría;

Mezclar yo n quisiera
A tu brillo inmortal recu rdo aciago ;
Ni la imperial bandera
Sobr el ondo '0 lago
Cont n1plar t r llloland al (. ira vag .

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LVI' VARGA.S TEJADA. 15

Pero qué! -i al momento


Vuelve Anahuac en . Í, i el brazo apl0111a
Con severo escarmiento,
Que la arrogancia doma
Con que en su eno el despotislno asoma:

1 al orbe e presenta
Coronado de lauro. inmortales,
Porque supo la afrenta
Lavar de us anales
Con angre d su hijo criminal~.

Salve, Anahuac dicho 'o,


Que asegurast libertad i gloria;
1 libre i virtüo o
Te con -igna a la historia
Ac u 1 a ui n <.lió n01nb1' la VI TUPlA!

1 pue¡ marchas al ll'ente


De un mund libre ahora, ánte' ibero,
N olvide el vehemente
Clamor con que primero
Temblar hici te al sátrapa altan ro.

Ya qu n vínculo e 'trech
U nido con el pueblo colomb:ano,
De América el derecho
Pro1neti 'te, no en vano,
De I-I spcria .' ~t ner contrn, '1 tiral 0,

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16 POES1AS DE

\;ue, tan alta empr a


Qu pronto cantaremos coronada;
Sigue, que ya confiesa
La E paña con terna da
Que . u inmen o poder e hundió en la nada!

A LA LIBERTAD.

CORO.

COd"PATRIOTAS! con .fi:ente erena


D 1 libre el himn ntonád,
co lo dé pta. todos
Su arrogant alti '" z dep ndrán.

D la Theria lo.' fier . pendone


En 1 " campo.
De u' hij · con. 'anO'r hum "ant
Vu tro. hecho' o-ravado. e tán,
El ac ro rompió la coytmda
Q e os ataba a .'u Ce 1'1'0 triunfal,
La raz n i el deber . gu'iar n
1 ,'U ac uto clalnó LIBERTAD I

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LUI VARGA TEJADA. 11

Repctidle con frente serena,


De los libres el himno entonad,
1 a sus ecos los dé potas todos
Su arrogante altivez depondrán.

Cual tormenta que l1zota bramando


Con estrago las ondas del mar,
Tal un pueblo, can arlo del yugo,
Lidia heroico, tremendo i audaz;
No s un ciego furor quien dirije
Su denuedo i esfuerzo sin par,
Pue natura con fuego divino
En u pecho gravó LIBERTAD.

Conservad ese fuego sublime,


De 1 s libre: 1 himno entona
1 a sus eco los lé ~pota todo
Su arrogante altivez depondrán!

D A, parecen las hu . tes ibera


Cual de ensueño la sombra fugaz,
1 Colombia corona sus sienes
Con guirnaldas de lauro inmortal.
obre escombros i nobles trofeos
En el campo be eleva un altar'
Una Diosa lo ocupa, i radiand )
En 'u [rente 'e lec LIBERTAD .

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18 POE 'lAS DE

Adoradla con puro ntu.'ja '1110 r


De los libres el himno entonad t
1 a sus ecos los déspota. todo'
Su arrogante altivez depondrán!

De la lid al estruenuo fune to


El de canso sucede i la paz,
1 a los rayos siniestro' de Marte,
De la lei el luciente fanal.
Sus fulgores Colombia o.;aluda
e u 1 pl'e ajio de don cele tial,
1 a su hijo l .. da por divi a,
Patria, leyes, ul1ion, libertad!

Compatriota'! con Ua ad rn, uo. ,


D lo.' libres el hillUl ent n
1 a su ecos lo dé. 'pota t os
u arrogante altivez d pone án!

In en ato ! i qué dicha, qué bienes


De un poder arbitrario e perais ?
Si vosotros no hacei vuestra suerte
Nunca un dé pota altivo la hará.
No es un déspota altivo, que solo
Siervos unce a 'u carro triunfal,
Quien dichoso i feliz hace al puebI
Qu una vez proclamó LIBERTAD .

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LUIS VARGAS TEJADA. 19

1 pues ella del bien es la fuente


De lo libres el imno entonad!
1 a 'us ecos los déspotas todos
Su arrogante altivez depondrán!

Léjo. , léjos del suelo sagrado,


En virtudes i en gloria feraz,
Los borrones de un mando absoluto,
Que o. tienen la intriga i maldad.
Si la Europa caduca us hierros
Con paciencia se mira llevar,
N uestra Patria no ufre otro imperio
Que el de leyes, honor, LIBERTAD.

Bendecid este imp rio sagrado!


De 1 libre el himno entonad!
1 ~ ,'us cos lo' déspotas todos
Su arrogante altivez depondrán!

Todo " todo acor le juremos


N o doblar la rodill jamas,
1 d un tron 1 poder arr gante
Por ser libr con tante lidiar.
Todos, todos en torno del árbol,
Que en Colombia supimos plantar,
Sostener prote ternos de nuevo,
Patria, leyes, union, LIBERTAD.

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20 rOE, ' IAS DE

ORO.

Compatriota ! con frent ",eren


De lo libres el himno entonad!
1 1 tirano que intente oprimirno
• u arrogante altivez depondrá!

CATON EN UTICA.

IN han siu mi' e 'fuerz .' :


TILE .·
Al fin tI iunfar 1 de. poti. mo logra,
1 delante de Cé 'ar abatida
ace en el poI vo In, s bcrbin, Romn,.
Un h 1 br , un 11 1nb1' , lo u Ul] a 1 fruto
e tant ... acri ficio i victoría. ,
para él los Mar elo. i E cipion '
r digaron . u augre jcnerosa:
P (ra -1 las l~ji nes in encibles
C rri r n al p ni nte i a la aur ra,
mano haciendo el univer o t do
1 humillando a u a pecto las c ron
i Qué on ya lo trofe inmortal s
Que nuestro e..,rcclso Capitolio ad rnan?
7, Qué on ya lo ublin es monum nto.
aquel noble valor que al mundo a.'ombra?
- Prc~a ue una éUllbi 'i n infatigable.

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LUI VARGAS TEJADA. 2

Desp dO. duna luano usurpador .. ,


Que, por la Patria trabajar finji ndo,
AllniS111 ti mpo su cadena forja;
Que, con fal a virtud al orbe enbaña,
1 crÍm n s oculto." labona.

Oh Patria! César triunfa, tú le eleva,


1 u prendas falaces ciega adoras,
Echan o un yugo a tu abatido cuello,
1 un b rron inmortal a tu memoria. ,
Ma el vano lamento su de. gracia,
1 in razon lui pecho se acong da
Por un ün - il pueblo qu lnerece
Arra trar su. cad na pondcr sa.,
Pue a la e. cl'Lvitud e precipita,
le la libertad el preci i 'nora;
Un pneblo 11 que olvida. n derecho.
que a los piés de un dé 'pota, e postra,
Dándole mas valor a un hombre solo
ue a una nacíon tenlÍda i victorio a.
N o, n exi ten ya Roma ni romanos;
Con Pompeyo espiró su antigua gloria,
1 el esplendor de la latina jcnte
En servidum re i abyeccio se torna.
En servidumbre! Dioses! i respiro?
Triunfante César! i Caton soporta
La afrenta de u Patria? Oh Roma! el cielo
El lazo de vjy·tud n mi alma r nlpa.

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22 POESIA .- DJ';

Si esca eé nu ~ ubre i lni ' fu 'rzos


Por evitar tu ruina i tu de 1 onra.-
Miéntra' indigno. hijos por do quiera,
La umi. ion a un dictador pregonan,
1 en la m:"ujen del Tíbre avergonzado
La band ra d é al' . e trenlolan ;
Yo reuno los pocos que con crvan
De la angre romana alguna.' O' ta:-;,
1 en un árl aro clima busco a ~' ilo,
Do la indignada libert< el se ac ja.
Oprobio terno! 1 tranj ro apoyo
La moribunda lib riad in oca,
1 un prÍncir e africano da 1 cciones
A lo.' romanos 1 virtud heroica..

e qué .,' rvierol, r ul a, tu.- 'tu~ ·ilio;-' ?


Qué irvió tu 11 'ütncia j ner .. a ?
a la illju"ta furtuna, del tir n
La ienes coronó con la victoria,
1 ya a me 'ced d 1 encedor. ntreo'an
Los resto. infelic de lnis tr pas . . .
Esp r~d, . )erad ... Caton e.Ti te ...
A combatir la Patria nos exhorta ..
i De libertad la últimas cent na
N o podrán ncender la ti rra toda?
El dé pota en lo. pechos con t rnado:'5
Con su ünperio terrible la. sofoca;
Mas en vano pretende aniquilarlas . . .

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LUIS VARGAS TEJADA . 23

u luz es inlllortal; i no son honda,,"


Las raices del árl 01 veneno. o
Que la oculta a la tierra con su sombra;
Caerá con horrísono estallido
Cual colo o que inmenso e de 'ploma;
Brillarán la raZOl1 i la ju ticia
Eclipsando las pálidas antorchas
De un e pI ndor falaz j pa ·ajero.
No ,'tá léjo edad tan v l1turo a .
Rornanos, combatid! aceleradla,
A la lucha volv el .. ! I\Ii e, paua rota
Ya no puede ervirmc... vil acero
Que en este último trance lne abandona,
Sem jante a lo, dél ile rOlllano'
Que ya a los piés del vencedor se arrojan.

JIu, ,! dónde vais? t un Til indulto


IIumilde. ulendigai. de u inj Irio 'a
Clem lcia, que onc1ena a erv ic1umbre,
injiendo que magl1ániIna perd na?
¿ La voluntad de un hombre garantiza
Vuestros acros derechos ? t Quién ignora
.11 t do aquel que aspira al de poti mo,

Con finjida virtud áutes se adorna


J con ü laz moderacion encubre
• u de ignios i miras ambicio as ?
Romano ! e cuchadme ! E. a clemencia,
E. a bondad, lo. corazones doman;

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24 POE lA DE

Mas luego que ..'U triunfo consolidan ,


En d 'potismo i en rigor se tornan.
Romanos! ai de mí ! i Cómo es po ibl ,
Oh lib rtad! que tu acentos oigan,
Si del valor de César los pregones
1 el ruido de sus triunfos lo~ asordan?
V a.lor inf~ u to! malhadado triunfo
Que tan ca~"os debei costar a Roma!
¿ Qué ilnporta que el Breton entre u yel .
El EtIope en su abra ada zona,
Adoran lo las águila romanas,
Ricas ofrendas a su piés deponban ?
i Qué importa que 1 Al' 'ácide orgull . o
De los romanos el poder conozca,
'ieut!1 al 1 ronunciar de !{,oma el nOI br
"' ,cilar n. u fr 1 t la corona . . ?

ro ué e. cucho! Inumerabl s voce. ,


Viva a Cé al'" dictador ent nan,
M zclanda con 'us cos vergonzo '0.',
Aplau. o a la paz i la concordia.
Ah Cé~ar impo tor! la paz proclamas
Cuando la, guerra a tu ambician odi a
Yana puede ervir; tu acero 'cond
Tu indigna mano, a nsangrentarle pronta
Luego que a tus de ignios depravado
IIaya en el universo quien se ponga.
Tú lni. In a 1 s r ln< n s de uni. te,

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LUI ~ VARGA TE.rADA. 25

Cünenta.nd tu imperio el la u.i.~c ruia,


1 logrado tu fin, acord s todos
Quiere qu e tén en adorarte ahora.
El nombre le monarca ha.' evitado:
Un vano nombre a tu poder que importa?
1 al pueblo n ,cio engaña facilmente,
De libertad dejándole la sombra :
El u padre te llama, i en tus 1 raz .
C n indecil le ceguedad se arr da;
M, ,al fiu, de la vÍvora que abriga
Sentirá la mortÍD ra p nzoña.

Ya se acercan, oh ciclo::> ! la' lil.lanje.'


Del fiero dictu.dor . . . U tica 'ola
L recibe n u. muros arruinado ,
Que circul1 an :-;u, arnl, v n dora.
T d ced i, ucuml e . .. Tuba. pira.
De u herida. morta.l ... no e.'"i. 'te R0J11a.
Sino en mi corazon . . . i n él bi n pronto
D jarú de Tistir, pues ya lne agobia
El pe. o de tan grandes infortunio,
Sublime Libertad! nli alma te adora
Por la po trera vez , . ! • Í, mi agonía
E la tuya . . , tu llama bienhechora
Se apaga ya ... la negra servidumbre
Cubre el mundo con alas tenebro a.
Mas solo cubrirá lni cuerpo helado,
1 el alIna d Caton, fi 1 u. ,n gl ría,

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POESIAS DE

1 Oaguar lará 1ue ~ 1 di tador In, in. ultc


De f:'U triunfo orgull '0 con la p mpa.

Ma , n,i! do caros hijos abandono


En 'ta época iufau tD. i 0111ino a,
1 t(. 1 vez los halag s eductore
Borrarán el del el" 1 11 m lnoria ..
No, de Caton on hijo. , i e to ba... ta .
Mi e.'píri tu a,firl11a i . e conforta
Al contemplar que deja ilnitadol'e .. ,
Que no . rá mi lnu rte in rll tüo a ,
Pues c 11 n1i sangre en Ti ·0. aract re"
Que no ] tra"cur,'o de los tiempo' borra,
Traz(. da q uec1ará con tra 1 tirano
Inüllibl ~ent n c j.. . .. El triunl0 z.. , (1'

ob r1 io J uEo! a, pire lo' incieu 'o ',


L " 1 ji ._. .'túI ído:4 devora ;
Lleva tu iIuperi , 1 ruid el tn: ~rlua
1 tu nombre a la~ pla -..l nu .· r lnota.
nsulta la virtud' on,'alza 1 ici ;
Tus atélite, ' vil :4 condecora
Con las ir ignia:::; al h 11 r 1 bielas,
La adulacion pr 111iando i la li,' nja.
o, rá largo tn fatal ünporio ;
Del pueblo 1 sufrinli nto al fin .~ e < (rota,
1 hai pecho en que 1 alpita todavía
De un J unío Bruto el alma jen ro, a.

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LUl. VARGA~ TEJADA. "17

Moriré • .! i nias la Patri8, ucsola la,


Mi débil brazo en su orfandad no inlpl ru.?
Mi débil brazo contra tal' no puede
Del torrcnt la furia ünpctü sao
Viviré p r bu carIe vengad re ?
Fuera en vano; viviendo en la de honra
N o alcanzara lui .. fuerz a n 'citarlo, ;
l\1:uri ndo con han r, lUl jetnpl . obra.
Yo llluer libr ... Por her ncia d ja
Mi alma a 1 ni hij 1 furor con que odia
La clavitul; a Cé al' 1 01 r bi
1 maldi ion d la: edad " t la ;
Mi j mplo In luoral e a lo. r roan ,~;
1 e. te puñ( 1 al veng< dor 1 ~ l-ton la !

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AMOR 1 AMISTAD.

-...

AL Al.JOCIIECER.

YA mucre l claro düt


Tras la cumbre mpinada de 1 c 1'1' . ' ,
1 n rú. tica armonía
aludan 'u .'plcudor qu
L . . II illo' pa .. t re .
Lo zagalc. i perro
e ndne n l ganad a In, majada;
1 tar o in. ecto que la ti rra luid
De su n1 rada o cura
Por gozar de la bri 'a
De la noche, a alir ya e apre'ura.
O t nta . u hermosura,
En m dio al tachon" do firmamento,
La cándida lumbrera
Que desde su alto a i nto
Refleja uavemente
La luz qu 'paree la nc nuida e.'u ra .

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LUl VARUA ' TEJADA .

i! d cuán refuljente
Brillo r fl ja ufana
Su ter a ÜLZ O'alana!
Mírala, Clori! En su belleza Iuira.
La imájen del hechizo li Ol1j r
Que tu embl, nte inspira!
¡ Qué lánguido su, pira
El céfiro lij ro
Que lo' arbu to mueve.
Miéntras u raIno baña
El fre co a,]jófa,r que la tierra lllbch ~ ~
Allí la. blanda cala
Hácia la fucnte su C<. beza inclina,
1 a la avecilla que en 1.1 mimbre p ,'[L
Su propia imájen sin ce 'a.r cnbafia
Retratad, n el ao:ua cri. talil1<. !
Cierra la ti rna ro a
u cáliz perfumado,
1 e cond ruboro a
El ámbar eado:
Ai! cuanto ma ,e oculta e,' lna, , h rnI 'a!

Vamos a la colina
Que baña uave la sidérea lUlnbr .
Al pié de aquella encina
Que erguida allá empina,
Coron, ndo d 1 c rro la alta. cUlllbre :
O allá don le el t 1Tcnte.

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30 POESL\.S DE

Saliendo de la breña,
Por el peñon tajado se de peña.
Allá nos entaremo , Clori mi a,
1 disfrutando las tranquilas horas
Que mece en u regazo la Alegría,
Nuestro tÍmic10 acento juntaremos
A las voce canora'
Con que 1 bo que resuena:
Allí repetiremos
La ti -rna cantilena
Que afable.~ entonaron lo pastore ,
Cuando concluida mi gravo a pena
Coronó la fortuna mi. amores.

E LA ~I ERTE DE ~lIRALLA .

y A de la Dlar el anchuroso eno,


D pena ' lle :lO, con su tierna Elvira,
1 con s u lira que doliente calla,
Surca MIRALLA.

Ya del Anáh uac la arenas toca,


1 d la roca que en la mar se avanza,
Miradas lanza de profundo duelo
Hácia este suelo ;

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LUIS VARGA TEJADA. 31

Hácia e te su lo donde tant amigo,


Leal te -.tigo de su amor constante,
Leal alnante de su voz canora,
u ausencia llora.

Ai! de la Parca la cuchilla fiera


Allí le e pera, i a su horrendo tiro
Postrer suspir hácia Colombia envía
En su agonía.

Qué! i tant... ' gra.cia. , patriotismo tant ,


El dulce encanto del am no pI ch ,
Al torvo "pectro d la 1 u rt anna.do
No han apiauado?

o, qu lD . ~ibl . u ra i 'u,. ·aíla


e la gua.ua.íia el fiero 1 o Tor tremola,
E hupf viola el lauro flor ci nt
Q e orna su írent .

Cae marchito, i el Am r llorando


Alza t mblando lfvido d 'pojo ;
Muerta en su ojo la idérea llama
Que el mundo jntlama.

Llora el Amor, i con su manto tri te


Todo revi te doloro 'o luto;
Van tributo que rindió natura
A la alma pura;

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32 P E l A._ D E

A la alma pura de virtudes nido ;


Al que atrevido su vigor enhiesto
iempre al funesto, temerario abu. o
Constante opuso.

Mas ya del polvo a la mansion calnina ;


Su voz divina para iempre calla;
Su lira estalla, i el postrer sonido
E un jenlido,

Que resonando por 1 aire vago


El fiero e trago de la Parca impfa
Léjos nvÍa, i con la tri te n leva
El llanto lleva.

LánzaIDe el golpe el I n [1 0 r ~ o (1]


Tiemblo, vacilo, i al amigo c·
ido el amparo ti la tumba nd
Yerto. e conde.

Ya d 1 pulcro la qu rida 'ombr<


e alza i me nombra con doli nte queja;-
" Tu voz me deja sin tributo, di e,
Ai, infelice ! "

No, dulce amigo! 'i mortal, profunda


Pena lue inunda con alnargo llant ,
iJ CÓlno en el canto j rcitars 1 ud
l\tli la.bio lnudo?-

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L UIS VARGA TEJADA. 33

Lídos i Fanio con di vino acento


Al sentimiento de tu muerte dura,
En su amargura consagraron tiernos,
Ecos eternos;

Mas yo llorando sufriré mi duelo,


I cuando el velo de la noche umbrosa
La humilde losa que tu resto encubre
Lóbrego cubre,

Iré jimiendo, i al cipres umbrío


El plectro mio depondré lloroso,
I nencio o escucharé la lira
Que ya no inspiras!

o MAS AMOR!

EN B C DE UNA AMANTE.

MUCHAS veces, Amiga, de halagüeño


Delirio arrebatada, entre mi brazos
E trechándote, dije: te Amor el dueño
Es de mi corazon; bien puede el hombre
Cambiarle por la fama i el renombre;
Bien puede, lestrozando nue tros lazos,
3

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POESIAS DE

Gloria bu car con afanoso empeño


En los campos de sangre; de los mar e
Surcar los vastos senos, i volando
Tras la fortuna abandonar sus lares.
¡Cuántas cosas le ofrece el vasto mundo
En cambio del amor! Al femenino
Sexo tan solo dió vivir amando
N o sé i infausto o próspero el destino,
1 le cerró con valladar profundo
De la gloria i las ciencias el camino."

" Pró pero, sÍ; que en vano la natura


N o dió pecho n ible a las mujeres
Ni las dotó de gTacia i hermo ura,
010 a SUR mano , próvida, confiando

La Ilave d la dicha i placeres.


i Del amor los tesoros guardaremos
in gozarlo jama , i de. deñando
El influjo de ti rna impatía,
Siempre en calma severa i ilenciosa,
A la v jez helada marcharemos
Por una enda estéril i ombría?
i Se ha vi to acaso a la naciente rosa
E quivar del favonio las caricia,
1 a la avecilla que los aires hiende
N egar e del amor a la delicias?
Cuando despunta el aura ruboro a
1 1 collado. con u gra. a nciende,

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LUIS VARGAS TEJADA. 35

¿ N o has escuchado, Amiga, los acentos


De las aves, la voz de los pastores,
El murmullo apacible de los vientos
Que cantan i repiten sus amores~
1 no amaremos? i 1 será culpable
El secreto que mi alma te confía ~
1 lo condenarás 1 N o, no lo temo,
Pues no es po ible que a tan duro estremo
Llegue del pundonor la tiranía."

- Así tierna i ansiosa te decia


Cuando amor mis potencia recreaba,
Dorando con finjiuos resplandores
Los hierros pesadf irnos, que e clava
Mi razon a sus plantas arrastraba.
Par fume el,tónces que la flores,
Los árbole ,la fucnt ,las colinas,
Todo de Utmor me hablaba; que la senda
Del placer me ra abierta por la mano
Del honor, sin tropiezos, sin espinas;
Que los mirtos le daban fr ca sombra
1 la gramas sutiles blanda alfolubra;
1 hollarla 1 retendf . . . Delirio in ano!
i Trazarte intentaré la lucha fiera
Que en mi pecho ::1jitado se sostuvo
Entre 1 amor i la razon severa?
En e e cruel combate la victoria
Por largo ti ropo vacilando estuvo;

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36 P E ulAS DE

Ma al fin . e inclinó, j amor huycnd


Dió 3, la razon la pahna de la gloria:
Desde entónces un trono le he fundado
Donde reina ella sola, dirijiendo
A la virtud mis pa o : mi memoria
Ya no en vano delirios devanea:
A un placer turbulento i engañoso
Placer cierto i tranquilo se sucede:
Mis dio. , en la calma i el reposo,
Un porvenir risueño me presentan;
1 nueva fuerza entre mi pecho adquiere
D hija i hermana el c le tial afecto.
i Porqué bu car camin tortüoso
A la D licidad, cuand natura
N os 1 ha brindado ludable j r ct 1-
i 010 la virtud no a cgura
La dicha i hiene tar ¿ porqué insensatas
Corrcrcmo en po de unos amor e
Que p eh . in lealtad, almas ingrata
C nvierten en acerbo' sinsaborc 1-
No ma amor, Arnunda! ya n mi seno
Jama tendrá ac dida el falso hué ped
Que dgoroso 1 corazon lnarchita,
Cual 01 canicular el verde césped;
Que en cálices el rce los su veneno
Presentando a gu tarle nos invita
1 la razon engaña i adormece;
Que, apénas venc dor, nada limi ta

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LUI VARGAS TEJADA . 37

E a llama. voraz, abrasadora


Que arde en el cora,ZOll, i ardiendo crece,
Crece en el corazon i le devora,_-
Huyamos de u saña destructora;
De la virtud bu 'quemos el regazo,
1, si es po ible, en nuestro auxilio armemos,
De la ami tad el prepotente bra,zo;
i Qué no puede a,mistad cuando la guia
De la razon la ftn torcha? i N o sabremos,
Contra el am r perver o coligada,
Rechazar su fune. ta tiranía?

Hora de la ilu ion! ¡Dulce' Inomento ,


Fecundos en a,margas con ecu ncia ,
Cuando I r u delirios estraviada
Va,gan en bL,t nd arrobo la p t ncia !
i QUé imáj n ,qué dicha , qué contento
No forja la 1" i n, que el alma ciega
En aquellos instantes ? i Qué dulzuras
N o goza el corazon ... en e peranza?
A qué t mor da entrada? a qué recelo?
Ma ai! que pronto el de engaño llega
Derrn,mn,ndo profunda amargura ;
El alma exa perada rompe el velo,
1 ejercita en f misma su venganza.
¿1 qué pincel a retratar alcn,nza
De un corazon las penas, cuando empieza
A disiparse la engañosa nube

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POE ~ IAS DE

Que con fal a. apariencia le halagaba


La suavidad se canlbia n aspereza,
La plenitud en lóbr go vacio,
La ansia del porvenir en desaliento.
i I largo tiempo vacilando e tuve
Sin osar sacudir mi desvarío?
iI la fi r de mi edad a un s ntimi nt
Tan fatal con;:,agré? i I :;tquel t . or
Que el r poso 11 s bri da h d chado ?

Nace la aurora i mira d 1 amant


El ro tr in omne n lágri a bañado j
De trenza el sol QU cabell ra doro
I no encuentra la c .. lma. n su mblante;
Mu tio 1 halla la. tarde i abatid,
I 1 manto de la n ch al e t nder e
Sir e de velo a u penar con tanteo
En vano a la fatiga ya rendido
En brazos del de can o guarecer e
Anhela, i sus sentido arrulland
Llama al sueño; su bá amo no halaga
Al que siente de amor la acerba llaoa;
Para el siervo de amor no hai lecho blando.

Yo misma, lo confie o, ejemplo tri te


De los males de amor, viví penando,
Presa del cruel arpon que me escondía
Un cebo engañador; i tú me viste

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LUIS VARGA TEJADA. 39

Esquivar tu preciosa compañía,


Helando con mi aspecto di plic nt
De tu cariño el trasportado celo;
Si huyendo el alborozo i la alegria,
El borde solitario de la fuente
Tantas veces llorosa i estraviada
Por te tigo busqué de mi de velo;
Si en brazos del amargo descon uel ,
Muerta al placer, colmada de di. gu 'to,
Me vi te taciturna i con ternada;
Culpa fué del amor. Con ceño adu to
Emponzoñaba todos mis m mento ,
1 sometida a su poder inju to,
Pude por mi instante de e "i t ncia
Contar mi insabor s i tormento.
Pero ya t rminó tan cru l tad
No e verá mi cuello doblegad
De la pa. i n al pondero.·o yugo,
Ni pe carán e amor la vile rede
Un corazon d quien hacer le plug
Objeto de u burlas malhechora..
Ya, dulce amiga, saludarm pu des
Tal como de la tumba re catada;
1 ya comienzan de placer las h ra ,
En que a mejor cariño consagrada,
De tu tierno halagos el encanto,
En tu amante brazos reclinada,
Enjugue los raudales de mi llanto.

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40 POE::HA S DE

ELISA.

DEJEMONOS , Elisa,
De vano amoríos,
Que adusto i. ombrío..
Nos hacen siempre estar
Los labios a. la ri a,
El pecho a lo con uelos
e abran, i los desvelo.
Déjennos de turbar.

N o ma' u 'piro )
N o mas lament s:
En blando. jiro
Venga 1 placer,
Solo tormentos
Amor prouuce,
1 se reduce
A padecer
Todo 'u ," r , todo u ero

J alnas el bland sueño


Cierra d lo amante.
Los ojo vijilantes,
Can, 'ado._ de jemir.

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LU! VARGA' TEJADA. 41

'iempre con trist empeíi


Se e tán atormentando.
Ah! Í; vivir amando,
Eli a, no e vivir.

Cuando un halago
Amor nos brinda,
E . el e trago
De pues mayor;
1 el que se rinda
sus cadena
V rá en sus pena
Todo el tenor
De . u rig r, de su rigor.

La. lin a pa t rcillas


Que ayer bailand hallalll
Debajo de los ramos
Tejido en dosel;
Con pálidas mejilla
Sus pena hoi deploran,
1 acongojadas lloran
De amor la herida cruel.

Mortal herida,
Que envenenando
Toda la vida,
Duele sin fin.

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42 POESIAS DE

Que marchitando
La tez hermosa,
De fresca ro a
1 albo jazmin,
Tala el jardin, tala el jardin.

Tala el jardin fragante


De cándidas bellezas,
Amor con las fiereza
De aliento tan fatal.
A pira, i al in t nte
Los bello coloridos
Perecen e tinguido
Por un ardor mortal.

¡ Con cuánto gu. to,


Oh Amor! de deña
Tu iro erio inju to
Mi corazon;
1 alegre enseña
El triunfo i palma
Que c de en mi alma
A la razon
Tu vil pasion, tu vil pasion!

Elisa, los larrl ntos


Las quejas, los sollozos,

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LUIS VARGAS TEJADA. 43

N o son, por cierto, gozo.


N o son felicidad.
Si quieres sentimientos
Que hagan feliz tu vida,
Mi corazon convida
El tuyo a la amistad.

Ella sin celos


Hace dichoso,
1 en us desvelo
Brilla el honor.
Pues al reposo
Dulce nos llama,
1 nos inflama
Con puro ardor;
N o mas amor ! no mas amor!

1826.

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E"L PROSCRITO.

A MI LIRA.

i 1 tú, mi lira amada,


De mi mejore tiempo compañía,
Entre 1 polvo olvidada
Con la de gracia mio.
IIa perdid tambi n la melodía?

¿ Porqué" lira sonora,


A embellecer mi soledad no viene ?
Oh ! mira que e ahora
Tiempo de que re uenes,
de dulce consuelo mi alma llenes!

Despierta, sí, despierta;


1 tus cuerdas armónicas, vibrand
En mi man ion desierta,
Con su sonido blando
Vayan mi triste acento acompañando.

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LUl VARGAS TEJADA . 45

N o ya como solian
Celebrar de Cefisa la hermosura;
O como repetian
Con trájica ternura,
Del sensible Atalmin la desventura;

O gratas modulaban
De libertad el himno li onjero;
1 luego acompaííaban,
C n tono ma s vero,
Del gran Caton el razonar postrero;

Sino en humilde trino,


1 lánguido compas, como lo ordena
El bárbaro destino
Que a llorar me condena,
en este oscuro asilo me encadena.

Aquf repasaremos
Con lúgubre cadencia interrumpida,
Lo diversos estremos
En que mi infausta vida
e ha visto ya ensalzada, ya. abatida.

Aquf serán tus voces


El eco de las alas resonantes
Con que huyeron veloc
A los senos distantes
De eternidad, mis plácidos instantes.

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46 POESIAS DE

Mas no siempre quejosa


Consumas en suspiros tu armonía;
Pues sabrás vigorosa
Combatir todavía
El solio de la infandia tiranía:

1 ya mas noble tema


Melpómene prepara a tus acentos,
En el sincero emblema
De los J eruos sangrientos
Que causan de mi Patria los tormentos;

En los trances fatales


Que a Clodomiro su virtud le cuesta,
1 lo acerbos males
Con que a Sajonia infesta
De Vi ikindo la ambicion funesta.

Mi gratitud ardiente
Halle tambien su tono delicado,
Cuando contar intente
El zelo denodado
Que el furor de mi suerte ha de armado.

Cuando en la amena falda


Del Helicon entone sus loores,
1 ciña con guirnalda
De poéticas flore ,
La sien de mis amados bienhechor s.

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LUIS VARGAS TEJADA. 47

Este será tu empleo,


Hasta el dia en que quedes en reposo,
Colgada por trofeo
En el cipres umbroso,
Cerca de mi sepulcro silencioso:

Allá donde pendiente


Tambien la ljra de ACEVEDO se halla,
1 donde eternamente
Enmudecida calla
La citara divina de MIRALLA.

A LA VIRTUD.

la especie humana
JIME
Arrastrando los duros e labones
Que forman la tirana
Cadena de pasiones
En que presos están su corazones :

En vano se lamenta,
En vano en el placer busca sosiego,
1 adormecer intenta
El incesante fuego
Que u dicha consume activo i ciego.

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
4

No busque, no, reposo,


Que por siempre el destino la condena
A su penar ansioso,
A llevar su cadena,
Bañada en llanto i de dolores llena.

Por siempre'? ai Dios! i i nada


Habrá de suavizar su infausta suerte '?
i Por siempre desgraciada
Será que solo acierte
A hallar el bien en brazos de la muerte '?

Llore el alma sensible,


Llore su desventura sin consuelo •••
Mas no, que ya apacible
Con suave i raudo vuelo
Contemplt> descender la hija del cielo;

La Virtud bienhechora,
De todos nuestros mal s i quebranto
Dulce con olodora,
Cuyo divino encanto
Del mísero mortal enjuga el llanto.

Deidad amable i bella!


Permite que mi pecho enternecido
Adore tu alma huella,
1 que a tus pié rendido
Te pague el homenaje merecido!

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LUIS VARGAS TEJADA. 49

Tú sola de los males


Eres alivio, i con tu mano pura
Sabes de los mortales
Calmar la desventura,
1 el cáliz temperar de su amargura.

Tú sola las prisiones


Sabes romper, benigna i poderosa,
De las crueles pasiones,
1 en tí el hombre r posa
Libre de servidumbre tan penosa.

Por tu influjo sublime


Se retira la die tra prepotente
Que al de valido oprime,
1 el mi ero in cen te
Alza del polvo la humillada frente.

Con tu lumbre divina,


Disipadas la ombr de los vicios,
El orbe e ilumina;
1 al infeliz propicios
Se esparcen consolantes beneficio .

Por tf de la venganza
Se desarma la diestra fulminante;
1 la hórrida pujanza
De hueste amenazante
Cual humo se disipa en un instante.
4-

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
50 POESIAS DA

En el feliz asilo
De tu amable, apacible i puro senO
Logra vivir tranquilo
1 reposar sereno,
Aunque de males i fatigas lleno,

El mortal perseguido
De un hado injusto, caprichoso i fiero,
Que a tu gremio acojido
De su penar severo
En tf busca el consuelo verdadero.

Oh deidad adorable!
Oye el clamor con que mi pecho implora.
Tu influjo favorable,
1 estiende protectora
Sobre mi alma tu luz consoladora!

Ven, ven a libertarme


De mi angustia, mi pena i mi tormento!
Ven, ven a confortarme
Contra el dolor violento
Que me rinde a un amargo desaliento!

Mira que ya fallezco


Bajo el peso fatal de tantos males
Que misero padezco;
Pue. entre lo mortales
N o se hallan penas a mi pena iguales.

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LUIS VARGAS TEJADA. 51

Contempla el desamparo
En que mi hado infeliz me ha sumerjido,
De todo lo mas caro
Por siempre dividido,
Aislado, solo, enfermo i desvalido !

Mi única compañia
Es el recuerdo miserable i triste
De la fortuna mia,
De un bien que ya no existe,
1 que por siempre, alma infeliz, perdiste!

Aun la dulce esperanza,


Ultimo bien que al desdichado resta,
A resistir no alcanza
mi suerte fune ta,
1 ya a u golpe me abandona presta.

uye , mi fiel con uelo?


i 1 sumerjido sin piedad me d jas
En mi mortal desvelo?
i Sin escuchar mis quejas,
De mi infelice corazon te alejas?

Sin ti, esperanza suave!


i Cómo opondré a mis penas resistencia,
Templando un mal tan grave,
1 en tanta decadencia
Prolongaré mi mísera existencia 1

BANCO DE LA REPUBLlCA
6lauon:CA LUIS - ANGEL ARANGO
CA.T ALOGAClON
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
52 P E lA DE

'i n tf. .! P ro a .. ar
Mi po trer e pral za tú . tinO'uida!
1 ya en mi pecho no arde
u lumbre apet eida
Qu aliviaba lo male de mi vida!

i A quién, h Dio ,mi oj.


Podr - volver en orfandad tan fi ra?
i 1 qui-n d lo n jo
D la u rt severa
1:i. tri t ruina alvará -iquiera 7

lo tú, Virtu anta!


1 tú, bien divino e inmutabl
e
ya .', ra a planta
Bál am . al a 1
. erte para anar al mi rabI

Una gota t pid


iq iera d e e ál amo pr el o,
e 11 ue mi 1 eho h
e bre u r po o,
MitiO'ando u lItan p n

a i vaeilant
Entn,en
n conRU < un lal1t
'on qu 11r ~ frir e n.:tant ,

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LUIS VARGAS TEJADA. 53

En tu regazo amad
Templaré mi dolor i mi agonía,
1 por tí con olado
Lograré todavía
Que uno u otro momento me onria!

Hasta que de la horas


De lui vida inSeliz corten el hilo
Las parca bienhechoras;
1 en tu c leste asilo
Logre por sielnpre repo al" tranquilo!

FRAGMENTO.

Yo te aro , oh 1 glorio ! cuando sales


De tu húm da man 'ion; yo t amo cuando
Tu luz temprana parce, anunciando
Del mundo ya de pierto las señale. .
Te amo cuando en el véspero callado
Brilla al pastor tu rayo r fulj n te,
Pues de dulce idea un torrente
Calma en tónce el pecho fatigado;
Ma no ere. a mis dos tan amado
Al medio dia, tarde, o la mañana
CO]110 la Luna pálida, tu hermana,
Que luce sobre el cielo despejado:
¿ Ni quién, necio, querria
Cam1:>iar su luz por el p01Up so día .. ?

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54 POESJAS DE

MI ASILO.

D E un bosque enmarañado en la espesura,


Bajo un peñasco inmóvil i musgoso,
Negra mansion d 1 buho pavoroso,
Hubo una cueva, aunque pequeña, oscura.

En las entrañas de la tierra dura,


Aquí mis manos con afan peno o
Cavaron un a ilo tenebroso,
De un s r viviente triste sepultura.

Un jiro anual el 01 ha completado


Desde que au ente i solitario moro
En mi lóbrega tumba confinado.

Aquí mi amarga situacion deploro;


1 cuanto tiempo en tan fatal estado
He de yacer, ai infeliz! ignoro.

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LUIS VARGAS TEJADA . 55

RECUERDO.

FUE un tiempo en que mi lira resonaba


Con himnos de placer i de victoria,
1 en que mi frente de Helicon la gloria
1 el verde lauro con afan buscaba;

Mas hora, ai Dios! del infortunio esclava,


Repasa triste la fatal memoria
De mi perdido bien: - ¡qué tran itoria
Fué la dicha que entónce me halagaba!

Huyer n amo el humo aquellos dias


En que de mirto i flore coronado
Brillaba entre festines i alegrías;

1 hoi ausente, proscrito i desterrado


Lloro las penas i las a.nsias mias,
En mi lóbrego asilo confinado.

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56 POESIAS DE

RESIGNACION.

No importa que el poder i la venganza


Para labrar mi ruina se coliguen,
1 encarnizados contra mí prodiguen
Cuantos recursos su furor alcanza.

Los crueles dardos que su mano lanza


Penetrar a mi asilo no con iguen;
1 por mas que sangrientos me per iguen,
N o agotan en mi pecho la esperanza.

Porque supe ser hombre, como a fiera


La sociedad me arroja de su seno; -
Mas la virtud su imperio recupera,

1 con su influjo, de constancia lleno,


Sabré burlar la proscripcion severa-
O hasta el cadalso caminar sereno.

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LUIS VARGAS TEJADA. 57

MIS COMPAÑEROS.

i Oh vosotras, canoras avecillas,


Que con vuestras tonadas halagüeñas
El fondo silencioso de estas breña
Alegrais inocente i sencillas!

¡ Oh vosotra , fragantes florecilla,


Que brillando entre el musgo de las peñas
Mostrais en vuestros cálices, risueñas,
Mil rústicas i amables maravilla !

¡ 1 v s tro , oh ar bu to lisonjero,
Que rodeai el asilo miserable
De un ser doliente, solo i fujitivo !

V osotros los amados compañeros


Solo sois de mi suerte miserable
1 aliviais las angustias en que vivo.

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58 POESJAS DE

E PERANZA FRUSTRADA.

Yo vi brillar un rayo pasajero


De e peranza, contento i alegria,
Recibióle con an ia el alma mia,
Sintió aliviar los males de que muero.

Mas, ai de mí! que rápido i lijero


Vi que al instante de mi pecho huia;
1 tornó la fatal melancolfa
A dominarme con rigor severo.

A f 1 atribulado caminante
Que en noche tene bro a errando vaga,
Ve lucir un relámpago brillante:

Un momento de luz u ,rist~ halaga;


Mas ella solo dura un corto instante,
1 en la. tinieblas su esplendor apaga.

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LUIS VAR.GAS TEJADA . 59

A LOS POETA CASTELLANOS.

Yo tambien en Arcadia fuf nacido,


A mi tambien Melpómene divina
Su dulce proteccion habia ofrecido.
Yo tambien en la fuente cri talina
De Aganipe gu té las ondas puras
Que a su colono lIelicon pr pina.
Yo tambien adorando las dulzuras
Del apolíneo plectro delicioso
Lo pulsé con mis m::Lnos mal seguras;
1 ensayando su tono m ,e lodio o,
Por la gloria del lauro florcci nte
Mi jóven 1 echo w piraba an io o.
A lo conatos de mi oz reciente,
Aunque inacorde i ronca, presidia
La inspiracion de un entusia mo ardiente:
1 el tono mejorando cada dia,
De las ninfas del Pindo los favores
Comenzé a pretender con osadía.
N o ya que de los altos esplendores
De la cima parnásea presumiese
A tribuir a mi musa los honore ,
Ni que mis siene adornar creyese
Con el ramo imortal que de Helicona
En la cumbre sublime reverdece.

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60 POESIAS DE

Yo sabia ll1Ui bien que esa COl' na.


A los cisnes estaba reservada
De que el Pindo español hora blasona,
A vosotros, Poeta ! que en dorada
Lira entonando acentos inmortales
El arte cultivai . de Febo amada;
A vosotros, oh jenios cele tiales!
Que enriqueceis con glorias siempre nuevas
Del ibero Parnaso los an!11 s:
A tí, sabio Martínez, qne te elevas
De un Horaoio al sublime maj i ter io,
1 tus lecciones con tu jemplo 1 ru bao ;
A ti, dulce Madrid, que el autiveri
Del Anahuac, con trájica b 11 )za
Lamentaste, i la ruina de u irnperio;
A ti, fiel Salazar, que la fiel' za
Del e pañol tirano retrataste,
1 del héroe Ricaurte la proeza:
A ti, Bello inmortal, que revela te
De la vfrjen América el encanto,
1 su valor con lauros corona te;
A tí, Olmedo divino, que en tu anto
Las glorias de J umn engrandeci n o,
De Manco Cápac enjugaste 1 Han o :
A vo otro, cantore , que sign° el do
Las huellas de Meléndez i Quint na,
Al templo de la gloria vai. corriendo:

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LUIS VARGAS TEJADA. 61

A vo otros tambien, que una tirana


Proscripcion, como a mí, de vuestro suelo
Os arroja severa e inhumana,
1 que buscais a vuestro mal consuelo
De Albion hospitalaria en el recinto,
Cultivando las letra con desvelo;
No a mÍ~ que de vosotro tan distinto
Para marchar al ten1.plo de Minerva
Solo he tenido el natural in tinto;
A lo rigores d una suerte acerba
El hado me arrojó desde la cuna,
Cual flor ignota entre la humilde yerba.

Privado del favor de la fortuna,


Mi injenio in apoyo i sin cultivo,
Vió tra currir la dad mal op rtuna.
El mi roo Ap lo, al infeliz e..., uivo,
Mui rara vez del pobre a la cabaña
Pre ta u ardor i su entusiasmo activo:
La cruel pobreza a . u influjo daña;
1 sum rjido en tri te abatimi nto,
El mayor jenio su esplendor empaña.
Así fué que privado de alimento,
En tierra estéril, sin vigor yacia
Mi natural poético talento;
Mas al fin se animó mi fanta 'Ía,
1 en el arte de Apolo ensayos hice]
Sin conocer us r gla toda ía.

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POE. lAS Dli:

Mi primer tentativa filé felice;


1 aunque de yerros i defectos llena,
El jenio en ella algun vigor predice;
Mui pronto vÍ, no sin rubor i pena,
Por una mano amiga, aunque tra,idora,
Mis ensayos lanzados a la escena.
Lo ecos de mi musa labradora,
Con aprecio, aunque incultos, se reciben,
1 a su favor mi si tuacion mejora.
Los próceres del pueblo se aperciben
De que crece en Colombia otro poeta,
1 n la li ta social mi nombre . nscriben.

De de entónce mi mu a mas inquieta,


Hácia el Parna o c n ardor se lanza,
Bu cando adornos in tru cion leta.
1 i u cumbre a di vi ar no alc nza,
Ni d 1 rango primero a lo. honores
O a estender u anhelo i peranza,
A lo ménos unidc a otros cant res
De inferior órden, a cojer a pira
Del Parnaso en la falda algunas ores;
1 manejando la armonio a lira,
Ya de la libertad el himno entona,
Ya con coturno trájico su pira.
El e tudio, que el númen peru cciona,
El ejercicio, que con lenta mano
Los frutos del e pÍri tu sazona,

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LUIS VARGAS TEJADA.

Comenzaron a ser (no ya temprano,


Mas con ansia) mis únicos recreos,
1 de mi injenio el alimento sano;
1 el tiempo que me daban mis empleos,
Con empeño al cultivo dedicaba
Del arte que excitaba mis deseos.
A Í, ilustres poetas, comenzaba,
A seguir, aunque lejos, vue tras huellas,
1 a imitar vuestros cantos a piraba.
Avivarse en mi pecho las centellas
Del ardor apolineo yo sentia
Al escuchar vue tras poe fa bellas,
1 tal vez, in ensato! me decia:
" Quizá tambien a tan excelsa gloria
Podrá mi númen elevarse un dia t"

Mas, ai tri te de mí! ¡qué tran itoria


Fué la -poca de hechizo i de contento
Que interrumpió mi lamentable hi toria !
¡ Con qué g lpe tan bárb ro i violento
Cayó mi lira al polvo, de trozada,
1 murió mi e peranza en un momento!
¡ 1 cuán pronto mi mu a de terrada
Del comercio social, entre las fieras
Buscó un a il i epulcral morada!
Huyeron la' ideas li 'onj ras,
De Apolo fiel la inspiracion fecunda,
1 del dulce Parnaso las quimeras.

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64 POESIAS DE

Mi musa cede al duelo que me inunda,


1 la triste impresion solo recibe
Del selvático horror que la circunda:
N o hai bien de que el quebranto no la prive,
1 aun referir su sin igual fracaso
En culto tono el llanto lo prohibe.

¿ Cómo, pues, a las cisnes del Parnaso


E n roncos eco , del dolor nacidos,
Podré contar mí lamentable caso 1
i Cómo dar armonía a mis jernidos,
1 hacer que mis acent.os lastim sos
Merezcan re onar en su oidos?
Ah! que tal vez en ibles i pi.adosos,
Con mas ternura que un heróic drama,
E cucharan mis eco quejumbro o ;
Pecho en que arde la agrada llama,
Sin un tierno interes oír no pueden
La tri t voz de un inb liz que clama,
Ecos que de un dolor veraz proceden,
Su piro que penetran ha ta el ci lo,
Males que n rma i e pre ion xced n:
Oid, pue ,la. de gracias que os revelo,
¡Oh poe ta del Pindo ca tellano,
En un ti mpo mi guia i mi modelo!
Atend d ya, c n c razon humano,
A la hi toria fun sta i d lorida
De un infeliz) vu stro menor hermano.

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LUIS VA.RGAS TEJADA.. 65

Quizá vuestra alma, de infortunio herida,


Sabrá compadecer al miserable,
Con las lecciones del dolor instruida;
1 podreis permitir con rostro afable
Que mi doliente musa sollozando
Desde su asilo, o su sepulcro, os hable.

- Una noche serena, en ocio blando


Estaba yo tranquilo i soñoliento
Sobre mi grato lecho reposando.
Mi ca i adormecido pen amiento
Mil plácida ' e cenas recorria
Buscando a sus delirios alimento.
El jenio encantador de Poesía
A un mundo mas florido i delicioso
Elevaba mi -nquieta fantasía.
Allí de un arroyuelo sinüoso
En la orilla embrada de esmeraldas
Vi un erd luirto i un laurel frondoso;
1 del collado en las amenas faldas
Pendientes de bal árnicos arbustos
Matizado fe tones i guirnaldas.
De léjo di vi aba entre robustos
Lauros i palmas un cimborio erguido
Adornado de mármoles i bustos.

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PO"ESIAS DE

Estaba yo mirando complacido


El fronti picio noble i halagüeño
De aquel templo tan grande i tan lucido:
( N o sé si aun velaba, o si ya el sueño
Comenzaba a verter sobre mi mente
De su cáliz narcótico el beleño)
Cuando he aquí que un J enio refuljente
De inmarccscibles f:lore~ coronado,
A mi vista se ofrece de repente.
Acérca e i me mira con agrado,
Dejando con su vi ta encantad ra
Todo mi corazon embele ado.
Su frente excede a la rosada aurora,
1 su voz al murmull deleitabl
Del suave esposo de la bella FI re..

"Mortal, me dice, l númen av r, ble


A quien tributa hom naje puro
Ha sido a tus de eos e . . ~ rabIe;
"1 a tí me envía parn. que segur
Con mi am~ilio pen tn\:::¡ 1 arcano
Que guarda en su recint e te nIto lnur
"Sígueme, pue ; roa ánte. en tu mano
Toma guirnalda, ram s i festones
Para ofrecer a un núm n soberano."
Yo obedezco al instante a sus razone .
1 hácia el templo, . u . huellas !tumnosas
Sig ,llevand 10,-' íl ri o d ne '.

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1.01 ARGA TEJADA. 61

Allí sobre columnas majestuosas


Veo elevarse un pórtico brillante,
Adornado de cúpulas suntuosa .
Adentro, sobre basa de dialuante,
Se alza una urna de ja pe i de zafiro
Cubierta, con un velo relumbrante.
En torno del altar, en vasto jiro,
obre la haz del marmóreo pavimento
Una gran multitud po trada lniro.
Yo tambien, asombrado, hacer intento
A la oculta deidad que allí preside
Igual adoracion i acatamiento;
Mas el J enio, mi guia, me lo impide
I aparte, envuelto en tra 'par nte nube,
De aquel confuso puebl l11.C divid .
n largo rn.t c nt mplando tuv
La muda Iompa, i el vapor. 'abeo
Que de las ara ondeando. ub .
Al cabo se levanta un corifeo;
Al altar . e proxima, enarbolando
La roja enseña de marcial troD o,
I así con voz süave i tono blando
Habla al pueblo, que atento le circunda,
Con placer u palabras escuchando:
e Grande es, oh pueblo! el gozo que me inunda.

Al verte rescatado por mi diestra


De c. clavitud i de abyeccion profunda .

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68 POESIAS DE

" Largo tiempo lidiando en la palestra


Hemos regado el campo de Belona
Con enemiga sangre i con la nuestra;
"Mas ya de verde olivo nos corona
La victoria, i con fruto apetecido
Nuestro sublime esfuerzo galardona.
" La amable Libertad el blanco ha sido
De vuestras ansias; i en su santo templo
Os ha mi mano ti 1 introducido:
ce 1 siempre pronto a seguir mi ejemplo,

De este augusto santuario en la presencia~


Adorando u númen os contemplo.
"Compatriota, eguid de mi esperiencia
iempre con pecho dócil el djctámen,
1 evitad 1 error i la imprudencia.
"No ea que malévolo llamen
A su altar otro númene, i luego
Sobre vo otro aflicci n derramen.
« AqUÍ con culto i fervoro o ruego

De Libertad adorarei la dio a


Sin que altere el temor vue tro so iego;
« 1 en el regazo de la paz dichosa
Di frutareis seguro i cont ntos
Mi proteccion benigna i poderosa. "

Dijo, i el pueblo aplaude sus acentos,


Al númen prodigando i al caudillo
La efusion de sus gratos sentimientos;

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LUIS VARGAS TEJADA. 69

1 creyendo con ánimo sencillo


Que es Libertad la diosa que contiene
De aquel santuario el aparente brillo,
Toda la muchedumbre ansiosa viene
1 en sonoros cantares prorrumpiendo
Hace que la alta bóveda resuene;
1 a par tambien del armonio o estru endo
La niebla del perfume se levanta,
Mil votos en sus alas conduciendo.
Escena tan sublime mi alma encanta;
1 anhela por partir mi fanta fa
Tanto entu 'ia mo i alegría tanta;
Digo al J emo cele te que ID guia:
u Deja ya qu mi pecho participe

De este placer i ceremonia pia.


" Dej y que mi illjenio se anticipe
A servir a la Di a, i que sus ara
Adorne con las flores de Aganipe. " -
"Un fatal desengaño te prep ra , "
El J enio me re ponde; "i si tus ojos
Se abriesen, e e altar abominaras.
" Mas conviene tambien que los despojos
De tu musa se agreguen al trofeo
Que elevan de la suerte los antojos. "
Yo, que solo e cuchaba a mi de eo,
Del J enio la razon no reflexiono
1 su fiel prediccion apénas creo:

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70 POESTA S DE

acercándome lu g al alto trono


fi· zc al sac rdot ro.i present ,
1 en a} o en 'u loor mi humilde tono.
Ma el J enio me llama de repente
1 a su voz, no sin pena, se minora
El dulce arrobo de mi pecho ardiente.
te Ya cumpli te tu anhelo, ven ahora, 11

Dice, "i verá el númen engaño o


Que aquesta ciega muchedumbre adora. "

Veo entónces que vuela pres ro o


H5.cia la urna encubierta un gra ve anciano,
Lleno de ala, lijero i vigor o o:
Una egur terrible arma u mano,
1 in parar en su ince ante vuel
D ja en pos d escubierto todo arcano.
Llega, levanta el arjentado velo
1 en el momento al imulacro augusto
e dirije mi vista con anhelo.
Mas ¡ cuál mi asombro fué, cuál mi disgust o
Cuando en vez de la Diosa allí rejistro
La vil imájen de mortal adusto!
Del mi mo que finjiéndose ministro
De la deidad mentida, loor exije,
Incienso i tonos de armonioso sistro ;
Que en vez de libertad, su gloria ex ije
Por númen tutelar, i a culto impío
Un pueblo ciego i crédulo dirij .

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LUI VARGAS TEJADA. 71

Del mismo, oh Dios! a quien el pecho mio


Como al primer votario de la Diosa
Admiró con incauto desvarío.
De una equivocacion tan ruborosa
Confundido i absorto, mi semblante
Levantarse hácia el Jenio apénas osa.
Mas él abre sus labios al instante,
1 me dice: "Ya el Tiempo te ha mostrado
El númen que adorabas ignorante.
"Mira al pueblo adorándole postrado,
Sin que su vista al desengaño atienda,
A ciega sumision acostumbrado;
"Mírale tributando tanta. ofrenda
Que el ministro falaz para sí acopia,
Sin que su error la multitud comprenda.
" 1 mira cómo in pudor e apropia
El seductor la glorias, los honores,
1 el fruto de la opima cornucopia.
" Tu triste desengaño no deplore ,
Pues ha querido pró pero el de tino
Que este arcano fatal no siempre ignores.
" Ahora, pues, elije tu camino,
1 adopta la conducta que quisiere
Segun las luces del favor divino.
"Si servir siempre a este Ídolo prefieres,
1 emplear en su culto i alabanza
De tu naciente musa los pod re )

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72 POESIAS DE

" Sabrás lograr su aprecio i su confianza,


1 gozar a su sombra protectora
Toda prosperidad i bienandanza.
"Siempre ama el pot ntado la canora
Voz que roba sus heqho. i su nombre
Del tiempo a la guadaña seductora.
" El mayor campeon siempre es un hombre,
1 el auxilio de un númen necesita
Para que inmortalice su renombre.
" 1 aunque los ho que de Relicon habita
Caliope, los favores no r hu a
Del solio que su ca.nto olicita.
" Por to de Mar n la sabia musa
Trazó de Augusto imáj n lisonjera,
en su 1 d' o el poetn, de Venusa
"El latino laud la. vez primera
Hizo sonar con el c mpa sublime
Que la Grecia en u Píndaro ven ra.
" Aunque jamas tu injenio e a ro -rime
A estos cisnes di in ,no receles
Que el guerrero tus cantos desestime;
" Siempre con gu to tus encomios fieles
Escuchará, sediento de la fama
Que aumente el esplend r de sus laureles;
"1 si con mano pródiga derrama
Favore a lo bajos sicofantas
Cuya servil adulacion infama;

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LUIS VARGAS TEJADA. 73

"A tí, que con favor de Apolo cantas,


i Cómo no premiará con franca diestra
El incienso que ofreces a su plantas?
" 1 tanto ma cuanto la hi tria muestra
Que el fomento, el estímulo i amparo
De Apolo los alumnos amaestra,
" 1 que con tal favor no fuera raro
Que pudieses hacer de tu Mecénas
La gloria eterna i el renombre claro. " -
Con tal di curso contenerme apénas
La presencia del J enio ya podia
Del respeto i silencio n la cadenas;
En noble indignacion mi pecho ardía,
1 a una pro peridad tan degradante
El mayor infortunio preferia.

"Jenio inmortal, le dije, el fulminante


Brazo de J ove, al Tártaro encendido
Arroje al pun~o mi alma vacilante,
" Primero que mi acento envilecido
En el loor i adulacion . e em! lee
De un mortal ambicioso i fementido.
" La Libertad mi corazon posee,
1 solo sus encomios cantar quiero,
Aunque males enormes me acarree.
" Ser infeliz o fallecer prefiero
A vivir en delicias i favores,
Pero esclavo de un déspota altanero;

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74 -POE lA DE

1 jama' del Parnu ' 0 lo' h nor ;'


Profanaré cantando d un tirano
Venales epinicios i lo res:
"No, bedeciend al interes, ufano
Iré al pié de unas ara omino as
A imitar la abyeccion de un vulbo insano. " -

A Í ienten las almas jen ro as,


ce

El J enio me responde, i de fortuna


Lo halag de pI' cian de deño a .
ce Nido d honor i de virtud cuna
Fuera el P rnaso, i el feheo c r
Sintiese a Í sin excepcion albuna;
" i Ma cuántas v ce , c n fatal desdoro
Del Pindo, a un vil u urpa or frece
llimno nale 1 lau so 1 !
ce Tan grave mal con el ejempl crece;
d 1 lauro heliconio profanado
La antigua dignidad de aparece.
ce Ma ya qu un Di s propicio ha reservado

Tu musa del contaji lamentable


Q e el honor del Parnaso ha marchitado ...

* * * *

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LUlS VARGAS TEJADA . 7

A MI AMIGO~ '.

DESDE el fondo infeliz de su desierto,


Desde su triste i sepulcral morada,
El mas fiel corazon, el mas sensible,
Caros amigos, u. pirando os habla!
Ya no conocerei e o acentos
Que otro tiempo sincero apreciabai
Ni de mi musa el tono, que solia
Halagar un instante vuestra alma
i Qué p0dré retener de aquello. tienlpos
Que feliz con vosotros disfrutaba,
Despues que mi infortunio me encadena
En soledad i au encia tan amarga?
i Cómo c n crvará . u antiguo brillo
Mi voz, con el dolor desfigurada,
Ni acertará us tono una mu a
Abatida al furor de las de gracia ?

Rota mi lira, en el sepulcro yace,


1 solo suena, aunque inacorde i rauca,
Cuando con tono lúgubre i profundo
Mi lamento i sollozos acompaña.
Mi mente absorta llora los estragos
De la terrible i bárbara borrasca,
Que todos sus adornos marchitando,
La dejó moribunda i agobiada.

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76 POESIAS DE

Mi pecho que ha bebido ha ta la.s heces


La copa del dolor profunda i ancha,
En su recinto herido i lastimado
Solo suspiros i lamentos halla.
i Cómo, pue , indiscreto, a mis amigos
Pretendo dirijir mi voz ingrata,
Su corazon hiriendo con la imájen
De mi suerte infeliz i desgraciada?
i Cómo me atrevo a perturbar su dicha
Refrescando memoria inhumana
Que el tiempo ha mitigado, .. reabriendo
La cicatriz de sus antiguas llaga?

Sí, mis amigos fieles i consw.nte


Llorl1ron ya mi de ventura infh.nda,
Mi suerte compal ando a la e a uell
Que en su ion po trera. ya de can an :
Mi funeral su pecho celebrar n,
1 a la par de Acevedo i de MiraBa,
Bajo el mármol eterno del olvido
Mi memoria dejaron. epultada.
Tal vez en melancólico silenci
Los tiempos ido entre sí repa an,
Sacando de sus lóbregos sepulcros
Las ya muerta, ntiguas e peranza
1 enwnces el recuerdo doloro
De su infeliz amigo los asalta'
Mas la mano del tiempo a e, te recuerdo

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LUIS VARGAS TEJADA. 77
De sus agudos filos ya desarma,
Haciendo de él tan solo una tranquila
Sensacion, que sus pechos no acibara.
i Porqué, pues, hoi pretendo de esa tumba
Del olvido romper la losa sacra,
1 volver a angustiar a mis amigos,
Como importuna, sepulcral fantasma '1

Mas qué digo, insensato! i mis acentos


Penetrarán acaso la distancia,
Que para iempre, en soledad horrible,
De mis dulces amigos me separa '1
i Llegará alguna vez a sus oidos
El eco doloroso de mis ansias '1
i Verán sus fieles ojos estas líneas
Que el tri te Eufílog su p' rando traza '1
Ah! no! jama ! que mi implacable suerte
Este consuelo me deniega avara,
1 a jemir me condena aislado i solo,
Sin que con nadie mi dolor reparta.
No bastaba que el triste desamparo
De mi mansion sombría i solitaria
Jama por un momento mitigase
De un ser sen ible la presencia grata;
Que destituido del sociál afecto
Que los rigores del dolor ablanda,
Arrastrase una mísera existencia
Léjos del trato i sociedad humana;

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78 rOESIA DE

Era fuerza cohnar mi desventura


Vedando ha ta el alivio a mi de 'gracia.
De aquella arte divina que prolonga
El comercio agradable entre la. alma,
Que templa de la au encia los rigore ,
1 une lo pechos que el de tino aparta.

Oh cielo! ¿No me dado ni 'iquiera


Un su piro, un recu rdo, una palabra
A mis amigos dirijir, diciend :
" Existe Eufílos, i constante o,' ama 't " -
No, no, que mis renglones el contajio
De mi infortunio i pr cripcion llevaran,
Ensanchand la e fera le la muerte
Que doquier me circunda i acompaña.

No temais, no temai . , amigos flele . ,


Que de mi mal partí ip , o haba,
Ni qu o envuel va en mi irili rt In io h rrible
Mi ami tad indiscreta i temeraria.
Callaré, ufriré, llorando solo
Los cru le golpe e nlÍ uerte infausta,
1 vosotros jaluas sabrei las pena
Que a vuestro ausente amigo de pedazan;
J ama con vue tr:1 lnano conlpa. iva
Enjugar is los llantos que él d r'c lua.

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LUIS VARGAS TEJADA. 79

El sensible N ason que, desterrado


Del Ponto Euxino en las remotas playas,
En metros elegantes la desdicha
De su penosa au encia ponderaba;
Mui mas feliz que yo, con su amigo,
A pesar del destierro i la di tancia,
Conservaba un comercio delicioso,
Que todos sus tormentos suavizaba;
i Cuál es el crÍmen, pues, que a mí me priva
De e te mi mo con uelo? i nli temprana
Musa, imitando sus la civos tono
In ultó aca o la moral sagrada,
Dando lecciones de aquel arte impuro
Que sus mejore pftjina empalia?
Ah! no ! las producciones de mi mu a,
Ruda iempr inculta, per ca. ta,
Por la inocencia d u padre abogan
1 o adamente en mi defen a claman.
Vosotros lo decid, oh Sugamu_ -i,
Valiente Quilmaren, grave Tun ma,
De graciado A t lmin, tierna Lib ora,
J enero a Corima, fiel T naura,
¿ Pu e yo en vuestros labios un acento
Que aun al pudor ma rÍjido alarmara?
i Os hice hablar jamas otro lenguaje
Que el del honor i la virtud ma santa?

Ah! yo en mi jl1V ntud, dócil altllnno


De la noble Melpólnene, empezaba

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80 POESIAS DE

A ensayarme en el arte encantadora


Que en bello adorno la moral disfraza,
Corrije las humana. sensaciones,
1 con su dulce hechizo, de una larga
Noche a lo peligrosos pasatiempos
La bulliciosa juventud arranca.
Allí jamas imájen inmodesta
Manchó el candor de mi sencillos dramas;
1 sea que sus antiguos devaneos
El pontífice de Iraca confiara,
Que a su amigo espresara don GarcÍa
Su pa ion por su bella tributaria,
O que el Moxa inD lize lamentase
De un amor in consuelo ni e peranza ;
Nunca a or en mi v r os aparece
in com pa i n r 1 1 i tir a,
Qu d r mordimient s c batida
Hace infeliz al p cho que avasalla.

Cuando, dejado el lúgubre coturno,


Tomó mi ro a la ri ueña la va,
Pintando con satírico c lore.
La sociedad naci nte bocr tana;
Bajo espre iones libr s i tivas
Una moral aU tera di frazaba,
A la inver a del iglo, qu engañoso
De la co tumbre 1 pudor rechaza,
1 de hipócrita má cara ve tido
Lo ha ligado tan solo a la palabras.

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L UIS VA GAS TEJADA. 81

; II d lni illj 111


El fier crÍ n que mi tu ba labra,
1 a. to o 1 del epulcro,
Much ánt . u e pire y lne lanza.
i Cuál e ,Iu , 1 delito qu me arr da
A la elva, cu" 1 fi ra. anguinaria,
1 ha, ,ta, de la, a,mi. tad el dulce a.livio
C n in:fle~ ~ibl man me arr b ta?

Ai Dio ! I dré d cirl? d lito


Qu una mu rt t rribl ID

ioual
1 qu

i Patria!
Amé mi
Un corazon
L hice

ena qu crueles me maltratan;


E te 1 reat u a mis pa o liga
La dura pro cri cion i la gracia
E t I t ó. ig bárbaro q e a to os
Los que ID mue tr n compa ion contajia.
6

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82 POE!SIAS D_

Oh Dios! que no mirais las apariencias,.


Sino los corazones i las almas,
Vos sabeis que en mi pecho presidia
El amor de la Patria; que aspiraba
Solo a verla feliz, i que en mi nunca
El infame egoismo tuvo entrada.
i 1 así me abandonais a los rigore
De una suerte tan cru litan tirana?
Mas, oh Señor! quejarme yo no debo,
Sino adorar la providencia abia
Que a los que ama ca tiga, que corrije
Con piado o rigor e hiriendo sana.

Sí, mis caros amigos, de terrado,


Proscrito, in con uelo ni peranza,
ti tro mí ro Eufilo.· l ntam nte
D u e istencia la cadena arrastra;
El monótono jiro de nlÍ dia
La ag biadora sol dad alarga;
Tra una noche tenebro a i triste
igue una tri te i lánguida mañana,
Lu go una larga i per zo "a tarde,
Lu go otra noche o cura; a f se enlazan .
De mi vida los duro e labone
1 cada vez su peso mas agravan.

El eco matinal de filomena,


Que dulce trina saludando el alba

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LUIS 'V'ARGAS TEJADA. 83

Como voz sepulcral en mis oidos


A un nuevo dia de dolor me llama.
La bella aurora con su rubia lumbre
La excelsa cima de los montes baña,
1 a los seres vivientes con u influjo
Despierta alegres i risueña halaga;
Mas yo insen ible i mustio, como aquellos
Que debajo del polvo ya de cansan,
1 que del alba la incensada pompa
De su humilde mansion ya no levanta,
O cual la roca inanimada i yerta
Que forma el techo de mi .fiel morada,
Miro in intere la luz hermosa
Con que naturaleza se engalana ~
Sus bellezas mi pecho no recrean,
Ni mi injeni 1 como ante, ntusia man
Para admirar las pompas de natura
1 entonar del Criador la alabanza.

i, Qué podrá interesar al mi 'erable,


Que apartado de todo cuanto amaba}
Solo de sus pesares se alimenta
1 cuenta sus momentos por sus an ia ?
¿ Qué podrá recrearle en una tierra
Donde sus dia como sombra pasan,
Sin los suaves afectos que del hombr
La existencia embellecen i dilatan?

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84 POESIAS DE

Acérca. e la noch sil nciosa,


1 el dulce sueño revolando vaga
E parciendo las blanda an1.apola
Que al fatigado labrador rest<- uran,
Que al infeliz mitigan sus p sare',
1 del ausente los dolores calman;
Mas a mí, desdichado! ¡cuánta ece.
De sus dulces consuelos me d frauda,
1 en vano entre sus brazos solicito
U n corto alivio de mi pena amarga!
¡ Cuánta' veces me deja sollozando
El blondo sol cuando su lumbre apaga,
1 cuando asoma en el dorado oriente
En igual puesto sollozando me halla!
¡ Cuánta veces mi lecho miserable,
Mi p bre lecho que mis llantos bañ
Solo tálamo cruel en que de asiento
Mi alma infeliz con el dolor se abraza !

Si al fin mis ojos de llorar cansados


El ueño cierra con u mano blanda,
Al punto los ministros de Fobétor
Mi fantasía con rigor a altan,
1 del bien que perdí la triste imájen
Ofrecen a mi mente consternada.
Allí tal vez mi madre, mis hermanos,
Vosotros, mis amigos, prenda cara.
De mi pecho, venis a recordarme
Esos tiempo que huyeron a la nada,

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LUI ' VARGA . TEJADA. 85

En que tranquilo en medio de vos otro. ,


Tan risueños luomento di frutaba.
Yo tiendo hácia vosotro anhelante
Mis brazos; ma , oh Dios! cual ombra vana
Vuestra imájen al punto se disipa
Burlando mi conato i e peranza;
Despierto, abro lo ojos, solo encuentro
Densas tini bIas que la vista palpa;
1 el latir de mi lecho conm vido,
Que retumba en mi cóncava morada,
E el único ruido que interrumpe
El silencio fatal que me acompaña.

Otras vece el hótrido cadal o,


Que por momento inflexible a.guarda
La víctima iJ b liz qu le de tina
De un podero o la implaca le aña,
Con su imájen fune ta lo in tantes
De mi quietud perturba i acibara;
Los manes de mi mí eros amigo ,
De Padilla, de Horman i de Zuláibar,
De sangre, luto i palidez cubiertos
Se mue tran a mi vista horrorizada,
Enseñando en su miembros palpitantes
El e trago espantoso de la balas,
1 mi querido Guerra me estremece
Con el dogal que oprime su garganta.
Todos ellos con ayes lastimero
Mi acongojado corazon tra. pa. an,

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S6 POESIAS DE

1 todos me convidan al sepulcro,


1 con acentos de dolor me llaman. -
De su aspecto fatal huyo diciendo:
" Dejadme por piedad, sombras amadas,.
Dejad que mi dolor un punto llore,
Antes que al seno de tinieblas vaya,
Antes que a vuestra suerte una la mia
La sangrienta cuchilla de las parcas. "
Digo, i mi esfuerzo a los terribles brazos
De sueño tan crüel mi mente arranca;
Mi corazon palpita interrumpido,
Un sudor frio mi semblante baña,
1 agobiado de un peso formidable,
Todo el aliento i el vigor me falta;
Yazgo abatido sobre el triste lecho,
En que mis miembros lánguidos descansan,
1 de mi ensueño la fune ta escena
Cubierta de terror mi alma repasa.

A f mis tristes di as se consumen,


Así mis noches mi penar agravan,
Sin que el sueño mitigue mi tormento,
Ni despierto me alivie la esperanza.
Como las sombras que del negro Estijio
Eternamente en las riberas vagan,
Sin que al lugar de su inmortal reposo
Las lleve nunca la terrible barca;
Así mi alma infeliz ni de la vida
En sí los bienes i dulzuras halla;

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LUIS VARGAS TEJADA. 87

Ni al fúnebre descanso de la tumba


Desciende ya de u prision tirana.
Vínculo de dolor unicamente
Son 10 que cruele al vivir lo enlazan,
1 muerta a lo placeres i a la dicha,
Solo vive a la penas i a las an ia .
Ya del TIEMPO alió, i en el ombrío
Puente de ETERNIDAD encadenada
Va arra trando lo largos e labone
Que su último d stin le retardan.

¡ 1 vo otro , amibo ) ignorando


Si gozo aun de las vitale aura)
N o pod i ofrecerme algun c nsuelo
Que cicat -ice mis profundas llagas!
i Pues para qué, insen ato, le dirijo
Voz que 11. u oid a re onar no alcanza,
Acento que en el aire e di ipan
Como in. table vapor de la maña a?
Oh ! déjame, inhumano pen amiento,
E ta il .on que mi dolor engaf a !
¡ Deja a mi corazon el error dulce
De imajinar que a su amigos habla,
Que les mue. tra sus bárbaras congojas,
1 que en su. pechos u afliccion derrama!
Así aquel que ha perdido el tierno padre,
El caro hermano o la consorte amada,
Sobre el abismo un puente se fabrica,
1 con el pensanliento en pos se lanza

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88 POESIAS DE

De la prenda que el caos de la muerte


A sus ojo esconde i arrebata.

i 1 qué, tal vez no llegarán un dia


A su mano estas líneas, cuando yaga.
Eufilos en la tumba, i se adormezca,
Saciada con su sangre la venganza?
QUlza entónces podreis impunemente
Los caractere que mi TIlanO traza
Recorrer con la vista humedecida
De una lágrima fiel, i a mi desgracia
Tributar de un suspiro el homenaje.
Quiza tambien sobre mi tumba helada
Vendreis a lamentar la dura u ~rte
Que tan temprano n'li e Ti tencüt acaba;
Allí vereis con ojos compa ivo
Mi mu a lira, del cipre colgada,
1 direis: "AquÍ yace el BUEN AMIGO,
El que mélicos' tonos ensayaba
Sobre e a lira, ya olvida a i rot:'t)
Que por h rencia le dejó Miralla;
El que hizo que los ecos de Tirteo
De Colombia en el fondo re onaran,
Consagrando su voz, aunque ine perta,
De libertad al himno i alabanza:
Sus terrenos despojos el recinto
De aquesta losa para si empre guarda;
Pero su alma a u oríjen ha volado,
1 en el regazo d 1 Criador descansa. "

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TRADUCCIONES.
• 1 ••

LA VIDA.
( E MOORE.)

LA vida es conjunt de dicha ' i p nas


Que una a tr <. iInI elen cual on al del ma.r;
Pintan nuestro do. tri te o r 11
egun que los miran lucir o llorar.

Tan cerca d 1 duel corre la alegria,


Que brota la ri a no eco aun 1 llanto,
luego que a ma la lágrima pia
La viva locura enjúgala en tanto!

LA RESIGNACION.

(DE SCHILLER.)

Yo tambien n Arcadia fuí nacido


1 me habia Natura
El placer en la cuna prolnetido ;
Yo tambicn en Arcadia fuÍ nacido,
Pero el llanto dió fin a mi ventura!

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o POE rAS DE

Solo una vez florece a los hUlnano


El mayo de la vida;
Yapa ó para. mí! llorad hermano
El silencio o dio lo brillos vanos
Apagó ya de mi ilusion querida!

Ya, Eternidad, en tu mansion sombría


Estoi; recibe ahora
La cre encial, cerrada toda.vÍa,
Que llevé a la Fortuna; el alma mia
Lo que s la dicha hasta el pres nte ignora.

Elevo ante tu trono mi querella,


Oculta juzoadora,
Con gu to e clamaba en esa e trella
Que tú aquÍ reina con ju ticia bella
1 que e tu nom r remuneradora!

Se dijo que aquÍ el ju to halla laceres


1 el inicuo torm ntos,
Que de los pecho lo escondido inquieres,
Que con tu luz sus laberintos hieres,
1 haces recompensar los sufrimientos:

Que esta es la Patria i la feliz vivienda


Del triste desterrado,
1 aquÍ termina su espinosa senda.
Una oculta deidad tomó la rienda
De mi vida, i Verdad se me ha nombrado.

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LUIS VARGAS TEJADA. 91

"Dame tu juventud, i de premiar te


Cuidaré en otro mundo;
Es la única instruccion que puedo darte."
Yo tomé la instruccion, cumplí mi parte,
1 arrojé mi placer a lo profundo.

Dame tu e po a, que tan fiel te ha sido,


ce
Tu Laura idolatrada,
Tu premio en el s pulcro está e condido."
Yo la arranqué del corazon herido
1 entreguésela aun ensangretada.

"Esa es obligacion para la muerte, '


Dijo el .l\1undo, ce e el lazo
De In, fal a que a dé pota u suerte
V n , i II a v rdad la oml ra inerte:
No existirás cuand se cumpla el plazo!"

Fieramente las sierpes de ironÍa:-


"¿ Una ilusion te espanta
Que solo el tiempo con agró? ¿qué haría
Tu Ídolo que inventó la fantasía,
1 a quien la conveniencia aras levanta?

" ¿ Fias en eso que la tumba esconde


1 eternidad se nombra?
J"igantesca ilusion que corresponde
A aquel cóncavo espejo infiel en donde
Nuestro propio temor mira su sombra."

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92 POE lAS DE

A una momia del tiemp que encubierta


ce

En el sepulcro frio
Se hace temer, i a con ervarse acierta
De e peranza en el bál amo, aunque yerta,
Llama inmortalidad tu desvarío? "

"¿Por speranza-el pobre la desmiente-


Diste bienes reale ?
La muerte se ha callado eternamente.
¿ Ha vuelto de la tumba un reviviente
A mostrarnos del pr mio las eñales?"

y o vÍ el tiempo volar, que a la natura


Eterna tumba labra,
Por COl1tarno u premio i su ventura,
Ningun muerto d d- . U p111tnra: I

Ma, yo confié de un Di s en la palabra!

Yo te he acrificado mi contento
Oh remuneradora!
La mofa desprecié con ufrimi nto,
Ante tu justo trono me pre ento
A demandar mi recompensa ahora.

"Para mi amor mis hij son iguale",


Dijo un J enío, con ce
Que dos flor . solo hai, oid, ro rta,les!
Dos flores p ra alivio d los males
Ella se llaman E pera za i Goce. "

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LUIS VARGA TEJADA. 93

El que coje una de ellas, nunca pide


La otra a la Providencia,
ti
Goce el que de Esperanza se despide;
Aquel que espera, de abstenerse cuide;
La historia del mortal es su sentencia!"

"Tú ha' esperado: el tiempo se te llega


De recibir el prenlio,
Por mas que diga la ignorancia ciega,
Cuanto del ti mpo recibir se niega,
La Eternidad lo vuelve acá en su gremio!"

L ME lAS.
(DE POPE.)

COMENZAD a entonar vuest.ros cantares


Vosotras de Salem sagradas ninfas,
Pues e debida a cele tial a unto
De vuestros altos tonos la armonía.
N o agradan ya ni las algosas fuentes,
Las sombras de los bo q ues, ni las lindas
Doncellas de la Aonia, ni los sueños
Que del Pindo proceden. Tú me inspira
Que repurgaste con la ardiente piedra
Los labios sacrosantos de Isaías!

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94 POESIAS DE

- Arrebatado a los futuros tiempos


Así comienza el Vate: Vendrá el dia
En que una vÍrjen asombrando al orbe,
Dé a luz el hijo santo que conciba.
Mirad brotar de la raiz sagrada
De J essé una rama peregrina,
Cuya flor los espacios celestiales
Llenará de fragancias esquisitas;
Aura celeste moverá sus hoja,
1 la paloma mística i divina
Posará en su cimera. i Abrio ,cielo)
1 en silencio arrojad vu stra benigna
Lluvia de néctar! La sagrada planta
Será al enfermo i débil medicina,
Abrigo contra fieras tempestades,
Sombra contra el calor del ro dio dia.
Se acabarán los crÍm ne i frau e ;
Vendrá con su balanza la J u ticia ;
Bajará de los cielos la Inocencia
De cándid albores re e tida,
1 la alma Paz por todo el universo
Estenderá su saludable oliva!

Corran lo tardos años velozmente,


1 venga la mañana apetecida;
Nazca el feliz i deseado infant ,
Fuente i orÍjen de la luz divina!
Para él repara la natura an iosa

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LU rs VARGAS TEJADA . 95

La guirnalda fragantes i florida,


Conque la primavera la enriquece,
Dándole de su incien o las primicias.
Mirad como del Líbano encumbrado
Ya se adelanta la cabeza erguida;
Mirad como en los cerros i los montes
Danzan alegres las florestas mismas;
Mirad subir en nubes impregnadas
De perfumes, del Sáron las delicias,
1 llenar de fragancia el firmamento
Del Carmelo la cumbre florecida.
E cuchad una voz con oladora
Que llena lo desiertos de alegría:
"Preparad el camino! un Djos se acerca!"
Un Dios! un Dios! repiten la colina,
1 la roca, tomando entimiento,
Proclaman la D idad que se aproxima.
Tierra D liz, recíbelo en tus braz "
Ya los ciclos a dártele se inclinan;
Bájense la montaña, de 1 s valle
Eléven e las áreas abatida. ,
Los cedros inclinando us cabezas
Adoraciones i homenaje rindan.
Ablándense las peñas, i los rios
S uspendan sus corrientes atrevida .
Ya viene el Salvador prono ticado
Por los profeta de la edad antigua:
Oh sordos, escuchadle! vedle, ciegos!

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96 POESIA DE

El quitará de vuestra opaca vista


El turbio velo que os envuelve en sombras,
1 llenará de luz vuestras pupilas;
Abrirá los oidos embotados,
1 les hará gozar nueva armonía:
El mudo entónces cantará, i el cojo
Dejando la muleta en que se e triba,
Como ellijero corzo retozando,
Dará saltos de gusto i alegría.
No escuchará u. piros ni lamentos
El orbe en su e ten si n, ni las mejillas
Se mirarán en lágrimas baña a',
Porque de todas el pL. cer las limpia.
La. muerte ufrirá prisiones dura,
1 el tirano infernal eterna her'; da.
C ID 1 pa tor cu todia u re año, I

L bu ca el fr co pa to, el puro clima,


Conduce el e traviado, i amoro
En p s e afana de la re. perdida,
Por el dia le guarda, i por la no he
En su cuidado sin ce ar vijila:
Lleva en ~u brazo lo corderos tiernos,
Les alimenta i n su . eno abriga;
A f la humanidad, bajo la guardia
De u ñor, repo ará tranquila.
El el padre 1 1 futuro. jglo,
Qne e ha ofrcido n v ce repetida.
N e hallarán n gu rra la nacion s,

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LUI VARGAS TEJADA. ~7

Ni el hOlnbr a.l hombre mirará con ira;


No se verán los campos coronados
Con el acero que ·angriento brilla;
Ni onarán las hórridas tromp ta
Con sus bramido que furor in piran;
En hoz la lanza, i la tajante e pada
Será en reja el arado convertida.
El hijo acabará lo que a su padre
Le vedó concluir u corta vida;
Palacios d dará a ,'lIS de c ndiente ,
1 la agradabl s lubra de us iña :
La i roa mano que sembró los campos,
Recojerá la ópimas piga;
El pa tor, en el árido de i rto
Verá a ombrado florecer las linda
Azu e . , 1 , á P ro
Vestirse de rc1ur<. r pentina,
1 en los ec1i ntos bo que olitarios
Brotar nuevo torrentes de aoua viva.
Allá en la rocas do el dragon moraba
Tiemblan las cañas i los junco cimbran.
Adornarán lo valles areno os,
Que ora cubren estériles espinas)
Los rect s bojes i el gallardo abeto.
Toda planta infructffera i nociva
Dará lugar al oloroso mirto
1 a la palma que dulce fructifica.
Los lobos i corderos juntamente
7

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98 POESI.AS DE

Ya miro pasteando en las campiña ,


1 los niños con mimbres apresado
Llevan al tigre, que el furor olvida.
Lame la sierpe el pié el 1 caluin.ante,
El leon reposa junto a la novilla,
1 el tierno infante al r do ba 'ili co
1 a la pintada víbora se inclina;
Sonrie de j ubar con . us harpone ,
1 el lu tre contemplar de su "ortijas.

Coronada de luz, Salem, levanta


Tu cabeza imperial! tiende la. vi ta,
1 de una inmensa. prole coron do
Todos tus atrio paciosos m ira!
i Ves cómo por doquiera se l e vallta,n
De tu futuros hijo grande fil.. s,
Que por la vida anhelan impaciente
1 por gozar el e plendor del dia?
i No ves cómo las bárbara nac'ones
Tu templo adoran, i en tu luz c'1ulinan ?
i N o ves cómo lo l~eyes pro terna dos
Circundan tus altares? ¡ Cómo brillan,
1 cómo en u recinto se derraman
Los ricos dones del sabeo clima!
Para tí los perfumes de Idumea ,
1 los tesoros del Ofir se crian.
En torrentes de lumbre se derrama
El cielo sobre tí; sus cristalina'

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LUIS VARGAS TEJADA. 99

Puertas, mira patentes. No ya Delio


Dorará la mañana, ni de Cintia
A la noche con pálidos r Rejo
Se llenarán la faces arjentina. ;
Sino que n tu ublime plendor .'
Sus luces anegada i perdidas
Oceano de gloria de tu atrio '
Llenarán la e t n iOI : la Luz di lna
Te alumbrará, su e eneja d e cubriendo,
será tuyo del Señor l <lia.-
eea la mar, en humo el fuIlalnent ,
1 la rocas en p lvo conv rtida
Se verán; roa d Di s la omni po t n ia,
1 su palabra eternament fija
Estará, i en tu trono para ieulpr
Verá J a ro,. tad tu Me ' a. !

OS PLACERES DE LA PER z
(DE CAMPBELL.)

EN la tranquila tard d 1 1'a11 ,


Cuando la aérea bóveda del cielo
Estiende en arco su lucí nt vel ,
i Por qué se vuelve el ojo pensativo
A aquel monte l dallo
Que con el firmamento
Mezcla brillando u p enacl al ti o 7.
i P r qué aquellos un~br SOR

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100 rOE, ' IA,' DE

P fiasco::; lllas süav 's apar e n


Que cuantos sitios Ilácidos i hermosos
R'iendo en el pai aje re plandecen?
E,' porque la distancia ncantamiento
Hace a la vista, i la remota cumbre
Le muestra envuelta en azulada lumbre.
En dulce su peno ion a Í miramos
Lo goces que 1 ro mete lo futuro
De un porvenir en 1 regazo oscuro.
A. Í ma," agradable cont mplamos
D léjo cada cena que en confuso
Se de 'cubr ,qu cuanta lo pa ado
En uu . tra enda pu 'o ;
1 cada, forma que la fantasía
D 1 ten bro 'o olvid.o ha resc~ tado,
A t . orada n Ha,
D luz divina 1 resI lan or e tella.
¿ Qué p Jero, o spíritu es quien guia
El do arrebatado
A penetrar las sombra de la o cura
Futuridad? i Podrá abidurÍa
Con su poder celeste anticiparnos
La hora de la alegría?
Ah! no! El hado del hombre 010 augura
Confu amente; a un palmo e tá ceñido
Su horizonte de niebla n ombrecido,
O si una imáj n llega a pre entarnos,
Solo e de la natura
La severa i monotona pintura.

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LAS CONVULSIONES,
COMEDIA EN DOS ACTOS

REPRESENTADA POR PRIMERA VEZ EN EL TEATRO DE BOGOTA

EL 7 DE J"UNIO DE 182 .

INTERLOCUTORE .
Dn. Gualberto. Crispina.
Cirilo. Mariquita.
Jervacio. Maxna Fuljencia.

ACTO l.
El teatro representa una calle de Bogotá..

~ ECENAI.

CIRILO J JERV

CIRILO.

AL cabo se ha cumplido mi deseo:


Ya me tienes: amigo, sin empleo;
Se admitió mi renuncia esta mañana,
1 puedo hacer Jo que me dé la gana.
JERVA CIO.

Eres un destapado calavera;


qué fin abandona tu carrera?

BANCO DE LA REPUBLlCA
81BUOTECA LUIS - ANGE L ARANGO
CATALOGACION
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102 POESJAS DE

CIRILO.

Por no estarme sentado eternamente


¿ Podrá acaso sufrir el mas paciente,
Una vida tan triste i tan mezquina
Como es la de un empleado de oficina?
-Esto de trabajar desde la nueve,
Mojarse sin remedio cuando llueve,
E . cribir cada día cuatro pliegos,
Aguan tal' pestes i escuchar reniegos.
Estarse sin fumar mortales horas,
o poder visitar a las señoras;
Cuando toca el domingo algun correo
No salir ni a visita ni a paseo,
1 para hacer la ca a mas completa
Quedar e por la noche in retreta . ..
¿ Qué pollino pudiera sufrir tanto
Aunque tuviese vocacion de santo?

JERVACIO.

¿ Esto llamas trabajo insoportabI ,


Cirilo? Dí ¿ qué hicieras, miserable,
Si fueses, por ejemplo, campesino?
Cada dia reñir con el vecino;
Levantarse a las tres de la mafiana,
ufrir agua, sereno i resolana;
Vivir entre el estiércol i basura,
Lidiar con el diezmero i con el cura,
1 temblar cuando asoman a lo léjos
De un cuello colorado los reflejos;
Pues la jente, entre no , de esa ralea
Al pasar roba, insulta i apalea,
Sin que se encuentre para tal violencia
Otro remedio que prestar paciencia ;
Aquella sí que es vida trabajo a ...

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LUIS VARGAS TEJADA. 1 8

CIRILO.

o puedo persuadirme de tal cosa;


Porque, al cabo, quien rema en una estancia
Lle a siempre segura la ganancia;
1 el empleado se espone cada dia
A contraer una buena pulmonía;
Para que al fin le diga el Tesorero:
" Tenga paciencia, amigo, no hai dinero."

JERVACIO.

Si a eso vamos, en todas profesiones


Hai pérdidas i chascos a millones.
V olviendo al campesino, ¿ su cosecha
Cuántas veces disfruta i aprovecha?
El diezmo, la alcabala, la primicia;
Tantas fiestas que inventa la codicia
Del que en la devocion tiene sus gajes;
Los. ub idios, empréstito, peajes,
Pordioseros, ratones i gorg0jo
o le dejan gozar sino el rastrojo.
Sin son ]os comerciantes: i cuánta pena
En subir i bajar el l\fagdalena!
Soportar los mosquitos i Jos bogas:
Aquí el caiman te pesca, al1á te ahogas,
Mas allá las tercianas te cojieron,
Los bogas te dejaron i se fueron,
El piloto te insulta j te saquea;
Un alcalde te veja i te estropea;
1 cuando llegas de la mar al puerto,
Ya estás desesperado i medio muerto.
o es mui grande el descanso en Cartajena :
Asarse de calor, pjsar arena,
Habitar en un zarzo como gato,
Beber agua con suelas de za pato,
Sobornar los ajen tes de la aduana.

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1 4 P E. TA •. DE

ro no me alcanzara la emana
Si qui ie e ponert por d lante
Cuanto padece un brc comerciant
1 al fin i al fallo la ganancia toda
D pende del capricho o d la m da.
¡ P bre de aqu 1 que tenga sus haberes
O u dicha a merce d las mujeres!
Lo que hora encargan, 10 de precian luego,
1 tiene el mercader ue echarlo al fue o.
¿ En añuelon lo chal transformaron? -
de cuatro en la calle se quedaron.
¿ o Ul 1 r 11 ntilJ . e tamp da ? -
Pu s h ~ tem dos ca as rruinad
a e te tenor, i t d se a 111
arás la pr {; r ncia a la oficina.

'IRIL .

poco les suc d 11 tanto r ale .


1\1 rcad r conozco por s r al s
q e Id 4 ucha,

cachucha,

sin onaire;
Le hac 11 cum limientos n fal ete
Alzando con tre d dos el copet ;
e pues una ri ita i un m neo,
1 lu go un chuscada i un floreo;
Pero, i 011 d las que 11 van fiado,
.;1 m rcaoer : :; , rd r matado,

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LUI. VARGA ~ TE.rADA. 105

o ha perdido la vista, o con urjencia


Se ocupa en despachar corre ·poI?dencia.
Por la tarde a lucir los aguilillos :
1 con tal vida llenan los bolsillos.

JERVACIO.

Pero al cabo, tornando a lo primero,


Piensas tú dedicarte a pordiosero?
Pues pobre, para-nada i sin destino,
Qué pretendes hacer?- No 10 adivino.

CIRILO.

Quita allá! pordiosero? ¿ En este mundo


Se ve nunca en mi eria un vagamundo?
Al que gana el su tento con trabajo
Se le tiene por ente vil i bajo;
Pero el que no hace nada es atendido
Corno hombre de importancia i di tinguido;
El mercader le fia si n reparo,
El menestral le sirve ménos caro;
A banquetes i bailes 10 convidan ,
Lo regalan, le adulan i 10 cuidan;
1 es porque nadie sabe de qué vive,
Ni le computa el sueldo que recibe;
1 al ver que gasta lujo i se divierte
Todos juzgan que tiene cofre fuerte ...
No importa si en su casa o la contigua,
Que este punto mui poco se averigua.

JERVACIO.

Dices bien; quien mas triunfa, i se engalana


Es el que nada tiene i nada gana;
De suerte que mejores oficinas,
Son la fonda, el villar i las esquinas. -

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1 G POESIAS DE

Pero hablando de éras, no me agrada


Que tú vayas a entrar en la colada;
Pues sabes que te quiero i que te estimo,
1 no me disgutara ser tu primo.
Crispina, acá entre nos, por tí se muere;
Su padre es por demas lo que la quiere,
1, aunque no te conoce, me persuado
Que no te mirará con desagrado.-
Pero sabes que es hombre mui machucho;
Vivir en Bogotá le enfada mucho,
1 si a habitar aquí se determina
Es por las convulsiones de Crispina.
Detesta los mozuelos presumidos,
J: o le gustan visitas, ni cumplidos;
1 a fe que no querrá tener por yerno,
Sino un hombre de fondo i de gobierno.
Ahora bien, Cirilo, si te metes
A imitar a los necios mozalvete3
Que se juzgan bastan te acomodndos
Con estar bien vestidos i prensados;
Si dejas tu destino i tu trabajo
Por andar calle arriba, calle abajo,
Mirando como bobo los balcones,
Crispina perderá sus con vulsiones,
1 será un estupendo desvarío
Que aspires a las gracias de mi tia.

CIR[LO.

Qué me importa ese viejo cascarriento ?


Con que la hija me quiera estoi contento.

JERVACIO .

Yana, porque si hasta ahora mis favores


1 mi auxilio he prestado a tus amores,
Valiéndome para esto de la inmensa

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LUIS V.ó.RGAS TEJADA. 107

Confianza que mi tio me dispensa,


Ha :sido porque siempre descansaba
En tu intencion honesta, i aspiraba
A verte al fin casado con Crispina.

CIRILO.

Pero, qui 'n otra cosa se lmajina?


¿ Te he indica lo, Jervacio, por ventura,
Que nli intencion se ha vuelto ménos pura?
No, eñor, lnatrimonio solo quiero.

JERVACIO.

Bueno está, matrimonio sin dinero


¿ Con qu' renta pretende poner casa?
Un h mbre solo por ahí ]0 pasa,
Pero a con mujer ¿ quién te daria
Para el gasto preciso cada dia ?
¿ Para mandar los viérnes al mercado,
Para pagar las criadas i 1 crIado;
Para cla os romanos, colgadura,
Tocadores, cajitas le costura,
Brisero , canapés. silla inglesas,
Muñecos de primor para las mesas,
Pianos, lámparas griegas i bufetes,
Lá.mina , cornucopias i tapetes;
Prescindiendo de trajes, pañuelones,
Peineticas, peinetas, peinetones,
Flores, aguas de olor, brincha.s, zarcillos,
Pelucas, prendedores i cintillos;
1 en fin, cuanta costosa bagatela
Contiene el arancel de Venezuela?

CIRILO.

Has tomado resuello ?

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]U8 rOE lA. ]) ••

JERVACIO.

Buena broma!
El pobre que se casa no lo toma;
1 como de vergüenza tenga un poco,
Al año no cabal se vuelve loco.

CIRILO.

Qué necio! en otro tiempo eso seria:


No van así las cosas en el dia;
Hoi se casa la jente mui barata,
Lo que ménos se piensa es en la plata;
Haya o no subsistencia, poco i porta,
o hai temor que 1a renta veng a corta;
Pues para lo que dura el casami ento,
o es menester ser rico ni opul<8nto.
Al principio se presta, luego fiado,
Luego se estafa; al año mal con taJo,
a él la ahorre ce i ella lo detesta,
Se separan, i acábase la fiesta.

J 'RVACI .

Si en eso hubiera de parar la tuya,


Mas vale que de de ahora se concluya.
1 supuesto que así me desengañas,
o quiero tomar parte en las patl' ñu.
Con que has urdido médico finjirt
1 en casa de mi tio introducirte.

CIRILO:

Pues in tí nada hacemos, mi querido:


Ya tu ayuda me habias prometido
1 despues de haber hecho nuestras cuentas,
J: o es justo que por bromas te arrepientas,

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L l ' VAR.:fA · TEJADA. 1 9

Ni tomes las chuscadas que te digo


Por serias opiniones de tu amigo.
Si siempre se pensara como se habla,
Cómo anduvieran todos? - a la diabla.

JERVACIO.

Pero, al fin, te has quedado :)in destino .

CIRILO.

Pues eso no me importa ni un comino.


Un jóven como yo, c!"eer no puedo
Que deje de ganar por cada dedo.
Por fortuna no soi un ignorante:
Entiendo de frances lo que es bastante
Para leer un romance en ocho meses;
A fuerza de tratar con los ingleses
Se decir orirú, i emborracharme
Tan al vivo como ellos, que al mirarme
La otra noche una viej hacieIldo zetas
Dijo: "maldito ingles! ve qu ' gambeta !"
Sé tocar cuatro valses en la flauta,
Escribir n1ui derecho, aunque con pauta;
1 si hubiera tardado e e maldito
Plan de e tudios, ya fuera doctorcito,
Pues estudié cachifa en el Rosario,
1 aunque, por ser un poco perdulario,
No he pisado las aulas desde entonce,
No son los catedráticos de bronce,
1 mis certificados ya tenia
De derecho ci vil i teolojía.
Pero no necesito estas ventajas,
Miéntras existan dados i barajas,
Sabiendo que la pinta i brujuleo
Me dejan mas que el consabido empleo.

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110 POESIAS DE

JERVACIO.

Tambien pueden dejarte sin camisa,


J, 10 que es peor, sin crédito.

CIRILO.

Me avisa!
¿ Acaso en este tiempo por desdoro
Se tiene el ser tahur? Aunque el decoro
No haya jamas entrado en los garitos,
Aunque en ellos se enjendran los delitos,
1 si los pisa el hombre mas sin mancha
Su honor i probidad deja en la cancha,
N o se hace caso de frioler as tales,
1 tanto como tienes tanto vales.

JERVACIO.

Basta ya de chuscadas. Si prometes


Evitar corrompidos mozalvete ,
bu cas al momento un acomodo,
Te ofrezco en tu favor hacerlo todo '
Pues sabes el deseo que me anima
De mirarte casado con mi prima.

CIRILO.

í prometo.

JERVACIO.

Pues voi donde mi tío. -


En tu grande despejo yo confío:
No me hagas quedar mal; modos muí graves,
Palabras estrambóticas, ya sabes,
S n propias de un doctor en medicina

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LUIS VARGAS TEJADA. 111

CIRILO .

No hai cuidado.

JERVACIO.

Si curas a Crispina
Tendrás por nuestras raras invenciones
Patente de doctor en convulsiones.

~ESCENAII.

CHULO.

Miren como las traga el mentecato!


Yo casarme? I o soi tan insen ato.
La muchacha no deja de gustarme,
Mas no tanto que quiera esclavizarme;
1 si me meto en estos enredillos
Es por contarlos luego en los corrillos.
Así la yanidad se infla i se entona,
La tertulia se alegra i se sazona;
Uno dice una chanza, otro un gracejo,
1 quedan las mujeres sin pellejo.
Crispina cree que ciego la idolatro,
Cuando estoi cortejando a mas de cuatro:
Si la una se me escapa, la otra pillo,
1 siempre hai que contar en el corrillo.
Se figuran las pobres damiselas
Que es cierto cuanto leen en las novelas;
1 el primer petimetre almidonado
Que les dice un requiebro almibarado,
Ese es, sin que le falte requisito,
El amante que pinta su librito.
Entréganse a delirios e ilusiones,
Que les suelen parar en convulsiones;

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112 rO.E~lA DE

.r 0sotros que su flaco conocemos


Finjim03 de pasion diez mil estremos;
Ellas todo Jo creen a pié juntillas,
1 e l mundo se divierte a sus costillas;
Pero no lo conocen, i están prontas
A ser nuestras mujeres; pobres tontas!

ACTO 11 .

Sala en casa de don Gualberto.

~ ESCENAI.~

DON GUALBERTO.

Qué trabajo es ser padre de familia!


Apéna falta mi mujer Cecilia,
Que Dios tenga en u gloria, cuando empiezo
A verme sumerj ido hasta el pescuezo
En un mar de trabajos i amarguras;
Pero suaves me fueran las mas duras
Sin estas convulsiones infernales,
Que gastan la paciencia i los reales,
Que llevan mi caudal al estricote
son de las familias el azote.
V iajes, facultativos i botica
Arruinan una casa la mas rica.
Pero eso todavía no era nada:
Dejar uno su hacienda abandonada,
1 venirse a vivir en el bullicio,
Esto í que no es poco sacrificio!

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LUI VARGA · TEJADA. 113

VisitaR, cumplimientos i petardos,


Pasarse todo el día en picos pardos,
Gastar dinero en dulce i chocolate
Para obsequiar a tanto zaragate
Que no tienen qué hacer, i por fineza
Quitan el tiempo i quiebran la cabeza.
Solo las convulsiones de Crispina
Me pudieron meter en tal bolina ...

~ ESCENA II. ~

DON GUALBERTO 1 JERV ACIO.

JERVACIO .

Tenga usted buenos días, tio Gualberto.

GUALBERTO.

Buenos dias, sobrino.

JERVACIO.

¿ Será cierto
Que mi prima Crispina se mejora?
Pues me lo acaba de decir ahora
La abuelita Fuljencia.

GUALBERTO.

No lo creas.
Las tales convulsiones van mas feas
Cada dia: si vieras qué figuras,
Qué jestos, qué visajes, qué posturas!
Unas veces sin tiento ni decoro
8

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114 rOE 'lA D'E

A los hombres embiste como toro ;


Otras, no me creerás lo que te digo,
Toca con las narices el ombligo;
Luego se tuerce, luego se acurruca,
Pone los calcañales en la nuca;
Da volantines, vueltas de carnero
Con mas ajilidad que un maromero,
1 hasta ha llegado a dar en la simpleza
De alzarse el camison a la cabeza.
Pobrecita Crispina! algunos dias
Le da la convulsion en las encías,
1 masca cuanta fruta encuentra al paso,
Sin poder escupir ni aun el bagazo;
Otras veces le viene como un fuego T
1 solo en el balcon tiene sosiego,
Por lo fr sco del aire que 10 baña .
El coser i bordar tanto le dala,
Que si toca la aguja o las tijeras
Le da la con vulsion en las cad >ras.
Si vienen hombres mozos de vi s ita,
De Jos ojo' ni un punto se le quita
La convulsion; pero si son mujeres.
Parece que le m ten alfileres,
Pues a todas de cuera como loca,
1 son las convulsiones de la boca.
La he pillado escribiendo papelitos
De amores, yo detesto esos maldito
¿ Mas, cómo remediar tales enredos.
Si son las convulsioll ~ ue los dedos?

JERVAcro.

Tio, usted no se aflija demasiado,


Pues este último mal se ha propagado
Tanto, que no se encuentra señorita
Algo jóven, sea fea o sea bonita,

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LUIS V AltGA!i TEJADA. 115

A quien luego que sabe hacer renglones


No le den en los dedos convulsiones.

GUALBERTO.

Mal de muchos de tontos es consuelo:


Yo que por mi Crispina me desvelo,
¿ Qué me suplo con que a otras zarandanga$
Les dé la convulsion hasta en las mangas?

JERVACIO.

No alcanza de los médicos la ciencia?

GUALBERTO.

ada, ni las promesas de Fuljencia.

JERVACIO.

Sin mbargo, pudi ~ramos valernos


Alguna vez de médicos modernos.
Usted solo ha ocurrido a ]os machuchos,
Que, por mas esperiencia, están mas duchos
En matar jente, i no se les da nada
De echar al otro mundo una redada.-
Fuera bueno mudar de cabecera;
1 yo con mis empeños consiguiera
Que venga a hacer siquiera una visita
El doctor Juan Mazcullo a mi primita.
Es jóven de un talento mui profundo,
1 en curar convulsiones sin segundo.

GUALBERTO.

N o, J ervacio, no quieras que me metá


Con esos niños, que al soltar la teta

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116 POESIAS DE

Quieren ser ya científicos doctores,


1 poner la cartilla a sus mayores,
Con poco miramiento i nlucho orgullo ...
De esos tales será tu Juan MazculIo.

JE R VACIO.

No le haga U. tan inaudito agravio;


Aunque en estremo jóven es un sabio,
Que desde que salió de los pañales
Ha estudiado las ciencias naturales,
Que está siempre observando los planetas
Para arreglar por ellos sus recetas,
Que tiene las paredes de su cuarto
Vestidas de pellejos de lagarto;
1 pasa toda entera una mañana
Describiendo las barbas de una rana.
Botánico excelente, no se diga,
Pues conoce los cardos i la ortiga,
Sabe como se Barna el borrachero,
1 lo han visto cayendo un aguacero
Meterse hasta el pescuezo en un vallado,
Por buscar el hyperium perforado.
Si sale por la tarde a la a lameda,
Ni romaza ni malva se le queda,
1 nunca deja de mascar los berros,
Aunque estén orinados de los perros.
No tiene igual en química i farmacia ;
Preparando las drogas con tal gracia,
Que compone un febrífugo emoliente
De arsénico no mas i oropimente.
En fisiolójia i patolójia sabe
Mucho mas que Galeno i que Boerhave ;
1 le es tan familiar la anatomía,
Que estuve a visitarlo el otro dia,
1 ]0 encontré comiendo todo junto

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LUIS VARGAS TEJADA. 117

Con su almuerzo las tripas de un difunto.


Lleva siempre atestados los bolsillos
De ojos, manos, narices i tobil1os:
Sin que falten jamas en su cocina
Un cadáver o dos, hechos cecina.

GUALBERTO .

Que venga, si es verdad cuanto me dices,


Pues con sus ojos, tripas i narices,
Crispina por lo ménos le tendrá asco,
1 no nos espondremos a algun chasco;
Que suelen doctorcitos relamidos
Cambiarse de Esculapios en Cupidos.

JERVACIO.

No dude U. ponerla entre las manos


De hombre que con prodijios sobrehumanos
Ha hecho andar (arrastrando) a muchos cojos,
Sabe igualar a un tuerto los dos ojos;
1 hai sordo a quien con solo una receta
El oído le abrió (de la escopeta. )
Mas tiene sobre todo mil aciertos
En quitar convulsiones (a los muertos.)
Voi a llamarle, i sé que de Crispina
El mal ha de curar su medicina . . .

~ ESCENA 111. ~

GUALBERTO, CRISPI~A I MARIQUITA.

GUALBERTO .

Hija, qué tal te sientes? Ya tu primo


Fué a buscar otro médico.

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11 POESIAS D E

CRISPINA.

Lo estimo.
Pero acuérdese U. que hacerme debo
Para el próximo baile un traje nuevo.

GUALBERTO.

¿ Pues no tienes muchísimos guardados,


Que están, los mas, apénas estrenados?

CRISPINA.

Ir con un mismo traje a dos funciones?


Mariquita, me dan las convul iones!

GUALBERTO.

Hija .. ! Por Dios .. ! Haremos el vestido.

CRISPINA.

Estoi mejor.

GUALBERTO.

1 cuánto te han pedido?

CRlSPINA:

Ciento i cincuenta pesos, nada ménos .

GUALBERTO.

Para una sola vez? Estamos buenos,


Así pronto acabamos con la hacienda.
No los hai mas baratos en la tienda
De .. ?

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Ll,;TS VARGAS TEJADA. 119

CRISPL. A.

Para baile traje de visita?


Tenme, que me repiten, Mariquita!

GUALBERTO.

Hija de mi alma ... toma, en el armario


Hallarás el dinero necesario.

CRISPINA.

Ai! me pasa. Qué vértjgo~ tan feos!


(Cuando alguno se opone a mis deseos. )

UALBERTO.

Pero, estando tan mala, ¿ será bueno


Que te espongas al frío i al sereno?
1 si te da en el baile el accidente?
o ir a é l me parece mas prudente.

CRISPINA.

No ir al baile? ¿quedarme aquí metida


(;';omo si fuera monja? Esto no es vida.
¿ 1 estarme sin dormir hasta la aurora
Oyendo el tll-tu-tum de la tambora?
Quítame, Mariquita, la peineta
Que me quiere volver la pataleta!

MARIQUITA.

No la esponga, señor, a un mal tan grave


Por temor infundado, ¿ pues nn sabe
Que no dan convulsiones, ni por chanza,
Miéntras se baila valse o contradanza?

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120 POE . YA DF.

i-UALBERTO

Soi un tonto. - ri pina, ha lo que quiera ,


Con tal que no te den la s moridera

CRI PI A

a estoi mejor. Cuando alg me contrist a


M pa an lagartijas por la vi ta;
1 es tan grande el horr r de estas vi jone ,
ue al momento m dan las onvul. ione .

G U ALBE T .

Te dar ' gusto en todo cuanto ijas;


1 así se acabar ' n las lagartijas.

~ECNAIV. ~

LOS MISMOS 1 AMA F LJE

F LJ E CIA .

Alabado sea Dios!

GUALBERTO .

Mama Fuljencia,
e d ' nde viene?

FULJE CTA.

Haciendo dilijencia
He estado por la casa de frai Pedro,
Que dizque tiene un an Ramon de cedro
Mui milagroso i quiero que esta niña
Le haga pro esa i u cOl'don se ciña.

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LVI VARGAS TEJAD A. 121

C RI PINA .

La casa de frai Pedro! Ese sí es c uento 1


No vive cada fraile en su convento?

FULJENOIA.

Eso era en otro tiempo: pero ahora


La santa disciplina se mejora;
Pues algunos devotos relijiosos,
Por el bien de las almas mui celosos,
Tienen su casa aparte donde vi ven,
1 allí con suma caridad reciben
Muchachas, que del mundo se retiran,
1 a vida penitente solo aspiran.
Viven en santa paz como anjelitos,
Evitando del mundo los delitos,
1 ent!"e ayunos, cilicios i cordeles
El número se aumenta de los fieles.

GUALD ERTO.

Ya lo creo, tan santos ejercicios


Son sin duda el azote de los vicios.

FULJENCIA.

Sí~ señor; esos pícaros mazones,


Cargad03 con razon de escomuniones,
Critican sin cesar todo lo bueno;
Pero por mas que escupan su veneno,
Por mas que diga el mundo corrompido,
La virtud de los claustros ha salido.

C l I PI A.

Tan bien que no ha quedado en ellos nada.

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122 P E IA ... DE

FULJEi'lCIA.

Qué es lo que dice, niña atolondrada?


Ya habrá leido U. libros modernos,
De esos que echan la jente a los infiernos.
Cuidado, don Gualberto, que San Pablo
I... . lama a libros en pasta artes del diablo.-
Me contó frai Ramon el otro día
De uno de esos que llaman jeografía,
Quién sabe cuál será el signi ficado !
Dios me perdone haberlo pronunciado!
( e hace cruces en la boca.)

Que una niña en el seno le llevaba,


1 de golpe sintió que la quemaba:
Metió el dedo, i envuelto como una hebra
Sacó al diablo en figura de cul ebra.

CRISPINA.
acud ié ndose.)
Ai ! qué horror! l\1ariquita 1

GUALBERTO.

Qué imprudencia!
¿ 1. o nos oye decir, ma01a Fuljencia,
Que en nombrando culebras o ratones
Al momento le dan las convulsiones?

FULJENCIA.

o me acordaba. Hijita, ponte buena.


(Acércase a Crispina que le tira un mordizco.)

FULJENCIA.

(Apartándo e i santiguándose.)

Convulsion de morder!

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J. 1_ VARGAS TEJADA .

'RISPI A .

Qué es lo que suena?

GUALBERTO.
(Mirando para el halcon .)

Unos mozos que pasan a caballo.

CRI S PINA .
( Sosegánd ose.)

Ven, Mariquita, mejorada me hallo;


Solo me queda un poco de fogaje
1 en el balcon se quita.
(Vase con Mariquita i al salir dice :)

Padre, el traje!

~ ESCENAV. ~

GUALBERTO 1 FULJE el .

FU LJENCI A.

Válgame Dios! son pocas ya mis dudas


De que en esto no tenga parte el J údas. -
En tiempo de los santos catecúmenos
Sabemos que hubo muchos energúmenos;
1 son las convulsiones el retrato
Que ne ellos hace el padre Cantimprato.
A mas de que pensar en camisones,
Querer ir a los bailes i funciones,
Pasar en el balcon mortales dias,
Con propension a hablar hasta herejías,
Son cosas que presentan testimonio
De mujer poseida del demonio.

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124 POESIA DE

G ALBERTO.
Abuelita, por Dios, no me lo diga!
Que me da desconsuelo en la barriga.
Si un diablo solo aturde mi cabeza,
Cómo podré con dos .en una pieza?

FULJENCIA.
¡ Ojalá fuera ·chanza o ménos cierto
Lo que acabo de hablar, señor Gualberto;
1 ojalá que viviera aun u madre,
La difunta Gaspara, lui comadre,
Que pudiera contarle algunas cosas
De ciertas energúmenas famosas
Que vivieron en tiempo de su abuela!-
De pensarlo la sangre se me yela;
Pero aquellas mujeres eran tales
Que sabian las artes infcrnales,
1 bajo unas lindísimas figuras,
Ocultaban mil mañas i diabJ uras.
Ponian a los hombres embelecos,
1 los bolsillos les dejaban secos:
Otras veces por medios inauditos
Al hospital echaban señoritos:
A un mercader mui rico visitaban,
1 al momento en la calle lo dejaban :
Un Oidor agasajo les haci a
1 al punto la justicia se torcia:
Le daban a un Canónigo nierienda,
1 humo se le volvia la prebenda;
1 a este tenor setenta golpes de arte,
En que el diablo tenia mucha parte.
1 diremos que no hai endemoniadas?

GUALBERTO.
Esas cosas son algo delicadas:
Mas si por tales señas nos seguimos,
En tiempo de energúmenas vivimos.

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LUIS VARGA5t TEJADA. 125

FULJENCIA.

Quiera Dios que Crispina no lo sea!


Pero temo que el diablo la. posea.
1 para cerciorarme de este caso
De agua bendita me he bebido un vaso;
1 esta mañana le encendí una vela
Al alma de la madre Ana Manuela.
Así el diablo no puede hacerme daño;
1 hoi me voi a buscar el desengaño.

U ALBERTO.

De qué modo?

FULJE NCIA .

Reliquias mui benditas


Me han dado por favor las carmelitas;
1 me acon eja el padre frai Enrique,
Que por dentro i por fuera las aplique :
Mas si Crispina repugnancia muestra,
Es señal que anda el malo en la palestra.-
Ya vienen; atendamos al efecto,
Que así lo enseña Desiderio Electo.

~ ESCENA VI. ~

GUALBERTO, FULJENCIA, CRISPINA, MARIQUITA.

CRISPINA .

Qué lindo mozo el del caballo overo!


Lástima que pasara tan lijero !

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126 POESIAS DE

MARIQUITA.

A mí me gustó mas el del castaño.


Pobrecito, por poco cae al caño
Por hacernos tan grande cortesía'

FULJENClA.

Venga acá, Crispini ta, niña mía,


Ya sabe que cual madre la he querido,
1 que jamas de su salud me olvido.
Si sanar quiere de este mal terrible,
No se atenga tan solo a lo visible.
Aquí traigo remedios celestiales,
Que del alma i del cuerpo quitan males.
Unas reliquias son acreditadas
Por sus muchos milagros, i estimadas
Por tener induljencia. Con fe viva
Es menester que todas las reciba
1 con gran devocion .
( aca u n tnlego i va mos trando.)
sta es una uña
De aquel siervo de Dios fra í Diego Orduña,
Que murió con olores .
(Tose. )

CRISPINA .

De cochatn bre.

FULJENCIA.

De santidad; i un ceñidor de alambre,


Que al tiempo de ponerle la mortaja,
Dicen que le encontraron en la caja,
N o sé si la del cuerpo o la de tabla
Que de este punto el coronista no habla. -

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LUIS VARGAS TEJADA. 121
Este es un pedacito del moquero
Del padre Cucufato Ballestero,
Que poco ha terminó su santa vida
Muriendo con la cara carcomida. -
Estos son escrementos de un perrito
Que tuvo el venerable frai Benito;
I un escarpin del padre Bonifacio,
Insigne imitador de San Ignacio.-
Todas estas reliquias V, hija,
A cocer las pondrá en una vasija
En que se haya lavado un sacerdote,
No importa si las manos o el cogote,
Los piés, o las narices o la cara,
Que Dios en pequeñeces no repara,
Con tal que la misma agua se conserve.
De esta infusion un vaso U. se suerbe
I verá como al punto se mejora:
Tantas son las virtudes que atesora!

CRI PINA.

Oh ! no ! su relicario a ansias me incita:


Agua, que me vomito, lVlariquita!

FU LJENCLI\. .
(A don Gualberto. )
Observe V: el diablo se resiente;
Al ver de las reliquias el presente. -
Tome, rrü hijita, bese con confianza
De que la devocion todo lo alcanza.
(Trata de darle a besar las reliquias; Crispina finje convulsiones i
dando golpes a la vieja hace saltar a lo léjos las reliquias.)

FULJENCTA.

Santo Dios! las reliquias por el suelo!


Ai! que puede llover fuego del cielo!

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J2 POESIAS DE

Aquí es indispensable un exorcismo,


Porque estas son hechuras del abismo.
No falta en esta casa un diablo horrendo.
CRISPINA.

Desde que U. entró lo estamos viendo.


FULJENCIA.

Si U. no 10 tuviera en las entrañas,


Nunca hubiera adquirido tales mañas.

CRISPINA.

Bruja no fuera U. si no trajera


Un diablo o dos en cada faltriquera.

FULJENClA.

Bruja yo! bruja yo! por tal in uIto,


Su señor padre le sacuda el b lto.
CRISPINA.

Si por U. me tocan un cabello,


Le echo todo mi diablo en un resuello,
1 con las convulsiones de los brazos
Verá si sabe el diablo dar porrazos.
(Acércanse la una a la otra en ademan de pelear,
don Gualberto las separa. )

GUALBERTO.

Paz, paz, FuJjencia, no lo tome a D1engua,


Que son las convulsiones de la lengua.
FULJE CIA.

La cólera excesiva me ha dado hipo.


CRISPINA .

Si la vieja se acerca la de tripo.

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LUIS VARGAS TEJADA. 129

~ ESCENA VII. ~

LOS MISMOS 1 JERV ACIO.

JERVACIO.

Señor, he conseguido por fortuna,


Que el doctor Juan Mazcullo venga a la una.
GUALBERTO.

La una, sino no me engaño, poco tarda;


Pero el doctor tal vez esquela aguarda.
JERVACJO .

Esquela! para qué?


GUALBERTO.

Como ahora nada


Veo hacer sin esquela bien dorada;
1 sí a alguno le sacan una muela,
Al momento da parte por esquela,
Creí que fuera tambien indispensable
En el caso presente. Un miserable
Vi a la cárcel llevar el otro dia,
Porque sus muchas deudas no cubría,
Pues no tiene sombrero ni chaqueta,
1 a otro rato me encuentro una boleta,
Muí bien impresa, en que con lindos modos
Su nueva habitacion ofi'ece a todos.

JERVACJO.

Esa fué una política estremada,


Pues la tal casa a nadie está cerrada.
(Mira hácia afuera . )
Ya parece que entró el doctor Mazcullo.
9

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130 POESIAIj¡ DE

FULJENCIA.

1 yo por esta puerta me escabullo,


Que a nosotras, mujeres de esperiencia.
Los médicos nos tienen malquerencia;
1 están a la verdad mui bien pagados
Pues no podemos verlos ni pintados.
N o creen en maleficio, ni mal de ojo,
Miran nuestros remedios con enojo;
Pero al cabo nosotras mas podemos:
Si entran a recetar nos escondemos,
1 así que salen con sus pasos graves
A la calle arrojamos sus jaraves.

~ ESCENA VIII. ~

DON GUALBERTO, CRISPh A, CIRILO, JERVACIO,


MARIQUITA.
Gualbertú i Cirilo se hacen grandes cortesías.

GUALBERTO.

Señor doctor.

JRlLO.

Le beso a U. la ¡nano.

GUALBERT

Sírvase U. sentarse.

CJRILO.

Mui temprano
He venido tal vez. ¿La señorita
Enferma?

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LUlS VARGAS TEJADA. 1~1

GUALBERTO.

Aquí la tiene.

CRISPINA.

Mariquita,
Pon asiento al doctor aquí a mi lado.
( Siéntase Cirilo junto a Crispina i del otro lado Don Gual-
berto i Jervacio: Mariquita queda en pié.)

GUALBERTO.
(Aparte a Jervacio.)
El médico es un poco almidonado.

CIRILO.
(A Crispina.)

¿ Cuál es la enfermedad que U. pad~ce?

CRl PINA.

Convulsiones terribles.
CIRrLO.

¿I adolece
De falta de apetito o pierde el sueño?

CR1SPINA.

(Sí, pensando en U, querido dueño.)


No señor, estoi bien, como con gana,
1 duermo hasta las diez de la mañana.

crRILO.

Pues yo le haré un remedio calculado


Que todo esto le quite de contado.

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132 POESIAS DE

CRISPINA .

Gracias, señor doctor.

CIRILO .

A ver el pulso . . .
Un poco sintomático i convulso.
(Don Gualberto se vuelve a hablar con Jervacio.)

CIRILO.

¿ Soi yo, bella Crispina, aquel dichoso


Mortal que a U. la priva del reposo?

CRISPINA.

Cirilo, si U. sabe de pasiones,


Mi amor calcule por mis conv ulsiones.

CIRILO .

Ah! tanto no merezco: ¿U. no advierte,


Que me ha sido algo impróspera la suerte 7

Siendo U. acreedora a una fortuna


Mas alta que los cuernos de la luna?

CRISPINA .

Unida con U. nada me arredra;


Contenta viviré bajo una piedra.

CIRILO.

(Así comienzan todas, quién se fia!)


¿Con qué esta vuestra mano será mía?
(Le besa la mano, don Gualberto Jo nota, se para i
dice a Cirilo. )

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LUIS VARGAS TEJADA. 133

GUALBERTO.

U. se mete en lo que no lo toca:


El pulso no se tienta con la boca.

CIRILO.

Perdone: U. está mui engañado,


La física moderna no ha estudiado,
E ignora que el labífico contacto
Es un diagnosticante muí exacto.

GUALBERTO .

No me gusta que mucho diagnostique,


Despache pronto, i la receta aplique.

€lIRILO.

Examinar los síntomas es fuerza,


Para que el curativo no se tuerza.
( e sienta don Gualberto i sigua hablando con J ervacio,
i Cirilo con Crispina. )

CIRILO.

¿ Recibió U, nli bien, aquellos versos,


En que pinté los trámites diversos
De mi pasion? (Los hizo Pablo Ríos;
Mas ya me los dió pasen por mios.)

CRISPINA.

Su poesía el alma me arrebata,


Qué bien los fuegos del amor retrata!
Guardada la conservo en el ridículo.
(Don Gualberto observa. )

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134 POESIAS DE

CIRILO.
( Con seriedad. )
Esa es la ínfima parte del ventrículo.

MARIQUITA.
(A Cirilo . )
¿ Qué será que los versos de un aman te
Caen en el ridículo al instante?

CRISPI A.

Calla, necia, o me dan las convulsiones,


1 te hago ser discreta a pescozones.

GUALBERTO .

Pescozones? qué es eso?

CRI PINA.

Le decia
Que con la convu]sioD, el otro dia
Le dí de pescozones a un bufete.

GUALBERTO.
(A Cirilo. )
Cierto es, señor, a todo le arremete.

CIRILO.
(Aparte a Crispina . )

Oyó U, bella dama, anoche el trino


De mi amorosa flauta? (Era Sandino,
Pero yo iba detras, i es poca cosa.)

CRISPINA.

Me encantó su armonía deliciosa'


Cirilo! U. en todo es estupendo,
1 roba el corazon.

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LUIS VARGAS TEJADA. 135

GUALBERTO.

Qué estas diciendo?

CIRlLO.

Cuando mal en el pecho se padece


A cada paso el corazon se ofrece.

GUALBERTO.

Mucho mas si hai quien piense en aceptarlo.

CIRIL .

Quise deeir: se ofrece mencionarlo4

GUALBERTO.

Ahora le entiendo, mas no sé que a mi hija


Sea mal de corazon lo que le aflija.

CIRILO .

Eso i las convulsiones todo es uno.

GUALllERTO.

No quisiera pasar por importuno;


Pero, señor doctor, hable conmigo,
Que de las convulsiones soi testigo,
1 puedo responder a sus cuestiones.

CIRILO.

Bien poco sabe usted de convulsiones;


Pero soi dócil, i conlO es su padre
Puede darme respuesta que me cuadre.
La señorita gusta de regalos?

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136 POESIAS DE

GUALBERTO.

1 eso a qué viene? Gusta usted de palos?

CIRILO.

Señor, quiero decir que si le agrada


La comida gustosa i delicada.

GUALBERTO.

Ahora entiendo, señor; en golosina


Pocas harán ventaja a mi Crispina.

CIRILO.

Me entendía mejor la señorita,


1 usted me hace perder esta visita.

GlJALBERTO.

Pregúntele U, pues, cuanto le ocurra:


Como la. ponga buena, aunque me aburra. (Aparte.)
( Sigue hablando con JervaclO, i Cirilo con ri pina.)

CRISPINA.

Sus equivocaciones no me gustan.

CIRILO.

Tales frioleras su recato asustan?


Señorita, entre damas a la moda
Por equívocos nadie se incomoda;
Miéntras mas libres son, mas se celebran ~
1 todos en equívocos requiebran.
Las niñas del equívoco hacen gala,
Aunque llena de jente esté la sala;

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LUIS VARGAS TEJADA . 137

Pues no conocen ya el rubor sencillo,_


Sino aquel que les presta el papelillo.
Ahora es conversacion propia de estrados,
La que ántes era solo de soldados.
La ilustracion estas ventajas trae,
Con ella lo decrépito decae,
1 así es que ese decrépito decoro
Se relega a las monjas i a su coro.
El gran mundo otros aires nos enseña,
1 de estas gazmoñadas se desdeña.
Si U. despercudirse no procura,
Hará en la sociedad mala figura.
Belleza con rubor se tiene en poco;
El mérito consiste en el descoco.
Si no 01 vida esas máximas añejas,
Que se deben quedar para las viejas,
Pasará por estólida beata.

CRISPINA.

Dice usted bien, soi una mentecata;


Trataré de enmendarme en adelante,
Para agradar a un jóven tan galante.

CIRILO.

Agradarme? Ah Crispina" U. lne encanta!


Qué mortal ha logrado dicha tanta?
¿ Ha visto usted las Cartas i la historia
De Abelardo?

CRISPINA.

Las tengo en la memoria.


CJRILO.

Memoria juvenil bien cultivada!


Digo que allí se encuentra retratada

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138 POESJAS DE

Mi pasion, i aunque no con tanto brio


En este billetito el pecho mio
Sus mortíferas ansias ha esplicado.
(Le da un papel i Crispina lo guarda. Don Gualberto lo observa.)

GUALBERTO.

Doctor Mazcullo, qué papel le ha dado?

CIRILO.·

Señor, es la receta.

GUALBERTO.

¡ Cosa rara!
¿ o haber visto a la enD rma ni la cara
1 traer la receta prevenid a ?

IRIL .

En física moderna es bie sabida


Cosa.
U LBERT .

Quiere apostar, señor moderno,


Que se va con su física al infierno?
Dame el papel. ( A rispina.)
( Crispina con convul iones.)

CRISPINA.

La vista se me quita :
Convulsiones! Sosténme, Mariquita!

CIRILO.

Señor, la convulsion es ascendente,


Puede quedarse muerta de repente.

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LUIS VAItGAS TEJADA. 139

Jarave de diacódion, pronto, pronto;


Melisa cármen ... agua de leodonto
Con gotas de opobálsamo i asbesto;
Un frasco de colonia, presto, presto;
Oxíjeno que el aire purifica;
Vaya usted, don Jervacio, a la botica.
( Todos corren a una parte i otra, i Crispina con las convulsiones
se abraza de Cirilo. )

JERVACIO.

Ya voi, señor; no encuentro mi capote.

GUALBERTO .
(Coje un garrote . )

Si le da convulsion a mi garrote
He de curar al médico i la enferma.

CIRILO.
(A don GualbeTto. )

Pronto, haga U. que enciendan una esperma;


Aceite, una cuchara, un papel sucio,
or ahí tendrá el monólogo de Lucio.
Un poco de alcanfor para un ungüento.
(A Crispina.)
Dame el papel lo pongo en salvamento.
(Le da Crispma el papel, i don Gualberto que lo ve se lo
quita a Cirito con presteza.)

GUALBERTO.

Ya lo pesqué; señor, largue la polla,


Que comienza a faltarme ya 1a cholla.
( Amenaza a Cirilo con el garrote i lo hace desasirse de Cris pina. )
Aquí tengo el papel para el menjurje.

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140 POESJAS DE

CIRILO.

Señor, me voi, que una visita me urje.


JERVACIO.
(Aparte. )

Me voi a la botica mas famosa


Por jarave de piés en polvorosa.

~ESCENAIX.

LOS PRECEDENTES, MENOS JERVACIO.

GlJALBERTO.
(A Cirilo. )

No, señor, quiero ver como receta


Por si acaso me da la pataleta. (Lee.)
"Mi Crispina, mi amor, mi bien mi todo,"
Las recetas empiezan de este modo?
¿ Cuánto va a que le aplico en las costillas
U n emplasto de bálsamo de astillas?

CTRILO.

( Con tono vehemente i patético. )

Mire U. su pobre hija medio muerta.

GUALBERTO.

Veremos si el garrote la despierta.


(Crispina se sacude con fuertes ademanes.)

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LUIS VAR.GAS TEJ'ADA. 141

MARIQUITA.

Ai, señor! esto quiebra corazones.

GUALBERTO.

A mí tambien me dan las convulsiones.


( Comienza a sacudirse i dar palos. )

~ESCENAX.~

LOS PRECEDENTES 1 MAMA FULJENCIA.

FULJENCIA.

Qué alboroto! qué bulla! J esus credo!


Don Gualberto, por Dios! estése quedo.
( Sosiéganse todos, i Fuljencia se acerca a Cirilo.)
Qué hace aquí, don Cirilo? ahora lo agarro;
(Lo prende de la corbata. )
Dónde están mis cubiertos i mi jarro?
GUALBERTO .

¿ Qué dice usted, Fuljencia?

FULJENCIA .

Que este mozo


Ha de ir precisamente a un calabozo.
Yo en mi casa su ropa componia ;
1 léjos de pagarme, el otro día
Unas fincas de plata me ha prestado,
Las vendió, i el dinero se ha mamado.

GUALBERTO.

Es un bribon el médico Mazcullo.

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142 I'OESIAS DE

FULJENCIA .

Médico? ja! ja! ja! qué zaramullo!


Si se llama Cirilo Garancina
1 es su empleo escribiente de oficina.
Téngalo, miéntras llamo a algun alcalde.

~ ESCENA XI. ~

GUALBERTO, CRISPINA, MARIQUITA 1 CIRILO.

GUALBERTO.

Entretanto, no quiero estar de balde.


(Dales a Crispina i a Cirilo. )
Tome U, doctorcito, una mostaza:
Toma tú, convulsiones, bribonaza.

CRISPI A.
( Arrodillándose. )

Padrecito, le pido mil perdones!

GUALBERTO.

Bueno! ya sé curar las convulsiones!

CRI PI A.

Señor! este bribon me parecía


ujeto distinguido, i lo queria.

GUALBERTO .

Ah necia! qué pensabas? ¿ qu ' esos monos


De mucho dengue i estudiados tonos,
Por estar peripuestos i lamidos

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LUIS VARGAS TEJADA.. 143

Son acaso sujetos distinguidos?


¿ Crees que quien solo piensa en su figura,
Sea capaz de mérito i cultura?
¿ Crees que un pisaverde melindroso
Pueda ser instruido ni virtuoso?
Pobres mujeres! de esterior se pagan,
1 las sólidas prendas nunca indagan;
Cualquier miramelindo las seduce,
1 piensan que oro es cuanto reluce.
La ilusion desvanece el casamiento,
Pero ya es tarde el arrepentimiento.
U. doña Crispina, en adelante
No me ha de estar ociosa ni un instante.
1 así se evitarán las ocasiones
De mal de corazon i convulsiones.
El dedal i la aguja las contrastan;
Mas, vive Dios! que si tampoco bastan
Para librar mi casa de este azote,
Le darán convulsiones al garrote!

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SUGAMUXI,
TRAJEDIA EN CINCO ACTOS.

INTERLOCUTORES.
Sugall1uxi. Ataltnin.
Oroande. Soldados.
Tundcuna. Sacerdotes.
Corill1a. Sacerdotisas.
Tenaura. Pueblo.

La escena, en el Templo del Sol.

••

ACTO la

~ ESCENAI.

OROANDE, MINISTROS.

OROANDE.

Dejad vuestras mansiones solitarias,


Ministros del altar! ]a aurora llega;
Tiempo es de redoblar nuestros clamores,
E implorar de los Dioses la c1emencia.
Iraca ven turosa! sacro valle,
De una deidad morada predilecta!
Llegó el dia terrible en que tu suelo
Profanen los furores de la guerra!
10

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146 POESIA DE

MINISTRO .

Qué dices, Oro ande ?

OROANDE.

Compañeros!
Cómo 03 anunciaré tan tristes nuevas?
Esos feroces monstruos que del rayo
Armados, i sedientos de riquezas
Bañan en sangre el reino de lús Zipas,
De Tunja las provincias opulentas;
1 esparciendo el terror i los estragos
Talan los campos, las ciudades yerman

MINISTRO.

Basta, basta, Oroande: ¿ quién ignora


La crueldad de las hordas estranjeras
Que españoles se nombran? ¿ hai acaso
Alguno entre nosotros que no sepa
En cuanta asolacion nuestros vecinos
De amarga servidumbre se lamentan?
¡ Felices moradores de este templo
Donde el Astro luciente se venera,
La santidad d,e l suelo que habitamos
De tan grandes desgracias nos liberta!

OROANDE.

No nos liberta, no ; de Iraca el suelo


Mancharon ya sus temerarias huellas;
Al templo se dirijen, i su ardiente
Codicia los caminos les enseña.
Ministros del altar! con sus furores
El odioso español se nos acerca:
uestras mano!!! inermes solo pueden

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LUI'" VARGA. TEJADA . 147

Al cielo levantarse, de la eterna


Deidad que al n1undo rije los auxilios
Con fervor implorando.

MINISTRO.

¿ 1 no nos queda
Esperanza en Jos Reyes i Caciques
Que el impío español aun no sujeta,
1 que un sagrado juramento obliga
A innlolarse del templo en la defensa?

OROANDE.

Todos han sucumbido. De Duytama


El Cacique tan solo a la tormenta
Ha podido escapar. Un mensajero
Suyo, del templo en la primera puerta,
Acabo de encontrar, i de sus labios
El peligro aprendí que DOS rodea.
ce Sacerdote! me dijo, el castellano

La tierra santa a profanar empieza.


Tundama i sus soldados al combate
En defensa del templo ya se aprestan,
1 sin temer los rayos españoles
Por muerte tan gloriosa solo anhelan.
Tundama viene aquí; con Sugamuxi,
El Sumo Sacerdote, hablar desea.
Decídselo; i el Astro omnipotente
En su santa mansion siempre os proteja."
Así dijo el enviado, i los umbrales
Besando reverente, con presteza
V olvióse a su señor que 10 esperaba
No léjos de este sitio. Tan acerba
Noticia con dolor dí a Sugamuxi ;
Mas este hombre divino, óyela apénas
Cuando entra en el santuario, i a los Dioses

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148 POESIA DE

De ]os mortales la afliccion presen tao


N o dudo que sus pías oraciones
Del Ser Supremo proteccion obtengan.
¡ Qué no alcanza el sagrado ministerio
Unido a la virtud i la inocencia!
Mas él viene: en su rostro resplandecen
Los favores del Sol i Nenqueteba;
El es su sacerdote predilecto,
1 sus altos arcanos le revelan.

~ ESCENA 11. ~

SUGAMUXI, OROANDE, INISTROS.

SUGAMUXr.

Ministros, retiraos! - Tú, Oroande,


Escúchame un momento.

OROANDE .

Oh Dios! recela
roande ofenderos. Mis palabras
De sacrílega audacia tal vez llenas,
De la divinidad que en vos reside
I... a indignacion temible me acarrean;
Mas resistir no puedo. Sugamuxi!
En vuestra frente majestad serena
o bril1a ya. Yo veo vuestros ojos
Estraviados jirar, sin que la inquieta
Pupila un punto fijen; vuestro rostro
Lleva estampada del pavor la huella.
Señor, qué es esto? ¡ el Sumo Sacerdote,
Aquel que tan tranquilo oyó las nuevas
el español cercano! ¡qué diver...

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LUIS VARGAS TEJADA. 149

Semblante me mostrasteis cuando aquella


Espantosa noticia os anunciaba!

SUGAMUXI.

Es verdad, Oroande, la fiereza


De la jente española no me asusta,
Ni su pujanza enorme me consterna.
Los Dioses, ai! las iras de los Dioses
Es lo que temo; escúchame, no creas
Que la alta dignidad del sacerdocio
Aniquile del hombre la flaqueza.
Demasiado lo siento; demasiado
Tu amistad necesito; mi alma anhela
Por verter sus terrores en la tuya.
El vulgo necio a )a deidad me eleva;
1 entre tanto mis ansias i amarguras
Que soi solo un mortal claro me enseñan.
Prosternado delante del santuario
Al cielo dirijí fervientes quejas.
H ¿ Cómo es posible. oh Sol! que a tu morada,
Que al templo en que tus luces reverencian
Poderosas naciones que, adorando
Tu majestad, tributan sus ofrendas,
Se acerque el español con el estrago
1 asolacion que a su vanguardia lleva? "
Esto dije, i al punto del Santuario
La mole toda a estremecerse empieza;
Relámpagos siniestros la iluminan,
1 ronca voz en mis oidos truena.
" Llegó el dia, pronuncia, en que mi imperio
A otro mas poderoso rinda i ceda.
Verdad, ruinas i estrago amenazando,
Verdad. ruinas i estrago se os acercan.
Tu sangre inmolarás, i destruido
El imperio será de las tinieblas."

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150 rO E SIAS DE

Esto dijo la voz, yo me estremezco ;


Un súbito pavor mi sangre yela;
Ofúscase mi vista; ni mis labios
Una palabra a proferir aciertan,
Ni mis trémulos miembros movimiento 7

Casi pasmados del terror, encuentran .


Pude al fin levantarme, i de rrlÍ amigo
El semblante buscar que n1e consuela ;
Pude al fin del oráculo terrible
Repetirte el tenor sin que comprenda
Cuántas calamidades nos anuncia!
Cuánto rigor su prediccion encierra!

OROAN DE .

Sosegaos, señor; con tales gol es


Los Dioses de sus siervos hace n prueba ;
Ellos buscan constancia en v estro pecho 7

En vuestra alma, profunda in t eIijencia.


Por eso sus supremas v oluntades
Con tremendo aparato así os r e v elan,
1 la imájen del tiempo venidero
Os quieren dar en confusion envuelta.
Mas, qué podeis temer? vuestro carácter
A una divinidad os asemeja;
Vuestro tranquilo espíritu no debe
Sentir jamas pasiones turbulentas.
El Solos ha escojido; de los hombI es
Los justos homenajes os rodean,
1 excelsa santidad vuestra alma habita ;
Vos podeis conjurar esa tormenta
Que de Iraca los valles amenaza,
Del hispano abatiendo la soberbia.
Los Dioses invocad, i de los Dioses
Rendirá la venganza sus cabezas.
Los imperios del Sol han asolado ;

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LUl::. YARGAS TEJADA.

En Iraca el castigo les espera.


El golpe mas tardío es mas temible;
La pena diferida es mas tremenda.

SUGAMUXI.

Tus palabras podrian restituirme


La constancia, ]a calma i fortaleza;
Mas un recuerdo infausto i doloroso
En trastornar mi espíritu se empeña.
Un cruel !'emordimiento me fatiga;
Un funesto secreto me atormenta;
Los Dioses me persiguen; su justi cía
De un pecho cri~inal la calma aleja.
Yo he engañado a los hombres, i yo quise
Engañar a los Dioses; i la excelsa
Dignidad que poseo ambicionando,
Mi deber inmolé. Fatal grandeza!
Honores bien costosos! el vacío
Que vuestra pósesion en la alma deja
o pudo descubrir mi opaca vista
o pudo penetrar mi mente ciega!
Ya sabe que al Supremo Sacerdocio
Llamados son por eleccion al terna
Los hijos de Firabia i TobacÍa;
Sabes tambien que por ]a ]eÍ severa
Que el uso ha consagrado, solo puede
La eleccion obtener el que profesa
. Eterna castidad, i al atractivo
Del sexo amable sus sentidos cierra.
Nompanin, el Supremo Sacerdote,
Al sepulcro marchaba con presteza,
I a mi Patria tocaba por su turno
El darle un sucesor. Mi sangre rejia,
Mi estrecha relacion con Jos Caciques
Que la eleccion practican; la seyera

BANCO DE LA REPUBLlCA
8I8UOTECA LUIS - ANGEL ARANGO
CAT ALOGACION
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152 POE lAS DE

Conducta que en mis años ju veniles


Supe guardar, i que la fama presta
Fué celebrando en las naciones muiscas;
Todo alentó mi orgullo i mi soberbia,
Haciéndole del rango suspirado
Blanco constante a mi ambicion inquieta;
Pero yo amaba; i un secreto enlace
Con dulce nudo uniéndome a Teleuta
Parece que debiera haber cerrado
A mis locos designios toda senda.
Mas ¡qué no intenta el alma deslumbrada
Que la ambicion domina i señorea!
La pompa de este templo, los inciensos,
La adoracion del pueblo i sus ofrendas,
Mi juicio trastornaron; inconstante
Olvidé de mi esposa las ternezas;
Crüel la abandoné; i ella en silencio
Huyó, de nuestro amor la t ierna prenda
En sus brazos llevando .. , Los sollozos
Dificilmente proseguir me dejan.
Dulce esposa! hijo mio! ¿ i es po§ible
Que mis oj s jamas a veros vuelvan?
Tal vez el hambre terminó sus dias;
Tal vez de hórridos brutos fueron presa,
1 yo respiro! ¡ i sordas las deidades
Mis ofrendas sacrílegas toleran .. !
Yo entónces sofoqué el remordimiento ;
Mentí a la faz del cielo i de la tierra;
Con frente osada la ficcion sostuve
1 al fin logré la dignidad suprema.
Ah! los Dioses castigan al perverso
Muchas veces con darle lo que anhela!
La gravedad del alto sacerdocio
La amistad i confianza de mí aleja ;
De algun mortal quisiera ser am d ,
1 t dos en silencio me veneran.

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LUIS VARGAS TEJADA. 153

En torno esparce un lóbrego vacío


La vana adoracion que me rodea;
El santuario en prision se me convierte;
El altar mi delito me recuerda;
Las deidades mis lágrimas rehusan,
1 sus consuelos a mi pecho niegan.
Hora mismo un oráculo terrible
Me hace temblar, me yela i me amedrenta;
El temible español nos amenaza;
Dios i natura sus agravios vengan.
La imájen de mi esposa, ensangrentada
Sin cesar a mi vista se presenta.
De mi inocente hijo los clamores
En mis oidos sin cesar resuenan.
Qué tormento, Oroande! de tí solo
Mi alma ajitada a]gun alivio espera;
Contigo solo ugamuxi puede
Deponer su fantástica grandeza
1 el brillo de la tiara, que no basta
A encubrir su rubor i su vergüenza.

OROANDE .

Sugamuxi! señor! tranquilizaos,


Demasiado vuestra alma se atormenta
Por un primer error que harto disculpa
De la edad juvenil ]a lijereza.
Acordaos, señor, que vuestro pueblo
En vos tan solo la esperanza encierra;
A un privado mortal es permitido
Del dolor entregarse a la vehemencia,
Pero aquel que por Padre de los hombres
Constituye la tiara o la diadema,
Al bien comun se debe en sus acciones
Siempre adherir como a invariable regla.
El bien comun, el bien de vuestra Patria,
Serenidad i e fuerzos os impera.

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154 POESJAS DE

SUG AMUXI.

1 los Dioses .. !

OROANDE .

Los Dioses vuestra falta


Echaron en olvido, i no contemplan
En vos sino el sublime ministerio
Que a sus altos destinos os acerca.
El templo los defectos aniquila,
La sacra dignidad el alma acendra;
1 las manchas que frájil el humano ..
Pero siento rumor. Tundama lleg a.

SUGAMUXI.

Volver al disimulo me es pre ciso.


¡Infausta condicion de la gra ndeza,
Que ni el consuelo de llorar permite,
Ni libertad a los suspiros d ej !

~ ESCENA 111. ~

LOS PRECEDENTES, TUNDAMA CON SEQUITO,


CORIMA 1 TENAURA.

TUNDAMA .

Aquí teneis los restos desgraci ados


De la muisca nacíon, que en la pelea,
Con armas desiguales combatiendo,
Ha dado de su aliento heroica p rueba ;
Pero que al fin, cediendo a la fortun~ ,
A ella, no al castellano se sujet .

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LUIS V AROAS TE.1 ADA . 155

En libertad Tundama aun respira;


1 los Dioses sin duda me reservan
Para ser vengador del pueblo muisca,
O del honor la víctima postrera;
Uno u otro destino se prepara
A obtener o sufrir mi alma serena.
Los fieles compañeros que me siguen,
Los mismos votos por mi boca espresan,
1 en sus pechos constantes arden siempre
Del amor de la Patria las centellas.

SUGA..1\I[UXT.

Del Astro que los cielos ilumina


La bendicion sobre vosotros venga,
Esforzado Cacique, fieles tropas,
Que a la Patria comun en las adversas
Fortunas sosteneis! Sj en este templo
AlguD auxilio vuestro ardor espera;
Si es tan afortunado Sugamuxi
Que con su dig nidad serviros pueda,
Delante de los Dioses presentando
Vuestros votos fervientes i las quejas
Del pueblo desolado, hablad; mis labios
Con preces santas a implorar se aprestan
El favor celestial, aun ma.s ardiente
Mi corazon 10 pide. ¡ 1 quién me diera
Poder a la batalla acompañaros
I encender vuestro arrojo en la pelea!

TUNDAMA.

A vos la santidad, como a nosotros


Cupo en suerte el valor, cupo la fuerza.
Vos debeis bendecir a los mortales,
Nosotros defenderlos en la guerra.
Es preciso llenar nueiitros destinos ;

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156 POESIAS DE

El peligro nos llama con urjencia.


Yo partiré, i al español soberbio
Irán a recibir nuestras saetas.
El sabrá 10 que pueden el despecho
1 el amor de ]a Patria en la hora estrema;
1 al templo llegará, mas por caminos
En su sangre bañados i en la nuestra.
Pero ántes de partir aun dos favores
Confiado en vos mi corazon espera.
Yo marcho del combate a los peligros,
¿ 1 es posible que en tanto deje espuesta
A graves riesgos mi hija idolatrada,
Unico bien que a mi infortunio queda?
Ah! no! Que Sugamuxi sea su padre!
Que este asilo sagrado la proteja,
1 en el último trance sea la tumba
Que sepulte su gloria i su inocencia!
Sugamuxi, mi pecho enternecido
Su mas caro tesoro os recomienda.
Vos no habeis sido padre ...

SUGAMUXI.

(Ah! Oroande!)

TUNDAMA.

Pero una alma sensible en vos se encuentra.


A mas de esto, un solemne sacrificio
A los Dioses es justo que se ofrezca,
1 aplaque su rigor, que nuestras culpas
1 pasados delitos exacerban.
Mis tropas lo desean con ahinco,
1 el pueblo su confianza tiene puesta
En los altos misterios relijiosos
Que en este sacro templo e ce ebran.
Que a la muerte o victoria nos prepare

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LUIS VARGAS TEJADA. 151

La invocacion de la Deidad eterna,


1 que votos solemnes aceptando
Sobre nosotros su favor descienda.
SUGAMUXI.

Se cumplirán vuestros deseos justos.


Que Corima en el templo permanezca;
Las vírjenes del Sol su compañía
Son dignas de gozar. La suerte de ellas
Corima correrá, i en todo trance
Sabrá salvar la muerte su inocencia.
Se ofrecerá el solemne sacrificio
Segun de Sacerdotes lo resuelva
El supremo Consejo; yo presido
Su reunión, que en las grandes ocurrencias
Conforme a nuestras leyes se convoca,
1 con suprema autoridad gobierna.
Yo cumpliré sus altas decisiones,
i Puedan ser aceptadas mis ofrendas,
1 dar a vuestras armas la victoria
El favor de los Dioses!
TUNDAMA.

La violencia
Del español en Iraca a estrellarse
Contra el valor i el patriotismo venga.
La piedad i ]a gloria nos inflaman.
¿ Hai p0r ventura quien ]a muerte tema
Entre nosotros?
SOLDADOS.

No! muerte o victoria!


TUNDAMA.

Muerte o victoria nuestro acento sea!


Si podemos salvar a nuestra Patria,

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15 rOE.IAf; DE

Viértase nuestra sangre en su defensa;


Mas si ha de sucumbir, muramos todos,
1 en sus últimas ruinas nos envuelva.
La esclavitud infama i envilece,
El morir con honor la gloria sella!

OLDADOS.

Muerte o victoria! el grito de la Patria


Nos convoca a morir en su defensa!
La esclavitud infama i envilece,
El morir con honor la gloria sella!

ACTO 11.

ESCENAI.~

CORIMA 1 TENAURA.

CORIMA.

Es posible, Tenaura? En este templo


Atalmin?

TENAURA.

Oh señora! yo le he visto;
1 aunque a mis ojos desmentir quisiera,
Cercioran sus palabras mis oidos.
En una de las anchas galerías
Que forman tortüosos laberin tos
n torno de este templo, i las mansiones

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LUIS VARGAS TEJADA. 159

ontienen entre sí de los ministros,


Acabo de encontrarle; lentamente
Caminaba confuso i pensativo.
Su nombre pronuncié; i en el momento
Volviéndose hácia mi; "Tenaura, dijo,
Qué suerte infortunada aquí os arrastra?
Corima dónde está? ¿ del hado inicuo
Los rigores persiguen su inocencia?
Ha 01 vidado mi amor?" Con un suspiro
Lanzado desde el fondo de su pecho
A su flébil acento cortó el hilo.
Yo quise responderle; mas al punto
De sacerdotes el rumor sentimos
Que en solemne asamblea se reunen
A decretar grandiosos sacrificios.
Dejóme Juego, huyó precipitado,
1 esconderse le vÍ en su oscuro asilo.

CORIMA.

Querida amiga, un rayo de esperanza,


Viene a fortalecer el pecho mio.
Sí, de Atalmin temblaba por la suerte,
Ignorando su estado i su destino.
El ingrato, apesar de mi instancias,
Reve1ar sus secretos nunca quiso.
Todo en él para mí fueron arcanos;
Solo su amor, patente a mi delirio,
Rindió a su cautiverio mis potencias;
Mi dulce libertad llevó consigo.
Tú viste de lni llama el nacimiento
La tarde que halagüeño el estravÍo
Nos condujo hasta el bosque solitario,
Donde hallé de mis males el principio.
Tú sola de las tiernas entrevistas
Que nutrieron mi amor fuiste testigo.

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16 rOE lAS DE

¿ Te acuerdas cómo siempre que indiscreta


Sus padres, su linaje i domicilio
Quise inquirir, huyendo mis preguntas
Con aire pesaroso i abatido,
En triste incertidumbre me dejaba?
La tarde cruel que el deleitable sitio
Encontramos desierto) i que las horas
Esperándole en vano entretuvimos,
Sin que des pues de su semblante amado
Hayan vuelto a encantarme los prestijios;
Tú presenciaste mis mortales ansias,
Tú escuchaste mis lúgubres jemidos,
1 tu sagaz prudencia solo pudo
A mi padre ocultar mi desvarío.
Debes, pues, figurarte los consuelos
Que en este instante próspero recibo.
Cielos piadosos! Atalmin existe,
La saña huyó del español impío;
Un amor inocente os ha ablandado?
Como ofrenda aceptais nuestros suspiros?
Dioses! tambien amais, puesto que encubre
A Atalmin i su amante un techo mismo,
Puesto que os han movido mis sol1ozos,
1 mi afan mitigasteis compasivos.

TENAURA .

Ah! ¡ Con cuánto dolor de vuestra grata


Ilusion arrancaros me es preciso!
Mas, qué esperanza os resta? Estos contornos,
Amenazando un bárbaro enemigo
Llena de espanto; en medio de las armas
Entre el fragor del belicoso ruido,
1 cuando vuestro padre se previene
A presentar su pecho a crudos los,
¿ Puede en él vuestro amor sus ilusiones,

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LUIS VARGAS TEJADA. 161

V olver a despertar, i sus delirios?


Ah ! dejad estos locos devaneos
Para tiempos mas calmos i tranquilos.

CORIIY.rA·

Tenaura cruel! tú misma de mis ojos


Apartaste la imájen del peligro.
Tú misma, con el nombre de mi amante,
Despertaste mi ardor adormecido;
¿ 1 quieres que indolente las alarmas
Que tu voz exitó en mi pecho fino
Acierte a sofocar, i en un momento
Un amor tan veraz ponga en olvido?
N o, bien pueden la guerra i sus horrores
Sangre verter en torno i esterminio;
Bien pueden los tiranos estranjeros
Llevarme encadenada a sus suplicios;
Amando moriré, i el caro nombre
Oirán envuelto en mi postrer jemido!

TENAURA.

Moderad a lo ménos el transporte


Que no conviene a tan sagrado sitio;
La pasiones que el alma no domina
La conducen por fin al precipicio.
Sobre todo es forzoso que la vista
Huyamos de Atalmin ...

CORIMA.

Lo he prometido
A mi decoro, ¿ i piensas que seria,
Oh Tenaura! mi honor ménos activo?
Qué mal conoces la hija de Tundama!
11

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162 PO SIAS D &

TENAURA .

El se acerca., venid ...

CORIMA

Cielos! qué miro!

ESCENAII.~

CORIMA, TENAURA, ATALMIN.

ATALMIN.

¿ 1 huyes, infiel, de mí ? ¿ 1 a mis tormentos


En denegar te empeñas todo alivio?

COltIMA .

Tú me dejaste, ingrato: yo no debo


Escuchar tus acentos fementido.

ATALMl .

Ah Corima! no acuse a un desg 'aciado


Tu labio cruel, acuse mí destino ;
Acuse la fortuna, que inclemente
Me hizo de sus rigores el ludibrio.
Pero qué! no me escuchas? ¿ me abandonas,
E implacable te apartas de este sitio?
Detente, por piedad! Los altos Dioses
Que habitan este templo son testigos
De que te he sido fiel, de que, arrancado
Por fuerza del lugar de mis delirios,
Todo el aire poblé con lnis sollozos,

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LUIS VARGAS TEJADA. 163

Regando con mis llantos el camino.


Tu amante fué infeliz desde la cuna,
Pero ingrato, Corima, nunca ha sido.

CORlMA.

(Dónde está mi firmeza? oh Dios! Tenaura~


A tan gratos acentos no resisto.)
o es posible, Atalmin, que a tus palabras
Crédito preste. En vano del inicuo
Hado quieres quejarte, i le atribuyes
odo el fiero tenor de mis martirios.
Oh cielo ! ¿ de mi crédula esperanza
Pudiste así burlarte? ¿ tan tranquilo
El infame abandono meditabas
De una mísera amante?

ATALMTN.

Ah no! qué has dicho!t


o abandonarte! Si saber pudieses
De mis tristes fortunas el tejido,
in vez de atormentarme con baldones
fe miraras con ojos compasivos.
Sabe que ]a desgracia me persigue
Desde ántes de nacer; que el padre mio
o conocí iamas; que de una madre
Me al~ebató la muerte ]os cariños,
Antes que la razon en mí rayase ...
Que a una mansion terrible conducido
Por una mano avara e inflexible ...
Mas, a dónde, infeliz, me precipito?

CORIMA .

Acaba, oh Dios, acaba, ese misterio


Me llena de terror: ¿ he merecido,

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164 POESIAS DE

Inhumano, esa bárbara reserva


Que clavando en mi pecho nuevos filos
Vuelve a abrir sus heridas? ¿ hai acaso,
Cielos! un padecer que iguale al lnio?
Qué temes? ¿ de tu labio vacilan te
La verdad escaparse no ha podido,
1 a mi seno alarmado penetrando
Disipar de mis dudas el abismo?
¿ Piensas que el confesar tus desventuras
Con voz sincera i corazon sencillo,
Pudiera arrebatarte mis afectos,
Pudiera de mi amor hacerte indigno?
No, solo el disimulo i la falsía
Pueden volverte odioso, i mi cariño
Quitarte para siempre . . . mas tú callas!
¿ 1 de un ingrato en combatir me obstino
La insensible dureza? N o, no me ama;
Yo debo aborrecerle ...

ATALMIN.

Idolo mio,
Corima bien amada! no atormentes
A un mísero mortal que, perseguido
Por la ira de los Dioses, sus funestos
Decretos obedece con sumiso
Corazon; no investigues mis secretos,
Ahórrate a tí misma ese martirio;
Si es que me amas. o obligues a mi labio
A revelarte mi fatal destino ..
No quieras escuchar ...

CORIMA

Vamos, Tenaura,
N o mas de sus falacias el ludibrio
Mi COI"aZOn será.

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~tJI~ VARGA ' TE.1ADA. 165

ATALMIN.

Piedad, señora!

CORIMA.

Atalmin no la sabe usar conmigo,


1 yo soi la crüel! yo soi la ingrata!
Vamos, Tenaura, ven ...

ATALMIN.

Tus pasos sigo .

CORIMA.

Respeta, temerario, mi decoro,


Déjame huir tu vista, o con mis gritos
Atraeré contra tí los sacerdote!',
1 tendrán tus audacias su castigo.
Léjos, léjos de tí la paz espero ...
( h! Tenaura, sosten me, yo vacilo. )

~ ESCEN.k. 111. ~

ATALMu.'l.

1 airada me abandona! ¡e insensato


Por mi silencio de su amor me privo!
Yo corro a revelarle mi secreto ...
Mas oh cielos! mi labio al proferirlo
Enmudece de horror ... ¿ podré decirle:
.c Un Moxa destinado al sacrificio

Es, Corima, tu amante? en ese templo


Que a las vastas llanuras da principio,
Víctima consagrada a los altares

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166 POESIAS DE

Ví correr mi niñez ... i . . . " ¿ Qué deh tos


Entónces cometí, Dioses injustos?
¿ Por qué mi humilde sangre se ha elejido
Para regar un dia esos altares
Que solo con horror i espanto miro?
De un infeliz las ansias os complacen?
i Si insensible a lo m ' nos yo nacido
Hubiese! i si el amor nunca en mi pecho
Hubiese penetrado! con tranquilo
Corazon aguardara aquel momento
En que a un Dios inmolado, los peligros
De este mundo infeliz trocara ufano
Por una gloria de inmortales brillos.
Pero amando i morir! i o de esperanza
Penando para siempre destituido,
Mirar correr mis afios, sin que llegue
El premio del amor, ni el del suplicio!
Bárbara condicion! crüel estado!

~ ECEAIV. ~

OROANDE, A T ALMIN.

ORQANDE.

¿Ha llegado, A talmin: a tus oídos


Una nueva terrible? Ah! tu semblante
Del dolor me presenta los indicios;
Sí, ya sabes que un Moxa ha de imoJarse
En este día infausto; me horrorizo
Al contemplar el lúgubre aparato
De esta pompa sangrienta. ¿Mas los juicios
Quién podrá escudriñar de las deidades?
Por el órgano ya de sus ministros

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.LUIS VARGAS TE.TADA. 167

Su fallo pronunciaron, i al" decreto


Doblegar la cerviz nos es preciso;
Pero, Atalmin, no temas todavía.
No se ha echado la suerte; en el recinto
De este templo se guardan quince moxas;
Designará la suerte el que ha escojido
El cielo para víctima que aplaque
Las iras de los Dioses.

ATALMIN.

Ve, amigo,
1 a los moxas mis tristes compañeros
Lleva el feliz anuncio que te dicto:
Díles que de la suerte el duro trance
N o sufrirán; que yo me sacrifico
GustosO; i co i inútil existencia
De tan bárbara angustia los redimo.

OROANDE.

Qué dices, Atalmin! ¿ con tan sereno


Semblante te condenas a tí mismo
Por víctima . . ?

ATALMIN.

La ofrenda voluntaria
Debe ser mas acepta; i mas benignos
Los Dioses la verán; ¡pueda mi sangre
Mejorar de mi Patria los destinos!

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le8 POll:SlAS D

~ESCENAV.~

SUGAMUXI, TUNDAMA, OROANDE, ATALMIN.

TUNDAMA.

El día se adelanta: el tiempo vuela,


1 a este templo se acerca el enemigo.
Cúmplase, Sugamuxi, la promesa
Que vuestro santo labio aquí nos hizo!
De un Moxa el sacrificio ha decretado
La Suprema Asamblea; en un conflicto
Tan estrecho, ¿ qué mas pudiera hacerse
Po(la Patria comun? yo solo aspiro
A salvarla o morir; vos inmoladle
La ofrenda que los Dioses han pedido.

SUGAMUXI.

( Horrible ministerio!) Tú, Oroande,


Ve, reune los moxas.

ATALMIN.

o, divino
Sacerdote, los moxas infelices
Yo pretendo salvar; soi Moxa, i pido
Ser la víctima que hoi en ]os altares
Obtenga la salud del pueblo mio.

SUGAMUXl.

Quién eres, jóven? (Su semblante. . Cielos ..


A tan viva impresion ya no resisto.)
Quién eres, dime .. r

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LUIS VARGAS TEJADA. lG9

ATALMIN.

U n Moxa desgraciado
Que a terminar mi vida solo aspiro.

SUGAMUXI.

Tus padres quiénes son?

ATALMIN.

Lo ignoro.

SUGAMUXI.

(Dioses!
Qué bárbaros recuerdos!) ¿ Cuándo vino,
Oroande, a este templo?

OROANDE.

o hace mucho
Que fué del de Duytama conducido.
Porque cumplió ]a edad en que los moxas
De este templo comienzan el servicio
Miéntras llegue el instante.

ATALMIN.

Ya ha llegado
Para mí ...

SUGAMUXI.

Ilustre jóven, yo te admiro;


Me asombra la constanci a jenerosa
Con que quieres morir; mas nuestros ritos
No permiten que sirvas de holocausto

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170 POESIAS DE

Sino el que la deidad haya elejido.


Su voluntad la suerte nos descubre.

ATALMIN .

¿ 1 no es verdad que puede descubriros


Mejor su voluntad que por la suerte?
¿ No es verdad que el anhelo con que aspiro
A ser sacrificado, mas seguro
Del querer de los Diose da un indicio?
El caso no es oscuro; el santo fuego
Que mi pecho ilumina ¿no es mas digno
Intérprete del Sol? ¿ en mi semblante
No encontrais de esa llama los vestijios ?
Una deidad me inspira _ Los altares
De flores coronad! cOl"l~ ed, ministros!
Que mi sangre se viert , al cielo aplaque,
1 aleje de la Patria los peligros.

SUGAMUXI.

Mi corazon traspasan tus palabras.


Me siento estremecer cuando te miro.
Retírate, Atalmin! Tu vista sola
Redobla de mi pecho los martirios.
( Cielos! no me es posible contenerme :
Mi dignidad i mi grandeza olvido. )

ATALMIN.

Ah! perdonad, señor, si del respeto


Los lindes traspasé; yo me retiro;
Mas si os dejo indignado, mi alma aniega
Un lago de dolor ... (Ah! qué atractiv~
Oculto me encadena a su semblante!
Qué noble rostro! qué mirar benigno!)
Perdonadme, señor ...

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LUIS VARGAS TE,] ADA.. 171
SUGAMUXI.

Yo perdonarte,
Atalmin? i de qué? ¿ de tu designio
Jeneroso i sublime? ¿de la amable
~andidez que tu frente con su brillo
Adorna? ¿ de 1as tiernas emociones
Que exitar en mi espíritu has sabido?
Perdonarte, Atalmin?
ATALMIN.

( Partir pretendo,
1 un poder invisible en este sitio
Me retiene.) Señor, en vuestra mano,
No lo puedo evitar, mi labio imprimo
1 des pues partiré .
SUGAMUXI.

Cielos! tú lloras?
Qué quieres, Atalmin? Ai ! hijo mio,
Apártate de mí.
ATALMIN.

Ya os obedezco,
Mas no olvideis mi ruego; el sacrificio
Es el único objeto de mis ansias ;
Si muero por mi Patria, i si recibo
De vuestra mano el golpe, soi dichoso;
Monarcas, vuestra g loria no os envidio!

~ ESCENA VI. ~

SUGAMUXI, TUNDAMA, OROANDE.


SUGAMUXI.

Disimulad, Tundama, mis trasportes;


El alto ministerio que eje,r cito

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172 POESIAS DE

La excelsa dignidad del sacerdocio,


No me hacen olvidar que hombre he nacido,
Que he nacido sensible' ¿ i es acaso
Sentir con los mortales un delito
Que a los Dioses ofenda? i Ai de nosotws
Si no fueran sensibles ellos mismos!

TUNDAMA.

Es verdad, Sugamuxi; a los humanos


Concedieron los Dioses el alivio
De quejarse i llorar; yo me enternezco
Vi ~ ndoos enternecer; yo fuí testigo
Ora mismo del bárbaro combate
Que sufrió vuestro pecho; participo
Del tierno sentimento que atraviesa
Vuestro buen corazon; pero los gritos
De la Patria nos mandan imperiosos
Que todo lo olvidemos ! Yo prescindo
Del amor pa terna1; mi hija querida
Os dejo, i a pesar de sus jelnidos,
A pesar de sus lágrimas, al campo
Anhelando morir me pI' cipito.
¿ 1 podrá ser mas fuerte que el afecto
Paterno, de piedad el solo instinto?
No, Sugamuxi, no! los sentimientos
De imbécil compasion hall r abrigo
No deben en nosotros, cua do hiere
De la Patria el clamor nuestros oidos.

SUGAMUXI.

Este clamor sagrado me sostiene,


1 por el de constancia me revisto;
i Mas qué duro i terrible ministerio
Me encarga! al contemplarlo yo vacilo;
No puedo resistir .. ! terrible imájen .. !

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LUIS VARGAS TEJADA. 173

fis manos perpetrando el h0mic idio .. !


La víctima espirando palpitante . . !
Mis brazos en su sangre enrojecidos .. !
Quítale de mi vista .. !

TUNDAMA.

,. Sugamuxi,
No os dejeis transportar por el delirio
Do vuestra alma sensible os arrebata.
Acordaos, señor, de los peligros
Que a la Patria amenazan: si perdemos
Los momentos precio os, el altivo
Español nos agobia. El se aproxima
Esparciendo la muerte, el esterminio,
1 aun mas ternible mal, la servidumbre
En que vemos jemir nuestros vecinos.
o hai medio, no ! fuerza es que una constancia
Invencible opongamos a sus tiros;
O que 11 nos de oprobio, i de la Patria
La maldicion cargando, u cautivos
Sometamos el cuello a viles lazos,
Los que en tan dulce libertad nacimos.

SUGAMUXI.

Libertad! Patria! oh Dios! a estas palabras


De un profundo letargo yo revivo;
Libertad! Patria! oh nombres! qué consuelos
Siente mi corazon al repetiros!

TUNDAMA.

Sí, Patria i Libertad númenes sean


Sobre todo preciosos i queridos
A nuestro corazon. ¡ Con cuánta gloria
Si triunfar del Hispano conseguimos

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174 POESIAS DE

Ayudados del cielo, escucharemos


Los clamores de un pueblo agradecido l
Que libre por nosotros del estrago,
1 cambiando el terror en regocijo
De bendicion nos colme! ¿ Hai sufrimiento
Que de tal recompensa sea digno?
Las almas que esta gloria no conocen
Merecen compasion.

S UGAMUXI.

Al punto mismo
Los moxas se reunan, i la suerte
Declare de los Dioses el arbitrio.

~ ESCENA VII. ~

SUGAMUXI, TUNDAMA, SOLDADOS.

SOLDADO.

Señor, las centinelas a vanzadas


Han visto ya de cerca al enemiíTo ;
Su marcha precipita ; en pocas horas
Penetrar le veremos a este sitio,
Si de las armas muiscas un baluarte
No se opone a su ardor en su camino.
Aguardando las sacras ceremonias
e contiene impaciente nuestro brio.
Perdonad nuestra audacia, al tos señores ;
Mas por qué tarda tanto el sacrificio?
Un pueblo inmenso en torno de este templo
Le espera ansioso ya, de él sus destinos
Creyendo que dependen . La demora
Los ánimos perturba, i ma] sufrido

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LUIS VAR.GAS TEJADA. 175

al vez hai quien pronuncie amargas quejas


Invocando los jenios del abismo.
¡ Si vierais, oh señores, como llegan
En tropel las mujeres i los niños,
I trémulos ancianos, que maldicen
Su larga edad .. ! los llantos, los suspiros,
La palidez que reina en los semblantes,
Del profundo dolor los alaridos,
Quién podrá retratar? pronto remedio
A tanto mal humildes os pedimos.
La relijion consuele nuestras almas;
Despues a la batalla conducidnos,
I gustosos muriendo, besaremos
El campo de la gloria en sangre tinto.

SUGAMUXI.

Tranquilizad al pueblo; consumado


Será dentro de poco el sacrificio.
TUNDAMA.

I luego el de la vida a nuestra Patria


Iremos a ofrecer. ieles amigos, i

Estais pron tos?

SOLDADO.

J..Ia Patria, los hogares,


Nuestras tiernas esposas, nuestros hijos
Vamos a defender, ¿ será posible
Que a su clamor cerremos lo::s idos?
No, vencer o morir hemos jurado,
1 sabremos cumplir lo que ofrecimos!

LOS SOLDADOS.

Por la P.atria morir; será. nuestra ara


El campo de la gloria en sangre tinto!

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176 POESIAS DE

ACTO 11 1.

~ESCENAI.

TUNDAMA, CORIMA, TENAURA.

CORIMA.

1 podeis permitirlo, padre mio?


¿I dejareis manchar de sangre humana
Un al tar profanado, que a los Dioses
En vez de compasion pida venganza?

TU DAMA.

Sosi' gate, hija mia, i en silencio


De nuestra lei el cumplimiento aguarda;
El querer de los Dioses respetando.
La piedad femenil tu pecho engaña,
1 al mirar de la muerte el aparato
Ves con horror la ceremonia santa.

CORIMA.

Ceremonias impías! ¿ es pasible


Que los Dioses exijan .. ?

TUNDAMA.

Es la Patria
Quien este sacrificio doloroso,
Mas necesario a su salud reclanla.

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LUIS VARGAS TEJADA. 177

CORIMA .

La Patria os hace crueles! ¡ En tu nombre,


Patria infeliz, la humanidad se ultraja!
¡ Cómo sirve a los crímenes de velo
El amor sacrosanto de la Patria!

TUNDAMA.

Deten tu osado acento, i no nle obligues


De rubor a cubrirme. ¿ De Tundama
La hija se atreve a blasfemar los ritos
1 leyes que él sostiene con sus armas?
d.De este modo tu labio en los peligros
Aplacará los Dioses, in ensata ?
¿ De este modo las preces i clamores
De las vírjenes santas aCOlnpañas?
No, Corima, del cielo los decretos
Tu mente aprenda a venerar mas sabia.

COR! ~A.

Perdonad, padre alnado, bien conozco


Cuanta obediencia os debo. Toda mi alma
a eís encad nar en un momento
Con un solo mirar, o una palabra.
Sé tambien el respeto que de todos
La relijion exije; mas pensaba
Que siendo bondadosas las deidades
La crueldad i fiereza detestaban;
Que de un triste mortal los sufrimientos
SerIes jamas podria ofrenda grata,
1 que fuera insultar a su clemencia
El poner por su culto en fieras ansias
A una criatura suya, en quien gravaron
De su ser la sublime semejanza.
12

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178 POESlAS DE

Escuchadme, señor, sin irritaros,.


La piedad femenil tal vez me engaña;
Pero mi error,. si lo es, es inocente;
Creedme ...

TUNDAMA.

No escucho mas de una hija ingrata


Los impíos discursos, que de un padre
El angustiado corazon traspasan.

~ ESCENA 11. ~~

OROANDE, TUNDAMA, CORIMA, TENAURA,


MINISTROS.

TUNDAMA.

Todo está ya dispuesto? ¿ el sacrificio


Veremos consumado?

OROANDE .

Nada falta.
a suerte confirmó del bello jóven
La eleccion jenerosa, que llenaba
Poco ha de admiracion i de ternura
Nuestros pechos. De flores coronada
La víctima se acerca hácia este sitio
Donde debe inmolarse. i Con qué calma,
Con qué serenidad la muerte espera!
Un rayo celestial en sus miradas
El candor de su pecho patentiza,
1 el fuego sacrosanto que le inflama.

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t.trIs VARGAS T~I.ADA.. 179

TUNDAMA.

1 Sugamuxi?

OROANDE.

Huyendo de nosotros,
Impresa del dolor la fiera marca
~n la sublime frente, mustios ojos
Fija en la tierra, i suspirando calla.-
Cumplid vuestros deberes, oh Ministros,
Ornad el templo; preparad las aras!
Eterno Sol! sea esta la postrera
Vez que bañe tu altar la sangre humana!
Sea la última vez que tus enojos
Exijan una víctima tan cara!

~ESCENAm.~

~os PRECEDENTES, SUGAMUXI, SACERDOTES,


PUEBLO, SOLDADOS.

StJGAMUXI.

Escuchadme, Ministros, Sacerdotes,


Guerreros, Pueblo amado! i vos, Tundan"la,
En cuyo fuerte e indomable brazo
Solo libra la Patrja su esperanza!
Un deber horroroso i respef ahle
La relijion me impone; mas no basta
Mi valor a cumplirle, repugnante
Es a rni pecho. La razon reclama
Su imperio en vano, i un secreto instinto
~ eda a mi mano la obra sanguinaria.

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180 POE lAS DE

Si acaso entre vosotros, Sacerdotes,


Se encuentra un hombre de firmeza tanta
Que se atreva a clavar el duro filo
En un pecho inocente; de esta tiara
Ponga sobre su frente el peso enorme
Que mis sienes agobia ... Todos callan?
Nadie acepta este don? ¿ nadie esta insignia
De grandeza ambiciona?

SACERDOTES.

Recobradla;
Solo a vos corre ponde. De nosotros
Quién se tendrá por digno de llevarla?

SUGAMLJ I.

Yo tampoco lo soi, quédese el templo


Sin Pontífice Sumo. De las aras
La víctima se escape, i de los cielos
En libertad dejemos las u¿ za.
Suspéndan e los ritos ! Nuestras manos
El insensario suelten! Vengan afinas
1 todo sobresalto se termine
Muriendo con honor en la batana.
( Suena un trueno. )
Mas, qué es esto? los cielos se oscurecen!
Su lumbre oculta el So) ! Los Dio es hablan!

ACERDOTE 1 PUEBLO.

Santos cielos! piedad .. !

TUNDAMA.

El acrificio
Exije el Sol.

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LUIS VA:R.GAS TEIADA. 181

SUGAMUXI.

La resistencia es vana .
Venga la triste víctima! El cuchillo
Hiera su pecho, i la inflexible saña
Aplaque de los Dioses. ¡ Pueblo muisca,
Ven, ven a contemplar la prueba amarga
Que tu salud me pide! Ya se acerca
El mísero A talmin .

ESCENA IV.

LOS PRECEDENTES, ATALMIN CONDUCIDO POR


LOS MINISTROS.

CORIMA.

(Cayendo desmayada en brazos de Tenaura. )


Cielos! Tenaura !

TUNDAMA .

Qué es esto, santos Dioses!

ATALMIN.

Cruel momen to !

SUGAMUXI.

No basta, airado Sol? ¿ Nuevas desgracias


Es forzoso temer? ¿ sobre tu pueblo
Toda la copa del furor derramas?

OROANDE .

Atalmin, qué misterio .. ?

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18~ POESIAS D E

ATALMIN.

No preguntes
A un infeliz que el sacrificio aguarda .

TUNDAMA.

¿ Quién eres, miserable, que a mi hija


Tan prodijioso sentimiento causas?

ATALMIN.

Apartad esa jóven. No suspenda


Ese estupor la ceremonia santa.
Por piedad, Sugamuxi, ántes que vuelva
Ella a la vida el sacrificio acaba.

TUNDAMA.

Corima!
CORIMA.

Ya espiró! feroces monstruos,


A partaos de mí . . . su sangre baña
Ese altar detestable ... Sugamuxi
En su pecho inocente el filo clava ..
Hiere, tirano, el mio ... Horrible espectro!
Qué quieres? dí ... mi sangre .. ?

TUNDAMA.

Mi alma arranca
El insano dolor . . . Corima, escucha,
No ha muerto, no!
CORIMA.

Del cielo la Tenganza


Este templo destruya. Sus ministros

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LUIS VARG¿~ Tli:J'¿D.... 181

Mueran bajo su mole desplomada,


O abriéndose la tierra de repente
Los sepulte el abismo en sus entrañas.

TUNDAMA.

Acércate, Atalmin, vuélveme mi hija,


Con tus palabras su delirio calma.

ATALMI .

Yo! tigres infernales! yo! tiranos!


¿ Por qué vuestros furores no se sacian
De una vez en mi sangre? venga el golpe
1 a tan fiero tormento me sustraiga.
Yo pude someterme a vuestras leyes,
Víctima consagrarme voluntaria,
Entregarme gustoso al sacrificio,
Renunciar al amor i la esperanza;
Pero el nuevo martirio que mi pecho
n e te infausto instante despedaza
o puedo resistir. Mi alma vacila;
Me confunde el horror ... la luz me falta.
Corima .. ! yo fal1ezco .. .
(Cae desmayado en brazos de los ministros.)

SUGAMUXI.

Ai hijo mio!
Infeliz Atalmin!
TUNDAMA .

Hija adorada!
Aun tus ojos a la luz no se abren?
SUGAMUXI.

La muerte en él su palidez estampa.

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84 t'OESIAS DE

TUNDAMA.

Los cielos irritados nos persiguen.

AMBOS.

Oh Dioses! poned fin a pena tanta!


( Tenaura i las acerdotisas llevan a Corima por un lado, i los
ministros a Atalmin por el opuesto. )

ESCENAV. ~

SUGAMUXI, TUNDAMA.

UGA.MUXI.

( Deteniendo a Tundama que quiere seguir a Corima.)

A dónde vais? ¿ es esta la firmeza


Que poco hace sereno aconsejabais?
La Patria abandonais siguiendo a una hija ...

TUNDAMA.

o insulteis, Sugamuxi, a mi desgracia:


1 perdone ]a Patria en este instante
En que al nombre de padre todo calla
En mi atónito pecho. Yo creia
Que nada superior a mi constancia
Pudiera darse; a mi pesar conozco
Cuan tiernas son de un padre las entrañas.

SUGAMUXI.

¿ 1 quereis que las mias se despojen


De toda humanidad?

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L UIS VARGAS TEJADA. 185

TUNDAMA.

Es inhumana
A vece la piedad; oh Suhamuxi !
Solo de padre a cohonestar alcanza
El nombre un sentimiento que no sea
Puro amor de la Patria. No se abata
A imbécil compasion vuestro carácter.
Cuando el cielo mandó que de las aras
El que fuese elevado al nlinisterio
A aquel nOlnbre tan tierno renunciara,
Fué porque pueda ejecutar sereno
Las terribles funciones que le encarga.
No desmintais, señor, la fortaleza
Debida al sacerdocio que os ensalza;
1 dejad los suspiros i sollozos
Al resto de los hombres que avasallan
El terreno sentir. .

• UGAMUXT.

¿ 1 qué debel os
Hacer en este trance?

TUNDAMA.

¡ Estraña i rara
Desventura! conoce las pasiones
El moxa designado: mi hija le ama?
¿ Cómo, cielos, su amor pudo ocultarse
De un padre a la continua vijilancia,
1 prepararnos el funesto golpe
Que los santos misterios embaraza?
1 en tan to el español . . .

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186 POESIAS DE

~ ESCENA VI. ~-

OROA DE, DICHOS .

OROANDE.

V uelve a la vida .
Atalmin, recobrando aquella calma
Que al mirarse cercano al sacrificio
En su bello semblante resaltara.
Su amor nos ha contado. En ese templo
Que cerca de la Corte de Tundama
Alza al cielo su cúpula vistosa,
Pasó su juventud, i la onfianza
Ganando del ministro ue preside,
Logró que con frecuencia le dejara
A los bosques salir, donde a vuestra hija
Vió, señor, i se amaron ... mas no tardan
Los fieros españoles. La. i pacie ncia
Del pueblo se redobla.
( Voces d e ntro. )
Alarma! Alarma!

TUNDAMA.

Ha llegado el momento, Sugamuxi,


De elejir un partido. La batalla
Es forzoso perder, si los soldados
Con ritos relijiosos no se inflaman,
Si el favor de los Dioses no se obtiene,
Si el murmurar del pueblo no se acalla ;
Respondedme, se cumple el sacrificio?

SUGAMUXI.

Cielos, será posible!

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LUIS VARGAS TEJADA. 187

TUNDAMA.

De la España
Salgo, pues, a encontrar los fieros hijos
Casi inerme. Mis súbditos desmayan;
Se burlan sus deseos relijiosos,
Los Dioses abandonan nuestra causa,
Voi, pues, a perecer, oh Sugamuxi!
Pues vos me abandonais; la Patria esclava
Os reproche su infame servidumbre,
De justa execracion el blanco os haga.
SUGAMUXI.

Deteneos, Tundama, conoced me


1 refrenad el labio que me ultraja,
Viendo que en este punto me preparo
A una ofrenda feroz . . . mas necesaria.
Venga, Oroande, la víctima.
TUNDAMA .

Ya es tarde,
El acero español nuestras gargantas
Toca ya; de este templo profanado
La gloria perecer entre las llamas
Miro; de Sugamuxi el compasivo
Corazon, tantos males satisfagan.
SUGAMUXI.

Tundama crue1, tan duras invectivas


No alcanzo a soportar.
TUNDAMA.

La muerte alcanza
Apénas a cubrir nuestras afrentas;
Yo la voi a buscar; con ella acaba
De senarse mi glori a i vuestro oprobio.

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POESI S DE

ESCENA VII.

LOS PRECEDE TES, CORIMA, TENAURA.

CORIMA.

Dónde corre1s, oh padre! mis palabras


Dignaos escuchar. No disimulo;
Nada ocultar pretendo, fuera var..a
Toda escusa al presente; sí, yo adoro,
Yo idolatro a Atalmin. Sin espe~nza
No es posí ble vi vir: en sacrificio
Si su sangre infeliz pide la Patria J

Amor la mia exije. Todo estorbo


A vuestras ceremonias inhumanas
V oi a quitar. Mirad el instrumento.
( Saca un puñal de oro i va a herirse; Sugamuxi i Tundama
se lo impiden i la de ·arman. )

UGAMUXJ.

Corima! oh Dios!

TUNDAMA.

Detente, temeraria!
Tu vida de tu padre es el tormento;
Tu muerte me horroriza, i toda mi alma
Su imájen empozoña. Mi existencia
Déjame terminar, queda tu rabia
Despues en libertad . . .

CORIMA.

Padre inhumano!
Que la vida i la muerte a un tiempo arranca

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LUIS VARGAS TEJADA. 189

A Corima infeliz! Dejadme al ménos


A Atalmin preceder. Las fieras ansias
Mi vida acabarán, si ese instrumento
Vuestra cruel compasion me le arrebata.
Ah! cuánto mas feliz, si un golpe solo
Tan acerbos martirios terminara!

ESCENA VIII. ~

LOS PRECEDENTES 1 UN SOLDADO.

SOLDADO.

Qué haceis, señor? Las huestes enemigas


Rapidamente hácia este sitio avanzan.
El pueblo todo os pide, nuestras tropas
Vuestra presencia sin cesar reclaman.

TU DAMA.

ué debo hacer? mi corazon se parte ..


Vive, Ol'ima, un padre te lo manda;
El va a morir, i su último precepto,
Bañado en llanto, a tu obediencia encarga.
Ven a mis brazos. prenda de mi vida,
Por la postrera vez. La tumba helada
Un día reunirá nuestras cenizas;
Vive entretanto, i mis despojos baña
Con un llanto piadoso, que a mí sombra
Será de tu cariño ofrenda grata.

CORIMA.

Así me abandonais? Cuando perdona


Vuestra bondad a una hija desgraciada,

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190 POESlAS DE

¿ Es para hacer mas duro i riguroso


A su pecho el destino que le guarda
El irritado cielo?

TUNDAMA.

En vano, en vano
Combaten tus acentos mi constancia.
Me es forzoso marchar; ]os españoles
Sentirán los efectos de la audacia
Que mi horrorosa situacion me infunde.
Mi vida ha de acabar: venderla cara
Al tirano es mejor: mis desventuras
En provecho se tornen de la Patria!

~ ESCENA IX. ~

SUGAMUXI, CORIMA, T:gNAURA, OROANDE.

SUGAM1JXI.

1 a mí, qué resta? A conquistar ]a gloria


En medio de Jas lides otros marchan,
1 yo entretanto imbécil me entretengo
Esperando los lazos i la infamia.
Dioses crueles, yo 08 vuelvo las insignias
Del cautiverio honroso. Esa tiara
No mas cubra mi frente. Otros arreos
Mas dignos Ja fortuna me depara.
¿ Ves, Oro ande, el trofeo que de Tunja
El Rei ganó del Zipa en la batalla
De Chocontá, i al templo consagrado
Por memoria inmortal aquí se guarda?
El nos brinda mejores instrumentos.
Mira con que placer la enorme lanza

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LUIS VARGAS TIi:.1ADA. 191

Del valiente Arotan mi brazo empuña;


Venga el arco sonante; la ancha aljaba,
Que el rejio N emequen llevaba un dia,
Adorne de un Pontífice la espalda;
No Pontífice ya, sino guerrero.
Me sigues, Oro ande ?

OROANDE.

Mi alma inflama
Vuestra resolucion; vamos, el triunfo
Sin duda a nuestras armas se prepara.

SUGAMUXl.
Vamos, el triunfo o muerte nos espera.
Otro pecho mas débil de las aras
Muera abrazando el mármol impotente;
En inútiles ritos su confianza
Coloque, sordos Dioses invocando.
Dejemos, Oroande, esas fantasmas,
Sean ya nuestras únicas deidades
Las armas; nuestro templo, la campaña.

~ESCENAX.~

CORIMA, TENAURA.

CORIMA.

Todos nos dejan. El silencio solo


Domina pavoroso en estas anchas
Bóvedas. Un temor desconocido,
Un invencible horror mi pecho asaltan.
o sé bien donde estoi, qué me ha pasado.

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102 rOE lAS DE

Confusamente mi memoria arrastra


Una larga cadena de recuerdos
Que de una sensacion triste i amarga
Mi pecho llena. i Cuántas desventuras
En este dia infausto preparaba
A Corima la suerte! llija i amante,
El padre i el amante me arrebata
El hado en un momento: hasta la muerte
De su fatal descanso me es avara,
Prodigando tan solo sus horrores .
Al rededor de mí. ¿ Oyes, Tenaura,
Los gritos resonar de la pelea
1 el estrépito horrendo de las armas?
TENAURA.

Sí, i un tropel confuso de soldados


Hácia este templo siento que se avanza:
Qué será de nosotras, santos cielos?
CORIMA.

Mi alma tranquila su destino aguarda;


P ro tiemblo por tí mi dulce amiga.
Deja ya a una infeliz; tu vida salva.
TE.!. AURA.

Yo dejaros, señora, en el peligro!


Si un alma fiel al infortunio agrada,
Permitidme que os siga en este trance ...

~ ESCENA XI. ~

DICHAS 1 UN SOLDADO.
COIU.l.\1A.

El éxito cuál es de la batalla?


Mi padre dónde está?

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LUIlS VARGA~ TEJADA. 193

'OLDADC.

Los españoles
Inundan ya. señora, la comarca,
Tundama solo su ímpetu resiste,
Sus tropas le abandonan, la venganza
TenlÍendo de los cielos. Sugamuxi
Con frívolos pretestos nos engaña,
1 omitiendo el ansiado sacrificio
Nos abandona inermes a la saña
De un fero7. enemigo; nuestro aliento,
Privado del favor del Sol, desmaya.
A Sugamuxi busco, de una inmensa
Muchedumbre enviado, i sus amargas
Quejas debo e'levar a sus oidos;
Mas no puedo encontrarle . Ahora acaban
De dejar este templo dos guerreros
Que sin oír milS voces rei teradas,
Sus erguidos penachos sacudiendo
Con rápida carrera al campo marchan. -
Sugamuxi! Pontífice Supremo!
¿ Dónde te ocultas cuando el pueblo clama
Por tu presencia? - El templo solitario,
Do el fuego sacro lánguido e apaga.
Horror infunde, i a la jente muisca
Los Dioses irritados desamparan.

CORIMA.

No desamparan. no; vuelve a las tropas;


Reanima su valor i la esperanza;
Promete el sacrificio a sus anhelos;
Verán a Sugamuxi, i de la humana
Sangre la ofrenda aplacará a los cielos.
M as torna con ardor a la campaña,
l\Iii padre defended.
13

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194 .POESU.S D:5:

SOLDADO.

Yo os lo prometo.
N uevo valor me inspiran las palabras
Que el mismo Solos dicta; adios, señora. ;
Vuestro acento no engaña mi confianza!

~ESCENA XII.~

CORIMA 1 TENAURA.
TENAURA.

Qué habeis dicho, señora?


CORThlA .

Un gran designio,
El amor de mi padre i de la Patria
Me sujiere. Atalmin! - A mis intentos
Su ten'i ble presencia es necesaria;
No, no importa que vuelva su semb1ante
De mi pecho a irri tar las hondas llagas.
Atalmin! Atalmin !

~ ESCENA XIII. ~

ATALMIN, CORIMA, TENAURA .

ATALMIN.

Qué es esto, cielos!


Deliro? dónde estoi? tu voz me llama?
Corima, a un infeliz de aquel letargo
Donde le sumerjió su suerte infausta

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LUIS VARGAS TEJADA. 196

o desperteis. Las sombras del abismo


Por do quiera me cercan, esas aras '
M i sangre ha de bañar.

CORIMA,

Cuando a despecho
De esa suerte fatal Corima te ama,
1 si enmudece su temblante labio
Te transmite su ardor en sus miradas,
¿ Cruel la martiriza'), i el instante
De sus dulces consuelos acibaras ?
ATALMIN.

Consuelos! i es posible .. ?
CORIMA.

SÍ., consuelos
Que el cruel rigor de mi infortunio calman.---'
Escúchame un instante, i los transportes
De irritadas pasiones avasalla.
No te hablaré del desgraciado afecto
Que improbaron lo Dioses. No se trata
De llorar i jemir ; mas noble empresa
Hoi ROS debe ocupar - salvar la Patria.
Una ofrenda horrorosa, un sacrificio
Los estúpidos pueblos aguardaban;
Sin él, supersticiosos e ignorantes
Creyendo el cielo airado, se acobardan
1 abandonan la lid. Los españoles
Hállan a su furor la senda franca,
1 la Patria perece; no es posible
Que los muiscas se animen i combatan
Si con la ceremonia apetecida
Sus pechos no se encienden i entusiasman.
Tan grande es el poder del fanatismo!

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196 POE5JA.S DE

Sugamuxi abandona la fiara.


Ora mismo, i vestido de guerrero
Corre a buscar la muerte en la batalla:
Toma al punto sus sacras vestiduras,
1 a favor de la grande semejanza
Que es notable en los dos, al insensato
Pueblo, por su salud, piadoso engaña.
Con un velo tu rostro .. .

ATALMIN.

¡ En inocente
Sangre podré bañarme! ¿ i dónde se halla.
La víctima ... ?

CORIMA .

Obedéceme en silencio.
Cuando una bella accion la Patria encarga
Por mi voz a Atalmin, no es permitida
La decision que su espl ndor empaña.
Mira solo a la Patria, contemplando
Que tu ciega obediencia ha de salvarla.
Ve, cumple su precepto.

ATALMIN.
(Dejando su xnanto i guirnalda de moxa, i tomando 108 vestidos que deJb'
Sugamuxi. )

Alma sublime!
Ya que de amarte la fortuna infausta
Me priva, tus mandatos adorando
El horror templaré de mi desgracia .

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LUIS VARGA TEJADA. 197

~E SCENAXIV.~

TENAURA 1 CORIMA.

TENAURA.

Corima! vuestro rostro resplandece


Con brillo de placer: yo tiemblo; en tanta
Desolacion, oh Dios! esa aparente
Serenidad anuncia la borrasca.

CORIMA.

o, Tenaura, no estrañes si de un puro


Contento la espresion mi rostro baña.
Yo me hallaba en el fondo de un abismo
Sin padre, sin mi bien, sin e peranza;
El amor de la Patria en un momento
Disipa el estupor que me aletarga;
Voi a servirla; esta feliz idea
Me vuelve cuanto el hado me quitara.
No importa que mi sangre se derrame;
Cuán dulce es inmolarse por la Patria!

A eT o IV.

ES E l.

A TALMIN con las vestiduras sacerdotales i cubierto con un velo.


SACER DOTES, PUEBLO.

ATALMIN.

No sin designio el Sol de la batalla


El éxito suspende. Estos momentos

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198 POESIAS DE

Deja a su pueblo amado porque aplaque


Su indignacion con fervorosos ruegos.
Una víctima humana, pues la exije,
Es forzoso inmolar, i yo me apresto
A cumplir un deber que tan terrible
Sin duda es para mí; sabrá mi pecho
Del amor de la Patria guarnecido
Armarse de constancia. En este ejemplo
Aprendereis, oh Muiscas ! como deben
Por la Patria vencerse los afectos ! -
Ministros, que la víctima se acerque
A este santo lugar! (Yo me estremezco:
¡ Si Corima a 10 ménos con su vista
Diese vigor a mis temblantes miembros!)

~ ESCENA 11. ~

Loe PRECEDENTES, CORlMA con el vestido de Atalmin i un Yelo en ti


ros tro, conduci da por los sacerdotes .

S ACE RDOTE.

He aquí, señor, el Moxa coronado


De la sacra guirnalda; el puro fuego
Arde sobre el altar; de los perfumes
Nube grata elevándose hácia el cielo
Llevará por ofrenda a las deidades
Del Moxa el alma, i el clamor del pueblo,
ATALMIN.

(Ai de mí!) Sacerdotes, el solemne


Cántico no entoneis; por un momento
Dejadme con el Moxa. (En ese traje
Que Corima se oculta, yo sospecho. )
Corima ! ingrata Córima !

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LuIS VARGAS TEJADA . 199

CORIMA.
(Alzando el velo. )
Insensato!
¿ Por qué de mis acciones el misterio
Quisiste escudriñar? ¿ Por qué a tí mismo
Dolor no te escusaste tan acerbo?
Quise, descon€>clda, de la Patria
En el ara inmolarme ; el ministerio
Horroroso a tus manos encargando,
Procuré de tu amor el justo premio
Concederte, pues siendo tan amargo
El sacrificio, el mérito es inmenso;
1 era justo partiese con mi amante
Del amor de la Patria el caro esfuerzo.
Pero tú mi constancia debilitas
Con este triste adios, adios postrero
Que no tiempla el rigor de nuestra suerte,
1 roba al gran designio los momentos.
ATALMI~.

Ah Corima! ¿ hasta dónde Jos abusos


Quieres llevar de tu poder funesto?
¿ Un sacrificio injusto me prescribes,
1 quieres que mi mano abra tu seno
Sin que siquiera el COl'azon conozca
De cuanto crÍmen es el brazo reo?
Tanta ferocidad es escusable?
¿ El amor de la Patria a tal estremo
Nos puede conducir? no, no es posible
Que la Patria, los dioses, el imperio
Del amor me conduzcan
CORIMA.

Ah ! recobra,
Estraviado Atalmin, aquel sendero
De honor i de virtud que solo puede

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00 • POE81A. DF.

A tus pasos robar el entimiento .


Necio amor! pjedad vana! cortos dias
Avaras las deidades ooncedieron
A una existencia . . . a una existencia dije ~
A un morir prolongado, que tormentos
Sin número aoibaran. Los placeres,
Los goces del amor son vanos sueños .
¿ Qué podrá detenernos en la senda
Del honor i la gloria? Verdaderos
Bienes cuando se cifran en ]a dicha
Que a nuestros semejantes procuremos;
Esta dicha consiste en ]a victoria
Cuando amenaza un vencedor soberbio.
Que derrama en el pueblo conquistada
Desolacion, venganza i cauti verio.
Del entusiasmo la victoria es hija,
1 el entusiasmo conseguir debemos,
Yo, vertiendo nli sangre, tú prestando
Tu mano fiel n i jeneroso intento.
Llama, pues, al instante los ministro!,
1 a dominar aprende tus afectos .

ATA LMIN

De una tigre la leche no ha servido


A mis primeros años de alimento,
Ni vertiendo su bárbara ponzoña
Las serpientes anidan en mi seno.
Busca, bu ca un mortal que sanguinoso
Pueda servir a tu crüel deseo,
Allá do el fiero Pan che las entraña
De hombres vivos arranca, i con el fuego
Un manjar detestable preparando
Al mundo afrenta i horroriza al cj~loJ
l no pretendas . '. .

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. :2

CORIMA.

Resistencia inútil:
Sabe que un eficaz i cruel veneno
Traigo conmigo. Si cumplir no quieres
De la Patria e pirante los decretos,
J..Jo tomo al punto. A los insultos crueles
Del soldado español no me reservo;
Espiro sin provecho de la Patria,
Espiro entre dolores i tormentos
Que abrasa mis entrañas, ai! i espiro
De Atalmin las piedades maldiciendo . !

ATALMIN.

Basta, mujer crüel, ya conseguiste


En mi inocente mano el instrumento
Poner de tus designios lamentable;
Ella sabrá clavarle en ese pecho,
Mas tornándole al punto contra el mio
Dará castigo al homicidio horrendo.
Bañará confundida nuestra sangre
Los altares; a un tiempo moriremos.

CORtMA.

Inútil sacrificio; de ese modo


De ]a ilusion se pierden los efectos;
El pueblo conociendo la impostura
Sentirá redoblar su desaliento.
O juras someterte a mis designios,
O arrojo a mis entrañas el veneno.

ATALMIN.

Horrorosa eleccio11 .. ! Sí : yo lo juro,


Mi mano contendré; mas si el e~ceso

BANCO !J ~ L . ~ REPUBLlCA
BI8UOTECA LUIS ; ANGEL ARANGO
CATALOGACION
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202 POESIAS DE

Resiste del dolor, mi pecho inerme


Sabrá encontrar un español acero,
Cuanto mas penetrante, mas benigno.
Tendrá fin mi penar. - Ministros! pueblo!
Venid, llega el instante. El sacrificio
Con los signos de muerte comencemos.

ESCENA lIT. ~

A 1.'ALMIN, CORIMA, MINISTROS., PUEBLO, SOLDADOS.


Atalmin i Corima cubiertos con los velos. Miéntras se canta el himno
se arrodilla Corima al pité del altar, i los Ministros presentan
a Atalmin en una bandeja de oro un cuchillo.

CORO.

Dios airado que llenas el mundo


De estupor, de amargura i espanto,
Calma el Hanto i el duelo profundo
De este pueblo, otro tiempo tu amor I
1
¿ Por qué, oh Dios, el abismo rujiente
Que en el cóncavo seno se encierra
De la tierra, al hispano inclemente
Abortó con insano furor?
2
A il ¿ por qué desprendidas las rocas
Antes bien nuestra afrenta no ocultan ;
O sepultan las hórridas bocas
Del infierno ese monstruo de horror?
CORO.

Dios airado que llenas el mundo


De estupor, de amargura i espanto,
Calma el llanto i el duelo profundo
De este pueblo, otro tiempo tu amor!

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T~ UIB VARGAS TE.1ADA . 203

Es en va'n o que el pueblo prodigue


Sus ofrendas con llanto en los ojos,
Tus enojos templar no consigue,
1 se dobla su espanto i terror.
2

Pero hablaste, Deidad de venganzas,


1 un mortal inmolado a tu gloria
La victoria dará a nuestras lanzas
Atrayendo tu excelso favor!
CORO .

Dios airado que llenas el mundo


De estupor, de amargura i espanto,
Calma el llanto i el duelo profundo
De este pueblo, otro tiempo tu amor
1

Esta víctima aplaque tu encono,


1 desarme tu diestra tremenda;
Esta ofrenda llegando a tu trono
De tu pueblo disipe el dolor!
2

Dios propicio recibe el aliento


Que espirando la víctima exhala;
Nada iguala a su tierno lamento
Cuando implora tu sacro favor!
CORO.

Dios airado que llenas el mundo


De estupor, de amargura ¡espanto,
Calma el llanto i el duelo profundo
De este pueblo otro tiempo tu amor

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}>OESJA D

~ ESCENA IV. ~

LOS PRECEDENTES, SUGAMUXI, TUNDAMA.


Los dos últimos entran por el atrio sin ver la : ceremonia.

TUNDAMA,

¿ Veis, Sugamuxi, veis los enemigos


Triunfar por donde quiera? El brazo vuestro
Esas armas profanas manejando,
Negándose al sagrado ministerio,
Aumentar no logró la fuerza humana.
l nos supo privar de la del cielo.
La tormenta el combate ha suspendido,
O mas bien nuestra ruina. Aprovechemos
Estos cortos instantes, a los Dioses
Procurando aplacar ... Pero qué es esto?
Un Pontífice! un moxa! el fatal golpe
Ya se va a descargar , . !

UGAMU '1.

(Arrojá.ndose sobre Atalmin i quitá.ndole el cuchillo. )


Ah ! deteneos!

CORIMA.

Suerte infausta! mi Padre!

SUGAM XI.

¿ Ese aparato.
Ese adorno falaz ... ? Quitad los velos
Qua cubren esos rostros .. !

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LUIS VAltGAS TEJADA. 205

UN SACERDOTE.

¡ Con qué audacia,


Soldado? .. - Sugamuxi! en un guerrero
Trasformado el Pontífice .. !

ATALMIN.

( Descubriéndose. )
Se acabe
La ilusÍon ...

SUGAMUXI.

¡ En Pontífice supre~o
Disfrazado Atalmin !

SACERDOTE.

Ese delito
Pide venganza

TUNDAMA.

Sí, no en vano el cielo


Esa culpable sangre demandaba
Antes que profanase con inciensos
Sacrílegos las aras.

ATALMIN.

No me insultes,
Feroz Cacique, de] osado intento
Ahí tienes el autor ... tu mano misma.
Del finjido Atalmin levante el velo.
Cuando hayas contemplado ese semblante
Podrá~ a tu furor soltar el freno.

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206 POE lAS DE

TUNDAMA.

( A1zando el velo que cubre a C orima . )

Qué dices .. ? Mi hija! oh Dios! si mi constancia:


Te empeñas en rendir con golpes nuevos
¿ Hasta dónde podrás, suerte inhumana,
Prolongar mis amargos sufrimientos?
Habla Corima,. al punto me descubre
Estos tristes i bárbaros secretos;
¿ Quién colocó en tu frente esa guirnalda?
¿ Quién tu rostro cubrió con el funesto
Velo que los ministros engañando .. ?

CORIMA.

El amor a la Patria .. . sí, i el vuestro;


Es fuerza confesarlo: un sacrificio
Finjí, para inflamar el pueblo necio
Que en los ritos coloca la esperanza
Que debiera fincar en su denuedo.
Mi corazon los actos abomina
De la supersticion; mas cuando un medio
Indispensable son para que salve
Sus escombros la Patria, ¿ no debemos
Nuestros mismos principios, nuestras luces
Sacrificar a la salud del pueblo?

TUND AMA .

No sé que admire mas, si los errores


A que te lleva tu delirio ciego,
O ese amor tan heroico de la Patria
Que te inspira magnánimos esfuerzos.
Sí, yo no puedo ménos que admirarte,
Miéntras que tus doctrinas aborrezco.
Pontífice! olvidemos 1 delirio

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LUIS VARGAS TEJADA. 201

De su mente, i sigamos los ejemplos


De su valor ... ¿ Podremos sin cubri rno:l
De vergüenza ceder al débil pecho
De una jóven, la palma i la victoria
Del patrio amor en el sublime empeño?
¿ Podrán dictar esfuerzos mas insignes
Sus erradas ideas i conceptos
A Corima que al alto Sugamuxi
La reJijion, la gloria, i el supremo
Carácter? No, rompamos la demora,
El altar está pronto; el sacro fuego
Brillando a nuestra vista, i elevando
Sus olas centelJantes hácia el cielo
Parece que impacientes nuestros votos
Ansia por elevar al Señor Eterno.

ATALMIN .

Cacique, esas palabras cual rocío


Suave aliviando mi angustiado pecho
Me vuelven la esperanza ¿ Quién vacila
Entre morir, o el adorado objeto
Sanguinario inmolar? oh Sugamuxi !
Vuestras sacras insignias os devuelvo;
El cuchillo tomad: vamos al punto
Al altar. Mi s destinos se cumplieron;
Corima, adios !
COR!J.\fA .

Ingrato, ¿ así me robas


El honor de morir por este pueblo . . !
Por este pueblo estólido que ignora
De su misma salud el caro precio?
Mas pronto he de seguh·te; tu semblante,
Este aparato, el horroroso aspecto
De tu muerte me agravan: la constancia
Para morir, en este sitio pierdo.

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20 rOE:::>l.A DE

ESCEl A V.

LOS PRECEDE_ TES, ME OS CORIMA.

TUNDAMA.

Nada resuelves? La tormenta cesa


1 ya brillando el español acero
Nuestros pechos inermes amenaza;
Escucha de sus armas el e. truendo;
Ten piedad de tí mismo. ¿ Quién podria
Vacilar en tal trance ni un momento,
Si por s ah- ar la víctima perecen
Víctima, Sacerdotes, Patria i templo?

SUGAMUXT.

Yo estoi fuera de mí ... Qué es esto? Dioses!


¿En mi mano temblante quien ha puesto
Este instrumento horrible?
ATALMIN.
(Arrodillándose i descubriéndo e el pecho.)

:gl Sol piadoso,


La Patria, sí, la Patria. que en mi seno
Clavarle os manda al punto, ¿ i osarais
Haceros sordo a su imperioso acento?

SlJGAMUXI.

No puedo resistir. - Airados Dioses,


La palpitante víctima os ofrezco!
Un 5010 golpe ... un solo ... Aparta, aparta
Esos velos infaustos ... Mas, qué veo .. !
Esa piedra, A talmin, esa esmeralda

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LUIS VARGAS TEIADA.

Que en la imájen del Sol artista diestro


Engastó, ¿dónde, oh Dios! dónde la hubiste?
Teleuta! qué semblante! qué recuerdos!

ATALMIN.

El nombre de mi madl'e ha pronunci~do


Vuestro labio. Ella misma de mi cuello,
Poco ántes de morir esta presea
Suspendió; de sus duros sufrimi~ntos
De su suerte infeliz pequeña parte,
A mi vista infantina descubriendo.
Ah! "de un esposo ingrato abandonada,
Huérfano i solitario al fin te dejo, "
Me dice, "de tu madre el triste nombre
No pronuncies jamas, ni de indiscretos
Ojos mirar permitas esta prenda;
Guarda siempre mi don i mi secreto!
SUGAMUXI.
( Abrazándole)
Tú eres mi hijo, Atalmin!

ATALMIN.

Ai! es posible?

SUGAMlJXI.

Mi hijo, sí ... Mas, oh Dios! en qué momento


Tan infau to te estrecha entre sus brazos
Tu padre inconsolable!

TUNDAMA.

Sol excelso!
De este modo tus leyes se profanan!
De este modo se burlan tus preceptos!
14

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~lO POKSIAS DE

Cuando el crÍmen usurpa los altares,


Qué podreis esperar, vendidos pueblos ?
El oríjen mirad de vuestra ruina;
Un Pontífice inmundo con inciensos
Sacrílegos, los Dioses irritando
Atrajo los castigos mas horrendos.

SUGAMUXI.

Es verdad, es verdad! soi delincuente,


1 de mi crÍmen el enorme peso
En este horrible instante me confunde.
Pueblo infeliz, una espiacion te debo.
Que mi sangre remplace la de mi hijo;
Solo yo soi culpable. Pueda el Cielo,
Olvidando mi afrenta i mi delito
Darte tiempos dichosos i serenos.
[ Le da el cuchillo a Oroande. ]
Vive, Atalmin, adios .. ! Ven, Oroande;
Tú que nunca el sagrado ministerio
Profanaste, tu mano la venganza
Del Cielo ha de ejeraur ...
OROANDE .

N o, ¿ del funes to
Oráculo olvidaste la sentencia
Que no hace mucho . .. ?

SUGAMUXI.

Oráculo tremendo!
Al rrecodar tus lúgubres palabras
Todo el horror de mi infortunio veo.

TUNDAMA.

Descúbre]o, Oroande, de la Patria


Contiene la salud ese secreto.

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LUJe VARGA TEJADA . 211

OROANDE.

Perdonad, Sugamuxi, infeliz padre,


Si vuestro arcano a revelar me atrevo ...
No es posible callar cuando se llega
A tal estremidad. Así os dijeron
Los acentos de un Dios en el santuario,
Mezclados con relámpagos siniestros:
"Tu sangre inmolarás, i destruido
Será de las tinieblas el imperio! "

ATALMIN.

1 con estas palabras de mis dias


El forzoso holocausto os prescribieron.
No lo dudeis, oh padre! con mi sangre
Se acaba de borrar vuestro himeneo,
1 aplacareis quitándome la vida
Los Dioses que irritó mi nacimiento.

TUNDAMA.

El imperio fatal de las ti nieblas


Es el del Español. Un crÍmen nuevo
Nuevo castigo atrajo; para e piarle
Es fuerza un holocausto sin ejemplo.
Los Dioses su poder a los mortales
En mostrar se complacen con preceptos
Formidables. Así nuestros mayores
Sobre vivos esclavos los cimientos
De este templo fundaron; i nosotros
Con igual obediencia hora debemos,
Rendidos a su altas voluntades,
Sin vacilar un punto someternos.
Ea, pues, Sugamuxi! si a la Patria
Haciéndola infeliz diste un dereche>

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212 POESIAS DE

Sobre tí ilimitado, en resistencia


Inútil no consumas los momentos;
Rescátate a tí mismo, el Sacerdocio,
La libertad i la salud del pueblo,
Con la sangre de tu hijo.

SUGAMUXT.

Ai ! infelice
El que rompió de la virtud el freno!
Mortales, contemplad mis agonías
1 tened en mis penas escarmiento.
Cielos! Qué debo hacer .. ? cómo es posible .. ~
Las lóbregas tinieblas del infierno
Envuelven este templo. " . El Sol se esconde .. ...
1 mi hijo he de inmolar? Hablnd, espectros •.•
El templo al"diendo en llamas ... los furores
Del Español estragos esparciendo ...
Esta escena espantable me trastorna .. "
Ah ! sosten me, Oro ande, yo fallezco ...

TUNDAMA.

Socorredle, ministros! Suerte infausta!


Si estos instantes rápidos perdemos
Perece el pueblo muisca ; el esterminio
De mi triste nacion devora el resto.

OROANDE.

Sugamuxi!
ATALMIN.

A la vida vuelve, oh padre!


Ten compasion de un desolado pueblo,
De una Patria espiran te. (De la muerte
Hasta ahora la huella en mi alma siento. )

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LUIS VARGAS TEJADA. 213

SUGAMUXI
( Volviendo. )

De la Patria espiran te .. ? Quién la inmola .. ?

TUNDAMA.

Vos mismo.
SUGAMUXI.

Yo ? ¿ i el abrumante peso
Sufro de tanto crÍmen ? ¿De la Patria
Yo el destructor? Desplómense los ciE'los
Mas bien sobre mi frente. El holocausto
De mi v ida era poco ... Un gol pe horrendo
Con un crímen uorranr.lo el otl·o crÍmen
Asombre i estremezca el universo!
(Hiere a Atlllmin )

TUNDAMA.

Triunfaste Patria!

ATALMIN.

Ai Padre! si un abrazo
Vuestro siquiera ... (M ero)

SUGAMUXI.

Ah bárbaro! qué has hecho?


Tu hijo nadando en sangre! mano impía,
No sabrás castigarme .. ?
(Va a herirse; Oroande le desarma.)

TUNDAMA.

Con tenedlo.

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214 POESIAS DE

SUGAMUXI.

Respiro? Dónde estoi ? me huye la muerte?


Pero qué! ¿ no son, ai! sus negros 'Velos
Los que cubren mi vista? ¿ No es Teleuta
Ese tr' mulo i lívido esqueleto,
Que saliendo del seno de una tumba
Me llama? Aguarda, aguarda ... ¿el hijo tierno
Prenda de nuestro amor, a esas tinieblas
A esa mansion sombría llevaremos?
No huyas, Teleuta, no! duerme en la cuna
El llillo ... duerme ... sí ... yo le despiel·to
1 sigo tus pisadas ... hijo mio ...
Atalmin ... Atalmin ... sacude el sueño,
Abre los ojos ... ya tu madre espera . . .
Ven ... sigámosla ... ven ... cadáver yerto .. !
Triste ilusion ... Un resto inanimado
En lugar de Atalmin tan solo encuentro.
(Cae.)

TUNDAMA.

Retiradle, ministros, de este sitio ; -


a vist de tan lúgubres objetos
En su alma paternal vierte a torrentes
Pábulo triste a su dolor acerbo.
Apesar de mi pecho endurecido
Al mirar su delirio me enternezco.
Mísera humanidad .. ! mas no se pierda
El fruto de tan Ínclitos esfuerzos ...
Miéntras los sacerdotes perfeccionan
La ceremonia, i el sagrado fuego
La víctima consume, a la batalla
Vol vamos, valerosos compañeros !
Los Dioses que ha aplacado el sacrificio
Nos darán con su auxilio nuevo aliento,
Re piral'á la Patria libertada

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LUIS VARGAS TEJADA . 215

Del duro i vergonzoso cautiverio,


1 los tristes recuerdos de e8te dia
En española sangre anegaremos.

A eT o V.

~ ESCENAI.

SUGAMUXI, OROANDE.
OROAN-DE.

Dónde vais? dónde vais? vuestro delirio


A estos sitios funestos os arroja;
¿ De qué sirve que vende vuestras lJagas
Mi amistad compasiva i oficiosa?
SUGAMUXI .

Déjame amigo, deja que a embriagarme


Venga de mi dolor con las ponzoñas,
Hasta que mis entrañas anegando
Mi corazon cual vÍvoras corroan.
Nada, Oroande, me ocultes ¿ esa llama
Los miserables restos no devora
De Atalmin ?
OROANDE .

Ah, señor!
SUGAMUXI.

¿ 1 en ese sitio
Donde las mansas víctimas se inmolan

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2 6 POESIAS D

No dió el postrer aliento? mira, mira


Ese suelo manchado con las gotas
De su sangre, mi mano, mis vestidos
De ella están salpicados ... ni las olas
De un rio caudaloso son bastantes
Para borrar estas señales rojas
Que mi vi ta atormentan ... de mi llanto
Sol; un l' urJal ... Mns bárbara c ngoja
Mi pecho oprime ... ¿De Atalmin el nombre
No escuchas repetir con voces rOllcas,
A esos espectros pálidos que enrnedio
De lo::! abiertos túmulos asoman?
Mira como en horribles ademanes
Su. enroscadas vÍvoras tremolan ...
Cesad de pronunciar tan tri te nombre;
Retiraos de aquí, futalcs somhras ;
Voh-ed con vue ·tras sierpes infernales
A las hondas tinieblas que os abortan.
Qué querci mi hijo? yo .. ! no le he inmolado .. .
Esta. manch s de sangre me traicionan;
1 la furia I venganza respirando,
Contra mí, cielos! con furor se agolpan.
( Cae desmayado a un bdo del altar. Oroande le socorre. )

~ESCENAII.

LOS PRECEDENTES, CORIMA 1 TEN AURA.


(Los dos últimos sin verlos.)

CORIMA.

Estás cierta, Tenaura ?


TENAURA.

Este suceso
Sin duda su!pendió la ceremonia
Bárbara, siendo su hijo ...

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1.. UlS VARGAS TIt.J ADA 217

CORIMA.

Sí, de un padre
No es posible que exija rigurosa
La cruel supersticion un sacdficio
Que envolviera en horror la tierra toda.
Ah! tal vez a Atalmin un Dios propicio
De este modo salvando con piadosa
Manu, para la dicha le reserva
Del corazon constante que le adora.
No en vano te condujo a arrebatarme
La muerte que elejí, la die tra pronta
De una deldad, i en mi ajitado seno
Supo verter la paz cunsoladora ...
lVlas, qué es esto? De Oroande en el regazo
La frente, como exámine, se apoya
De Sugamuxi ... Pávido silencio
Reina en torno, acere¡ uémonos.

OROANDE.

Señora.
De este funesto sitio retiraos.
De un infeliz las ansias dolorosas.
CORE\1A.

Qué dices, Oroande? Sugamuxi


¿ Por qué a triste letargo se abandona
Vuestra alma?
SUGAMUXI.

Quién In e )Jama?
CORIMA.

Cuando un hijo
Tierno i amable en Atalmin recobra
V uestro amor paternal.

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218 POESJAS DE

UGAMUXJ.

Ven a mi s brazos,
Hijo amado; sí, ven de mi alma ansiosa
A sosegar . . . .

CORIMA.

No soi, padre querido,


Atalmin, soi vuestra hija. Vuestra boca
Ya este nombre me dé grato a mi pecho .. .

SUGAMUXI.

Qué .. ! No eres Atalmin? funesta sombra,


No te acerques a mÍ. ...

CORIMA.

¿ Cómo es posible,
Señor, que vuestra vista desconozca
A Corima, la amante de vuestro hijo .. .
La que si vos quereis será su esposa?

OROANDE.

Por piedad, retiraos.

CORIMA.

No es posible.
¿ Qué funesto delirio así os transporta,
Sugamuxi ? Escuchadme, aun es tiempo ;
¿ A una muerte terrible e infructuosa
Para qué abandonarnos? Con presteza
Huyamos a los bosques; la española
Avaricia, las huellas solo sigue

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LUIS VARGAS TEJADA. 219

De la opulencia. En una humilde choza


De impenetrables selvas circundada
Seguros estaremos. Sin la pompa
De este templo i del solio de mi padre
Podemo ser felices. Bienhechora
Brinda naturaleza verdaderas
Riquezas. De la fuent bulliciosa
Las aguas, de los árboles los frutos,
ui'n nos puede quitar? Vamos, las horas
Pasadas de dolor, compensaremos
Con hora de placer; i tierna esposa
e vuestro hjjo...

SUGAMUXI.

Suspende esos acentos


Que la crueldad de mi tormento doblan.

CORIMA.

Cielos! por qué? ¿ la tiara, 1 sacerdocio


Sentis abandonar? ¡ Fatales honras
Que el vacío del alma nunca llenan!
Otra paz, otros goces, otra gloria
e os espera .. a ai! vuestras mejillas
Con mortal palidez se descoloran.
¿ Qué me quieren decir esas miradas
Con ojos de dolor i frente torva?
Mi padre dónde está? d ' nde mi amante?
ablad, Oroande, Sugamuxi, absorta
Me deja e e silencio, ¿ dónde, dónde
Está A talmin ?

SUGAMUXI.

Sobre ese altar ... Arroja


Una mirada a esa ceniza ¡nm' vil,

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POESIAS DE

1 díme si hai mortal cuya horrorosa


Situacion se compare con la ID a . 4

CORIMA.

Qué proferis! ¿ por qué con tan traidora


Herida ... ? Ai Dios! con que Atalmin no existe?
SUGAMUXI.

Sí, Corima, los númenes que adora


Nuestra credulidad, mi mano impía ....

COJ:UMA.

Vuestra mano? qué horror! ¿ las negras bocas


Del abismo no se abren i sepultan,
E:te borron del mundo? Infausta sombra
De mi amante infeliz! ven i al verdugo
Cruel de tus dias implacable :tgobia.
Sí, pálida i sangrienta tu delito,
Vengándose, reprenda a todas horas
1 sin cesar, las teas infernales
En ese infame corazon esconda.

SUGAMUXl.

Déjame, cruel! ¿ Las furias del abismo


Para qué contra mí tu acento invoca
Cuando todas ha.bitan en mi pecho
1 con fieros tormentos le destrozan?
I~a humanidad i la natur leza
Todo el rigor de ]a venganza agotan.
Ai, Oroande! ]os áspides aparta
Que mis entrañas sin cesar devoran!
OROANDE.

Corima, Sugamuxi, los excesos

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LUIS VARGAS 'mIADA. 221

Calmad del sentimiento que os transporta


Pues los Dioses, consuelos han mezclado
Del infortunio en la terrible copa.
Sugarnuxi, la Patria su existencia
Deberá a nuestro esfuerzo; i cuando inmola
Un hijo vuestro brazo, innumerables
Hijos llenos de amor entorno acopia.

SUGAMUXJ.

Oh Patria! libertad, salud i vida


Te he comprado ... mas ai ! a cuánta costa!

OROANDE.

Corima, "t"uestro padre al sacrificio


De vuestro amor, la vida i la victoria.
Ha de deber; tal vez en este punto,
Dando impul ~o a su lanza vencedora.
De Atalmin el espíritu divino,
Despedaza las huestes españolas.
El dolor que maltrata vuestro pecho
Al suyo una armndura entorno forma
Impenetrable. ¡Dulces élgonías,
Bienhadado pesar, que la preciosa
Vida de vue tro padre conservando
Dan a su sien del triunfo la corona!

CORIMA.
{Arrodillándose. ]

i Oh tú, Ser poderoso, que los cielos


Con eternal magnificencia adornas,
1 a la triste mansion de los mortales
Una mirada compasiva arrojas;
Acepta mi dolor! en holocausto

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222 POESIAS DE

Te ofrezco mis martirios i congojas!


Acéptalos! La vida de mi padre,
Llena de gloria i de placer, prolonga;
Añadiendo a sus dias los que a su hija
La sorda Jima del quebranto acorta!

SUGAMUXI.

Oh constancia! oh virtud! ¿ i no soi hijo


Yo de la Patria? Ai Dios! mis ansias todas:
Torna en prosperidades de la Patria:
La negra huella de mi crÍmen borra
Con su triunfo brillante, i mis sollozos
Entre sus himnos de placer sofoca. -
Ven, Corima, a mis brazos; esta pura
Demostracion me diga que perdona
Mi delito.
CORIMA.

Ah señor! ah Sugamuxi !
Otro mas dulce vínculo engañosa
La suerte prometió por un instan te
A mi pecho. Voláronse las sombras
De esta amable ilusion ... solo nos quedan
Los lazos del dolor ...

SUGAMUXI.

Oye ... la auroral


De libertad disipa estas tinieblas ...
O mi oído se engaña, o ya pregona
De los nuestros la voz el vencimiento.

CORIMA .

Sí, yo escucho la salva que sonora


los cielos se eleva.

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LUIS VARGAS TEJADA. 223

SUGAMUXT.

1 la borrasca
De mi pecho ajitado en calma torna.
LOS DOS.

Venid a mitigar nuestros afanes.


CORIMA.

Tundama libre !
SUGAMUXI.

Patria victoriosa!

~ ESCENAIII ~

LOS PRECEDENTES 1 UN SOLDADO.

SOLDADO.

La Patria sucumbió: Tundama espira:


Las huestes españolas nos acosan;
1 a su horrendo furor el pueblo muisca
Los Dioses irritados abandonan.
COR1MA.

Ai de mí!
UGAMUXI.

Cruel destino! estás contento ?


SOLDADO.

En vano desplegaron nuestras tropas,


Toda su audacia: el español triunfando
Cual rápido torren te nos arrolla .

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224 POESIAS DE

Tundama herido cae; de sus fieles


Compañeros el resto le hace escolta,
1 el campo abandonando, hácia este sitio
El cuerpo casi exánime transporta.

~ESCENA IV. ~

LOS PRECEDENTES, TUNDAMA


(conducido por los soldados.)

CORIMA.

Padre desventurado!
SUGAMUXI.

Horrible instante!
TUNDA:\1A.

Pronto mi alma infeliz por eRtas hondas


Heridas va a escaparse ... De la m\lerte
Siento vagar las pavorosas sombras
Sobre mi vista ... Acércate, hija mia !
Sugamuxi .. ! La punta vengadora
Del crÍrnen que a tu brazo parricida
Impuse cruel mi corazon destroza.
Corima ... hija infeliz! ¿ i he de dejarte
Del hispano a las furias licenciosas
Espuesta?
CORIMA.

No, en mi pecho tantos golpes


La fuente del vivir siento que agotan;
El puñal me arrancásteis, el veneno
Tenaura cruel a mi infortunio roba;
¿ Mas qué importan fatales instrumentos
Si mi dolor para inmolarme sobra? (Muere.)

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LUIS VARGAS TEJADA. 225
TUNDAMA.

Ora sí de la muerte los horrores


Con constancia nli espíritu soporta ...
Mi hija me abre la senda ... ya te sigo .•.
Hija querida ... la mansion apronta;
1 recibe mi aliento fujitivo,
Que su doliente cárcel abandona. (Muere. )
SUGAMUXI:-

He aquí de mi dolor los caros frutos!


He aquí la libertad i la victoria! -
Reti rad esos pálidos despojos
Que de pavor este recin to colman!
A un bosque conducidlos: sus cenizas
A 10 ménos cubrid con una losa;
1 el clamor de la Patria moribunda
Sea de su funeral la única pompa!

~ ESCENAV ~

SUGAMUXI, OROANDE.

OROANDE.

Salvémonos, señor; ya los umbrales


De este santuario el enemigo toca.
Huyen los sacerdotes, los ministros,
Las vírjenes del templo; huyen los moxas;
1 en medio de este lúgubre recinto
Queda en todo su horror la muerte sola.
SUGAMUXI.

Sálvate, amigo, seguiré tus pasos


Luego que de mi llanto a]gunas gotas
15

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226 POESIAS DE

Rieguen esas cenizas. Solitario


Quiero hacerle esa ofrenda dolorosa
1 postrera a Atalmin.
OROANDE.

Oh Dios! yo temo ...


SUGAMUXI.

No temas, no; retírate ... recobra


Ya mi pecho la paz. Solo tu vista
Para que acaben mis martirios obsta.
OROANDE.

Yo os obedezco; el alma sus dolores


Mejor en el silencio desahoga;
Pero si no me siguen vuestros pasos
Pronto los mios a morir me tornan.

~ ESCENA VI. ~

SUGAMUXI.

Tu esposa falleció! tu hijo inmolaste!


Qué aguardas, infeliz? Es tiempo ... Corta
Ya tus cadenas ..• Cánticos de muerte
Trémula voz en derredor entona.
Atalmin! eres tú? ... ven a mis brazos;
No a mis tiernas caricias cor¡espondas
Con herida tan cruel! ... ¿ De mi delito
Porqué me culpas, implacable sombra?
Esas deidades ... ese error ... comprendo,
Oráculo, tus frases insidiosas:
Este templo es morada de tinieblas,
1 esas tinieblas mi ignorancia adora!
La cruel supersticion armó mi mano;

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LUIS VARGAS TEJADA. 227

Perezca su mansion ... Hijo! perdona


Mi ceguedad .. ! mi involuntario crÍmen!
Deja que en este altar donde reposan
Tus cenizas inmóbiles, imprima
Mi labio palpitante .. ! Ai ! .. horrorosa
Imájen .. ! El cuchillo detestable
Que de Atalmin la sangre aun colora
La mia ha de lavar ... i de este templo ..
( Al acercarse al altar ve el cuchillo i lo toma. )
De estas falsas deidades la ominosa
Existencia a la mia sobrevive?
Deidades infernales! i Si de antorchas
Armado penetrando a los abismos
Pudiese aniquilar las tenebrosas
Mansiones que os ocultan! A lo ménos
El fuego que a la horrenda ceremonia
Sirvió, no se ha apagado, .. a tu venganza
Presta, hijo, aquesa tea ... Llamas brota
Favorables ... Del templo la ceniza
L a de Atalmin, i mi del ito e sconda.
u s riqueza destruidas emponzoñen
Del español avaro la victoria!
Reine sobre cadáveres i escombros
Rodeado del terror que el mundo azota .. !
Atalmin, este instante nos reune ...
Abra la muerte su insaciable boca!
Mi falsa relijion muera conmigo,
1 del templo perezca la memoria!
(Pone fuego al templo i se mata. )

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CONTENIDO.

AL LECTOR............................. P AJ . DI

PATRIA.

Recuerdos de Boyacá.. •••. • • • • • . . . . 3


A Méjico. • • •• • • •• • • • • . . • • • • • • • • • . 11
A la Libertad. . . • • . • • • • • • . . . • . . . . • . 16
Caton en U tica . . • • • • • • . • . • • . • • • • • • • 20
AMOR 1 AM.IST AD.

Al anochecer. . . •• . . . . . . . • • • • • • . . . • . 28
En la muerte de J. A. Miralla • • . • • . . • 30
No mas amor! • • • • • • •• . . . . . • . .• . . . . . 33
Elisa. • • • • • • • • • • • • . . • . • • •. . . . • • . . . . 40
EL PROSCRITO.
A mi lira. . . • • • • • • . . . . • . • . . • • . . . . • 44
A la virtud. • • • • . . . . . • • .. •••••..... 47
ragrnento . . • • . . . • • . . . • • • • . • • • • • • • 53
Mi asilo. • • • • • . . • • . . • • • • • • • •. . • . • • • 54
Recu Idos........ . • . . • • • •• • • • • • • . . 55
Resignacion . • . • • • • • • . . • • . .. . • • . . . • 56
Mis compañ ros.. .• • • . • • • • . • . . • • . . • 57
Esperanza frustrada. • •• •••• . •• • • . • • . • 58
A los poetas castellanos. • • • • . . . • • • • . • 59
A mis amigos. • . • . • • .• • • • . .. • • • • • • • • 75
TRADUCCIONES.
La vida. • • • • • . . • • • .. • • . • • . • • • . . • . . 89
La l·esignacion.. • . • • • . • • . • • • • • • • • • . 89
El Mesías.... • . . • •• • • . • . • • • • • . • • • • 93
Los placeres de la esperanza. • • • • • • • • . 99
LAS CONVULSIONES........................ 10 1
SUGAMUXI. • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• • • •• •• • • • • 145

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