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Revisions: melodrama | 23 de febrer de 2012 | Horari: 20.00 i 22.

30 h

Breve encuentro
(1945, Brief encounter), David Lean

Sinopsi

Laura està casada i té dos fills. Tots


els dijous agafa el tren i se’n va a
la ciutat a fer les compres de la se-
tmana. A l’andana troba l’Alec, met-
ge casat i pare de família. A partir
d’aquí, una sèrie de “breus encon-
tres” els abocaran a una passió im-
possible.

Fitxa artística
El director David Lean treguerras. Sin embargo, el éxito desequi-
Celia Johnson . . . . . . . . . . . Laura Jesson libra su carrera, le hace interesarse sólo
Trevor Howard . . . . . . . . . . . Dr. Alec Harvey
A los 20 años empieza a trabajar como por superproducciones y rodar únicamen-
Stanley Holloway . . . . . . . . Albert Godby
ayudante de cámara en Gaumont Pictures te tres películas más en sus restantes trein-
Joyce Carey . . . . . . . . . . . . . Myrtile Bagot
Cyril Raymond . . . . . . . . . . Fred Jesson y durante la década de los treinta adquie- ta años de vida. A pesar de ser también
Everley Gregg . . . . . . . . . . Dolly Messiter re buena reputación como montador. Su largas, costosas y de ganar también múl-
Margaret Barton . . . . . . . . Beryl Walters carrera como director comienza al lado tiples Oscar, tienen menor interés Doctor
Dennis Harkin . . . . . . . . . . Stanley del dramaturgo Noël Coward y la célebre Zhivago (1965), adaptación de la novela
Marjorie Mars . . . . . . . . . . Mary Norton Sangre, sudor y lágrimas (In Wich We Ser- homónima de Boris Pasternak, que narra
Valentine Dyall . . . . . . . . . Stephen Lynn ve, 1942), y prosigue al adaptar obras de los desafortunados amores entre un doctor
Irene Handl . . . . . . . . . . . . L’organista Coward al cine como La vida manda (This y su enfermera durante los tiempos de la
Nuna Davey . . . . . . . . . . . Sra. Rondaldson Revolución en una Rusia reconstruida en
Happy Breed, 1944), Un espirítu burlón
(Blithe Spirit, 1945), y Breve Encuentro España; y La hija de Ryan (Ryan’s Daughter,
(Brief Encounter, 1945), sobre las tenues 1970), basada en un guión original de Ro-
relaciones extraconyugales de una pareja, bert Bolt en torno a los amores adúlteros
Fitxa tècnica film que se convierte en su primer éxito. entre un comandante británico y la mujer
Más tarde su Cadenas rotas (Great Expec- del maestro de un pueblo pequeño de Ir-
Director . . . . . . . . . . . . . . . . David Lean tations, 1946) y su Oliver Twist (1948) se landa, con el trasfondo de la lucha por la
Guió . . . . . . . . . . . . . . . . . . . David Lean sitúan entre las mejores y más cuidadas independencia. Resulta mejor Pasaje a la
adaptaciones de novelas de Charles Dic- India (A Passage to India, 1984), cuidada
Ronald Neame
kens. Tienen menos atractivo Amigos apa- adaptación de la novela homónima de E.
Productor . . . . . . . . . . . . . . Noël Coward M. Foster, sobre la vida de un grupo de
sionados (The Passionate Friends, 1949),
Fotografia . . . . . . . . . . . . . . Robert Krasker basada en una novela de H. G. Wells, La colonizadores ingleses en la India en los
Muntatge . . . . . . . . . . . . . . Jack Harris barrera del sonido (The sound Barrier, 1952) años veinte, que escribe con mano maestra
Durada . . . . . . . . . . . . . . . . . 86 mín y Locuras de verano (Summertime, 1955). y dirige con buen pulso.
Nacionalitat . . . . . . . . . . . . Britànica Entre medias se sitúan las más interesan-
Any . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1945 tes Madeleine (1950) y El déspota (Hobson’s Crítica
choice, 1954). Esta primera parte de su
obra le sitúa entre los mejores realizadores A ella, que la conocí en un tren
ingleses, pero su trabajo para el productor
Sam Spiegel es lo que convierte a David “No durará. Esta tristeza no durará. Debo re-
Lean en uno de los pocos directores cono- cordarlo e intentar controlarme. Nada dura
cidos por el gran público. Algunos ejem- en realidad. Ni la felicidad ni la desespera-
plos de estas brillantes superproducciones ción. Ni siquiera la vida dura mucho. Llegará
ganadoras de múltiples Oscar y realizadas un momento en que esto ya no me importará.
con abundancia de mediosy un gran con- Miraré atrás y pensaré: “Qué tonta fui”. No
trol sobre ellos son El puente sobre el río quiero que llegue nunca ese momento. Quie-
Kwai (The Bridge on the river Kwai, 1957) ro recordar cada minuto… siempre… siem-
y Lawrence de Arabia (Lawrence of Ara- pre, hasta que me muera”
bia,1962), espectacular adaptación de la
autobiografía Los siete pilares de la sabidu- Breve encuentro, la tercera película que diri-
ría, de T. E. Lawrence, sobre sus relaciones gía en solitario el realizador David Lean, es
con los países árabes en el período de en- una historia sobre lo que pudo haber sido y
no fue. El deseo no consumado de dos se- de tren, por su cafetería. Nos cuentan una el cine negro. Los dos actores están sencilla-
res que se aman, pero que no pueden estar historia que nos podría suceder a cualquie- mente impecables en sus registros, dotando
juntos. Dos almas hastiadas de sus respec- ra de nosotros. Una historia dónde el tren a sus respectivos roles de esa alegre y tris-
tivos matrimonios, aburridas de la monoto- deviene una metáfora inexorable del paso te composición que requieren unos perso-
nía de sus vidas que, un día, casualmente, del tiempo, un tiempo detenido, un tiempo najes complejos y contradictorios atados a
se tropiezan, se conocen, se hacen amigos para vivir, para soñar… Ya desde el inicio, una pasión que los oprime y, a la vez, los
y cuando quieren darse cuenta, se han el tren actúa como elemento de unión y alivia de la vida que llevan. Lean, en esta
enamorado sin remedio. A partir de ahí separación, sus diferentes andenes repre- película, volvía a trabajar con Noël Coward,
comenzará una lucha interna y social que sentan lo que no pueden tener, la distancia dramaturgo, director, y guionista que tam-
les llevará a esconder lo que sienten, a tra- que los aleja. Esos trenes los devuelven a su bién trabajó con Alfred Hitchcock o Ernest
tar de engañarse a sí mismos y a los demás realidad, los separa de ese sueño que mate- Lubitsch. Como ya lo hiciera en sus anterio-
para demostrar que no sienten lo que sien- rializan todos los jueves, a la misma hora. res obras, aquí adaptan una obra del propio
ten. Se ocultarán de las miradas conocidas Laura y Alec, viven su amor furtivamente, Coward, un monólogo de 45 minutos, que
y las miradas escrutadoras, intentarán huir fingen delante de conocidos, se refugian en se estrenó en Londres en 1935. La pelícu-
de un tiempo real y vivir su tiempo muer- la oscuridad de los cines... Resultan premo- la, se rodó en febrero de 1945, en plena II
to, ese tiempo que no existe en la sociedad nitorias las películas que ven juntos: Amor Guerra Mundial, hecho que provocó que
a la que pertenecen, un tiempo que es sólo en la bruma y Llamas de pasión. la filmación, que en un principio se debía
de ellos, que forma parte de su intimidad. desarrollar en Londres, se trasladase, por se-
Vivirán un paréntesis en sus vidas, senti- Huyen de las miradas indiscretas hacía guridad, a la estación de Carnforth. El amigo
rán, aunque sea por unas breves semanas, un pueblo dónde pasearán por un puente, que le presta el apartamento para consumar
que pueden ser felices. otro elemento figurativo de su relación. El su idilio a la pareja, inspiró a I. A. L. Dia-
momento en que se besan es un reflejo del mond y Billy Wilder para realizar en 1960
Lean, comienza su historia por el final. Es- hecho de que viven su amor a escondidas: El apartamento (The apartment).
tamos, pues, ante una historia determinista: el lugar elegido, el paso subterráneo de la
conocemos de antemano el destino fatal de estación, con la oscuridad como aliada de La película se alzó con el Gran Premio de
la pareja. Un flashback –recurso que estaba un amor prohibido, un amor imposible… Cannes en la edición de 1946, premio que
a la orden del día, utilizado también en Que Laura y Alec, no son sólo víctimas de ellos compartió con Días sin huella (The lost
verde era mi valle (How Green was my va- mismos, de sus miedos, sus convencionalis- weekend), de Billy Wilder y Roma, ciudad
lley, 1941), de John Ford; Ciudadano Kane mos, su sentimiento de culpa, sino también abierta (Roma, citta aperta), de Roberto Ro-
(Citizen Kane, 1941), de Orson Welles y de una sociedad inglesa hipócrita que actúa sellini.
Casablanca (1942), de Michael Curtiz, entre como alegoría de todas las sociedades. Asis-
otras (aprovecho para apuntar que con esta timos a un amor que desata unas emociones Voy a dejarles con esta emocionante obra
última guarda muchos paralelismos argu- dormidas, unos sentimientos desplazados, construida a través de gestos, miradas,
mentales)–, nos devolverá al inicio, dónde pero que no pueden consumar. La sociedad silencios… Un relato que nos habla so-
todo comienza: “Me he enamorado. Soy represora los devuelve a su cotidianidad, a bre las heridas del tiempo, el destino, el
una mujer corriente. No sabía que a alguien no aceptar lo que sienten y luchar por ello. recuerdo… Una película que forma parte
corriente pudiera pasarle algo tan intenso. El mundo de la estabilidad, de las aparien- de nuestro imaginario cinematográfico.
Todo empezó un día corriente… En un lu- cias, gana al de las emociones, a lo que sen- Donde el arte es planteado como un ins-
gar corriente… El bar de la estación de Mil- timos, a lo que nos descoloca, a lo que, por- trumento de exploración del espíritu hu-
ford”. Lean, mediante un monólogo interior, que no decirlo, nos hace vivir. mano. Laura y Alec, al igual que aquella
en primera persona, nos muestra la confe- pareja que recordaba sus días felices en
sión de Laura, una confesión que su mari- En esta ocasión Lean optó en la banda so- París, podrían decir aquello de: “Siempre
do nunca escuchará. Sólo conoceremos los nora por la emocionante partitura del Con- nos quedará el tren”. Y ahora, si me lo per-
pormenores de los hechos mediante el pun- cierto para piano nº 2 de Rachmaninov, que miten, déjenme terminar cediéndoles la
to de vista de Laura, una mujer que se creía impregna esta historia de una profunda me- palabra a esta desdichada pareja:
felizmente casada. Lo que tiene de original lancolía y emoción contenida que arrastra a
esta película, es que está protagonizada por los protagonistas a ese sueño maravilloso e Alec: Te quiero tanto. Te quiero con toda
seres cotidianos: por un lado, tenemos a un imposible que es su amor y contrasta con los mi alma y mi corazón.
ama de casa que pasa los jueves en la vecina sonidos de los trenes que los devuelven a Laura: Quiero morirme. Ojalá me muriera.
ciudad haciendo compras, cogiendo libros la realidad. La fotografía de Robert Krasker, Alec: Si te murieras, me olvidarías. Yo
de la biblioteca, comiendo, yendo al cine y que más tarde trabajará en El tercer hombre quiero que me recuerdes.
volviendo a su casa en tren. Por el otro, a (The third man, 1949), de Carol Reed, crea Laura: Si, lo sé. Yo también lo quiero.
Alec, un doctor ambicioso, casado y con dos una atmósfera de claroscuros fuertemente
hijos. Los dos se mueven por una estación influenciada por el expresionismo alemán y José Antonio Pérez Guevara

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