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TEMA 10 DERECHO DE DAÑOS DAVID GUINEA

Tema 10. LA RESPONSABILIDAD CIVIL EN OTROS MEDIOS DE


TRANSPORTE

I. GENERALIDADES.
II. RESPONSABILIDAD CIVIL EN EL TRANSPORTE AÉREO
III. RESPONSABILIDAD CIVIL EN EL TRANSPORTE MARTÍTIMO
IV. RESPONSABILIDAD CIVIL EN EL TRANSPORTE FERROVIARIO

I. GENERALIDADES.

1. La actividad de transporte es una actividad intrínsecamente peligrosa en la que


la creación de riesgos justifica un régimen de responsabilidad objetiva (o cuasi
objetiva) por los daños que se ocasionen en el desarrollo de esta actividad.

2. De conformidad con el artículo 148 del Texto Refundido de la Ley General para
la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias

“Art 148 Régimen especial de responsabilidad.


Se responderá de los daños originados en el correcto uso de los servicios, cuando
por su propia naturaleza, o por estar así reglamentariamente establecido, incluyan
necesariamente la garantía de niveles determinados de eficacia o seguridad, en
condiciones objetivas de determinación, y supongan controles técnicos, profesionales
o sistemáticos de calidad, hasta llegar en debidas condiciones al consumidor y usuario.

En todo caso, se consideran sometidos a este régimen de responsabilidad los


servicios sanitarios, los de reparación y mantenimiento de electrodomésticos,
ascensores y vehículos de motor, servicios de rehabilitación y reparación de viviendas,
servicios de revisión, instalación o similares de gas y electricidad y los relativos a
medios de transporte.

Sin perjuicio de lo establecido en otras disposiciones legales, las responsabilidades


derivadas de este artículo tendrán como límite la cuantía de 3.005.060,52 euros.”

3. Según el artículo 21.1 de la Ley 16/1987, de 30 de julio, de Ordenación de los


Transportes Terrestres: “en todo transporte público de viajeros, los daños que
sufran éstos estarán cubiertos por el seguro obligatorio de viajeros, en los
términos que establezca la legislación específica sobre la materia”

4. Este seguro se regula en el Decreto 1575/1989, de 22 de diciembre, por el que


se aprueba el Reglamento del Seguro Obligatorio de Viajeros.

El articulo 1.° establece que la finalidad de es seguro es “indemnizar a éstos o


a sus derechohabientes, cuando sufran daños corporales en accidente que
tenga lugar con ocasión de desplazamiento en un medio de transporte público
colectivo de personas, siempre que concurran las circunstancias establecidas
en este Reglamento”.
El artículo 3.º, con relación al contenido, establece que “la cobertura
garantizada por el Seguro Obligatorio de Viajeros comprende, exclusivamente,
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las indemnizaciones pecuniarias y la asistencia sanitaria establecidas en esta


disposición, cuando, como consecuencia de un accidente producido en las
circunstancias previstas en el artículo 1, se produzca muerte, invalidez
permanente o incapacidad temporal del viajero.”

Y según el artículo 5º (Tomador del Seguro), “todo transportista deberá


tener concertado, como tomador el Seguro Obligatorio de Viajeros”.

5. Se trata, no de un seguro de responsabilidad civil, sino de un seguro de


accidentes (art. 2.2), por eso “el Seguro Obligatorio de Viajeros no libera a las
Empresas transportistas, a los conductores de los vehículos, o a terceros de la
responsabilidad civil en que, dolosa o culposamente, pudieran incurrir por
razón del transporte de personas, ni las prestaciones satisfechas por razón de
dicho Seguro reducen el importe de la expresada responsabilidad” (art.2.3).

6. Sobre el debate de si se trata de responsabilidad contractual o extracontractual


se aplica la teoría de la “unidad de la culpa civil”, de modo que el juez podrá
apreciar una u otra en atención a las circunstancias, aunque la víctima no la haya
alegado.

(En el caso del Costa Concordia la acción ejercitada fue de


responsabilidad contractual, mientras que en el accidente de Spanair la
acción ejercitada fue la de responsabilidad extracontractual.)

II. RESPONSABILIDAD CIVIL EN EL TRANSPORTE AÉREO

En el ámbito supracomunitario se aplican:

- El Convenio para la unificación de ciertas reglas para el transporte aéreo


internacional, hecho en Montreal el 28 de mayo de 1999.
o Convenio de Montreal sobre la responsabilidad de las compañías
aéreas (europa.eu)
- El Convenio (y todas sus modificaciones) para la unificación de ciertas
reglas relativas al transporte aéreo internacional, ultimado en Varsovia el 12
de Octubre de 1929, como consecuencia de la Conferencia internacional de
Derecho privado aéreo.

En el ámbito de la Unión Europea:


En el ámbito de la Unión Europea, para garantizar un sistema uniforme, el
Reglamento (CE) n° 2027/97 impone a las compañías aéreas comunitarias una
responsabilidad ilimitada en caso de muerte o lesiones de pasajeros. Ese
Reglamento se modificó mediante el Reglamento (CE) n° 889/2002 para aplicar las
reglas del Convenio de Montreal a todos los vuelos, nacionales e internacionales,
explotados por compañías aéreas comunitarias.

El principio de responsabilidad civil ilimitada de la compañía aérea en caso


de lesiones corporales, articulado en dos niveles (sistema de doble estrato):

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Un primer nivel de responsabilidad objetiva del transportista por


daños hasta un máximo de 113.100 DEG (derechos especiales de giro, según la
definición del Fondo Monetario Internacional).

Por encima de ese importe, un segundo nivel de responsabilidad


basado en la presunta culpa de la compañía, de la que puede eximirse
únicamente si demuestra que no es culpa suya (la carga de la prueba recae sobre
la compañía).

Entonces, solo se aplicará el Capítulo XIII de la Ley 48/1960, de 21 de julio, sobre


Navegación Aérea, que trata de la responsabilidad en caso de accidente (arts. 115 a
125) a los vuelos en que el propietario de la aeronave no es considerado transportista
(ej. vuelos deportivos, o para extinción de incendios).

Transcribimos las citadas normas de esta Ley:

Artículo ciento quince.

A los efectos del presente capítulo se entenderá por daño en el transporte de


viajeros el que sufran éstos a bordo de la aeronave y por acción de la misma, o como
consecuencia de las operaciones de embarque y desembarque.

El daño acaecido con motivo del empleo de otro medio de transporte para el
servicio de los viajeros de la aeronave fuera del aeropuerto, aunque dicho medio sea
de la misma Empresa, queda excluido de las disposiciones de este capítulo.

En el transporte de mercancías y equipajes se estimará como daño el que


experimenten dichos efectos desde su entrega a la empresa hasta que por ésta sean
puestos a disposición del destinatario, excepto el tiempo durante el cual permanezcan
en poder de los Servicios aduaneros. Lo dispuesto en este párrafo se entiende sin
perjuicio de la responsabilidad que como depositario le corresponde, conforme a lo
prevenido en el artículo ciento nueve de esta Ley.

Artículo ciento dieciséis.


El transportista es responsable del daño o perjuicio causado durante el transporte:

Primero. Por muerte, lesiones o cualquier otro daño corporal sufrido por el
viajero.

Segundo. Por destrucción, pérdida, avería o retraso de las mercancías y de los


equipajes, facturados o de mano.

Artículo ciento veinte.


La razón de indemnizar tiene su base objetiva en el accidente o daño y procederá,
hasta los límites de responsabilidad que en este capítulo se establecen, en cualquier
supuesto, incluso en el de accidente fortuito y aun cuando el transportista, operador o
sus empleados justifiquen que obraron con la debida diligencia.

Artículo ciento veintiuno.

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No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, el transportista u operador


responderán de sus propios actos y de los de sus empleados, y no podrán ampararse
en los límites de responsabilidad que en este capítulo se establecen, si se prueba que
el daño es el resultado de una acción u omisión suya o de sus dependientes, en la que
exista dolo o culpa grave. En el caso de los empleados habrá de probarse, además,
que éstos obraban en el ejercicio de sus funciones.

Artículo ciento veintidós.

Si la persona que utiliza la aeronave lo hiciese sin el consentimiento del


transportista o propietario, responderá aquélla ilimitadamente de los daños, y éste
subsidiariamente, con los límites establecidos en este capítulo, si no se demuestra que
le fue imposible impedir el uso ilícito.

Artículo ciento veintitrés.

En caso de colisión entre aeronaves, los empresarios de ellas serán solidariamente


responsables de los daños causados a tercero.

Si la colisión ocurre por culpa de la tripulación de una de ellas serán de cargo del
empresario los daños y pérdidas, y si la culpa fuese común o indeterminada, o por caso
fortuito, cada uno de los empresarios responderá en proporción al peso de la aeronave.

Artículo ciento veinticuatro.

La acción para exigir el pago de las indemnizaciones a que se refiere este capítulo,
prescribirá a los seis meses, a contar desde la fecha en que se produjo el daño.

Las reclamaciones por avería o retraso de la carga o equipaje facturado deberán


formalizarse por escrito ante el transportista u obligado, dentro de los diez días
siguientes al de la entrega, o a la fecha en que debió entregarse, conforme a lo
dispuesto en esta Ley sobre el contrato de transporte. La falta de esta reclamación
previa impedirá el ejercicio de las acciones correspondientes.

Artículo ciento veinticinco.

En defecto de tratado internacional obligatorio para España, la responsabilidad


en materia de transporte aéreo internacional se regirá por la presente Ley aplicada
con el principio de reciprocidad.

Por otra parte, hay que tener en cuenta:

- El Convenio sobre daños causados a terceros en la superficie por


aeronaves extranjeras, de 7 de octubre de 1952, que “se aplica al daño a
terceros en el territorio de un Estado Parte causado por una aeronave en
vuelo en un vuelo internacional, como resultado de un hecho que no es un
acto de interferencia ilícita”.
- El Convenio Sobre Indemnización Por Daños Causados A Terceros Por
Aeronaves, y el Convenio Sobre Indemnización Por Daños A Terceros

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Resultantes De Actos De Interferencia Ilícita, que Hayan Involucrado A


Aeronaves, ambos de 2009, que aún no están en vigor.

:
III. RESPONSABILIDAD CIVIL EN EL TRANSPORTE MARTÍTIMO

Debe tenerse en consideración:


- El Convenio de Atenas relativo al transporte de pasajeros y sus equipajes
por mar, 1974, hecho en Londres el 1 de noviembre de 2002 (Protocolo
2002).
o El Convenio de Atenas se centra en la responsabilidad del
transportista marítimo por los daños personales (muerte y lesiones)
o materiales causados al pasajero como consecuencia de un siniestro.
o El Convenio establece la responsabilidad del porteador por muerte o
lesiones personales del pasajero, así como por pérdida o daños
sufridos por los equipajes, siempre que sea imputable a culpa o
negligencia del porteador o de sus auxiliares (artículo 3.1 del
Convenio de Atenas).
o La indemnización consiguiente está, en cuanto a su importe, sujeta
a determinadas limitaciones, salvo en los casos en que los daños
resulten de un acto u omisión del transportista con intención de
provocarlos, o temerariamente, y a sabiendas de que probablemente
se causarían los daños (artículos 13 y 7.2 del Convenio de Atenas).
o El Artículo 3 establece la Responsabilidad del transportista de
acuerdo con las siguientes reglas:
 Una responsabilidad objetiva: 1 El transportista será
responsable de las pérdidas originadas por la muerte o las
lesiones de un pasajero causadas por un suceso relacionado
con la navegación, en la medida en que tales pérdidas no
excedan de 250 000 unidades de cuenta por dicho pasajero
en cada caso concreto,
• a menos que el transportista demuestre que el suceso:
a) resultó de un acto de guerra, hostilidades, guerra
civil, insurrección o un fenómeno natural de carácter
excepcional, inevitable e irresistible
b) fue totalmente causado por una acción u omisión
intencionada de un tercero para causarlo.
 Una responsabilidad cuasi-objetiva por el exceso: Si tales
pérdidas exceden de ese límite, y en la medida en que lo
hagan, el transportista será también responsable, a menos
que demuestre que el suceso que originó las pérdidas no
es imputable a su culpa o negligencia.

 Una responsabilidad por culpa: 2 El transportista será


responsable de las pérdidas originadas por la muerte o las
lesiones de un pasajero causadas por un suceso no
relacionado con la navegación, si el suceso que originó la
pérdida es imputable a la culpa o negligencia del
transportista. La carga de la prueba de tal culpa o negligencia
recae en el demandante.

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 También una responsabilidad por culpa: 3 El transportista


será responsable de las pérdidas originadas por la pérdida o
daños sufridos por el equipaje de camarote si el suceso que
originó las pérdidas es imputable a su culpa o negligencia.
Se presumirá la culpa o negligencia del transportista cuando
las pérdidas hayan sido resultado de un suceso relacionado
con la navegación (en este último caso es cuasi-objetiva).

 Y una responsabilidad cuasi-objetiva: 4 El transportista será


responsable de las pérdidas originadas por la pérdida o daños
sufridos por el equipaje que no sea de camarote, a menos que
demuestre que el suceso que originó las pérdidas no es
imputable a su culpa o negligencia.

- El Reglamento (CE) nº 392/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo, de


23 de abril de 2009, sobre la responsabilidad de los transportistas de
pasajeros por mar en caso de accidente transportistas de pasajeros por mar
en caso de accidente, que recoge la citada regulación del artículo 3.

- En caso de choque entre dos buques (no destinados al transporte de


pasajeros o mercancías) se aplica el Convenio Internacional para la
unificación de ciertas reglas relativas a la competencia civil en materia de
abordaje, de 23 de septiembre de 1910:

o Cuando la culpa del abordaje corresponde a un solo barco. En este


caso, es el armador quien tiene la responsabilidad de hacerse cargo
del daño causado.
o Cuando la culpa es de los dos buques implicados. la responsabilidad
será proporcional a la gravedad de la falta cometida.
o En cualquiera de los dos sistemas, de producirse daños personales o
muertes, ambos armadores responderán se forma solidaria.

- Por lo que se refiere a la Ley 14/2014, de 24 de julio, de Navegación


Marítima, es aplicable siempre que no se oponga la regulación
internacional.
o El artículo 340 sienta un sistema de responsabilidad subjetiva similar
al del Convenio de Bruselas para el caso de abordaje.
 Artículo 340. Fundamento de la responsabilidad.
1. El armador del buque, embarcación o artefacto naval
culpable del abordaje indemnizará por los daños y perjuicios
sufridos por el otro y por las personas y las cosas a bordo del
mismo, así como los causados fuera de ellos. Cuando se trate
de embarcaciones deportivas o de recreo esta obligación
recaerá sobre su titular o propietario.
2. La relación de causalidad y la culpa en el abordaje deben
ser probadas por quien reclama la indemnización.
o Artículo 341. Abordaje por culpa compartida.
1. En caso de abordaje causado por culpa compartida por
ambos buques, la responsabilidad de sus respectivos

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armadores se graduará en proporción al grado de culpa


atribuido a cada buque o, en su caso, embarcación o artefacto
naval.
2. Cuando no pueda establecerse el grado de culpa debido a
las circunstancias del hecho, o cuando las faltas cometidas
resulten equivalentes, la responsabilidad se atribuirá a ambos
armadores a partes iguales.

o Artículo 342. Supuestos de solidaridad.


1. Ambos armadores son solidariamente responsables en los
casos de abordaje por culpa compartida con respecto a los
daños sufridos por terceros, sean personales o materiales.
2. El armador que haya abonado una indemnización en virtud
de dicha solidaridad gozará de acción de regreso contra el
otro armador en proporción al grado de culpa de su buque.

IV. RESPONSABILIDAD CIVIL EN EL TRANSPORTE FERROVIARIO

Es de aplicación el Reglamento (CE) nº 1371/2007 del Parlamento Europeo y del


Consejo, de 23 de octubre de 2007, sobre los derechos y las obligaciones de los viajeros
de ferrocarril, que establece un sistema de responsabilidad objetiva por muerte, lesiones
o daños a la integridad física o moral del viajero tal y como se desprende de la lectura
del artículo 11 del Reglamento y del artículo 26 del ANEXO I [Extracto de las reglas
uniformes relativas al contrato de transporte internacional de viajeros y equipajes por
ferrocarril (CIV). Apéndice A del Convenio relativo a los Transportes Internacionales
por Ferrocarril (COTIF), de 9 de mayo de 1980, modificado por el Protocolo por el que
se modifica el Convenio relativo a los Transportes Internacionales por Ferrocarril de 3
de junio de 1999].

Responsabilidad en caso de muerte y lesiones de los viajeros:

“Artículo 26

Fundamento de la responsabilidad

1. El transportista será responsable del daño resultante de la muerte, de las


lesiones o de cualquier otro daño a la integridad física o mental del viajero, causado
por un accidente en relación con la explotación ferroviaria ocurrido durante la
estancia del viajero en los coches ferroviarios, su entrada o salida de ellos, cualquiera
que fuere la infraestructura ferroviaria utilizada.

2. El transportista quedará exento de esta responsabilidad:

a) si el accidente hubiera sido causado por circunstancias ajenas a la explotación


ferroviaria que el transportista, a pesar de la diligencia requerida por las
particularidades del caso, no haya podido evitar y cuyas consecuencias no haya podido
obviar;

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b) en la medida en que el accidente haya sido debido a culpa del viajero;

c) si el accidente se hubiera producido a causa del comportamiento de terceros que


el transportista, a pesar de la diligencia requerida por las particularidades del caso,
no haya podido evitar y cuyas consecuencias no haya podido obviar; otra empresa que
utilice la misma infraestructura ferroviaria no será considerada como tercero; el
derecho de repetición no se verá afectado.

3. Si el accidente se hubiera producido a causa del comportamiento de terceros y,


a pesar de ello, el transportista no estuviera totalmente exento de responsabilidad
conforme al apartado 2, letra c), el transportista responderá por la totalidad de los
daños dentro de los límites establecidos en las presentes Reglas uniformes y sin
perjuicio de su eventual derecho a repetir contra terceros.

4. Las presentes Reglas uniformes no afectarán a la responsabilidad que pueda


incumbir al transportista en los casos no previstos en el apartado 1.

5. Cuando un transporte, objeto de un contrato de transporte único, sea efectuado


por transportistas subsiguientes, será responsable, en caso de muerte y lesiones de los
viajeros, el transportista a quien incumbiera, según el contrato de transporte, la
prestación del servicio de transporte en cuyo transcurso el accidente se hubiera
producido. Cuando esta prestación no hubiere sido efectuada por el transportista, sino
por un transportista sustituto, ambos transportistas serán responsables solidariamente,
conforme a las presentes Reglas uniformes.”

En cuanto a la responsabilidad sobre “bultos de mano y animales”, el artículo 33


del Anexo establece lo siguiente:

“Responsabilidad

1. En caso de muerte y de lesiones de viajeros, el transportista será responsable,


además, del daño resultante de la pérdida total o parcial, o de la avería, de los objetos
que el viajero llevara sobre sí o consigo como bultos de mano; lo mismo sucederá con
respecto a los animales que el viajero lleve consigo. El artículo 26 se aplicará por
analogía.

2. Por lo demás, el transportista solo será responsable del daño resultante de la


pérdida total o parcial o de la avería o daños que pudieran sufrir los objetos, bultos de
mano o animales cuya vigilancia incumba al viajero, conforme al artículo 15, cuando
dicho daño haya sido causado por culpa del transportista.”

Para finalizar, este ámbito, cuando se trate de entidades públicas, como Adif o
Renfe, resultará de aplicación el artículo 9.4 LOPJ, y, en consecuencia, competente la
Jurisdicción Administrativa; y, como derecho sustantivo, serán de aplicación los
artículos 32 y siguientes de la ley 40/2015, de Régimen Jurídico del Sector Público.

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