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INSTITUTO NACIONAL DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS

Coordinación General de Planeación, Investigación y


Evaluación
Núcleos de Investigación Indígena Aplicada.

Plan Integral de Desarrollo Regional Chichimeca y Otomí,


Guanajuato

Coordinación General de Planeación, Investigación y Evaluación

Oficina de Representación de los estados Querétaro-Guanajuato.

Centro Coordinador de Pueblos Indígenas de San Luis de la Paz

NIIAP-San Luis de la Paz

Enero 2022
Colaboradores al proceso de integración del Plan Integral de Desarrollo Regional
Chichimeca y Otomí, Guanajuato

COMITÉ DE SEGUIMIENTO DEL PIDR DE LAS COMUNIDADES CHICHIMECAS Y OTOMÍS


DE LA REGIÓN. María Florida García (El Potrero, Comonfort); Rafael Alvarado Cruz de
Palmar (San Miguel de Allende); Marcos Isidro Morales (San Ignacio, San Luis de la Paz);
Eusebio Ramírez (Peña Blanca, Tierra Blanca); Ezequiel Hernández (Carricillo, Atarjea); Eric
Ramírez (Las Negritas, Victoria); Josefina Díaz (Llanetes, Xichú); Jorge Leal Caballero
(Refugio de Arriba, Comonfort); Nazario González Ramírez (Lindero de la Petaca, San
Miguel de Allende); Juan Baeza López (Misión de Chichimecas, San Luis de la Paz); Enrique
Resendiz Alvarado (Adjuntas, Tierra Blanca); Héctor González Sánchez Rosal
(Comonfort); María Victorina Salinas (Palmillas, Victoria); Alonso Ramírez Camacho (Misión
de Santa Rosa, Xichú).

REPRESENTANTES DE LAS COMUNIDADES PARTICIPANTES EN LAS ASAMBLEAS Y


TALLERES REGIONALES. Alejandro Rodríguez (Delegado de Paso Colorado); Juan Baeza
López (Delegado Misión De Chichimecas); Arturo Mata Hernández (Presidente del
Comisariado ejidal de Misión De Chichimeca); Marcos Morales Soria (Delegado de San
Ignacio); Wenseslao Ramírez Ramírez (Delegado de Corral De Piedra); Blas Ramírez
Salinas (Subdelegado de Corral De Piedra); Héctor García Ramírez (Delegado de La
Estancia); J. Erasto Martínez Bolaños (Delegado de Loma de Los Chilitos); Irma Rojas
Copado (Delegada de Mesa De Ortiz); Jorge Baeza Núñez (Delegado de Misión De
Arnedo); Eric Ramírez López (Delegado de Negritas); María Angélica Orduña Estrada
(Delegada de El Ojo De Agua); María Victorina Salinas Alonso (Delegada de Palmillas);
Héctor Suarez Ramírez (Delegado de Jacalasúchitl); Mariela Flores González (Delegada de
El Picacho); Humberto Díaz (Delegado de El Sauz); Epifanio Moreno Hernández (Delegado
de Cano de San Isidro); Martina Ramírez González (Delegada de Cañada De Juanica;
Ramón Ramírez García (Líder Comunitario de Cañada De Juanica); Elvia Félix Ramírez
(Delegada de Cieneguilla); Cirila Gallegos Gallegos (Presidenta del Consejo Estatal de
Cieneguilla); Lourdes García Moreno (Delegada de El Progreso); Tenoc Hernández
Hernández (Delegado de Fracción del Cano); Francisco Félix Velázquez (Delegado de
Guadalupe); Nora Martínez Hernández (Delegada de La Barbosa); Josefina Gallegos
Gallegos (Promotora de Cuesta De Peñones); Tomas García García (Delegado de Las
Adjuntas; Sara Pérez Félix (Delegada de Las Moras); Crescencio González Flores (Delegado
de Torrecitas); Sofía Hernández García (Delegada de Villa Unión); Hermelia Ramos Loyola
(Ex Delegada de El Carricillo); José Ezequiel Hernández Gil (Delegado de El Carricillo);
Miguel Romero Sandoval (Ex Delegado de La Joya); Paula Alejandra Padilla González
(Delegada de La Joya); Valentín Gil Linares/Erick Efraín (Ex Delegado de El Piñonal); Jeset
Jordan Aguilar Guerrero (Delegado de El Piñonal); María Roció González Jiménez
(Delegada de Aurora (Mineral La Aurora); Salvador Gallegos Ramírez (Consejero Estatal de
Aurora (Mineral La Aurora); Antonio Flores (Delegado de Llanetes); Febronio Rocha
Jiménez (Delegado de Misión de Santa Rosa); Carmen Yañez Ramirez (Delegado de
Palomas); María Crisanto Hernández (Delegada de Alonso Yáñez); Micaela Gonzalez
(Delegada de Los Barrones); Catalina Rodriguez Quintero (Delegada de Capilla Blanca);
Lorena Cadena Molina (Delegada de La Cieneguita); Rafael Alvarado Melendez (Delegado
de La Cruz Del Palmar); José González (Delegado de La Cuadrilla); María Guadalupe
Martínez (Delegada de Los Galvanes); José Leobigildo Ramírez (Delegada de Los
Guerrero); Juana López León (Delegada de La Huerta); Ma. Luisa Magueyal Ramírez
(Subdelegada de La Huerta); María Remerios (Delegada de El Lindero); María del Carmen
Muñoz (Delegada de Montecillo De La Milpa); Elizabeth Ramírez Ramírez (Delegada de
Oaxaca); Luis Ignacio Espinoza (Delegado de La Palmita Dos); Federico González
(Delegado de Peña Blanca); Magnolia Concepción Sánchez Ortega (Delegada de
Tlaxcalilla); Hortencia García Banca (Delegada Presita De Santa Rosa); Enrique Tapia
(Presidente del Comisariado Ejidal de La Petaca); Antonio Ramírez Rico (Presidente del
Comisariado Ejidal de Cruz de Palmar); José Tavera Martínez (Presidente del Comisariado
Ejidal de Ciénega de Juana Ruiz); Vicenta Yáñez (Delegada de El Salto; Aurora Olalde Aviles
(Delegada de La Borunda); Vicenta Moya (Consejera indígena de La Borunda); María
Reynalda Mendoza López (Delegada de Morales); Dulce. C. Hernández Vargas (Consejera
indígena de Morales); Martha Palacios Rosales (Consejera indígena de Ojo De Agua Del
Potrero); Ma. Guadalupe Juárez Hernández (Delegada de Orduña De Abajo); Celia Juárez
Loma (Consejera indígena de Orduña De Abajo); Ma. Florida García Garmilla (Delegada e
integrante del Consejo Estatal Indígena de Potrero); Efráin López Soria (Delegado de San
Pablo; Ma. Paula Aguilar Guevara (Delegada del Rincón Del Purgatorio; Jorge Leal
Caballero (Delegado del Refugio De Arriba); María del Rosario Mora García (Delegada de
Agua Blanca); Heriberto de Santiago Sánchez (Consejero de Rosales).

INTEGRANTES DEL COMITÉ DE CONTRALORÍA SOCIAL. Jordan Aguilar Guerrero


(Presidente, El Piñonal, Atarjea); Leonardo Mata Baeza (Secretario, Misión de Arnedo,
Victoria); Febronio Rocha Jiménez (Vocal 1, Misión de Santa Rosa, Xichú); Francisco Javier
Chavero Ramírez (Vocal 2, Misión de Chichimecas, San Luis de la Paz); Eva Ramírez
Hernández (Vocal 3, Las Adjuntas, Tierra Blanca); Magnolia Camposano Ortega (Vocal 4,
Tlaxcalilla, San Miguel de Allende); Edith Ángeles González Rosales (Vocal 5, Comonfort).

CENTRO COORDINADOR DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS DE SAN LUIS DE LA PAZ. Felipe


Reyes Hernández (Encargado de la Oficina de Representación Querétaro-Guanajuato);
León Rodríguez García; Lorena Martínez Camacho; Diana Ortíz Gamino (NIIAP- Amealco);
Eduardo Hernández Hernández; María Guadalupe Sánchez Méndez. EQUIPO DE
PROMOTORÍA. Lourdes Chavero; Ámbar Cervantes Cervantes; Dulce María López Ramírez;
Regino Mata.

COORDINACIÓN GENERAL DE PLANEACIÓN, INVESTIGACIÓN Y EVALUACIÓN.

Juan Carlos Martínez Martínez; Hector Gustavo Sánchez Benitez; Crisóforo Cardoso
Jiménez; Víctor Manuel Rojo Leyva.

NÚCLEO DE INVESTIGACIÓN INDÍGENA APLICADA. Martha Elenora Maldonado Nuñez


(Coord); Diana Ortiz Gamino; Joaquín Cortés García, Diana Carolina Santiago Bautista.
ÍNDICE

PRIMERA PARTE 1

1. PRESENTACIÓN 1

Auto adscripción de los pueblos _____________________________________________________ 3

2.1 Una nueva política de desarrollo hacia los pueblos indígenas y afromexicanos __ 7

2.2 Los Planes Integrales de Desarrollo Regional ___________________________________8

2.3 Nuestra visión del buen vivir ___________________________________________________ 9

2.4 Historia y etnografía de los pueblos chichimecas y otomíes ___________________ 10

SEGUNDA PARTE 25

3. LOS PUEBLOS CHICHIMECO-OTOMÍ Y SU TERRITORIO 25

3.1 La región Noreste de Guanajuato Chichimeco-Otomí _________________________25

3.2 El uso histórico del territorio __________________________________________________25

3.3 Demografía de las comunidades _______________________________________________ 28

4. PATRIMONIO BIOCULTURAL MATERIAL E INMATERIAL 35

4.1 Expresiones culturales y elementos identitarios de auto adscripción ____________ 36

4.2 Lengua _____________________________________________________________________ 37

Expresiones culturales ____________________________________________________________ 42

4.4 Sitios sagrados ________________________________________________________________ 49

5. SISTEMAS NORMATIVOS INDÍGENAS, JUSTICIA Y SEGURIDAD COMUNITARIA 52

5.1 Organización social y Gobierno tradicional_______________________________________52

5.2 Autoridad política y religiosa ____________________________________________________53

5.3 Participación __________________________________________________________________ 59

5.4 Trabajo comunitario ___________________________________________________________ 59


5.5 Participación de la mujer ______________________________________________________ 59

Problemáticas en torno a la organización social ____________________________________ 61

6. CARACTERÍSTICAS, USO Y PROBLEMÁTICA DEL TERRITORIO 65

6.1 Contexto biológico. Fauna y vegetación ________________________________________ 65

6.2 Tipo de suelo y clima predominante ___________________________________________ 66

6.3 Uso del suelo __________________________________________________________________ 68

6.4 Cuencas hidrográficas de la región ____________________________________________ 69

6.5 Tenencia de Tierra ______________________________________________________________ 71

6.3 Principales amenazas _________________________________________________________ 75

Conflictos agrarios e intercomunitarios ____________________________________________ 76

6.4 Instrumentos de planeación, conservación y manejo del territorio ______________ 86

7. EDUCACIÓN CON PERTINENCIA CULTURAL 90

La educación en las comunidades ________________________________________________ 90

8. FORTALECIMIENTO DE LA MEDICINA TRADICIONAL Y EL PAPEL DE LAS INSTANCIA


DE SALUD 96

Morbilidad ________________________________________________________________________ 97

9. INFRESTRUCTURA SOCIAL Y COMUNITARIA 101

9.1 Red de carreteras ______________________________________________________________ 101

9.2 Vivienda_______________________________________________________________________ 103

9.3 Piso de tierra _________________________________________________________________ 104

9.4 Disponibilidad de agua ________________________________________________________ 105

9.5 Drenaje ______________________________________________________________________ 108

9.6 Red eléctrica __________________________________________________________________109

9.7 Disponibilidad de bienes _______________________________________________________ 111

10. __FORTALECIMIENTO DE LA ECONOMÍA REGIONAL INDÍGENA 113


Problemáticas en torno a la economía ____________________________________________ 115

Superficie cosechada: principales cultivos _________________________________________ 117

Potencial económico de la región (Agrícola) _______________________________________ 120

11. LÍNEAS ESTRATÉGICAS PARA EL BIENESTAR REGIONAL 121

TEMA 1. SITIOS SAGRADOS, CULTURA E IDENTIDAD _______________________________ 121

TEMA 2. TIERRA, TERRITORIO Y RECURSOS NATURALES___________________________ 121

TEMA 3. ECONOMÍA INDÍGENA ___________________________________________________ 122

TEMA 4. EDUCACIÓN INDÍGENA E INTERCULTURAL _______________________________ 122

TEMA 5. SALUD Y MEDICINA TRADICIONAL _______________________________________ 123

TEMA 6. INFRAESTRUCTURA ______________________________________________________ 123

TEMA 7. GOBIERNO Y ORGANIZACIÓN TRADICIONAL _____________________________ 124

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA 125

ANEXOS 128

ANEXO 1. PROCESO DE ELABORACIÓN DE PLAN INTEGRAL DEL DESARROLLO REGIONAL


(PIDR) 128

13.2 Descripción de las actividades ________________________________________________ 128


PRIMERA PARTE

1. PRESENTACIÓN

En este presente Plan Integral de Desarrollo Regional (PIDR) se contextualizan las diversas
problemáticas existentes en la región Chichimeca, Otomí ubicada en el Noreste de
Guanajuato. Se presentan las causas, efectos y propuestas de solución así como algunos
proyectos ya implementados con anterioridad en la región. En él se enuncian las diversas
problemáticas comunitarias expresadas por las comunidades que integran la región. La
forma de vida de las comunidades, perspectivas y demandas vertidas en este documento
parten tanto de un análisis documental, reuniones, entrevistas con las autoridades de las
diversas comunidades y también de talleres participativos con las comunidades.
Asimismo se integran las peticiones realizadas durante la gira presidencial en 2019, lo cual
brinda en conjunto un panorama amplio, vislumbrando posibles rutas de acción para
emprender proyectos que mejoren su calidad de vida con bases en su propia visión y
perspectivas. Este Plan fue validado en Asamblea regional el pasado 22 de enero del 2022,
reunión en la que también se instalaron los Comités de seguimiento y contraloría social,
lo cual dio inicio a los trabajos de planeación y seguimiento para la implementación de
proyectos estratégicos a nivel regional, propuestos y priorizados en los talleres
participativos.

La región Chichimeca, Otomí se encuentra conformada por 85 comunidades, está


subdividida analíticamente en 4 microrregiones: I San Luis de la Paz, II Victoria-Tierra
Blanca-Santa Catarina, III San Miguel de Allende-Comonfort y IV Atareja y Xichú. La micro
regionalización responde a diversos elementos como es la distribución geográfica; es
decir, las características geográficas y ambientales que comparten, la comunicación entre
las comunidades lo cual refiere a la cercanía o distancia entre ellas así como también el
intercambio histórico y actual de las diversas comunidades entre sí y con respecto a
centros comerciales, de servicios y de trabajo.

A continuación se describen las microrregiones con los municipios y comunidades que


integran cada región.

1
Microregionalización Noreste Chichimeca, Otomí
Pueblo o
No. Nación
Microrregión Municipio Comunidades indígena
Chichimeco
San Luis
1. Misión de Chichimecas, 2. Paso colorado, 3. Jonaz,
de la Paz
1 San Ignacio Guachichil
1 El pichaco, 2 El Sauz, 3 Arroyo Seco, 4 Cano de
San Isidro, 5 Cañada de Juanica, 6 Cerro
Colorado, 7 Cieneguilla, 8 El Progreso, 9 El Salto,
Tierra
10 Fracción del Cano, 11 Guadalupe, 12 La Otomí
Blanca
Barbosa, 13 La Cuesta de Peñones, 14 Las
Adjuntas, 15 Las Moras, 16 Rincón del Cano, 17
Torrecitas, 18 Villa Unión
2
1 La Calera, 2 El Carmen, 3 Corral de Piedra, 4
Coralillos, 5 La Estancia, 6 Loma de los Chilitos, Chichimeco,
Victoria 7 Mesa de Ortiz, 8 Misión de Arnedo, 9 Negritas, Otomí
10 El ojo de agua, 11 Palmillas, 12 Los remedios
(Cerro grande), 13 Jacalasúchitl y 14 Cieneguilla.
Santa Chichimeco,
Catarina 1 Los Juan Diegos Otomí
1. Alonso Yáñez, 2. Banda, 3. Los Barrones, 4.
Bordo Colorado, 5. Capilla Blanca, 6. Ciénega De
Juana Ruiz, 7. La Cieneguita, 8 La Cruz Del
Palmar, 9. La Cuadrilla, 10 Los Galvanes, 11
San Guerrero, 12 Los Guerrero, 13 La Huerta, 14 Juan
Miguel de González, 15 El Lindero (De La Petaca), 16 El Otomí
Allende Lindero, 17 Montecillo De La Milpa, 17 Oaxaca, 18
La Palmita Dos, 19 Peña Blanca, 20 Presita De
Santa Rosa, 21 El Salto, 22 San Isidro De Bandita,
3 23 Tierra Blanca De Arriba, 24 La Vivienda De
Arriba, 25 Vivienda De Abajo, 26 Tlaxcalilla

1 La Borunda, 2 Morales, 3 Ojo De Agua Del


Potrero, 4 Orduña De Abajo, 5 Orduña De
Arriba, 6 Potrero, 7 Refugio De Arriba, 8
Comonfort Otomí
Rinconcillo (Rinconcillo De Los Remedios), 9
Rincón Del Purgatorio, 10 San Pablo, 11 Agua
Blanca, 12 Rosales, 13 San Pedro Norte

1 Aurora (Mineral la Aurora), 2 El Rucio, 3


4 Xichú Llanetes, 4 Misión de Santa Rosa, 5 Palomas Chichimeco
Atarjea 1 El Carricillo, 2 El Piñonal, 3 La Joya, 4 San Anton Chichimeco

2
Auto adscripción de los pueblos

En la región habitan y conviven dos pueblos indígenas: Los éza’r o llamados también
chichimecas y los otomíes o Hñañho. La nación Chichimeca y que se reconoce a sí misma
como éza’r, se ubica principalmente en Misión de Chichimecas perteneciente al
municipio de San Luis de la Paz, única comunidad en la que se habla la lengua. Asimismo,
en las comunidades de Atarjea, Xichú, Victoria y Santa Catarina se reconocen como
descendientes y habitantes de lo que fue la Gran Chichimeca. Rescatan la actitud
guerrera, la rebeldía y el orgullo con el que sus antepasados resistieron a la dominación
de otros pueblos. Esta conexión de ascendencia con el pueblo chichimeca crea un vínculo
territorial legitimado por las diversas prácticas que dotan de sentido y pertenencia al
pueblo éza’r.

Por su parte, el pueblo Otomí que se reconoce como Hñañho se encuentra fuertemente
arraigado en Tierra Blanca, en San Miguel de Allende y Comonfort. Las comunidades de
Tierra Blanca y San Miguel de Allende están organizadas por Congregaciones, que
rememoran las Congregaciones de indios creadas durante la Nueva España como una
forma de concentrar y segregar a la población indígena. Actualmente se encuentran
basadas en autoridades tradicionales de carácter ritual. En los demás municipios, se está
implementando la recuperación de la lengua otomí aunque también se identifiquen con
la Nación Chichimeco pues reconocen la importancia histórica de “La Gran Chichimeca”.

Las comunidades indígenas tanto de la Nación Chichimeca como del pueblo Otomí, se
identifican con el territorio, el agua y todo lo que comprende la Madre Tierra que para ellos
es una fuente de vida, la vida misma, es su hogar. Son comunidades donde su vida
entreteje el trabajo, la ritualidad, la familia y la organización comunitaria porque es una
forma de establecer los vínculos comunitarios que los definen como colectividad y como
pueblo indígena. Vínculos como son los religiosos, sociales y políticos a través de la
conservación de sus usos y costumbres y autoridades tradicionales. Estos vínculos
internos han hecho que resistan a través del tiempo a un proceso de integración en donde
se pretendió incluirlos en el Estado mexicano intentando borrar su identidad, su lengua,
su forma de vestir y su propia forma de regirse. Imponiéndoles una visión ajena a la suya

3
en donde el ser humano está separado y por encima de la naturaleza y, en donde, lo que
importa es la ganancia económica. Intentando convertirlos así en menores a los que hay
que proteger, dirigir e imponer estilos de vida por medio de políticas asistencialistas que
lo único que han fomentado es perpetuar la desigualdad entre la población “mestiza” y
“ellos” “los indígenas”, negándoles el derecho a elegir su propio desarrollo y formas de
organización.

Las comunidades indígenas que integran la región transmiten de manera oral los sucesos
históricos y de relevancia para la comunidad lo que ha permitido su pervivencia a través
de los años. En este sentido, el Plan Integral de Desarrollo Regional es un documento en
donde se plasman todos los conocimientos y problemáticas de las comunidades
indígenas de la región y, además, pretende ser una guía de acción para que las
comunidades a través de su compromiso y seguimiento puedan mejorar sus condiciones
actuales de existencia.

Las comunidades se reconocen como indígenas porque la vida comunal se encuentra


enmarcada en prácticas sagradas, prácticas que persiguen el equilibrio con todos los
elementos de la naturaleza. Sin embargo, esta forma de respeto con la naturaleza y
equilibrio no es siempre reconocido por agentes externos o por las autoridades
municipales o federales, por instancias educativas o dependencias que solo han buscado
beneficiarse. Basta mencionar como ejemplo la extracción de agua, materiales como
grava, arena y tepetate, entre otros.

En este Plan de Desarrollo se abordan temas que preocupan a las comunidades –


extracción de recursos, importancia de la organización social y comunitaria, basureros en
su territorio que contaminan su suelo y agua, conflictos agrarios, falta de empleo, entre
otros-. Las autoridades que participan en ella han expresado la necesidad de un Plan que
tome en cuenta su voz, sus necesidades, que promueva y fomente la organización
comunitaria, base de todo proyecto de desarrollo.

La conservación del agua es un tema de suma importancia no solo por el clima con el que
cuentan sino por los diversos factores externos que merman este vital recurso, fuente de
vida y energía pero también de simbolismo representado en las peregrinaciones a los

4
pozos o manantiales para propiciar la lluvia y el bienestar del pueblo. Estos lugares
sagrados delimitan los espacios comunales y señalan los intercambios rituales con otras
comunidades, en los que se incluyen los comerciales.

En materia de salud, conservan la medicina tradicional que cura enfermedades no solo


del cuerpo sino también del espíritu, como por ejemplo, el mal del ojo y el espanto. Los
pocos especialistas en medicina tradicional (rezandero, curanderos, hueseros,
temascaleros y parteras) que aún existen en la región, se encargan de la curación y son
quienes pueden acceder a otros espacios distintos en donde moran los antepasados
quienes observan y protegen a los vivos. Los curanderos son los encargados de pedir a los
santos o antepasados el restablecimiento de la salud a través de los “tendidos” (rituales
ofrecidos a las divinidades para sanar a las personas).

Para algunas enfermedades usan remedios caseros como sobadas, masajes, ventosas,
cataplasmas, compresas con agua tibia y en ocasiones con agua con sal y las limpias.
Utilizan plantas como por ejemplo, sábila, árnica, yerba del sapo, ruda, epazote de zorrillo,
cola de caballo, manzanilla, gordo lobo, albahaca, anís, cabello de elote y algunos animales
como conejo, liebre y algunas aves, entre otros. Pero también usan el poder del fuego y
del vapor de agua en los temazcales o “casas de vapor” para curarse. Por esta razón, el
rescate y difusión de la medicina tradicional es un tema importante para la región.

La región ha mantenido sus costumbres y tradiciones a través de los usos y costumbres,


también llamado Sistema Normativo Indígena. En la mayoría de las comunidades su
máxima autoridad es la Asamblea comunitaria, en ella participan todos y todas las
ciudadanas para tomar las decisiones que involucran a la comunidad. El sistema de
cargos, en las comunidades donde todavía se preserva, se compone de fiscales,
mayordomos, esclavos o recolectores, que también incluye a los cargueros de la danza, los
ayudantes, así como rezanderos quienes garantizan la limpieza espiritual y cantores. El
mayordomo, esclavo o recolector es la máxima autoridad, mientras que los ayudantes son
el último nivel de autoridad.

Las mujeres participan en la organización interna de las comunidades siendo su presencia


más visible en los comités de la escuela, en cargos religiosos pero también como

5
delegadas y consejeras indígenas, además tienen una fuerte presencia en el trabajo
remunerado. En ese sentido, un grupo numeroso de mujeres salen de las comunidades
para trabajar como obreras o empleadas domésticas y siempre están expuestas a malos
tratos, un pago bajo o una carga laboral extenuante aunado al hecho de que muchas de
ellas no conocen sus derechos sociales ni laborales y, por lo tanto, desconocen la forma de
cómo hacerlos valer. Por esta razón, la base de dicho Plan se fundamenta en los derechos
de los pueblos indígenas.

En este documento se muestran algunas propuestas formuladas por las autoridades y


diversos habitantes de las comunidades de la región Noreste Chichimeco, Otomí para
encarar toda la problemática actual con la intención de mejorar sus condiciones y calidad
de vida. Sin embargo, para lograr este objetivo, el proceso, además de participativo, deberá
ser acompañado y respaldado por el gobierno y la sociedad en su conjunto.

6
2. INTRODUCCIÓN

2.1 Una nueva política de desarrollo hacia los pueblos indígenas y


afromexicanos

Los Planes Integrales de Desarrollo Regional se encuentran fundamentados en una nueva


relación entre el Estado mexicano y los pueblos indígenas. Pretenden abrir los canales de
diálogo, poniendo en primer término e impostergable la urgencia del reconocimiento
como sujetos de derecho público. Asimismo, este derecho tiene que ver principalmente
con el derecho a la libre determinación, autonomía, consulta libre e informada y a la
protección integral de su territorio y recursos; derechos que posibilitan a su vez a todos
los demás.

El Plan Integral tiene la intención de plasmar y abrir los canales de diálogo entre el Estado
y los pueblos indígenas con respecto a sus perspectivas, visiones, necesidades,
problemáticas y propuestas de solución, todo bajo sus propios términos y en su propia
voz. Este ejercicio busca mejorar sus condiciones de vida a través del diseño de estrategias
y mecanismos planeados, implementados y evaluados de manera regional y participativa.

El ejercicio de libre determinación no es una dádiva del gobierno, es una deuda histórica
con los pueblos que debe saldarse a la brevedad posible. El proceso de integración y
asimilación que sufrieron los pueblos indígenas a manos del Estado mexicano en aras de
“mexicanizarlos” significó un hecho violento contra su lengua, su identidad, de sus formas
propias de organización y representación así como el saqueo de sus territorios y, con ello,
la pérdida de biodiversidad, sustento de dichos pueblos; todas problemáticas que hoy se
padecen en la región.

Por ello, ser reconocidos como sujetos públicos y hacer efectivos los derechos de libre
determinación, autonomía y consulta son los primeros pasos firmes en dirección a la re
dignificación como pueblos originarios. Por esta razón, los PIDR son un instrumento que
al abrir de manera permanente el diálogo respetuoso con los pueblos indígenas visibiliza
la ruta a seguir para alcanzar la calidad de vida que ellas y ellos anhelen con base en su
realidad, necesidades, perspectivas y prácticas.

7
Es conocido que han existido diversos diagnósticos y Planes en la región. Sin embargo,
existen tres diferencias importantes de los Planes integrales promovidos en la 4ta
transformación. El primero es que es un ejercicio participativo, lo cual significa que los
pueblos indígenas deciden y dialogan entre sí de manera libre y voluntaria el contenido
de los Planes. Es decir, no existe imposición alguna por parte de agentes externos, lo cual
no significa que no exista un acompañamiento y asesoría, pero esta solo es con la
intención de sumar esfuerzos y canalizar conocimientos. Además de las problemáticas y
necesidades, se encuentra plasmado en este Plan las propuestas priorizadas por las
mismas comunidades y que responden a sus realidades, conocimientos, intereses y
motivaciones. La segunda diferencia es que es un ejercicio regional que pretende lograr
un mayor impacto en toda la población, es decir, que no beneficie solo a unos cuantos
grupos que han concentrado poder político y/o económico y que, por lo tanto, no ha
propiciado un desarrollo o mejoramiento de la calidad de vida para la población indígena
en general. Asimismo los proyectos a grupos focalizados, por lo general, son impuestos y
no parten de la realidad y necesidad de las comunidades, lo cual se traduce en una
pérdida de recurso. Finalmente, la tercera diferencia radica justamente en la evaluación y
seguimiento de los proyectos priorizados por parte de las propias comunidades de
manera regional a través de los Comités de seguimiento y contraloría social. En este
sentido, cobra gran relevancia el reconocimiento como sujetos de derecho público que
posibilitará el seguimiento a los proyectos ya que tiene que ver con la rendición de
cuentas de recursos públicos, lo que a su vez incentivará la participación activa de toda la
población en el uso y destino de los recursos públicos.

2.2 Los Planes Integrales de Desarrollo Regional

Los Planes Integrales de Desarrollo Regional son ejercicios de análisis y discusión que
realizan los y las representantes de los Pueblos y comunidades indígenas en Talleres
participativos y Asambleas regionales con el propósito para diagnosticar sus problemas y
plantear soluciones colectivas fundamentados en sus derechos, perspectivas y vocación
de sus territorios. El objetivo que tiene los PIDR es el fortalecimiento de sus formas de
gobierno y organización, sus economías y actividades productivas, la defensa de su

8
territorio todo ello con pertinencia cultural. Pretenden mejorar la gobernanza en los
territorios indígena así como generar nuevos modelos de desarrollo y bienestar.

En la región Chichimeco, Otomí el proceso de los Planes integrales abarcó 5 fases. La


primera fase fue la regionalización y micro regionalización para definir y ubicar el universo
con el cual se trabajaría. Esta fase fue definida a través de elementos históricos, pero
también estadístico y documentales. El producto fue un pre diagnóstico de toda la región.
La segunda etapa consistió en el contacto, invitación y convocatoria para las reuniones
informativas sobre los PIDR a las autoridades representativas de las 85 comunidades que
integran la región. En la tercera fase se realizaron reuniones informativas sobre el PIDR
con las autoridades comunitarias previamente contactadas e invitadas. En estas
reuniones se obtuvo información por medio de entrevistas grupales y se identificaron
actores clave con perspectiva de género. Las autoridades llevaron esta propuesta a sus
propias comunidades y al estar de acuerdo con el proceso del PIDR, acudieron a la cuarta
fase que consistió en talleres participativos en donde se diagnosticó su realidad a través
de 6 mesas de trabajo (I Medio Ambiente y Territorio; II Economía, III Gobierno y
Organización Tradicional; IV Salud y Medicina Tradicional; V Educación y Cultura y VI
Infraestructura para el bienestar social). Finalmente, la quinta fase consistió en la
validación de este Plan en una Asamblea regional con el fin de socializar los resultados de
las mesas de trabajo y priorizar proyectos estratégicos a nivel regional. De igual manera,
en esta Asamblea se eligieron los Comités de Seguimiento y Controlaría social. En este
sentido, los Comités definirán acuerdos que implican el trabajo coordinado de
instituciones públicas e instituciones comunitarias con el objetivo de establecer
mecanismos de seguimiento y contraloría comunitaria para verificar su adecuada
ejecución.

2.3 Nuestra visión del buen vivir

Para nosotros el buen vivir es tener salud en nuestro cuerpo, emocional y


psicológicamente para estar bien con nuestros semejantes y con nuestro ambiente. Por
esto, la armonía, paz, tranquilidad y seguridad al interior de nuestras familias y
comunidades es muy importante para nosotros pues a partir de las buenas relaciones

9
entre las personas que habitamos las comunidades es que podemos emprender
cualquier proyecto que mejoren nuestras condiciones de vida, a través de una
participación comunitaria y convivencia sana que surja no del interés personal sino de la
empatía y objetivos en común, tales como nuestro arraigo ancestral a nuestras tierras, a
nuestra identidad y a nuestra cultura. En este sentido, consideramos significativo
recuperar orgullosamente nuestra lengua y tradiciones que se han ido perdiendo así
como respetar, conservar y transmitir las que aún tenemos.

Sin embargo, se necesitan varios elementos para tener paz y una buena calidad de vida.
Por ejemplo, la cuestión económica es muy importante pues si tenemos ingresos
suficientes podremos mantener dignamente a nuestra familia, con alimentos saludables,
una casa digna y tener la posibilidad de brindar educación a nuestros hijos. También es
indispensable contar con las condiciones adecuadas, es decir, contar con todos los
servicios básicos como es el agua potable, acceso al sistema de salud, educación, luz,
caminos, vivienda y drenaje sin que ello signifique poner en riesgo nuestros recursos
naturales.

2.4 Historia y etnografía de los pueblos chichimecas y otomíes

Memoria e identidad

Los chichimecas es un nombre genérico, sobre todo de tipo despectivo que utilizaban los
nahuas y que después fue adoptado por los españoles, para referirse a los habitantes del
norte, conocida como la Gran Chichimeca (Gradie, 1994 citado en Lazos y Garibay, 2019:
71). Región también conocida como Chichimecatlalli, Teotlalpan Tlacochalco, Mictlampa
o campos espaciosos que están hacia el norte-lugar de la muerte (Braniff 2001a: 7 citado
en Tomé: 156).

Los chichimecas no fueron un pueblo indígena único, sino más bien una serie de naciones
que transitaban por Aridoamérica. Poseían características similares en cuanto a modo de
vida, costumbres, organización y caracteres antropológicos en general bajo cuya
denominación se identificaban a grupos diversos y más conocidos como son los pames,
jonaces, guachichiles, zacatecos, caxcanes, tepehuanes, laguneros, robosos, conchas,

10
tobonas, borrados, coahatecas, mayos, yaquis, tarahumara, papágos, opatas y
tamaulipecas (Henríquez, 1999:16). Muchos de estos nombres son evidentemente la
denominación que les dieron los colonizadores y tal vez nunca se sabrá su nombre de
autodenominación, cuál era su lengua y sus creencias y cosmovisiones (Lazos y Garibay,
2019: 73).

La Gran chichimeca mantuvo relaciones con otros grupos tales como los aztecas. En este
sentido, es importante distinguir entre los teochichimecas o toltecas chichimecas y los
que habitaron el territorio chichimeca ya que si bien los mismos aztecas se reconocían
como migrantes del norte, descendientes de los chichimecas (Castañeda, 2007 citado en
Lazos y Garibay, 2019: 73), ellos trazaron su ascendencia y conexión con los toltecas símbolo
de cultura, de civilización y autoridad legítima (Lazos y Garibay, 2019: 73) y no con estos
grupos de nómadas, cazadores-recolectores.

Para principios del siglo XVI, en lo que es actualmente el estado de Guanajuato, los
chichimecas se encontraban bien consolidados en la región. De ellos se definieron
claramente dos grupos: pames y jonaces (Henríquez, 1999:16).

Los pames fueron uno de los grupos chichimecas que llegaron desde el siglo XIV a la Sierra
Gorda. Adoptaron patrones culturales que los transformaron en un pueblo menos
belicoso y con cierta disposición a integrarse con las culturas desarrolladas. En cambio los
grupos como los jonaces y guachichiles que entraron al norte, en el siglo XV fueron grupos
más belicosos que se distinguieron por su alto espíritu guerrero, destacándose como
excelentes flechadores y por sus costumbres salvajes y feroces (Camarillo, 2010: 18). El
desplazamiento de los grupos chichimecas de los territorios por los que acostumbraban
transitar libremente se tradujo en un periodo de feroces enfrentamientos, conquistas y
resistencias.

La primera gran derrota sufrida por algunos grupos confederados de chichimecos fue
durante los años de 1541-1542. Esta situación, sin embargo, no amilanó a las “Naciones” del
norte y aunque tuvieron que replegarse hacia lugares inaccesibles e inhóspitos para los
invasores, lo hicieron con el ánimo de rehacerse para continuar la defensa de sus
ancestrales propiedades territoriales (Camarillo, 2019:19).

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A mitad del siglo XVI, con el estallido de la Guerra Chichimeca, los peninsulares
continuaron la penetración del distrito dominado por los pueblos de frontera, y no
tardaron en descubrir la riquísima veta en Zacatecas, Guanajuato y San Luis Potosí en el
año de 1546. A partir de ese momento, la guerra se volvió sorda y se recrudeció la violencia,
hasta los pacíficos pames, que antes se conformaban con el robo de ganado, empezaron
a participar en ataques sangrientos defendiendo lo que consideraban su territorio.

Este descubrimiento de minerales determinó la instauración por parte del virrey Luis de
Velasco (El Viejo) de dos fortines militares llamados Xichú y Palmar de Vega. Ambos
presidios, especie de fuerte militar habitado por seis u ocho soldados en el Camino Real
de Tierra Adentro en la Ruta de la Plata la cual era una vereda sumamente peligrosa,
representaron la respuesta que daban los españoles a la “guerra de guerrillas” adoptada
por los indios norteños (Camarillo, 2019: 19). El virrey extendía facilidades para estancieros
que estuvieran convencidos de establecerse en compañía de sus ganados a lo largo de
esta peligrosa vía. Así fue como nacieron mesones, tabernas y posadas que contaron
desde sus inicios con guarniciones militares que fueron autorizadas a cambio de que éstas
sirvieran de refugio a los caminantes (Camarillo, 2010: 22).

En este contexto de violencia generalizada la belicosidad y actitud hostil de algunos


grupos chichimecas fue enfrentada de manera dura por los españoles a través de
medidas más severas basadas en la guerra de exterminio o de atraparlos con el interés de
esclavizarlos. Así, la esclavitud y venta de naturales de la zona se había convertido en el
modus vivendi de muchos soldados y aventureros. El virrey Villamanrique, ordenó el cese
de la captura, pero a cambio exigió, que en adelante, no se capturaran más indios, sino
que se acabara con su vida, perdonando únicamente a las mujeres y a los menores de 12
años, reclamándolos, eso sí, para ser entregados a los encomenderos. Estas medidas
dictadas por el marqués, no convencieron a muchos, por lo que sus órdenes no fueron
acatadas y continuaron violándose.

Esta guerra en la Sierra Gorda duró más de dos siglos con algunos periodos de relativa
paz. Dos situaciones cambiarían la estrategia de la guerra: la epidemia de matlazáhuatl
de 1586-1588 y la severa sequía de los años siguientes que también repercutió entre los

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indios (Camarillo, 2010:24). En este contexto se abrieron paso los misioneros dominicos y
franciscanos de diversas provincias y colegios, que coincidieron en sus empeños por
evangelizar a pames y jonaces (Manejo de la biosfera de la sierra gorda, s/f: 1) lo cual fue
logrado en parte por los tratados de paz que después de cuarenta años de lucha
requirieron de estrategias no bélicas a fin de establecer su dominio en el territorio norte
de lo que en esos tiempos era la Gran Chichimeca.

El proceso de pacificación necesitó de diplomacia a través de una intensificación del


esfuerzo misionero que brindó cohesión a toda la empresa. Se invitó a grupos

provenientes de tlaxcaltecas a habitar la región a través de la firma de “capitulaciones”, a


fin de dar ejemplo de un modo de vida civilizado, aprovisionando a estos grupos y a los
nómadas con tierras y fondos provenientes de la Real Hacienda para poblar el territorio
de manera sedentaria. Tras su asentamiento los chichimecas se fueron incorporando a las
actividades agropecuarias que empezaban a desarrollarse en la zona, así como en la
minería.

Este proceso de pacificación les costó a los españoles prácticamente la segunda mitad del
siglo XVI (Powell, 1977 citado en Lazos y Garibay, 2019: 83), pero sobre todo por la casi
completa extinción de los grupos chichimecas de la región. Quedando hoy día, en San
Luis de la Paz un reducto del pueblo chichimeca en Misión de Chichimeca. Los éza’r, como
se autodenominan, son descendientes de los antiguos habitantes de la Gran Chichimeca.
(Martínez, 2015:14).

Durante el periodo del Porfiriato el territorio se organizó en grandes haciendas agro


ganaderas. Inicialmente algunas pertenecieron a los jesuitas quienes se hicieron expertos
en el manejo de estas novedosas empresas. Las actividades que promovían educación y
hacienda se encontraban íntimamente vinculadas y los jesuitas les dedicaban buena
parte de su tiempo. Los indígenas y los mestizos, fueron para la Orden, la mano de obra
que haría progresar sus haciendas para preservar los privilegios y el poder de la iglesia
(Martínez Moya, 1981: 26 citado en Camarilla, 2010: 32). No obstante, después de su
expulsión en 1767 estas haciendas se convirtieron propiedad de la Real Hacienda y luego
fueron vendidas al sector privado. El éxito del sistema económico de las haciendas se basó

13
en la combinación de la agricultura, la ganadería, la explotación forestal y el minero que
tuvo su auge en el periodo de 1894-1899 y 1901-1903 (Escutia, 2010:18).

En lo que se refiere a las comunidades que integran los diversos municipios de la región,
es de importancia mencionar que ninguna comunidad reconoce o ubica fechas precisas
de fundación, pero si algunos relatos de su fundación. A continuación se presentan datos
generales de los municipios y de algunas de sus localidades de acuerdo con la información
obtenida en las primeras reuniones con las autoridades comunitarias.

San Luis de la Paz

Uno de los acuerdos políticos fue la fundación de San Luis de La Paz en 1594. Cuando se
hace referencia a San Luis de la Paz en los siglos XVI al XVIII, se deberá entender que más
que hacer referencia a la población citada, se está aludiendo a los poblados (Camarillo
2010: 9). Tenía tres pueblos sujetos: Real de Pozos, Palmar de Vega y Xichú. (Rabel, 1885: 16
citado en Camarillo, 2010: 20).

San Luis de la Paz se convirtió en el poblado más importante beneficio de metales


extraídos del cercano poblado de Palmar de Vega, hoy conocido como Mineral de Pozos
(Camarillo, 2010:12).

Para finales del siglo XVI, San Luis de la Paz ya se constituía como un poblado importante
debido al descubrimiento de minerales en el cercano presidio de Palmar de Vega
(establecido entre 1575-1576 a escasos 8 Km. de San Luis, hoy conocido como Mineral de
Pozos). Entre sus principales actividades destacaron las agrícolas, mineras y comerciales
(Escutia, 2010:3).

Con la relativa crisis de la industria minera, que según algunas fuentes permanece por
casi un siglo (1635- 1730) se intensifica la cría de ganado menor en la zona, proliferando las
familias de españoles que por medio de mercedes reales, fundan estancias para ganados
mayores y menores (Ramírez, 1952: 173 citado en Camarilla, 2010:37). A partir de 1732, aun
cuando la ganadería menor sigue siendo la principal actividad productiva, la importancia
y desarrollo de la agricultura, va cobrando mayor fuerza, a tal grado que para finales de
siglo, es predominante (Camarilla, 2010: 37).

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El trabajo de los indios estuvo relacionado con la extracción del mineral en las zonas
periféricas como Santa Brígida y Palmar de Vega, el de beneficio en San Luis de la Paz. Al
caer la minería, los indígenas fueron ocupados en el trabajo de las haciendas jesuitas y de
algunos españoles que poseían estancias ganaderas y agrícolas en toda la zona de Sierra
Gorda. El cultivo de la vid, constituyó el mejor legado dejado por los padres de La
Compañía a los indios cristianizados (Camarilla, 2010:38). Sin embargo, la participación de
los indígenas en el cultivo de la vid, fue decreciendo conforme fue avanzando el siglo XVIII,
y para los años de 1771-73, solamente producen el 54%, en comparación de los españoles
que elevan su producción al 26%, por el 20% que producen los jesuitas (Camarilla, 2010:39).
El municipio integra a 3 comunidades indígenas de la Naciòn Chichimeca, contempladas
dentro del PIDR: Misión de Chichimecas, Paso Colorado y San Ignacio.

Misión de Chichimecas

Entre 1590 y 1600 se fundó la Misión de Chichimecas en la cabecera municipal (Martínez,


2015:17), así como los diversos pueblos y comunidades que se dividieron y tuvieron su
propio proceso más tarde dando existencia a la región como hoy día se conoce. Misión de
Chichimecas fue creada como parte de la empresa colonizadora española que pretendía
dar seguridad a las caravanas de metales que se transportaban de las minas de Zacatecas
a la Ciudad de México (Escutia, 2010:3). Se encontraba rodeada de haciendas
agroganaderas y pequeños propietarios con igual actividad (Escutia, 2010:28).

Actualmente y de acuerdo con el INPI en las comunidades en Misión de Chichimecas


existen 17,345 personas que habitan el territorio, de las cuales 96 pertenecen al ejido y
17,249 a la comunidad. De este total, 7263 personas son indígenas lo que corresponde al
41.5%. Ahora bien, de acuerdo con las autoridades de Misión la comunidad cuenta con un
aproximado de 12,000 personas, de las cuales 7,000 son de la comunidad y cerca de 4,000
son personas avecindadas, es decir, personas que compraron terreno y tienen todos los
derechos salvo el derecho al territorio, en otras palabras, no pueden decidir sobre el uso y
aprovechamiento del mismo. Con respecto a la población indígena las autoridades
coinciden con los datos oficiales al señalar que en su comunidad más del 40% son
hablantes de la lengua.

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Misión de Chichimecas se encuentra dividida en dos grandes áreas, la habitacional, que
tiene una extensión de 546 hectáreas con 96 áreas y 58 centiáreas, 6 y la ejidal, que abarca
3 688 hectáreas (Martínez, 2015:18). Localmente se habla de dos Misiones: Misión de Abajo,
tiene un tipo de asentamiento concentrado y mayor presencia e influencia de la población
mestiza, por lo que sólo 30 ó 40% habla lengua éza’r al norponiente; y, Misión de Arriba
situada al suroriente, tiene un patrón de asentamiento disperso y la mayoría de habitantes
habla lengua indígena. Aunque ambas funcionan como una unidad sociocultural, política
y económica (Martínez, 2015:18) en la realidad existe una separación social y cultural en su
interior. Esta división interna se profundizó con la construcción de la carretera-libramiento
a San Luis de la Paz en la década de los sesenta.

San Ignacio

En la comunidad de San Ignacio, de acuerdo con los datos oficiales existe una población
de 1206 personas, de la cual 12 personas son indígenas. Sin embargo, para la autoridad el
total de población es aproximadamente de 3,500 habitantes y toda la comunidad se auto
adscribe como indígena.

Paso Colorado

Paso Colorado es una comunidad muy pequeña y la autoridad coincide con los datos
oficiales, señalando un total de 256 habitantes. Sin embargo, la diferencia se encuentra en
la población indígena, mientras que en los datos oficiales hay 21 personas indígenas, la
comunidad entera se auto adscribe como indígena.

Santa Catarina

El área municipal cubre una extensión de 193.67 km2, equivalentes al 0.64% de la


superficie estatal. Cuenta con 45 comunidades (Camarillo, 2010: 74).

La población autóctona fue de Pames, legendarios “Majurrúes” que tenían su asiento


mucho más al norte de la Sierra Gorda, esta población ofreció resistencia a las huestes
españolas y otomíes, venidas desde Xilotepec, tribus chichimecas, pames y tlaxcaltecas en

16
estas tierras (Camarillo, 2010: 82). A la postre, la población sufrió un mestizaje, efectuado
entre tribus chichimecas, pames y tlaxcaltecas y, muy posteriormente, por los otomíes.

Santa Catarina fue fundada en 1539 por un indio cacique de Temazcaltepec. Desde la
fundación la población se dedicó a las labores agrícolas, ganaderas y mineras ya que ahí
existía un yacimiento de estaño.

En el año de 1885 adquiere la categoría de municipio. El municipio cuenta con un total de


16,109.06 hectáreas, de las cuales son laborables 560.61 ha y de temporal, 14,928.17 ha se
destinan a uso pecuario, 82.57 pertenecen a suelo urbano y 527.71 ha se encuentran sin
utilidad (Camarillo, 2010:76). Los Juan Diegos es la única comunidad indígena reconocida
y auto adscrita en este municipio.

Juan Diegos

La comunidad de los Juan Diegos con 178 personas en total, las cuales se auto adscriben
como indígenas pese contar con un 0% de población indígena de acuerdo con los datos
oficiales.

Tierra Blanca

El municipio de Tierra Blanca tiene una congregación otomí de Cieneguilla está


conformada por 18 comunidades indígenas. De acuerdo con las cifras oficiales del INPI, de
las 10, 723 personas que habitan las 18 comunidades indígenas del municipio de Tierra
Blanca 2,609 son indígenas, lo que corresponde al 24.3%. Sin embargo, las comunidades
enteras se auto adscriben como indígenas.

Por su parte, de acuerdo con León Rodríguez, director del CCPI de San Luis de la Paz,
cronista y habitante indígena de Tierra Blanca, la congregación no está reconocida
políticamente, solo por la tradición. Fue conformada como congregación de indios desde
la Corona, como una estrategia de de segregación que permitió la continuidad de
prácticas y valores. Actualmente sigue teniendo vigencia social y geográfica.

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El área de extensión municipal corresponde a 332.80 km2, equivalente al 1.09% de la
superficie total del Estado de Guanajuato (Camarillo, 2010: 87). La población autóctona del
territorio de Tierra Blanca fueron los Pames y, posteriormente, los Otomíes. Colonialmente
se fundó el 19 de junio de 1536 con el nombre de Santo Tomás de Tierra Blanca (Camarillo,
2010:83). En 1968 Tierra Blanca adquiere el grado definitivo de municipio.

El municipio contó con yacimiento de estaño, siendo su actividad principal la agricultura


y la ganadería. Tierra Blanca cuenta con varios atractivos históricos en sus terrenos, como
son las pinturas Rupestres de las Moras que se localizan en las proximidades de Tierra
Blanca, las tierras rupestres de la Cueva del Cerro del Mono, próximas a la comunidad de
las Adjuntas (Camarillo, 2010:94). Cerca de esta comunidad se pueden apreciar
manchones de selva subtropical, ejemplo de la variedad de ecosistemas de la región de
Sierra Gorda (Camarillo, 2010: 96).

Tierra Blanca cuenta con algunos sitios de turismo como bosques de oyamel, la monera
para practicar campismo; el Salto, Cerro de las Palomas y el Picacho en donde se puede
realizar vuelo, planeo, escalada y rappel. La Presa del Cedro en donde se practica el baño,
el remo, la natación y la pesca. Y el Pinal del Zamorano que además de ser un sitio sagrado
se puede practicar senderismo, ciclismo de montaña y cabalgata (Camarillo, 2010: 97).

Victoria

El municipio de Victoria se encuentra integrada por 14 comunidades indígenas. La


extensión territorial del municipio es de 1,042.55 km2, equivalentes al 3.43% de la superficie
total del Estado (Camarillo, 2010: 104).

De acuerdo con los datos oficiales, las 14 comunidades indígenas que integran el
municipio de Victoria cuentan con una población de 5824 habitantes, de las cuales solo
59 personas son consideradas indígenas, es decir, un total del 1% es indígena. No obstante
tal cifra todos habitantes de las comunidades se auto adscriben como indígenas. A
continuación se presentan datos cotejados con las autoridades de algunas comunitarias
del municipio con la intención de mostrar el contraste con respecto a las cifras oficiales y
las registradas por las autoridades de las comunidades. En el caso de Corral de Piedra el

18
delegado informó que 40 familias están registradas en el pueblo y que cada grupo tienen
de 2 a 7 miembros. Por lo cual da un aproximado de 100 personas que coincide
parcialmente con las 131 personas contadas de manera oficial. Por su parte la autoridad de
Negritas refiere que en su comunidad existen alrededor de 1,000 personas lo que
contrasta muy notoriamente con los datos oficiales que indican un total de 78 personas.
En lo que respecta a la comunidad de Corralillo las autoridades tienen registrado un total
de 100 familias que corresponden a 880 personas que contrasta con la cifra oficial de 360
personas. La comunidad de Misión de Arnedo registra a 1,500 personas en comparación
con las 915 personas contadas de manera oficial.

San Juan Bautista Xichú de Indios fue fundado en 1535. El nombre de indios Xichú, en
opinión de Izaguirre y Ramírez Gasca es una abreviación de la palabra Maxuchu, de origen
otomí, significando “la hermandad de mi abuela”. Otra versión indica que se deriva de las
palabras Hi-baño y Xuy-noche, es decir, “Baño nocturno”. El nombre de Victoria lo recibió
en 1847, responde a la célebre victoria que el gobierno logró sobre un alzamiento de
Pames de la Sierra Gorda (Camarillo, 2010: 100).

Al igual que el municipio de Tierra Blanca, el turismo es el servicio que destaca en la micro
región, pues el parador y los vestigios arqueológicos que se encuentran en sitios como los
Remedios que tiene pinturas rupestres, Peña del Tecolote, Palmillas, la Tortuga y la zona
arqueológica, próxima a ser abierta al público, del cerro de la Zorra, localizada a un costado
de arroyo seco, ofertan a los visitantes del municipio una gran variedad de paisajes y
pinturas rupestres (Camarillo, 2010:111).

Atarjea

El municipio de Atarjea integra a 4 comunidades indígenas: El Carriccilo, El Piñonal, San


Antón y LA Joya. De acuerdo con la información oficial el municipio de Atarjea cuenta con
1109 habitantes en las comunidades consideradas indígenas del cual se tiene un conteo
de 4 personas indígenas. Sin embargo, como en los demás casos de la región, el total de
habitantes de estas comunidades se consideran indígenas. De acuerdo con lo anterior, la
delegada de Carricillo contabiliza 800 habitantes de acuerdo con sus listas internas, cifra
que coincide aproximadamente con el conteo oficial de 702 personas. Por su parte, la

19
autoridad del Piñonal contabiliza 14 familias y un total de aproximadamente 40
habitantes, lo que contrasta con los 84 habitantes contabilizados oficialmente. Las
autoridades de San Anton informan de 170 personas en la localidad que coincide con la
cifra oficial de 171 habitantes. Finalmente, la comunidad de la Joya reporta más de 100
personas en su comunidad que coincide aproximadamente con la cifra oficial de 152
habitantes.

El nombre de Atarjea proviene del náhuatl y significa, “donde van a beber agua, acequia
de agua o depósito de agua”. El territorio fue habitado en tiempos prehispánicos por
pames. El área del territorio municipal es de 318 km2, equivalentes al 1.04% de la superficie
del Estado de Guanajuato (Camarillo, 2010: 59). Atarjea fue fundado en 1539 por don Alejo
de Guzmán y se le otorga el denominador de municipio el 15 de octubre de 1928.

Para mediados del siglo XIX se registraron yacimientos de cinabrio, acompañado de


muchos globulitos de azogue, plomo y mercurio. La crianza de ganado y la práctica de la
minería eran las actividades económicas primordiales en la región de Atarjea (Camarillo,
2010:58). Atarjea surgió como un lugar de llegada y partida para trabajadores ligados a la
minería, alrededor de este pueblo se fundaron ranchos dedicados a su proveeduría
agropecuaria.

Las localidades que conforman el municipio de Atarjea son básicamente campesinas y


mestizas. No hay referencias al origen indígena de ninguna de las doce localidades
municipales en los estudios realizados para la dotación de tierras en las décadas de 1920
y 1930, no obstante a que en su territorio hay presencia de basamentos prehispánicos en
Casas Viejas (ejido de El Carricillo) y de algunas prácticas que podrían argumentarse como
chichimecas u otomíes, entre ellas la veneración a cruces colocadas en las puntas de los
cerros y el uso de coloridos bastones y máscaras de animales silvestres en las
representaciones de la Semana Santa. Así como el Pinal del Zamorano, al que se va en
peregrinación cada mes de mayo (Uzeta, 2004:229 citado en Uzeta, 2016:66).

Pese a que los ejidos de Atarjea se encuentran en la reserva de la Biosfera de la Sierra


Gorda, no aceptaron pertenecer a dicho Programa ni al Procede apelando a su memoria
colectiva argumentando: “no aceptamos esas medidas porque ponen en riesgo nuestro

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acceso a la tierra y a la producción agropecuaria de la que hemos dependido
económicamente” y “no aceptamos esas medidas porque estas tierras fueron
conseguidas por nuestros padres y abuelos después de mucho sufrimiento que no
banalizaremos” (Uzeta 2016:67).

Xichù

Xichù es un municipio ubicado en la Sierra Gorda. Se encuentra a más de dos horas del
municipio de San Luis de la Paz. Este municipio cuenta con 5 comunidades indígenas:
Aurora (Mineral la Aurora), 2 El Rucio, 3 Llanetes, 4 Misión de Santa Rosa, 5 Palomas las
cuales se encuentran a más de 40 minutos entre cada una de ellas.

El municipio de Xichú tiene un total de 998 habitantes en las 5 comunidades indígenas,


de las cuales y de acuerdo con las cifras oficiales solo hay una persona indígena. No
obstante, las 5 comunidades se auto adscriben como tales.

En cuanto a la población, la comunidad de Llanetes está conformada por 56 familias que


da un total de 139 habitantes. La comunidad de Mineral de Aurora tiene 15 familias que
integran a 38 personas de acuerdo con las cifras oficiales. La comunidad de Palomas
cuenta con 80 familias que de acuerdo con las autoridades comprende un total de 400
personas que contrasta con las 277 contabilizadas de manera oficial. Misión de Santa Rosa
contabiliza 60 familias que de acuerdo con las cifras oficiales integran las 304 personas.
En lo que respecta a los datos del Rucío se contabiliza oficialmente a 240 personas, sin
embargo, no se cuenta con información disponible por parte de las autoridades.

En la reunión que se tuvo con las autoridades municipales, en las cuales participaron todas
excepto El Rucio, colindante con el municipio de Atarjea y, por lo tanto, la más alejada de
las comunidades indígenas que la integran. Todas las autoridades coinciden en su
desconocimiento sobre las fechas aproximadas de fundación de sus comunidades. Sin
embargo, sí disponen de una memoria colectiva sobre el origen de su comunidad. En el
caso de Mineral de la Aurora el nombre que recibe se debe a la importante mina que se
encuentra en su territorio que tuvo un auge a mitad del siglo pasado junto con Mineral de

21
Pozos. Hoy día esta mina ya no se explota, aunque todavía acude mucha gente a visitarla
pese a estar clausurada.

La comunidad de Palomas refiere que el nombre de su comunidad se debe a que durante


la época de la revolución llegó una familia a vivir ahí y tenía dos hijas gemelas a las que la
gente les decía Las Palomas. Por su parte, Misión de Santa Rosa recibió su nombre porque
llegaron a instalarse misioneros que traían la virgen de Santa Rosa, la cual, de hecho, es su
Santa Patrona. Para el caso de Llanetes su nombre se debe a que la comunidad se
encuentra asentada sobre un llano.

San Miguel de Allende

San Miguel de Allende es un municipio de la época colonial fundado en 1542, fue declarado
en 2008 como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La cabecera municipal es un
importante centro de desarrollo económico, comercial y turístico que contrasta con el
desarrollo y calidad de vida de las 27 comunidades indígenas que la conforman.

La población total de las comunidades indígenas de San Miguel de Allende es de 10234


personas y cada familia tiene de 3 a 4 integrantes en promedio, como se muestra en la
siguiente información de algunas comunidades.

De acuerdo con la autoridad de la comunidad de Palmita Dos, existen 62 familias en la


localidad que según datos oficiales integran a los 138 habitantes de la comunidad. Por su
parte, la autoridad de Ciénega de Juana Ruiz reporta 120 familias que integran a los 466
habitantes en la localidad. En la comunidad de Tlaxcalilla existen 80 familias que integran
a un total de 225 habitantes. La comunidad de Alonso Yañez, tienen registrada 250 familias
para un total de 475 habitantes. La comunidad de El Lindero registra 94 familias y un total
de 270 en comparación con los 178 habitantes que se contabilizan de manera oficial. La
comunidad de los Galvanes reporta 698 familias con respecto a los 1364 habitantes
contabilizados de manera oficial. Finalmente, la comunidad de Banda registra un total de
500 habitantes en contraste con los 367 habitantes que se contabilizan de manera oficial.

Congregación indígena de la Cuadrilla

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Está congregación está conformada por comunidades que se encuentran asentadas en
los márgenes del Río Laja. Estos territorios pertenecían a la gran nación chichimeca: los
guamares, guachichiles y pames, eran los grupos que ocupaban los márgenes del río Laja.
Fray Juan de San Miguel, un franciscano fue el primero en penetrar en la zona en 1542.
Esta incursión coincidió con una proveniente de Querétaro por los capitanes Otomíes,
quienes fueron los responsables del traslado de colonos otomíes de la provincia de
Jilotepec de donde eran originarios. La presencia otomí dentro de la zona de San Miguel
de Allende surge en 1531 cuando los chichimecas no cristianizados de la zona se
enfrentaron con los otomíes, cerca del puerto de Bárbaros en una batalla sangrienta que
duró 15 días (Diagnóstico la cuadrilla y anexas s/f:1). De hecho, los documentos y la
memoria histórica de los habitantes señalan que entre esta congregación Otomí y Cruz
Palmar junto con la Misión Chichimeca firmaron los acuerdos de Paz que le dieron
existencia a la región tal cual hoy se conoce.

Si bien, la información referente a la fundación de cada comunidad es incierta, existen


conocimientos pertenecientes a su memoria colectiva que dan indicios de su origen. En
estas comunidades, los nombres suelen coincidir con los apellidos de las primeras
personas que llegaron a habitar el territorio o por un elemento histórico particular, por lo
general, religioso. Las autoridades comentan que existen dos versiones del nombre de la
Cuadrilla. La primera es que el nombre se debe a un Cristo Negro que le decían la cuadrilla.
Y la segunda, es que pueblo fue el centro en donde los hacendados repartían, en
cuadrillas, los trabajos a sus peones. Refieren que dichos hacendados llegaron un día y se
apropiaron de todo sin pedir permiso y tomaron a todos los que vivían ahí como peones.
En este sentido, relatan que han desaparecido muchos ranchos a través del tiempo, pero
que la cuadrilla permanece. Por esta misma razón, sigue considerándose el centro de
varias comunidades. Además, indican que los hacendados fueron los que les prohibieron
hablar su lengua materna que era el otomí amenazándolos de no contratarlos ni darles
de comer.

En el caso de la comunidad de los Barrones, Galvanes, Guerreros y Guerrero recibieron su


nombre por las primeras personas que habitaron el territorio. No obstante, reconocen que

23
el apellido no se perpetuo pues actualmente no hay nadie en las comunidades que
tengan esos apellido.

El nombre de la comunidad de Capilla Blanca se debe a los peregrinos de Chalma que


pasaban por ahí y tomaban ese territorio como posada. Esos peregrinos construyeron la
Capilla en 1817 que se encuentra dedicada al Sr. de Chalma quien es su Santo patrono.
Recuerdan que ese misionero fue Pedro Medina quien llegó y se casó con una mujer de
la comunidad por lo cual se quedó a vivir ahí, formando así la comunidad. Al inicio estaban
muy dispersos y eran apenas unas cuantas casas.

La comunidad de Ciénaga de Juana Ruiz, de acuerdo con una placa en la iglesia, fue
fundada en 1720 por la hacienda que estaba ubicada en el actual ejido.

Por su parte, las autoridades de la comunidad de La Banda mencionan que su comunidad


fue fundada en 1500 de acuerdo con lo transmitido por sus abuelos. El nombre de la
comunidad tiene varias versiones. La primera versión es que existía un molino, que fue el
primero y que tenía bandas por eso el nombre. La segunda es por la presa “grande” o
“presa de Banda” “presita” que tiene como unas bandas que dan vuelta a las presas y que
ahora están enterradas. El caso de la comunidad del Lindero debe su nombre a su
colindancia con Dolores y con el ejido de la Petaca.

Comonfort

Las comunidades indígenas que integran el municipio de Comonfort cuentan con una
población total de 10276 personas.

24
SEGUNDA PARTE

3. LOS PUEBLOS CHICHIMECO-OTOMÍ Y SU TERRITORIO

3.1 La región Noreste de Guanajuato Chichimeco-Otomí

3.2 El uso histórico del territorio

El territorio que históricamente se conoce como la Gran Chichimeca ocupó una amplia
extensión territorial, entre el río Lerma y el estado de Texas. Todo lo que hoy es el norte de
México que es casi la mitad del país. Área geográfica conocida como Aridoamérica
conforme a la teoría de áreas de Kirchoff (1960). Durante el período Clásico (150-900 d.C.),
estos grupos se extendieron desde la Sierra de Tamaulipas, la Cuenca del Río Verde y el
Tunal Grande en San Luis Potosí; Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes, Jalisco, Coahuila,
Zacatecas, Durango (Tomé, 2010:163).

25
Debido a la larga y cruenta guerra que se suscitó en esta área posterior a la conquista, hoy
día el territorio habitado por el grupo Chichimeca se encuentra delimitado en lo que se
conoce como la Sierra Gorda (Nava, 2008:105).

La Sierra Gorda noreste, sistema montañoso de la Sierra Madre Oriental, se encuentra


situada entre los límites de los Estados de San Luis Potosí, Querétaro y Guanajuato. La
Sierra Gorda Guanajuatense que contiene a los actuales municipios de San Luis de la Paz,
Santa Catarina, Tierra Blanca, Atarjea, Victoria y Xichú (Camarillo, 2010: 9), San Miguel de
Allende y Comonfort.

Existe una fuerte interrelación entre el territorio y la cultura en el pueblo chichimeca ya


que el territorio provee no solo de recursos para la sobrevivencia sino que se encuentra
cargado de significados y simbolismos como lo demuestra el códice de la tira de
peregrinación, en el que se plasmó un ritual sobre las plantas espinosas como son las
biznagas y el mezquite donde probablemente se consagraban a los guerreros y cazadores
chichimecas (Lazos y Garibay, 2019: 73).

El estilo de vida de los grupos que habitaron este territorio tenía que ver con la adaptación
a los propios recursos existentes en él. Así, su forma de vida era heterogénea pues incluía
un amplio abanico entre nómadas, semi nómadas y sedentarios (Lazos y Garibay, 2019: 72)
y no solo nómadas como comúnmente se refiere a los grupos chichimecas.

Con respecto al nomadismo, se requiere gran conocimiento del medio, adaptación a las
circunstancias cotidianas, así como la diversificación de los varios ecosistemas (Lazos y
Garibay, 2019:75). A diferencia del sedentarismo, la forma de organización nómada es
menos compleja y de un tiempo corto. Al tener baja densidad de población podían
movilizarse fácilmente al no tener grandes posesiones materiales. Esta movilidad
estacional en búsqueda de recursos animales y vegetales, la búsqueda de agua y el
intercambio con otros grupos indica que la mayor diversidad de recursos se encuentra en
las franjas de transición ambiental.

Estos grupos tomaban aquellos recursos que tenían mayor cantidad de calorías por
unidad de energía gastada en buscar, capturar y procesar, es decir, tenían una economía

26
energética muy eficiente, buscar el mayor beneficio posible por el esfuerzo invertido.
Asimismo, junto a la caza hay que considerar su procesamiento que comprende dos
elementos: el uso del fuego para hacer los alimentos más palpables, digeribles y seguros;
y, el acarreo de las presas. Tenían que decidir cómo preparar el alimento, cómo repartirlo
y si valía la pena llevarlo de un lugar a otro (Lazos y Garibay, 2019:77).

Caza

Si bien, cazaban prácticamente cualquier animal, tenían preferidos. Por ejemplo, el


venado del cual utilizaban todas sus partes: la carne para comer, la piel para vestir los
cuernos como arpones, pezuñas como ornamentos además de tener un fuerte
simbolismo. El guajolote también era muy apreciado por estos grupos. Eran apreciados
por su carne para alimento, las plumas para ornamento, ropa y flechas, los huesos para
ornamentos, las espuelas para puntas de flechas, las alas para abanicos y para usos
medicinales y rituales. Sin embargo, existen datos de que en algunos casos se prefería
seguir el bando de guajolotes en vez de cazarlos pues les llevaban a regiones con más
recursos. Otro caso de animales importantes lo representaban los cánidos: el lobo, el
coyote y el perro. No obstante, solo comían los perros que además eran sus compañeros,
pero no así a los coyotes ni lobos por su simbología pues eran éstos los animales que
llevaban al Inframundo (Lazos y Garibay, 2019: 78).

Recolección

En cuanto a la flora, uno de los grandes legados de los grupos chichimecas fue y es el
manejo de cactáceas y otras plantas de zonas áridas como el mezquite, agaves como la
lechuguilla, sotol, biznagas, yucas, nopales, tunas. Las cuales utilizaban y utilizan hoy en
menor medida como fuente de alimento, obtención de agua, para obtención de fibras,
como contenedores, para intercambio, como defensa con el caso de las nopaleras e
incluso importancia y momento de encuentro social en la época de cosecha de tuna en
donde podían conocerse, hacer alianzas o intercambiar parejas e hijas (Lazos y Garibay,
2019:79).

27
En relación a la obtención de agua, la localización de los oasis o aguajes era información
de vital importancia para garantizar la sobrevivencia. En este sentido, es muy probable
que las rutas nómadas se trazaran de acuerdo conl recurso hídrico, al ir de aguaje en
aguaje. También eran sitios estratégicos para la caza puesto que todos los animales
acuden a beber (Lazos y Garibay, 2019:80).

Hoy en día, la forma de vida nómada se encuentra prácticamente extinta (Bacon, 1954;
Charry, 2018 citado en Lazos y Garibay, 2019: 74). La extinción de esta forma de vida tuvo
sus orígenes en la conquista durante el siglo XVI ya que ésta menospreció la diversificación
del uso de recursos así como el conocimiento de los diversos medios, sustituyéndola por
la agricultura en zonas planas (Garza, 2017, citado en Lazos y Garibay, 2019: 76).

3.3 Demografía de las comunidades

3.3.1 Población indígena de la Región


Porcent Porcent
aje de aje de Originarios
Poblac Población
Población població població según Primer
Municipio ión Autoadscr
Indígena n n asentamient pueblo
Total ita
indígen autoads os históricos
a crita
San Miguel
174,615 701 0.4 1,609 0.9 Otomí Otomí
de Allende
Atarjea 5,296 17 0.3 2,189 41.3 Chichimeco Otomí
Comonfort 82,216 373 0.5 1,978 2.4 Otomí Otomí
San Luis Chichimec
4,328 3.4 8,859 6.9 Chichimeco
de la Paz 128,536 o
Santa
5,723 39 0.7 709 12.4 Chichimeco Otomí
Catarina
Tierra
20,007 1,994 10.0 14,304 71.5 Otomí Otomí
Blanca
Chichimec
Victoria 21,253 152 0.7 9,064 42.6 Otomí
o
Chichimec
Xichú 11,143 14 0.1 835 7.5 Chichimeco
o
448,78 Chichimeco Chichimec
Total 7,618 1.7 39,547 8.8
9 y Otomí o y Otomí

Fuente: INPI. Sistema de indicadores sobre la población indígena de México, con base en: INEGI. XI Censo General de
Población y Vivienda, México, 1990, XII Censo General de Población y Vivienda, México, 2000. II Conteo de Población y
Vivienda, México, 2005, Censo General de Población y Vivienda, México, 2010 y Encuesta Intercensal, México, 2020.

28
Población total, indígena y distribución porcentual de la región 1990 -2020

436,610 448,789
414,118
352,584 366,275
298,029

1.7 1.5 1.2 2.2 1.5 1.7


5,021 5,405 4,468 9,152 6,688 7,618

1990 2000 2005 2010 2015

Población Total Población indígena Porcentaje de la población indígena

Fuente: INPI. Sistema de indicadores sobre la población indígena de México, con base en: INEGI. XI Censo General de
Población y Vivienda, México, 1990, XII Censo General de Población y Vivienda, México, 2000. II Conteo de Población y
Vivienda, México, 2005 , Censo General de Población y Vivienda, México, 2010, Encuesta Intercensal, México, 2015 y
Censo General de Población y Vivienda, México, 2020

La población indígena en hogares de la región Noreste Guanajuato pasó de 5,021 personas


en el año de 1990 a 7618 personas en el año 2020. En números porcentuales la población
indígena ha sido constante y alrededor del 2. En el año 2010 llego al 2.2% para volver a caer
a un 1.7% (INPI, 2021).

3.3.2 Dinámica poblacional

Estructura por edad

Pirámide poblacional de la región Noreste Guanajuato Chichimeco, Otomí, 2015

29
100 y más
95-99
90-94
85-89 Hombres Mujeres
80-84
75-79 3,234 3,454
70-74
65-69
60-64
55-59
50-54
45-49
40-44
35-39
30-34
25-29
20-24
15-19
10-14
5-9
0-4
10% 5% 0% 5% 10%

Fuente: INPI. Sistema de indicadores sobre la población indígena de México, con base en: INEGI. XI Censo General de
Población y Vivienda, México, 1990, XII Censo General de Población y Vivienda, México, 2000. II Conteo de Población y
Vivienda, México, 2005, Censo General de Población y Vivienda, México, 2010 y Encuesta Intercensal, México, 2015

La población adulta mayor de 30 a 64 años de edad en el año 2015 representa un 23.9% en


la región Noreste Guanajuato. La de mayores a 65 años alcanza un 3.5% Estos dos valores
están por debajo de la población indígena nacional, del mismo año, que comprende los
valores de 34.2% y 7.4% respectivamente para estos grupos de edad. Por otra parte la
población de 15 a 29 años de edad representa un 31.04% y la de menores de 14 años un
41.2%. En ambos casos los valores son mayores al promedio de la población indígena
nacional del año 2015, de 26.5% y 30.7%, para la misma población (INPI, 2021).

30
3.3.3 Grado de marginación

El grado de marginación en la Región Chichimeca, Otomí es variable, solamente San


Miguel de Allende es considerado con un nivel de marginación bajo debido a que la
cabecera municipal es una lugar turístico con una alta derrama económica. No obstante,
las comunidades indígenas no cuentan con los mismos servicios ni oportunidades
laborales y educativas que la cabecera municipal. El delegado de la comunidad de la
Palma Dos en San Miguel de Allende señala que en su comunidad no hay suficientes
fuentes de trabajo y que la única oportunidad laboral es en el sector de la construcción
pero que el costo de traslado merma sustancialmente el ingreso que se percibe. En lo que
respecta a los municipios que tienen un nivel de marginación medio como es el municipio
de Comonfort, San Luis de la Paz y Victoria éstos son municipios con un alto nivel de
acceso de comunicación a las zonas comerciales y parques industriales. Por su parte, los
municipios con un alto nivel de marginación como lo es Tierra Blanca, Santa Catarina,

31
Atarjea y Xichú que se encuentran en la Sierra Gorda Guanajuatense, se debe a la distancia
y difícil acceso de comunicación con centros comerciales y zonas industriales sobre todo
para el caso de Atarjea y Xichú; además, de malos caminos y pocas fuentes de trabajo en
su demarcación. Lo anterior es una situación paradójica ya que en esta región los recursos
naturales son mayormente abundantes, pero las comunidades no tienen posibilidad de
acceder a ella, sobre todo por encontrarse dichos recursos en una reserva natural.

3.3.4 Migración. Remesas. Causas y consecuencias

Porcentaje de inmigrantes, emigrantes y saldo neto migratorio por municipio, región


Noreste Guanajuato Chichimeca, Otomí 2015

Porcentaje de inmigrantes, emigrantes y saldo neto migratorio* por


120 .0 municipio, región Chichimeca Jonaz de Guanajuato, 2015 20.0
-0.6 - - 1.1 3.3
-2.9 -2.8 -1.3
100 .0
-

-20.0
80.0

-40.0
60.0

-60.0
40.0

-80.0
-95.5
-100.0
20.0

-95.5 0.53.4 1.24.0 1.82.4 - - - - 1.1 - 3.3 - 1.52.8


-
-120.0
Xichú

Tierra Blanca

San Miguel de Allende

San Luis de la Paz

Atarjea

Victoria

Comonfort

Santa Catarina

Total

Inmigrantes Emigrantes
*) Personas de 5 años y más que vivían en otro municipio cinco años atrás.
Fuente: INPI. Sistema de indicadores sobre la población indígena de México con base en: INEGI. Encuesta Intercensal, México, 2015.

Fuente: INPI. Sistema de indicadores sobre la población indígena de México, con base en: INEGI. XII Censo General de
Población y Vivienda, México, 2000. II Conteo de Población y Vivienda, México, 2005, Censo General de Población y
Vivienda, México, 2010 y Encuesta Intercensal, México, 2015.

32
El saldo neto migratorio de la región Noreste Guanajuato alcanza un valor negativo de -
1.3, es decir el flujo de emigrantes es mayor que el de inmigrantes, siendo el principal
municipio expulsor de población Xichú con un saldo de -95.5, y el municipio atractor Santa
Catrina con saldo neto positivo de 3.3 (INPI, 2021).

La migración regional y nacional es discreta. Las zonas principales de migración son:


Dolores Hidalgo, San José Iturbide y Valle de Santiago. A estos lugares se van a trabajar
como peones de campo o también en las ciudades de León, Celaya, Irapuato, Querétaro,
San Luis Potosí, Jalisco, Zacatecas, Monterrey, Michoacán, Nayarit y en menor medida
Querétaro donde laboran como albañiles y las mujeres como empleadas domésticas
(Sánchez, 2008:25).

La migración internacional se da en San Luis de la Paz, Victoria y Xichú éste último


municipio debido principalmente a la inexistencia de fuentes de trabajo cercanas. Los
demás municipios y comunidades recurren a empleos temporales y a la migración
temporal a fin de poder regresar al lugar de origen cuando las festividades comunitarias
o religiosas lo exigen (Henríquez, 1999: 33).

Como puede observarse existe migración temporal a las ciudades cercanas. Por lo general
salen entre semana y regresan seguido o el fin a dejar dinero o alimento. También existe
la migración definitiva a Estados Unidos pero, de acuerdo con las autoridades, eso es algo
reciente como de 4 o 5 años y las principales ciudades de destino son: Texas, Houston,
Dallas, Austin en donde trabajan en el campo, en fábricas y en la construcción. Es
importante mencionar que del total de la población que se va a Estados Unidos la tercera
parte 1/3 regresan a sus comunidades en las fiestas o eventos importantes. Existen reedes
de migrantes entre los más jóvenes. Asimismo, todos los migrantes que salen siguen
perteneciendo a sus comunidades y, por lo tanto, siguen cooperando con sus
comunidades pues mantienen una relación directa ya que ahí están sus familias, sus
tierras y sus casas. En las familias de migrantes las mujeres asumen el cargo de
representación al interior del grupo doméstico. Actualmente pocas mujeres por lo general
trabajan como empleadas domésticas en las ciudades cercanas, también trabajan como
jornaleras en hortalizas e invernaderos.

33
Distribución de remesas familiares 2013 - 2020 (millones de dólares)

392.7
381.2
365.2
335.4
299.8
283.1
262.8
246.1

2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020

Fuente: INPI. Sistema de indicadores sobre la población indígena de México, con base en: CONAPO. Distribución de
remesas familiares por municipio 2013-2020* (millones de dólares). * La información es preeliminar, al corte marzo
2020.

La distribución de las remesas familiares en la región Noreste de Guanajuato fue de 132


millones de dólares promedio 2013 al año 2019, con un incremento ascendente. A marzo
de 2020 se acumulaban 39.6 millones de dólares (INPI, 2021).

34
4. PATRIMONIO BIOCULTURAL MATERIAL E INMATERIAL

Población por pueblo indígena: Chichimeco y Otomí

Representaciones sobre la Nación chichimeca

El nombre genérico y peyorativo de chichimeca “Linaje o ascendencia de perros”


(Henríquez, 1999:9) con el que se les conoció a los diversos grupos que habitaron el norte
de México estuvo cargado desde un inicio de prejuicios y mitos de alteridad etnocéntrica
(Santamarina, 2015:31) tanto de parte de los pueblos del centro, concretamente de los
mexicas, como de los españoles.

Ambas civilizaciones veían a los chichimecas como incivilizados pues al ser nómadas no
construyeron grandes edificaciones ni desarrollaron una organización social, política y

35
económica a semejanza de dichas civilizaciones, pues vivían en la naturaleza, lo cual solo
demuestra el profundo conocimiento que tenían de su entorno. La constante movilidad
de estos grupos, los convertía a los ojos de los conquistadores –mexicas o españoles- en
un peligro para el orden social.

Esta visión de los chichimecas impregnó toda la historia oficial de nuestro país,
aniquilando la gran cantidad de pueblos que lo conformaban con sus lenguas, estilos de
vida, cosmovisiones y conocimientos, erigiéndose el estilo de vida de los habitantes del
sur y centro del país como la única, marcando así una historia lineal que considera
homogénea toda la historia así como los problemas y necesidades. Sin embargo, hoy día,
jóvenes norteños, campesinos se consideran chichimecas y con ello desheredados de la
historia oficial de la nación (Tomè, 2010:168).

Estas sociedades nómadas y seminómadas estaban perfectamente organizadas para la


caza, recolección, migración e intercambio y alianzas con otros grupos. Como se señaló
en el apartado correspondiente al uso de recurso, tenían un muy complejo conocimiento
del medio así como de estrategias claramente definidas para su pervivencia. Además, es
importante recordar que toda sociedad por simple o poco compleja que sea tienen algún
tipo de vestimenta, lenguaje, rituales, creencias, organización social y política
(Santamarina, 2015:43), de lo cual versará el presente apartado.

4.1 Expresiones culturales y elementos identitarios de auto adscripción

Los elementos que definen al pueblo indígena han sido especificados a partir del uso de
lengua como un elemento fácilmente constatable junto con la vestimenta. Sin embargo,
existen otros elementos como es la pertenecía a un territorio indígena, las prácticas de
organización social basadas en usos y costumbres así como la auto-identificación o auto
adscripción. En este tenor, la región noreste de Guanajuato Chichimeca, Otomí es una
región indígena pese a estar por debajo del porcentaje del 40% de hablantes de la lengua
en cada una de las comunidades de la región. Salvo quizá para el caso de Misión de
Chichimecas donde se ubica el mayor porcentaje de hablantes úza o chichimeco en la
región, que no obstante tiende a la baja año tras año, mientras que el uso de la lengua
otomí representa porcentajes muy bajos en comparación del chichimeco en esta misma

36
región. Este apartado describe las diversas expresiones que adquiere la cultura
chichimeca, otomí, por lo cual, deben de tomarse en cuenta todos estos elementos
definitorios de la identidad indígena.

La auto adscripción en un elemento de suma importancia ya que define un sentimiento,


perspectiva y visión que puede no coincidir con los elementos fácilmente constatables
como la lengua o vestimenta, por ejemplo. En la región Noreste de Guanajuato todas las
comunidades se autodefinen como indígenas por el territorio en el que habitan, por sus
usos y costumbres, por sus rituales, por la memoria histórica y oral en relación al uso de la
lengua, por su herencia, por sus fiestas, por la propia existencia de sus mayordomías, hasta
por sus rasgos físicos y por el simple hecho de que “existen”.

Para las comunidades el uso de la lengua representa un elemento de transformación pero


no de pérdida de identidad aunque saben que ya no usan la lengua materna porque sus
abuelos ya no se las quisieron enseñar o porque ya no la quisieron aprender por la
discriminación que sufrieron desde las instituciones de gobierno, incluida la misma
escuela. Además de los elementos que los autodefinen, la mayoría de las comunidades
cuenta con una constancia emitida por el Congreso del Estado de Querétaro.

4.2 Lengua

Condición de habla de la lengua indígena y monolingüismos

Distribución porcentual de la población indígena Masculina de 5 años y más según


condición de habla española, región Noreste, Guanajuato Chichimeco, Otomí, 2015-2020

37
0.2
1.1
11.2
100.0
0.8

80.0

60.0
98.7
88.0
40.0

20.0

0.0
2015 2020
Bilingüe Monolingüe No especificado

Fuente: INPI. Sistema de indicadores sobre la población indígena de México, con base en: INEGI. XI Censo General de
Población y Vivienda, México, 1990, XII Censo General de Población y Vivienda, México, 2000. II Conteo de Población y
Vivienda, México, 2005, Censo General de Población y Vivienda, México, 2010 y Encuesta Intercensal, México, 2020

38
Distribución porcentual de la población indígena Femenina de 5 años y más según condición de habla española,
región Noreste, Guanajuato Chichimeco, Otomí, 2015 y 2020

0.5
0.9
100.0 16.7

2.0
80.0

60.0
98.5
81.2
40.0

20.0

0.0
2015 2020
Bilingüe Monolingüe No especificado

Fuente: INPI. Sistema de indicadores sobre la población indígena de México, con base en: INEGI. XI Censo General de
Población y Vivienda, México, 1990, XII Censo General de Población y Vivienda, México, 2000. II Conteo de Población y
Vivienda, México, 2005, Censo General de Población y Vivienda, México, 2010 y Encuesta Intercensal, México, 2020.

Según el Catálogo de Lenguas Indígenas Nacionales del Instituto Nacional de Lenguas


Indígenas (INALI) la lengua que hablan los Chichimecos y los otomís pertenecen a la
familia Oto-Mangue. En el año 2020 había 4,428 hablantes de lengua indígena en la región
Noreste Guanajuato de los cuales el 1 % eran monolingües, muy por debajo del valor
nacional de 15.4% del mismo año (INPI, 2021).

La lengua Chichimeco se habla en el noreste de Guanajuato en un solo municipio: San


Luis de la Paz, lo que representa un caso atípico entre las comunidades indígenas de
México; el grupo étnico parece coincidir y agotarse en una sola comunidad: Misión de
Chichimecas en San Luis de la Paz, (Uzeta. 1997:1 citado en Henríquez, 1999: 15). La lengua
es nombrada como úza’ término que hace referencia al singular o cuando se habla de una
unidad en conjunto. Mientras que en plural como mujeres y hombres se autodenominan

39
como los éza’r (Martínez, 205:14). De acuerdo con las autoridades de Misión de
Chichimecas, los hablantes de la lengua superan el 40%, sobre todo en Misión de Arriba
en donde la mayoría es monolingüe. Sin embargo, mencionan que se habla una lengua
“mocha”, es decir, no la saben escribir; además del hecho de que la escritura no coindice
con el habla pues la diferencia es tonal por los acentos.

Pertenece a la familia Oto-Mangue de la rama otopame que está conformada a su vez por
seis idiomas: el mazahua (Estado de México y Michoacán), el matlatzinca y el tlahuica
(Estado de México), el pame (San Luis Potosí), el otomí (Guanajuato, Hidalgo, Estado de
México, Querétaro, Tlaxcala, Puebla y Veracruz) y el úza’ propiamente. Como agrupación
lingüística, el chichimeco se encuentra conformado por una sola variante lingüística: el
chichimeco. Al chichimeco se le denomina a veces chichimeco jonaz para distinguirlo de
otras lenguas chichimecas que se hablaron en la época prehispánica, extintas hoy día
(Lastra, 1980:50).

El chichimeco tiene su centro en la Sierra Gorda de Guanajuato, se separó en el año 300


a. C. del pame de la zona serrana del territorio comprendido entre los estados de Hidalgo
y San Luis Potosí (Martínez, 2015:31).

Como ya se apuntó el término de chichimeca fue un nombre genérico aplicado a todos


los pobladores del norte, independientemente de su autodenominación. Por su parte, la
palabra jonaz, cuyo origen se ignora ya que probablemente no sea un nombre indígena,
sólo aparece tardíamente en los documentos históricos coloniales. Se aplica, hacia
mediados del siglo XVIII, a los indios más salvajes y más belicosos de la Sierra Gorda, por
oposición a los pames, que se habían sometido. El chichimeca puede ser considerado
como un dialecto del jonaz. De todas maneras, este parentesco parece indudable. El jonaz
no habría desaparecido, contrariamente a lo que suele creerse (Jacques Soustelle. “La
familia otomí-pame del México central).

Al partir de investigaciones lingüísticas y los testimonios de algunos nativos de la


comunidad, se sabe que la lengua úza’ no tiene variantes dialectales y que años atrás se
hablaba en las localidades de Santa Ana y Lobos (ubicadas al sur de San Luis de la Paz), en

40
Misión de Arnedo (que pertenece al municipio de Victoria, Guanajuato), hacia el este de
San Luis de la Paz, aunque hoy ya nadie habla.

Lo mismo sucedió en Misión de Santa Rosa (localidad ubicada en el municipio de Xichú,


al norte del municipio de Victoria), en Misión de las Palmas (estado de Querétaro), en San
Pedro Tolimán, hoy llamado Tolimán (también en Querétaro) y en Villa Colón que se
encuentra al sur de Tolimán, sitios en los que este idioma ha desaparecido (Martínez, 2015:
31).

En lo que respecta a la lengua Otomí, como ya se anotó el parte histórica, el pueblo Otomí
se asentó después del chichimeco y, después del tratado de paz entre los dos pueblos,
estas dos lenguas predominaron y convivieron en todo el territorio hasta principios del
siglo XX que fue cuando el proceso de integración a través de la castellanización se hizo
presente en todo el territorio mexicano, teniendo una alta repercusión en esta región. El
nombre castellanizado y genérico de otomí es usado por la propia población indígena
aunque prefieren denominarse a sí mismos ñañho, ñöñhö, ñätho, n’yühü y hñuhmu. A
este respecto, Gloria Isidro Morales propone que otomí proviene del náhuatl otoac, el que
camina y mitl, flecha; así se puede derivar de tomitl flechador de pájaros y aves. Carrasco
refiere que los otomíes son denominados en algunas fuentes históricas, indistintamente,
como otomíes o chichimecas.

Hace aproximadamente 20 años, existe un proceso de recuperación de la lengua otomí


por parte de la SEP a nivel básico en algunas comunidades de Tierra Blanca comunidad,
San Miguel de Allende, en Santa Catarina y Xichù, en donde los niños si hablan
fluidamente, pero como solo se enseña hasta la primaria y por falta de práctica y uso el
conocimiento se pierde a través del tiempo, como sucedió con la transmisión oral ya que
las y los adultos mayores dejaron de enseñar la lengua por pena, vergüenza y humillación.
Por otra parte, las autoridades reconocen que el otomí que se enseña es una variante de
Querétaro, sobre todo de Tolimàn. Para el caso de Xichù, además del otomí, se enseña el
chichimeco pues recuerdan sus habitantes que este territorio era paso de Gran
Chichimeca.

41
Expresiones culturales

Rituales

Ahora bien, entre las diversas manifestaciones culturales con las que cuentan en la región
se encuentran los rituales que los unen a la tierra y a los demás elementos de la naturaleza.
Por ejemplo, en la congregación de la Cuadrilla en San Miguel de Allende la gente mayor
aún tiene conocimiento y practican la agricultura a partir de los ciclos lunares para
predecir la buena temporada. Es decir, en cada fase lunar se realizaba cierta actividad
como es, por ejemplo, no cortar madera en la luna nueva sino en la decreciente y solo de
los árboles secos.

Asimismo, de manera generalizada en la región se practica la bendición de semillas el día


de la Candelaria que da inicio al ciclo agrícola. Otra manifestación tiene que ver con el
ritual de la santa cruz que se celebra el 3 de mayo que de acuerdo con la cosmovisión
indígena de la región, en esta fecha la tierra arde, por esta razón bajan las cruces que se
encuentran en los cerros u ojos de agua para realizar peregrinaciones con ella por todo el
pueblo, pidiendo la lluvia. De igual forma, celebran el 15 de mayo a San Isidro Labrador.
Estos rituales se encuentran dedicados al elemento agua, con lo cual da entrada al ciclo
de lluvias. También celebran a las animas de los antepasados, en donde realizan
velaciones que duran toda la noche con alabanzas e invocaciones a las animas y a los
cuatro vientos, acompañados con instrumentos como mandolinas hechas de conchas de
armadillos, la quema de incienso de copal, danzas tradicionales y ofrendas llamadas
xuchiles, enfocado en Otonteuctli relacionado con el sol (Diagnóstico la cuadrilla y anexas
s/f:1). En este mismo sentido, el 25 de diciembre la Congregación indígena de Tierra Blanca
celebra la Navidad que coincide con la celebración otomí del nacimiento al sol que dura
40 días, que es el tiempo de acuerdo con la cosmovisión otomí, en lo que se tarda en
calentar el sol a la tierra.

Igualmente celebran los rituales del Santo Entierro que representa a Majurrú (último
cacique chichimeca que luchó contra los españoles) (Escutia, 2010:23) y cuyos vestigios se
encuentra en Casas viejas lugar ubicado en el municipio de Atarjea.

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En la región es muy importante el cultivo y elaboración de la ofrenda del Chimal que usan
para adornar sus fiestas. Esta ofrenda mide alrededor de seis metros de altura. Es
elaborada a partir de una planta endémica llamada sotol o lechuguilla. Representa el
cambio que hubo al momento de la conquista española y también lo hacen con el fin de
recordar a los guerreros que sacrificaron su vida para establecer la paz (Escutia, 2010:170).
Todos los elementos de su cultura y organización se encuentran entrelazados: el territorio,
historia, prácticas productivas, festividades y el significado y sentido que le otorgan a partir
de su cosmovisión y concepción muy particular del mundo.

Vestimenta

De acuerdo con la comunidad o etnia, la vestimenta adquiere detalles muy precisos que
tienen que ver con los materiales de las prendas, la organización social basada en una
jerarquía de género y edad así como el clima, la función social o ritual, el gusto y
cosmovisión.

En Santa Catarina la vestimenta típica, constaba de blusa con manga corta de jareta o
cretona rayada, falda larga de percal y de bayeta casi hasta el tobillo, posteriormente se
agregaron otras telas, como nipes, taleta y brocado. Además, el saco de percal, el rebozo
de seda e hilo de lana de colores negro, azul, blanco, rosa y verde; la gargantilla de vidrio y
collares de coral. El calzado, botín de taconcillo y estoperoles. Para portar el dinero y otras
cosas pequeñas, bolsa de lana, manta o cualquier tela, colgada al cuello.

Los hombres acostumbraban calzón de manta y patío, camisa de manga larga, de cretona,
jareta rayada o manta; morral de ixtle o costales de lana que eran elaborados por los
mismos habitantes del municipio, fajas o ceñidores, sombrero de palma y huaraches. Se
utilizaban pieles de víbora para portar el dinero, a la usanza de un cinturón hueco en el
centro, donde depositaban las monedas y posteriormente se amarraba a la cintura; o bien,
utilizaban catahuilas o morrales de cuero (Camarillo, 2010: 81).

En Victoria, la mujer usaba enagua o falda y camisa de manga o cambaya, bordada con
cenefas o franjas de colores muy vivos; además de rebozo y guaraches. En el hombre,
calzón de manta, patío, camisa, huaraches y sombrero chirrión (Camarillo, 2010:116).

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La única indumentaria ritual empleada por los éza’r, se presenta en la danza Chichimeca.
El bando que caracteriza a los indígenas viste taparrabo y pectoral adornado con grecas y
porta un penacho. El bando contrario caracteriza a los “franceses” con ropa tipo casimir,
camisa de manga larga, chaleco, botas y tejana del fieltro. Los bufones que
complementan la danza se visten con harapos, lo más ridículo que le sea posible (Sánchez,
2008:24).

Durante la gira presidencial la comunidad de El Picacho de Tierra Blanca solicitó el


vestuario para los integrantes de la Danza Azteca la Paloma.

Música y danza

La música y la danza por lo general acompañan a las procesiones, velorios, misas y diversas
festividades religiosas. En la región hay bandas de aliento, de cuerdas, de tambora, de
guerra, huapango, estilo arribeño y algunos mariachis.

La música tradicional es la de golpe cuyos únicos instrumentos son la tambora y el violín.


En la región se utiliza la concha de armadillo como percusión y la chirimía (Escutia,
2010:25).

En lo que respecta a la danza, ésta representa las batallas que se dieron al momento de la
conquista entre indígenas y europeos (Escutia, 2010:171), son danzas guerreras que se
conocen como Apaches o rayados (Escutia, 2010:168) o de sonaja, esta danza es propia de
la Nación chichimeca. Por ejemplo el 24 de agosto, fiesta dedicada a San Luis Rey, en San
Luis de la Paz, Misión de Chichimecas y San Ignacio cada año a la misma fecha y hora,
vuelven al lugar las danzas guerreras en la que cada grupo de danzantes ejecuta tres o
cuatro bailes alrededor del chimal con motivo del encuentro y paz entre los pueblos otomí,
guachichil y chichimecas (Martínez, 2015:42). A esta danza se suman los danzantes de la
Cuadrilla de San Miguel de Allende con quienes firmaron la Paz. Y en su respectiva fiesta
en San Miguel de Allende acuden a su vez los danzantes de Misión de Chichimecas.

Han existido intentos de retomar las danzas tradicionales guerreras en varias


comunidades de la región. Sin embargo, dado que se necesita cierta agilidad para su
realización, las comunidades de San Miguel de Allende han enseñado la danza nombrada

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de los locos. Esta danza moderna se presenta en el carnaval de San Miguel de Allende en
la época de cosecha en donde se regala fruta. No se necesita ninguna agilidad ni habilidad
especial por lo que pueden danzar todas las personas sin importar la edad. Los danzantes
se disfrazan de políticos, diablos, viejitos locos etc.

Otra danza popular entre las comunidades es la de los concheros que intenta recrear el
proceso de la conquista española. Actualmente, hay danzas de banda o conocidas
también como norteñas.

Durante la gira presidencial la Congregación Otomí en Tierra Blanca solicitó apoyo para
adquirir instrumentos musicales, así como equipo de audio para las fiestas y danzas.

Fiestas

En la región existe una variedad de festividades relacionadas con el culto agrícola y el


católico. Todas las familias que tienen un santo en su casa siempre le rinden culto cuando
es su día, ya sea rezándole, arreglándole su altar o prendiéndole una veladora (Martínez,
2015:40).

En San Luis de la Paz se celebra a San Luis, al señor de los trabajos, que es el patrono de
Mineral de Pozos; El 3 de mayo la fiesta de la Santa Cruz; el 8 de diciembre Fiesta de la
Purísima concepción; El 25 julio se celebra al Señor Santiago y se realiza una carrera a pie
como una forma de honrar al santo y a los ganaderos (Martínez, 2015:40).

De acuerdo conl Presidente y Secretario del comisariado ejidal en Misión de Chichimecas


se celebran 6 fiestas: San Luisito Rey, a la Virgen, a la Santa Cruz, San Isidro y San Miguel.
Estas fiestas son patrocinadas por familias que son responsables de la organización de
fiestas. Los esclavos son los encargados de juntarse y pedir la cooperación. La fiesta
principal en San Luis de la Paz y Misión de Chichimecas es el 24 y 25 de agosto. Para las
fiestas de San Luisito y de la Virgen de Guadalupe es tradición que los chichimecas inviten
a grupos de danzantes otomíes de Cruz del Palmar (San Miguel Allende) y realizan el
“Encuentro” de danzas (Escutia, 2010:171), conversación con Carmen Álvarez, 2021). La
tradición oral úza’ dice que siglos después de ser canonizado, San Luis de Francia fue

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encontrado en tierras de la actual jurisdicción de San Luis de la Paz, en forma de bulto,
exactamente el 25 de agosto de 1552, año en el que se fundó San Luis de la Paz.

Por otra parte, esta fiesta se celebra haciendo referencia al Encuentro; en esa misma fecha
(25 de agosto de 1552) se llevó a cabo un Encuentro o acuerdo de paz entre los chichimecas
y los españoles quienes junto con sus aliados otomíes, purépechas y nahuas,
principalmente, se enfrentaron a sangre y fuego durante casi 50 años, unos con el objetivo
de invadir territorio ajeno y otros para defender el propio. La fiesta son días de gran ajetreo,
de reunión entre distintas comunidades y de gran fervor. En este sentido, la comunidad
de San Ignacio también participa en la fiesta principal, de acuerdo con el delegado de
San Ignacio, la comunidad se realizan tres fiestas grandes: San Ignacio, a la Virgen y a
Luisito Rey.

En la celebración del santo patrono de Luisito Rey en donde participan varias


comunidades. El día 23 se hace la velación y el esqueleto del chimal en casa de la familia
a la que le tocó la fiesta, al amanecer el día 24 (a las cinco o seis de la mañana) se da el
alba y se hace un encuentro en la comunidad de San Ignacio para rezar el rosario al que
acude gente de Misión Chichimecas y de San Ignacio. Desde las nueve de la mañana hasta
las doce del día se teje el chimal sobre el esqueleto con la planta llamada súchil o guapilla
que fue colectada y traída dos o tres días antes de la velación. Justo a medio día comienza
a llegar mucha gente de la comunidad y de otros lugares, entonces se inicia la danza que
nunca debe faltar (Martínez, 2015:42).

En la Congregación Otomí de Tierra Blanca la fiesta principal es la de San Ildefonso el día


23 de enero. Además, se celebra la festividad de Santo Tomás Apóstol los días 20 y 21 de
diciembre de cada año, durante la cual se reúnen los feligreses de todas las comunidades
que integran la Congregación. Consta de misas, novenarios, kermesses, quema de
castillos, bandas musicales, entre otras actividades. Asimismo se celebran 7 fiestas en el
año: Santa Cruz el 3 de mayo, Santa Cecilia el 22 de noviembre, San Pedro y San Juan el 23
y 24 de junio, Santa Juanita de Aza el 30 de mayo, Santo Castro el 14 de septiembre,
Santiago Aposto el 25 de julio, Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre y Santo niño el 24
de diciembre.

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En las comunidades de Victoria se celebra la Semana Santa; a San Isidro Labrador el 15 de
mayo; el 24 de junio a San Juan Bautista; el 23 de julio a Santiago Apóstol, el 1 de
septiembre a Nuestra Señora de los Remedios, el 8 de septiembre a la señora de la Piedad,
el 29 de septiembre a San Miguel, el 28 de octubre a San Judas Tadeo, del 31 de octubre al
2 de noviembre a los Fieles difuntos; el 8 de diciembre a la Purísima Concepción y el 12 de
diciembre a la Virgen de Guadalupe.

En Santa Catarina se bendice la semilla el 2 de febrero, se celebra la santa cruz el 3 de


mayo y el 12 de diciembre a la Virgen de Guadalupe.

En todas las comunidades de Atarjea se celebra la Semana Santa, en esta festividad se


realiza un concurso de máscaras de robenos, que enmarca la judea; se celebra a la Virgen
de Guadalupe; se realiza una peregrinación de “Los Antorchistas”, provenientes de Xichú
y se realizan las Fiestas del Carricillo. Adicional, cada comunidad tienen sus propias
celebraciones. En la Joya se celebra el 3 de mayo a la Santa Cruz, el 28 de marzo y 2 de
abril a San José y el 24 de diciembre al niño Jesús. En Carricillo se celebra el 22 de
septiembre la Virgen de la Luz, el 28 de octubre a San Judas Tadeo. Sin embargo, esta
festividad se ajusta para que caiga en fin de semana pensando en las personas que salen
a trabajar. El 18 de noviembre dedicado a Guadalupe y el 22 de Noviembre a Santa Cecilia.
Su fiesta principal es dedicada a la Virgen de Guadalupe del 28 de diciembre al 1 de enero.
La comunidad de piñonal celebra la fiesta de la Virgen de los Remedios el 14 de noviembre
pero se ajusta para que caiga en fin de semana. El 3 de mayo a la Santa Cruz y el 13 de
junio a San Antonio.

En el municipio de Xichú se reciben varias peregrinaciones al año: Santo Niño de Atocha,


Diurno niño, La Virgen de los remedios, La virgen de los Dolores y San Francisco de Asis.
En la comunidad de Llanetes se celebra el 15 de julio a la Virgen de la Luz y el 12 de
diciembre a la Virgen de Guadalupe. La comunidad de Mineral de la Aurora celebra a su
Santo Patrono San José el 19 de marzo. La comunidad de las Palomas celebra el 15 de
mayo a San Isidro Labrador y Santa Rosa el 28 de agosto dedicado a su Santa Patrona.

Cada comunidad de San Miguel de Allende celebra sus propias fiestas. En Palmita Dos
celebran el 22 de noviembre a Santa Cecilia y el 4 de octubre a San Francisco. La

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comunidad de Ciénega de Juana Ruiz celebra el 3 de mayo a la Santa Cruz, el 10 de julio a
San Cristóbal, el 15 de mayo a San Isidro, del 31 de octubre al 2 de noviembre a las ánimas
y el 24 al Niño Dios. En Tlaxcalilla celebra el 14 de Mayo a María Auxiliadora, el 2 de
noviembre a los difuntos, el 12 de diciembre a La Virgen María y el 24 de diciembre al Niño
Dios. En la comunidad de Alonso de Yáñez celebran su fiesta principal el 14 de septiembre
dedicado a la exaltación de la cruz, a la santa cruz el 3 de mayo, el 7 y 8 de mayo a la santa
cruz de oro y de plata, el 29 de septiembre a San Miguel, el 2 de noviembre a los santos
difuntos, el 12 de diciembre a la Virgen María y el 24 de diciembre arrullo al Niño Dios. La
fiesta principal de la Congregación de la Cuadrilla es el 15 de mayo dedicado a San Isidro
Labrador y el 12 de diciembre a la Virgen María, fecha en la cual se realiza el encuentro de
danzas. En la Comunidad de los Barrones la fiesta principal es el 10 de septiembre
dedicado a San Nicolás de Tolentino. En la comunidad de los Guerreros el 18 de junio
celebran al padre Jesús de Nazareno y el 24 de enero a la Virgen de la Paz. La comunidad
de Capilla Blanca celebra a su Santo Patrón el Sr. de Chalma que se celebra el 12 de octubre
pero lo celebran pasando Semana Santa. La comunidad de Banda celebra el 13 de junio
en honor a San Antonio, el 15 de mayo a San Ignacio Labrador día que recorren los campos
con el tractor adornado, el 2 de noviembre, 12 de diciembre y 25 de diciembre. Por su parte,
la comunidad de Galvanez celebra el 5 de febrero a San Felipe, 10 de marzo dedicada a
Santa María Eugenia de Jesús, el 19 de marzo a San José, el 28 de noviembre al cerrito y el
14 de diciembre a San Juan de la Cruz. Lindero de la Petaca celebra su fiesta principal el 19
de marzo en honor a San José.

En el municipio de Comonfort la comunidad de Agua Blanca tiene 2 fiestas: San José que
celebran el 19 noviembre debido al cambio que se realizó por la migración. En Orduña de
Abajo tienen 4 fiestas y dos más que llaman mega convivencia en donde 40 familias
ofrecen a la comunidad buñuelos y atole blanco. Su principal fiesta está dedicada a San
Nicolás de Tolentino y la celebran el 10 septiembre. En los Rosales solo tienen 1 fiesta el 27
de junio dedicada Virgen del Perpetuo Socorro. Finalmente, en la Barunda tienen dos
fiestas: el 12 diciembre y San Isidro 15 de mayo, pero también celebran a San Benito,
Santiaguito, Santa Cruz, Virgen de Guadalupe. En las comunidades de este municipio se
acostumbra hacer y dar tortillas de uso ceremonial o sino tortilla de color y dan nopales
con camarón. La forma de elegirse es que cada persona que deja el cargo les entrega la

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lista a los nuevos y se les avisa. Solo en el caso de la comunidad de la Barunda el párroco
rifa los cargos.

4.4 Sitios sagrados

Los anteriores rituales tienen lugar en varios sitios sagrados. Por lo general los sitios
sagrados son aquellos cerros, manantiales y ojos de agua, principalmente. En estos
lugares se realizan peticiones y agradecimientos de agua y, por tanto, una buena cosecha
por medio de peregrinaciones, misas y se “viste” a la cruz ofrendándole comida.

El Pinal del Zamorano en Querétaro es un lugar muy importante simbólicamente para el


pueblo Otomí de la región Noreste de Guanajuato y de Querétaro, sobre todo porque
representa una recarga acuífera de suma importancia para ambas regiones. La cruz que
está colocada en la punta del cerro tiene su propia mayordomía.

Otro de los lugares sagrados en Victoria es el cerro la cruz de copal, La Peñita, el Potrero
de la Cruz; en Tierra Blanca es la Villita, la Paloma; en Atarjea el cerro llamado Carricillo,
cerro grande, cerro de la lumbre, cerro crucita; en Xichú el cerro de la cruz, palomas, cerro
del Picacho.

Además de estos lugares naturales, las comunidades consideran las capillas, calvarios,
oratorios, panteones e incluso los lugares de reunión como la casa ejidal y el centro de
salud como lugares sagrados. La Congregación Otomí de Cieneguilla en Tierra Blanca
solicitó durante la gira presidencial apoyo para la conservación de oratorios y centros
ceremoniales, mientras que la comunidad de Negritas de Victoria solicitó apoyo para el
mantenimiento de los templos y capillas de la región.

De acuerdo con la cosmovisión indígena de la región, los sitios sagrados naturales


resguardan seres sobrenaturales, asociados principalmente al agua. Solo al interior de la
Congregación de Tierra Blanca se habla de la existencia de los duendes, seres protectores
del agua. También se habla de apariciones de Vírgenes cerca de corrientes de agua.
Asimismo, refieren a la existencia de nahuales que son como perros y que chiflan como
normalmente se chifla a una dama; brujas como bolas de fuego que muerden y roban
niño(a)s, a estas brujas se les nombra “tukurú”, sonido que imita la voz grave y ronca del

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búho y que se observan cerca de los cerros. Por su parte, en la región existe, al igual que
en el resto del país, referencias a leyendas sobre la llorona que aparece cerca de arroyos o
charcos.

Problemáticas en torno a la cultura e identidad

En lo que se refiere al tema de la cultura, los asistentes a los talleres coinciden en la pérdida
gradual de algunos elementos culturales como es: el uso de la lengua; la música
tradicional del huapango y de vara en Atarjea; danzas de sonajas, de plumas, de rayados,
de locos, de flachicos, de los concheros en San Miguel de Allende, de los tunditos en Tierra
Blanca; alimentos y gastronomía local; algunos oficios tradicionales como la elaboración
de sillas de madera, máscaras de patol, trabajo en palma, trabajo en piedra, carpintería,
herrería; artesanías como los bordados artesanales en Atarjea, las canastas de carrizo,
tortillas ceremoniales, bordados y tejidos a gancho en Comonfort; productos y
conocimientos de medicina tradicional; la construcción de viviendas tradicionales hechas
de techo de junco, caliche y arcilla; algunos cargos tradicionales como los alabanceros
(cantores de alabanzas para los santos en celebraciones con carácter religioso).

Entre los problemas relacionados con las festividades para el caso de las comunidades de
San Luis de la Paz señalan que las autoridades de la iglesia limitan el levantamiento del
chimal en la festividad de la virgen de Guadalupe y han modificado “los piloncillos”
(especie de pequeños pilares) para sostener el chimal y, por lo tanto, no se está tomando
en cuenta las comunidades para mantener el significado de la festividad.

Las cusas se deben al hecho de la falta de transmisión a las nuevas generaciones por
desinterés de las propias comunidades y de las instituciones por fomentar estos
elementos culturales. Otra causa se debe a la emigración de los jóvenes, pero también por
la discriminación histórica hacia los pueblos indígenas, generando así la pérdida gradual
de identidad cultural de las comunidades de la región. Asimismo, la pérdida y/o deterioro
de elementos naturales para realizar las artesanías, oficios o rituales, aunado al hecho de
los ingresos ínfimos que generan estas actividades

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Las soluciones que proponen son variadas. En primer lugar sugieren que se enseñe la
lengua chichimeca u otomí en todos los niveles educativos (preescolar, primaria,
secundaria y preparatoria) con maestros bilingües y que dentro de cada comunidad se
organicen diversas convocatorias para que las y los niños participen en diversas
actividades que tengan que ver con la recuperación de la lengua materna tales como
concursos de canto, cuentos y leyendas, obras de teatro, pastorelas, etc.

También proponen concursos de gastronomía, festivales culturales, talleres culturales en


donde se imparta la danza, música, oficios, artesanías propias de cada comunidad pero
también otro tipo de actividades de interés de la población como es la pintura artística,
grafiti, murales, serigrafía, etc. En segundo lugar proponen la gestión de apoyos para la
compra de vestuario para las danzas e instrumentos de la música tradicional y
reconocimiento de los derechos y expresiones culturales de las comunidades indígenas
sobre todo para el caso de Peña Blanca en Tierra Blanca que no es considerada ante las
diversas instituciones del Estado como indígena.

Por último, señalan que es necesario recopilar información sobre las celebraciones y
tradiciones culturales para que se comparta en las comunidades y fuera de ellas. En lo que
se refiere a la identidad indígena proponen que se modifiquen las credencias del INE para
que incluya la pertenencia a una comunidad indígena a través de la eliminación de
colonias e incorporación de asentamiento territorial de la comunidad.

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5. SISTEMAS NORMATIVOS INDÍGENAS, JUSTICIA Y SEGURIDAD
COMUNITARIA

5.1 Organización social y Gobierno tradicional

En toda la región, la base del sistema organizativo se encuentra en los grupos domésticos
así como la división del trabajo en su interior que posibilita la producción, reproducción y
representación de la comunidad. Toda persona adquiere responsabilidades al momento
de juntarse, casarse independientemente de la edad y de si se tienen hijos o no. En este
sentido, el hombre suele ser el representante del grupo doméstico, salvo que en dicho
grupo no exista la pareja y se encuentre sola la mujer, entonces ella asume la
representación del grupo. Las comunidades sí admiten que llegan a vivir gente de fuera
pero tienen que pedir permiso ante la Asamblea. Por lo general se pide carta de
antecedentes no penales. Llega gente de diversos lugares. Mencionan que “si nuestros
compañeros se van a Estados Unidos cómo vamos a discriminar aquí a nuestra gente”. En
este sentido, la gente de fuera adquiere derechos y responsabilidades en el caso de varias
comunidades de San Miguel de Allende después de 15 días de vivir en la comunidad.

Cada una de las comunidades tiene un sistema normativo muy propio que se expresa
sobre todo en los cargos civiles/políticos y religiosos, ámbitos que no se encuentran
desligados ya que todas las actividades y prácticas que se realizan en la comunidad dan
sentido y pertenecía a la misma.

En las comunidades existen reglamentos ya sea escritos o no que regulan la vida en


comunidad. En la mayoría de las comunidades sí existen reglamentos escritos
principalmente para el comité del agua. Si bien la mayoría de las comunidades en la
región no tiene reglamentos escritos, si existen los acuerdos de asamblea que fungen
como tales ya que la Asamblea al ser el máximo órgano en la toma de decisiones tiene un
peso muy importante para hacer cumplir las normas producto de los acuerdos generados
en su interior.

La forma de hacer cumplir las normas es a través de una conciliación armónica en donde
se invita a la persona infractora a acatar y cumplir con las normas comunitarias a entrar

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en razón y consciencia en beneficio propio, de su grupo doméstico y de la colectividad. Lo
anterior debido a que las autoridades no tienen la capacidad de sancionar punitivamente.
En caso de no cumplir con las obligaciones estipuladas por la comunidad se quitan
derechos como el uso de la iglesia, el panteón, solicitud de documentos de residencia y,
en casos más graves, el corte del agua, hasta el desconocimiento como ciudadano de la
comunidad y hasta su expulsión. Pese a lo anterior ninguna comunidad ha expulsado a
nadie pues por lo general los conflictos se resuelven de manera local e inmediata.

5.2 Autoridad política y religiosa

Las autoridades tradicionales del orden civil y religioso prácticamente han desaparecido,
salvo para el caso de Misión de Chichimecas y Tierra Blanca. En el caso de Misión de
Chichimecas, en 2020 la Asamblea votó por la restitución de la autoridad tradicional que
recayó en el delegado en turno. También tienes dos comités de pozos: uno para la
comunidad y otro para el ejido. En el caso de Tierra Blanca la Congregación es una forma
de organización tradicional que regula la vida política y religiosa de todas las comunidades
que la integran.

A nivel político, las comunidades cuentan con un presidente municipal si se trata de la


cabecera municipal y delegado o subdelegado a nivel comunitario que es un puesto con
conexión directa con el municipio, aunque las formas de elegirlo son variadas ya sea por
asignación, planilla, voto directo, a mano alzada, voto secreto o cualquier otro método que
consideren pertinente, la duración es de tres años y pueden reelegirse si así lo decide la
Asamblea. En la mayoría de las comunidades, los regidores municipales eligen al
delegado y la Asamblea lo ratifica. Por lo tanto, los delegados son elegidos por la
comunidad y solo en los casos de que exista conflicto al interior, lo designa el presidente
municipal. Sin embargo, ello no significa que sea una imposición pues los cargos son
voluntarios.

En San Miguel de Allende y Comonfort la elección de los delegados se da a nivel municipal


ya que el ayuntamiento es quien emite la convocatoria y las personas que desean asumir
el cargo se postulan. Señalan que no suele haber contrincantes por lo cual se acepta a la
personas que se postula.

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Actualmente, hay comunidades en las que algunos cargos se otorgan de manera
obligatoria a través de la lista general del pueblo, lista en donde se anota cada represente
del grupo doméstico. Lo anterior debido a que como señalan las autoridades hay poca
participación en el asumir cargos de representación sobre todo para los comités.

A nivel civil, también existe el cargo de representante del consejo indígena que si bien es
un cargo perteneciente al ámbito municipal, en varias comunidades como es el caso del
municipio de Tierra Blanca y Comonfort está siendo retomada y apropiada
paulatinamente por las propias comunidades en su beneficio ya que es la forma en que la
población indígena puede expresar sus necesidades, peticiones, problemáticas
directamente al municipio. Actualmente, la presidencia del consejo estatal indígena la
ostenta una habitante de la Congregación indígena otomí de Tierra Blanca. A diferencia
de las demás comunidades en las que han sido designados los consejeros indígenas por
el municipio, la presidenta fue elegida por la Asamblea de autoridades.

El comité del agua es uno de los más importantes a nivel local ya que el derecho al agua
es un elemento de adscripción muy importante en las comunidades. Ninguna de las
comunidades tiene medidor y no existen sanciones por desperdiciar el agua. El tiempo de
duración de los diversos comités es variado por ejemplo en San Miguel de Allende en la
comunidad de la Cuadrilla dura 3 meses, en Galvanes 6 meses y en el Lindero cada año se
renueva.

En Atarjea, no hay línea de agua ya que tienen manantial. Carricillo tiene 4 manantiales y
4 el Piñonal. Solo San Antón tiene bomba. En estas comunidades la forma de administrar
el agua es cerrando depósitos cuando hay tiempo de sequias. En dichos tiempos se abre
a las 6 am, dura dos horas y se cierran.

En el caso de Carricillo no existe un comité de agua todo el año, solo opera en la


temporada de sequía y en este se encarga de las llaves, el comité va girando en todo el
rancho de casa en casa para que a todos les toque esa responsabilidad. En los demás
periodos en donde no hay sequía no hay comité pues las personas saben cómo regular el
agua. En todas las demás comunidades de la región si hay un comité de agua
permanente.

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Las cuotas de agua para las comunidades que tienen bomba son variadas y se definen a
partir del consumo de cada familia. Por ejemplo, en el caso de Cieneguilla, si llega alguien
de afuera, pero tiene familia en la comunidad se le cobra una cuota de $150. Pero si alguien
de fuera compró, se le cobra inicialmente $8,000 y para la toma $1,000. Por su parte, se
cobra multa de $50 pesos por no pagar a tiempo y si se conectan sin permiso se les corta
el agua. En el caso del Lindero en San Miguel de Allende el servicio de agua y se cobra
cada 6 meses. Cuando se corta el agua la multa a pagar para reconectarla es de $800.

Todos los comités son importantes. Sin embrago, el comité que junta más a la gente es el
agua. Además del comité del agua en las comunidades existen diversos comités tanto
civiles como religiosos tales como el Consejo parroquial que se encarga de brindar
información a la comunidad sobre las reuniones con la iglesia, , los cargos asociados a este
consejo se rotan dependiendo del interés de las personas, hay personas que lo han tenido
toda su vida pues consideran que es una vocación de servir. Existen los comités de fiestas,
de escuela, de becas, de adultos mayores, de salud, de drenaje y de obra pero ésta última
es solo cuando hay obras al igual que el de faenas. En general los cargos civiles no los
quieren tomar las personas porque señalan que no se gana nada, de hecho todo lo
contrario porque muchas veces ellos desembolsan dinero propio y la gente no reconoce
su trabajo. La mayoría de los comités se eligen en la Asamblea comunitaria. Sin embargo,
hay excepciones como Capilla Blanca en San Miguel de Allende en donde se eligen
mediante una rifa.

De acuerdo con las diversas autoridades, uno de los requisitos para ser elegido como
autoridad es que la persona sea responsable, honesta, y que no esté politizado, es decir,
que no promueva a ningún partido político ni el cargo sea por sucesión y, sobre todo, que
tenga ánimo y tiempo para trabajar por su comunidad. Por ejemplo, el delegado del
Carmen señala que ha habido varias personas que han sido delegados y que trabajan en
el gobierno, pero que la población ha notado que ellos no han intercedido por su
comunidad porque tienen miedo de que los corran de su trabajo y que, además, muchas
personas que se reeligen o el cargo se queda en la familia solo beneficie a un pequeño
grupo y no a toda la comunidad.

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Las funciones de las autoridades son variadas dependiendo del cargo. Pero en general,
como autoridades y representantes de sus comunidades están obligadas a asistir a las
reuniones con las diversas dependencias, supervisar obras y rendir cuentas a la autoridad
superior como es el presidente municipal y emitir documentos de deslinde de terrenos.
También gestionar programas y proyectos o atender solicitudes de la presidencia y en
general estar al pendiente de lo que haga falta en la comunidad para solventarlo. Las
comunidades que tienen ejido poseen un comisariado ejidal con toda la estructura de un
comité y una Asamblea ejidal. Estos cargos y asambleas responden a las leyes agrarias y,
por tanto, solo pueden entrar a las Asambleas ejidales los y las ejidatarias. Sin embargo, el
ejido de Carricillo invita a todas las personas ya sean ejidatarias o no a sus reuniones, solo
que sin derecho a opinar y deben de acatar en todo momento los acuerdos tomados en
dicha Asamblea. Esta comunidad reconoce que los recursos que llegan los trabajan más
los reconocidos o avecindados o las señoras.

Dentro de los conflictos que las autoridades tienen que solucionar se encuentran el
perjuicio del ganado ya que las vacas suelen meterse en la milpa y destruirla. El o la
delegada suelen llamar a las partes implicadas para que lleguen a un acuerdo. Por lo
general cobran el perjuicio pero siempre dependiendo del daño hecho y eso es lo que
ellos valoran, porque muchas disputan radican en que los perjudicados quieren cobrar
más del daño realizado, argumentando que las plantas eran tiernas y que las van a tener
que plantar de nuevo. Considera que si ya estaban grandes, sí merece una compensación
ya sea en trabajo o en especie pero tomando en cuenta siempre el daño y la superficie
afectada. Cuando resuelven disputas, siempre solicitan testigos esperando llegar a un
acuerdo pero si no se logra entonces se manda al MP. Otro de los conflictos que resuelven
son los concernientes a pleitos intrafamiliares como son los causados por separaciones,
violencia contra menores, pleitos entre los muchachos o de los animales que pasan los
terrenos y andan vagando libres por todas partes, dañando las cosechas o huertas de los
vecinos. Además, en varias comunidades existen problemas sociales como la
drogadicción, alcoholismo, violencia contra la mujer, etc. Actualmente, algunas de las
comunidades realizan rondas o recorridos como forma de garantizar la seguridad de los
habitantes.

56
Con respecto a las peticiones realizadas durante la gira presidencial en el ámbito de
fortalecimiento institucional, jurídico y organizativo la comunidad del Picacho en Tierra
Blanca, solicitó asesoría legal para solucionar una estafa de la que fueron víctimas en una
caja denominada popular Guanajuato. Asimismo, el municipio de Tierra Blanca solicitó el
reconocimiento como comunidades indígenas a nivel municipal y federal, así como
botones de pánico y cámaras de seguridad para las delegaciones. Por su parte, la
comunidad de Misión de Chichimecas solicitó apoyo para el reconocimiento de la
autoridad tradicional indígena que eligió la comunidad.

La estructura de los cargos religiosos es de suma importancia para las comunidades ya


que los cargos que integran dicha estructura administran las variadas celebraciones
religiosas pero también son los que organizan la vida ritual dentro de las comunidades.
Hay varios cargos tales como fiscales, campaneros, tenachas, encargados de capilla,
cargadores. Por su parte, a las personas que organizan la fiesta, que solicitan la
cooperación y ofrecen la comida se les conoce en la región de diferentes maneras:
mayordomos (Tierra Blanca y San Miguel de Allende), recolectores (San Ignacio) o esclavos
(Misión de Chichimecas) en esta última comunidad se registra una mayor participación
de hasta 40 personas en la organización de la fiesta principal, se designan por tradición
familiar mediante línea paterna y una vez elegidos conservan el cargo de por vida.

Para el caso de San Ignacio el servicio si es rotativo y con una duración de un año. Es
importante hacer mención que estos cargos han desaparecido en las demás
comunidades de la región y solo funciona a través del comité de fiestas el cual tiene
duración de un año y se eligen en Asamblea. Se eligen a personas que no han tenido
cargos con la intención de que todos los representantes de los grupos domésticos,
asuman los cargos al menos una vez en la vida. Además, los migrantes realizan una
aportación económica para las fiestas.

En lo que respecta a la congregación otomí de Tierra Blanca el cargo se renueva casa dos
años, tiene 7 mayordomías para las fiestas de la congregación y, además, cada comunidad
tiene una mayordomía propia. Para cada fiesta se hace una red de 4 mayordomos, 4
cocineras y 8 moleteras es decir, las mujeres que hacen las tortillas. Y estos a su vez

57
convocan a otros 4 hasta llegar a un total de 64 mayordomos. Se ofrecen comidas de
congregación, y los mayordomos pasan avisando de la fiesta. Asimismo, los colectadores
van de casa con tambores que tocan música tradicional al realizar la colecta de casa en
casa, esta colecta es voluntaria y no hay cuota fija ya que de acuerdo con las autoridades,
la gente “teje”, es decir, aporta ya sea en especie o en efectivo discretamente a la imagen
que tiene una alcancía. El mayordomo no sabe quien le da. La forma de elegir a los
mayordomos es a través del otorgamiento de cuelga o pan que el anterior mayordomo le
da al nuevo. Una vez recibido, al día siguiente el nuevo mayordomo pasa de casa en casa
con refresco y un pedazo del pan el cual ofrece. Lo anterior es una forma simbólica de
invitar a las personas a participar y cooperar ya sea como miembro de la red o como
participante por medio de su aportación. El pan es una ofrenda: “recibe esa rosa” y la
persona corresponde tejiendo u aportando algo. Puede ayudar de distintas maneras ya
sea con dinero, pero sobre todo con despensas o en especie como harina, chivos, gallinas,
etc., también con ayuda lavando trastes, limpiando, con el trabajo que se solicite o solo
acompañando. Se puede dar algo en especie como harina, chivo, gallina. La aceptación
del cargo es voluntario por lo cual no sucede nada sino aceptan. Pero cuando se acepta
es un compromiso que debe ser cubierto por la persona o por alguien de su grupo
doméstico. Una forma usual de incentivar el cumplimiento del compromiso, es a través
de la aplicación de un pensamiento antiguo: el castigo sobrenatural del Santo Patrono
San Ildefonso, en cambio, si la promesa se cumple dignamente el santito recompensa con
milagros pues ésta es una figura viva en la que de acuerdo con las versiones de las
autoridades la frente de la imagen de San Ildefonso se pone chapeada cuando está
contenta o cuando está enojada no se dejan cargar.

En la Congregación indígena de la Cuadrilla de San Miguel de Allende existe el cargo


tradicional de El sargento y su tenancha que por lo general hablan la lengua y cuyas
funciones son: hacer limpias, estar el frente en las fiestas, transmitir los conocimientos,
llevar a cabo rituales con el objetivo de sacar permisos, ya que se comunica, es un lazo con
las ánimas de las tradiciones. Les rezan a ellas y les pide permiso. Son los encargados de
dirigir los “encuentros” entre diversas comunidades como es el caso de San Luis el día 31
de diciembre que llega Misión de Chichimecas. Es una tradición principal. Mencionan que
no coincide mucho la iglesia con sus tradiciones pero no se ha quitado pese a que la iglesia

58
no lo respeta y ha querido eliminarlo. En este sentido afirman que Independientemente
si quiere o no el párroco se sigue y lo seguirán haciendo.

En la Cuadrilla se realiza una fiesta principal por congregación y cada comunidad celebra
las suyas propias. Existen dos mayordomías por fiesta y cada mayordomía integra a 4
mayordomos y 14 ayudantes quienes se ofrecen o son invitados por los mayordomos. En
Galvanes eligen a 6 mayordomos y cada mayordomo saliente elije al suyo. Las
mayordomías son para las fiestas patronales así como las fiestas de imagen.

Todas las autoridades, tanto políticas/civiles y religiosas deben dar cuenta de sus
funciones y resultados ante la Asamblea General comunitaria que representa el máximo
órgano legislador de las comunidades.

5.3 Participación

La participación en la comunidad es a través de asumir cargos de representación,


participar en las Asambleas comunitarias, cooperar económicamente para la realización
de fiestas o todo lo que requiera de la comunidad. Todo lo anterior lo realiza el
representante del grupo doméstico u hombre mayor de edad. Así como también por
medio del trabajo voluntario llamado faenas.

Existen listas de cooperación en donde las autoridades registran y dan seguimiento a la


participación de los representantes de los grupos domésticos.

5.4 Trabajo comunitario

Con respecto a los trabajos comunitarios y voluntarios todos participan, sobre todo las
mujeres porque los hombres salen a trabajar. Existen acuerdos para sancionar la falta de
participación en estos trabajos. Por ejemplo, en Corral de Piedra, Victoria la sanción
consiste en un pago de $100 para la compra de material, algún refresco y hasta pulque.
Aunque es poco frecuente que se haga cumplir porque previamente la autoridad vista a
los infractores para invitarlos a participar de manera personal a lo que casi nadie se niega.

5.5 Participación de la mujer

59
La participación de la mujer en la región abarca la reproducción, producción y
representación del grupo doméstico el cual es la base organizativa de la comunidad. A
nivel reproductivo la mujer por lo general se encarga de las actividades domésticas como
la preparación de los alimentos, la limpieza y el cuidado de los y las niñas o adultos
mayores, también de transmitir los valores del grupo. En cuanto a nivel productivo, el
trabajo doméstico que realizan las mujeres beneficia y potencializa el recurso, además
también muchas mujeres de la región laboran ya sea como empleadas domésticas, en
fábricas o un pequeño porcentaje como profesionistas. A nivel de representación pública,
cada grupo tiene un representante o “jefe” que por lo general es hombre y que son los
que tienen la responsabilidad de cooperar económicamente, en trabajo y asumir cargos
públicos. En algunas comunidades las mujeres solas no están obligadas a asumir estas
responsabilidades a menos de que su esposo sea migrante, en dicha situación si está
obligada pues el hombre sigue siendo el representante del grupo. Pero en otras como en
las comunidades de Atarjea si están obligadas a participar en faenas, en el campo, con
apoyos económicos pues al vivir en la comunidad y tener hijos genera obligaciones. En
San Miguel de Allende por ejemplo las mujeres solas pagan solo cuando tienen hijos, por
su parte las mujeres solas mayores de edad no pagan.

Las mujeres participan en todo el ciclo y vida doméstica del grupo. Asimismo, participan
en los cargos religiosos pues aunque las mujeres no son nombradas mayordomas o
esclavas son ellas las que junto con su gran red de ayuda posibilitan la existencia de las
celebraciones religiosas. En lo que respecta a la toma de decisiones en la vida pública su
participación se presenta desde la década de 1930. Las mujeres empezaron a participar
debido a la creación e introducción de programas de gobierno, en su calidad de lideresas,
gestionaban diferentes tipos de apoyos, para el caso específico de Misión de Chichimecas,
las mujeres también fungían como traductoras pues su grado de bilingüismo les ayudó a
impulsar diferentes funciones en la comunidad (Martínez, 2015:28). Sin embargo, de
acuerdo con las diversas autoridades comunitarias de la región hasta hace no más de 12
años han ejercido cargos de representación. Las comunidades de los municipios de San
Miguel de Allende, Comonfort y Victoria son las que tienen mayor participación femenina
en los cargos de representación pública, seguidas de Tierra Blanca. Los cargos de
representación públicos más comunes para las mujeres son en los diversos comités sobre

60
todo de agua, en el comité de escuelas, en las casas de salud, como suplentes y como
delegadas.

Para el caso de Misión de Chichimecas y San Ignacio hasta la fecha no ha habido ninguna
mujer delegada, aunque si ejidatarias en Misión, pero mencionan las autoridades que solo
se ha dado debido a la cuota de género.

De cualquier manera, la participación en cargos de representación público ha generado


experiencias nuevas sobre todo en lo que se refiere al conocimiento sobre el
funcionamiento de la administración y gestión de programas, proyectos y recursos.

Problemáticas en torno a la organización social

Una de las problemáticas recurrentes en las comunidades (San Miguel de Allende,


Comonfort y Victoria) tiene que ver la inconformidad que tiene la población con la
asignación de autoridades (delegados y consejeros) debido a la imposición de las mismas
por parte del municipio sin tomar en cuenta sus formas de elección tradicionales.

En este sentido, una de las principales propuestas es que el municipio reconozca el


derecho que tienen las comunidades indígenas de elegir a sus representantes con base
en su sistema normativo. Además, se propone que el municipio brinde una capacitación
a las nuevas autoridades sobre sus funciones y que las autoridades salientes compartan
con las nuevas información relevante sobre el cargo.

Las diversas autoridades, sobre todo las mujeres, manifestaron que al entrar a ejercer el
cargo se dieron cuenta del desconocimiento que tenían en torno a la gestión de proyectos
y programas sociales. En este sentido reflexionaron sobre el porqué han existido casos de
familiares de autoridades que reciben ciertos apoyos o programas que no son compartido
con toda la comunidad. También reconocen que muchas de las veces la causa ha sido por
el desinterés de informarse así como de participar o movilizarse para solicitar información
pues, como argumentan, varias autoridades se acostumbraron durante muchos años a
que llegarán las dependencias directo a las comunidades a ofrecer los apoyos o
programas. Así, en el momento en que ellos y ellas tienen que movilizarse, tan solo salir
de su comunidad que ya implica un mayor esfuerzo, muchas personas no están en

61
condiciones o disponibilidad de aceptar. Por esta razón dentro de las soluciones sugeridas
para mejorar la gestión ante las instituciones se propone el intercambio de experiencias
con otras comunidades e incluso regiones que ya tienen una larga trayectoria en
planeación y proyectos productivos. Asimismo, señalan la necesidad del
acompañamiento institucional, sobre todo el INPI para brindar capacitación en gestión
social.

En la región existe el problema de la poca o casi nula incorporación de los jóvenes a los
trabajos comunitarios y desinterés de su parte. Además, la migración afecta directamente
a este sector que si sale del país sin haber constituido un grupo doméstico, el arraigo,
regreso y apoyo a su comunidad suele ser menor que un responsable de un grupo
doméstico. Por ello, es indispensable la incorporación en cargos comunitarios de jóvenes
pues la experiencia en ciertas comunidades ha mostrado que los y las jóvenes tienen
mayor inquietud, curiosidad y disposición para actuar.

También es importante considerar que en las comunidades existen personas interesadas,


que no son autoridades, con mucha disposición y conocimiento de apoyar a sus
comunidades en la gestión y seguimiento de proyectos tendientes a mejorar su calidad
de vida. Por lo cual una de las propuestas es la capacitación sobre gestión social y
seguimiento de proyectos. En este sentido, es importante la creación y fortalecimiento de
liderazgos así como la creación de un Comité de seguimiento de proyectos a nivel
comunitario que aligere la carga de trabajo a las diversas autoridades comunitarias así
como un Contraloría que transparente los recursos y realice rendición de cuentas.

Otra problemática sentida por las comunidades es la falta de continuidad en Planes de


desarrollo, comunitarios, diagnósticos y proyectos. Esto surgió a raíz de la propuesta del
Plan Integral de Desarrollo Regional pues durante las reuniones manifestaron su
desánimo por trabajos inconclusos y por falta de respuestas del gobierno para darle
continuidad así como de las personas de las propias comunidades. Esto a su vez origina
que no exista una fuerte organización para los proyectos, es decir, no hay apropiación por
parte de las comunidades porque además ha habido manejo poco claro en los proyectos,
en donde un grupo o familia se apropian del recurso y despojan a los y las involucradas en

62
las decisiones que deberían de ser comunes, lo que genera pérdida de recursos y fracaso
en la implementación de tales proyectos. En este sentido, las propuestas para solucionar
estas problemáticas tiene que ver con el incentivar la participación pero desde las propias
comunidades para emprender proyectos acordes a su realidad, necesidad y aspiraciones
para que se logre la apropiación de los mismos y, por lo tanto, se logre el seguimiento de
Planes, proyectos y programas por parte de las propias comunidades. Nuevamente, el
diálogo e intercambio de experiencias de manera participativa podrá significar el éxito de
tales proyectos, transformando así su realidad de manera positiva.

La apropiación de los proyectos es un tema de sumo interés para las comunidades pues
expresaron que muchos de estos proyectos que han sido implementados en sus
comunidades han sido una imposición por parte de las instituciones. Asimismo,
manifiestan que proyectos como las celdas solares o basureros municipales se instalaron
sin su conocimiento y que muchos de estos proyectos les afectan directamente aunque
no se encuentren en su territorio. Por esta razón, los PIDR constituyen una herramienta
efectiva para que las comunidades conozcan y ejerzan sus derechos como pueblos y
comunidades indígenas ya que uno de sus objetivos es justamente fortalecer su
organización mediante el cumplimiento de sus normas y acuerdos a través de sus
autoridades tradicionales para posibilitar el consenso que garantice el bienestar común,
reconocimiento de su identidad y sistemas normativos internos ante los tres niveles de
gobierno.

Como podrá observarse, el principal problemas de la mayoría de las comunidades de la


región es la poca participación comunitaria causada por la pérdida de autoridades y
cargos tradicionales que son uno de los garantes de la cohesión social. Por tal razón, en
las comunidades en las que el sistema de cargos como por ejemplo, las mayordomías ha
desaparecido, se registra una división al interior de la comunidad así como poca
participación. La poca participación se refleja en varios aspectos de la vida comunitaria,
por ejemplo en el nulo seguimiento de proyectos productivos, de infraestructura o
cualquier tipo ya que aunque inicialmente haya una motivación con el transcurso del
tiempo dicha motivación e interés se va perdiendo, generando así proyectos inconclusos
o abandonados. Así como también la poca participación en reuniones, Asambleas y

63
faenas. En muchos casos se refleja en la falta de compromiso y negación de asumir cargos
de representación comunitaria por esta razón aceptan a los que se postulan. Generando
que no haya una debida reflexión a la hora de ejercer el voto y por esta razón hay muchas
quejas del trabajo de los delegados lo que origina que no se respete su trabajo.

Las propuestas para solucionar todo lo anterior tienen que ver con la motivación al interior
de las comunidades por medio de condicionar el apoyo de los programas a la
participación comunitaria. Realizar talleres de capacitación de las funciones de los
delegados así como de gestión y seguimiento de proyectos. Otra propuesta se refiere a la
realización de un reglamento interno en cada una de las comunidades en donde se
estipulen derechos, obligaciones y sanciones. Asimismo, garantizar una mayor
coordinación entre el municipio y los delegados.

64
6. CARACTERÍSTICAS, USO Y PROBLEMÁTICA DEL TERRITORIO

6.1 Contexto biológico. Fauna y vegetación

La orografía del actual territorio chichimeca se define por lomas y valles de dimensiones
regulares. Los elementos distintivos del paisaje son tres: los valles profundos, ramificados
y con disección intensa, son tierras planas y fértiles que contrastan con los lomeríos
poblados de cactus y matorrales (Sánchez, 2008:6). Sierras altas con cumbres formadas
por laderas rectas de naturaleza caliza; sierras altas con rocas ígneas en la que se
distinguen algunos conos y laderas de grava.; la altitud promedio es de 2030 msnm dado
que se localiza en las inmediaciones de la Sierra Gorda en el antiguo valle de Juagué-
nandé, una de las zonas más deprimidas del estado (SEP, 1987: 120 citado en Martínez,
2015:18).

Vegetación relevante

La vegetación que se encuentra en esta región estaría mayormente compuesta por


bosques en las sierras, pastizal al pie de las montañas, matorral xerófilo en el altiplano
(Lazos y Garibay, 2019:74). Se caracteriza por la flora y la fauna típicas de los semidesiertos;
las especies más representativas de la flora corresponden al matorral desértico micrófilo
o de hojas pequeñas (leguminosas, cactáceas, agaves y pirules).

La zona cuenta con diversas especies: táscate, madroño, nopalera, palma china, huisache,
gatuño, pino y roble; zonas intercaladas de matorral en San Luis, Victoria y Xichú;
finalmente en Xichú incluso bosque de encino-pino, con un espacio con selva baja, se
cuenta con especies forrajeras como triguillo, lobero, navajita, liendrilla, pajita, plumero
blanco, tres barbas, búfalo, flechilla. Por su parte, la Misión de Chichimecas se encuentra
integrada por pastizales, cactus y algunos árboles. En Atarjea la vegetación se constituye
por pinos (piñonero) y encino. Tierra Blanca cuenta con cactáceas gigantes que llegan a
medir hasta 2 metros de alto.

65
Fauna

Anteriormente era común observar mamíferos como venados, conejos, coyotes, liebres, y
aves como correcaminos y águilas. La fauna está representada por pequeños mamíferos
(liebre, conejo, ardilla, rata de campo, tlacuache, zorrillo). Las aves son pequeñas y propias
de los ecosistemas áridos (gavilán, gorrión y cenzontle); también abundan los reptiles
como la víbora de cascabel, el alicante, la culebra, el lagartijo común, el lagartijo rasposo
(rascuache), entre otros (Escutia, 2010: 158).

6.2 Tipo de suelo y clima predominante

Mapa de clima predominante

Cuenta con climas muy variados en las zonas altas que llegan a coincidir con los de la
Altiplanicie del Norte y en los valles se registra un clima templado y semicálido, templado
en San Luis de la Paz, Misión de Chichimeca de clima semiseco, templado frío en invierno
y caluroso seco en verano con variantes extremosas de bajas bruscas de temperatura
durante el invierno e intensos calores en abril y mayo (Sánchez, 2008: 5). Victoria además
con semiseco semicálido y templado subhúmedo con lluvias en verano, Xichú tiene una

66
zona con clima semicálido subhúmedo con lluvias en verano. En todos los municipios
llueve menos de 500 mm al año, a excepción de una zona en Xichú que podría alcanzar
los 800 mm de precipitación anual.

Mapa edafológico

Los suelos están formados por rocas sedimentarias marinas del mesozoico, prevaleciendo
las calizas. El tipo de suelo predominante en San Miguel de Allende y San Luis de la Paz es
vertisol en algunas zonas y otras con un suelo apto para agricultura, podría tratarse de
phaeozem, el otro suelo predominante es Leptosol que se caracteriza por ser un suelo
delgado, con profundidad que puede alcanzar solo 25 cm, horizonte A. En ocasiones este
tipo de suelo no suele ser muy apto para la agricultura porque son muy poco profundos y
el calcio que contienen puede llegar a inmovilizar los nutrientes minerales. Pero en Xichú

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hay luvisol que es un tipo de suelo que suele desarrollarse en zonas llanas, o con suave
pendiente, de climas en los que existen una estación seca y otra húmeda bien
diferenciadas.

Misión de chichimecas se ubica en zonas pedregosas y de tipo arcillo-limoso. El grado de


pendiente de los suelos es de 8 a 30%, predominan los suelos negros, cenizas, arenoso y
arcilloso, con poco grado de fertilidad; la parte alta de los montes con pendientes entre 8
y 20%, son suelos que se erosionan fácilmente, lo que los hace menos aptos para las
labores agrícolas. El suelo de Atarjea es una estructura granular blocosa a subangular. Con
consistencia de fiable a firme, de origen de coluvial a aluvial (Camarillo, 2010:61).

6.3 Uso del suelo

Hay sitios aptos para la agricultura como es San Luis de la Paz y San Miguel de Allende.
San Luis de la Paz rodeada de sierras ricas en pino y roble y situado sobre una altiplanicie
constituye un lugar excelente para el asentamiento de estancias ganaderas, debido a una
vegetación rica en huizaches, mezquites y otras plantas pertenecientes a la familia de las
xerófitas pues estas constituyen un pasto natural para el desarrollo y crecimiento del
ganado menor (cabras y borregos) y que significó un factor determinante en la

68
integración económica de la población al distrito minero de la Sierra Gorda (Camarillo,
2019: 20). Sin embargo, la zona también se caracteriza por su carencia de agua tanto para
consumo humano como para uso agrícola, por lo que esta actividad se concentra en los
terrenos ejidales que cuentan con riego (Henríquez, 1999:23). La vocación del suelo de la
Misión de Chichimecas en su mayoría es de agostadero (59.7 %), en segundo término es
para uso agrícola de temporal (10.9%) y para agricultura de riego (4.9%) y por último las
tierras improductivas, es decir, que no se cultivan (2.7%) (Sánchez, 2008: 30).

Las comunidades de la región aprovechan el territorio principalmente a través de sus


manantiales y ojos de agua, a través de la recolección de madera, frutos, maguey, leña,
para consumo del hogar y mezquites, pasto para consumo de sus animales. También
aprovechan la arena, grava, el carrizo y tepetate para la construcción de sus viviendas. Este
tipo de aprovechamiento se acuerda previamente con el ejido, en el caso de que las
personas no pertenezcan a él.

6.4 Cuencas hidrográficas de la región

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El sistema hídrico de la región pertenece a la Cuenca del Pánuco y a la vertiente del Golfo
de México. Se encuentra representado por el río Santa María, Bagres o Estorax que se
enriquece con aguas provenientes San Luis Potosí, sirviendo de límite geográfico con el
Estado de Querétaro. A esta corriente se le unen los río Jofre y Manzanares en la
comunidad de las Adjuntas, el río Xichú y el Victoria después de captar las aguas de los
valles profundos desembocan en el río Moctezuma (Camarillo, 2010:17). El río Victoria llega
a Santa Catarina del noroeste. Al río Tierra Blanca lo prevén de aguas los arroyos de
Cañada, Corralitos, Arroyo Zarco, Caporal, Pinal de Zamorano, entre otros; poco antes de
llegar a Santa Catarina, lo alimentan los arroyos de El Capulín, El Carrizal y El Cañón
(Camarillo, 2010:75).

En San Luis de la Paz se unen estos ríos en una corriente que bautizaron los españoles
como San Luis y éste, al atravesar el centro de la parroquia, desembocaba, al oriente del
poblado en la Laguna Seca, nutriéndose toda la zona (Camarillo, 2010: 20).

Atarjea es esencialmente montañoso, cuenta con profundos arroyos que tributan en


Ayutla y el Cañón de Atarjea, principalmente los del mineral de Xichú; Adjuntas y Charcas
forman, con Río Blanco, el dicho Cañón.

Las principales corridas de agua en Tierra Blanca siguen un trayecto de sur a norte del
municipio, formando el río Pinal de Zamorano, los arroyos que lo alimentan corresponden
a El Cuervo, Las Peras, El Pino, Las Moras, entre otros afluentes menores (Camarillo,
2010:88).

Los arroyos del municipio de Victoria son Los Nogales, Palmillas, Las Casitas, La
Chumacuera y El Aguacate. Al que en San Agustín se le une el arroyo de El Chicuaje,
formado a su vez por los arroyos de La Loma, El Carrizo y El Grullo. Se localizan los arroyos
de Las Higueras, La Tapona, El Zapote y El Molinito; nutrido con las aguas de la Presa Borde
Nuevo (Camarillo, 2010: 105).

Todas las comunidades manifestaron durante las reuniones informativas un tema


prioritario la obtención y manejo eficiente del agua a través de presas, perforación o

70
sustitución de pozos. Además, los lugares donde emerge el agua son sitios sagrados que
representan la fuente de vida y energía de los pueblos.

6.5 Tenencia de Tierra

En la región Chichimeco, Otomí existen 3 formas de tenencia de la tierra: Núcleos agrarios


(ejidos), propiedad privada y comunidad agraria. En total existen 26 ejidos todos ellos
obtenidos por vía de dotación pues no pudieron comprobar la posesión histórica de las
tierras. A estos núcleos pertenecen 51 comunidades. Lo anterior debido a que un mismo
ejido integra a una o más localidades indígenas, las cuales son consideradas avecindadas,
es decir, no tienen derechos sobre el territorio de acuerdo con la Ley Agraria, salvo en el
caso de Tierra Blanca, solo los concernientes a la membresía social y política así como a
todos los servicios. Las 34 comunidades restantes de la región son propiedad privada y se
permite la venta salvo en la comunidad de Alonso Yañez, en San Miguel de Allende a raíz
de que la gente no solo vendía sus propiedades sino que empezó a vender lo ajeno, lo cual
ocasionó que se prohibiera la venta sin autorización de la Asamblea.

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Microrregión 1. San Luis de la Paz

En esta microrregión solo existe 1 núcleo agrario en territorio indígena que corresponde a
Misión de Chichimecas pues las demás comunidades son propiedad privada.

Misión De chichimecas

Desde el siglo XIX, cuenta con una propiedad de Bienes Comunales que comprende
alrededor de 546 ha y el cual fue ratificado en el año 2002 (Escutia, 2010: 1). En 1922 del
siglo XX, Antonio Mata solicitó la dotación de ejido para el poblado argumentando que el
pueblo de San Luis Xilotepec había sido establecido desde la época colonial pero no
solicitaban restitución porque no podían comprobar la autenticidad de los títulos
virreinales ni establecer la fecha y forma en que fueron despojados de su territorio
(Escutia, 2010:33). El 30 de marzo de 1927 se dio la posesión provisional. Se otorgaron 652
ha de Hacienda Ortega y 109 de San Cristóbal de las que tomaron 1090 ha y 183 ha. (Escutia,
2010: 46). Desde entonces cambió el estatus de la población al recibir dotación del ejido
en 1928 en la cual otorgó 1273 ha a 144 jefes de hogar o mayores de 16 años.
Posteriormente, en 1937 solicitaron la ampliación de 2436 ha, de las que 2271 (904 de
temporal y 1370 de agostadero) se tomarían Hacienda Ortega (con construcciones en
ruinas y una noria) y 165 de Paso Colorado (Escutia, 2010: 5). El ejido tiene alrededor de
3688 ha (Las resoluciones Presidenciales otorgaron un total de 4068 ha, pero es probable
que debido a las ventas de los últimos años se hayan reducido), de estas 570 son para
agricultura de temporal y un aproximado de 130 para agricultura de riego. Por su parte,
los agostaderos constituyen 2700 ha y se dividen en tres polígonos: asentamiento, tierras
de cultivo y tierras de uso común (agostaderos) (Escutia, 2010:10). Actualmente existen
alrededor de 259 ejidatarios, producto de la excesiva parcelación de tierra. El ejido se
administra por un comisariado ejidal y un comité de vigilancia cuya tarea es cuidar las
tierras

Microrregión 2. Victoria, Tierra Blanca y Santa Catarina

72
En esta microrregión existen 5 ejidos que corresponde a los municipios de Victoria y Tierra
Blanca ya que si bien Santa Catarina posee ejidos, estos no se encuentran en el único
territorio indígena perteneciente a la comunidad de Los Juan Diegos.

Victoria

El municipio de Victoria cuenta con 5 núcleos agrarios

1. Ejido Cieneguilla, comprende 4 localidades: Loma de Chilitos, Negritas y


Mesa de Ortiz
2. Ejido Corralillos, comprende a la localidad de Ojo de agua y Palmilla
3. Ejido la Estancia
4. Ejido Misión de Arnedo, comprende 2 localidades: Misión de Arnedo y Corral
de Piedra (60 ha)

En estas comunidades no se vende la propiedad, se tramite por vía de herencia debido a


que no cuentan con una escritura, solo con un certificado comunitario.

Tierra Blanca

El caso del municipio de Tierra Blanca es muy interesante pues haciendo uso de su
autonomía lograron un ejido para la Congregación indígena Otomí: El Ejido de Cieneguilla
que comprende 15 comunidades indígenas: Cieneguilla, Las Adjuntas, Arroyo Seco, La
Barbosa, Cano de San Isidro, Cerro Colorado, La cuesta de Piñones, Fracción del Cano,
Guadalupe, Las Moras, Rincón del Cano, El salto, El sauz, El picacho y Las torrecitas.

Lo distintivo con respecto a los otros núcleos agrarios de la región es que la Congregación
compró a la hacienda El Capulín sus parcelas convirtiéndose en propietarios privados. Sin
embargo, de acuerdo con Jorge Uzeta (2004)”…la organización tradicional otomí permitió
la circulación de parcelas otomíes bajo la forma la compra venta dentro de la misma
Congregación, esto eso, entre sujetos que compartían perspectivas semejantes con
respecto al territorio (2004:78). Así, las diversas comunidades podían acceder a los
terrenos de cultivo de la Congregación, trascendiendo límites comunitarios. Este caso es
muestra del ejercicio de su autonomía y los usos y costumbres pues los contratos de

73
compra venta y todo lo concerniente al territorio eran avalados por las autoridades de la
Congregación sin intervención del municipio. Lo anterior significó que el control total de
los cerros, las aguas y las prácticas agrícolas se mantuvieran en manos de la Congregación
indígena Otomí. Por esta razón Uzeta sugiere que la Congregación otomí no requirió del
ejido posrevolucionario como sucedió en la mayoría de los municipios de la región.

Microrregión 3. San Miguel de Allende y Comonfort

En esta microrregión existen 13 núcleos agrarios ubicadas en 30 comunidades indígenas


pertenecientes a los 2 municipios que integran la microrregión

San Miguel de Allende

El municipio de San Miguel de Allende existen 11 núcleos agrarios, de acuerdo con lo


siguiente:

1. Ejido Alonso Yañez, comprende 2 localidades: Alonso Yañez y el Lindero


2. Ejido Banda, Oaxaca y Rancho Nuevo, comprende 3 localidades: Banda,
Oaxaca, Presita de Santa Rosa, San Isidro Bandita
3. Ejido de Ciénega de Juana Ruiz, comprende 2 comunidades: Ciénega de
Juana Ruiz y Tlaxcalilla
4. Ejido Cieneguita
5. Ejido Cruz del Palmar, comprende 1 localidad: La Cruz de Palmar
6. Ejido Don Francisco, comprende 1 localidad: La palmita 2
7. Ejido Juan González, comprende 1 localidad: Juan González
8. Ejido la Huerta, comprende 1 localidad: La Huerta
9. Ejido la Petaca, comprende 4 comunidades: Bordo Colorado, La cuadrilla,
Los Galvanes, El lindero.
10. Ejido Peña Blanca
11. Ejido Tierra Blanca de Arriba, comprende 1 localidad: Tierra Blanca de Arriba

Comonfort

74
En el municipio de Comonfort existen 2 núcleos agrarios que se ubican en 3 comunidades
indígenas.

1. Ejido agua Blanca (ejido ojo de agua del potrero), comprende 1 localidad: El
potrero
2. Ejido Rinconcillo, comprende 2 localidades: Rinconcillo de los Remedios y
San Pablo

Microrregión 3. Atarjea y Xichú

En esta microrregión existen 8 núcleos agrarios, ubicados en 9 comunidades indígenas

Atarjea

El 100% de la superficie agrícola es de propiedad ejidal. El 1.52% de la superficie municipal


se destina a actividades agrícolas; el 5.38% a pastizales; el 62.66% a bosque; el 0.88% a selva
y el 29.56% a matorrales (Camarillo, 2010: 62).

El municipio de Atarjea tiene 3 núcleos agrarios, ubicados en 4 comunidades indígenas

1. Ejido El Carricillo, comprende 2 comunidades: El Carricillo y El Piñonal


2. La joya, comprende 1 localidad: La Joya
3. Ejido San Anton, comprende 1 localidad: San Antón

Xichú

En el municipio de Xichú existen 5 núcleos agrarios ubicado en 5 comunidades indígenas

2 Ejido el Rucío, comprende 1 localidad: El Rució


3 Ejido Huamuchil, comprende 1 localidad: Llanetes
4 Ejido las Palomas, comprende 1 localidad: Las Palomas
5 Ejido Misión de Santa Rosa, comprende 1 localidad: Misión de Santa Rosa
6 Ejido Río Abajo, comprende 1 localidad: La aurora

6.3 Principales amenazas

75
Conflictos agrarios e intercomunitarios

Los conflictos entre los diversos pueblos se suscitaron en época colonial sobre todo
impulsados por el avance colonial, los cuales se cesaron con el proceso de pacificación. No
obstante, en Misión de Chichimecas existen conflictos provocados por el reparto agrario
pero también por una creciente diferenciación social. La comunidad quedó dividida
físicamente en dos partes a raíz de la construcción de la carretera-libramiento a Xichú y
Victoria, no sólo dividió físicamente la comunidad sino estimuló sus diferencias. Desigual
acceso a tierras ejidales y sistema de educación formal “población chichimeca”. Misión de
Abajo “gente de razón” conectada de manera inmediata a la cabecera municipal con
mayores servicios; y la misión de Arriba tan dispersa y aislada que apenas se distinguen
las viviendas entre los cactus y agaves (Sánchez, 2008: 8).

La comunidad se encuentra dividida en dos facciones que corresponden con la división


física entre Misión de Arriba y Misión de Abajo. Ambas facciones se nombran auténticos
chichimecas y alegan a la idea de justicia usando un discurso a nombre de la población
indígena como grupo ignorante, engañado y a merced de malos líderes (Escutia, 2010:90).

Esta división tiene sus orígenes en el reparto agrario en donde el cacicazgo a manos de
los mestizos se apropió del control y los recursos que entraban al ejido. Estos líderes se
ubicaron en la misión de abajo dotando y concentrando los servicios a esta parte de la
comunidad.

En 1968 la política encaminó sus esfuerzos a rescatar al ejido de mano de los líderes
caciquiles y otros agentes externos para entregárselo a los nativos de la misión. Durante
esta fecha, se delimitó el territorio ejidal, se actualizaron los listados de ejidatarios y se
implementaron diversos proyectos de desarrollo agrícola y ganadero (Escutia, 2010: 115).
Se centró ahora en la identidad colectiva y la productividad económica. No obstante,
continúan los problemas agrarios. Al inicio del año 2000 se suscitó un conflicto de tierras
que 14 años después no ha sido solucionado y sí se ha intensificado. El conflicto se originó
luego de que las autoridades de la comunidad solicitaran el reconocimiento jurídico del
territorio en el que se encuentran asentados los éza’r desde hace siglos, el cual fue
reconocido el 11 de octubre del 2002 por el gobierno federal a través del Tribunal Unitario

76
Agrario de Guanajuato. Sin embargo, cuando el Tribunal Unitario Agrario dictó sentencia
de reconocimiento a favor de la comunidad indígena úza’, ello generó el descontento de
un grupo de personas que sin prueba alguna se ostentaban como dueñas de 61 hectáreas
de tierra que habían pasado a ser de uso común. Cabe mencionar que este grupo que
pelea por las 61 hectáreas está integrado por personas, tanto de la comunidad úza, como
externas (Martínez, 2015: 54).

El conflicto ha llegado a tal punto que los éza’r de Misión de Chichimecas forman ahora
dos bandos perfectamente definidos y opuestos entre sí: los comuneros y los que
pertenecen al grupo de las 61 hectáreas (Martínez, 2015: 34). Es importante mencionar que
la división interna trasciende la posesión del territorio y llega al ámbito de lo identitario
hasta fracturar el sentido de autoadscripción de los éza’r que son miembros del grupo de
las 61 hectáreas. Estos últimos se muestran avergonzados de pertenecer a la comunidad
indígena y se rechazan a sí mismos como tales (Martínez, 2015:54). En este sentido, en 2005
las autoridades federales y del Tribunal Unitario Agrario sentenciaron a la comunidad
indígena de Misión de Chichimecas a reconocer como propietarios de 43 hectáreas —de
las 61 en litigio desde el 2003 y 2004— a un grupo de particulares que se ostentaban como
dueños de esas tierras (Martínez, 2015: 55) lo cual lejos de acabar el problema lo acentúo.

Otro problema relacionado con este conflicto y en general con las tierras es la exagerada
venta de terrenos de que están haciendo los miembros de la comunidad tanto en el área
habitacional como en la ejidal (Martínez, 2015:55). Así como venta de terrenos de monte
para uso habitacional o agrícola afectando directamente el ecosistema de la comunidad.

Otro motivo de conflictos se debe a la falta de deslindes de terreno en lugares que han
sido vendidos a personas externas, sobre todo en lo que concierne a las tierras ejidales.
Existen testimonios que dan cuenta de los hechos que violaron los derechos y la
autonomía de los pueblos indígenas al instalarse una industria maquiladora sin la consulta
y participación de los mismos (Sánchez, 2008: 36). Todos estos problemas siguen estando
presentes la Misión de Chichimecas. Durante la gira presidencial Misión de Chichimecas
solicitó apoyo y asesoría jurídica para la defensa de territorio que se encuentra en litigio

77
actualmente en los tribunales agrarios con la finalidad de que se les reconozca como
reserva indígena un espacio territorial que se encuentra dentro del ejido.

En San Ignacio y en varias comunidades de la región existe un conflicto tiene que ver con
el hecho de que no existe certeza de propiedad, sobre todo en propiedad privada ya que
no hay ningún documento que avale la propiedad, pues los terrenos han pasado por
herencia de sus antepasados. En Comonfort se registran disputas por límites entre ejidos
derivadas de la falta de documentación lo que genera a su vez que personas se apropien
ilegalmente de terrenos o simplemente se extiendan a zonas comunes (arroyos, monte)
reduciendo así vías de acceso. En la comunidad de Tlaxcalilla como en otras del municipio
de San Miguel de Allende no se cuenta con título de propiedad y sus tierras no fueron
certificadas ni están regularizadas por lo que es motivo constante de conflictos agrarios,
ya que muchas de las comunidades han certificado tierras a través de notarios que no son
válidas ante el ejido. Asimismo, llegan personas de fuera a habitar el territorio como
paracaidistas y no tienen forma legal de expulsarlos de la comunidad.

Las comunidades saben y reconocen la propiedad pero no es reconocida de manera legal


y eso es motivo de incertidumbre de acuerdo con las autoridades de varias comunidades
en la región.

En Tierra Blanca y Victoria existen los conflictos de linderos en las comunidades con
respecto a las tierras en donde se encuentran las Biznagas gigantes.. En Durante las giras
presidenciales solicitaron apoyo para resolver la situación de invasión de la propiedad
denominada “potrero de la laguna” así como apoyo para escriturar sus solares.

En Atarjea también existe el problema por la falta de delimitación o establecimiento de


linderos entre los ejidos de El Carricillo-El Toro; El Carricillo-San Antón; San Antón-La Joya,
derivado de esto se han tenido disputas y se ha quedado parte del territorio en conflicto.

En San Miguel de Allende existen disputas por terrenos entre el ejido de Tequisquiapan
(Que es indígena y pertenece a Dolores Hidalgo), La Petaca y La Pequeña propiedad. Los
participantes de los talleres argumentan que desconfían del personal que hace años
midió el ejido de Tequisquiapan. Argumentan que cuando se midió el ejido, se tenía que

78
invitar a las autoridades del Ejido La Petaca para realizar el deslinde de los dos ejidos y que
fuera de común acuerdo. Como no fueron convocados, suponen que pudo haber
corrupción ya que, actualmente, el ejido de Tequisquiapan reconoce como suyas más
tierras de las que les pertenecen porque el Ejido La Petaca las tiene incluidas en su
resolución presidencial y carpeta básica.

Además, durante los talleres diversas comunidades comentaron que en algunas


comunidades que están rodeadas por ejido, existen problemas para tener acceso al
monte a recolectar nopales y leña (antes era de uso común). Actualmente los ejidatarios
se repartieron y cercaron sus terrenos de acuerdo con su título de propiedad lo cual ha
generado disgustos y conflictos entre las partes.

Como puede apreciarse en toda la región existe la problemática de la delimitación de


linderos entre ejidos y venta o cesión ilegal de terrenos al interior de los ejidos causada por
no contar con un padrón de ejidatarios ya que en muchos de los casos aparecen aún los
nombres de las personas ya finadas desde hace varios años. Por esta razón, es importante
actualizar el padrón de avecindados y posesionarios, ya que solo de esta manera las
personas que están en posesión de un terreno pueden tramitar su título de propiedad
ante el RAN. Sin embargo, esto manifiesta otra problemática que es el desconocimiento
de los trámites e instancias correspondiente para realizar las gestiones pertinentes para
obtener un título de propiedad cuando existe una venta o sesión de terrenos.

También se registra una importante problemática derivada del cambio del uso del suelo
de tierras de monte para uso habitacional o agrícola. Por ello, una propuesta surgida de
los talleres participativos tiene que ver con la asesoría legal sobre la Ley agraria y sobre la
reglamentación y permisos para el cambio del uso del suelo. Además, proponen
capacitación por medio de talleres sobre los trámites necesarios para la certificación,
venta o cesión de terrenos así como sobre los derechos de los pueblos indígenas para su
implementación y ejercicio efectivo. De igual manera, se propuso durante los talleres que
se establezcan mecanismos que posibiliten el dialogo entre las comunidades y ejidos para
llegar a acuerdos en donde las comunidades se comprometan a no degradar los montes

79
y hacer un aprovechamiento sustentable del monte y los ejidatarios por su parte le
permitan el paso a sus terrenos a las personas de la comunidad.

Deterioro de la vegetación y los suelos

En lo que refiere a la degradación ambiental la problemática más grande se centra en


cinco aspectos.

El primer aspecto es la degradación química por declinación de la fertilidad y reducción


de contenido de materia orgánica, este tipo de degradación suele deberse a actividades
agrícolas intensivas por empresas agrícolas.

Aunque las comunidades sigan practicando agricultura ésta es en la mayoría de los casos
de temporal, con muy poca extensión y solo para autoconsumo, es decir, el uso del suelo
para la agricultura de las comunidades no implica un deterioro significativo del suelo.

El segundo aspecto se refiere a la degradación del suelo, contaminación hídrica y focos de


infección de los ríos y mantos acuíferos con animales muertos y basura. Aunado a lo
anterior, las comunidades mencionan que el camión que envían los municipios para que
recojan la basura, al recorrer muchas comunidades se llena fácilmente y después va
dejando un basurero a su paso.

80
Otra causa de degradación de suelos y contaminación refieren a los vertederos sobre todo
en la comunidad de Torrecitas del municipio de Tierra Blanca, Ojo de agua en Victoria y
Palomas en Xichú en ésta última en donde se quema la basura a cielo abierto que no solo
afecta a las comunidades en las que se asienta el vertedero sino a comunidades dentro
del territorio porque contaminan el aire y el agua. Lo anterior ha originado tensiones con
el municipio pero también con los ejidos, pues fueron los ejidos los que autorizaron dichos
vertederos de basura. También la erosión de los suelos se debe a las lluvias torrenciales
durante el periodo de lluvias, las cuales al estar los terrenos con menos árboles y
vegetación, forman socavones y arroyos por donde corre el agua pluvial a gran velocidad.
Por su parte, en Atarjea mencionan que existe un fuerte deterioro de los montes
provocado principalmente por el gusano barrenador (plaga que hasta el día de hoy es
incontrolable y la cual seca los árboles y se expande muy rápido), plaga que ataca al
mezquite y huizache principalmente, Esto ha afectado a la economía de las personas (ya
que hay menos piñón que recolectar, afectando la economía de las familias de la región).
A este respecto, las comunidades mencionan la necesidad de realizar acciones que
contribuyan a evitar la degradación y disminución de la calidad de los suelos de las
regiones indígenas a través de la realización de programas de conservación del suelo
(terrazas vivas, tinas ciegas y presas filtrantes), lo anterior para evitar que las lluvias
torrenciales provocadas por el cambio climático, formen grandes arroyos y terrenos
accidentados. En este sentido, las comunidades de Tierra Blanca señalan la importancia
para ellas de la creación represas en los arroyos y ríos. Existen algunas represas en la
congregación, un ejemplo es una que está entre Las Adjuntas y el Guadalupe sin
embargo, comentan que una familia se apropió de ella, incluso se comenta que a la
población le piden una cuota para hacer uso del agua de esta represa, generando
conflictos. Por ello, se propone construcción de bordos y estanques para la captación de
agua de lluvia, lo cual permitiría su uso en pequeñas parcelas de autoconsumo y para que
sean abrevaderos para los animales domésticos y silvestres. Asimismo, que se revisen las
regulaciones para el aprovechamiento de represas en causes federales y generar un
reglamento interno para dicho tema que esté basado en usos y costumbres al interior de
la Congregación.

81
El tercer aspecto versa sobre la deforestación por tala clandestina de los montes con
moto-sierra para leña de uso doméstico, práctica que se acentuó en la comunidad de
Banda, San Miguel de Allende cuando el ejido se dividió y se repartió pues antes habían
rondines para cuidar el bosque pero a raíz de la división los ejidatarios se deslindaron de
la responsabilidad de cuidar el bosque. También existe el problema de robo de cactáceas
y la costumbre de cortar las plantas desde la raíz, evitando así que vuelvan a crecer. Otro
aspecto es el crecimiento de las comunidades lo cual ha obligado a urbanizar parte de los
montes que rodean las comunidades, es decir, donde antes era monte, hoy son áreas
donde se han ampliado y han crecido las zonas habitables o incluso se han construido
fraccionamientos que son ajenos a las comunidades indígenas (tal es el caso del
Fraccionamiento La Esmeralda en San Miguel de Allende) que por otra no fue producto
de una consulta libre e informada. Además de la extracción desmedida de recursos
naturales como son plantas (mezquite, cucharilla, árnica, sábila, maguey, nopal,
sangregado, garambullo y biznagas) y la caza de animales silvestres (conejos, liebres,
coyotes, armadillos, palomas, águilas, zorras y pájaros de diversas clases).

En la comunidad de Banda, San Miguel de Allende, existe la problemática de la extracción


de recursos de la comunidad por personas ajenas a la comunidad y por el propio
municipio. De acuerdo con las autoridades de esta comunidad actualmente se está
extrayendo agua, arena y grava. Señalan que dicha extracción les afecta directamente
como es el caso de la arena que ocasiona que se deslave el río como actualmente sucede
en Cruz de Palmar del mismo municipio. Las propuestas para solucionar estos problemas
son talleres de concientización a las personas de las comunidades para cuidar y proteger
los recursos naturales mediante Talleres de Educación Ambiental. La otra propuesta es
que se realicen proyectos o planes de reforestación con plantas nativas (mezquite,
cucharilla, maguey, sábila y nopal). Y también asesoría legal sobre leyes y regulaciones
sobre el aprovechamiento de la arena en los ríos por la normativa federal (CONAGUA).

El cuarto aspecto tiene que ver con los incendios tanto provocados como naturales. En
este sentido, las comunidades señalan que debido a las sequias en los últimos años ha
habido varios incendios que han dañado gravemente los ecosistemas de la región y el
aumento constante de la temperatura (cambio climático). Todo lo anterior redunda en la

82
disminución de la flora (mezquite, huizache, maguey, nopal, acebuche, carrizales, órganos,
pastos para agostaderos y cactus) y fauna (conejos, liebres, armadillo, ardillas, palomas,
águilas, pájaros azules, cenzontles, víboras, lagartijas) de la región, menos áreas de árboles
que funcionan como purificadores del aire, el cambio climático y también menos
productividad de los suelos del monte y agrícolas.

Finalmente, un quinto aspecto se refiere al deterioro químico del suelo por polución, el
cual se encuentra relacionado con las actividades que hay (hubo) resultado de la minería
en San Luis de la Paz, en Atarjea en donde se trasportaba el mineral a una pequeña
fundición y en la Aurora, Xichú, en donde en los años de 1930 la entonces Compañía
minera ASARCO desarrolló la explotación a gran escala de los cuerpos de skarn con
sulfuros de plomo, plata, zinc, cobre y oro. La explotación a gran escala fue suspendida en
1957 (Panorama minero del Estado de Guanajuato, 2020:5-6), sin embargo, hoy día, se
siguen explotando en baja escala algunos yacimientos, lo cual coincide con la
degradación observada en las áreas marcadas en el siguiente mapa sobre las concesiones
mineras.

Concesiones mineras

83
Actualmente, del total de la superficie estatal de 3, 060,670 ha del Estado, en el distrito
minero de Guanajuato continúa la actividad minera en una superficie concesionada de
309,209 ha. Se produce mineral auroargentífero el cual fue en 2019p/ de 1,288.75 kg de oro
y 81,749.4 kg de plata, mediante la operación de tres plantas de beneficio de las compañías
mineras: Endeavour Silver Corp. y Great Panther Silver LTD (Panorama minero del Estado
de Guanajuato, 2020:6).

En las 4 regiones mineras concesionadas de metálicos 2 se encuentran en el área Noreste


Chichimeco, Otomí. Si bien no hay datos de la superficie concesionada por región hay
datos de extracción con respecto a los metálicos. En la región minera de Xichú se extraen
Plomo, Zinc, Cobre y plata en un yacimiento de Mantos, Chimeneas, Skarn, rellenos de
fracturas con diseminación. Por su parte, en la región de Pozos-Victoria se extrae oro,
plata, plomo, cobre y zinc en yacimientos de vetas (Panorama minero del Estado de
Guanajuato, 2020:13).

En relación a las 10 regiones mineras no metálicas concesionadas 2 regiones se


encuentran en el área Noreste Chichimeco, Otomí. En la región de Pozos que abarca una
parte de San Luis de la Paz y Victoria se extrae fosforita en un yacimiento de tipo volcánico.
En la región minera de San José de Iturbide-El charpe que incluye una parte de San Miguel
de Allende se extrae arena, sílica, feidespato, pirofilitas en un yacimiento de tipo de
volcánico. Finalmente, en la región minera de Comonfort se extrae caolín y alunita en un
yacimiento de procesos supergénicos combinados con eventos hidrotermales (Panorama
minero del Estado de Guanajuato, 2020:14).

Las principales empresas no metálicas que operan en el Noreste de Guanajuato se


encuentran en Comonfort y San Luis de la Paz. En Comonfort operan 4 empresas
Agregados la Roca S.A. de C.V. que extrae grava con una producción de 900t/d en la mina
de nombre San Pedro; la empresa Comercializadora de arcillas que extrae arcillas y
pizarras con una producción de 100 t/d; las empresas S.P.R. El Carrizal y la Empresa Ejidal
Esperanza S.N.P de R.L. que extraen Caolín con una producción de 50 t/d cada una
(Panorama minero del Estado de Guanajuato, 2020:18-19).

84
Por su parte, en San Luis de la Paz operan 7 empresas la compañía Corporación del Bajío,
S. A. de C. V. que extrae agregados pétreos con una producción de 700 t/d; la constructora
Azacán S.A. de C.V que extrae grava y arena con una producción de 500 t/p; la empresa
Pórfidos de México, S. A. de C. V en la mina de nombre Los Roques que extrae Pórfido y
lajas con una producción de 100 t/d; la empresa México Porphyry, S. A. de C. V. en la mina
de nombre Los Rangeles que extrae Pórfido laja con una producción de 60 t/p; y, la
empresa Adoquines Tipo San Luis que extrae adoquín con una producción de 125 a
(Panorama minero del Estado de Guanajuato, 2020:18-19).

Manejo de residuos sólidos y líquidos

Los problemas de contaminación (agua, atmósfera y suelos) asociados al inadecuado


manejo de residuos sólidos y líquidos son percibidos por los integrantes de las
comunidades indígenas. A nivel nacional, en las comunidades pequeñas o rurales, se
desechan productos menos manufacturados que carecen de envolturas, pero aun así, la
producción de residuos sólidos estaría entre .250g y .500 g. (SEDESOL, 2012).

La problemática identificada por los habitantes de la región Chichimeca, Otomí en


manejo de residuos sólidos y líquidos está relacionada con disposición final de residuos.
En este sentido, en la comunidad de Ojo de Agua perteneciente al municipio de Victoria
la delegada menciona que su comunidad pertenece al ejido de Corralillos y que la gente
de su comunidad es tratada como avecindados, es decir, que no tienen derecho a decidir
sobre el uso del territorio. Tal es el caso de la concesión que el ejido firmo con el municipio
para establecer ahí el basurero municipal el cual genera contaminación de aire, de suelo,
del agua pues es pozo con el que contaba su comunidad se encuentra hoy día
contaminado, además de la existencia de fauna nociva como ratas, moscas, cucarachas
que no solo dañan su salud sino también su calidad de vida. La delegada de Ojo de agua
indica que el municipio no atiende sus demandas porque con quien realizaron el convenio
fue con el ejido y no con la comunidad. De igual forma está el caso del basurero municipal
de la comunidad de Torrecitas en Tierra Blanca y Palomas en Xichú.

Las comunidades de Cerro Colorado, Arroyo Seco, Cano de San Isidro, Torrecitas, la cuesta
de Peñones, El Pichacho, Cieneguilla y el Sauz pertenecientes al municipio de Tierra

85
Blanca, manifestaron durante la gira presidencial la urgencia de tener un plan sustentable
de manejo de desechos sólidos y líquidos ya que dichas comunidades padecen también
el tener un vertedero a cielo abierto en su territorio.

Reforestación, incendios y actividades forestales

* Anuario estadístico y geográfico de Guanajuato. 2017. Instituto Nacional de Estadística y Geografía. INEGI

De acuerdo conl anuario estadístico y geográfico de Guanajuato (2017) hay actividades de


reforestación en San Luis de la Paz, Victoria y San Miguel de Allende.

Actividades forestales de corte de madera y recolección de frutos en San Luis de la Paz y


recolección de frutos en Xichú.

6.4 Instrumentos de planeación, conservación y manejo del territorio

Áreas prioritarias de conservación por servicios eco-sistémicos e hidrológicos

86
Las áreas prioritarias para la conservación de la biodiversidad y por servicios ambientales
hidrológicos se ubican en los municipios de Victoria, Tierra, Santa Catarina, Xichú y Atarjea
los cuales pertenecen a la Sierra Gorda. En este sentido, para el caso de Victoria y Tierra
Blanca existen actividades de índole turística que pueden aprovechar los servicios
ecosistémicos que ofrece la región. Durante la gira presidencial la Congregación Otomí
de Tierra Blanca solicitó apoyo para obras de conservación de suelo y agua, reforestación,
manejo para preservar la flora y creación de la presa del cerro pelón y de la hacienda vieja.

Propuestas de áreas de restauración

87
Manejo integral de los recursos naturales

Todas las comunidades de la región expresaron la preocupación y necesidad de


establecer un manejo adecuado de los recursos naturales, desde campañas o cursos de
concientización.

Las propuestas para solucionar estos problemas son talleres de concientización a las
personas de las comunidades para cuidar y proteger los recursos naturales mediante
Talleres de Educación Ambiental para dar a conocer de qué especies y edad de árboles
talar y cómo hacerlo adecuadamente, hasta brigadas de reforestación así como
programas de reforestación con plantas nativas (mezquite, cucharilla, maguey, sábila y
nopal). Y también asesoría legal sobre leyes y regulaciones sobre el aprovechamiento de
los recursos como bosques, arena y presas de acuerdo con la normativa federal
(CONAFOR, CONAGUA).

88
89
7. EDUCACIÓN CON PERTINENCIA CULTURAL

La educación en las comunidades

Centro de Alumnos Docentes


Región Nivel educativo
trabajo total total

INICIAL 27 2,411 311

PREESCOLAR 573 20,197 677

PREESCOLAR
2 329 11
INDÍGENA
Chichimeca
PRIMARIA 587 55,960 1,884
, Otomí de
Guanajuato
PRIMARIA INDÍGENA 4 1,124 40

SECUNDARIA 224 26,900 1,128

MEDIA SUPERIOR 154

SUPERIOR 21

TOTAL 1,592 106,921 4,051

Fuente: Sistema de Información y Gestión Educativa. Consulta de escuelas. Catálogo Nacional de Centros de Trabajo,
Dirección General de Planeación, Programación y Estadística Educativa /SPEC/SEP

La región Noreste Guanajuato contaba para el año 2019 con 2 escuelas de preescolar
indígena con 329 alumnos. En el caso de la primaria se cuenta con 4 escuelas primarias
indígenas que dan cobertura a 1 124 alumnos. En la región existen además 224 planteles
de secundaria, 154 de media superior y 21 escuelas superiores (INPI, 2021).

90
Una de las principales demandas de la población es enseñanza de la lengua en todos los
niveles educativos así como la creación de escuelas interculturales en donde se recupere
la lengua por medio de la enseñanza con profesores bilingües.

Con respecto a la infraestructura las comunidades coinciden en la falta de preparatorias y


Universidades interculturales, así como la falta de escuelas en comunidades alejadas y de
difícil acceso. Por ejemplo, falta de preescolar en San Ignacio, San Luis de la Paz y la
Estancia de Abajo, Victoria.

En San Miguel de Allende, a comunidad de Cieneguita no cuenta con secundaria ni


preparatoria y la primaria no cuenta con techo para la recreación de las y los niños. Por su
parte, en la comunidad de la Huerta faltan aulas educativas para el nivel medio superior
bachillerato y debido a esta situación, tienen que compartir las aulas con la escuela
secundaria. En lo que respecta a la comunidad de Guerrero si bien cuenta con preescolar
y primaria no tiene juegos infantiles y la primaria no tiene techo. En la comunidad de la
Cuadrilla no hay bachillerato y en Montecillo de la Milpa también falta secundaria y
bachillerato. En el municipio de Atarjea las siguientes escuelas no cuentan con techo para
la recreación de los estudiantes; Carricillo (Preescolar, primaria, secundaria y bachillerato),
La Joya (Primaria), San Antón (Primaria), El piñonal (Primaria). Además, en muchas de las
escuelas existentes falta equipamiento en talleres y laboratorios (Universidad de
Cieneguilla, Tierra Blanca) y agua potable en las escuelas.

Por otro lado, a deserción escolar es una problemática constante en todas las
comunidades debido a embarazos en jóvenes, la pandemia del COVID-19 y también por
los bajos ingresos económicos de los hogares que incentivan a las y los jóvenes a buscar
empleo o migrar ya sea temporal o permanentemente para complementar el ingreso
familiar. Asimismo, es necesario transporte escolar seguro ya que existen muchas
comunidades de difícil acceso a las comunidades como por ejemplo en Xichú, causa
también de la deserción escolar. También señalan la falta de atención a los adultos
mayores analfabetas. .Otra problemática es el ausentismo del personal docente.

Con respecto a las soluciones propuestas por las comunidades propuestas en los talleres
participativos sugieren mejorar la infraestructura escolar sobre todo de talleres y

91
laboratorios en toda la región y en todos los niveles, creación de secundarias, preparatorias
y universidades interculturales en la región.

Formar capital humano como maestros en las comunidades para que los maestros sean
de las localidades y ampliar así la plantilla de profesores y que se pueda brindar una
educación de calidad y seguimiento personalizado a los alumnos para evitar la deserción
escolar y, a la vez, para que los jóvenes tengan una fuente de empleo dentro de sus
comunidades. En este sentido, es indispensable una reforma educativa que incorpore a
docentes indígenas bilingües y priorice la atención de estas escuelas. Asimismo se
propone la incorporación de oficios tradicionales y tallares que recuperen la cultura al plan
curricular educativo. Se propone gestionar becas educativas para evitar la deserción
escolar, gestionar ante el municipio un transporte escolar eficiente y seguro a los alumnos
de las comunidades más alejadas y de difícil acceso y ampliar horarios de los centros
educativos y diseñar un Plan curricular para que puedan terminar sus estudios los adultos
mayores.

Distribución porcentual de la población indígena de 15 años y más analfabeta, 1990, 2000,


2005, 2010, 2015 y 2020

92
56.7

48.0

47.6 40.2

39.3
37.5 28.8
26.9
32.8 23.1
29.8
25.0 24.4
22.0
19.7 18.9
16.4 14.7

1990 2000 2005 2010 2015 2020


Total Hombre Mujer

Fuente: INPI. Sistema de indicadores sobre la población indígena de México, con base en: INEGI. XI Censo General de
Población y Vivienda, México, 1990, XII Censo General de Población y Vivienda, México, 2000. II Conteo de Población y
Vivienda, México, 2005 , Censo General de Población y Vivienda, México, 2010, Encuesta Intercensal, México, 2015 y
Censo General de Población y Vivienda, México, 2020.

93
Distribución porcentual de la población indígena de 15 años y más según nivel de
escolaridad. Región Noroeste Guanajuato Chichimeco, Otomí 2020

50.0
Mujer
40.0 Hombre
29.428.7
30.0 26.3

18.2 18.8 18.7


20.0 16.5
13.5 14.1
10.0
8.6
3.0 4.4
0.0
Primaria incompleta

Primaria completa
Sin escolaridad/ Kinder

Secundaria incompleta

Secundaria completa

Educación posbásica

94
Fuente: INPI. Sistema de indicadores sobre la población indígena de México, con base en: INEGI. XII Censo General de
Población y Vivienda, México, 2000. II Conteo de Población y Vivienda, México, 2005, Censo General de Población y
Vivienda, México, 2010 y Encuesta Intercensal, México, 2020.

La región Noreste Guanajuato presentó en el año 2020, el 31.6% de su población indígena


de 15 años y más con kínder o sin instrucción, mayor en comparación con el promedio
indígena de 16.6% del mismo año. Con primaria completa se encuentran el 16.5.1% versus
el 18.2% del nacional indígena. En la categoría de secundaria completa el valor alcanza
28.7% comparado con el 20.5% del promedio nacional indígena. Los valores de la
educación media superior y superior son del 18.8% y 18.7% superiores a los valores
respectivos de los promedios nacionales de indígenas de 14.5% pero superior al 7.2%
nacional (INPI, 2021).

95
8. FORTALECIMIENTO DE LA MEDICINA TRADICIONAL Y EL PAPEL
DE LAS INSTANCIA DE SALUD

La región Noreste Guanajuato cuenta con 106 unidades médicas de primer nivel, categoría
donde el 92% de ellas, 92, pertenecen a la Secretaria de Salud. Sólo existen cuatro clínicas
de segundo nivel y una de tercer nivel para un total de 111 unidades en la región (INPI,
2021). Sin embargo, las comunidades coinciden en la mala calidad de atención a los
derechohabientes, falta de clínicas, desabasto de medicinas, personal insuficiente y mal
trato por parte del personal. Por ejemplo, la comunidad de Palomas en Xichú menciona
que desde hace tres meses que no tienen personal médico en su clínica y la comunidad
de Llanetes indica que la clínica con la que cuentan está en malas condiciones. En este
sentido, las comunidades proponen mejorar el servicio médico completo para tener
doctores y enfermeras suficientes y con pertinencia cultural para la atención. Así como
apoyo para el equipamiento suficiente y de calidad en las clínicas, abasto de
medicamentos, aumento de personal, atención de pacientes de acuerdo conl tamaño de
la población y ambulancias que dispongan de gasolina. De igual manera proponen
aumentar el número de clínicas y/o instalar en las comunidades casas de salud. Un punto
en el que coinciden las comunidades es la necesidad de formar capital humano local a
corto y a largo plazo para que sean los habitantes de las comunidades los que atiendan y
sirvan en su propia comunidad.

Salud

NIVEL ATENCION

Región INSTITUCIÓN
PRIMER SEGUNDO TERCER TOT
NIVEL NIVEL NIVEL AL

INSTITUTO DE SEGURIDAD Y
Chichimeca
SERVICIOS SOCIALES PARA
, Otomí de 6
LOS TRABAJADORES DEL
Guanajuato
ESTADO 6

96
INSTITUTO MEXICANO DEL
6
SEGURO SOCIAL 5 1

INSTITUTO MEXICANO DEL


SEGURO SOCIAL REGIMEN 3
BIENESTAR 3

SECRETARIA DE SALUD 92 3 1 96

Total 106 4 1 111

Fuente: Dirección General de Información en Salud (DGIS). Clave Única de Establecimientos


de Salud (CLUES).

http://www.dgis.salud.gob.mx/contenidos/intercambio/
cluegobmx.html

Consultado en junio de 2020.

Las principales enfermedades en la región son: gripe, sarampión, varicela, tosferina y


tifoidea, diabetes, presión alta, cirrosis hepática alcohólica, anomalías congénitas,
enfermedades del aparato respiratorio y deficiencias de la nutrición. Las de origen
gastrointestinal que originan trastornos como diarrea, vómito, disentería, parasitosis, y las
respiratorias que desencadenan padecimientos de gripa, tos, bronquitis, pulmonías.

Morbilidad

Las causas se deben principalmente a la deficiencia alimenticia, la falta de abastecimiento


de agua potable, fecalismo al aire libre, la carencia de hábitos de higiene personal,
alcoholismo y drogadicción (inhalación de cemento, resistol y marihuana). Consecuencia
de las condiciones de insalubridad de las viviendas (Sánchez, 2008:41).

Ante el evidente aumento de las enfermedades las comunidades proponen mejorar la


alimentación por medio de pláticas de nutrición y retomar la alimentación tradicional

97
para prevenir enfermedades crónicas degenerativas. Así como el regreso de las jornadas
de salud y disminuir los niveles de estrés y ansiedad en la población por medio de la
difusión del auto cuidado, la utilización de temazcales, así como actividades recreativas y
culturales.

Medicina tradicional

En toda la región existen prácticas de medicina tradicional y personas dedicadas a esta


actividad.. Y aunque se encuentra más visible en algunas comunidades como es Misión
de Chichimecas, la Congregación otomí en Tierra Blanca, San Miguel de Allende y Victoria,
todas las comunidades poseen conocimientos básicos de plantas medicinales que usan
de manera cotidiana ya en muchas de las comunidades se conoce como remedios
caseros.

La medicina tradicional se basa en bebidas y unciones de yerbas medicinales para


preparar pomadas, jarabes así como de sobaciones, la que más destaca en la atención de
sus padecimientos, con los conceptos de “frío” y “caliente”, esta concepción se presenta
también en los alimentos.

El curandero diagnostica la enfermedad (aire en la cabeza) por medio de “materias de


luces” (un método adivinatorio), limpia al enfermo frente al altar con cuatro velas y luego
interpreta las características de la flama (Martínez, 2015:49). Se señala algunos casos de
padecimientos y muertes por el mal de espanto o “pérdida del alma” y para protegerse a
los niños del mal de ojo y de la tosferina, se les colocan collares; en el primer caso de ciertas
semillas que compran a comerciantes ambulantes de yerbas medicinales y en el segundo,
enlazando muchas patitas de lagartijo.

Destacan como yerbas o plantas medicinales: el órgano y el cardón, como coagulantes; el


asibuche para consolidar los dientes; el tata lencho y la mariola, que unidos a tres cabezas
de ajo y hormigas, todo puesto en alcohol, hacen una infusión para dolores reumáticos;
así mismo, existen parteras que asistían a las mujeres embarazadas y o parturientas, y la
vez hacía el papel de curanderas para otros padecimientos (Sánchez, 2008:40). Sin
embargo, esta práctica ha dejado tener presencia en las comunidades debido a los

98
problemas legales que conlleva atender un alumbramiento así como la falta de
transmisión generacional, capacitación y certificación.

Otras plantas curativas son la albahaca, ajenjo, epazote, gordolobo, hierba de perro, hinojo,
hoja de granada, hoja de durazno, nopal, pirúl, peyote, romero, ruda, sábila y tlanchalagua.
Los tratamientos son variados, pueden ser tomados en infusiones, aplicados con
compresas, o aspirados en sahumerios o en el temazcal.

En misión de Chichimecas, de acuerdo con la cosmovisión úza,’ la medicina tradicional


permite a los individuos concebir los procedimientos adecuados para recuperar la salud y
explicar el origen de la enfermedad. Para el pueblo úza’ el hombre tiene una estrecha e
intrínseca conexión con su entorno natural, y que de acuerdo con su visión el cuerpo
humano es finalmente un modelo para comprender el universo y explicar la salud y la
enfermedad como una relación armoniosa o carente de armonía con el cosmos. Esta
visión, que conjuga aspectos anatómicos, psicológicos, anímicos y sobrenaturales, se
encuentra plasmada en las prácticas curativas de los káthë’r o curanderos (en lengua úza’)
quienes suelen tener múltiples funciones (Martínez, 2015:48). En el caso del municipio de
Victoria existe un grupo de mujeres, de reciente creación como proyecto productivo,
llamadas las garambullas. Elaboran y preparan medicamento con base en el
conocimiento que tienen sobre las plantas.

Sin embargo, es importante mencionar que desde que se construyó el primer centro de
salud en la comunidad junto con la Casa del Pueblo, entre 1967 - 1970 y, la construcción
del segundo hospital, en 1999, y a la implementación de políticas del sistema de salud,
paulatinamente la medicina alópata ha venido desplazando el uso de las plantas curativas
(Martínez, 2015:49). Lo anterior se manifiesta en la pérdida y desconfianza del
conocimiento tradicional así como desconocimiento de las plantas medicinales en las
generaciones más jóvenes debido a que los médicos alópatas suelen descalificar el uso de
medicina tradicional por su lento efecto y discriminación, generando que las personas ya
recurran poco al uso de la medicina tradicional y, por tanto, que no se transmita este
conocimiento. Lo anterior también aplica para la partería que prácticamente ha

99
desaparecido en la región. Además, se suma el hecho de que no existe en la región ningún
lugar específico para su práctica y enseñanza.

De acuerdo con todo lo anterior, las comunidades proponen la revalorización del trabajo
de los médicos tradicionales por medio de talleres de capacitación en herbolaria y partería,
intercambio de experiencias entre personas y comunidades que poseen el conocimiento,
así como la gestión de su certificación. Esta revalorización incluye propiciar una
colaboración entre la medicina institucional y la tradicional para obtener una salud
integral y al alcance de toda la población.

100
9. INFRESTRUCTURA SOCIAL Y COMUNITARIA

9.1 Red de carreteras

Actualmente todos los municipios se encuentran bien comunicados. Los principales


municipios y localidades cuentan con transporte local y foráneo que comunican a las
principales ciudades de la región, además de Querétaro, San Luis Potosí y Ciudad de
México. No obstante, la situación topográfica de Atarjea y Xichú ha limitado, desde
siempre, las comunicaciones con el resto de los municipios de Sierra Gorda ya que poseen
hoy día caminos de terracería que conectan las comunidades con las localidades vecinas
y con su cabecera municipal.

Pese a la comunicación con las principales ciudades, las comunidades señalan que la
mayoría de los caminos en general de terracería se encuentran en mal estado a causa de
la erosión de suelos que se da por las lluvias y el paso de camiones pesados lo que provoca

101
como efectos que haya caminos desnivelados con baches y a su vez que se presenten
accidentes automovilísticos y daño de las suspensión de los mismos. Como por ejemplo
en Victoria, la comunidad de La cantera y Ojo de Agua sí tienen camino de acceso a su
comunidad pero se encuentran en condiciones deplorables. El camino de Corral de Piedra
tiene una curva que genera accidentes y Mesa de Ortiz no tiene camino de acceso. Los
caminos en mal estado dificultan el acceso a ciertas comunidades y también viviendas lo
cual es una de las causas de la deserción escolar pues no hay transporte que transite en
dichos lugares así como problemas de inseguridad y salud ya que en muchas ocasiones
las ambulancias no pueden llegar hasta donde se requiere (Mesa de Ortiz, Ojo de Agua,
Corral de Piedra en Victoria).También hay muchos caminos inconclusos.

Por todo lo anterior, se plantea construir, rehabilitar y terminar caminos inconclusos.


Específicamente, se propone la construcción de caminos de la Cantera, Ojo de Agua y
Mesa de Ortiz con piedra ahogada ya que la misma comunidad lo puede construir y darle
mantenimiento. Darle continuidad y terminar los tramos que están pendientes en las
siguientes comunidades: Negritas 500 mts, Palmillas 700 mts Misión de Arrnedo 800 mts,
Corral de Piedra dos curvas que son muy peligrosas con piedra ahogada en cemento,
maquinaria, permisos de uso de explosivos para abrir brechas. En el caso de Xichú se
requiere el camino de Llanetes a Palomas. Misión de Santa Rosa -Palomas. Tramo la Noria-
Palmas. Modernización del tramo de camino 15.5 kim. En Atarjea proponen concluir el
tramo Puerto de la Joya a Carricillo y Carricillo-San Antón con 15 km de empedrado de
camino con piedra ahogada en cemento con huellas o guías de concreto. Para el caso de
las comunidades de Tierra Blanca se propone la construcción del camino Cieneguilla-
Picacho, la construcción de camino Cieneguilla- Arroyo Seco- Tierra Blanca con concreto
estampado y otros de piedra ahogada en cemento en el caso de las calles. En lo que se
refiere a calles proponen la cimentación de calles para la urbanización de las comunidades
hechas con piedra ahogada en cemento y concreto estampado principalmente en la
comunidad indígena de Cieneguilla, Las Moras, Picacho, Cano de San Isidro, Rincón del
Cano, Villa Unión, Adjuntas, El progreso, El Salto, El sauz, Barbosa, Juanica y Fracción del
Cano. Solicitan puentes calles, empedrados, mejoramiento de caminos, banquetas,
pavimentación puentes vehiculares y peatonales.

102
En San Miguel de Allende la comunidad de Juan González solicita un puente vehicular
para cruce de río de 50 metros de largo y la modernización de 3 km de camino de piedra
ahogada en cemento con huellas o guías de concreto. El Lindero de la Petaca, La Cuadrilla,
El salto, Capilla Blanca y Barrones solicitan la modernización de 2.8 Km. De camino de
piedra ahogada, La Huerta solicita 6.5 km de camino también de piedra ahogada.

9.2 Vivienda

Las casas que habitaban los chichimecas, eran pequeñas, con muros de piedras
simplemente superpuestas, ramas o palmas entrelazadas y en algunos casos de adobe o
piedra fijada con lodo; sus techos eran de pencas de maguey, a veces de viejas láminas de
cartón y en uno o dos casos de teja; los pisos eran en su generalidad de tierra suelta; los
anexos de dichas habitaciones constaban de una pequeña cocina contigua o poco
separada y los corrales con cercos de piedra o nopal para el encierro de sus animales. Se
construían con palma o pencas de maguey, con tejas o de adobe, y había una que otra de
piedra con techos de lámina de cartón y piso de tierra (Martínez, 2015:21).

Hoy en día los materiales que prevalecen son el tabique o tabicón y el block de concreto,
los techos y los pisos son de concreto, y se construyen algunas casas con adobe mejorado.
Los techos son de lámina de aluminio o de asbesto, hay muy pocos de láminas de cartón.
(Martínez, 2015:21).

En un mismo terreno puede existir más de una vivienda por el hecho de que los hijos
unidos o casados construyen sus viviendas en el terreno familiar (Henríquez, 1999: 29).

Las propiedades se encuentran rodeadas por cercas de piedra, cactus o ramas espinosas,
en ellas es posible encontrar un corral para los animales y alguna pequeña huerta familiar
(Nava, s/f: 16-17 en Henríquez, 1999:30).

En general, las comunidades manifestaron que sus viviendas no se encuentran en buenas


condiciones (faltan pisos, baños, techos, enjarre). También padecen de hacinamiento ya
que las viviendas tienen cuartos-habitación acondicionados solo para los adultos mayores.
Mencionan que por lo general, las mujeres no cuentan con cuarto-habitación propia para

103
dormir porque son compartidos con los demás familiares. En este sentido, las madres
solteras tampoco cuentan con una habitación propia.

Otro de los problemas referentes a las viviendas es el concerniente a la falta de escrituras


públicas de los terrenos.

De acuerdo con las peticiones de la gira presidencial 103 solicitudes versaron sobre la
construcción de una vivienda, ampliación o mejoramiento de la mismas. Por ello, las
propuestas versaron sobre la ampliación y mejoramiento de vivienda a través de los
programas para la vivienda (techo digno, piso firme, ampliación de vivienda).

9.3 Piso de tierra

Vivienda indígena y distribución porcentual de las viviendas con piso de tierra, región
Noreste Guanajuato Chichimeco, Otomí, 1990, 2000, 2005, 2010, 2015 y 2015

43.7 Piso de tierra


37.9 38.8

22.8

15.5
12.3

763 919 683 1,489 1,134 1,446

1990 2000 2005 2010 2015 2020

104
Fuente: INPI. Sistema de indicadores sobre la población indígena de México, con base en: INEGI. XII Censo General de
Población y Vivienda, México, 2000. II Conteo de Población y Vivienda, México, 2005, Censo General de Población y
Vivienda, México, 2010 y Encuesta Intercensal, México, 2020

El porcentaje de viviendas que cuentan todavía con piso de tierra, en la región Noreste
Guanajuato, bajó de un 37.9% en el año 1990 a un 12.3% del año 2020, por lo que existe este
tipo de rezago. Este valor está por debajo del promedio nacional indígena del año 2015 de
un 13.9% (INPI, 2021).

9.4 Disponibilidad de agua

Vivienda indígena y distribución porcentual de las viviendas con agua, región Noreste
Guanajuato Chichimeco, Otomí, 1990, 2000, 2005, 2010, 2015 y 2020

105
95.2
92.9
Agua entubada
84.0 86.2
78.8
70.8

763 919 683 1,489 1,134 1,446

1990 2000 2005 2010 2015 2020

Fuente: INPI. Sistema de indicadores sobre la población indígena de México, con base en: INEGI. XII Censo General de
Población y Vivienda, México, 2000. II Conteo de Población y Vivienda, México, 2005, Censo General de Población y
Vivienda, México, 2010 y Encuesta Intercensal, México, 2020.

El porcentaje de vivienda con agua entubada, en la región Noreste Guanajuato, pasó de


un 70.8% en el año 1990 a un 92 % del año 2020, que implica casi una cobertura completa,
además de estar por claramente por encima del promedio nacional indígena del 2020 de
un 87.2% (INPI, 2021).

No obstante, las demandas de agua potable siguen estando presentes pues una de las
principales problemáticas es la falta de agua potable en las comunidades ya que no hay

106
proyectos o programas sociales de ampliación y mantenimiento del servicio de agua que
cubra con la alta demanda del crecimiento acelerado de las comunidades. En general en
toda la región las demandas versas sobre la ampliación, mantenimiento, perforación de
pozos y creación de depósitos de captación de lluvia para mejorar el sistema de agua
potable en toda la región.

Para el caso d la comunidad del Carmen de Victoria se requiere ampliar la red de agua y
brindarle mantenimiento. Se requiere perforar pozos en la comunidad de El Carmen pues
el pozo se secó, Corral de Piedra en Victoria ya que en esta última el servicio de agua
potable es deficiente y dependen del pozo de la cabecera municipal, en Palomas en Xichú.
Y en la Barbosa, Tierra Blanca. En ambas comunidades ya se realizaron los estudios
pertinentes y mostraron que hay agua suficiente. Adicional, en Palomas, Xichú proponen
la creación de depósitos para captación de lluvia. En el Piñonal, el Carricillo, la Joya en
Atarjea; en la comunidad de Rosales y de Refugio de Arriba en Comonfort y en Peña
Blanca en San Miguel de Allende requieren un sistema integral de agua potable que
incluye perforación, equipamiento, depósito, líneas de conducción, red de distribución y
tomas domiciliarias. Por su parte, en las comunidades de Misión de Chichimecas y Paso
Colorado proponen la segunda etapa del proyecto de perforación y equipamiento de pozo
de agua potable que consiste en el tanque de regulación, equipamiento electromecánico,
línea de conducción y red de distribución.

En las comunidades de Banda, San Isidro Bandita y Presita de Santa Rosa de San Miguel
de Allende proponen un sistema de agua potable que consiste en tanque elevado de 150
metros cúbicos, red de distribución 14,000 metros lineales y línea de conducción 100
metros lineales.

En el municipio de Tierra Blanca refieren que el problema es que el agua sale


contaminada y con un alto contenido de cloro ya que el agua se extrae a mucha
profundidad, por lo que contiene minerales y metales pesados y se le tiene que aplicar un
alto contenido de cloro para potabilizarla. Comentan que todo esto genera como efectos:
diversas enfermedades de tipo gastrointestinal, de la piel, desperdicio de agua cuando
hay fugas en la tubería que se encuentra en muy malas condiciones, gastos elevados para

107
las familias, pues se ven obligados a comprar agua para beber, y gastos excesivos de la luz
por el servicio debido a los continuos arranques de luz que hacen del pozo. Además,
comentan que en la comunidad de Barbosa no cuenta con el agua suficiente para toda la
población y que los depósitos para su distribución son insuficientes y se encuentran
deteriorados así como también en las comunidades de Guadalupe, Adjuntas, y Picacho.
La comunidad de Cuesta de Peñones solicita perforación y ademado de pozo de agua de
500 mts, así como el equipamiento y electrificación de pozo profundo para agua portable
que también solicita la comunidad del El Sauz y Cano de San Isidro.

9.5 Drenaje

Vivienda indígena y distribución porcentual de las viviendas con drenaje, región Noreste
Guanajuato Chichimeco, Otomí, 1990, 2000, 2005, 2010, 2015 y 2020

71.3 71.4
Drenaje

41.4
36.5
28.8
20.1

763 919 683 1,489 1,134 1,446

1990 2000 2005 2010 2015 2020

Fuente: INPI. Sistema de indicadores sobre la población indígena de México, con base en: INEGI. XII Censo General de
Población y Vivienda, México, 2000. II Conteo de Población y Vivienda, México, 2005, Censo General de Población y
Vivienda, México, 2010 y Encuesta Intercensal, México, 2020.

108
El porcentaje de vivienda con drenaje, en la región Noreste Guanajuato, pasó de 20.1% en
el año 1990 a un 71.4% del año 2020, que implica todavía una cobertura deficiente, además
de estar por debajo del promedio nacional indígena del año 2015 de un 73.1% (INPI, 2021).

La cobertura deficiente en el servicio de drenaje se encuentra concentrada en las


comunidades de la región alejadas de la cabecera municipal, ya que ahí es donde se
dispone de la cobertura que se expresa en las estadísticas oficiales.

En este sentido, la mayoría de las comunidades de la región no tienen drenaje y las que
cuentan con drenaje falta mantenimiento adecuado así como una planta tratadora de
aguas negras. Lo anterior significa un problema tanto ambiental por la contaminación de
ríos lo que genera también problemas de salud al representar un foco de infección.

Por otra parte, las comunidades que cuentan sí cuentan con el sistema de drenaje
mencionan que no ha tenido mantenimiento que se requiere debido a que inicialmente
nunca les informaron que el mantenimiento dependía de la propia comunidad y no del
gobierno.

Por todo lo anterior las comunidades proponen la instalación de red de drenaje para las
poblaciones grandes y para el resto de las comunidades fosas individuales por cada
vivienda, acondicionadas para que se puedan desazolvar. En este sentido, en Victoria
proponen la instalación en Misión de Arnedo y Palmillas las cuales se podrían conectar a
la red del drenaje del Lindero. Para el caso de la comunidad de Cerro Grande (Los
remedios) y Jacalasúchil también podrían compartir la red de drenaje, misma que se
podría conectar con la red municipal o una planta tratadora para ambas comunidades.
Por el tamaño de población, las comunidades de El Carmen y Cieneguita solicitan la
instalación de drenaje para cada una. Para el caso de la comunidad de El Potrero de
Comonfort solicitan alcantarillado sanitario ya cuentan con un proyecto faltaría actualizar
y realizar validaciones.

9.6 Red eléctrica

Vivienda indígena y distribución porcentual de las viviendas con electricidad, región


Noreste Guanajuato Chichimeco, Otomí, 1990, 2000, 2005, 2010, 2015 y 2020

109
Electricidad
95.9
92.9
88.7
83.5

71.1

50.2

763 919 683 1,489 1,134 1,446

1990 2000 2005 2010 2015 2020

Fuente: INPI. Sistema de indicadores sobre la población indígena de México, con base en: INEGI. XII Censo General de
Población y Vivienda, México, 2000. II Conteo de Población y Vivienda, México, 2005, Censo General de Población y
Vivienda, México, 2010 y Encuesta Intercensal, México, 2020.

El porcentaje de viviendas que disponen de electricidad, en la región Noreste Guanajuato,


pasó de un 50.2% en el año 1990 a un 95.9% del año 2020, que implica una cobertura
deficiente. Este valor es además inferior al promedio nacional indígena del año 2015 de un
95.6% (INPI, 2021).

La electricidad es otro rubro en el que las comunidades expresan necesidad y de igual


manera que en el caso del drenaje la falta de electricidad se concentra en las
comunidades alejadas a las cabeceras municipales.

110
En general las comunidades mencionan que la red eléctrica no es suficiente y la
capacidad de los transformadores no es la adecuada. Falta mantenimiento en el servicio
de alumbrado público (las calles están oscuras y generan inseguridad y miedo). Además,
hay calles y viviendas sin el servicio de luz eléctrica, se presentan constantemente
apagones por los cambios de clima, y se quedan sin servicio hasta por dos semanas
consecutivas. En lo que respecta al servicio de alumbrado público agregan que las
comunidades no cuentan con espacios públicos iluminados a causa de que la CFE no les
quiere poner el servicio de luz eléctrica a no más de 10 metros de las viviendas.

Las propuestas de solución en las comunidades del Carricillo, El Piñonal, La Joya en


Atarjea; Morales, San Pablo, Potrero, La Barunda, Ojo de Agua, Agua Blanca, Rincón del
Purgatorio, Orduña de Abajo, Rosales y Rinconcillo de los Remedios en Comonfort; Misión
de Santa Rosa, Mineral de la Aurora, Llanetes y Palomas en Xichú, versan sobre la
ampliación y mantenimiento a la red de electrificación, priorizando las viviendas, escuelas,
calles y espacios de trabajo en las comunidades. Instalación de los postes que hagan falta,
instalación de transformadores de mayor capacidad. Se menciona que Tierra Blanca
necesita su propia planta de luz eléctrica, ya que por eso se generan los apagones
constantes en las comunidades.

9.7 Disponibilidad de bienes

Distribución porcentual de vivienda indígena y bienes, región Noreste Guanajuato


Chichimeco, Otomí, 2000, 2005, 2010, 2015 y 2020

111
100.0
89.6
90.0
83.4
79.4
80.0 74.7
70.0 66.7

60.0
51.6
50.0
41.4 41.2
40.0
38.2
31.7
30.0 26.2 24.7
21.8 21.4
20.0
12.8 13.7
8.6 8.7
10.0
0.00.0
0.0
2000 2005 2010 2015 2020
Con televisión Con refrigerador
Con lavadora Con computadora

Fuente: INPI. Sistema de indicadores sobre la población indígena de México, con base en: INEGI. XII Censo General de
Población y Vivienda, México, 2000. II Conteo de Población y Vivienda, México, 2005, Censo General de Población y
Vivienda, México, 2010 y Encuesta Intercensal, México, 2020.

Para el año 2020 la región Noreste Guanajuato contaba con 83.4.2% de los hogares
indígenas con televisión. Este valor se ubica muy por encima del promedio nacional
indígena de 72.7%. En el caso del refrigerador la disponibilidad es de un 51.6% versus el
promedio indígena de 53.6%. El porcentaje de los hogares indígenas con lavadora en la
región Noreste Guanajuato es de 31.7% claramente inferior al promedio nacional indígena
de 32%. Los hogares con computadora alcanzan para el año 2015 un 13.7% por encima del
promedio nacional indígena de 11.6% (INPI, 2021).

112
10. FORTALECIMIENTO DE LA ECONOMÍA REGIONAL INDÍGENA

Las principales actividades de la región están centradas en la agricultura, la actividad


ganadera en pequeña escala, las artesanías y sobre todo el trabajo como jornaleros
agrícolas o como peones en fábricas o en la construcción y la migración temporal y/o
definitiva.

En lo que refiere a la agricultura ésta es en general de temporal y en muy pocos casos de


riego, la cual se practica sobre todo en terrenos ejidales. Si bien la agricultura no genera
excedentes para su comercialización ya que es primordialmente para autoconsumo y en
muy reducidos casos para venta local, ésta representa aún una práctica generalizada en
toda la región. Los cultivos principales son: maíz, frijol, alfalfa, brócoli, chile, chícharo,
calabaza, semillas de calabaza, garbanzo, cebolla y pastura para animales como es cebada,
avena y alfalfa. También en Tierra Blanca la recolección de piñón. Las técnicas de cultivo
utilizadas en la región son la yunta de bueyes y viejo arado egipcio de madera, uso de
tractor (Sánchez, 2008:31). Esta actividad la realizan principalmente los hombres y niños
mayores de 12 años. De acuerdo con las peticiones realizadas durante la gira presidencial,
la comunidad de la Estancia en Victoria y Misión de Chichimecas en San Luis de la Paz
solicitan el programa de “Sembrando Vida” así como apoyos para el mejoramiento y
aprovechamiento de las hectáreas de tierra de temporal, de riego y agostaderos y las
concesiones de agua. Asimismo solicitan equipamiento productivo e insumos, tales como
motor para riego, motor para bomba, compra de abono, fertilizante, construcción de
bodegas para almacenar granos, invernadero y acolchados. Aunado a lo anterior solicitan
apoyos y préstamos de bajo interés así como apoyo económico para cubrir deudas
personales.

La actividad ganadera se da en especies pequeñas como cabras, borregas, en pocos casos


porcino y bovino, aves de corral y en algunas comunidades como Atarjea colmenas. En
San Miguel de Allende producen quesos. Esta actividad es realizada principalmente tanto
por hombres, mujeres y niño(a)s en el cuidado, venta en su caso o aprovechamiento para
el consumo familiar. A este respecto la comunidad de

113
Misión de Chichimecas de San Luis de la Paz solicitó, durante la gira presidencial, la
inversión de recursos en las áreas de agostadero para el circulado de potreros,
construcción de bordería para abrevaderos, así como la introducción de pasto y
reforestación con nopal y maguey. Por su parte, la comunidad de La Cañada de San
Juanica de Tierra Blanca solicitó 10 borregos y un semental para la crianza de ganado.
También solicitaron la adquisición de un camión pipa para el agua de su ganado y la
construcción de bordos para captación y distribución de agua.

La artesanía también es una actividad presente en la región como lo es ropa tejida en las
localidades de El Pironal, Atarjea y Aldama. Las Máscaras de Robenos, talladas en madera
y decoradas al estilo particular del artesano atarjense con motivo de la representación de
Judas, personaje característico del Sábado Santo (Camarillo, 2010: 68). En Tierra Blanca
elaboran sillas de montar, cinturones, cestería de carrizo, mimbre, barro y tule. En Victoria
se fabrican artesanalmente: canastas, colotes, tortilleros y sombreros elaborados con
carrizo tallado; metates y molcajetes trabajados en piedra negra; además de morrales,
mecates, costales, mantas, coyundas de ixtle y sudaderos de palma de dátil. En San Miguel
de Allende producen artesanías de latón, canastas hechas con carrizo, espejos con marcos
de manera rústicos. La artesanía es una actividad realizada tanto por hombres como por
mujeres quienes trasmiten este conocimiento a los y las más jóvenes del grupo
doméstico. Durante la gira presidencial la comunidad de Misión de Chichimecas solicita
un fondo para la explotación de recursos minerales. Por su parte, la comunidad de El
Picacho en Tierra Blanca solicita apoyo para la instalación de un taller de artesanías así
como la construcción de una bodega para guardar la artesanía.

Los hombres trabajan principalmente como peones o jornaleros agrícolas para el


trasplante, desyerbe y como peones o albañiles, electricistas, herreros en la construcción.
Por ejemplo, en san Ignacio existe una fábrica de ladrillos, esta es una actividad de
tradición. Otra actividad importante en el caso de los hombres es la migración temporal
para trabajar en la construcción o en fábricas en donde también trabajan los niños
mayores de 12 años como pastores o como macuarros, es decir, como chalanes o
ayudantes de albañil. Por su parte, las mujeres jóvenes salen a trabajar a las ciudades
cercanas como empleadas domésticas, en hoteles o bien como trabajadores en las

114
fábricas, hortalizas e invernaderos. Estas empresas les otorgan transporte. Actualmente
hay un grupo aún muy reducido pero en creciente aumento en la región que trabajan
como enfermeras, maestras y profesionistas.

En lo que respecta al rubro de comercio se realizaron 20 peticiones que se concentran en


los municipios de Santa Catarina, Tierra Blanca y Victoria. Santa Catarina solicita apoyo en
el mobiliario para un comercio de tacos, gorditas y quesadillas. Las 18 comunidades que
integran la Congregación solicitan apoyo para ampliación de negocios de alimentos,
tiendas de abarrotes y verdulería, carnicería, papelería, taller de costura, negocio de
lavandería, asesoría y registro de asociación para venta de productos. Asimismo, Palmillas
de Victoria solicita apoyo para la puesta en marcha de un negocio.

Con relación a la solicitud para empleo las comunidades de Tierra Blanca y Victoria
realizaron 6 peticiones para emprender así como la generación de empleos en la región,
incluido un corredor eco turístico.

Problemáticas en torno a la economía

Uno de principales problema en la región es la pérdida de oficios tradicionales


(elaboración de cestería, petates, molcajetes, metates, talabartería, bordados, costura, la
producción de ixtle y gastronomía) ya sea porque ya no hay interés en transmitir el
conocimiento pero también por los bajos precios de los productos. Otro problema muy
importante en toda la región es la falta de fuentes de empleo permanentes con salarios
dignos, causa de la migración que tampoco ha garantizado la mejora de vida de las
comunidades. Con respecto a los empleos temporales tampoco garantizan un mejor
ingreso ya que los empleos temporales son limitados a una cantidad pequeña de
beneficiarios y de igual manera los salarios son bajos.

En torno a la problemática descrita las comunidades proponen la realización de proyectos


productivos que se sustenten en el conocimiento y aptitudes de la región y mejoren el
ingreso de las comunidades, evitando así la migración. La creación de un corredor turístico
y cultural que aproveche el turismo comunitario sustentable. El rescate y fomento de
oficios tradicionales, a partir de un censo municipal de artes y oficios que permita

115
diversificar fuentes de empleo y la comercialización de los productos artesanales y talleres
de capacitación permanentes que contemplen también a personas discapacitadas para
aprender alguna actividad económica u oficio que mejoren los ingresos de los hogares,
talleres de así educación financiera y gestión y planeación de proyectos, como por
ejemplo, en Atarjea un proyecto de cooperativa piñonera que abra la oportunidad a las
comunidades recolectoras de vender el Piñón a un precio justo y a compradores directos,
y que, por otro lado, ayude en la conservación de los bosques y plantas nativas de la región.

También consideran importante la reactivación de programas de auto empleo y empleo


temporal que ayuden a solucionar la problemática del agua (construcción de tinas ciegas
y sistemas de captación de agua pluvial), para la rehabilitación de caminos, carreteras y
construcción de obras públicas. Apoyos al campo como terrazas, forrajes, fertilizantes,
manejo postproducción para darle valor agregado a los productos. Fomento económico
de inversión e infraestructura a comerciantes, productores y artesanos por parte de los
tres niveles de gobierno

Población indígena ocupada por sectores

Porcentaje de la población indígena ocupada según sector de actividad, región Noreste


Guanajuato Chichimeco, Otomí, 1990, 2000, 2015

100.0%
90.0%
80.0%
70.0%
60.0%
50.0% 45.2%
37.8% 39.1%
40.0% 35.2%
26.2% 31.2%
25.8% 27.7% 25.0%
30.0%
20.0%
10.0% 2.7% 3.2% 0.8%
0.0%
1990 2000 2015
Primario Secundario Terciario No especificado

116
Fuente: INPI. Sistema de indicadores sobre la población indígena de México, con base en: INEGI. XII Censo General de
Población y Vivienda, México, 2000. II Conteo de Población y Vivienda, México, 2005, Censo General de Población y
Vivienda, México, 2010 y Encuesta Intercensal, México, 2015.

En la región Noreste Guanajuato la población indígena ocupada por sector de actividad


pasó de un 45.2% del sector primario en 1990 a un 35.2% en el año 2015 lo que implica una
disminución sustantiva, aunque por encima del promedio indígena nacional del mismo
año de 31.7%. Esto implicó un cambio en el sector terciario que creció de un 25.8% del año
1990 a un 39.1% del año 2015, pero por debajo del promedio indígena nacional de 44.7%
(INPI, 2021).

Superficie cosechada: principales cultivos

Superficie cosechada (ha), total, maíz y porcentaje de maíz, región Noreste Guanajuato
Chichimeco, Otomí, 2003-2018

117
Superficie cosechada (ha), total, maíz y
porcentaje de maíz, región Chichimeca Jonaz
90,000
de Guanajuato, 2003-2019 100.0

90.0

80,000

80.0

70,000

70.0

60,000

60.0

50,000

47.3 47.5
45.6 40.8 44.7 46.5 45.4 42.9
50.0

42.0 42.7 41.6


39.0 38.7
40,000

35.6 40.0

32.1
30,000
26.4
30.0

20,000
20.5
20.0
80,454
40,073
34,043
64,249

57,006
72,908

63,043
36,883
57,602

30,297

76,296

57,724
78,773

77,762
58,187

36,640
24,428

73,716
24,365

23,507
26,957

33,855

38,233

35,265
34,107

20,561
31,645
71,512
24,215

10,000
15,632
33,271

11,824
8,984

6,206

10.0

0 0.0
3

9
00

00

00

00

00

00

00

01

01

01

01

01

01

01

01

01

01
A2

A2

A2

A2

A2

A2

A2

A2

A2

A2

A2

A2

A2

A2

A2

A2

A2

Todos los cultivos Maíz Porcentaje

Fuente: INPI. Sistema de indicadores sobre la población indígena de México, con base en: INEGI. XII Censo General de
Población y Vivienda, México, 2000. II Conteo de Población y Vivienda, México, 2005, Censo General de Población y
Vivienda, México, 2010 y Encuesta Intercensal, México, 2018.

En la región de Noreste Guanajuato la superficie de maíz cosechada, está en un rango en


porcentaje del 15 al 37%. Dicha superficie de maíz, se ha estabilizado en valores cercanos
a las 8 500 hectáreas promedio de los últimos cinco años registrados (INPI, 2021).

Superficie cosechada (ha) de cinco principales cultivos en 2018, Región Noreste


Guanajuato, Chichimeca, Otomí 2013-2019

118
Superficie cosechada(ha) de cinco principales cultivos en 2019, región
Chichimeca Jonaz de Guanajuato, 2003 - 2019

38,233
36,640
35,265
33,855 34,107
33,271
31,645

26,957
24,365 24,215 24,428
23,507

20,172 20,561

17,789 18,425 18,099


16,825 16,781 16,458
15,632 15,768
14,991
13,137
12,399 11,776 11,824
10,876
8,984
7,174 7,375 7,645 7,629 7,434 7,440 7,367 7,367 7,274 7,367 7,156
6,206 6,206 6,693 6,478 6,290 6,310 6,215 6,187
5,981
4,469
3,526
3,737 4,023
3,925
2,880 2,856 3,234
2,326
1,668 2,204 2,770 1,867 2,349 1,863 2,044 2,325
1,474 1,290

2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019
Maíz grano Frijol

Fuente: INPI. Sistema de indicadores sobre la población indígena de México, con base en: INEGI. XII Censo General de
Población y Vivienda, México, 2000. II Conteo de Población y Vivienda, México, 2005, Censo General de Población y
Vivienda, México, 2010 y Encuesta Intercensal, México, 2018.

El maíz grano significan el principal cultivo en la región Noreste Guanajuato, ocupando a


través del tiempo un promedio de 25,276 hectáreas de superficie cosechada, factor
asociado a la actividad agrícola en la región. A este cultivo le siguen el frijol, la alfalfa verde,
la brócoli y el maíz forrajera en verde (INPI, 2021).

La actividad ganadera es a pequeña escala de ganado caprino, ovino, bovino, porcino,


equino, aves de corral y algunas colmenas. Las personas que tiene más ganado llegan a
tener hasta 20 animales, pero por lo general tienen 2,3 o 5 animales.

119
Potencial económico de la región (Agrícola)

Valor de producción (millones de pesos) de cinco principales cultivos en 2018, región


Noreste Guanajuato Chichimeco, Otomí 2003-2018

Valor de la producción (millones de pesos) de cinco


principales cultivos en 2019, región Chichimeca Jonaz de 444.9
Guanajuato, 2003-2019 428.8

379.3 376.8
366.6
349.8
336.1 337.2 336.5
314.0
322.0
311.7
318.0
294.2
263.3 263.6 268.7 272.4
256.9
246.0 246.7
237.4 239.2
231.9
208.2 215.7 219.6
202.4 201.3 206.7
188.3 204.7
172.7

166.9
135.4
118.9 126.1
112.7 140.6
108.8 105.5
91.7 92.0 101.5 101.6 98.4
87.3
79.0 72.8 72.7 103.2
66.8 69.9
54.5
45.8 47.8 65.4
36.5 35.1 55.9 58.3
40.2 46.2 45.2
0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 24.70.0 0.0 0.0 0.0
11.5 10.0 11.3
4.9 4.6 4.2
2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016

2017

2018

2019

Brócoli Alfalfa verde Espárrago Hongos, setas y champiñones Lechuga

Fuente: INPI. Sistema de indicadores sobre la población indígena de México, con base en: INEGI. XII Censo General de
Población y Vivienda, México, 2000. II Conteo de Población y Vivienda, México, 2005, Censo General de Población y
Vivienda, México, 2010 y Encuesta Intercensal, México, 2018.

El principal valor de la producción comercial y que, por lo tanto, no es comunitaria, en la


región Noreste Guanajuato está asociado a la alfalfa verde y al espárrago. Estos cultivos
presentan un valor promedio de 199 y 181 millones en los últimos 5 años registrados. Le
sigue la producción brócoli, hongos, zetas y champiñón (INPI, 2021).

120
11. LÍNEAS ESTRATÉGICAS PARA EL BIENESTAR REGIONAL

TEMA 1. SITIOS SAGRADOS, CULTURA E IDENTIDAD

1. Recuperación histórica de la tradición oral sobre los elementos identitarios que


definen a la región, mediante el registro de memorias concernientes a la ritualidad,
mayordomías y tradiciones que aún se conservan entre la población.
2. Talleres para recuperar y enseñar la lengua chichimeco-jonaz y otomí.
3. Talleres para conservar el significado de las danzas y la música tradicionales.
4. Creación de festivales y concursos de gastronomía para conservar el conocimiento
local, así como los alimentos nativos.
5. Talleres de capacitación sobre derechos indígenas para evitar la discriminación y
fortalecer la identidad indígena.

TEMA 2. TIERRA, TERRITORIO Y RECURSOS NATURALES

1. Definir mecanismos que propicien el diálogo entre los ejidos y las comunidades
que los integran para solucionar conflictos territoriales entre las partes.
2. Asesoría legal y capacitación para la certificación de terrenos.
3. Actualizar el padrón de ejidatarios y posesionarios para garantizar certeza jurídica
y así evitar disputas y conflictos causados por el despojo y venta ilegal de terrenos.
4. Reforestación con plantas nativas (mezquite, cucharilla, maguey, sábila, biznagas,
encinos, pino maderero, pino piñonero y nopal) y ceremoniales (chimal) para
retener humedad y frenar la degradación de suelos.
5. Realizar programas de conservación del suelo: terrazas vivas, tinas ciegas y presas
filtrantes.
6. Propiciar un diálogo comunitario con los municipios de Victoria, Tierra Blanca y
Atarjea para reubicar o suspender la concesión de disposición final de desechos al
aire libre, haciendo cumplir los reglamentos existentes para garantizar la salud,
higiene y vida digna de las comunidades cercanas a dichos tiraderos.
7. Realizar talleres de educación ambiental; manejo de residuos y reciclaje para
prevenir la contaminación por basura y animales muertos en las calles, cerros y ríos.

121
TEMA 3. ECONOMÍA INDÍGENA

1. Realizar proyectos productivos que se sustenten en el conocimiento y aptitudes


de la región y mejoren el ingreso de las comunidades evitando así, la migración.
2. Creación de un corredor turístico y cultural que aproveche el turismo comunitario
sustentable.
3. Rescate y fomento de oficios tradicionales a partir de un censo municipal de artes-
oficios que permita diversificar fuentes de empleo como la comercialización de
los productos artesanales.
4. Talleres de capacitación permanente para aprender alguna actividad económica
u oficio, y así mejorar los ingresos en los hogares.
5. Reactivación de programas de autoempleo y empleo temporal para el fomento
económico de inversión e infraestructura de comerciantes, productores y
artesanos, por parte de los tres niveles de gobierno.

TEMA 4. EDUCACIÓN INDÍGENA E INTERCULTURAL

1. Mejorar la infraestructura escolar, sobre todo, de talleres y laboratorios en la región


y en los distintos niveles.
2. Creación de preparatorias y universidades interculturales en la región.
3. Formación de capital humano; maestros en las comunidades para ampliar la
plantilla de profesores y que se pueda brindar una educación de calidad y
seguimiento personalizado a los alumnos para evitar la deserción escolar y, a la
vez, que los jóvenes tengan una fuente de empleo dentro de sus comunidades.
4. Gestionar becas educativas para evitar la deserción escolar.
5. Ampliar horarios en los centros educativos; y diseñar un plan curricular para que
los adultos mayores puedan terminar sus estudios.
6. Gestionar ante el municipio transporte escolar eficiente y seguro para los alumnos
de las comunidades más alejadas y de difícil acceso.

122
TEMA 5. SALUD Y MEDICINA TRADICIONAL

1. Mejorar el servicio médico completo para tener doctores y enfermeras suficientes


y con pertinencia cultural para la atención. Apoyo suficiente para equipamiento y
de calidad en las clínicas; abasto de medicamentos, aumento de personal,
atención de pacientes de acuerdo con la proporción de la población, y
ambulancias que dispongan de gasolina.
2. Formación de capital humano local a corto y largo plazo para que sean habitantes
de las propias comunidades los que atiendan y sirvan en su lugar de origen.
3. Aumentar el número de clínicas e instalar casas de salud en las comunidades.
4. Revalorar el trabajo de los médicos tradicionales y gestionar su certificación.
5. Realizar talleres sobre medicina tradicional para su difusión.
6. Propiciar la colaboración entre la medicina institucional y la tradicional para
obtener una salud integral y al alcance de toda la población.
7. Mejorar la alimentación por medio de pláticas de nutrición y retomar la
alimentación tradicional para prevenir enfermedades crónicas degenerativas.
Que regresen las jornadas de salud.
8. Disminuir los niveles de estrés y ansiedad en la población por medio de la difusión
del autocuidado; la utilización de temazcales, como de actividades recreativas y
culturales.

TEMA 6. INFRAESTRUCTURA

1. Ampliación, mantenimiento, perforación de pozos y creación de depósitos de


captación de lluvia para mejorar el sistema de agua potable en toda la región.
2. Construir, rehabilitar y terminar caminos inconclusos con piedra ahogada por parte
de la misma comunidad para que genere empleo temporal.
3. Ampliar y dar mantenimiento a la red de electrificación, priorizando las viviendas,
escuelas, calles y espacios de trabajo en las comunidades.
4. Instalación de red de drenaje para las poblaciones grandes, y para el resto de las
comunidades fosas individuales por cada vivienda, acondicionadas para que se
puedan desazolvar.

123
TEMA 7. GOBIERNO Y ORGANIZACIÓN TRADICIONAL

1. Capacitación sobre gestión social; proyectos de desarrollo y seguimiento que


mejoren su calidad de vida y fortalezcan la participación comunitaria.
2. Creación y fortalecimiento de liderazgos comunitarios mediante la transmisión
de conocimientos e intercambio de experiencias para fortalecer la participación
en proyectos de desarrollo de acuerdo con sus necesidades y perspectivas.
3. Creación de comités para dar seguimiento a proyectos a nivel comunitario,
rendición de cuentas que transparente la asignación de recursos al interior de las
comunidades.
4. Promover el reconocimiento de la autonomía y libre determinación dentro del
marco jurídico mexicano, a fin de ejercer sus derechos como sujeto de derecho
público.
5. Para frenar la delincuencia e inseguridad en las comunidades, se propone la
realización de rondines comunitarios y municipales; la instalación y
mantenimiento de alumbrado público; jornadas de integración familiar, fomento
al deporte y actividades culturales.
6. Creación de reglamentos comunitarios que plasmen los derechos,
responsabilidades y sanciones a los habitantes de las comunidades de la región.

124
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Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, vol. LXV, no. 1, pp. 155-184, enero-
junio.

Uzeta, J. (2016) Usos, límites y flexibilidad de la memoria Indígena en Guanajuato. Estudios


de la cultura Otopame, IIA, UNAM

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ANEXOS

ANEXO 1. PROCESO DE ELABORACIÓN DE PLAN INTEGRAL DEL


DESARROLLO REGIONAL (PIDR)

El diagnóstico y elaboración de este Plan Integral de Desarrollo de la región Noreste de


Guanajuato Chichimeco, Otomí contempló 5 fases en las que participaron las
comunidades indígenas sobre todo a través de sus autoridades comunitarias. Las etapas
son las siguientes:

1) Regionalización (etapa previa)


2) Convocatoria, invitación y contacto con autoridades comunitarias
3) Reuniones informativas sobre el proceso de elaboración del PIDR con
autoridades comunitarias. Entrevistas grupales
4) Construcción de diagnósticos. Talleres participativos
5) Asamblea regional de Formalización del Plan Integral de Desarrollo
Regional e instalación del Comité del Seguimiento Regional.

Descripción de las actividades

Regionalización (etapa previa)

La región ha sido definida por parte del INPI a partir de una serie de elementos como son
los históricos, culturales, demográficos y estadísticos que a su vez provienen de datos del
INEGI y la información del Catálogo de lenguas indígenas Nacional del Instituto Nacional
de Lenguas Indígenas (INALI). A partir de datos como número de integrantes en hogares
indígenas, asentamientos territoriales y culturales así como la auto adscripción se
identificaron inicialmente 45 localidades con presencia indígena en 6 municipios del
Noreste de Guanajuato en donde y de acuerdo con las localidades atractoras, San Luis de
la Paz concentran los servicios básicos y comerciales. Además, en este municipio se ubica
Misión de Chichimecas, única comunidad de la región hablante del uz´a o chichimeco.

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Posteriormente, en el periodo de noviembre (2020) a abril (2021) se realizó una
investigación documental sobre el contexto regional y se propuso una micro
regionalización aumentando dos municipios a la región: San Miguel de Allende y
Comonfort de acuerdo con criterios históricos, territoriales, geográficos y sociales. Por lo
tanto, la región abarca 8 municipios: San Luis de la Paz, Victoria, Tierra Blanca,

Santa Catarina, Atarjea, Xichú, San Miguel de Allende y Comonfort con un total de 85
comunidades. Es importante mencionar que esta etapa se trabajo de manera
colaborativa con oficinas centrales, Oficinas de representación en Querétaro y el Centro
Coordinador de Pueblos Indígenas del INPI en San Luis de la Paz. Asimismo, durante las
fases siguientes los habitantes de la región reafirmaron y validaron la importancia de
incluir a estos dos municipios con sus respectivas comunidades indígenas.

Convocatoria, invitación y contacto con autoridades comunitarias

Durante la segunda fase que se llevó a cabo en abril de 2021, el Centro Coordinador de
Pueblos Indígenas de San Luis de la Paz, junto con el Núcleo de Investigación Indígena
Aplicada (NIIAP), coordinador el presente Plan, contactaron a las 85 autoridades
comunitarias que integran la región para invitarlas a reuniones informativas sobre el PIDR
y se creó un directorio de autoridades.

Reuniones informativas sobre el proceso de elaboración del PIDR con autoridades


comunitarias. Entrevistas grupales

En la tercera etapa que se realizó durante mayo y junio se hicieron 16 reuniones


informativas sobre el PIDR. En las reuniones informativos participaron un total de 97
asistentes, de los cuales 48 fueron mujeres y 49 mujeres. Sin embargo, solo 64
comunidades fueron representadas pues las demás no acudieron por diversos motivos
como falta de tiempo o de interés.

En las reuniones se abordaron los siguientes temas:

ü Iniciativa del Plan Integral de Desarrollo Regional

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ü Objetivo. Nueva relación entre los pueblos y el gobierno. Sujetos de derecho
público
ü Importancia de planeación participativa. Visión de desarrollo de las propias
comunidades
ü Criterios para la regionalización
ü Explicación detallada del proceso de elaboración de los planes integrales
ü Entrevistas grupales

Las autoridades presentes participaron y manifestaron sus diversos intereses,


problemáticas y expectativas al participar en el PIDR. Asimismo se realizaron 14 entrevistas
grupales sobre diversos temas así como a las mujeres representantes de sus
comunidades. Toda esta información junto con las peticiones que se hicieron durante la
gira presidencia en la región en 2019 se incorporaron al PIDR.

Construcción de diagnósticos. Talleres participativos

Las invitaciones en las 85 comunidades del municipio de San Luis de la Paz, para los
talleres de diagnóstico del Plan Integral de Desarrollo Regional se realizaron a las
autoridades comunitarias. Se les informó sobre el lugar, hora y se les invitó a 5 personas
más de cada comunidad (hombres y mujeres) con la finalidad de que cada una de las
personas de la comunidad se integrara a las 6 mesas de trabajo que se desarrollaron
durante el taller. Mesa 1. Territorio y Medio ambiente, Mesa 2 Economía, Mesa 3 Gobierno
y organización social, Mesa 4 Salud y Medicina tradicional, Mesa 5 Educación y cultura; y,
Mesa 6 Infraestructura.

Se realizaron 9 talleres participativos con un total de 291 asistentes pertenecientes a 55


comunidades indígenas de la región, de acuerdo con lo siguiente: El 16 de noviembre se
realizó en San Luis de la Paz con un total de 27 asistentes pertenecientes a las 3
comunidades indígenas que lo conforman. El 17 de noviembre se realizó en Victoria con
un total de 26 personas pertenecientes a 6 comunidades indígenas. Debido a la poca
asistencia, el Encargado de las oficinas de representación de Querétaro-Guanajuato y el

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presidente municipal acordaron una segunda fecha de taller para este municipio, el cual
se realizó el 4 de diciembre con la asistencia de 7 personas pertenecientes a 1 comunidad.
El 18 de noviembre se realizó el taller en Tierra Blanca con un total de 64 asistentes
pertenecientes a 15 comunidades. El 30 de noviembre se realizó el taller en Atarjea con 23
asistentes de 3 comunidades. El 1 y 2 de diciembre se realizaron talleres en San Miguel de
Allende con 83 asistentes de 15 comunidades. El 3 de diciembre se realizó en Xichú con 15
asistentes de 4 comunidades; y, finalmente, el 7 de diciembre se realizó el taller en
Comonfort con 46 asistentes pertenecientes a 8 comunidades.

El objetivo de los talleres participativos en mesas de trabajo fue el diagnosticar la realidad


de las comunidades de ambas regiones, identificando problemáticas, causas y
alternativas de solución en los diversos temas que integran su vida cotidiana con la
intención de promover un proceso de diálogo y análisis regional que permita generar las
líneas de acción estratégicas para el bienestar integral de los pueblos indígenas y el
fortalecimiento de sus formas de gobierno.

Los talleres participativos se desarrollaron de acuerdo con lo siguiente:

1) Presentación de los asistentes


2) Palabras de bienvenida de autoridad comunitaria y de los 3 niveles de
gobierno
3) Presentación de los objetivos y trabajo por mesas
4) Trabajo por mesas temáticas
5) Presentación de conclusiones en plenaria
6) Cierre del taller e información de la siguiente etapa

En las mesas de trabajo se utilizaron las siguientes herramientas:

- Preguntas generadoras para profundizar en las problemáticas previamente


identificadas
- FODA. Detectar las fortalezas, las oportunidades, debilidades y amenazas
por tema
- Árboles de problemas (causas, efectos)

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- Diagnóstico comunitario (antes y ahora)
- Árbol de objetivos por temas. Objetivo principal, medios para lograr el
proyecto
- Propuestas de proyectos comunitarios priorizados. Resultados esperados
- Programas e instituciones involucradas por nivel de gobierno
- Relatoría. En todo momento un colaborador o colaboradora estará
registrando toda la información vertida en cada una de las mesas de trabajo

Asamblea regional de Formalización del Plan Integral de Desarrollo Regional e instalación


del Comité del Seguimiento Regional

El 22 de enero de 2022 se realizó la Asamblea regional en el municipio de Victoria con un


total de 98 asistentes pertenecientes a las 58 comunidades indígenas que acudieron a los
talleres participativos. El objetivo de la Asamblea regional fue validar y formalizar el Plan
Integral de Desarrollo Regional e instalar del Comité de seguimiento y contraloría social
para llevar a cabo proyectos regionales estratégicos para el bienestar integral de los
pueblos indígenas y el fortalecimiento de sus formas de gobierno.

De acuerdo con lo anterior, en la Asamblea se presentó el contenido del Plan integral de


Desarrollo Regional Noreste de Guanajuato y se validó por unanimidad. Asimismo, se
eligieron a las personas que integrarían los Comités de seguimiento y Contraloría social.
Con esto se inician los trabajos de planeación y seguimiento de los proyectos estratégicos
identificados y priorizados previamente durante los talleres de diagnóstico participativo.

La Asamblea se desarrolló de acuerdo con el siguiente orden del día:

1) Presentación de los asistentes


2) Ritual indígena
3) Palabras de bienvenida de autoridades comunitarias, INPI y de los
Ayuntamientos
4) Presentación del Plan Integral de Desarrollo Regional
5) Validación y formalización del Plan Integral de Desarrollo Regional

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6) Elección e instalación del Comité de seguimiento
7) Acuerdo y clausura del evento

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