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COLEGIADO DE PARAMEDICOS Y ENFERMERIA

“FLORENCE NIGHTINGALE”

TRABAJO DE INVESTIGACION PARA OBTENER EL GRADO


ACADEMICO
DE:
SERVICIOS AUXILIARES DE ENFERMERIA

TITULO: (ENFERMERIA COMUNITARIA)

PRESENTA: (PAULINA LIZETTE PEREZ VALENCIA)

(LUGAR Y FECHA): ATEQUIZA JALISCO 3 DE FEBRERO 2024

1
INDICE

Portada..................................................................................................................................................................... 1
INDICE......................................................................................................................................................................2
Generalidades..........................................................................................................................................................3
INTRODUCCION........................................................................................................................................................4
ANALIZIS DE LA SITUACION......................................................................................................................................6
1951-1970: Consolidación de la enfermería comunitaria en México..........................................................7
En 1952, se crea la "Asociación Nacional de Enfermeras Mexicanas (ANEM)", la cual tiene como
objetivo fomentar la enseñanza y práctica de la enfermería en México. En 1956, se inicia el
"Programa de Salud Rural" en el país, el cual incluye la formación de enfermeras rurales y la
creación de centros de salud en zonas rurales.............................................................................................8
En 1973, se funda la "Asociación Nacional de Enfermeras de Salud Pública (ANESP)", la cual se
enfoca en la promoción y prevención de la salud en la comunidad. En 1983, se crea el "Programa
Nacional de Enfermería en Salud Pública", el cual tiene como objetivo mejorar la atención en salud
en la comunidad a través de la formación de enfermeras especializadas en salud pública...................8
En 1994, se crea el "Programa de Enfermería en el Programa de Atención a la Salud del Adulto
Mayor", el cual busca mejorar la atención en salud de la población adulta mayor en México. En
2001, se lanza el "Programa de Salud Reproductiva", el cual incluye la formación de enfermeras
especializadas en salud reproductiva y la creación de centros de atención en esta área......................8
DESARROLLO............................................................................................................................................................8
CONCLUSION..........................................................................................................................................................30
BIBLIOGRAFIA.........................................................................................................................................................31

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Generalidades

La enfermería comunitaria es una rama de la enfermería que se centra en la atención de la


salud de la comunidad en su conjunto. Su objetivo principal es promover y mantener la salud y
el bienestar de la comunidad a través de la prevención de enfermedades y la promoción de
estilos de vida saludables.

En la enfermería comunitaria, se adopta una perspectiva integral hacia la salud de la


comunidad, lo que significa que se tiene en cuenta no solo la enfermedad física, sino también
los factores sociales, emocionales y ambientales que pueden influir en la salud de las
personas. Esto implica trabajar en colaboración con otros profesionales de la salud, así como
con organizaciones comunitarias y líderes locales, para abordar los determinantes de la salud
en la comunidad.

Una de las principales funciones de la enfermería comunitaria es la educación y promoción de


la salud. Esto implica brindar información y recursos a la comunidad sobre prácticas de salud
adecuadas, como una alimentación balanceada, la importancia del ejercicio regular y la
prevención de enfermedades. La enfermera comunitaria puede utilizar estrategias de
comunicación efectivas para transmitir estos mensajes de manera clara y accesible a la
comunidad.

La enfermería comunitaria también se encarga de la detección temprana de enfermedades y


la gestión de casos de salud. Esto implica realizar evaluaciones de salud regulares en la
comunidad, identificar a las personas en riesgo y brindarles el apoyo y los servicios
necesarios para mantener o mejorar su salud. Las enfermeras comunitarias pueden trabajar
en clínicas, hospitales, centros de salud y en la comunidad misma para llevar a cabo estas
tareas.

Los enfermeros comunitarios desempeñan un papel fundamental en el cuidado de la


salud de la comunidad. Su enfoque se basa en la prevención y la atención temprana
de las enfermedades, así como en la promoción de la salud y el bienestar en general.
Ellos son la conexión entre las personas y los servicios de salud, brindando atención
personalizada y coordinando la atención necesaria para cada individuo.

Por lo tanto, los enfermeros comunitarios pueden identificar y abordar los factores
sociales, económicos y medioambientales que afectan la salud de la comunidad. Por
ejemplo, pueden trabajar en la promoción de la vacunación, la prevención de
enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión, y la mejora de la
accesibilidad a los servicios de salud para las comunidades marginadas.

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INTRODUCCION

El rápido avance tecnológico y los constantes cambios sociales a que nos expone la era de la
globalización, traen consigo transformaciones en los ámbitos político, económico y social e
imponen nuevos retos a la profesión de enfermería, llevándola a transformar el enfoque en el
cuidado, pasando de un sistema de cuidados orientado principalmente a la enfermedad, hacia
otro que resalta la prevención y acerca los servicios de salud hacia la comunidad.

El cuidado enfermero en la Atención Primaria de Salud (APS) está dirigido a la consecución


de la promoción de la salud, la prevención, recuperación y rehabilitación de las enfermedades,
y sitúa los servicios al alcance de persona, familia y comunidad.

Lo preventivo está orientado a modificar o establecer nuevos patrones sociales, económicos y


culturales que contribuyan a disminuir la presencia de enfermedades y mejoren la calidad de
vida de las personas. Por tanto, brindar un cuidado basado en lo preventivo conlleva a
establecer acciones individuales y colectivas, que consideren actividades, intervenciones y
procedimientos de detección temprana y protección específica.

Los cambios sociales que se están produciendo junto a las necesidades de cuidados a la
salud demandados en la actualidad son cada vez más complejos y están condicionando de
manera directa la calidad de vida de personas, familias y la propia comunidad, por lo que se
requiere de una visión holística de los cuidados enfermeros, que integren la prevención, la
información y la educación a la población.

La comunidad es entendida como un grupo humano que habita en un territorio determinado,


con relaciones interpersonales, historia, formas de expresiones y tradiciones y sobre todo con
intereses comunes, es por ello que el trabajo comunitario no es solo trabajo para la
comunidad, ni en la comunidad, ni siquiera con la comunidad; es un proceso de
transformación desde la comunidad: soñado, planificado, conducido, ejecutado y evaluado por
la propia comunidad".

El estado de salud, la morbilidad y las expectativas que en materia de salud tenga la


población son los principales factores que determinan las necesidades de salud de la
comunidad, pero además se ve influenciada por el medio social, económico, cultural y el
comportamiento y criterio de los grupos que la integran. Es decir, la salud de la misma está en
relación con la salud de sus miembros, con los problemas que la afectan y con la asistencia
sanitaria de que esta disponga.

La expresión cuidados de atención primaria surge en los años 70 a partir de diversas


actuaciones en países como Nigeria, Cuba Tanzania, China y otros, que condujeron a
declarar que era realmente un problema para la población, en una situación concreta
determinada, buscando la solución de conjunto con ellos, a partir de la propia percepción del
problema.

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Partiendo de estas experiencias la organización Mundial de la Salud (OMS), en 1974 organiza
el primer seminario internacional (Community Nursing), para iniciar una renovación en las
perspectivas de los problemas de salud y se llega a esbozar un enfoque comunitario de los
cuidados de enfermería, siendo la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad,
los pilares del cuidado.

En el cuidado con enfoque comunitario, se debe asumir a la comunidad como protagonista e


implicarla en el proceso del cuidado de la salud de sus miembros. Partiendo de los propios
recursos con los que cuenta, se compromete a la misma a formar parte en la toma de
decisiones sobre los problemas que la afectan.

A decir de Silvia Martínez Calvo, la comunidad debe considerarse como un espacio social en
el cual se incorporará el concepto de satisfacción de sus necesidades, y de poder interno de
ese grupo para tomar decisiones en la solución de sus problemas.3

Todo lo expuesto motivó a realizar este trabajo, cuyo objetivo es describir las oportunidades
que brinda el cuidado enfermero en la comunidad y su influencia en la mejora en la salud de la
población.

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ANALIZIS DE LA SITUACION.

La enfermera salubrista ya formaba parte del equipo de salud publica a comienzos del siglo
XX. Se atribuye a Lillian Wald haber acuñado el termino enfermera sanitaria como una
descripción de las enfermeras que trabajaban para promover la salud y prevenir las
enfermedades en grandes concentraciones de inmigrantes pobres en la ciudad de Nueva
York. Poco tiempo, las publicaciones que mencionaban a las enfermeras como parte del
personal impredecible para un organismo sanitario las consideraban esenciales. En 1922, el
comité relativo al ejercito profesional del departamento de salud municipal, determino cual era
la fuerza laboral necesaria en un departamento de este tipo, que atendía a una población de
100 000 habitantes.
En México, si bien la formación de enfermeras dedicadas a la salud publica inicia de manera
oficial en 1922, con la fundación de la Escuela de Sanidad Pública, es necesario destacar que
la practica enfocada al cuidado de la salud tiene sus orígenes desde la época prehispánica,
siendo esta principalmente efectuada por las mujeres. En la cultura náhuatl, las denominadas
Tlamatquiticitl enfocaban sus acciones al cuidado colectivo de la salud y el ambiente. Por su
labor, ellas gozaban de gran respeto y prestigio en la población.
Del año 1920 a 1929, al mejorar las condiciones sanitarias, se amplió el margen para las
actividades de educación sanitaria a la población y se vio la importancia de utilizar a la
enfermera como visitadora. En el año de 1921, en la lista de personal sanitaria de la
federación se cuenta con 10 enfermeras visitadoras para el servicio de enfermedades
transmisibles, 8 de estas para el servicio de vacunación antivariólica y una para el servicio
antirrábico.
La oftalmia purulenta fue una de las primeras enfermedades contagiosas en las que participo
personal de enfermería. Fue hasta el año 1925, cuando la Escuela de Salubridad estableció
los cursos necesarios para preparar al personal técnico, incluido el de enfermería. Aquí se
hizo evidente la necesidad de formar enfermeras sanitarias, y para ello se organizo un primer
curso cuyo propósito fundamental consistía en fortalecer el personal que prestaba sus
servicios en la nueva organización encargada de velar por la salud pública. Para inscribirse en
dicho curso anunciado como: Enfermeras visitadoras se les exigía a las alumnas el título de
enfermería y el compromiso ineludible de concluir el programa; se contó con la participación
de 31estudiantes, a quienes, entre otras temáticas se les instruyo higiene personal, individual
y de alimentos, saneamientos, conocimientos generales de las enfermedades, control de
enfermedades transmitibles, vacunas, legislación sanitaria, ejercicio corporal y alcoholismo.

En el año de 1936, un grupo de enfermeras viajo a los EUA para recibir capacitación en salud
pública, condición que hizo posible, posteriormente consolidar las tareas de educación de
enfermería sanitaria en México. Durante ese periodo destaca que la labor de las enfermeras
en las comunidades rurales, no obstante, al enfrentar condiciones precarias de toda índole,
ellas cubrían una amplia gama de acciones relacionadas con la educación higiénica, la salud
materno-infante, así como la capacitación de promotores rurales y parteras empíricas todo
esto conocimientos conllevaron de manera significativa a mejorar la salud de las poblaciones
rezagadas. Como el resultado del esfuerzo en conjunto entre el entonces gobierno cardenista

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y las comunidades marginadas, las campañas contra el paludismo, la tuberculosis, y la
vacunación contra el tifo se declara de interés público.
En el periodo de gobierno de Lázaro Cárdenas 1934-1940, por acuerdo presidencial, el 2 de
marzo de 1937 se fundó la Escuela para Enfermeras del Ejercito, después de diversos
intentos realizados en 1815 y 1910. En su origen, la escuela funciono exigiendo un año de
prevocacional y tres de enfermería teórica-practica para 1939 desapareció el año
prevocacional y se requirió la secundaria completa. Al termino de los estudios, las alumnas
recibían titulo de enfermeras y grado subteniente del Ejército Mexicano, con la obligación de
prestar cinco años de servicio. En este periodo la enfermería desarrolla acciones centradas en
la enfermedad en dos direcciones bajo las cuales lleva a cabo su labor en el sector de salud la
preventiva y curativa.

1951-1970: Consolidación de la enfermería comunitaria en México

En 1952, se crea la "Asociación Nacional de Enfermeras Mexicanas (ANEM)", la cual tiene


como objetivo fomentar la enseñanza y práctica de la enfermería en México. En 1956, se
inicia el "Programa de Salud Rural" en el país, el cual incluye la formación de enfermeras
rurales y la creación de centros de salud en zonas rurales.

En 1973, se funda la "Asociación Nacional de Enfermeras de Salud Pública (ANESP)", la cual


se enfoca en la promoción y prevención de la salud en la comunidad. En 1983, se crea el
"Programa Nacional de Enfermería en Salud Pública", el cual tiene como objetivo mejorar la
atención en salud en la comunidad a través de la formación de enfermeras especializadas en
salud pública.

En 1994, se crea el "Programa de Enfermería en el Programa de Atención a la Salud del


Adulto Mayor", el cual busca mejorar la atención en salud de la población adulta mayor en
México. En 2001, se lanza el "Programa de Salud Reproductiva", el cual incluye la formación
de enfermeras especializadas en salud reproductiva y la creación de centros de atención en
esta área.

En 2014, se crea la "Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la


Obesidad y la Diabetes" en México, la cual tiene como objetivo disminuir la incidencia de estas
enfermedades a través de la promoción de hábitos saludables en la comunidad. En 2018, se
lanza el "Programa Nacional de Enfermería Oncológica", el cual busca mejorar la atención en
salud de pacientes con cáncer a través de la formación de enfermeras especializadas en
oncología.

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DESARROLLO.

La enfermería comunitaria es la disciplina que sintetiza los conocimientos teóricos y las


habilidades prácticas de la enfermería y la salud publica y los aplica como alternativas
(estrategias) de trabajo en la comunidad con el fin de promover, mantener y restaurar la salud
de la población, contando con la participación (comunitaria) de esta, mediante cuidados
directos e indirectos a individuos, familias, otros grupos y a la propia comunidad en su
conjunto, como miembro de un equipo multidisciplinario.

La Enfermería Comunitaria es una especialidad dentro del campo de la enfermería que se


enfoca en brindar cuidados de salud a la comunidad en su conjunto, más allá de los ámbitos
hospitalarios tradicionales. Esta disciplina pone énfasis en la prevención de enfermedades, la
promoción de la salud y el cuidado de los individuos en su entorno habitual. se distingue por
su enfoque holístico, es decir, considera a las personas como seres integrales en su contexto
social, cultural y económico. Los profesionales de esta disciplina no solo atienden a los
individuos, sino que también trabajan con grupos y comunidades enteras, buscando mejorar
las condiciones de salud de manera integral.
Un aspecto fundamental de la Enfermería Comunitaria es la participación activa de las
personas en su propio cuidado. Los profesionales de esta área trabajan en equipo con los
pacientes, fomentando su autonomía y empoderamiento para que puedan tomar decisiones
informadas sobre su salud. Además, se dedican a educar a la comunidad sobre la importancia
de adoptar estilos de vida saludables y brindan apoyo emocional a aquellos que lo necesitan.

La enfermería comunitaria es una especialidad de enfermería que se enfoca en brindar


atención y cuidados a nivel comunitario. Esta disciplina tiene una serie de ventajas que hacen
de ella un recurso indispensable en la atención de salud. Una de las principales ventajas de la
enfermería comunitaria es su enfoque preventivo. Los profesionales de esta área trabajan de
cerca con las comunidades, identificando y abordando los factores que pueden afectar la
salud de las personas. Esto incluye la promoción de estilos de vida saludables, la detección
temprana de enfermedades y la educación para la salud. Otra ventaja de la enfermería
comunitaria es su capacidad para ofrecer atención personalizada y continua. Al establecer
una relación cercana con los individuos y familias de la comunidad, los enfermeros
comunitarios pueden comprender sus necesidades y brindarles un cuidado adaptado a sus
circunstancias específicas. Esto contribuye a una atención más eficiente y efectiva. Además,
la enfermería comunitaria fomenta la participación activa de la comunidad en la toma de
decisiones relacionadas con su salud. Los profesionales de esta área trabajan en
colaboración con diferentes actores sociales, como organizaciones comunitarias y líderes
locales, para promover la autorresponsabilidad y la participación de los individuos en la mejora
de su salud y bienestar.

La promoción de la salud es un tema fundamental dentro de la disciplina de enfermería. A lo


largo de los años, se ha vuelto cada vez más claro que el enfoque en la prevención y
promoción de la salud es crucial para mantener a las personas sanas y prevenir
enfermedades.

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En lugar de simplemente tratar las enfermedades una vez que se han presentado, la
promoción de la salud se enfoca en proporcionar a las personas las herramientas y los
conocimientos necesarios para mantener un estilo de vida saludable. Esto implica fomentar
hábitos como una alimentación balanceada, la práctica regular de ejercicio físico, el descanso
adecuado y el control del estrés.

Una parte importante de la promoción de la salud es la educación. Los profesionales de


enfermería desempeñan un papel clave en la enseñanza de las personas sobre cómo llevar
una vida saludable. A través de charlas educativas, materiales informativos y asesoramiento
individualizado, los enfermeros pueden ayudar a las personas a comprender la importancia de
tomar medidas preventivas en el cuidado de su salud.

Además, la promoción de la salud también implica la creación de entornos saludables. Esto


implica trabajar en colaboración con comunidades, instituciones y organizaciones para
promover políticas y prácticas que fomenten un estilo de vida saludable. Esto puede incluir
desde la implementación de políticas de promoción de la actividad física en las escuelas,
hasta la creación de programas comunitarios de alimentación saludable.

la promoción de la salud es un área clave dentro de la enfermería. Al enfocarse en la


prevención y promoción de la salud, los profesionales de enfermería pueden ayudar a las
personas a mantener un estilo de vida saludable y prevenir enfermedades. Desde la
educación hasta la creación de entornos saludables, la promoción de la salud es una
herramienta poderosa para mejorar la calidad de vida de las personas.

La Enfermería Comunitaria desempeña un papel fundamental en la prevención de


enfermedades. A través de sus funciones, los profesionales de enfermería pueden impactar
positivamente en la salud de la comunidad a la que sirven.

Una de las principales responsabilidades de la Enfermería Comunitaria es la promoción de la


salud y la prevención de enfermedades. Esto implica educar a las personas sobre hábitos
saludables, como una alimentación equilibrada y la importancia de la actividad física regular.
Además, se brinda asesoramiento individualizado a aquellos que tienen factores de riesgo,
como el consumo de tabaco o el sedentarismo, con el objetivo de ayudarles a adoptar
cambios positivos en su estilo de vida.

Otra función clave de la Enfermería Comunitaria es la identificación temprana de posibles


enfermedades en la comunidad. A través de la implementación de programas de detección y
el seguimiento de grupos poblacionales en riesgo, los profesionales de enfermería pueden
contribuir a la prevención y control de enfermedades como la diabetes, la hipertensión o el
cáncer. Realizar exámenes regulares y promover la participación activa de la comunidad en el
cuidado de su propia salud son estrategias efectivas para lograr este objetivo.

Además de la promoción y detección, la Enfermería Comunitaria también juega un papel vital


en el manejo y control de enfermedades crónicas. Trabajando en colaboración con otros

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profesionales de la salud, se establecen planes de atención integral que incluyen cuidados
domiciliarios, apoyo emocional y educación para el autocuidado. En este sentido, las
enfermeras comunitarias se convierten en aliadas clave para los pacientes, proporcionándoles
las herramientas y la información necesaria para llevar una vida saludable y controlar su
enfermedad de manera óptima.

El rol de la Enfermería Comunitaria en la prevención de enfermedades es esencial. A través


de su labor en la promoción de la salud, la detección temprana y la gestión de enfermedades
crónicas, estos profesionales de enfermería contribuyen significativamente a mejorar la
calidad de vida de la comunidad a la que sirven. Su compromiso y dedicación son clave para
lograr una sociedad más saludable y consciente de la importancia de la prevención.

La enfermería comunitaria se apoya en una base sólida de la enfermería integrando a su


práctica conocimientos de la salud pública.

Es responsabilidad de la enfermería comunitaria la población como un todo

La naturaleza de la práctica de la enfermería comunitaria se fundamenta en la necesidades y


problemas de salud prioritarios de la población

Los especialistas en enfermería comunitaria realizan sus labores en domicilios, escuelas,


centros de salud, fundaciones, organizaciones etc. Sus servicios y programas educativos en
salud suelen estar dirigidos a personas con bajos recursos económicos.

Una enfermera comunitaria es una profesional de la salud que se especializa en brindar


atención y cuidado a personas dentro de su comunidad. Su principal objetivo es promover la
salud y prevenir enfermedades, así como también proporcionar cuidados en el hogar y
educación sanitaria a individuos, familias y grupos en riesgo o vulnerables.

Las enfermeras comunitarias trabajan en una variedad de entornos, adaptándose a las


necesidades de la población a la que sirven. Algunos de los lugares donde pueden
desempeñar su labor son:

1. Centros de salud comunitarios: Estos centros se encuentran ubicados en áreas locales y


ofrecen servicios de atención primaria a personas de todas las edades. Las enfermeras
comunitarias pueden trabajar en equipos multidisciplinarios, colaborando con médicos,
trabajadores sociales y otros profesionales de la salud para brindar una atención integral a los
pacientes.

2. Hospitales: Muchos hospitales cuentan con enfermeras comunitarias que se encargan de


coordinar los cuidados y el seguimiento de los pacientes una vez que son dados de alta. Estas
enfermeras se aseguran de que los pacientes reciban la atención necesaria en su hogar,
realizando visitas domiciliarias, brindando apoyo emocional y educando a los pacientes y sus
familias sobre los cuidados necesarios.
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3. Centros de cuidados paliativos: Las enfermeras comunitarias también pueden trabajar en
centros especializados en cuidados paliativos, donde se brinda atención a pacientes con
enfermedades terminales. Estas enfermeras se encargan de aliviar el dolor y los síntomas de
los pacientes, brindando apoyo emocional tanto a ellos como a sus familias.

4. Programas de atención a la salud mental: Las enfermeras comunitarias también pueden


trabajar en programas de atención a la salud mental, ofreciendo servicios de apoyo y
tratamiento a personas con trastornos mentales o adicciones. Estas enfermeras pueden
realizar visitas domiciliarias, ofrecer terapia individual o grupal, y colaborar con otros
profesionales de la salud mental para brindar una atención integral.

La acción de cuidar se convierte en una necesidad básica a cubrir. Cuidar es mantener la


salud, a través de unos servicios de calidad, eficaces y efectivos. Como decía Colliére, con
frecuencia el cuidado es invisible, pero ello no quita la validez de desarrollarse en el marco de
un conocimiento científico. En el caso de las enfermeras comunitarias la atención de cuidados
a la población se debe hacer de forma coordinada con el resto de profesionales sanitarios y
no sanitarios que forman parte del Equipo de Atención Primaria, asumiendo siempre la
responsabilidad tanto de sus juicios clínicos como de las actuaciones que de ellos se deriven.

En el contexto de la Atención Primaria y Comunitaria de salud, la enfermera centra su


atención en los individuos, sus familias y comunidad. Esta atención se contextualiza en el
Equipo de Atención Primaria donde la enfermera está obligada a liderar los procesos
asistenciales y de gestión tanto en lo referente a recursos como a conocimiento enfermero. La
enfermera es la gestora de los cuidados, debe gestionar el conocimiento enfermero,
elaborando sus propios conceptos y teorías, e integrando el conocimiento de otras disciplinas.
Debe garantizar el respeto a los valores y creencias de la persona, la participación de la
persona en la toma de decisiones, y la atención en situaciones de vulnerabilidad. Todo ello en
el marco de la coordinación con otros miembros del Equipo, lo que reportará al ciudadano una
atención integral y continuada. El ámbito de actuación puede ser tanto el Centro de Salud,
como el domicilio de los ciudadanos, o espacios de participación comunitaria.

MODELOS CONCEPTUALES

Un modelo es una representación esquemática de algún aspecto de la realidad. Los modelos


son útiles para el desarrollo de teorías porque ayudan a la selección de conceptos relevantes
y necesarios para representar un fenómeno de interés. Las teorías son modelos teóricos de la
realidad. Si bien todas las teorías son modelos, no todos los modelos son teorías.
Entendiendo un modelo conceptual enfermero como una construcción teórica que explica el
ideal a conseguir, podremos comprender el proceso de cuidados, sabiendo que tenemos un
objetivo final que lo justifica. Es indispensable para el desarrollo de la enfermería, la
determinación de un marco conceptual. Un modelo enfermero nos define, concreta nuestra
aportación a la sociedad, da coherencia al desarrollo de nuestras funciones (docencia,
investigación, gestión y asistencia) y orienta todo el proceso. Trabajar sin tener claro un marco
de referencia, se convierte en algo complicado. Los modelos conceptuales clarifican la
naturaleza de los cuidados identificando el objetivo que persigue la enfermera, ya sea la
independencia de la persona, su capacidad de autocuidado, o su adaptación al proceso, etc.

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según el modelo adoptado. Así el Plan de Cuidados que pondrá en marcha la enfermera
estará guiado por los conceptos de salud, persona y entorno que el modelo defina. Si solo
atendemos la esfera biológica, dejaremos a un lado los problemas de afrontamiento,
adaptaciones ineficaces, etc. que en un modelo biomédico no son importantes. De los
diferentes modelos existentes, se han seleccionado aquellos que más se adaptan a la
prestación de cuidados en Atención Primaria, en su característica de atención no solo al
individuo sino a la comunidad.

Florence Nigthingale, formo enfermeras para atender a los enfermos en sus


domicilios: su programa contenía temas de prevención, de salud mental, higiene
de la familia y comunidad, la enfermera como promotora de la salud en la
comunidad.
 Florence junto con W. Rathbone elaboraron los primeros documentos de salud
pública
 La forma más profesional de la Enfermería Comunitaria surge con el informe
Chadwick (1937) sobre las condiciones sanitarias de la población trabajadora.
 El desarrollo principal de la Enfermería Comunitaria surge de la Conferencia de Alma Ata
(1978)

En las primeras décadas del siglo XX el concepto de visitadoras de higiene o enfermeras


visitadoras fue una tendencia en Latinoamérica. No obstante, existía cierto paralelo entre la
actividad visitadora y la enfermería hospitalaria. De forma progresiva, la inclinación de la
balanza hacia lo hospitalario se dio por diversos factores como el éxito en las campañas de
saneamiento, la crisis hospitalaria y los cambios en la formación enfermera. Estos eventos no
sucedieron al unísono y, pese a que Latinoamérica vivía la misma tendencia, los escenarios
locales condicionaron un discurrir histórico diferente a lo que vivió EE.UU., o Europa y cada
país latinoamericano lo hizo según su contexto social particular. Lo que es claro es que el rol
de la enfermera visitadora fue invaluable para las campañas de salud pública en
Latinoamérica. Es de resaltar, por ejemplo, su rol protagónico en puericultura y la lucha
antituberculosa. En Guayaquil, donde en 1941 se contaba con el índice de mortalidad por
tuberculosis más alto del mundo, las enfermeras visitadoras fueron determinantes en el
control de la enfermedad. Lo propio sucedió en Venezuela donde, tras la creación del
Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, se fortaleció la formación enfermera para la lucha
antimalárica y antituberculosa. De igual manera, en Costa Rica se formaron visitadoras
sociales para la lucha contra la tuberculosis y, en Argentina, el papel de las enfermeras-
visitadoras fue sustancial en la asistencia y educación de pacientes con poliomielitis.

Con el avance del siglo XX, la brecha entre visitadoras de higiene -enfermeras visitadoras- y
enfermeras hospitalarias se desvaneció debido a la formación integral impartida como parte
de la enseñanza universitaria y el vacío en la actividad higiénico asistencial lo suplió la
enfermería en salud pública. Ahora bien, reconociendo que los hechos históricos son, por lo
general, superpuestos, complejos y difíciles de encasillar dentro de líneas divisorias, es claro
que lo que se puede llamar actividad visitadora o enfermería de salud pública, fue crucial para
el éxito, en mayor o menor grado, de las campañas sanitarias que hicieron de Latinoamérica
una región diferente. En este contexto fue determinante la Fundación Rockefeller cuyo interés

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por la enfermería se enfocó en las demandas de los programas de saneamiento, y allí, la
enfermera de salud pública se consideraba esencial para el contacto con la comunidad. Para
mediados del siglo XX, las reformas estructurales de los programas de formación de
enfermeras incluyeron la instrucción básica en salud pública y asistencia social, y un elemento
que ajustó el nuevo rumbo de la enfermería fue la creación de asociaciones nacionales de
enfermería. Con ello, muchos países revisaron el pénsum de educación en enfermería con la
conclusión de que los conocimientos en salud pública eran deficientes, lo cual se ratificó en
1959 con la segunda encuesta a las escuelas de enfermería de América Latina.

En 1974, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el informe Enfermería y salud de


la comunidad. En él se recomendaban cambios estructurales en la práctica y en la formación
en enfermería, así como el enfoque hacia problemas básicos de la comunidad. Desde
entonces, ante la adopción de nuevos modelos conceptuales, se multiplicaron los cursos en
salud pública y con los lineamientos de la Atención Primaria en Salud, el término Enfermería
de Salud Pública fue abandonado por la OMS para acuñar el de Enfermería Comunitaria.
Según la OPS, la enfermería en salud comunitaria es la síntesis y aplicación de conocimientos
y técnicas científicas a la promoción, restauración y conservación de la salud comunitaria y le
incumbe la identificación de necesidades de salud de la comunidad y la tarea de conseguir la
participación de esta en los programas relacionados con la salud y el bienestar de la
comunidad. Así, la actual enfermería comunitaria es integral, ya que debe contar con
profundos conocimientos sobre el proceso salud-enfermedad en las personas, familias y
grupos, así como las interacciones entre ellos. En la actualidad, esta rama de la profesión es
activa protagonista y su misión trasciende el cuidado de la salud de los individuos y las
comunidades, y repercute en diversos aspectos como la promoción de la salud, la prevención,
la recuperación y la rehabilitación, todo esto, orientado por principios humanísticos y éticos de
respeto por la vida y la dignidad humana.

La profesión de Enfermería se remonta al inicio de la humanidad, donde esta figura ha


ejercido una función fundamental a lo largo de la historia. Es necesario conocer la evolución
de la Enfermería como disciplina a través de su demostración histórica para comprender la
profesión actualmente. La Enfermería abarca los cuidados a personas de todo rango de
edades, grupos, familias y comunidades. La enfermera tiene como propósito brindar cuidados,
dando una mayor autonomía al profesional al hacerlos suyos, puesto que se apoya en
argumentos teóricos que sustentan su práctica.

La historia de la enfermería comunitaria comienza con los cuidados domiciliarios que


realizaban las mujeres, donde destacaban las beguinas (conocidas en España por beatas),
las señoras de la caridad y las religiosas y religiosos. Esta labor se ejercía bien como caridad
cristiana, como estrategia para emanciparse y/o como parte de la obligación del rol de la
mujer. Fuera el caso que fuera, todos ellos se realizaban de forma altruista. No es hasta la II
República Española cuando se profesionaliza la figura de la enfermera visitadora, creando la
escuela de Enfermeras Visitadoras, en la cual se formaba a las enfermeras para profesoras y
se creaban puestos de trabajo comunitarios. Este proyecto se ve truncado por la guerra civil,
transformando la figura de enfermera visitadora en la de instructora sanitaria, la cual entró en
decadencia hasta desaparecer en 1983.A finales de los años 80, tras publicar el Real Decreto
en 1984 sobre Estructuras Básicas de Salud y regulación de los equipos de Atención

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Primaria y en 1986 con la Ley General de Sanidad, cuando España desarrolla la Atención
Primaria de salud. Con este desarrollo, nace la figura de la enfermera comunitaria. La
existencia de los practicantes y su posterior unificación en asistentes técnicos sanitarios no
contribuyó para que la Enfermería comunitaria se desarrollara. La especialidad de Enfermería
Familiar y Comunitaria se abandonó hasta 2005.

Es cuando surge un esfuerzo para reconquistar valores sobre los que se


sostienen los sistemas de salud, como la equidad, la solidaridad y el derecho a
gozar del máximo grado de salud.
La especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria tenía por objetivo
formar enfermeras capaces de identificar las necesidades biopsicosociales
presentes en la comunidad y las relaciones que se establecen entre sus miembros,
concediendo cuidados que respondieran a estas necesidades, basándose siempre en la
evidencia científica y en el empleo del método
clínico y técnicas complejas.
La especialidad de Enfermería Comunitaria es relativamente joven si se
compara con la evolución tenida en otros países. Nacionalmente, el
origen de la Enfermería Comunitaria se remonta al primer tercio del siglo
XX, cuando las enfermeras visitadoras se forman, no siendo hasta finales del
siglo cuando se publica el Real Decreto (RD) 992/1987, de 3 de julio, por el que se regula la
obtención del título de enfermero especialista.

Según establece la Organización Mundial de la Salud (OMS), la labor de la enfermera


especialista es la de conocer a la comunidad donde desempeña sus funciones, además de los
recursos con los que cuenta, identificando así los elementos influyentes en la salud de la
comunidad negativa o positivamente, estando capacitada para intervenir en órganos de Salud
Pública y para participar activamente en la comunidad. Las diferentes calificaciones y la
tardanza en su profesionalización son un evidente reflejo del contexto sociopolítico español y
de la influencia del patriarcado, el cual infravalora y crea relaciones de subordinación de las
profesiones y profesionales femeninas.

Desde tiempos remotos, los hombres se preocuparon de garantizar la continuidad de la vida y


perpetuar la especie, organizando las tareas que aseguraran la cobertura de necesidades
vitales como: alimentación, movimiento, protección de intemperies, defensa del territorio y las
enfermedades.

Siendo la alimentación, una necesidad básica que implica suplencia y ayuda (por parte de la
madre o sustituta) en los primeros estadios evolutivos del hombre es considerada como la
práctica de cuidados más antigua.

Su origen está ligado a la necesidad de supervivencia en la que se desarrollaban los primeros


hombres, a las intervenciones maternales, que tenían por objeto hacer retroceder la muerte y
asegurar la continuidad de la existencia.

A medida que las sociedades se estructuran y organizan, las acciones personales, como el
cuidado a la salud, son compartidas con el resto de los miembros de la colectividad y se van

14
convirtiendo en procesos sociales, con el fin de garantizarlos, cuando la persona no puede
hacerlo por sí misma, requiere una especialización y son necesarios conocimientos o
tecnologías especiales, adquiriendo así significado los cuidados enfermeros.

Como actividad humana, cuidar es un acto que significa una variedad infinita de actividades
dirigidas a mantener la vida, es un acto individual dado a uno mismo y para uno mismo, en
cuanto la persona adquiere la autonomía y conocimientos necesarios para ello.

El cuidar está íntimamente relacionado con las experiencias previas y con la cultura en que se
nace y se vive, que se sitúa en medio de la interacción de creencias, valores y actitudes
heredadas de un pasado, de una historia y se hace posible cuando confluyen y se encuentran
las personas que participan en la relación.

Es además, un acto social, de reciprocidad que no solo supone cuidar a toda persona,
temporal o definitivamente, tiene necesidad de ayudar para asumir sus cuidados vitales,
acompañar, cuidar seres humanos en todo su contexto, se define como un proceso cuyo
objetivo va más allá de la enfermedad.

Como teoría filosófica, el cuidado considera a la persona como "un ser en el mundo". Tiene
en: el alma, el cuerpo y el espíritu. La enfermera debe tener en cuenta la relación entre estas
tres dimensiones y mostrar interés en la naturaleza de los seres humanos y en la ciencia del
ser.

Desde el enfoque psicosocial el cuidado debe centrarse en ayudar a personas, familia y


comunidad a enfrentar los cambios que se suscitan durante su desarrollo y reforzar sus
propias capacidades, utilizando sus experiencias como elementos de crecimiento.

El cuidado es el objeto del conocimiento enfermero y el elemento que lo distingue del resto de
las profesiones del área de la salud, hace referencia a la ayuda, apoyo o conductas de
estímulo que facilitan o mejoran la situación de salud de una persona. Es fundamental para la
supervivencia, el desarrollo y la capacidad de enfrentarse a los sucesos de la vida.

Los mismos no son empíricos ni producto de una necesidad ocasional, sino que se
fundamentan en un conocimiento teórico que facilita la interpretación y el análisis del proceso
relacionados con la salud y la enfermedad, basado en una deducción lógica y explicación
científica que se centra más en el fenómeno que en los detalles que lo originan, lo que permite
una mayor calidad, desarrollo, avance de la profesión y de la disciplina.

Para enfermería, el cuidado es un concepto clave, se considera como la esencia de la


disciplina que implica no solamente al receptor, sino también a la enfermera como transmisora
de él. Es un servicio de salud especializado y se distingue de otros servicios humanos por su
atención en dar respuesta a la necesidad de cuidados que generan los problemas de salud.

En la comunidad, la complejidad de la naturaleza del cuidado requiere de la integración de


otras disciplinas (epidemiología, antropología, sociología), que ayuden a comprender como
promover salud y contribuir a mejorar la calidad de vida de sus miembros. El enfoque

15
comunitario está orientado a disminuir las distancias entre los profesionales de salud y la
comunidad, utilizando todo el potencial disponible en la misma.

Desde 1861, la fundadora de la enfermería moderna, Nigthingale, acercó su pensamiento a


posiciones sanitaristas. A partir de esta época enuncia una nueva expresión, health nursing
(enfermería para la salud), y la usa como concepto diferenciador de la Enfermería hospitalaria.

Expresa en sus ideas que "la incidencia de enfermedades prevenibles debe considerarse
como un crimen social" y aconsejaba que "no penséis que hacéis algo útil como enfermeras
hasta que, saliendo del hospital, vayáis al domicilio de los enfermos". Puede observarse en
sus escritos la toma de conciencia de los problemas sociales y la necesidad e importancia de
una orientación preventiva en el cuidado de la salud.

La expresión cuidados de atención primaria surge en los años 70 a partir de diversas


actuaciones en países como Nigeria, Cuba, Tanzania, China y otros que condujeron a
declarar que era realmente un problema para la población, en una situación concreta
determinada, buscando la solución de conjunto con ellos a partir de la propia percepción del
problema.

Partiendo de estas experiencias, la organización Mundial de la Salud (OMS) organiza el


primer seminario internacional (Community Nursing) en 1974, para iniciar una renovación en
las perspectivas de los problemas de salud, y se llega a esbozar un enfoque comunitario de
los cuidados de enfermería, siendo la promoción de la salud y la prevención de la
enfermedad, los pilares del cuidado.

En el cuidado con enfoque comunitario, se debe asumir a la comunidad como protagonista e


implicarla en el proceso del cuidado de la salud de sus miembros. Partiendo de los propios
recursos con los que cuenta, se compromete a la misma a formar parte en la toma de
decisiones sobre los problemas que la afectan.

El cuidado enfermero con enfoque comunitario es un modelo de atención que responde a las
necesidades de comprender e integrar el cuidado de la salud de las personas, familia y la
propia comunidad, dentro del contexto de las relaciones en que viven.

Este nuevo paradigma de cuidado centrado en la capacidad de la comunidad para resolver


sus problemas de salud, trajo una nueva concepción al cuidado enfermero, orientándolo no
solo a la solución de problemas de salud, sino además a lograr una negociación con quienes
deben ser cuidados.

La prestación de cuidados de enfermería en la comunidad debe considerar a la persona,


familia y comunidad como sujetos dentro de un entorno físico y ecológico que le favorecen o
limitan su salud, por lo que las acciones se organizan en función al desarrollo de estilos de
vida saludables en las personas, a fin de prevenir factores de riesgo que pongan en peligro la
salud individual y colectiva.

16
Se deben considerar los valores, creencias y prácticas de las personas que tienen bajo su
cuidado, así como manifestar el respeto por la diferencia, lo que implica comprender que el
cuidado es inseparable y propio del hombre mismo, no podría concebirse la vida misma si no
existiera; sin él, la persona pierde su estructura, pierde sentido y muere, este hecho marca la
existencia humana y muestra el verdadero origen del cuidar.

A partir de las relaciones que establecen entre sí los pobladores de la comunidad al realizar
sus actividades cotidianas van adquiriendo conocimientos y conductas que imitan y terminan
incorporando en su vida diaria, por lo que el profesional de enfermería debe reforzar las
conductas positivas y modificar las negativas a través de la promoción de conductas
protectoras de la salud.

Los grupos y las personas reconocen y aumentan su confianza en sí mismos cuando


comprenden que tienen la capacidad creativa y analítica para identificar y resolver sus propios
problemas. Cuando las personas se unen en grupos se hacen más fuertes y desarrollan la
capacidad de actuar en conjunto. La comunidad y sus grupos son el centro del desarrollo
comunitario y deben participar de forma consciente y efectiva en el diseño, análisis,
planificación y evaluación de la puesta en marcha de los programas, acciones y actividades
relativas a la salud comunitaria, además debe identificar los recursos con que cuenta, lo que
favorece la autorresponsabilidad de la misma en la producción de salud.

Para brindar cuidados en la comunidad hay que tener una visión global del entorno y su
repercusión en la salud de las personas, desde esta perspectiva no se puede cuidar sin la
participación directa y activa de las personas en la valoración de la situación, la definición y
priorización de los problemas de salud y la toma de decisiones.

Deberá el cuidado a la comunidad estar fundamentado en las necesidades y prioridades en


salud y debe ir orientado a las personas, familia, comunidad y al ambiente, tomando en cuenta
las particularidades de cada grupo poblacional, el perfil epidemiológico, el riesgo, la
disponibilidad de recursos, así como las características étnicas, culturales, lo que implica
aprender sus formas de vida, costumbres, contextos, leyes, creencias, prácticas, valores,
lenguaje y otras, que otorgan un carácter particular al cuidado que se brinda.

Otro aspecto distintivo del cuidado de enfermería en la comunidad, es el ámbito de actuación


(en el hogar, la escuela, centro laboral, la propia comunidad), que hacen al personal de
enfermería, enfrentar situaciones complejas, para lo que requiere un profundo conocimiento
científico, humanista con una orientación social que sustenten su práctica, donde involucre a
toda la comunidad de una forma activa, en la modificación de los problemas que la afectan.

De manera que los miembros de la comunidad estarán cuidados en los centros escolares,
laborales, donde reside, brindando la oportunidad de desarrollar acciones de salud de amplio
alcance y de esta manera llegar a poblaciones específicas.

En el cuidado domiciliario se trata de satisfacer las necesidades de salud de la familia en su


conjunto y de cada uno de sus miembros en particular. El domicilio facilita el cumplimiento de
funciones específicas para la persona y o la familia, provee seguridad, protección, abrigo y

17
contribuye al bienestar de cada uno de sus integrantes. En esta modalidad el cuidado la
integración de la familia es fundamental en el plan, centrado en enseñar prácticas de vida
saludables.

En los centros escolares el cuidado va orientado a la prevención, la detección precoz de los


riesgos, la intervención oportuna de factores que afectan de manera negativa la calidad de
vida de todos los miembros de la comunidad educativa. La pesquisa activa, el monitoreo, la
exigencia sanitaria y la búsqueda de soluciones oportunas, que protejan a los educandos, es
un elemento clave en el cuidado a la salud de los mismos.

Además de las actividades antes mencionadas, el profesional de enfermería en la comunidad


desarrolla los procesos de formación del recurso humano y realiza investigaciones científicas
que dan respuesta a los principales problemas que afecten la salud de la comunidad, para
alcanzar promover una mejor salud, tanto del colectivo como de los miembros que la
conforman.

El personal de enfermería en la comunidad labora con una perspectiva sistémica, en la que


integran lo conceptual y lo práctico en la atención que brindan a nivel individual y colectivo, en
este sentido, sus funciones propias están dirigidas a la consecución de la promoción de la
salud, la prevención, recuperación y rehabilitación de las enfermedades, de forma tal que sitúe
los servicios al alcance de personas, familia y comunidad, para satisfacer las demandas de
salud a lo largo del ciclo vital.

La reforma de la atención primaria ha supuesto un acercamiento de la salud a los ciudadanos.


Hemos experimentado grandes avances científicos y tecnológicos en el campo de la salud,
pero no hemos sabido adaptarnos de manera eficaz a los cambios sociodemográficos y
culturales de la población. Estos fenómenos han exigido la definición de propuestas de mejora
y el impulso de estrategias para consolidar y potenciar el desarrollo de las funciones de los
profesionales de la salud. En la circular 5/90 del INSALUD se especificaron las funciones que
las enfermeras comunitarias debían realizar2, otorgándoles un nuevo rol. Esta circular supuso
un avance para la profesión y una oportunidad para el sistema sanitario que esperaba
aprovechar para la prevención y la promoción a una profesión bien formada y con ganas de
ofrecer un nuevo producto a la población. La falta de implementación y desarrollo de esta
circular limitó el crecimiento profesional de la enfermería comunitaria y la oferta de cuidados a
la población.

En la nueva atención primaria, el cuidado a individuos y familias aparecía como elemento


principal de la labor de la enfermera comunitaria, fundamentalmente en las áreas de
promoción de hábitos de vida saludable y de educación para la salud a individuos y familias
en el manejo de sus decisiones de salud y en la forma en que se adaptan y responden a una
situación de salud-enfermedad, abarcando la atención en plano biofisiológico, psicológico y
social, añadiendo como nos enseña Watson, el mundo íntimo de lo espiritual, de los deseos y

18
de los valores personales, algo imprescindible a la hora de la planificación de los cuidados.
Había quedado configurada la enfermería comunitaria3,4.
Los avances profesionales han sido importantes e irreversibles en el campo del desarrollo del
cuidado como elemento diferencial de la profesión enfermera y como núcleo de la nueva
oferta de servicios, pero los usuarios y la organización no acaban de reconocer a la enfermera
como referente de cuidados en la sociedad.
Análisis de los determinantes que condicionan el crecimiento profesional y la
visibilidad de los cuidados en la sociedad.

En el sistema sanitario
El grado de desarrollo de las prácticas profesionales está definido por: la estandarización y
sistematización de las actividades (programas y protocolos, planes de cuidados
estandarizados, guías de práctica clínica, etc.), la evaluación del impacto de los cuidados, la
implantación de prácticas basadas en la evidencia y el desarrollo de sistemas de información
para la gestión de los cuidados (clasificaciones de diagnósticos enfermeros, intervenciones y
resultados). La presencia de estos aspectos en nuestra organización, en general, es escasa,
por lo que ni las enfermeras ni las disciplinas con las que trabajamos acaban de conocer bien
la competencia y el trabajo enfermero.
La medida del producto es vital tanto para demostrar que las actividades que se realizan son
necesarias y mejoran la calidad de vida de las personas ahorrando en otros recursos más
caros, como para retroalimentar el proceso e introducir cambios para conseguir los objetivos.
Sin embargo, el sistema sanitario no ha sabido definir objetivos de cuidados y medir el
impacto de las actividades que realizan las enfermeras. La falta de medida aumenta la
invisibilidad y genera frustración, insatisfacción y desmotivación, pues todos sabemos que lo
que no se mide permanece invisible y carece de importancia para la organización.
En el estudio realizado por Fuentelsaz sobre la visita domiciliaria programada de enfermería
en atención primaria6, se evidencia la dificultad para valorar las actividades realizadas debido
a la heterogeneidad de las actividades y modos de registro de las mismas. Aún no se ha
realizado en nuestro entorno ninguna revisión acerca del efecto de la visita domiciliaria, a
pesar de que hace 30 años que la llevamos a cabo.
La ausencia de enfermeras gestoras en las políticas sanitarias, en consejerías y en
direcciones generales repercute en la falta de desarrollo del proceso enfermero y es
responsable de normativas que promueven la invisibilidad, como ocurre con el RD 571/1990,

19
que reconoce la figura del director médico y no la del director enfermero para ser gerente y
sustituir al gerente7. Este hecho es clave, pues lo que no se nombra no existe, y esta
invisibilidad dificulta el liderazgo en el colectivo enfermero y el respeto del resto de las
profesiones sanitarias para la gestión autónoma de la profesión.
Desde algunas direcciones enfermeras y comunidades autónomas se ha realizado un
esfuerzo importante en materia de formación y de desarrollo informático para implementar
proyectos de gestión de cuidados y desarrollar el modelo conceptual 8, sin embargo en la
práctica diaria predominan las actividades delegadas orientadas al diagnóstico y tratamiento
médico, sobre los cuidados y la promoción de salud, dando lugar a una menor oferta de
servicios enfermeros3.

Así pues, nos encontramos con una flagrante falta de interés de la organización en cuanto al
desarrollo de la profesión enfermera para dar respuestas de cuidados a la población, que
repercute de manera directa en la seguridad, dado que esta pivota en la práctica enfermera.

En la población
Los cuidados de enfermería no han calado en la sociedad, debido fundamentalmente a su
escasa implantación, al poco tiempo que llevan prestándose y a la falta de una estrategia
activa de venta a la población. Los usuarios, en general, piensan que el cuidado es algo
intuitivo que carece de valor profesional, e identifican mayoritariamente a la enfermera con
actividades delegadas del médico, y, por tanto, centran su nivel de satisfacción en este tipo de
actividades. Estas circunstancias derivan en un escaso reconocimiento social de los cuidados.

Un estudio observacional que analiza la percepción que los usuarios tienen de la enfermera
familiar y comunitaria y de la libre elección de enfermera refleja que el 69,6% de la población
entrevistada conoce a su enfermera. Los usuarios dan importancia a los aspectos
humanitarios e identifican nuevos servicios relacionados con el rol autónomo de cuidar, donde
la enfermera es apoyo y guía para los pacientes en situaciones de cronicidad y cambio,
adquiriendo la visibilidad que se merece9. Las enfermeras de esta población han sabido dar
un servicio diferenciado que los usuarios reconocen como propio de la enfermería.

En la profesión enfermera

20
La enfermería es una profesión heterogénea con diferentes grados de formación y de visión.
Esta circunstancia ha dificultado la implantación del proceso enfermero, la gestión y la
visibilidad en la sociedad.

A pesar de todo, son las enfermeras las que han ido asumiendo cada vez más actividades y
responsabilidades en la atención primaria: enseñan actividades de autocuidado, motivan al
paciente para conseguir un cambio de actitud, diseñan los planes de cuidados para los
pacientes inmovilizados y en fase terminal y para sus cuidadores, son las responsables de la
atención domiciliaria y del programa del anciano, realizan con autonomía diferentes
procedimientos, trabajan en la adherencia al régimen terapéutico de los pacientes y en el
autocontrol de enfermedades crónicas y lideran la educación para la salud, tanto en el centro
de salud como en la comunidad10. Estas actividades no se han implementado de manera
homogénea en todos los centros y comunidades autónomas, y no siempre han contado con
organizaciones facilitadoras.

En 2001 el INSALUD publicó los «planes de cuidados estandarizados» en atención primaria,


dando valor así a las enfermeras y al cuidado. Este proceso de estandarización era una gran
oportunidad de visibilidad que sentaba las bases para homogeneizar los cuidados para
problemas específicos, pero habiendo conseguido que la organización reconociese este valor,
las propias divisiones de enfermería no supieron o no pudieron empoderarse para llevar a
cabo el proyecto.

Vale la pena analizar la responsabilidad de los directivos enfermeros y de los coordinadores


de enfermería en la autorregulación de las buenas prácticas. En un amplio trabajo de
investigación se evidencia que el liderazgo es el factor mejor valorado por los profesionales
para conseguir una práctica basada en la evidencia, tanto en el hospital como en la atención
primaria. Las enfermeras gestoras en puestos de responsabilidad deben ser determinantes
para el desarrollo de la profesión y para poner en valor los cuidados enfermeros seguros y de
calidad dentro de las organizaciones y de la sociedad.

21
Debemos aprender de los errores y generar cambios en el abordaje de la cronicidad, en las
actuaciones de las enfermeras y en el liderazgo y dirección de la profesión.

Escenario actual y papel de la enfermera en la atención al paciente crónico y/o con


problemas de dependencia.

Escenario actual en la atención al paciente crónico El envejecimiento poblacional, los


procesos crónicos, el incremento de la discapacidad, la disminución de la red de apoyo
informal y el aumento de la tecnología sanitaria disponible, generan problemas nuevos o
hacen aflorar nuevas dimensiones de cuestiones tradicionales. Actualmente, casi el 50% de
las estancias hospitalarias son de personas con más de 65 años, siendo los mayores usuarios
de los servicios sanitarios y con unas características de dependencia y discapacidad
superiores al resto.

Se estima que el paciente crónico complejo y/o frágil supone un 5% de la población y


consume el 65% de la totalidad de los recursos sanitarios. Para el año 2020 las enfermedades
crónicas serán la principal causa de discapacidad y en el 2030 se doblará la incidencia actual
de enfermedades crónicas en mayores de 65 años. Es razonable pensar que la sostenibilidad
del Sistema Nacional de Salud (SNS) gravitará en gran parte sobre la gestión de la atención a
estos pacientes y motivará el desarrollo de planes específicos de atención a los mismos. Es
también razonable pensar que deben redefinirse objetivos teniendo en cuenta las prioridades
económicas; p. ej., en España el gasto público en cuidados de largo plazo es solo del 0,65%
del PIB frente al 1,39% de media en la OCDE.

La evolución de las enfermedades es causa de disfunciones en los distintos órganos y


sistemas, provocando limitaciones físicas y psíquicas progresivas que dificultan la realización
de las actividades básicas de la vida diaria y determinan la necesidad de las personas de ser
ayudadas en estas tareas vitales elementales. Mucha de esta necesidad de ayuda es
soportada actualmente por los familiares más próximos, pero se observa una transferencia de
estas formas tradicionales de cuidados hacia los servicios de salud y sociales, con el
consiguiente aumento de costes que ello supone.

Los programas sistematizados de visitas domiciliarias preventivas a ancianos disminuyen las


tasas de mortalidad y las tasas de institucionalización, y retrasan el declive funcional. Los

22
programas de seguimiento domiciliario de pacientes con insuficiencia cardiaca y
enfermedades respiratorias crónicas avanzadas disminuyen las tasas de reingreso y mejoran
la calidad de vida y los costes de la atención. La validez y la consistencia de dichos trabajos
han llevado a incluir la implantación de estos programas como recomendación «A» en las
guías clínicas. La enfermera comunitaria lidera el programa de atención domiciliaria, siendo la
principal proveedora de este servicio. Este es un rol reconocido, junto con la gestión de casos,
en la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad del SNS.

La enfermera actualmente es el profesional mejor situado y con mejor perfil para llevar a cabo
estas iniciativas, siendo además más coste-efectiva que otras profesiones.

El paciente confinado en el domicilio necesita de los servicios de atención primaria, del


hospital y de los servicios sociales. Ninguno de estos proveedores de servicios puede
responder por sí solo a la necesidad de cuidados que tienen el usuario y su familia. De
manera que si queremos mejorar la atención en el domicilio se necesita un profesional que
coordine y dé continuidad a esos cuidados. Una de las principales características del gestor
de casos o enfermera de enlace, tanto en atención primaria como en atención hospitalaria, es
que garantiza la continuidad de los cuidados entre los distintos niveles asistenciales y entre
los sectores sanitario y social, y puede disponer de los recursos materiales y servicios que
tiene el sistema sanitario en diferentes ámbitos asistenciales. Está en debate si la enfermera
familiar de referencia debe tener las competencias de la enfermera de enlace comunitaria, o si
la enfermera especialista familiar y comunitaria debe ser la enfermera gestora de casos. En
cualquier caso, nadie cuestiona que este papel es competencia de la profesión enfermera, tal
y como refleja la estrategia para el abordaje de la cronicidad del SNS.

El abordaje de las personas con enfermedades crónicas ha cambiado especialmente porque


el eje de atención es la persona con todas sus patologías y necesidades, y no la enfermedad.
Ya no medimos la complejidad en función de la pluripatología, sino mediante un indicador de
intervención transversal, el «nivel de dependencia», que marca la complejidad y la necesidad

23
de cuidados de los pacientes. Por tanto, la participación de las enfermeras en la estratificación
y priorización de los pacientes junto con los médicos de familia y los internistas es indiscutible.
El «nivel de dependencia» debe ser utilizado en los hospitales para determinar los recursos
que se asignan a los pacientes.

Las personas mayores con enfermedades crónicas y comorbilidades, y con problemas de


dependencia, necesitan cuidados profesionales que promuevan en las personas el
autocuidado y la autogestión de la enfermedad.

Los responsables de planificación de los sistemas sanitarios de todo el mundo han intentado
definir las nuevos roles y competencias para satisfacer las necesidades de los enfermos y, en
particular, para que estos puedan residir en entornos comunitarios y vivir una vida plena y
cómoda en su propio municipio. Tras evaluar el Programa Evercare sobre la prestación de
atención sanitaria.

La declaración de Sevilla, documento de referencia para la cronicidad en nuestro país,


también refleja la necesidad de fortalecer el papel de la enfermera en la prevención y
seguimiento de las enfermedades crónicas.

La población necesita que se impulse la atención domiciliaria en la sociedad actual con


enfermeras resolutivas, que cuenten con los recursos necesarios para solucionar problemas 3,
por ser una estrategia coste-efectiva que da calidad de vida a las personas.

Sería razonable esperar un objetivo estratégico para las enfermeras que fomente y facilite la
atención domiciliaria desde la organización, así como un indicador que mida el impacto en
términos económicos y de calidad de vida (número de ingresos hospitalarios, adherencia
terapéutica, incidencia de caídas y úlceras por presión, etc.)

La enfermera de atención primaria, garante de los cuidados al paciente crónico dentro


del equipo de atención primaria

24
El equipo de atención primaria es el responsable de prestar asistencia y cuidados de salud a
la población en el primer nivel asistencial y debe garantizar la continuidad de la atención a lo
largo de toda la vida del paciente, actuando como gestor y coordinador de casos, y regulador
de flujos. El trabajo en equipo debe estructurarse bajo las premisas de: actuaciones
multidisciplinarias, objetivos comunes, comprensión y respeto al rol autónomo de cada
profesión. El equipo debe conocer y respetar el área de responsabilidad autónoma de la
enfermera y las actividades que realiza en la atención a las personas que padecen una
enfermedad crónica en los diferentes estadios de la enfermedad. Las enfermeras deben
conocer la misión que tienen en el equipo y llevarla a cabo hasta el final, estando dispuestas a
ejercer el liderazgo de los procesos, de la gestión clínica y del equipo, para dar respuesta a
las necesidades de salud de las personas en situación de cronicidad y dependencia.

El abordaje de la cronicidad y el envejecimiento debe potenciar la corresponsabilidad. Los


ciudadanos han de participar de manera responsable en las decisiones sobre su salud,
fomentando el autocuidado desde estrategias de autogestión, y esto solo se consigue con
planificación de los cuidados y apoyo en la información veraz y completa.

La enfermera es el único profesional sanitario que basa su cuerpo de conocimientos en el


cuidado profesional y en el desarrollo de las capacidades y habilidades del individuo, cuidador
y familia, para conseguir el mayor grado de autocuidado e independencia en el proceso salud-
enfermedad. Esta manera de trabajar, reflejada en los modelos enfermeros de Virginia
Henderson y Dorotea Orem, consigue la implicación activa de pacientes y familiares en el
proceso de enfermar.

Si revisamos las competencias que poseen las enfermeras al graduarse y al finalizar la


especialidad en enfermería familiar y comunitaria, podemos asegurar que es la enfermera el
profesional mejor preparado para liderar el cuidado, la adherencia, la continuidad de los
cuidados y el aprendizaje del paciente con enfermedades crónicas, dentro del equipo
multidisciplinar.

25
Cómo conseguir que las enfermeras den los mejores cuidados en la consulta del centro
de salud o en el domicilio del paciente, en beneficio de la población, el sistema
sanitario y la profesión

Los resultados excelentes se logran mediante un liderazgo que dirige e impulsa la estrategia,
el desarrollo de las personas de la organización, la optimización de los recursos y la gestión y
mejora de sus procesos.

Los mejores cuidados son los que se prestan por personal competente, en el menor plazo de
tiempo posible y lo más cerca posible del domicilio del paciente, y la enfermera de atención
primaria puede proporcionarlos si cuenta con liderazgo profesional y con apoyo político
gerencial para efectuar los cambios necesarios.

Las enfermeras saben cuidar mediante el acompañamiento y el entrenamiento de las


personas para que adquieran los conocimientos y las habilidades necesarias para mejorar el
control de su enfermedad crónica, y el sistema sanitario tiene la responsabilidad de
implementar una estrategia de cuidados coste-efectiva que dé respuestas a las necesidades
de salud de los usuarios en el escenario actual de cronicidad.

Para ello es necesario:

 Tener presencia enfermera en las políticas sanitarias y en la planificación


estratégica. Las enfermeras deben organizar y gestionar los cuidados en todo el
sistema sanitario.
 Contar con direcciones enfermeras que impulsen y lideren la gestión de los
cuidados en el marco de la gestión de procesos asistenciales en función de las
necesidades de la población.
 Tener presencia enfermera en el liderazgo de los procesos y en la gestión de los
centros de salud. Reivindicar el papel del coordinador o responsable de enfermería
como líder para mejorar la gestión de los cuidados.

26
 Definir los puestos de trabajo y las competencias de todos los miembros del equipo
multidisciplinar, para impulsar el trabajo en equipo y el respeto entre disciplinas
sanitarias. El sistema tiene la obligación para con la sociedad de desarrollar las
competencias profesionales en el marco de la ley de ordenación de las profesiones de
2003. Si 2 disciplinas son competentes para el desarrollo de un proyecto, lo debe
impulsar y desarrollar la más eficiente y la más coste-efectiva. Las enfermeras
especialistas en enfermería familiar y comunitaria han adquirido unas competencias
bien definidas en su programa formativo; y el sistema tiene ahora la responsabilidad de
definir los puestos de trabajos que deben ocupar y las competencias que deben
desarrollar.
 Asignar población a cada enfermera y dar a conocer este servicio a la población para
potenciar la longitudinalidad, la demanda de cuidados de la población, la continuidad de
los cuidados y la relación entre usuario y profesional. Tener enfermera debe ser un
derecho para asentar la relación terapéutica en la confianza y, para ello, es preciso
promulgar leyes como la de Libre Elección de Enfermera.
 Difundir en la población y en la organización la cartera de servicios de las
enfermeras para encauzar las demandas al colectivo más adecuado, mejorando así la
satisfacción y resolución de la enfermera y del resto de los profesionales.
 Implantar la gestión por procesos para gestionar de manera eficiente la calidad de la
atención de enfermería a partir de un cambio organizativo en los servicios de salud
orientados a la ciudadanía. El mapa de procesos de enfermería en atención primaria
constituye la base para estabilizar, controlar y evaluar como expertos la práctica
enfermera. El desarrollo de mapas de procesos enfermeros en la atención a las
personas crónicas en el centro y en el domicilio disminuye la variabilidad en la práctica
enfermera, aumenta la seguridad para los usuarios y permite trabajar con metodología
científica enfermera y con la mejor evidencia científica disponible.
 Formar desde un liderazgo eficaz a todos los profesionales contando con una
estrategia específica de aprendizaje y conocimiento. Los pacientes cuidados por

27
profesionales bien formados sufren menos efectos adversos. La formación tiene mayor
valor a la hora de la predicción en la protección de los riesgos que la experiencia
profesional.

La formación en metodología enfermera aporta mayor seguridad y equidad30. Es imposible


cuidar de forma eficaz y eficiente sin la utilización del proceso enfermero en la toma de
decisiones clínicas.

 Estratificar a la población utilizando el criterio de «nivel de dependencia» y no solo


teniendo en cuenta la patología que sufren las personas, con el objetivo de dar
respuestas eficientes a los pacientes más complejos, más frágiles y dependientes, y
que en su evolución acaban siendo los grandes consumidores de los recursos del
sistema.
 Orientar las actividades hacia el autocuidado para lograr la mayor autonomía posible en
salud de los usuarios, mejorando su actitud y sus conocimientos, y ayudándoles a
desarrollar las habilidades necesarias para alcanzar mejor control de su proceso,
tratando como a un usuario más al cuidador principal y a la familia, para lo que es
imprescindible reconocer a la enfermera como la entrenadora de los pacientes, que es
un paso más que educar.
 Implementar estrategias que promuevan la continuidad y la calidad de cuidados, y no
delegar un cuidado complejo y profesional en cuidadores informales. Si queremos
trabajar en seguridad hemos de ofrecer al usuario una continuidad real de los cuidados
dentro del sistema.
 Evaluar el impacto de los cuidados definiendo indicadores de proceso y resultado, ya
que solo conociendo cómo repercute la intervención enfermera en la población se
puede modificar y mejorar la atención.
 Tener los suficientes recursos humanos y materiales, ya que debe de existir un
adecuado número de médicos y enfermeras para poder proporcionar cuidados
profesionales, eficaces y seguros.

28
Los recursos humanos de profesionales sanitarios deben proporcionarse en función de las
necesidades de salud de la población, la cartera de servicios y la necesidad de la
racionalización del gasto.

En cuanto a recursos materiales, Batres Sicilia et al. refieren que una de las áreas de
intervención que más satisfacción genera en la población atendida es la relacionada con la
prestación de recursos de material de ayudas técnicas (camas articuladas, colchones
antiescaras, grúas, etc.) que contribuye a garantizar una atención integral y continuada 17.
Dado que el material auxiliar y ortopédico mejora la calidad de vida del paciente y del
cuidador, y es necesario para la planificación de los cuidados, debería ser prescrito y
coordinado por la enfermera familiar y comunitaria.

CONCLUSION.

La enfermería comunitaria nos enseña que la prevención y la promoción de la salud son


aspectos importantes en la sociedad, gracias a ella fue evolucionado y el personal de
enfermería fue fundamental para la prevención de enfermedades gracias a ello pueden
atenderse a tiempo las enfermedades. Es un gran trabajo que desempeña la enfermera
comunitaria por que puede conocer a la comunidad a fondo llevando las campañas de feria de
la salud donde los adultos mayores pueden realizar exámenes de glucosa, presión arterial,
pruebas gratuitas del VH hay los profesionales examinan sus resultados y brindan los
cuidados y tratamientos adecuados para cada enfermedad.

29
BIBLIOGRAFIA
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enfermeria-comunitaria-un-modelo-13139762
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enfermeria-familiar-comunitaria/2468130/download/introduccion-a-la-enfermeria-familiar-
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