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ZOOOTECNIA II

PRODUCCIÓN DE VACUNOS
Felipe Escobar Ramírez

CRECIMIENTO Y DESARROLLO

Desarrollo de la Conformación para Carne


La tendencia actual de la demanda de animales de carne, exige canales
relativamente pequeñas (250 Kg) provenientes de animales de crecimiento
rápido. Dado al mayor valor de ciertas partes de la canal, como el dorso y los
cuartos traseros, en relación a otras como, los morcillos, cuello, pecho, los
carniceros exigen canales que posean una proporción relativamente mas
elevada de las primeras.
La cabeza y extremidades proporcionalmente grandes en el ternero, tiene un
gran porcentaje de las partes más baratas, pero a medida que se desarrolla, las
regiones del dorso y del lomo crecen a mayor velocidad que la cabeza y las
extremidades, de manera que la proporción de las regiones de mayor valor
aumenta. La velocidad y grado con que ocurren estos cambios determina el valor
de un animal para carne. En animales precoces, de razas mejoradas, que se
benefician a corta edad (18 – 30 meses), si se mantiene al animal hasta pesos
más altos, estos cambios influyen sobre la profundidad de la costilla,
aumentando la proporción de las regiones de bajo precio, disminuyendo por
tanto el valor de la canal para el comerciante. Esta es una de las razones de la
mayor demanda actual de terneros de carne jóvenes, de unos 18 meses de
edad, bien alimentados desde su nacimiento.
Las proporciones, es decir, el valor del animal, son influenciadas por el nivel de
nutrición. En condiciones de alimentación escasa, las partes del cuerpo de
desarrollo más precoz, tales como la cabeza, corazón, pulmones y huesos
(órganos de mantenimiento) son las que han consumido los escasos nutrientes
aportados por esa alimentación deficiente y, por tanto, las regiones corporales
de desarrollo más tardío, tales como el lomo, grasa y músculo (partes
productivas), van atrasadas en su desarrollo. Los animales criados en
condiciones nutritivas pobres presentan mayor proporción de las regiones de
menor valor. La conformación de estos animales, incluso las de razas
mejoradas, se aproxima al del tipo no mejorado. Las mejoras raciales para la
producción de carne tienden a criar animales en un plano de nutrición elevado,
seleccionando para reproductores aquellos que modifican sus proporciones más
rápidamente y en mayor grado. Por ejemplo, el toro adulto Hereford de hace 100
años, es más parecido en su conformación a uno actual de 13 meses de edad
que al adulto de hoy día.
El mejoramiento en la conformación para carne consiste en el acortamiento de
los huesos, particularmente de las extremidades, y por tanto, en el
engrosamiento de los músculos que los recubren, con lo cual se logran canales
con regiones macizas y gran profundidad de carne.

Crecimiento y Desarrollo Muscular


La mayor parte del crecimiento muscular que tiene lugar después del nacimiento
se debe al aumento del tamaño de las fibras musculares. En algunos músculos
del cuerpo, tales como el vasto externo (situado en la tapa de la canal), las fibras
musculares experimentan un crecimiento mayor que en otros, tales como el
gracilis. Debido a la agrupación de las fibras musculares en haces, su

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crecimiento significa un aumento del tamaño de estos haces musculares, y por
tanto la disminución de la finura del grano de la carne.
A esto se debe que la carne de los animales jóvenes sea de grano más fino y
menos fibrosa que la de animales adultos. Las razas y especies de animales de
pequeño tamaño tienen los haces musculares más pequeños y con grano mas
fino que las de mayor tamaño y son generalmente preferidas. Sin embrago, los
animales de razas corpulentas que se sacrifican jóvenes poseen una carne de
grano fino.
Los músculos del animal joven se fatigan con facilidad, aumentando su poder de
resistencia a medida que el animal crece. El músculo experimenta ciertos
cambios con la edad, un ejemplo típico de esta situación es el oscurecimiento de
la carne debido al aumento de la hemoglobina. Con el aumento en el color del
músculo se intensifica la sapidez. La carne de una ternera joven es pálida e
insípida. No obstante, esta carne puede llegar a tener un color demasiado
oscuro y un sabor excesivamente fuerte para satisfacer el gusto del público. Por
esta razón se ha construido escalas de colores a fin de poder juzgar el color
óptimo. La castración, la falta de ejercicio y la escasez de hierro disminuyen el
color de la carne.

Formación de Grasa
Así como existe un orden en el crecimiento de las distintas regiones del cuerpo,
hay un orden definido con respecto a las partes en que se deposita la grasa. En
las primeras fases del cebamiento se deposita en el epiplón y alrededor de los
riñones. En las razas no mejoradas para la producción de carne, el cebamiento
nunca va más allá de esta fase. A continuación, la grasa se va depositando en
una capa subcutánea por encima de los músculos, que es la que da el aspecto
suave y redondeado de las reses bien cebadas, y por último penetra entre las
fibras musculares y determina el aspecto jaspeado o marmóreo de la carne. Este
tipo de grasa es importante sobretodo en animales viejos con carne de grano
grueso, ya que separa los paquetes de fibras musculares por tanto aumenta su
ternura. Tanto mas viejo sea el animal, tanto mas importante será que esté “bien
acabado” antes del sacrificio. Las razas de madurez precoz y de cebamiento
rápido presentan una mayor cantidad de esta grasa del veteado.
Cuando se somete una res a una alimentación intensiva o de ceba, se deposita
más cantidad de grasa en la canal que en las partes desechables y en
consecuencia, el rendimiento de la misma aumenta. El rendimiento de la canal
será de utilidad para conocer la composición de la misma. Por ejemplo, en una
res con un rendimiento de canal de 53%, el tajo de la séptima costilla tiene
18,4% de hueso y 15,5% de grasa; mientras que otra que rinda 57% tiene solo
16,0% de hueso y 24,4% de grasa en el mismo tajo.
Asimismo, la cantidad de grasa del veteado de la carne magra aumenta de
11,8% en las reses con un rendimiento del 53,0% a un 20,4% en aquellas con
más de 57%. El rendimiento de la canal da, por tanto, una buena indicación del
valor de la carne del animal.
Cuando un animal forma grasa, con esta grasa se deposita una cierta cantidad
de una sustancia amarilla (caroteno que la colorea), aspecto que está
influenciada por la raza. Si el animal pierde peso y usa parte de su grasa, esta
sustancia coloreada permanece concentrada, esta es la razón de que la grasa
de animales viejos, que han pasado por periodos, de escasez y abundancia de
alimento a lo largo de sus vidas, situación muy común en nuestro medio, tengan
generalmente un color mas pronunciado. La grasa de color amarillo intenso no
es bien aceptada por el consumidor. Este color amarillo proviene del color verde
de las plantas y por ello la grasa de las reses alimentadas en establos con raíces

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forrajeras, es de color más pálido que la de los animales alimentados con
forrajes verdes.

Crecimiento en Peso Corporal


La velocidad con que un animal crece, se ceba o da leche, se halla en gran parte
limitada por el consumo diario de alimentos. En los animales estabulados esto es
fácil de controlar, mediante la preparación de los alimentos y por el uso de
piensos con escaso contenido de fibra bruta y de gran valor nutritivo, pues la
capacidad del estómago y la velocidad de la digestión limitan el consumo. En los
animales mantenidos en pastizales entran en juego otros factores. Por ejemplo,
el ganado que pasta solo 8 horas diarias, y como su arcada dentaria es de solo
10 cm, resulta que el consumo de alimentos por estos animales está limitado por
la densidad y altura del pasto. Se ha observado que cuando la hierba del pasto
tiene una altura de 10 – 13 cm, pueden conseguir una máxima cantidad (86 Kg),
pero cuando su altura alcanza los 24 cm, solo pueden consumir 32 Kg. En
pastos que producen buenos cebamientos la hierba es muy densa, de modo que
cada vez que el animal mordisquea obtiene una buena cantidad de hierba.
Cuando la hierba es más alta, es menos densa en las partes superiores y por
tanto el consumo es inferior. Estas consideraciones constituyen la base para un
buen programa de rotación de pastos y de cuidado de los mismos.
En el ganado vacuno, una buena parte de las pérdidas de alimentos son debidas
a las pérdidas de conversión, por cuanto son necesarias tres unidades de
energía contenida en los alimentos para producir una unidad de energía en
forma de grasa en el animal, si el animal usa esta grasa para su mantenimiento
durante los periodos de estabulación, su valor en energía es igual a la que
poseen la avena y otras especies alimenticias para mantener el peso corporal.
La carne es más cara que los cereales como alimento del hombre, hecho que
debe tenerse en cuenta cuando los animales usan el alimento almacenado en su
cuerpo para su mantenimiento durante el periodo invernal, en vez de consumir
otras sustancias alimenticias para tal fin.
Cuando un animal joven pierde peso durante una temporada de estabulación, se
reduce su grasa y su tejido muscular y crece el hueso, de modo que su canal,
incluso después de volver a la alimentación normal, contiene mas hueso que
cuando hubiera continuado su desarrollo normal durante todo el tiempo. El
animal joven transforma con más eficacia los piensos en alimentos para el
hombre que el animal viejo. Estudios realizados demuestran la ventaja de
alimentar bien el ternero hasta los 8 meses de edad, ya que así será posible
cebarlo en 2,5 años con mas provecho que otro que haya sido mantenido de un
modo escaso y que requerirá 3,5 años para llegar al mismo peso.
Puede acelerarse el crecimiento de novillos y de carneros, aunque no el de
cerdos, mediante la administración de estrógenos sintéticos estilboestrol y
exoestrol. Administrando 10 mgr diarios con el pienso o implantando 45 – 60 mg
en la oreja unos 100 días antes del sacrificio, se consigue en los terneros un
aumento de peso extra de unos 225 gr diarios si la tasa normal de crecimiento es
de unos 900 gr diarios.
El estrógeno actúa posiblemente inhibiendo la gonadotropina y, por ello,
aumentando la producción de la hormona del crecimiento en la hipófisis anterior.
La hormona modifica también la composición de la ganancia de peso vivo, se
forma músculo, hueso y agua a expensas de la grasa. Por ello se consiguen
pocos beneficios aplicando este procedimiento a los animales jóvenes o a los
mantenidos con un nivel bajo de nutrición, ya que a menudo se obtienen canales
deficitarias en grasa, se consiguen mejores resultados en animales viejos con un
nivel alto de nutrición.

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Actualmente se comercializa el ganado vacuno mas joven y con menor peso que
antes, ya que el consumidor solicita carne vacuna con menos grasa. Esto
determina también mayor agilidad en la rotación del capital invertido, y el
carnicero obtiene mayor proporción de tajos de precio alto. Los precios del
ganado que sobrepase los 440 – 400 Kg. Sufren un descenso mas acusado en
las terneras, que son mas grasas, que en los terneros y en razas que, como la
Shorthorn, mas grasas, que en otras. En muchos países europeos se sacrifican
actualmente novillos de unos 12 meses para carne, ya que su índice de
crecimiento, tasa de conversión de alimento, desarrollo y color del tejido
muscular y, por consiguiente, sapidez de la carne, resultan superiores que en las
novillas.

FISIOLOGÍA DE LA PRODUCCIÓN DE CARNE


La producción de carne depende del crecimiento de los animales. Por lo que el
crecimiento es un proceso fisiológico muy importante, especialmente en
vacunos, ovinos, porcinos, animales menores y aves.
Un ritmo rápido de crecimiento, determina el éxito de una granja.
El crecimiento es el aumento que se registra en tamaño o peso en un
determinado tiempo.
Sin embargo, cuando se trata del organismo en conjunto, el crecimiento
representa la sumatoria de muchas variantes, incluye tanto los aumentos como
las pérdidas de materia viva, sin indicar la acumulación de sustancias del
protoplasma.
Por ejemplo, en bóvidos adultos parte del incremento de peso obedecen a
depósitos de grasa que a aumentos de músculos o huesos. Pese a ciertos
inconvenientes, la curva de crecimiento, indicadora de los aumentos de peso, es
una expresión útil que merece ser analizada.

Curva de Crecimiento
Al relacionar el aumento con el factor tiempo, se obtiene una curva sigmoidea
(S).
El aumento no es indefinido, exhibe un descenso gradual por alguna fuerza
neutralizadora.
El crecimiento se expresa de varias maneras:
Como promedio del aumento por unidad de tiempo
Como porcentaje de aumento por unidad de tiempo
Como aumento que se va acumulando durante un periodo de tiempo prefijado.
La expresión de mayor uso es el promedio de aumento y suele referirse al
promedio de aumento diario que se consigue en un animal o un grupo de estos.

Promedio de aumento diario = Peso Final – Peso Inicial / Tiempo (días)

Porcentaje de crecimiento = Peso Final – Peso Inicial / Peso Inicial


Una curva de crecimiento típico muestra que el desarrollo es rápido durante la
primera etapa de la vida, a medida que el animal envejece, el crecimiento se
hace mas pausado, hasta cesar por completo. Con la finalidad de realizar
comparaciones, las curvas se dividen en tres partes:

1.- Fase de autoaceleración: aumento proporcional al número de unidades de


reproducción (peso).
T=2n
Donde: T = talla
n = número de divisiones celulares

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En esta etapa, la talla del animal aumenta por acción de varios factores.
El carácter exponencial resulta de la aceptación de que el organismo procede de
una sola célula, la que se divide en dos, estas a su vez en dos, y así
sucesivamente.

2.- Punto de inflexión o inversión: Es el punto en el cual la aceleración del


crecimiento cesa, coincidiendo este punto con la pubertad, debido
probablemente a la acción de ciertas hormonas.

3.- Fase de auto-inhibición: Al alcanzar la edad adulta, el crecimiento cesa.

Control Endocrino del Crecimiento


Todas las glándulas endocrinas segregan hormonas que influyen en el
metabolismo y la mayoría ejerce acción directa o indirecta sobre el crecimiento.
Todas las hormonas del lóbulo anterior de la hipófisis estimulan el crecimiento;
cada una está dirigida a determinado órgano o tejido.
ACTH – adrenocorticotropina: origina un aumento de peso y activa la corteza
adrenal.
TSH – tirotropina: actúa sobre la tiroides.
FSH, LH y LTH – hormona folículo estimulante, luteinizante y luteotropa
(gonatropinas): estimulan las gónadas.
STH – hormona del crecimiento: ejerce una acción mas general sobre el
desarrollo total del organismo, además de sus múltiples efectos metabólicos,
estimula el desarrollo de huesos y músculos.
Hipofisectomía (extirpación quirúrgica de la glándula pituitaria) interrumpe el
crecimiento, lo que se refleja en una detención del desarrollo óseo y muscular.
Por el contrario, a un animal normal o hipofisectomizado se administra extractos
hipofisarios conteniendo hormona del crecimiento, los aumentos diarios de peso
se elevan como resultado de la aceleración de la síntesis proteica y del
crecimiento del esqueleto.
La administración de STH en cantidades superiores a las normales, estimula el
crecimiento de huesos causando crecimiento excesivo de los huesos largos,
asimismo tiene acción anabólica con respecto a las proteínas causando
retención de nitrógeno, causa un aumento en el apetito.

Tiroides
La glándula tiroides segrega dos sustancias:
Tiroxina
Triyodotiroxina
La acción principal de estas sustancias consiste en aumentar la producción de
energía y consumo de oxígeno de la mayoría de los tejidos corporales.
Insuficiente secreción de la glándula tiroides impide que los animales alcancen la
talla adulta.
Corteza Adrenal
Es muy importante en el metabolismo orgánico.
Su extirpación interrumpe el curso de la vida.
En esta glándula se han aislado mas de 40 esteroides (glucocorticoides,
corticoides minerales, andrógenos, estrógenos, progestágenos).
Corticoides: regulan el metabolismo del agua y balance electrolítico
Glucocorticoides: sobre el metabolismo de los carbohidratos, grasas y proteínas.
Insuficiencia:
Debilidad muscular

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Hipoglucemia
Trastornos gastrointestinales
Detención del crecimiento (jóvenes)
Pérdida de peso (adultos)
Favorecen depósitos de grasa
Actividad excesiva adrenal: obesidad

Testículos
Las principales hormonas producidas por los testículos son los andrógenos,
llamados así por su acción masculinizante.
Las hormonas testiculares estimulan:
Desarrollo de glándulas sexuales accesorias del macho (próstata, vesícula
seminal)
Cambios en el metabolismo de proteínas (por su influencia sobre la síntesis de
proteínas).
La administración de andrógenos como la testosterona o metiltestosterona
disminuye la eliminación de nitrógeno en la orina, lo que sugiere el depósito de
este elemento en forma de tejido proteico.
La presencia de andrógenos determina la diferencia de tamaño de machos y
hembras.
Administración de esteroides:
Mayor aumento de peso en rumiantes (en cerdo no, peso canal con menor grasa
y más proteína).
Pero mejor efecto con dietilestilboestrol.
Actividad adrenal excesiva: obesidad

Efectos de la Castración
Animales enteros crecen más rápido (por mayor desarrollo muscular)
Pero al reducirse el depósito de grasa, la calidad y palatabilidad de la carne es
afectada.
Carne de animal entero: olor un tanto desagradable
Dificulta el manejo.

Hormonas ováricas:
Estrógeno, progesterona
Administración de estrógenos (naturales como estradiol, estriol, estrona; o
sintéticos con DEB, diestrol, hexestrol) en aves; causa rápida elevación de
lípidos sanguíneos acompañada de aumento de depósito de grasa.
Los estrógenos causan calcificación de cartílagos de los huesos, pero dosis altas
aumentan la fragilidad de los huesos.
La administración de estrógenos en aves:
Más grasa subcutánea, piel más flexible, mejor acabado
Rumiantes:
Notable aumento de músculo
Reducción del contenido graso en canal
Mayor ganancia de peso (10 – 20%)
Mayor retención de nitrógeno
Aumenta apetito
Mejor conversión alimenticia

Factores que Influyen sobre el Crecimiento


La velocidad de crecimiento y la composición del cuerpo están influenciadas por
factores alimenticios y hormonales.

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1.- La nutrición.- Es el factor mas importante.
La desnutrición de una hembra en gestación, sobretodo en el último tercio es
causante del nacimiento de crías débiles.
A menor peso de la madre menor peso de las crías.
Pero la sobrealimentación no hace que el feto desarrolle por encima de lo
normal.
Alimento: en primeras etapas de la gestación promueven mayor desarrollo de
huesos, músculo., luego la deposición de grasa.
En cerdos, corderos, excesivo alimento luego escaso: carne mas magra, poca
grasa. Lo inverso, ocasiona una carne con mucha grasa.
2.- Influencia materna sobre el tamaño del feto
Primera etapa: útero
Multíparas como coneja, cuy: tamaño de crías en función al tamaño de camada
(menor aporte de sangre por cría por tener que irrigar mayor número de
placentas.
Uníparas: volumen corporal de la madre influye sobre la talla de la cría.

Equinos: Shire --- poneys shetland


Crías de hembras Shire 3 veces mayores que hijos cruzados con madre
Shetland

La carne
Importante en la dieta: proteína (aminoácidos esenciales equilibrados,
digestibilidad (95%)
Vitaminas complejo B, Hierro (hígado)
Arterioesclerosis (endurecimiento de arterias) primera causa de mortalidad en
EEUU
Colesterina: pero esta sustancia también es sintetizada por el organismo
corporal.
Composición:
Carne fresca, limpia de hueso:
Proteínas 17%
Grasa 20%
Humedad 62%
Cenizas 1%
El porcentaje de carne magra de una canal varía mucho y es inversamente
proporcional al contenido de grasa.
Los porcentajes de hueso y tendón disminuyen en proporción directa a la
cantidad de músculo; y descienden en proporción indirecta a los tejidos grasos.

CONDICIONES QUE DEBE REUNIR LA CARNE SACADA A LA VENTA


Objetivo de todos de la cadena productiva: servir a su público. (qué le satisface
al público, esto determinará la orientación que debe dar a la producción,
industrialización y venta.
Las condiciones principales son: blandura, sabor, jugosidad, grado de
engrasamiento y aspecto general (color, consistencia)

1.- Blandura.- Carácter organoléptico mas importante en la carne de vaca.


Mejora con la cocción, sazonado, tratamiento enzimático.
Determinado por: conformación, edad, grado de cebamiento (jaspeado)
Cantidad y distribución de grasa intramuscular.

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2.- Sabor.- Sabor se acentúa al avanzar la edad.
Grasa no influye directamente en el sabor, pero acentúa y mejora el sabor de la
carne guisada.
Cerdos enteros: decomiso

3.- Jugocidad.- Determina mayor o menor aceptación.


La jugocidad lo determina la grasa de cobertura, intra e intermuscular.
Líquido de carne no tiene efecto.

4.- Magrura.- Preferencia del público a la carne magra (contenido moderado de


grasa)
Experiencias organolépticas demuestran que la grasa aumenta su aceptación.
El aumento de un kilo de grasa requiere mayor cantidad de alimento de magro ---
economía del engorde.

5.- Aspecto general.-


Color factor mas importante (carnes decoloradas se venden a menor precio)
Color en función al pH
Color fresco pH 5,6 ó menor
pH 5,7 se apaga
pH 6,5 ó mayor se oscurece
pH determinado por ácido láctico (este se produce después del beneficio y está
relacionado con la tasa de glucógeno presente en el músculo en el momento de
la muerte)
El pH de la carne se puede reducir hasta cierto punto reduciendo ejercicio
excesivo de las reses, alimentando durante los viajes y evitando exposición a
inclemencias del tiempo.
Cerdo: palidez, aparición de tonalidades anormales y exceso de humedad está
relacionado con la tasa de glucógeno en los músculos en el momento del
sacrificio (disminuir la reserva de glucógeno obligando a ciertos ejercicios antes
del sacrificio.

Rendimiento:
Peso limpio % o Peso de la canal/ peso vivo x 100
La variación está influenciada por:
Condiciones en que se realiza el pesado
Volumen del contenido intestinal (agua y alimento)
Tiempo de oreo
Sistema de faenado
Desarrollo del tracto intestinal.

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MANEJO DE GANADO VACUNO DE CARNE

MANEJO DEL HATO DESDE FIN DEL SERVICIO HASTA EL DESTETE


Una vez retirados los toros del servicio se habrá cumplido con una de las etapas
más críticas dentro del año ganadero, dado que en ella se pretende lograr que la
mayor cantidad posible de vacas hayan quedado preñadas. Si bien con esto
comienza un nuevo ciclo, todavía habrá que pensar en la finalización del ciclo
anterior, que culminará con el destete de los terneros.
Para un adecuado manejo del hato en esta etapa, éste deberá dividirse en las
siguientes categorías:
1. Vacas con ternero al pie.
2. Vacas viejas con ternero al pie (sin servicio)
3. Vaquillonas con servicio
4. Vacas sin ternero al pie
5. Toros
Debido a la conocida variación en la disponibilidad de pastos a lo largo del año,
conviene establecer esta clasificación a fin de utilizar los forrajes de acuerdo a
los requerimientos de los animales de cada categoría, teniendo en cuenta el
crecimiento de pasto. Por lo tanto, hasta el momento del destete, se deberá dar
preferencia a las vacas con ternero al pie para lograr el mayor peso posible al
destete. Dentro de este grupo se puede incluir a las vacas viejas con ternero al
pie, que no recibieron servicio, tomando la precaución de identificarlas para no
tener que revisarlas nuevamente. Es conveniente vender estas vacas una vez
efectuado el destete.
De las categorías enumeradas, las vacas sin ternero al pie tienen los menores
requerimientos, por lo que se las puede poner en potreros de menor
disponibilidad y de inferior calidad de pasto.
Las vaquillonas con servicio ocupan el tercer lugar de prioridad, por cuanto estas
son animales en crecimiento; siendo por ello conveniente que ganen peso en
forma discreta pero constante para no afectar su posterior comportamiento
reproductivo.
Como quiera que los toros ya están fuera de servicio, los requerimientos
nutritivos de estos son de mantenimiento por lo que retornarán a su potrero. Si
algunos toros hubieran sufrido lesiones irreversibles durante el servicio se las
mandará a venta inmediatamente, ya que en esas condiciones no tiene sentido
conservarlos por mas tiempo.

Destete de los Terneros


El destete consiste en separar a los terneros de sus madres. Esta práctica
aparentemente simple y ampliamente conocida por cualquier ganadero, ha dado
lugar a numerosos estudios para determinar la edad más conveniente para
efectuarlo y el manejo que se debe dar a los terneros destetados y su efecto
sobre el crecimiento posterior de los mismos.
Aparentemente, el único afectado por el destete sería el ternero; sin embargo,
estudios realizados ha determinado que el destete precoz influye sobre la
fertilidad de la vaca. Es por ese motivo que gran parte de los ensayos realizados
sobre el tema no han tenido como objetivo mejorar la ganancia de peso de los
terneros sino aumentar la fertilidad en el hato de vacas.
Se ha podido demostrar claramente que destetando tempranamente (6-7 meses)
no se perjudica el crecimiento posterior de los terneros, en cambio el porcentaje
de preñez del hato aumenta aproximadamente en 10%.
Es conveniente destetar tempranamente, por cuanto esta práctica va mejorar la
fertilidad de las vacas. El beneficio de esta práctica sobre la fertilidad se debe a

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que al destetar temprano se disminuyen sensiblemente los requerimientos
nutricionales de la vaca; de esta manera se logra mejorar el estado nutricional e
ingresar a la época seca en mejor estado. En la época de estiaje resulta difícil
evitar la pérdida de peso en los hatos de cría, debido al escaso crecimiento de
las pasturas, es obvio que cuanto mas pesada sea la vaca a la entrada del
periodo seco, tendrá mejores posibilidades de tener un peso aceptable a la
salida del mismo, lo que posibilitará una retención de servicio temprano. Una
vaca que llegue muy flaca al término de la época seca demorará más tiempo en
volver a presentar celo, porque previamente deberá recuperar el peso perdido.
Por esta causa la vaca presentará menos celo durante el periodo de servicio o,
en casos extremos, lo presentará cuando ya se hayan retirado los toros.
Otras razones que justifican el destete temprano serían:
1.- La eficiencia en la producción de carne del terneraje destetado a partir del
forraje es superior a la producción de lactantes, porque en este último caso el
pasto debe ser transformado primero en leche y luego en carne, con lo que la
eficiencia disminuye.
2.- Al cortar la lactancia, los requerimientos de la vaca disminuyen; ello permitirá
aprovechar recursos de regular calidad, que no podrían ser utilizados por la vaca
con el ternero al pie sin que se afecte a este último.
3.- La posibilidad de ubicar las vacas destetadas en potreros de regular calidad
permite reservar parte de las pasturas para los momentos en que las vacas
tienen mayores requerimientos, o sea a partir de los dos últimos meses de
gestación; el resto podrá ser consumido por animales de mayores
requerimientos nutritivos como son los novillos, las vaquillonas de reposición o
los mismos terneros destetados.
Habiendo considerado cómo el destete temprano afecta a la fertilidad, conviene
determinar cómo afecta el destete temprano al crecimiento de los terneros.
Años atrás los preconizadores del destete precoz argumentaban que los
terneros crecían mejor lejos de la madre y los detractores de esta práctica
afirmaban que los terneros destetados precozmente no crecían, se “agachaban”
y hasta podían llegar a morir.
Posteriormente se ha demostrado que lo esencial para que los terneros crezcan
bien es una buena alimentación.
Sin embargo, queda la posibilidad que por malas condiciones climáticas, en el
momento de efectuar el destete haya una baja disponibilidad de forraje y éste no
tenga calidad suficiente. En esta condición, el destetar temprano sería perjudicial
para el crecimiento del ternero. Aún en estas condiciones habría que hacerlo, ya
que, si bien se perjudica al ternero, se evita que la vaca pierda peso al tener que
seguir produciendo leche con lo que se arriesga la producción de terneros del
próximo año. De este modo, aún cuando se retrase el desarrollo de los terneros
(a menos que se los suplemente con grano) no se comprometerá el futuro
reproductivo del rodeo.

Pasturas Para el destete


La práctica del destete temprano, dentro del manejo del hato, implica que se
tomen las providencias necesarias con varios meses de anticipación.
Por tratarse de animales cuyo crecimiento no debe detenerse, se debería
disponer de pasturas de buena calidad y en cantidad adecuada teniendo en
cuenta que estas deben reemplazar en parte a la leche materna. Para ello debe
tenerse en cuenta, tanto a los pastos naturales como a los cultivados.
En un hato donde la parición se encuentra estacionada durante los meses de
diciembre –enero-febrero, el destete precoz se realizará durante el mes de julio,

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dependerá, además de las condiciones climáticas, del manejo que se haya dado
durante la lactancia.
Las pasturas deben entrar a este periodo bien macolladas y con la mayor
cantidad posible de hojas, de modo que cubran bien el suelo. Este manejo
permitirá luego un rebrote vigoroso de las plantas cuando caigan las primeras
lluvias de febrero. En el caso de que la carga animal no sea suficiente para evitar
que las plantas encañen, se deberá recurrir al corte
En aquellos establecimientos donde se hacen fardos de pastura lo mas
adecuado sería destinar estos potreros para el destete. En este caso se
producirá el rebrote de la pastura a expensas de las sustancias de reserva
acumuladas durante el periodo de descanso. El rebrote será aún mayor si se
cuenta con suficiente humedad durante el verano.
Este manejo de la pastura, además de asegurar la disponibilidad de pasto de
calidad para el destete, mantiene a los animales relativamente libres de parásitos
gastrointestinales y pulmonares. Ello se debe a que las larvas que habían
eclosionado y aún los huevos no eclosionados son destruidos por la radiación
solar, las altas temperaturas del verano y la falta de humedad. Esto, unido al
hecho de que el potrero ha permanecido casi dos meses sin animales, hará que
la reinfestación de la pastura sea mínima.
En el caso de contar solamente con pasto natural, la alimentación se basará en
la pradera natural y a las especies anuales se las dejará semillar para asegurar
su permanencia. Una vez semilladas estas praderas deberán ser pastoreadas
para eliminar todo el material muerto y las cañas florales; de este modo se
propiciará la germinación de las semillas con las primeras lluvias (octubre-
noviembre) y la llegada de luz hasta la base de las plantas. Esta práctica
favorecerá especialmente a las leguminosas naturales que son menos
competitivas que las gramíneas en el aprovechamiento de luz.
En esta situación el destete deberá ser demorado hasta el mes de marzo, época
en que comienza el crecimiento de la pastura natural.

Destete
Una vez determinado el momento de realizar el destete, se recomienda una
práctica que ha dado buen resultado. Esta consiste en encerrar madres y crías
por la mañana, luego se separan las vacas, dejando los terneros con agua hasta
el día siguiente. Esta práctica asegurará que los terneros una vez ingresados a
las pasturas, comenzarán a comer inmediatamente, evitando así el excesivo
pisoteo y la consiguiente pérdida de forraje que se produce al deambular
aquellos en busca de su madre.
En los hatos donde la parición se extiende por un periodo mayor de 3 meses,
conviene ir destetando escalonadamente a medida que los terneros llegan a la
edad de 6 meses. No es aconsejable destetar todo el grupo junto, la diferencia
de peso y tamaño tiene efectos perjudiciales tanto sobre la vaca como sobre el
ternero.
En el Cuadro se resumen los efectos del destete precoz o tardío sobre la vaca,
sobre el ternero y sobre la utilización del forraje disponible.

Sales Minerales
El suministro de minerales, principalmente a base de fósforo, es una práctica
aconsejable, cuyo uso no está aún suficientemente difundido. La razón de ello
es, quizás el trastorno que implica su administración. Por otra parte, con
frecuencia su cumplimiento se ve postergado por otras tareas más apremiantes,
hasta que finalmente se le olvida. Especial atención requiere el suministro de
fósforo en razón a su importante rol y la conocida deficiencia de los suelos donde

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se producen los pastos. Una práctica observada comúnmente es la
administración de bloques de piedra de sal (sal azul) para que los animales
puedan lamer en sus respectivos corrales, logrando de esta manera el consumo.
Sin embargo, el fósforo tiene fundamental importancia para el crecimiento del
ternero y la fertilidad de la vaca. A los 8 meses de edad el 65% de los
requerimientos de fósforo del ternero son todavía cubiertos por la leche materna,
el forraje sólo provee el 35% restante. Al realizar el destete temprano el ternero
consumirá exclusivamente pasto, el que debería cubrir todos sus requerimientos
nutricionales incluyendo fósforo. Como generalmente esto no ocurre, resulta
importante la suplementación de los destetes con fósforo, asegurando de esta
manera una normal provisión de este elemento. Además, hay que tener en
cuenta que el contenido de fósforo del forraje varía con el ciclo vegetativo del
mismo, encontrándose en mayor cantidad cuando hay un crecimiento activo de
la pastura. Las pasturas encañadas y secas aportan escasa cantidad de
minerales, como lo han constatado investigaciones en el país.
Se pondrá especial atención en la buena calidad de la harina de hueso que
deberá presentar el aspecto de un polvo blanco sin olor rancio.

Manejo Sanitario Antes y Durante el destete


La productividad del hato de cría está determinada por el porcentaje de destete.
Algunas medidas sanitarias sencillas y que deberían ser de rutina contribuyen a
destetar el mayor número de terneros nacidos.
Una vez superado el problema de la diarrea blanca, si es que existe en el
campo, se pueden producir muertes esporádicas de terneros por neumonías,
difíciles de controlar por la dificultad de tratar al animal enfermo a tiempo. Si el
inconveniente se agrava produciendo mortandad, es aconsejable aislar el agente
causa y elaborar una vacuna con él.
Una causa importante de mortandad de terneros después de los 4 meses de
edad es la mancha. Los animales son susceptibles desde los 4 meses hasta los
2 años, por lo se deben vacunar a los 3 meses por primera vez, revacunado al
año. A partir de los 2 años de edad los animales adquieren inmunidad natural,
por lo que desde ese momento la vacunación no es necesaria. Una
característica de esta enfermedad es que siempre comienza matando a los
terneros más grandes.
Otra enfermedad de importancia y que puede producir mortandad en terneros es
la fiebre aftosa. La muerte se produce en forma súbita por las lesiones que
produce el virus en el músculo cardíaco. Otros no mueren, pero quedan con
lesiones en el corazón lo que perjudica su evolución posterior. La única manera
conocida de prevenir esta enfermedad es la vacunación sistemática como lo
prescriben las disposiciones de los organismos oficiales.
Con respecto a la brucelosis no se debe olvidad de vacunar a todas las terneras
entre los 3 y 7 meses de edad.

Parasitosis
Los parásitos gastrointestinales y pulmonares pueden producir mortandad en
casos de infestación masiva acompañada de subnutrición y malas condiciones
ambientales.
Las mayores pérdidas debidas a parasitosis normalmente no son por muerte de
animales sino por el atraso que ésta ocasiona en el crecimiento del ternero.
Estas pérdidas, por peso que deja de ganarse, muchas veces son muy difíciles
de evaluar al no existir en el establecimiento la posibilidad de comparar las
ganancias de peso en animales parasitados con aquellos no parasitados, como
son los casos de la distomatosis hepática y enfermedades pulmonares. Para

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combatir las parasitosis existen en el mercado excelentes productos, de los
cuales muchas veces se ha hecho un uso abusivo e indiscriminado. Los
antiparasitarios sirven para eliminar los parásitos del organismo animal pero de
poco sirven si paralelamente no se toman medidas de manejo para evitar o por
lo menos atenuar la reinfestación. Por lo tanto, es necesario contar para el
destete con “pasturas limpias”, que son aquellas que se dejaron sin pastorear
reservando para la época de destete.
Comparación de los Tipos de Destete y su Efecto Sobre la Vaca, el Ternero
y el Pasto

Tipo de Efectos
Destete
Vacas Terneros Pasturas
Destete Mayor porcentaje El destete se Parte del crecimiento
anticipado de celos produce cuando de pastos se puede
(6-7 meses) tempranos en el el ternero puede diferir para el final de
servicio reemplazar la la gestación dado que
siguiente. leche materna el destete temprano
Mejor estado por pastos de corta la lactancia y
para iniciar la calidad y en disminuyen los
lactancia de la cantidad requerimientos de las
nueva cría. suficiente. vacas.
Destete tardío Demora en entrar El ternero entra al Se produce déficit de
(9 meses o en celo en el invierno en malas pasto, dado que los
más) servicio condiciones ya requerimientos de las
siguiente. que hay poco vacas son muy altos
Estado deficiente pasto para cuando llegan al final
para iniciar la sustituir la leche de la gestación y
lactancia de la materna. comienzan a lactar.
nueva cría

Lo ideal sería que los pastoreos anteriores al momento de cerrarlos se hayan


realizado con animales adultos, con lo que se disminuirá la carga parasitaria.
Un detalle a tener en cuenta en la elección del potrero que se destine al destete
es su topografía. Los poteros bajos con mojadales constituyen un hábitat ideal
para el desarrollo de parasitosis. Los potreros bajos que reciben agua de las
lomas, se transforman en depósitos de los huevos y larvas de parásitos
arrastrados por aquella. Por esta razón, siempre que sea posible, los destetes se
destinarán a un potrero alto.
Si en el momento del destete existieran evidencias de parasitosis, se dosificarán
los animales y se los enviará luego a las “pasturas limpias”.

El peligro de infestación parasitaria persiste durante varios meses en los terneros


destetados por lo que es necesario vigilar estrechamente la evolución del estado
de estos animales. Ante el primer signo que haga sospechar la presencia de una
parasitosis se deberán tomar acciones pertinentes (dosificaciones).

MANEJO DEL HATO DESDE EL DESTETE HASTA LA PARICIÓN


Una vez realizado el destete, el paso siguiente es conocer el resultado del
servicio efectuado anteriormente; para ello se debe realizar el diagnóstico de
preñez por tacto rectal.

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Este análisis permite detectar la preñez de las vacas y vaquillonas a partir de los
35 días de gestación; siempre que el profesional encargado posea suficiente
entrenamiento y experiencia. A pasar de ello, un error de 1 al 2% puede ser
aceptable.
Si bien es posible detectar preñeces de 35 días, a los efectos prácticos del
manejo del hato el momento del diagnóstico de gestación se realiza a partir de
los 2 meses de finalizado el servicio. En un hato con servicio estacionado esta
práctica coincide con la finalización del destete.

Ventajas del Diagnóstico de Gestación


Mediante este examen el productor podrá dar un manejo más racional y eficiente
de su hato, porque le permite conocer:
1.- Cuántas vacas están preñadas y cuántas vacías, lo que le permitirá calcular
el porcentaje de preñez:

% de Preñez = Nº de Vacas Preñadas x 100


Nº de Vacas Servidas – Nº de Vacas Retiradas del Servicio

2.- Cómo estará distribuida la parición y en qué meses se producirá el grueso de


la misma ya que puede pedir al veterinario que clasifique el hato en vacas con
preñez avanzada (preñez grande) y vacas con preñez reciente (preñez chica).
Esta división permitirá un mejor manejo nutricional de ambos grupos y un
aprovechamiento más eficiente de las pasturas.
3.- Presencia de vacas con anomalías en el aparato reproductor las que podrán
ser tratadas si se lo considera conveniente o, de lo contrario, podrán ser
eliminadas del hato.
4.- Los datos de preñez que podrán ser comparadas con los de parición y en
caso de haber diferencias en más del 3%, habrá que sospechar la presencia de
enfermedades causantes de abortos.
5.- La diferencia en los porcentajes de preñez existentes entre vacas y
vaquillonas y la distribución de las preñeces en vacas, lo que permitirá hacer un
diagnóstico preventivo de enfermedades venéreas (tricomoniacis y vibriosis) o
detectar un problema de alimentación deficitaria en el hato.
Si la alimentación y el manejo son correctos y, aún así se ha registrado un 80%
de parición en vacas y un 60% en vaquillonas, se debe recabar información
adicional sobre la distribución de las preñeces.
Las evidencias de la presencia de enfermedades venéreas, podrían constituir,
por ejemplo, la retención de servicios en la primera etapa de empadre.

Práctica del Tacto Rectal


Si se desea un buen resultado, el examen por tacto rectal tiene que ser
planificado y se debe tomar el tiempo necesario para realizarlo correctamente si
se espera que resulte beneficioso.
Asimismo, se deberá pensar en los apartes que se harán para determinar si se
cuenta con los corrales necesarios. Los apartes mínimos son los siguientes:
1. Vacas preñadas.
2. Vacas vacías.
3. Vaquillonas preñadas.
4. Vaquillonas vacías.

Mediante el estado funcional de la ubre se puede identificar a las vacas que no


han criado ternero ese año, las que reconocerán por el estado funcional de la
ubre. Su detección, constituye elemento importante para el descarte de vacas,

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ya que las vacías y aquellas que no criaron ternero están indicando que han sido
vientres improductivas durante dos años consecutivos.
Si no se contara con suficiente cantidad de corrales, se podrán diferenciar cada
lote con una señal (corte de borla de cola por ejemplo) y que deben ser
registradas convenientemente.
De acuerdo al diagnóstico y mientras se trabaje en la manga, una persona debe
determinar el destino de cada animal.
A efectos de facilitar la tarea de diagnóstico y lograr mayor exactitud, los
animales deben ser encerrados en horas de la tarde del día anterior en que se
realizará el tacto. Esto facilita el trabajo, por cuanto se trabajará con una cavidad
abdominal más desocupada. Puede ocurrir que cuando los animales tienen
excesivo llenado y no se le somete a ayuno previo, el saco dorsal del rumen
llega hasta la cavidad pelviana desplazando al útero hacia la zona ventral, lo que
puede llevar a diagnósticos erróneos. Además, el recto lleno de heces obliga
necesariamente a su desocupación manual por parte del operador esta
complicación además de significar un retrazo en esa labor contribuye a aumentar
el cansancio del que palpa, lo que redundará en una perdida de precisión en el
trabajo.

Vacas Preñadas
Este lote se puede subdividir en:
1. Vacas con “Preñez grande” (avanzada).
2. Vacas con “Preñez chica” (reciente).
En caso de contar con suficientes potreros puede subdividirse en vacas de
preñez avanzada y de preñez reciente, ya que por haber concebido en diferentes
épocas, sus requerimientos nutricionales son distintos.

1.- Vacas con “Preñez Grande”


Este grupo está integrado por vacas que tienen en el momento del tacto entre 4
y 5 meses de gestación por lo que comenzaran a parir a partir del mes de
diciembre, época que coincide con el inicio de crecimiento de los pastos
naturales aumentando así la disponibilidad de alimentos. Si bien el último
periodo de preñez aún continua la escases de pasto, al momento del parto
dispondrán de pastos suculentos Por otra parte, constituye la cabeza de la
parición y en la medida que se logre mejor preparación de terneros nacidos
temprano más eficiente será el hato.
En consecuencia, el manejo que se les dará deberá posibilitar una concepción
temprana en el próximo periodo de servicio. Para ello se deberá evitar que
pierdan mucho estado en periodo anterior al parto, teniendo en cuenta que luego
de parir el animal estará muy exigido por tener que producir leche.
Aprovechando el buen crecimiento de los pastos durante los primeros meses de
lactancia enero-marzo, debe maximizarse el consumo de pastos por las vacas.
Si existe la posibilidad de reservar potreros a fin de que estos consuman de
acuerdo a sus requerimientos.
A estos potreros reservados irán pasando las vacas a medida que vayan
pariendo. En el periodo anterior al parto este grupo de vacas se podrá ubicar en
praderas naturales o cultivadas de regular calidad o rastrojos según la
disponibilidad.

2.- Vacas con “preñez chica”


A este grupo pertenecen las vacas que en el momento del tacto tienen entre 2 y
3 meses de gestación, es decir que comenzarán a parir de mediados de febrero
en adelante. Este grupo de parición puede resultar más favorable debido a que

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se produce en época en la que el crecimiento de los pastos es bueno, la misma
que coincide con los máximos requerimientos nutricionales de la vaca. Por lo
tanto, el principal cuidado de este grupo consistirá en que no pierdan demasiado
estado al avanzar la lactancia; si esto ocurriera por más abundante que sea el
alimento durante la época lluviosa y finales de esta, no alcanzarán a recuperarse
para quedar preñadas dentro del próximo periodo de servicio.
Inmediatamente después del tacto, estas vacas pueden ir a potreros de menor
calidad puesto que sus requerimientos nutricionales son de mantenimiento; se
procurará darles mejor campo a medida que se acercan a la parición.

Manejo con Restricción Preparto en Sistemas Intensivos de Cría


En crianza intensiva basada en praderas de alta producción de forraje y alta
carga animal se ha preconizado el uso de una restricción alimenticia durante el
periodo preparto. Ello se logra mediante el confinamiento de todo el hato en un
potrero donde los animales son alimentados con cantidades estipuladas de
fardos de pasturas. Durante este periodo los animales pierden entre 40 y 60 Kg.
de peso. La adopción de esta práctica por parte de los productores en muchos
casos tuvo resultados variables, satisfactorios en unos y desastrosos en otros.
Esta modalidad de manejo da buenos resultados cuando se adopta todo el
paquete tecnológico que constituye el sistema y puede no funcionar cuando se
toma sólo técnica aislada, como sería adoptar la práctica de la restricción
preparto sin considerar las demás medidas de manejo que hacen posible
aplicarla sin deteriorar la productividad del hato.
Sólo es posible aplicar una restricción alimenticia preparto en animales que
tienen muy buen peso al comenzar la misma. Por lo tanto, lo único que están
haciendo durante este periodo es consumir la reserva de energía que han
acumulado en su cuerpo en forma de grasa en una época en el que el forraje era
más abundante.
Por ejemplo, es muy distinto someter a una pérdida de 60 Kg. de peso a una
vaca que al comenzar la restricción pesaba 440 Kg. a someter al mismo
tratamiento a una vaca que pesa en dicho momento 380 Kg. Obviamente, si este
último animal pierde 60 Kg. estará en los límites de su supervivencia y por más
que se la realimente luego demorará mucho más tiempo que lo normal en volver
a retener servicio.

Vaquillonas Preñadas
Estos animales deberán recibir el mejor campo posible durante todo el periodo
preparto y después del parto. Esto es importante para evitar la tan conocida falla
en el segundo servicio. Es necesario recalcar una vez más que el éxito del
segundo servicio post pato depende fundamentalmente de la alimentación y no
del tiempo de “descanso” entre parición y dicho servicio. Se ha comprobado en
reiteradas oportunidades que en rodeos de vaquillonas bien manejadas la
aparición del primer celo post-parto se produce en forma similar que en hatos de
vacas y que la fertilidad de estos celos es normal.
Otro aspecto a tener en cuenta es que la gordura excesiva en vaquillonas está
asociada a una mayor incidencia de distocias, se debe diferenciar buen peso del
animal debido a desarrollo corporal, del debido a deposición de grasa. Por esta
causa es importante mantener a las vaquillonas en una tasa de ganancia diaria
constante, lo que permitirá un desarrollo armónico del organismo. Por ejemplo,
es muy diferente la composición corporal de una vaquillona que llega al parto
con 380-400 Kg. a través de una ganancia diaria constante de 0,250 – 0.300
Kg./día partiendo de un peso al destete de 160 Kg. que la de aquella que llega al
parto con el mismo peso, pero habiendo alcanzado la mayor parte del mismo en

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los últimos meses de gestación. Esta vaquillona resultará gorda, pero de menor
desarrollo corporal que la anterior.
El exceso de gordura en vaquillonas aumenta la incidencia de distocias por sí
mismo y no por un excesivo crecimiento del feto como tantas veces se ha
afirmado. Por el contrario, es frecuente que las vacas y vaquillonas muy
excedidas de peso tengan los terneros mas livianos. Se debe considerar que el
tamaño del ternero está determinado genéticamente y que variaciones de
alrededor de 100 Kg. en el peso de la madre sólo hacen variar el peso del
ternero al nacer en menos de 1 Kg.
Lo contrario ocurre en el ganado ovino, en el que el peso del cordero al nacer
está altamente influenciado por la alimentación de la oveja antes del parto.

Vacas Vacías
En un hato con servicio estacionario, donde los porcentajes de destete son
superiores al 80%, se pueden eliminar todas las vacas vacías.
En el caso de que el porcentaje de destete fuera inferior al 70% esto no será
posible, ya que se disminuirá en número de vientres en el hato porque
probablemente no alcanzarán las vaquillonas de reposición para reemplazar las
vacas que se eliminaron.
Si fuera necesario guardar vacas que resultaran vacías al tacto por la causa
antes enunciada o porque se está en un plan de expansión del hato, habría que
establecer un orden de prioridades para el rechazo. Para ello se puede clasificar
a las vacas vacías del siguiente modo:
a.- Con aparato genital normal
a.1. Que criaron ternero el año anterior
a.2. Que no lo criaron
b.- Con anomalías en el aparato genital.
De todos estos animales los que se deben eliminar indefectiblemente son
aquellos que presentan anomalías tales como: salpingitis, metritis, piómetras,
fetos momificados, quistes ováricos, mastitis, “free-martin” u otros. Los rechazos
por estos motivos generalmente no son elevados en los hatos de cría; pero son
frecuentes en el ganado lechero.
Si se optara por eliminar más animales se continuará con las vacas vacías que
no criaron ternero el año anterior. Al hacer el descarte de vacas se deben incluir
aquellos que habían abortado, y también las vacas viejas que tenían ternero al
pie pero que, al igual que las abortadas no recibieron servicio.
Es necesario recalcar que la sanidad de las vacas vacías que se retienen debe
ser perfecta.
En los hatos donde el mal manejo nutricional es la causa de una falla en el
servicio, indudablemente será un error eliminar las vacas vacías y con ternero al
pie, ya que al rechazarlas no se estaría eliminando la causa del problema.
El rechazo indiscriminado, sin un análisis de las causas, puede llevar a eliminar
gran parte de las vacas que han parido tarde y no alcanzaron a retener servicio.
Pueden correr idéntico riesgo aquellos animales con habilidad materna
sobresaliente, que destetaron los terneros mas pesados y que probablemente
entraron en el anestro debido a una alimentación insuficiente. En este caso se
estará haciendo una selección en contra del progreso genético del hato.
En hatos donde existen enfermedades venéreas es obvio que antes de eliminar
vientres habrá que encarar el control de las mismas.

Vaquillonas Vacías
En rodeos bien manejados normalmente la cantidad de vaquillonas vacías no
supera el 3-4%. Este porcentaje se puede considerar normal en hatos con

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servicio de tres meses donde los animales que estaban ciclando al principio del
servicio podrían mostrar cuatro celos. Dado que la fertilidad normal en cada celo
es aproximadamente del 60% en cuatro ciclos de 21 días, quedará alrededor de
un 3% de vaquillonas vacías.
El destino de estos animales es la venta pues no conviene retenerlos para el
próximo servicio.
Porcentajes de preñez del 85% indicarían un manejo nutricional deficiente
durante la recría y servicio y porcentajes de preñez por debajo de esta cifra
harían pensar en la presencia de enfermedades venéreas.

Pérdidas Durante la Gestación


Todas las vacas que resultaran preñadas en el tacto deberían parir. En la
práctica esto no ocurre, con frecuencia se atribuyen estas diferencias a lo que se
ha dado en llamar “error de tacto”. No obstante, a que la placenta de los bovinos
es resistente, de todos modos, se producen pérdidas durante la gestación. Las
causas menos frecuentes de aborto son los movimientos, los trabajos en la
manga y las maniobras exploratorias como el tacto rectal. Debe ponerse especial
cuidado en el manejo de vacas preñadas ya que se han constatado que,
traumatismos internos como los que se pueden producir cuando se larga el
ganado muy amontonado por una tranquera producen abortos.
Los trabajos necesarios deben ser realizados con tranquilidad y deben estar
exentos de toda crueldad. Generalmente los abortos se producen por la acción
de gérmenes patógenos. Estos gérmenes pueden ser:
1.- Inespecíficos como Streptococos, Colibacilos, Corinebacterium, Seudomonas
y también hongos. Estos abortos suelen ser esporádicos.
2.- Específicos como Brucella abortus y Leptospira sp. En estos casos
frecuentemente se observan tormentas de abortos. En el caso de Brucelosis se
producen a los 6-7 meses; en cambio, en la Leptospirosis hacia el fin de la
gestación. Las enfermedades venéreas (Tricomoniasis y Vibriosis) también
pueden provocar abortos entre los 4 y 5 meses, aunque lo más frecuente es que
produzcan pérdidas embrionarias de difícil detección en el campo.
En determinadas circunstancias la Brucelosis puede producir abortos
esporádicos.
Es conveniente recorrer diariamente el hato de vacas y vaquillonas preñadas
para poder detectar la ocurrencia de abortos e identificar y retirar del potrero a
las vacas que abortaron. Esta medida posibilita el diagnóstico de la causa del
aborto mediante el envío del material al laboratorio. También permitirá la
destrucción del feto y la placenta que son verdaderas fuentes de contagio.
El registro de los casos producidos con sus causas permitirá instrumentar
medidas sanitarias para minimizar las pérdidas durante la gestación.

MANEJO DURANTE LA PARICIÓN


En los hatos de cría cuyo servicio se ha estacionado durante los meses de
marzo, abril y mayo, la parición se producirá en diciembre, enero y febrero.
Un correcto manejo del hato durante esta época se traducirá en una disminución
de las pérdidas de vacas y terneros y minimizará la diferencia entre el porcentaje
de preñez y el de parición.
La disponibilidad del forraje durante esta época (de lluvias), va ir en aumento
gradual, debida a las precipitaciones pluviales y a las temperaturas relativamente
mas elevadas. El uso acertado de los recursos forrajeros disponibles será de

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primordial importancia para lograr un buen estado de las vacas durante la
parición y primeros meses de lactancia.
De acuerdo a esto, el orden de prioridad en la utilización del forraje será el
siguiente:
1. Vacas y vaquillonas paridas.
2. Vacas y vaquillonas preñadas.
3. Vaquillonas de reposición (que se entoran en ese año)
4. Toros.
5. Vacas vacías.
6. Vaquillonas de reposición (que se entorarán el año próximo).

1.- Vacas y Vaquillonas Paridas


Se destinarán a las mejores pasturas que se tengan, tanto en calidad como en
cantidad. En este momento, una pradera reservada cubriría esta necesidad.
Debe tenerse en cuenta que el periodo de la lactancia es la época en que los
requerimientos nutricionales de la vaca son los más altos; si no recibe una
alimentación que cubra estos altos requerimientos obliga a la vaca extraer los
nutrientes necesarios para producir leche de su propio organismo situación que
debe evitarse en lo posible, ya que ellas provocan una reiniciación tardía de los
celos después del parto, dado que, para que se produzca la aparición de los
celos, la vaca deberá previamente recuperar el peso perdido. De lo contrario, se
retardará el nuevo periodo de empadre.
La iniciación temprana de los ciclos es importante por las siguientes causas:
1.- Aumenta el porcentaje de preñez dentro de un periodo de servicio limitado (3
meses). Para lograr porcentajes de preñez superiores al 95%, las vacas deberán
presentar 4 celos durante el periodo de servicio. Esto se debe a que la fertilidad
de cada celo en condiciones ideales varía entre 60-65%. Si se tuviera 100 vacas
con celos periódicos establecidos normalmente al principio del servicio, en el
primer celo sólo concebirían 60 vacas; en el segundo celo, de los 40 restantes,
se preñarán 24; en el tercero 9 y en el cuarto 4, con lo que se llegaría al 97% de
preñez. De allí la importancia de no perder ningún celo durante el periodo de
servicio.
2.- Parición temprana: es evidente que las vacas que conciben temprano serán
las que parirán primero, lo que significa que mediante buen manejo se asegura
llegar al comienzo del próximo servicio con los ciclos estrales restablecidos.
Por otra parte, los terneros nacidos temprano (cabeza de parición) también son
los más pesados al destete; por ello resulta redundante resaltar la conveniencia
de tener el mayor número posible de terneros nacidos temprano.
3.- El hecho de lograr que la mayor proporción del hato haya parido en un
periodo corto, sin duda alguna facilita el manejo de los animales y de los
recursos forrajeros; también permite una mejor planificación de todo el
establecimiento y un uso más racional de la mano de obra disponible.

2.- Vacas y Vaquillonas Preñadas


Estos animales se deberán vigilar para evitar la pérdida exagerada de peso. En
el caso de que haya animales que evidencien pérdida de estado, se les deberá
pasar a mejores pasturas, que eventualmente pueden ser las mismas en que se
encuentran las vacas paridas.
A medida que los animales de este grupo vayan pariendo se los irá pasando al
potrero de vacas paridas.
Si el hato es numeroso y existe suficiente apotreramiento, se lo podrá dividir en 2
ó 3 lotes por fecha de parición de este modo, al comenzar el servicio se podrá

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reforzar la dotación de toros en el hato cabeza, que es el que tendrá el mayor
número de vacas en celo si el manejo ha sido adecuado.

3.- Vaquillonas de Reposición (a entorar ese año)


Si las vaquillonas han ganado peso desde el destete en una forma sostenida,
probablemente en este momento ya tenga el peso necesario para entorarlas
(260-270 Kgs.). por consiguiente, durante este periodo se deberán evitar las
pérdidas de peso; en otras palabras, se tratará de que por lo menos mantenga el
peso logrado hasta que llegue el momento del servicio. Debe tenerse en cuenta
mejor sea el estado y peso al comienzo de la temporada de entore, mas
temprana será la retención del servicio con todos los beneficios antes
mencionados.

4.- Toros
La preparación de los toros para el servicio requiere la misma atención e
importancia que se le da a las vacas. Poco o ningún valor tendría tener en
excelentes condiciones a las vientres en el servicio, si se ha descuidado a los
toros. Debe recordarse que la falta de eficiencia reproductiva del hato depende
tanto de la fertilidad de las vacas como el de los toros.
Para la valoración de un toro se tendrá en cuenta principalmente dos
características:
1) Capacidad de procrear.
2) Estado sanitario.

1.- Capacidad de Procrear


Esta característica se mide a través de la aptitud que tiene el toro para producir
terneros. Su valoración requerirá:
a.- La observación del estado general del animal. Sin embargo, éste puede no
ser causa de descarte.
Es común que los toros hayan desmejorado o perdido peso por que al no estar
en servicio se los suele colocar en potreros de regular calidad. Por ese motivo
conviene, a partir de este momento, darles acceso a pasturas u otro tipo de
forraje de mejor calidad y en abundancia. En muchos casos resultará
beneficioso suministrarles grano y un suplemento proteico para que lleguen al
servicio con buen peso.
b.- Revisión de la dentición: esto permitirá conocer la edad del animal y el estado
de su dentadura. Un toro con los dientes desgastados tendrá dificultades para
alimentarse, lo que traerá aparejado la pérdida de estado y, consecuentemente,
menor eficiencia reproductiva.
c.- Aparato locomotor: el buen estado del aparato locomotor es una condición
indispensable para poder buscar a la vaca en celo y servirla. Algunas lesiones
pueden ser subsanadas, por ejemplo: pezuñas demasiado largas.
d.- Exploración o examen de los órganos genitales: Ello permitirá detectar
lesiones, malformaciones, etc.

2.- Estado Sanitario


Para la valoración del estado sanitario del toro será necesario determinar la
presencia de Ectoparásitos, enfermedades venéreas, Brucelosis y Tuberculosis.
Ectoparásitos,(piojos y ácaros de la sarna) causa serias molestias a los
animales, lo que va en detrimento de su estado general. Además, al rascarse en

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forma continua contra postes, alambrados, etc. se favorece la diseminación de
las plagas, que acabarán infestando todo el campo.

Las enfermedades venéreas, Tricomioasis y Vibriosis, están ampliamente


difundidas y se transmiten de un animal a otro durante el servicio. Estas
enfermedades producen un alto porcentaje de preñez en vaquillonas y baja
eficiencia reproductiva en vacas. Esto se traduce en intervalos demasiado largos
entre pariciones, debido a que las vientres demoran mucho tiempo en retener
servicio, lo que obliga a prolongarlo. Por lo tanto, debe hacerse el diagnóstico de
estas enfermedades y en caso de ser positivo se tratará a los toros y se seguirán
las indicaciones del veterinario en lo que hace el manejo del hato para controlar
estas enfermedades.

La brucelosis, puede producir lesiones en el tracto genital del macho, tornándolo


subfértil o infértil. Se debe revisar a todos los toros y eliminar a todos los
positivos.
La tuberculosis, también puede producir lesiones en el aparato reproductor e
inutilizar al toro para su función. Se debe practicar la reacción de tuberculina a
los toros y vender a los positivos.
Cuando se repongan los toros eliminados, es conveniente tomar algunas
precauciones. Se deberá hacer una revisión del aparato genital y constatar que
estén libres de brucelosis, tuberculosis y venéreas. Recién cuando se conozcan
los resultados de los análisis es aconsejable juntarlos con el resto de los toros.
Es decir, en un toro debe buscarse:
1. Que sea capaz de producir muchos terneros (fertilidad).
2. Que no sea ni portador ni transmisor de enfermedades que afecten la
fertilidad del rodeo.

5.- Vacas Vacías


Si por algún motivo se han conservado vacas vacías en el hato para darles una
segunda oportunidad, se las puede mantener durante este periodo en el potrero
de regular calidad, de tal modo que mantengan su peso. Los requerimientos
nutricionales de estos animales son de mantenimiento, debido a que no están
gestando ni tienen ternero al pie. Por esta causa, probablemente serán los que
primero retengan servicio en la próxima temporada.
Es importante tener la seguridad de que estos animales no hayan quedado
vacías por alteraciones patológicas en el aparato reproductor.

6.- Vaquillonas de Reposición (Que se entorarán el año próximo)


Si se ha destetado con peso adecuado y se han destinado buenas pasturas a
estos animales, en el mes de empadre pesarán 200-210 Kg. Por lo tanto, como
recién serán entorados al año siguiente, en este momento de escasez de forraje
sólo se procurará que mantengan peso, ay que el que han dejado de ganar en
este lapso será recuperado durante la próxima primavera.

Manejo del Hato en el que no se hace Tacto


Es bastante frecuente encontrar hatos en los cuales no se realiza el diagnóstico
de preñez por tacto rectal. En estos casos, el hato no está dividido en
categorías, por lo que el manejo se realiza en estas condiciones es ineficiente.
En estos casos, se debe racionalizar el uso del forraje, para lo cual hay que
determinar cuáles son los animales que tienen prioridad nutricional. Por lo tanto,
lo primero que se debería hacer es apartar todas las vacas paridas y las que
muestran una preñez avanzada y colocarlas en las mejores pasturas.

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En segundo lugar, se hará tacto rectal al resto de las vacas y se separarán las
vacías de las preñadas.
En cuanto al destino que se les dará a las vacas vacías, convendría decidir en
base a la causa que determinó su condición de vacías. Si las razones fueron de
orden sanitario, se las eliminará y si fueron por motivos nutricionales puede
dárseles otra oportunidad o venderlas.
En el caso de que no sea posible hacerles tacto, se aconseja mantenerlas juntas
e ir apartándolas a medida que vayan pariendo.

Cuidados Durante la Parición


En los hatos donde se ha controlado la Brucelosis y no hay Leptospirosis, una
buena parte de la pérdida de terneros entre diagnóstico y gestación y destete es
debida a muerte que ocurren en durante el parto y en las horas siguientes al
mismo.
Muchas de estas muertes pueden ser evitadas mediante un control más estrecho
de las vacas en parición. La mayor parte de las vacas y vaquillonas que tienen
dificultad para parir (distocia) pueden superar con éxito mediante una pequeña
ayuda y criar normalmente a su ternero.

Ayuda durante el Parto


Cuando se observe una vaca con dificultades para parir no se debe esperar
demasiado para prestarle ayuda. En general no se debe esperar más de cuatro
horas, dado que, cuanto más tiempo pasa, más se debilita la vaca. Por ejemplo,
al recorrer el hato se observa alguna vaca con dificultades parar parir y las
mismas subsisten cuando se regresa de la recorrida, se deberá intervenir sin
perder más tiempo. Generalmente el hombre de campo sabe diferenciar sin
dificultad un parto normal de una distocia.
Lo ideal en caso de distocia es poder llevar el animal a la manga. Muchas veces
esto no es posible porque el animal ya no camina o porque se está muy lejos de
la manga. En este último caso el recorredor deberá comunicar sin demora esta
situación para su debida atención.

Equipo necesario para atender un parto distócico


1.- Desinfectante.
2.- Dos baldes de plástico.
3.- Bidones con agua.
4.- Guantes de goma largos.
5.- Sogas de polietileno, nylon.
6.- Pesarios a base de antibióticos.
7.- Sepillo duro.

La principal precaución a tomar en estas intervenciones a campo, es no


introducir las manos dentro del tracto genital de la vaca a menos que sea
absolutamente necesario.
Una vez frente al caso, el operador deberá observar al animal para ver si todavía
se encuentra con fuerzas suficientes y si puja. Si las extremidades del ternero
asoman por la vulva, tratará de determinar si se trata de las manos o las patas.
En caso que esto no fuera posible visualmente, hará un breve examen
introduciendo la mano enguantada, previamente desinfectada, en la vagina para
ubicar la posición de la cabeza o de los garrones cuando se trate de un parto
con presentación posterior. Antes de efectuar cualquier manipulación, se deberá
limpiar con el cepillo y el desinfectante diluido en agua la región vulvar. Además,
un ayudante debe mantener apartada la cola.

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Una vez constatada la ubicación del ternero y si la cabeza está también
encajada, se puede proceder a hacer tracción. Frecuentemente las distocias se
producen porque el diámetro transversal del ternero a nivel de las paletas o a
nivel de la cadera es mayor que el diámetro del canal del parto. Por lo tanto, lo
que se debe hacer es traccionar alternando los miembros de modo de desplazar
el eje transversal del ternero y de este modo hacerlo más angosto.
Generalmente, una vez que zafa una paleta o un cuarto, el ternero
prácticamente sale solo.
Para realizar la tracción, el operador colocará un lazo en una cuartilla utilizando
las sogas antes mencionadas. Ellas deberán estar lavadas y se habrán
sumergido en desinfectante durante cinco minutos. De la soga tirarán no más de
dos ayudantes y el operador tirará directamente del miembro del ternero. La
tracción debe ser hecha sincronizadamente aprovechando los momentos en que
la vaca puja y se deberá dirigir la fuerza en el sentido del canal del parto, es
decir, no en una dirección horizontal sino en dirección oblicua hacia los
corvejones de la vaca. Al mismo tiempo que se tira de un miembro, conviene
empujar el otro miembro hacia adentro para aumentar así el desplazamiento del
eje transversal. Previamente se habrá tomado la precaución de atar una cuerda
en este miembro para no tener que buscarlo luego dentro de la vaca.
Al hacer la tracción, tener en cuenta la fragilidad de los tejidos del ternero, si se
tira brutalmente se podrán producir lesiones que dificultarán la supervivencia del
mismo. De todo esto se desprende que está completamente contraindicado el
uso de aparatos de fuerza, caballos o automotores para realizar este trabajo. Las
tracciones exageradas, si bien alguna vez pueden llegar a dar resultados, en la
mayoría de los casos producen graves lesiones en la vaca que generalmente la
inhabilitarán para seguir procreando.
También está contraindicado el uso de medicamentos para aumentar la
intensidad de los pujos; si la distocia es por mala presentación, al usar estos
medicamentos no se tendrá oportunidad de actuar sobre el ternero para ponerlo
en la posición correcta, ya que la fuerza de la prensa abdominal es muy superior
a la fuerza del brazo de cualquier hombre.
Si se ha tenido éxito y se ha logrado sacar el ternero, que generalmente se
encuentra semi-asfixiado, es importante ponerlo cabeza abajo suspendiéndolo
de los miembros superiores y masajeándole el tórax para estimular los
movimientos respiratorios. También es importante quitar las flemas que pueden
haber en los ollares. Una vez que el ternero ha respirado, inmediatamente se lo
deberá dejar junto a la madre para que lo reconozca y lo lama. Esto es
particularmente importante cuando se trata de vaquillonas. Se habrá logrado
completo éxito cuando se vea al ternero parado y mamando.
Si se ha tenido que hacer manipulaciones dentro de la vagina de la vaca, será
conveniente colocarle un pesario de antibiótico; asimismo se deberá vigilar al
animal para constatar la eliminación de la placenta.
Indudablemente, sólo se podrá atender casos sencillos de distocia que
generalmente son los más frecuentes. Todos aquellos casos que se presenten
más complicados deberán ser atendidos con un médico veterinario, que posee
los conocimientos y los elementos necesarios para la intervención.
Es necesario enfatizar que la persona encargada de la atención de animales con
distocias debe estar instruida sobre los riesgos que implican estas
manipulaciones para el hombre y para el animal. Si no se tienen en cuenta las
precauciones de higiene antes mencionadas, se corre el riesgo de contraer
enfermedades como Brucelosis y Leptospirosis.

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Por otra parte, el incumplimiento de las reglas de higiene facilita la aparición de
infecciones bacterianas en el tracto reproductivo de la vaca que pueden ser muy
graves, hasta el punto de inhabilitarla para la reproducción.

Cuidado de los Terneros


Durante los primeros días de vida de los terneros se deberá tener cuidado con
las infecciones umbilicales que, si bien son poco frecuentes, generalmente
matan o inutilizan al ternero si no es tratado a tiempo. La complicación más
grave de esta afección es la poliartritis.
La enfermedad que más pérdida de terneros produce es la diarrea blanca. Los
síntomas de esta enfermedad son diarrea blanca tiza, pastosa o acuosa,
deshidratación, hipertermia y, cuando hay complicaciones pulmonares, síntomas
respiratorios. También se puede producir septicemia (invasión de bacterias en el
torrente sanguíneo) y finalmente, localizaciones en las articulaciones (poliartritis).
Si no se tratan, muchos terneros pueden morir y otros pueden curar
espontáneamente.
Para el control de esta enfermedad es de suma importancia apartar del hato a
los terneros enfermemos con sus madres, para evitar el contagio. Procediendo
de este modo también se facilita el tratamiento, dado que cada ternero debe ser
dosificado con tetraciclina y antidiarreicos durante por lo menos cuatro días.
Para este fin es conveniente contar con un potrero pequeño donde se los lleva
los animales enfermos con sus madres. Asimismo, es conveniente identificar a
los terneros en tratamiento para poder controlar que cada uno haya recibido la
medicación indicada durante cuatro días consecutivos.
En los casos graves es fundamental complementar el tratamiento mediante el
control de la deshidratación del ternero. Ello se logra inyectando, vía subcutánea
o intraperitoneal, solución fisiológica o suero glucosado.
También se puede conseguir la hidratación de los animales afectados mediante
la administración, por boca, de un litro de agua mezclada con una cucharada de
azúcar o sal una o dos veces al día. Sin embargo, indudablemente la vía
inyectable es la más efectiva.

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