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PARTE TERCERA

Inteligencia

Introducción a la parte tercera.


9. ¿Qué es la inteligencia?
Introducción.
1. Perspectiva de los legos.
2. Perspectiva de los psicólogos.
3. ¿Qué es la inteligencia?
Sumario.
10. Inteligencia y rasgos.
Introducción.
1. ¿Cuál es la pregunta?
2. Perspectiva de los modelos factoriales de la inteligencia.
3. Modelos jerárquicos.
3.1. Modelos jerárquicos de un solo factor general (g).
3.2. Modelos jerárquicos con más de un factor general.
3.3. Conclusión sobre los modelos jerárquicos.
4. Modelos no jerárquicos.
5. Conclusiones sobre los modelos factoriales de la inteligencia.
6. Aplicaciones.
6.1. Recursos humanos.
6.2. Rendimiento escolar.
6.3. Mejora de la inteligencia.
Sumario.
11. Inteligencia y procesos.
Introducción.
1. ¿Cuál es la pregunta?
2. Funciones básicas, estrategias y recursos.
220 / Manual de psicología diferencial

2.1. Funciones cognitivas básicas.


2.2. Estrategias cognitivas.
2.3. Recursos cognitivos.
3. El problema de la complejidad cognitiva.
4. El solapamiento de los procesos (Process Overlap Theory, POT).
5. Aplicaciones.
5.1. Medida del nivel intelectual desde una perspectiva basada en los
procesos cognitivos.
5.2. Videojuegos.
5.3. Entrenamiento de la me­moria operativa y mejora de la inteligencia.
Sumario.
12. Inteligencia y biología.
Introducción.
1. Inteligencia y cerebro: ¿cuál es la pregunta?
1.1. El modelo de la integración frontal-parietal de la inteligencia (P-FIT).
1.2. Modelos factoriales, modelos cognitivos y cerebro.
1.3. Conectoma y el factor general de inteligencia (g).
1.4. Correlación de las capacidades intelectuales y niveles de activación
cerebral.
1.5. Jerarquía de la inteligencia, lesiones cerebrales y el modelo P-FIT.
1.6. No hay dos cerebros iguales.
2. Inteligencia, genes y experiencia: ¿cuál es la pregunta?
2.1. La inteligencia es heredable.
2.2. La influencia familiar es menor que la de los genes.
2.3. Inteligencia y experiencia.
2.4. Variantes genéticas.
3. Aplicaciones.
3.1. Neurometría.
3.2. Nutrición y smart pills.
3.3. Ganancias generacionales de inteligencia: ¿educación, nutrición o
genética?
3.4. La recuperación intelectual después de un daño en el cerebro.
3.5. Neuroergonomía y capacidades.
3.6. Edición del genoma humano.
Sumario.

Resumen de la parte tercera.

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Introducción a la parte tercera

— ¿Por qué atrae la inteligencia el interés de los fácil admitir la validez de los juicios intuitivos —emi-
legos? tidos por un supuesto y carismático experto— sobre
— ¿Por qué son legión las referencias a la inte- el grado de torpeza o brillantez de un individuo, que
ligencia en el lenguaje cotidiano? calibrar formalmente los números obtenidos después
— ¿Por qué es relevante el estudio de la inteli- de administrar fríamente un instrumento de medi-
gencia? ción psicológica. La tentación aumenta cuando la
— ¿Por qué les ha interesado a los psicólogos intuición concuerda con las propias opiniones sub-
ese factor psicológico? jetivas, mientras que la valoración numérica se aleja
de ellas.
La inteligencia que se estudia en la psicología Han sido relativamente frecuentes las ocasiones
científica puede resultar, a primera vista, alejada de en las que determinados sectores de la psicología
la realidad cotidiana. Los investigadores diseñan, han echado piedras sobre su propio tejado. En lugar
por ejemplo, pruebas estandarizadas —los test— de considerar imparcialmente los datos que avalan
que parecen distanciarse de las situaciones de la vida determinadas conclusiones sobre la inteligencia, han
diaria que reclaman el uso del intelecto, así como convertido en protagonistas a los mensajes que se
experimentos de laboratorio en los que se controla supone que los miembros de la sociedad desean es-
minuciosamente el tiempo que se invierte en respon- cuchar.
der y el nivel de exactitud alcanzado. Los datos que Pero es absurdo valorar el conocimiento cientí-
se obtienen de esas pruebas y experimentos se some- fico según su presunta deseabilidad social. Aceptar
ten, a menudo, a enrevesados análisis estadísticos o rechazar los resultados de la investigación según
que conducen a conclusiones cuya aplicabilidad es parezcan deseables o condenables carece de sentido
difícilmente apreciable. y puede ser, además, contraproducente. Un determi-
Puede suceder, además, que los resultados de la nado resultado derivado de la ciencia puede ser o
investigación psicológica sobre la inteligencia contra- no ser aplicado en la práctica, pero rechazarlo por
digan las suposiciones de quienes se ven sujetos a la sus supuestas implicaciones sociales supone un veto
influencia de las diferencias de capacidad que sepa- fuera de lugar en las sociedades democráticas.
ran a unos individuos de otros. Cuando se produce Esta parte tercera expone una serie de conoci-
esa coyuntura, esa tensión entre los datos de la cien- mientos sobre el que se considera justamente como
cia y las suposiciones legas, se pueden generar co- el principal atributo de la humanidad, es decir, la
rrientes de opinión social que condenen al ostracismo inteligencia. Escribía Douglas K. Detterman en su
a los científicos de la conducta (Eysenck, 1979). artículo editorial de despedida para la revista de la
La inteligencia es un preciado bien personal y que fue responsable durante cuatro décadas (Inte-
social. Quizá no haya peor afrenta que calificar a lligence): «Siempre tuve el convencimiento de que
alguien de «torpe» ni mejor halago que considerarle comprender la inteligencia era más importante que
«brillante». Para las personas legas puede ser más entender el origen del universo, el calentamiento

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Figura III.1.—Algunos ejemplos de cómo se usa el concepto inteligencia para darle «valor» a los productos que consume el
sapiens. Hay coches inteligentes —el Toyota IQ (Intelligence Quotient) o el Mercedes Smart son ejemplos destacados— teléfo-
nos inteligentes —smartphones— y, por supuesto, electrodomésticos inteligentes. Es una comparación, no obstante, que supo-
ne un arma con un cortante doble filo. Un producto comercial inteligente se considera mejor o más valioso que los demás, pero
un humano más inteligente que la media de su especie no es mejor persona que los demás. Moralmente ser más o menos inte-
ligente es algo neutral. Ahora bien, si la sociedad valora la inteligencia en determinadas circunstancias y la investigación psi-
cológica demuestra cuáles son esas circunstancias, en qué sentido y hasta qué punto, ¿es legítimo asesinar al mensajero? La
ciencia se limita a cuantificar los hechos relacionados con las diferencias de inteligencia que separan a los individuos, aunque
a menudo algunos sostengan que la ciencia crea algo que no existe. Las diferencias de estatura que separan a los individuos
son algo real, aunque no se disponga de ningún dispositivo de medida. Con la inteligencia sucede algo similar.

global o curar el cáncer. La inteligencia humana es alto rendimiento en los demás (y al revés).
nuestra principal función adaptativa, y solo si logra- Aunque, sin duda, se encontrarán excepcio-
mos optimizarla seremos capaces de salvarnos a no- nes a nivel individual, la señalada es la ten-
sotros y a los demás seres vivos de la destrucción dencia más probable en la población.
total. Así de sencillo» (Detterman, 2016). 2. La inteligencia valorada por los test estan-
Por otro lado, en su obra magna Human Inte- darizados predice el nivel ocupacional y los
lligence (2011), Earl B. Hunt subrayó cinco pun- ingresos de una persona en mayor grado
tos fundamentales sobre la inteligencia humana que cualquier otro rasgo humano que se
que, según él, cualquier psicólogo debería tener haya estudiado hasta ahora. La inteligencia
presente: facilita la educación, pero es importante
más allá de la escuela.
1. Quienes sostienen que se puede describir a 3. Los ciudadanos varían por el grado en el
los individuos mediante rasgos cognitivos que heredan los mecanismos cerebrales que
relativamente independientes, se equivocan permiten conducirse en la sociedad. Tales
gravemente. El hecho es que esos rasgos mecanismos producen las capacidades
cognitivos correlacionan sustancialmente: mentales exigidas para resolver los proble-
quienes presentan un alto rendimiento en mas que se incluyen en los test cognitivos,
alguno de esos rasgos tiende a mostrar un es decir, los test de inteligencia. Pero esas

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mismas capacidades se requieren también Y eso sucede porque la inteligencia es «una ca-
para resolver multitud de problemas coti- pacidad mental muy general para razonar, planifi-
dianos. car, resolver problemas, pensar de modo abstracto,
4. Las puntuaciones en los test valoran ade- comprender ideas complejas y aprender eficiente-
cuadamente la inteligencia de los indivi- mente. Es una capacidad amplia y profunda para
duos. Quienes declaran que la inteligencia, comprender el ambiente, es decir, darse cuenta, en-
como se mide en psicología, no es impor- contrar sentido y saber qué hacer» (Gottfredson,
tante, ignoran los hechos acumulados du- 1997).
rante más de cien años de investigación. Una vez respondida la pregunta de «¿qué es la
5. Los niños competentes en los test cogniti- inteligencia?» en el capítulo 9, los restantes capítulos
vos tienen mayor probabilidad de disfrutar se organizan según el marco de referencia expuesto
de un acomodado futuro, mientras que los en la parte segunda.
menos competentes tienen mayor probabi- El capítulo 10 describe los modelos de la inteli-
lidad de encontrarse con dificultades. Su gencia basados en el concepto de rasgo psicológico.
propia capacidad intelectual cuenta mucho Esos modelos son taxonomías o mapas cartográfi-
en sus vidas. Una vez más, se debe recono- cos sobre el concepto científico «inteligencia». Se-
cer que se encontrarán excepciones a nivel rían equivalentes a la tabla periódica o a la clasifi-
individual, pero ese es el panorama más cación de las especies animales. Por tanto, esos
probable. modelos basados en rasgos psicológicos responden
la pregunta de cuál es la estructura de la inteligencia
Resume Hunt: «la inteligencia es una variable humana.
distal que influye en la educación y, a través de ella, El capítulo 11 responde la segunda pregunta, es
en el logro de una ocupación de prestigio». decir, cuáles son los procesos cognitivos que podrían
contribuir a explicar las diferencias intelectuales en
los elementos (rasgos) que se incluyen en los mode-
los sobre la estructura de la inteligencia. En lugar
Inteligencia Educación Ocupación
de centrarse en la estructura, los modelos cognitivos
se ocupan de la dinámica, es decir, de cómo se su-
pone que operan los elementos básicos de la inteli-
Figura III.2.—La inteligencia sería el factor distal que influi-
ría en el nivel educativo alcanzado por los individuos. A su
gencia de los humanos.
vez, una mayor educación facilitaría, pero no garantizaría, el Recuperando una analogía usada anteriormen-
acceso a ocupaciones de mayor prestigio y remuneración. te, al abrir el capó de un coche se observa una serie
de piezas dispuestas de un determinado modo. Cuá-

Figura III.3.—Las taxonomías organizan un determinado campo de conocimiento. La tabla periódica de los elementos quími-
cos o la clasificación de las especies animales son ejemplos. Al estudiar la inteligencia se llega a taxonomías de ese tipo que
ordenan los elementos fundamentales del concepto y su organización en una estructura.

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les sean esas piezas y su organización define la es- nitivos (la dinámica de la inteligencia) con la
tructura. Pero observar esa estructura no es inme- estructura y el funcionamiento biológico. Asimis-
diatamente útil para comprender su dinámica, es mo, se ofrecerán respuestas sobre la contribución
decir, para averiguar cómo funciona el motor. Es de los factores genéticos y no genéticos a las dife-
necesario ponerlo a prueba para estudiar su com- rencias de inteligencia que separan a unos indivi-
portamiento. A través de una observación sistemá- duos de otros.
tica se puede comprobar cuál es el funcionamiento Al final de cada capítulo se incluye un apartado
de la estructura de piezas mecánicas y electrónicas dedicado a exponer algunas aplicaciones de los mo-
que constituye el motor. delos de rasgos, cognitivos y biológicos, descritos en
La siguiente pregunta, que se responderá en el cada caso. Se pretende romper a través de esa estra-
capítulo 12, corresponde a los modelos biológicos tegia la difusa división de investigación y aplicación,
de la inteligencia. Se relacionarán los conocimien- algo especialmente apropiado en la psicología dife-
tos disponibles sobre los rasgos intelectuales (la es- rencial, cuya vocación práctica es una indudable
tructura de la inteligencia) y sobre los procesos cog- seña de identidad.

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¿Qué es la inteligencia? 9
INTRODUCCIÓN Precisamente por su penetración en la vida coti-
diana de los humanos, la Psicología lleva más de un
La inteligencia contribuye a muchas de las con- siglo explorando la naturaleza de la inteligencia (Co-
ductas cotidianas de los humanos, bastantes más de lom y Andrés-Pueyo, 1999). Esa indagación puede
las que se puede suponer a primera vista. Sin em- seguir distintas rutas, pero generalmente comienza
bargo, mientras que se asume con facilidad que el observando qué hace la gente en su vida cotidiana
estado de ánimo influye en nuestras vidas, la impor- para expresar su inteligencia. Las situaciones más in-
tancia crucial de la inteligencia pasa generalmente teresantes pueden transformarse para facilitar el estu-
desapercibida. ¿Por qué? dio sistemático de la conducta inteligente. Esa «trans-
Probablemente porque las variaciones en el es- formación» es el origen de los test de inteligencia.
tado de ánimo son considerables, mientras que la Los problemas de los test de inteligencia ponen a
inteligencia es estable. Un día podemos sentirnos prueba la inteligencia que las personas usan en su
«con poca energía» y al día siguiente «exultantes», vida cotidiana. Es importante destacar que el hecho
mientras que no suele ocurrir que un día tengamos de que no exista un parecido superficial entre las si-
la sensación de disfrutar de una capacidad intelec- tuaciones cotidianas y los problemas de los test care-
tual de 120 y al día siguiente de 90. Los humanos ce de interés. La inteligencia personal medida a través
nos habituamos a nuestra propia inteligencia, auto- de un test de inteligencia se relaciona con un gran
matizamos las actividades que requieren usar ese número de fenómenos sociales, lo que significa que la
factor psicológico, y, por tanto, su importancia en inteligencia que se usa tanto en los test como en las
nuestras vidas suele pasarnos inadvertida. Pero la situaciones cotidianas es «la misma inteligencia».
realidad demuestra otra cosa. El número de flexiones que puede alcanzar un
Los científicos han observado que la inteligencia militar durante el período de instrucción predice
personal se relaciona con decenas de fenómenos so- cuál será su fuerza muscular al realizar actividades
ciales. Algunos ejemplos son el rendimiento acadé- cruciales durante el combate real. Es evidente que
mico, el desempeño laboral, la salud, la respuesta a no se detendrá a hacer flexiones en medio de la ba-
la psicoterapia, la longevidad, la sensibilidad emo- talla, pero la fuerza valorada durante la instrucción
cional, la vulnerabilidad a los accidentes, el lideraz- será un indicador fiable de cuál será su rendimiento
go o el nivel socioeconómico alcanzado en la vida al mover objetos pesados en la realidad de la batalla.
adulta. Algo similar sucede con los test psicológicos.
No existe ningún otro factor psicológico que se Una persona no tendrá que resolver un rompecabe-
relacione con un número tan elevado de fenómenos zas en su oficina, pero la habilidad que muestre en
de relevancia social. Los científicos concluyen, por un test en el que se incluyen rompecabezas más y
tanto, que la inteligencia es un atributo humano menos complejos será un predictor de su habilidad
esencial y, posiblemente, es el rasgo psicológico más para resolver problemas cotidianos, que también va-
importante (Colom, 2002). rían por su complejidad.

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El presente capítulo responde a la pregunta de b) Resolver un test de capacidad intelectual o


qué es la inteligencia. Se parte de las concepciones CI.
legas sobre la inteligencia —tanto en Occidente
como en otro lugares del planeta— y se contrastan Se describirán enseguida los resultados observa-
con las concepciones científicas. Posteriormente se dos en ese estudio, pero antes haremos un ejercicio.
describe una serie de cuestiones básicas sobre ese Se debe pensar en tres personas a las que se conoz-
factor humano. ca bien. Se deben seleccionar esas personas según se
las considere «inteligente sin más», «inteligente aca-
démicamente» e «inteligente en su vida cotidiana».
1. PERSPECTIVA DE LOS LEGOS Por ahora no se dará ninguna pista sobre qué signi-
fican esas denominaciones.
La gente lega ofrece respuestas a la pregunta de La tabla 9.1 enumera una serie de cualidades a
qué es la inteligencia. Es posible que carezca de con- considerar para la persona que se valore como inte-
fianza en sus respuestas, pero suele mostrarse inte- ligente sin más, para la inteligente académicamente
resada por saber si está equivocada o no. De hecho, y para la inteligente en su vida cotidiana. Es impor-
los libros de divulgación sobre la inteligencia huma- tante «visualizar» a la persona que en concreto re-
na suelen cosechar un enorme éxito en nuestra so- presenta cada categoría. Es inválido suponer cómo
ciedad occidental (Andrés-Pueyo y Colom, 1998). se piensa que son esos tres tipos de personas en abs-
Si se preguntase por la idea de inteligencia que tracto. Si se considera que la cualidad en cuestión
poseen los ciudadanos legos en la materia, ¿qué se no representa a la persona, se debe responder hacia
encontraría? el 1 de la escala, pero si se considera que la cualidad
Posiblemente que la inteligencia es una cualidad es muy representativa de la persona, se debe tender
que las personas usan para resolver problemas con a responder hacia el 9.
distinta eficacia, del mismo modo que la memoria ¿A qué cualidades se les suele dar más impor-
es la cualidad que se usa para recordar con distinta tancia?
eficacia. «Habla con claridad», «habla con fluidez», «ra-
Los psicólogos han formulado esa pregunta a zona con lógica», «identifica las relaciones entre
personas legas. El profesor Robert Sternberg diseñó ideas», «ve todas las variantes de un problema», «es
un estudio para averiguar qué considera la gente que buen conversador», «tiene conocimientos sobre un
es la inteligencia en general, así como qué es la in- campo de conocimiento», «mantiene su mente
teligencia académica y la inteligencia cotidiana en abierta» y «le interesan las cosas del mundo en ge-
particular (Sternberg et al., 1981). neral» resultaron ser las cualidades con mayor peso
En la primera fase de ese estudio se pidió a un de las valoradas por personas no expertas (o legas).
grupo de personas que enumerasen las cualidades Los legos poseen una idea sobre qué es la inte-
que, en su opinión, caracterizan a la inteligencia, a ligencia sin más, la inteligencia académica y la inte-
la inteligencia académica y a la inteligencia cotidia- ligencia cotidiana. Esa idea coincide en esencia con
na. A partir del listado obtenido en esa primera fase la de los científicos y, lo que es más importante, se
se elaboró una lista renovada con los atributos más solapa también con los elementos más relevantes
citados y se pidió a un nuevo grupo de personas considerados por la investigación científica.
—así como a un grupo de psicólogos expertos en el Una distinción básica hecha por los psicólogos
campo de la inteligencia— que valorasen cada una que estudian la inteligencia separa la capacidad para
de esas cualidades según que representasen a la in- razonar sobre contenidos abstractos y la capacidad
teligencia sin más, a la inteligencia académica y a la para resolver problemas familiares. A la primera ca-
inteligencia cotidiana. pacidad se la denomina «inteligencia fluida» (G f o
La gente, pero no los psicólogos, hicieron, ade- g f ), mientras que la segunda se la conoce como «in-
más, otras dos actividades: teligencia cristalizada» (Gc o gc).
Razonar con lógica e identificar las relaciones
a) Valorarse a sí mismos en las cualidades del entre ideas serían cualidades vinculadas a g f , mien-
listado. tras que hablar con claridad y hablar con fluidez

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¿Qué es la inteligencia? / 227

TABLA 9.1
Cualidades para valorar a una persona inteligente sin más, académicamente inteligente e inteligente
en la vida cotidiana

Persona inteligente Persona inteligente Persona inteligente


Resolución de problemas prácticos
sin más académicamente en la vida cotidiana

1. Razona con lógica. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

2. Identifica relaciones entre ideas. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

3. Ve todas las variantes de un problema. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

4. Mantiene su mente abierta. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

5. Responde con sentido común a las ideas de los demás. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

6. Calibra bien las situaciones. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

7. Va al corazón de los problemas. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

8. Interpreta con precisión la información. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

9. Toma decisiones acertadas. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

10. Busca las fuentes de información que considera impor- 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9
tantes.

11. Define adecuadamente los problemas. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

12. Es una fuente inagotable de ideas. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

13. Se da cuenta de los supuestos y de las conclusiones. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

14. Atiende a las diferentes posibilidades de un argumento. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

15. Aborda los problemas con recursos. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

Capacidad verbal

16. Habla con claridad. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

17. Habla con fluidez. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

18. Es buen conversador. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

19. Tiene conocimientos sobre un determinado campo de 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9


conocimiento.

20. Es estudioso. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

21. Comprende con facilidad lo que lee. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

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228 / Manual de psicología diferencial

TABLA 9.1 (continuación)

Persona inteligente Persona inteligente Persona inteligente


Capacidad verbal
sin más académicamente en la vida cotidiana

22. Lee mucho. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

23. Se comunica con facilidad con los demás. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

24. Escribe con facilidad. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

25. Se reserva tiempo para leer. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

26. Tiene un gran vocabulario. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

Competencia social

27. Acepta a los demás tal y como son. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

28. Admite haberse equivocado. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

29. Le interesan las cosas del mundo en general. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

30. Es puntual. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

31. Tiene conciencia social. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

32. Piensa antes de hablar y actuar. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

33. Es curioso. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

34. Evita juzgar impulsivamente. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

35. Sus juicios son equilibrados. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

36. Valora adecuadamente la relevancia de un determinado 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9


problema.

37. Es sensible a las necesidades y deseos de los demás. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

38. Es franco y honesto consigo mismo y con los demás. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

39. Le interesa su mundo inmediato. 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9 1-2-3-4-5-6-7-8-9

serían cualidades asociadas a gc. No son, no obs- que una persona que razona con lógica sea también
tante, inteligencias independientes, sino que se en- una persona que habla con claridad. Es evidente que
cuentran relacionadas. Una persona que razona con una determinada persona puede razonar con lógica,
lógica será probablemente también una persona que pero ser opaca al hablar, aunque esa situación es
hable con claridad. Es más probable que improbable improbable.

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¿Qué es la inteligencia? / 229

CUADRO 9.1
La enseñanza de la «inteligencia» en la universidad

En 2014 se publicó un número monográfico en Intelligence (vol. 42, enero-febrero) para subrayar la imperiosa
necesidad de que haya cursos dedicados a la enseñanza de la «inteligencia» en las universidades. Esos cursos deberían
estar dirigidos a grados y postgrados.
Nathan Brody, Ian Deary, Douglas Detterman, Richard Haier, Earl Hunt, Nicholas Mackintosh o Robert Stern­
berg estuvieron al cargo de los artículos incluidos en el monográfico.
El artículo de Detterman llevaba el siguiente título: ¡Deberías estar enseñando inteligencia! Para quien fue editor
de esa revista durante cuarenta años resulta incomprensible que se permita practicar psicología a graduados (o
postgraduados) que apenas saben nada sobre la inteligencia: «para mí esa práctica equivale a entrenar a cirujanos
como técnicos sin conocimientos sobre anatomía o fisiología».
Coincide con Hunt al destacar que los estudiantes universitarios apenas se dan cuenta de la importancia de la
inteligencia para comprender la conducta humana porque ellos mismos son: a) bastante inteligentes y b) más seme-
jantes entre sí en esa variable psicológica de lo que se observa en la población general —son los jugadores de una
NBA mental—. Al tomar conciencia de ese hecho, de que son una elite cognitiva, los estudiantes experimentan una
epifanía.
Deary comenta en su artículo que él explica inteligencia en primer curso, en una asignatura general de introduc-
ción a la psicología (aunque también imparte clases en cursos avanzados). Sus lecciones son las primeras que reciben
los estudiantes al comenzar su proceso de formación universitaria.
Hunt denuncia que ninguna de las universidades más selectivas de Estados Unidos (Harvard, Yale, Berkeley,
UCLA y Michigan) incluye en sus programas un curso sobre inteligencia: «la inteligencia se ha convertido en una
especie en peligro de extinción».
El grupo de científicos que participa en el monográfico detalla qué y cómo enseñar inteligencia. Coinciden en que
se debe acentuar que la capacidad intelectual es absolutamente clave para comprender el éxito o el fracaso de los
individuos en la sociedad actual. Ese hecho no se aplica a los demás rasgos psicológicos y de ahí su extraordinaria
relevancia.
Se sugiere usar Internet durante el proceso de aprendizaje, generando grupos de discusión que profundicen acti-
vamente en los temas tratados en las clases regulares. Las lecciones típicas deberían ir desapareciendo: «el profesor
debe ayudar a que el estudiante posea una experiencia directa y acumule anécdotas memorables sobre la inteligencia».
Los detalles (y la estadística) vendrán (porque ahí se tiene que llegar en algún momento) más adelante.
Uno de los ejemplos que desarrolla Hunt consiste en pedirles a los estudiantes que hagan una visita a un restau-
rante de comida rápida (por ejemplo, McDonalds) y que exploren las exigencias cognitivas de realizar las actividades
necesarias para que un determinado menú llegue a la mesa del cliente. Posteriormente se debería comparar esas
actividades con la logística necesaria (a cargo de quien diseña todo el proceso) para que el trabajador pueda actuar
eficientemente en el restaurante.
Uno de esos ejemplos memorables que usa Hunt es Star Wars. Un modo fácil de que el estudiante comprenda el
concepto de heredabilidad es recordarle que ese estadístico presenta un valor nulo en los soldados del Imperio, pues,
como se sabe, son clones.
Los científicos que escriben para ese monográfico se muestran preocupados porque no haya cursos de inteligencia
en todas las universidades, no solamente en las que existe la carrera de psicología. Según Hunt, hay tres razones que
explican cómo se ha llegado a esa lamentable situación:

a) La ya mencionada segregación cognitiva de la sociedad (los universitarios son demasiado parecidos en su
inteligencia como para apreciar que ese rasgo humano es crucial).
b) La escasa popularidad del elitismo en la sociedad norteamericana.
c) La actitud beligerante entre los académicos con respecto a la discusión de temas socialmente sensibles, como
las diferencias étnicas en rasgos como la capacidad intelectual.

España no es una excepción a ese desolador panorama. Los planes de estudio están repletos de contenidos, pero
la inteligencia posee una presencia mínima. Se podría preguntar si es razonable que los futuros psicólogos ignoren
completamente cuestiones esenciales relacionadas con el principal atributo de la humanidad.

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230 / Manual de psicología diferencial

La elección de pareja

Una pregunta que se han formulado los psicólo-


gos es: ¿en qué se parecen psicológicamente los
miembros de una pareja? Se puede pensar, por ejem-
plo, que su personalidad debe ser compatible. Una
persona emocionalmente estable no se adaptará a
convivir con una pareja inestable que presente cons-
tantes cambios de humor. Una persona introvertida
tendrá frecuentes altercados al convivir con un extra-
vertido que solo piensa en tener la casa llena de gen-
Figura 9.1.—La inteligencia no es una característica exclusiva te o en fiestas bulliciosas que se prolonguen hasta
de los humanos. En la ciencia ficción suele ser un tema recu- altas horas de la madrugada. Una persona desape-
rrente el de si existe o no «vida inteligente» en otras galaxias. gada emocionalmente tendrá posiblemente proble-
La pregunta de interés no es si hay vida, sino si esa vida es in-
teligente. En la galaxia creada por George Lucas conviven nu- mas para consolidar una relación, pero, suponiendo
merosos personajes que manifiestan un nivel de inteligencia que que lo logre, no disfrutará conviviendo con una pa-
compite con el de los humanos. Aquí en la Tierra, determinados reja que sea demasiado «apegada o dependiente».
animales no humanos muestran conductas inteligentes, aunque Aun así, esas suposiciones puede ser erróneas. Pu-
de ningún modo compiten con la inteligencia humana.
diera ocurrir que la persona estable complemente a
la inestable, que la extravertida contribuya a que la
Opiniones sobre uno mismo y lo que revelan introvertida salga de su cascarón, o que la dependien-
los test de inteligencia te atenúe el aislamiento emocional de la desapegada.
¿Qué ocurre cuando se estudia expresamente esa
Si se le pidiera valorar su propio nivel de inteli- cuestión?
gencia sabiendo que el nivel medio de la población En una investigación hecha en España se evaluó
es de 100, ¿qué nivel se asignaría a sí mismo: 130, a casi 350 parejas de entre 34 y 77 años de edad. Los
120, 110 o 100? resultados revelaron que no existía semejanza en ex-
Supongamos que después de valorar subjetiva- traversión o en inestabilidad emocional. Una perso-
mente su nivel de inteligencia resuelve un test estan- na extravertida podía estar emparejada con una ex-
darizado de inteligencia y se obtiene una puntuación travertida, una ambivertida o una introvertida, de
según el rendimiento alcanzado. ¿Habrá coincidencia un modo aleatorio. Exactamente lo mismo ocurría
entre la valoración subjetiva y el resultado en el test? con la inestabilidad emocional. Sin embargo, existió
Se ha observado, de hecho, una relativa coinci- una semejanza del 20 % en desapego emocional (Co-
dencia cuando se ha estudiado expresamente ese lom et al., 2002).
solapamiento. Si se pide a una persona que valore En esa investigación también se exploró la seme-
su inteligencia según su prototipo de qué es una per- janza en el nivel de inteligencia de los miembros de las
sona inteligente y se le aplica un test de CI, suele parejas evaluadas. En ese caso se observó una seme-
observarse una relación. La valoración intuitiva del janza del 50 % en el nivel de inteligencia entre los
nivel de inteligencia, del nivel de inteligencia acadé- miembros de la pareja, casi tres veces más que la se-
mica y del nivel de inteligencia cotidiana se relacio- mejanza observada en desapego emocional. Por tanto,
na con la valoración alcanzada a través de un test los miembros de la pareja se parecieron en su nivel de
de CI (r = 0,52, 0,56 y 0,45, respectivamente). Por inteligencia de un modo altamente significativo.
tanto, la puntuación registrada en un test de CI se ¿Se debía esa semejanza en el nivel de inteligen-
relaciona con el nivel de inteligencia académica y cia a que los miembros de la pareja tuvieran un nivel
cotidiana que una persona se atribuye a sí misma de estudios similar?
desde una perspectiva lega. No. Los análisis estadísticos permitieron descar-
La gente posee una idea de inteligencia relativa- tar esa posibilidad, por lo que se pudo concluir que
mente próxima a lo que revelan los test de inteligen- los miembros de la pareja se parecían de un modo
cia. Un interesante ejemplo es la elección de pareja. genuino en su nivel de inteligencia.

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¿Qué es la inteligencia? / 231

La semejanza observada en ese nivel de inteli- banas del país africano, considerablemente diferen-
gencia se calculó a partir de las puntuaciones de los tes a las del país norteamericano.
miembros de las parejas en un test de inteligencia Las consignas se tradujeron del inglés al espa-
cuya aplicación no supuso más de media hora. ñol, y de este idioma al idioma nativo (fang). Tam-
Cuando las personas decidieron emparejarse pon- bién se tuvo que adaptar el modo de responder, ya
deraron las cualidades del otro, sin duda. Aunque que una gran parte de las personas entrevistadas
en ese proceso no le aplicaron un test de inteligencia, eran analfabetas.
es evidente que consideraron cualidades que revela- Esta fue la conclusión general de la investiga-
ban el nivel intelectual que años después puso de ción de Juan-Espinosa: «la mayor parte de las cua-
manifiesto el test. lidades obtenidas resultaron similares a las contem-
El resultado añade fuerza a lo comentado antes: pladas por los expertos en inteligencia: inteligencia
las cualidades que las personas consideran relevan- fluida o razonamiento, inteligencia cristalizada o
tes para delimitar a la inteligencia se relacionan con verbal, memoria y aprendizaje, así como aptitud
las actividades que deben completar al resolver un espacial».
test estandarizado. Por consiguiente, lo que la gente Pero también se observaron algunas discrepan-
piensa y dice sobre la inteligencia se parece a lo que cias. Un aspecto especialmente importante en Gui-
los psicólogos consideran que debe valorar un test nea Ecuatorial correspondía a la «competencia so-
de inteligencia. cial». El profesor español consideró como conductas
Pero, ¿qué sucede en otras culturas? típicas de competencia social las siguientes: ver los
problemas antes de que aparezcan, ser convincente
La inteligencia en otras culturas al hablar, saber cómo ahorrar, saber dar buenos con-
sejos a los demás, resolver conflictos personales, sa-
El profesor Manuel Juan-Espinosa, de la Uni- ber cómo organizar cosas, tratar bien a los demás,
versidad Autónoma de Madrid, hizo un revelador conocer las intenciones de los demás, resolver pro-
estudio para responder a la pregunta de qué opina blemas difíciles, razonar bien, saber cómo observar
la gente de culturas no occidentales sobre la inteli- las cosas y ser paciente al pensar.
gencia (Juan-Espinosa y Palacios, 1996). El estudio Según ese listado, es difícil saber por qué se le
de Robert Sternberg descrito anteriormente se hizo denominó «competencia social». «Ser convincente
en Estados Unidos, mientras que Juan-Espinosa al hablar», «resolver problemas difíciles» o «razonar
planificó un estudio para llevarse a cabo en una an- bien» no parecen conductas probables en una per-
tigua colonia española: Guinea Ecuatorial (África). sona socialmente competente, pero incompetente en
Tuvo que adaptarse a las condiciones rurales y ur- su nivel de g f .

Figura 9.2.—Androides de diferentes épocas. A la izquierda, una escena de la mítica película dirigida por el director alemán
Fritz Lang, Metrópolis (1927). A la derecha, una pareja de replicantes Nexus-6 (Pris y Roy) de la no menos famosa Blade Run-
ner (1982), dirigida por el director británico Ridley Scott.

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232 / Manual de psicología diferencial

A pesar de las diferencias culturales observadas, de consenso preparado por una comisión de exper-
las congruencias resultaron mayores que las incon- tos de la American Psychological Association sobre
gruencias. Es más, esos acuerdos transculturales la inteligencia (Neisser et al., 1996).
—como se verá seguidamente— se solapan con la Esos dos informes pusieron al descubierto equi-
perspectiva de los psicólogos. vocaciones y argumentos tendenciosos. Tanto la de-
claración del Wall Street Journal como el informe
de consenso de la American Psychological Associa-
2. PERSPECTIVA DE LOS PSICÓLOGOS tion demostraron que los psicólogos estaban bási-
camente de acuerdo en los puntos esenciales deriva-
En 1994 un psicólogo y un sociólogo publicaron dos del estudio científico de la inteligencia. Sin
The bell curve. Una de las conclusiones esenciales de duda, existían algunas discrepancias en los detalles,
esa obra es que la inteligencia personal es tres veces pero se compartía un núcleo que determinados me-
más relevante que las condiciones sociales en las que dios de comunicación y ciertos autores optaron por
crecen los individuos para predecir su futura posi- ignorar.
ción social (Herrnstein y Murray, 1994).
Un test de inteligencia se puede administrar en La declaración del Wall Street Journal
media hora, mientras que las condiciones sociales
carecen de esas restricciones temporales. ¿Cómo es La declaración publicada en el Wall Street Jour-
posible entonces que lo que revela un test de inteli- nal comenzaba así:
gencia en media hora sea tres veces más influyente
socialmente que las duraderas condiciones sociales? «Desde la publicación de The bell curve, varios
Ese mensaje resultó acogido con relativa hosti- comentaristas han opinado sobre la inteligencia hu-
lidad por determinados medios de comunicación y mana desde una perspectiva que ignora la evidencia
por algunos científicos sociales. El ansia crítica se científica actualmente disponible. Algunas de las con-
apoyó, a menudo, en errores y generalizaciones in- clusiones presentadas en los medios de comunicación
fundadas, de modo que la Psicología tuvo que recu- como algo desacreditado, en realidad constituyen
rrir a dos actuaciones poco habituales en ciencia. La conclusiones científicas sólidas.»
primera fue la publicación en el Wall Street Journal
de una declaración de 25 puntos sobre el estudio Los 25 puntos de la declaración se describen con
científico de la inteligencia suscrito por 52 científicos detalle en los libros de texto y enciclopedias sobre
de diferentes países (Gottfredson et al., 1994). La la inteligencia, así como en las revistas científicas.
segunda actuación fue la publicación de un informe Se resumen seguidamente.

1 La inteligencia es una capacidad mental muy general que implica a la aptitud para razonar, planificar, resolver
problemas, pensar de modo abstracto, comprender ideas complejas, aprender con rapidez y aprender de la expe-
riencia.

2 La inteligencia se puede medir y los test de inteligencia la miden adecuadamente.


Los test constituyen el modo de evaluación más preciso.
Los test de inteligencia no miden la creatividad, el carácter o la personalidad, pero tampoco lo pretenden.

3 Existen diversos tipos de test de inteligencia, pero todos ellos miden la misma inteligencia.

4 La distribución de las personas según su nivel de inteligencia, desde el nivel bajo al nivel alto, se puede represen-
tar adecuadamente mediante una curva en forma de campana (una bell curve).
La mayor parte de las personas se sitúan alrededor del punto medio (CI = 100).
Pocos son muy brillantes o muy torpes.
Tres de cada cien personas tienen puntuaciones superiores a 130 (son superdotadas), y otras tres de cada cien
personas tienen puntuaciones por debajo de 70 (presentan discapacidad intelectual).

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¿Qué es la inteligencia? / 233

5 Los test de inteligencia no están culturalmente sesgados en contra de las minorías norteamericanas nativas an-
gloparlantes.
Las puntuaciones en un test de inteligencia predicen con igual exactitud, independientemente de la etnia o la
clase social.

6 Los procesos cerebrales que están detrás de la inteligencia no son bien comprendidos todavía.

7 Los miembros de todos los grupos étnicos estadounidenses se sitúan a todos los niveles de la escala del CI.
Las curvas de los distintos grupos se solapan, pero los grupos difieren por el lugar de la curva en el que tienden
a acumularse sus miembros.

8 La curva de la población de americanos de origen europeo se sitúa alrededor de 100.


La curva de la población de americanos de origen africano se sitúa alrededor de 85.
Las curvas de la población de americanos de origen hispano se sitúa entre la de los de origen europeo y la de los
de origen africano.
La evidencia está menos clara respecto a en qué lugar por encima de 100 se sitúa la curva de los americanos de
origen asiático.

9 El nivel de inteligencia se relaciona sólidamente con varios fenómenos sociales, económicos, ocupacionales y
educativos, probablemente en bastante mayor medida que cualquier otro rasgo humano.
Sea lo que sea lo que miden los test de inteligencia, tiene una gran importancia práctica y social.

10 Una alta inteligencia supone una ventaja en la vida, dado que virtualmente todas las actividades cotidianas re-
quieren algún tipo de razonamiento y de toma de decisiones.
Una baja inteligencia supone una desventaja en la vida, especialmente en ambientes desorganizados.
El éxito en nuestra sociedad favorece a los individuos de alta inteligencia.

11 Las ventajas prácticas de poseer una alta inteligencia aumentan a medida que las situaciones se hacen más com-
plejas, es decir, novedosas, ambiguas, cambiantes, impredecibles o con muchas alternativas de actuación.

12 Las diferencias de inteligencia no son el único rasgo humano que influye en el rendimiento educativo, el entre-
namiento o las ocupaciones complejas, pero la inteligencia suele ser el factor más importante.

13 Algunos rasgos de personalidad, los talentos, las aptitudes, las capacidades físicas o la experiencia son importan-
tes para lograr un rendimiento óptimo en determinadas ocupaciones, pero tienen una aplicabilidad más reducida
(o desconocida) a distintas tareas y situaciones comparativamente con la inteligencia.

14 Los individuos difieren en su inteligencia debido a factores tanto ambientales como hereditarios.
Las estimaciones sobre la influencia de la herencia oscilan entre el 40 % y el 80 %.
Si todos los ambientes fuesen iguales para todo el mundo, la influencia de la herencia sería del 100 %.

15 Los miembros de la misma familia suelen diferir sustancialmente en su inteligencia.

16 Los individuos no nacen con niveles intelectuales fijos e inmodificables.

17 Todavía no se sabe cómo manipular el nivel de inteligencia para aumentarlo de manera permanente.

18 Las diferencias genéticamente causadas no son necesariamente irremediables, ni son necesariamente remediables
las diferencias ambientalmente causadas.

19 No se dispone de evidencia definitiva sobre si las curvas de la inteligencia de diferentes grupos étnicos estado­
unidenses están convergiendo.

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234 / Manual de psicología diferencial

20 Los chicos americanos de origen africano de 17 años tienen un rendimiento académico promedio semejante al
de los chicos americanos de origen europeo de 13 años.

21 Las razones por las que los ciudadanos de origen africano difieren entre ellos mismos en inteligencia parecen ser
básicamente las mismas que las razones por las que difieren los ciudadanos de origen europeo entre ellos mismos.
Tanto el ambiente como la herencia están implicados.

22 La mayor parte de los expertos consideran que los grupos étnico-raciales estadounidenses difieren en su inteli-
gencia por razones ambientales y genéticas.

23 Las diferencias étnicas son algo menores, pero todavía sustanciales, en individuos con el mismo nivel socioeco-
nómico.

24 Los estudios sobre la inteligencia se basan en la autoclasificación en distintas categorías étnicas, al igual que
sucede en otros estudios dentro de las ciencias sociales.
Por tanto, los resultados observados se relacionan con alguna mezcla poco clara de distinciones biológicas y
sociales entre los grupos.

25 Los resultados de la investigación pueden ayudarnos a estimar la probabilidad de éxito o los efectos colaterales
derivados de perseguir determinadas metas a través de diferentes métodos.

La coordinadora de esa declaración fue la so- neuropsicología, la sociología y varias especialidades


cióloga Linda Gottfredson, quien contactó con el como la psicometría, la psicología del desarrollo, la
Editor del Wall Street Journal para proponerle pu- psicología educativa o la selección de personal. Se
blicar un breve artículo sobre el estudio científico de envió la declaración a los científicos imponiendo un
la inteligencia que pusiese en orden las afirmaciones plazo improrrogable, sin que supiesen quién había
radicales —o sencillamente falsas— que se estaban sido invitado y sin posibilidad de modificar la decla-
vertiendo en los medios de comunicación a raíz de ración.
la publicación de The bell curve. El editor le respon- De los 131 científicos con los que se contactó,
dió que no estaba interesado en que ella escribiera 100 respondieron dentro del estricto plazo previsto.
nada al respecto, pero que tendría en cuenta una Quienes respondieron lo hicieron con un SÍ o un
declaración firmada por 10 o 15 expertos, siempre y NO. En caso de que hubieran decidido responder
cuando estuviese lista en un plazo máximo de dos NO, se les pedía elegir entre tres razones:
semanas.
Gottfredson preparó un borrador considerando 1. No estoy de acuerdo en que la declaración
los errores aparecidos en los medios de comunica- recoja el consenso actual.
ción y se lo envió a unos cuantos expertos para su 2. No sé lo suficiente como para calibrar si la
revisión, así como a una serie de personas legas en declaración es adecuada.
la materia para comprobar que cualquiera podía 3. Otras.
comprender sus contenidos. Simultáneamente reco-
piló un listado de miembros de la comunidad cien- Algunos de los científicos que no firmaron escri-
tífica dedicados al estudio de la inteligencia desde bieron cartas explicando sus razones para no ha-
diferentes perspectivas. cerlo.
El listado final estuvo compuesto por científicos 48 de los 100 científicos que respondieron deci-
que ella supuso suscribirían con seguridad la decla- dieron no firmar la declaración: siete de ellos porque
ración y de científicos que no la suscribirían. Con- discrepaban de la declaración, once decían no saber
fiesa que se equivocó en ambos casos. Los científicos suficiente y treinta alegaron otras razones. Entre los
se integraban en campos como la antropología, la que discreparon o alegaron otras razones se produ-
genética conductual, la discapacidad intelectual, la jo la siguiente división: diez no dieron razones, seis

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¿Qué es la inteligencia? / 235

no discutieron el contenido de la declaración sino el po de la selección de personal: Arthur Jensen, pio-


modo en que estaba escrita, cuatro comentaron que nero en el estudio de las relaciones del procesamien-
estaban de acuerdo con la declaración pero no fir- to humano de información y la inteligencia; John
maron porque podría repercutir en su trabajo, cua- Loehlin, uno de los mayores expertos en el campo
tro comentaron que estaban de acuerdo con la de- de la genética conductual: David Lubinski, editor
claración pero dijeron que firmarla podría manchar en aquel entonces del Journal of Personality and So-
su reputación al asociarse su nombre con científicos cial Psychology; David Lykken, experto internacio-
socialmente disputados, cuatro discreparon de la nal en el campo de las diferencias individuales; Ro-
concepción de inteligencia que se usaba en la decla- bert Plomin, reconocida autoridad internacional en
ración, tres discreparon en uno o dos puntos de la el campo de la genética de la conducta; David Rowe,
declaración, dos discreparon en tres o cinco puntos experto también en el campo de la genética conduc-
de la declaración y dos discreparon en general de un tual, o Sandra Scarr, una de las genetistas más fa-
modo indefinido. Por tanto, solamente dos de los mosas a escala mundial y responsable del Minneso-
cien científicos discreparon de modo radical de la ta Trans-Racial Adoption Study.
declaración. El mensaje esencial de la declaración es que las
Quienes se dedicaban regularmente al estudio diferencias de inteligencia existen, se pueden medir
científico de la inteligencia suscribieron los conteni- imparcialmente, son en parte genéticas e influyen
dos de la declaración. Algunos de esos científicos sobre varios fenómenos sociales. Ese mensaje tam-
fueron: Thomas Bouchard, director del estudio de bién se recoge en el informe de consenso de la Ame-
Minnesota sobre Gemelos criados por separado rican Psychological Association de 1996.
(MSTRA); John B. Carroll, uno de los mayores ex- La declaración publicada en el Wall Street Jour-
pertos mundiales en psicometría; Raymond Cattell, nal demuestra que los conocimientos que se carica-
fundador del Institute for Personality and Ability turizaron en los medios de comunicación consti-
Testing; Douglas K. Detterman, editor de la revista tuían, en realidad, el centro del estudio científico
más prestigiosa sobre inteligencia (Intelligence); sobre la inteligencia. El análisis de las razones por
Hans Eysenck,uno de los científicos sociales más la que algunos científicos no quisieron firmar la de-
citados de la historia; Richard Haier, pionero en el claración indica que las presiones políticas y sociales
estudio de las relaciones del cerebro humano con la previenen a los científicos de compartir sus conclu-
inteligencia usando técnicas de neuroimagen; John siones con libertad. Más de un tercio de esos cien-
Hunter, uno de los expertos más citados en el cam- tíficos declinaron por esas razones sociopolíticas.

Figura 9.3.—A la izquierda, Richard Herrnstein, fallecido poco antes de la publicación de The Bell Curve. A la derecha, Char-
les Murray, el intelectual que tuvo que capear el temporal que arreció después de la publicación del volumen de más de 800
páginas.

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236 / Manual de psicología diferencial

Algunos más señalaron que la declaración era de- tivos, pero en la mayor parte de los casos
masiado breve, lo que es comprensible cuando se esos efectos desaparecen al poco tiempo de
dispone de una única página para resumir el con- dar por terminado el programa.
senso de la comunidad científica sobre un tema tan — El nivel de inteligencia medio ha aumentado
rico en detalles como el de la inteligencia. 15 puntos de CI en los últimos cincuenta
Muchos de los científicos que firmaron la decla- años, pero no se sabe por qué.
ración ya habían enviado artículos breves a los me- — Los varones logran mayores puntuaciones en
dios de comunicación denunciando las falsedades tareas visoespaciales y matemáticas, pero las
que se estaban publicando, pero ninguno tuvo una mujeres presentan mejor rendimiento en una
buena acogida. La declaración del Wall Street Jour- serie de tareas verbales.
nal sirvió para hacerse oír. — Existen diferencias de desempeño entre de-
terminados grupos sociales de Estados Uni-
El informe de consenso de la American dos al resolver test de inteligencia, pero se
Psychological Association (1996) ignora cuáles son las causas de esas diferen-
cias. Se admite que no derivan de un sesgo
Fue coordinado por el psicólogo cognitivo Ulric obvio en la construcción o aplicación de los
Neisser y suscrito por diez científicos (G. Boodoo, test, y tampoco son un simple reflejo de las
T. Bouchard, A. W. Boykin, N. Brody, S. J. Ceci, D. diferencias de nivel socioeconómico.
F. Halpern, J. C. Loehlin, R. Perloff, R. J. Sternberg
y S. Urbina), que se pusieron de acuerdo en una Se aprecia una concordancia, por tanto, entre
serie de cuestiones sobre el estudio científico de la los contenidos del informe de la APA y la declara-
inteligencia y los resultados disponibles. ción del Wall Street Journal. Merece la pena subra-
La comisión llegó a las siguientes conclusiones yar una de las conclusiones de ese informe:
generales:
«El estudio de la inteligencia no necesita declara-
— La aproximación más influyente —y la que ciones y recriminaciones politizadas; necesita auto-
ha producido la mayor parte de la investiga- control, reflexión y más investigación. Las preguntas
ción— se basa en los test estandarizados. que permanecen son importantes científica y social-
— Las puntuaciones logradas en los test predi- mente. No hay razón para pensar que son irresolu-
cen las diferencias que separan a los escola- bles, pero encontrar las respuestas exigirá un esfuerzo
res según su desempeño académico. compartido y sostenido, así como la inversión de los
— Las puntuaciones obtenidas en los test pre- necesarios recursos, algo que recomendamos con en-
dicen el desempeño ocupacional. tusiasmo.»
— La inteligencia es producto de los factores
genéticos y no genéticos. La influencia gené-
tica sobre la inteligencia es menor en niños ¿Qué es la inteligencia? Enfoque actual
(45 %) que en adultos (75 %). A medida que de su naturaleza y definición
los niños se hacen mayores, las diferencias en
las puntuaciones que alcanzan en los test re- Diez años antes de la publicación del informe de
flejan con mayor intensidad diferencias en su consenso de la APA recién descrito, Robert Stern-
genotipo y en su experiencia vital individual. berg y Douglas K. Detterman organizaron un con-
La relevancia de las diferencias que separan greso para recoger las definiciones de inteligencia
a las familias en las que se han criado se di- ofrecidas por una galería de expertos mundiales en
sipa con el paso del tiempo. el campo de la inteligencia (Sternberg y Detterman,
— Se ignora cómo actúan en concreto los genes 1986). Ese congreso era continuación de otro cele-
o el ambiente sobre las diferencias de inteli- brado 65 años atrás. La tabla 9.2 enumera las carac-
gencia valoradas por los test. terísticas o variables usadas para definir la inteligen-
— Los programas de preescolar —e interven- cia, así como el porcentaje de expertos que las
ciones similares— suelen tener efectos posi- eligieron en 1921 y en 1986.

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¿Qué es la inteligencia? / 237

TABLA 9.2
Características de la inteligencia humana valoradas por expertos en 1921 y 1986

Características de la inteligencia humana 1921 1986

Componentes de nivel superior (razonamiento abstracto, representación, solución de problemas


y toma de decisiones). 57 50
Aptitud de aprendizaje. 29 17
Adaptación para atender eficazmente las exigencias del ambiente. 29 13
Mecanismos fisiológicos. 29 8
Procesos elementales (percepción, sensación, atención). 21 21
Expresiones de la conducta manifiesta (respuestas eficaces). 21 21
g. 14 17
Difícilmente definible, no es un único concepto. 14 17
Rapidez de procesamiento mental. 14 13
Aptitudes académico-cognitivas. 14 8
Procesos ejecutivos. 7 25
Conocimiento. 7 21
Metacognición. 7 17
Conjunto de aptitudes (espacial, verbal, etc.). 7 17
Capacidades innatas. 7 13
Conceptos emocionales, motivacionales. 7 4
Aptitud de afrontar lo nuevo. 7 4
Solamente importa su valor predictivo. 7 0
Capacidad de inhibición. 7 0
Lo que es valorado por la cultura. 0 29
Interacción de procesos y conocimiento. 0 17
Rendimiento automatizado. 0 13
Manifestación en el mundo real (sociales, prácticas). 0 8
Un campo de escolaridad. 0 4
Diferencias individuales en competencia mental. 0 4
Generación de ambiente basada en programación genética. 0 4
Alegría mental. 0 4

Se pueden revisar cada uno de los números de ambas columnas de datos. El resultado es r = +0,6,
la tabla anterior para averiguar si los expertos de es decir, un valor notable. Aunque se aprecian cam-
ambos momentos concuerdan, aunque el modo bios, los acuerdos son más visibles que los des-
más adecuado supone calcular la correlación entre acuerdos.

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238 / Manual de psicología diferencial

Los componentes de nivel superior —el razona- nentes de nivel superior, y, por tanto, la inteligencia
miento abstracto, la resolución de problemas y la se podría definir como la capacidad de razonar, re-
toma de decisiones— son las características o varia- solver problemas y tomar decisiones.
bles más elegidas por los expertos de 1921. Seguida-
mente se encuentran la aptitud para aprender, la La encuesta de Mark Snyderman y Stanley
atención a las exigencias del ambiente, los mecanis- Rothman
mos fisiológicos, los procesos elementales y las res-
puestas eficaces. En 1986 destacan, en primer lugar, La American Psychological Association encargo
los componentes de nivel superior, y después lo que la realización de una encuesta sobre la inteligencia
es valorado por la cultura, los procesos ejecutivos, a los profesores Mark Snyderman y Stanley Roth-
los procesos elementales, las respuestas eficaces y el man. El resultado de la encuesta se publicó en 1987
conocimiento. (Snyderman y Rothman, 1987).
Entre las características nada importantes en La encuesta consistió en una entrevista estruc-
1921 se encuentran las siguientes: lo que es valorado turada enviada a más de 1.000 científicos sociales y
por la cultura, la interacción de procesos y conoci- educadores de Estados Unidos.
miento, el rendimiento automatizado, la manifesta- Se observó una práctica unanimidad en que los
ción en el mundo real, un campo de escolaridad, las atributos básicos de la inteligencia son el pensa-
diferencias individuales en competencia mental, la miento abstracto o el razonamiento, la capacidad de
generación de ambiente basada en programación adquirir conocimiento y la aptitud para resolver
genética y la alegría mental. En 1986, los atributos problemas.
nada importantes son: solamente importa su valor Además, ocho de cada diez encuestados señala-
predictivo y capacidad de inhibición. ron a la memoria y a la adaptación al ambiente como
Las discrepancias más relevantes se encuentran ingredientes relevantes de la inteligencia. Siete de
en los siguientes atributos: los procesos ejecutivos, cada diez encuestados señalaron a la velocidad men-
el conocimiento, la metacognición, el conjunto de tal, la competencia lingüística y la competencia ma-
aptitudes, las capacidades innatas, lo que es valo- temática. Solamente dos de cada diez encuestados
rado por la cultura, la interacción de procesos y co- señalaron a la motivación como un atributo relevan-
nocimiento, el rendimiento automatizado y la ma- te de la inteligencia. Seis de cada diez encuestados
nifestación en el mundo real. estuvieron de acuerdo en que existe una inteligencia
La característica en la que se aprecia un 50 % de general (g) que condiciona el rendimiento de las per-
acuerdo —o superior— corresponde a los compo- sonas al razonar, resolver problemas y aprender.

CUADRO 9.2
La inteligencia, según la APA, 15 años después (y la revisión de Ian Deary)

En 2012, Richard Nisbett coordinó a seis científicos (J. Aronson, C. Blair, W. Dickens, J. Flynn, D. Halpern y E.
Turkheimer) para actualizar el informe de consenso de 1996 promovido por la APA. Sin embargo, la comisión de
2012 no pretendía recoger el consenso de las principales corrientes de la psicología científica. Se subrayaba la nece-
sidad de relativizar los logros alcanzados, salvo la importancia del ambiente en la determinación de las diferencias
de inteligencia.
Se aprecia en el informe de 2012 un desequilibrio producto, probablemente, de la composición de la comisión.
Existe abundante información sobre la interacción genes-ambiente, el efecto del ambiente y las intervenciones
destinadas a aumentar la inteligencia. Sin embargo, se pasa por encima de la investigación sobre la biología de la
inteligencia para llegar a la conclusión de que las evidencias son todavía exploratorias. Igual que en lo relativo a
la denominada «caza de genes»: apenas hay resultados sólidos, ni seguramente —según la comisión— los habrá
nunca.
Se insiste en la extraordinaria relevancia de distinguir dos capacidades intelectuales, de carácter general, corres-
pondientes a la resolución de problemas abstractos (gf ) y anclados en la cultura (gc). Se subraya que:

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¿Qué es la inteligencia? / 239

CUADRO 9.2 (continuación)

a) Su base neuroanatómica y neurofuncional es diferente.


b) Evolucionan siguiendo distintas rutas durante el ciclo vital.
c) Revelan ganancias generacionales significativamente diferentes.

A la vez, se pone en entredicho la utilidad del factor general de inteligencia (g) para avanzar en nuestro estado de
conocimientos.
Al final del informe de la comisión de 2012 se enumeran los cinco aspectos que siguen sin respuesta, pero que
merecen una intensa investigación:

1. La relación de la memoria operativa con gf .


2. La paradoja que resulta de la relevancia del ambiente para comprender el efecto Flynn, junto con el hecho
de la sustancial heredabilidad de la inteligencia.
3. Las teorías, sin base empírica, que explican g sin recurrir a g.
4. La influencia de variables como el autocontrol sobre la inteligencia.
5. El efecto del estrés sobre la inteligencia.

El informe de 2012 es más endeble que su predecesor. No será de particular ayuda para quienes se aproximen a
esta variable psicológica persiguiendo una visión de consenso basada en la evidencia.
Bastante más interesante y equilibrada es la revisión publicada por Ian Deary en el Annual Review of Psychology
también en 2012, aunque se observa un exceso de «epidemiología diferencial» y de «ciclo vital». Ambos son temas
de indudable interés social. Que las personas más inteligentes vivan más tiempo, o que la inteligencia sea el factor
psicológico más estable a lo largo de la vida, son fenómenos impactantes.
Deary transmite en su revisión, entre otras, las siguientes ideas:

— La inteligencia es un tema psicológico de rabiosa actualidad, de interés dentro de la psicología, pero casi más
fuera de ella.
— Siguen publicándose bastantes libros sobre la inteligencia, pero destaca el publicado por Earl B. Hunt en 2011
(Human Intelligence).
— Hay pocas dudas sobre la estructura básica de la inteligencia, con un factor general (g) y una serie de factores
específicos de menor relevancia psicológica.
— Su revisión sobre la investigación del sustrato cognitivo de la inteligencia es, probablemente, mejorable. Se
centra demasiado en la velocidad mental e ignora abiertamente otras categorías, como la memoria operati-
va, que están dando mucho juego en el debatido tema de la mejora de la inteligencia. No hay ninguna refe-
rencia a los programas de incremento basados en el entrenamiento cognitivo. También se ignora el efecto
Flynn.
— Se ha consolidado la existencia de una sólida base biológica para la inteligencia, gracias a los avances en neu-
roimagen. Las regiones frontales y parietales del cerebro parecen particularmente importantes para compren-
der las diferencias de inteligencia.
— La inteligencia, tal y como se mide con pruebas estandarizadas, predice una elevada serie de conductas social-
mente relevantes, como la educación, el desempeño laboral, la movilidad social o los ingresos.
— Sostiene que la diferencia de sexo en inteligencia es minúscula, pero que parece darse una mayor presencia de
varones entre los más inteligentes y entre los menos inteligentes. Sin embargo, la evidencia aquí es más con­
fusa.
— La investigación en genética molecular debe considerarse un fracaso por ahora. Aun así, el APOE, el gen
COMT (catechol-o-methyl transferase), y quizá el «Val66Met» constituyen apuestas prometedoras. También
se debe considerar el análisis de variantes extrañas.

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240 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 9.2 (continuación)

Deary subraya el impacto de la inteligencia en la salud, exponiendo resultados como los siguientes:

— Si, por ejemplo, un individuo posee un CI de 115 y otro de 100 a los 17 años, el primero tendrá una probabi-
lidad menor (24 %) de haber fallecido a los 69 años.
— De esos dos mismos individuos, el más inteligente a los 20 años tendrá menor riesgo (50 %) de haber sido
hospitalizado por trastornos esquizofrénicos, del estado de ánimo, de personalidad, o vinculados al consumo
de sustancias.

Según él, el envejecimiento debería estudiarse dentro de la investigación general en inteligencia, en lugar de con-
vertirse en una disciplina separada: «deberíamos recordar que la investigación sobre la naturaleza, las causas y las
consecuencias de la inteligencia es algo valorado por la gente corriente, y un factor que posee una gran influencia
en sus vidas. Ese hecho conlleva la responsabilidad de ser inteligente y abierto de mente al investigar ese rasgo psi-
cológico».
Se trata de una llamada al orden para los profesionales que optan por mirar a otro lado cuando se sienten incó-
modos ante la abrumadora evidencia empírica sobre la relevancia de ese factor psicológico para comprender la
conducta humana.
Deary exige a esos profesionales más responsabilidad y menos inclinaciones personales.

3. ¿QUÉ ES LA INTELIGENCIA? dos para averiguar cómo se asocia el rendimiento en


esos test y variables como la velocidad de conduc-
En conclusión, la inteligencia se define como... ción nerviosa.
El consenso de la comunidad científica se puede
«Una capacidad mental muy general que permite sintetizar en los siguientes puntos:
razonar, planificar, resolver problemas, pensar de
modo abstracto, comprender ideas complejas y apren-
— A los individuos les distingue su capacidad
der.»
general para razonar, resolver problemas y
aprender.
Esa definición recoge el acuerdo de los científi-
— Esa capacidad se puede medir imparcialmen-
cos, aunque se puede discrepar en determinados
te a través de los test estandarizados.
detalles menores. Por tanto, los críticos se equivo-
— Las diferencias en esa capacidad valorada
can. Las discrepancias estimulan el avance de la in-
por los test se relacionan con determinados
vestigación. Son un signo de vitalidad, no de debi-
procesos psicológicos y biológicos.
lidad.
— Las diferencias en esa capacidad se deben a
Algunos investigadores optan por estudiar la
la contribución simultánea de las diferencias
conducta inteligente a través de test estandarizados,
genéticas y no-genéticas que caracterizan a
otros exploran los procesos psicológicos que pueden
los individuos.
contribuir a explicar las diferencias intelectuales, se
— Las diferencias en esa capacidad predicen
centran en las relaciones que existen entre el funcio-
más de sesenta fenómenos sociales.
namiento cerebral y la conducta inteligente, o ana-
lizan la influencia de las diferencias genéticas y no
genéticas. El análisis científico de la inteligencia posee una
Esa diversidad de enfoques posee un carácter extraordinaria riqueza. Comprender la naturaleza
complementario. Un científico que use test de inte- de las diferencias intelectuales es ahora más relevan-
ligencia no considerará vano el análisis de las rela- te que nunca. La realidad del siglo xxi obliga a que
ciones del funcionamiento del cerebro con la con- los científicos se esfuercen por coordinar sus esfuer-
ducta que él evalúa a través de los test. De hecho, zos en lugar de agonizar debatiendo sobre detalles
quien se centra en el cerebro usará test estandariza- de menor relevancia.

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¿Qué es la inteligencia? / 241

CUADRO 9.3
La distribución de la inteligencia en la población y sus probables efectos

Según la socióloga de la inteligencia Linda Gottfredson, «la vida es un test de inteligencia larguísimo».
La rotunda frase ayuda a visualizar por qué el rendimiento en los test estandarizados de inteligencia predice el des-
empeño en una enorme variedad de situaciones cotidianas: mayor motivación para alcanzar metas deseables, más
tendencia al altruismo, preferencia por el análisis sostenido de las situaciones, variadas preferencias artísticas, habili-
dad en trabajos artesanales, mayor creatividad, tendencia a seguir una dieta saludable, mejor rendimiento académico,
tendencia a la eminencia y la genialidad, mayor sensibilidad emocional, interés por ir más allá de los conocimientos
enseñados en la escuela, menor susceptibilidad a ser influido por los demás, mayor estatura, mejor salud y forma fí-
sica, mayor probabilidad de vivir más tiempo (longevidad), mayor sentido del humor, ingresos más elevados, amplio
espectro de intereses, mayor implicación en actividades educativas, altas posiciones de liderazgo, mejores habilidades
con el lenguaje, más capacidad lógica, elección de pareja según criterios racionales, preferencia por medios de comu-
nicación más neutrales, más memoria, mayor tendencia a emigrar, rango militar más alto, razonamiento moral más
sofisticado, mejores habilidades motrices, aptitudes musicales más elevadas, mayor probabilidad de presentar miopía,
nivel ocupacional de mayor prestigio, mayor éxito laboral, mejores aptitudes perceptivas, mejor desempeño en los test
piagetianos, mayor número de conocimientos prácticos, mejor respuesta a la psicoterapia, mayor aptitud lectora, me-
jores habilidades sociales, mayor nivel socioeconómico (familiar y alcanzado), más probabilidad de participar en
deportes universitarios, mayor sofisticación al comprar, mayor fluidez lingüística, valores y actitudes más sofisticados,
menor susceptibilidad a accidentes, bajo nivel de la tendencia a responder prematuramente y sin pensar (aquiescencia),
envejecimiento más lento, menor probabilidad de alcoholismo, menor autoritarismo, menor conservadurismo, menor
probabilidad de cometer delitos, menor dogmatismo, menor probabilidad de mentir, menor vulnerabilidad a la neu-
rosis, menor impulsividad, menor desapego emocional, menores prejuicios raciales, mayor velocidad mental, menor
probabilidad de fumar, menor absentismo y más equilibrado IMC (índice de masa corporal).
La heterogeneidad de los correlatos sociales de la inteligencia valorada mediante test estandarizados es sensacio-
nal. El hecho obliga a concluir que no existe otro rasgo humano de mayor impacto en la vida diaria de los humanos.
La siguiente tabla presenta la proporción de personas que se ubican en distintos lugares de la distribución pobla-
cional correspondiente a la capacidad intelectual (CI).

Puntuación de CI Porcentaje por debajo Porcentaje por encima

65 1 99
70 2 98
85 16 84
90 25 75
100 50 50
110 75 25
115 84 16
130 98 2
145 99,9 0,1
160 99,997 0,003

Es decir, 16 personas de cada 100 presentarían un CI por debajo de 85, un umbral crítico para desenvolverse con
razonable soltura en la vida cotidiana. La Unión Europa tiene una población aproximada de 500 millones de habi-
tantes, y, por tanto, 80 millones de personas (casi dos veces la población española) presentarían un CI comprome-
tido. Es, probablemente, una situación que merece la atención de los especialistas en conducta humana, es decir, de
los psicólogos.
La figura 9.4 muestra —según el CI valorado por un test estandarizado (WAIS)— la probabilidad vital de pre-
sentar desde alto riesgo de problemas de adaptación a sobresalir socialmente, el potencial para el entrenamiento, el
potencial laboral y la presencia de problemas concretos como el abandono escolar, vivir por debajo del nivel oficial
de pobreza, tener problemas con la ley y presentar problemáticas sociales en general (Gottfredson, 1997).

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242 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 9.3 (continuación)

Los valores de la figura 9.4 demuestran que cuanto menor es el CI valorado por los test estandarizados, mayor la
probabilidad de presentar problemáticas sociales en general, y menor el potencial tanto para aprender como laboral.
Además, un 25 % lo pasará mal, con mayor probabilidad, en su vida cotidiana (alto riesgo y batallando). La mitad de
la población se mantendrá a duras penas al nivel socialmente exigido, y un 25 % destacará en menor o mayor grado.

Fracasar
Alto no es cosa
Probabilidad vital: riesgo Batallando Manteniendo el tipo Destacando suya
Porcentaje de población: 5% 20% 50% 20% 5%

Recopila e infiere
Muy explícito Materiales escritos información por
Manos a la obra y experiencias sí mismo

Potencial para
el entrenamiento Lento, simple, Aprendizaje Formato
supervisado para un campo universitario
Manos a la obra

Potencial laboral
Ensamblador, Empleado, cajero, Gerente, Abogado,
servicio de comida, policía, maquinista, profesor, químico,
cuidado de niños ventas contable ejecutivo

CI WAIS 70 75 80 85 90 95 100 105 110 115 120 125 130

Abandono escolar (%) 64 26 6 1 0


Vive en el umbral
de la pobreza (%) 26 14 7 4 1
Problemas con la ley
y el orden (%) 13 6 3 1 0
Problemáticas sociales
en general (%) 34 20 13 7 4

Figura 9.4.—Algunos ejemplos de los efectos sociales de las diferencias de CI que separan a los ciudadanos en las socie-
dades occidentales.

El estudio de la inteligencia ayuda a comprender esta clase de fenómenos y puede ayudarnos a corregir situacio-
nes vitales problemáticas, incluso dramáticas.

SUMARIO dica en el uso de sus capacidades mentales para


modificar el entorno. Adaptarse es útil, pero saber
La inteligencia es el principal atributo psicoló- seleccionar el ambiente adecuado, o modificarlo
gico de la humanidad, su función adaptativa esen- cuando es inadecuado, solamente es posible cuan-
cial. Aun así, seguramente la clave del éxito del do se dispone de una altísima sofisticación cogni­
sapiens, su dominio sobre el mundo conocido, ra- tiva.

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¿Qué es la inteligencia? / 243

Los legos poseen una concepción sobre qué es Comprender la naturaleza de ese factor psicológico
la inteligencia. Aunque pueden observarse discre- es, por tanto, absolutamente crucial para evitar los
pancias en determinados detalles con la concepción perniciosos efectos sociales asociados a la desventaja
de los científicos, los acuerdos son sustantivos. No intelectual. Mirar hacia otro lado constituye una
solamente eso, sino que lo que valora un test estan- irresponsable actitud.
darizado de inteligencia y las evaluaciones subjeti- La inteligencia se define como una capacidad
vas concuerdan hasta cierto punto. mental muy general para razonar, resolver proble-
La inteligencia es un factor psicológico que mas y aprender. Es, por tanto, una capacidad que
posee un atractivo especial para los ciudadanos. La integra distintas aptitudes cognitivas usadas para
sociedad actual premia a los individuos que destacan enfrentarse, con mayor o menor éxito, a multitud de
en ese factor. Podría haber sido de otro modo, pero situaciones vitales. Percibir, atender, memorizar, ra-
ese es el ambiente en el que nos movemos en el siglo zonar o elegir una respuesta son actividades menta-
xxi. Los niveles de complejidad con los que se debe les que pueden hacerse con distinta eficiencia y ma-
interactuar aumentan, hecho que posee el efecto terializarse de un modo más o menos inteligente. La
colateral de incrementar la desventaja de los investigación científica se pregunta por qué y se apli-
individuos con un menor nivel de inteligencia. ca para encontrar respuestas.

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Inteligencia y rasgos 10
INTRODUCCIÓN 1. ¿CUÁL ES LA PREGUNTA?

Este capítulo explora los rasgos intelectuales. Los modelos de rasgos permiten responder la
Entre las primeras preguntas que se hace cual­ primera pregunta sobre el estudio científico de la
quier disciplina científica se encuentra la de cuáles inteligencia: ¿cuáles son las propiedades o dimensio­
son las propiedades que merece la pena estudiar. La nes que se deben considerar para describir del modo
zoología, por ejemplo, clasifica y organiza las especies más completo posible el comportamiento inteligen­
animales, mientras que la etología estudia su conduc­ te y cómo se organizan? Esas dimensiones se con­
ta. El estudio de la conducta animal tiene en cuenta vertirán en factores al aplicar el análisis factorial
las clasificaciones y organizaciones de los zoólogos. expuesto en la parte segunda. Los modelos de ras­
En psicología, los modelos de rasgos serían equi­ gos se materializan, por tanto, en modelos factoria­
valentes a las clasificaciones de la zoología: señalan les.
cuáles son las propiedades más y menos importantes El desarrollo de un modelo factorial de la inte­
de la mente humana. ligencia supone completar una serie de fases.
En el caso de la inteligencia, los científicos han En primer lugar, se requiere diseñar test psico­
explorado dos tipos de modelos basados en rasgos: lógicos para medir, con las adecuadas garantías, las
jerárquicos y no jerárquicos. Los primeros compar­ propiedades que se consideran relevantes con res­
ten la perspectiva de que se pueden identificar rasgos pecto del concepto «inteligencia».
intelectuales más y menos relevantes, más y menos Algunos de los problemas que se incluyen en
generales, mientras que los segundos —representa­ esos test requieren razonamiento abstracto, mien­
dos por el modelo de J. P. Guilford— se alejan de tras que otros solicitan resolver problemas cultural­
esa perspectiva, indagando en la identificación de mente relevantes usando el lenguaje o los números.
los «átomos de la inteligencia». Según la información expuesta en el capítulo nueve,
El capítulo concluye exponiendo tres ejemplos son ese tipo de actividades las que los expertos y
de aplicaciones derivadas de esos modelos de rasgos profesionales de la psicología consideran más repre­
intelectuales. En concreto, sobre la predicción del sentativas de la inteligencia.
desempeño ocupacional y del rendimiento académi­ Los test de inteligencia incluyen problemas que
co, así como sobre los programas dirigidos a mejo­ varían por su nivel de complejidad y por su conte­
rar la inteligencia. Conviene recordar que, según la nido. Los problemas de razonamiento abstracto
Asociación Americana de Psicología, esos modelos pueden basarse en figuras sin sentido o en números
constituyen tanto una excelente descripción de la ordenados según determinadas reglas que se deben
inteligencia humana como el marco de referencia descubrir para alcanzar una solución. Algunos de
bajo el que se han desarrollado resultados prácticos esos problemas serán sencillos, otros serán de com­
extraordinariamente útiles para los profesionales de plejidad moderada y los habrá muy difíciles. Variar
la psicología. el grado de complejidad de los problemas permite

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246 / Manual de psicología diferencial

estimar cuál es el nivel intelectual más probable de técnicas como instrumento de medición. La teoría
una persona en el momento de la evaluación. de test —en sus distintas versiones— permite com­
Los test psicológicos comienzan siendo una es­ probar si un determinado instrumento de medición
pecie de prototipo, y solamente un laborioso proce­ psicológica se adecua a los requisitos exigidos (Abad
so de investigación permite constatar sus garantías et al., 2011).

CUADRO 10.1
Comisión sobre la Calidad de los Test en España

El Consejo General de Psicología promovió la creación en 1995 de la Comisión sobre la Calidad de los Test en
España. Sus principales objetivos han sido, desde entonces, difundir información de calidad sobre los test y asegurar
que su uso corre a cargo de personal cualificado. Se trata, por tanto, de mejorar los test y de evitar que sean admi­
nistrados por profesionales inadecuadamente preparados.
Regularmente, académicos y profesionales valoran los test disponibles en el mercado, siguiendo un estricto pro­
tocolo que puede consultarse en la web del Consejo General de Psicología (https://www.cop.es/index.php). Ese pro­
tocolo incluye una descripción general del test (variables que se miden, área de aplicación, formato de los ítems, a
quién se puede aplicar, método de corrección, transformación de las puntuaciones y tiempo estimado de aplicación,
entre otras), una valoración específica de sus características (calidad de los materiales y de la documentación, fun­
damentación teórica, facilidad para comprender lo que se pide hacer y para registrar las respuestas, validez, sesgo,
fiabilidad, consistencia, estabilidad y baremos, entre otras) y una valoración global.
La Comisión que actúa en España colabora con la International Test Commission (ITC) para regular el uso de
los test en investigación, su seguridad y su calidad. Los profesores José Muñiz, Vicente Ponsoda, Ana Hernández y
Paula Elosua han coordinado diferentes grupos de trabajo a lo largo de los años para ir acumulando valoraciones
que permitan contrastar la calidad de los test como instrumentos de medida de variables psicológicas.
Conviene subrayar que siempre hay una teoría detrás de un test (o al menos así debería ser). Esa teoría, y los
conocimientos empíricos derivados de la investigación básica en los que se apoya, permiten formular hipótesis sóli­
das sobre qué variables evaluar, cómo hacerlo y hasta dónde se puede llegar en la interpretación de los resultados.
Desgraciadamente, la formación que reciben los psicólogos es insuficiente para que puedan completar adecuada­
mente el viaje de la teoría a la evaluación. Deben aumentar sus conocimientos más allá de su graduación, porque el
uso inapropiado de los test proviene de esa carencia de formación.
Los avances que se están experimentando en el siglo xxi promueven el uso de métodos de evaluación basados en
la informática, como los test adaptativos informatizados (TAI) diseñados a partir de la teoría de respuesta al ítem
(TRI) (Abad et al., 2011). Esa clase de avances permiten individualizar la evaluación, y, por tanto, no todas las per­
sonas tienen por qué completar exactamente el mismo test para que sus puntuaciones sean comparables.
Hay que ser cuidadoso para no caer en la tentación de aceptar un test por su moderna apariencia. En principio
se pueden medir variables psicológicas a través de, por ejemplo, videojuegos (Abad et al., 2017), pero las garantías
que debe atesorar un instrumento de evaluación, sea del tipo que sea, no cambian: debe medir adecuadamente lo
que pretende, es decir, debe ser fiable y válido. Solamente un cuidadoso proceso de investigación llevará a esa meta
innegociable (Muñiz, 2018).
En resumen, un evaluación de calidad conducirá a un diagnóstico adecuado, y, seguidamente, llegado el caso, a
una intervención eficaz.

Construir un modelo factorial que incluya los que no basta con que la persona sea muy capaz al
rasgos necesarios y suficientes para describir ade­ correr 100 metros para concluir que presenta una
cuadamente la estructura de la inteligencia exige alta capacidad atlética general, es insuficiente que
considerar una variedad de retos mentales. Análo­ sea muy capaz con el lenguaje para concluir que
gamente, se puede valorar la capacidad atlética de posee una elevada capacidad intelectual.
una persona según su nivel de rendimiento en las En segundo lugar, una vez seleccionados los test
pruebas de un decatlón. La valoración de la capaci­ psicológicos adecuados, se administran a una mues­
dad intelectual se basa en la misma estrategia. Igual tra de individuos que represente a la población de

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Inteligencia y rasgos / 247

interés (por ejemplo, los habitantes de la península Es fácil imaginar que una matriz de correlacio­
Ibérica) y se registran sus resultados para someterlos nes de 50 × 50 será difícil de interpretar, por lo que
a análisis estadístico. resulta práctico aplicar algún método que resuma la
Si se desea averiguar cuál es la estatura media información que incluye. Ese método puede corres­
de los españoles se debe asegurar que se está valo­ ponder al análisis factorial. Calcula de qué modo se
rando la estatura de una muestra de personas que relacionan simultáneamente las puntuaciones alcan­
represente a la población de referencia según varia­ zadas por las personas en los test psicológicos ad­
bles como la edad, el sexo o la zona geográfica, en­ ministrados, y ayuda a averiguar cuánto se parece el
tre otras. Considerar solamente a jugadores de ba­ rendimiento de las personas en los distintos test.
loncesto ofrecerá un resultado engañoso sobre cuál Calcular un análisis factorial transforma la ma­
es la estatura media de los españoles. triz de correlaciones en una matriz factorial en la
En el caso de la inteligencia sucede algo similar. que se consigan los test psicológicos administrados
Si se considera solamente estudiantes universitarios, (variables) y un determinado número —siempre me­
se obtendrá un resultado en los test que será indu­ nor— de factores en los que se agrupan los test se­
dablemente parcial. El rendimiento de esos estu­ gún su mayor o menor nivel de correlación, según
diantes en los test no representará al conjunto de la la mayor o menor semejanza del rendimiento mos­
población española. trado por las personas en los test administrados.
Desde la perspectiva multivariada que caracte­ Un resultado habitual es que las puntuaciones
riza a la Psicología diferencial, se requiere explorar de las personas en un determinado test se relacionan
un elevado número de variables psicológicamente intensamente con sus puntuaciones en algunos test,
relevantes. Estimar adecuadamente el nivel intelec­ pero más débilmente con las puntuaciones logradas
tual exige registrar el mayor espectro posible de las en el resto de los test administrados. Las similitudes
variables que conceptualmente pensamos son razo­ recíprocas entre algunos de los test producen facto­
nablemente representativas del concepto. res que pueden distinguirse de otros factores en los
Los test psicológicos seleccionados deben admi­ que se recogen las similitudes recíprocas entre otros
nistrarse a una muestra representativa de la pobla­ test. Esos factores representarán conceptos matemá­
ción. Cada persona evaluada obtendrá una puntua­ ticos que expresan las capacidades intelectuales que
ción en cada uno de los test, lo que permitirá suponemos se requieren para resolver los problemas
construir una matriz de datos. Esa matriz organiza de los distintos test.
las puntuaciones según las personas y las variables, Por tanto, los factores se convierten en represen­
es decir, las distintas puntuaciones en los test. tantes matemáticos de los rasgos o dimensiones re­
En tercer lugar, se analizará esa matriz de datos. levantes del concepto científico «inteligencia», es
Se pueden explorar las relaciones que se establecen decir, en hipótesis que ayudan a describir el rendi­
entre las puntuaciones de las personas en cada uno miento de las personas en los test psicológicos. Si
de los test administrados. Esas relaciones se pueden las puntuaciones en determinados test se relacionan
cuantificar mediante el índice de correlación. intensamente, mientras que las puntuaciones en
Si se han administrado 50 test de inteligencia a otros test se relacionan más débilmente, se asumirá
una muestra de 1.000 personas, se construirá una que en el primer caso se requiere una misma capa­
matriz de datos de 1.000 × 50. Al calcular la corre­ cidad intelectual, mientras que en el segundo se re­
lación entre los 50 test se llegará a una matriz de quiere una capacidad intelectual distinta, aunque
correlaciones de 50 × 50. Algunos de esos test co­ seguramente relacionada.
rrelacionarán más entre sí que con el resto, lo que En resumen, los factores representarán numéri­
puede tener importantes implicaciones conceptua­ camente a las capacidades mentales necesarias para
les. resolver los problemas intelectualmente exigentes
En esa matriz de correlaciones, la información incluidos en los test psicológicos. Los modelos fac­
sobre las puntuaciones específicas logradas por las toriales son el modo de representar de un modo for­
personas se perderá. Lo que se consigna en esa ma­ mal la estructura de los rasgos, dimensiones o pro­
triz de correlaciones son las relaciones que mantie­ piedades básicas de la inteligencia. Un modelo
nen las variables según las puntuaciones observadas. factorial expresa cuáles son las dimensiones básicas

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248 / Manual de psicología diferencial

de la inteligencia, cuáles son sus relaciones, y cuáles derivan de la información registrada a través de los
son más y menos generales. test.
En contraste, según la perspectiva de los mode­
los no jerárquicos, la estructura de la inteligencia
2. PERSPECTIVA DE LOS MODELOS exige identificar «los átomos de la inteligencia». Ex­
FACTORIALES DE LA INTELIGENCIA plorar las relaciones entre las dimensiones carece de
sentido, puesto que lo relevante es averiguar cuáles
Los modelos factoriales tienen una larga tradi­ son las distintas dimensiones que componen el con­
ción en Psicología. Son varios los modelos que se cepto «inteligencia». Ninguna dimensión sería más
han propuesto, pero sus similitudes son, en general, o menos general.
más visibles que sus diferencias. Actualmente se po­ Ambos modelos persiguen objetivos distintos,
see una idea bastante precisa de cuál es la mejor y, por tanto, es inadecuado compararlos sin más.
representación de la estructura factorial de la inte­ Los conocimientos que han permitido acumular
ligencia, aunque puede distinguirse entre dos tipos esos dos tipos de modelos son valiosos para respon­
de modelos factoriales de la inteligencia: jerárquicos der a la pregunta sobre la estructura de la inteli­
y no jerárquicos. gencia.
Los primeros apoyan la presencia de dimensio­ Los modelos jerárquicos son, sin embargo, más
nes más y menos generales. Las específicas se sitúan prácticos. Aunque lo deseable es registrar la mayor
en la parte baja, mientras que las más globales se cantidad de información posible para estimar con
ubican en la parte alta de la estructura. Es decir, se más precisión el nivel intelectual de un individuo, en
identifica una jerarquía en la que las más generales la práctica se dispone de un tiempo limitado. Cen­
se encuentran en la parte superior (y son menos nu­ trarse en los factores de orden superior facilita ex­
merosas) y las más concretas se sitúan en la parte plorar un amplio abanico de capacidades en un mar­
inferior (y son más numerosas). Las específicas se gen de tiempo aceptable.

F-C
1
F-C
2
F-C
g 3

Faceta-A3

Faceta-A2
F1 F2 F3
Faceta-A1

B3
F-
t1 t2 t3 t4 t5 t6 t7 t8 t9 2
F-B
B1
F-

Figura 10.1**.—Representación ideal de los modelos factoriales jerárquicos (izquierda) y no jerárquicos (derecha). En la
parte inferior de la jerarquía observamos los test psicológicos (t1 a t9). El análisis factorial de la relación entre los resultados
obtenidos por las personas en los test produce los factores primarios (F1 a F3), es decir, los conceptos matemáticos que
resumen la información registrada a través de esos test. A su vez, el análisis de las relaciones entre los factores primarios
produce un factor general (g) que resume la información recogida por los factores primarios. Ese factor general reúne, por
tanto, la información que corresponde al rendimiento en los 9 test psicológicos. Por su parte, los modelos no jerárquicos
pueden parecerse a un cubo de Rubik. Consisten en facetas que se interceptan (en este caso A, B y C). Cada combinación
de cada una de las facetas define una capacidad intelectual situada al mismo nivel de relevancia o generalidad. Una capaci­
dad sería resultado de combinar, por ejemplo, A1-B1-C1, y, por tanto, cada uno de los cubos pequeños representaría una
capacidad mental.

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Inteligencia y rasgos / 249

3. MODELOS JERÁRQUICOS v:ed resume las relaciones entre factores prima­


rios como verbal, numérico, lectura, deletreo, lin­
Se exponen dos tipos de modelos jerárquicos. güístico, fluidez y pensamiento divergente (creativi­
Por un lado, aquellos que identifican un solo factor dad).
general (g) en la parte más alta de la jerarquía, y, k:m resume las relaciones entre factores prima­
por otro lado, los que consideran necesario conser­ rios como perceptivo, físico, psicomotor, espacial y
var una distinción entre al menos dos factores gene­ mecánico.
rales que suelen corresponder al razonamiento abs­ En el nivel más alto se sitúa un factor que repre­
tracto (g f ) y al basado en conocimientos vinculados senta a la inteligencia general (g).
a un determinado contexto cultural (gc). El modelo v:ed/k:m deriva de la investigación
hecha en la escuela británica a través de científicos
como Spearman o Burt. El primero desarrolló una
3.1. Modelos jerárquicos de un solo factor teoría bifactorial de la inteligencia, en la que se des­
general (g) tacaba un factor general (g) crucial para explicar las
relaciones de las puntuaciones logradas en distintos
El modelo v:ed/k:m de P. E. Vernon distingue test psicológicos. Pero Spearman también identificó
tres niveles de generalidad (figura 10.2). En el más factores específicos asociados a cada uno de los dis­
bajo se sitúan los factores primarios, factores espe­ tintos test, a los que denominó s.
cíficos y factores de grupo menores derivados del A partir de la identificación de esa estructura
análisis del rendimiento de las personas en los test bifactorial, Spearman persiguió una interpretación
psicológicos. En el segundo nivel se encuentran los cognitiva y biológica de esos factores. Su obra de
factores secundarios generales resultado del análisis 1923 La naturaleza de la «inteligencia» y los princi-
de las relaciones entre los factores primarios: v:ed pios de la cognición desarrolla una serie de leyes cua­
(verbal-educativo) y k:m (práctico-mecánico). litativas y cuantitativas de la cognición. Las pri-

Verbal

Escolar
General (g) Factor general Verbal
Fluidez

Verbal-educativo Práctico-mecánico Factores de grupo Números


(v:ed) (k:m) principales

Memoria
Infor-
Numé- mación Espa- Psico- Factores de grupo Velocidad
Verbal mecá- cial motor g Perceptivo
rico menores perceptiva
nica
Factores específicos Espacial

Rotación Rotación
mental de imágenes

Figura 10.2.—Modelo factorial jerárquico de P. E. Vernon (izquierda) y modelo VPR (Verbal-Perceptual-Rotation) de W. Johnson
y T. Bouchard (derecha). En el primer caso se identifican una serie de factores específicos (no incluidos en la figura), factores de
grupo menores (tales como la capacidad verbal, numérica o espacial), factores de grupo principales (la capacidad verbal-educa­
tiva y práctico mecánica), y el factor general (g), situado en la parte más alta de la jerarquía. Por su parte, el modelo VPR se
sirve del análisis factorial confirmatorio (CFA) para comparar el ajuste a los datos analizados que presentan distintos modelos
conceptuales. El resultado de esa comparación favorece una estructura similar a la propuesta por P. E. Vernon.

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250 / Manual de psicología diferencial

meras corresponden a la aprehensión de la experien- Turner, por ejemplo, presentan un deficiente rendi-
cia, la educción o establecimiento de relaciones y la miento generalizado en k:m, pero ese rendimiento
educción de correlatos. Las segundas son las del ren- está intacto en v:ed. Los varones con ese mismo sín-
dimiento constante, la retención, la fatiga, el control drome, no obstante, presentan un deficiente rendi-
conativo y las potencias primordiales. Esos dos tipos miento generalizado en v:ed, pero está intacto en
de leyes se aplican a los procesos «noegenésicos» de k:m. Es decir, las alteraciones cromosómicas poseen
la cognición, conllevan la generación de nuevo co- efectos independientes en esos dos factores de la in-
nocimiento y pueden explicar las diferencias de ren- teligencia según el sexo (Loehlin et al., 1988).
dimiento observadas en los test de inteligencia. Por El modelo VPR de W. Johnson y T. Bouchard
su parte, los procesos «anoegenésicos» no suponen (2005) se propuso después de comparar —mediante
la creación de conocimiento nuevo y corresponden métodos de análisis factorial confirmatorio (CFA)—
a la reproducción, la desaparición y la variación de la verosimilitud de distintos modelos factoriales usan-
la claridad. do una base de datos compuesta por 42 test de inte-
En cuanto al soporte biológico, Spearman con- ligencia y una muestra representativa de 436 personas
sidera que el factor g corresponde a una especie de adultas. Según sus resultados, el modelo que mejor
energía que alimenta la corteza cerebral y el sistema se ajusta a los datos corresponde al de P. E. Vernon.
nervioso. El resultado de distintos actos intelectivos Subrayan:
puede depender del potencial energético disponible
en general (g), pero también de la eficacia del grupo a) Que la estructura de la inteligencia humana
de neuronas que intervenga ante distintos retos in- incluye cuatro estratos (medidas, factores
telectuales (s). La influencia relativa de los dos gru- primarios, secundarios y general).
pos de factores (g y s) puede variar según el tipo de b) La relevancia del factor general de inteli-
operación intelectual que se requiera. Algunas de- gencia (g).
penderán en mayor grado del potencial energético c) Que el modelo resultante es consistente con
general (g), mientras que otras dependerán más de la idea de la coordinación de funciones en
la eficacia del motor (s). distintas regiones del cerebro humano, así
La conexión señalada de los factores identifica- como con la relevancia de la división hemis-
dos en la teoría bifactorial de Spearman con su ve- férica sobre el rendimiento intelectual (ver-
rosimilitud biológica también se aprecia en el mo- bal para el izquierdo y espacial para el de-
delo de P. E. Vernon. Las mujeres con síndrome de recho).

CUADRO 10.2
¿Qué mide un test de inteligencia?

En 1904, Spearman observó que si calculaba las correlaciones según el rendimiento académico en una diversa
serie de materias, los valores resultantes eran todos positivos y relativamente elevados. Usando un método precursor
del análisis factorial, calculó el valor correspondiente a cada materia según su correlación promedio con las demás.
La siguiente tabla muestra los valores calculados en su estudio original:

Materia Clásicas Francés Inglés Matemáticas Tonos Música g

Clásicas 0,83 0,78 0,70 0,66 0,63 0,96


Francés 0,67 0,67 0,65 0,57 0,88
Inglés 0,64 0,54 0,51 0,80
Matemáticas 0,45 0,51 0,75
Tonos 0,40 0,67
Música 0,65
r promedio 0,72 0,68 0,63 0,59 0,54 0,52

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Inteligencia y rasgos / 251

CUADRO 10.2 (continuación)

A partir de esta clase de observaciones, Spearman postuló el principio del solapamiento positivo, es decir, cualquier
actividad mental o cognitiva presentará correlaciones positivas con todas las demás. Un alto rendimiento en alguna de
ellas covariará con un alto rendimiento en las demás, y al revés. Los individuos se ordenarán según su rendimiento cog­
nitivo, desde los menos a los más competentes, y eso tenderá a ocurrir habitualmente, aunque, por supuesto, no siempre.
Pero Spearman fue un paso más allá.
De ese solapamiento se deduce que los test cognitivos pueden ordenarse según su valor en el factor general (g).
Aquellos con mayores valores serán mejores estimaciones de g, aunque cualquier test cognitivo valora g en alguna
medida. Ese hecho da lugar al principio de la indiferencia del indicador, es decir, cualquier test cognitivo estima g.
Pueden usarse palabras, números o relaciones espaciales. Ese hecho no es particularmente relevante. El elemento
clave es una propiedad no observable, pero que se puede calcular formalmente a través de, por ejemplo, el análisis
factorial: su valor (o peso) en g.
Ese valor representa la complejidad cognitiva del test o de los distintos problemas de un mismo test. Cuanto ma­
yor sea el valor, más elevada será esa complejidad.
Algo similar sucede al ordenar distintos licores según su concentración de alcohol etílico. Las características su­
perficiales de esos licores (color, aroma o sabor) son inútiles para ordenarlos según su potencia para generar un
estado de embriaguez más o menos deprisa, con mayores o menores dosis. Es una característica inobservable, es
decir, la concentración de alcohol etílico, la que permite cuantificar esa potencia.

Nivel 3 Nivel 2 Nivel 1


Factor general Factores de grupo Test

Vocabulario

Semejanzas
Verbal
Información

Comprensión

Figuras

Cubos

Perceptivo Matrices
g
Historias

Rompecabezas

Aritmética
Memoria
Dígitos
operativa
Letras-números

Códigos
Velocidad
mental
Símbolos

CI = Nivel 1 + Nivel 2 + Nivel 3

Figura 10.3.—El rendimiento en un test de inteligencia depende de la influencia del factor general (g), del correspondiente
factor de grupo (o aptitud específica) y de la habilidad que en concreto reclama ese test. Al calcular una puntuación de CI
se combina toda esa información en un solo indicador global.

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252 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 10.2 (continuación)

El nivel de g que contiene un determinado test de inteligencia no puede deducirse a partir de sus características
superficiales, pero, al igual que sucede con el alcohol etílico, se puede cuantificar a través del análisis estadístico de
las respuestas de los individuos.
Estas son ideas simples con poderosas consecuencias, tanto conceptuales como prácticas.
Como puede verse en la figura10.3, el rendimiento en un determinado test de inteligencia depende de tres cosas:
del factor general (g), del factor más específicamente asociado a ese test (factores de grupo) y de las características
del propio test. Como intuyó correctamente Spearman, el rendimiento en determinados test dependerá esencialmen­
te de g, en otros dependerá más del correspondiente factor específico o de grupo, y los habrá que requieran habili­
dades muy específicas relativamente desvinculadas de los factores de grupo y del factor general.
Cuando se calcula la puntuación lograda por un individuo según su rendimiento en un determinado test, el re­
sultado depende de la acción conjunta de esos tres componentes. Separar el impacto de cada uno de ellos sobre el
rendimiento calculado a partir de la puntuación puede llegar a ser crucial en determinadas circunstancias. Al sumar
simplemente las puntuaciones logradas en una serie de test se puede llegar a una conclusión engañosa, porque el
valor de un test como medida de la inteligencia se basa en sus correlaciones con los demás test.
Hugo y Héctor pueden tener la misma puntuación en un test de CI, pero el rendimiento del primero puede destacar
en los test que dependen más de g, mientras que el rendimiento del segundo puede destacar en los test que dependen
menos de g. Sería necesario hacer una ponderación según ese hecho (dándole mayor relevancia a los test con mayor
peso o valor en g), ya que rendir mejor en los test más complejos cognitivamente posee un indudable valor añadido.
En resumen, un test de inteligencia mide el factor general (g), un determinado factor de grupo más específico (por
ejemplo, el lenguaje) y habilidades exigidas en concreto por ese test (por ejemplo, la extensión del vocabulario). El
test que presente el mayor valor en g será el que correlacione más intensamente con los demás, porque su resolución
requiere aplicar procesos mentales compartidos con esos otros test. Aplicar un solo test con un valor perfecto en g
permitiría, por tanto, estimar la capacidad intelectual general del individuo sin necesidad de someterle a un largo
proceso de evaluación.

El modelo VPR identifica ocho factores de pri­ vo), lo que, probablemente, se puede atribuir a las
mer orden (verbal, escolar, fluidez, números, me­ exigencias de los modelos confirmatorios para ob­
moria, velocidad perceptiva, espacial y rotación de tener índices de ajuste más aceptables.
imágenes) a partir de los 42 test de inteligencia Por su parte, John B. Carroll propuso en 1993
completados por los individuos evaluados. Se agru­ un modelo factorial de la inteligencia conocido
pan en tres factores de segundo orden correspon­ como teoría de tres estratos. Recopiló 461 estudios
dientes al dominio verbal, perceptivo y de rotación hechos en casi veinte países (desde Estados Unidos
mental. Finalmente, esos tres factores de segundo a Yugoslavia, pasando por España, Australia o Ara­
orden se agrupan en un solo factor de orden supe­ bia Saudí), y volvió a analizarlos para averiguar si
rior correspondiente al factor general (g) (figura se podía extraer una idea general sobre cómo se or­
10.2). ganizan las capacidades del intelecto humano. Los
El modelo VPR, no obstante, incluye algunos resultados provenían de más de 130.000 personas
aspectos discutibles, a pesar de aplicar técnicas de evaluadas en los diferentes estudios.
análisis estadístico no disponibles en el momento de El estrato o nivel en el que se sitúa un determi­
desarrollar modelos anteriores a los que pretende nado factor señala su generalidad:
superar. Por ejemplo, el factor de orden superior
rotación mental deriva de un único factor de orden — Capacidades concretas: primer estrato.
inferior («rotación de imágenes»), lo que es subóp­ — Capacidades amplias: segundo estrato.
timo. Un factor psicológicamente significativo debe — Capacidades generales: tercer estrato.
definirse a partir de al menos tres medidas o, en su
caso, tres factores (figura 10.1) (Abad et al., 2011). Las capacidades de los estratos más altos resu­
Además, el factor «números» se asocia a dos facto­ men las relaciones entre algunas de las capacidades
res diferentes de orden superior (verbal y percepti­ de estratos inferiores.

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Inteligencia y rasgos / 253

Los factores que representan a las capacidades miento piagetiano (RP). Un factor de velocidad se­
intelectuales son un reflejo más o menos directo de ría velocidad de razonamiento (RE).
las diferencias individuales que se observan cuando Los factores del primer estrato recién enumera­
las personas completan test psicológicos intelectual­ dos se resumen en el factor 2F del segundo estrato.
mente exigentes. El factor secundario 2F correspondería a la inteli­
Los test psicológicos son mensajeros de las dife­ gencia fluida y representa los procesos básicos de
rencias de capacidad que de hecho separan a unas razonamiento que apenas dependen del aprendizaje
personas de otras. Según Carroll (1993), interpretar y la cultura.
psicológicamente los factores supone generar hipó­ Los restantes factores del segundo estrato son:
tesis sobre los procesos cognitivos responsables del
rendimiento observado. — 2C (inteligencia cristalizada): recoge los pro­
El modelo de tres estratos ayuda a mejorar el cesos mentales asociados a los efectos de la
diseño de test psicológicos, permitiendo, por ejem­ experiencia, el aprendizaje y la aculturación
plo, depurar su validez de constructo, asegurando en general. Por ejemplo, desarrollo del len­
que se mide lo que se pretende medir. Además, es guaje, conocimiento léxico o fluidez de pro­
necesario distinguir el «nivel» de rendimiento que ducción oral.
puede alcanzar la persona y la «velocidad» con la — 2Y (memoria y aprendizaje): reúne elemen­
que puede hacerlo. tos implicados en tareas que exigen aprender
Un modelo factorial, subraya Carroll (1993), o memorizar. Por ejemplo, tareas de recuer­
puede parecer alejado del mundo real, de la prác­ do libre o de memoria asociativa.
tica psicológica, pero no es así en absoluto. Los — 2V (percepción visual): depende del rendi­
responsables de la política educativa y social de un miento en tareas que requieren percepción
determinado país deberían mostrar, por ejemplo, de formas visuales. Por ejemplo, rastreo es­
su preocupación por cuestiones como las siguien­ pacial, estimación de longitudes y percep­
tes: ción de ilusiones ópticas.
— 2U (percepción auditiva): se asocia al rendi­
— Cuáles son las capacidades cognitivas impor­ miento en tareas que exigen percepción o
tantes. discriminación de patrones de sonidos o del
— Cuál es la mejor manera de medir esas capa­ habla, en especial cuando esos patrones se
cidades. encuentran alterados. Por ejemplo, discrimi­
— Cómo se van formando las capacidades a lo nación de sonidos del habla, juicio y discri­
largo del ciclo vital. minación musical y memoria para patrones
— Hasta qué punto son susceptibles al cambio de sonidos.
y cómo se pueden mejorar. — 2R (capacidad de recuperación): resume el
rendimiento en tareas que requieren recor­
Carroll señala una serie de aplicaciones de su dar información almacenada en la memoria
modelo en neuropsicología, genética de la conducta, permanente o a largo plazo. Por ejemplo,
psicología del ciclo vital, respuesta de las capacida­ fluidez de ideas, fluidez para figuras y crea­
des intelectuales a intervenciones ambientales como tividad.
el entrenamiento cognitivo y diseño de baterías de — 2S y 2T (velocidad cognitiva y rapidez de pro­
evaluación psicológica, entre otros. cesamiento al tomar decisiones): reúne el ren­
La figura 10.4 muestra una representación de ese dimiento en tareas que exigen un procesa­
modelo de tres estratos. miento cognitivo rápido. Por ejemplo, tiempo
En el primer estrato se observa un gran número de reacción simple, rapidez de comparación
de factores (> de 60) diferenciados según sean con­ mental de estímulos simples y facilidad nu­
siderados factores de nivel o de velocidad. Factores mérica.
de nivel del primer estrato serían, por ejemplo, el
razonamiento secuencial general (RG), la inducción El grado de importancia para describir la estruc­
(I), el razonamiento cuantitativo (RQ) y el razona­ tura de la inteligencia se corresponde con su orden

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Inteligencia
254 /

general

Inteligencia Inteligencia Memoria y Percepción Percepción Capacidad de Velocidad Rapidez de


fluida (2F) cristalizada (2C) aprendizaje visual (2V) auditiva (2U) recuperación (2R) cognitiva (S) procesamiento
general (2Y) de decisión (2T)

Factores Factores Factores Factores Factores Factores Factores Factores


de nivel de nivel de nivel de nivel de nivel de nivel de velocidad de nivel
Razonamiento Desarrollo del Amplitud de Visualización (Vz). Umbrales de Creatividad (FO). Velocidad para Tiempo de reacción
secuencial general lenguaje (LD). memoria (MS). Factores escucha y habla Factores resolver test (R9). simple (R1).
(RG). Comprensión del Factores de velocidad (UA, UT, UU). de velocidad Facilidad Tiempo de reacción
Inducción (I). lenguaje escrito (V). de velocidad Discriminación numérica (N). de elección (R2).
Razonamiento Conocimiento Relaciones de sonidos del Fluencia ideativa Repidez Rapidez de
Manual de psicología diferencial

cuantitativo (RQ). léxico (VL). Memoria especiales (SR). habla (US). (FI). perceptiva (P). procesamiento
Razonamiento Comprensión asociativa (MA). Rapidez de Discriminación Naming (NA). semántico (R4).
piagetiano (RP). lectora (RC). Recuerdo libre clausura (CS). general de sonidos Fluencia asociativa Rapidez de
Decodificación (M6). Flexibilidad de (U3). (FA). comparación
Factores
lectora (RD). Memoria clausura (CF). Discriminación Fluencia expresiva mental (R7).
de velocidad
Cloze ability (CZ). semántica (MM). Integración de frecuencia de (FE).
Velocidad de Deletreo (SG). Memoria visual perceptiva serial sonidos (U5). Fluencia para
razonamiento Codificación (MV). (PI). Discriminación palabras (FW).
(RE). fonética (PC). Aprendizaje (LI). Rastreo espacial de la duración e Sensibilidad a los
Sensibilidad (SS). intensidad de problemas (SP).
gramática (MY). Velocidad sonidos (U6). Fluencia figurativa
Segundas lenguas perceptiva (P). Juicio y (FF).
(LA). discriminación Flexibilidad
Miscelánea
Comunicación (CM). musical (UI, U9). figural (FX).
Escucha (LS). Imágenes (IM). Resistencia a la
Competencia Estimación de distorsión acústica
para lenguas no longitudes (LE). (UR).
maternas (KL). Percepción de Ajuste temporal (UK).
ilusiones (IL). Ritmo (U8).
Factores
Intercalamiento Memoria para
de velocidad
perceptivo (PN). patrones de
Velocidad de sonidos (UM).
lectura (RS). Ajuste absoluto (UP).
Fluencia y Localización de
producción oral (OP). sonidos (UL).
Escritura (WA).

Figura 10.4.—La teoría de tres estratos de J. B. Carroll en su concepción original (1993). En el primer estrato se sitúan los factores de «nivel» y «velocidad».
Cada uno de ellos posee un determinado símbolo —por ejemplo, RG = razonamiento secuencial general—. El análisis de las relaciones entre esos factores del
primer estrato produce los factores del segundo estrato (por ejemplo, inteligencia fluida o inteligencia cristalizada). Finalmente, el análisis de las relaciones

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entre los factores de ese segundo estrato produce el único factor del tercer estrato que corresponde a la inteligencia general (g).
Inteligencia y rasgos / 255

de presentación en el modelo. Desde esa perspectiva, — Las capacidades delimitan las posibilidades
la inteligencia fluida y la cristalizada serían los fac­ generales de acción del cerebro en su conjun­
tores más importantes, mientras que la velocidad to.
cognitiva y la capacidad de recuperación serían las — Los poderes provinciales serían tipos de orga­
menos relevantes. nización local para distintas modalidades
En el tercer estrato se encuentra la inteligencia sensoriales y motoras.
general (g) como resumen de los factores del segun­ — Las agencias se corresponden con las habili­
do estrato. Pero ese resumen tampoco es homogé­ dades necesarias para actuar en distintas
neo: los más próximos a g serían los mejor represen­ áreas de contenido culturalmente valoradas.
tados, mientras que los más alejados serían los peor
representados. No todos los factores serían igual­ Esa teoría postula, además, una serie de pará­
mente valiosos para delimitar conceptualmente a la metros relevantes para explicar el modo en que fun­
inteligencia humana. cionan los factores intelectuales:

— Fases de acción: procesamiento perceptivo,


3.2. Modelos jerárquicos con más procesamiento cognitivo y procesamiento
de un factor general motor de la información.
— Parámetros relativos a los procesos: nivel de
Se presentarán dos modelos: el G f -Gc de R. B. complejidad, implicación de la memoria y
Cattell y el modelo CHC. El primero es un modelo demandas de velocidad de procesamiento de
factorial clásico de extraordinaria riqueza concep­ la información.
tual, mientras que el segundo resulta de combinar — Contenido: implicación de las dimensiones
—usando técnicas recientes de análisis estadístico— culturales y de la experiencia, así como de
ese primer modelo (junto a los posteriores desarro­ las dimensiones de organización neuronal.
llos de un estudiante de R. B. Cattell, John Horn)
con el modelo de tres estratos de J. B. Carroll (CHC, En cuanto a la estructura de la inteligencia hu­
Cattell-Horn-Carroll). mana, Hakstian y Cattell (1974) estudiaron las re­
R. B. Cattell desarrolló su programa de investiga­ laciones entre 57 test psicológicos que representaban
ción sobre las diferencias individuales en inteligencia un amplio espectro del concepto «inteligencia». Se
en el IPAT (Institute for Personality and Ability Tes­ obtuvieron 19 factores primarios de distinta relevan­
ting), diseñando test psicológicos y sometiendo a so­ cia. Algunos de esos factores primarios son:
fisticados análisis estadísticos los resultados obteni­
dos. Su obra probablemente más influyente sobre la — Factor V (verbal): comprensión verbal y ha­
inteligencia sea Intelligence: Their Structure, Growth bilidad con las palabras.
and Action, editada originalmente en 1971 y revisada — Factor N (numérico): velocidad y precisión
en 1987. de cálculo.
Su teoría sobre la inteligencia considera tres ele­ — Factor S (espacial): habilidad para mantener
mentos básicos: orientaciones en la mente sobre disposicio­
nes, configuraciones o elementos presentes
1. La acción necesaria para completar una en un determinado espacio.
­determinada tarea intelectualmente exigen­ — Factor P (velocidad y precisión perceptiva):
te. se relaciona con la eficiencia con la que
2. El contenido de la tarea a resolver. se transmite información en el sistema ner­
3. Los procesos cognitivos a emplear durante vioso.
la resolución de esa tarea.
Se exploró la relación entre los 19 factores pri­
Constituye una teoría en la que se distinguen marios para averiguar si se podían identificar facto­
tres propiedades de la inteligencia: capacidades, po­ res secundarios más generales. Resultaron cinco fac­
deres provinciales y agencias. tores de esa naturaleza:

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256 / Manual de psicología diferencial

— Gf (inteligencia fluida): habilidad básica de — A medida que crece y amplía sus experien­
razonamiento que se aplica a una variedad cias, disminuye la relación entre Gf y Gc. Un
de problemas. Supone hacer inferencias, ra­ niño brillante con una alta inteligencia bási­
zonar inductivamente y disponer de una ca que, además, disfruta de un ambiente fa­
gran amplitud de memoria a corto plazo. vorable en el colegio y en el hogar familiar,
— Gc (inteligencia cristalizada): supone gestio­ dispondrá de oportunidades para invertir su
nar el lenguaje, los números y los problemas Gf en habilidades cristalizadas valoradas
mecánicos. por su cultura. En cambio, un chaval con el
— Gv (visualización): actúa en las pruebas que mismo nivel de inteligencia fluida que crece
requieren visualizar mentalmente y operar en un hogar en el que no se valora la cultura
sobre información basada en figuras. y cuyo ambiente escolar es deprimente, care­
— Gr (recuperación): habilidad para acceder cerá de las oportunidades adecuadas para
con rapidez a la información registrada en la invertir su inteligencia básica. Esa situación
memoria a largo plazo. degradará la inteligencia efectiva (Gc) que
— Gs (velocidad cognitiva): representa la rapi­ podría desarrollar potencialmente. Su rendi­
dez con la que se puede completar tareas in­ miento cristalizado sería incluso peor que el
telectualmente exigentes. Es el factor secun­ de un compañero moderadamente brillante,
dario menos importante, hecho consistente pero con mayores oportunidades de invertir
con el modelo de Carroll. su Gf.
— En el período comprendido entre los 5 y los
Los factores secundarios más importantes son 14 años es posible encontrar una significati­
Gf y Gc, siendo esa la razón por la que su modelo va relación entre Gf y Gc. Será difícil detec­
sobre la estructura de la inteligencia se conoce como tar en este período de edad los otros tres fac­
«modelo Gf-Gc». tores de segundo orden (Gv, Gr y Gs),
Pero Gf y Gc no son factores estáticos. Poseen puesto que aún no están suficientemente
una dinámica que se concreta a través de la teoría consolidados. Faltan experiencias de inver­
de la inversión. Gf y Gc se relacionan de distintos sión cultural que ayuden al proceso de diver­
modos durante el ciclo vital. sificación (o diferenciación) de Gf.
Al comienzo de ese ciclo vital solamente se de­ — Aproximadamente a partir de los veinte años
sarrolla una capacidad general vinculada a las co­ de edad comienza a apreciarse la separación
nexiones neuronales que apoyan la percepción de de Gf y Gc con mayor claridad. Mientras que
relaciones. Esa capacidad corresponde a la inteligen­ Gc mantiene un alto nivel funcional hasta
cia fluida (Gf), sería heredable y representaría la in­ edades avanzadas, Gf declina de modo para­
teligencia básica del individuo. lelo al declive del cerebro desde ese período
En contraste, la inteligencia cristalizada (Gc) re­ de la vida. Ese desarrollo diferencial de Gf y
sultaría de la inversión cultural de la inteligencia Gc a partir de ese momento del ciclo vital es
fluida en experiencias concretas de aprendizaje. La una de las razones más poderosas que esgri­
configuración particular de Gc dependerá del entor­ me Cattell para mantener separadas esas ca­
no en el que se desarrolla el individuo. Gc estará pacidades y rechazar la dominancia de un
compuesta por una diversidad de factores específi­ único factor general de orden superior (g).
cos (o primarios) que representarían la inteligencia
efectiva de la persona (figura 10.5). En suma, la inteligencia humana se puede resu­
El trayecto vital de Gf y Gc se puede resumir así: mir en cinco dimensiones o factores fundamentales.
Los dos más importantes son Gf y Gc. Gf es una
— A los dos años de edad, Gf y Gc están tan capacidad básica de razonamiento, heredable y ne­
relacionadas que es prácticamente imposible cesaria para resolver problemas muy diversos. Gc
distinguirlas. El niño apenas tuvo oportuni­ resulta de la inversión cultural de Gf y podrá pre­
dad aún de invertir culturalmente su inteli­ sentar distintas configuraciones específicas depen­
gencia básica (Gf). diendo del contexto cultural.

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Inteligencia y rasgos / 257

Interés Memoria
Inversión en Tiempo
histórico histórica
Inteligencia aprendizaje
fluida común
(histórica) (histórica)
Factores
de tercer Gf(h) Se
orden Interés Memoria
Inteligencia fluida presente presente
Inteligencia cristalizada
(presente)
Factores
Gf1 Gc
de segundo
orden
Inteligencia fluida
(presente)
Factores
de primer Gf2 S V R N E M
orden

Variables

Subtest libres de Subtest cognitivos generales Medidas de rendimiento escolar


influencias culturales

Figura 10.5.—Representación de la teoría de la inversión de R. B. Cattell (1987). La inteligencia cristalizada (Gc) resulta de la
inversión cultural de la inteligencia fluida (Gf). A su vez, las cosas por las que se interesa la persona, los conocimientos alma­
cenados en su memoria a largo plazo y el tiempo que invierte en su educación influyen en la configuración de Gc. La denomi­
nación «histórico» se refiere al ciclo vital, es decir, Gf(h) representa la inteligencia fluida al comienzo de la vida. Las relaciones
entre los elementos enumerados van cristalizando en una serie de aptitudes: S = orientación espacial; V = comprensión verbal;
R = razonamiento; N = manejo de números; F = fluidez; M = memoria; Se = experiencias escolares y educativas.

El modelo CHC (Cattell-Horn-Carroll) resume chive/OverviewoftheWoodcock-MuozFounda


la mayor parte de las evidencias acumuladas duran­ tions(WM.html) que recoge la mayor parte de las
te décadas sobre la estructura de la inteligencia hu­ bases de datos analizadas por Carroll, gracias al
mana. Siguiendo las pautas de J. B. Carroll, Kevin proyecto HCA (Woodcock-Muñoz Foundation Hu­
S. McGrew (2009) sostiene que la CHC serviría man Cognitive Abilities). Cualquier persona intere­
como marco de referencia para compartir una no­ sada puede acceder gratuitamente a esa información
menclatura que ayude a describir los resultados de para analizarla usando métodos modernos de aná­
la investigación, así como a enmarcar el contraste lisis estadístico.
de hipótesis sobre las capacidades cognitivas. Ade­ La figura 10.6 revela que el modelo de Carroll
más, sería un punto de partida para seguir inda­ admite la relevancia de un único factor general de
gando en la estructura de la inteligencia humana. inteligencia (g), mientras que el modelo de Cattell-
En contra de lo que pueda pensarse, el estudio cien­ Horn rechaza esa perspectiva manteniendo separa­
tífico sobre esa estructura no puede darse por zan­ dos Gf y Gc. Además, en el estrato II, el segundo
jado. modelo considera un factor de razonamiento cuan­
Recuerda McGrew que existe un archivo elec­ titativo (Gq), mientras que el primero no lo contem­
trónico online (http://www.iapsych.com/wmfhcaar­ pla. El modelo de Carroll asume que la lectura y la

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258 / Manual de psicología diferencial

Correspondencias del modelo


de Carroll y de Cattell-Horn
Estrato III
g A. Modelo de tres estratos de Carroll
(general)

Gf Gc Gy Gc Gu Gr Gs Gt +80 capacidades de primer estrato


Estrato II no presentadas en el modelo
(amplio) B. Modelo extendido Gf-Gc de Cattell-Horn

SAR TSR
Gf Gc Gv Ga Gs CDS Grw Gq
Gsm Glm

C. Modelo integrado Cattell-Horn-Carroll

g D. Dominios tentativos del estrato II

Gf Gc Gsm Gv Ga Glr Gs Gt Grw Gq Gkn Gh Gk Go Gp Gps

(La ausencia de flechas desde g representa el desacuerdo de Cattell-Horn y Carroll respecto a ese factor.)

Dominios amplios (estrato II) del modelo CHC

Gf, Razonamiento fluido; Gc, Comprensión, conocimiento; Gsm, Memoria a corto plazo; Gv, Procesamiento visual;
Ga, Procesamiento auditivo; Glr, Memoria a largo plazo; Gs, Velocidad mental; Gt, Velocidad de reacción y decisión;
Grw, Escritura y lectura; Gq, Conocimiento cuantitativo; Gkn, Conocimiento general (específico de dominio);
Gh, Capacidades táctiles; Gk, Capacidades cinestésicas; Go, Capacidades olfativas; Gp, Capacidades psicomotoras;
Gps, Velocidad psicomotora.

Figura 10.6.­—Representación esquemática y comparación del modelo de tres estratos de Carroll, el modelo Gf-Gc de Cattell
(y Horn) y el modelo integrador Cattell-Horn-Carroll (CHC).

escritura se incluyen en Gc, mientras que el de Cat­ 3.3. Conclusión sobre los modelos
tell-Horn las considera capacidades separadas den­ jerárquicos
tro del estrato II. Finalmente, el modelo de Cattell-
Horn separa la memoria a corto plazo (Gsm) y la La investigación sobre la estructura de la inteli­
memoria a largo plazo (SAR, Glm), mientras que gencia humana sigue constituyendo un campo acti­
en el modelo de Carroll ambas se incluyen en el mis­ vo en el momento presente. Las diferencias que pue­
mo factor (Gy). den separar a los modelos descritos son excusas para
En la figura 10.6 también se incluyen factores estimular esa investigación, no motivos para extraer
tentativos relacionados con las distintas modalida­ la conclusión de que existe confusión entre los cien­
des sensoriales. Se pretende así rechazar expresa­ tíficos. Los acuerdos son sustancialmente más visi­
mente la idea de que la exploración de la estructura bles que los desacuerdos.
de las capacidades humanas debe darse por cerrada. El profesor E. B. Hunt (2011) sugirió que si se
La investigación seguirá mejorando nuestros cono­ desea comprender el funcionamiento de la inteligen­
cimientos a ese respecto. cia humana en el contexto social, el modelo CHC

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Inteligencia y rasgos / 259

puede ser más relevante que el modelo VPR. En El modelo SI (Structure of Intellect, estructura
cambio, para vincular las principales dimensiones del intelecto) de Guilford (1988) obedece a la exi­
de la inteligencia con el cerebro humano, posible­ gencia de huir de la persecución de problemas mi­
mente el modelo VPR sea un marco de referencia núsculos de escasa relevancia. Un marco de referen­
más apropiado que el modelo CHC. cia útil y que logre centrar los esfuerzos de los
Servirse de uno u otro modelo dependerá de las científicos debe ser amplio, sistemático y basarse en
particularidades asociadas a una determinada inves­ hechos verificables.
tigación o a la consecución de un determinado ob­ El astrónomo Fritz Zwicky fue el primer cientí­
jetivo práctico. No existe una incompatibilidad in­ fico en desarrollar, en 1957, modelos no jerárquicos
salvable entre ambos modelos. Al contrario, deben («la caja morfológica»). Constituyen clasificaciones
considerarse complementarios. cruzadas de fenómenos situados en categorías que
se interceptan y rechazan la idea de unas categorías
que se incluyen en otras más generales, como en el
4. MODELOS NO JERÁRQUICOS caso de los modelos jerárquicos recién descritos.
Según Guilford, las categorías o dimensiones in­
Según J. P. Guilford (1967), «la ciencia ha bus­ cluyentes impiden afinar los análisis, mientras que
cado discriminaciones cada vez más refinadas. Dar­ las categorías que se interceptan muestran el campo
le la espalda a discriminaciones nuevas porque sometido a exploración en todos sus detalles. Ese es
complican nuestra actividad es negar el deseo cien­ precisamente el objetivo de su modelo SI: descubrir
tífico de progreso. El tiempo dirá si las nuevas dis­ las dimensiones más básicas de la inteligencia y en­
criminaciones no pueden ser repetidas o si son irre­ contrar el mejor modo de valorarlas aisladamente
levantes». (Guilford, 1985, 1988).

CUADRO 10.3
L. L. Thurstone y sus aptitudes mentales primarias

El psicólogo norteamericano L. L. Thurstone propuso un modelo estructural de la inteligencia de carácter no


jerárquico en la misma época en la que el británico Charles Spearman desarrollaba su modelo bifactorial. A dife­
rencia del europeo, el americano sostuvo que la inteligencia se compone de una serie básica de capacidades relacio­
nadas débilmente, por lo que carece de sentido resumir la información registrada a través de los test en un factor
general (g) de orden superior.
La situación produjo un enconado debate, similar al establecido entre J. P. Guilford y los psicólogos diferenciales
que apoyaban la tesis de que la inteligencia debía describirse según una estructura jerárquica con distintos niveles
de generalidad.
La investigación posterior ha demostrado que los resultados en los que se basó Thurstone eran correctos, pero
tenían una debilidad que contribuía a explicar por qué era tan reducida la correlación del rendimiento valorado por
los test incluidos en su Batería de aptitudes mentales primarias (PMA). Esa batería contaba con test de vocabulario,
de rotación mental, de cálculo numérico, de fluidez o de razonamiento, entre otros, pero los resultados provenían de
personas homogéneas en su nivel intelectual general (estudiantes universitarios), y, por tanto, no representaban a la
población.
La situación se parecía a la que se encontraría al comparar jugadores de la NBA. Sus diferencias de estatura serían
poco relevantes para explicar su distinto desempeño en la cancha, puesto que todos ellos son muy altos. Se parecen
por su estatura descomunalmente más entre sí que si se comparase a personas elegidas al azar de la población, es
decir, si se estudiase una muestra representativa de la población.
Tanto en los individuos estudiados por Thurstone como en el ejemplo de los jugadores de la NBA, existe una
«restricción en el rango» de la variable de interés (inteligencia o estatura). Cuando se corrige estadísticamente ese
efecto de restricción se demuestra que existe una correlación sustantiva entre las puntuaciones logradas por los in­
dividuos en los test de la batería PMA, y, por tanto, es posible obtener un factor general (g).
El debate entre Thurstone y Spearman tuvo un final constructivo. Se puede identificar un factor general, aunque
también se observan factores más específicos, tal y como muestran los modelos jerárquicos de la inteligencia.

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260 / Manual de psicología diferencial

El modelo de la estructura del intelecto (SI) de morizados. El período que va desde la memorización
Guilford identifica tres categorías. La primera co­ hasta la reproducción ofrece oportunidades para mo­
rresponde a las «operaciones», mientras que las otras dificar la tarea propuesta originalmente, añadiendo
dos son categorías de la «información» sobre la que estrategias individuales que pueden alterar lo que un
actúan las operaciones. Esas dos categorías de la in­ determinado test pretende medir. Por ejemplo, suele
formación son los «contenidos» y los «productos». memorizarse y retenerse con mayor facilidad material
Cada una de las capacidades intelectuales con­ significativo (semántico) que material simbólico o fi­
sideradas en el modelo SI resulta de combinar ope­ gurativo. Por ello, cuando se puede traducir los dos
raciones, contenidos y productos (figura 10.7.A). últimas productos de información en términos se­
Guilford identifica 180 capacidades intelectuales mánticos se sale ganando al completar la tarea, pero
que representarían el concepto inteligencia (6 ope­ se pierde la pureza del test original (que, en este caso,
raciones × 6 productos × 5 contenidos). pretende valorar las vertientes simbólica o figurativa,
no la semántica). Las estrategias que desarrollan es­
Operaciones pontáneamente los individuos para memorizar com­
plican la interpretación de los resultados observados
Las operaciones son la cognición, la memoria al completar un test. Recordar material verbal puede
(retención y registro), la producción divergente, la hacerse transformándolo en escenas visuales, y, por
producción convergente y la valoración. Su orden tanto, se medirá una capacidad distintas a la deseada.
en la figura 10.7.A sigue una lógica: la memoria re­ La producción divergente (o creatividad) supone
quiere de la cognición, los dos tipos de producción una transferencia del recuerdo. Los test de produc­
necesitan de la memoria y la valoración permite su­ ción divergente exigen producir respuestas, no re­
pervisar las demás operaciones. producirlas. Una vez conocidos los elementos de
La cognición equivale a los procesos clásicos de información y almacenados en la memoria, pueden
inducción, por lo que exige «darse cuenta». Supone integrarse según las exigencias de la situación. Re­
gestionar información presente, mientras que la me­ cuperar los elementos de información almacenados
moria recurre a información latente almacenada du­ en la memoria para alcanzar determinados objetivos
rante largos períodos de tiempo. Disponer de infor­ es el fundamento de la producción psicológica, sea
mación en la memoria exige que antes haya pasado convergente o divergente.
por el filtro de la cognición. Los escritores y científicos se apoyan especial­
La adquisición de información es equivalente a mente en la región semántica. Los inventores y ar­
la formación de una bola de nieve que discurre por tistas gráficos dependen de los contenidos figurati­
la ladera de una montaña: cuanto más posee una vos visuales. Eso no significa que el mismo creador
persona, más facilidad tiene para adquirir mayor no pueda atravesar los límites de los distintos con­
cantidad. tenidos. Un artista puede concebir una idea dentro
Basarse en el modelo SI hace innecesario el con­ de la esfera semántica, pero traducir esas ideas en
cepto clásico de inducción, ya que se puede reem­ forma y color sobre un lienzo.
plazar por los conceptos de ese modelo, más ricos y Las categorías de contenido influyen en las per­
precisos en su significado. Además, esos nuevos con­ sonalidades creativas que desarrollan su actividad
ceptos se relacionan con los estudios empíricos ba­ en distintos campos. En un estudio clásico, Welch
sados en los métodos factoriales. (1946) aplicó cuatro test de producción divergente a
La memoria se define por el almacenamiento de un grupo de 30 artistas profesionales y a un segundo
información. Se distingue retención y registro. Las grupo de 48 estudiantes universitarios. Los test de
diferencias individuales de memoria expresan las va­ producción divergente fueron los siguientes:
riaciones en esa capacidad una vez se controlan las
variaciones de cognición. Una manera de alcanzar — Componer frases de 10 palabras presentadas
ese objetivo es estandarizar la información de entra­ al azar.
da de la que se dispone para memorizar. — Dadas 20 palabras, escribir un cuento.
Los test de memoria se caracterizan por la me­ — Formar tantas letras del alfabeto como sea
morización y la reproducción de los contenidos me­ posible a partir de una serie de líneas.

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Inteligencia y rasgos / 261

— Dadas 10 figuras sólidas de distintas formas de dificultades académicas, algo difícil de lograr sin
y colores, diseñar muebles para el hogar. poseer un CI por encima de la media. Pero disponer
de un alto CI no garantiza el éxito en el mundo de
Los dos primeros test son de tipo semántico, la creatividad.
mientras que los dos últimos son de tipo figurativo. La producción convergente origina necesidades
Los dos grupos de personas mostraron un rendi­ lógicas. Corresponde al concepto clásico de deduc­
miento distinto en los test figurativos, pero rindieron ción (deducciones lógicas o inferencias obligadas).
al mismo nivel en los semánticos. Es la operación que predomina cuando la entrada
Los niños con altas puntuaciones en los test de de información es suficiente para determinar cuál es
producción divergente al comenzar el período esco­ la respuesta. Según Guilford (1967), los estudios psi­
lar suelen ser quienes se consideran, generalmente, cológicos confunden fácilmente cognición y produc­
revoltosos. Pero, poco después, sus profesores se per­ ción convergente. Aunque los test de cognición exi­
catan de que esos chavales tienen ideas buenas y poco gen averiguar cuál es la respuesta correcta, eso no
usuales. De hecho, el profesor suele tener problemas es suficiente para descartar que se esté valorando la
para evaluarles siguiendo las pautas habituales. producción convergente. La cognición implica dis­
Por su parte, las personas mayores con altas poner de información y comprenderla, en el sentido
puntuaciones en los test de producción divergente de observarla; equivale a la conducta del espectador.
tienen una mayor probabilidad de situarse por enci­ La producción convergente exige, en cambio, una
ma de la media en los test de cociente intelectual conducta participativa: no basta observar. Mientras
(CI). Aunque un CI elevado no es condición sufi­ que con la producción divergente se crean posibili-
ciente para presentar una alta producción divergen­ dades lógicas a partir de una determinada informa­
te, es una condición casi necesaria. Quienes desem­ ción, con la producción convergente se crean nece-
peñan profesiones creativas han superado multitud sidades lógicas.

CUADRO 10.4
Una medida de creatividad (made in Spain)

J. P. Guilford destinó un gran esfuerzo a cuantificar una facultad que se supone se resiste al esfuerzo de los cien­
tíficos: la creatividad.
En su modelo SI (estructura del intelecto) la creatividad se encuentra asociada a la producción divergente. La
creatividad formaría parte, por tanto, de la inteligencia; sería una faceta más de ese concepto psicológico.
En 2003, el equipo del psicólogo diferencial de la Universidad de Murcia, Javier Corbalán Berná, publicó un test
de creatividad (CREA) después de ganar el concurso de la compañía TEA gracias a la excelente calidad del producto.
El test permite evaluar la creatividad de niños, adolescentes y adultos en 10 minutos. Por tanto, es verdaderamen­
te eficiente.
Además, se puede administrar, individual o colectivamente, para valorar el nivel de creatividad según la capacidad
para generar preguntas a partir de una determinada situación.
El concepto a evaluar se centra en la apertura y versatilidad de los esquemas cognitivos del individuo. La consig­
na es producir la mayor cantidad posible de preguntas a partir de un estímulo de test.
Aunque la tradición es evaluar cuál es la capacidad del individuo para producir distintas soluciones a un proble­
ma, Corbalán et al. (2003) optaron por valorar la capacidad para producir distintos problemas a una determinada
solución.
En el proceso de validación del test se consideraron casi 2.300 individuos, y las correlaciones del rendimiento
valorado por el CREA y por la batería de evaluación de la creatividad de Guilford oscilaron entre 0,64 y 0,81.
El CREA presenta tres versiones (A, B y C).
En el caso de la primera versión, las correlaciones con los subtest de la batería de Guilford fueron: 0,62 (fluidez),
0,75 (flexibilidad), 0,59 (originalidad) y 0,49 (producción divergente).
Por otro lado, la correlación con el test elemental de inteligencia de M. Yela (1972) fue de 0,41.
Esos valores de correlación son consistentes con la conclusión de que las respuestas al CREA: a) evalúan creati­
vidad, y b) se asocian al nivel intelectual de modo significativo.

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262 / Manual de psicología diferencial

A) Operaciones • Cognición
• Memoria
• Producción divergente
• Producción convergente
• Valoración

Productos • Unidades
• Clases
• Relaciones
• Sistemas
• Transformaciones
• Implicaciones

Contenidos • Figurativo
• Simbólico
• Semántico
• Comportamental

B)
Entrada Entrada

Filtrado Filtrado

Salida Salida Salida Salida Salida

Entrada Producción
Filtrado Cognición Producción Cognición
Generación
Dirección Estructuración Generación Nueva
de nuevas
de la atención del problema de respuestas información
respuestas

Valoración
Valoración Valoración
Valoración
Nuevo
Contraste Contraste de
Contraste contraste de
entrada versus nuevas
de respuestas la estructura
cognición respuestas
del problema

Memoria Figurativa Simbólica Semántica Comportamental


Información Concreta Signos Verbalmente significativa Psicológica

Figura 10.7.—A) Estructura del modelo SI. Las categorías de operación interactúan con las categorías de información (con­
tenidos y productos) y definen las distintas capacidades intelectuales. Por ejemplo, cognición de unidades figurativas, producción
divergente de transformaciones conductuales, memoria de sistemas semánticos, y así sucesivamente. B) Modelo de procesos
cognitivos asociados a la estructura del modelo SI. Las categorías consideradas en el modelo estructural se organizan desde la
entrada de información en el sistema hasta la salida, es decir, el momento en el que se emite una respuesta.

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Inteligencia y rasgos / 263

La última de las operaciones corresponde a la mántico es su carácter inobservable. Se puede llegar


valoración, bastante descuidada, según Guilford, en a él a través de su correlato figurativo (objeto real) o
la investigación de las diferencias intelectuales. La simbólico (signo), que sí pueden ser aparentes.
valoración exige tomar decisiones para supervisar Facilita comprender esas sutiles distinciones re­
la actuación de las restantes operaciones. currir a la diferencia entre significado denotativo y
connotativo. Un significado denotativo se restringe
Tipos de información: contenidos y productos al léxico o significado de diccionario, es decir, un
significado que no depende del contexto. Por su par­
Las categorías de «contenido» son: figurativa te, el significado connotativo vinculado a un deter­
(visual y auditiva), simbólica, semántica y conduc­ minado signo es el compuesto de las cosas asociadas
tual. Los «productos» son: unidades, clases, relacio­ a él en la realidad, en su contexto. El aspecto deno­
nes, sistemas, transformaciones e implicaciones. Los tativo de un concepto es de naturaleza convergente,
contenidos son categorías generales, mientras que mientras que el aspecto connotativo es divergente.
los productos corresponden a tipos formales que El producto «clase» posee un papel clave en el as­
ayudan a diferenciar y particularizar los contenidos pecto denotativo del significado.
más generales. Los productos no son, por tanto, re­ Un objeto o un signo posee significado semán­
sultado de la aplicación de las operaciones a los con­ tico porque indica algo que está más allá de sí mis­
tenidos —un equívoco desgraciadamente usual al mo. Ese enunciado se corresponde con la definición
describir el modelo de Guilford—. Contenidos y del producto «implicación». Ese «algo más allá de
productos se combinarán para delimitar las catego­ sí mismo» es información que se añade a la infor­
rías de la información: unidades figurativas, clases mación implícita en un determinado producto, es
figurativas, relaciones figurativas, sistemas figurati­ decir, el contexto. Los conceptos de los objetos in­
vos, transformación figurativas, implicaciones figu­ cluyen las acciones motoras (conductas) que corres­
rativas, unidades simbólicas, clases simbólicas y así ponderían a esos objetos. Un ejemplo son las defi­
sucesivamente hasta las 30 combinaciones posibles. niciones que sobre los objetos existen según cuál sea
Esas 30 categorías de la información se combinarán su uso habitual: una mesa para comer, una silla para
con las 6 operaciones (cognición, retención de me­ sentarse y una máquina de afeitar para rasurarse.
moria, registro de memoria, producción divergente, Las reacciones motoras estructuradas pueden con­
producción convergente y valoración) para delimi­ siderarse productos «conductuales».
tar las 180 capacidades incluidas en el modelo SI. Un signo no puede existir como tal sin represen­
El contenido figurativo es concreto. Corresponde, tar algo, ya que esa es la definición de signo. Sin
por ejemplo, a lo que se percibe o recuerda en forma embargo, un significado semántico puede existir sin
de imágenes. Pueden encontrarse involucradas las un signo lingüístico, como se puede observar en las
distintas modalidades sensoriales: visual, auditiva, etapas prelingüísticas del desarrollo humano, es de­
cenestésica, olfativa y gustativa —el modelo CHC es, cir, antes de que el niño comience a usar el lenguaje.
por tanto, menos novedoso de lo que sugiere Mc­ Un signo lingüístico es simbólico. También pue­
Grew (2009)—. El significado figurativo no es semán­ de haber signos figurativos visuales y auditivos, que
tico, sino que es intrínseco a las propias figuras. resultan ser, en términos evolucionistas, los funda­
El contenido simbólico se presenta a modo de mentos de la escritura primitiva pictográfica, en
signos materiales cuyos elementos no tienen signifi­ transición a la información simbólica y a los signos
cado en sí, como por ejemplo las letras, los números simbólicos.
o las notas musicales. El alfabeto y el sistema numé­ Si se clasifican los sentimientos humanos como
rico son elementos codificados que pueden combi­ información conductual, se puede decir que una se­
narse de innumerables maneras. rie de palabras posee información conductual en
El contenido semántico corresponde al significa­ común en sus contextos connotativos. La informa­
do de las palabras, y, por tanto, se hace patente en el ción conductual, así como la figurativa y la semán­
pensamiento y en la comunicación verbal. Pero el tica, se puede comunicar mediante signos y de ahí
contenido semántico puede ser no verbal. Una de las su vinculación con la información simbólica. La
mayores dificultades para definir el significado se­ vinculación figurativa conductual tiene una base en

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264 / Manual de psicología diferencial

las interacciones sociales que se producen en la vida del movimiento de un eje vertical puede llegar al
cotidiana. mismo resultado tocando el eje con la nariz, con la
El producto «unidad» posee propiedades. Cada pata o refregándose con él. Por tanto, debe tener
unidad se caracteriza por una combinación única de alguna idea general de un fin que se debe conseguir
propiedades. Una unidad no necesita implicar nin­ y sistemas conductuales para llevar a cabo las co­
gún otro producto. Entre las unidades figurativas vi­ rrespondientes acciones.
suales utilizadas en los test psicológicos se encuen­ Los sistemas figurativos auditivos son los ritmos
tran las letras aisladas. Las unidades auditivas y melodías. Las series de letras o números en los que
utilizadas en los test psicológicos han sido las señales están implicados principios de organización, así
morse, los dígitos hablados y las series de señales ba­ como las sucesiones sistemáticas de guiones y pun­
sadas en golpes. Las unidades simbólicas visuales se tos, constituyen sistemas simbólicos. Los sistemas
presentan a modo de palabras familiares impresas, y semánticos aparecen en test que incluyen problemas
las sílabas también han servido como unidades en los de razonamiento matemático enunciados verbal­
test de memoria. Las unidades simbólicas auditivas mente. Los sistemas conductuales también implican
han sido las palabras habladas. El mejor ejemplo de la comprensión de situaciones de individuos en in­
unidad semántica corresponde al significado de una teracción, como, por ejemplo, tiras de historietas
palabra. La naturaleza de una unidad conductual es, cómicas de cuatro partes en las que se debe seleccio­
sin embargo, discutible. nar el siguiente cuadro.
Una «clase» es una abstracción que se deriva de En determinados test de visualización, en los
un conjunto de unidades que mantiene una deter­ que se debe seguir con la imaginación el proceso de
minada afiliación según sus propiedades comunes. doblar y cortar un papel y el resultado del desdo­
Los test de cognición de clases figurativas y de pro­ blado siguiente, gobierna el producto «transforma­
ducción divergente de clases figurativas emplean fi­ ción». En los test de principios o movimientos me­
guras geométricas de construcción sencilla, propie­ cánicos se deben imaginar los cambios de posición
dades de forma, tamaño o sombreado, y grupos de de las partes. Las transformaciones conductuales
letras en los que las clases dependen de los aspectos suponen la revisión de un relato, por ejemplo cuan­
figurativos de las letras. Se han usado conjuntos de do se presentan cuatro escenas consecutivas hacien­
series de números, y el rasgo común ha sido la se­ do la sustitución de una de las escenas, cambiando
mejanza de los conjuntos de letras en términos de la expresión presentada con un cuerpo por la super­
algún principio al que deben ajustarse. La forma­ posición de una cabeza diferente y cambiando el
ción de conceptos corresponde al producto «clase». significado del mismo comentario enunciado por la
La teoría de conjuntos en matemáticas constituye atribución del mismo a otro par de personas que
un modelo lógico natural de «clase». conversan.
En los test de analogías figurativas se emplean Un sinónimo de «implicación» es «expectativa»,
cualquiera de las «relaciones» usuales: opuestos, gé­ es decir, ver por anticipado. Desde el punto de vista
nero y especie, parte-todo, acción-agente, verbo- psicológico, las implicaciones son predicciones. Las
objeto, y las inversas de la mayoría de esas relacio­ pruebas de implicaciones figurativas suponen mirar
nes. Cualquiera de las operaciones fundamentales hacia adelante con respecto a los caminos de los
con números constituye una manera de relacionar­ laberintos y a los movimientos en un juego. El factor
los, igual que las vinculaciones de igualdad y des­ de cognición de implicaciones figurativas sería de
igualdad. gran importancia en juegos como el ajedrez y las
Los pioneros de los «sistemas» han sido las ideas damas, así como en distintos tipos de juegos de at­
innatas de Descartes, las categorías y esquemas de letismo.
Kant, las abstracciones de Locke, los esquemas de
Bartlett y la concepción gestáltica de las configura­ Modelo sobre el procesamiento humano
ciones. Los psicólogos conductistas reconocen pau­ de información
tas de conducta que pueden considerarse sistemas
conductuales según el modelo SI. Un animal que Las capacidades intelectuales consideradas en el
aprende a conseguir un producto (comida) a través modelo de la estructura del intelecto de Guilford

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Inteligencia y rasgos / 265

pueden ayudar a delimitar modelos sobre el proce­ modelo cognitivo de Guilford se cimenta en la re­
samiento humano de la información, es decir, mo­ presentación topográfica y empírica de la estructura
delos cognitivos. De la estructura se puede pasar a de la inteligencia que corresponde a su modelo SI.
la dinámica, es decir, las categorías del modelo SI Constituye un ejemplo ideal del mensaje de que
pueden ir más allá de la configuración de una es­ comprender la conducta inteligente exige responder
tructura topográfica compuesta por 180 capacida­ a distintas preguntas. Averiguar cuál es la estructu­
des intelectuales necesarias para representar el con­ ra de la inteligencia es necesario, pero insuficiente.
cepto inteligencia. Las operaciones contribuyen a Los científicos que han explorado la estructura no
describir las fases (o procesos) mentales necesarias han ignorado las cuestiones relativas a la dinámica.
para expresar un comportamiento inteligente (Guil­
ford, 1979).
La figura 10.7.B representa el modelo de proce­ 5. CONCLUSIONES SOBRE LOS MODELOS
sos cognitivos de Guilford. FACTORIALES DE LA INTELIGENCIA

— En un principio, la información accede al ce­ En primer lugar, parece fuera de duda que la
rebro, filtrándose gracias a la actuación de estructura de la inteligencia humana posee una na­
los procesos atencionales. turaleza jerárquica. A partir de las diferencias indi­
— Seguidamente actúa la cognición sobre la in­ viduales que se pueden cuantificar mediante instru­
formación ya filtrada, estructurando el pro­ mentos estandarizados (los test psicológicos) se
blema. Tanto el filtrado como la cognición identifican factores de distinto grado de generali­
se encuentran supervisados por la valora­ dad. Los factores que se derivan directamente de los
ción. test (primarios) se relacionan entre sí para producir
— Se recurre a la memoria para localizar los factores de mayor nivel de generalidad hasta desem­
tipos generales de contenidos de la informa­ bocar en factores de orden superior.
ción: figurativa (información concreta), sim­ En segundo lugar, el factor general de inteligen­
bólica (signos), semántica (verbalmente sig­ cia (g) se revela como el de mayor grado de genera­
nificativa) y conductual (psicológica). Esos lidad, independientemente de que se adopte, por
contenidos se van a emplear hasta emitir una ejemplo, el modelo CHC o el VPR. El factor g da
respuesta. cuenta de aproximadamente el 50 % de las diferen­
— La interacción entre las operaciones de fil­ cias individuales reveladas por los test de inteligen­
trado atencional, cognición y memoria per­ cia. Ese fenómeno empírico posee importantes re­
mite comenzar a producir potenciales res­ percusiones sobre el estudio, tanto de los procesos
puestas. A través de la producción se generan psicológicos como de las bases biológicas relaciona­
respuestas supervisadas también por la valo­ das con las diferencias individuales de inteligencia.
ración. Como subraya Hunt (2011), las diferencias entre los
— Una nueva aplicación de las operaciones de modelos jerárquicos son menores.
cognición permite obtener más información En tercer lugar, entre los factores de menor ge­
relevante para resolver el problema plantea­ neralidad parece necesario distinguir entre compo­
do. Eso suscita una nueva valoración de la nentes verbales y no verbales. Su relevancia es, no
estructura del problema. obstante, reducida. Cuando se analiza una batería
— Finalmente, se valoran las nuevas respuestas de evaluación compuesta por una variedad de test
producto de las distintas operaciones men­ psicológicos usando un método de análisis fac­torial
tales y se acaba produciendo una respuesta similar al empleado por J. B. Carroll se c­ oncluye que,
definitiva (salida). salvo al considerar muestras muy seleccionadas, su
contribución a las diferencias individuales posee un
Esta breve descripción de las fases mentales aso­ escaso impacto. Los estudios sobre la validez pre­
ciadas a la producción de un comportamiento inte­ dictiva de los test de inteligencia son consistentes
ligente se basa en conceptos precisos derivados de con esa conclusión: el ingrediente de los test de in­
la aplicación de los métodos de análisis factorial. El teligencia que contribuye a la predicción correspon­

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266 / Manual de psicología diferencial

de esencialmente a g (Jensen, 1998; Schmidt y Hun­ 6.1. Recursos humanos


ter, 2004).
Se debe destacar, además, que el rendimiento Los profesores Vicente Ponsoda y Julio Olea, de
valorado por distintas baterías de evaluación de la la Universidad Autónoma de Madrid, organizaron
inteligencia produce puntuaciones en el factor g en 2014 un seminario, bajo el título la predicción del
prácticamente idénticas. Wendy Johnson calculó la desempeño, dirigido a profesionales de los recursos
correlación entre las puntuaciones en g obtenidas a humanos.
partir de distintas baterías aplicadas al mismo grupo Se invitó a una especialista de prestigio mundial
de personas (Johnson et al., 2004, 2008). El resulta­ en el campo de la selección de personal, Ann Marie
do observado en dos investigaciones independientes Ryan, de la Universidad de Michigan, quien acaba­
estuvo sistemáticamente por encima de 0,95, apre­ ba de publicar en el Annual Review of Psychology
ciándose que era indiferente considerar test de velo­ (2014) el artículo «A Century of Selection». Entre
cidad y de nivel: «la mayor parte de las evaluaciones otras cosas, Ryan comentaba en ese artículo: «las
psicológicas de la capacidad intelectual identifican medidas de baja calidad, contaminadas o pobre­
de una manera consistente un factor común que se mente definidas sobre el rendimiento, debilitan
corresponde con g. Ese resultado subraya la existen­ nuestra capacidad para avanzar en la comprensión
cia de un factor general de inteligencia y la consis­ de la verdadera importancia de las diferencias indi­
tencia y precisión con la que se puede medir». Aun viduales como predictores».
así, los factores más específicos de naturaleza verbal Hacia el final de ese artículo se preguntaba si «la
y no verbal —independientes de g— pueden llegar investigación en selección debería evolucionar hacia
a ser relevantes en determinadas circunstancias por­ el estudio de las diferencias individuales biológicas
que se identifican también en las distintas baterías y genéticas».
de evaluación administradas. La capacidad general En su presentación ante la audiencia de profe­
de procesamiento representada por g y la gestión de sionales, repasó algunos contenidos de su artículo,
los contenidos verbales y no verbales podrían con­ centrándose en lo que se estaba haciendo en los pro­
vertirse en elementos relevantes a la hora de pregun­ cesos de selección: globalización, uso de tecnología,
tarse, por ejemplo, por sus fundamentos biológicos. grupos de trabajo, simulaciones, adaptabilidad o
Finalmente, como sostuvo McGrew (2009), los gamificación (juegos).
modelos sobre la estructura de la inteligencia huma­ Otro de los profesores invitados al acto expuso
na deberían servir de guía y de marco de referencia las evidencias disponibles que apoyaban la tesis de
para los estudios hechos a otros niveles, es decir, a la que la capacidad intelectual es el mejor predictor del
hora de responder preguntas sobre los procesos cog­ desempeño ocupacional. Propuso una cadena cau­
nitivos asociados al rendimiento intelectual y sobre sal que conectaba el colegio con el mundo laboral:
su base biológica. La estructura de la inteligencia hu­ los niños más inteligentes aprenden más y mejor,
mana no permite extraer conclusiones directas sobre hecho que les permite llegar lejos en el mundo edu­
la posible base biológica de la conducta inteligente o cativo (acumular más formación), y, en su momento,
sobre cuáles son los factores no genéticos que subya­ hacerse, en la edad adulta, con los puestos laborales
cen a la variabilidad, pero pueden orientar y centrar que suponen un mayor prestigio y una más genero­
los esfuerzos al buscar respuestas a esas preguntas. sa remuneración.
Ninguna otra variable psicológica permite cons­
truir una cadena causal tan sólida. Los trabajadores
6. APLICACIONES más inteligentes son más eficientes, alcanzan objeti­
vos más complejos y son capaces de adaptarse efi­
Se discuten seguidamente —de entre las nume­ cazmente a los cambios, aprendiendo por su cuenta,
rosas posibilidades disponibles— tres aplicaciones de modo autónomo. Son esos individuos quienes
vinculadas a los conocimientos atesorados alrede­ contribuyen activamente a que la calidad de vida de
dor del desarrollo y validación de los modelos fac­ los demás ciudadanos mejore progresivamente,
toriales de la inteligencia: recursos humanos, rendi­ quienes contribuyen a los avances en medicina o en
miento escolar y mejora de la inteligencia. la tecnología que usamos los demás.

© Ediciones Pirámide
Inteligencia y rasgos / 267

Es importante recordar ahora que la ciencia no ción de la lógica y supondría una actuación irres­
se construye sobre el consenso, sino sobre la eviden­ ponsable.
cia. La ciencia no tiene nada que ver con lo que nos Asesinar al mensajero es una práctica recurren­
gustaría que fuese verdad o con lo que pueda pare­ te cuando el mensaje, por las razones que sea, se
cernos más justo, sino que se ciñe a los hechos, y considera indeseable, pero debe recordarse que el
esos hechos son, en cuanto a la predicción del des­ crimen no suele quedar impune. Tarde o temprano
empeño ocupacional, contundentes. se captura al asesino y se le castiga según la ley vi­
En el momento histórico actual, los países occi­ gente.
dentales con un régimen democrático se organizan de ¿Qué se puede hacer al aceptar el mensaje —ava­
modo que los ciudadanos más inteligentes resultan lado por los hechos conocidos— en lugar de asesi­
premiados. Que puedan ser extravertidos o estables nar al mensajero?
emocionalmente es menos relevante para pronosticar El hecho, por ahora, es que los individuos con
cómo actuarán al desempeñar sus ocupaciones. Con un menor nivel intelectual manifiestan problemas
una alta probabilidad, alguien más inteligente será para realizar las actividades mentales o cognitivas
capaz de encontrar la motivación necesaria para tra­ necesarias para desempeñar determinadas ocupa­
bajar en equipo y de hallar las herramientas para que, ciones al nivel requerido. Sin embargo, eso no suce­
pongamos por caso, su nivel de introversión no sea de en todas las ocupaciones. Las hay más y menos
un impedimento. Esa será la tendencia general, con exigentes cognitiva o intelectualmente. La hipótesis
las obvias excepciones esperables. gravitacional constata que, a la larga, las personas
Imaginemos que la evidencia empírica acumu­ gravitan hacia ocupaciones congruentes con su ca­
lada por la investigación hubiera demostrado que pacidad intelectual. Por tanto, el profesional de la
los individuos emocionalmente inestables rinden psicología podría facilitar ese proceso de acopla­
sustancialmente peor en sus trabajos y que la ines­ miento entre las características del trabajador y las
tabilidad emocional es, de hecho, el mejor predictor exigencias del puesto laboral. Esa estrategia encaja­
del desempeño ocupacional. Siguiendo un sencillo ría, de hecho, con la perspectiva de la orientación
razonamiento lógico, el proceso de selección tende­ vocacional, de larga tradición en España aunque
rá a excluir a los candidatos con mayores niveles de lamentablemente olvidada (Juan-Espinosa et al.,
inestabilidad emocional. Los candidatos emocional­ 1996).
mente estables serían beneficiados en ese proceso de Aun así, existe otra posibilidad poco explorada
selección. Si la sociedad premiase a los individuos por ahora en las organizaciones, pero que se con­
emocionalmente estables, ¿qué debería hacer quien templa seriamente en disciplinas relacionadas con
se dedica a los procesos de selección y reclutamien­ la Psicología de la Salud, tales como la epidemiolo­
to de personal? gía diferencial: manipulemos las condiciones del en­
Supongamos que se hubiese demostrado que los torno para que las diferencias individuales de inte­
individuos poco adaptables al trabajo en equipo no ligencia tengan menos importancia para llevar a
son óptimos para los objetivos que persigue una de­ buen puerto las acciones necesarias para alcanzar
terminada empresa; de hecho, la capacidad para una determinada meta. En el caso de la salud, hacer
trabajar en grupo es el mejor predictor del desem­ ejercicio, adoptar una dieta saludable o seguir un
peño ocupacional. ¿Qué debería hacer quien es res­ tratamiento médico a largo plazo. El cuidado de la
ponsable del proceso de selección? salud es, cada vez más, una exigente actividad men­
Probablemente, excluir a los emocionalmente tal (intelectual) (Gottfredson, 2004).
inestables y a los poco adaptables al trabajo en equi­ Una persona miope verá borrosos los objetos
po durante el proceso de selección apenas se consi­ distantes. Puede expresar un enfado descomunal a
deraría discutible. Sin embargo, los debates y las consecuencia de ese hecho, puede pensar que el
reservas se disparan cuando se demuestra que nues­ mundo es injusto o que la madre naturaleza fue
tra sociedad premia a los más inteligentes, y, por cruel con ella, pero esas acciones viscerales no con­
tanto, que el responsable del proceso de selección tribuirán a que su visión mejore. Tarde o temprano
debe dedicarle una cuidadosa atención a ese fac- tendrá que aceptar los hechos, visitar al oftalmólo­
tor psicológico. No hacerlo constituiría una viola­ go, graduarse la vista y comprarse unas gafas.

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268 / Manual de psicología diferencial

En psicología se pueden promover acciones si­ una subjetividad cuyos ejemplos no es necesario
milares. Si, de hecho, los pacientes con menor nivel traer a colación ahora.
intelectual presentan una más baja adherencia a los El experto mundial en selección de personal,
tratamientos médicos, empeorando así su pronósti­ Frank Schmidt, publicó en 2016 una actualización
co de recuperación, ¿por qué no diseñar prótesis de metaanálisis anteriormente publicados sobre las
mentales para corregir la situación en lugar de ig­ variables que predicen, en mayor y menor grado, el
norar la evidencia? No siempre será posible alcanzar desempeño ocupacional. El grueso de su artículo
el objetivo perseguido, pero seguro que es general­ revisaba la validez y utilidad de los métodos de se­
mente viable. Atender a la evidencia puede rendir lección de personal atendiendo a lo que se sabía se­
extraordinarios beneficios. Darle la espalda tendrá gún la investigación hecha en los pasados cien años
el efecto de perjudicar a quienes más se podrían be­ en miles de estudios con millones de personas.
neficiar (Scarr, 1997). Se consideraron más de 30 predictores con res­
¿Realmente es tan sólida la evidencia acumulada pecto al desempeño ocupacional y más de 15 en re­
por la investigación científica sobre la relevancia de lación al desempeño en cursos de formación ocupa­
las diferencias de capacidad intelectual a la hora de cional. El resumen de los resultados más generales
predecir el desempeño ocupacional? subrayó que los valores de validez predictiva más
Imagine que es usted un emprendedor al que se elevados (0,78) se lograban combinando la capacidad
le ha ocurrido una idea genial, así que consigue fon­ intelectual general (g) con la integridad. g pronosti­
dos y funda una startup. Calcula que serán necesa­ caba el desempeño con un valor de 0,65, mientras
rias 30 personas para que su proyecto comience su que la integridad contribuía con un valor de 0,13.
andadura, de modo que lanza una oferta de trabajo La integridad valora conductas laborales inde­
y se presentan 300 candidatos. seables tales como pelearse, beber, drogarse, robar,
sabotear el mobiliario o presentar un absentismo
— ¿Cómo elegirá a los mejores? excesivo. La correlación de la integridad con g es
— ¿Cómo sabrá quiénes merecen el puesto? nula, y de ahí su contribución genuina al incremen­
to de la validez.
Ahora imagine que usted no es ese emprende­ Veamos algunos valores más sobre ese incremen­
dor, sino uno de esos 300 candidatos. to de la validez, sobre cuánta información se gana
si se consideran otros predictores además de g (figu­
— ¿Cuáles serían los criterios de selección que ra 10.8): intereses (0,06), responsabilidad (0,05), bio­
consideraría más justos? grafía (0,04), cantidad de experiencia previa (0,03),
inteligencia emocional (0,03), assessment centers
A menudo se supone impensable que quienes (0,01), nivel educativo (0,01), test sobre conocimien­
están a uno y otro lado puedan llegar a un acuerdo tos relacionados con la ocupación (0) o edad (0).
razonable sobre el mejor modo de materializar ese Escribe Schmidt: «muchos de los predictores vá­
proceso de selección. Se presume una tensión irre­ lidos poseen una escasa o nula contribución cuando
soluble. se considera g. Esa validez añadida es aún menor
El emprendedor dispone del capital y el candi­ que la observada en el metaanálisis de Schmidt y
dato recibirá un salario por su trabajo. Anualmente, Hunter (1998). La dominancia de g es aún mayor de
ese empresario invertirá más de medio millón de lo que pensábamos».
euros solamente en pagar las nóminas de sus em­ Algunos de los predictores son válidos cuando
pleados —es un supuesto aceptable teniendo en se consideran aisladamente, porque valoran el nivel
cuenta los salarios actuales—. Es natural que quie­ intelectual de los individuos. Además, determinados
ra que su inversión en esos recursos humanos rinda predictores son constructos psicológicos claros (caso
beneficios. Si las cosas no funcionan, todos saldrán de la inteligencia o la responsabilidad), mientras que
perjudicados. otros no son constructos sino métodos (assessment
Pero también es lógico que los candidatos aspi­ centers o biodata). En todo caso, sean cuales sean
ren a que la selección se base en criterios legítimos, los constructos que se miden con esos métodos, no
justos, que hayan demostrado su validez y que eviten son lo bastante diferentes.

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Inteligencia y rasgos / 269

También hay un efecto directo de esa inteligen­


1,0 cia sobre el desempeño, pero es bastante menor para
Validez predictiva del desempeño ocupacional
la mayoría de ocupaciones.
0,8 Finalmente, los individuos más responsables
0,7 suelen poseer más conocimientos sobre la ocupa­
0,65
ción, probablemente porque invierten más tiempo y
0,6 esfuerzo.
0,5 El artículo concluye subrayando que el uso de
predictores inválidos promueve que las compañías
0,4 dilapiden sus recursos económicos. Usar, por ejem­
0,3
plo, la inteligencia emocional o la grafología como
predictor carece de justificación empírica, aunque
0,2 son prácticas relativamente usuales que ignoran y
0,13
0,1
desprecian el hecho de que «en un mundo competi­
0,06 0,05 0,03 tivo, las organizaciones que usan predictores inváli­
0,0
0,0 dos se colocan a sí mismas en una posición desven­
tajosa».
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es

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g

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El especialista en recursos humanos que recurra


gr

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a predictores inválidos a la hora de planificar y ma­


Ex
po
es

terializar una selección de personal no solamente


R

actuará irresponsablemente, sino que perjudicará


visiblemente los intereses de la compañía que con­
Figura 10.8.—Valores de validez predictiva para algunos pre­
dictores del desempeño ocupacional. Se observa que el factor
trató sus servicios.
general de inteligencia (g) es el predictor más poderoso (0,65), El 27 de febrero de 2017 el diario El País publi­
mientras que otras variables añaden validez en algún grado có una entrevista con la CEO de Google Iberia,
(integridad = 0,13) o son irrelevantes (edad = 0) (Schmidt et Fuencisla Clemares. En esa entrevista declaró esa
al., 2016). responsable de una de las compañías de mayor éxi­
to internacional: «como este mundo cambia tan rá­
A partir de la evidencia acumulada durante un pido, hay una serie de competencias que valoramos
siglo de investigación se busca respuesta a la siguien­ mucho —capacidad intelectual, capacidad de adap­
te pregunta: tación y capacidad de aprendizaje—, porque a lo
mejor dentro de cinco años hay que trabajar en un
¿Cuáles son los procesos psicológicos contenido o un puesto distinto».
que subyacen al desempeño ocupacional? Recordemos cómo se definió inteligencia en el
capítulo 9: «una capacidad mental muy general para
La distinción entre constructos y métodos seña­ razonar, resolver problemas y aprender».
lada antes cobra ahora relevancia.
Las variables o factores psicológicos usados
para construir teorías sobre el desempeño laboral 6.2. Rendimiento escolar
han sido, generalmente, la inteligencia, el conoci­
miento sobre la ocupación, la experiencia laboral y Quienes desarrollan su actividad profesional en
los rasgos de personalidad. el mundo de la educación se suelen ver sometidos al
Las diferencias de inteligencia impactan direc­ azote de las modas. Primero memorizar era impor­
tamente sobre la adquisición de conocimientos re­ tante, pero luego se supuso que era mejor enseñar a
levantes para la ocupación: los más inteligentes ad­ pensar. La enseñanza era igual para quienes se sen­
quieren ese conocimiento de modo más eficiente taban en los pupitres de las aulas hasta que comen­
(más abundante y en menos tiempo). Ese conoci­ zó a hablarse de atender a la diversidad. Aprender
miento mejora (o empeora) el desempeño. Por tanto, contenidos resultaba esencial para la educación has­
el impacto de la inteligencia es indirecto. ta que se impuso la educación en valores o en ges­

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270 / Manual de psicología diferencial

tión emocional, relegando a un segundo plano la El antídoto que Luri resalta supone reponer la
enseñanza de las matemáticas o la lengua. confianza en los docentes. Entre otras razones se
En 2010, un profesor de Enseñanza Secundaria encuentra el hecho de que los mejores resultados al
de nuestro país —Gregorio Luri— publicó La es- comparar países —a través de evaluaciones como
cuela contra el mundo. El ensayo exploraba las cau­ las del famoso PISA— se concentran en los que va­
sas de un problema casi crónico, el de que los cole­ loran especialmente a sus maestros. La escuela de­
gios españoles acumulan el doble de fracaso escolar bería convertirse en un espacio relativamente aisla­
que el resto de la Unión Europea. Según su diag­ do del mundo (La escuela contra el mundo del título
nóstico de la situación, la causa principal del pro­ de su ensayo), un lugar en el que los dos únicos
blema reside en la falta de confianza en el profeso­ elementos que distinguirán a los estudiantes serán
rado, aunque también contribuye la que el autor talento y esfuerzo. Los responsables de la educación
denomina pedagogía new age: «si no puede garanti­ deberían huir de los métodos basados en el apren­
zar el compromiso honesto del profesorado, cual­ dizaje sin esfuerzo o de los que pretenden sustituir
quier sistema educativo está condenado a la medio­ al maestro por las nuevas tecnologías: «Es muy fácil
cridad». desprestigiar las viejas prácticas docentes, pero no
Dicho profesor destaca una serie de síntomas es nada fácil sustituirlas por otras nuevas que sean
del denominado malestar docente: más eficientes».
En esa misma dirección se orienta el sociólogo
norteamericano Charles Murray en su ensayo Real
— El triunfo de la mediocridad disfrazada de
Education (2008). Su tesis se construye sobre, según
equidad. El sistema reniega de la excelen­
su perspectiva, cuatro verdades simples:
cia.
— La escuela olvidó que su meta es asegurar
que cada alumno alcanza la mejor versión 1. Existen diferencias individuales de capaci­
de sí mismo, no que se conforma con una dad intelectual.
versión mediocre. 2. La mitad de los niños se sitúa por debajo
— La pérdida de autoridad y el desprestigio del de la media de la población en esa capaci­
docente. dad.
— El efecto widget, es decir, «el maestro efecti­ 3. Hay un número excesivo de estudiantes uni­
vo solo tiene por tribunal a su conciencia». versitarios.
— La sociología de la educación está más inte­ 4. El futuro depende de cómo se eduque a los
resada en justificar el fracaso que en mejorar estudiantes académicamente dotados.
la educación.
— La escuela engaña a los chavales con pers­
Según Murray, los sistemas educativos actuales
pectivas falsas.
viven dentro de una gran mentira, la mentira de que
cualquier niño puede llegar a ser lo que desee. Aun­
Escribe Luri: «si no creemos en la posibilidad de que, en realidad, nadie cree en esa mentira, se actúa
una meritocracia democrática, será difícil hacer creí­ como si fuera verdad: «Somos fóbicos a la posibili­
ble la importancia de la excelencia en educación. Si dad de decir en voz alta que los niños difieren en su
no creemos que la inteligencia y el esfuerzo personal capacidad para aprender las cosas que se enseñan
serán los criterios de acceso más justos a los lugares en la escuela. No solamente odiamos decirlo, sino
de responsabilidad y gobierno, estamos diciéndoles que reaccionamos con ira ante quienes se atreven a
a los menos favorecidos que están condenados a declararlo. Insistimos en que el emperador está ves­
ocupar los puestos inferiores. Si los centros de ense­ tido y en que quienes mantienen que está desnudo
ñanza no tienen ningún inconveniente en lucir pú­ no pueden ser más que malas personas».
blicamente sus virtuosos del fútbol e incluso hacen A esa gran mentira la denomina romanticismo
competiciones entre ellos por ver quién tiene los más educativo. El sistema educativo actúa con imágenes
destacados, ¿por qué les incomoda tanto mostrar a idealizadas sobre el potencial de los niños y su capa­
sus mejores alumnos?». cidad para actualizar ese potencial. Cuando los he­

© Ediciones Pirámide
Inteligencia y rasgos / 271

chos disgustan, simplemente se ignoran. Si se tratase preuniversitarios, porque si desea tener éxito en la
de una mentira piadosa, no sería necesario denunciar vida debe pasar antes por la universidad.
la situación. Sin embargo, sus efectos son devasta­ Esos distintos chavales «son producto de un
dores. Se perjudica a quien se quiere beneficiar. sistema educativo que no se permite hablar abier­
El niño de 9 años que sufre para comprender tamente sobre las implicaciones de los límites edu­
palabras simples, y su compañero, que se dedica a cativos». Se les pide demasiado a los chavales situa­
leer La crítica de la razón pura por simple diversión, dos por debajo de la media, las cosas equivocadas
se sientan en la misma clase día tras día. Los dos a quienes están en la media, y demasiado poco a
observan cómo aumenta su frustración; el primero aquellos que se sitúan en la zona alta de la distri­
al no poder hacer las más elementales tareas esco­ bución.
lares, y el segundo por aburrirse hasta decir basta. Murray discute brevemente en dicho ensayo
Al chaval de 15 años que no le encuentra sentido una de las teorías más influyentes en educación: la
al álgebra, pero que posee un talento especial para teoría de las inteligencias múltiples de Howard
las máquinas, se le insta a matricularse en cursos Gardner. Los educadores que, siguiendo esa teoría,

CUADRO 10.5
Las inteligencias múltiples de Howard Gardner

John Horgan publicó La mente por descubrir en 1999.


Entrevistó a Howard Gardner, quien le hizo saber que, a su juicio, la psicología estaba muerta, que el 95 % de los
psicólogos carecía de dotes para entrar en la psique de los demás. Para este profesor de Harvard, «la mayoría de los
psicólogos son estudiantes de química que se pasan a la psicología porque no sacan buenas notas en su disciplina
de origen». Según él, la psicología no ha logrado descubrir nada relevante en sus años de existencia. Lejos de apoyar
una visión empírica de la disciplina, propone una aproximación literaria a la conducta humana. De hecho, Sigmund
Freud es uno de sus mayores ídolos.
Gardner parece no tener en demasiada estima a los profesionales de su gremio. Alcanzó fama mundial al propo­
ner que los humanos no poseen una única inteligencia, sino inteligencias múltiples que sirven a distintos propósitos
y que deben considerarse independientes.
Sin embargo, los estudios científicos disponibles rechazan el enfoque de Gardner. Su base empírica es inexistente.
Aun así, es innegable que su visión ha tenido una sobresaliente influencia, especialmente en el contexto educativo.
El hecho dice bastante poco sobre los controles de calidad en las ciencias sociales. Los argumentos de autoridad que
provienen de Harvard parecen tener más eco en determinados contextos que la rigurosa investigación hecha en otros
centros de menor renombre aunque más rigurosos.
Según el análisis de Charles Murray (2008), «la teoría de las inteligencias múltiples permite justificar el romanti­
cismo educativo. La declaración verdadera de que la gente puede poseer muchas capacidades diferentes se convierte
fácilmente en una mentira: la mentira de que todo el mundo es bueno en algo, y que los educadores pueden usar ese
algo para compensar las deficiencias».
El enfoque de Gardner dista de ser inofensivo.
A raíz de la concesión del premio Príncipe de Asturias, la periodista Patricia Matey escribía en mayo de 2011 un
artículo para el diario El Mundo titulado «Los expertos aplauden el premio de Gardner». Según ella, «todos los
especialistas coinciden en que es un premio merecido». Sin embargo, los especialistas en el estudio de la inteligencia
humana no aplaudieron el premio de Gardner, porque era inmerecido y porque promovería el auge de estrategias
pedagógicas dañinas para los escolares.
¿Realmente se ha refutado empíricamente la perspectiva de Gardner?
Beth A. Visser et al. sometieron a contraste la teoría de Gardner en 2006. Evaluaron los ocho tipos de inteligen­
cias (lingüística, espacial, lógica, interpersonal, intrapersonal, naturalista, corporal y musical) supuestamente inde­
pendientes mediante una serie de test. También aplicaron un test de inteligencia clásico (Wonderlic Personnel Test).
Una vez obtenidas las puntuaciones en los 200 adultos evaluados, se calculó un análisis factorial para averiguar
si los factores eran independientes o presentaban correlaciones lo suficientemente elevadas como para extraer un
factor general. Los resultados observados se presentan en la tabla 10.1.
La evidencia es elocuente.

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272 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 10.5 (continuación)

TABLA 10.1
Resultados del estudio de Visser et al. (2006)

Test Peso factorial Correlación con test de inteligencia

Lenguaje
Opuestos 0,61 0,56
Vocabulario 0,66 0,64

Especial
Mapas 0,61 0,60
Doblado de papel 0,57 0,62

Lógica
Resta y multiplicación 0,25 0,42
Operaciones aritméticas 0,78 0,83

Interpersonal
Dibujos animados 0,55 0,38
Traducción social 0,56 0,45

Intrapersonal
Precisión — —
Consistencia 0,37 0,41

Naturalista
Diagramas 0,83 0,73
Grupos 0,64 0,48

Corporal
Cigüeña 0,03 0,05
Marcas 0,06 0,03

Musical
Ritmo 0,34 0,17
Tono 0,24 0,19

La mayor parte de los valores o pesos en el factor extraído para los test que valoran las distintas capacidades se
ajustan a lo que cabría esperar según los modelos factoriales jerárquicos de la inteligencia. Se puede identificar un
factor general (g), pero, además, las correlaciones con el test de inteligencia (WPT) son las esperables. Las excepcio­
nes corresponden a aquellos test que valoran conductas con una menor carga mental o cognitiva (caso de la inteli­
gencia corporal): «los sustanciales pesos en g de los test cognitivos observados en el presente estudio contradicen la
declaración de Gardner de que se pueden identificar al menos ocho inteligencias independientes».

piensan que serán capaces de encontrar alguna ca­


pacidad en la que el chaval destacará, se engañan a — El año pasado la empresa X tuvo 90 empleados.
sí mismos y atentan contra los propios chavales — Este año el número de empleados ha aumenta-
do en un 10 %.
(Waterhouse, 2006).
— ¿Cuántos empleados hay ahora?
¿Qué significa estar por debajo de la media de
la población? Murray pone algunos ejemplos ilus­    (A) 9 (B) 81 (C) 91 (D) 99 (E) 100
trativos. Veamos uno de ellos:

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Inteligencia y rasgos / 273

El 62 % de los chavales de doce años contesta TABLA 10.2


mal a esta pregunta del National Assessment of Resultados de tres estudiantes de Secundaria
Educational Progress (NAEP). Los límites a la ca­ de la misma clase en el test de vocabulario
pacidad lógico-matemática se traducen en límites del Wechsler (Detterman y Thompson, 1997)
sobre cuántas matemáticas puede aprender un gran
número de niños en la escuela, sin que sea realmen­ Problema CI = 70 CI = 100 CI = 130
te importante lo que haga la escuela para evitarlo.
La alfabetización no consiste solo en la habilidad 1. Bed 2 2 2
para decodificar palabras aisladas, sino en la capa­ 2. Ship 2 2 2
cidad lógico-matemática de inferir, deducir e inter­ 3. Penny 0 2 2
4. Winter 1 2 1
polar: «Una de las tendencias más irresponsables de
5. Breakfast 0 2 2
la educación moderna ha sido la reducción de la 6. Repair 0 2 2
evaluación sistemática y rigurosa de las capacidades 7. Fabric 0 2 2
de los estudiantes. Exigirles a los estudiantes que se 8. Assemble 0 2 2
ajusten a un estándar establecido sin considerar su 9. Enormous 0 2 2
capacidad académica es erróneo y cruel para quien 10. Conceal 2 2
es incapaz de satisfacer tal estándar. Incluso aunque 11. Sentence 1 1
no aplicásemos ningún test, el 50 % de los niños se 12. Consuem 1 2
situarían por debajo de la media, el 33 % en el tercio 13. Regulate 2 2
inferior y el 10 % en el decil inferior. No hay que 14. Terminate 0 2
15. Commerce 0 2
darle más vueltas».
16. Domestic 0 2
Douglas Detterman y Lee Thompson (1997) 17. Tranquil 2 2
presentaron la tabla 10.2, en la que se consignan los 18. Ponder 2 2
resultados de tres alumnos de una misma clase de 19. Designate 0 2
secundaria en el test de vocabulario de la escala 20. Reluctant 2 2
Wechsler. Sobre un máximo posible de 70, las pun­ 21. Obstruct 0 2
tuaciones logradas por esos tres alumnos fueron de 22. Sanctuary 2 2
5, 36 y 62 (sus CI fueron 70, 100 y 130, respectiva­ 23. Compassion 2 2
mente): «Deben considerarse los problemas que esas 24. Evasive 0 1
diferencias de capacidad producirán cuando esos 25. Remorse 1 2
26. Perimeter 0 1
alumnos reciban las mismas enseñanzas en la misma
27. Generate 1 2
clase. Los contenidos que supondrán un reto para 28. Matchless 0 2
el que posee un CI de 130 serán completamente in­ 29. Fortitude 0 2
comprensibles para quien posee un CI de 70» (Det­ 30. Tangible 0 2
terman y Thompson, 1997). 31. Plagiarize 0 0
Murray revisa, entre otros, el famoso Coleman 32. Ominous 0 2
Report, en el que se consideraron 645.000 estudian­ 33. Encuber 2
tes estadounidenses a escala nacional. Esa ambicio­ 34. Audacious 2
sa investigación se diseñó para confirmar el relevan­ 35. Tirade 2
te efecto de las escuelas, valorando decenas de
Puntos 5 36 62
variables presuntamente relevantes para predecir el
aprendizaje educativo, vinculadas al historial esco­
lar de los estudiantes, sus vecindarios, el nivel so­ mejores escuelas con las mejores condiciones no
cioeconómico de sus familias, los planes de estudio, pueden superar los límites al aprendizaje que impo­
las instalaciones de las escuelas o las cualificaciones nen los límites de la capacidad académica. Esto no
de los profesores. Sin embargo, para sorpresa de los implica dejar de ayudar a los niños, sino dejar de
investigadores, se encontró que la calidad de las es­ hacerles daño».
cuelas no se relacionaba con el logro académico: En cuanto a la universidad, recuerda el sociólo­
«Ha llegado el momento de reconocer que incluso las go norteamericano que, durante mucho tiempo, el

© Ediciones Pirámide
274 / Manual de psicología diferencial

nivel de CI mínimo exigido para ingresar en esa ins­ tructura en los siguientes epígrafes: el embudo; es­
titución fue de 115, lo que corresponde al 16 % de tablezcamos los límites de lo posible; averigüemos
la parte alta de la distribución. Recupera las siguien­ cuáles son las capacidades de cada niño; démosle
tes palabras de John Stuart Mill: «Las universidades una clase ordenada y segura a los estudiantes que
no están para enseñar el conocimiento necesario tratan de aprender; enseñemos conocimientos esen­
para preparar a las personas para encontrar un de­ ciales a todos los estudiantes; dejemos que los niños
terminado modo de ganarse la vida. Su objetivo no con talento vayan tan rápido como deseen; enseñe­
es preparar hábiles abogados, médicos o ingenieros, mos cómo ganarse la vida a la mitad de los «chava­
sino seres humanos capaces y cultivados». les olvidados» (es decir, quienes están orientados al
Murray piensa que una gran parte de los uni­ trabajo en lugar de a la universidad); aumentemos
versitarios pretenden lograr una entrada preferente las posibilidades de elección; usemos certificados (de
en el mundo adulto. Se supone que alcanzar un ma­ cualificación laboral) para reducir el atractivo del
yor nivel de vida exige ese paso por la universidad, título universitario; adoptemos una educación (real­
aun cuando eso suponga sufrir en el proceso. Sin mente) liberal; y, finalmente, aceptemos la respon­
embargo, la excesiva llegada de estudiantes a la uni­ sabilidad.
versidad obliga a rebajar el estándar de excelencia, El embudo representa, en la parte estrecha, las
ya que son los estudiantes quienes valoran la labor posibilidades educativas de los niños de baja capa­
del profesorado. Cada vez es menos relevante ense­ cidad académica. Ese embudo se ensancha confor­
ñar lo que se debe aprender y más acuciante evitar me aumenta la capacidad. El uso de certificados de
problemas con el estudiantado. Es el profesor quien cualificación laboral reduciría el número de jóvenes
debe adaptarse a las preferencias del estudiante y que desean entrar en la universidad. Quienes quie­
no al revés. Si el estudiante piensa que hay demasia­ ran ingresar en el mercado laboral deberían comple­
da exigencia, entonces se debe rebajar la carga para tar pruebas de cualificación que valoren lo que sa­
no perder puntos en la evaluación de su calidad do­ ben y lo que son capaces de hacer, no dónde lo
cente. aprendieron o cuánto tiempo les supuso hacerlo.
En cuanto a la educación de los estudiantes con Esos certificados lesionarían a quienes se han ma­
talento, escribe: «Necesitamos líderes con más inte­ triculado en prestigiosas universidades para benefi­
gridad, más prudencia, más autodisciplina y más ciarse del efecto halo asociado a los títulos de esa
coraje moral, no líderes más listos. Necesitamos más institución, pero que, realmente, puntuarían bajo en
sentido común en la vida pública, no un puñado de las pruebas de cualificación. En cuanto a la educa­
intelectuales pasados de vueltas diciéndonos lo que ción liberal, escribe Murray: «el atractivo por la ex­
debemos hacer». celencia no constituye una expresión piadosa de lo
A efectos prácticos, los países occidentales están que un niño superdotado debería sentir, sino una
gobernados por una elite que los ciudadanos no eli­ realidad sobre lo que sentirían la mayor parte de
gen. Esa elite es inteligente, pero, además, debería esos niños si el ambiente que les rodease no se lo
ser sabia. Sostiene Murray que la universidad debe­ impidiera. La meta de la educación es conducir al
ría contribuir a ese objetivo. Usa un ejemplo cen­ niño hacia la vida adulta habiendo descubierto las
trándose en quienes dirigen los medios de comuni­ cosas que le gusta hacer y hacerlas al más alto nivel
cación: «Nosotros confiamos en la calidad de la que le permita su potencial. Esa meta se aplica a
información emitida por los medios —y, sin embar­ todos los niños, independientemente de su capaci­
go, a día de hoy, esa calidad es terrible—. La próxi­ dad académica. No hay caminos de primera y de
ma vez que escuches o leas alguna noticia relacio­ segunda clase para disfrutar poniendo en práctica
nada con el calentamiento global, el incremento de nuestras capacidades. Es una satisfacción humana
las desigualdades económicas, los efectos del tabaco esencial y su carácter universal puede conectarnos
sobre los fumadores pasivos o la efectividad de las a todos nosotros. Abrir la puerta a esta satisfacción
intervenciones en preescolar, presta especial aten­ es lo que hace la educación de verdad» (la real edu-
ción al material técnico de la historia». cation del título de su ensayo).
El ensayo se cierra con un capítulo que lleva por En suma, los argumentos de Luri y Murray su­
título «Dejemos que se produzca el cambio». Se es­ brayan la relevancia del factor psicológico que se

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Inteligencia y rasgos / 275

está considerando en este capítulo para comprender lengua = 0,44; ciencias sociales = 0,43; bellas ar­
las diferencias de rendimiento académico que sepa­ tes = 0,31; deporte = 0,09.
ran a los escolares. En cuanto a nivel educativo: elementary = 0,45;
Pero, ¿realmente apoya la evidencia disponible middle = 0,54; high = 0,58.
esa perspectiva? Así es. No hubo diferencias según la variable sexo
En 2015, Bettina Roth et al., publicaron un me­ (r = 0,58).
taanálisis sobre la relación de la inteligencia con las Sin embargo, el valor de correlación fue menor
calificaciones escolares. Estudiando los resultados en épocas recientes (r = 0,47), es decir, posterior a
de más de 100.000 escolares a partir de 240 muestras 1983, que en períodos anteriores a esa fecha (r = 0,68).
independientes, se calculó un valor de correlación Por tanto, existe un efecto generacional coherente
en la población de 0,54. Es decir, las diferencias va­ con la perspectiva de Luri y Murray con respecto a
loradas por los test estandarizados de inteligencia la rebaja de las exigencias cognitivas de la escuela.
predicen las calificaciones escolares: los chavales Las siguientes son las principales conclusiones
más inteligentes aprenden más en la escuela, según de ese completo metaanálisis:
las valoraciones de sus profesores.
Las diferencias de capacidad intelectual se co­ — Es más eficiente usar medidas de inteligencia
rrelacionaron con las calificaciones escolares porque en general (g), es decir, test verbales y no ver­
no se disponía de un test estándar de conocimientos bales.
académicos. Por tanto, variables que pudieran in­ — La predicción es más precisa en el caso de
fluir sobre la evaluación de sus conocimientos (por las ciencias y las matemáticas. Ese resultado
ejemplo, el nivel de ansiedad ante un test estándar) puede significar que los test de inteligencia
se mantuvieron bajo control. Lo que se valoró es si valoran un razonamiento similar al exigido
las calificaciones que otorga el profesor durante el por esas materias escolares, pero también
curso académico pueden ser pronosticadas por el pudiera darse el caso de que la evaluación de
rendimiento de los chavales en un test estandarizado esos conocimientos resultase más fiable que
de rendimiento intelectual. en otras materias escolares.
Se consideraron varios moderadores en esta in­ — Las mayores exigencias cognitivas de las ma­
vestigación: tipo de medida intelectual (verbal y no terias escolares a medida que se avanza en
verbal), materia escolar, nivel educativo, sexo y año los ciclos educativos, puede explicar la mayor
de publicación del informe que se somete al meta­ correlación con la capacidad intelectual en
análisis. períodos más avanzados.
Una vez revisada la literatura disponible, se in­ — La menor correlación en épocas recientes
trodujeron en los cálculos 162 estudios primarios, puede atribuirse a una creciente inflación de
publicados entre 1922 y 2014, en los que se conside­ las calificaciones escolares. Es decir, la moda
ran las 240 muestras independientes señaladas an­ de premiar el trabajo escolar, en lugar de lo
teriormente. La variabilidad en el tamaño de los que realmente se ha aprendido. Los estudian­
grupos analizados resultó enorme (desde 15 a 9.776). tes pueden estar recibiendo ahora mejores
La edad promedio fue de 14 años (con una desvia­ calificaciones de las que realmente merecen.
ción típica de 4 años).
Los países que contribuyeron a la base de datos En resumen, las diferencias de capacidad inte­
superan la treintena: Alemania, Australia, Austria, lectual que separan a los estudiantes es el mejor pre­
Brasil, Canadá, Croacia, Chequia, China, Dubái, dictor de sus diferencias escolares. Y, más en concre­
Eslovenia, España, Estados Unidos, Estonia, Filipi­ to, el nivel en el factor g resulta particularmente
nas, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Guatemala, poderoso en la predicción, aumentando su relevan­
Holanda, India, Irak, Irán, Italia, Kenia, Líbano, cia a medida que los escolares se enfrentan a retos
Luxemburgo, Polonia, Portugal, Rusia, Sudáfrica, cognitivos de mayor envergadura. Sin embargo, la
Suecia, Suiza y Yemen. moda reciente de premiar variables colaterales al ob­
Los valores de correlación calculados según ma­ jetivo primordial de aprender lo que se debe, reduce
teria escolar fueron: ciencias y matemáticas = 0,49; en alguna medida el valor predictivo del factor g.

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276 / Manual de psicología diferencial

r = 0,83
(rango = 0,77 a 0,94) Conocimiento
g
N = 7.489 escolar

Kaufman et al., 2012

Inglés

Literatura
Verbal
Matemáticas
0,81
No verbal g Rendimiento
N = 74.403
Ciencia
Numérico
Geografía

Francés

g medido a los 11 años de edad y rendimiento escolar valorado a los 16 años de edad (Deary et al., 2007)

Figura 10.9.—Valores de correlación entre el nivel intelectual general (g) y los conocimientos escolares calculados en los estu­
dios de Kaufman et al. (2012) y Deary et al. (2007).

La evidencia disponible sobre el impacto que evidencia disponible en 2016, concluyendo que la
poseen las diferencias intelectuales sobre la educa­ calidad de los profesores y de las escuelas apenas
ción es verdaderamente abrumadora. Veremos sola­ contribuyen a explicar un 10 % de las diferencias de
mente dos ejemplos más. rendimiento escolar que separan a los estudiantes.
En 2012, Scott Kaufman et al., estudiaron a casi El 90 % restante corresponde a sus factores psicoló­
7.500 estudiantes entre 4 y 19 años de edad, valo­ gicos, especialmente a su capacidad intelectual. Bus­
rando su nivel intelectual a través de dos famosas car el modo de atenuar su impacto sería una estra­
baterías de evaluación psicológica (la batería de tegia altamente recomendable, aunque también sería
Kaufman y la Woodcock-Johnson III), así como sus compatible con la búsqueda de modos de mejorar
conocimientos escolares. El valor de correlación cal­ el nivel intelectual de los escolares.
culado fue de 0,83, aunque varió —según el nivel
escolar considerado— entre 0,77 y 0,94.
En 2007, Ian Deary et al. evaluaron la capacidad 6.3. Mejora de la inteligencia
intelectual de más de 70.000 estudiantes cuando te­
nían 11 años de edad. Cuando esos mismos estu­ En The bell curve, Richard Herrnstein y Char­
diantes llegaron a los 16 años de edad se valoraron les Murray calcularon los beneficios sociales que
sus conocimientos escolares en inglés, matemáticas, supondría un aumento de solamente 3 puntos de
ciencia, geografía y francés. El valor de correlación CI (según una escala en la que la media de la po­
calculado fue de 0,81. blación es 100 y la desviación típica es 15) a nivel
Es difícil cuestionar la conclusión de que si se poblacional. Algunos de los positivos resultados
desea comprender las causas de las diferencias de serían:
aprovechamiento escolar que separan a los estudian­
tes, no puede dudarse de la relevancia de su propia — Una reducción del 28 % en el abandono es­
capacidad intelectual. Douglas Detterman revisó la colar.

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Inteligencia y rasgos / 277

— Una reducción del 25 % en el número de jó­ años transcurridos desde ese momento. Los cálculos
venes encarcelados. permitieron analizar cuáles son los aspectos de la
— Una reducción del 25 % en el número de per­ intervención que producen valores más altos justo
sonas que viven por debajo del nivel oficial al terminar el programa y los diferentes grados de
de pobreza. desvanecimiento.
La pregunta a responder fue: ¿se conservan los
No puede sorprender, por tanto, que la investi­ beneficios sobre el CI derivados de la intervención
gación psicológica se haya dirigido con determina­ temprana?
ción a la búsqueda de modos de mejorar la inteligen­ Finalmente se incluyeron 23 estudios que consi­
cia. Richard J. Haier, editor de la revista Intelligence deraban 7.584 participantes.
desde 2016, confesaba en su obra The Neuroscience Los resultados llevaron a la conclusión de que
of Intelligence (2017): «el propósito último de la in­ la intervención mejoraba el CI (d = 0,37, es decir,
vestigación de la inteligencia humana es averiguar 5,5 puntos de CI), pero la mejora se desvanecía pro­
cómo se puede mejorar». gresivamente (figura 10.10).
¿Se tuvo éxito? Además, las intervenciones que comienzan más
John Protzko, de la Universidad de California temprano no poseen mayores efectos que las que
en Santa Bárbara, publicó en 2015 un completo empiezan más tarde. Tampoco es relevante el tiempo
metaanálisis sobre el desvanecimiento (fadeout) que dura la intervención.
de las ganancias de CI en el seguimiento practi­ Ahora bien, ¿se produce el desvanecimiento por­
cado después de finalizar los programas de mejora que el grupo control alcanza al experimental?, ¿o
de la inteligencia. El Head Start (https://www. declina el grupo experimental hasta equipararse al
acf.hhs.gov/ohs) o el Abecedarian (http://abc.fpg. desarrollo normal del grupo control?
unc.edu/) son ejemplos destacados de esa clase de Como muestra la figura 10.11, lo que sucede es
programas. Algunos de esos programas parecen que el grupo experimental pierde lo que ganó. Es
conservar un efecto positivo para, por ejemplo, el decir, existe un desvanecimiento en sentido estricto.
rendimiento escolar, pero se admite que el desva­ El supuesto efecto de la práctica no puede explicar
necimiento de las ganancias observadas en el CI el fenómeno porque, de ser así, el grupo control,
es inevitable. cada vez más familiarizado con los test, mejoraría
Este investigador usó una serie de criterios para sus puntuaciones.
incluir el estudio en su metaanálisis: A partir de aquí, el autor discute el resultado
según distintas posibilidades.
— Los participantes provienen de la población
general y no presentan síntomas clínicos. — ¿Se produce el desvanecimiento porque,
— El diseño es aleatorio a nivel individual. en realidad, la ganancia nunca existió, fue
— La variable de interés se obtiene de una me­ irreal?
dida aceptada de CI.   Se responde negativamente. La figura
— La intervención incluye al menos dos medi­ 10.11 sería imposible si la ganancia no fuese
das después de dar por terminado el progra­ real. El grupo control debería mejorar. No
ma. es el caso.
— La intervención comienza antes de que los — ¿Se debe a que los participantes olvidan el
niños vayan a la guardería, como sucede en conocimiento adquirido durante la interven­
el caso de los programas de intervención ción?
temprana.   La respuesta es también negativa, porque
los efectos positivos demostrados sobre el
El metaanálisis considera cualquier tipo de in­ rendimiento escolar no encajarían.
tervención (cognitiva, nutricional, etc.), aplicando — ¿Hay desvanecimiento porque los partici­
un modelo de efectos mixtos: el dato de origen para pantes regresan a su hábitat natural, cogni­
cada estudio corresponde al momento en el que fi­ tivamente más empobrecido, al terminar la
naliza la intervención y la variable tiempo son los intervención?

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278 / Manual de psicología diferencial

El efecto de desvanecimiento (fadeout)


1,5

1,0
Tamaño del efecto

0,5

0,0

−0,5

0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17
Años desde que finaliza la intervención

Figura 10.10.—Desvanecimiento progresivo de la ganancia de CI después de finalizar el programa de intervención (Protzko,


2015).

Cambio en el CI una vez finalizada la intervención


102
100
98
96
94
92
CI

90
88
86
84
82
80
0 1 2 3 4 5
Años desde que finaliza la intervención

Experimental Control

Figura 10.11.—Pérdida de la ganancia en el grupo experimental hasta equipararse al grupo control (Protzko, 2015).

  Los casos en los que se estudian niños de ponder negativamente: «aunque la mayoría
ambientes NO deprivados, pero que también de los estudios incluidos en este metaanálisis
muestran desvanecimiento, conducen a res­ consideran niños que provienen de ambien­

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Inteligencia y rasgos / 279

tes empobrecidos, resulta crítico recordar permanencia de las ganancias de CI una vez finaliza
que el estudio sobre los suplementos LCPU­ la intervención. Los modelos basados en correlacio­
FA no considera ese tipo de niños, pero tam­ nes parecen consistentes con una interacción recí­
bién se revela el efecto de desvanecimiento». proca, pero los modelos experimentales contradicen
— ¿Se debe a la «fuerza gravitatoria» de la ge­ esa perspectiva. Los modelos experimentales apoya­
nética? Es decir, se puede mover el nivel in­ rían que el aumento de las demandas en el ambien­
telectual gracias a la intervención, pero, una te logra mejorar el CI. Las ganancias se desvanecen
vez termina, las aguas vuelven a su cauce porque se reducen las demandas del ambiente al
natural. terminar el programa de intervención (adaptación
  Según Protzko, esa posibilidad no es dema­ unidireccional).
siado verosímil porque el desvanecimiento Probablemente, no obstante, el argumento aso­
tendría que ser más veloz, debería manifes­ ciado a la tercera posibilidad es incongruente con el
tarse rápidamente. Sin embargo, el desvane­ modelo reactivo unidireccional. Según los resulta­
cimiento es lento y progresivo. Además, se dos discutidos por Protzko, se produce desvaneci­
sabe que las diferencias genéticas cobran ma­ miento aunque los chavales no provengan de am­
yor protagonismo a edades más avanzadas. bientes deprivados. De acuerdo con ese modelo, las
Las intervenciones que comienzan antes de­ ganancias no tendrían que desvanecerse. Sin embar­
berían revelar un desvanecimiento distinto a go, se desvanecen.
las que comienzan más tardíamente. Pero ya En tanto no se disponga de un modelo genéti­
se vio que no es eso lo que ocurre. camente informativo, seguirá siendo escurridiza una
respuesta convincente a por qué se produce el des­
Entonces, ¿cómo mejora el ambiente el nivel in­ vanecimiento. El autor no se preocupa por esa op­
telectual, cuál es el mecanismo? ción porque los participantes de los estudios que se
El autor rechaza los modelos de interacción re­ analizan son asignados aleatoriamente al grupo ex­
cíproca entre el ambiente y la inteligencia. Usa el perimental y control. Es razonable, pero cuando se
ejemplo del efecto positivo de los suplementos nu­ compara longitudinalmente hermanos biológicos
tricionales durante el embarazo. Cuando los niños que difieren por su CI, y que han crecido en el mis­
del grupo experimental tienen cuatro años de edad, mo hogar (es decir, que comparten nivel socioeco­
presentan un CI mayor que el grupo control (una nómico familiar), se observa que el hermano de ma­
diferencia de cuatro puntos). Esa intervención yor CI logra mejores resultados sociales que el de
aumen­ta el CI sin influir sobre el ambiente, pero menor CI (Murray, 1998). Esos resultados longitu­
cuando los chavales llegan a los siete años de edad dinales apoyarían un modelo causal inverso al favo­
la ganancia se ha desvanecido. Por tanto, esos niños recido por Protzko.
no crean o buscan ambientes congruentes con su En resumen, los métodos de intervención tem­
mayor CI, lo que, a su vez, contribuiría a mejorar prana dirigidos a mejorar el CI funcionan adecua­
todavía más su CI. El desvanecimiento de las ganan­ damente, pero la ganancia se desvanece progresiva­
cias contradice ese modelo de interacción recíproca. mente desde que se da por finalizado el programa.
Por tanto, según Protzko, es el ambiente el que debe Conservar lo ganado exigiría mantener el programa
influir positivamente sobre el CI. de algún modo, pero no es esa la estrategia que se
Esa última posibilidad corresponde al «modelo aplica. Las pérdidas observadas no son, por tanto,
reactivo unidireccional»: el CI reacciona a las de­ sorprendentes.
mandas del ambiente, desarrollándose cuando las
demandas aumentan y encogiéndose cuando esas
demandas se reducen. Si se compara niños de edad SUMARIO
muy similar, pero que asisten a cursos escolares dis­
tintos, los del curso superior presentan mayor CI. Comenzamos preguntando por el tipo de res­
El desvanecimiento se produce, según Protzko, puestas que ofrecen los modelos de rasgos (o facto­
porque los niños regresan a sus ambientes depriva­ riales) de la inteligencia. La descripción de distintos
dos. No hay ninguna razón para pronosticar una modelos sugiere la respuesta a cuáles son las propie­

© Ediciones Pirámide
280 / Manual de psicología diferencial

dades más y menos importantes de la inteligencia, rando concretamente, lo que puede complicar la
así como cuáles son sus relaciones y cómo se orga­ precisión del diagnóstico. Cualquier test de inteli­
nizan. gencia valora g, pero en distintos grados. Además,
Los modelos factoriales pueden ser jerárquicos los test de inteligencia miden otras capacidades dis­
y no jerárquicos. tintas de g. Es importante saber qué se está midien­
Los primeros presentan una estructura arbores­ do, y los modelos factoriales pueden contribuir a
cente, es decir, se identifican factores más y menos aumentar nuestro conocimiento a ese respecto.
generales; los factores concretos se resumen en fac­ Finalmente, se han expuesto tres aplicaciones
tores globales. Los modelos de P. E. Vernon, de John­ que se pueden encuadrar dentro de los conceptos
son y Bouchard, de R. B. Cattell, de J. B. Carroll y considerados por los modelos factoriales de la inte­
el CHC (Cattell-Horn-Carroll) son similares, aun­ ligencia. El factor general de inteligencia (g) es el
que puedan distinguirse en determinados detalles. mejor predictor de las diferencias de desempeño
La inteligencia general (g) es un concepto esencial ocupacional, aunque, desde luego, no es el único. El
al representar la estructura de la inteligencia. Ade­ hecho posee poderosas repercusiones en la Psicolo­
más de g, dos conceptos capitales son la inteligencia gía de los recursos humanos.
fluida (Gf o g f ) y la inteligencia cristalizada (Gc o Algo similar sucede en la educación. Los facto­
gc). Gf equivaldría a la inteligencia como proceso, res relacionados con el contexto (profesores, escue­
mientras que Gc resultaría de la inversión cultural las) contribuyen un 10 % a las diferencias que sepa­
de Gf, y equivaldría a la inteligencia como conoci- ran a los estudiantes según su aprovechamiento
miento. escolar, mientras que son los factores psicológicos
Los modelos no jerárquicos se alejan de la idea que caracterizan a los propios estudiantes los que
de que sea relevante identificar factores generales recogen el 90 % restante. La inteligencia posee el ma­
que puedan resumir la información de factores más yor protagonismo entre esos factores psicológicos,
específicos. Todos los factores que representan el y, por tanto, facilitar el proceso de aprendizaje de
concepto «inteligencia» serían igualmente relevan­ los estudiantes con menor rendimiento académico
tes, y la ciencia no ganaría demasiado resumiendo exigiría encontrar modos de atenuar el impacto de
progresivamente la información sobre la conducta sus diferencias intelectuales. Negar esa evidencia
inteligente (aunque pueda ser práctico). irracionalmente solo conseguirá impactar negativa­
Conviene subrayar, no obstante, que carece de mente en la formación de los estudiantes.
sentido comparar directamente esos dos tipos de El último ejemplo expuso algunos detalles rela­
modelos. Sus objetivos son distintos e igualmente cionados con la mejora de la inteligencia. Los pro­
válidos. Los modelos jerárquicos persiguen ofrecer gramas de intervención dirigidos a ese objetivo se
un mapa que represente la estructura de la inteligen­ encuentran entre los mejor financiados en Psicolo­
cia humana según el rendimiento mostrado por los gía. Es así por buenas razones. Mejorar la inteligen­
individuos de la población al resolver una variedad cia de la población desataría una cascada de efectos
de retos intelectuales. Desde esa perspectiva, es in­ sociales positivos (menor abandono escolar y menor
dudable que el rendimiento ante esos distintos retos delincuencia, entre otros). Los resultados de esos
se relaciona significativamente, y, por tanto, tiene programas invitan al pesimismo por ahora, pero
sentido referirse a factores latentes que resuman el quizá hayamos errado en el modo de conseguir
rendimiento valorado. Los modelos no jerárquicos, mantener las ganancias de inteligencia que, de he­
en cambio, pretenden orientar el desarrollo de me­ cho, se alcanzan mientras se aplica el programa. Vol­
didas lo más puras posible de capacidades distingui­ veremos sobre este apasionante tema —el objetivo
bles. Al valorar el rendimiento intelectual con un último de la investigación en inteligencia— en pos­
test estandarizado es difícil saber qué se está valo­ teriores capítulos.

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Inteligencia y procesos 11
INTRODUCCIÓN la inteligencia, videojuegos y entrenamiento de la
memoria operativa para mejorar la inteligencia) se
Los modelos cognitivos de la inteligencia, basa­ presenta y discute extensamente un modelo sobre la
dos en la exploración de los procesos psicológicos, inteligencia (Process Overlap Theory), que conecta
complementan a los basados en rasgos psicológicos, el estudio de los procesos psicológicos con el si­
es decir, a los modelos factoriales. guiente capítulo centrado en el análisis de las bases
Se puede conocer la estructura de algo sin saber biológicas de las diferencias intelectuales.
cómo actúa. Describir la estructura del VIH es re­
levante, pero insuficiente para conocer cómo actúa.
El estudio de la inteligencia es similar: disponer 1. ¿CUÁL ES LA PREGUNTA?
de la estructura en la que se organizan los factores
más y menos relevantes de la inteligencia es necesa­ Los modelos factoriales responden a la pregun­
rio, pero insuficiente para saber cómo actúan esos ta por la estructura de la inteligencia, es decir, cuáles
factores. Los modelos cognitivos ayudan a respon­ son los átomos, elementos o propiedades básicas de
der a esa segunda pregunta. que se compone el concepto científico «inteligen­
Al igual que sucede en el caso de los modelos cia», así como cuáles son sus relaciones. Sin embar­
factoriales, se pueden identificar distintas perspecti­ go, la dinámica de la inteligencia es algo secundario
vas cognitivas sobre la inteligencia. Earl B. Hunt para esos modelos factoriales. Averiguar cómo fun­
(1995) propuso que las diferencias cognitivas se pue­ ciona la inteligencia, cuál es su dinámica, es el ob­
den explorar según: jetivo de los modelos cognitivos. Ambos modelos
son, por tanto, complementarios.
a) Una serie de funciones cognitivas básicas. Supongamos que se pretende averiguar cuál es
b) Las estrategias cognitivas por las que se opta. la dinámica asociada al factor verbal: educativo
c) Los recursos cognitivos de los que se dis­ (v:ed ) del modelo factorial de P. E. Vernon. El pri­
pone. mer paso consistiría en identificar los factores más
elementales (o primarios) que se resumen en el fac­
Este capítulo expone una serie de resultados de­ tor secundario v:ed. Son los siguientes: verbal, nu­
rivados del estudio de la inteligencia desde una pers­ mérico, lectura, deletreo, lingüístico, fluidez y pen­
pectiva cognitiva. samiento divergente.
Se comienza con los vinculados al procesamien­ Para seguir concretando, se selecciona un factor
to simple de la información, que se valora con tareas primario: lectura.
cognitivas elementales (ECT), y se continúa con El siguiente paso es averiguar cuáles son los test
ejemplos sobre las estrategias cognitivas y los recur­ psicológicos en los que se han basado los análisis
sos cognitivos. Antes de describir una serie de apli­ estadísticos que permitieron identificar ese factor de
caciones derivadas del enfoque cognitivo (medida de lectura. Comprobamos que son tres test:

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282 / Manual de psicología diferencial

— Un test de deletreo de palabras con y sin sig­ 1. ¿Cuáles son los procesos cognitivos más y
nificado. Por ejemplo: casa y akalua. menos relevantes?
— Un test que supone leer listas de palabras de
distinta longitud. Por ejemplo: sol, casa, col- Responder a esa pregunta supone averiguar dos
garse, caminero. cosas:
— Un test que exige leer palabras de distinta
acústica. Por ejemplo: cosa, casa, cuna; lago, — Cuáles son los procesos cognitivos responsa­
remar, zumo. bles del comportamiento inteligente. Eso exi­
ge explorar los procesos que utilizan las per­
El análisis cognitivo supone convertir test de ese sonas al completar tareas de percepción, de
tipo en experimentos que permitan manipular de­ aprendizaje, de memorización, de razona­
terminadas condiciones. Se persigue obtener resul­ miento o de resolución de problemas. Suele
tados sobre el tiempo de respuesta y el nivel de pre­ observarse que algunos procesos son más
cisión de, pongamos por caso, personas de alta, importantes que otros para explicar el com­
media y baja capacidad lectora. portamiento inteligente.
Los métodos que ayudan a transformar ese tipo — Cómo se pueden clasificar los procesos cog­
de test en experimentos corresponden a los descritos nitivos. Existen sustanciales diferencias indi­
en el capítulo siete de la parte segunda. Se podría, viduales en el grado de disponibilidad, acce­
por ejemplo, descomponer un determinado proble­ sibilidad y eficiencia con la que se emplean
ma en variantes que permitiesen explorar los tiempos distintos procesos. Una persona puede dis­
de respuesta y los niveles de precisión alcanzados. La poner de ciertos procesos cognitivos, pero no
puesta en común de los datos registrados ayudará a acceder a ellos. Y aunque pueda acceder a
elaborar un modelo de procesamiento de la informa­ ellos, su eficacia puede ser reducida.
ción, es decir, una descripción de los procesos men­
tales implicados en la resolución de los problemas de 2. ¿Cómo se representa mentalmente la infor­
interés. mación que se debe procesar?
Los procesos mentales que se consideran en los
modelos cognitivos son un elemento básico para Las personas con un mayor nivel de inteligencia
comprender las diferencias intelectuales según la di­ usan su base de conocimientos —es decir, lo que
námica seguida por distintas personas. Pero esos conocen (hechos) y lo que saben hacer (destrezas)—
procesos no actúan en el vacío. El individuo percibe para decidir qué información es verdaderamente
una información que transforma mentalmente apli­ relevante para resolver un problema.
cando determinados procesos.
Imaginemos que Cristina asiste a una conferen­ 3. ¿Cuáles son las estrategias cognitivas en las
cia sobre el cerebro humano. A medida que escucha que se combinan representaciones y proce­
al ponente, Cristina puede ir «dibujándose mental­ sos?
mente» un cerebro para localizar las estructuras des­
critas por el conferenciante. Las acciones mentales Hay una serie de cuestiones a considerar en este
necesarias para que Cristina pueda «visualizar» el sentido:
cerebro corresponden a los procesos cognitivos, mien­
tras que el cerebro que visualiza corresponde a la — La accesibilidad y la disponibilidad de esas
representación mental. estrategias cognitivas. Algunas personas tie­
Los elementos básicos de los modelos cognitivos nen problemas para acceder o disponer de
son, por tanto, los procesos y las representaciones. las estrategias cognitivas que resultan más
Sobre ellos se construirán esos modelos para ayudar eficientes en un determinado momento.
a comprender las diferencias que separan a los indi­ — Las personas pueden intentar resolver pro­
viduos según su rendimiento intelectual. blemas sirviéndose de distintas estrategias.
Son tres, por tanto, las cuestiones generales con­ Algunas pueden ser «globales», mientras que
sideradas por los modelos cognitivos: otras pueden ser más «analíticas». Algunas

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Inteligencia y procesos / 283

personas pueden representarse mentalmente ples como la codificación, la discriminación, el acce­


la información como si se «hablasen» a sí so léxico o el rastreo de la memoria operativa (MO).
mismas, mientras que otras pueden construir Se expone seguidamente una serie de resultados
«escenas mentales». Algunas personas pue­ derivados de esa investigación sobre funciones cog­
den ser muy exhaustivas, mientras que otras nitivas básicas.
pueden ser más heurísticas. Las diferencias individuales ante tareas de tiem­
— Cómo se relacionan las dimensiones incluidas po de reacción simple (TRS), de elección (TRE) y
en los modelos factoriales con las estrategias al tomar decisiones (TRTD) se asocian negativa­
cognitivas usadas por distintos individuos. Al­ mente al rendimiento en los test de inteligencia (a
guien con una excelente capacidad verbal usa­ menor TR, mayor rendimiento en los test de inteli­
rá, con mayor probabilidad, estrategias cogni­ gencia). Los valores de correlación aumentan con la
tivas basadas en un procesamiento lingüístico. complejidad cognitiva de las tareas (−0,10, −0,20 y
Alguien con una excelente capacidad visoes­ −0,30, respectivamente). Por tanto, cuantos más
pacial usará, con mayor probabilidad, estra­ procesos cognitivos elementales se requieren, mayor
tegias cognitivas basadas en el procesamiento es la correlación. Probablemente, el reclutamiento
de ese tipo de información visoespacial. de un número mayor de procesos cognitivos supone
una mayor complejidad (véase figura 11.1).
En resumen, los modelos cognitivos estudian los El paradigma de Hick revela una correlación
procesos, las representaciones y las estrategias en las modesta entre TR e inteligencia, probablemente por­
que se combinan los primeros y las segundas. Segui­ que las diferencias individuales (la varianza) en ese
damente se describen una serie de resultados orga­ TR son escasas. El TR medio en 27 estudios que han
nizados atendiendo al estudio de una serie de fun­ evaluado a más de 1.800 personas está en 335 mili­
ciones cognitivas básicas, de las estrategias cognitivas segundos para la condición de 0 bits y en 439 mili­
y de los recursos cognitivos de los que disponen dis­ segundos para la condición de 3 bits. La correlación
tintos individuos. múltiple entre los parámetros valorados por el para­
digma de Hick y el nivel intelectual oscila entre −0,35
y −0,50 (Jensen, 1998).
2. FUNCIONES BÁSICAS, ESTRATEGIAS El paradigma de la excepción es más complejo
Y RECURSOS que el de Hick, por lo que el TR debería correlacio­
nar más intensamente con el nivel intelectual, como
E. B. Hunt (1995) propuso ordenar la explora­ así sucede: la correlación es superior a −0,50 (Jensen
ción de las diferencias de inteligencia desde los mo­ y Whang, 1993).
delos cognitivos distinguiendo funciones básicas, Los resultados del paradigma de rastreo de la
estrategias y recursos. memoria operativa (MO) indican que el TR aumen­
ta linealmente con el tamaño de la serie de dígitos
que se debe memorizar, y que se necesitan entre 30
2.1. Funciones cognitivas básicas y 50 milisegundos más para responder NO que para
responder SÍ. Las correlaciones del TR con el nivel
El capítulo siete expuso una serie de paradigmas intelectual están por encima de −0,30 (Jensen, 1987).
experimentales usados en el análisis cognitivo de las El rendimiento en el paradigma de rastreo visual
diferencias de rendimiento evaluadas por los test de y en el paradigma del rastreo de memoria correla­
inteligencia. Algunos de esos paradigmas explora­ ciona de modo prácticamente perfecto. Aunque am­
ban el procesamiento simple de la información que bos paradigmas exigen procesos sustancialmente
se podía valorar mediante tareas cognitivas elemen­ distintos, su correlación sugiere que los mecanismos
tales (ECT). cognitivos empleados en ambos dependen de algún
La medida de interés en esas ECT se centraba factor común (Jensen, 1987).
generalmente en el tiempo de reacción (TR) porque El rendimiento en la tarea de M. Posner (seme­
el nivel de errores era casi nulo. Las distintas condi­ janza física o semántica de palabras) correlaciona
ciones experimentales permitían aislar procesos sim­ −0,35 con el nivel intelectual (Vernon, 1983).

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284 / Manual de psicología diferencial

0,40
r = 0,98
(rho = 0,93)
0,35

0,30
Correlación con factor g de la ASVAB

0,25

0,20

0,15

0,10

0,05

0,00
0 200 400 600 800 1.000 1.200 1.400
Latencia media en una serie de ECT

Figura 11.1.—Aumento de la correlación lineal con el factor general de inteligencia (g) cuanto más compleja cognitivamente
es la ECT, es decir, cuantos más procesos cognitivos elementales se requieren para responder a esa ECT (Jensen, 1998).

La correlación entre el rendimiento en la tarea nivel crítico de complejidad, la velocidad de proce­


de verificación semántica y el test de matrices de samiento es insuficiente para gestionar la informa­
Raven aplicado sin límite de tiempo es de −0,50. ción simultáneamente, por lo que el sistema se co­
Cuando se aplica la tarea de verificación semántica lapsa y el procesamiento se deteriora (Jensen, Larson
a niños, en formato de papel y lápiz —y sin control y Paul, 1988).
de tiempo—, se observa que cometen un 20 % de En paradigmas de doble tarea se observa que el
errores. Si se correlaciona el rango de errores con el TR correspondiente a ambas tareas es mayor que
rango de tiempo de respuesta de estudiantes univer­ cuando se completan por separado. Además, la co­
sitarios que no cometen errores en el test, se observa rrelación con las medidas de inteligencia aumenta.
un valor alto. Ese resultado sugiere que la dificultad Se ha supuesto que el incremento de la correlación
de los ítems está vinculada a la velocidad de proce­ en esos paradigmas de doble tarea se debe a que se
samiento, incluso aunque el test no se base en la incrementa la amenaza sobre la capacidad limitada
velocidad de respuesta: si la información excede un de la memoria operativa (MO). La MO constituye

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Inteligencia y procesos / 285

un procesador de un solo canal, por lo que se debe ¿Es satisfactoria esta explicación basada en la
ir decidiendo sobre la marcha cuándo procesar y velocidad de procesamiento?
cuándo almacenar para lograr un resultado eficien­ Cuando se considera el TR obtenido en las ECT
te (Colom et al., 2004; Kyllonen y Christal, 1990). y el rendimiento en test de inteligencia aplicados con
Un metaanálisis de estudios sobre el tiempo de un estricto control de tiempo, las correlaciones son
inspección (IT) reveló una correlación con la inteli­ menores que cuando el rendimiento en los test se
gencia de −0,54 (Kranzler y Jensen, 1989). Cuanto obtiene sin control de tiempo (Vernon y Kantor,
menor es el intervalo que se puede sobrellevar entre 1986).
la presentación del target y de la máscara, mayor es Se ha observado que la desviación típica del TR
la inteligencia expresada en un test de inteligencia intraindividual (TR-DT) correlaciona más intensa­
(Crawford et al., 1998). mente con la inteligencia que el propio TR (Kranz­
Una vez descritos algunos resultados asociados ler, 1992). La desviación típica del TR es, como ya
a paradigmas experimentales que exploran funcio­ sabemos, un indicador de consistencia en el proce­
nes cognitivas básicas, se puede preguntar por su samiento: las personas más inteligentes son más ho­
significado: ¿en qué sentido son útiles para el avan­ mogéneas en sus TR que las menos inteligentes. Ese
ce en la comprensión de la inteligencia? hecho concuerda con la fiabilidad de transmisión
La MO parece esencial para explicar la correla­ neuronal: cuando la transmisión es más fiable, la
ción entre el TR evaluado por las ECT y la inteli­ eficacia es mayor y existen menos oscilaciones neu­
gencia valorada por los test estandarizados. Un as­ rológicas. Una menor oscilación produciría desvia­
pecto supuestamente relevante para comprender el ciones típicas intrasujetos menores (Vernon et al.,
papel de la MO es la velocidad de procesamiento. 2000).
Hay dos propiedades de la MO que apoyan la inter­ Es posible, no obstante, que la correlación entre
vención de esa velocidad: su capacidad limitada y la velocidad e inteligencia sea un resultado artificial
breve duración de la información que se almacena derivado de los paradigmas experimentales usados
temporalmente. en la investigación. La figura 11.2 presenta la corre­
Las operaciones deben actuar antes de que la lación entre TR e inteligencia a medida que la ECT
información se desvanezca. En caso contrario será se hace más compleja, en el sentido de que exige
necesario recuperar esa información. Si la cantidad considerar un número mayor de alternativas de res­
de nueva información entrante excede la capacidad puesta.
de la MO, se deberá transferir a la memoria a largo Widaman y Carlson (1989) encontraron una co­
plazo (MLP) en fases, de modo que la información rrelación de −0,26 cuando midieron el TR siguiendo
necesaria para resolver un determinado problema se el habitual orden ascendente de complejidad, pero
pueda devolver, en su momento, a la MO. la correlación bajó a −0,06 cuando se evaluó alea­
La transferencia desde la MO a la MLP consu­ toriamente y a −0,18 cuando se evaluó en el orden
me capacidad, por lo que se hace necesario ponderar inverso al habitual.
entre el procesamiento y el almacenamiento de la Cuando se evalúa en orden ascendente, las per­
información entrante. Si la cantidad de información sonas de mayor inteligencia presentan mayor venta­
que se debe procesar satura la capacidad funcional ja en la condición de ocho alternativas, pero cuando
de la MO, entonces se producen fallos de procesa­ se evalúa en orden descendente presentan mayor
miento y se pierden fragmentos de información. Un ventaja en la condición de una alternativa. El resul­
procesamiento incompleto de la información en­ tado sugiere un potente efecto de la práctica. De
trante aumenta la probabilidad de emitir una res­ hecho, la correlación TR-inteligencia puede deberse
puesta incorrecta o incompleta. a que las personas de mayor inteligencia presentan
Por tanto, un procesamiento más veloz es ven­ un número menor de ensayos con respuestas lentas,
tajoso porque permite procesar y almacenar más pero no porque en general responden más rápido.
información antes de que se produzca la pérdida. Esta interpretación concuerda con el hecho señala­
El TR correlaciona más intensamente con la in­ do previamente de que la desviación típica del TR
teligencia evaluada a través de los test estandariza­ intrasujeto es menor en personas de mayor inteli­
dos cuando se amenaza a la MO (Jensen, 1998). gencia.

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286 / Manual de psicología diferencial

Secuencia Respuesta
0,30
1 2 3
Correlación con el nivel intelectual
3 4 7
según número de alternativas en las ECT
5 6 11
0,25 7 8 15
0,23 9 1 10
0,22

0,20
0,19 La operación aritmética necesaria para respon­
0,18
der es simple. Su correlación con el nivel de inteli­
gencia es 0,40. Cuando se complica la tarea presen­
0,15 tando durante menos tiempo los dígitos (de 3
segundos por dígito a 1 segundo por dígito) los erro­
res pasan del 6,5 % al 42 %, pero la correlación con
la inteligencia solo aumenta a 0,45. Por tanto, una
0,10 vez más puede que la complejidad sea menos rele­
1 2 4 8
Número de alternativas vante de lo que a menudo se supone.
Se ha observado, también, que cuando se anali­
zan los patrones de correlaciones entre ECT y capa­
cidades distintas de g, las ECT correlacionan más o
Figura 11.2.—Correlación entre TR e inteligencia a medida
que la ECT se hace más compleja (se considera un mayor menos intensamente con ellas dependiendo del con­
número de alternativas de respuesta). tenido de la información al que se asocian (visual,
verbal, numérico, etc.).
Por ejemplo, las tareas experimentales de rota­
Por otro lado, existen evidencias que cuestionan ción de figuras correlacionan con las medidas estan­
la interpretación de que las ECT correlacionan con darizadas de capacidad visoespacial (Gv), pero no
mayor intensidad con la inteligencia en la medida con las medidas de inteligencia cristalizada (Gc) o
en que se incrementa su nivel de complejidad, es de inteligencia fluida (Gf). La tarea experimental de
decir, en la medida en que se reclama un mayor nú­ verificación de frases pictóricas correlaciona con
mero de procesos. Gc, pero no con Gf. La tarea experimental de iden­
Spilsbury (1992) desarrolló una tarea de recuen­ tidad física y semántica de M. Posner correlaciona
to en la que se presentaban distintos tipos de soni­ con Gc, pero no con Gf (Mackintosh, 1998).
dos y se debía contabilizar cuántos sonidos distintos La correlación observada entre tiempo de ins­
se habían presentado en una determinada secuencia. pección (IT) e inteligencia también ha sido dura­
El nivel de complejidad aumentaba incluyendo más mente criticada (Chaiken, 1993; Levy, 1992). Origi­
sonidos y secuencias más largas. Ese aumento no nalmente se supuso que el procesamiento implicado
incrementaba la correlación con el nivel de inteligen­ en esa tarea era muy simple. Sin embargo, las evi­
cia, pero cuando se pedía realizar una tarea secun­ dencias indican que no es así. Por el contrario, se
daria a la vez que la primaria de recuento, la corre­ encuentran implicados procesos de orden superior,
lación con el nivel de inteligencia subía de 0,18 a además de los procesos sensoriales. Según Deary
0,53. El resultado sugiere que la complejidad puede (2000), las inconsistencias se deben a que todavía no
no ser la clave de la correlación con las medidas de se comprenden los agentes que explican las diferen­
inteligencia. cias individuales en esa tarea. Serían necesarios es­
Vernon y Weese (1993) usaron una tarea que tudios que pasen de un nivel psicofísico a otro psi­
consistía en presentar diez dígitos para que se res­ cofisiológico (Vernon et al., 2000).
pondiese según el resultado de sumar los dos prime­ En resumen, aunque se dispone de abundante
ros dígitos, los dos siguientes dígitos y así sucesiva­ evidencia que sugiere que la velocidad de procesa­
mente. Veamos un ejemplo: miento puede ser un agente causal de las diferencias

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Inteligencia y procesos / 287

intelectuales, las pruebas no son concluyentes. Hay las que más correlacionan con el rendimiento en los
distintas explicaciones verosímiles al hecho de que test de inteligencia. Pero incluso ese tipo de relacio­
las personas que logran mayor rendimiento en los nes son discutibles: si fuese la complejidad la varia­
test estandarizados de inteligencia presentan tam­ ble detrás del aumento de las correlaciones entre los
bién mayor velocidad al procesar la información. La dos tipos de tareas, entonces no debería ocurrir que
velocidad en sí puede no ser responsable de la co­ el orden de presentación de las ECT según su com­
rrelación TR-inteligencia. El factor que puede expli­ plejidad alterase la regla de que «a mayor compleji­
car la correlación entre dos clases de tareas superfi­ dad de la ECT, mayor correlación con el rendimien­
cialmente muy distintas es el nivel de complejidad to en los test de inteligencia» (Widaman y Carlson,
que comparten ambas: las ECT más complejas son 1989). Pero eso es lo que sucede.

CUADRO 11.1
Inteligencia y discriminación sensorial

En 2013, Michael Melnick et al., publicaron un artículo en el que mantuvieron que las diferencias individuales en
discriminación sensorial pueden dar cuenta de las diferencias de capacidad intelectual.
El viejo sueño de Francis Galton hecho realidad.
El cerebro debe procesar una enorme cantidad de información, y, por tanto, suprimir aquella que resulta irrele­
vante es crucial.
Diseñaron una tarea simple de discriminación visual que valoraba la velocidad de procesamiento y la supresión
perceptiva. La figura 11.3 representa las características de esa tarea.
En (A) se muestra la secuencia de eventos para un determinado ensayo. Se debe identificar la dirección del movi­
miento de un estímulo que se mueve durante un breve instante. La imagen espacio-tiempo ilustra un movimiento
hacia la derecha. La duración del estímulo que se muestra (53 ms) corresponde al umbral promedio para un estímulo
de tamaño 3,6 °. Las barras vertical y horizontal representan 10 ms y 1 °, respectivamente.
En (B) se muestran tres tamaños del estímulo (solamente se presenta un estímulo por ensayo).

A
Tiempo

Fijación
Intervalo
por ejemplo
Estímulo
Pantalla
respuesta
Espacio
B

1.o

Figura 11.3.—Condiciones experimentales del estudio de Melnick et al. (2013) para estudiar las relaciones de las diferencias
individuales en discriminación sensorial con la inteligencia.

Una demostración dinámica de cómo funciona esa tarea de discriminación sensorial se puede encontrar en la
siguiente dirección web: https://www.youtube.com/watch?v=qxt2Uo_GuXI.

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288 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 11.1 (continuación)

El resultado fundamental es que los individuos con mayor nivel intelectual son rápidos al percibir el movimiento
de objetos de reducido tamaño, pero empeoran sustancialmente al percibir el movimiento de los objetos a medida
que aumenta su tamaño.
Por tanto, se concluye que la capacidad para suprimir la información irrelevante y procesar con rapidez la rele­
vante subyace tanto a la discriminación sensorial como a la inteligencia, siendo común a ambas.
La manipulación experimental crucial está en el tamaño del estímulo. Los participantes debían identificar la di­
rección del movimiento de cada uno de los objetos presentados tan rápido como fuese posible. A partir de aquí
calcularon un índice de supresión (SI) definido como la diferencia entre el umbral para los estímulos de mayor ta­
maño y el umbral para los de menor tamaño. Por tanto, SI valora el deterioro en la percepción del movimiento a
medida que aumenta el tamaño de los estímulos.
Las diferencias individuales en SI correlacionaron con la capacidad intelectual (CI) con valores que oscilaron
entre 0,55 y 0,82. A mayor nivel de inteligencia, el SI aumenta debido a una mayor rapidez al procesar los estímulos
de menor tamaño y a una menor capacidad para percibir el movimiento de los estímulos de mayor tamaño. Ambos
factores deben combinarse. Por separado son irrelevantes.
A partir de aquí, los autores del estudio especulan con la posibilidad de sustituir las complejas medidas de CI por
el (mucho más simple) SI.
La velocidad mental solo es valiosa cuando se mide con respecto a la información pertinente. Suprimir la infor­
mación irrelevante es la clave: «la capacidad de ignorar estímulos distractores presentes en la memoria operativa
predice las diferencias individuales de inteligencia y puede dar cuenta de las diferencias de actividad en la corteza
prefrontal observada al comparar individuos de alto y de bajo CI».
Se sugiere que el mecanismo subyacente es de muy bajo nivel. La capacidad para suprimir la información irrele­
vante no responde a una atención dirigida desde arriba (top-down). Se propone que el mecanismo responde al hecho
de que las personas de mayor CI pueden caracterizarse por una mayor eficiencia neuronal. Es, por tanto, un meca­
nismo de bajo nivel (bottom-up), no habiendo un control por parte de los procesos mentales superiores.
Merece la pena comentar que los dos estudios en los que se basan los resultados comentados consideraron 12 y
53 personas respectivamente. Los valores de correlación resultan inestables en esas condiciones. Además, esas corre­
laciones se basan en una variable calculada sobre dos medidas que se restan. Esa clase de puntuaciones diferenciales
suelen presentar una baja fiabilidad. Finalmente, el argumento de que la supresión de estímulos irrelevantes es esen­
cial para la relación observada entre la memoria operativa y la inteligencia es discutible. El grupo de Randal Engle
ha defendido esa perspectiva basada en el control de la atención, pero la evidencia empírica disponible es inconsis­
tente (Colom, Chuderski y Santarnecchi, 2016).

2.2. Estrategias cognitivas pia estrategia cognitiva al resolver un problema in­


telectualmente exigente. Veamos un ejemplo.
El estudio de los procesos psicológicos no se li­ Lynn Cooper (1982) caracterizó las diferencias
mita a calcular correlaciones entre el rendimiento en individuales en las estrategias cognitivas aplicadas
determinadas ECT y el rendimiento en los test de para resolver problemas de naturaleza visoespacial.
inteligencia. Las ECT exploran procesos simples, Supuso que los individuos pueden variar cualitati-
mientras que el test de inteligencia más elemental vamente en los procesos que aplican al realizar una
supone la actuación de varios procesos cognitivos. comparación visual, pero también cuantitativamen-
En el segundo caso deben coordinarse varios proce­ te según su eficiencia al aplicar esos procesos. Ana­
sos. Los test más complejos —que requieren más lizó la naturaleza de esas estrategias explorando su
procesos— dependen, posiblemente, de las estrate­ flexibilidad en respuesta a la manipulación experi­
gias cognitivas, mientras que los menos complejos mental de las exigencias de la tarea.
no admiten demasiadas variaciones, por lo que sue­ Se seleccionó un reducido número de personas
le identificarse una manera eficaz de resolverlos. para estudiarlas extensivamente. Se pretendía obser­
Las estrategias cognitivas combinan procesos y var su nivel de consistencia una vez alcanzaban su
representaciones. Cada individuo producirá su pro­ pico de rendimiento (su nivel de asíntota), es decir,

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Inteligencia y procesos / 289

el momento en el que ya no mejoraba su rendimien­ visoespaciales. Una vez identificados, se busca ave­
to. La figura 11.4 presenta los estímulos que se ma­ riguar si quienes usan espontáneamente una deter­
nipularon experimentalmente para evocar las estra­ minada estrategia pueden cambiar de estrategia.
tegias cognitivas de los individuos. En la columna de la izquierda de la figura 11.4
Primero se observa un patrón visual S durante se encuentran los estímulos modelo (S). Son progre­
el tiempo necesario para codificarlo e introducirlo sivamente más complejos (de arriba abajo) según el
en la memoria operativa (MO) (aproximadamente número de puntos que conforman la figura. Una vez
3 segundos). S desaparece y, después de un período presentado un estímulo S, se puede presentar el mis­
en blanco de un segundo, aproximadamente, se pre­ mo estímulo o cualquiera de los estímulos de test de
senta un segundo patrón visual de test (D). Se debe su derecha (D1, D2, D3, D4, D5, D6). Los estímulos
indicar entonces, con la mayor rapidez y precisión de test son modificaciones aleatorias de los puntos
posible, si S y D son iguales o diferentes. que determinan inflexiones del perímetro de los es­
Se trata de identificar individuos cuyos tiempos tímulos modelo. Varían por su similitud con respec­
de reacción y niveles de error se ajusten a distintos to al estímulo modelo, de modo que cuanto más
tipos relacionados con el procesamiento de informa­ hacia la derecha mayor es la diferencia respecto del
ción visoespacial. Los tipos corresponderán a dis­ estímulo estándar (D2 es más diferente que D1 a S,
tintas estrategias para comparar representaciones D3 es más diferente que D2 y D1 a S, etc.).

Desemejanza creciente con S

S D1 D2 D3 D4 D5 D6

8
Niveles de complejidad

12

16

24

Figura 11.4.—Estímulos visuales en la investigación de L. Cooper (1982) sobre procesamiento visoespacial dirigida a evocar
las estrategias cognitivas empleadas por distintos individuos.

Por tanto, se compara un estímulo con otro que estímulo modelo, desaparición de ese estímulo, pre­
varía en determinadas características, en este caso sentación del estímulo de test y responder si son
el grado de semejanza y la complejidad de los es­ iguales o diferentes.
tímulos que se debe comparar. Se valora si un es­ La figura 11.5 presenta los tiempos de reacción
tímulo de test es igual o diferente a un estímulo mo­ (TR) de los individuos que comparten un determina­
delo según la siguiente secuencia: presentación del do tipo de procesamiento, una determinada estrategia.

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290 / Manual de psicología diferencial

750

700

Tiempo de reacción (milisegundos)


Estrategia analítica
650 (sujetos 5, 6, 7 y 8)
600

550

500

450 Estrategia holista


(sujetos 1, 2, 3 y 4)
400

350

300
S D1 D2 D3 D4 D5 D6
Tipo de estímulo

Figura 11.5.—Resultados de distintos individuos al comparar los estímulos visoespaciales de la figura 11.4. Se observan dos
patrones diferenciados correspondientes a las estrategias analítica y holista (Cooper, 1982).

Consideremos los TR de los individuos 5, 6, 7 y holista (comparación por plantillas). Los individuos
8. Observamos que esos TR disminuyen a medida 5, 6, 7 y 8 (más lentos e igual de precisos que los in­
que disminuye la semejanza entre S y D. Por tanto, dividuos 1, 2, 3 y 4) aplican una estrategia analítica.
invierten más tiempo en decidir si ambos estímulos A partir de ese resultado se hacen una serie de
son iguales o distintos cuanto más se parecen. El re­ preguntas:
sultado sugiere que analizan las características de los
estímulos explorando sus semejanzas y diferencias. — ¿En qué medida esas estrategias son opcio­
Los individuos 1, 2, 3 y 4, sin embargo, mantie­ nales?
nen inalterables sus TR en las distintas comparacio­ — ¿Se puede inducir un cambio de estrategia
nes visoespaciales. No invierten más o menos tiem­ manipulando determinadas condiciones ex­
po según la similitud entre S y D. Comparan ambos perimentales que favorecen el uso de una de­
estímulos como si se tratase de plantillas que se su- terminada estrategia?
perponen, por lo que la comparación es práctica­ — ¿Es alguna de esas estrategias más suscepti­
mente instantánea. ble a los cambios?
Los dos grupos de individuos identificados va­
rían por la rapidez con la que hacen la comparación. Los resultados observados sugieren que quienes
Los primeros son generalmente más lentos que los aplican la estrategia holista pueden cambiar a la
segundos, pero ¿son los primeros más precisos que analítica cuando resulta más útil, mientras que quie­
los segundos al decidir si S y D son iguales o dife­ nes aplican la estrategia analítica son incapaces de
rentes? cambiar a la holista. Por tanto, la selección de una
La respuesta es negativa. Los errores disminu­ estrategia representa una diferencia consistente,
yen en ambos grupos a medida que disminuye la aunque el uso de una u otra puede verse influida por
semejanza entre S y D. determinados factores.
Los individuos 1, 2, 3 y 4 (más rápidos e igual de Cooper supuso que las diferencias individuales
precisos que los individuos 5, 6, 7 y 8) aplican un tipo en la selección de las distintas estrategias podían
de procesamiento que Cooper denomina estrategia depender de la naturaleza de las representaciones en

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Inteligencia y procesos / 291

la memoria operativa (MO) al realizar la compara­ un alto nivel de precisión— que quienes aplican la
ción visual. Los individuos analíticos representarían analítica.
la información visual en su MO a partir de caracte­ Cooper observó que las personas con alta ca­
rísticas o estructuras, usando esas unidades como pacidad espacial presentan mejor rendimiento
base para la comparación con otros patrones visua­ cuando usan una estrategia holista, mientras que
les. En contraste, los individuos holistas no incor­ los de baja capacidad espacial que usan esa misma
poran la estructura de los patrones a su MO, sino estrategia presentan un peor rendimiento. Por tan­
que usan una representación escasamente estructu­ to, el rendimiento es óptimo cuando la selección de
rada, perceptiva y muy superficial. una estrategia es congruente con el nivel de capa­
Quienes aplican la estrategia holista hacen com­ cidad valorado por los test estandarizados de inte­
paraciones mucho más rápidamente —conservando ligencia.

CUADRO 11.2
¿Somos más inteligentes cuando resolvemos mejor un test de inteligencia?

Taylor Hayes et al. (2015) buscaron respuestas a esa pregunta analizando los movimientos oculares (eye tracking)
cuando los mismos individuos resolvían en más de una ocasión el mismo test de inteligencia. Exploraron si se pro­
ducían cambios en las estrategias que se supone necesarias para inspeccionar los elementos de los problemas pre­
sentes en el test. Concluyeron que mejores resultados en el test son consecuencia de que los individuos aprenden a
rastrear con mayor eficacia los elementos de los problemas: «(la práctica) puede reflejar un refinamiento en la estra­
tegia, no una ganancia de inteligencia».
Consideran relevante el objetivo de entrenar la memoria operativa (MO) para aumentar su «capacidad» (near-
transfer) y, desde ahí, impactar positivamente sobre la inteligencia (far-transfer). Algo similar a lo que sucede en el
ámbito físico: la práctica de la natación mejora la capacidad cardiovascular (near-transfer), y, por tanto, aumenta
la capacidad atlética general (far-transfer) de los nadadores.
Sin embargo, las mejoras se valoraron según el cambio en un determinado test de inteligencia, una medida par­
ticular que incluye características ajenas a lo que se pretende medir: «las ganancias en las puntuaciones pueden
ocurrir sin que cambien en absoluto brain-power factors como la capacidad de la memoria operativa [lo que se pre­
tende medir]».
Reconocen que el problema se minimizaría si se dispusiera de más de una medida del constructo de interés, de lo
que se pretende medir (en su caso de la inteligencia), y se estudiase el cambio a nivel latente, más allá de las puntua­
ciones en las medidas concretas. Pero ellos se centraron en los procesos que concurren al resolver un test en más de
una ocasión.
Un grupo de 35 universitarios resolvieron problemas del test de matrices progresivas de Raven, y se usó el SRSA
(Successor Representation Scanpath Analysis) para evaluar los cambios en sus estrategias y cuantificar las diferencias
individuales en los patrones de fijación ocular en el pretest y en el postest. Esas diferencias se emplearon posterior­
mente para predecir el cambio en las puntuaciones.
La figura 11.6 muestra el tipo de problemas resueltos por los individuos (izquierda), así como la secuencia de
presentación (derecha). Los patrones de fijación ocular se registraron en la fase de solución.
Los resultados sugirieron que una parte sustancial del efecto de la práctica se asociaba al refinamiento en las es­
trategias de procesamiento, de modo que, en general, se explora las filas de la matriz de modo más sistemático en el
postest. Sin embargo, ese refinamiento no se observa en todos los participantes: 11 personas no mejoraron e incluso
empeoraron en el postest.
¿Cuál es la diferencia entre quienes encuentran la estrategia óptima y los que no?
Cuando se descuenta el efecto de la estrategia, los cambios en las puntuaciones entre el pretest y el postest desa­
parecen, pero eso no responde a la pregunta anterior.
Hayes et al., sugieren que determinados factores, que nada tienen que ver con lo que el test pretende medir, pue­
den explicar el cambio que se observa en las puntuaciones entre el pretest y el postest. Sin embargo, en su caso el
efecto es asistemático: algunos cambian de estrategia y otros no. Además, estudian lo que sucede en un test en con­
creto. Sin embargo, el análisis de lo que hay de común a distintas medidas puede alejar lo que en ese estudio se
concluye de lo que se aprecia a nivel latente, de lo que, en realidad, se pretende medir.

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292 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 11.2 (continuación)

Fijaciones
oculares
Respuesta

Solución 200 ms
ITI

Fijación
[0 0 1] [1 0 0] [0 1 0] [0 0 1]

de alerta
Aviso
[1 1 1] [0 0 0] [0 0 0] [1 0 0]

Figura 11.6.—Izquierda: un ejemplo de los problemas resueltos. Derecha: secuencia de presentación de los problemas para
registrar los movimientos oculares (Hayes et al., 2015).

2.3. Recursos cognitivos limitaciones de capacidad similares a las observadas


en las tareas experimentales que valoran la MO.
Recursos cognitivos y energía mental serían Pero las causas de la alta relación observada en­
equivalentes. El individuo dispone de una serie limi­ tre la inteligencia y la MO se resisten al escrutinio
tada de recursos que invierte al resolver problemas de los científicos.
intelectualmente exigentes. Se puede caminar a la En 2014, Nash Unsworth et al., propusieron que
vez que se lee el periódico, pero si se llega a un pá­ esa relación puede comprenderse por la intervención
rrafo que capta especialmente la atención —o que de tres mecanismos relacionados, pero distinguibles.
es más difícil de comprender— se deja de caminar Primero, las limitaciones de capacidad, es decir,
para concentrar los recursos en la lectura. la capacidad para conservar temporalmente la in­
Algunas perspectivas cognitivas apoyan la rele­ formación relevante en un estado activo. Esa capa­
vancia de las restricciones de capacidad basadas en cidad es necesaria para mantener a corto plazo las
los recursos disponibles. Los individuos variarían representaciones mentales y para recombinarlas en
por la cantidad de recursos generales disponibles, y la resolución de problemas y en los procesos de ra­
el análisis cognitivo debería contribuir a explicar zonamiento, que son una marca característica de los
esas restricciones. test de inteligencia.
Los modelos factoriales de la inteligencia subra­ Segundo, el control de la atención supone la ca­
yan la relevancia de g, y las diferencias individuales pacidad para elegir y mantener activa la informa­
en ese factor general podrían explicarse por las di­ ción relevante en presencia de distracciones.
ferencias individuales en los recursos cognitivos dis­ Tercero, la capacidad de la memoria secundaria
ponibles. supone codificar la información en la memoria a
La investigación se ha centrado en los recursos largo plazo y recuperar la que tuvo que ser despla­
de la memoria operativa (MO) porque existe una co­ zada desde la memoria a corto plazo, pero que vuel­
rrelación prácticamente perfecta en MO e inteligencia ve a resultar necesaria para actuar.
general (g). El concepto central de los modelos fac­ Se identifican distintos perfiles de individuos, es
toriales de la inteligencia comparte, de algún modo, decir, personas cuyo rendimiento depende más de la

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Inteligencia y procesos / 293

capacidad de la memoria a corto plazo, del control midieron con tres tareas en cada caso, mientras que
de la atención o de su memoria secundaria. Se asu­ la capacidad de la MCP se midió con siete tareas.
me que, en la población general, un individuo puede, Se calculó una correlación entre la MO y la in­
por ejemplo, poseer una excelente capacidad a corto teligencia de 0,57. Ese valor está muy alejado de los
plazo y un pésimo control de la atención. Sin em­ observados en otros estudios más sólidos en los que
bargo, es difícil que ese supuesto sea realista aten­ se han considerado variables latentes correspondien­
diendo a lo que se sabe sobre la tendencia a que tes a esos dos factores cognitivos. Un ejemplo es el
actividades cognitivas distintas presenten una alta calculado por Klaus Oberauer et al. (2005) sobre los
correlación. resultados del metaanálisis de Philip Ackerman et
En la investigación de Unsworth et al., 171 indi­ al. (2005): 0,85. En tres estudios independientes he­
viduos completaron una batería de test y una serie chos en Estados Unidos y España, considerando un
de tareas que permitieron estimar los constructos de total de 594 personas, se calcula una correlación
interés. La memoria operativa (MO), el control de la entre g y MO de 0,96 (figura 11.7) (Colom et al.,
atención, la memoria secundaria y la inteligencia se 2004).

Memoria
Gs Gf/Gv Gc Velocidad
operativa

0,49/0,45 0,84/0,83/0,48 0,74/0,59/0,48 0,62/0,52/0,76 1,0/0,90/0,93

Figura 11.7.—Valores de relación entre g y una serie de factores (Gs = velocidad en los test de inteligencia, Gf/Gv = inteligen­
cia fluida/visualización general, Gc = inteligencia cristalizada, Velocidad = rendimiento en tareas de tiempo de reacción) y
memoria operativa. La relación entre este último factor cognitivo y el factor general (g) oscila entre un mínimo de 0,90 y 1,0
(Colom et al., 2004).

La relativamente débil correlación entre MO e Se observa que la MO predice indirectamente


inteligencia observada en el estudio de Unsworth et Gf a través de la capacidad de la MCP, el control de
al., se explica completamente por la contribución de la atención y la memoria secundaria. El valor que
la capacidad de la MCP, el control de la atención conecta directamente MO y Gf es nulo.
y la memoria secundaria. Esos resultados, según los Sin embargo, el modelo más lógico hubiera sido
autores, rechazan la visión unitaria sobre la relación que la capacidad de la MCP, el control de la aten­
de la inteligencia y la MO. Es decir, los tres meca­ ción y la memoria secundaria predijesen MO, y que
nismos serían necesarios y ninguno sería dominante. la parte no explicada se vinculase a Gf, aunque se­
Su peculiar análisis ignora las evidencias —que rían simples juegos con números. Se dispone de re­
se comentarán posteriormente— que demuestran la sultados que apoyan la perspectiva de que una vi­
presencia de una elevada correlación entre la memo­ sión unitaria es suficiente para dar cuenta de la
ria a corto plazo (MCP), la MO, los procesos ejecu­ relación de Gf con la MO.
tivos responsables de la actualización de los conte­ Kenia Martínez et al. (2011) demostraron la re­
nidos de la MO (updating) y la inteligencia. lación de identidad (es decir, el isomorfismo) entre
Además, Unsworth et al., toman decisiones du­ la MO, la memoria a corto plazo (MCP) y los pro­
dosas. La figura 11.8 muestra el modelo que contras­ cesos ejecutivos de actualización (updating), y, ade­
tan. más, que su relación con la inteligencia era práctica-

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294 / Manual de psicología diferencial

−0,04

Capacidad
0,50 0,39

0,59 0,34
MO Atención Gf
0,61 0,48

Memoria
secundaria

Figura 11.8.—Modelo de Unsworth et al. (2014) en el que se calculan las relaciones directas e indirectas de la MO (memoria
operativa) con la inteligencia fluida (Gf). Se observa que la relación directa (representada por la línea discontinua) tiende a 0
(−0,04), mientras que las relaciones indirectas —a través de la capacidad de la MCP (memoria a corto plazo), el control de la
atención y la memoria secundaria— son equivalentes (0,39, 0,34 y 0,48, respectivamente). Los valores desde la MO a esos tres
factores oscilan entre 0,50 y 0,61.

mente perfecta: «puesto que, desde una perspectiva Engle (2007) concedieron: «Tanto en los estudios
teórica, el almacenamiento a corto plazo es el com­ experimentales como en los diferenciales, la eviden­
ponente cognitivo común a la memoria operativa, cia revisada aquí sugiere que las tareas simples y
los procesos de actualización y la memoria a corto complejas de almacenamiento temporal valoran los
plazo, se puede deducir que las diferencias individua­ mismos procesos básicos. La noción de que la me­
les en Gf quedan adecuadamente explicadas por los moria a corto plazo y la memoria operativa son dis­
procesos básicos que subyacen a la memoria a corto tintas es insostenible» (véase Colom et al., 2006).
plazo. Los procesos presuntamente implicados en la A esa conclusión se llega cuando se valora ade­
memoria operativa y el control ejecutivo, los proce­ cuadamente los constructos de interés. La investi­
sos de inhibición y la velocidad mental no añaden gación de Unsworth et al. (2014) es inadecuada en
información sustancial para responder a la pregunta ese sentido, pero eso no les impide llegar a una con­
de cuáles son los procesos cognitivos básicos que clusión que se expresa con entusiasmo. Una con­
subyacen al razonamiento fluido. Los hechos presen­ clusión que se distancia del principio de parsimonia
tados pueden ayudar a clarificar y simplificar el su­ que, en el caso que nos ocupa, se expresaría así: la
puesto complejo problema de relacionar la inteligen­ relación de la MO con la inteligencia se debe, sen­
cia con las funciones cognitivas». cillamente, a las diferencias individuales en la ca­
La Navaja de Ockam orienta la investigación pacidad para conservar temporalmente una repre­
científica, aunque se olvide a menudo. sentación fiable de la información relevante, es
En 2006, Colom et al., observaron que no podía decir, en la capacidad de la que dispone el individuo
distinguirse la memoria operativa de la memoria a para resolver situaciones más o menos complejas
corto plazo, algo que Nash Unsworth y Randall cognitivamente.

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Inteligencia y procesos / 295

CUADRO 11.3
Los múltiples «rostros» de la memoria operativa (MO)

En 2017, Nelson Cowan (uno de los autores destacados en el estudio de la MO) revisó las definiciones que, según
él, se han usado (a menudo sin confesarlo abiertamente) en la investigación sobre la MO. Después de considerar la
evidencia a la que tuvo acceso durante más de una década de darle vueltas al espinoso asunto, decidió describir y
discutir nueve definiciones.
Sostiene que es muy relevante ser claro con respecto a cómo se define una determinada función psicológica, entre
otras razones porque a menudo parece que los investigadores discrepan, cuando en realidad no es así. Esa prolife­
ración no sorprende, porque las ciencias cognitivas son famosas por la habilidad de sus practicantes para proponer
algo «nuevo» sirviéndose de términos diferentes, es decir, para vender vino viejo en botellas nuevas.
Las definiciones que enumera Cowan van desde las concepciones originales basadas en el funcionamiento de los
ordenadores, hasta los modelos incluyentes que combinan procesos atencionales y memoria a largo plazo, pasando
por los modelos de múltiples componentes, ecológicos o de propósito general (generic).
Una de las partes más interesantes de su artículo se basa en comentarios (que deben leerse entre líneas) sobre la
investigación del grupo de Randall Engle. Primero fue absolutamente necesario recurrir a la atención para compren­
der la elevada correlación de la memoria operativa con la inteligencia, pero cuando los hechos contradictorios co­
menzaron a amontonarse se tuvo que producir, ad hoc, una concepción que incluyera a la memoria a largo plazo
(Unsworth et al., 2014).
Cowan se muestra partidario de la definición de propósito general (definición 6). Esa definición «evita cuidado­
samente cualquier declaración sobre mecanismos o funciones que se alejen de la retención temporal de información.
Las únicas declaraciones que suscribe señalan:

a) Que esa memoria está limitada (en cantidad).


b) Que la información presente temporalmente en esa memoria está más disponible que el resto de la informa­
ción memorizada.
c) Que esa información es útil para el procesamiento».

Subraya que esa definición «sería atractiva para los investigadores con un enfoque diferencial (por ejemplo, Colom,
Chuderski y Santarnecchi, 2016), quienes han observado altas correlaciones de la memoria operativa con la inteli­
gencia general, incluso cuando se consideran tareas centradas en el simple almacenamiento, siempre que se mida
adecuadamente».
Otra de las cuestiones interesantes discutidas por el autor es que la combinación «almacenamiento + procesa­
miento» (que algunos científicos consideraron crucial para valorar la MO) en realidad es innecesaria. Por ejemplo,
la tarea running span (que se basa exclusivamente en el almacenamiento temporal) predice igual de bien el nivel in­
telectual que las tareas duales (por ejemplo, operation span).
A raíz del artículo de Cowan, Klaus Oberauer sostuvo —discrepando— que, aunque no haya una definición cla­
ra de la MO, lo relevante es que los científicos saben cómo se mide. Además, una definición útil debe incluir detalles
suficientes para estimular la investigación. Ninguna de las que discute Cowan se adecúa a ese criterio de utilidad,
según Oberauer.
Candice Morey confirma la sospecha de que la definición que Cowan favorece es la de propósito general. Aun así,
insiste en que es innecesario que la comunidad acuerde cuál es la mejor definición. Basta con que su elección se haga
explícita.
Probablemente Oberauer está en lo correcto al subrayar que es más relevante consensuar cómo se debe medir la
MO que perseguir una definición universalmente aceptable. Una vez exista ese consenso sobre cuáles son las medidas
estándar, se deberían obtener pruebas sobre su validez.

3. EL PROBLEMA DE LA COMPLEJIDAD tuales, mientras que el francés Alfred Binet propuso
COGNITIVA medidas de alto nivel (comprensión, razonamiento
y valoración) para medir la inteligencia. Esa clásica
El británico Francis Galton propuso medidas distinción (descrita en la parte primera) está en la
sensoriales para cuantificar las diferencias intelec­ base de la diferencia entre procesamiento simple y

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296 / Manual de psicología diferencial

procesamiento complejo, empleada tanto en la par­ de la Tierra), mientras que el segundo se refiere a
te segunda como en el presente capítulo. Pero, ade­ procedimientos (las actividades necesarias para con­
más, esa distinción comparte un elemento: la com­ ducir un vehículo). Cualquier tarea cognitiva requie­
plejidad cognitiva. re ambos conocimientos, aunque se puede reclamar
Pero ¿qué es esa complejidad cognitiva? más de uno que de otro. Un test de conocimientos
El procesamiento de información supone trans­ exige más del declarativo, mientras que un test de
formar una determinada representación mental. Al­ visualización espacial exige más del procedimental.
gunos modelos sobre el procesamiento humano de La diferencia entre procesamiento automático y
información son simples, mientras que otros pueden controlado depende de la cantidad de esfuerzo cons­
suponer modelos matemáticos complejos o simula­ ciente necesario para realizar una determinada ta­
ciones que intentan modelar el procesamiento que rea. Una actividad que requiera procesamiento con­
se produce al resolver una determinada situación trolado podría automatizarse con la práctica. Esa
problema. automatización liberaría recursos cognitivos que se
David Lohman (2000) sugirió distinguir: podrían reinvertir en procesos de alto nivel. Los test
de inteligencia pueden variar según las exigencias de
a) Sistemas de memoria (memoria operativa y procesamiento automático o controlado (Acker­
memoria permanente). man, 1986): un test de velocidad perceptiva requiere
b) Tipos de representación del conocimiento esencialmente procesamiento automático, un test de
(declarativo y procedimental). problemas de álgebra requiere ambos y un test de
c) Tipos de procesamiento (automático y con­ razonamiento exige fundamentalmente procesa­
trolado). miento controlado.
Al considerar los elementos señalados se llega a
Alan Baddeley (1996) fue el impulsor de la in­ la conclusión de que la complejidad es relativa. Una
vestigación sobre la memoria operativa, destacando ECT en la que se pide responder únicamente cuan­
una de sus propiedades básicas —el sistema de su­ do se enciende una luz roja es menos compleja que
pervisión—, bastante similar a los procesos ejecuti­ otra en la que se pide responder cuando se enciende
vos que suelen considerarse esenciales para la inte­ una luz verde o naranja, pero no roja. Aun así, am­
ligencia (Barbey et al., 2012; Snow, 1989; Sternberg, bas tareas son muy simples.
1985). En las tareas menos complejas los errores son
Klaus Oberauer et al. (2000) distinguieron una poco frecuentes, por lo que la medida de interés sue­
serie de procesos de la MO: almacenamiento y pro­ le ser el tiempo. Al incrementar la complejidad de
cesamiento simultáneo, supervisión y coordinación. las tareas, pueden valorarse los patrones de fijación
Sin embargo, existen dudas sobre si el almacena­ ocular o el nivel de precisión alcanzado ante distin­
miento y el procesamiento dependen de los mismos tos problemas. Algunos de esos problemas serán re­
recursos (Just y Carpenter, 1992) o de recursos dife­ sueltos, pongamos por caso, por el 90 % de las per­
rentes (Halford et al., 1994). Las funciones de super­ sonas, mientras que otros únicamente serán resueltos
visión también incluyen procesos de inhibición. Fi­ correctamente por el 30 % de las personas.
nalmente, la coordinación incluye la coordinación de ¿Qué produce esa diferencia?
la información correspondiente a distintas modali­ Se ha tratado de averiguar cuál es la causa de
dades sensoriales, la coordinación de operaciones que algunos problemas sean más complejos que
mentales sucesivas y la coordinación de elementos otros, es decir, que algunos puedan ser resueltos por
concretos en una estructura coherente. Además, es muchas personas, mientras que otros únicamente
habitual distinguir una MO verbal y una MO visoes­ son resueltos por unas pocas personas. Al perseguir
pacial, lo que se corresponde con la distinción que ese objetivo se han empleado distintos métodos.
los modelos factoriales de la inteligencia establecen Averiguar cómo se produce el procesamiento
entre capacidad verbal y capacidad no verbal. cognitivo requiere observar. El modo más simple
Es clásica también la separación del conocimien­ consiste en pedirles a las personas que expliquen
to declarativo y procedimental (Anderson, 1993). El cómo resuelven un determinado problema (Ericsson
primero se refiere a hechos (la Luna gira alrededor y Simon, 1984). Una manera más sofisticada supo­

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Inteligencia y procesos / 297

ne escribir un programa de ordenador que simule el Otra de las explicaciones sobre la complejidad
procesamiento que se supone realizan los individuos cognitiva se asocia a la velocidad mental. Sin em­
humanos (Simon y Simon, 1978). El resultado cru­ bargo, los mismos resultados se pueden emplear
cial de cualquier análisis cognitivo es un modelo de­ para apoyar una perspectiva basada en la velocidad
tallado sobre cómo se produce el procesamiento, es o en la capacidad. Las personas que soportan mejor
decir, debe especificarse: la amenaza sobre los recursos de su MO pueden:

a) Cuáles son los distintos procesos y cómo se a) Reciclar a mayor velocidad el contenido de
combinan. la información que se debe procesar.
b) Cómo se concretan en el modelo. b) Actuar más rápido porque su mayor capa­
c) Cómo se contrastará el modelo según las cidad se lo permite, ya que les supone una
respuestas de los individuos. ventaja. Una mayor capacidad reduciría,
por ejemplo, la necesidad de transferir tem­
Robert Sternberg (1977) fue uno de los primeros poralmente información que se desvanece­
autores que trató de alcanzar ese ambicioso objeti­ ría por el paso del tiempo.
vo. Algunos de sus resultados indicaron que eran
necesarios varios modelos para dar cuenta de las Si la complejidad no se puede reducir a la velo­
diferencias individuales que parecían derivar del uso cidad, es posible que determinados procesos cogni­
de distintas estrategias cognitivas. El análisis de esas tivos puedan dar cuenta de las diferencias de com­
estrategias suele revelar sustantivas diferencias indi­ plejidad. Charles Spearman (1927) se refirió a la
viduales, pero también sucede que una misma per­ educción de relaciones y la educción de correlatos.
sona cambia de estrategia (Spiro y Myers, 1984). Una característica común a los test de Gf es que
Por tanto, es inadecuado suponer que todos los exigen razonamiento, y el razonamiento conlleva
problemas son resueltos del mismo modo y que las establecer relaciones y correlaciones.
personas difieren solo por la velocidad o eficacia con Determinadas manipulaciones experimentales re­
la que ejecutan una serie común de procesos cogni­ claman más inteligencia que otras. Robert Sternberg
tivos. También es incorrecto suponer que las perso­ (1986) subrayó la codificación selectiva, la compara­
nas pueden ser clasificadas según la estrategia ción selectiva y la combinación selectiva. Esos proce­
cognitiva que suelen usar (Lohman, 2000). sos cognitivos amenazan a los recursos de la MO.
Los incrementos de complejidad pueden derivar Algunos investigadores sostienen que una causa bá­
del aumento en: sica de las diferencias individuales en los test de inte­
ligencia —especialmente en los que requieren razona­
1. El número de procesos exigidos. miento— es la cantidad de información que se puede
2. La aplicación de uno o más procesos. mantener activa en la MO mientras se transforma.
3. Las exigencias de recursos de la MO. Aunque un individuo pueda realizar los procesos que
4. Las exigencias de control ejecutivo. una tarea requiere, si su MO impide mantener la in­
formación necesaria, entonces su rendimiento se verá
Entonces, ¿qué supone una mayor complejidad perjudicado. Desde esa perspectiva, las diferencias de
cognitiva?: ¿un más elevado número de procesos inteligencia podrían derivarse de las diferencias indi­
cognitivos?, ¿una amenaza más seria a los recursos viduales en la capacidad de la MO, y no de eventua­
limitados de la MO? les diferencias en el uso de determinados procesos
Aumentar la dificultad de una determinada tarea básicos.
no incrementa necesariamente su complejidad cogni­ Si la capacidad de la MO es crucial para explicar
tiva. El estudio clásico de Crawford (1988) es para­ las diferencias de inteligencia, una pregunta relevante
digmático. Usó una tarea de recuento en la que se es si la MO es unitaria o incluye distintos componen­
manipuló la cantidad de elementos a considerar: 8-9 tes débilmente relacionados. La evidencia expuesta
u 11-12. En la segunda variante, la correlación con anteriormente permite apoyar la perspectiva unitaria.
las medidas de inteligencia fluida (Gf) declinó, a pe­ Cuando se valora adecuadamente la memoria a
sar de que era la condición experimental más difícil. corto plazo (MCP) y la memoria operativa (MO) se

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298 / Manual de psicología diferencial

observa una relación prácticamente perfecta. Pero, cultades para conservar la información relevante a
además, se aprecia una correlación próxima a la uni­ corto plazo limita la capacidad de razonar del indi­
dad tanto de la MCP como de la MO con la inteli­ viduo.
gencia fluida (Gf). Existen sustanciosas diferencias individuales en
Anteriormente se comentó que el estudio de Ke­ la capacidad general para almacenar temporalmen­
nia Martínez et al. (2011) observó una correlación te cualquier información que resulte relevante en un
perfecta entre MO, MCP, procesos ejecutivos de ac­ determinado momento. Esas diferencias se atribui­
tualización (updating) de los contenidos almacena­ rían a una serie general de recursos cognitivos des­
dos temporalmente en la MCP e inteligencia fluida tinados a almacenar información temporalmente.
(Gf). Sin embargo, la correlación con los procesos Anteriormente se mostró que la memoria a corto
ejecutivos de inhibición y con la velocidad de pro­ plazo (MCP) y la memoria operativa (MO) compar­
cesamiento no superó el valor de 0,4 (figura 11.9). ten completamente sus recursos cognitivos.

1,0 Razonamiento

Memoria 1,0 Memoria a 1,0


Actualización Reglas Información
operativa corto plazo

1,0 1,0
Inteligencia
fluida Procesos Procesamiento
−0,4 −0,4 de razonamiento on line

Inhibición Velocidad Almacenamiento


temporal

Figura 11.9.—Modelo que presenta las correlaciones de la Figura 11.10.—Razonar exige manipular reglas, y la memoria
memoria operativa (MO), la memoria a corto plazo (MCP), operativa (MO) se encarga de mantener temporalmente una
los procesos ejecutivos de actualización de los contenidos al­ representación fiable de la información relevante. El almace­
macenados temporalmente en la memoria (updating), la in­ namiento temporal permite realizar el necesario procesamien­
teligencia fluida (Gf), los procesos ejecutivos de inhibición y to on line, pero también apoya los procesos de razonamiento
la velocidad mental (Martínez et al., 2011). a través de los que se extraen y gestionan simultáneamente
las reglas presentes en un determinado problema de razona­
miento. La inteligencia y la MO pueden estar, por tanto, con­
No solamente es unitaria la MO, sino que los dicionadas por limitaciones de capacidad compartidas vincu­
ladas al almacenamiento temporal de la información sobre
procesos cognitivos asociados a esa función cognitiva
la que actúan los procesos cognitivos.
también parecen necesarios para resolver los proble­
mas de los test que valoran la inteligencia fluida. La
figura 11.10 representa por qué se puede producir En resumen, la MO se puede considerar unita­
esa elevadísima correlación. ria. Dispone de una serie de recursos generales para
El almacenamiento temporal es esencial para almacenar temporalmente la información. Las dife­
llevar a cabo el procesamiento on line que permite rencias individuales en esos recursos contribuirían a
gestionar la información en las tareas de MO, pero explicar las diferencias intelectuales. Quienes poseen
también para manipular las reglas exigidas en los más recursos se encuentran mejor capacitados para
procesos de razonamiento que se incluyen en los test preservar temporalmente una representación fiable
de inteligencia. Razonar no es lo mismo que alma­ de la información, lo que confiere una ventaja a la
cenar temporalmente información, pero tener difi­ hora de resolver tareas intelectualmente exigentes.

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Inteligencia y procesos / 299

Las tareas con un mayor nivel de complejidad cia, y, por otro lado, las tareas que se han conside­
requieren más capacidad de la MO. Cuanto más rado «elementales» son más complejas de lo que se
complejas, más procesos parecen exigir y depen­ suponía. Esa coyuntura puede explicar por qué los
den en mayor grado de la precisión que de la ve­ investigadores se centran en g (dentro de los mode­
locidad de respuesta. Eso no significaría que la los factoriales de la inteligencia) o en la MO (cuan­
velocidad mental sea irrelevante o que exigir más do exploran el sistema humano de procesamiento
procesos requiera necesariamente más inteligen­ de información).
cia. La codificación, comparación y combinación En las evidencias descritas laten esos dos con­
selectiva de información puede reclamar más inte­ ceptos: g y MO. Cuando se consideran ECT, se ob­
ligencia. Esos procesos requieren un control cons­ serva una correlación significativa entre ellas, y esa
ciente, y el control consciente también reclama correlación se considera un síntoma de la presencia
recursos de la MO. de g. Cuando se estudian los procesos cognitivos
Los modelos factoriales de la inteligencia reve­ implicados en la resolución de una variedad de pro­
lan una capacidad general (g) que condiciona el ren­ blemas intelectualmente exigentes, se aprecia una
dimiento en los test estandarizados. La investigación estrecha relación, así como que las diferencias indi­
sobre el procesamiento humano de información, sea viduales observadas se pueden explicar recurriendo
usando ECT, sea considerando el análisis cognitivo a las limitaciones de los recursos cognitivos dispo­
de tareas similares a los problemas incluidos en los nibles en la MO.
test de inteligencia, parece señalar a la capacidad de Si g y MO son difíciles de distinguir, es posible
la MO como el elemento común a las diferencias de que la investigación se haya esforzado durante dé­
rendimiento observadas. cadas en alcanzar una meta que se encontraba en la
Saber cuáles son los elementos que incrementan salida. Cientos de estudios experimentales parecen
la complejidad de una tarea no significa que se sepa remitir a las limitaciones de capacidad de la MO, y
cómo resuelven las personas esa tarea. Conocer esas limitaciones correlacionan de un modo prácti­
cómo se resuelve una determinada tarea no implica camente perfecto con g.
comprender cuáles son las causas de las diferencias La correlación del rendimiento observado en
individuales en esa tarea. Superar esos inconvenien­ distintas situaciones, sean los problemas de los test
tes puede exigir ir más allá del análisis de una deter­ estandarizados de inteligencia, sean las tareas de la­
minada tarea para considerar una familias de tareas, boratorio que se suponía podían ayudar a entender
quizá aplicando los métodos de reducción de datos las diferencias intelectuales, constituye un fenómeno
empleados en la configuración de los modelos fac­ natural. Tal fenómeno parece señalar a una limita­
toriales. ción general que condiciona cualquier actividad
Aunque la impresión es que se sabe muchas co­ cognitiva. El individuo de alta capacidad resolverá
sas sobre el problema de cómo explicar las diferen­ con eficacia cualquier actividad que reclame inteli­
cias de inteligencia a partir de los modelos cogniti­ gencia, mientras que el individuo de baja capacidad
vos, esa impresión puede ser engañosa. Hay muchos resolverá con poca eficacia cualquier actividad que
interrogantes abiertos, pero especialmente hay una reclame inteligencia. Es indiferente la actividad, a
sensación generalizada de pesimismo. Casi medio pesar de sus superficiales diferencias.
siglo de investigación sostenida ha permitido acu­ Actividades superficialmente diferentes parecen
mular datos difíciles de conciliar en una visión co­ reclamar, por tanto, los mismos recursos cognitivos.
herente sobre cómo el procesamiento humano de Las diferencias individuales en las actividades que
información puede contribuir a la comprensión de reclaman inteligencia parecen responder a las dife­
las diferencias intelectuales. rencias individuales en una capacidad general que
Aun siendo cierto que se ha acumulado conoci­ condiciona el rendimiento. El estudio de esa capa­
miento sobre cómo se resuelven algunos test de in­ cidad general a través de otro tipo de metodologías
teligencia o cuáles son los procesos implicados en (derivadas, por ejemplo, de la neurociencia) podría
determinadas ECT, las inconsistencias son numero­ ayudar eventualmente al futuro de la investigación
sas. Por un lado, no todas las personas resuelven sobre la inteligencia. Hacia ese futuro se dirige el
igual los mismos problemas de los test de inteligen­ modelo descrito en el siguiente apartado.

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300 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 11.4
Complejidad y segmentación cognitiva

John Duncan et al. (2017) concluyeron que la esencia de la inteligencia fluida (g f ) reside en la capacidad para
descomponer (o segmentar) un problema complejo de modo que se pueda analizar con una mayor eficiencia.
La segmentación cognitiva sería crucial para resolver los problemas que reclaman el uso de la inteligencia. Aunque
existen evidencias sobre la relevancia de la memoria operativa y la velocidad mental como soporte de la inteligencia,
Duncan sostiene que la segmentación es más relevante.
Para llegar a esa conclusión se modifican problemas clásicos de razonamiento sobre matrices para minimizar la
relevancia de los procesos de integración, memoria operativa y velocidad mental. Las matrices se diseñan a partir
de tres componentes claramente distinguibles para que el proceso de segmentación sea transparente. Los problemas
son triviales una vez segmentados sus componentes.
En los problemas manipulados solo se requiere identificar sus tres características, para separarlas y prestarles
atención una a una. Además, se predice que los individuos con menor nivel intelectual mejorarán su desempeño al
darles pistas sobre cómo lograr esa separación. Una versión se aplica con restricciones temporales y otra sin límite
de tiempo.
En un problema típico de matrices se debe:

a) Identificar cada componente para determinar su valor.


b) Conservar temporalmente en la memoria operativa el resultado de cada operación, mientras se trabaja en los
demás componentes.
c) Integrar los componentes para elegir una alternativa de respuesta.

En la versión modificada el evaluado debe dibujar su respuesta, de modo que no tiene por qué conservar solucio­
nes parciales temporalmente en su memoria operativa ni integrar las distintas soluciones parciales. Puede concen­
trarse en cada una de las partes, resolverlas y dibujar la respuesta. Se presentaron matrices separadas para cada
componente, y el evaluado debía trabajar sobre cada parte e ir consignando su respuesta sobre la marcha.
En un primer experimento, 40 individuos completaron 10 problemas tradicionales y dispusieron de 30 segundos
para responder a cada uno de ellos. En un segundo experimento, 21 individuos dibujaron sus respuestas en una ta­
bleta y no tuvieron ningún límite de tiempo para responder.

Problema Problema
completo segmentado

Figura 11.11.—Segmentación de un problema completo en la investigación de Duncan et al. (2017).

En el primer caso, quienes mostraron un menor rendimiento en el test libre de influencias culturales de Cattell
tuvieron un peor rendimiento. En el segundo caso también se observó esa relación. La diferencia solamente desa-

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Inteligencia y procesos / 301

CUADRO 11.4 (continuación)

pareció al convertir en algo trivial el proceso de segmentación: «La exigencia universal de construir algo complejo a
partir de elementos a los que se atiende puede explicar las correlaciones positivas entre la inteligencia fluida y las tareas
cognitivas elementales. No obstante, a medida que aumenta la complejidad de las tareas resulta más difícil identificar
y separar los componentes a los que atender. El mejor modo de valorar la segmentación cognitiva puede ser adminis­
trar un test clásico de inteligencia fluida, porque requiere aplicar varias fases sucesivas para llegar a una solución».
Esa segmentación cognitiva implica focalizar la atención en las distintas partes de un problema complejo. El fra­
caso al materializar ese proceso puede estar detrás de las diferencias de rendimiento usualmente observadas en la
evaluación del rendimiento intelectual.
Esta investigación abre la puerta a un cambio de concepción sobre la respuesta a la pregunta de cuáles pueden
ser los procesos cognitivos que subyacen al rendimiento intelectual.
El concepto de complejidad es fundamental, pero su naturaleza es escurridiza.
Duncan propone que la memoria operativa o la velocidad mental parecen importantes, pero solo porque enmas­
caran la relevancia del proceso verdaderamente relevante: la segmentación cognitiva.
¿Qué ocurriría al entrenar a los individuos en ese proceso de segmentación? ¿Mejoraría su inteligencia fluida?
Explicarle a un individuo lo que debe hacer para resolver un problema le ayudará a encontrar una solución a ese
problema, pero ¿generalizará lo aprendido a otras situaciones?
Esa sería la prueba de fuego para averiguar si el enfoque del científico británico es verosímil.

4. EL SOLAPAMIENTO DE LOS PROCESOS — Las variables latentes existen porque se pro­
(PROCESS OVERLAP THEORY, POT) ducen diferencias individuales, de modo que
sin variación en las capacidades mentales no
Process Overlap Theory habría variables latentes. Las conclusiones
sobre el solapamiento positivo pueden, por
Kristof Kovacs y Andrew Conway publicaron tanto, ser inaplicables a individuos concre­
en 2016 un extenso artículo detallando un modelo tos.
basado en el solapamiento de determinados proce­
sos cognitivos (POT). Pretendían explicar la corre­ Teniendo en cuenta la alta correlación entre g y
lación entre los test cognitivos (solapamiento posi­ la memoria operativa (MO), Kovacs y Conway su­
tivo) —que está detrás de la relevancia del factor gieren que las conclusiones sobre g pudieran ser
general de inteligencia (g)— integrando la investiga­ aplicables a la MO.
ción basada en los test, en el enfoque cognitivo y en Distinguen entre modelos basados en el mues­
la neurociencia. Es decir, buscaban coordinar las treo de procesos (sampling models, SM) y modelos
evidencias derivadas de los modelos factoriales, cog­ de g (g models), aunque sea imposible distinguirlos
nitivos y biológicos. estadísticamente. Según el segundo tipo de modelo,
Las premisas básicas de la POT son: el solapamiento positivo posee una causa unitaria,
mientras que el primer modelo se distancia de esa
— g es una consecuencia necesaria del solapa­ idea.
miento positivo, es decir, no es un «resulta­ Se revisan diversos fenómenos para averiguar si
do» sino una «necesidad matemática». se puede apoyar una explicación del solapamiento
— La producción de teorías sobre una variable positivo según los SM: la correlación prácticamente
latente (como es el caso de la inteligencia ge­ perfecta entre g (inteligencia general) y g f (inteli­
neral o g) debe ir más allá de las abstraccio­ gencia fluida), la diferenciación de la inteligencia (es
nes matemáticas y señalar entidades reales decir, el hecho de que el solapamiento positivo es
que tengan un papel causal en las correlacio­ más poderoso cuanto menor es el nivel intelectual
nes calculadas para las variables observables de los individuos), la elevada correlación de los test
(derivadas del rendimiento mostrado por los más complejos con g, y la regla de la peor ejecución
individuos). (worst performance rule), es decir, la asociación en­

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302 / Manual de psicología diferencial

tre la inteligencia y el rendimiento en las ECT es más por el enfoque cognitivo. Los problemas de los test
intensa cuando ese rendimiento se valora a partir de reclutan un extenso número de procesos ejecutivos,
las respuestas más lentas de los individuos. pero también actúan procesos específicos según los
Según Kovacs y Conway, las diferencias indivi­ distintos tipos de tareas. El solapamiento de los pro­
duales en la MO expresan las diferencias en el fun­ cesos ejecutivos generales y de los procesos específi­
cionamiento ejecutivo, y, más en concreto, en el con­ cos podría explicar el solapamiento positivo, así
trol cognitivo. Ese control supone procesos cognitivos como la estructura jerárquica de la inteligencia re­
que orientan la conducta hacia un determinado ob­ presentada por los modelos factoriales.
jetivo: resistencia a la interferencia, integración de la Desde esa perspectiva, el factor general de inte­
información relevante, retroalimentación y adapta­ ligencia (g) no reflejaría un proceso unitario, sino
ción a las cambiantes demandas de la situación. Los que emergería de una serie limitada de procesos in­
individuos con mayor MO presentan un mejor con­ dependientes. La alta correlación de la MO con g
trol cognitivo, expresado en el mantenimiento tem­ también se explicaría por ese solapamiento de pro­
poral de los objetivos, la atención selectiva y la reso­ cesos. El solapamiento positivo sería una propiedad
lución de la interferencia mediante los procesos de emergente que se traduciría en un modelo formativo
inhibición. La investigación en neurociencia podría (figura 11.12).
ayudar a averiguar si la MO es unitaria a nivel bio­ Los procesos responsables del control cognitivo
lógico o si es necesario mantener separados sus dis­ (supervisión de objetivos, actualización, inhibición
tintos componentes. de información irrelevante, etc.) que se incorporan a
Se sabe, además, que la MO correlaciona inten­ una concepción general de la MO reflejan las limita­
samente con Gf. Kovacs y Conway asumen que esa ciones de los procesos generales que influyen en una
correlación se puede explicar porque las medidas de variedad de problemas. La complejidad cognitiva
ambos factores psicológicos exigen procesos ejecu­ dependería del número de procesos ejecutivos exigi­
tivos de control. La capacidad para mantener tem­ dos. El hecho de que los problemas basados en series
poralmente la información relevante (por ejemplo, de números y los problemas de matrices presenten
reglas) en presencia de otro procesamiento simultá­ una elevada correlación se debe a que ambos requie­
neo (por ejemplo, búsqueda de nuevas reglas) y de ren razonamiento inductivo e inhibición cognitiva, a
información irrelevante (por ejemplo, filtrar las ca­ pesar de que suelan clasificarse en test numéricos y
racterísticas inútiles) puede ser esencial para el ren­ figurativos, respectivamente. La POT propone que
dimiento. La reducción de la correlación que se ob­ categorizar los problemas según el contenido no ayu­
serva cuando el desempeño se automatiza se debe a dará a comprender las causas de las diferencias in­
que ya no se exige un control cognitivo (Ackerman, dividuales de inteligencia.
1986). En cuanto a la conexión con la biología, Kovacs
Otro ejemplo al que se recurre corresponde a la y Conway recuerdan que la corteza prefrontal suele
negligencia con respecto al objetivo (goal neglect). asociarse a Gf, pero no a Gc, que la corteza tempo­
Está presente en todos los individuos con un CI de ral suele asociarse a Gc, pero no a Gf, y que las
85 o menos, pero ausente en todos los individuos cortezas frontales-occipitales suelen asociarse a Gv.
con un CI de 100 o más. La negligencia expresa una Según ellos, g no puede localizarse en ningún
limitación de la MO que corresponde a las dificul­ lugar del cerebro, mientras que Gf se asocia a la
tades para mantener activa una representación de corteza dorsolateral prefrontal y a la corteza parie­
las reglas relevantes, pero no a una limitación en la tal posterior. La corteza prefrontal también suele
atención que exige la tarea a resolver. Durante ese asociarse al control cognitivo. Los estudios con pa­
proceso de resolución deben mantenerse en un esta­ cientes que presentan lesiones locales y crónicas
do activo las instrucciones, hechos y reglas en la también observan un sustrato neurológico común a
MO, de modo que los fallos de control se observan Gf y a las funciones ejecutivas relacionadas con las
en individuos con bajos niveles de inteligencia. regiones prefrontales y parietales posteriores (Bar­
Los procesos de carácter general que resultan bey et al., 2012).
centrales para completar tareas cognitivas pudieran Kovacs y Conway recurren al estudio de Javier
corresponder a los procesos ejecutivos estudiados Román et al. (2014) en el que se demuestra que, al

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Inteligencia y procesos / 303

Formativo V Procesos verbales


Procesos ejecutivos
z g
Reflexivo S Procesos visoespaciales

V1 S
V1 V1 S S
V1 S S
V1 V1 V1 S S S
V1 V1 S
S S S
V1 V1 V1 S S S
V1 S
V1 S
V1 V1 V1 S
V1 S
V1 S S
Gc Gf Gv

e1 e2 e3 e4 e5 e6 e7 e8 e9

Figura 11.12**.—Una representación de la POT. Consiste en un modelo estructural híbrido, en parte formativo y en parte
reflexivo. El segundo caso corresponde a un modelo oblicuo, pero también puede ajustar g como una variable latente forma­
tiva (la consecuencia común, en lugar de la causa común, de la correlación observada entre los factores de grupo). Se repre­
senta una versión sencilla centrándose solamente en Gc (inteligencia cristalizada), Gf (inteligencia fluida), Gv (inteligencia
visoespacial) y procesos ejecutivos (Kovacs y Conway, 2016).

eliminar los componentes específicos de los test y específico (domain-specific). Los procesos ejecutivos
factores que representan a la inteligencia, se destaca se reclutan más a menudo que los específicos. El
el papel de la corteza frontal: «el resultado se puede solapamiento positivo, y, por tanto, el factor g,
interpretar como el equivalente neurológico de la emerge de una batería de tareas que exigen varios
explicación psicológica que propone la POT». procesos de carácter general que se solapan. Los
Los distintos valores que presentan los test cog­ procesos ejecutivos son los que se solapan en mayor
nitivos en el factor general de inteligencia, es decir, su grado y constituyen un cuello de botella, por lo que
peso en g, dependen del nivel de implicación de los imponen una limitación general al sistema cogni­
procesos ejecutivos que emanan de la corteza prefron­ tivo. No se pone en duda el «g de los modelos fac­
tal. No dependerían simplemente del número de pro­ toriales de la inteligencia» (si hay solapamiento po­
cesos, sino de su naturaleza más o menos ejecutiva. sitivo), sino el «g psicológico»: «no existen procesos
psicológicos que correspondan al g de los modelos
Comentarios a la POT factoriales».
Philip Ackerman subraya:
El artículo de Kovacs y Conway estuvo acom­
pañado de una serie de comentarios de P. L. Acker­ a) Que la POT ignora el efecto de la educación
man, R. Colom, N. Cowan, I. Deary, D. K. Detter­ sobre la inteligencia.
man, J. R. Flynn, L. S. Gottfredson, R. J. Haier, H. b) Que centrarse en la memoria operativa
J. J. Van der Maas, S. B. Kaufman, K. Oberauer y (MO) y el razonamiento abstracto (Gf) es
R. J. Sternberg. insuficiente para comprender g.
Los test cognitivos exigen procesos ejecutivos de c) O que el famoso principio de la indiferencia
carácter general (domain-general) (identificados en del indicador (cualquier test cognitivo mide
la investigación sobre la MO) y procesos de carácter g) es discutible.

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304 / Manual de psicología diferencial

Los procesos considerados en la POT distan de vos. Los componentes individuales del sistema son
representar apropiadamente g, porque son incapa­ cruciales para averiguar por qué una persona pre­
ces de predecir criterios de la vida real en igual me­ senta distinto rendimiento intelectual. Según Det­
dida que las baterías ómnibus que se usan en la psi­ terman, «la inteligencia general es un subproducto
cología aplicada (Wechsler, Stanford-Binet, etc.). de la operación de un sistema complejo, un índice
Nelson Cowan alaba que la POT considere rele­ de la eficiencia con la que el cerebro procesa la in­
vantes en sí mismas una serie de habilidades básicas, formación».
pero que también destaque que la MO y el funcio­ James Flynn describe su perspectiva más recien­
namiento ejecutivo limitan la capacidad general del te sobre las ganancias generacionales de inteligen­
sistema cognitivo: «un restaurante puede ofrecer cia. Según él, el test de matrices progresivas de Ra­
una excelente y variada comida, pero la calidad de ven es un barómetro del nivel de modernidad
la comida se convierte en irrelevante si los camareros alcanzado por la humanidad, porque es sensible a
son incapaces de sentarte y servirte la comida en el «las nuevas mentes que la modernidad ha instaura­
momento adecuado antes de que se enfríe y te veas do en nosotros». Ahora usamos cómodamente sím­
obligado a abandonar el local». Considera que pue­ bolos abstractos desapegados de la realidad concre­
de servir para comprender qué sucede al resolver ta. Ese uso se ha convertido en un hábito de nuestras
test de inteligencia, pero poco más. mentes. Según la POT, el factor g emerge del sola­
Ian Deary recuerda que él mismo ya propuso pamiento positivo, en lugar de explicarlo. Para ello
una teoría similar, junto a David Bartholomew se basa en tres elementos que se solapan: inducción,
(bonds/sampling theory): «la mente no posee ningu­ capacidad de la memoria operativa (MO) y funcio­
na estructura». También pone sobre el papel que él namiento ejecutivo. El test de Raven rastrea los pro­
mismo intentó explicar g desde una perspectiva re­ cesos de inducción mejor que cualquier otro test.
duccionista en su libro Looking Down on Human Flynn sostiene que:
Intelligence. From Psychometrics to the Brain. Fra­
casó. Se sabe demasiado poco sobre cuáles son las 1. El cerebro es como un músculo que cambia
variables del cerebro que subyacen a las diferencias con el ejercicio.
cognitivas. Sugiere recurrir a variables biológicas 2. Las sociedades van cambiando sobre cuáles
para comprender g, dejando a un lado los procesos son los problemas más relevantes.
cognitivos. Los cerebros pueden clasificarse según su 3. La práctica al resolver esos problemas crea
nivel de eficiencia en relación a esas variables bioló­ diferentes hábitos mentales.
gicas, pero «usando una analogía con el riñón, por 4. Los hábitos modifican la interacción de la
lo que se refiere al estudio de las diferencias cogni­ inducción con la capacidad de la memoria
tivas, seguimos admirando y clasificando la variedad operativa y con el funcionamiento ejecu­
de colores de la orina, mientras esperamos el descu­ tivo.
brimiento de los nefrones [es decir, las unidades fun­
cionales que regulan la composición de la sangre y Linda Gottfredson se centra en demostrar que
excretan sus desechos]». Según Deary, necesitamos la POT es compatible con los esfuerzos hechos pre­
más «grúas» que permitan extraer la información viamente por los teóricos de g. No existe contradic­
relevante del cerebro, no teorías estelares basadas en ción entre cómo se ha estudiado ese constructo psi­
etéreos procesos cognitivos. cológico hasta ahora y lo que proponen Kovacs y
Douglas Detterman señala las similitudes entre Conway. Revisa evidencias para demostrar, convin­
su propia teoría (teoría de sistemas) y la POT, des­ centemente, que es así: g es una propiedad del cere­
tacando que «la diferencia principal es la condición bro, no una capacidad en sí misma. g puede ser uni­
añadida de que los elementos centrales se solapan tario a nivel psicométrico, pero eso no significa que
u operan simultáneamente». Pero su teoría puede deba serlo a nivel cerebral: «Un g emergente produ­
asimilar fácilmente esa diferencia. Presenta una se­ cido por el cerebro puede causar las correlaciones
rie de simulaciones que conducen a la conclusión positivas entre las respuestas que se registran ante
de que es necesario comprender los procesos cere­ los test psicológicos o ante las tareas experimentales.
brales básicos que subyacen a los procesos cogniti­ Esos patrones de solapamiento de las puntuaciones

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Inteligencia y procesos / 305

pueden usarse para inferir cómo actúa el cerebro do ambas comparten procesos, y se pregunta si exis­
(memoria operativa) para producir un g unitario ten procesos suficientemente generales teniendo en
que, a su vez, produce su propia cascada de efectos cuenta las correlaciones usualmente observadas en
en la vida cotidiana de las personas». El g psicomé­ la investigación. Se inclina por ofrecer una respues­
trico es indivisible porque «el cerebro de la persona ta negativa. Considera que la especificidad domina
actúa como una unidad al responder a los proble­ sobre la generalidad, usando como ejemplo lo que
mas de un test o al calcular la propina cuando el sucede en los programas de entrenamiento cogni­
camarero trae la cuenta». tivo: nunca se observa transferencia. Si existieran
Richard Haier considera que la POT anima a procesos generales (de carácter ejecutivo), como su­
usar la neuroimagen para contrastar los modelos giere la POT, debería observarse transferencia. Pero
factoriales de la inteligencia. Uno de los resultados no es el caso. Duda también del papel que pueden
más sólidos es que no podemos centrarnos en el jugar los procesos ejecutivos en la POT, esencialmen­
lóbulo frontal, sino que, al menos, debemos hablar te porque se carece de una definición clara sobre la
de una red frontal-parietal. La perspectiva de Ko­ naturaleza de esos procesos. Subraya que la eviden­
vacs y Conway puede orientar la investigación ac­ cia disponible no apoya que esos procesos ejecutivos
tual en la que se relaciona el rendimiento en los test sean especialmente relevantes para la inteligencia
de inteligencia con las medidas biológicamente re­ (menos del 10 %). Concuerda en que g es un factor
levantes. más formativo que reflexivo, pero duda de que sus
Han van der Maas piensa que, más allá de las elementos deban ser descritos como procesos. Más
apariencias, la POT no es tan distinta de la teoría que procesos deberíamos hablar de parámetros del
clásica sobre el factor g. Es irrelevante la distinción sistema cognitivo, como el tiempo de reacción, el ni­
entre, por ejemplo, la perspectiva formativa y reflexi­ vel de precisión, los niveles de activación, la discri­
va en un mundo en el que se buscan explicaciones minabilidad de las representaciones mentales, el rui­
reduccionistas de fenómenos complejos como la in­ do de la evidencia acumulada para elegir una
teligencia. Su comentario se centra en la consisten­ respuesta o la eficiencia al eliminar la información
cia interna y en la capacidad de la POT para aven­ irrelevante: «por definición, la diferencia entre sola­
turar predicciones, distinguiendo su versión verbal, pamiento de procesos y solapamiento de parámetros
estructural y multidimensional. Denuncia que care­ es que los parámetros son variables que caracterizan
ce de la suficiente formalización, es demasiado «ver­ los mecanismos generales del sistema cognitivo».
bal», y considera que debería contribuir a explicar Son características de todo el cerebro. El entrena­
los cambios que se producen durante el ciclo vital miento cognitivo, por ejemplo, mejora los procesos
con respecto a: implicados, pero no los parámetros del sistema. De
ahí que no se observe generalización.
1. Los niveles de inteligencia. Robert Sternberg destaca que dos de los más
2. La relevancia del factor g en distintos mo­ grandes psicólogos diferenciales, Charles Spearman
mentos de ese ciclo. y John Carroll, «fueron astutos psicólogos cogniti­
3. El aumento de la heredabilidad de la inteli­ vos», a los que se podría añadir J. P. Guilford. Re­
gencia con la edad. procha a Kovacs y Conway que hayan olvidado es­
tudios y autores especialmente relevantes para su
Scott Kaufman se centra en la relevancia del problema, como los correlatos cognitivos de E. B.
funcionamiento ejecutivo. Revisa algunos estudios Hunt o los componentes cognitivos del propio Stern­
en los que se producen discrepancias entre los nive­ berg. Opina que la investigación sobre g se encuen­
les de ese funcionamiento y el razonamiento fluido, tra atrapada en un agujero negro, viviendo algo si­
comentando que la POT debería ser capaz de dar milar a lo que le sucedía al actor Bill Murray en el
cuenta de esa clase de fenómenos que escapan a la largometraje El día de la marmota. ¿Por qué no se
tendencia general. Algunos ejemplos son el TDAH, logra avanzar? Quizá porque se sigue intentando
las altas capacidades o la creatividad. comprender g. Ahora se usa un lenguaje más sofis­
Klaus Oberauer discute el significado de que dos ticado, pero «seguimos vistiendo al mismo maniquí
tareas correlacionen. El fenómeno se produce cuan­ con ropa nueva». Piensa que se debe encontrar un

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306 / Manual de psicología diferencial

modo de salir de la trampa en la que se ha caído: la psicología, es decir, el solapamiento positivo que
«solemos considerar que la inteligencia es un rasgo, subyace al factor general de inteligencia (g). Ante la
pero, al igual que la ansiedad, la inteligencia es tan­ acusación de que «venden vino viejo en botellas nue­
to un rasgo como un estado». vas», destacan que la suya es la única teoría que com­
Roberto Colom, Adam Chuderski y Emiliano bina un modelo latente, un modelo multidimensional
Santarnecchi discuten, en primer lugar, el significado y resultados sobre los correlatos neurales de las ca­
de emergente. La POT es poco clara a ese respecto, pacidades cognitivas. Pero «en ningún caso preten­
de modo que el carácter emergente es casi mágico. díamos ignorar a los gigantes sobre cuyos hombros
En segundo lugar, cuestionan que el funcionamiento nos apoyamos».
ejecutivo explique la alta correlación observada entre Rechazan las similitudes que Gottfredson obser­
memoria operativa e inteligencia. Los procesos eje­ va entre la teoría clásica de g y la POT. El factor g
cutivos no se relacionan con la inteligencia cuando es emergente no solamente a nivel biológico, sino
se incluye en la ecuación el simple almacenamiento también a nivel psicológico. La POT es incompatible
temporal (MCP). De hecho, las tareas «complejas» con la definición de inteligencia que Gottfredson
de MO no son más predictivas de la inteligencia que recupera del manifiesto publicado en 1994 en el Wall
las tareas de MCP. La limitación general de capaci­ Street Journal, aunque no se explica por qué. Las
dad para preservar a corto plazo una representación medidas de procesos y de capacidad se sitúan, según
fiable de la información relevante apoya una concep­ Kovacs y Conway, al mismo nivel; las primeras no
ción unitaria: «las limitaciones compartidas por la son más elementales que las segundas.
inteligencia y la memoria operativa pueden basarse Piensan que algunos comentarios se basan en
en la capacidad (general) para construir y mantener una interpretación errónea de la POT. Oberauer, por
conexiones a corto plazo entre la información rele­ ejemplo, se equivoca porque ignora que la POT no
vante». se basa en una relación lineal entre la cantidad de
En cuanto a las evidencias biológicas sobre la solapamiento de procesos y el tamaño de la corre­
inteligencia fluida y el funcionamiento ejecutivo, lación entre las tareas que reclaman esos procesos.
Colom et al., concluyen que hay vida más allá del El modelo multidimensional de la POT es crucial
lóbulo frontal y los procesos ejecutivos por lo que porque constituye una formulación matemática de
se refiere a la inteligencia. La investigación sobre la naturaleza del solapamiento funcional entre dife­
redes neuronales asociadas a la inteligencia o con rentes dominios cognitivos, pero también del efecto
estimulación magnética transcraneal rechaza el pro­ cuello de botella derivado de las limitaciones que
tagonismo del lóbulo frontal. Comprender la inteli­ impone el funcionamiento ejecutivo. El nivel de aná­
gencia exige moverse por todo el cerebro. lisis verdaderamente relevante se centra en las res­
Probablemente, el principal problema de la POT puestas de las personas a los problemas concretos,
es que usa selectivamente información, en lugar de porque los procesos de interés son los supuestamen­
señalar la evidencia que es consistente e inconsis­ te aplicados para resolver esos problemas.
tente con la propuesta. Es decir, parece una teoría La POT también se separa de los modelos mu­
construida a medida de una determinada evidencia tualistas (Van der Maas et al., 2006) porque los se­
empírica. Es posible que la concepción unitaria so­ gundos se basan en interacciones durante el de­sarro­
bre g sea incorrecta, pero se desconoce si la visión llo en lugar de en el solapamiento funcional. El
alternativa recoge mejor lo que se sabe. Por tanto, mutualismo es un factor causal detrás del desarrollo
mientras que no se demuestre su superioridad, y en de capacidades específicas, pero no de la varianza
aras del principio de parsimonia, la versión unitaria compartida por distintos dominios cognitivos. El
sigue vigente: «puede que no haya un lugar en el solapamiento se produce cuando la persona resuel­
cerebro para la inteligencia general porque el cere­ ve un problema y eso carece de interés para el mu­
bro es el lugar. Y los humanos solo tenemos un tualismo.
cerebro». Discrepan de la crítica de que existe una débil
El monográfico se cierra con una réplica de Ko­ relación entre inteligencia y funcionamiento ejecu­
vacs y Conway a los doce comentarios. Subrayan que tivo, recurriendo a una selección de estudios que se
su teoría se centra en el resultado más replicado de supone apoyan su rechazo. Admiten, no obstante,

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Inteligencia y procesos / 307

que no hay ninguna diferencia verdaderamente re­ leables. El funcionamiento ejecutivo impone limita­
levante entre la memoria a corto plazo (MCP) y la ciones, pero se basa en un modelo multidimensional.
memoria operativa (MO). Cuando discuten el fenó­ El entrenamiento cognitivo fracasa al demostrar ge­
meno de la diferenciación vuelven a mostrar su ten­ neralización porque deja fuera alguna dimensión re­
dencia a elegir selectivamente la evidencia; incluyen, levante, según Kovacs y Conway: «al bucear en la
por ejemplo, un estudio en el que se confirma la investigación sobre el entrenamiento cognitivo se
diferenciación, pero omiten que ese estudio consi­ llega a la conclusión de que es un reto para la ciencia
dera, en realidad, dos estudios diferentes para con­ en general, no para la POT».
cluir que la diferenciación NO es un fenómeno ge­ En suma, el modelo descrito, así como los co­
nuino, sino que puede explicarse por las diferencias mentarios a ese modelo, son una rotunda demostra­
de nivel educativo (esa educación que Ackerman ción de que se dispone de una masa crítica de resul­
subraya en su comentario) (Abad et al., 2003). tados sobre la inteligencia humana. Pero también
Denuncian los giros argumentales de Flynn y de revela que existe una carencia de visiones generales
Oberauer. El primero se olvida de que las escalas que conecten de modo coherente lo que se sabe aho­
Wechsler poseen un sesgo cristalizado, mientras que ra para predecir lo que se puede llegar a conocer en
el segundo asume que los procesos generales son ma­ el futuro inmediato.

CUADRO 11.5
La naturaleza del factor g

El factor g es uno de los fenómenos más sólidos de la Psicología científica actual. Cae fuera de la «crisis de repli­
cabilidad» de la psicología descrita en la parte primera.
Sin embargo, eso no significa que los científicos no discutan sobre si, por ejemplo, g es un constructo científico
unitario o depende de una serie independiente de procesos psicológicos básicos.
En 1991 se publicó en la revista Intelligence un debate entre dos pesos pesados en el campo de la investigación de
la inteligencia, Arthur Jensen y John Carroll, precisamente sobre esa cuestión.
Kranzler y Jensen habían calculado un análisis factorial a partir de casi 40 tareas cognitivas para llegar a una
solución de diez factores independientes, además del factor general (g). Buscaban averiguar si alguno de esos facto­
res predecía el rendimiento de los individuos después de haber introducido en la ecuación al factor g: «si es ese el
caso, entonces g debe ser el resultado de procesos separados, ya que los factores son independientes».
Según los resultados, cuatro de esos factores eran relevantes más allá de g. Por tanto, ganó la idea de procesos
separados: «se apoya la teoría de Detterman (1987) según la cual los test mentales correlacionan porque cada uno
de ellos depende de procesos elementales compartidos (pero independientes). El hecho de que las diferencias indivi­
duales en procesos conceptualmente distintos (medidos por las tareas cognitivas elementales) se encuentren correla­
cionadas, sugiere la presencia de algún nivel de procesos más fundamentales, supuestamente neurológicos, compar­
tidos por procesos conceptualmente distintos».
Carroll, no obstante, criticó su aproximación, porque, según él, el método usado era inadecuado: «las puntuacio­
nes factoriales calculadas serán estimaciones, no puntuaciones puras de g, y, por tanto, no se pueden usar para
contrastar la hipótesis de que g es unitario examinando su capacidad para predecir el rendimiento en tareas cogni­
tivas elementales».
Carroll hizo cálculos por su cuenta para concluir que g es unitario (representaría la velocidad y eficiencia al pro­
cesar información compleja), independientemente de que puedan observarse factores de más bajo nivel. Kranzler y
Jensen admitieron que los cálculos de Carroll impedían llegar a una conclusión definitiva.
La sofisticación metodológica siempre ha sido fundamental en la investigación sobre la inteligencia humana. En
su contrarréplica, Carroll escribe: «incluso si se asume que g es perfectamente unitario, el número de factores que
contribuyen con valores distintos de cero a la predicción de estimaciones imperfectas de g, no se relaciona con el
número de factores que se supone presentan valores distintos de cero en la variable que se desea predecir».
Conceptualmente, Carroll sostiene que si g no es unitario, entonces la investigación debería demostrar la existen­
cia de varios factores de alto nivel asociados a distintas medidas de rendimiento. Si no se logra esa demostración,
entonces, por defecto, g debe considerarse unitario.

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308 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 11.5 (continuación)

El debate es realmente interesante para los científicos que, en la actualidad, buscan encontrar el sustrato neuro­
biológico de las diferencias de rendimiento intelectual. La pregunta sobre la naturaleza unitaria de g es pertinente
para quienes ahora discuten sobre si existe (o no) alguna propiedad de la estructura y el funcionamiento del sistema
nervioso que pudiera contribuir a explicar las diferencias de rendimiento intelectual.
Si, por ejemplo, g no fuera unitario, entonces sería difícil encontrar un factor g en niños, porque todavía no se
habría tenido la oportunidad de que se materializase la interacción entre procesos independientes que interactúan y
que serían, en realidad, los responsables de la sensación ilusoria de la correlación en la que se apoya g. Pero no pa­
rece que sea ese el caso (Gignac, 2014).

5. APLICACIONES inteligencia) atendiendo a la complejidad cognitiva


de los problemas (Abad et al., 2017). Se puede dise­
Se han seleccionado tres aplicaciones derivadas ñar problemas para medir determinados aspectos
de los modelos cognitivos de la inteligencia. Al igual del procesamiento humano de la información deta­
que en el caso de las aplicaciones de los modelos llando las características de los estímulos que influ­
factoriales, existen otras posibilidades, pero las ele­ yen en ese procesamiento.
gidas ilustran lo que se pretende. En primer lugar, Las fases para alcanzar esa meta serían:
se expone cómo es posible desarrollar medidas ba­
sadas en procesos para evaluar la inteligencia. En 1. Concretar las metas generales de lo que se
segundo lugar, se detalla cómo el uso de videojuegos desea medir.
puede facilitar el cambio en el modo en el que se 2. Identificar las características del diseño,
evalúa el rendimiento intelectual. Finalmente, se tanto las características generales (modelo,
describe cómo se ha intentado demostrar que el en­ formato, condiciones) como las específicas
trenamiento de un concepto central de los modelos (el tipo concreto de problema).
cognitivos, es decir, la memoria operativa (MO), 3. Desarrollar un modelo cognitivo: revisar
puede impactar en la mejora del nivel intelectual los modelos disponibles, seleccionar o de­
valorado antes y después de ese entrenamiento. sarrollar un modelo, revisarlo una vez más
y contrastarlo empíricamente.
4. Valorar el modelo cognitivo según su po­
5.1. Medida del nivel intelectual desde tencial para la medida: valorar la plausibi­
una perspectiva basada lidad del modelo cognitivo con respecto a
en los procesos cognitivos los test existentes, valorar el impacto de las
facetas de la complejidad sobre las propie­
En el capítulo final, «¿Dónde estamos? ¿Dónde dades habituales de la medida y anticipar
vamos? Reflexiones sobre el estado actual y futuro las propiedades del nuevo test.
de la investigación sobre la inteligencia», del exten­ 5. Concretar cómo se ordenan los problemas
so manual editado por R. J. Sternberg y S. B. Kauf­ según su complejidad cognitiva: distribu­
man en 2011, The Cambridge Handbook of Intelli- ción de los parámetros de complejidad de
gence, E. B. Hunt invitaba a los científicos a extender los problemas y distribución de las carac­
el modo en el que se valora la inteligencia en los terísticas de los problemas.
contextos aplicados: «se ha aprendido mucho usan­ 6. Producir problemas que se ajusten a las es­
do las técnicas de evaluación actuales, pero ha lle­ pecificaciones.
gado el momento de desarrollar nuevas técnicas de 7. Valorar las propiedades cognitivas y psico­
medida si realmente se desea avanzar». métricas: estimar en qué medida se valora
La aproximación CSD (Cognitive System De- lo que se pretende, estimar la plausibilidad
sign) se basa en mejorar la validez del constructo del modelo cognitivo, valorar el impacto
psicológico que se desea medir (en nuestro caso, la de la complejidad de los problemas sobre

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Inteligencia y procesos / 309

las propiedades psicométricas, valorar la de esa carga, de la medida en la que se amenazaba


plausibilidad del modelo de medida, y, fi­ a la MO.
nalmente, calibrar los parámetros de los Las puntuaciones en el ART presentaron idénti­
problemas según cómo se distribuya la ca­ cas propiedades psicométricas que el RAPM, pero
pacidad que se pretende valorar. con la ventaja de que las personas evaluadas comple­
8. Valoración psicométrica: medir las capaci­ taron muchos menos problemas. Por tanto, la apro­
dades de procesamiento y los problemas ximación CSD puede contribuir a eliminar caracte­
según las exigencias cognitivas. rísticas irrelevantes de los problemas que permiten
9. Construir los test que representen apropia­ valorar la capacidad de razonamiento abstracto.
damente las especificaciones previas. Los Sirviéndose de esa misma aproximación CSD,
test pueden ser estáticos o adaptativos. Ricardo Primi (2014) desarrolló una medida de in­
10. Validación. teligencia fluida. Su enfoque se basó en característi­
cas de los problemas conectadas a variables cogniti­
La teoría de respuesta al ítem (TRI) —que ayu­ vas como la capacidad de almacenamiento temporal,
da a individualizar la evaluación—, unida al enfo­ la gestión de objetivos y la abstracción.
que cognitivo, se convierten en modelos matemáti­ Un cuidadoso diseño permitió construir 26 pro­
cos sobre los procesos cognitivos implicados en la blemas de razonamiento inductivo basados en ma­
resolución de una variedad de problemas. Esos mo­ trices geométricas. Primi demostró que se podía pre­
delos incluyen parámetros que representan tanto las decir la dificultad de esos problemas según sus
exigencias cognitivas de los problemas como la ca­ características, y, más en concreto, según su nivel de
pacidad de las personas. complejidad cognitiva.
El CSD ha sido usado por Susan Embretson Tres características ayudaron a ordenar los pro­
para diseñar un test cognitivo de razonamiento abs­ blemas según esa complejidad (véase figura 11.14):
tracto: ART (Embretson, 2004) (figura 11.13).
Ese test incluye problemas de matrices, similares a) La cantidad de información resultante de
a los que se consideran en el test avanzado de ma­ aumentar el número de elementos o el nú­
trices progresivas de Raven (RAPM). Se produjo mero de reglas que relacionaban las figuras.
un conjunto de 150 problemas a partir de una serie b) Los tipos de reglas clasificadas según su
de objetos y atributos. Los resultados apoyaron la complejidad (por ejemplo, progresión de
aproximación CSD para desarrollar test cognitivos. cantidad, suma o resta de figuras, distribu­
El primer aspecto de naturaleza cognitiva que se ción de tres valores).
consideró al diseñar los problemas fue la capacidad c) La complejidad perceptiva del estímulo (por
de la memoria operativa (MO). La carga de MO ejemplo, la presencia de semejanzas irrele­
predice la dificultad del problema. Se ordenaron los vantes entre estímulos que aumenta la pro­
problemas según sus exigencias cognitivas a partir babilidad de producir grupos irrelevantes).

1 2 1 2

3 4 3 4

5 6 5 6

7 8 7 8

Figura 11.13.—Ejemplos de problemas construidos con la aproximación CSD (Embretson, 2004).

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310 / Manual de psicología diferencial

Características Componentes
de los problemas de Gf

Memoria operativa

Cantidad de Capacidad
información de almacenamiento
1 2 3 4 1 2 3 4
Visual/espacial
Verbal/auditiva
5 6 7 8 5 6 7 8
Procesos ejecutivos
Tipo de regla Gestión de objetivos
Coordinación
Supervisión
Ítem B10 Ítem B14 Adaptación
(Respuesta: 8) (Respuesta: 4)
Complejidad Abstracción
perceptiva Atención selectiva

Figura 11.14.—Izquierda: ejemplos de problemas diseñados en el estudio de Primi (2014). Derecha: características de los pro­
blemas y componentes valorados de Gf (inteligencia fluida).

Se esperaba que todas las características exigie­ (TRI) permite expresar en la misma escala la difi­
ran gestionar objetivos (coordinación simultánea de cultad del problema y la capacidad del individuo.
actividades, supervisión de actividades mentales y Además, la dificultad del problema se puede conec­
flexibilidad adaptativa). Esa gestión requería com­ tar a sus características según la teoría y los resul­
binar procesamiento y almacenamiento de modo tados empíricos disponibles.
más sofisticado a medida que aumentaba la comple­ Los elementos irrelevantes que no contribuyen
jidad. Además, también se esperaba que las reglas y a la dificultad que realmente interesa considerar se
la complejidad perceptiva requiriesen atención se­ pueden controlar, lo que redundaría en un aumento
lectiva y control cognitivo (capacidad de abstrac­ de la validez de la medida. Las puntuaciones se po­
ción), puesto que las reglas más complejas se asocian drían describir según las exigencias de los problemas
a una mayor carga de información y las similitudes que un individuo satisface según sus capacidades.
irrelevantes entre estímulos aumentan la interferen­ Por ejemplo, en el test desarrollado por Primi (2014)
cia y el número de intentos de encontrar una solu­ una baja puntuación puede significar que la persona
ción, por lo que se necesita aplicar procesos básicos solo es capaz de gestionar una escasa carga de in­
de inhibición. De hecho, la complejidad perceptiva formación (por ejemplo, dos elementos, dos reglas)
resultó ser el factor más predictivo de las diferencias y una baja complejidad perceptiva. Una alta pun­
de rendimiento. Por tanto, la inhibición de informa­ tuación puede significar que el individuo puede re­
ción irrelevante puede exigir más recursos que el solver problemas cognitivos muy complejos (por
procesamiento de la información relevante. ejemplo, inferir cuatro relaciones simultáneamente
El uso de la aproximación CSD puede contribuir en presencia de interferencia debida a similitudes
a mejorar nuestros conocimientos sobre los procesos irrelevantes entre estímulos).
cognitivos que exige un determinado problema. Finalmente, comprender las causas cognitivas de
Esos conocimientos pueden ayudar a interpretar las las puntuaciones contribuye a superar el problema
puntuaciones que expresan el nivel de capacidad de de la arbitrariedad asociada a la interpretación de
un individuo, es decir, lo que probablemente puede las puntuaciones según un determinado grupo de
y no puede hacer. La teoría de respuesta al ítem referencia. El individuo no sería más o menos capaz

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Inteligencia y procesos / 311

que los demás individuos de la población, sino que roga no se diseñaron videojuegos expresamente
se alejaría más o menos de las exigencias necesarias orientados a la evaluación del rendimiento intelec­
para resolver problemas objetivamente más y menos tual. La estrategia consistió en seleccionar los video­
complejos. Su rendimiento estaría, por tanto, refe­ juegos más apropiados según los criterios concep­
rido a un criterio de «excelencia cognitiva». Ese tipo tualmente relevantes. Algo similar a lo que se vio
de puntuaciones ayudaría también a los clínicos a anteriormente con respecto a la aproximación CSD
obtener información diagnóstica y valorar los cam­ para diseñar test de inteligencia, pero buscando en­
bios que resultan de una determinada intervención. tre las posibilidades que ofrecía el mercado de los
Actualmente resulta posible diseñar test de inte­ videojuegos comerciales.
ligencia a partir del enfoque cognitivo. Se pueden Los candidatos más evidentes correspondían a
esperar excelentes dividendos siempre y cuando se los denominados brain games, aunque no cualquiera
use un modelo cognitivo de alta calidad que permi­ de los comercializados se ajustaba a los criterios
ta valorar con precisión las características de los buscados. Tras una serie de estudios a menor escala
problemas que influyen en el procesamiento huma­ dirigidos a demostrar que los criterios funcionaban,
no de la información. es decir, que se podía elegir un juego que mostrase
Siguiendo los criterios adecuados se podría ge­ una correlación sustancial con el rendimiento valo­
nerar infinidad de problemas, incluso de un modo rado con un test estandarizado de inteligencia, Qui­
automático, sin intervención humana. Los test del roga diseñó una ambiciosa investigación.
futuro consistirían en una serie de principios para Se trataba de demostrar que, si se usase una ba­
construir problemas basados en su relación con el tería de videojuegos comerciales adecuadamente se­
rendimiento de los individuos. Los humanos po­ leccionados, y se obtuviese una puntuación general
drían llegar a ser evaluados por máquinas. según el rendimiento mostrado por distintos indivi­
duos en una variedad de juegos, el resultado presen­
taría una alta correlación con las puntuaciones ob­
5.2. Videojuegos tenidas por esos mismos individuos en una batería
de test estandarizados de inteligencia, como así su­
La profesora M.ª Ángeles Quiroga, de la Univer­ cedió.
sidad Complutense de Madrid, es una pionera a nivel El resultado se publicó en la revista Intelligence,
mundial en el uso de videojuegos comerciales para «Can we reliably measure the general factor of in­
estimar el nivel intelectual. Fue uno de los primeros telligence (g) through comercial videogames? Yes,
científicos que se tomó en serio la posibilidad de en­ we can!» (Quiroga et al., 2015).
contrar modos diferentes a los usuales en Psicología Casi 200 individuos completaron una docena de
para valorar formalmente las capacidades cognitivas videojuegos que valoraban capacidad de análisis,
de los humanos (Quiroga et al., 2009, 2011). visualización, cálculo y memoria. También resolvie­
La selección de los videojuegos que pudieran ron once test de inteligencia que valoraban inteli­
servir a ese objetivo estuvo basada en una serie de gencia fluida, inteligencia cristalizada, inteligencia
criterios que se vinculan a las características del pro­ visoespacial, velocidad mental y memoria operativa.
cesamiento humano de información. El equipo de Se obtuvo una puntuación global según el rendi­
Quiroga exploró sistemáticamente las características miento en los videojuegos (Vg) y otra según el ren­
que debía reunir un videojuego para que completar­ dimiento en los test de inteligencia (g). La figura
lo exigiese aplicar una determinada «dosis» de inte­ 11.15 muestra el resultado.
ligencia. En esencia, el juego debía huir de la auto­ El valor de correlación fue prácticamente per­
matización, y, por tanto, debía exigir un sistemático fecto (r = 0,93), y, por tanto, se demostró que se
procesamiento controlado. A medida que se avanza­ podía estimar el nivel intelectual de los individuos
ba en el juego, los niveles de dificultad debían aumen­ según su rendimiento en los videojuegos.
tar para que continuase resultando cognitivamente El equipo de Quiroga ha observado un resultado
exigente. similar, aunque los individuos no completen brain
Es importante destacar que en las primeras fases games. Alicia Aranda et al. (2017) calcularon una
del programa de investigación perseguido por Qui­ correlación de 0,83 entre el rendimiento en video-

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312 / Manual de psicología diferencial

Gf 0,81
0,81 Análisis
Gc 0,55
0,80 Visualización
0,93
Vg g Gv 0,80
0,72 Cálculo
Gs 0,68
0,60 Memoria
Gy 0,46

Figura 11.15.—Correlación del rendimiento mostrado en una serie de videojuegos con el valorado por una serie de test de
inteligencia (Quiroga et al., 2015). El valor de correlación (r = 0,93) demuestra que se puede evaluar el nivel intelectual según
la eficiencia demostrada al completar videojuegos comerciales cuidadosamente seleccionados.

juegos de acción y el rendimiento en una serie de Los juegos que requieren usar la capacidad cognitiva
test estandarizados de inteligencia. El mensaje es general, es decir, la inteligencia, deben evitar que se
que el tipo de juego no resulta especialmente rele­ disipe su relevancia al superar la primera fase.
vante, es decir, también se aplica el principio de la En suma, conocer los procesos cognitivos nece­
indiferencia del indicador en este contexto, siempre sarios para que un videojuego reclame el uso de la
y cuando el juego cumpla los requisitos cognitivos inteligencia permite seleccionar aquellos que resul­
exigidos. tan apropiados para estimar el nivel intelectual de
¿Cuáles son esos requisitos? los jugadores. Ese conocimiento ayudaría también
a diseñar videojuegos especialmente apropiados
— Que sea relativamente inútil usar conoci­ para evaluar formalmente ese nivel intelectual si­
miento previo para completar el juego, es guiendo una secuencia que Quiroga resume con el
decir, que se evite la transferencia de la ex­ acrónimo inglés CODE-PPP:
periencia anterior a la actual.
— Que el nivel de complejidad sea moderado 1. Concepto (COncept). Exige concretar las
durante el desarrollo del juego. ideas básicas relacionadas con las caracte­
— Que haya consistencia para los componentes rísticas que se desea evaluar y los individuos
irrelevantes (por ejemplo, el uso de las ma­ a los que se evaluará. Sería necesario optar
nos), pero que no la haya para los compo­ por un determinado género (brain game, ac-
nentes cognitivos relevantes. tion game, etc.), concretar cómo se jugará
(en una tableta, un smartphone o un orde­
Esos principios derivan del modelo de Philip Ac­ nador) y escribir un story-board (las líneas
kerman (1988), según el cual al aprender se pasa por maestras de la historia).
tres fases: cognitiva, asociativa y autónoma. En la 2. Diseño (DEsign). Exige concretar la histo­
primera se exige capacidad cognitiva general (g), en ria, el guion, el arte musical y los sonidos,
la segunda cobra relevancia la velocidad mental y las reglas que gobernarán el juego y el dise­
en la tercera se impone la capacidad psicomotora. ño para proceder a la programación.
El flujo del aprendizaje se basa en automatizar la 3. Plan (P). Concretar el plan para desarrollar
mayor parte de las acciones. Solamente al principio, el videojuego.
cuando lo que se debe aprender es novedoso, se exi­ 4. Producción (P). Programar el videojuego
ge el elevado control cognitivo relacionado con g. atendiendo a la interacción con el jugador.

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Inteligencia y procesos / 313

5. Prototipo (P). Jugabilidad y propiedades ta de E. B. Hunt (2011): «el mayor reto es ampliar
métricas. el estudio de la inteligencia desde las observaciones
dentro del paradigma convencional basado en test
Por ahora ninguna compañía se ha animado a estandarizados, a la observación de la conducta en
diseñar desde sus cimientos un test de inteligencia la vida cotidiana».
usando un videojuego. Pero se puede predecir que Los videojuegos adecuadamente diseñados son
no se tardará en dar ese paso, en aceptar la propues­ un decidido paso en esa dirección.

CUADRO 11.6
Videojuegos de acción y habilidades cognitivas

Mientras se discute si merece la pena jugar para estimular las capacidades cognitivas, la investigación sigue ade­
lante.
El equipo de Daphne Bavelier publicó un informe que llega a la siguiente conclusión: quienes usan videojuegos
de acción presentan una mejor capacidad perceptiva que los no jugadores. Además, se confirma que existe un efec­
to causal: jugar es la causa de esa mejora perceptiva vinculada al aprendizaje de regularidades estadísticas presentes
en el ambiente del juego (Bejjanki et al., 2014).
El resultado de una simulación que el grupo de científicos calcula, señala que la mejora perceptiva deriva de cam­
bios en los niveles de conectividad entre las áreas visuales del cerebro. Los jugadores son más eficientes que los no
jugadores al resolver tareas novedosas de naturaleza perceptiva.
La investigación previa ya había mostrado que los videojuegos de acción mejoran la búsqueda visual, reducen la
ceguera atencional, ayudan a una mejor detección de los cambios y aumentan el número elementos de información
que puede seguirse simultáneamente. Es decir, mejora el control asociado a los procesos atencionales. Jugar puede
mejorar la relación señal-ruido y facilitar los procesos de exclusión de la información irrelevante (distractores) du­
rante el procesamiento perceptivo.
La investigación del grupo de Bavelier se centra en dilucidar cuáles de esos dos últimos mecanismos puede ser la
explicación más probable. Se pretende averiguar si la mejora en el rendimiento obedece a:

1. Una reducción del ruido interno (aumentando la ganancia de los outputs en los canales que codifican la in­
formación relevante para la señal de interés).
2. O bien a una eliminación más sistemática del procesamiento ineficiente mediante el uso de patrones percep­
tivos mejor ajustados a la tarea que debe completarse.

Ambas posibilidades se contrastan «determinando la fuerza de señal necesaria para realizar una tarea de identi­
ficación ante distintos niveles de ruido en una imagen (ruido externo)». El modelo de patrón perceptivo (PTM)
permite distinguir entre la reducción de ese ruido externo y el desarrollo de mejores patrones perceptivos para dis­
tintos niveles de ruido. En el primer caso se predice un mejor rendimiento a bajos niveles de ruido externo, pero no
a altos niveles de ruido externo. En el segundo caso se predice una mejora general del rendimiento a todos los nive­
les de ruido externo.
Los resultados son consistentes con la segunda predicción. Los videojuegos de acción estimulan la capacidad para
aprender nuevos patrones perceptivos, es decir, un mecanismo cognitivo relativamente general. La evidencia favorable
a esa predicción se obtiene a través de tres experimentos, y también usando el modelo de simulación comentado antes.
El modelo explicativo se basa en el supuesto funcionamiento del sistema nervioso. Ese sistema representa distri­
buciones de probabilidad con respecto a las variables relevantes de la tarea. Ese proceso ocurre inicialmente según
la evidencia recogida por los órganos de los sentidos. La práctica con los videojuegos de acción mejora la calidad
de la señal sin reducir el ruido interno.
Cuando los jugadores se enfrentan a una tarea perceptiva novedosa por primera vez, no son mejores que los no
jugadores. Sin embargo, aprenden más rápidamente cómo resolverla con mayor eficiencia: «la capacidad para apren­
der con mayor rapidez cuál es la estadística más relevante para la tarea permite a los jugadores inferir mejor el
modelo generativo apropiado respecto de las variables relevantes para la tarea que debe completarse, aumentando
así la sensibilidad y la fiabilidad perceptiva».

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314 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 11.6 (continuación)

Ese mecanismo general puede contribuir a explicar los beneficios conductuales observados después de practicar
con videojuegos de acción: «aprenden rápidamente, sobre la marcha, las características diagnósticas de la tarea a
resolver para alcanzar eficientemente un rendimiento óptimo».
Los individuos más inteligentes probablemente preservan una representación on line más fiable de la información
relevante para resolver una determinada tarea. El fracaso al resolverla podría atribuirse a la pérdida de la informa­
ción necesaria, a una degradación, y, por tanto, a una menor capacidad. Es decir, a un cerebro en el que el ruido
puede con la señal.

5.3. Entrenamiento de la memoria operativa fracasado. La evidencia sería, por tanto, rotunda, a


y mejora de la inteligencia pesar de que los que él llamaba «defensores de la fe»
(Randall Engle y Richard Haier son dos ejemplos
En 2013, el periodista norteamericano Dan destacados) se negaban a aceptar los datos.
Hurley publicó Smarter. The new science of building El entrenamiento será efectivo, no obstante,
brain power. Combinaba en su obra la descripción siempre que se mantenga durante un cierto tiempo
de resultados publicados en revistas científicas con (un mínimo de 20 sesiones) y que sea retador, pero
anécdotas personales sobre los investigadores impli­ que no llegue a disuadir de seguir intentándolo. La
cados en el debate sobre si es posible mejorar la ca­ intervención debe adaptarse al nivel del individuo:
pacidad intelectual a través del entrenamiento cog­ si mejora debe complicarse, pero si empeora debe
nitivo. simplificarse.
Su diagnóstico fue concluyente: no solamente se Hurley se hizo medir su inteligencia (por el equi­
puede —como, según él, atestiguan las evidencias po de Jaeggi y por la asociación MENSA), se some­
disponibles—, sino que, además, es una obligación. tió a una resonancia funcional y revisó los métodos
Se sirve de las palabras de Daniel Keyes (autor de que parecían contribuir a mejorar las capacidades
la novela Flowers for Algernon) para resaltar su vi­ intelectuales para elegir cuáles usar como entrena­
sión: «lo importante es no dejar jamás de intentar miento. Durante tres meses se sometió a un progra­
mejorar lo que se desee mejorar». ma de ejercicio físico («El éxito del entrenamiento
La narración de Hurley comienza con el cientí­ en resistencia muscular depende del mismo método
fico sueco Torkel Klinberg —inspirado, a su vez, por usado por el entrenamiento cognitivo de Jaeggi:
Michael Merzenich, investigador dedicado a estu­ debe adaptarse a la capacidad del individuo y pro­
diar la plasticidad neuronal en respuesta a los im­ gresar poco a poco. El método físico y el psicológi­
plantes cocleares y fundador de la compañía Posit co deben llevarnos al límite de nuestras posibilida­
Science (https://es.brainhq.com/)— y continúa con des para lograr mejoras»), de entrenamiento con el
los suizos Susanne Jaeggi y Martin Buschkuehl. programa de Jaeggi, con los juegos de la compañía
La idea del escandinavo de usar el entrenamien­ Lumosity, con lecciones de laúd, con estimulación
to de la memoria operativa (MO) para mejorar los magnética transcraneal (TMS), con meditación y
síntomas de chavales con TDAH, es la base de la con parches de nicotina. Finalizado el entrenamien­
que parten los suizos para intentar mejorar la inte­ to, volvió a medir su inteligencia y pasó de nuevo
ligencia fluida con ese tipo de entrenamiento. El ar­ por el escáner.
tículo publicado por Jaeggi en 2008 (que se comen­ El psicólogo Randall Engle es casi tan protago­
tará seguidamente) presentó un 40 % de mejora en nista como Jaeggi en la historia contada por Hurley.
inteligencia fluida después de completar un exigente No comprende cómo es posible que Engle («el
entrenamiento cognitivo dividido en 20 sesiones de gran inquisidor y defensor de la fe de que el entre­
media hora de duración. namiento de la memoria operativa no puede aumen­
Según Hurley, en el momento en el que él escri­ tar la inteligencia fluida») mantuviese en 2002 que
bía ochenta artículos habían confirmado ese resul­ la inteligencia y la memoria operativa eran indistin­
tado positivo, mientras que solamente cuatro habían guibles, y, sin embargo, rechazara de modo tajante

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Inteligencia y procesos / 315

que mejoras en la segunda puedan poseer algún efec­ implicados en la MO se publicó en 2008 (Improving
to en la primera. Tampoco entiende su «agresividad» fluid intelligence with training on working memory).
para con la científica suiza (a la que acusa de cons­ El mismo equipo siguió publicando resultados po­
truir sus artículos eligiendo solamente los datos que sitivos posteriormente (Jaeggi et al., 2010, 2011) a
apoyan su perspectiva, cherry-picking), pero que él pesar de las críticas recibidas (Colom et al., 2010;
mismo haya aceptado recibir financiación del ejér­ Moody, 2009).
cito norteamericano para encontrar un modo de Un breve entrenamiento cognitivo (apenas un
mejorar las capacidades cognitivas de los militares. mes) pero intenso, producía una mejora del rendi­
Escribe Hurley: «siempre me he enorgullecido miento en un test que valoraba la inteligencia fluida.
de ser un escéptico, algo necesario para un periodis­ La figura 11.16 muestra un ejemplo concreto de
ta que hace divulgación científica. Aprendí hace cómo funcionaba el entrenamiento.
tiempo que no hay que dejarse convencer por nin­ La inteligencia fluida se midió antes de comen­
guno de los contendientes en las disputas científi­ zara el entrenamiento, tanto en el grupo que com­
cas». Aun así, se decanta por la científica europea pletó el programa como en un grupo de control. Al
afincada en Estados Unidos. Desmenuza las revisio­ comienzo no se observó ninguna diferencia entre
nes publicadas por Engle (en revistas de las que for­ ambos grupos, pero tras el entrenamiento el grupo
maba parte del consejo editorial, se encarga de re­ experimental mostró un mejor rendimiento en el test
cordarnos) para demostrar que es él quien practica de inteligencia. Se observó, además, que la mejora
el arte del cherry-picking. en ese test dependía de la cantidad de entrenamien­
El capítulo 10 es una nueva excusa para defender to, es decir, había un efecto de la dosis: cuantas más
que es posible mejorar la inteligencia. Hurley narra sesiones de entrenamiento, mayor grado de mejora.
su asistencia a varios congresos (Society for Neuro- Un resultado similar se encontró dos años des­
cience, Psychonomic Society, International Society pués (Jaeggi et al., 2010), revelándose, además, que
for Intelligence Research o ISIR, y un encuentro mi­ era innecesario que el programa de entrenamiento
noritario patrocinado por el ejército norteamerica­ se basase en una tarea dual (o doble). La figura
no) que cuentan, en su mayor parte, con la presencia 11.17 muestra los resultados.
de Engle y Jaeggi. La descripción del encuentro (que Las mejoras de los grupos que completaron el
promueve el periodista) entre Engle y Jaeggi ante el entrenamiento resultaron equivalentes a 10-15 pun­
póster que presentaba la segunda en el congreso tos de CI (d = 0,65 y 0,98 para el grupo N-Back y
anual de la Psychonomic Society no tiene desperdi­ N-Back Dual, respectivamente), mientras que el
cio. Termina así: «al observar cómo Engle se iba, me cambio en el grupo control supuso un insignificante
sentí culpable por haberle pedido que viniera con­ aumento de 1,3 puntos de CI (d = 0,09).
migo, porque sentí que le había tendido una embos­ El equipo de Jaeggi publicó un metaanálisis con­
cada a Jaeggi». Es en el último encuentro, celebrado siderando los veinte estudios en los que se había
en junio de 2013, en el que Engle ha cambiado de puesto a prueba si ese tipo de entrenamiento centra­
perspectiva hasta el punto de que Hurley se pregun­ do en estimular los procesos de la MO a través de
ta: «¿Quién es este individuo?». la tarea n-back era realmente capaz de mejorar la
En el capítulo final, Hurley informa de que, inteligencia fluida (Au et al., 2015). Su conclusión
transcurridos los tres meses de entrenamiento, sus fue positiva: la mejora calculada por esos autores
puntuaciones en los test de capacidad intelectual equivale a 4 puntos de CI (d = 0,24).
apenas se han movido (incluyendo el test de CI de Sin embargo, Melby-Lervag y Hulme (2016) sos­
MENSA) y que su actividad funcional valorada en tuvieron que ese metaanálisis era discutible porque
el escáner tampoco. Sin embargo, dice apreciar me­ se habían ignorado determinados hechos, y, además,
joras en su vida cotidiana. No se olvida su cartera no se hizo una distinción entre grupo control pasivo
en casa y ha reducido su nivel de estrés: «Siento que y activo. Au et al. (2016) volvieron a analizar los
soy más inteligente». estudios considerando esas críticas. El resultado
El artículo que disparó la investigación dirigida comparativo se muestra en la figura 11.18.
a comprobar si era posible mejorar la inteligencia a La conclusión se mantuvo: «volvemos a insistir
través del entrenamiento de los procesos cognitivos en que el siguiente paso en este tipo de investigación

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316 / Manual de psicología diferencial

Aquí se responde porque la letra es igual


que la presentada dos ensayos antes

Acústica: P C P K
...

Visual: + + + +

...
1.er cuadrado 2.o cuadrado 3.er cuadrado 4.o cuadrado
y letra y letra y letra y letra

Aquí se responde porque el cuadrado aparece


en la misma posición dos ensayos antes

Figura 11.16.—El individuo que completa el entrenamiento debe considerar simultáneamente la información acústica y visual
que va apareciendo en una secuencia continua (representada por los puntos suspensivos). En el ejemplo se debe responder
cuando se ha escuchado la misma letra dos ensayos antes y cuando el cuadrado apareció en la misma posición también dos
ensayos antes. Si se acierta reiteradamente en ese nivel 2, entonces el programa asciende al nivel 3. Si se acierta al responder
a las condiciones del nivel 3, entonces se asciende al nivel 4. Si se cometen errores, entonces se vuelve al nivel 2. Es decir,
el programa es adaptativo, depende de la ejecución del individuo, por lo que resulta siempre retador, pero sin llegar a ser
disuasorio.

Entrenamiento N-Back
8 (N = 21) 14 N-Back Dual
(N = 25)
7
13
6
Problemas resueltos

*** N-Back
Nivel en N-Back

12
** (N = 21)
5

4 Control
11 (N = 43)
3 Entrenamiento N-Back Dual
(N = 25)
2 10
(n = 21)
(n = 25)
0 0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 Pretest Postest
Sesiones de entrenamiento

Figura 11.17.—A la izquierda se representan las mejoras a medida que aumenta el número de sesiones de entrenamiento tanto
en N-Back como en N-Back Dual. A la derecha se muestran las diferencias entre los tres grupos (N-Back, N-Back Dual y Con­
trol) antes (pretest) y después (postest) del entrenamiento (Jaeggi et al., 2010).

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Inteligencia y procesos / 317

Estudio d Error (Au et al., 2015) d Error Reanálisis

Chooi y Thompson, 2012a 0.023 0.413 0.176 0.411


Chooi y Thompson, 2012b −0.208 0.399 −0.050 0.397
Clouter, 2013 0.645 0.335 0.711 0.337
Colom et al., 2013 0.212 0.265 0.194 0.264
Heinzel et al., 2013 0.389 0.359 0.439 0.360
Jaeggi et al., 2010 0.552 0.261 0.534 0.214
Jaeggi, Buschkuehl y Jonides, 2009 −0.019 0.300 0.061 0.300
Jaeggi, Buschkuehl, Jonides y Perrig, 2008a 0.640 0.486 −0.047 0.473
Jaeggi, Buschkuehl, Jonides y Perrig, 2008b 0.283 0.412 0.623 0.421
Jaeggi, Buschkuehl, Jonides y Perrig, 2008c 1.109 0.512 0.880 0.498
Jaeggi, Buschkuehl, Jonides y Perrig, 2008d 0.220 0.489 0.887 0.513
Jaeggi, Buschkuehl, Shah y Jonides, 2014 0.184 0.274 0.124 0.237
Katz et al., submitted for publication 0.054 0.253 0.105 0.252
Kundu, Sufferer, Emrich y Postle, 2013 0.337 0.556 −0.006 0.552
Oelhafen et al., 2013 −0.280 0.363 −0.044 0.314
Redick et al., 2013 −0.053 0.273 0.022 0.274
Rudebeck, Bor, Ormond, O’Reilly y Lee, 2012 0.759 0.276 0.707 0.274
Salminen, Strobach y Schubert, 2012 0.816 0.332 −0.704 0.328
Schwarb, 2012 0.263 0.298 0.226 0.259
Schweizer, Hampshire y Dalgeish, 2011 0.349 0.308 1.077 0.326
Seidler et al., 2010 −0.070 0.264 0.046 0.264
Smith, Stibric y Smithson, 2013 −0.157 0.440 0.041 0.439
Stephenson y Halpern, 2013 0.416 0.275 0.347 0.225
Thompson et al., 2013 −0.279 0.319 −0.310 0.319
0.241 0.069 0.239 0.078
Promedio
−1.00 0.00 1.00 2.00 −1.00 0.00 1.00 2.00

Favorece Favorece Favorece Favorece


al control al experimental al control al experimental

Figura 11.18.—Resultados originales y revisados del metaanálisis de los estudios dirigidos a comprobar si el entrenamiento de
los procesos de la MO a través de la tarea N-Back mejoran la inteligencia fluida (Au et al., 2016).

debe dirigirse a averiguar cuáles son las condiciones pero no logran mejorar las carencias cognitivas de
que en concreto aumentan la probabilidad de encon­ esos pacientes. Las prácticas psicoterapéuticas ha­
trar efectos positivos. Además, debería explorarse el bituales tampoco poseen un efecto reseñable. Los
posible impacto en la vida cotidiana de las ganancias autores consideraron que merecía la pena aproxi­
observadas en la inteligencia fluida. Cualquier me­ marse a la intervención usando una estrategia dife­
jora de la inteligencia, por muy pequeña que sea, es rente basada en el entrenamiento cognitivo.
relevante tanto en la teoría como en la práctica» (Au Se comparó un grupo de 31 pacientes con diag­
et al., 2016). nóstico de esquizofrenia y 15 personas de control.
Un ejemplo de los positivos dividendos que pue­ La mitad de los pacientes se asignaron al entrena­
de conllevar atender a la recomendación de Au et miento cognitivo, y la otra mitad a una condición
al. (2016) es la investigación de Karuna Subrama­ basada en juegos de ordenador sin relación con los
niam et al. (2012), quienes demostraron que el en­ procesos psicológicos de interés.
trenamiento cognitivo mejora la conciencia de rea­ El entrenamiento se basó en estimular procesos
lidad de individuos con diagnóstico de esquizofrenia. perceptivos de bajo nivel y procesos cognitivos rela­
El programa de entrenamiento supuso 16 sema­ cionados con la memoria operativa (MO). Las tareas
nas (5 horas por semana), y el desempeño en el pro­ usadas en la intervención se inspiraron en paradig­
grama se asoció a cambios en el cerebro (aumentos mas clásicos de vigilancia vinculados a los procesos
en el nivel de activación de la corteza prefrontal), así de control cognitivo. El programa de entrenamiento
como a mejorías en la conducta social de los pacien­ se construyó sobre la separación de estímulos gene­
tes meses después. rados internamente y presentados desde el exterior
La investigación se desarrolló porque los medi­ para intentar mejorar la denominada supervisión de
camentos atenúan los síntomas de la esquizofrenia, la realidad (reality monitoring) (véase figura 11.19).

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318 / Manual de psicología diferencial

10
9,5

Nivel de precisión
9 p < 0,05
8,5

(máx = 10)
8 Pretest
7,5 Postest
7
6,5
Tarea de supervisión de la realidad 6
5,5
Ítem autogenerado = Pulsar tecla A 5
Ítem presentado = Pulsar tecla B Ge Gc1 Gc2
Ítem autogenerado

Conejo-zanahoria + Marino-mar 10
... 9,5

Nivel de precisión
9
8,5

(máx = 10)
8 Pretest
1s 7-9 s 1s 7,5 Postest
7
6,5
Ensayo 1 Ensayo 2 ... 6
5,5
5
Ge Gc1 Gc2
Ítem presentado

Figura 11.19.—A la izquierda se presenta la tarea de supervisión de la realidad (reality monitoring) basada en identificar pares
de palabras generadas por el propio individuo o presentadas dentro de un flujo continuo. Se debe pulsar una determinada
tecla según la condición. A la derecha se presentan los resultados en el pretest y después del entrenamiento (postest). Ge = gru­
po experimental (pacientes que completan el entrenamiento cognitivo), Gc1 = grupo control de pacientes que completan una
tarea en la que no se consideran los procesos cognitivos relevantes, Gc2 = personas de control sin el trastorno (Subramaniam
et al., 2012).

Sophia Vinogradov, la autora sénior del grupo (por ejemplo, en funcionamiento ejecutivo), es decir,
responsable de esta investigación, declaró: «nuestro se observó transferencia. Los pacientes no entrena­
estudio demuestra que el entrenamiento cognitivo dos en los procesos de interés y los sujetos de control
guiado por la neurociencia puede mejorar el com­ no mostraron ninguna mejora.
portamiento del cerebro en pacientes con esquizo­ En suma, los resultados descritos abren una no­
frenia, y, a su vez, mejorar su funcionamiento social vedosa vía para superar la tendencia a confiar exce­
meses después». sivamente en la medicación. Apoyan la idea de que
El entrenamiento cognitivo dirigido a estimular tareas diseñadas desde la psicología para estimular
la supervisión de la realidad parece contribuir a me­ procesos cognitivos básicos puede contribuir a me­
jorar las capacidades cognitivas deterioradas en jorar el nivel de salud de determinados pacientes a
trastornos como la esquizofrenia, y, por tanto, in­ los que se ha tratado desde una perspectiva clínica
fluye en las actividades de su vida cotidiana. clásica.
La capacidad intelectual (CI) de los pacientes
con esquizofrenia considerados en esta investigación
fue de 103, es decir, en la media de la población, SUMARIO
mientras que los sujetos de control mostraron un CI
con una desviación típica por encima de la media Las diferencias individuales de inteligencia reve­
(115). Por tanto, los pacientes no presentaban dete­ ladas por los test estandarizados son la base para el
rioro intelectual. Además de mejorar en la tarea en­ desarrollo de modelos factoriales. Esos modelos ayu­
trenada, los pacientes mejoraron en otras tareas dan a descubrir la estructura de la inteligencia, pero

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Inteligencia y procesos / 319

resultan insuficientes para comprender su dinámica. El modelo del solapamiento de procesos (pro-
Hacia ese objetivo se orienta el enfoque cognitivo. cess overlap theory) es un paso en esa dirección. Pre­
La investigación cognitiva se ha centrado en las tende integrar los conocimientos acumulados por
funciones básicas, explorando, por ejemplo, el ren­ los modelos factoriales, cognitivos y biológicos para
dimiento en las denominadas tareas cognitivas ele­ explicar el fenómeno del solapamiento positivo que
mentales (ECT). Pero también se ha explorado las está detrás de la complejidad cognitiva: el rendi­
estrategias cognitivas usadas por distintos indivi­ miento mostrado al resolver cualquier tarea de na­
duos para resolver los mismos tipos de problemas, turaleza cognitiva correlaciona con todas las demás
así como la relevancia de los recursos cognitivos de tareas cognitivas. Esa correlación se puede explicar
los que disponen esos individuos para completar por la omnipresencia de un factor general (g) unita­
problemas con distinta eficiencia. rio o por el solapamiento de procesos cognitivos in­
Esas tres aproximaciones conducen a una situa­ dependientes, con especial protagonismo para los
ción en la que resulta esencial encontrar una expli­ procesos encargados del control ejecutivo. No se
cación a lo que se conoce como «complejidad cog­ dispone de una respuesta definitiva, pero es probable
nitiva». En esa dirección, la memoria operativa que la neurociencia cognitiva pueda ayudar a salir
(MO) se revela como crucial para dar cuenta de las del atolladero.
diferencias cognitivas. La correlación observada en Finalmente, se han descrito tres aplicaciones
la MO estudiada desde una perspectiva cognitiva y que se desprenden del estudio científico de los pro­
el factor general de inteligencia (g) de los modelos cesos cognitivos asociados a la inteligencia: el de­
factoriales es tan elevada que los científicos se pre­ sarrollo de nuevas medidas que permitan comple­
guntan si ambos conceptos se refieren a lo mismo, mentar a los test clásicos de inteligencia, el uso de
si su naturaleza es idéntica. No hay una respuesta videojuegos para evaluar el rendimiento intelectual,
consensuada, pero sí se aprecia una tendencia a co­ y la mejora de la inteligencia a partir del entrena­
nectar el estudio de los procesos cognitivos con los miento de procesos relacionados con la memoria
resultados de la investigación en neurociencia. operativa.

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Inteligencia y biología 12
INTRODUCCIÓN diciones ambientales de cada generación son ligera-
mente diferentes, los individuos mejor dotados para
Los individuos de la especie humana han res- tolerar el cambio superarán a sus parientes menos
pondido a las cambiantes demandas del ambiente resistentes.
durante su evolución. Disciplinas como la psicolo-
gía de la evolución (evolutionary psychology) —em-
parentadas con la psicología diferencial— conside- La selección natural y la adaptación son
ran que la conducta actual de los humanos puede las dos caras de una moneda
comprenderse, al menos en parte, a la luz de su pa-
sado. Un organismo está adaptado a sus condiciones
La teoría de la evolución se basa en tres genera- de vida si pasa con éxito la barrera generacional. El
lizaciones que se pueden convertir en premisas de concepto de adaptación está condicionado a las pre-
un silogismo. Si son válidas, entonces la conclusión siones ambientales a las que están sometidos los or-
será correcta (Howard, 1982): ganismos, y, por tanto, la selección natural «decide»
sobre la marcha qué será adaptativo.
1. Los individuos de una determinada especie
varían en múltiples características.
2. Esa variación es hereditaria, se transmite de La selección natural es un proceso que actúa
generación en generación. sobre una población en reproducción
3. Los individuos se multiplican superando la
capacidad del ambiente para mantenerlos. Los individuos triunfan o fracasan en el proceso
de selección. Supone una pérdida de organismos que
La selección natural es consecuencia de esas ge- no resisten a las demandas del ambiente. Las con-
neralizaciones, pero ¿cómo funciona esa selección? diciones ambientales «determinan» las característi-
cas de los organismos de una especie en un determi-
nado momento.
La selección natural es un proceso El proceso selectivo garantiza la propagación de
las características ventajosas. Sobreviven las jirafas
Cada generación está sujeta a los caprichosos de cuellos largos y encuentran pareja los pájaros que
cambios del ambiente (las presiones selectivas) que aprendieron el canto adecuado.
no influyen igual en los distintos miembros de la La mutación es la esencia del proceso evolucio-
especie. Algunos fracasan al reproducirse (por lo nista. Produce una diversidad de individuos capaces
que su material genético no salta a la siguiente ge- de responder diferencialmente a las presiones am-
neración), mientras que quienes se reproducen no bientales. Solo algunas de esas respuestas son adap-
son una muestra aleatoria de la especie. Si las con- tativas y resultan seleccionadas.

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322 / Manual de psicología diferencial

El organismo es resultado del proceso en distintas situaciones y ocasiones (Cronbach, 1975).


evolucionista La consideración del pasado evolucionista puede
ayudar a delimitar los márgenes admisibles dentro de
El proceso evolucionista supone un mecanismo los que producir modelos psicológicos verosímiles.
de conservación de la adaptación (Maturana y Va-
rela, 1990). Los humanos de la actualidad no han La evolución de la inteligencia
sido diseñados por nadie, sino que son resultado de
un proceso evolucionista de millones de años. David Stenhouse (1973) se preguntó por la evo-
Una probable consecuencia de ese hecho es que lución de la inteligencia, considerando que debe es-
el cerebro de los humanos está compuesto por una tudiarse como el producto de una serie fortuita de
confederación de capacidades, una «sociedad de la mutaciones genéticas. Según él, cuatro son los fac-
mente» según la concepción de Michael Gazzaniga tores necesarios para que la inteligencia se manifies-
(1992) o de James Flynn (2012). La mente de los te durante el proceso de la evolución.
humanos no sería una entidad unitaria, porque quie-
nes han superado la barrera generacional han ido 1. Una gran variedad y capacidad de los sis-
respondiendo a condiciones ambientales diversas. Se temas sensoriales y motores. Posiblemente,
han construido sobre la marcha, y, por tanto, es im- esos sistemas se desarrollaron exponencial-
probable que los distintos humanos compartan una mente cuando los humanos adoptaron la
mente universal. Si así es, entonces la investigación postura erecta, cuando se pusieron de pie.
debería averiguar las respuestas que son capaces de Ese cambio pudo estimular el sistema visual
producir los distintos individuos de la especie huma- depurando la calidad de la recepción de es-
na a determinadas condiciones. tímulos a distancia. También mejoró la ca-
La psicología estudia organismos que son el re- pacidad de la mano para manipular objetos
sultado de un lento y chapucero proceso evolucio- y observar su comportamiento, así como
nista. Por tanto, los modelos sobre la mente y la los movimientos de la laringe para articular
conducta humana distarán de ser tan estéticos, uni- sonidos.
versales, formales y robustos como los modelos de 2. Una mayor capacidad para retener las ex-
ciencias como la física. Escribía el codescubridor de periencias previas (memoria), así como pro-
la estructura en doble hélice del ADN, Francis cedimientos para codificar, organizar y re-
Crick, en 1988: cuperar de manera flexible esas experiencias
cuando resultaba necesario.
«Cuando los físicos estudian los problemas de la 3. Una mejor capacidad para generalizar y ha-
biología, suelen buscar generalizaciones inadecuadas, cer abstracciones a partir de las experien-
urdir modelos teóricos demasiado pulcros, demasiado cias, comprendiendo sus relaciones.
poderosos y demasiado limpios. No debe sorprender, 4. Una más elevada capacidad para ralentizar
por tanto, que esos modelos raramente encajen bien o controlar las respuestas instintivas, así
con los datos. Para producir una teoría biológica co- como comportamientos exploratorios y de
rrecta hay que tratar de ver, a través de la confusión curiosidad sistemática. El control de las ac-
producida por la evolución, los mecanismos básicos, ciones pudo facilitar el desarrollo de la ha-
percatándose de que probablemente están cubiertos bilidad para modificar los conocimientos
por otros mecanismos secundarios. Lo que a los físi- previamente aprendidos y estimular la apti-
cos parece un proceso terriblemente complicado pue- tud para reflexionar y encontrar soluciones
de ser aquello que la naturaleza ha considerado más creativas a los problemas.
simple, porque la naturaleza solo puede construir so-
bre lo que ya existe». Mientras que la conducta de las especies no-
humanas más elementales se encuentra determinada
El estudio del comportamiento humano buscaría por mecanismos innatos, en las especies superiores
regularidades más que leyes universales. Esas regula- los procesos cognitivos de orden superior se mate-
ridades ayudarían a describir y predecir la conducta rializan en el sistema nervioso central, rompiendo la

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Inteligencia y biología / 323

relación directa entre los estímulos del mundo ex- Siendo cierto que los módulos son menos cos-
terno y las respuestas. El proceso evolucionista con- tosos evolutivamente, su presencia es compatible
dujo, accidentalmente, a un sistema nervioso que con la existencia de procesos generales asociados a
permitía matizar y modificar las condiciones del la inteligencia general. Algo puede ser innato y flexi-
medio ambiente. ble: las disposiciones innatas a prestar atención a
determinados estímulos en detrimento de otros pue-
La inteligencia de los humanos modernos den ser condicionales.
Los mecanismos cognitivos implicados en el
Judith Burkart, Michèle Schubiger y Carel van aprendizaje social poseen una naturaleza general.
Schaik publicaron en 2017 un artículo destinado a No son específicos de esa clase de aprendizaje. Ade-
resolver un rompecabezas creado por el fenómeno más, las distintas formas de aprendizaje social inclu-
en el que se basa la inteligencia general (g) de los yen un aprendizaje individual. La presencia de ca-
humanos. En persecución de ese objetivo revisaron pacidades cognitivas generales en distintas especies
las perspectivas basadas en la especificidad y en la puede demostrarse cuando individuos genéticamen-
generalidad del intelecto de humanos y animales. te similares presentan distintos niveles de habilidad.
Según su perspectiva, la presencia de la inteli- Los estudios con roedores y primates confirman la
gencia general puede comprenderse apelando a la presencia de un factor general de inteligencia más
cultura. En la mente de humanos y animales existe allá de los humanos.
una mezcla de habilidades basadas en módulos pri- La investigación con animales no humanos pue-
marios y secundarios. En el primer caso se observa de producir datos contradictorios porque, por ejem-
un desarrollo automático con un contenido fijo, plo, es habitual que se carezca del poder estadístico
mientras que en el segundo se requiere un aprendi- deseado (es decir, se estudian pocos individuos).
zaje que permita la automatización, pero que inclu- También se suelen emplear métodos de análisis equi-
ya un contenido más variable. vocados (por ejemplo, procedimientos de análisis
Los animales también pueden caracterizarse por factorial que impiden «ver» la presencia de un factor
una inteligencia general, aunque su presencia pueda general). También se debe poner un exquisito cui-
imponer obstáculos a la selección natural. Esa inte- dado, por supuesto, en el tipo de tareas que resolve-
ligencia subraya la relevancia de la capacidad de ra- rán esos animales.
zonar y de la flexibilidad conductual: «el concepto Es relevante preguntarse si el factor g que se ob-
de inteligencia general en los humanos se construye tiene en animales predice, por ejemplo, el tamaño de
sobre uno de los resultados más replicados de la sus repertorios culturales, la capacidad para subir
psicología diferencial». en su jerarquía social, o la habilidad para encontrar
La inteligencia general se encuentra estrecha- alimento en períodos de escasez. Pero la investiga-
mente relacionada con las funciones ejecutivas. Se ción al respecto es aún insatisfactoria para extraer
han observado, por ejemplo, relaciones práctica- conclusiones sólidas.
mente perfectas entre el factor g y la memoria ope- Los cerebros de mayor tamaño suelen presentar
rativa. Pero la inteligencia general debe incluir algo una mayor flexibilidad conductual, así como mayo-
más que funcionamiento ejecutivo. res grados de innovación en contextos naturales.
Cuando los animales resuelven problemas simi- Esas características son beneficiosas para algunas
lares durante largos períodos de tiempo —en térmi- especies cuando se enfrentan a ambientes novedosos
nos evolucionistas—, la selección natural favorece e impredecibles.
una solución de carácter genético que se imprima Pero poseer cerebros de mayor tamaño no sola-
en el hardware. Ese mecanismo es incompatible con mente conlleva beneficios.
la esencia del factor g, pero si se observa en anima- El cerebro consume energía de modo despropor-
les y humanos es inevitable concluir que permite cionado (supone el 2 % del peso corporal, pero aca-
resolver problemas ambientales y sociales imprede- para el 20 % de la energía disponible) y, por tanto,
cibles. Las soluciones a problemas novedosos —una ralentiza el desarrollo del individuo. Eso exige que
vez más en términos evolucionistas— se encuentran deba cuidarse de la prole durante un largo período
con esfuerzo, lentamente y a través del aprendizaje. de tiempo en el que será vulnerable: «el balance cos-

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324 / Manual de psicología diferencial

te-beneficio se encuentra influido de modo crítico Por otro lado, las habilidades cognitivas tam-
por la eficiencia con la que un individuo traduce el bién pueden provenir de la actuación de módulos
tejido cerebral (o la potencia cognitiva general) en independientes, tanto de la inteligencia general
innovaciones que aumentan la supervivencia (habi- como de las funciones ejecutivas y del tamaño ce-
lidades y conocimiento)». rebral.
La frecuencia de oportunidades para el apren- Ambos mecanismos pueden coexistir.
dizaje social responde, al menos en parte, la pregun- Los científicos deberían deponer la actitud de
ta de por qué algunos linajes han desarrollado gran- empeñarse en demostrar cuál es la relevancia del
des cerebros. El desarrollo del intelecto se encuentra, factor g para dar cuenta de las diferencias de rendi-
por tanto, relacionado con el desarrollo cultural: miento cognitivo, invirtiendo sus esfuerzos en esti-
«nuestra dependencia extrema de la construcción mar la relevancia de las distintas vías al configurar
ontogenética, socialmente guiada, de habilidades, las habilidades del individuo (figura 12.1).
puede explicar la débil relación observada en huma- Nuestra capacidad para hablar no explica el fe-
nos entre tamaño cerebral e inteligencia general». nómeno de la inteligencia general. Debe aumentar
En suma, las habilidades cognitivas resultan, la atención sobre ese factor en animales, aprove-
por un lado, de la inteligencia general (g), la que, a chando lo que ya se sabe por la extensa investiga-
su vez, se asocia al tamaño cerebral y al funciona- ción hecha con humanos. Los beneficios no se ha-
miento ejecutivo. Esas habilidades se podrían equi- rían esperar: «la disponibilidad de modelos
parar a la inteligencia cristalizada (Gc) estudiada animales válidos sobre la inteligencia general per-
por los psicólogos diferenciales. El aprendizaje so- mitiría estudiar los mecanismos genéticos y neuro-
cial es un mecanismo eficiente de canalización on- biológicos de un modo impensable al estudiar hu-
togenética en animales con grandes cerebros. manos».

Tamaño
cerebral

Inteligencia Funciones
general ejecutivas

Canalización ontogenética
de los procesos cognitivos generales

Habilidades Habilidades
cognitivas cognitivas
ecológicas sociales

Adaptaciones cognitivas independientes de g


o del funcionamiento ejecutivo (módulos primarios)

Figura 12.1**.—El origen de las habilidades cognitivas. Verde: habilidades cognitivas ecológicas y sociales que se pueden me-
dir en animales y que resultan visibles para la selección natural porque pueden producir beneficios. Amarillo: relaciones empí-
ricas entre tamaño cerebral, inteligencia general y funciones ejecutivas; las dos últimas son únicamente visibles para la selección,
en tanto producen algún beneficio que incrementa las habilidades cognitivas. Azul: canalizaciones adaptativas que guían la
construcción ontogenética de las habilidades cognitivas a partir de la inteligencia general o representan adaptaciones modula-
res independientes del nexo general (amarillo) (Burkart, Schubiger y Van Schaik, 2017).

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Inteligencia y biología / 325

En un extenso artículo publicado en 2014, «Ge- der y Laland, 2002). Rechaza, también, la visión
nes, evolución e inteligencia», Tom Bouchard ofre- modular del cerebro humano. Recurre a L. Lefebvre
ció numerosos detalles consistentes con la perspec- (2011) para mantener que «muchos aspectos de la
tiva general de Burkart et al. (2017): algunas especies cognición se comprenden mejor recurriendo a pro-
animales han desarrollado un mecanismo de propó- cesos generales (g) en lugar de a módulos».
sito general para lidiar con los ambientes en los que Discute la hipótesis de la Unidad Radial de Ra-
han evolucionado. Ese mecanismo correspondería a kic (2009), es decir, el hecho de que el área de la
una inteligencia general biológica. superficie cortical (cortical surface area) y el grosor
Se pregunta Bouchard si se puede hablar con pro- de la corteza (cortical thickness) dependen de dos
piedad de una inteligencia general (g) en distintas es- procesos distintos. La heredabilidad del área es de
pecies (por ejemplo, pájaros, roedores, perros, gatos, 0,89, mientras que la del grosor es de 0,81, pero la
monos): «los perros y los roedores parecen haberse correlación genética entre área y grosor es práctica-
hecho más inteligentes a medida que los científicos se mente nula.
han decidido a invertir más tiempo en observarles El hecho de que distintos genes influyan sobre el
formalmente y en evocar sus capacidades». área y sobre el grosor concuerda con los datos evo-
Sin embargo, Bouchard critica la perspectiva de lucionistas acerca del incremento sustancial del área
que el cerebro se desarrolló durante la evolución acompañado por modestos incrementos del grosor.
para responder a problemas sociales. En un análisis Pero si esas influencias genéticas sobre área y grosor
de 105 especies se calculó una correlación nula entre son independientes, entonces el carácter unitario del
aprendizaje social y tamaño del grupo social (Rea- factor general de inteligencia (g) se debilita.

CUADRO 12.1
El planeta de los simios

William D. Hopkins, Jamie L. Russell y Jennifer Schaeffer aplicaron la batería de test cognitivos para primates
(PCTB), compuesta por 13 tareas, a un grupo de 99 simios.
Algunos habían sido criados por sus madres en cautividad, otros por humanos y el resto habían sido capturados.
El resultado reveló un factor general de inteligencia (g). Los simios más competentes en alguna de las tareas cog-
nitivas también eran más competentes en el resto. El «solapamiento positivo» descrito en el caso de los humanos
también se revela en los simios.
Pero dieron un paso más calculando la heredabilidad de las capacidades cognitivas valoradas por la batería, usan-
do la información sobre los pedigrís de los chimpancés.
Algunas de las capacidades mostraron una significativa heredabilidad y, además, se observó que las correlaciones
calculadas entre las capacidades compartían genes: «los factores genéticos contribuyen a las diferencias individuales
cognitivas que separan a los chimpancés; (además) la historia de crianza no fue significativa».
Dos años después se volvió a evaluar a 86 de los 99 simios. Su rendimiento resultó altamente estable: el que era
más competente en la primera evaluación, seguía siéndolo en la segunda.
La tabla 12.1 presenta los valores de las tareas de la PCTB en el factor general obtenido.
Los simios cautivan a los humanos y alimentan su imaginación.
Michael Crichton narró, en su novela Congo, la historia de una expedición a las entrañas de África (Virunga)
destinada a conseguir una clase especial de diamante llamado a revolucionar la velocidad de procesamiento de
los ordenadores. El grupo (la informática Karen Ross, el experto en simios Peter Elliot y su gorila Amy, el curti-
do aventurero Charles Munro y un grupo de porteadores Kikuyu liderados por Kahega) viaja a la ciudad perdi-
da de Zinji (conocida desde los tiempos de Salomón por su riqueza en diamantes, pero cuya existencia se consi-
deraba tan poco probable como Camelot o Xanadú), donde se supone que pueden encontrarse los ansiados
diamantes.
El escritor norteamericano aprovecha para introducir a una nueva subespecie de gorila entrenado por los habi-
tantes de Zinji para proteger la riqueza de la ciudad. Esos gorilas usan un lenguaje para comunicarse y maximizar
su éxito en la defensa que les fue encomendada, defensa que mantienen a pesar de haber transcurrido centurias
desde que el lugar quedó deshabitado.

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326 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 12.1 (continuación)

TABLA 12.1
Peso en g de los test resueltos por los simios en la investigación de Hopkins et al. (2014)

Test Peso en el factor general (g)

  
Memoria espacial 0,65
  
Permanencia del objeto 0,62
  
Rotación 0,66
  
Trasposición 0,73
  
Números relativos 0,26
  
Causalidad-ruido 0,04
Causalidad-visual −0,06
  
Uso de instrumentos 0,22
  
Propiedades de los instrumentos 0,26
  
Comprensión 0,42
  
Producción 0,46
  
Atención 0,17
Seguimiento de la mirada −0,16

Crichton usa a gorilas y demás animales para ayudarnos a admitir que a lo mejor son seres inteligentes: «los seres
humanos no son tan peculiares como creen».
Se sirve del enfoque del matemático S. L. Berensky, quien en 1975 revisó la información disponible sobre el len-
guaje de los primates y llegó a la conclusión de que su inteligencia era superior a la de los humanos: «los simios han
aprendido a comunicarse con nosotros, pero nosotros nunca aprendimos su modo de comunicarse. ¿Quién posee
entonces el mejor intelecto?».
Aventura que las máquinas tomarán las decisiones en los futuros conflictos bélicos. El cerebro humano posee
demasiadas limitaciones: «los seres humanos responden con demasiada lentitud, por lo que es inevitable que cedan
la toma de decisiones a ordenadores inteligentes más veloces. Los juicios, los valores y el pensamiento de los huma-
nos se convertirán en algo superfluo».
La informática Karen Ross recuerda que los humanos llevan mucho tiempo delegando. Un animal doméstico es
un ejemplo. Una calculadora de bolsillo es otro: «No se pueden detener los avances tecnológicos. En cuanto sabemos
que algo se puede hacer, lo hacemos».
Los humanos estamos rodeados. Por un lado, los animales parecen poseer una inteligencia cuya naturaleza se nos
escapa. Por otro, las máquinas inteligentes amenazan con gobernarnos en un futuro próximo. ¿Saldremos de ese
presunto atolladero?

1. INTELIGENCIA Y CEREBRO: ¿CUÁL No hay dos cerebros iguales, y, por tanto, las di-
ES LA PREGUNTA? ferencias individuales a ese nivel, por sutiles que
sean, pueden asociarse a las diferencias que revela el
Los métodos descritos en el capítulo ocho ayu- estudio de los rasgos y de los procesos psicológicos.
dan a encontrar respuestas a la siguiente pregunta: El arsenal de métodos es extenso y las respuestas
¿existe conexión entre las diferencias de estructura diversas, por lo que se debe encontrar una manera
y función cerebral que separan a los humanos y las de organizar la información. Comenzaremos descri-
diferencias que también les distinguen según los ras- biendo un modelo que busca resumir los conoci-
gos y procesos psicológicos que caracterizan sus in- mientos sobre la biología de la inteligencia para
telectos? ofrecer una serie de detalles posteriormente.

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Inteligencia y biología / 327

1.1. El modelo de la integración frontal- lo que no se puede generalizar sin más a la pobla-
parietal de la inteligencia (P-FIT) ción.
Para superar el carácter cualitativo del modelo
Rex Jung y Richard Haier integraron en 2007 P-FIT, Ulrike Basten, Kirsten Hilger y Christian
los resultados de 37 estudios de neuroimagen dirigi- Fieback (2015) calcularon un metaanálisis sobre los
dos a explorar la asociación de la estructura y fun- correlatos estructurales y funcionales de las diferen-
ción cerebral con la inteligencia. Expusieron ambos cias individuales en capacidad intelectual. Conside-
tipos de resultados por separado, pero ofrecieron un raron doce estudios estructurales (centrados en las
modelo que combinaba ambos desde una perspec- diferencias individuales de materia o sustancia gris,
tiva cualitativa (figura 12.2). pues sobre materia blanca solamente pudieron
Aunque el modelo subraya la relevancia de de- identificarse cinco estudios) y dieciséis estudios fun-
terminadas regiones parietales y frontales para el cionales (considerando las diferencias individuales
caso de las diferencias intelectuales, también consi- en el nivel de activación ante determinadas tareas
dera la implicación de regiones temporales y occipi- cognitivas).
tales. Las segundas se encargan del procesamiento Los resultados estructurales revelaron una serie
de la información sensorial que será integrada pos- de regiones situadas en:
teriormente en las regiones parietales. El control
cognitivo, incluyendo los procesos de evaluación de 1. La corteza frontopolar izquierda.
alto nivel, estaría a cargo de las regiones frontales. 2. El giro frontal inferior derecho (IFG).
Jung y Haier se centraron en las consistencias 3. El surco superior frontal derecho.
observadas en los estudios previamente publicados, 4. El área motora suplementaria (SMA).
pero su análisis es cualitativo. Además, la simple 5. La zona dorsal de la corteza cingulada pos-
combinación de los resultados estructurales y fun- terior (PCC), incluyendo el precuneo.
cionales puede ofrecer un panorama engañoso (Co- 6. Los giros temporales izquierdos superiores
lom, 2007). Finalmente, según ellos, el modelo re- e inferior.
presentará mejor a unos individuos que a otros, por 7. El caudado izquierdo.

Fase 3
Fase 2
Evaluación de hipótesis
Simbolismo, abstracción
y elaboración

Fase 4
Selección de la respuesta
(BA 32)
Fase 1
Procesamiento de la
información sensorial

Figura 12.2.—Modelo P-FIT (integración frontal-parietal de la inteligencia) (Jung y Haier, 2007). Las regiones consideradas
en la figura corresponden a áreas de Brodmann y se organizan según las fases de procesamiento supuestamente necesarias
para registrar, integrar y evaluar la información relevante antes de responder.

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328 / Manual de psicología diferencial

8. El midbrain derecho. rales y funcionales produjo un espacio vacío. La


9. La corteza occipital bilateral (figura 12.3.A). ausencia de efectos implica la carencia de solapa-
miento entre los metaefectos estructurales y funcio-
Los resultados funcionales se centraron en una nales».
serie de regiones ubicadas en: En lugar de centrarse en áreas de Brodmann,
como hicieron los autores que propusieron el mode-
1.  parte posterior bilateral del surco frontal
La lo P-FIT, aquí se extrajeron las coordenadas 3D
inferior (IFS), incluyendo la parte dorsal para someterlas al metaanálisis, es decir, para averi-
del giro frontal inferior (IFG). guar si existía solapamiento local a través de los dis-
2. El giro derecho frontal medial (MFG). tintos estudios. Además, solo se aceptaron estudios
3. La parte posterior derecha del surco frontal que relacionasen las diferencias individuales en am-
superior (SFS). bas señales —la psicológica (inteligencia) y la bio-
4. La área motora presuplementaria (preS- lógica (materia gris o nivel de activación)— en per-
MA). sonas adultas sanas. No se pudieron contemplar
5. La zona dorsal de la corteza cingulada an- variables como la edad o el sexo, por carencia de un
terior (dACC). número suficiente de estudios.
6. El lóbulo parietal superior izquierdo (SPL), El análisis sobre la materia gris consideró 457
junto al surco intraparietal (IPS). individuos y 415 coordenadas, mientras que el aná-
7. El precuneo derecho. lisis sobre el nivel de activación se basó en 464 indi-
8. La zona posterior derecha del giro temporal viduos y 151 coordenadas. Los cálculos se hicieron
medial (MTG) (figura 12.3.B). mediante un software (ALE) que puede obtenerse
en la siguiente dirección web: http://www.brainmap.
Un dato llamativo es que no se observó ningún org/ale/.
solapamiento entre los resultados estructurales y Las conclusiones conceptuales que se extraen
funcionales: «la conjunción de los mapas estructu- del metaanálisis son las siguientes:

(Valores ALE * 103: 0 19) (A)

SMA
Occipital
ITG STG Frontopolar Caudate

x = –48 x = –40 x = –31 y=0


3
(Valores ALE * 10 : 0 18) (B)
L R
dACC PreSMA
MFG Precuneus PreSMA
IES
IFS SFS
MTG
IPSPrecuneus

x = –42 x = 50 x = –9 x=8 z = 52

Figura 12.3**.—A) resultados estructurales, y B) funcionales derivados del metaanálisis de Basten et al. (2015). ALE corres-
ponde al software usado para hacer los cálculos necesarios en la identificación de coordenadas.

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Inteligencia y biología / 329

— Los resultados estructurales se distribuyen Se hacen una serie de sugerencias de cara a las
ampliamente por el cerebro. De hecho, se futuras investigaciones dirigidas a explorar las rela-
identifican regiones frontales, temporales y ciones de las diferencias individuales a nivel cerebral
occipitales (así como estructuras subcortica- con las diferencias intelectuales:
les), pero no parietales.
— Los resultados funcionales apoyan la impor- — Considerar muestras de gran tamaño.
tancia de las regiones frontales y parietales, — Investigar el cerebro en general, en lugar de
pero no de las temporales y occipitales. determinadas regiones de interés (ROI).
  El metaanálisis únicamente considera es- — Usar test que puedan compararse a través de
tudios sobre las diferencias individuales en los estudios y que permitan explorar distin-
el nivel de activación, mientras que Jung y tos niveles de generalidad en la jerarquía de
Haier combinaron resultados de estudios la inteligencia representada en los modelos
centrados en la tarea y en las diferencias in- factoriales.
dividuales. — Explorar el probable efecto de variables
— La carencia de solapamiento entre los resul- como el sexo o la edad.
tados estructurales y funcionales produce
una tensión con «el principal supuesto del En suma, tanto el modelo P-FIT original de
modelo P-FIT, a saber, que los estudios es- Jung y Haier (2007) como los resultados del meta­
tructurales y funcionales sobre los correla- análisis de Basten et al. (2015) que reconstruyen ese
tos neuronales de la inteligencia convergen modelo, dirigen a la conclusión de que son varias
en el mismo conjunto de regiones cerebra- las regiones del cerebro cuyas variaciones de estruc-
les». tura y función se asocian a las diferencias de rendi-
miento intelectual valoradas por los test y tareas
A partir de los resultados del metaanálisis se cognitivamente exigentes. Ninguna región destaca
reconstruye el modelo P-FIT, considerando que por encima de las demás eliminando su relevancia.
debe distinguirse entre: a) estructura y función, así Sin embargo, un test mide un rendimiento que
como b) asociaciones positivas y negativas. Ade- obedece a la aplicación de procesos psicológicos más
más, deben incorporarse estructuras como la ín- o menos generales, más o menos relevantes.
sula, la corteza cingulada posterior y determina-
das estructuras subcorticales (ignoradas por el — ¿Son los resultados equivalentes para distin-
modelo P-FIT). tas medidas y factores de la inteligencia?
La figura 12.4 muestra las regiones relevantes. — ¿Se aplica igual a diferentes individuos?

(pre) SMA Correlatos funcionales de la inteligencia:


Lateral PFC Parietal Activación al resolver una tarea cognitiva
ACC
Precun/PCC

Subcortical
Relación positiva
Frontopolar Insula Occipital caudado
Temporal Relación negativa
Correlatos estructurales de la inteligencia:
Cantidad de materia gris (VBM)
Relación positiva

Figura 12.4**.—Resumen de las regiones del cerebro donde se producen relaciones funcionales (niveles de activación) y estruc-
turales (cantidad de materia gris, VBM, vóxel-based morphometry) con las diferencias de rendimiento intelectual. Solamente en
las funcionales se observan valores positivos y negativos —una mayor activación puede asociarse, por tanto, a un mayor o
menor rendimiento intelectual (Basten et al., 2015).

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330 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 12.2
Volumen cerebral e inteligencia (revisitado)

Gilles Gignac y Tim Bates (2017) revisaron los resultados y conclusiones de un exhaustivo e influyente metaaná-
lisis sobre la correlación del volumen cerebral con la inteligencia (Pietsching et al., 2015).
Mientras que en ese metaanálisis se llegaba a un valor de 0,24, la revisión elevó el valor a 0,31 (según datos de
adultos sanos), es decir, una correlación semejante a la observada en el estudio pionero de Lee Willerman et al.
(1991) (r = 0,35) (figura 12.5).

1,0

Varones de alto CI
Puntuación típica de tamaño cerebral

0,5

Mujeres de alto CI
0,0

Varones de CI
medio

–0,5
Mujeres de CI
medio

–1,0
–10 –8 –6 –4 –2 0 2 4 6 8
Nivel de la sección de la imagen cerebral

Figura 12.5.—Valores de volumen cerebral de varones y mujeres, con niveles altos y en la media de capacidad intelectual,
según las imágenes obtenidas en el escáner MRI del estudio pionero de Willerman et al. (1991).

Cuando Gignac y Bates distinguieron los estudios según la calidad de las medidas de inteligencia, el resultado fue:
calidad adecuada (r = 0,23), buena calidad (r = 0,32) y excelente calidad (r = 0,39). Se concluye, por tanto, que la
«verdadera» correlación se encuentra alrededor de 0,40.
En el metaanálisis de Pietsching et al. (2015) se combinaron muestras de adultos sanos y con trastornos, lo que
resulta inadecuado. Además, no se corrigió la correlación por la restricción de rango en la variable inteligencia (es
decir, considerando la esperable en una muestra representativa). Finalmente, las medidas de inteligencia también
variaron (breves, grupales, individuales, etc.). Su fiabilidad y validez puede atenuar los efectos observados.
La estimación del nivel intelectual será mala, adecuada, buena o excelente según el número y variedad de test
administrados (1, 1-2, 2-8, +9).
También es relevante el número de factores de grupo, o específicos, que valoran esos test. Son deseables al menos
tres factores. La calidad será mala con un factor, adecuada con 1-2 factores, buena con 2-3 factores y excelente con +3.
Finalmente se considera el tiempo de administración de los test: a mayor tiempo, mejor valoración.
Mientras que en el metaanálisis que revisitaron se consideraron 120 valores de correlación, Gignac y Bates explo-
raron 32 valores (al excluir los estudios con niños y adolescentes, así como con alguna clase de patología) obtenidos
con 1.758 individuos adultos sanos.
Los tres tipos de análisis que se calcularon descartaron la presencia de sesgo de publicación, es decir, la tendencia
a informar exclusivamente de resultados positivos.

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Inteligencia y biología / 331

CUADRO 12.2 (continuación)

Es destacable que ninguna de las medidas de inteligencia se clasificó como mala, nueve se clasificaron como ade-
cuadas, diez buenas y trece excelentes. No obstante, la mejora en la calidad de las medidas aumentó la correlación
con el volumen cerebral, llegando al valor comentado antes de r = 0,40.
En resumen, el metaanálisis revisado confirma el efecto atenuante de la restricción de rango y de la calidad de la
medida de inteligencia. Además, la ausencia de sesgo de publicación permite depositar confianza en los valores de
los que se informa en los artículos publicados.
Considerando que el valor de correlación más habitual en psicología diferencial es de 0,19, la correlación del vo-
lumen cerebral con la inteligencia debe considerarse sustancial (situándose en el percentil 75, aproximadamente).
Según Gignac y Bates, el valor calculado podría aumentar si se dispusiese de una medida de la fiabilidad de las
medidas cerebrales.
Una reveladora conclusión es que es mejor invertir tiempo en aplicar una batería heterogénea de test de inteligen-
cia a un número menor de individuos, que evaluar a más individuos en menos tiempo, para alcanzar el poder esta-
dístico deseable.
La neurociencia de la inteligencia requiere de la colaboración entre disciplinas y la psicometría es necesaria.
Pero, además, se puede y debe ir más allá de esas medidas globales, así como explorar las regiones concretas que
se asocian a las diferencias intelectuales.
Anders M. Fjell et al. (2015) contrastaron una hipótesis sobre las regiones del cerebro que han aumentado en
mayor grado su superficie durante la evolución del sapiens (filogenia) y que también se expanden más durante el
desarrollo ontogenético, durante el ciclo vital.
La hipótesis es que esas regiones son las que más se asocian a las diferencias de capacidad intelectual que separan
actualmente a los miembros de nuestra especie.
Basándose en datos de 1.048 individuos de entre 6 y 89 años de edad, observaron que las diferencias en un test
de razonamiento abstracto correlacionaban con las diferencias de superficie cortical esencialmente en esas regiones
de alta expansión.
Los métodos SBM (surface-based morphometry) permiten valorar la superficie y el grosor cortical. Fjell et al.
consideraron que la superficie era una mejor medida que el grosor, porque el incremento de la primera facilita la
conectividad cerebral y el desarrollo funcional.

Figura 12.6**.—Izquierda: correlaciones de las diferencias individuales en razonamiento abstracto con las diferencias in-
dividuales de superficie cortical. Derecha: correspondencia con regiones de alta expansión durante la evolución (Fjell
et al., 2015).

Las correlaciones de las diferencias de superficie cortical con las diferencias en razonamiento abstracto de los
individuos evaluados se muestran a la izquierda de la figura 12.6. Los valores fueron débiles (por debajo de r = 0,12)
y se distribuyeron por varias regiones del cerebro.

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332 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 12.2 (continuación)

El siguiente paso consistió en comprobar si esas correlaciones eran distintas dependiendo de si las regiones co-
rrespondían a aquellas que habían experimentado una mayor o menor expansión durante el proceso evolucionista
(filogenia). El resultado se presenta a la derecha de la figura 12.6.
Se aprecia que los valores son llamativos para la corteza cingulada anterior y la corteza frontal superior. Es decir,
aunque las diferencias de superficie cortical se relacionan con muchas regiones distribuidas por el cerebro, las que
han experimentado una mayor expansión filogenética, centradas en regiones frontales, son las más relevantes.
El mecanismo que se discute para explicar ese patrón de resultados encaja en la hipótesis radial, relevante para
comprender:

a) Las diferencias que separan a las especies.


b) La expansión del área cortical en el período prenatal.
c) Las diferencias individuales en humanos adultos.

El incremento en el número de células madre neuronales mediante una división simétrica antes del proceso de
neurogénesis, produce un aumento exponencial en las células que producen las columnas corticales radiales y que,
por tanto, expanden el área de la superficie cortical. En contraste, la división asimétrica de células durante la neu-
rogénesis determina el grosor cortical.

Inteligencia fluida Inteligencia cristalizada

BA 46 BA 46

HD HD

Memoria operativa

BA 46 BA 46

HI HD

Figura 12.7**.—Regiones en las que las diferencias individuales en superficie cortical correlacionan con el rendimiento en
inteligencia y en memoria operativa (Colom et al., 2013). BA = área de Brodmann. HI = hemisferio izquierdo, HD = he-
misferio derecho.

El hecho de que las regiones frontales sean particularmente relevantes en el estudio de Fjell et al., es consistente
con los resultados del informe de Colom et al. (2013): las diferencias individuales en razonamiento y en memoria
operativa se asociaron a las diferencias de superficie cortical en la corteza frontal medial (figura 12.7) y las medidas
de grosor cortical no resultaron informativas.
Los resultados de ambos estudios son inconsistentes con la relevancia que el modelo P-FIT le atribuye al lóbulo
parietal.

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Inteligencia y biología / 333

1.2. Modelos factoriales, modelos peso en g—, más elevado es el número de regiones


cognitivos y cerebro del cerebro implicadas.
El resultado es conceptualmente revelador a la
En una investigación pionera se usó VBM luz de la evidencia descrita en los capítulos 10 y 11.
(voxel-based morphometry) para segmentar las imá- Los métodos asociados a los modelos factoriales
genes MRI de un grupo de individuos con edades permiten averiguar cuál es el peso en el factor gene-
comprendidas entre los 18 y los 84 años (Colom, ral (g) de un determinado test de inteligencia. Las
Jung y Haier, 2006). variaciones en esos pesos dependen del grado de co-
El equipo de científicos calculó el volumen re- rrelación promedio de cada uno de los test con los
gional de materia gris y de materia blanca para co- demás. A mayor correlación, mayor peso. Es una
rrelacionar las diferencias individuales observadas consecuencia estadística del análisis de las respues-
en esos índices corticales con las diferencias de ren- tas de los individuos a los test.
dimiento intelectual valoradas por el test de Wechs- Los modelos cognitivos, por su parte, sugieren
ler para adultos (WAIS). La figura 12.8 presenta el que esas variaciones en g —que pueden calcularse
resultado general que se obtuvo. estadísticamente— resultan del número de procesos
En el caso de la materia gris, el 55 % de las re- cognitivos implicados en la resolución del test.
giones que presentaron correlaciones con el rendi- Cuanto mayor es el número de procesos, más alta
miento intelectual se concentraron en el lóbulo fron- será la complejidad cognitiva y más elevado será
tal, el 25 % correspondió a estructuras subcorticales también el peso en g.
y el 20 % restante se ubicó en las regiones occipitales, Imaginemos que la resolución de los test del WAIS
temporales y parietales. exige aplicar diez procesos cognitivos en total. Algu-
En lugar de considerar la puntuación general de nos de esos test reclamarán más procesos que otros.
CI que ofrecía el WAIS, se analizaron los distintos El número necesario para resolver cada uno de ellos
test de esa batería de evaluación para ordenarlos se- se revelaría por su peso en el factor general (g). Desde
gún su peso en el factor general de inteligencia (g). esa perspectiva, el hecho de que el test de «cubos»
Mayores pesos suponen una más elevada compleji- presente un peso en g de 0,9 implicaría que reclama
dad cognitiva, y, por tanto, se supuso que cuanto más el uso de 9 de los 10 procesos, mientras que el hecho
alto fuese el peso del test en ese factor general, mayor de que el test de «símbolos» presente un peso de 0,2
sería el número de regiones que correlacionarían con supondría que exige usar de 2 de los 10 procesos.
las diferencias de rendimiento valoradas por ese test. El ordenamiento observado en la figura 12.9 es
El diagrama de dispersión de la figura 12.9 or- consistente con las evidencias derivadas de los mo-
dena los test del WAIS según su peso en el factor delos factoriales y cognitivos de la inteligencia. Ade-
general (g) y de acuerdo con el número de regiones más, constituye una poderosa demostración de que
que se asocian a las diferencias de rendimiento va- el rendimiento intelectual valorado por los test ape-
loradas por cada uno de esos test. Cuanto más com- la directamente a las propiedades estructurales del
plejo cognitivamente es el test —cuanto mayor es su cerebro.

(A) (B)

Figura 12.8**.—(A) Regiones del cerebro cuyas variaciones en materia gris correlacionan con las diferencias de rendimiento
intelectual. (B) Regiones del cerebro cuyas variaciones en materia blanca correlacionan con las diferencias de rendimiento inte-
lectual (Colom et al., 2006).

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334 / Manual de psicología diferencial

10

Cubos
8
0,90
Vocabulario
Número de regiones cerebrales

Dígitos
6

Información

Figuras incompletas 0,59


Semejanzas

Aritmética
2

Símbolos

0,23
0
0 2 4 6 8 10
Peso en el factor g

Figura 12.9**.—Ordenamiento de los test del WAIS según su menor o mayor peso en el factor g y según el número de regiones
del cerebro cuyas variaciones de volumen de materia gris correlacionan con las diferencias de rendimiento en cada uno de esos
test. Cuanto mayor es el peso en g de un determinado test, mayor es el número de regiones implicadas. El test de cubos es el
que presenta un mayor peso en g, y las diferencias de rendimiento valoradas por ese test se asocian a un número mayor de
regiones cerebrales. Con el test de símbolos sucede lo contrario (Colom et al., 2006).

Como subrayaba E. B. Hunt en 2011, los indi- manconnectomeproject.org/), Stephen Smith et al.
viduos varían por el grado en el que heredan los (2015) estudiaron la relación del conectoma funcio-
mecanismos cerebrales que permiten conducirse en nal (observado según un registro de resonancia fun-
la sociedad. Esos mecanismos producen las capaci- cional en estado de reposo) de más de 450 indivi-
dades intelectuales exigidas para resolver los proble- duos, con una extensa serie de 280 medidas de
mas que se incluyen en los test estandarizados, y son carácter demográfico (edad, sexo, ingresos, nivel edu-
esas mismas capacidades las que se requieren para cativo o uso de sustancias, entre otras), sobre estilo
resolver la multitud de problemas a los que se en- de vida (por ejemplo, violación de las convenciones
frentan los individuos en su vida cotidiana. sociales) y psicométricas (CI, capacidad intelectual
o uso del lenguaje, entre otras).
1.3. Conectoma y el factor general El resultado observado concuerda con la con-
de inteligencia (g) clusión alcanzada en el apartado previo: las regiones
del cerebro humano se coordinan para producir un
Usando una serie de resultados derivados del modo general de funcionamiento positivo. Se apoya,
Human Connectome Project (HCP) (http://www.hu- por tanto, el solapamiento positivo descubierto por

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Inteligencia y biología / 335

Charles Spearman a comienzos del siglo pasado y Seguidamente se aplicaron análisis de correla-
que los psicólogos diferenciales han investigando ción canónica (CCA) para estimar pares de variables
desde entonces. canónicas correspondientes a las medidas cerebrales
En palabras de los autores de ese estudio: «esa de conectividad y a las medidas criterio (demográfi-
covariación poblacional se parece a las descripcio- cas, estilo de vida y psicométricas). El resultado fue
nes del factor general de inteligencia (g), aunque un único y poderoso componente CCA que relacio-
también incluye aspectos del funcionamiento coti- naba ambas medidas. El valor promedio fue extraor-
diano, tales como la educación, los ingresos y la sa- dinariamente alto (r = 0,87).
tisfacción con la vida». La figura 12.10 muestra que los individuos con
En efecto, la vida se puede concebir como un lar- altas puntuaciones en ese componente presentaron
guísimo test de inteligencia, y esa covariación ayuda- valores elevados en las variables criterio de carácter
ría a explicar por qué las medidas estandarizadas de positivo (nivel de vocabulario, inteligencia fluida,
capacidad intelectual (los test) predicen un heterogé- nivel educativo, satisfacción con la vida, memoria
neo y extenso número de fenómenos de interés social. operativa, comprensión lectora, control atencional,
El HCP se dirige a comprender cómo las redes memoria, abandono del hábito de fumar, ingresos,
cerebrales integran información mediante un com- agudeza visual, ausencia de trastornos psiquiátricos
plejo patrón de conexiones neuronales. En la inves- y neurológicos, velocidad mental) y valores peque-
tigación de Smith et al., se consideran 200 regiones ños en las variables criterio de carácter negativo (uso
cerebrales para calcular sus conexiones. Las matri- de sustancias, consumo de tabaco, problemas con el
ces de 200 × 200 construidas para cada individuo se alcohol, problemas de sueño, agresividad, violación
combinaron en una supermatriz que incluía las ma- de las normas, estrés percibido, desórdenes de pen-
trices de cada individuo. samiento).

Positivo
Test de vocabulario
+0,4 Inteligencia fluida (respuestas correctas)
Nivel educativo
Satisfacción con la vida 3
Peso en las medidas de los individuos

Memoria operativa
2
Años transcurridos desde el último cigarrillo
Nivel de ingresos 1

+0,2 Ausencia de historial psiquiátrico o neurológico 0


Test de resistencia física
–0,2 –1 Inteligencia
Problemas de pensamiento fluida (Gf)
Fumador –2
Estrés percibido 4 24
Violación de la ley –3
Peso en los conectomas
Agresividad física
–4
Calidad del sueño
–4 –3 –2 –1 0 1 2 3 4
–0,36 Problemas de adicción a sustancias

Negativo Inteligencia fluida (omisiones)

Figura 12.10**.—Izquierda: dimensión general en la que se organizan las 280 medidas criterio (demográficas, de estilo de vida
y psicométricas), desde el polo negativo al positivo. Se consignan solamente algunos ejemplos de esas variables. Derecha: or-
denación de los individuos según su inteligencia fluida (Gf) con respecto a sus conectomas y las medidas criterio (Smith et al.,
2015).

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336 / Manual de psicología diferencial

En los individuos con puntuaciones bajas el pa- Los resultados de la investigación de Smith et al.
trón fue inverso: valores altos en las variables crite- apoyarían el carácter unitario de g: las diferencias
rio de carácter negativo y valores bajos en las varia- individuales observadas en el factor general de inte-
bles criterio de carácter positivo. ligencia se sustentarían en un mayor nivel de conec-
Además, quienes presentaron altas puntuacio- tividad general entre regiones clave del cerebro hu-
nes en ese componente general, poseían también mano.
una conectividad global más fuerte que los que te- Los individuos que poseen un cerebro mejor
nían bajas puntuaciones. conectado presentarían mayor nivel intelectual,
Las conexiones más relevantes se situaron en la pero también disfrutarían de un elevado número
corteza frontal medial, la corteza parietal, la unión de características socialmente positivas. Las dife-
temporal-parietal, la ínsula anterior y el frontal (oper- rencias de rendimiento en un test estandarizado de
cular). Es decir, conexiones habitualmente asociadas inteligencia predicen muchas de esas característi-
a la red por defecto (default mode network). La cor- cas, sencillamente porque tanto el primero como
teza dorsolateral prefrontal no tuvo un protagonismo las segundas se apoyan en un mecanismo general
destacable. compartido.

CUADRO 12.3
La semejanza en una red de conexiones cerebrales predice el parecido intelectual

Vicente Ponsoda et al. (2017) observaron que una mayor semejanza en una red compuesta por treinta y seis co-
nexiones entre una serie de regiones cerebrales predice un parecido más acusado en una serie de factores intelectua-
les y cognitivos.
A partir de la parcelación del cerebro en más de 80 regiones se estudiaron sus posibles conexiones (más de 3.000)
para averiguar cuáles de ellas permitían pronosticar una mayor semejanza entre los individuos según su rendimien-
to valorado por test de razonamiento abstracto, razonamiento verbal, razonamiento espacial, memoria operativa,
control atencional y velocidad mental. Los análisis estadísticos permitieron identificar treinta y seis conexiones re-
gionales clave representadas en la figura 12.11.

Valoración
Integración
Fase 3
Fase 2

Fase 1
Fase 4 Input
Output

Figura 12.11**.—Regiones y conexiones relevantes para explicar la mayor semejanza psicológica de los individuos estudia-
dos en la investigación de Ponsoda et al. (2017). El vídeo que representa dinámicamente la red identificada puede verse en
la siguiente dirección web: https://www.youtube.com/watch?v=xkQsQG2k3YI.

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Inteligencia y biología / 337

CUADRO 12.3 (continuación)

Las regiones de la red cerebral contribuyen a la captura de la información relevante (fase 1, input), su integración
(fase 2), valoración (fase 3) y preparación de la respuesta (fase 4, output). Por tanto, las regiones destacadas por el
modelo P-FIT se encuentran implicadas en la red identificada en esta investigación.
Mediante una validación cruzada de los resultados observados pudo comprobarse la solidez de las regiones iden-
tificadas: a mayor similitud entre esas conexiones, tanto dentro de cada hemisferio cerebral como entre hemisferios,
mayor semejanza en el rendimiento cognitivo.
El método aplicado para la identificación, Multivariate Distance Matrix Regression Analysis, permitió explorar
simultáneamente las semejanzas biológicas (conectividad entre regiones) y psicológicas (rendimiento en los test cog-
nitivos).
Los individuos evaluados completaron una batería de 18 pruebas psicológicas. También se obtuvieron registros
de resonancia magnética. Las imágenes de sus cerebros se dividieron en 82 regiones para estudiar, seguidamente, sus
niveles de conectividad estructural, establecida a través de los tractos de materia blanca.
El número total de conexiones (3.321) entre esas regiones pudo reducirse a 36 según su relevancia estadística para
explicar las semejanzas psicológicas. Por tanto, una abrumadora mayoría de esas conexiones fueron irrelevantes para
dar cuenta de las semejanzas en los factores cognitivos considerados.
Aun así, esas treinta y seis regiones se encuentran distribuidas por todo el cerebro, conectando zonas distantes,
tanto dentro de cada hemisferio cerebral como entre hemisferios. No hubo ninguna región que fuese necesaria y
suficiente para comprender las similitudes y diferencias de rendimiento cognitivo. Por el contrario, se consideró ne-
cesario comprender la naturaleza de las conexiones entre regiones extensamente distribuidas.

1.4. Correlación de las capacidades En efecto, la semejanza topográfica promedio de


intelectuales y niveles de activación los patrones de activación a través de las tareas se
cerebral correspondió con su correlación conductual (r = 0,83):
«la similitud topográfica del sustrato neuronal que
Christian Habeck et al. (2015) se preguntaron si subyace a dos tareas se relaciona con la similitud del
las tareas cognitivas que correlacionan poseen un rendimiento en esas dos tareas. Esta observación co-
sustrato neurológico común. Es decir, ¿presentan las necta directamente lo que hay de común en el rendi-
capacidades cognitivas una base biológica compar- miento cognitivo con lo que hay de común a nivel
tida? neuronal. Se demuestra que las variables latentes, no
Se analizó el nivel de activación, valorado con observables, pueden manifestarse a nivel neuronal y
f MRI, cuando 106 individuos resolvían seis tareas conductual».
cognitivas que evaluaban dos capacidades: inteligen- Este estudio demuestra que cuando dos capaci-
cia fluida (g f ) y velocidad mental. dades se relacionan conductualmente, es decir, cuan-
Teniendo en cuenta la correlación según el ren- do observamos que las diferencias de rendimiento
dimiento de los individuos al completar las tareas intelectual en una tarea se asocian a las diferencias
que miden esas dos capacidades (correlación con- de rendimiento intelectual en otra tarea, entonces es
ductual), se predijo que existiría una correlación to- altamente probable que la relación pueda explicarse
pográfica entre los mapas de activación al resolver por un solapamiento en los niveles de activación ce-
esas mismas tareas (figura 12.12). rebral evocados por ambas.
La similitud entre las áreas activas al resolver Como suele suceder, la relación no es perfecta a
cada una de las tareas se cuantificó mediante la co- nivel conductual. Existe un determinado nivel de
rrelación espacial de la composición topográfica de especificidad asociado a cada tarea cognitiva, y eso
los patrones de activación promedio en cada una de también se expresa a nivel neuronal: hay un nivel de
las tareas. Las tareas que activaban regiones cere- actividad específico de cada una de las tareas (figu-
brales similares en los distintos individuos debían ra 12.12).
presentar también una mayor correlación a nivel de Esa evidencia constituye una confirmación neu-
conducta (y al revés). robiológica de lo que se sabe desde hace décadas

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338 / Manual de psicología diferencial

Activación positiva
Matriz R Conductual/Topográfica Matriz R Conductual/Topográfica

Fluida Común Velocidad


Tarea

Tarea
Activación negativa

Tarea Tarea

Figura 12.12**.—Izquierda: relaciones entre una serie de medidas psicológicas (representadas por cuadrados) y los correspon-
dientes factores latentes (representados por círculos) que estiman el nivel de inteligencia fluida y la velocidad mental. Las
matrices de la parte inferior representan distintos niveles de semejanza en los patrones de activación cerebral o en la semejan-
za conductual/psicológica. Derecha: patrones de activación cerebral para la inteligencia fluida (rojo) y la velocidad mental
(azul), así como para las regiones que se activan en ambos casos (verde). En la parte superior se representa la activación,
mientras que en la inferior se representa la desactivación. Las regiones frontales, parietales y occipitales se activan en ambos
casos, pero solamente se desactiva el área frontopolar para la inteligencia fluida y la velocidad mental (Habeck et al., 2015).

según los resultados considerados por los modelos contenido cognitivo. Ese hecho no contradice que
factoriales de la inteligencia. cada una de esas tareas posea también sus peculia-
El factor general de inteligencia (g) puede resul- ridades. Pero hay algo compartido por todas ellas y
tar, por tanto, de los niveles de activación comunes es ese algo el que apoya empíricamente y sustancia
a las exigencias impuestas por distintas tareas con biológicamente la relevancia de g.

CUADRO 12.4
NeuroSynth: Resumen automatizado de la investigación en neuroimagen funcional

Tal Yarkoni et al. (2011) publicaron un resumen de evidencias observadas en la investigación psicológica que se
sirve de la neuroimagen funcional ( f MRI). La originalidad de su estudio se basa en que combinan text-mining,
metaanálisis y machine-learning para resumir los datos. Es decir, recogen y analizan los artículos publicados de modo
prácticamente automático. Denominaron a su producto «NeuroSynth», y los numerosos detalles se encuentran en
la siguiente dirección: http://neurosynth.org/.
El material original proviene de 3.489 estudios en los que se consideran 101.000 activaciones evocadas por una
variada serie de procesos cognitivos y estados psicológicos. NeuroSynth produce mapas de activación según proceso/
estado, emparejando regiones de interés según proceso/estado y de acuerdo a una determinada parcelación del ce-
rebro.
Validaron su aproximación automatizada, comparándola con los métodos más convencionales que exigen una
mayor intervención del usuario, observando que apenas existían discrepancias. Por tanto, NeuroSynth es eficiente
para alcanzar el objetivo perseguido, es decir, resumir la enorme cantidad de información disponible derivada de las
numerosas investigaciones en neurociencia cognitiva.
También se puso a prueba la denominada «inferencia inversa» para averiguar qué regiones se activan selectiva-
mente, y no solo consistentemente, al aplicar un determinado proceso cognitivo: «sin distinguir consistencia y selec-
tividad, los datos de neuroimagen pueden llevar a conclusiones equivocadas».
Un ejemplo que se revisa con más detalle es el de la memoria operativa. Usando la aproximación tradicional, las
regiones que se activan de modo consistente se localizan en la corteza dorsolateral prefrontal, la ínsula anterior y la
corteza frontal dorsomedial.

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Inteligencia y biología / 339

CUADRO 12.4 (continuación)

0 0,2

Figura 12.13**. Regiones frontales y parietales implicadas en la memoria operativa según los estudios f MRI (Yarkoni
et al., 2011).

Percepción Lenguaje

Atención Verbal

Codificación Imágenes

Reconocimiento Visual

Recuperación Espacial

Episódica Ejecutivo

Semántica Interferencia

Fonológica Memoria
operativa

Figura 12.14**.—Mapas de probabilidad de 16 estados cognitivos (Yarkoni et al., 2011).

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340 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 12.4 (continuación)

Sin embargo, los mapas de inferencia inversa revelan como relevantes (activadas selectivamente) la corteza pre-
frontal anterior y la corteza parietal posterior, como se muestra en la figura 12.13.
La siguiente cuestión supuso el reto de decodificar el cerebro, es decir, inferir el estado cognitivo del individuo
según su actividad cerebral.
Aplicaron el método a 25 estados psicológicos extensamente investigados (procesamiento semántico, procesos de
codificación, control ejecutivo, lenguaje, procesamiento verbal, procesamiento fonológico, procesamiento visual,
interferencia, memoria operativa, conflicto, procesamiento espacial, atención, imágenes mentales, acción, procesos
sensoriales, percepción, procesamiento auditivo, dolor, recompensa, arousal, emoción, social, memoria episódica,
procesos de recuperación y reconocimiento), y el grado de éxito alcanzó valores de aproximadamente el 60 %.
La figura 12.14 muestra los mapas de probabilidad de 16 estados cognitivos que aparecen con una alta frecuencia
en al menos cien estudios (en el capítulo 8 se expusieron ejemplos de estados emocionales).
Los colores naranja y rojo representan alta probabilidad de presencia, mientras que el color azul representa alta
probabilidad de ausencia.
La ciencia busca procedimientos para ordenar un caos relativo. Las investigaciones que usan neuroimagen fun-
cional para explorar procesos cognitivos y estados mentales se cuentan por miles y la heterogeneidad es evidente.
NeuroSynth usa la fuerza bruta para imponer orden y reducir el escepticismo de algunos científicos.

1.5. Jerarquía de la inteligencia, lesiones agrupaban como cabía esperar. En efecto, se identi-


cerebrales y el modelo P-FIT ficaron tres factores correspondientes a esos tres ti-
pos de inteligencia, y, además, se obtuvo un factor
En 2017 se celebró el décimo aniversario del mo- general (g) de orden superior.
delo P-FIT. En un simposio organizado por la ISIR Las puntuaciones en cada uno de los nueve test,
(International Society for Intelligence Research), en en los tres factores primarios y en el factor general
el que participaron, entre otros, Rex Jung y Richard (g) se correlacionaron con una serie de propiedades
Haier, Matt Euler, del Departamento de Psicología estructurales de la corteza cerebral: volumen, grosor
de la Universidad de Utah, discutió sobre el pasado cortical y área de superficie. Los resultados se orga-
y el futuro de ese modelo según los resultados de la nizaron según el nivel de la jerarquía de la inteligencia
investigación disponible. revelado por los modelos factoriales (figura 12.15).
En general, los estudios estructurales y funcio- Se apreció una visible tendencia en los resulta-
nales apoyan la relevancia de las regiones frontales dos: el número de regiones que se relacionaban con
y parietales, pero se aprecian inconsistencias desta- las diferencias de inteligencia disminuía conforme se
cables. Por ejemplo, los resultados de los primeros y subía en la jerarquía. El número era elevado cuando
de los segundos estudios son dispares, como reveló se consideraba el rendimiento en los test de razona-
el metaanálisis de Basten et al. (2015) descrito ante- miento, en los test verbales y en los test visoespacia-
riormente. les, se reducía a nivel de factores primarios y era
Euler subraya el mensaje derivado de la investi- minúsculo para el factor general (g).
gación de Javier Román et al. (2014) —al igual que A medida que se sube en la jerarquía de la inte-
hicieron Kovacs y Conway (2016) en su modelo POT ligencia, las puntuaciones que se asigna a los indi-
(process overlap theory) descrito en el capítulo 11— viduos eliminan los componentes específicos asocia-
y lo relaciona con los resultados de las investigacio- dos a las diferentes medidas de inteligencia (test).
nes con pacientes publicados por Jan Gläscher et al. Sabemos que cuanto más general es la puntuación,
(2010) o Aron Barbey et al. (2012). mejor se representa el constructo psicológico de in-
Román et al. (2014) evaluaron más de cien indi- terés. Por tanto, solamente las regiones cerebrales
viduos mediante una batería de nueve test que valo- identificadas para el factor g serían relevantes para
raban inteligencia fluida (Gf), cristalizada (Gc) y la inteligencia como concepto psicológico. Una gran
visoespacial (Gv). El rendimiento en los test se so- parte de las regiones identificadas al nivel de test
metió a análisis estadístico para comprobar si se serían específicas de las medidas.

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Inteligencia y biología / 341

Factores de primer orden Test

Inteligencia fluida Test de razonamiento

Factor de segundo orden Inteligencia cristalizada Test verbales


(g)

HD HI
Inteligencia Test
visuoespacial visuoespaciales

Figura 12.15**.—Correlaciones de las diferencias regionales de materia gris con las puntuaciones en una serie de test y facto-
res (de primer y de segundo orden) de la inteligencia. Las regiones que presentan correlación con el rendimiento intelectual
son numerosas a nivel de test (en la parte baja de la jerarquía) y disminuye progresivamente hasta llegar a la parte más alta,
correspondiente al factor general (g). HD = hemisferio derecho, HI = hemisferio izquierdo (Román et al., 2014).

Euler subrayó, correctamente, que ese resultado individuales de inteligencia estarían en último tér-
es consistente con las evidencias acumuladas al es- mino determinadas por la estructura y funciona-
tudiar a grupos numerosos de pacientes con lesiones miento de esa región. Recuérdese que el elemento
locales y crónicas. crucial que define a la inteligencia humana es la in-
Gläscher et al. (2010) consideraron a 241 pacien- tegración de las demás capacidades cognitivas.
tes, valorando su rendimiento intelectual con los test En suma, el rendimiento en los distintos test de
de la batería Wechsler. Calcularon cuáles de las le- inteligencia se asocia a numerosas regiones cerebra-
siones influían sobre el rendimiento en cada uno de les, pero los factores latentes que representan lo que
los test y en el factor general de inteligencia (g). Ade- hay de común a esos test se asocian a un reducido
más de ofrecer mapas detallados sobre las lesiones número de regiones generalmente ubicadas en los
que específicamente influían sobre las diferencias de lóbulos frontales y parietales.
rendimiento en los test —lo que resulta de enorme Esas regiones sustentan los procesos de integra-
utilidad clínica—, se identificó también una región ción y control cognitivo, y, por tanto, se apoya la
cerebral especialmente relevante para el factor laten- conclusión de que la inteligencia constituye una ca-
te que representaba a g más allá de los test conside- pacidad integradora de la mente humana.
rados en la evaluación (figura 12.16). Los modelos factoriales de la inteligencia consi-
La región que se asociaba al factor general (g) deran más de 80 capacidades cognitivas, pero se en-
se situaba en la zona frontopolar, generalmente re- cuentran relacionadas gracias a los procesos de in-
lacionada con los procesos de control e integración tegración que corresponderían a la esencia de la
cognitiva. Por tanto, se concluyó que las diferencias inteligencia.

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342 / Manual de psicología diferencial

Factor general de inteligencia (g)


Especificidad de los test del Wechsler

HD

Figura 12.16**.—Lugares del cerebro en los que las lesiones influyen sobre el rendimiento en los test del Wechsler (especifici-
dad). El círculo resalta la región específicamente asociada al factor general de inteligencia (g) más allá de cada uno de los test
considerados en su identificación. Corresponde a la región frontopolar del área de Brodmann 10 (BA 10). HD = hemisferio
derecho (Gläscher et al., 2010).

1.6. No hay dos cerebros iguales corteza con las diferencias de rendimiento cognitivo.
Los cálculos se hicieron para una serie de test de
El P-FIT admite que el protagonismo de las re- inteligencia y tareas cognitivas que valoraban razo-
giones identificadas en el modelo general pueden namiento fluido, cristalizado y visoespacial, así
cambiar según los individuos. Ese hecho contribui- como memoria operativa, control de la atención y
ría a explicar por qué es habitual que distintos estu- velocidad mental.
dios lleguen a conclusiones diferentes cuando rela- El resultado invariable fue que las relaciones
cionan las diferencias de rendimiento intelectual cerebro-cognición cambiaban sustancialmente en
valoradas con test y las diferencias individuales en los dos grupos de personas. Las variaciones regio-
las propiedades estructurales y funcionales del cere- nales del cerebro que se asociaban a las diferencias
bro. de rendimiento cognitivo diferían según el grupo. La
Kenia Martínez et al. (2015) buscaron una ex- figura 12.18 presenta dos ejemplos de los resultados
plicación a las discrepancias observadas en distintos típicamente observados en la investigación de Mar-
estudios considerando dos grupos de personas cui- tínez et al. (2015).
dadosamente emparejadas en una serie de variables, Los hallazgos del completo análisis de Martínez
incluyendo su rendimiento intelectual. Usaron dis- et al. (2015) concuerdan con las tres leyes de la neu-
tintos métodos para analizar las imágenes obtenidas rociencia de la inteligencia postuladas por R. J.
en el escáner MRI y comprobar que las propiedades Haier (2017):
corticales eran comparables en esos dos grupos de
personas antes de correlacionarlas con el rendimien- 1. Ninguna historia sobre el cerebro es simple.
to intelectual (figura 12.17). 2. Ningún estudio es definitivo.
Una vez demostrado que los valores corticales 3. Son necesarias muchas investigaciones para
eran similares en los dos grupos de individuos com- explicar los resultados inconsistentes y en-
parados —es decir, que tanto los valores medios en contrar evidencias sólidas.
distintas regiones del cerebro como las diferencias
individuales en esas regiones eran equivalentes—, se A una conclusión similar llegaron Sherif Kara-
correlacionaron las diferencias individuales en la ma et al. (2011) después de estudiar la relación de

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Inteligencia y biología / 343

Vacio < 2,0 mm


Distribución del grosor cortical 2,0 - 2,5 mm
2,5 - 3,5 mm
3,5 - 4,5 mm
> 4,5 mm
CIVET BS CPM
A B A B A B

0 - 0,5
0,5 - 1,0
Variabilidad del grosor cortical 1,0 - 1,5
> 1,5

Figura 12.17**.—Distribución y variabilidad del grosor cortical en dos grupos de individuos (A y B) según tres métodos dis-
tintos para analizar las imágenes MRI (CIVET, BranSuite y CPM). Aunque se observan diferencias según el método, el mismo
método produjo resultados idénticos de distribución y variabilidad en ambos grupos de individuos (Martínez et al., 2015).

las diferencias de grosor cortical con el rendimiento prender el rendimiento mostrado por un determina-
intelectual en una muestra de niños y adolescentes do grupo de individuos».
representativa de la población: «existen tantas dife- No hay dos cerebros iguales porque no hay dos
rencias en las regiones del cerebro que distintos in- genomas iguales, y, por tanto, la conducta psicoló-
dividuos pueden usar para completar distintas ta- gicamente relevante no puede escapar a esa realidad.
reas cognitivas, que debe esperarse que ninguna de Las diferencias individuales son la norma, no la ex-
esas áreas destaque por encima de las demás al com- cepción.

RAPM

TR

–0,4 –0,2 0 0,2 0,4

Figura 12.18**.—Izquierda: regiones de la corteza que se asocian a las diferencias de rendimiento en el test de razonamiento
RAPM (Matrices Progresivas de Raven, versión avanzada) y en una tarea experimental de tiempo de reacción (TR) en un gru-
po de individuos. Derecha: regiones de la corteza que se asocian a las diferencias de rendimiento en esas mismas medidas, pero
en otro grupo de individuos. Las correlaciones entre las medidas cerebrales y psicológicas cambian llamativamente según el
grupo, a pesar de que ambos grupos de individuos han sido cuidadosamente equiparados según su rendimiento en las medidas
psicológicas y de que sus medidas cerebrales presentan idéntica distribución y variabilidad (Martínez et al., 2015).

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344 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 12.5
Ondas cerebrales e inteligencia

Al menos desde la década de 1960 los científicos han explorado las relaciones entre la actividad eléctrica del ce-
rebro y la inteligencia (Chalke y Ertl, 1965).
En 1982, Hendrickson y Hendrickson estudiaron a 219 individuos que habían completado la batería Wechsler. Se
registraron, además, sus potenciales evento-relacionados (ERP) para contrastar el modelo sobre el canal ruidoso.
Según ese modelo, el ERP será menos variable y más complejo cuando haya menos fallos sinápticos. Esos ERP más
complejos y menos variables caracterizarían a los individuos con mayor nivel intelectual (CI). La figura 12.19 pre-
senta las ondas registradas en individuos con CI alto, medio y bajo.

E3
E4
E1

E2
CI alto

E3
E2 E4
E1
CI medio

E3
E2
E4
E1
CI bajo

0 125 250 375 500 625


Milisegundos

Figura 12.19.—Ondas ERP de individuos de CI bajo, medio y alto (Hendrickson y Hendrickson, 1982).

A menor CI, mayor variabilidad y menor complejidad del ERP (la distancia entre E1 y E4 es mucho mayor cuan-
to menor es el CI).
Hans Eysenck (1984) propuso un modelo para explicar la relación del nivel intelectual con los errores de trans-
misión neuronal. Según ese modelo, el mensaje se transmite reiteradamente hasta ser codificado, y, por tanto, una
baja fiabilidad en la transmisión —un mayor número de errores— exigirá más repeticiones hasta ser codificado con
éxito. Cuantas más repeticiones sean necesarias, mayor será el tiempo de reacción (TR), pero también se consumirán
más recursos metabólicos y se fatigarán en mayor grado las fibras nerviosas.
Aun así, por verosímil que resulte ese modelo, la revisión de Paul Barrett y Hans Eysenck (1994) sobre las inves-
tigaciones alrededor de las relaciones de los ERP con el CI condujo a conclusiones pesimistas. Las irregularidades
eran frecuentes, y, por tanto, resultaba inviable obtener una conclusión sólida.

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Inteligencia y biología / 345

CUADRO 12.5 (continuación)

Pero los registros EEG se han seguido utilizando en la investigación. Los científicos se resisten a admitir que el
comportamiento de las neuronas carezca de relación con la inteligencia.
En una investigación anunciada en el capítulo 8, Anna-Lena Schubert et al. (2017) observaron que los individuos
más inteligentes presentaban mayor velocidad mental.
En concreto, transmitían de un modo más eficiente la información desde las regiones frontales (procesos de con-
trol) a las temporales-parietales (almacenamiento temporal).
Su estudio se centró en los ERP porque permiten valorar la velocidad mental a nivel neurofisiológico. Los com-
ponentes tempranos del ERP expresan procesos de codificación, mientras que los componentes tardíos corresponden
a procesos cognitivos de alto nivel.
La inconsistencia en los resultados encontrados en distintos estudios se atribuye a la inestabilidad de las señales
electrofisiológicas. Por tanto, es necesario aislar una medida que sea tan fiable como las medidas de la inteligencia.
Eso es precisamente lo que lograron Schubert et al. considerando las señales independientes de los factores situacio-
nales que amenazaban el registro de los ERP.
La pregunta no es cuáles son los procesos neurocognitivos que subyacen a la asociación de la inteligencia con la
velocidad mental (mielinización, velocidad de las oscilaciones neuronales, integridad de la materia blanca, ratio señal-
ruido al acumular la evidencia necesaria para responder, control ejecutivo, sistema colinérgico u organización de la
materia blanca en determinadas regiones del cerebro), sino en cuáles de las fases necesarias para procesar la infor-
mación se distinguen los individuos más y menos inteligentes.
Eso exige descomponer el flujo de procesamiento en componentes funcionalmente distinguibles, algo que puede
lograrse identificando los componentes del ERP que expresan un procesamiento temprano —inmediatamente después
de presentar el estímulo— y los que representan las fases más tardías del procesamiento de alto nivel.
Se consideraron 122 personas que completaron las siguientes tareas y test: tiempo de reacción simple y de elección
(S-RT y C-RT), búsqueda en la memoria a corto plazo (S. Sternberg), emparejamiento de letras (M. Posner), Test
de Matrices Progresivas de Raven (RAPM) y BIS (Batería de Inteligencia de Berlín).
Los registros EEG se obtuvieron al resolver las tres tareas experimentales (S-RT y C-RT, Sternberg y Posner)
(figura 12.20).
Una vez registrados los datos psicológicos (RAPM y BIS) y psicofisiológicos, se calcularon una serie de análisis
para relacionar los factores latentes en los que se resumían las distintas medidas.
Los siguientes son los componentes ERP para cada una de las tres tareas experimentales: P100, N100, P200, N200
y P300. Para estimar la estabilidad de los componentes ERP se aplicaron las tareas experimentales en dos ocasiones
separadas por 8 meses.
Se contrastaron dos modelos, el de un factor general y el de factores específicos (para los componentes tempranos
y tardíos). El modelo de dos factores resultó más adecuado, y, por tanto, se tuvieron que distinguir los componentes
tempranos y tardíos. Además, los primeros presentaron mayor influencia situacional que los segundos.
Al relacionar esos componentes tempranos y tardíos del ERP con el factor general de inteligencia (g) se obtuvie-
ron correlaciones de +0,33 y −0,89, respectivamente. Es decir, los individuos más inteligentes presentaron P100 y
N100 más lentos, así como P200, N200 y P300 más veloces. Según ese modelo, la latencia de los componentes ERP
explican el 90 % de las diferencias individuales en el factor g.
Es importante subrayar que los individuos más inteligentes no presentaron una ventaja general, sino específica.
Más en concreto, el peso de la correlación recayó en el P300.
Según Schubert et al., existen diferencias individuales en la rapidez con la que se transmite la información desde
el lóbulo frontal (procesos de control) hasta los lóbulos temporales-parietales (almacenamiento temporal), inhibien-
do la probable interferencia de la información irrelevante.
Se recurre al modelo P-FIT —que subraya la relevancia de los lóbulos frontales y parietales para la inteligencia—
y se plantea que si la velocidad mental valorada por los ERP presenta una correlación tan elevada con la inteligen-
cia, entonces no puede convivir pacíficamente con la alta correlación observada entre esta última y la memoria
operativa. Es necesario que interactúen de alguna manera. Probablemente, una mayor velocidad facilita la manipu-
lación eficiente de la información en la memoria operativa.
La velocidad valorada por los ERP y por las tareas cronométricas de TR no es exactamente equivalente. Cabe la
posibilidad de que la velocidad asociada a los componentes tardíos de los ERP influya tanto en la memoria opera-

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346 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 12.5 (continuación)

S-TR/C-TR Sternberg Posner


–5 –5 –5

–3 –3 –3
Frontal-central

–200 –1 200 600 1.000 –200 –1 200 600 1.000 –200 –1 200 600 1.000

1 1 1

3 3 3

5 5 5

–5 –5 –5

–3 –3 –3

–200 –1 –200 –1 –200 –1


Parietal

200 600 1.000 200 600 1.000 200 600 1.000

1 1 1

3 3 3

5 5 5

–5 –5 Occipital –5 Occipital

–3 –3 –3
Occipital

–200 –1 200 600 1.000 –200 –1 200 600 1.000 –200 –1 200 600 1.000

1 1 1

3 3 3

5 5 5

Alto CI Bajo CI

Figura 12.20.—ERP promedio valorados por electrodos ubicados en el lóbulo frontal-central, parietal y occipital según el
nivel intelectual de los individuos (alto y bajo CI) y según la tarea experimental (Schubert et al., 2017).

tiva como en la inteligencia, al aumentar la eficiencia de la atención selectiva y la actualización (updating) de los
contenidos de la memoria.
Se va un paso más allá al relacionar los resultados observados en este estudio con el modelo POT (process overlap
theory) de Kovacs y Conway (2016): los procesos ejecutivos de carácter general serían un cuello de botella que res-
tringiría el rendimiento en una variedad de tareas. Los componentes tardíos de los ERP corresponderían a esos
procesos ejecutivos.
En suma, los individuos más y menos inteligentes no presentarían diferencias generales a nivel neurofisiológico,
sino que las diferencias relevantes se concentrarían en el procesamiento de alto nivel expresado por los componentes
tardíos de los ERP, y, más en concreto, por el P300.
Pero se puede ir más allá de los ERP promedio y considerar la relación entre distintos tipos de ondas cerebrales.
Adam Chuderski y Krzysztof Andrelczyk (2015) estudiaron la relación de las oscilaciones neuronales con la ca-
pacidad de razonar. En concreto, exploraron el efecto de la proporción entre las ondas theta y gamma sobre el ren-
dimiento en un test de razonamiento abstracto (fluido).
Usaron simulaciones y datos de individuos reales para averiguar si la sincronización theta/gamma puede ayudar
a comprender el sustrato biológico de las diferencias de razonamiento. Las variaciones de sincronización podrían

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Inteligencia y biología / 347

CUADRO 12.5 (continuación)

explicar por qué algunos individuos pueden conservar representaciones más fiables de la información necesaria para
aplicar los procesos de razonamiento. Esa perspectiva concuerda con la relevancia de la capacidad de la memoria a
corto plazo para explicar la elevada correlación de la memoria operativa con la capacidad intelectual.
Las oscilaciones neuronales estarían detrás de las conexiones entre ítems de información (binding features) que
deben considerarse tanto en las tareas de memoria operativa como al razonar. Las oscilaciones gamma, que varían
en frecuencia, se usarían para codificar distintos tipos de información, y la amplitud (power) de la banda gamma
se relacionaría con el número de ítems conectados. La banda theta organizaría e integraría redes distantes, modu-
lando bandas gamma para representar la secuencia de eventos.
Un modelo adecuado debe explicar las diferencias individuales en la capacidad de la memoria operativa (entre 1
o 2 ítems y 6 o 7 ítems). Las simulaciones apoyan la idea de que a medida que aumenta la complejidad de la tarea
(el número de ítems a recordar) la proporción theta/gama sube de 2,1 a 5,7. Por encima de ese valor las oscilaciones
son muy inestables (figura 12.21).

Ítems mantenidos 2 3 4 5
Theta/gamma 2,1 3,2 4,2 5,7
Ciclo gamma
Ciclo theta
1,0
Activación

0,2
Tiempo

Figura 12.21.—Patrón de oscilaciones (cambios de activación a lo largo del tiempo) en el modelo al añadir consecutiva-
mente de uno a cinco conexiones (bindings) en la memoria operativa. Las barras verticales muestran el ciclo theta prome-
dio (el tiempo entre dos picos consecutivos de la misma conexión) y las longitudes del ciclo gamma (el tiempo entre dos
picos consecutivos de diferentes conexiones), respectivamente.

Al razonar es necesario conectar relaciones entre objetos. Las conexiones, y no los ítems, incluyen importante
información para llegar a una solución en una tarea mental compleja. Pero también permiten conservar en un esta-
do activo la información relevante: «El modelo propone que existe un balance en la memoria operativa entre la es-
tabilidad de las conexiones (a mayor inhibición, mejor estabilidad) y el número de conexiones (a mayor inhibición,
menos número). El valor óptimo de inhibición, es decir, el que permite mantener un número estable de conexiones,
es responsable de la capacidad máxima del sistema. No obstante, mantener la inhibición en niveles ideales es difícil
para algunos cerebros».
Una mejor capacidad de razonamiento podría relacionarse con el número de picos oscilatorios (ciclos gamma) en
una fase de procesamiento (por ejemplo, durante la activación de las conexiones relevantes, ciclo theta). La propor-
ción theta/gamma permitiría evaluar esas diferencias de capacidad: un mejor razonamiento vendría facilitado por
un número mayor de picos gamma en un ciclo theta.
Las oscilaciones se sincronizan para conectar objetos según su papel en una determinada relación. Los procesos
de inhibición permiten separar conexiones sucesivas. Los límites de capacidad de la memoria operativa son una
propiedad intrínseca de los sistemas oscilatorios. No se puede escapar al dilema de ponderar la estabilidad y el nú-
mero de conexiones. Algunos cerebros resuelven mejor que otros ese dilema.

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348 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 12.5 (continuación)

La capacidad para mantener la información relevante en un estado activo y los procesos de inhibición son facto-
res relacionados. La fuerza de la inhibición determinaría la capacidad, pero es el número de conexiones la variable
que sustentaría la capacidad de razonar: «lo que se necesita para razonar adecuadamente es una gran capacidad, no
inhibición en sí». De ahí que la memoria a corto plazo sea un factor clave.
Finalmente, Chuderski y Andrelczyk (2015) se preguntan en qué regiones del cerebro serán particularmente rele-
vantes las oscilaciones que subyacen a la memoria operativa y a los procesos de razonamiento. Se decantan por
regiones de los lóbulos parietales y frontales. En concreto, la corteza dorso-lateral, ventro-lateral y rostro-lateral
prefrontal, así como el lóbulo parietal inferior.
Es difícil escapar del modelo P-FIT.

2. INTELIGENCIA, GENES Y EXPERIENCIA: servar un incremento de la influencia ambiental im-


¿CUÁL ES LA PREGUNTA? plica que las condiciones sociales producen las dife-
rencias individuales. Por el contrario, un incremento
Las diferencias de inteligencia pueden ser cau- de la heredabilidad expresa avances en la promoción
sadas por la distancia sociocultural que separa a los de sociedades en las que abunda la igualdad de
individuos. oportunidades (Humphreys, 1991).
Un niño sin la educación adecuada difícilmente La pregunta por el origen genético y no genético
desarrollará las habilidades valoradas en su cultura. de las diferencias de inteligencia que separan a las
Si los padres no se ocupan de que su hijo tenga unas personas despierta una enorme curiosidad. A menu-
mínimas experiencias socioculturales, puede suceder do se supone que si esas diferencias poseen un origen
que sus capacidades no se desarrollen normalmente. genético, entonces deberíamos tirar la toalla. En cam-
Los ambientes gravemente deprivados impactarán bio, si los factores no genéticos son los responsables,
negativamente en el desarrollo intelectual, pero un entonces el destino está en nuestras manos.
ambiente enriquecido no estimulará necesariamente Ninguna de esas dos visiones encaja con los da-
la inteligencia (Bronfenbrenner y Ceci, 1994). tos acumulados durante décadas.
Se sabe que la inteligencia está influida por la La fenilcetonuria proviene de un defecto genéti-
herencia, pero se desconoce cuáles son las variables co que produce una grave discapacidad intelectual,
socioculturales que, en concreto, impactan de un pero una dieta adaptada corrige por completo el
modo positivo y duradero sobre la inteligencia, aun- destino genético. La picadura del mosquito del Zika
que sea indudable que poseen una influencia (Hunt, en una embarazada producirá graves deformaciones
2011; Neisser et al., 1996). en el feto y determinará absolutamente el futuro del
Los genomas necesitan un ambiente para con- individuo.
vertirse en fenotipos, pero ¿cuáles son las caracterís- Ni la genética es destino, ni el ambiente es vo-
ticas positivas o negativas para el adecuado desarro- luntad.
llo de distintos genomas? La ciencia se pregunta. Cerrarse a las respuestas
La vegetación florece en los desiertos, y el exce- inesperadas es contrario al avance del conocimiento
sivo esmero al cuidar una flor puede ahogar su be- y reniega de esa tendencia que ha promovido el pro-
lleza. greso de la civilización humana.
El valor de heredabilidad de la inteligencia ex- No hay dos genomas iguales y eso produce una
presa el impacto de programas socioculturales como diferencia desde la línea de salida en el camino por
la educación. La reducción de ese valor debería aler- el que se transita durante la vida. Al mirar atrás y
tar sobre la disminución de la eficacia de los meca- vislumbrar los miles de kilómetros recorridos se
nismos sociales que atenúan las diferencias que se- comprobará la sabiduría contenida en el relato de
paran a los ciudadanos. Franz Kafka (Ante la Ley), en el que un hombre
Los ambientes que habitamos son distintos, y, espera toda su vida a cruzar el umbral de una puer-
por tanto, contribuyen a producir diferencias. Ob- ta custodiada por un guardián:

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Inteligencia y biología / 349

«Todos se esfuerzan por llegar a la ley —dice el se parecen más que los gemelos fraternos criados
hombre—. ¿Cómo es posible que durante tantos años juntos. Los hermanos biológicos se parecen en igual
nadie más que yo pretendiera entrar? El guardián medida hayan crecido o no en el mismo hogar desde
comprende que el hombre está al borde de la muerte, el momento de su nacimiento.
así que le dice: nadie podría pretenderlo, porque esta La figura 12.22 presenta un resumen de resulta-
entrada era solamente para ti.» dos acumulados durante décadas al comparar per-
sonas: a) con distinto grado de parentesco, b) que
han crecido en el mismo hogar o en hogares distin-
2.1. La inteligencia es heredable tos, y c) de más o menos edad:

La inteligencia es heredable porque existe una — Los gemelos idénticos criados juntos presen-
contribución de las diferencias genéticas a las dife- tan una semejanza intelectual de 0,86 sobre
rencias de rendimiento intelectual valoradas, por un máximo posible de 1. Son muy parecidos,
ejemplo, mediante test estandarizados. pero no idénticos. Cuando se han criado por
Los gemelos idénticos se parecen más en su in- separado, la semejanza intelectual es de 0,75.
teligencia que los gemelos fraternos, y estos se pare- La diferencia entre ambos valores expresa el
cen más que las personas sin ningún parentesco ge- probable efecto de compartir el ambiente de
nético. Los gemelos idénticos criados por separado crianza o familiar (0,11).

1 1
Gemelos idénticos Hermanos adoptivos criados juntos
0,9 0,86 0,9
0,8 0,75 0,8
0,7 0,7
0,6 0,6
0,5 0,5
0,4 0,4
0,3 0,3 0,25
0,2 0,2
0,1 0,1
0,01
0 0
Criados juntos Criados por separado Niños Adultos

1
Hermanos biológicos
0,9
0,8
0,7
0,6
0,5 0,49 0,47
0,4
0,3 0,24
0,2
0,1
0
Criados Criados por Criados por
juntos separado (niños) separado (adultos)

Figura 12.22.—Resumen de evidencias sobre el nivel de semejanza en inteligencia según grado de parentesco, condiciones de
crianza y edad (Jensen, 1998).

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350 / Manual de psicología diferencial

— Los hermanos biológicos criados juntos pre- tivariado al diseño de gemelos para explorar la co-
sentan una semejanza intelectual de 0,49 so- varianza genética y no genética de una serie de me-
bre un máximo posible de 0,5. didas cognitivas.
— Los hermanos biológicos criados por separa- Se comparó cuatro modelos (primer orden, je-
do presentan una semejanza intelectual de rárquico, factorial simple y factores correlaciona-
0,24 cuando son niños, pero ese valor ascien- dos) y, seguidamente, se contrastó si un fenotipo que
de a 0,47 cuando son adultos. Por tanto, aun- representaba al factor común (g) explicaba los datos
que no hayan tenido ningún contacto, los observados (B), o si la covarianza se explicaba mejor
hermanos biológicos se parecen intelectual- a través de un modelo de independencia (C) (figura
mente en igual medida que los que han con- 12.23).
vivido desde el momento de su nacimiento. Se consideraron 346 pares de gemelos idénticos
— Al comparar hermanos adoptivos —entre y 265 pares de gemelos fraternos con una media de
los que no existe parentesco genético— se edad de 55 años. Se midió la capacidad verbal (a
observa una semejanza intelectual de 0,25 través de dos test), la memoria operativa (mediante
cuando son niños, pero ese valor desciende tres test), el razonamiento visoespacial (con tres test)
a 0 cuando son adultos. Es decir, se produce y la velocidad de procesamiento (a partir de dos
el patrón inverso al observado cuando se test).
comparan hermanos biológicos que nunca Los resultados descriptivos señalaron que el am-
tuvieron contacto. biente compartido (o familiar) poseía un efecto nulo
sobre las diferencias de rendimiento observadas en
La evidencia descrita es elocuente. Los factores los test.
genéticos son relevantes, contribuyen a explicar la Al comparar los distintos modelos (primer or-
mayor o menor semejanza intelectual. En las perso- den, jerárquico, factorial simple y factores correla-
nas sin parentesco esa semejanza es nula (indepen- cionados) se observó que el jerárquico es el que me-
dientemente de que hayan convivido durante años jor representa a los datos. Por tanto, el siguiente
en períodos críticos de sus vidas), en hermanos bio- paso consistió en valorar si el modelo que incluía un
lógicos es 0,5 (hayan convivido o no lo hayan hecho factor común (g) era el que (también) se ajustaba
durante años en períodos críticos de sus vidas) y en mejor a los datos.
gemelos idénticos es 0,86 (o de 0,75 si nunca tuvie- Las estimaciones señalaron que g explica la ma-
ron contacto). yor parte de la influencia genética observada sobre
Esos valores se ajustan razonablemente a los es- las capacidades más específicas. Sin embargo, mien-
perables por motivos puramente genéticos. tras que la especificidad para la velocidad de proce-
El equipo de William Kremen, de la UCSD, es- samiento fue 0, para la memoria operativa fue del
tudió gemelos para averiguar si el factor general de 36 %. Apenas se observó algo interesante para las
inteligencia (g) era un concepto (genéticamente) vá- medidas específicas (los diez test).
lido (Panizzon et al., 2014). Los autores concluyeron que «g es esencialmen-
Sus resultados permitieron concluir que la inte- te un fenómeno genético». El factor latente de orden
ligencia posee una estructura jerárquica en la que se superior que captura la varianza común al rendi-
identifica un factor general de orden superior (g), miento intelectual valorado por los test estandari-
así como una serie de capacidades más específicas. zados (g) se puede explicar sin recurrir a los compo-
El factor g presenta una alta heredabilidad (86 %) y nentes no genéticos de la varianza. Por tanto, el
explica la mayor parte de los efectos genéticos que ambiente compartido (o familiar) y el ambiente es-
influyen sobre las capacidades cognitivas específicas. pecífico (o experiencia personal) juegan un escaso
Se partió del hecho de que los diseños que no papel al comprender por qué se observan diferencias
son genéticamente informativos, es decir, que se cen- de rendimiento intelectual.
tran únicamente en la medida de fenotipos, impiden Los análisis de la influencia genética y no gené-
averiguar si g es un factor latente válido (un concep- tica sobre la inteligencia humana —y sobre otros
to valioso) o es un simple producto de los análisis factores asociados— son realmente sofisticados y
estadísticos. Usaron una aplicación del análisis mul- producen conocimientos sólidos y replicables, como

© Ediciones Pirámide
Inteligencia y biología / 351

A. Modelo fenotípico

Variable 1 Variable 2 Variable 3 Variable 4

B. Modelo común C. Modelo independiente

A E A E

Variable 1 Variable 2 Variable 3 Variable 4 Variable 1 Variable 2 Variable 3 Variable 4

As1 Es1 As2 Es2 As3 Es3 As4 Es4 As1 Es1 As2 Es2 As3 Es3 As4 Es4

Figura 12.23.—Modelo fenotípico supuesto (A) y modelos genéticamente informativos (B y C). A = influencias genéticas,
E = influencias ambientales no compartidas. Las influencias ambientales compartidas (C) no se representan porque su rele-
vancia es nula. Los parámetros con subíndice representan influencias genéticas y ambientales específicas (Panizzon et al., 2014).

tuvimos oportunidad de demostrar en el capítulo 8. dimiento escolar fue de 83, pero se resumieron en
Uno de los factores relacionados más estrechamen- nueve puntuaciones globales:
te con la inteligencia es el rendimiento académico.
El equipo de Robert Plomin, del Instituto de Psi- 1. Capacidad intelectual (medida con el test
quiatría de la Universidad de Londres, observó que de Raven, que evalúa razonamiento abs-
las diferencias que separan a los alumnos de 16 años tracto, y el Mill-Hill, que evalúa el nivel de
de edad, según su nivel de desempeño escolar (por vocabulario).
qué algunos superan materias sin problemas mientras 2. Autoeficacia educativa (autoconcepto aca-
que otros suspenden), están influidas por una serie démico, intereses y actitudes hacia las ma-
de variables vinculadas a las diferencias genéticas que terias escolares).
les separan (Krapohl et al., 2014). 3. Personalidad (extraversión, cordialidad, res-
Los factores que influyen en el rendimiento ponsabilidad, estabilidad emocional, apertu-
académico se encuentran vinculados a las diferen- ra de miras, optimismo, grit o perseverancia).
cias genéticas. La concordancia en rendimiento 4. Bienestar (satisfacción con la vida, felicidad
académico calculada para los gemelos idénticos y esperanza).
(N = 2.115) fue del 85 %, mientras que para los ge- 5. Problemas de conducta señalados por los
melos fraternos (N = 3.794) fue del 54 %. Por tanto, padres (hiperactividad, impulsividad y labi-
la heredabilidad del rendimiento académico sería lidad emocional).
del 62 %. 6. Problemas de conducta señalados por los
Ese rendimiento académico se valoró con una chavales (relaciones problemáticas con los
prueba estándar de lengua, ciencias y matemáticas. demás niños, conducta antisocial y depre-
El número de variables usado para predecir el ren- sión).

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352 / Manual de psicología diferencial

7. Salud (índice de masa corporal, madurez y rasgos psicológicos se asocian al logro escolar en
problemas de sueño). gran medida por causas genéticas; (es decir) la gené-
8. Ambiente escolar (implicación con la escue- tica explica por qué los rasgos del niño predicen el
la, actitudes hacia la escuela y ambiente de logro escolar: personalidad (92 %), problemas de
la clase). conducta (85 %), inteligencia (75 %), autoeficacia
9. Ambiente familiar (caos, supervisión y apo- (64 %) y bienestar (53 %)».
yo). La conclusión es que a esa serie de factores que
se suponían ajenos a la genética (como la persona-
Basándose en la evidencia derivada de la aplica- lidad, la autoeficacia o los problemas de conducta)
ción de los modelos multivariados usuales en gené- les pasa lo mismo que a la capacidad intelectual. Es
tica cuantitativa, se concluyó que los predictores del decir, no escapan a la influencia de las diferencias
rendimiento académico están influidos por las varia- genéticas que separan a los estudiantes.
ciones genéticas (figura 12.24): «Se suele asumir que La investigación de Krapohl et al. (2014) consi-
el esfuerzo está más influido por el ambiente que la dera más de 13.000 gemelos, pero una gran parte de
capacidad, y que, por tanto, las diferencias que se- los datos se recogen mediante entrevistas telefónicas.
paran a los niños en sus logros escolares poseen una Al inspeccionar los resultados directos en los que se
naturaleza ambiental. La capacidad intelectual es la correlacionan las variables, se observa que, por ejem-
que más contribuye al componente genético del ren- plo, el logro escolar correlaciona 0,58 con la capaci-
dimiento académico (51 %), seguida por la autoefi- dad intelectual, 0,49 con la autoeficacia, 0,28 con la
cacia (37 %), el ambiente escolar (20 %), la persona- personalidad y 0,23 con los problemas de conducta.
lidad (21 %), el bienestar (8 %) y los problemas de Pero, a su vez, la inteligencia correlaciona 0,35 con
conducta (21 y 16 %). La salud y el ambiente familiar la autoeficacia y 0,26 con los problemas de conducta.
no contribuyen». La autoeficacia correlaciona 0,36 con los problemas
El análisis multivariado reveló que los nueve pre- de conducta. El bienestar correlaciona 0,54 con el
dictores logran explicar el 75 % de la heredabilidad ambiente escolar y 0,61 con el ambiente familiar.
del rendimiento académico: «Estos resultados ponen El panorama es, por tanto, complejo. La corre-
patas arriba algunos supuestos fundamentales sobre lación entre las variables predictoras dificulta alcan-
la educación. La influencia genética es mayor en el zar una clara interpretación. De hecho, uno de los
logro escolar que en la inteligencia, y, además, otros resultados más sorprendentes es la «escasa» correla-

Rendimiento Autoeficacia Ambiente Bienestar Problemas


académico familiar de conducta (niños)
1,00
0,90
0,80
0,70
0,60 E
0,50 C
0,40 A
0,30
0,20
0,10
0,00
Inteligencia Ambiente Personalidad Problemas Salud
escolar de conducta (padres)

Figura 12.24.—Resultados de la contribución genética (A), del ambiente compartido (C) y del ambiente específico (E) a las
diferencias individuales en diez variables relacionadas con el desempeño escolar (Krapohl et al., 2014).

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Inteligencia y biología / 353

ción (latente) de la capacidad intelectual con el logro lar». La consecuencia lógica es que deben existir
académico en esta muestra británica de gemelos. factores propios del estudiante que contribuyan a
En el capítulo 10 se expusieron los resultados de explicar esas diferencias educativas.
un estudio longitudinal con más de 70.000 niños in- La investigación se construyó sobre más de se-
gleses. Se midió su inteligencia a los 11 años de edad senta estudios (publicados entre 1991 y 2014) que
mediante un test estándar, así como su rendimiento incluían más de cinco mil gemelos idénticos y más
académico cuando llegaron a los 16 años de edad. de 7.000 gemelos fraternos del Norte de Europa,
La correlación calculada entre el nivel intelectual y Reino Unido, Estados Unidos, Australia y China.
el logro académico fue de 0,81 (Deary et al., 2007). La estimación general de la heredabilidad varió
Además, el estudio de Krapohl et al. (2014) con- según la materia escolar: deletreo, 44 %; lectura,
sidera lo que sucede a los 16 años de edad, pero se 73 %; comprensión lectora, 49 %; lengua, 64 %; ma-
puede imaginar que algunas de las variables que temáticas, 57 %. La heredabilidad del logro o desem-
contribuyen a la predicción fluctúan en su relevancia peño educativo en general fue del 66 % (figura 12.25).
durante el recorrido educativo. Mientras que la ca- Esta investigación ofrece un interesante ejemplo
pacidad intelectual es un rasgo muy estable (Deary de cómo esas estimaciones no deben considerarse ab-
et al., 2000), factores como la autoeficacia o la per- solutas. Se observaron sustanciales diferencias según
sonalidad son más volátiles (Harris et al., 2016). el país, de modo que en Holanda la heredabilidad fue
Es un hecho que algunos estudiantes obtienen bastante mayor que en Estados Unidos o Reino Uni-
mayor provecho de la educación. Algunos aprenden do (por ejemplo). Además, existieron grandes varia-
rápido, otros despacio. Algunos aprenden fácilmen- ciones de estudio a estudio: deletreo, rango desde 0,33
te, otros a duras penas. Los científicos se han pre- a 0,84; lectura, rango desde 0,10 a 0,94; comprensión
guntado por qué. lectora, rango desde 0,32 a 0,87; lengua, rango desde
0,21 a 0,81; matemáticas, rango desde 0,04 a 0,75;
— ¿Se debe a que algunos llegan al colegio con logro educativo en general, rango desde 0,27 a 0,57.
ventajas adquiridas en casa? ¿Qué sucede con el ambiente compartido?
— ¿Se debe a que algunos padres se implican Las estimaciones fueron: deletreo, 23 %; lectura,
más en la dinámica de los colegios a los que 10 %; comprensión lectora, 13 %; lengua, 15 %; ma-
asisten sus retoños? temáticas, 10 %; logro educativo en general, 12 %.
— ¿Se debe a que los profesores dedican más Se concluyó que «Tanto las estimaciones de la
recursos a algunos alumnos? heredabilidad como las de los factores ambientales
— ¿Se debe al tiempo y esfuerzo que invierten varían considerablemente de estudio a estudio. Pro-
los estudiantes al preparar el material sobre bablemente las razones de esas discrepancias se de-
el que se les preguntará en clase? ban a las diferencias en el tamaño de las muestras,
el país, la edad de los individuos y las diferencias
Hallar respuestas exige delimitar los factores entre las medidas de rendimiento académico; (aun
personales y sociales que contribuyen a explicar las así) los resultados sugieren que el logro académico
diferencias educativas. Entre los personales se en- es altamente heredable y que el ambiente comparti-
cuentran, por ejemplo, los factores genéticos, mien- do posee una influencia leve. La alta heredabilidad
tras que entre los sociales destacan, por ejemplo, las implica que se deben subrayar las diferencias indi-
diferencias de nivel socioeconómico que separan a viduales innatas que separan a los niños».
las familias de los chavales. Se va más allá al proponer que los niños con
El grupo de la investigadora holandesa Dorret desventaja genética tendrán que batallar en el cole-
Boomsma publicó un metaanálisis sobre la relevan- gio para competir con los niños aventajados genéti-
cia de las diferencias genéticas en el rendimiento es- camente. Los profesores no deberían ignorar ese
colar, centrándose en educación primaria (entre los hecho, sino actuar proactivamente para adaptarse a
seis y los trece años de edad) (Zeeuw et al., 2015). las características de sus alumnos. Se aboga, por
Se parte del hecho de que «niños con un back- tanto, por una personalización de la enseñanza.
ground similar que asisten a la misma escuela pre- En sociedades más igualitarias existe mayor
sentan grandes diferencias en su rendimiento esco- margen para que las diferencias genéticas aumenten

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354 / Manual de psicología diferencial

Lectura Matemáticas Deletreo


100

80

60 A
C
40 E

20

0
Comprensión Lengua Rendimiento
lectora académico

Figura 12.25.—Estimaciones de la contribución genética (A), del ambiente compartido (C) y del ambiente específico (E) al
rendimiento académico general y a distintas materias escolares (Zeeuw et al., 2015).

su relevancia. Los autores sugieren que eso explica su artículo de «Psychological Review», ganador del
la diferencia en las estimaciones de heredabilidad en premio George A. Miller de la Asociación Ameri-
Holanda y en Estados Unidos. cana de Psicología (Harris, 1995). Steven Pinker es-
Se subraya así un hecho inescapable que se olvi- cribió sobre esa obra: «tengo el convencimiento de
da con frecuencia: cuanto más semejantes sean las que se verá como un punto y aparte en la historia
condiciones no genéticas que contribuyen a explicar de la psicología».
las diferencias educativas (mejores profesores, pro- Harris cuestiona la idea de que los padres for-
gramas educativos cuidadosamente diseñados o ex- man y modifican la personalidad de sus hijos. Ofre-
celentes instalaciones, entre otras), mayor será la ce, además, una perspectiva diferente sobre el pro-
relevancia de los factores genéticos que, de entrada, ceso de formación de esa personalidad sirviéndose
distinguen a los estudiantes. de una serie de conocimientos acumulados por la
Y cuanto mayor sea la influencia de esos últimos ciencia. Demuestra que los niños se comportan de
factores, más necesario será personalizar la enseñan- un modo en sus hogares (con sus padres) y de otro
za, más imperativo será introducir factores no gené- fuera de ellos (sin sus padres), es decir, usan diferen-
ticos diferenciales para alcanzar el mayor aprove- tes códigos de conducta según el contexto.
chamiento educativo en la mayoría de alumnos. La generalizada idea de que los padres pueden
En resumen, aceptar la relevancia de las diferen- influir a largo plazo en la personalidad de sus hijos
cias genéticas conducirá a una diferenciación edu- procede, según la autora, de una determinada psi-
cativa, es decir, a huir de la estandarización de la cología universitaria, pero resulta ajena a la realidad
enseñanza, a potenciar diferencias en los modos de cotidiana. La perspectiva de los estudiosos de la so-
enseñar a estudiantes diferentes para lograr alcanzar cialización se ha impuesto mayoritariamente a pesar
los resultados perseguidos. de haber cometido un error crucial, es decir, olvidar-
se de separar dos tipos de influencias: la de los genes
y la del ambiente familiar.
2.2. La influencia familiar es menor Observar similitudes entre unos padres y sus hi-
que la de los genes jos biológicos puede llevar a la (equivocada) conclu-
sión de que esas semejanzas se deben a que los pri-
J. R. Harris publicó en 1998 The Nurture As- meros han criado a los segundos. Sin embargo, esas
sumption (El supuesto de la crianza), cuyo origen es semejanzas pueden ser debidas a los genes que los

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Inteligencia y biología / 355

hijos comparten con sus padres: «El fallo en el con- A la larga, es indiferente quiénes sean los padres,
trol de los efectos de la herencia impide interpretar salvo casos excepcionales, naturalmente. Lo que
los resultados de la mayoría de los estudios sobre la pesa son los genes que comparten los padres y sus
socialización. Los niños llegan a este mundo siendo hijos, así como las experiencias que los niños viven
bastante diferentes unos de otros. Sus padres los tra- fuera del hogar, en su grupo de iguales: «La herencia
tan de forma diferente porque son distintos». es una de las razones por las que los padres con
Harris subraya, no obstante, que ambos facto- problemas tienen a menudo hijos con problemas. Es
res, los genéticos y no genéticos, contribuyen a la un hecho simple, obvio e innegable; y sin embargo
formación de la personalidad del niño. Ahora bien, es el hecho más olvidado de la historia de la psico-
¿cuáles son los factores no genéticos relevantes? logía. Juzgando la escasa atención que los psicólogos
Descartada la relevancia del ambiente de crianza clínicos y del desarrollo le han prestado a la heren-
de los padres, hay que mirar hacia el grupo de igua- cia, se puede pensar que aún estamos en los días en
les (peers). Según la teoría de la socialización grupal que John Watson prometía convertir una docena de
de Harris, aunque los niños vienen equipados de fá- bebés en médicos, abogados, mendigos o ladrones
brica con determinadas características diferenciales independientemente de sus disposiciones genéticas».
impresas en sus genomas, el entorno que comparten Al detallar su modelo sobre la socialización, Ha-
con sus compañeros también influye. La socializa- rris describe cómo analizar el efecto del entorno so-
ción no es algo que los mayores les hagan a los niños, bre la personalidad de los niños. Estudia familias de
sino algo que los niños hacen por sí mismos. Harris inmigrantes en las que los padres y la comunidad en
recurre a la investigación con animales, a los cono- la que se integran los niños poseen distintas culturas.
cimientos acumulados sobre el pasado de la huma- Esa coyuntura permite distinguir el efecto de los pa-
nidad (psicología evolucionista), a resultados de la dres y el de las influencias ajenas a la familia. Tam-
genética conductual, y a una serie de experimentos bién considera familias en las que los padres, pero
sobre relaciones grupales hechos por la psicología no sus hijos, son sordos. Se demuestra que los niños
social en los años cincuenta del siglo pasado. adquieren la cultura que observan y experimentan
La autora critica a los responsables de los pro- fuera del hogar: «El mundo que los niños comparten
gramas de acción social dirigidos a la población con sus compañeros es lo que forma su conducta y
adolescente. Decirles a los adolescentes cuáles son modifica las características innatas, y todo ello de-
los peligros del tabaco no tiene sentido, puesto que termina el tipo de personas que serán cuando crez-
perciben el mensaje como propaganda diseñada por can».
adultos. Los adultos desaprueban que se fume, y, Cuestiona la supuesta repercusión de los divor-
por tanto, los adolescentes se sienten más inclinados cios sobre el desarrollo posterior de los niños y tam-
a hacerlo. Los adolescentes necesitan diferenciarse bién pone en tela de juicio el estereotipo de que los
de los adultos porque actúa el contraste de grupo. niños deben ser criados por un padre y por una ma-
Los mensajes de los adultos carecen de sentido para dre. En contra del supuesto de determinados grupos
los adolescentes porque los segundos crean su pro- de activistas sociales de carácter conservador, Harris
pio mundo. sostiene que una pareja de homosexuales podría
También cuestiona los reiterados mensajes de criar sin ningún problema a un niño, puesto que este
los supuestos expertos en educación basados en ig- se socializa dentro de su grupo de iguales, no dentro
norar que los niños nacen diferentes. Esos mensajes del hogar familiar.
distan de ser inocuos. Al convencer a los padres de Ese efecto de socialización a través del grupo de
que lo que ellos hagan en casa tendrá un efecto du- iguales ayuda a comprender el fracaso escolar. Los
radero sobre la personalidad de sus niños, han ali- chicos que se acercan a los buenos estudiantes tien-
mentado intensos sentimientos de culpa y han anu- den a presentar una buena actitud hacia el trabajo
lado la espontaneidad en las relaciones humanas escolar, y al revés. Harris especula, además, sobre la
dentro de los hogares. causa de la bien documentada —pero aún inexpli-
La investigación científica ha demostrado —al cable— diferencia promedio que separa a los dos
menos por ahora— que los padres no tienen un efec- principales grupos étnico-raciales de su país (Esta-
to a largo plazo sobre la personalidad de sus hijos. dos Unidos), según su rendimiento en los test estan-

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356 / Manual de psicología diferencial

darizados de inteligencia: «Los chicos afroamerica- ¿Cuál fue la semejanza, expresada por el índice
nos y los euroamericanos se identifican con grupos de correlación, entre padres e hijos en los tres tipos
distintos con diferentes normas. La distancia se exa- de comparaciones?
gera gracias a los efectos de contraste de grupo y Al calcular el grado de parecido intelectual entre
tiene consecuencias que arrastran con ellos a lo lar- los padres y sus hijos naturales —cuando ambos ha-
go de los años. Los chicos afroamericanos que son bían convivido en el mismo hogar durante años—,
buenos estudiantes sufren la presión de sus compa- se observó una correlación de +0,19 cuando los ni-
ñeros para que no trabajen tanto. Fallan al ajustar- ños tenían 3 años de edad. El valor de la correlación
se a las normas de su grupo al tener que «actuar aumentaba progresivamente a medida que los niños
como blancos». se hacían mayores, llegando a +0,31 cuando alcan-
Esa sería la misma causa por la que no han fun- zaban los 16 años. Por tanto, en las familias de con-
cionado como se esperaba los programas de mejora trol —no adoptivas— el parecido padres-hijos se
de la inteligencia. Esos programas se han centrado incrementaba a medida que se acumulaban las ex-
en elementos irrelevantes al intentar cambiar la con- periencias compartidas. Ese resultado, no obstante,
ducta de los padres con sus hijos, cuando deberían no se puede interpretar. ¿Se debe esa semejanza al
orientarse a modificar la conducta y las actitudes de contacto o a los genes que comparten padres e hijos?
un grupo de niños: «un programa dirigido a un gru- Para averiguar si el contacto explica la semejan-
po entero de niños tendría más éxito que con un za se debe comparar a los padres con sus hijos adop-
puñado de niños arrancados de diez o doce escuelas tados. Al no existir parentesco genético en este caso,
diferentes». si se observan similitudes equivalentes a las de las
En suma, Harris sintetiza las evidencias acumu- familias control, entonces el contacto sería la expli-
ladas por la genética de la conducta para llegar a la cación. Sin embargo, la semejanza en inteligencia
conclusión de que el ambiente familiar posee, a la entre los niños adoptados y sus padres adoptivos
larga, escasa repercusión sobre las diferencias indi- resultó nula: los niños no se parecían en su nivel
viduales de naturaleza psicológica. intelectual a sus padres adoptivos a ninguna de las
El Proyecto de Adopción de Colorado (CAP) es edades. El resultado fue el esperado al comparar dos
un ejemplo paradigmático del tipo de investigación individuos seleccionados al azar de la población.
considerada por Harris. Finalmente, saber si los genes que comparten
El CAP se inició en 1975 estudiando a niños des- padres e hijos explican su similitud intelectual exige
de el primer año de su vida y hasta alcanzar los 16 comparar a los padres y a sus hijos naturales dados
años de edad. Se consideraron a 245 padres que die- en adopción al nacer, con los que nunca convivieron.
ron a sus niños en adopción nada más nacer, a los La figura 12.26 revela que, aunque los padres no han
padres adoptivos de las familias que acogieron a esos convivido jamás con sus hijos naturales dados en
niños, y, por supuesto, a los propios niños adopta- adopción, su parecido intelectual reproduce el ob-
dos. También se estudiaron a 245 padres y a sus ni- servado en las familias de control en las que los pa-
ños naturales, es decir, familias de control en las que dres crían a sus hijos naturales desde el momento de
no había niños adoptados. Esas familias de control su nacimiento. El parecido entre los padres y sus
se emparejaron con las familias adoptivas en una hijos dados en adopción va aumentando también a
serie básica de características sociodemográficas, es medida que los niños se hacen mayores: los valores
decir, se eligieron familias de control comparables a pasan de +0,12 cuando los niños tienen 3 años, a
las familias adoptivas (Plomin et al., 1997). +0,38 cuando llegan a los 16 años.
La inteligencia se evaluó en cuatro momentos de En resumen:
la vida de los niños: a los 3 años, entre los 7 y los 10
años, entre los 12 y los 14 años y a los 16 años. — La semejanza en inteligencia entre los padres
A esas edades se correlacionó la inteligencia de los adoptivos y sus hijos adoptados es práctica-
niños con sus padres adoptivos y con sus padres mente nula, sea cual sea la edad de los niños,
naturales. Asimismo, se correlacionó la inteligencia a pesar de que los hijos adoptados han cre-
de los padres y sus hijos naturales en las familias de cido en un hogar creado a imagen y seme-
control (figura 12.26). janza de los padres adoptivos.

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Inteligencia y biología / 357

Padres y sus hijos biológicos Padres y sus hijos adoptivos


(familias convencionales) (familias adoptivas)
1 1
0,9 0,9
0,8 0,8
0,7 0,7
0,6 0,6
0,5 0,5
0,4 0,4
0,28 0,31
0,3 0,24 0,3
0,2 0,19 0,2
0,1 0,1 0,09
0,01 0 0,03
0 0
3 8,5 13 16 3 8,5 13 16
Edad de los hijos Edad de los hijos

Padres y sus hijos biológicos


(dados en adopción al nacer)
1
0,9
0,8
0,7
0,6
0,5
0,4 0,38
0,3
0,18 0,2
0,2 0,12
0,1
0
3 8,5 13 16
Edad de los hijos

Figura 12.26.—Resultados del Proyecto de Adopción de Colorado (CAP). En la parte superior se presenta el nivel de seme-
janza en inteligencia cuando los padres crían a sus hijos, pero a la izquierda padres e hijos son parientes, mientras que a la
derecha no existe parentesco. En la parte inferior se presenta el nivel de semejanza en inteligencia entre padres y sus hijos na-
turales/biológicos cuando no han tenido ningún contacto. Los resultados apoyan la conclusión de que el contacto familiar es
irrelevante para explicar la similitud en inteligencia entre padres e hijos. En ausencia de parentesco, el parecido padres-hijos es
nulo, equivalente al observado al comparar dos personas elegidas al azar de la población.

— La semejanza en inteligencia entre los padres hogar. El parecido entre los padres y sus hi-
y sus hijos naturales en las familias conven- jos naturales es el mismo, vivan o no vivan
cionales en las que los primeros crían a los en el mismo hogar.
segundos, aumenta a medida que los niños
se hacen mayores. Explorar el contexto familiar en busca de los
— La semejanza en inteligencia entre los padres factores no genéticos que contribuyen a las diferen-
y sus hijos naturales dados en adopción al cias de inteligencia produce resultados decepcionan-
nacer, con los que nunca han convivido, re- tes. Por tanto, se debe mirar en otros lugares, debien-
produce el grado de semejanza observado en do reorientar la atención hacia el otro gran factor
las familias convencionales. no genético, es decir, la experiencia personal del en-
— El grado de parecido intelectual entre padres torno, el ambiente no compartido por los miembros
e hijos no depende de que vivan en el mismo de una misma familia.

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358 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 12.6
Adopción e inteligencia

Cuando Richard Herrnstein y Charles Murray revisaron en su obra The bell curve (1994) la evidencia disponible
sobre la posibilidad de mejorar la inteligencia mediante programas de intervención, llegaron a la pesimista conclusión
de que los efectos positivos que se observaban nada más finalizar el programa se disipaban pasado un tiempo. Los
análisis recientes son congruentes con esa conclusión, como se expuso en el capítulo 10 (Protzko, 2015).
Sin embargo, Herrnstein y Murray observaron que la adopción funcionaba como programa de mejora de la inte-
ligencia. Cuando los niños viven durante años en un ambiente propicio, sus mejoras intelectuales se mantienen.
Escribieron: «¿Por qué se ha ignorado ese efecto positivo de la adopción en los debates del congreso? ¿Por qué se lo
ponen tan difícil a los padres deseosos de adoptar? ¿Por qué se restringen con tanto entusiasmo, llegándose a pro-
hibir, las adopciones interraciales? Cualquiera que busque un modo eficiente de hacer algo bueno por un gran nú-
mero de niños desaventajados debería mirar con atención hacia la adopción».
La adopción funciona, pero parece fuera de la órbita de los responsables políticos.
En 2005, Marinus van Ijzendoorn et al., publicaron un metaanálisis en el que se consideraron 62 estudios y 17.767
niños adoptados. Se buscaba averiguar si el desarrollo intelectual de niños adoptados era distinto al de:

a) Niños que permanecían en centros de acogida y en sus familias de origen (con menores ventajas sociales).
b) Sus hermanos no adoptados y sus iguales (peers).

120
114
108
102 100
98
96
90
84 81
78
72
66
60
No adoptados Adoptados Entorno original

Figura 12.27.—Resultados del metaanálisis de Van Ijzendoorn et al. (2005). Los individuos adoptados por familias adop-
tivas presentan un CI similar (98) a los individuos de control (100) y, por tanto, mucho mayor que los individuos que per-
manecen en su entorno original (81).

Las siguientes son algunas de sus conclusiones:

— Apenas se observan diferencias de CI entre los niños adoptados y sus hermanos no adoptados o sus iguales.
— Los adoptados presentan un menor rendimiento académico que sus hermanos no adoptados o sus iguales.
— Los adoptados presentan mejores niveles de inteligencia que los niños que permanecen en los centros de aco-
gida o en sus familias de origen (entorno original).

Sin embargo, los autores de ese metaanálisis confiesan que sus resultados no son concluyentes, porque se desco-
nocía el nivel intelectual de los niños antes de ser adoptados. Por tanto, cabía la posibilidad de que los niños adop-

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Inteligencia y biología / 359

CUADRO 12.6 (continuación)

tados fuesen más inteligentes de entrada que quienes permanecieron en los centros de acogida o en las familias de
origen: «Sin pruebas antes y después de la adopción, no podemos estar seguros de los efectos positivos observados
en nuestro metaanálisis».
Esa clase de estudios es compleja y exige considerar numerosos detalles para alcanzar resultados fiables.
Aun así, merece la pena recordar que el hecho de que la semejanza intelectual entre padres-hijos adoptados —o
entre hermanos adoptivos— sea nula, es decir, equivalente a la semejanza entre dos personas seleccionadas al azar
de la población, no dice nada sobre el nivel relativo alcanzado por los hijos adoptados.
Los valores medios de las variables X e Y pueden cambiar dramáticamente sin que se mueva el valor con el que
correlacionan.

2.3. Inteligencia y experiencia La figura 12.28 transmite al menos tres mensa-


jes:
Las variaciones genéticas son relevantes, y, por
tanto, la inteligencia es heredable. Sin embargo, la 1. La inteligencia es heredable desde muy tem-
contribución genética no explica por completo las prano en el desarrollo.
diferencias intelectuales. ¿Dónde se encuentran los 2. En la adolescencia, los factores genéticos
demás factores que contribuyen a esas diferencias? comienzan a tomarle la delantera a los no-
El contexto familiar es un lugar inadecuado en genéticos.
el que mirar, y, por tanto, la evidencia sugiere que 3. La heredabilidad aumenta con la edad has-
se debe prestar atención al ambiente específico, a la ta alcanzar valores de 0,8.
experiencia personal, al ambiente no compartido
por los miembros de una misma familia. Considerando los datos disponibles, Bouchard
Tom Bouchard propuso en 2013 una denomina- concluye que el cerebro es un mecanismo robusto y
ción para el fenómeno según el cual la heredabilidad resistente a los caprichos del destino. La inteligen-
de la inteligencia aumenta con la edad: el efecto Wil- cia sería más «elástica» que «plástica» (Moffitt et
son (figura 12.28). al., 1993), quizá porque el cerebro no equivale a un
bloque de arcilla que se pueda modelar a voluntad,
sino a una goma que puede estirarse hasta un de-
terminado punto antes de romperse. La analogía
Genética Ambiente Ambiente con una goma elástica ayudaría, además, a explicar
compartido específico
1 por qué las mejoras de inteligencia resultantes de
0,9 los programas de intervención remiten con el tiem-
0,8 po: si se deja de estirar, la goma recupera su tama-
0,7 ño original.
0,6 En su obra de 1997, Gemelos. Entorno, genes y
0,5 el misterio de la identidad, Lawrence Wright concluía
0,4 que la investigación con gemelos ha contribuido a
0,3 demostrar que no nos convertimos en algo, sino que
0,2 ya lo somos. Además, educaba a sus lectores a través
0,1 del siguiente argumento sobre la heredabilidad:
0
4-6 6-12 12-16 16-20 Madurez
Edad — La heredabilidad de la estatura en Europa y
Norteamérica es de 0,90.
— Eso no significa que si una mujer mide 1,82
Figura 12.28.—El efecto Wilson, es decir, el aumento de la metros, 17 centímetros se deban a su entorno
heredabilidad de la inteligencia con la edad. y el 90 % restante a sus genes.

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360 / Manual de psicología diferencial

— Sin embargo, si una persona es 25 centíme- mico de interacción y correlación genes-ambiente


tros más alta que la estatura media de su po- (Sauce y Matzel, 2018). Los métodos disponibles de
blación, se puede considerar que 2 o 3 centí- cálculo podrían atribuirles a los genes una respon-
metros probablemente se deban a su entorno sabilidad al producir las diferencias psicológicas
y los otros 22 a sus genes. que, en realidad, no les corresponde (Flynn, 2016)
(cuadro 12.7).
La heredabilidad es un estadístico de la pobla- Si esa vía es verosímil, entonces debería suceder
ción, pero no carece de repercusiones sobre los in- que al explorar el genoma humano apenas se encon-
dividuos de esa población. trasen resultados mínimamente sorprendentes. Las
El hecho de que la heredabilidad vaya creciendo diferencias genéticas poseerían un papel, pero bas-
con la edad refuerza el paradigma básico de la psi- tante reducido. Si así fuese, entonces el reto de la
cología diferencial (O-E-R). El individuo es un ser ciencia estaría en averiguar cómo las levísimas dife-
activo y expresa sus disposiciones cuando el ambien- rencias genéticas que separan a los individuos pro-
te lo permite. ducen las visibles diferencias psicológicas que termi-
Las posibilidades de acción en la infancia son nan por atribuirse, a lo mejor equivocadamente, a
reducidas porque los padres eligen por el niño. El los genes.
ambiente compartido posee, por tanto, un efecto
tan poderoso como los genes en ese período de la
vida. Sin embargo, la edad va dotando de mayor 2.4. Variantes genéticas
autonomía a los niños. Primero comienzan a acu-
mular experiencias en el colegio y después en el Los científicos predicen que serán múltiples los
instituto. Su red de amistades cobra protagonismo genes que están detrás de los valores de heredabili-
en detrimento de la relación con sus padres. El re- dad de la inteligencia estimados a través de los mé-
sultado es que el ambiente compartido va perdien- todos clásicos de la genética cuantitativa. Además,
do relevancia, los genes aumentan su contribución el efecto de cada uno de esos genes será minúsculo.
y el ambiente no compartido acapara el resto (fi- Por tanto, se necesita estudiar muestras enormes de
gura 12.28). individuos para aumentar la probabilidad de detec-
A partir de los 20 años aproximadamente, la in- tar esos efectos, y así incrementar el poder estadís-
fluencia del ambiente familiar se ha disipado y las tico de las investigaciones.
diferencias individuales provienen de la contribu- Ningún equipo de investigación es capaz de
ción genética y de la experiencia personal del am- acumular los cientos de miles de personas que de-
biente. Los científicos se han preguntado cuáles son, seablemente deben considerarse, así que los cientí-
en concreto, esos factores no genéticos, pero la res- ficos se reúnen en consorcios internacionales que
puesta sigue sin estar disponible. Algunos como Ste- permitan combinar los datos registrados por cada
ven Pinker (2002) sospechan que corresponden a uno de sus equipos. Los equipos de Danielle Posthu-
sucesos aleatorios, mientras que otros como J. R. ma, Robert Plomin, Ian Deary o Paul Thompson
Harris (2006) consideran que residen en las relacio- se encuentran entre los más activos, y el fenotipo
nes sociales con los iguales. correspondiente a la inteligencia es uno de los más
Pero existe una vía que va más allá de la simple investigados.
separación de esos dos tipos de factores. La informa- Suzanne Sniekers et al. (2017) publicaron un
ción que no se atribuye a los factores no genéticos metaanálisis en el que consideraron 78.308 indivi-
puede no corresponder simplemente a los factores duos de trece cohortes (grupos), identificando —a
genéticos. Se puede estar ante un juego que no es de partir de más de 12 millones de SNP (single nucleo-
suma 0. El ambiente no compartido puede tener una tide polimorphism)— 336 SNP situados en 18 seg-
relevancia de 0,20, pero eso no significa que el 80 % mentos de ADN asociados a la inteligencia general
restante sea atribuible a la genética. La situación pu- (g) o a la inteligencia fluida (Gf/g f ). Aproximada-
diera ser más compleja. mente la mitad de esos SNP se localizaron dentro
El enorme valor que se atribuye a los factores de un gen, aunque implicaron a 22 genes (figura
genéticos podría estar ocultando un proceso diná- 12.29).

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Inteligencia y biología / 361

Proliferación y muerte celular

Cromosoma
Proliferación y muerte celular

Cromosoma

Figura 12.29**.—Arriba: valores de probabilidad para los SNP (eje Y) según su posición en el cromosoma (eje X). Las líneas
roja y azul representan los distintos umbrales de significación estadística —más y menos exigente—. Los puntos verdes repre-
sentan los SNP identificados con éxito. Abajo: análisis del genoma al completo (GWA, Genome-Wide Association) para la
inteligencia y solapamiento genético con otros rasgos. Se muestran los valores de probabilidad para cada gen. Los puntos
verdes representan genes significativos en el análisis GWA (N = 78.308) (Sniekers et al., 2017).

Los genes identificados se expresaban en el teji- Compararon sus resultados con los resultados
do cerebral y el análisis de sus mecanismos de acción publicados sobre otras variables. Observaron una
permitió saber que regulan el desarrollo celular. Los poderosa correlación genética con el rendimiento
análisis según la edad de los individuos (ocho de las académico, el volumen cerebral, la estatura, el autis-
trece cohortes incluían niños) indicaron que los mis- mo o el hábito de fumar. Se concluyó que los resul-
mos genes se expresan a distintas edades. Ese resul- tados observados son «el punto de partida para com-
tado es llamativo porque la heredabilidad de la in- prender los mecanismos neurobiológicos moleculares
teligencia es mayor en la edad adulta que en la que subyacen a la inteligencia, uno de los rasgos hu-
infancia, y, por tanto, se podría esperar la activación manos más estudiados».
o desactivación de determinados genes con el paso Localizar los genes implicados no es un fin sino
de los años. Pero no fue así. un medio.
Los resultados genéticos contribuyeron a expli- En la investigación de Jeanne Savage et al. (2017)
car el 4,8 % de las diferencias de inteligencia. Algu- se triplicó el número de individuos estudiados por
nos de los genes eran responsables de la formación Sniekers et al., considerando 279.930 individuos para
de sinapsis, la orientación de los axones, la diferen- calcular un metaanálisis que ayudara a identificar
ciación neuronal o la muerte celular. genes asociados a la inteligencia.

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362 / Manual de psicología diferencial

30

25

20
–log10(P)

15

10

0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 19 21 23
Cromosoma

Figura 12.30**.—Asociaciones con la inteligencia basadas en los SNP del metaanálisis GWA de Savage et al. (2017) (N = 279.930).
El Manhattan Plot presenta los valores de probabilidad de cada SNP (eje Y), así como su posición en el cromosoma (eje X).
Las líneas roja y azul representan la significación estadística más y menos exigente. Los rombos destacan los SNP más rele-
vantes.

Descubrieron 206 segmentos de ADN y 1.041 ge- Gail Davies et al. (2017) combinaron datos ge-
nes (figura 12.30). Una vez más, se comprobó que esos néticos y cognitivos del UK Biobank, CHARGE y
genes se expresan en el cerebro, y, más en concreto, COGENT para acumular 280.360 casos individua-
que se encuentran implicados en la neurogénesis, la les, identificando 9.714 SNP ubicados en 99 segmen-
diferenciación neuronal y la estructura sináptica. tos de ADN (figura 12.31). Se pudo comprobar que
Probablemente uno de los resultados más reve- los genes identificados se encontraban implicados en
ladores de la investigación de Savage et al., corres- los trastornos neurodegenerativos, los trastornos del
ponde al efecto protector de la inteligencia: a mayo- neurodesarrollo, las enfermedades psiquiátricas y
res niveles de inteligencia, menor probabilidad de físicas, la estructura cerebral y el índice de masa cor-
presentar demencia tipo Alzheimer o esquizofrenia. poral.

A Inteligencia: SNP B Inteligencia: Genes

Cromosoma Cromosoma

Figura 12.31**.—Resultados de asociación con la inteligencia para los SNP (A) y los genes (B) (N = 280.360). Las líneas roja
y azul representan la significación estadística más y menos exigente (Davies et al., 2017).

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Inteligencia y biología / 363

536 de los genes se asociaron a la inteligencia normal de los rasgos cuantitativos es consecuencia
general (g) y muchos de ellos se expresaban en el del efecto de muchos genes y de que el efecto de
cerebro, vinculándose a la neurogénesis y a la for- cada uno de ellos es minúsculo. La necesaria con-
mación de dendritas. Los resultados de asociación secuencia es que solamente se presentará una inte-
genética permitieron predecir el 4 % de las diferen- ligencia extraordinariamente alta si el individuo
cias de inteligencia. Además, pudo observarse un atesora muchos alelos «positivos» y pocos alelos
solapamiento genético entre los resultados corres- «negativos» que tengan una influencia sobre la in-
pondientes a la inteligencia y a la velocidad mental, teligencia.
a los niveles de salud (TDAH, trastorno bipolar, Un grupo de altísimo nivel intelectual debería
depresión mayor) o a la longevidad. caracterizarse por presentar esos alelos «enriqueci-
Además de estudiar muestras gigantescas de in- dos». La probabilidad de detección debería incre-
dividuos (una aproximación que los propios cientí- mentarse. La figura 12.32 presenta el resultado del
ficos califican de «fuerza bruta»), se puede usar una análisis de 6.773.587 SNP. Se observa que solamen-
aproximación basada en la comparación de grupos te 3 SNP alcanzan significación estadística. Desgra-
extremos en la variable de interés. Desde esa pers- ciadamente, al revisar los resultados de otras inves-
pectiva alternativa, Delilah Zabaneh et al. (2017) tigaciones esos SNP no resultaron significativos, y,
estudiaron a 1.238 individuos con un nivel medio de por tanto, no se pudo replicar la evidencia obser-
inteligencia de 170 y los compararon con 8.172 in- vada.
dividuos con un nivel de inteligencia alrededor de la A la vista del decepcionante resultado, se com-
media de 100 (controles). binaron los SNP de un mismo gen, pero los hallaz-
Usando una puntuación poligenética derivada gos tampoco resultaron particularmente informati-
del grupo de alta inteligencia —según su contraste vos. El paso final consistió en calcular puntuaciones
con el grupo de control—, este equipo de científicos poligenéticas para un grupo de control según los
pudo explicar el 1,6 % de las diferencias de inteligen- resultados observados para el grupo de alta inteli-
cia que separaban a 3.414 individuos de la población gencia. A partir de esas puntuaciones se llegó al
general (grupo de replicación). 1,6 % señalado anteriormente.
Zabaneh et al. subrayaron que los minúsculos Ya que los SNP identificados en el grupo de alta
efectos de las variantes concretas del ADN general- inteligencia no se replicaron en la población general,
mente observados reduce su utilidad en la investiga- se sugirió que pueden influir en los individuos del
ción en neurociencia cognitiva, aunque la situación primer grupo, pero no en general. No obstante, esa
suele mejorar algo al usar puntuaciones poligenéti- sugerencia encaja mal con el supuesto de que la alta
cas. Esas puntuaciones agregan los efectos de las inteligencia es cuantitativamente diferente del resto
variantes detectadas en los análisis para intentar de la población, de que no hay una diferencia cua-
predecir las disposiciones de los individuos. litativa.
Aun así, a pesar de que, por ejemplo, la hereda- En suma, los científicos participan en una carre-
bilidad de la estatura es del 90 %, las puntuaciones ra para acumular cientos de miles de casos que per-
poligenéticas consideradas hasta ahora solamente mitan explorar sus genomas a la búsqueda de las
han logrado predecir el 20 % de las diferencias de piezas que puedan usarse para completar un com-
estatura en la población (Wood et al., 2014). En el plejo rompecabezas. Si la inteligencia es heredable,
caso de la inteligencia, la heredabilidad llega al 80 % entonces los genes responsables deben estar ahí es-
en la edad adulta, y, por tanto, sería esperable al- perando a ser descubiertos. Una vez hallados, se po-
canzar valores equivalentes a la estatura. drá estudiar sus efectos sobre el cerebro y, desde ahí,
Zabaneh et al., usaron, por tanto, la compara- sobre el rendimiento intelectual.
ción de grupos extremos para maximizar la proba- Todo ello suponiendo que llegue ese momento y
bilidad de identificar los genes que contribuyen a la los científicos no estén simplemente jugando con los
heredabilidad de la inteligencia. El modelo base de desarrollos que los tecnólogos ponen a su alcance
la genética cuantitativa parte de que la distribución (Turkheimer, 2016).

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364 / Manual de psicología diferencial

10

rs4962322
8 rs4962520
–log10(P) rs10794073

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 14 16 18 2022 x
Cromosoma

Figura 12.32**.—Manhattan Plot con los resultados del análisis de SNP en el estudio de Zabaneh et al. (2017). Únicamente
se observan tres SNP con valores estadísticamente significativos.

CUADRO 12.7
Heredabilidad y maleabilidad de la inteligencia humana

Bruno Sauce y Lou Matzel publicaron un artículo de «Psychological Bulletin» en 2018 el que sostuvieron que, a
pesar de su alta heredabilidad, la inteligencia es maleable, está sujeta a las influencias del entorno.
Usaron la imagen de un iceberg para ayudar a visualizar su tesis de que esa susceptibilidad al cambio se localiza
en las conexiones ocultas (interacciones y correlaciones) de los genes con el ambiente. La alta heredabilidad de la
inteligencia sería resultado de la variación genética (la punta del iceberg), pero también —y especialmente— de esas
interacciones y correlaciones sepultadas bajo las aguas por los diseños usuales en la genética cuantitativa.
La conexión de los genes con el entorno explicaría, según ellos, una gran parte de las diferencias de inteligencia
que se observan en familias con distinto nivel socioeconómico (SES), pero también los cambios en ese factor psico-
lógico durante el ciclo vital y a través de las generaciones.
Subrayan que heredabilidad no equivale a determinación genética. La primera estima las causas de las diferencias
que separan a los individuos en un determinado rasgo (es decir, es un estadístico poblacional), mientras que la se-
gunda se refiere a las causas de que un rasgo se exprese en un individuo.
Las estimaciones de la heredabilidad subestiman la conexión de los genes con el ambiente.
La correlación genes-ambiente implica que individuos con determinados genotipos para un determinado rasgo
presenten una mayor probabilidad de experimentar determinados ambientes. La interacción genes-ambiente expresa
la diferencia del efecto de un determinado ambiente sobre los individuos según sus distintos genotipos para ese rasgo.
Los métodos habituales en genética conductual atribuyen a la heredabilidad las conexiones genes-ambiente porque,
cuando se usan diversas variables predictoras en relación a una variable criterio, los predictores mejor especificados
obtienen una ventaja. El modo en el que se construyen los modelos determina, en buena medida, los resultados (las
gafas con las que se mira son relevantes).

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Inteligencia y biología / 365

CUADRO 12.7 (continuación)

La correlación genes-ambiente recoge la relación entre dos predictores, mientras que la interacción genes-ambien-
te equivale al clásico concepto de interacción estadística entre variables (el efecto de una variable —por ejemplo los
genes— junto a otra variable —por ejemplo, un factor ambiental— produce consecuencias que se multiplican, de
modo que el resultado —por ejemplo la variación en un rasgo— es más que la suma de las partes).
¿Por qué se ocultan las correlaciones e interacciones genes-ambiente debajo de la superficie del mar?
Por la manifiesta incapacidad de los científicos para identificar los factores que juegan un papel en concreto. La
punta del iceberg (la varianza genética independiente) es lo único visible para la selección natural y es, además, el
único elemento no residual en la mayor parte de los métodos de la genética cuantitativa.
Para demostrar que la inteligencia es maleable, Sauce y Matzel discuten los efectos de la adopción y la inmigra-
ción, los cambios durante el ciclo vital, el efecto Flynn, el envejecimiento y los efectos de los programas de interven-
ción temprana.
Las ventajas de la adopción parecen claras, aunque sean heterogéneas: desde 18 puntos de CI cuando se conside-
ran datos de distintos países (Van Ijzendoorn et al., 2005), a 4 puntos en, por ejemplo, los países nórdicos (Kendler
et al., 2015).
¿Por qué se producen esos resultados positivos?
Si fuesen debidos al ambiente familiar, los modelos habituales en genética cuantitativa dirían que el niño debe
provenir de una aldea remota de la Amazonia y crecer en una familia de alto nivel de Noruega (una posibilidad
inverosímil). La única explicación razonable reside en la conexión genes-ambiente.
Aunque se sabe que, cuando los hijos llegan a la adolescencia:

a) La correlación en inteligencia de los padres y sus hijos adoptados es cero.


b) Esa correlación es de 0,5 entre los padres y sus hijos biológicos, independientemente de que esos padres hayan
criado o no a sus hijos.

Por ello debe considerarse que la magnitud de la correlación y los cambios en los valores medios de las variables
correlacionadas son independientes.
Se discute el estudio de Elliot Tucker-Drob et al. (2013) (que se revisará en el capítulo 19), en el que se hace un
paralelismo entre el cambio de la heredabilidad durante el ciclo vital y a lo largo del espectro socioeconómico: la
heredabilidad de la inteligencia es menor cuando se espera que la conexión genes-ambiente sea reducida. Los facto-
res genéticos serían incapaces, por sí mismos, de producir esos efectos. Sin correlaciones e interacciones de los genes
con el ambiente, esos cambios de heredabilidad serían difícilmente interpretables.
El efecto Flynn es otro poderoso ejemplo de maleabilidad de la inteligencia. El metaanálisis de Lisa Trahan et al.
(2014) de más de 50 estudios hechos en Estados Unidos revela un aumento de 18 puntos de CI entre 1951 y 2011
(es decir, 3 puntos de CI por década). Las explicaciones de esas ganancias generacionales se han concentrado en el
vigor híbrido, las mejoras socio sanitarias, la reducción de agentes patógenos, la reducción del tamaño familiar o la
mayor familiaridad con los test. Pero Sauce y Matzel se decantan por el modelo de Dickens-Flynn, basado en la
conexión genes-ambiente: quienes poseen mayor CI buscan ambientes intelectualmente estimulantes, y esos ambien-
tes están más disponibles en las sociedades desarrolladas. El efecto positivo es multiplicador (cuadro 8.7).
Roger Staff et al. (2014) consideraron dos cohortes de nacidos en 1921 y 1936. Ambos grupos se compararon
cuando tenían 77 años de edad. La cohorte más reciente superó a la anterior en 16 puntos de CI. El uso regular de
tecnología dio cuenta de una buena parte de esa diferencia.
En cuanto a los programas de intervención temprana, el efecto de disipación de las ganancias también se puede
explicar por la conexión genes-ambiente. Cuando los individuos regresan a sus ambientes pobres en estimulación,
es esperable que se pierda lo ganado (Protzko, 2015).
Sauce y Matzel consideran la denominada «heredabilidad perdida» (missing heritability).
Los estudios en genética molecular tendrían poco éxito al encontrar los genes de la inteligencia porque hay poco
que hallar en el genoma a la hora de identificar la mayor parte de las causas que producen diferencias individuales
en ese factor psicológico. El número mínimo de variantes genéticas necesarias para explicar la heredabilidad de la
inteligencia sería de 9.000. A efectos prácticos, esas variantes serían invisibles para los mecanismos de selección na-
tural:

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366 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 12.7 (continuación)

«Si el efecto de cada variante aditiva es demasiado pequeño (cada una de las mutaciones sería responsable de
0,001 puntos de CI), cada mutación será neutral porque la deriva genética dominará los débiles efectos de selec-
ción, especialmente en poblaciones de reducido tamaño como las de nuestra especie en su período ancestral. Las
variantes causales supuestamente responsables de las diferencias de inteligencia habrían sido neutrales. Pensamos
que hasta los más entusiastas de la visión de las «pequeñas variantes aditivas» como explicación de la heredabi-
lidad perdida evitarían cargar su rifle con esa bala».

Una solución es la conexión genes-ambiente: la variación genética apenas posee efectos en ausencia de determi-
nados ambientes («por mucho que esperes después de meter un trozo de ADN en un tubo de ensayo no obtendrás
ningún rasgo de interés»).
Aunque la genética evolucionista sea clara al señalar que rasgos críticos para la adaptación (como la inteligencia)
presentarán efectos genéticos aditivos relativamente pequeños, las correlaciones e interacciones genes-ambiente sue-
len ignorarse.
La heredabilidad de la inteligencia que puede explicarse exclusivamente por los genes es mucho menor de lo que
se piensa. Las diferencias de inteligencia se producen por numerosas interacciones difíciles de detectar porque se
ocultan bajo la superficie del mar en el iceberg que se ve a simple vista.
Profundizar en las conexiones genes-ambiente exige un sólido modelo conceptual que incluya evidencias sobre el
desarrollo y la neurociencia de la inteligencia.
En suma, la inteligencia es maleable y, por tanto, los genes no pueden ser los protagonistas de la historia. La
verdadera estrella corresponde a la conexión de esos genes con el ambiente. El ambiente creado por los humanos
incluye información crucial para ayudar a comprender las causas de las diferencias de inteligencia:

«La interacción genes-ambiente se puede entender como el control genético de la sensibilidad a diferentes am-
bientes. La correlación genes-ambiente puede representar el control genético de la exposición a diferentes ambien-
tes. Sin embargo, se puede dar la vuelta a esa interpretación: la interacción puede suponer el control ambiental
de efectos genéticos diferenciales, mientras que la correlación puede suponer el control ambiental de la frecuencia
de genes».

Los argumentos de Sauce y Matzel son interesantes. Sin embargo:

1. El metaanálisis de Polderman et al. (2015) (en el que se recoge 50 años de estudios en los que se consideraron
15 millones de pares de gemelos de casi 40 países) concluye que la heredabilidad se puede reducir a los facto-
res genéticos aditivos (parte segunda, capítulo 8).
2. El impactante y cuidadoso estudio de adopción interracial dirigido por Sandra Scarr rechazaría algunas de
las interpretaciones de Sauce y Matzel sobre los efectos de la adopción. Los chavales de grupos sociales mi-
noritarios adoptados por familias de grupos mayoritarios reproducen el nivel intelectual que hubieran tenido
en sus grupos de referencia al finalizar el período de la adolescencia.
3. Los estudios de estimulación magnética transcraneal sugieren una menor susceptibilidad al cambio cuanto
mayor es el nivel intelectual del individuo sometido a la estimulación (Santarnecchi y Rossi, 2016). ¿Cómo se
explicaría ese efecto según la conexión genes-ambiente?

3. APLICACIONES minadas sustancias bioquímicas?, ¿sabemos cuáles


son las causas de las ganancias generacionales de
Este apartado describe una serie de aplicaciones inteligencia experimentadas a nivel mundial, y, por
derivadas de los resultados de la investigación sobre tanto, cómo mejorar el principal atributo de la hu-
la biología de la inteligencia. ¿Se pueden predecir las manidad?, ¿cómo actúan los genes sobre el cerebro
diferencias intelectuales a partir de determinados para contribuir a preservar el rendimiento intelec-
neuromarcadores?, ¿responde la inteligencia de los tual después de un episodio traumático?, ¿se pueden
humanos a los suplementos nutricionales y a deter- aplicar los conocimientos acumulados sobre las di-

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Inteligencia y biología / 367

ferencias individuales desde la neurociencia cognitiva Las medidas cerebrales podrían ayudar a encon-
y la genética molecular al diseño de puestos labora- trar respuestas, aunque se reconocen diversas limi-
les o al entrenamiento de individuos que deben en- taciones:
frentarse a situaciones cognitivamente exigentes en
la vida cotidiana?, ¿se puede editar el genoma hu- a) Suelen considerarse muestras reducidas y
mano para potenciar rasgos humanos valorados en los análisis estadísticos son débiles.
la sociedad actual como la inteligencia? b) La mayor parte de las investigaciones rela-
cionan una serie de medidas con algún cri-
terio educativo o clínico, pero no existen
3.1. Neurometría apenas estudios verdaderamente predicti-
vos, y mucho menos individuales.
John Gabrieli et al. (2015) sostuvieron que los c) No se suelen combinar distintos neuromar-
neuromarcadores permiten alcanzar mayores niveles cadores.
de precisión en la predicción que las medidas con-
ductuales tradicionales. Revisaron una serie de inves- Además, se admite que no puede descartarse que
tigaciones basadas en el fenómeno de la neurodiver- las evaluaciones conductuales que puedan desarro-
sidad: «Revisamos los progresos en una novedosa llarse en un futuro superen a los neuromarcadores
aplicación de la neuroimagen, que consiste en la me- que puedan detectarse a medida que la investigación
dida de la neurodiversidad para predecir la conduc- mejore: «una nueva generación de medidas conduc-
ta humana en el futuro». tuales podría servirse de los conocimientos novedo-
Destacaron que los profesionales apenas consi- sos que provengan de la neuroimagen».
deran los avances en neurociencia cognitiva. Un Una de las objeciones habituales al uso de neu-
ejemplo es la más reciente versión del DSM (Diag- romarcadores para la predicción de la conducta fu-
nostic and Statistical Manual of Mental Disorders, tura es que un registro MRI es caro, en términos
DSM-5), en la que se dejan a un lado los miles de monetarios. Sin embargo, la evaluación neuropsico-
estudios publicados sobre trastornos psiquiátricos en lógica de un individuo es económicamente más cos-
los que se han usado técnicas de neuroimagen. tosa que una MRI, además de suponer una inversión
El problema que encuentran Gabrieli et al. en su mayor en tiempo. Por otro lado, si la información
revisión es que apenas existen estudios en los que se que se obtiene con una MRI es realmente útil, en-
haya intentado realizar predicciones individualizadas: tonces se reducirían los costes de las intervenciones
«el único modo de conseguir que los neuromarcadores y, por tanto, se ahorrarían recursos.
sean útiles en la práctica supone predecir resultados Pero, ¿cómo funciona esa predicción, basada en
sobre nuevos individuos basándose en modelos desa- neuromarcadores, para el caso de la inteligencia hu-
rrollados previamente con otros individuos». mana?
De los 72 estudios revisados, solamente uno se Un grupo de científicos chinos y coreanos publi-
ajustó a ese exigente criterio. Además, esos estudios có un provocador estudio que llegaba a la siguiente
fueron muy heterogéneos, considerando desde pro- conclusión: se puede predecir el nivel intelectual de
blemas de lectura hasta la conducta delictiva, pa- los individuos mirando las señales obtenidas en un
sando por el alcoholismo, el uso de sustancias, la registro de resonancia magnética estructural (MRI)
obesidad y una serie de trastornos psiquiátricos. (Wang et al., 2015).
Se discutió en su revisión si, por ejemplo, es po- Según sus resultados, sería innecesario aplicar
sible averiguar cuáles son las causas potenciales del un test estandarizado de inteligencia para conocer,
impacto diferencial de los tratamientos psiquiátri- aproximadamente, cuál es la capacidad cognitiva de
cos, sean conductuales o farmacológicos: «la varia- un determinado individuo. Bastaría con disponer de
bilidad en la respuesta al tratamiento, que todavía su registro MRI para obtener, seguidamente, sus va-
no se comprende y que no es una simple consecuen- lores de materia gris y materia blanca en una serie
cia de la severidad del trastorno, sugiere que existen relativamente reducida de regiones cerebrales.
importantes diferencias neurobiológicas entre los En concreto, las regiones identificadas en ese es-
pacientes que comparten un diagnóstico». tudio fueron (figura 12.33): tálamo, caudado izquier-

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368 / Manual de psicología diferencial

Método 1 Método 2
140 140

CI estimado

CI estimado
120 120

100 100

80 80
80 100 120 140 80 100 120 140
CI evaluado CI evaluado
r = 0,72
Método 3 Método propuesto
140 140

CI estimado

CI estimado
120 120

100 100

80 80
80 100 120 140 80 100 120 140
CI evaluado CI evaluado

Figura 12.33**.—Izquierda: regiones usadas para predecir el nivel intelectual (CI). Derecha: regresión del CI estimado sobre
el CI evaluado usando distintos métodos (Wang et al., 2015).

do, amígdala derecha, parahipocampo izquierdo, hi- estaba por encima de la media poblacional (en al-
pocampo izquierdo, giro temporal transverso, oper- gunos de los grupos casi una desviación típica, es
cular derecho (lóbulo frontal), cingulado anterior decir, 15 puntos sobre 100).
izquierdo (lóbulo frontal), giro lingual izquierdo (ló- El grueso del artículo de Liye Wang et al. (2015)
bulo occipital), parietal superior izquierdo, parietal se destina a describir las fórmulas de los métodos
inferior derecho, giro angular izquierdo (lóbulo pa- aplicados para llegar al resultado comentado, pero
rietal) y paracentral izquierdo (entre los lóbulos fron- la evidencia habría sido más convincente si el hallaz-
tal y parietal). go se hubiera replicado en un grupo independiente
Tanto regiones corticales como subcorticales de individuos. Si las regiones cerebrales identificadas
contribuyen, por tanto, a la predicción de las dife- son realmente útiles para pronosticar la capacidad
rencias observadas en la capacidad intelectual de los intelectual, entonces deberían permitir predecir el
individuos. Entre las regiones corticales identifica- nivel intelectual en un grupo equivalente (pero inde-
das, cuatro (opercular derecho, cingulado anterior, pendiente) de individuos.
parietal superior y parietal inferior) se consideran Sin embargo, los autores se limitan a comentar
en el modelo P-FIT (Jung y Haier, 2007). que la mayor parte de esas regiones se han identifi-
Se consideraron distintos métodos de clasifica- cado en investigaciones previas como relevantes
ción de las señales biológicas (variables predictores) para comprender las diferencias individuales de ca-
para pronosticar la variable criterio, en este caso el pacidad.
CI (capacidad intelectual) (figura 12.33). El valor de
correlación (r = 0,72) fue realmente elevado. Los
cálculos provienen del análisis de un grupo de 164 3.2. Nutrición y smart pills
individuos de entre 6 y 15 años de edad y los regis-
tros de resonancia se hicieron en distintos centros. Hans J. Eysenck publicó en 1995 un artículo edi-
Además, el CI promedio de ese grupo de individuos torial en la revista Intelligence titulado «¿Se puede

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Inteligencia y biología / 369

estudiar la inteligencia usando el método experi- Además, el impacto de los suplementos dismi-
mental?». nuye con la edad. La mejora es acusada a los 6 años,
Usó una serie de ejemplos para demostrar que se reduce casi a la mitad a los 9 años y es práctica-
se puede. Uno de ellos se centró en el efecto positivo mente nula a los 20 años (figura 12.34).
de los suplementos nutricionales sobre la inteligen- Sin embargo, las mejoras observadas en rendi-
cia. miento académico durante una serie de cursos aca-
El modelo factorial de R. B. Cattell, descrito en démicos cuestionan la conclusión de que Gc es in-
el capítulo 10, separa la inteligencia fluida (Gf) de sensible a los suplementos.
la cristalizada (Gc). Ese modelo predice que los Stephen Schoenthaler et al. (1986) estudiaron el
cambios en el estado del organismo influirán más en impacto de las mejoras en la dieta en una serie de
Gf que en Gc. La nutrición modificaría ese estado. escuelas públicas de Nueva York. Los cambios en la
La investigación sobre el efecto de los suplementos dieta equilibraron progresivamente la ingesta de vi-
de vitaminas y minerales ha explorado su impacto taminas y minerales. Se administró en cada curso el
sobre esos dos factores de la inteligencia. Test de Conocimientos Escolares de California, cal-
Los estudios descritos por Eysenck confirman culando el percentil en el que se situaban los estu-
la predicción: cuando se observa un efecto positivo, diantes de las escuelas de Nueva York con respecto
incide en las medidas estandarizadas de Gf pero no a la media del país. La figura 12.35 presenta los re-
de Gc (por ejemplo, en el CI no verbal del Wechsler, sultados.
pero no en el CI verbal de esa batería de evaluación). Se parte del percentil 39 llegándose al percentil
La ganancia promedio equivale a 3,5 puntos de CI, 55. Antes del cambio en la dieta se fracasa con res-
pero se espera que el impacto de los suplementos sea pecto a la media nacional, pero se supera esa media
visible en los individuos que presentan alguna defi- después de las mejoras en la dieta. Se debe subrayar
ciencia real de vitaminas o minerales. Si solamente que no se consideró a un grupo de estudiantes de
uno de cada tres individuos presenta esa deficiencia, algún país en vías de desarrollo con evidentes sín-
entonces la ganancia será nula en dos de cada tres, tomas de desnutrición. Aun así, la mejora es evi-
pero será de 10,5 puntos en uno de cada tres dente.
(3,5 × 3). Los análisis de sangre revelaron ese des- ¿Impacta entonces sobre Gc el suplemento nu-
equilibrio para el caso de las vitaminas, pero no para tricional?
los minerales. Según Eysenck, no es así: «aunque el aprendiza-
je escolar se valora con test de Gc, ese incremento
puede atribuirse a aumentos en Gf que influyen en
la capacidad de aprender». El impacto positivo de
12 los suplementos nutricionales sobre el organismo se
Suplemento nutricional
11
10 9,6 (ganancia en la escala de CI) expresaría en Gf. Los efectos del aumento en Gf se
9 dejarían sentir en el nivel de aprovechamiento esco-
8 lar, y, por tanto, en el test de Gc. El efecto más acu-
7 sado observado en niños de menor edad apoyaría
6
4,9 esa interpretación.
5 Es evidente que el diseño de píldoras para aumen-
4 3,5
tar la capacidad intelectual constituye una idea evo-
3 2,4
2 cadora, más incluso que las píldoras para superar
1 0,8 la timidez o perder peso sin esfuerzo.
1
0 En sus conferencias ante audiencias legas en la
6 8-9 11-13 12-16 18-21 Media
materia, el profesor Richard Haier, de la Universi-
dad de California, suele provocar con la siguiente
pregunta: «¿Cuánto estaría usted dispuesto a pagar
Figura 12.34.—Mejora de la inteligencia fluida (Gf) seguida
de los suplementos de vitaminas según la edad de los indivi-
por una píldora que mejorase su inteligencia?».
duos: a mayor edad, menos ganancia. También se representa La investigación puede revelar cuáles son las
la ganancia media (adaptado de Eysenck, 1995). sustancias que influyen positivamente sobre el sus-

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370 / Manual de psicología diferencial

100

90

80

Despues del suplemento


70
(1979-1983)
Antes del suplemento
60
(1976-1979) 55
51 51
50 47
41 43
40 39

30

20

10

0
Sin Sin Sin Primer Segundo Sin Tercer
cambio cambio cambio cambio cambio cambio cambio
dieta dieta dieta dieta dieta dieta dieta

Figura 12.35.—Percentiles en los que se situaban los escolares de Nueva York según la media nacional a través de los cursos.
Entre 1976 y 1979 no hay cambios en la dieta. El rendimiento académico está por debajo de la media nacional (percentil 50).
Con el primer cambio en la dieta el rendimiento sube al percentil 47 y con el segundo al percentil 51. Al siguiente año no hay
cambios en la dieta, pero se mantiene el logro alcanzado. El tercer cambio en la dieta (curso 1982-1983) supone una nueva
ganancia (adaptado de Eysenck, 1995).

trato biológico desde el que se produce la clase de miento cognitivo. Los potenciadores conocidos como
conductas que calificamos de inteligentes. Si se pue- Cogs pueden llegar a tenerlos. Modalfinil, ritalin y
den atenuar los síntomas de la depresión o la ansie- adderall se encuentran entre los más empleados en la
dad mediante fármacos, es razonable pensar que se actualidad. El último, en concreto, se usa en época
puede mejorar la inteligencia con esos agentes bio- de exámenes en las universidades estadounidenses.
químicos. Al menos uno de cada cuatro estudiantes consume
El P7C3, por ejemplo, es similar al fármaco Di- alguna de esas sustancias para estimular su rendi-
mebon, usado a veces para combatir el Alzheimer. miento. Un claro ejemplo de dopaje cognitivo.
Pertenece a la familia de los denominados «neuro- Se discute sobre sus posibles efectos colaterales,
protectores», es decir, sustancias que atenúan la de- aunque no parecen evidentes. También se plantea
generación celular que contribuye a la pérdida de que determinadas instituciones podrían llegar a
las capacidades cognitivas. «obligar» a su consumo para que sus miembros me-
Se han creado comisiones dedicadas a valorar la joren su rendimiento, lo que atentaría contra su li-
evidencia y predecir el futuro inmediato. Foresight es bertad. Finalmente, se debate sobre la legitimidad
uno de esos grupos. Se aventura que los potenciado- de que quienes se presentan a exámenes competiti-
res cognitivos pueden llegar a ser consumidos regu- vos puedan consumir Cogs.
larmente, igual que sucede con el café. La cafeína Si llegasen a desarrollarse con garantías, los
posee demostrados efectos positivos sobre el rendi- Cogs serán consumidos regularmente. Pero, segura-

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Inteligencia y biología / 371

mente, tendrían un efecto a corto plazo, y, al igual los individuos evaluados en un estudio de 1950, en-
que sucede con otras clases de fármacos, sus efectos tonces existe ganancia. Si en un estudio de 2000 se
tenderían a disiparse al detenerse la ingesta. puntúa más alto que en un estudio de 1985, entonces
Los programas de estimulación cognitiva fun- existe ganancia. Eso producirá, en general, una co-
cionan mientras se mantienen, pero su efecto se des- rrelación positiva entre el año de publicación y el
vanece si dejan de aplicarse. Algo similar sucedería rendimiento en el test: cuanto más reciente el estu-
con los Cogs. No serían, por tanto, soluciones dife- dio, mayor la puntuación en el test de Raven (figura
rentes a otra clase de procedimientos dirigidos a me- 12.36).
jorar nuestras capacidades cognitivas, nuestra inte- Estas son las principales conclusiones del me-
ligencia. taanálisis:
Mantenerse en forma, o mejorar, requiere persis-
tencia. Sentarse en el sofá a ver los partidos de Rafa — Existe una clara ganancia generacional de
Nadal, o comprarnos costosas prendas de Nike, no inteligencia, tanto en los países desarrollados
nos convertirá en consumados tenistas. Mejorar como en los países en vías de desarrollo, se-
nuestras habilidades con la raqueta exige una prác- gún la evaluación que ofrece el test de Raven.
tica continuada, requiere esfuerzo. — La edad de los individuos evaluados es rela-
El mismo argumento se aplica a las capacidades tivamente irrelevante, es decir, los niños no
intelectuales. han mejorado más que los adultos.
— La ganancia generacional es algo mayor
para la escala del Raven diseñada para la po-
3.3. Ganancias generacionales blación general (Standard Progressive Matri-
de inteligencia: ¿educación, nutrición ces, SPM). La relación entre las puntuacio-
o genética? nes en el SPM y el año de publicación es de
0,53, mientras que para el APM (Advanced
Peera Wongupparaj et al. (2015) publicaron un Progressive Matrices, es decir, la escala para
metaanálisis sobre las ganancias generacionales en individuos intelectualmente selectos) es de
las distintas versiones del test de matrices progresi- 0,34. La correlación para el caso de la escala
vas de Raven. En los cálculos se consideraron más para niños (CPM, Colored Progressive Ma-
de doscientos mil individuos de casi cincuenta países trices) es de 0,19.
evaluados a lo largo de 64 años (entre 1950 y 2014).
Se consignaron las puntuaciones alcanzadas por Las generaciones recientes presentan mejor ren-
los individuos en el test según el año de publicación dimiento en los test de inteligencia, especialmente
del correspondiente estudio. Si en un estudio de en los que valoran Gf (inteligencia fluida). Sin em-
1970 los individuos evaluados puntúan más alto que bargo, sigue sin estar clara la razón de esa ganancia.

39 60 30
36 55
r = 0,19 50
r = 0,53 28 r = 0,34
33
45 26
30 40
24
Puntuación

Puntuación

Puntuación

27 35
24 30 22
21 25
20
20
18
15 18
15
10
CPM SPM 16 APM
12 5
(niños) (población general) (avanzado)
9 0 14
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015
Año de publicación Año de publicación Año de publicación

Figura 12.36.—Correlación entre año de publicación y puntuación en las versiones del test de matrices progresivas de Raven
para niños (CPM), población general (SPM) y población de alto rendimiento (APM) (Wongupparaj et al., 2015).

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372 / Manual de psicología diferencial

La nutrición es una variable candidata (Colom et sobre gemelos idénticos criados por separado y los
al., 2005, Lynn, 2013), pero los factores sociocultu- estudios de adopción revelan una influencia nula del
rales no se pueden descartar (Flynn, 2012). ambiente familiar. Además, los estudios sobre el
Cuando James Flynn estuvo en Barcelona en también nulo efecto del orden de nacimiento descar-
2002 —invitado por la Sociedad Española para la tan un efecto del ambiente extrafamiliar.
Investigación de las Diferencias Individuales— ob- La explicación más simple puede ser un cambio
servó que las personas mayores con las que se en- genético en la población. Si el efecto Flynn tiene un
contraba por la calles de la ciudad condal tenían una origen genético, cabe esperar una alta heredabilidad
estatura media relativamente baja, mientras que los de la inteligencia a través de las generaciones, como
jóvenes eran muy altos. Pudo comprobar que en Es- de hecho sucede. También se pronostican efectos en
paña se había producido una ganancia generacional otros factores influidos por los genes, como la esta-
de estatura. tura, la velocidad en el desarrollo, la miopía, el
El científico catalán Josep María Lluis i Font asma, el autismo, la hiperactividad o el tamaño cra-
tenía la hipótesis de que la ganancia de estatura y neal. Los hechos encajan razonablemente con la hi-
de inteligencia podían estar vinculadas a la misma pótesis del vigor híbrido.
causa: las mejoras sociosanitarias y nutricionales. Mingroni defiende que los cambios ambientales
Para comprobarlo recuperó las puntuaciones de un pueden ser el efecto, no la causa, del aumento de
grupo de niños en un test de inteligencia aplicado inteligencia de las poblaciones. Si la inteligencia
en Barcelona en 1970 y administró 30 años después aumenta, entonces se pueden esperar los cambios
el mismo test a un grupo equivalente de niños. El ambientales observados. Nuestro mundo es ahora
resultado reveló una ganancia de inteligencia equi- más complejo cognitivamente.
valente a tres puntos de cociente intelectual (CI) por La explicación de que el vigor híbrido produce
década, igual que el incremento promedio observa- las ganancias de inteligencia, lo que, a su vez, pro-
do internacionalmente. mueve los cambios en el ambiente, es más simple que
Hay dos hipótesis rivales para explicar el efecto las explicaciones ambientales. Los movimientos de-
Flynn, es decir, las ganancias generacionales de in- mográficos facilitan el incremento de heterocigotos,
teligencia. La de la estimulación cognitiva predice lo que provoca cambios en rasgos que presentan do-
una mejora entre los más y menos inteligentes, mien- minancia genética. No se requieren cambios en los
tras que la hipótesis nutricional predice una mejora genes, sino cambios en su distribución en la pobla-
en los segundos, pero no en los primeros. Los datos ción, algo que puede ocurrir en una sola generación.
de Lluís i Font apoyaron la perspectiva nutricional Pero Flynn también rechaza la hipótesis del vi-
(Colom et al., 2005). gor híbrido.
Flynn rechaza la hipótesis nutricional, pero Ri- Su teoría es que la mejora debe ser atribuida a
chard Lynn (2009) ha revisado las causas potencia- la revolución científica que ha inundado el pensa-
les (mejoras educativas, mayor complejidad cognitiva miento humano en el siglo xx, liberándolo del ra-
de los ambientes recientes, mejoras de las prácticas zonamiento concreto. El incremento de la escolari-
de crianza, actitudes más atrevidas y sofisticadas al zación y la naturaleza de las actividades de ocio han
resolver los test de inteligencia, mejoras nutriciona- alterado, según él, el equilibrio entre pensamiento
les, y heterosis o vigor híbrido), observando que las concreto y abstracto. Nuestras experiencias vitales
ganancias se identifican en bebés, niños de preesco- plantean ahora problemas ausentes en el mundo de
lar, niños en edad escolar y adultos. Por tanto, los nuestros antepasados. En 1900, la mayor parte de
únicos dos factores que encajarían serían la nutri- los ciudadanos vivían en una época precientífica,
ción y el vigor híbrido (ese vigor resulta del empa- pero ahora no.
rejamiento de individuos genéticamente distantes y Jonathan Wai y Martha Putallaz (2011) estudia-
se contrapone a la depresión por consanguinidad). ron casi dos millones de casos y encontraron que
Según Michael Mingroni (2004), la causa no entre los individuos más inteligentes también se
puede estar en el ambiente postnatal (nutrición, edu- apreciaba un efecto Flynn. Por tanto, el incremento
cación, cuidados médicos, práctica, actitud hacia los generacional de inteligencia se produce entre los
test o tamaño de la familia), ya que los estudios más y los menos inteligentes.

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Inteligencia y biología / 373

Si el aumento es general, entonces el agente cau- Por lo que se expuso en las páginas anteriores
sal debe ser también global. El vigor híbrido puede de esta parte tercera, el valor (o peso) en g de un
explicar ese hecho. El incremento de estimulación determinado problema intelectualmente exigente
social también. Pero, en el segundo caso, se cae en representa su complejidad cognitiva. A mayor peso,
un argumento circular: el incremento de estimula- más elevada complejidad. Si las generaciones re-
ción social aumenta la inteligencia de la población, cientes son más inteligentes, entonces el peso en g
pero ¿qué produce el incremento de estimulación? del mismo test debería reducirse porque sería cog-
Mingroni sostiene que una población más inte- nitivamente menos complejo.
ligente promueve la creación de ambientes más com- Se pueden analizar los datos de estandariza-
plejos, rompiendo así el círculo vicioso. Sin embar- ción de la escala Wechsler para adultos obtenidos
go, faltan pruebas convincentes que vayan más allá en 1970 y 1992 en España para responder a la
de las circunstanciales. coyuntura anterior. Calculando un análisis facto-
Según Robert L. Williams (2015), las inconsis- rial para los 11 test del Wechsler en ambos mo-
tencias que se observan según el momento y el lugar mentos se puede obtener sus pesos en el factor
invitan a pensar en múltiples causas de las ganancias general de inteligencia (g). La tabla 12.2 presenta
generacionales. Además, es probable que esas ga- los resultados, mostrando que los pesos se reducen
nancias no supongan verdaderos aumentos de inte- en 1992.
ligencia, sino que se deban a factores espurios. Un La última fila resume esa reducción equivalente
determinado test de inteligencia puede no valorar el a más de un 20 %. El cambio supone que en 1992
constructo de interés en igual medida en distintas los mismos test son cognitivamente menos comple-
generaciones. jos que en 1970. El resultado sería congruente, por
Sabemos que los test de inteligencia valoran g, tanto, con la idea de que la inteligencia general (g)
capacidades distintas de g (factores de grupo) y ele- aumentó en ese período de tiempo. Los individuos
mentos específicos del test. Es probable que los cam- evaluados serían más inteligentes en 1992 y resolve-
bios generacionales se concentren en los factores de rían con mayor eficacia esos test porque les resulta-
grupo y en los elementos específicos del test, pero rían cognitivamente menos complejos.
que g no se vea alterado. Williams sostiene que nun- La tabla 12.2 muestra también las ganancias en
ca se ha demostrado ese cambio en g, pero, de exis- las puntuaciones obtenidas por los individuos eva-
tir dicho cambio, ¿cómo se podría comprobar? luados en 1970 y 1992.

TABLA 12.2
Pesos en g de los mismos test del Wechsler resueltos por dos grupos generacionales (cohortes)
comparables de individuos en 1970 y 1992 (también se presentan los cambios en las puntuaciones
de los test entre ambos momentos)

Test de Wechsler Peso en g (1970) Peso en g (1992) Cambios en las puntuaciones (d )

Información 0,76 0,54 1,13


Comprensión 0,60 0,54 0,35
Aritmética 0,70 0,60 0,56
Semejanzas 0,71 0,61 1,44
Dígitos 0,56 0,31 0,83
Vocabulario 0,80 0,64 0,84
Claves 0,77 0,41 0,87
Figuras incompletas 0,78 0,54 0,74
Cubos 0,77 0,57 0,33
Historietas 0,71 0,62 0,71
Rompecabezas 0,70 0,41 0,53
Porcentaje de varianza 51 % 29 %

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374 / Manual de psicología diferencial

Al calcular la correlación entre los pesos en g y atiende la posibilidad de que los cambios en las me-
el cambio de puntuaciones entre ambos momentos didas concretas puedan no apresar lo que resulta
temporales se obtiene un valor nulo. El peso en g de relevante, el constructo que se pretende estimar a
«información» y «comprensión» es idéntico en 1992, través de esas medidas.
pero el cambio en las puntuaciones difiere extraor- Además, el ejemplo expuesto con los datos de
dinariamente. El peso en g de «dígitos» e «historie- España es contradictorio con la conclusión de Gig-
tas» es muy diferente, y, sin embargo, el cambio en nac. Si los mismos test de inteligencia son menos
las puntuaciones es similar. complejos cognitivamente, tal y como revela la dis-
El peso en g del test de «dígitos» se reduce os- minución de los pesos en el factor g, entonces la
tensiblemente entre 1970 y 1992. Las variaciones en inteligencia probablemente ha mejorado de una ge-
esos pesos a través del tiempo son mucho más rele- neración a otra.
vantes para responder a la pregunta de qué sucede En resumen, existen argumentos plausibles sobre
a nivel latente —en lo que se pretende medir a través las causas del efecto Flynn, pero cualquier explica-
del test—, puesto que se basa en las correlaciones ción verosímil debe considerar (Williams, 2015):
de ese test con el resto.
Desde esa perspectiva, Gilles Gignac (2015) con- — Su presencia en niños de 1-2 años.
sideró los cambios generacionales en un período de — La tendencia a que las ganancias se detengan
85 años en dos test de la escala Wechsler que, según y luego se inviertan en determinados países.
él, valoran la memoria a corto plazo (MCP) y la — Las ganancias conductuales reales observa-
memoria operativa (MO). Concretamente, el test de das (medidas) en las poblaciones, si se con-
dígitos, tanto en su versión directa como inversa. La sidera que las ganancias son significativas.
primera versión valoraría MCP y la segunda MO. — Los artefactos relacionados con los test que
El test de dígitos exige repetir una secuencia de nú- no tienen nada que ver con la inteligencia.
meros tal y como han sido presentados, o en su or-
den inverso. La primera versión es más sencilla (me-
nos compleja cognitivamente) que la segunda. 3.4. La recuperación intelectual después
La idea en la que se basó el estudio de Gignac es de un daño en el cerebro
que si la ganancia generacional de inteligencia es ge-
nuina, o real, entonces debería observarse un incre- El modelo de los genes generalistas mantiene
mento en las pruebas de dígitos similar a la encon- que un determinado gen se expresará en varias re-
trada para la capacidad intelectual general (g). No giones del cerebro y que cada una de esas regiones
puede ser de otro modo si la inteligencia y la memo- apoyará distintos procesos psicológicos (Kovas y
ria operativa comparten limitaciones de capacidad Plomin, 2006).
que se van superando a través de las generaciones. Aron Barbey et al. (2014) estudiaron 156 vete-
Los datos considerados en su estudio correspon- ranos de guerra que presentaban traumatismo cere-
den a distintas versiones de las escalas Wechsler bral. Esos individuos habían sido evaluados antes
para adultos desde 1923 hasta 2008. Los resultados de entrar en combate mediante una serie de test.
señalaron que las puntuaciones en las versiones de Después del episodio traumático se obtuvieron imá-
la escala de dígitos a través de los años apenas ex- genes de sus cerebros y se sometieron a análisis para
perimentan cambios: entre 6,3 y 6,7 para la versión ubicar las regiones lesionadas (figura 12.37). Los
directa (desviación típica, 2,4), y entre 4,8 y 5,1 para pacientes también completaron la escala Wechsler
la versión inversa (desviación típica, 2,6). para adultos (WAIS-III) y se consideró el gen BDNF
Gignac olvida, no obstante, que la distinción localizado en el cromosoma 11.
entre memoria a corto plazo y memoria operativa El BDNF promueve la plasticidad cerebral. En
es discutible (Colom et al., 2016). Además, la casi concreto, el polimorfismo Val66Met del BDNF se en-
perfecta relación entre inteligencia y memoria ope- cuentra implicado en el tráfico celular. La corteza pre-
rativa se produce a nivel latente, es decir, en lo que frontal presenta una significativa neuroplasticidad a
hay de común a diversas medidas de ambos factores. lo largo de la vida e implica al BDNF en la recupera-
Gignac reconoce ese hecho en su estudio, pero des- ción de funciones después de un episodio traumático.

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Inteligencia y biología / 375

Val/Val Val/Met

106
104
104 103 103 103
102
102

100

98 97
96
96 95 95
94
94

92

90

88
g Comprensión Razonamiento Memoria Velocidad

Figura 12.37**.—Izquierda: imágenes en las que se representan las lesiones cerebrales de los genotipos Val/Val (azul), Val/Met
(amarillo) y solapamiento entre ambos (verde). Derecha: puntuaciones de ambos genotipos en las capacidades intelectuales
valorada por el WAIS-III: g = inteligencia general, comprensión verbal, razonamiento abstracto, memoria operativa y velocidad
mental (adaptado de Barbey et al., 2014).

CUADRO 12.8
Los individuos más inteligentes resisten mejor el ataque a sus redes cerebrales

Emiliano Santarnecchi et al. (2015) observaron que los individuos más inteligentes (según las puntuaciones alcan-
zadas en un test de CI, en concreto el test de Wechsler) resisten mejor los ataques dirigidos contra la integridad de
las redes que conectan las distintas regiones de sus cerebros.
Mediante una serie de simulaciones se comprobó el efecto de ataques dirigidos (targeted) y aleatorios (random)
sobre la integridad de esas redes. Los individuos más inteligentes presentaban una capacidad de procesamiento más
distribuida, por lo que el ataque a los nodos de sus redes produjo un efecto menor sobre su integridad. Sus cerebros
encontraban rutas alternativas cuando algún camino se interrumpía por el daño consecuencia del ataque.
Ese resultado ayuda a comprender la noción de reserva cognitiva, por ejemplo, y puede explicar por qué los indi-
viduos más inteligentes viven más tiempo que los menos inteligentes (según ha constatado la epidemiología diferen-
cial). Los individuos con mayor nivel intelectual poseerían un sistema nervioso más íntegro, más robusto a los pro-
cesos de deterioro y declive.
Las siguientes son las preguntas del estudio de Santarnecchi et al.:

— ¿Corresponde una mayor inteligencia a un cerebro más robusto?


— Si es así, ¿cuáles son las regiones cerebrales más o menos susceptibles a los ataques dirigidos y aleatorios?
— ¿Existe una relación específica entre la inteligencia y el tipo de ataque?
— ¿Existe alguna diferencia entre la inteligencia fluida (g f ) y la cristalizada (gc)?

Se exploraron los registros de resonancia funcional en reposo (rsfMRI) de un grupo de más de cien individuos de
entre 20 y 60 años de edad. Seguidamente se dividió el cerebro en 90 regiones corticales y subcorticales y se estudia-
ron sus niveles de conectividad. Se obtuvo una serie de indicadores de conectividad, que se resumieron en valores de
integración y segregación de las redes para estimar el procesamiento local y distribuido, respectivamente.

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376 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 12.8 (continuación)

Según los resultados, la resistencia del cerebro a los ataques se relacionó con el CI total (r = 0,65), verbal (r = 0,57)
y no verbal (r = 0,53). Apenas hubo diferencia entre los test verbales (cristalizados) y no verbales (fluidos).
Seguidamente se identificaron las regiones del cerebro responsables de la interacción entre inteligencia y resisten-
cia a los ataques. Se observó que, para los individuos con mayor nivel intelectual, esas regiones se encontraban es-
pecialmente vinculadas al lenguaje, pero también se identificaron algunas regiones asociadas a la memoria.
En el caso de los individuos de menor nivel intelectual, las regiones más relevantes se vinculaban al procesamien-
to emocional, tales como la amígdala o la corteza cingulada.
Las diferencias observadas entre los más y menos inteligentes sugieren que el hardware sobre el que se implemen-
ta el software puede no ser comparable en ambos casos.
Lo que representa la relación inteligencia-resistencia es el procesamiento distribuido, no el local. Ninguna región
en concreto sería crucial. Aun así, las regiones frontales, parietales y temporales se encuentran detrás de las diferen-
cias individuales de inteligencia, y también serían responsables de la mayor resistencia mostrada por los individuos
más inteligentes. Además, las regiones que distinguen mejor a los individuos más y menos inteligentes sustentan el
procesamiento lingüístico.
Los hallazgos de esta investigación podrían orientar los estudios experimentales dirigidos a inhibir o estimular
determinadas funciones cognitivas. Provocar a una determinada región producirá efectos sobre la red en la que se
incluye. Además, los efectos experimentales interactuarán con variables diferenciales como el nivel intelectual.
No hay dos cerebros iguales.

Se comparó la capacidad intelectual de los vete- 3.5. Neuroergonomía y capacidades


ranos con las versiones Val/Met y Val/Val del BDNF
antes y después del traumatismo. Antes no se apre- Raja Parasuraman y Yang Jiang resumieron en
ciaron diferencias en su nivel intelectual, pero des- 2012 una serie de aplicaciones derivadas de la neu-
pués se observaron diferencias sustanciales a favor rociencia cognitiva y de la genética molecular. La
de los Val/Met equivalentes a media desviación tí- disciplina en la que se recogen esas aplicaciones re-
pica en inteligencia general (g), comprensión verbal, cibe el nombre de «neuroergonomía». Los autores
razonamiento, memoria operativa y velocidad men- exponen evidencias sobre, por ejemplo, la memoria
tal (figura 12.37). operativa y la toma de decisiones.
Los genotipos Val/Met preservaron su nivel in- Comienzan con el siguiente ejemplo para desta-
telectual después del traumatismo cerebral. A la vis- car la relevancia de esa disciplina. Un paciente so-
ta de ese resultado, se concluyó que el alelo Met metido a una larga intervención quirúrgica muestra
contribuye a mantener el funcionamiento intelectual un repentino cambio en sus signos vitales, revelando
de individuos que presentan lesiones locales en la una amenaza crítica. El cirujano debe adoptar una
corteza prefrontal. rápida decisión sobre el modo más adecuado de ac-
Los hallazgos de esa investigación pueden ser tuar. Se deben barajar mentalmente diferentes posi-
relevantes para comprender los mecanismos mole- bilidades para llegar a un diagnóstico sobre la mar-
culares que subyacen a la asociación del BDFN con cha. También deben valorarse los riesgos de las
la conservación del nivel intelectual tras un episodio distintas acciones.
traumático que influya en el cerebro. No todos los médicos son iguales en su capa-
Los mecanismos de expresión del alelo Met su- cidad para materializar esas operaciones mentales.
gieren que combate la muerte celular evocada por el Un médico puede disponer de suficiente capacidad
trauma. Los autores del estudio recomendaron di- de memoria operativa para considerar, simultánea-
rigir los programas de intervención especialmente a mente, diferentes diagnósticos, mientras que otro
los genotipos Val/Val, puesto que su proceso de re- adoptará decisiones sin considerar expresamente
cuperación espontánea de las funciones perdidas se todas las opciones, porque su capacidad es mejo-
verá probablemente comprometido. rable.

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Inteligencia y biología / 377

La neuroergonomía aplica los modelos y resul- ductuales y neurocognitivos con las variaciones co-
tados de la neurociencia y de la genética molecular nocidas en el genoma. También puede informar so-
al análisis del cerebro y de la conducta humana en bre las interacciones entre genes y sobre las rutas
las ocupacionales laborales y demás situaciones co- moleculares hacia la cognición. Pero esa aproxima-
tidianas. Aunque se ha estudiado la base neurológica ción es muy exigente, requiriendo estudiar a miles
de las capacidades cognitivas, la mayor parte de las de personas. En contraste, el uso de genes candida-
investigaciones se han hecho usando tareas simples tos es menos costoso y se basa en elegir variaciones
de laboratorio, incapaces de capturar la complejidad específicas de determinados alelos según determina-
y el dinamismo de la conducta cotidiana. La inves- dos criterios (por ejemplo, SNP que pueden influir
tigación en recursos humanos ha examinado la acti- sobre la neuromodulación en el cerebro; son varios
vidad cognitiva en vivo, pero se han usado métodos los estudios que han usado ese método para exami-
de observación, no métodos neurocognitivos. Ade- nar las diferencias cognitivas).
más, la mayor parte de los estudios de neuroimagen Esos estudios se centran en SNP presuntamente
sobre los procesos cognitivos revelan resultados para implicados en funciones de neurotransmisión. Una
un grupo de personas, ignorando las diferencias in- vez seleccionados los SNP se revisan los estudios de
dividuales. La contribución de la genética molecular neuroimagen sobre una determinada función cogni­
a la comprensión de las diferencias individuales es la tiva, para identificar las redes del cerebro que me-
meta de varios estudios recientes. diatizan esa función. Los estudios neurofisiológicos
y farmacológicos pueden identificar los neurotrans-
¿Por qué es crucial considerar las diferencias misores implicados en esas redes.
individuales en neuroergonomía? Esos distintos niveles de análisis se pueden inte-
grar. Desde abajo se usan métodos de bioinforma-
En primer lugar, porque es difícil derivar aplica- tica y se buscan bases de datos de SNP para identi-
ciones según los resultados promedio de un grupo ficar genes candidatos. Desde arriba se explora la
de personas. Son inútiles para muchos de los indivi- capacidad cognitiva de interés. Al identificar las re-
duos de ese grupo, y tampoco describen a los indi- des neuronales que subyacen a una determinada ca-
viduos con un nivel extraordinariamente alto de pacidad, y los neurotransmisores que conectan esas
competencia cognitiva. redes, se converge en la selección de candidatos para
La evaluación de las diferencias individuales en un estudio de asociación genética.
los procesos atencionales es importante para com- La integración de la neuroimagen y la genética
prender, por ejemplo, la toma de decisiones. La aten- (imaging genomics) puede mejorar la comprensión
ción selectiva puede distorsionar la toma de decisio- de las rutas neurobiológicas que subyacen a las fun-
nes cuando se atiende en mayor grado a señales ciones cerebrales. Además, permite vincular los mo-
poderosas, pero irrelevantes, que a señales mas dé- delos animales a los estudios con humanos, exami-
biles pero esenciales. Los individuos susceptibles a nando los vínculos intermedios (endofenotipos)
esas señales engañosas cometerán más errores, espe- entre la conducta y los polimorfismos genéticos.
cialmente bajo situaciones de alta tensión. La neuroergonomía ha prestado especial aten-
Las diferencias individuales son importantes y ción a la memoria operativa porque posee un rele-
los análisis grupales son limitados. Se necesitan mé- vante papel mediador en varias capacidades cogni-
todos para identificar y cuantificar esas diferencias tivas relacionadas con la resolución de problemas,
individuales. El método dominante ha sido la apro- el razonamiento y la toma de decisiones. También
ximación basada en test psicológicos. Se ha apren- es clave para comprender las diferencias individuales
dido mucho usando esos test, pero los avances en en el «esfuerzo mental» exigido por situaciones de
genética molecular añaden evidencias sobre las di- multitarea y por las actividades laborales complejas.
ferencias individuales que pueden mejorar la com- En el campo de los recursos humanos se explo-
prensión de la base neurológica de las diferencias ran las posibilidades de diseñar interfaces y métodos
individuales observadas. de entrenamiento que optimicen la carga del opera-
En genética molecular, la aproximación GWA rio en un nivel moderado, evitando tanto la sobre-
ayuda a descubrir asociaciones de los fenotipos con- carga como la ligereza. La evaluación de la memoria

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378 / Manual de psicología diferencial

operativa y su papel en la toma de decisiones es peligroso y seleccionar a la unidad aliada que pu-
esencial en neuroergonomía. diera combatir dentro de una ventana temporal de
Los estudios de neuroimagen han demostrado 10 segundos y basándose en las reglas del combate.
que los patrones de activación y de estructura cere- El usuario podía hacer la tarea sin o con ayudas
bral varían sistemáticamente entre individuos que por parte del programa. Podía elegir entre dejarse
presentan distinta capacidad de la memoria opera- guiar por el programa o actuar por su cuenta. Pero el
tiva. Tanto la experiencia como los factores genéti- programa es falible, teniendo una fiabilidad del 80 %.
cos contribuyen a esas diferencias individuales. Las decisiones guiadas aceleran el proceso, pero cuan-
do el programa se equivoca la precisión se reduce.
¿Cuál es la contribución genética Esa tarea de simulación requiere tomar decisio-
a las diferencias individuales en memoria nes similares a las de un combate real. Al examinar
operativa? los mecanismos neurogenéticos que subyacen a la
conducta en esa tarea, se investigó si el genotipo
Los genes vinculados a los receptores dopaminér- DBH se asociaba a la toma de decisiones cuando la
gicos y noradrenérgicos son candidatos adecuados. ayuda del programa era fiable o cuando fallaba.
La inervación dopaminérgica de las neuronas de la Se dividió a los usuarios en dos grupos. Por un
corteza prefrontal (PFC) es relevante para la memo- lado, el de baja actividad de la enzima DBH, con
ria operativa. Dado el papel de la dopamina y la no- combinaciones de alelos A/A y T/T de los SNP 444
repinefrina en la activación de la PFC y en la memo- G/A y −1021 C/T. El grupo de alta actividad de esa
ria operativa, el gen DBH —que modula su enzima incluyó las combinaciones G/A y C/C o G/G
disponibilidad diferencial en las neuronas de la y C/C de esos SNP.
PFC— constituye un candidato a asociarse con la Se predijo que la eficacia en la toma de decisiones
memoria operativa. sería superior en el grupo de baja actividad de la
Se ha vinculado SNP del DBH con los niveles enzima, y los resultados confirmaron la predicción.
de plasma y de líquido cefalorraquídeo de la enzima El tiempo necesario para tomar una decisión fue me-
DBH. Esa enzima controla la conversión de la do- nor en el primer grupo, y la ventaja aumentó al usar
pamina en norepinefrina en las vesículas adrenérgi- la ayuda del programa. El efecto del genotipo DBH
cas. El gen DBH posee una longitud de 23.000 pares se observó tanto en condiciones de ayuda como de
de bases e incluye 12 regiones de codificación (exo- ausencia de soporte por parte del programa. El ge-
nes). Dos de los principales SNP que controlan la notipo correspondiente a una baja actividad de la
actividad de la enzima DBH son el 444 G/A, impli- enzima se mostró un 24 % mas rápido al tomar de-
cando una sustitución de G por A en la localización cisiones que el grupo con alta actividad de la enzima.
444 del exón 2, y −1021 C/T, implicando un cambio No se apreciaron diferencias en la precisión de
C/T en la región promotora del gen. respuesta según el genotipo DBH, pero el rendi-
Las asociaciones genéticas entre los genes dopa- miento en los ensayos en los que el programa de
minérgicos y la memoria operativa se han observado ayuda fallaba se asoció a las diferencias genotípicas.
usando tareas cognitivas en el laboratorio. Pero esas Mientras que la precisión fue casi del 100 % cuando
tareas de laboratorio no capturan la complejidad de la ayuda era correcta, ese rendimiento fue significa-
la conducta en situaciones cotidianas. tivamente peor en el 20 % de los ensayos en los que
la ayuda fallaba. Sin embargo, el grupo con baja
¿Se observarían esas asociaciones genéticas actividad de la enzima mantuvo un alto rendimien-
en situaciones mas complejas de toma to a pesar del fallo en la ayuda (96 % frente al 82 %
de decisiones? del grupo de alta actividad de la enzima).
En consecuencia, poseer genotipos DBH asocia-
En un estudio con mayor validez ecológica se dos a una baja actividad de la enzima DBH (mayor
solicitó tomar decisiones en un simulador que repre- ratio dopamina/norepinefrina) beneficia tanto a una
sentaba un campo de batalla, con unidades enemi- rápida decisión en situaciones de estrés temporal,
gas, unidades de combate y artillería aliadas, y un como a una mayor precisión cuando fallan las ayu-
cuartel central. Se debía identificar al enemigo más das del programa.

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Inteligencia y biología / 379

Los estudios que usan métodos conductuales, de (Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic
neuroimagen y de genética molecular —cuando sir- Repeats: http://rna.berkeley.edu/index.html).
ven para examinar funciones cognitivas tales como No obstante, aunque Doudna ha sido la cientí-
la atención, la memoria operativa o la toma de de- fica más mediática, otros científicos, como el argen-
cisiones— pueden describir las diferencias indivi- tino Luciano Marraffini o el español Francisco Mo-
duales en esas funciones. Esas diferencias deben exa- jica han contribuido de un modo sobresaliente al
minarse desde distintos niveles de análisis —genes, descubrimiento. De hecho, Mojica fue el verdadero
proteínas, neurotransmisores, redes cerebrales, cog- pionero en el estudio de CRISPR. Descubrió se-
nición y conducta— y no deberían reducirse a nin- cuencias repetitivas en el ADN de bacterias y esti-
guno ellos sino integrarse. puló la hipótesis de que CRISPR era un sistema
Los análisis grupales ocultan los resultados in- inmune adaptativo. Al descubrir CRISPR, Mojica
dividuales. Los métodos psicométricos y los de la propuso que cortaba ARN. Sin sus trabajos y la in-
genética molecular se pueden usar para identificar vestigación básica desarrollada por Marraffini, la
a esos individuos. Los esfuerzos deberían orientarse expectación que gira alrededor de la edición del ge-
a integrar psicometría y genética molecular con los noma humano no existiría en la actualidad.
datos de la neurociencia. La tecnología que se ha desarrollado a partir de
Los resultados de la neuroergonomía poseen im- la investigación básica permite ahora editar el geno-
plicaciones para el diseño y para entrenar a los indi- ma cortando un segmento de ADN y, en su caso,
viduos en el uso de dispositivos. Otra implicación para pegando otro segmento de ADN. CRISPR puede
el área de los recursos humanos supone formar a los cambiar una secuencia de ADN en secciones con-
profesionales con respecto a las diferencias individua- cretas del genoma de un individuo vivo.
les en los procesos relacionados con la toma de deci- El proceso de edición puede suponer dos fases.
siones, de modo que puedan usarse para diseñar pues- En primer lugar, el ARN guía (complementario
tos o para adaptar las interfaces a cada usuario en a la región del ADN que se desea modificar) se aso-
particular. Los métodos de la genética molecular tam- cia a una enzima. Sirviéndose de las reglas de com-
bién pueden ayudar en los procesos de selección y plementariedad de los nucleótidos, el ARN se com-
entrenamiento dirigidos a formar equipos de opera- bina con la secuencia de interés presente en el
dores humanos que puedan adoptar rápidamente de- genoma, dirigiendo a la enzima para cortar el ADN
cisiones equilibradas usando sistemas semiautomati- en la región de interés.
zados. Aun así, se requiere un mayor esfuerzo para En la segunda fase se activan los mecanismos
averiguar cómo usar métodos neuroergonómicos en espontáneos de reparación del ADN cortado. Esa
tareas complejas que representen adecuadamente la reparación produce mutaciones de inserción o sus-
toma de decisiones en situaciones cotidianas como, tracción. Si se ubican dentro de un gen pueden des-
por ejemplo, las decisiones de un consumidor, las que activar su acción.
debe adoptar un jurado, los médicos, los pilotos o los Si se introduce en la célula una molécula de
responsables militares. ADN que sirva como molde durante la reparación
La neuroergonomía se beneficia de los avances —a la que se haya añadido algún cambio—, la cé-
en neurociencia, en psicología, en ingeniería y en lula lo copiará, y el cambio se incorporará al ADN.
otras disciplinas. La meta básica de los recursos hu- La desactivación de genes, por un lado, y su re-
manos —cómo los humanos diseñan e interactúan paración, por otro, pueden corregir errores asocia-
con la tecnología— gana en riqueza al considerar dos a determinadas enfermedades. Esa es la gran
cómo los distintos cerebros humanos dificultan o promesa que estimula ahora la investigación.
posibilitan esas actividades. La ingeniería genética que permite la tecnología
CRISPR ayuda, por tanto, a editar y corregir efi-
cientemente el genoma de las células.
3.6. Edición del genoma humano Pero esa tecnología no serviría exclusivamente
para combatir las enfermedades (figura 12.38).
Jeniffer Doudna es la responsable de uno de los Si se supiera cuáles son los genes implicados en
equipos que están detrás de la tecnología CRISPR la inteligencia, la extraversión, la cordialidad, la res-

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380 / Manual de psicología diferencial

El futuro inmediato se presenta ante nosotros


Alto CI con perspectivas apasionantes, pero también con
numerosos interrogantes sobre si actuar o inhibirse
ante la posibilidad de mejorar rasgos de considera-
ble impacto en la vida de los humanos mediante la
puesta en práctica de sofisticadas tecnologías como
la descrita en este apartado.
Visión
perfecta
SUMARIO
Audición
perfecta
No hay dos genomas iguales, y, por tanto, tam-
poco habrá dos cerebros iguales. El genoma incluye
la receta para cocinar el cerebro que está detrás de
los fenómenos psicológicos de interés, pero es pre-
ciso buscar los ingredientes en el entorno. Compren-
Riesgo nulo de Alzheimer, ictus, adicciones, etc. der esas relaciones genes-cerebro-conducta en el
momento actual probablemente deba hacerse a la
luz de los conocimientos que se poseen sobre la evo-
Figura 12.38.—CRISPR permite editar el genoma humano.
Se especula con la posibilidad de producir bebés de diseño
lución de la humanidad durante millones de años.
aplicando esa tecnología. La figura señala una serie de carac- Este capítulo expuso una serie de resultados so-
terísticas, y entre las psicológicas se destaca la capacidad in- bre las relaciones de las diferencias cerebrales con las
telectual (CI). diferencias de inteligencia. En la actualidad se admi-
te que las conexiones de estructura y función de las
ponsabilidad, la estabilidad emocional y la apertura regiones frontales con las parietales son esenciales
mental, ¿qué impediría editar esos genes para pro- para comprender las diferencias que separan a unos
mover la expresión máxima de esos fenotipos? individuos de otros según su rendimiento intelectual.
Los individuos con mayor nivel intelectual, ex- El modelo P-FIT ayuda a organizar las evidencias
travertidos, mentalmente abiertos, responsables, cor- que se van acumulando a través del uso de distintos
diales y emocionalmente estables tendrán mayores métodos, pero los resultados parecen indicar que se
probabilidades de éxito en sus vidas, presentando pueden alcanzar metas similares a través de distintas
ventajas sobre los individuos que se desvíen de ese redes cerebrales. El hecho de que no haya dos cere-
perfil psicológico ideal en nuestra sociedad. bros iguales complica la labor de la ciencia, y agru-
Doudna ha salido al paso de la posibilidad de par las evidencias obtenidas en distintos individuos
editar el genoma para potenciar esas características puede producir impresiones engañosas.
psicológicamente deseables. En concreto, esa cientí- Los modelos factoriales y cognitivos descritos
fica-empresaria ha declarado que «es una suerte que en los capítulos 10 y 11 se han relacionado con las
no sepamos con detalle el origen genético de rasgos evidencias observadas a nivel cerebral. En general,
complejos como la inteligencia, porque eso hace im- se aprecia una provocadora coherencia. Por ejem-
posible un programa de mejora humana». plo, cuanto mayor es la complejidad cognitiva del
Es una sorprendente declaración. Una buena problema a resolver, mayor es el número de regiones
parte de los programas de intervención social están cerebrales implicadas. Sin embargo, al eliminar los
dirigidos a mejorar las condiciones de los humanos. elementos específicos de los test administrados para
Disponer de un modo de lograrlo, aunque eso su- valorar el nivel intelectual se reduce el número de
ponga editar el genoma de esos humanos, y al mis- regiones cerebrales potencialmente relevantes para
mo tiempo evitar activamente hacerlo, requiere al- dar cuenta de las diferencias de inteligencia. Ese he-
guna justificación de peso. Además, en la medida en cho es consistente con lo observado al estudiar nu-
la que sea posible hacerlo, alguien lo hará, posible- merosos grupos de pacientes con lesiones locales y
mente sin la conveniente supervisión. crónicas.

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Inteligencia y biología / 381

Por lo que se refiere a la influencia de los facto- los genes con el ambiente podrían guardar la res-
res genéticos y no genéticos sobre las diferencias de puesta que se persigue, pero, además, explicaría por
inteligencia, los resultados disponibles señalan que: qué resulta tan compleja la localización de los genes
responsables de la heredabilidad de la inteligencia.
a) Esas diferencias son heredables, alcanzando Finalmente se han descrito una serie de aplica-
valores del 80 % en la edad adulta. ciones, desde la neurometría (es decir, la posibilidad
b) El ambiente compartido o familiar es mu- de valorar una serie de neuromarcadores para pre-
cho menos relevante que los genes. decir las diferencias de inteligencia) hasta la edición
c) Los efectos no genéticos interesantes se del genoma humano usando tecnologías como
concentran en el ambiente no compartido CRISPR. Se han considerado los efectos de la nu-
o experiencia personal de ese ambiente. trición sobre la inteligencia, las causas probables de
las ganancias generacionales de inteligencia, la co-
Los análisis de genética molecular buscan iden- nexión de determinados genes con el cerebro y las
tificar los genes que, en concreto, están detrás de las capacidades intelectuales, y la aplicación de los co-
diferencias de inteligencia, considerando cientos de nocimientos sobre las diferencias individuales que
miles de individuos. Sin embargo, los resultados son se derivan de la neurociencia cognitiva y de la gené-
todavía débiles, aun cuando se combina el efecto de tica molecular a través de una novedosa disciplina
distintos genes para calcular puntuaciones polige- conocida como neuroergonomía. Avanzar en nues-
néticas. Esa situación invita a pensar que las peque- tro estado de conocimiento sobre la biología de la
ñas diferencias genéticas que separan a los indivi- inteligencia complementa lo que se sabe gracias a
duos desde la línea de salida, al comienzo de la vida, los modelos factoriales y cognitivos, componiendo
se van acumulando con el paso de los años. Es po- un complejo cuadro que nos acerca a la meta de
sible que los métodos atribuyan a los genes una re- desvelar los secretos del principal atributo de la hu-
levancia inmerecida. La correlación e interacción de manidad.

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Resumen de la parte tercera

La inteligencia es una capacidad integradora de basan en el hecho constatado de que el rendimiento


la mente, el principal atributo de la humanidad. Las cognitivo ante distintos tipos de tareas mentales co-
múltiples capacidades cognitivas que se han identi- rrelaciona positivamente para, seguidamente, resu-
ficado a través de la investigación se encuentran re- mir ese rendimiento en factores que presentan pro-
lacionadas porque, posiblemente, son integradas gresivamente un mayor grado de generalidad hasta
por ese factor psicológico al que se denomina, desde llegar al factor g. Los no jerárquicos se basan en la
hace siglos, intelecto. combinación de las facetas de operaciones mentales
Los científicos discuten sobre numerosos deta- y contenidos de la información para diseñar instru-
lles, pero comparten una definición de ese atributo mentos de medida que permitan llegar a una eva-
humano. La inteligencia es una capacidad mental luación, lo más precisa posible, del rendimiento in-
muy general para razonar, resolver problemas y telectual; precisa en el sentido de que la puntuación
aprender. El rendimiento valorado por los tests es- lograda por el individuo pueda atribuirse inequívo-
tandarizados predice un elevado y variado número camente a una determinada capacidad cognitiva.
de fenómenos de interés social, como el rendimien- Por tanto, los dos tipos de modelos no deben com-
to académico, el desempeño laboral, la respuesta a pararse sin más. Persiguen distintas metas y ambas
la psicoterapia, la vulnerabilidad a los accidentes, la son valiosas.
salud física o la longevidad. La misma inteligencia Mientras que los modelos factoriales se centran
que se aplica al resolver los problemas de los tests en la estructura del intelecto, los cognitivos exploran
se emplea en las situaciones cotidianas, porque en su dinámica. Se pregunta por los procesos psicoló-
ambos casos se valora el nivel de complejidad al que gicos que pudieran estar detrás de las diferencias
puede llegar el individuo. Algunos llegan más lejos intelectuales. El modo de aproximarse a esa pregun-
que otros. ta para encontrar respuestas consiste en analizar las
Esta parte tercera revisó los modelos factoriales, conductas de los individuos ante una serie de mani-
cognitivos y biológicos de la inteligencia. Esos mo- pulaciones experimentales de tareas que varían por
delos complementarios responden a las tres pregun- su nivel de complejidad. Esa complejidad es una
tas fundamentales que se han formulado desde la faceta común a los problemas que se incluyen en los
psicología diferencial sobre ese atributo humano. tests estandarizados de inteligencia. Los resultados
Los modelos factoriales identifican y organizan observados sugieren que la memoria operativa cons-
en una estructura los rasgos del intelecto humano, tituye una función cognitiva crucial para compren-
según el rendimiento de los individuos de la pobla- der las diferencias intelectuales. Los individuos se
ción ante una variada serie de tests estandarizados distinguen por su capacidad para manipular simul-
que recogen una extensa muestra de lo que los cien- táneamente (sobre la marcha) la información sobre
tíficos consideran señas de identidad de la inteligen- la que se debe operar para llegar a una determinada
cia. Esos modelos son jerárquicos y no jerárquicos, solución. La alta correlación entre el factor g (valo-
según el objetivo al que se orienten. Los primeros se rado con test estandarizados) y la memoria opera-

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384 / Manual de psicología diferencial

tiva (estimada con tareas experimentales) lleva a la las interacciones y correlaciones del genoma con el
conclusión de que ambos constructos psicológicos entorno. Las levísimas diferencias genéticas que se-
se encuentran condicionados por similares limita- paran a los individuos de la población ofrecerían
ciones de capacidad. una ventaja (o desventaja) inicial, al comienzo de la
Esa capacidad remite, en último término, a las vida, cuyas consecuencias se irían acumulando con
propiedades estructurales y funcionales del cerebro. el paso de los años. Averiguar cuáles son las expe-
Los modelos biológicos basados en la evidencia acu- riencias más y menos positivas según el genoma del
mulada a través de la investigación del cerebro, su- individuo se convertiría, por tanto, en un objetivo
brayan la relevancia de determinadas características fundamental de la ciencia.
de ese órgano para comprender las diferencias de Al final de los capítulos 10, 11 y 12 se han des-
inteligencia. Los problemas más y menos complejos crito una serie de aplicaciones para eliminar las
evocan distintas reacciones en el cerebro. Las dife- barreras que a menudo separan investigación y de-
rencias de rendimiento intelectual pudieran ser con- sarrollo. La psicología diferencial siempre tuvo una
secuencia, por ejemplo, de la mayor o menor eficien- vocación práctica, y ofrecer ejemplos de aplicacio-
cia de los cerebros de los distintos individuos. Esa nes es, por tanto, bastante sencillo. La mejora de la
eficiencia puede suponer la presencia de redes de inteligencia ha sido una temática compartida por los
procesamiento más distribuidas o una mayor fiabi- modelos factoriales, cognitivos y biológicos, puesto
lidad en la transmisión neuronal. Aun así, distintos que ese es el objetivo último del estudio científico
individuos pueden mostrar un rendimiento cogni- del principal atributo de la humanidad: averiguar
tivo similar sirviéndose de diferentes redes porque, cómo se puede mejorar. Pero también se ha recalado
de hecho, no hay dos cerebros iguales. en el campo de los recursos humanos o el desempe-
Y no hay dos cerebros iguales porque, en último ño escolar, el diseño de videojuegos para evaluar el
término, no hay dos genomas iguales. El estudio so- rendimiento intelectual, el uso de neuromarcadores
bre el origen genético y no genético de las diferen- y puntuaciones poligenéticas para valorar el intelec-
cias de inteligencia ofrece resultados que permiten to, los efectos de los suplementos nutricionales, las
concluir que: ganancias generacionales de inteligencia o la edición
del genoma humano para promover las capacidades
a) La inteligencia es heredable. cognitivas.
b) La influencia familiar es menor que la de Comprender el intelecto humano, averiguando
los genes. cuáles son las causas de que algunos individuos pre-
c) La principal influencia no genética corres- senten una mayor capacidad para resolver problemas
ponde a la experiencia personal de las cir- complejos, es una meta fundamental de la ciencia de
cunstancias del entorno. la conducta. Se ha avanzado sustancialmente en la
d) Los genes responsables de la heredabilidad persecución de esa meta, pero aún queda camino por
de la inteligencia se ocultan detrás de una recorrer. Necesitamos a las mejores mentes de la es-
tupida maleza. pecie humana para seguir avanzando con paso segu-
ro en esa dirección. Quizá los conocimientos descri-
Las dificultades para encontrar esos genes pro- tos en esta parte tercera contribuyan a suscitar la
mueve en la actualidad una perspectiva basada en curiosidad y el interés de alguna de esas mentes.

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PARTE CUARTA
Personalidad

Introducción a la parte cuarta.

13. ¿Qué es la personalidad?


Introducción.
1. Personalidad en la vida cotidiana.
2. Personalidad en la ciencia.
3. Personalidad como concepto.
4. ¿Qué es la personalidad?
Sumario.

14. Personalidad y rasgos.


Introducción.
1. ¿Cuál es la pregunta?
2. Modelos factoriales de la personalidad.
2.1. Modelos clásicos:
2.1.1. Modelo de J. P. Guilford.
2.1.2. Modelo de R. B. Cattell.
2.1.3. Modelo de H. J. Eysenck.
2.2. Modelo Big Five.
2.3. El factor general de personalidad (P).
2.4. Comentario sobre los modelos factoriales de la personalidad.
386 / Manual de psicología diferencial

3. Aplicaciones.
3.1. El factor p (propensión general a la psicopatología).
3.2. Terapia psicológica y personalidad.
3.3. Salud y personalidad.
Sumario.

15. Personalidad y procesos.


Introducción.
1. ¿Cuál es la pregunta?.
2. Modelo de H. J. Eysenck y M. W. Eysenck.
3. Modelo de A. Bandura.
4. Estilos cognitivos.
5. Modelo de W. Mischel e Y. Shoda.
6. Aplicaciones.
6.1. Grit y personalidad.
6.2. Psicología positiva (PP).
6.3. Autocontrol.
Sumario.

16. Personalidad y biología.

Introducción.
1. Personalidad y cerebro: ¿cuál es la pregunta?.
1.1. Modelo de H. J. Ey­senck.
1.2. Modelo de J. Gray.
1.3. Modelo de J. Brebner.
1.4. Modelo de M. Humphreys y W. Revelle.
1.5. Neuroimagen y personalidad.
2. Personalidad, genes y ex­periencia: ¿cuál es la pre­gunta?
2.1. La personalidad es heredable.
2.2. La influencia familiar es menor que la de los genes.
2.3. Personalidad y experiencia.
2.4. Variantes genéticas.
3. Aplicaciones.
3.1. Conducta y personalidad antisocial.
3.2. Familias y delincuencia.
3.3. Neuropredicción.
3.4. Mentirosos culpables e inocentes.
3.5. Maltrato infantil y vulnerabilidad genética.
3.6. Neuroergonomía.
Sumario.

Resumen de la parte cuarta.

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Introducción a la parte cuarta

La personalidad ha interesado a los científicos y, Tanto los profesionales como las personas legas
más en concreto, a los psicólogos. Se supuso origi- usan ese tipo de descripciones (introvertido, emocio-
nalmente que el concepto de «personalidad» contri- nal) para intentar comprender la conducta de la
buiría a organizar la extraordinaria heterogeneidad gente. A partir de esas descripciones, los científicos
de las ciencias de la conducta, ayudando a integrar se han hecho preguntas que han buscado responder
sus distintas áreas. siguiendo una serie de métodos que pudiesen con-
El comportamiento humano se puede caracteri- ducir a modelos.
zar por una serie de dimensiones, distintas pero re- Esos modelos pueden clasificarse del siguiente
lacionadas: social, biológica, funcional y personal. modo (Pervin y John, 1997):
La dimensión social se ocupa de la conducta
dentro de una red de relaciones individuales y gru- 1. Modelos clínicos. Corresponderían a los en-
pales, mientras que la biológica se encarga de la con- foques de autores tan reconocibles como
ducta expresada por un organismo con determina- Freud, Rogers y Kelly. Los datos sobre los
das propiedades. La dimensión funcional analiza que se construyen suelen obtenerse a partir
características como la memoria, el aprendizaje o el de la observación de personas sometidas a
lenguaje. Finalmente, la dimensión personal integra- tratamiento psicológico. Se interesan por
ría las demás dimensiones en un marco congruente las diferencias individuales y buscan com-
que correspondería, en el mejor de los casos, a la prender la conducta de cada uno de los pa-
personalidad del individuo, a su identidad. cientes como seres únicos.
Sin embargo, no suele ser esa la coyuntura habi- 2. Modelos experimentales. Se construyen a
tual. La integración que debería facilitar el concepto partir del estudio de distintos individuos
de personalidad es un objetivo difícil de alcanzar. con el objetivo de hallar principios comunes
Aunque se haya basado generalmente en la ex- que puedan aplicarse a la mayoría. Se sirven
ploración de las diferencias individuales, la investi- de definiciones operativas de los conceptos
gación ha producido distintos modelos de la perso- relevantes diseñando medidas que contribu-
nalidad según se haya destacado alguna de esas yan a deducir cómo es la persona. Intentan
dimensiones. contrastar hipótesis manipulando variables
Se ha supuesto que los individuos se gobiernan para explorar las reacciones de los indivi-
de distintos modos según las propiedades de su per- duos.
sonalidad, según sea su identidad. Paula actúa de 3. Modelos multivariados. Aunque no son ni
modo reservado porque es introvertida. Arturo llo- clínicos ni experimentales, estos modelos
ra con frecuencia sin motivo aparente porque es definen operativamente múltiples conceptos
emocionalmente inestable. Sheila resiste los reveses de interés, diseñan medidas para explorar
de la vida porque es emocionalmente resistente. So- las conductas que se supone están detrás de
fía actúa expansivamente porque es extravertida. esos conceptos y cuantifican sus relaciones

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388 / Manual de psicología diferencial

para alcanzar una visión completa e inte- son los genes implicados? ¿Existe una influencia de
grada sobre los individuos. las diferencias que separan a las familias en una se-
rie de factores —como el nivel socioeconómico o los
La Psicología diferencial se centra en esos mo- estilos de crianza— sobre la personalidad del adul-
delos multivariados y persigue, en primera instancia, to? ¿Es el modo en el que los distintos individuos
identificar las dimensiones de la personalidad y es- experimentan su entorno un factor clave de cómo se
tudiar sus relaciones, es decir, concretar su estructu- configura su personalidad?
ra. Esas dimensiones corresponden a los rasgos psi- Volvemos a encontrar aquí una cadena semejan-
cológicos, cuya formalización cristalizará en los te a la descrita en el caso de la inteligencia: no hay
modelos factoriales de la personalidad. dos genomas iguales, y, por tanto, es materialmente
Pero, al igual que sucede con los modelos facto- imposible que haya dos cerebros iguales. Esas dife-
riales de la inteligencia, la descripción que ofrecen rencias de partida que separan a los individuos de-
los rasgos de la personalidad son insuficientes para ben poseer alguna relevante repercusión en sus pro-
comprender los procesos psicológicos que están de- cesos y en sus rasgos psicológicos. Es una inevitable
trás de, por ejemplo, la diferencias individuales de consecuencia que pudiera estar detrás de la extraor-
extraversión o emocionalidad. dinaria variabilidad conductual en la que se basa la
Los modelos factoriales de la personalidad se- ciencia para construir sus modelos.
ñalan cuáles son las propiedades relevantes de la En suma, esta parte cuarta describe algunos de
personalidad, así como cuáles son sus relaciones. los principales modelos basados en rasgos (factoria-
Ayudan a describir la identidad de los individuos, les, cognitivos y biológicos) de la personalidad hu-
pero son relativamente inútiles para saber por qué mana. Es innecesario enumerar exhaustivamente los
la persona es introvertida o emocionalmente estable. modelos y hechos consolidados para alcanzar el ob-
Son los modelos cognitivos y biológicos de la jetivo esencial aquí, es decir, ayudar a comprender
personalidad los encargados de ofrecer pistas sobre cuál es el estado actual y los desarrollos que parecen
la dinámica de la personalidad y sobre sus bases vislumbrarse en el inminente futuro.
biológicas. Al igual que en la parte tercera, los capítulos
Quizá los individuos introvertidos puedan carac- correspondientes a esos modelos se cierran con una
terizarse por una óptima activación cerebral espon- serie de aplicaciones. Merece la pena subrayar aho-
tánea, mientras que los extravertidos poseerían una ra que las dimensiones esenciales de la personalidad,
crónica activación cerebral subóptima. Esa diferen- su estructura, su dinámica y su fundamento bioló-
cia en el funcionamiento cerebral, en su nivel de ac- gico se asocian a los desórdenes psicológicos. Existe
tivación espontánea, podría ayudar a explicar por una mayor o menor vulnerabilidad a la psicopato-
qué los segundos se caracterizan por una persistente logía según la configuración de la personalidad de
búsqueda de estimulación en el entorno, mientras los distintos individuos. Por tanto, se expone una
que los primeros se sienten cómodos en soledad. serie de conocimientos que, en la actualidad, se en-
La ciencia también se ha preguntado por la con- cuentran en el candelero, pero que aún no han sido
tribución de las diferencias genéticas y no genéticas asimilados por una parte significativa de los psicó-
que separan a los individuos sobre los rasgos, pro- logos aplicados.
cesos y bases biológicas de su personalidad. ¿Es he- Pero antes se responderá la pregunta de qué es
redable la personalidad humana? Si es así, ¿cuáles la personalidad.

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¿Qué es la personalidad? 13
INTRODUCCIÓN cierta la personalidad, así que un camino convenien-
te para convertir esa suposición en algo científica-
Responder a la pregunta de qué es la personali- mente sólido puede basarse en esas observaciones.
dad es algo más que un reto científico. La ciencia de la Psicología no obtendrá pingües
Constituye una tarea de suma relevancia para beneficios especulando sobre lo que se supone que
comprendernos a nosotros mismos, para saber quié- es la personalidad. Avanzar por el camino deseado
nes somos, para delimitar nuestra identidad. supone comenzar con un primer paso basado en ob-
Es una pregunta que ha perseguido a los huma- servar, de un modo sistemático, lo que las personas
nos desde sus orígenes y que ha buscado respuesta hacen en su vida cotidiana, cómo actúan en las si-
desde distintas perspectivas. tuaciones en las que la sociedad permite que los in-
La científica es una de esas perspectivas. dividuos expresen su personalidad, su identidad.
La respuesta a esa pregunta puede comenzar La personalidad es motivo de diálogo entre las
considerando las concepciones legas de personali- personas legas:
dad, cuál es su relevancia en la vida cotidiana, en
las relaciones personales y en la conducta del propio — Mariano posee una gran personalidad, un
individuo. modo de ser que orienta su persistente con-
La gente deduce cuál es la personalidad de sus ducta.
semejantes observando su conducta. Las concepcio- — Pablo carece de personalidad y cambia errá-
nes legas se convierten, progresivamente, en concep- ticamente de opinión.
tos científicos a través de preguntas que se ajusten a — Alberto tiene un carácter fuerte y es fuente
las características esenciales de la ciencia. de constantes conflictos.
A diferencia de las visiones del mundo, las con- — Teresa es flemática y solamente los terremo-
cepciones de la ciencia: tos emocionales logran que le tiemble el
pulso.
a) Usan medidas. — Ada es agresiva y basta una leve excusa para
b) Son replicables. que salte sobre su interlocutor.
c) Son simples. — Ignacio tiene una personalidad impenetrable
d) Estimulan la investigación. que hace prácticamente imposible saber cuá-
les son sus verdaderas intenciones.
1. PERSONALIDAD EN LA VIDA
COTIDIANA Los narradores profesionales —literatos y perio-
distas— acostumbran a escribir sobre la personali-
La personalidad es una suposición de la ciencia, dad de los personajes ilustres de la historia de la
una invención, una útil ficción que se cimenta sobre humanidad, y también de los líderes de la época
los actos cotidianos, observables, de las personas de contemporánea. Alejandro Magno, Tiberio Claudio
carne y hueso. No se sabe qué pueda ser a ciencia Druso Nerón César Augusto, Atila, Hernán Cortés,

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390 / Manual de psicología diferencial

Felipe II, Hitler, Gandhi, Stalin, Teresa de Calcuta, — Aunque Claudio, el emperador romano cu-
JFK o Fidel Castro son ejemplos. yas acciones fueron brillantemente glosadas
Son muchos quienes se muestran dispuestos a por el escritor británico —residente en Ma-
expresarse sobre la personalidad humana. Se supo- llorca— Robert Graves, tuviera comporta-
ne que comprender y explicar lo que la gente hace mientos que rayaban con la discapacidad
y dice exige comprender cómo es esa gente, cuáles intelectual, en realidad simulaba para preser-
son sus pensamientos y sentimientos invisibles, cuá- var su vida en un ambiente familiar abierta-
les son sus intenciones, sus deseos y motivaciones mente hostil.
más profundas. En suma, cuál es su personalidad. — Aunque Atila fuese temido en Europa por
Los legos apenas dudan de que la personalidad, sus devastadoras campañas bélicas, resulta
sea lo que sea, es un elemento clave para comprender que, en realidad, no era un bárbaro salvaje,
lo que la gente hace y dice. Se admite, además, que sino una personalidad cultivada digna del
esos actos y declaraciones no tienen por qué corres- mayor respeto intelectual.
ponder con lo que realmente se piensa y se siente. — Aunque Felipe II fue descrito como un espí-
Para averiguar lo que realmente piensan y sienten ritu oscuro y represor por sus enemigos a lo
los humanos, del pasado o de la actualidad, los na- largo y ancho del planeta, en realidad ali-
rradores se sirven de una técnica común: estudiar sus mentó una de las mejores bibliotecas del
conductas en distintas situaciones y ocasiones para mundo en el Monasterio de El Escorial y
hallar regularidades que ayuden a optar por alguna promovió una brillante cultura en el Siglo de
de las posibles caracterizaciones de su personalidad. Oro español en pleno apogeo del mayor im-
Se llega así a conclusiones como las siguientes: perio de la era moderna.

CUADRO 13.1
La personalidad de Felipe II

El heredero del imperio del emperador Carlos V fue concebido en Granada en 1526 y nació en Valladolid en 1527,
emergiendo del vientre de Isabel de Portugal. Falleció con más de 70 años de edad, en 1598, en su Monasterio de El
Escorial.
Vivió durante un interesante período del siglo xvi, en una época en la que durante «casi 80 años hubo ale-
manes que lucharon contra alemanes, ingleses que lucharon contra ingleses, y holandeses que lucharon contra
holandeses, porque los participantes en la pugna estaban unidos por la religión, no por la nacionalidad» (Par-
ker, 1991).
Según el historiador Robert Watson, «ningún personaje fue pintado jamás por distintos historiadores con colores
tan opuestos como Felipe II».
El holandés J. L. Motley escribió: «Felipe II es la encarnación del mal, el enemigo común de la cristiandad, un
hombre cuya malignidad y duplicidad son casi sobrehumanas, un hombre sin una sola virtud y que no puede
poseer todos los vicios solamente porque ningún ser humano puede alcanzar la perfección, ni siquiera en la mal-
dad».
Según el británico O. Feltham, admirador de Felipe II, estamos ante «el monarca más poderoso de la cristiandad,
que tiene en sus manos las riendas de la guerra y tiene ahora un mando tan amplio, que en sus dominios el sol ni se
levanta ni se pone».
En sus más de cuarenta años de reinado, Felipe II gobernó el imperio más grande y poderoso de la historia con-
temporánea, lo que supuso enfrentarse —generalmente con bastante éxito— a numerosos problemas administrativos
inéditos hasta ese momento de la historia de la humanidad.
Además:

— Su colección de libros (14.000 volúmenes) fue, en esa época, la mayor biblioteca privada del mundo occidental.
Y ese material no estaba ahí para adornar sus estanterías. Felipe II poseyó unos conocimientos enciclopédicos
que usó en su prolífica correspondencia.
— Convirtió al Monasterio de El Escorial en un centro de investigación.

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¿Qué es la personalidad? / 391

CUADRO 13.1 (continuación)

— Se caracterizó por una genuina e incombustible curiosidad por la ciencia.


— Fue un gran mecenas de eruditos, fundando en 1582 la «Academia de Matemáticas», teniendo bajo su tutela
a compositores y artistas como Tomás Luis de Victoria, Antonio de Cabezón o Philippe Rogier, y protegiendo
a Santa Teresa de las acusaciones de heterodoxia.
— Llevó la calidad de la justicia a su nivel más alto.
— Fue un trabajador infatigable.

Felipe II logró unir política, económica y culturalmente las distintas regiones de su imperio. En Italia se decía que
«Dios se había hecho español». Los intelectuales y aristócratas holandeses escribían y leían en español.
Bajo su dominio, los nativos de América fueron considerados seres racionales, con derecho natural a la vida, li-
bertad, propiedad privada y organización social. Una auténtica revolucionaria novedad para la época.
Su control administrativo firme y cuidadoso explica, según G. Parker, que un territorio tan vasto como las Amé-
ricas siguiera siendo español hasta el siglo xix.
Hay tres sucesos del reinado de Felipe II que se deben comentar para dibujar su personalidad.
En primer lugar, la muerte de su hijo, Don Carlos, motivo de una obra dramática del alemán Schiller y de la ópe-
ra del italiano Verdi inspirada en el texto del teutón.
La historia manipulada de la muerte de Don Carlos fue contada, entre otros, por el aristócrata holandés Guiller-
mo de Orange y, en esencia, venía a decir que Don Carlos pretendía huir para aliarse a los rebeldes de los Países
Bajos y oponerse a su padre. Felipe II se enteró de la conspiración y urdió un plan para deshacerse de su único hijo.
Nada de eso se encuentra apoyado por los hechos. Don Carlos heredó la tendencia a la locura de su bisabuela
Juana de Castilla (la hija de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando) y tuvo que ser encerrado. Murió de inanición
durante ese período. Su padre no tuvo nada que ver.
El segundo suceso se relaciona con su más famoso secretario, Antonio Pérez. Fue degradado por Felipe II duran-
te la resolución del asesinato de un miembro de la Corte, Juan de Escobedo, quien, presuntamente, conspiraba con
el hermano del rey, Don Juan de Austria, para crear un gobierno paralelo en connivencia, una vez más, con los
Países Bajos. La historia terminó mal para casi todos.
Pérez caracterizo a Felipe II como un tirano mezquino, rencoroso y obtuso. No tuvo reparo en usar la correspon-
dencia con el rey para ofrecer una imagen coherente con ese diagnóstico desfavorable —sirviéndose de prácticas
precursoras del actual «p-hacking» (informar exclusivamente de resultados favorables a una determinada hipótesis)
en la investigación científica.
Finalmente, no se puede soslayar el archiconocido suceso de la «Armada invencible», el intento fallido de invadir
Inglaterra. Una de las cosas más molestas para los historiadores informados, como G. Parker, es que se usa ese su-
ceso para alimentar la leyenda negra contra España, cuando, en realidad, «no se debe deducir de la derrota de la
Armada que la maquinaria del gobierno español era ineficaz y estaba trasnochada. No era así».
La popularidad de las caracterizaciones hostiles contra Felipe II confluye con esa leyenda negra que pintaba al
español como cruel, orgulloso y lascivo, es decir, luciferino. El español era, además, impuro —no podía ser un
europeo de verdad—, puesto que tuvo la insensatez de mezclarse con judíos y musulmanes —y, por supuesto, tam-
bién, con los aborígenes americanos.
Hasta el siglo xix, las biografías sobre Felipe II se escribieron con el telón de fondo de esa leyenda.
El español —y, por tanto, Felipe II, demasiado español— era un monstruo.
Los hechos históricos distan de ese tendencioso diagnóstico (Roca-Barea, 2016).

La personalidad gobierna, en cierta medida, la El caso del mayor espía de la Segunda Guerra
conducta de los individuos, pero esa conducta no Mundial es, en ese sentido, ejemplar.
equivale a su personalidad. No siempre será posible, Juan Pujol García nació en Barcelona en 1912,
por tanto, conocer la personalidad de un individuo pero se convirtió en el agente doble de mayor rele-
a partir de su conducta en determinadas situaciones, vancia de la Segunda Guerra Mundial. Fue el único
ni todas las situaciones serán igualmente relevantes espía condecorado con la Cruz de Hierro, tanto por
para conocer su personalidad. los nazis como por los aliados.

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392 / Manual de psicología diferencial

El servicio secreto británico le asignó el nombre Una vez comenzada la invasión consiguió fre-
en código de Garbo porque se le consideraba «el nar el traslado de tropas alemanas de refuerzo des-
mejor actor del mundo» (en recuerdo de la celebrada de Calais a Normandía, salvando decenas de miles
actriz Greta Garbo). de vidas. Si el engaño de Garbo-Arabel hubiera
Basándose en una red de 24 agentes distribuidos fracasado, el día D se habría convertido en una
por Europa y Estados Unidos —que solamente exis- auténtica catástrofe militar, en una carnicería hu-
tieron en su imaginación— logró engañar a los nazis mana. Escribía Pujol en 1985: «mi mayor satisfac-
—quienes le conocían con el nombre de Arabel—, ción, ahora que miro hacia atrás, es saber de mi
convenciéndoles de que el desembarco que supuso el contribución a reducir las bajas entre las decenas
comienzo del final de Hitler (el día D) se produciría de miles de soldados que combatieron en Nor-
por el Paso de Calais en lugar de por Normandía. mandía».

Figura 13.1.—La red de agentes inventados por GARBO (Juan Pujol García), el mayor espía de la Segunda Guerra Mundial,
nacido en Barcelona en 1912.

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¿Qué es la personalidad? / 393

Pujol publicó un libro en colaboración con Nigel 2. Confundir al enemigo sobre el momento
West en 1985 (Operation Garbo. The personal story preciso de la invasión.
of the most successful double agent of World War II). 3. Convencer a los nazis de que los movimien-
Aunque se le dio por muerto, West logró loca- tos de fuerzas en lugares distintos al Paso
lizarle en Venezuela y convencerle de regresar a de Calais estaban destinados a despistarles.
Europa para que los británicos pudieran rendirle
honores. En su audiencia en Buckingham Palace, el El historiador Charles Cruikshank describió esa
Duque de Edimburgo le preguntó: «¿Por qué un operación como «la mayor, más elaborada, más cui-
español estuvo tan dispuesto a ayudar a los britá- dadosamente planeada, más vital y más exitosa de
nicos durante la Segunda Guerra Mundial?». Pujol las operaciones aliadas de engaño». Aunque hubo
le hizo saber su convicción de que debía luchar con- otros agentes dobles, la mayor carga la tuvo Garbo,
tra la opresión y la tiranía: «mis convicciones hu- dada su alta estima en Berlín. Winston Churchill
manitarias me impidieron cerrar los ojos al sufri- dijo: «su éxito fue admirable y tuvo una enorme re-
miento provocado por el psicópata de Hitler y por percusión en el resultado de la guerra». Sir John
sus secuaces». Masterman le consideró un genio del engaño.
Pujol García nunca ingresó en ningún partido Finalizada la guerra, Pujol comenzó a buscar un
político y jamás tuvo tendencias definidas. Durante lugar para vivir de incógnito, pero antes viajó por
la guerra civil española estuvo en ambos bandos, Europa y América con Harris. Estuvo en Washing-
pero no disparó ni un solo tiro. Acabada esa guerra, ton porque el director del FBI, J. Edgar Hoover,
se trasladó a Madrid para trabajar en un hotel, y deseaba conocerle personalmente.
poco después los nazis desataron las hostilidades en Su decisión final fue Venezuela, donde estuvo 36
Europa. Juan decidió contactar con la embajada años trabajando como profesor de español para una
británica en la capital de España para ponerse a su empresa norteamericana, hasta que en 1984 West
servicio, pero los representantes del gobierno britá- pudo localizarle gracias a una esmerada investiga-
nico le ignoraron, así que se fue a ver a los alemanes, ción.
quienes se mostraron más receptivos. El coronel R. F. Hesketh señaló que «se puede
Viajó a Lisboa y desde allí fue informando a los encontrar a GARBO en todos los manuales de es-
nazis, a través de la embajada de Madrid, haciéndo- pionaje; nunca olvidaré el momento en que pude
les creer que residía en Londres. Se inventó hechos, conocerle».
acertando casualmente, y los alemanes comenzaron Stephan Talty publicó en 2013 «Garbo, el espía.
a confiar en él. Los ingleses interceptaron algunos El agente doble español que se burló de Hitler e hizo
de esos mensajes y se preguntaron quién era Arabel. posible el desembarco de Normandía». Recuerda
Ataron cabos y supusieron que pudiera tratarse de Talty que alrededor de Garbo se urdió la estrategia
quien acudió a su embajada de Madrid meses antes. aliada para que los nazis creyeran que el desembar-
Ante su éxito, decidieron contactar con él y llevár- co del día D se produciría en Calais, no en Norman-
selo a Londres para servirse de su ficticia red de día: «Este brillante espía era la joya de las fuerzas
espías y convertirle en un agente doble. de contraespionaje de los Aliados. Churchill seguía
En Londres trabajó en colaboración con Tommy sus aventuras con avidez; más tarde J. Edgar Hoover
Harris, cuya madre era española y había sido edu- clamaría por conocerlo. Su nombre en clave era
cado en la península ibérica. Pujol asombró a los Garbo; un oficial británico le había dado ese alias
ingleses por el nivel de detalle de su red inventada porque consideraba a Pujol «el mejor actor del mun-
de agentes. Cada uno de esos agentes poseía su per- do» [además, ¿sería una mujer?] entendía a los ale-
sonalidad. Pujol y Harris usaron esa red para per- manes como un alemán y a los ingleses como un
seguir los tres objetivos de la crucial operación for- inglés».
taleza: Pujol hablaba español, catalán, francés, inglés y
portugués, pero no alemán.
1. Convencer al enemigo para ubicar sus fuer- Talty repasa la vida familiar de Pujol para in-
zas lo más lejos posible del lugar por el que tentar comprender cuál era su naturaleza. Su padre
se llevaría a cabo la invasión aliada. fue un individuo que adoraba la tolerancia y que se

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394 / Manual de psicología diferencial

esforzó por instaurar en su hijo la tendencia a hacer cada 10 soldados caerían bajo el fuego nazi. Por eso
el bien y tener fe en el ser humano. era crucial engañar a los alemanes para que creyesen
Como se comentó antes, el periplo de Pujol co- que el desembarco de Normandía era realmente una
menzó en Lisboa: «Graham Greene, que entonces maniobra de distracción y que la operación real se
trabajaba en la sección de Lisboa del MI6, aprovechó produciría en Calais: «si en Berlín no daban crédito
su estancia en la ciudad para reunir material para a su mensaje, morirían diez mil hombres».
sus novelas de espionaje, entre ellas Nuestro hombre Ante la catástrofe humana promovida por Hitler
en La Habana, inspirada en la vida de Pujol». declaró Pujol: «no soy judío, ni polaco, ni francés,
El español usó su desbordante imaginación para pero siento el sufrimiento de los judíos, de los pola-
inventarse, literalmente, una red de agentes que tra- cos y de los franceses».
bajaban para él. Inicialmente actuó por su cuenta, Garbo logró detener el avance del ejército ale-
hasta que los ingleses (reacios de entrada a confiar mán hacia Normandía y hacerle dar media vuelta:
en él) se percataron de que podían usar esa tupida «Eran los soldados americanos, las tropas británicas
retícula, salida de la mente de Pujol, en la que los y los aviadores canadienses que se dirigían a París
nazis confiaban plenamente: «el secreto de Pujol se quienes salvarían a Europa y al mundo occidental.
guardaría mucho más tiempo que el de J. Robert Pero fueron esos dos hombres misteriosos (Pujol y
Oppenheimer». Harris) quienes salvaron a esos soldados. Un mes
Según Pujol, «existen tres clases de personas: las después, veintidós divisiones de Calais estaban en
que hacen que pasen cosas, las que ven que pasan alerta, preparadas para rechazar a los invasores que
cosas y las que no saben lo que ha pasado». El agen- nunca llegarían».
te trabajaba para salvar vidas, no solamente aliadas Los alemanes concedieron a Garbo (Arabel) la
sino también alemanas: «Garbo no solo había triun- Cruz de Hierro, distinción reservada a combatientes,
fado, sino que estaba haciendo algo que no hizo pero se hizo una excepción para el espía más brillan-
ningún otro espía en la Segunda Guerra Mundial. te del servicio secreto nazi. Algunos meses después,
Se estaba convirtiendo, lenta e imperceptiblemente, los británicos le concedieron formar parte de la Ex-
de espía en analista». celentísima Orden del Imperio Británico. Fue el pri-
Los cálculos de bajas para el día D resultaban mer agente británico en ser depositario de ese honor.
escalofriantes, llegando a pronosticarse que 9 de Garbo se convirtió en leyenda.

Figura 13.2.—El teatro es una actividad humana en la que los actores adoptan distintos papeles a lo largo de su vida profesio-
nal. Una de las virtudes más perseguidas en un profesional de la actuación es que sea capaz de transmitir el espíritu de su
personaje al público, que sus actos y sus palabras faciliten comprender la personalidad del personaje representado. Al igual
que Garbo, un mismo actor puede expresar, creíblemente, distintas personalidades.

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¿Qué es la personalidad? / 395

Finalizada la guerra, el servicio secreto inglés personalidad. Aunque se diga que los ojos son el
hizo desaparecer a Pujol, quien, en realidad, conti- espejo del alma, puede ser ir demasiado lejos supo-
nuó su vida en Venezuela: «Cuando Araceli (su mu- ner que la conducta es el espejo de la personalidad.
jer) se fue a España en 1948, Pujol hizo borrón y Ocasionalmente se ha sugerido que el estudio de
cuenta nueva y empezó otra vida a los treinta y seis la personalidad debe ceñirse al análisis del compor-
años. La identidad de Garbo había sido mucho tamiento, sin ir más allá. Sin embargo, por razones
tiempo el santo grial de los historiadores del espio- ahora evidentes, una teoría científica del comporta-
naje en la Segunda Guerra Mundial». miento no es, ni puede ser, una teoría sobre la per-
Cuando fue descubierto por Nigel West, «Pujol sonalidad.
fue presentado a los británicos y al mundo entero El concepto de personalidad exige propiedades
como el último gran héroe de la Segunda Guerra psicológicas inobservables, pero que contribuyen a
Mundial». gobernar el comportamiento observable del indivi-
Las acciones no siempre son una expresión de duo. Un modelo sobre la personalidad requiere el
la personalidad del individuo, pues un individuo estudio de las diferencias de conducta en una varia-
puede expresar diferentes personalidades mediante da serie de situaciones y ocasiones para averiguar
distintas acciones. cuáles son las propiedades que deben considerarse.
En un principio esas propiedades pueden pare-
cer arbitrarias, pueden ser un mero resumen de las
2. PERSONALIDAD EN LA CIENCIA conductas de las personas en las situaciones y oca-
siones estudiadas, pero ¿se puede predecir la con-
Algunos científicos se resisten a admitir que la ducta en otras situaciones y ocasiones a partir de las
conducta de las personas puede no ser reflejo de su propiedades identificadas?

CUADRO 13.2
Psicología: ¿explicar o predecir?

Tal Yarkoni y Jacob Westfall (2017) se preguntaron si la psicología va por buen camino al insistir en explicar y
minimizar la relevancia de predecir. La apuesta de los autores es clara: hay que orientarse a la segunda, porque la
primera saldrá beneficiada y, además, se combatirán eficazmente los problemas de replicabilidad que tanto preocu-
pan en la actualidad a los científicos.
Expusieron una serie de ejemplos sobre las dos disciplinas de la Psicología científica, la basada en la explicación
(experimental) y en la predicción (correlacional). Ninguna se salva de su análisis crítico porque, en realidad, se pre-
tende convencer a la comunidad de que se usen técnicas de machine learning (ML).
Su artículo detalla los conceptos de sobreajuste (overfitting), validación cruzada (cross-validation) y regulariza-
ción. La obsesión por las explicaciones mecanicistas (causales) en Psicología está detrás de la crisis de replicabilidad.
El p-hacking y el registro selectivo de datos causan los problemas.
Las técnicas de ML pueden acabar con esos dolores de cabeza, siempre que se genere un modelo predictivo estu-
diando un grupo de individuos y comprobando que ese modelo funciona en un grupo independiente de individuos.
La meta del ML es pronosticar futuras observaciones del modo más preciso posible, lo que supone minimizar el
error (la obsesión de los psicómetras).
Pero alcanzar esa meta exige al menos tres cosas:

1. Usar bases de datos con numerosos casos para disponer de información con la que «entrenar» al modelo que
luego se usará de cara a la «predicción».
2. Estimar con precisión el nivel de error para valorar adecuadamente el modelo y averiguar si puede mejorarse
(validación cruzada).
3. Manipular el balance sesgo-varianza asociado a la regularización (simplicidad).

Una de las consecuencias de usar bases de datos con muchos casos es que los efectos que se suponían grandes se
reducen, a menudo dramáticamente. Un caso claro es el evidenciado por la genética molecular.

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396 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 13.2 (continuación)

Se preguntan si vale la pena invertir recursos en hacer estudios a pequeña escala. Favorecen una respuesta ne-
gativa, puesto que existen actualmente enormes bases de datos públicas que no se están utilizando (Dubois y
Adolphs, 2016).
Subrayan la importancia de la validación cruzada para estimar el error en la predicción. La idea es «entrenar» un
modelo usando una base de datos y «probarlo» usando una base de datos independiente. Es claramente más eficien-
te que la replicación, porque no se requiere recoger nuevos datos. La conocida como K-fold cross-validation es par-
ticularmente potente, porque pueden usarse todos los casos de la base de datos para entrenar y probar el modelo
(leave-one-out cross-validation).
La regularización también es importante porque prima la parsimonia. Es posible que un modelo más complejo
atesore mayor capacidad predictiva, pero hay que considerar la relación coste-beneficio. Un método útil para alcan-
zar ese objetivo es el LASSO (Least Absolute Shrinkage and Selection Operator). De lo que se trata es de responder
a la pregunta de si añadir un determinado predictor mejora la capacidad predictiva.
En resumen, Yarkoni y Westfall concluyen que la psicología «ganará mucho relajando su énfasis por descubrir
los mecanismos causales que gobiernan la conducta y orientándose en mayor grado hacia la precisión predictiva. El
ML debe contemplarse como una oportunidad, no como una amenaza».

Los científicos no se refieren a propiedades psi- Las conductas aleatorias serán irrelevantes para el
cológicas a partir de sus intuiciones, sino desde un estudio científico de la personalidad, al menos en el
programa de investigación destinado a explorar de rango de la denominada «normalidad».
modo sistemático el comportamiento de la gente. Recurrir a las diferencias individuales «anorma-
Cuando esos comportamientos son relativamen- les» puede, no obstante, ser revelador:
te consistentes y estables, se logra información va-
liosa para comenzar a formalizar las propiedades de — ¿Qué pasaría si el comportamiento de la per-
la personalidad que pueden dirigir la conducta de sona fuese inconsistente?
los individuos. — ¿Qué sucedería si el comportamiento de la
El comportamiento será consistente cuando sea persona fuese inestable?
parecido en distintas situaciones y será estable cuan- — ¿Cómo se diagnostican los trastornos de per-
do no cambie sustantivamente a lo largo del tiempo. sonalidad?

Figura 13.3.—La apariencia de un individuo puede cambiar, pero ¿se convierte en una persona distinta? El protagonista de la
serie televisiva «House» usaba reiteradamente el lema de que «la gente no cambia», además del de «todo el mundo miente».
Ambos mensajes se encuentran relacionados con las ideas expuestas en este capítulo sobre las relaciones conducta-personalidad.

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¿Qué es la personalidad? / 397

Cuando la conducta es inconsistente, resulta 3. PERSONALIDAD COMO CONCEPTO


imposible anticipar las acciones de los individuos
porque se hacen impredecibles. Pero las relaciones El concepto «personalidad» proviene de la ob-
humanas se basan en ese principio básico de la servación sistemática del comportamiento de los
conducta humana, es decir, en que se pueda prede- individuos, pero:
cir —con un margen de error, naturalmente— qué
hará la persona de al lado. No parece razonable — ¿Cómo se puede averiguar cuáles son, en rea-
construir una ciencia de la personalidad ignorando lidad, los elementos más o menos importan-
ese hecho. tes que deben considerarse para desarrollar
El rechazo ocasional por parte de algunos cien- una descripción conveniente de ese concepto?
tíficos del estudio de la consistencia y estabilidad del — ¿De qué maneras se relacionan esos elemen-
comportamiento puede basarse en un error de tos de la personalidad?
cálculo: se supone que considerar la relevancia de la — ¿Cuáles son más y menos importantes?
personalidad supondría caer en los brazos del de-
Responder a esas preguntas desde el enfoque de
terminismo. Si el comportamiento del individuo es
las diferencias individuales exige al menos las si-
consistente y estable, y, por tanto, se puede predecir,
guientes fases.
¿dónde está la libertad individual?
Un método óptimo para comenzar a explorar
Pero el hecho de que la conducta de la gente sea
consiste en comparar sistemáticamente el compor-
habitualmente consistente y estable no equivale a
tamiento de distintas personas en situaciones socia-
que se encuentre determinada. En bastantes ocasio-
les señaladas.
nes son las situaciones, no las propiedades persona-
No se sabe qué es la personalidad, no existiendo
les del individuo, las que determinan la conducta.
un criterio absoluto sobre lo que pueda ser el con-
Las normas sociales pueden ser más deterministas
cepto «personalidad». Pero sí se sabe, por observa-
que las propiedades psicológicas que caracterizan la
ción, que las distintas personas no actúan de igual
identidad de los individuos.
forma en una misma situación.
Al margen de esos enfoques alternativos sobre
En una conversación en la que participan distin-
la conducta humana, los datos disponibles sugie-
tos individuos, algunos toman el mando, otros se
ren que, se desee así o no, las personas se gobier-
limitan a escuchar e intervenir esporádicamente y
nan de una manera consistente y estable. Cuan-
otros deciden abandonar la habitación a las prime-
do la persona es inconsistente e inestable, se sos-
ras de cambio. Esas diferencias de actuación no se
pecha de la presencia de un trastorno de persona-
pueden explicar solo por la situación, sino por cómo
lidad.
la experimentan esos distintos individuos.
Carece de sentido rechazar el estudio científico
del comportamiento consistente y estable de los in-
dividuos. Esa consistencia existe de hecho y es la
base tanto para la construcción de la identidad in-
dividual como para el diseño de modelos psicológi-
cos sobre la personalidad.
Los modelos sobre la ciencia de la personalidad
se orientan a averiguar:

— Cuáles son las propiedades, dimensiones o


rasgos de la personalidad inobservables, pero
responsables, en parte, de las diferencias de
conducta que se pueden observar.
— Cuáles son los procesos psicológicos en los
Figura 13.4.—¿Qué nos lleva a tomar riesgos? Algunas per-
que se sustentan esas propiedades. sonas se consideran incapaces de subir a un puente y lanzar-
— Cuáles son las bases biológicas de los rasgos se sujetos a una cuerda. Sin embargo, bajo determinadas
y procesos de la personalidad. circunstancias podrían cambiar de opinión.

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398 / Manual de psicología diferencial

¿Cuál es el «telón de fondo» sobre el que las sus propiedades. Como sucede con los átomos, cuyas
distintas personas experimentan la misma situación? principales características se van descubriendo estu-
Personalidad es el concepto que permite expre- diando minuciosamente distintos tipos de átomos y
sar la naturaleza de este «telón de fondo». sus respuestas a las acciones experimentales diseña-
Estudiando esas diferencias se puede conjeturar das por los científicos, las propiedades de la persona-
en un principio, e ir averiguando con el tiempo, cuá- lidad se pueden identificar mediante la observación
les son relevantes y cuáles son azarosas. A partir de de cómo actúan las personas en distintas situaciones.
aquí, la ciencia se puede centrar en las diferencias Esas situaciones serán en un principio cotidia-
relevantes, en las situaciones que pueden revelar los nas, pero, a su debido tiempo, los científicos desa-
elementos básicos del concepto «personalidad». rrollarán pruebas estándar para garantizar un rigu-
Las personas, como sucede con las cosas, se co- roso control y contribuir a mejorar la comprensión
nocen por sus propiedades. del concepto.
Las descripciones de las cosas son también útiles Las comparaciones entre personas pueden ha-
en el caso de las personas. Consolidar el concepto cerse, a la larga, entre una persona en concreto y un
científico «personalidad» exige averiguar cuáles son determinado grupo humano.

CUADRO 13.3
Personalidad: ¿medir entidades o predecir resultados?

Robert Hogan y Jeff Foster, de Hogan Assessment Systems, publicaron en 2016 un artículo en el International
Journal of Personality Psychology, en el que sostuvieron que se debe olvidar todo lo aprendido en la escuela sobre
la Teoría de los Rasgos (TdR, Trait Theory).
Según ellos, la TdR ha sido improductiva.
Atribuimos rasgos a los demás para darle sentido a su conducta. Conducirse a través del universo social requiere
ese tipo de atribuciones: «Los rasgos existen en las conductas de los actores y en las mentes de los observadores.
Pero la conducta de la gente no está ni guiada ni explicada por los rasgos, sino por sus agendas. La gente tiene ob-
jetivos, propósitos e intenciones. Los rasgos describen la conducta, mientras que las intenciones explican esa con-
ducta. En las ciencias de la conducta se debe explicar esa conducta según lo que la gente pretende lograr».
Usan una analogía para hacerse entender.
No explicamos lo que hace un ordenador recurriendo al hecho de que está conectado a la red eléctrica. Por
supuesto que el ordenador necesita electricidad para funcionar, pero lo que interesa es su programación y los
datos que usa: «La gente está conectada, pero también va a algún sitio. La evaluación de la personalidad supone
predecir resultados, no medir entidades. Las respuestas a los cuestionarios son autopresentaciones, no autoinfor-
mes».
Por un lado, se admite que los patrones de conducta son reales, que pueden observarse y que son cuantificables.
Sin embargo, se rechaza la tesis de la TdR refiriéndose a la naturaleza irreal de determinadas estructuras neuropsí-
quicas: «las hormonas son reales, los neurotransmisores son reales, pero los rasgos, como estructuras neuropsíquicas
subyacentes, no existen».
Se subraya, en contraste, la relevancia de la Teoría Interpersonal. Según esa teoría, los rasgos existen en la con-
ducta de los actores y en las mentes de los observadores. Se describe y se predice la conducta de los demás usando
esos rasgos, pero se debe explicar su conducta según sus intenciones: «La gente no hace lo que hace por sucesos que
se producen en sus cerebros, sino porque tienen agendas. Esas agendas (intenciones, proyectos personales, objetivos,
etc.) son las unidades adecuadas para intentar explicar la conducta social».
Hogan y Foster omiten cualquier mención a la Teoría de la Personalidad de J. R. Harris (2006) (cuadro 8.5), pero,
aun así, proponen cuatro cosas relevantes sobre la naturaleza humana:

1. La gente siempre vive en grupos.


2. Todos los animales sociales poseen jerarquías.
3. Existe una competición constante dentro de cada grupo para subir en esa jerarquía.
4. La religión constituye un universal cultural y una práctica humana ancestral.

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¿Qué es la personalidad? / 399

CUADRO 13.3 (continuación)

«La gente necesita ser respetada y aceptada socialmente. Desea estatus, poder y controlar los recursos, así como
darle sentido a su vida. Buscar aceptación, estatus y significado se asocia a nuestra biología. Los grandes objetivos
de la vida se asocian a ir tirando ahora, mirar hacia el futuro y encontrar sentido».

La meta de la evaluación psicológica será, por tanto, predecir las diferencias individuales en la capacidad para
lograr esos tres objetivos. Esas diferencias se centran en:

1. Qué piensan las personas sobre sí mismas, es decir, su identidad.


2. Qué piensan los demás sobre ellos, es decir, su reputación.
3. Su capacidad para coordinar reputación e identidad.

Según Hogan y Foster, para pronosticar el futuro es más eficiente centrarse en la reputación. La identidad sería
irrelevante. Las unidades de análisis de la personalidad serían la identidad, la reputación y la habilidad social. La
identidad corresponde a la persona que pensamos que somos, la reputación a lo que los demás saben que somos, y
la habilidad social conecta identidad y reputación: «los jugadores brillantes en el juego de la vida saben cómo ges-
tionar sus reputaciones».
Sostienen que Alfred Binet es el verdadero padre de la evaluación psicológica porque tuvo claro que la meta de
esa evaluación era predecir el rendimiento más allá del test, no valorar entidades (los rasgos serían entidades cere-
brales ficticias).
Rechazan la relevancia de la Psicometría poniendo en entredicho su persecución de «puntuaciones verdaderas»
(«un ideal platónico, un concepto que existe en un universo sin espacio ni tiempo, en un mundo de formas puras
situado en algún lugar de las nubes»).
En suma, al responder a un cuestionario de personalidad la persona gestiona su reputación. Eso es todo lo que
debería interesar a quien se dedica a la evaluación psicológica.
Es innegable que el ensayo de Hogan y Foster es provocador, pero también es inevitable recordar viejas (y rancias)
rencillas entre quienes se dedican a investigar las distintas facetas de la personalidad humana.
Los rasgos deben tener un atractivo especial, algo que les convierte en blanco de las iras de determinados indivi-
duos (con intereses quizá no demasiado confesables; ejemplos destacados son S. J. Gould para el caso de la inteli-
gencia o W. Mischel en lo relativo a los rasgos no cognitivos de la personalidad).
Eysenck discutió con detalle sobre la naturaleza de esos rasgos y, por tanto, es innecesario volver a repetir aquí
sus sólidos argumentos —descritos en la parte segunda—. Baste recordar ahora que los rasgos psicológicos son
conceptos de los que se sirven instrumentalmente los científicos. Debatir sobre si son «reales» o «ficticios» es, por
tanto, improductivo.
Hogan y Foster admiten que la biología posee un papel relevante al estudiar la personalidad, pero luego se olvidan
de esa relevancia. El hardware del ordenador que usan en su analogía seria irrelevante, lo que les lleva a ignorar el
papel decisivo de la neurociencia moderna para ayudarnos a avanzar en la comprensión de esas diferencias indivi-
duales que se evalúan desde una perspectiva psicológica.
Merece la pena comentar dos cosas más.
En primer lugar, la mayor elegancia de la Teoría de J. R. Harris sobre la personalidad (Harris, 2006), a la que
Hogan y Foster ignoran a la hora de proponer un marco de referencia semejante pero menos elaborado. Harris
también aprecia la relevancia de la biología, pero, a diferencia de Hogan y Foster, es consecuente con ese hecho.
En segundo lugar, llevada a sus últimas consecuencias, la propuesta de Hogan y Foster subraya el papel central
del intelecto para entender las diferencias individuales de personalidad. Coordinar identidad y reputación en el jue-
go social es una actividad llevada a la práctica de modo más eficiente por los individuos más inteligentes. Por tanto,
a menor nivel intelectual mayor probabilidad de que esa coordinación naufrague.
Las diferencias individuales en la «capacidad» para coordinar identidad y reputación serían esenciales para comprender:

a) Por qué algunas personas son más respetadas y aceptadas que otras.
b) Tienen mayor estatus, poder y recursos.
c) Encuentran sentido a sus vidas.

No obstante, Hogan y Foster evitan activamente discutir esa lógica posibilidad.

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400 / Manual de psicología diferencial

El estudio científico de la personalidad produce cer operativo, o trabajable, un determinado campo


una serie de propiedades a partir de las que se pue- de estudio, pero en ningún caso determinan la ma-
de caracterizar a un grupo humano. De ese modo, nera de explorar un concepto.
todas las personas serán introvertidas, emocional- Aun así, la ausencia de definiciones «verbales»
mente estables y dependientes en alguna medida. de ningún modo implica que no existan determina-
Una persona será más introvertida, estable y depen- das concepciones sobre la personalidad. Aunque se
diente que la media del grupo humano en el que se carezca de una definición consensuada, se posee una
incluye. A través de los métodos oportunos, se podrá idea formal sobre sus principales propiedades y
convertir en números el grado de introversión, esta- cómo se organizan. Esa idea proviene de la obser-
bilidad y dependencia de una persona en concreto. vación de la conducta de la gente, de una serie de
Un concepto científico es una invención. Si se hechos conocidos.
desea que tenga utilidad, deben analizarse hechos Un concepto de la ciencia puede estudiarse:
relevantes. El estudio de esos hechos producirá una
estructura en la que situar las propiedades caracte- — Según los hechos que se conocen sobre él.
rísticas del concepto. Y la investigación sistemática Por ejemplo, las personas tienen trastornos
debe completar paulatinamente la estructura de pro- de personalidad, son reservadas, abiertas,
piedades convirtiendo el concepto en algo científi- hostiles o libertinas.
camente sólido. — Formulando una teoría sobre lo que se su-
pone puede caracterizar al concepto. Se pue-
de suponer que la distinta organización ce-
4. ¿QUÉ ES LA PERSONALIDAD? rebral de las personas facilita la presencia de
un temperamento impulsivo o controlado.
¿Se puede explorar un concepto como el de per- — Usando una definición operativa del concep-
sonalidad sin comprender su naturaleza? to, es decir, enumerando los métodos em-
¿Es necesaria una definición consensuada sobre pleados para medirlo. Una escala diseñada
la personalidad para poder desarrollar una ciencia para medir el nivel de estabilidad emocional
alrededor de ese concepto? de los pilotos de vuelos comerciales es capaz
La respuesta es «Sí» a la primera pregunta y de predecir, con una determinada probabili-
«No» a la segunda. dad, qué pilotos reaccionarán fríamente ante
Las definiciones pueden ayudar a resumir las situaciones de emergencia y qué pilotos ten-
complicadas medidas y cálculos necesarios para ha- derán a perder el control.

Figura 13.5.—La conducta de los individuos expresa síntomas sobre su personalidad. Algunos se sienten atraídos por las con-
ductas de riesgo como el consumo de sustancias, la práctica de sexo inseguro o la conducción temeraria. Comprender por qué
algunas personas se inclinan hacia esa clase de conductas, mientras que otras se mantienen al margen, conecta con el paradig-
ma básico de la Psicología diferencial (O-E-R). Los individuos se adaptan y seleccionan activamente determinadas situaciones,
no se limitan a responder a ellas. En algunos casos pueden también modificar esas situaciones para que se adapten a ellos. El
hecho de que no haya dos genomas iguales, y, por tanto, tampoco dos cerebros iguales, no puede ignorarse al intentar com-
prender el concepto «personalidad» desde una perspectiva científica.

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¿Qué es la personalidad? / 401

CUADRO 13.4
Personalidad y redes sociales

Según Robert Hogan, la evaluación de la personalidad supone predecir resultados, no medir entidades (cuadro
13.3). Por tanto, esa evaluación debe centrarse en la «reputación», no en la «identidad».
La reputación resume la conducta previa, es decir, el mejor predictor de la conducta futura. Los cuestionarios de
personalidad registran esa reputación.
El siglo xxi, no obstante, le da la espalda a Hogan y apoya la TdR con determinación.
Así, por ejemplo, se puede valorar la personalidad según la información que los usuarios de Facebook suben es-
pontáneamente a esa red social (Youyou et al., 2015).
Esa estrategia «dataísta» destinada a valorar la personalidad humana comenzó a desarrollarse gracias al esfuerzo
del investigador de origen polaco Michal Kosinski.
Kosinski asistió al encuentro bianual de la ISSID (International Society for the Study of Individual Differences)
que se celebró en Varsovia en julio de 2017. Fue el centro de atención de una mesa redonda en la que se discutió
sobre el futuro de la evaluación de la personalidad. Ese científico no tuvo dudas al animar a los investigadores junior
a que se concentrasen en ese nuevo modo de medir la personalidad humana. Las vías clásicas están, según él, tan
agotadas como copadas por los científicos sénior.
En el artículo de Wu Youyou et al. (2015) se informa de una comparación del nivel de precisión con el que hu-
manos y máquinas (programas de ordenador basados en determinados algoritmos predictivos) pueden valorar la
personalidad de los individuos.
Se parte de un grupo de más de 86 mil voluntarios que cumplimentaron un cuestionario de personalidad de cien
preguntas que valoraba cinco rasgos de la personalidad (extraversión, cordialidad, responsabilidad, inestabilidad
emocional y apertura mental).
Los resultados de esa comparación indicaron que:

— Las predicciones de la máquina basadas en «Facebook Likes» (FBL) —es decir, «me gusta»— son más preci-
sas (r = 0,56) que las hechas por amigos de esa red social a través de un test de personalidad (r = 0,49).
— Las máquinas son más consistentes en sus valoraciones.
— Las máquinas predicen mejor determinadas conductas socialmente relevantes, tales como el consumo de sus-
tancias, las actitudes políticas o la salud física, que los resultados en los test de personalidad.

A diferencia de la perspectiva de Robert Hogan, Kosinski y sus colegas sostienen que «los rasgos de personalidad
representan características individuales reales, y la precisión de los juicios sobre la personalidad se puede valorar a
través de tres criterios: acuerdos entre la valoración de la propia persona y los demás, acuerdos entre distintos eva-
luadores y validez externa».
Los FBL se obtienen de más de 70.000 voluntarios. Se usa ese indicador porque representa uno de los tipos más
genéricos de huella digital (digital footprint). Los amigos en esa red social valoran a los voluntarios mediante una
versión abreviada del cuestionario de personalidad (10 ítems). Casi 18.000 voluntarios son valorados por amigos y
se usan más de 14.000 individuos para valorar el acuerdo entre evaluadores/jueces.
Cuantos más FBL se usan, mayor es la precisión del programa para valorar la personalidad de los individuos,
aunque son suficientes 100 FBL para superar a los humanos (salvo en el casos de los esposos). Sin embargo, si se
usan más de 500 FBL, el programa gana (r = 0,66 versus r = 0,58 para los esposos).
¿Por qué valoran la personalidad los FBL?
Porque representan actividades, actitudes y preferencias que se corresponden con el Modelo Big Five que se des-
cribirá en el siguiente capítulo. La apertura mental es el rasgo valorado con mayor precisión, mientras que la ines-
tabilidad emocional es el valorado con menor precisión.
En cuanto a la validez externa, se consideraron las siguientes variables criterio: satisfacción con la vida, depresión,
orientación política, autorregulación, impulsividad, valores, intereses, campo de estudio, consumo de sustancias,
salud física, características de la red social y actividades en FB.
Los autores auguran que los programas podrán ir mucho más allá al mejorar la cantidad y calidad de la infor-
mación que puedan considerar. ¿Por qué?

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402 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 13.4 (continuación)

En primer lugar, porque los programas pueden gestionar mucha más información que los humanos.
Y en segundo lugar, porque el modo en el que los programas usan la información genera algoritmos consistentes
que optimizan la precisión de las valoraciones, mientras que los humanos presentan determinados sesgos subjetivos
que reducen la calidad de sus valoraciones.
Los algoritmos informáticos pueden llegar a influir socialmente en varios frentes. La publicidad personalizada es
un ejemplo claro. Además, los candidatos a determinados puestos de trabajo podrían ser reclutados según la perso-
nalidad expresada en las redes sociales. Finalmente, los científicos podrían registrar datos sin someter a los usuarios
a tediosos cuestionarios.
Una de las consecuencias más interesantes que se derivan del informe de Youyou et al. (2015) es que los humanos
podrían confiar en esos algoritmos a la hora de tomar decisiones importantes en sus vidas. Por ejemplo, qué profe-
sión elegir, qué hacer en vacaciones o de quién vale la pena intentar enamorarse. Esas decisiones basadas en datos
podrían mejorar la calidad de vida de la gente, dejando a un lado corazonadas destructivas y confiando en datos
racionales.
El caprichoso mundo emocional dejaría paso a la diosa razón.
Esa perspectiva es usada por Yuval Harari en «Homo Deus», estimulante obra que comentamos en la parte pri-
mera del presente manual.
Probablemente llegará el momento en que nuestro «Smartphone» nos conocerá mejor a nosotros que nosotros
mismos. Acumulará tantos datos, y será capaz de gestionarlos con tanta eficiencia, que, en lugar de hacer examen
de conciencia al tomar una decisión, le preguntaremos a Siri qué considera que deberíamos hacer a continuación.
La almohada y los amigos pasarán a un segundo plano. O, sencillamente, desaparecerán por completo a la hora
de decidir nuestro siguiente movimiento. Nuestras propias valoraciones y las de nuestros allegados se considerarán
irrelevantes por falibles.
Siri se convertirá en nuestra más fiable y desinteresada consejera.
Bienvenidos al siglo xxi.

SUMARIO La personalidad se puede estudiar como cual-


quier otro concepto de la ciencia, independientemen-
La pregunta por la personalidad humana se te de que se pueda contar con una definición consen-
puede orientar desde distintas perspectivas. Los na- suada por la comunidad científica. Es complicado
rradores han descrito, a menudo de modo exuberan- que los investigadores estén completamente de acuer-
te, a personalidades de relieve —para bien y para do, tanto en la definición de sus conceptos como en:
mal— en la historia de la humanidad. Mao, Car-
a) Los medios necesarios para explorar los he-
los V, Garbo, Isabel de Castilla, Churchill o Marat
chos que se conocen sobre él.
son ejemplos. Esas descripciones pueden tener una
b) Los modelos más válidos.
enorme penetración psicológica, pero no dejan de
c) Las definiciones operativas más convenien-
ser informales y subjetivas.
tes.
La ciencia busca respuestas a la pregunta por la
personalidad humana usando métodos que persi- Pero los científicos pueden, aun así, estudiar
guen una necesaria objetividad. Solamente la meto- conceptos relevantes como el de personalidad, y so-
dología científica habilita a los investigadores para meter los resultados a las pruebas de la contrasta-
convertir el estudio de la personalidad en un con- ción empírica. Los siguientes capítulos de esta par-
cepto sólido. te cuarta así lo atestiguan.

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Personalidad y rasgos 14
INTRODUCCIÓN nización conceptual. La Teoría de la Red de Sistemas
(TRS), propuesta por el profesor Josep M.a Lluís-
Se delimita, en primera instancia, la pregunta Font, de la Universidad de Barcelona, ordena esos
que pretenden responder los modelos basados en el rasgos según su naturaleza y sus funciones básicas.
concepto de rasgo psicológico, es decir, los modelos Las relaciones documentadas entre las Big Five
factoriales de la personalidad. sugieren que es posible identificar un factor general
Además de describir cuáles son las respuestas a de personalidad (P) equivalente al factor general de
esa pregunta, se considera el etéreo concepto de inteligencia (g). A partir de las correlaciones entre
«amor» —en el que probablemente confluyen pro- los cinco rasgos básicos se obtienen dos factores más
piedades que contribuyen a la identidad personal— generales (alfa y beta), cuyas relaciones producen, a
para ejemplificar cómo se puede organizar un cam- su vez, un factor de orden superior. Niveles más ele-
po de estudio a través de la investigación científica vados de extraversión, cordialidad, responsabilidad
y cuáles son sus potenciales aplicaciones. y apertura, junto a menores niveles de neuroticismo,
Los modelos factoriales responden a la pregun- evocarían un P más óptimo.
ta de cuáles son las propiedades básicas de la per- La concepción de P conecta con la primera apli-
sonalidad, cuáles son más y menos importantes para cación —que se considera en el apartado final del
comprender la conducta de la gente, y cuáles son sus capítulo— relacionada con el factor p (propensión
relaciones en la estructura que representa el territo- general a la psicopatología). Según la evidencia re-
rio de la personalidad humana. gistrada en el Estudio Longitudinal Dunedin, se
Se describe, brevemente, una serie de modelos concluye que una variedad de trastornos psicopato-
clásicos propuestos por autores de referencia en psi- lógicos se puede resumir en tres factores: interiori-
cología diferencial (J. P. Guilford, R. B. Cattell y H. J. zación, exteriorización y desórdenes del pensamien-
Eysenck) y se comentan sus relaciones para concluir to. Las relaciones entre los miembros de esa tríada
que se aprecia un sustancial acuerdo. La comunidad producen el factor p. Los resultados poseen enormes
científica ha cristalizado una concepción consensua- repercusiones en la psicología clínica, aunque los
da sobre la estructura de rasgos de la personalidad profesionales, los psicólogos aplicados, siguen estan-
humana. Esa estructura es generalmente jerárquica, do lentos de reflejos a la hora de encajar las eviden-
es decir, las numerosas conductas relevantes se agru- cias derivadas de la investigación básica. Esa distan-
pan en una serie menor de hábitos de conducta. cia debe reducirse progresivamente con una mayor
A su vez, esos hábitos se agrupan en facetas de la celeridad.
personalidad, y estas en rasgos más generales. Los otros dos ejemplos de aplicaciones se con-
El modelo Big Five identifica cinco rasgos bási- centran en las relaciones de la terapia psicológica
cos de la personalidad (extraversión, cordialidad, con las diferencias de personalidad, así como entre
responsabilidad, neuroticismo y apertura mental), estas y las diferencias de salud. El concepto «perso-
pero mantiene las distancias con respecto a su orga- nalidad», explorado desde la psicología diferencial,

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404 / Manual de psicología diferencial

no debería ignorarse en los procesos terapéuticos — Me siento inferior a los demás.
porque la conducta cobra sentido bajo los focos que — Rara vez me siento con miedo o ansioso.
iluminan al individuo, a su identidad. También se — La poesía tiene poco efecto sobre mi.
describen las relaciones de la personalidad con la — Tengo una gran variedad de intereses inte-
salud desde la perspectiva de la epidemiología dife- lectuales.
rencial. Se consideran los estudios clásicos de H. J.
Eysenck sobre distintas causas de fallecimiento y su Los test que evalúan la personalidad comienzan
relación con las diferencias individuales de persona- siendo un prototipo, pero se van depurando a través
lidad, y se enumeran algunos ejemplos de cómo esas de un escrupuloso proceso de investigación. El pro-
diferencias interactúan con determinados problemas ducto final atesora una serie innegociable de garan-
de salud que preocupan a la sociedad del siglo xxi. tías técnicas basadas especialmente en su fiabilidad
y validez (Muñiz, 2018).
Si se desea registrar el mayor espectro posible de
1. ¿CUÁL ES LA PREGUNTA? lo que se supone es la personalidad, convendrá que
esos test incluyan un extenso rango de conductas,
Los modelos factoriales responden a la primera pensamientos y sensaciones. Es crucial que las pre-
pregunta que formulan los psicólogos diferenciales guntas y enunciados exploren una variedad de situa-
al estudiar la personalidad: ciones para deducir los niveles de consistencia de las
personas según sus respuestas.
«¿Cuáles son las propiedades o dimensiones que En segundo lugar, una vez se dispone de los test
se deben considerar para describir exhaustivamente que han superado los exigidos controles de calidad,
la personalidad de los humanos?» se administran a una muestra representativa de la
población para recoger sus respuestas.
Esas propiedades o dimensiones corresponden Desde la perspectiva multivariada, propia de la
a los rasgos psicológicos de naturaleza temperamen- psicología diferencial, se exige estudiar un gran nú-
tal y motivacional. El modo de definir operativa- mero de variables psicológicamente relevantes. Esas
mente un rasgo psicológico supone identificar los variables corresponden a las respuestas de los indi-
factores que se derivan de los métodos factoriales viduos.
descritos en la parte segunda. Por tanto, los modelos
sobre los rasgos de la personalidad se transforman
en modelos factoriales.
El desarrollo de un modelo factorial de la per-
sonalidad exige, en términos generales, una serie de
fases.
En primer lugar, se requiere desarrollar pruebas
que permitan medir, con garantías, las propiedades
supuestamente relevantes del concepto científico
«personalidad». Esas pruebas, o test, suelen basarse
en preguntas o enunciados a los que el individuo
responde. Algunos ejemplos:

— Soy una persona alegre y animosa.


— Disfruto hablando con la gente.
— Tiendo a pensar lo mejor de la gente.
— Intimido a la gente para que haga lo que yo Figura 14.1.—Los frenólogos propusieron una explicación de
quiero. las diferencias de personalidad. No se tardó en denunciar la
ingenuidad de su aproximación. Sin embargo, la idea de que
— Soy incapaz de organizarme. la mente humana es una confederación de capacidades, ras-
— Me esfuerzo por alcanzar mis objetivos or- gos temperamentales y propiedades motivacionales posee
denadamente. plena actualidad en campos como la neurociencia.

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Personalidad y rasgos / 405

Ante el enunciado «Soy una persona alegre y eficiente calcular un análisis factorial que busque
animosa», los distintos individuos pueden respon- agrupaciones según las respuestas de los individuos.
der usando una escala de 0 a 5. Cuanto más próxima El análisis factorial permitirá averiguar cuándo se
se encuentre a 0 su respuesta, mayor será la proba- parecen y cuándo no se parecen las respuestas de los
bilidad de que NO se considere una persona alegre individuos a los test administrados.
y animosa. Cuanto más próxima se encuentre a 5 su El cálculo del análisis factorial transformará la
respuesta, mayor será la probabilidad de que se con- matriz de correlaciones en una matriz factorial. Esa
sidere una persona alegre y animosa. Es decir, los matriz factorial incluye un listado de los test a los
individuos variarán por el grado con el que se iden- que los individuos han respondido y un número,
tifican con el enunciado. siempre menor, de factores en los que se agrupan
Generalmente son varias las preguntas y enun- esos test según su grado de relación, es decir, según
ciados que exploran una determinada faceta de la los valores numéricos de la matriz de correlaciones.
personalidad porque se pretende deducir cuáles son Algunos de los test se relacionarán más entre sí
las tendencias de los individuos. Las respuestas a que con el resto. Las mayores semejanzas entre test
cada una de las preguntas no serán particularmente decantarán factores comunes que representarán nu-
relevantes, sino lo que se puede concluir de todas méricamente la dimensión de la personalidad que
ellas en su conjunto. subyace a las respuestas de los individuos.
Es deseable que los test elegidos se administren a Los factores serían representantes matemáticos
una muestra representativa de la población siguiendo de los rasgos del concepto «personalidad». Consti-
las necesarias condiciones de estandarización. Un test tuyen hipótesis que contribuyen a describir las res-
de personalidad es, en realidad, una entrevista alta- puestas espontáneas de los individuos.
mente estructurada que pretende garantizar que se Ante los siguientes dos enunciados, alguien «ex-
recoge la misma información en distintos individuos. travertido» tenderá responder hacia el 5, mientras
Reduce extraordinariamente la subjetividad en el pro- que el individuo «introvertido» optará por números
ceso de recogida de información, que es la esencia de bajos de la escala de respuesta.
cualquier proceso de evaluación psicológica.
Una vez administrados esos test, se deberán co- — Soy una persona alegre y animosa:
rregir para obtener las puntuaciones de cada uno de 0–1–2–3–4–5
los individuos evaluados. Cada individuo recibirá
una puntuación en cada uno de los test diseñados — Disfruto hablando con la gente:
para valorar una determinada faceta de la persona- 0–1–2–3–4–5
lidad. El resultado será una matriz de datos en la
que se consignan las puntuaciones según los indivi- Al responder a los siguientes enunciados, el in-
duos y las variables. dividuo «cordial» responderá hacia el 5 en el primer
En tercer lugar, se organiza la matriz de indivi- caso, pero hacia el 0 en el segundo caso.
duos y variables. Una estrategia para alcanzar ese
objetivo supone estudiar las relaciones entre las — Tiendo a pensar lo mejor de la gente:
puntuaciones de las distintas personas en cada una 0–1–2–3–4–5
de las variables. Esas relaciones se pueden cuantifi-
— Intimido a la gente para que haga lo que yo
car mediante el índice de correlación para producir
quiero:
una matriz de correlaciones.
En esa matriz de correlaciones se pierde la in- 0–1–2–3–4–5
formación sobre las puntuaciones específicas logra-
das por los individuos. Pero esa pérdida es por una Ante los siguientes enunciados, la persona «res-
buena causa: ayuda a simplificar y encontrar pautas ponsable» responderá hacia el 0 en el primer caso,
de covariación. pero hacia el 5 en el segundo caso.
Si se han administrado 70 test, la matriz de co-
— Soy incapaz de organizarme:
rrelaciones será de 70 × 70. La cantidad de informa-
ción será enorme, por lo que resulta una estrategia 0–1–2–3–4–5

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406 / Manual de psicología diferencial

— Me esfuerzo por alcanzar mis objetivos or- — La poesía tiene poco efecto sobre mí:
denadamente:
0–1–2–3–4–5
0–1–2–3–4–5
— Tengo una gran variedad de intereses inte-
El individuo «emocionalmente estable» respon- lectuales:
derá hacia el 0 ante el primer enunciado, pero hacia 0–1–2–3–4–5
el 5 ante el segundo.
El cálculo estadístico de las respuestas de los
— Me siento inferior a los demás:
individuos ante un elevado número de enunciados
0–1–2–3–4–5 y preguntas diseñadas para explorar una variedad
de situaciones, permitirá comprobar sus niveles de
— Rara vez me siento con miedo o ansioso:
relación o covariación para resumir la informa-
0–1–2–3–4–5 ción registrada en factores que representarán los
rasgos de la personalidad. La identificación empí-
Finalmente, alguien «abierto a nuevas experien- rica de esos rasgos y el análisis de sus relaciones
cias» responderá hacia el 0 ante el primer enunciado, es la base de los modelos factoriales de la perso-
pero hacia el 5 ante el segundo. nalidad.

CUADRO 14.1
El concepto «amor»: un modelo factorial

Robert J. Sternberg (1986) desarrolló un modelo factorial sobre el amor.


El amor es un concepto que se resiste a ser definido, aunque, por obvias razones, despierta un extraordinario in-
terés entre la población, entre las personas legas (en cuanto a la ciencia, no respecto del amor).
Cuando los científicos se deciden a estudiar ese concepto, el primer problema con el que se topan es que se des-
conoce cuáles pueden ser sus propiedades relevantes. Ese problema puede resolverse recurriendo al análisis factorial,
ya que su principal objetivo es delimitar dimensiones de un modo empírico y contrastable.
Conocer esas propiedades y saber cómo explorarlas es esencial para la evaluación psicológica y, en su caso, para
diseñar una posterior intervención que, por ejemplo, ayude a resolver potenciales problemas de pareja.
Usando una serie de cuestionarios, Sternberg registró información sobre las relaciones amorosas. Las pregun-
tas de esos cuestionarios exploraban cuestiones como las siguientes: deseo de promover el bienestar de la perso-
na amada, recibir y dar apoyo emocional, valorar a la persona amada, necesidad sexual y estabilidad de las re-
laciones.

Estructura factorial del amor

El análisis factorial de las respuestas de las personas encuestadas produjo tres factores que resumían los acuerdos:

— Factor de intimidad. Resume información sobre las sensaciones de proximidad, de estar conectado y unido en
una relación amorosa. Supone, en general, una inversión emocional en la relación.
— Factor de pasión. Resume información sobre los impulsos que llevan al romance, la atracción física y la con-
sumación sexual. Supone una inversión motivacional en la relación.
— Factor de decisión de compromiso. Resume información sobre la decisión a corto plazo de amar a alguien y
sobre el compromiso a largo plazo de mantener ese amor. Supone un compromiso cognitivo en la relación.

El factor de intimidad expresaría el componente caluroso, el de pasión correspondería al componente ardiente y


el de decisión de compromiso sería un componente frío.
A partir del resultado derivado del análisis factorial de las respuestas de las personas se procedió a un minucioso
análisis del concepto de amor.

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Personalidad y rasgos / 407

CUADRO 14.1 (continuación)

Las relaciones entre los factores del amor

La vertiente emocional de la intimidad y el aspecto cognitivo de la decisión de compromiso son relativamente


estables, mientras que las variables motivacionales de la pasión son inestables y, por tanto, dificultan las predic-
ciones.
En las relaciones cortas, especialmente en las románticas, la pasión es esencial, mientras que la intimidad tiene un
pequeño papel y la decisión de compromiso no cuenta en absoluto.
En las relaciones largas, la intimidad y la decisión de compromiso son importantes, mientras que la pasión decli-
na con el paso del tiempo.
La pasión supone una gran implicación psicofisiológica, mientras que la decisión de compromiso apenas conlleva
ese tipo de implicación. La intimidad se situaría en una zona psicofisiológica intermedia.

Figura 14.2.—Las relaciones amorosas son importantes para los humanos. Sin embargo, la ciencia no le ha prestado de-
masiada atención al concepto de amor. Quizá se le considera excesivamente escurridizo.

Los tipos de amor

Según los resultados del análisis factorial, el amor se puede entender de tres modos:

1. El amor es un único factor general, es decir, una globalidad de sensaciones positivas que no se pueden distinguir.
2. El amor es un cúmulo de sensaciones que, al aparecer juntas, producen la experiencia global que se denomi-
na amor. Sin embargo, ese conjunto de sensaciones no es una unidad inseparable.
3. El amor se podría entender a partir de un pequeño número de elementos igualmente importantes en el con-
texto de la experiencia que se denomina amor. El amor no sería una sola cosa, sino una serie de estructuras
primarias que se comprenden mejor por separado que de un modo conjunto. Todos ellos contribuirían de
modo simultáneo a la experiencia del amor.

Los resultados observados por Sternberg y Grajek (1984) sugieren que las alternativas 1 y 2 son más adecuadas
que la 3.
El factor de intimidad es común a las distintas relaciones amorosas. Mientras que los factores de pasión y decisión
de compromiso se pueden separar en algunas personas, el factor de intimidad no se limita a ciertas clases de rela-
ciones. Es complicado controlar el factor de intimidad y muy difícil controlar el factor de pasión, pero la persona sí
tiene un claro control sobre el factor de decisión de compromiso.

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408 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 14.1 (continuación)

Esa estructura factorial del amor permite organizar los distintos tipos de amor:

— En la simpatía solamente actúa la intimidad. Uno se siente cerca de un amigo y nada más; se le echa de menos,
pero no se hace duelo por su ausencia.
— En el clásico loco de amor solo actúa la pasión. Puede desaparecer tan rápido como aparece.
— En el amor vacío solo actúa la decisión de compromiso.
— En el amor romántico la decisión de compromiso es el único factor ausente. Romeo y Julieta o Calixto y Me-
libea serían ejemplos.
— En el amor de compañía solo está ausente la pasión. Es habitual en matrimonios en los que ha desaparecido
la atracción física.
— En el amor necio solo está ausente la intimidad. Las pasajeras parejas de Hollywood son un ejemplo.
— En el amor consumado están presentes todos los factores. Este amor se parece a las dietas: lo difícil es mante-
ner el peso alcanzado.

El amor sería un proceso de reducción de incertidumbre. Los miembros de la pareja aprenden a predecir sus con-
ductas. Una manera de valorar el grado de intimidad es la separación temporal, cuyo máximo representante es el
divorcio. Una buena relación puede destruirse por la habituación al factor de intimidad.
El amor puede convertirse en una adicción. Cuando se empiezan a tomar dosis de amor, las sensaciones son muy
positivas. Pero la dosis aumenta gradualmente, lo que, a la larga, produce habituación. Impedir el inevitable efecto
de abstinencia exige seguir con las dosis.

La geometría del amor

Los tres factores del amor componen un triángulo con dos características básicas: cantidad y equilibrio.
La cantidad se puede representar por el área, mientras que el equilibrio se puede representar por la forma del
triángulo.
Un triángulo equilátero representaría el amor equilibrado. El triángulo escaleno con sesgo hacia la izquierda re-
presentaría la dominancia de la pasión, mientras que el sesgo hacia la derecha representaría la dominancia de la
decisión de compromiso. El triángulo isósceles representaría la dominancia de la intimidad.

Figura 14.3.—Geometría del amor.

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Personalidad y rasgos / 409

CUADRO 14.1 (continuación)

Esa geometría del amor se puede usar para estudiar el problema de los amores ideales y reales.
Las combinaciones frecuentes son cuatro:

1. Puede haber una coincidencia entre el triángulo ideal y el real.


2. El triángulo real puede ser menor que el ideal.
3. El triángulo real puede ser mayor que el ideal.
4. Los niveles de intimidad y pasión pueden ser menores que los ideales, mientras que la decisión de compromi-
so puede ser mayor que la ideal.

También se pueden estudiar los triángulos de los dos miembros de la pareja, siendo cuatro las combinaciones
posibles:

1. Amor-ficción: los dos triángulos coinciden plenamente.


2. Los triángulos son muy semejantes.
3. Los triángulos están ligeramente desfasados.
4. Los triángulos son muy dispares.

Pero las relaciones amorosas son más complejas. Cada miembro de la pareja no solo tiene su propio triángu-
lo, sino que además aventura cómo es el triángulo que se supone tiene la pareja, tanto de sí misma como del
otro.

Factores del amor y terapia psicológica

Una de las causas principales del fracaso de las relaciones amorosas es la dificultad para expresar, a través de la
acción, los tres factores del amor.
Las acciones más adecuadas para cada factor son distintas:

— El factor de intimidad se puede expresar comunicando los sentimientos internos, promocionando el bienestar
del otro, compartiendo las posesiones, expresando empatía por el otro y ofreciendo apoyo, tanto material como
emocional.
— El factor de pasión se puede expresar besando, abrazando, contemplando, tocando y haciendo el amor.
— El factor de decisión de compromiso se puede expresar prometiendo, siendo fiel, manteniendo la relación en
los momentos difíciles, comprometiéndose y contrayendo matrimonio.

En general, la pasión actúa en las primeras fases de una relación, mientras que la intimidad y la decisión de com-
promiso son factores más tardíos.
Una de las observaciones cotidianas es que se quiere lo que no se tiene, es decir, se desea en mayor medida a la
pareja que no se puede conseguir con facilidad.
Suele ser frecuente, además, que los miembros de la pareja se parezcan, es decir, que sus triángulos se solapen
significativamente. Esas relaciones serán claramente más satisfactorias.
Aunque es habitual admitir que el simple contacto puede generar relaciones de pareja, la realidad se aleja de esa
percepción. Es cierto que el contacto puede favorecer los lazos emocionales, pero de ahí no se sigue una promoción
de la pasión y la decisión de compromiso.
Según Sternberg, las mujeres están más interesadas que los varones en la intimidad. Eso explicaría que ellas pue-
dan tener una relación tan buena con sus mejores amigas como con sus parejas. Pero el varón parece tenerlo más
difícil para llegar a ese equilibrio.
Uno de los peores enemigos de la intimidad es el estancamiento. Aunque la gente se siente bien siendo capaz de
predecir la conducta de los demás, una excesiva facilidad para hacer pronósticos es nociva para las relaciones de
pareja. Por tanto, es necesario introducir regularmente elementos de cambio y variación.

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410 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 14.1 (continuación)

También se sabe que la pasión es el factor que se mantiene con mayor dificultad, ya que está poco sujeto al con-
trol consciente y es más susceptible a la habituación. Por tanto, será el refuerzo o las relaciones pasionales intermi-
tentes la condición más favorable para mantener la pasión. Sin embargo, ese método puede presentar, a la larga, un
tinte siniestro y manipulativo.
La decisión de compromiso es el factor más modificable. La mejor manera de conservar ese factor es incrementar
la felicidad que se alcanza en la relación. Por supuesto, eso exige gestionar los otros dos factores, expresándolos de
manera clara en el contexto de la relación de compromiso.

Conclusión

El ejemplo sobre el concepto de amor debería ayudar a adquirir un mapa conceptual de la utilidad de los mode-
los factoriales para organizar el estudio del comportamiento humano.
El concepto de amor es tan escurridizo como el de personalidad.
Hay una gran cantidad de concepciones legas que influyen de manera decisiva en la identidad y en la conducta
de los individuos. Los modelos científicos pueden ayudar a alcanzar un conocimiento fiable sobre temas socialmen-
te relevantes, tales como el amor o la personalidad.

2. MODELOS FACTORIALES Las respuestas se sometieron a un análisis fac-


DE LA PERSONALIDAD torial, comprobándose que se podían resumir en
diez factores. El resultado fue similar al modelo de
Los modelos factoriales ofrecen visiones de con- Guilford, pero no al de Cattell, aunque solo desta-
junto, mapas sobre la estructura de la personalidad caron dos factores: neuroticismo (inestabilidad emo-
en los que se sitúan su principales propiedades y se cional) y extraversión.
especifican sus relaciones. El estudio de esa estruc- En otra investigación de similares característi-
tura ha producido una serie de modelos. cas, R. Cattell y B. Gibbons (1968) estudiaron las
preguntas de las escalas de Cattell y Guilford. El test
que diseñaron incluyó 424 preguntas agrupadas en
2.1 Modelos clásicos 68 escalas. Se evaluó a 302 estudiantes.
La estructura factorial resultante reveló 18
Los tres modelos clásicos de la personalidad han factores. El estudio de las relaciones entre 9 de
resultado del trabajo de los equipos de investigación esos 18 factores produjo 4 factores más generales
dirigidos por J. P. Guilford, R. B. Cattell y H. J. (de segundo orden): extraversión, ansiedad, tena-
Eysenck. cidad e independencia. Según Cattell y Gibbons
En un estudio, también clásico, H. Eysenck y (1968), su estudio confirma los modelos de R. B.
S. Eysenck (1969) analizaron los test de personali- Cattell y de H. J. Eysenck, pero rechaza el modelo
dad diseñados desde esos modelos. Solicitaron a de J. P. Guilford.
Guilford y a Cattell un listado con las preguntas Los modelos de J. P. Guilford y R. B. Cattell
más representativas de cada uno de los rasgos con- destacan los factores primarios, mientras que el mo-
siderados en sus modelos. Finalmente se incluye- delo de H. J. Eysenck considera más relevantes los
ron en un único test 337 preguntas con la siguien- factores más generales para describir la personali-
te estructura: 109 preguntas de J. P. Guilford, 99 dad. Cuando se analizan las relaciones entre los fac-
preguntas de R. B. Cattell y 114 preguntas de H. J. tores primarios de los modelos de Guilford y Cattell,
Eysenck. se suelen identificar los factores generales a los que
Las 337 preguntas se organizaron en 38 escalas Eysenck atribuye mayor relevancia.
y el test se aplicó a una muestra de 1.200 individuos Si se desea predecir la conducta de los indivi-
(600 varones y 600 mujeres). duos, será más eficiente considerar los factores más

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Personalidad y rasgos / 411

generales. En cambio, será más conveniente centrar- ficarían tres tipos de rasgos motivacionales: necesi-
se en las conductas y hábitos que resumen los fac- dades, intereses y actitudes.
tores primarios si se pretende planificar una inter- La personalidad de un individuo corresponde-
vención psicológica. ría a su patrón único de rasgos. Un rasgo sería una
Es evidente que los modelos factoriales clásicos manera distinguible y relativamente estable en la
son congruentes. Presentan una naturaleza jerárqui- que un individuo se distingue de los demás: «Los
ca, y, por tanto, los distintos factores no son igual- psicólogos diferenciales estudian las relaciones en-
mente relevantes. Se pueden identificar cuatro nive- tre las respuestas de los individuos de una pobla-
les de generalidad: respuestas concretas, hábitos de ción. Tratan de averiguar en qué sentido la conduc-
respuesta, facetas de la personalidad identificadas a ta es consistente. Las consistencias y los patrones
partir de los hábitos, y rasgos de la personalidad de conducta conducen a descripciones de las perso-
identificados a partir de las facetas. nas, así como de la personalidad en general» (Guil-
Existe, además, un extraordinario acuerdo so- ford, 1959).
bre la relevancia de dos factores de la personali- El modelo de personalidad de Guilford se centra
dad: extraversión y neuroticismo (inestabilidad en los rasgos temperamentales, y comienza a elabo-
emocional). rarse en los años treinta del siglo xx. Una de las
Aun así, los científicos discrepan a menudo so- últimas revisiones del modelo se hizo en 1976 (Guil-
bre la denominación que corresponde a determina- ford, Zimmerman y Guilford, 1976).
dos factores de la personalidad. Condensar en una
sola palabra comprensible las variables resumidas
estadísticamente en un factor es una difícil misión, Acciones, hexis, rasgos y tipos
además de posiblemente irrelevante. Autores como
R. B. Cattell u Oliver John (1990) han sugerido La personalidad se organiza en una serie de ni-
que se usen nombres poco comunes para designar veles, desde las acciones concretas hasta los tipos
a esos factores —tales como Sizia, Parmia o descriptivos más generales. Los niveles del modelo
Alaxia, o números romanos como I, II o III. Es de Guilford son las acciones, las hexis o hábitos, los
una excelente sugerencia, porque lo realmente im- rasgos y los tipos (figura 14.4).
portante en un modelo factorial no es la denomi- Ejemplos de acciones específicas son: hablar en
nación de los factores, sino la pauta numérica que una reunión de la asociación de padres de alumnos
resumen esos factores según las respuestas de los en un colegio, ponerse nervioso en un examen, re-
individuos a las preguntas y enunciados que explo- huir la mirada del interlocutor, o decir NO a propo-
ran sus conductas habituales en distintas situacio- siciones de buscar sensaciones fuertes como tirarse
nes y ocasiones. de un viaducto atado a una cuerda elástica.
Las hexis son hábitos que resumen las acciones
específicas. Guilford usa ese término porque, a dife-
2.1.1. Modelo de J. P. Guilford rencia de los hábitos, las hexis combinan genética y
aprendizaje. Se adquieren determinados hábitos,
Según Joy Paul Guilford (1959), la personalidad pero en ese proceso influyen los genes. Ejemplos de
se define a partir de un axioma que se acepta sin hexis son: la persona tiene muchos conocidos y ami-
problema: cada persona es única. gos, la persona participa en conversaciones, la per-
Si se considera el patrón global de características sona gusta de las actividades sociales, la persona
de la personalidad, cada persona es diferente de las busca contactos sociales o la persona busca ser el
demás. Es en las diferencias individuales donde se centro de atención.
encuentra la clave lógica de la personalidad. Los rasgos básicos resumen hexis. Los factores
Los rasgos de la personalidad se pueden dividir primarios recogen elementos comunes a distintas
en temperamentales y motivacionales. Según el mo- hexis. El modelo de J. P. Guilford identifica 13 rasgos
delo de Guilford, los rasgos temperamentales co- primarios, pero esos rasgos se resumen en cuatro
rresponden a disposiciones psicológicas como la rasgos secundarios más generales. Finalmente se
confianza o la impulsividad, mientras que se identi- identifica un único factor de orden superior.

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412 / Manual de psicología diferencial

Salud
emocional

Actividad Introversión Estabilidad Disposición


social Extraversión emocional paranoide

G A S R T C D N I O F P M

Nivel de hexis

Nivel de acciones específicas

Figura 14.4.—Modelo temperamental de J. P. Guilford. En la parte más baja de la jerarquía se sitúan las acciones específicas.
El estudio de las relaciones que se establecen entre las acciones produce las hexis (o hábitos), cuyas relaciones producen trece
rasgos o factores primarios. Las relaciones entre los factores primarios se resumen en cuatro factores secundarios. Finalmente,
las relaciones entre dos de los factores secundarios se resumen en un solo factor terciario situado en la parte más alta de la
jerarquía (cuadro 14.2 para mayores detalles).

CUADRO 14.2
Los factores del modelo de J. P. Guilford

Factores primarios

(1) Factor (G): actividad general. Algunas de las hexis que resume G son ritmo rápido, energía y actividad.
(2) Factor (A): ascendencia. Algunas hexis que resume A son liderazgo, convencer a los otros y hablar en público.
(3) Factor (S): sociabilidad. Hexis resumidas por S son tener muchos amigos, gusto por las actividades sociales y
ser el centro de atención.
(4) Factor (R): retraimiento. Algunas hexis que resume R son seriedad, lentitud y esfuerzo persistente.
(5) Factor (T): actitud pensativa. Hexis resumidas por T son reflexivo, interesado por la filosofía y equilibrio mental.
(6, 7, 8 y 9). Factores (C: disposición cicloide), (D: depresión), (N: nerviosismo) e (I: sentimiento de inferioridad).
Algunas de las hexis que resumen estos factores son continuidad en los estados de ánimo, optimismo, excitabilidad
y sentimientos de culpa.
(10) Factor (O): objetividad. Hexis incluidas en O son egocentrismo, hipersensibilidad y susceptibilidad.
(11) Factor (F): cordialidad. Algunas de las hexis incluidas en F son beligerancia, dominio y desprecio por los otros.
(12) Factor (P): relaciones personales. Hexis contenidas en P son tolerancia hacia la gente, fe en las instituciones
y autocompadecerse.
(13) Factor (M): masculinidad. Algunas hexis incluidas en M son disgustarse con facilidad, simpatía e intereses
románticos.

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Personalidad y rasgos / 413

CUADRO 14.2 (continuación)

Factores secundarios
Factor (SA): actividad social. Resume los siguientes factores primarios: actividad general (G), ascendencia (A) y
sociabilidad (S).
Factor (IE): introversión-extraversión. Resume los siguientes factores primarios: retraimiento (R) y actitud pen-
sativa (T).
Factor (E): estabilidad emocional. Resume los siguientes factores primarios: disposición cicloide (C), depresión
(D), nerviosismo (N), sentimientos de inferioridad (I) y objetividad (O).
Factor (Pa): disposición paranoide. Resume los siguientes factores primarios: objetividad (O), cordialidad (F) y
relaciones personales (P).
El factor primario masculinidad (M) no se incluye dentro de ninguno de los cuatro factores secundarios.
Factor terciario
Factor (EH): salud emocional. Resume los factores secundarios estabilidad emocional (E) y disposición paranoi-
de (Pa).

Comentario sobre el modelo de Guilford nos permite predecir lo que hará una persona en una
determinada situación».
El modelo de J. P. Guilford se encuentra entre Cattell registró datos de distintos tipos para
los mejor desarrollados de la historia. Sin embargo, identificar las dimensiones básicas de la personali-
es un modelo matemático. Según Eysenck y Eysenck dad. Dividió esas dimensiones en temperamento y
(1985), «J. P. Guilford podría considerarse con jus- motivación. Consideró que los factores tempera-
ticia el primero en utilizar el análisis factorial en la mentales son más consistentes y estables que los mo-
investigación del temperamento». tivacionales, y, por tanto, permiten una mayor pre-
En su revisión técnica de 1973, J. W. French cisión en la predicción. Además, separó los rasgos
—del Educational Testing Service— señaló que al temperamentales para personas con y sin trastornos.
menos 11 de los 13 factores primarios del modelo Los datos sobre la personalidad se registraron
de Guilford eran robustos, en el sentido de que se usando tres tipos de técnicas: L, Q y T.
habían identificado en dos o más investigaciones Las técnicas L corresponden a los datos Life (de
realizadas por dos o más laboratorios independien- la vida diaria). Se analizan los términos empleados
tes, y, además, se habían usado en programas masi- en el lenguaje coloquial y las valoraciones (ratings)
vos de investigación. hechas por unas personas sobre otras. El tipo de
Sin embargo, esos factores no se consideraron estudios en los que se emplean las técnicas L se ca-
al explorar los procesos psicológicos y las bases bio- lifican de lexicográficos.
lógicas que pudieran relacionarse con las diferencias Cattell partió de los análisis lexicográficos de G.
de personalidad. El modelo de Guilford es un sólido Allport y H. Odbert (1936), quienes se armaron de
marco de referencia a nivel estadístico, pero es tam- paciencia para extraer 17.954 términos del diccio-
bién incompleto. nario de la lengua empleados para describir y cali-
ficar a las personas. Esa lista se redujo a 4.504 tér-
2.1.2. Modelo de R. B. Cattell minos eliminando sinónimos o términos extraños,
y, desde ahí, se aislaron 171 variables bipolares (por
El modelo de personalidad de R. B. Cattell es, ejemplo, agresivo-pacífico, bueno-malo). A través de
probablemente, uno de los más complejos modelos una serie de estudios se llegó a una lista definitiva
psicológicos que se hayan elaborado nunca. No solo de 36 términos que, una vez sometidos a análisis
por los métodos matemáticos empleados por este factorial, se resumieron en 16 dimensiones básicas.
científico, sino porque sus textos son opacos. Una Las valoraciones de unas personas sobre otras
de las frases más conocidas de R. B. Cattell (1950) son útiles para contrastar la información que el pro-
presenta su perspectiva: «personalidad es eso que pio individuo ofrece a través del segundo tipo de

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414 / Manual de psicología diferencial

técnicas de recogida de información (Q). Las técni- La recogida de datos a través de esas técnicas
cas Q producen datos Questionnaire (basados en produjo una enorme variedad de factores tempera-
cuestionarios). Se debe elaborar preguntas o enun- mentales y motivacionales:
ciados que la persona contesta según sus sensacio-
nes, pensamientos y acciones habituales. Las técni- — Factores temperamentales primarios y se-
cas Q comienzan donde terminan las L, aunque cundarios, para describir las diferencias in-
también se usan observaciones clínicas. dividuales normales y anormales o psico­
Finalmente, las técnicas T producen datos a par- patológicas. Cattell distingue los factores
tir de Test Situacionales Objetivos. Se observan con- temperamentales según se hayan identificado
ductas sin que los individuos sean conscientes de lo con técnicas L, Q o T, aunque se buscan con-
que se está evaluando. Por ejemplo, solicitar que se cordancias entre los distintos tipos de datos.
haga botar una pelota gradualmente hasta alcanzar — Factores motivacionales primarios y secun-
un ruido intenso permite evaluar el grado de timi- darios, divididos en tres categorías principa-
dez. La velocidad con la que se puede leer hacia les: intereses y actitudes, ergios o impulsos
atrás es una medida de rigidez. innatos, y sentimientos o impulsos sociales.

CUADRO 14.3
Rasgos temperamentales y motivacionales según el modelo de R. B. Cattell

Factores temperamentales primarios

1. Factor A (sizotimia-afectotimia). La persona es reservada o abierta.


2. Factor B (inteligencia baja-alta). La persona es lenta o brillante.
3. Factor C (poca-mucha fuerza del ego). Afectado por los sentimientos o emocionalmente estable.
4. Factor E (sumisión-dominancia). La persona puede ser sumisa o dominante.
5. Factor F (desurgencia-surgencia). La persona puede ser sobria o descuidada.
6. Factor G (poca-mucha fuerza del superego). La persona puede ser despreocupada o escrupulosa.
7. Factor H (threctia-parmia). La persona puede ser tímida o atrevida.
8. Factor I (harria-premsia). La persona puede tener una sensibilidad dura o blanda.
9. Factor L (alaxia-protensión). La persona puede ser confiable o suspicaz.
10. Factor M (praxernia-autia). La persona puede ser práctica o imaginativa.
11. Factor N (sencillez-astucia). La persona puede ser franca o astuta.
12. Factor O (adecuación imperturbable-tendencia a la culpabilidad). La persona puede ser apacible o aprensiva.
13. Factor Q1 (conservadurismo-radicalismo). La persona puede ser conservadora o liberal,.
14. Factor Q2 (adhesión al grupo-autosuficiencia). La persona puede ser dependiente o autónoma.
15. Factor Q3 (baja integración-mucho control de la autoimagen). La persona puede ir por libre o estar preocu-
pada por su imagen social.
16. Factor Q4 (poca-mucha tensión energética). La persona puede estar relajada o tensa.

Factores temperamentales secundarios

1. Extraversión. Resume los factores primarios A, F, H y Q2. Es decir, la persona extravertida será sociable, sur-
gente, emprendedora y dependiente.
2. Ansiedad. Resume los factores primarios C, H, L, O, Q3 y Q4. Por tanto, la persona ansiosa tendrá poca fuer-
za del ego, será tímida, suspicaz, propensa a la culpabilidad, con un sentimiento propio muy bajo y será una
persona tensa.
3. Tenacidad. Resume los factores primarios A, I y N. Esto es, la persona tenaz es poco sociable, insensible y
astuta.
4. Independencia. Resume los factores primarios F, E, H, M y L. Por consiguiente, la persona independiente es
surgente, dominante, emprendedora, desentendida y suspicaz.
5. Discreción. Resume los factores primarios N y A. Es decir, la persona discreta será astuta y sociable.

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Personalidad y rasgos / 415

CUADRO 14.3 (continuación)

6. Subjetividad. Resume los factores primarios M y Q1. Por tanto, la persona subjetiva es desentendida y radical.
7. Buena educación. Resume los factores primarios G, E, F y Q3. Así, la persona bien educada tiene un gran su-
perego, es sumisa, desurgente y tiene un gran sentimiento propio.
8. Inteligencia. En realidad no es un factor temperamental.

Factores motivacionales

El comportamiento motivado se caracterizaría por tres elementos:

a) Una tendencia espontánea a prestar más atención a determinadas situaciones y eventos.


b) Suele existir una emoción característica y específica asociada al estímulo que motiva a la persona.
c) El impulso motivado sigue el curso de una acción que tiene un objetivo específico como meta.

Los intereses y actitudes se resumen en cinco factores motivacionales primarios:

1. El factor alfa resume el empeño por buscar la satisfacción, sin considerar las posibles consecuencias, ni la situa-
ción, ni la lógica.
2. El factor beta resume los intereses conscientes, las recompensas futuras realistas, así como los intereses adqui-
ridos por los hábitos y las obligaciones.
3. El factor gamma resume la preferencia consciente por una actividad, la perseverancia al buscar recompensas y
una falta de información sobre la actividad preferida.
4. El factor delta resume las respuestas motivadas de naturaleza fisiológica.
5. El factor épsilon resume el significado emocional de las palabras, que se puede medir con técnicas como la res-
puesta dermogalvánica de la piel.

Esos factores motivacionales primarios se resumen en dos factores secundarios:

1. El factor integrado resume los factores primarios beta y gamma.


2. El factor desintegrado resume los factores primarios alfa, delta y épsilon.

Los factores motivacionales más dinámicos son los ergios y los sentimientos.
Los ergios son tendencias innatas de actuación. Cattell distingue ocho:

1. Temor (reducir el peligro de muerte por enfermedad o accidente)


2. Sexual (satisfacción de las necesidades sexuales).
3. Autoafirmación (aumentar el estatus social).
4. Narcisista (llevar una vida fácil).
5. Belicosidad (espectáculos violentos).
6. Gregarismo (actividades de equipo).
7. Paternalista (ayudar a los afligidos).
8. Exploratorio (aumentar los conocimientos).

Los sentimientos son los modos culturales en los que se invierten los ergios. Constituyen estructuras dinámicas vi-
sibles a modo de patrones generales de reacción, que se sitúan entre las actitudes e intereses iniciales y las metas fi-
nales (ergios). Los sentimientos identificados son siete:

1. Profesional (aprender más sobre la profesión).


2. Propio (mantener o lograr una buena reputación).
3. Superego (sentido del deber con la comunidad).
4. Conyugal (pasar tiempo con la pareja).
5. Interés mecánico (disfrute con aparatos y dispositivos).
6. Religioso (contacto con entidades divinas o sus representantes).
7. Deportivo (ver y hablar de deportes).

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416 / Manual de psicología diferencial

Esos factores son bipolares, es decir, cada di- Sus estudios sobre las diferencias temperamen-
mensión explora los dos extremos de un continuo. tales comienzan en los años cuarenta del siglo xx
Una persona puede situarse en cualquier posición analizando a individuos neuróticos. Sus primeros
de una escala que va, por ejemplo, desde la introver- resultados identificaron dos rasgos esenciales de la
sión extrema a la extraversión extrema. personalidad: la inestabilidad emocional (neuroti-
Según el modelo de R. B. Cattell, la personali- cismo) y la extraversión.
dad no debe definirse solamente por el modo en que Eysenck publicó en 1947 Dimensiones de la
las personas actúan como lo hacen (temperamento), personalidad, obra en la que se establecieron las
sino por las razones por las que hacen lo que hacen directrices de su programa de investigación. El es-
(motivación). tudio de la personalidad exige proponer un mode-
La motivación incluye tres componentes esen- lo y usar técnicas estadísticas, tanto para valorar-
ciales: el yo deseo, el yo decido desear y el yo debo la como para comprobar su validez al predecir
desear. Los ergios serían los objetivos básicos de la criterios de la vida real (por ejemplo, el compor-
motivación, mientras que los sentimientos serían el tamiento de individuos neuróticos versus contro-
resultado de la inversión cultural de los ergios. Esa les).
distinción entre ergios y sentimientos recuerda la Ese proceso de validación conceptual y predic-
diferencia que el propio Cattell establece entre Gf/ tiva debe permitir identificar con precisión los ras-
gf o inteligencia fluida (biológica) y Gc/gc o inteli- gos básicos de la personalidad.
gencia cristalizada (sociocultural). Seguidamente se deben estudiar experimental-
mente esos rasgos básicos, usando tareas usuales en
Comentario sobre el modelo de R. B. Cattell los laboratorios de psicología (por ejemplo, condi-
cionamiento clásico, aprendizaje operante o memo-
Es una tarea virtualmente imposible describir ria), pero también explorando sus posibles bases
exhaustivamente el modelo de Cattell. El único modo biológicas.
de acercarse a comprender su propuesta es estudiar
sus obras originales, así como las monografías que
editó sobre los instrumentos de evaluación psicológica
dirigidos a la exploración de los factores temperamen-
tales y motivacionales que él consideró relevantes.
Su riqueza no debería ocultarse bajo la comple-
ja capa de su modelo. La teoría de la relatividad es
compleja, pero eso no ha sido un obstáculo para que
tenga un visible impacto en la comunidad científica.
Los físicos se someten a un proceso de forma-
ción que les permite comprender la teoría de la re-
latividad.
¿Reciben los psicólogos una formación equiva-
lente?
Como escribió H. J. Eysenck (1996), «manejarse
con los métodos matemáticos necesarios en la psi-
cología científica supone un mínimo de tres años de Figura 14.5.—Hans Jürgen Eysenck (centro) junto al grupo
formación. Son cambios importantes que hacen a la de psicólogos españoles que asistió a los actos de la jornada
científica que supuso el comienzo de la Sociedad Española
psicología más científica, basada en hechos y deta- para la Investigación de las Diferencias Individuales (SEIDI)
llada en sus conocimientos». en 1996. La SEIDI se convertiría en el siglo xxi en la Aso-
ciación Iberoamericana para la Investigación de las Diferen-
cias Individuales (AIIDI). Eysenck, como fundador de la
2.1.3. Modelo de H. J. Eysenck International Society for the Study of Individual Differences
(ISSID) y como científico de referencia en psicología diferen-
El modelo de Eysenck se centra en el tempera- cial, fue elegido para apadrinar a la SEIDI. Aceptó ese papel
mento. con entusiasmo.

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Personalidad y rasgos / 417

El modelo factorial de Eysenck corresponde, apego emocional (P). Las dos preguntas siguientes
por tanto, a las primeras fases de su programa de estudian el segundo factor: la extraversión (E). Las
investigación. Pero su concepción sobre la persona- dos últimas preguntas rastrean el tercer factor: el
lidad no se limita a ese modelo. El análisis experi- neuroticismo o inestabilidad emocional (N).
mental y biológico de las dimensiones o rasgos de P, E y N son dimensiones bipolares. La persona
la personalidad supone responder otras dos pregun- se ubicará en un continuo que va, por ejemplo, des-
tas. Mientras que el modelo factorial describe la es- de la estabilidad a la inestabilidad emocional extre-
tructura de la personalidad, el análisis experimental ma. Además, según Eysenck, la diferencia entre la
explora la dinámica de los componentes de esa es- presencia normal y anormal de esas tres dimensio-
tructura y el estudio biológico explora las relaciones nes es cuantitativa, no cualitativa. Las tres dimen-
de los rasgos temperamentales con el sistema ner- siones delimitan, por tanto, el modelo PEN.
vioso. Eysenck considera también la contribución P es un superfactor de altísimo nivel (muy gene-
de los factores genéticos y no genéticos a las dife- ral) que incluye una serie de facetas o factores pri-
rencias observadas en relación a los rasgos de per- marios: agresividad, frialdad, egocentrismo, imper-
sonalidad del modelo factorial. sonalidad, impulsividad, antisocialidad, falta de
Obsérvese que esa aproximación «eysenckiana» empatía, creatividad e inconmovilidad. La persona
a la personalidad se acomoda al modo en el que se con altas puntuaciones en P es solitaria, se despreo-
organiza el estudio de las diferencias individuales cupa de los demás, crea problemas a su alrededor,
en el presente manual. Las preguntas fundamenta- y, por supuesto, no sintoniza fácilmente con sus se-
les sobre esas diferencias se dirigen a los rasgos, mejantes. Puede ser cruel, inhumano e insensible.
los procesos y la biología. Escribe Eysenck (1967): Sus comportamientos son hostiles y agresivos. Se
«A lo largo de la historia, la clasificación y la ex- inclina por cosas raras y extravagantes. Desprecia el
perimentación han estado estrechamente vincula- peligro y le gusta burlarse de los demás.
das, y nunca se habría construido la tabla de los E incluye los siguientes factores primarios: so-
elementos químicos de Mendeleiev si no hubiera ciabilidad, vitalidad, actividad, dogmatismo, bús-
ido precedida por trabajos que vinculaban ambos queda de sensaciones, despreocupación, dominan-
puntos de vista. El experimentalista puede argüir cia, surgencia y búsqueda de aventuras. La persona
que las diferencias individuales no pertenecen a su con altas puntuaciones en E es sociable, le gustan
campo, sino al especialista en psicometría o al teó- las fiestas, tiene muchos amigos, necesita alguien con
rico de la personalidad. Pero en la medida en que quien hablar y no le gusta leer o estudiar en soledad.
tales diferencias afectan a su trabajo, le conciernen Busca activamente excitación, se arriesga, se mete
claramente». en todo, actúa por razones del momento y suele ser
impulsivo. Le gustan las bromas y le encantan los
Los superfactores y sus facetas cambios. Es despreocupado y optimista. Siempre
está haciendo cosas y se enfada con facilidad. No
Las siguientes preguntas se refieren a distintas siempre es una persona en la que se pueda depositar
acciones, sensaciones o pensamientos: confianza.
Las facetas o factores primarios de N son: an-
— ¿Le molesta la gente que conduce con pre- siedad, depresión, sentimientos de culpa, poca au-
caución? toestima, tensión, irracionalidad, timidez, tristeza y
— ¿Le preocuparía tener deudas? emotividad. Una persona con altas puntuaciones en
— ¿Es usted una persona conversadora? N es ansiosa, preocupada, presenta cambios fre-
— ¿Prefiere usted leer a conocer gente? cuentes de humor y tendencias depresivas. Suele es-
— ¿Tiene a menudo altibajos su estado de áni- tar aquejada de desórdenes psicosomáticos. Es muy
mo? emotiva, presenta reacciones muy fuertes a los es-
— ¿Se hieren sus sentimientos con facilidad? tímulos y le cuesta recuperar la normalidad tras una
elevación emocional. Esas fuertes reacciones com-
Las dos primeras preguntas exploran el primer plican su adaptación, lo que produce conductas irra-
factor del modelo de Eysenck: el psicoticismo o des- cionales y rígidas.

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418 / Manual de psicología diferencial

La validez de los superfactores científicamente peligroso y comprometedor en la


práctica. Los resultados de una evaluación psicoló-
Eysenck y Eysenck (1985) enumeraron una serie gica son la base de las futuras intervenciones y tra-
de puntos que apoyan la potencia de los superfac- tamientos psicológicos. Si la evaluación no es fiable,
tores del modelo PEN como dimensiones esenciales el tratamiento será ineficiente.
para describir las diferencias individuales en perso- En suma, los superfactores del modelo PEN de-
nalidad. limitan la «aldea global de la personalidad», los
Los análisis de grandes números de preguntas márgenes más visibles de su territorio. No cabe duda
sobre el temperamento suelen producir esos super- de que pueden identificarse otros factores de la per-
factores. Aunque se identifiquen más factores, esos sonalidad humana, pero su naturaleza puede ser
tres suelen ser los más relevantes. más volátil.
Los superfactores del modelo PEN también se
observan en los modelos de Guilford y Cattell.
Los factores primarios son más inestables que 2.2. Modelo Big Five
los superfactores.
A partir de los superfactores se pueden hacer El modelo Big Five se propuso en los años 50
predicciones satisfactorias sobre: del siglo xx por un equipo de las fuerzas aéreas
norteamericanas (Tupes, 1957; Tupes y Christal,
a) Comportamiento fisiológico (por ejemplo, 1961). El modelo es una taxonomía que aglutina
a los introvertidos y a los extravertidos les decenas de atributos o propiedades que describen
afecta de distinto modo el consumo de las a los individuos. Una taxonomía consensuada fa-
mismas drogas). cilita la acumulación y comunicación de resulta-
b) Experimentos psicológicos (por ejemplo, dos gracias al uso de una nomenclatura estándar
los individuos con distintas personalidades (John, 1990).
según el modelo PEN presentan diferentes Esos acuerdos se resisten cuando es un determi-
patrones de respuestas en tareas percepti- nado científico quien propone el modelo. Los casos
vas, de vigilancia o de aprendizaje). de Guilford, Cattell y Eysenck son claros en ese sen-
c) Comportamiento social (por ejemplo, la di- tido. El modelo Big Five se despreocupa de la teoría
mensión P distingue adecuadamente a los y simplemente pretende organizar las dimensiones
delincuentes de los individuos socialmente básicas de la personalidad.
adaptados). En su origen, el modelo Big Five se construyó
sobre el análisis de los términos que las personas
¿Por qué tres factores? usan en su lenguaje cotidiano para describirse a sí
mismos y a los demás. Es decir, es un enfoque lexi-
Si se consideran los 13 factores primarios del cográfico, al igual que en el caso de los datos L de
modelo de J. P. Guilford y los 16 factores primarios R. B. Cattell.
del modelo de R. B. Cattell, puede resultar sorpren-
dente que H. J. Eysenck defienda la suficiencia de La descripción de las Big Five
solamente tres superfactores para describir la per-
sonalidad. A los científicos les resulta difícil llegar a un
No obstante, debe recordarse que esos superfac- acuerdo unánime sobre el nombre más adecuado
tores incluyen 27 factores primarios, aunque de me- para cada una de las Big Five, a pesar de que los
nor relevancia práctica. Según Eysenck, una perso- números que están detrás de la identificación de esas
na quedaría apropiadamente descrita al concluir dimensiones son rotundos. Merece la pena recordar
que es emocionalmente apegada, introvertida y que los modelos factoriales no dependen de la de-
emocionalmente inestable. nominación de los factores. Esos factores se derivan
Insiste en que esa descripción tridimensional es del análisis estadístico de las respuestas de los indi-
la única fiable y válida. Basar una evaluación psico- viduos. Por tanto, la atención debería centrarse en
lógica de la personalidad en rasgos inestables sería las variables que resumen esos factores.

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Personalidad y rasgos / 419

Extraversión Cordialidad Responsabilidad Neuroticismo Apertura

Figura 14.6.—Las Big Five (BF): BF1—extraversión, BF2—cordialidad, BF3—responsabilidad, BF4—neuroticismo (inestabi-
lidad emocional) y BF5—apertura a la experiencia. Son, por supuesto, dimensiones continuas bipolares. La extraversión se
contrapone a la introversión, la cordialidad a la hostilidad, la responsabilidad a la irresponsabilidad, la inestabilidad (neuroti-
cismo) a la estabilidad emocional y la apertura a la cerrazón. Téngase en cuenta que a) la denominación, el nombre, de esas
dimensiones puede ser engañosa y b) quizá puedan organizarse de acuerdo a algún criterio con respecto a su relevancia para
comprender la conducta observable de los individuos.

Oliver P. John (1990) estudió las respuestas de agradable, afable, cordial, cooperativo, gen-
10 evaluadores a 300 términos usados en los artícu- til, generoso, alabador, sensible.
los publicados sobre las Big Five. Los evaluadores
estuvieron bastante de acuerdo sobre a cuál de las El Factor III (BF3) incluyó los siguientes des-
cinco dimensiones debían asignarse esos términos criptores:
(entre 0,90 y 0,94 sobre un máximo de 1).
Se asignaron 76 términos a una de las Big Five — Bajo Factor III: descuidado-despistado, des-
con un acuerdo perfecto y otras 36 se asignaron a ordenado, frívolo, irresponsable, descuida-
otra de las Big Five con un acuerdo del 90 %. Los do-se escamotea, de poca confianza-insegu-
siguientes descriptores se presentan por grado de ro, olvidadizo.
acuerdo, desde aquellos en los que hay más acuerdos — Alto Factor III: organizado, minucioso-de-
hasta los que muestran mayor desacuerdo: tallista, planificador, eficiente, responsable,
El Factor I (BF1) incluyó los siguientes descrip- fiable, de confianza-seguro, concienzudo,
tores: preciso, práctico, pausado-deliberador, es-
merado-cuidadoso, cauto.
— Bajo Factor I: tranquilo, reservado, vergon-
zoso, silencioso, tímido, solitario. El Factor IV (BF4) recogió los siguientes des-
— Alto Factor I: hablador, asertivo, activo, criptores:
energético, amigable, abierto, dominante,
fuerte-enérgico, entusiasta, presumido, so- — Bajo Factor IV: tenso, ansioso, nervioso,
ciable, valiente, gusto por las aventuras, rui- malhumorado, preocupado, susceptible,
doso, mandón. miedoso, muy nervioso, se compadece a sí
mismo, temperamental, inestable, se castiga
El Factor II (BF2) resumió los siguientes des- a sí mismo, desanimado, emocional-emotivo.
criptores: — Alto Factor IV: estable, calmado, satisfecho-
contento, poco emocional-emotivo.
— Bajo Factor II: criticón, frío, hostil-antipáti-
co, pendenciero, duro de corazón, poco ama- El Factor V (BF5) resumió los siguientes des-
ble, cruel, severo, poco agradecido, fibroso- criptores:
correoso.
— Alto Factor II: simpático, amable, agradeci- — Bajo Factor V: ordinario-usual-de costum-
do, afectivo, blando de corazón, caluroso, bres, intereses estrechos, simple-sencillo, su-
generoso, confiado, provechoso, clemente, perficial, poco avispado.

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420 / Manual de psicología diferencial

— Alto Factor V: intereses amplios, imaginati- ferentes de lenguas, y, por tanto, se apoyó el carácter
vo, avispado, original, penetrante, curioso, universal de la estructura de los rasgos de persona-
sofisticado, artístico, agudo, inventivo-ocu- lidad.
rrente, perspicaz, ingenioso, gracioso, lleno
de recursos, sabio, lógico, civilizado, previ- Las Big Five y los modelos factoriales
sor-prudente, refinado, digno-decoroso. de la personalidad
Paul Costa y Robert McCrae (1985) —posible- Se han encontrado altas relaciones entre la E del
mente los principales promotores del modelo Big modelo de H. J. Eysenck y la BF1, así como entre
Five— estudiaron 30 facetas de esas cinco dimensio- la N de Eysenck y la BF4. La P de Eysenck se rela-
nes, las conocidas como Small Thirty: ciona negativamente con las BF2 y BF3 (a mayor P,
menor cordialidad y responsabilidad) (John, 1990).
— BF1: cordialidad, asertividad, gregarismo, El modelo de R. B. Cattell incluye ocho factores
actividad, búsqueda de emociones y emocio- secundarios comunes a los 16 factores primarios.
nes positivas. Según John (1990), tres de esos ocho factores no
— BF2: franqueza, altruismo, modestia, con- resumen nada más que un factor primario: uno de
fianza, honradez y sensibilidad a los demás. esos factores representa la inteligencia y los otros
— BF3: competencia, orden, necesidad de lo- dos representan los factores primarios I (harria) y
gro, sentido del deber, deliberación y auto- N (sencillez). Por tanto, restan cinco factores secun-
disciplina. darios que se corresponden con las Big Five: exvia/
— BF4: ansiedad, hostilidad, depresión, timi- extraversión (BF1), tenacidad (BF2), fuerza del su-
dez, impulsividad y vulnerabilidad. perego (BF3), ansiedad (BF4) e independencia
— BF5: fantasía, estética, sentimientos, accio- (BF5). Cattell (1990) discrepó de esa interpretación.
nes, ideas y valores. Sin embargo, el estudio de Noller et al. (1987), en el
que se analizaron las escalas de R. B. Cattell y de
Las Big Five se pueden resumir así: BF1 (extra- H. J. Eysenck, produjo resultados congruentes con
vertido, lleno de energía, entusiasta), BF2 (cordial, esos cinco factores de Cattell.
altruista, afectuoso), BF3 (concienzudo, controla- En suma, el modelo Big Five es útil para resumir,
do, responsable), BF4 (neurótico, emocionalmente a grandes rasgos, las dimensiones necesarias para
negativo, nervioso) y BF5 (abierto de mente y ori- describir la personalidad humana. Al igual que su-
ginal). cede con el modelo PEN de Eysenck, esas dimen-
En nuestro idioma, las Big Five se pueden con- siones delimitan el territorio de la personalidad,
densar en una sencilla regla mnemotécnica equiva- pero no señalan con precisión las facetas concretas
lente al acrónimo inglés (OCEAN = Openness, necesarias para orientar los tratamientos psicológi-
Conscientiousness, Extraversion, Agreeableness, Neu- cos. De ahí que las Small Thirty puedan ser útiles
roticism): NACER (N = neuroticismo, A = apertu- bajo determinadas circunstancias.
ra, C = cordialidad, E = extraversión y R = respon-
sabilidad). Comentario sobre el Modelo Big Five
En 1997, McCrae y Costa publicaron un ar-
tículo en American Psychologist en el que se buscaba En su revisión sobre el modelo Big Five —pu-
averiguar si el modelo Big Five debía considerarse blicada en el Annual Review of Psychology—, J. M.
universal, sirviéndose de seis traducciones del Inven- Digman (1990) escribió: «la esperanza de que el
tario de Personalidad NEO Revisado (Costa y Mc- método del análisis factorial pudiese clarificar el
Crae, 1992), a través del que se evaluó a 7.134 indi- dominio de la personalidad, anunciada hace años
viduos. por Eriksen (1957) y Jensen (1958), parece haberse
Las muestras representativas de alemanes, por- cumplido».
tugueses, hebreos, chinos, coreanos y japoneses mos- L. L. Thurstone había escrito en 1933: «la re-
traron una organización factorial similar. Esas ducción matemática de dimensiones psicológicas
muestras de individuos hablaban cinco familias di- descriptivas nos lleva a sospechar que la descripción

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Personalidad y rasgos / 421

científica de la personalidad quizá no sea todo lo


compleja que se había creído». Inteligencia
Las Big Five se identifican en distintas comuni-
dades lingüísticas, al emplear diferentes medidas y
se mantienen estables durante largos períodos de
tiempo (Costa y McCrae, 1985, 1988). Autocontrol
David M. Buss (1991) sugirió que las Big Five
se pueden explicar a partir de la psicología de la
evolución. Es probable que esos grandes rasgos re-
Extraversión Hostilidad Neuroticismo
suman las dimensiones más relevantes del paisaje
social al que se tuvieron que adaptar los individuos
de la especie humana durante el proceso evolucio-
nista. Las Big Five serían, por tanto, un producto Figura 14.7.—Una representación de la TRS (Teoría de la
Red de Sistemas) en la que se organizan las Big Five. Los tres
de la evolución. rasgos propiamente temperamentales (extraversión, hostili-
Pero, ¿por qué cinco grandes dimensiones? ¿por dad y neuroticismo) estarían gestionados por el autocontrol
qué no tres, trece o dieciséis? (equivalente a la responsabilidad). El intelecto integraría los
El Profesor de la Universidad de Barcelona, Jo- demás sistemas/rasgos. La TRS es, por tanto, congruente con
la metáfora del cosmos psicológico descrita en la parte segun-
sep Mª Lluis Font, propuso en 2004 una estimulan- da del presente manual.
te teoría sobre la personalidad basándose en el mar-
co de referencia de las Big Five. Su propuesta se
conoce como «Teoría de la Red de Sistemas» (TRS) gulación o el autocontrol. El resto de las dimensiones
y la información sobre la que se construye es enci- corresponderían al temperamento en sentido estric-
clopédica. to: extraversión (extraversion), estabilidad emocio-
Los numerosos detalles de la TRS se pueden en- nal (neuroticism) y hostilidad (agreeableness).
contrar en la obra titulada Mente y personalidad. Un Los sistemas que delimitan las Big Five se des-
nuevo modelo integrador»(2004), aunque también se criben del siguiente modo bajo el modelo de la TRS:
publicó en versión abreviada en dos artículos, el pri-
mero en español (Lluís-Font, 2002) y el segundo en — El sistema de inhibición está a la base de la
inglés (Lluís-Font, 2005). ansiedad (inestabilidad emocional o neuro-
La TRS parte de que: ticismo). Permite evitar las situaciones ame-
nazantes y resolverlas apropiadamente. Inhi-
— Los distintos modelos de la personalidad son be la conducta y restringe los procesos
más semejantes de lo que suele pensarse, y, cognitivos.
por tanto, se pueden integrar. — El sistema de acción rápida subyace a la hos-
— Es teóricamente relevante identificar siste- tilidad. Se activa en situaciones de emergen-
mas biológicos primero y conceptualizar ras- cia y se basa en conocimientos no conscientes
gos después. e irracionales. La agresividad y la impulsivi-
— La estructura de la personalidad es no jerár- dad son consecuencia de este sistema.
quica y está compuesta por sistemas inde- — El sistema de aproximación apoya a la extra-
pendientes que interactúan. versión. Actúa ante las señales de recom-
pensa.
Lluís-Font se sirve del modelo de las Big Five, — El sistema autorregulador o ejecutivo se vin-
pero ofrece una explicación conceptual inédita. cula al autocontrol y permite regular los tres
Según la TRS, la apertura (openness o intelecto) grandes sistemas temperamentales recién
permite situar a la inteligencia humana en el lugar que descritos.
le corresponde («la más importante de todas las ca- — El sistema cognitivo integrador es el sustrato
racterísticas de personalidad»). Además, identifica la del intelecto. Integra la actividad de los tres
dimensión a la que suele denominarse con el término sistemas temperamentales y transmite infor-
«responsabilidad» (conscientiousness) con la autorre- mación al sistema autorregulador.

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422 / Manual de psicología diferencial

La TRS es rica en detalles, como cabe esperar alta extraversión (E+) y alta cordialidad (C+), así
de un modelo integrador, y establece predicciones como un bajo neuroticismo (N−): −NA+C+E+R+.
precisas sobre aquellos aspectos que todavía no han Ese P posee un claro sentido conceptual, pero
sido detectados o explorados por la investigación. también podría resultar de alguna clase de sesgo
La comunidad internacional de científicos interesa- derivado de la deseabilidad social. Una estrategia
dos por las diferencias individuales de personalidad para averiguar cuál es la opción más probable su-
debería prestar una mayor atención a la TRS. pone comprobar su validez predictiva, es decir, si
ese factor P predice resultados socialmente relevan-
tes. Es poco probable que un factor de deseabilidad
2.3. El factor general de personalidad (P) social vacío de contenido prediga, por ejemplo, el
número de detenciones policiales o la cantidad de
En un metaanálisis publicado en Psychological ventas hechas por un agente comercial. Por tanto,
Bulletin en 2017 se calculó una correlación de 0,86 un P conceptualmente relevante parece ganar la
entre un factor general de personalidad (P) derivado partida.
del modelo Big Five y la inteligencia emocional Por lo que se refiere a la inteligencia emocional,
como rasgo de personalidad (IE-R) (van der Linden puede considerarse que representa el nivel de efecti-
et al., 2017). vidad en las interacciones sociales: «la inteligencia
Se partió del supuesto de que P representa una emocional supone saber cómo actuar para optimi-
dimensión de efectividad social que se solapa con- zar la probabilidad de alcanzar metas personales y
ceptualmente con la IE-R. P representaría una ten- sociales».
dencia a mostrar conductas socialmente deseables, Es difícil ser socialmente efectivo sin ser cordial,
es decir, expresaría tendencias prosociales. Quizá emocionalmente estable, animado y resolutivo.
tenga que ver con la reputación, que ayuda a, por Suele distinguirse entre inteligencia emocional
ejemplo, conseguir parejas deseables o convertirse como:
en un líder social.
La concepción de P no es nueva (Musek, 2007; — Rasgo de personalidad (IE-R), es decir,
Rushton et al., 2008) y ha sido tan criticada como cómo perciben las personas su propia efecti-
la del factor general de inteligencia (g). Similares vidad social y emocional.
respuestas a las críticas vertidas sobre el factor g — Capacidad cognitiva (IE-C), es decir, ser ca-
permiten apoyar la relevancia de P. Por ejemplo, el paz de identificar los estados emocionales de
P obtenido usando distintas escalas de medida pre- los demás, conocer los efectos de las emocio-
senta una correlación de 0,60. Tampoco es especial- nes sobre la conducta y ser capaz de regular
mente relevante usar distintos métodos de análisis los estados emocionales propios y los de los
estadístico. Además, se sospecha que la validez pre- demás.
dictiva de los rasgos de personalidad podría expli-
carse por el hecho de que todos ellos valoran en La correlación entre ambos tipos de IE no suele
distintos grados P (van der Linden et al., 2016). superar el valor de 0,30.
Dimitri van der Linden et al. (2017) asumen que En el metaanálisis de Van der Linden et al.
P es considerablemente más débil que el factor ge- (2017) se consideran más de 36.000 individuos de
neral de inteligencia (g), pero eso no significa que 142 bases de datos. Los valores de correlación entre
sea irrelevante. P explica entre el 20 y el 60 % de las las Big Five se tomaron del metaanálisis de van der
diferencias individuales observadas en los rasgos de Linden et al. (2010), en el que se consideraron 212
la personalidad. Debe tenerse presente que las esca- matrices de correlaciones con un total de más de
las dirigidas a valorar la personalidad se diseñaron 114.000 individuos. Las correlaciones derivadas de
para que las dimensiones evaluadas fuesen indepen- ese metaanálisis oscilaron entre 0,12 y 0,32, es decir,
dientes, lo que perjudicaría la detección de un factor valores moderados (tabla 14.1).
general. Las correlaciones de las Big Five con las medidas
El factor P suele resultar de la siguiente combi- de IE oscilaron entre 0,27 y 0,40, aunque resultaron
nación: alta apertura (A+), alta responsabilidad (R+), bastante más reducidas para las medidas de IE-C.

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Personalidad y rasgos / 423

TABLA 14.1 La elevada correlación observada entre P y la


Correlaciones entre las Big Five según el meta- IE-R sugiere que, en la práctica, representan dimen-
análisis de van der Linden et al. (2010). siones indistinguibles. Los individuos con mayores
Se consideraron 212 matrices de correlaciones puntuaciones en P se caracterizarían por presentar
y 114.117 individuos. En la diagonal se presentan una conducta emocionalmente inteligente en distin-
los valores de fiabilidad de las escalas de valoración tas situaciones (y al revés).
de esas cinco dimensiones de la personalidad Teniendo en cuenta que el factor P se define
conceptualmente como «el uso de habilidades y co-
E C R N A nocimientos para alcanzar metas sociales», sería
relevante comprobar cuál es su relación con las ca-
E 0,80 0,18 0,21 –0,26 0,31 pacidades cognitivas valoradas por los test estan-
C 0,76 0,31 –0,26 0,14
darizados de inteligencia. Es posible que la relación
lineal sea nula o débil, pero quizá sean detectables
R 0,81 –0,32 0,14 otro tipo de relaciones.
Los individuos con un mayor nivel intelectual
N 0,82 –0,12 podrían ser menos vulnerables a los efectos nega-
A 0,75 tivos de una baja puntuación en el factor P. Una
persona introvertida, hostil, irresponsable, neuró-
tica y cerrada a nuevas experiencias debería ca-
A partir de los valores de correlación consigna- racterizarse por una baja efectividad social, según
dos en la tabla 14.1 se calcularon una serie de aná- la descripción conceptual de P. Sin embargo, un
lisis factoriales. El modelo que finalmente resultó alto nivel intelectual podría ayudar a gestionar
elegido, como mejor representante de los datos, las habilidades y conocimientos disponibles para
mostró una correlación latente de 0,86 entre el fac- atenuar los efectos de esa personalidad «social-
tor P y la IE-R. mente conflictiva» (según los cánones de la socie-
En el caso de la personalidad, se postularon dos dad actual).
factores de primer orden: alfa (estabilidad) y beta Las conexiones de la inteligencia con el auto-
(plasticidad). Un factor de orden superior definido control y el temperamento recuerdan, natural­
por dos factores primarios es subóptimo. Además, mente, la TRS propuesta por J. M. Lluís-Font y
el factor primario de estabilidad se definió por la descrita anteriormente. Sería recomendable una
cordialidad, la responsabilidad y el neuroticismo, evaluación completa de las dimensiones implica-
mientras que el factor de plasticidad se definió por das que permitiese contrastar un modelo en el que
la apertura y la extraversión. el intelecto predice el autocontrol/responsabilidad
y este predice la extraversión, la cordialidad/hosti-
lidad y la inestabilidad emocional, manteniendo la
P mente abierta a la posibilidad de observar relacio-
nes no lineales.
0,82 0,75

Alfa Beta
2.4. Comentario sobre los modelos
factoriales de la personalidad
0,58 –0,67 0,65 0,69
0,63
R. B. Cattell escribió en 1965: «la psicología
C+ R+ N– A+ E+ multivariada ha unido en matrimonio a la psicología
con la «reina de las ciencias» —las matemáticas—,
y aunque su descendencia no es aún numerosa, sí es
Figura 14.8.—Modelo en el que se delimita el factor general
muy prometedora».
de personalidad (P) a partir de los factores primarios «alfa» Los modelos factoriales pueden considerarse
(estabilidad) y «beta» (plasticidad). «teorías matemáticas de la personalidad».

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424 / Manual de psicología diferencial

Los modelos de la personalidad deben ceñirse abiertamente absurda. Hay modelos de la persona-
—como cualquier teoría de la ciencia— a los si- lidad mejores y peores, más y menos ajustados a la
guientes criterios: evidencia empírica.
El modelo Big Five puede ser adecuado o con-
— Deben sugerir predicciones que permitan ha- veniente para desarrollar medidas relativamente ex-
cer estudios empíricos y contrastables. haustivas de las diferencias individuales de persona-
— Los supuestos deben ser claros y precisos, de lidad. Permite ajustar su alcance a los objetivos de
modo que distintos investigadores puedan las distintas investigaciones y ayuda a usar un len-
comprender el modelo teórico y ponerlo a guaje común.
prueba. Sin embargo, una de las mayores críticas al mo-
— Las definiciones deben ser prácticas, de modo delo Big Five se puede encontrar en las palabras de
que los conceptos se puedan traducir en pre- J. P. Guilford (1975): «Es altamente discutible el uso
dicciones que produzcan datos verificables. de valoraciones (ratings) basadas en el lenguaje na-
— Un modelo debe ser capaz de integrar y or- tural, porque los resultados derivarán tanto de la
ganizar información sobre las cuestiones a personal concepción de quienes valoran los térmi-
las que se dirige. nos/rasgos, como de las dimensiones de la persona-
— El modelo debe ser lo más sencillo posible, lidad en sí. Por tanto, ese tipo de estudios serán tan-
pero debe explicar al menos los mismos da- to semánticos como psicológicos».
tos que otros modelos alternativos. Será difícil saber en qué medida las valoraciones
se relacionan con el comportamiento de la persona
Según L. Pedersen et al. (1992), el modelo Big o con el significado denotativo —es decir, de diccio-
Five cumple esos criterios en mayor medida que los nario— de los términos empleados en los estudios
modelos clásicos de Guilford, Cattell y Eysenck. lexicográficos propios de la taxonomía Big Five (o
Los modelos de Guilford y Eysenck no descri- de los datos L en los que se cimenta el modelo de
ben la personalidad de un modo completo, porque R. B. Cattell).
excluyen los rasgos motivacionales. Aunque el mo- En cualquier caso, hay dos conclusiones genera-
delo de Cattell sí considera esos rasgos motivacio- les unánimes sobre los modelos factoriales de la per-
nales, los factores que considera ese modelo no son sonalidad.
lo suficientemente sólidos. En primer lugar, la personalidad tiene una es-
Adelantándose a los modelos cognitivos de la tructura jerárquica en niveles: conductas concretas,
personalidad que se describen en el siguiente capí- hábitos de respuesta, características, facetas o rasgos
tulo, Pedersen et al. sugieren que los modelos de la primarios, y rasgos de la personalidad más generales
personalidad que se ciñen exclusivamente al com- o superfactores.
portamiento observable (por ejemplo, el modelo de En segundo lugar, hay dos factores de la perso-
autoeficacia de Albert Bandura o la perspectiva si- nalidad especialmente destacables: extraversión e
tuacional de Walter Mischel) no son realmente mo- inestabilidad emocional (neuroticismo).
delos sobre la personalidad, sino sobre el compor- Aun así, es tentador llegar a la conclusión de que
tamiento. Por definición, la personalidad se refiere los rasgos esenciales de la personalidad, representa-
a propiedades inobservables que gobiernan la con- dos por el modelo Big Five, constituyen un simple
ducta observable. listado sin base conceptual, un pragmático caos psi-
El abanico de modelos sobre la personalidad es cológico. La TRS de Lluís-Font ayuda a organizar
grande, pero la mayoría son incompletos o se alejan esos rasgos, a convertir el modelo Big Five en un
de los criterios que debe satisfacer una teoría de la cosmos psicológico. Tres de esos cinco rasgos serían
ciencia. Por consiguiente, no cualquier presunto mo- el sustrato del temperamento (extraversión, hostili-
delo de la personalidad es igualmente válido. Como dad y neuroticismo), otro se encargaría de controlar
sostuvieron Hans Eysenck y Michael Eysenck en el funcionamiento de los rasgos temperamentales
1985 en su obra Personalidad y diferencias individua- (responsabilidad/autocontrol) y el último integraría
les, la opinión de que cualquier perspectiva psicoló- al resto. Ese último rasgo correspondería al intelec-
gica sobre la personalidad es razonable resulta to y se situaría en el centro de ese cosmos psicoló-

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Personalidad y rasgos / 425

gico. El resto de los rasgos del modelo Big Five gi- ducta, depresión, ansiedad, fobias, trastorno obse-
raría a su alrededor, a mayor o menor distancia. sivo-compulsivo —TOC—, manía y esquizofrenia
Los resultados observados al identificar el fac- son algunos ejemplos). Sin embargo, la completa
tor general de personalidad (P) guardan similitudes investigación de Caspi et al. demuestra que la evi-
con la TRS. Los individuos con altas puntuaciones dencia empírica permite identificar tres dimensiones
en P serían extravertidos, emocionalmente estables, globales y un factor general (p). Esa heterogeneidad
cordiales, responsables y abiertos a nuevas experien- de trastornos es más aparente que real.
cias, pero P se define conceptualmente por el uso Las tres dimensiones psicopatológicas que reve-
de habilidades y conocimientos para alcanzar metas la el seguimiento longitudinal de la muestra de más
sociales —de ahí su enorme correlación con la in- de mil individuos durante veinte años son:
teligencia emocional—. Esa caracterización con-
ceptual concuerda con el papel integrador del inte- 1. Interiorización: vinculada a la ansiedad y la
lecto (apertura), así como con el control ejercido depresión.
por la dimensión correspondiente a la responsabi- 2. Exteriorización: asociada a las conductas
lidad. antisociales y el abuso de sustancias.
La perspectiva integradora a la que invitan tanto 3. Desórdenes del pensamiento: relacionados
la concepción del factor P como la TRS, conecta con con los síntomas psicóticos.
la primera de las aplicaciones que se describe en el
siguiente y último apartado del presente capítulo. Por encima de esas tres dimensiones se encuen-
tra un único factor (p), que resume la propensión
general de los individuos a desarrollar alguna clase
3. APLICACIONES de psicopatología, sea del tipo que sea. Una mayor
puntuación en p expresaría mayores problemas vi-
Se describen seguidamente tres aplicaciones. En tales, peores historias de desarrollo y un funciona-
primer lugar, la identificación de un factor de pro- miento cerebral comprometido durante los primeros
pensión general a la psicopatología (factor p) a par- años de la vida.
tir del análisis de una serie de trastornos observados Los individuos con altas puntuaciones en p ex-
en la muestra del Estudio Longitudinal Dunedin. perimentarían problemas para regular y controlar
En segundo lugar, la relación de las diferencias in- la relación con los demás (bajo niveles en la dimen-
dividuales de personalidad con la terapia psicológi- sión de personalidad que corresponde a la «cordia-
ca. Finalmente, se discuten los estudios clásicos de lidad»), con el ambiente (baja «responsabilidad») y
H. J. Eysenck sobre las conexión personalidad-salud consigo mismos (alto «neuroticismo»). Es decir, las
y se vinculan con algunos resultados de la más re- dimensiones identificadas hace décadas por los psi-
ciente epidemiología diferencial orientada por la cólogos diferenciales para describir la personalidad
relevancia potencial de los rasgos de la personalidad «normal» destacan por su relevancia para compren-
humana para comprender las diferencias de salud der los trastornos psicopatológicos.
en la sociedad actual. Al igual que sucedía en el caso del factor P des-
crito anteriormente, Caspi et al. establecen un pa-
ralelismo con el factor general de inteligencia (g)
3.1. El factor p (propensión general para explicar sus resultados sobre el factor p de pro-
a la psicopatología) pensión general a la psicopatología: «Se sabe que la
inteligencia general influye en el rendimiento mostra-
Analizando la base de datos del Estudio Longi- do ante cientos de pruebas cognitivas, lo que permite
tudinal Dunedin que se presentó en la parte segun- agregar/resumir ese rendimiento en una serie menor
da (cuadro 6.4), Avshalom Caspi et al. (2014) explo- de capacidades mentales que, a su vez, se agregan/
raron la estructura de una serie representativa de resumen en dominios verbales y no verbales, los cua-
trastornos psicopatológicos. les, finalmente, se agregan/resumen en una dimensión
La práctica clínica suele distinguir multitud de general (g) generalmente estimada a través del CI.
trastornos (abuso de sustancias, desórdenes de con- La mayor parte de la variación en las capacidades

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426 / Manual de psicología diferencial

Alcohol

Cannabis

Drogas Exteriorización

Tabaco

Desórdenes de conducta

p Depresión

Ansiedad Interiorización

Fobias

TOC

Desórdenes
Manía
del pensamiento

Esquizofrenia

Figura 14.9.—Representación de la estructura en la que se organizan las 11 variables psicopatológicas consideradas en el es-
tudio de Caspi et al. (2014). Se identifican tres factores primarios (exteriorización, interiorización y desórdenes del pensamien-
to) y un factor general de propensión a la psicopatología (p).

específicas se encuentra adecuadamente explicada ¿Por qué? Porque, como sostienen los autores,
por g». agrupar los trastornos —basándose en los datos
El factor p sería equivalente al factor g: los nu- disponibles— facilitará la investigación y el desa-
merosos síntomas psiquiátricos se agregan/resumen rrollo de tratamientos eficaces. Los clínicos debe-
en unas docenas de diagnósticos que pueden resu- rían adaptarse cuanto antes a ese hecho: «Com-
mirse en tres dimensiones que, a su vez, se resumen prender la etiología de p exigirá medidas en los
en una única dimensión general. El factor p unifica dominios genético, neurológico, cognitivo y am-
los trastornos y posee, como sucede con el factor g, biental. Todos los factores de riesgo se asocian pri-
una relevante base biológica. mariamente con p. Los trastornos presentan una
Hay que subrayar el enorme valor que posee esta elevada comorbilidad, tanto de modo concurrente
investigación longitudinal, que es el estudio epide- como secuencial».
miológico de esa naturaleza más completo que se ha La publicación del DSM-5 (es decir, la quinta
hecho sobre los trastornos psicopatológicos. Los re- versión del Diagnostic and Statistical Manual of
sultados de los que se informa deberían ser conside- Mental Disorders de la Asociación Americana de
rados inexcusablemente por los psicólogos clínicos. Psiquiatría) volvió a poner sobre la mesa la necesi-

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Personalidad y rasgos / 427

dad de usar aproximaciones dimensionales —como Quienes presentan altas puntuaciones en el fac-
la considerada por la psicología diferencial—, en tor p tienen, además, un menor nivel intelectual y,
lugar de las basadas en categorías discretas (Insel, por tanto, también manifiestan problemas cogniti-
2013). vos generalizados en su vida cotidiana. Las dificul-
Considerar la estructura de la Psicopatología tades en el funcionamiento cerebral son visibles
es básico. El hecho es que los desórdenes psiquiá- desde los 3 años de edad. Los niños con mayor vul-
tricos se encuentran correlacionados (Lahey et al., nerabilidad a la psicopatología (puntuaciones más
2012) y que se pueden identificar genes comunes a elevadas en p) poseen también cerebros caracteriza-
esos distintos desórdenes (Sartor et al., 2010). dos por una menor integridad (figura 14.10).
También es congruente con el enfoque dimensio- En suma, el factor p unifica los trastornos y po-
nal la evidencia de que trastornos supuestamente see un sustrato biológico. Considerar la relación que
diferentes responden al mismo tipo de tratamien- existe de hecho entre los diferentes trastornos (co-
to. Finalmente, explorar las relaciones de los tras- morbilidad) ayuda a comprender su estructura y
tornos a lo largo del ciclo vital es verdaderamente promueve el desarrollo de evaluaciones y tratamien-
útil para comprender su etiología, su origen. En la tos más anclados en la evidencia disponible. Persis-
investigación de Caspi et al. se sigue al mismo gru- tir en prácticas clínicas de espaldas a los nuevos re-
po de individuos desde los 18 hasta los 30 años de sultados descubiertos por la ciencia puede suponer
edad, lo que aumenta la validez de los resultados un alto precio para los pacientes, además de elevar
observados. dudas sobre una correcta praxis.

0,6 30
r = –0,16, p < 0,001

0,4 25
Integridad del cerebro a los 3 años

0,2 20

% de la cohorte
0,0 15

–0,2 10

–0,4 5

–0,6 0
60 70 80 90 100 110 120 130 140
Factor p 18-38 años

Figura 14.10.—Asociación entre las puntuaciones en el factor p e integridad cerebral a los 3 años de edad. Mayores puntua-
ciones en p expresan una mayor psicopatología generalizada. Las barras del histograma representan el porcentaje de la mues-
tra con distintos niveles de p. Los cuadrados y las barras de error presentan las puntuaciones de los individuos según la inte-
gridad de sus cerebros a los 3 años de edad en relación a sus puntuaciones en p (menos de 85, entre 85 y 95, entre 95 y 105,
entre 105 y 115, entre 115 y 125, y más de 125). La línea descendente representa la correlación (r = −0,16) del factor p con la
integridad del cerebro en la niñez (Caspi et al., 2014).

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428 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 14.4
Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM) versus Research Domain Criteria (RDoC)

El diagnóstico psicológico debe basarse en una cuantificación formal. No es, o no debería ser, un arte cuyo pro-
ducto dependa del artista.
El NIH (National Institute of Health) rechazó el nivel de precisión que permite alcanzar el DSM (Diagnostic and
Statistical Manual of Mental Disorders), usado como referencia por algunos profesionales para orientar sus prácti-
cas diagnósticas.
Según los responsables del NIH, el DSM no posee la validez exigida, y, por tanto, decidió no financiar las inves-
tigaciones que se basasen en ese sistema de diagnóstico.
El anuncio del NIH coincidió con la publicación de la quinta revisión del DSM (DSM-5) patrocinada por la
Asociación Americana de Psiquiatría. El NIH propugna un regreso a las «categorías diagnósticas tradicionales» y
rechaza la agrupación de síntomas basada en el «consenso» de los expertos en la que se cimenta el DSM.
Las críticas al DSM son antiguas y se han cimentado en su escaso rigor metodológico, su baja fiabilidad y su
cuestionable validez.
Uno de los mayores problemas del DSM es la baja frecuencia con la que distintos pacientes presentan los mismos
síntomas. Además, el solapamiento de síntomas difumina la distinción entre síndromes o trastornos, lo que reduce
su validez.
Ya que los pacientes que se incluyen en una misma categoría son muy diferentes, la aplicación de la misma terapia
suele ser inútil. La heterogeneidad de los componentes de las categorías diagnósticas del DSM es excesiva. Además, los
rasgos de personalidad (usualmente olvidados por los clínicos) son relevantes, porque interactúan con los trastornos.
Los modelos dimensionales, basados en el enfoque factorial, resultan más adecuados (y científicamente válidos)
para el diagnóstico de los trastornos que los modelos categoriales usados por el DSM.
El NIH propuso como alternativa al DSM el Research Domain Criteria (RDoC), dirigido a integrar conocimien-
tos de las ciencias cognitivas, los estudios de neuroimagen, las investigaciones fisiológicas y la genética: https://www.
nimh.nih.gov/research-priorities/rdoc/index.shtml.
Algunos profesionales han denunciado la relativa ausencia de «factores decisivos de tipo ambiental, conductual
y social» en el RDoC, pero la Asociación Americana de Psicología y el Consejo General de Psicología de España
admiten las recomendaciones del NIH.
Ser consecuente con ese cambio de perspectiva debería promover la presencia de la Psicología diferencial en los
órganos que gobiernan la práctica de la Psicología.

3.2. Terapia psicológica y personalidad Sin embargo, ignorar la personalidad del pacien-
te puede enturbiar la labor terapéutica. Además, se
A menudo se considera que la terapia psicológi- puede complicar el mantenimiento de lo conseguido
ca puede ignorar las características de personalidad durante el proceso terapéutico.
del paciente. De lo que se trata es de que supere los Esa perspectiva en la que se considera que la
problemas que le llevan a consulta, sin que resulte personalidad es relevante para la terapia psicológica
particularmente relevante cuál sea su identidad. dista de ser novedosa. Corresponde al modelo me-
Si Alicia acude a consulta porque viene experi- diacional basado en las interacciones de las diferen-
mentando ataques de pánico a consecuencia del es- cias individuales en los rasgos de la personalidad
trés vivido después de confesarle a su marido que con las técnicas de modificación de conducta basa-
tuvo una aventura amorosa con su profesora de vio- das en el condicionamiento clásico y operante. El
lín, el terapeuta buscará estrategias para que esos primer tratado de terapia conductual, coordinado
ataques no vuelvan a repetirse. por H. J. Eysenck, se basó en esa perspectiva media-
Se trata de que Alicia pueda continuar con su cional (Rachman, 2016).
vida normalmente, independientemente de que sea En la parte primera del presente manual se vio
extravertida, cordial, responsable, emocionalmente que I. P. Pavlov apreció y valoró las enormes dife-
inestable y cerrada a nuevas experiencias. rencias individuales en la susceptibilidad que pre-

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Personalidad y rasgos / 429

sentaban sus animales al condicionamiento. Esas Los resultados del segundo estudio son simila-
observaciones estuvieron detrás del modelo media- res, pero menos potentes, quizá porque se trata de
cional promovido por Eysenck, entre otros. personas de más edad (por encima de 60 años fren-
En 2017 se publicó un artículo en el Journal of te a una media de edad de 22 años en el primer es-
Research in Personality en el que se concluía que la tudio). Aumenta el neuroticismo (d = 0,27) y se re-
terapia psicológica puede modificar determinados duce la responsabilidad (d = –0,09). También
rasgos de la personalidad, pero en un sentido nega- aumenta la depresión (d = 0,36) y el estrés crónico
tivo: «someterse a terapia se asocia a un aumento (d = 0,14) y se reduce la satisfacción con la vida
significativo de rasgos indeseables, como el estrés (d = –0,12).
crónico, la depresión y el neuroticismo, mientras que En suma, someterse a terapia se asocia a cam-
se reduce significativamente el nivel en rasgos desea- bios menos adaptativos en la personalidad, así como
bles como la responsabilidad y la autoestima» a un peor ajuste psicológico. Es decir, a diferencia
(Chow et al., 2017). de lo que sucede en los estudios controlados de la-
Si se tiene en cuenta que casi cuatro de cada diez boratorio, la terapia que se practica en el mundo real
occidentales se someten a terapia psicológica en al- se asocia a resultados negativos.
gún momento de sus vidas, el resultado puede po- ¿A qué puede atribuirse ese resultado?
seer impactantes consecuencias. Se sugieren tres posibilidades.
Se llega a esa conclusión después de revisar los Quizá acudir a consulta se asocia al hecho de
datos de dos grupos de distintos países (Alemania, que el paciente experimenta cambios negativos en
N = 1.270, y Estados Unidos, N = 5.217). Se com- su personalidad, además de los síntomas clínicos
paró la personalidad de los individuos antes y des- que le llevan a solicitar terapia.
pués de someterse a terapia psicológica, con la de Los voluntarios de los estudios controlados de
quienes no habían pasado por esa experiencia tera- laboratorio se implican mucho más que la gente co-
péutica. rriente. De hecho, un 25 % de los pacientes en el
El resultado es sorprendente, porque los estudios mundo real abandonan la terapia prematuramente.
controlados sobre la efectividad de la psicoterapia Los terapeutas de los estudios controlados si-
suelen revelar cambios positivos en la personalidad. guen fielmente las consignas del tratamiento, mien-
Por ejemplo, el metaanálisis de Brent Roberts et al. tras que los del mundo real se adhieren mucho me-
(2017) basado en 207 estudios —generalmente clíni- nos a las consignas terapéuticas. Se concentran en
cos— concluye que las intervenciones psicológicas el funcionamiento social del paciente y hacen pre-
aumentan la estabilidad emocional y la extraversión. guntas demasiado abiertas, en lugar de centrarse en
Además, los distintos tipos de terapia no moderan cambiar los pensamientos, sensaciones y acciones
los efectos observados (Veredicto Dodó, es decir, el relevantes del caso.
tipo de terapia es irrelevante, Budd y Hughes, 2009). Se concluye que «la gravedad del asunto requie-
En lugar de volver a preguntarse qué sucede en re que los investigadores exploren la discrepancia
ese tipo de estudios controlados, el informe de Phi- entre los resultados observados aquí y los hallados
lip Chow et al. (2017) se concentra en situaciones en los estudios controlados de laboratorio».
naturales. En concreto, se compara qué sucede a lo Esa discrepancia recuerda al famoso «Consu-
largo de cuatro años. mers’ Report» que revolucionó la Psicología en los
En el primer estudio se observa un aumento del años noventa del siglo pasado. Mientras que los es-
neuroticismo (d = 0,59), así como una reducción de tudios controlados parecían llevar a la conclusión de
la extraversión (d = –0,29) y la responsabilidad que la terapia cognitivo-conductual era la más efec-
(d = –0,21). Además, se reduce la autoestima tiva para producir resultados positivos, los obtenidos
(d = –0,55) y la satisfacción con la vida (d = –0,33) en el mundo real apoyaban el Veredicto Dodó. Ade-
y aumentan los niveles de depresión (d = 0,35): más, las terapias breves eran más ineficaces que las
«quienes se someten a terapia presentan un cambio que se prolongaban más tiempo, es decir, existía un
menos adaptativo en su personalidad, así como un claro efecto de la dosis (Seligman, 1995).
peor ajuste psicológico, que quienes no se someten No hay ninguna razón de peso para ignorar el
a terapia». papel de las diferencias individuales de personalidad

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430 / Manual de psicología diferencial

en el proceso terapéutico. Sí hay sobrados motivos — Suelo actuar más para cumplir las expecta-
para contemplar expresamente esas diferencias de- tivas de las personas cercanas a mí que para
jando a un lado trasnochadas aproximaciones basa- satisfacer mis propias necesidades.
das en una perspectiva conductual más propia de la
primera parte del siglo xx que de comienzos del si- El tipo 2 estaría predispuesto a las cardiopatías
glo xxi. y se caracterizaría por una excesiva excitación. Man-
Cambiar de milenio puede resultar psicológica- tiene un contacto constante con las personas y si-
mente duro, pero el tiempo no se detiene aunque se tuaciones valoradas negativamente que resultan
desee. emocionalmente perturbadoras. A las personalida-
des tipo 2 les cuesta liberarse de sus relaciones con
las situaciones conflictivas y suelen reaccionar con
3.3. Salud y personalidad ira y agresividad. Algunas de las preguntas del test
que exploran este tipo 2 son:
¿Son importantes las diferencias individuales en — Durante años me he estado quejando de di-
los rasgos de la personalidad para comprender en- versas circunstancias desfavorables, pero no
fermedades como el cáncer y las cardiopatías? puedo cambiarlas.
Grossarth-Maticek, Eysenck y Vetter (1988) lle- — Ciertas personas son la causa más importan-
varon a cabo tres estudios longitudinales para ex- te de mis infortunios personales.
plorar las relaciones de las diferencias individuales — Ciertas condiciones o situaciones son las
de personalidad con esas enfermedades. El primero causas más importantes de mis infortunios
se hizo en una población rural de la antigua Yugo- personales.
slavia, considerando uno de cada dos hogares y re-
clutando a la persona de mayor edad. Los otros El tipo 3 se caracteriza por la ambivalencia, es
dos estudios se hicieron en Heidelberg, Alemania. decir, supone ir pasando de manera cíclica del tipo 1
En este segundo país se empleó una primera mues- al tipo 2. Según la hipótesis de los investigadores,
tra de personas dentro de la normalidad, seleccio- no se encuentra predispuesto ni al cáncer ni a las
nadas al azar, aunque con ciertas limitaciones de cardiopatías. Algunas de las preguntas que exploran
edad y sexo. La segunda muestra consistió en per- este tipo 3 son:
sonas sometidas a estrés, que en su mayoría eran
amigos y parientes de los miembros de la primera — Lo que me preocupa principalmente es mi
muestra. propio bienestar.
Se entrevistó a los individuos incluidos en cada — Varío alternativamente, en un grado muy
uno de esos tres grupos, que también completaron alto, entre la evaluación positiva y negativa
un test de personalidad y un cuestionario sobre si- de personas y situaciones.
tuaciones generadoras de estrés. — Con las personas que quiero, cambio desde
La evaluación de la personalidad permitió cla- mantenerme a gran distancia hasta pasar
sificar a los individuos en 4 tipos. por una dependencia sofocante, y desde una
Según la hipótesis de los investigadores, el tipo dependencia sofocante hasta un distancia-
1 se encuentra predispuesto al cáncer y se caracteri- miento excesivo.
za por la infraestimulación. Las personalidades tipo El tipo 4 se caracteriza por la autonomía per-
1 presentan serias dificultades para distanciarse de sonal. Algunas de la preguntas que exploran este
las situaciones conflictivas y mantienen una relación tipo son:
de dependencia. Algunas de las preguntas del test
que exploran ese tipo 1 son: — Por lo general estoy contento y feliz con mis
actividades diarias.
— Me cuesta mucho hacer frente a las cosas por — Cuando no puedo lograr una relación estre-
mí mismo. cha con alguien que es importante para mí
— Prefiero estar de acuerdo con los demás, en desde el punto de vista afectivo, me resulta
lugar de afirmar mis propias opiniones. fácil hacer caso omiso.

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Personalidad y rasgos / 431

— Por lo general puedo arreglar las cosas de — El cáncer y el infarto son generalmente en-
modo que las personas afectivamente poco fermedades de personas mayores.
importantes para mí estén tan lejos o tan cer- — En la muestra control de Heidelberg, el
ca como yo desee. 88,6 % de las personas continuaban con vida
después del seguimiento de 10 años.
Los participantes consignaron también sus há- — En la muestra experimental (sometida a es-
bitos de consumo de tabaco y alcohol. Se midió su trés) de Heidelberg, seguían con vida el
tensión sanguínea y el nivel de colesterol en sangre 54,3 % de las personas en ese seguimiento.
para disponer de información médica sobre posibles
factores de riesgo. A la vista de esos resultados se planificó un nue-
La mortalidad se comprobó diez años después vo seguimiento de 4 años, pero a cargo de un grupo
de evaluar los distintos factores de riesgo. independiente de expertos internacionales. Los re-
La figura 14.11 presenta los resultados para las sultados se mantuvieron en la misma línea:
muestras de Yugoslavia y Alemania, según los tipos
de personalidad y las causas de fallecimiento. Las — Los pacientes que se recuperaron sin inter-
muertes por cáncer son mayores en el tipo de perso- venciones quirúrgicas ni quimioterapia so-
nalidad 1 que en el tipo 2. Las muertes por infarto lían presentar personalidades tipo 4.
son mayores en el tipo de personalidad 2 que en el — Entre los no fumadores se produjeron muy
tipo 1. Finalmente, se aprecia que las muertes son pocos fallecimientos por cáncer de pulmón,
sustancialmente menores para los tipos de persona- pero de los 13 que se observaron 10 tenían
lidad 3 y 4. personalidades tipo 1. Entre los fumadores
Además del contundente resultado que tendía a hubo 74 fallecimientos, de los que solo 6 no
confirmar la hipótesis sobre la relación personali- pertenecían al tipo 1. Por tanto, los indivi-
dad-causas de fallecimiento, el análisis de resultados duos tipo 1 parecían predispuestos al cáncer,
señaló que: en comparación con los tipos 2, 3 y 4.

Muestra de Yugoslavia Muestra de Alemania

Cáncer Infarto Otros Vivos Cáncer Infarto Otros Vivos


100 100
90,7 92,7 97,3
90 90
80 80
70 70
60 56,7 60
50 46,2 50 47,9

40 36,9 40 38,4 38,4


32,4
29,2 28,3
30 30 27,8
21,8 23,8 22
20 20 16,2
8,2 9,2
10 5,6 7 10 7
4,8
1,8 0,6 1,7 2,3 2,4 2,7
0 0 0
0 0
Tipo 1 Tipo 2 Tipo 3 Tipo 4 Tipo 1 Tipo 2 Tipo 3 Tipo 4

Figura 14.11.—Tipos de personalidad y causas de fallecimiento/supervivencia ( %). Izquierda: muestra de Yugoslavia (número
de personas por tipo de personalidad: Tipo 1 = 303, Tipo 2 = 339, Tipo 3 = 217, Tipo 4 = 482). Derecha: muestra experimen-
tal de Alemania (número de personas por tipo de personalidad: Tipo 1 = 489, Tipo 2 = 309, Tipo 3 = 165, Tipo 4 = 73). La
supervivencia en el seguimiento en los tipos 3 y 4 es mucho mayor que en los tipos 1 y 2.

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432 / Manual de psicología diferencial

— Fumar es un claro factor de riesgo para las — De los 46 individuos del grupo sometido a
personalidades tipo 1, pero no para los otros terapia psicológica fallecieron por infarto 3
tipos de personalidad. Por tanto, la variable y por otras causas 6.
«biológica» parece tener distinta relevancia
según el tipo de personalidad. Por tanto, el número de fallecimientos resultó
significativamente menor en el grupo sometido a te-
La siguiente pregunta que se planteó fue: ¿puede rapia, tanto por cáncer como por infarto, que en el
la terapia psicológica ayudar a prevenir el falleci- grupo control no tratado.
miento por cáncer y cardiopatía? Trece años después del comienzo del estudio
Eysenck y Martin (1987) diseñaron una serie de continuaban vivos más miembros del grupo someti-
terapias psicológicas para modificar los hábitos de do a terapia psicológica, en comparación con el gru-
conducta de las personalidades tipo 1 y 2, incremen- po control no sometido a terapia (Eysenck y Gros-
tando los comportamientos autónomos y reducien- sarth-Maticek, 1991).
do la dependencia con respecto a otras personas o Las características de los individuos con predis-
su nivel de aceptación de situaciones que conducen posición al cáncer (tipo 1) coinciden con las de los
a resultados negativos o adversos. introvertidos, mientras que las características de los
La terapia psicológica se basó en técnicas como individuos con predisposición al infarto (tipo 2)
la desensibilización, el desarrollo de mecanismos coinciden con las de los extravertidos. Por supuesto,
para afrontar situaciones o el entrenamiento en ha- esos dos rasgos de la personalidad no actúan aisla-
bilidades sociales. La terapia se propuso aumentar damente, sino que interactúan con otras variables
las conductas que producen consecuencias positivas (especialmente el neuroticismo).
a largo plazo, aunque a corto plazo puedan ser nega- Según Eysenck (1994), la personalidad tipo 1 y
tivas. Además, el paciente tiene que aprender a evitar el estrés se combinan para producir sensaciones de
conductas que lleven a consecuencias negativas a lar- desamparo, desesperación y depresión. Esa inte-
go plazo, aunque a corto plazo puedan resultar racción produce reacciones hormonales. El corti-
atractivas (Grossarth-Maticek y Eysenck, 1991). sol es un representante crucial de esas reacciones
Los resultados terapéuticos encontrados en la facilitadoras de la inmunodeficiencia que puede
muestra de Heidelberg fueron reveladores (Eysenck, estar detrás de la promoción de los cánceres (figu-
1994). El período de seguimiento comenzó en 1972, ra 14.12).
cuando los sujetos tenían una edad media de 50 En suma, la interacción entre determinados ti-
años, y se prolongó hasta el año 1986. pos de personalidad y las situaciones de estrés pue-
En el primer estudio se trabajó con 50 varones de promover la proliferación de sustancias que ata-
y 50 mujeres, clasificados como Tipo 1, y, por tanto, can al sistema inmunológico. Además, las acciones
según la hipótesis, predispuestos al cáncer. psicológicas dirigidas a modificar la conducta de los
individuos puede combatir el proceso destructivo
— De los 50 individuos del grupo de control no que se dirige a ese sistema inmunológico.
sometidos a terapia fallecieron por cáncer 23 Los resultados son sorprendentes, y, por supues-
y por otras causas 15. to, no estuvieron exentos de críticas.
— De los 50 individuos del grupo sometido a Tony Pelosi acusó a Eysenck de fraudulento, de
la terapia psicológica fallecieron por cáncer abusar de sus privilegios editoriales y de ignorar los
2 y por otras causas 5. numerosos conflictos de intereses en los que incurrió
(por ejemplo, haber sido financiado por las compa-
El segundo grupo de 92 individuos había sido ñías tabacaleras norteamericanas para demostrar
clasificado como tipo 2, y, por tanto, según la hipó- que fumar no causa cáncer).
tesis, predispuestos al infarto. Las críticas de Pelosi datan de comienzos de los
90 del siglo pasado. El British Medical Journal
— De los 46 individuos del grupo de control no (BMJ) publicó sus comentarios y una respuesta del
sometido a terapia fallecieron por infarto 16 propio Eysenck. La British Psychological Society
y por otras causas 13. decidió no tomar cartas en el asunto y pasó página.

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Personalidad y rasgos / 433

Terapia psicológica

Personalidad

Sensaciones de desesperación,
Cortisol Inmunodeficiencia
desamparo y depresión

Estrés

Figura 14.12.—Relaciones entre variables relevantes en la investigación sobre tipos de personalidad y enfermedades (Ey­
senck, 1994).

Pelosi, formado en el Instituto de Psiquiatría de dividual Differences), así como en Psychotherapy and
Londres que Eysenck dirigió durante décadas, inten- Psychosomatics, Behavioral Research and Therapy, o
tó desmontar la, según él, ridícula tesis de Eysenck Integrative Physiological and Behavioral Science.
de que la mente es relevante para comprender el cán- La lectura de la obra de Eysenck de ninguna
cer y los problemas cardiovasculares. manera lleva a concluir que fumar no sea un factor
Eysenck resumió los estudios criticados por Pe- de riesgo. Sencillamente es una causa más entre
losi en un breve ensayo titulado Smoking, Persona- una larga cadena de factores de riesgo. Observó,
lity, and Stress (1991, traducido el español en 1994). por ejemplo, que de cada diez grandes fumadores
Comienza con una cita del Mahabharata: «Existen únicamente uno fallecía por cáncer de pulmón. He-
dos clases de enfermedad: corporal y mental. Cada chos como ese le llevaron a pensar que debían estar
una de ellas surge de la otra. Sin la otra, no se per- implicadas más causas. Una de sus preocupaciones
cibe la existencia de ninguna de las dos. Los tras- fue no despertar paranoias innecesarias en los ciu-
tornos mentales surgen de los trastornos físicos, y dadanos.
de igual modo los trastornos físicos surgen de los James Coyne publicó en PLOS Blogs (Mind the
mentales». Brain) un extenso artículo sobre el supuesto fraude
La obra expuso la evidencia consistente con la denunciado por Pelosi1.
conclusión de que los factores psicosociales, tales Coyne se centró en la (según él) tesis de Eysenck
como la personalidad y el estrés, predicen seis veces de que la terapia psicológica puede contribuir a pre-
mejor que el tabaco, el nivel de colesterol y la tensión venir el cáncer y los trastornos coronarios, así como
sanguínea trastornos como el cáncer o las cardiopa- prolongar la esperanza de vida de personas con un
tías. Esa evidencia se usó para apoyar el desarrollo cáncer avanzado. Ofreció información para demos-
de prácticas de prevención de naturaleza psicológica. trar que se habían maquillado los datos.
Eysenck subrayó que olvidarse de los factores Aunque los científicos de la actualidad apenas
psicológicos en la enfermedad es una grave irrespon- citan los informes técnicos en los que Eysenck pre-
sabilidad. Pelosi discrepó. sentó esos supuestos datos fraudulentos, la tesis bá-
Los datos que consideró Eysenck provenían de sica que sustentó la evidencia publicada sigue vigen-
una perspectiva conceptual originalmente desarro- te. Un metaanálisis sobre la relevancia de los
llada por Ronald Grossarth-Maticek y contrastada factores psicológicos en el cáncer, por ejemplo, in-
empíricamente a través de los estudios longitudina-
les ya comentados. Las fuentes originales se citaban 1
http://blogs.plos.org/mindthebrain/2016/05/30/hans-eys-
en la obra de Eysenck. Los informes de investiga- encks-contribution-to-cognitive-behavioral-therapy-for-physical-
ción se publicaron en el PAID (Personality and In- health-problems-fraudulent-data/.

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434 / Manual de psicología diferencial

cluyó los datos de Eysenck, revelando un panorama lo imposible. Sin embargo, al reciclar los datos del
que puede ser engañoso (Chida et al., 2008). croata aceptó que una simple terapia breve podía
Los datos usados por Eysenck fueron recogidos cambiar el tipo de personalidad que aumentaba el
por el croata Grossarth-Maticek, quien usó una cla- riesgo de fallecer por cáncer o por cardiopatía.
sificación tipológica (alta versus baja racionalidad No es esa la conclusión que se extrae, no obs-
versus antiemocionalidad), generalmente rechazada tante, de la lectura del libro de Eysenck en el que se
por Eysenck a favor de los modelos dimensionales. resume la evidencia (Eysenck, 1994). Su modelo ex-
Los llamativos resultados parecían apoyar que presa la secuencia en la que tienen lugar las interac-
la terapia psicológica podía reducir sustancialmente ciones de la personalidad, el estrés, las sensaciones
la mortalidad por cáncer o cardiopatía. Los efectos de desesperación, desamparo y depresión, los niveles
destacados fueron sobresalientes, a pesar de que la de cortisol y la inmunodeficiencia. La terapia psico-
terapia aplicada fue bastante informal (Grossarth- lógica no pretendía cambiar la personalidad, sino
Maticek y Eysenck, 1991). modificar la conexión de la interacción personali-
A partir de 600 sujetos experimentales y 500 dad-estrés con las variables fisiológicas que promue-
controles, se observó que, en el seguimiento, falle- ven la inmunodeficiencia (figura 14.12).
cían 128 por cáncer y 176 por cardiopatía del grupo Las dudas sobre la calidad de los datos de Gros-
control, mientras que fallecían 27 por cáncer y 47 sarth-Maticek ya se habían expresado antes de que
por cardiopatía del grupo experimental sometido a comenzase su colaboración con Eysenck. El psicó-
terapia psicológica, según Coyne. logo diferencial alemán Manfred Amelang —que
Por tanto, el efecto profiláctico de esa casi infor- Coyne consigna incorrectamente en su artículo—
mal terapia psicológica resultó apabullante. Los psi- tuvo que valorar los méritos del croata cuando optó
cólogos mostraron una actitud entusiasta. Los mé- a una plaza en su país, llegando a la conclusión de
dicos no. que esos datos eran «demasiado bonitos para ser
Un problema que señala Coyne es que el encar- verdad».
gado de aplicar esa terapia fue el propio Grossarth­ Eysenck conocía esa historia y le pidió los datos
Maticek, lo que hubiera producido una demencial al croata para hacer cálculos por su cuenta. Las
carga de trabajo. Y añade que la perspectiva original compañías de tabaco que financiaban a Eysenck exi-
del investigador croata era claramente psicoanalíti- gieron una valoración independiente de la evidencia.
ca, mientras que es de sobra conocido que Eysenck El resultado del intercambio con los críticos se pu-
fue contrario a ese tipo de terapias basadas en la blicó en Psychological Inquiry (1991, volumen 2, nú-
perspectiva de Freud. mero 3). Los comentarios resultaron demoledores,
Cuando comenzó su colaboración, los datos se pero la tormenta escampó con el paso del tiempo
«reorganizaron» para demostrar que la terapia psi- porque no hubo un frente común. Solamente las
coanalítica poseía un efecto dañino sobre el cáncer críticas de Tony Pelosi y Louis Appleby publicadas
y la cardiopatía. Se modificó el lenguaje usado en la en el BMJ lograron atraer la atención de los medios
terapia para eliminar la jerga psicoanalítica y darle de comunicación (Pelosi y Appleby, 1992). Eysenck
un tinte cognitivo-conductual. respondió (Eysenck, 1992).
Según Coyne, los datos recopilados por Gros- Pero veinte años después de esa polémica, las
sarth-Maticek no se registraron, sino que se fabri- instituciones implicadas siguen declinando adoptar
caron, y Eysenck se unió al proyecto porque el resolución alguna. La academia británica no desea
mensaje le atrajo. Sin embargo, no había realmen- implicarse, o eso concluye Coyne.
te nada en ellos que llevara a la conclusión de que Con todo, la vida, incluyendo la vida científica,
los factores psicológicos se asociaban a la salud sigue su curso.
física del modo en el que asumía el tratamiento En 2010, Ian Deary, Alexander Weiss y David
psicológico aplicado. Batty publicaron un interesantísimo artículo sobre
Coyne señala que Eysenck había defendido de epidemiología diferencial que recuerda la aproxima-
modo beligerante que la terapia psicológica era tan ción de Eysenck. Exploraron, entre otras cosas, la
efectiva como la recuperación espontánea, y que relación de las diferencias individuales en los rasgos
modificar la personalidad era una tarea que rayaba básicos de la personalidad con la salud.

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Personalidad y rasgos / 435

La investigación sobre esa relación se ha con- marcadores de inflamación, morbilidad y mortali-


centrado en cuatro áreas: dad (interleukin-6 y proteína C-reactiva). Los indi-
viduos con mayores niveles de neuroticismo presen-
1. Personalidad y salud física (enfermedades tan un eje HPA desregulado y son, por tanto, más
y muerte). vulnerables a los estresores, consideran como estre-
2. Personalidad y precursores de la enferme- sores factores neutros y se encuentran crónicamente
dad (por ejemplo, inflamación, desregula- activados. Ese mayor neuroticismo también se rela-
ción del eje HPA, síndrome metabólico). ciona con el síndrome metabólico (obesidad, eleva-
3. Relaciones de la personalidad con la con- do nivel de triglicéridos, hipertensión y altos niveles
ducta y factores de riesgo demográficos que de glucosa en sangre).
impactan en la salud. Según la síntesis de resultados descrita por Deary
4. Personalidad como biomarcador de riesgo et al. (2010), las diferencias individuales en los rasgos
sanitario. de personalidad se relacionan con factores relevantes
para la salud. Entre esos factores se encuentran las
Los resultados son verdaderamente interesantes. estrategias de afrontamiento, el apoyo social y la de-
Por ejemplo, las diferencias individuales de res- presión. Una revisión de 194 estudios observó una
ponsabilidad predicen longevidad. El dato proviene relación entre altos niveles de responsabilidad y con-
del análisis de los resultados del clásico estudio de ductas que promueven la salud —como el ejercicio
Lewis Terman sobre individuos intelectualmente su- físico y las dietas equilibradas—, así como con la
perdotados (con un CI por encima de 135). Los aná- evitación de conductas nocivas —como el abuso de
lisis de supervivencia demostraron que era más pro- alcohol o la conducción peligrosa—. Una baja res-
bable que los individuos con altos niveles de ponsabilidad, un alto neuroticismo y una baja cor-
responsabilidad estuvieran vivos 64 años después de dialidad se asocian al hábito de fumar.
haber evaluado ese rasgo de la personalidad (cuan- La influencia de la personalidad sobre las con-
do tenían 12 años de edad). ductas saludables también se aprecia en el modo en
En general, la combinación «baja responsabili- el que los individuos gestionan sus enfermedades.
dad-baja extraversión y emociones positivas-baja Por ejemplo, las diferencias individuales en el rasgo
cordialidad-alto neuroticismo» aumenta el riesgo de responsabilidad predicen la adherencia al tratamien-
mortalidad. Además, los pacientes diabéticos, hiper- to en pacientes renales que requieren diálisis y una
tensos y con problemas óseos presentan menores intervención compleja.
niveles de responsabilidad. Los pacientes con úlcera, Resulta tan sorprendente como informativo
asma y diversos problemas pulmonares presentan comprobar que el efecto de la responsabilidad valo-
mayores niveles de neuroticismo. Los pacientes con rada en la adolescencia sobre la posterior mortali-
problemas de piel, lumbago, problemas urinarios, dad, no disminuye al controlar factores de riesgo
ictus o tuberculosis presentan baja responsabilidad como el consumo de alcohol, el hábito de fumar o
y alto neuroticismo. el nivel educativo alcanzado. El hábito de fumar y
Las dimensiones de personalidad parecen con- la obesidad no mediatizan la relación entre el bajo
tribuir, también, al curso de enfermedades como el neuroticismo y la longevidad.
cáncer. Aunque los rasgos de la personalidad aso- Eileen Graham et al. (2017) exploraron 15 bases
ciados al afecto negativo y la depresión no se vincu- de datos de una serie de países en los que se habían
lan al desarrollo del cáncer, pueden influir negativa- considerado 44.095 individuos para averiguar si las
mente en el progreso de la enfermedad aumentando diferencias individuales en los rasgos del modelo Big
la probabilidad de fallecer. Altos niveles de respon- Five pronosticaban mortalidad.
sabilidad, extraversión y apertura contribuyen a una Según sus resultados, el neuroticismo (HR =
progresión más lenta del VIH al aumentar el CD4 = 1,05, d = 0,64), la responsabilidad (HR = 0,89,
como expresión de la robustez del sistema inmuni- d = 0,54), la extraversión (HR = 0,94, d = 0,57) y la
tario del paciente. cordialidad (HR = 0,95, d = 0,57) predicen morta-
Un alto neuroticismo y una baja responsabili- lidad de modo consistente. Es decir, no depende de
dad se asocian a niveles elevados de determinados las distintas bases de datos registradas en los cinco

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436 / Manual de psicología diferencial

países en los que se obtuvieron las bases de datos Los modelos clásicos de Guilford, Cattell y Ey-
(Estados Unidos, Reino Unido, Suecia, Holanda y senck son bastante congruentes, aunque subrayen
Australia), ni de los distintos períodos de segui- más unos rasgos que otros según su generalidad. La
miento, ni de las medidas concretas usadas para va- extraversión y la inestabilidad emocional (neuroti-
lorar los rasgos de interés. cismo) son, probablemente, los rasgos de la perso-
Fue interesante la consideración del hábito de fu- nalidad que se han identificado con mayor solidez.
mar. Observaron que la asociación del neuroticismo El modelo Big Five se elaboró muchos años
con la mortalidad estaba mediatizada por ese hábito, atrás, pero tuvo su auge en la década de los 90 del
pero «el minúsculo efecto del consumo de tabaco in- siglo xx. Su principal virtud puede ser la de reunir
dica que fumar es solamente una de las numerosas a los científicos alrededor de una taxonomía com-
conductas de un modelo más general sobre las rela- partida que ayuda a servirse de un lenguaje común
ciones conducta-salud. La ausencia de mediación de y a dirigir los esfuerzos en una misma dirección.
esa conducta de riesgo en el caso de la extraversión o Aun así, las cinco dimensiones de ese modelo pue-
la cordialidad apoya ese modelo más general». den organizarse de un modo conceptualmente rele-
Quizá H. Eysenck pensaba en ese modelo gene- vante a través de la Teoría de la Red de Sistemas
ral compuesto por multitud de variables potencial- (TRS) propuesta por el profesor de la Universidad
mente relevantes para pronosticar mortalidad por de Barcelona Josep M.a Lluís-Font. Según el mode-
distintas causas. lo que describe la TRS, la extraversión, la inestabi-
En suma, la evidencia sobre las relaciones que lidad emocional y la hostilidad corresponderían a
se establecen entre las diferencias individuales en los rasgos temperamentales básicos que estarían gestio-
rasgos de personalidad y las enfermedades no debe- nados por la responsabilidad. El intelecto —que co-
ría soslayarse. Es evidente que la personalidad posee rrespondería a la apertura mental— integraría los
un sustrato biológico, y, por tanto, los rasgos iden- demás rasgos.
tificados en los modelos factoriales de la personali- Aunque también es relativamente antiguo, ha
dad podrían señalar hacia variables biológicas que cobrado fuerza en época reciente la relevancia del
juegan algún papel en el desarrollo de determinadas denominado factor general de personalidad (P). Las
enfermedades, en su pronóstico, su progresión y su altas puntuaciones en ese P corresponderían a la
tratamiento. siguiente combinación de las Big Five: alta extraver-
El enfoque multivariado característico de la psi- sión, alta cordialidad, alta responsabilidad, alta
cología diferencial puede no obedecer al capricho de apertura y bajo neuroticismo. El factor P presenta
algunos científicos, sino ayudar a comprender fenó- una altísima correlación con la inteligencia emocio-
menos complejos como el relacionado con la salud nal, y su definición (uso de habilidades y conoci-
y la enfermedad. mientos para alcanzar metas sociales) conecta con
el intelecto destacado por la TRS como factor inte-
grador.
SUMARIO Finalmente, se describieron tres aplicaciones co-
nectadas a los modelos factoriales de la personali-
Este capítulo comenzó preguntándose qué res- dad. La primera se vinculó al factor P y consideró
ponden los modelos factoriales de la personalidad. las aplicaciones clínicas que podrían derivarse de un
Se usó el concepto de amor para ilustrar cómo se factor general de propensión general a la psicopa-
puede convertir una noción popular, y originalmen- tología (factor p), identificado en el que justamente
te difusa, como la personalidad, en un concepto podría considerarse como el mejor estudio longitu-
científico. dinal hecho hasta ahora (el Estudio Longitudinal
Los métodos de análisis factorial descritos en la Dunedin). La similitud del factor P con el factor p
parte segunda, y aplicados en la parte tercera al con- no se basa solamente en su carácter general —que
cepto de inteligencia, son útiles también en el caso comparten con el factor general de inteligencia
de la personalidad. Permiten resumir las conductas (g)—, sino también en su delimitación conceptual.
observables en facetas y rasgos que organizan la es- El factor p se cimenta en procesos de regulación y
tructura básica de la personalidad. control, el factor P en el uso de habilidades y cono-

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Personalidad y rasgos / 437

cimientos, y el factor g en la integración. Los rasgos acuden clientes/pacientes que se distancian del in-
intelectuales, temperamentales y motivacionales dividuo ideal que participa en la investigación con-
pueden distinguirse, pero interactúan y se asocian a trolada.
la presencia de trastornos llegado el caso. El factor El apartado de aplicaciones se cerró con la pre-
general de «salud emocional» identificado en el mo- sentación y discusión de una serie de resultados
delo de J. P. Guilford pudo ser premonitorio (figura ­sobre las relaciones personalidad-salud. Las diferen-
14.4). cias individuales en ese factor psicológico interactua-
La segunda aplicación giró alrededor de las re- rían con determinados factores de riesgo —como el
laciones de las diferencias individuales en los rasgos estrés— para influir sobre la integridad del sistema
de personalidad y la terapia psicológica. Mientras inmunológico de los individuos. Una vez más, con-
que determinadas aproximaciones terapéuticas ig- viene subrayar que no resulta particularmente inte-
noran la personalidad, otras entienden que no pue- ligente ignorar las diferencias individuales en los ras-
de soslayarse ese concepto científico en la práctica gos de personalidad al preguntarse por los problemas
terapéutica. Además, los resultados observados en sanitarios que preocupan a la sociedad del siglo xxi.
los estudios controlados de laboratorio no pueden Probablemente, las enfermedades poseen una natu-
generalizarse sin más a las situaciones ecológicas, a raleza psicosomática y, si así es, el hecho puede aca-
las consultas reales de los profesionales a las que rrear consecuencias que quizá no deberían ignorarse.

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Personalidad y procesos 15
INTRODUCCIÓN objetivo que mejorará al basarse, además, en la es-
pecificación de sistemas de producción que registren
Este capítulo se pregunta qué responden los mo- las regularidades específicas imposibles de capturar
delos cognitivos de la personalidad basados en el por los rasgos psicológicos más generales.
concepto de proceso psicológico. Al igual que suce- El apartado de aplicaciones discute el supuesto
día en el caso de la inteligencia, los modelos cogni- impacto del «Grit» (perseverancia y motivación sos-
tivos pretenden ir un paso más allá de los modelos tenida para lograr metas a largo plazo) en determi-
factoriales de la personalidad. nados fenómenos sociales. También se comenta crí-
¿Por qué algunos individuos son más impulsivos ticamente la conocida como psicología positiva
que otros? ¿Por qué algunos son menos estables (PP), y, finalmente, se expone una serie de resultados
emocionalmente que otros? ¿Por qué son algunos sobre las repercusiones de las diferencias en el nivel
más conservadores, más cerrados a nuevas experien- de autocontrol en cuestiones tales como los proble-
cias que otros? mas sanitarios y financieros. Una pregunta que bus-
Se describe el modelo de Hans Eysenck y Michael cará respuesta es si el autocontrol es más maleable,
Eysenck, aunque su separación del correspondiente más susceptible a la intervención, que otras facetas
modelo biológico es difusa. Por tanto, se exponen de la personalidad.
algunos resultados experimentales —relacionados es-
pecialmente con la extraversión y el neuroticismo/
ansiedad—, que se complementan en el siguiente ca- 1. ¿CUÁL ES LA PREGUNTA?
pítulo con una serie de resultados biológicos.
Seguidamente se expone el modelo de Albert Los modelos factoriales de la personalidad res-
Bandura, centrado en el concepto de autoeficacia, ponden a la cuestión de la estructura de los rasgos
porque ayuda a resaltar el contraste de ese tipo de más y menos importantes del temperamento y la
modelos, basados en una variable psicológica que se motivación, siguiendo la misma lógica que los mo-
supone crucial, con el enfoque multivariado propio delos factoriales de la inteligencia.
de la Psicología diferencial. No puede sorprender, por tanto, que los mode-
Los estilos cognitivos han sido un fértil campo los cognitivos de la personalidad pretendan respon-
que ha combinado procesos fríos (intelectuales) y der una pregunta similar a los modelos cognitivos
cálidos (temperamentales). Un estilo es un «modo de la inteligencia.
de conocer» que vincula cognición y afecto. Ese paralelismo es adecuado, aunque solo par-
El modelo cognitivo de Mischel y Shoda es un cialmente.
representante ideal de lo que debería ser un modelo Una persona es emocionalmente estable porque:
de esa naturaleza para el caso de la personalidad.
Se va más allá del concepto de rasgo, proponiendo — Se ha observado su conducta en distintas si-
que predecir la conducta de los individuos es un tuaciones cotidianas.

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440 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 15.1
En un mundo incapaz de callarse

Susan Cain publicó en 2012 una deliciosa obra dirigida a reivindicar el valor de los individuos tranquilos, silen-
ciosos y callados —es decir, introvertidos— en la sociedad del siglo xxi (Quiet. The Power of Introverts in a World
That Can’t Stop Talking).
Se divide en cuatro partes (el ideal extravertido, ser y biología, ¿tienen todas las culturas un ideal extravertido?,
cómo amar y cómo trabajar) e incluye una breve conclusión a la que titula «El país de las maravillas».
Su principal tarea, perseguida durante siete años —tiempo que tardó en quedar satisfecha con el producto— es
subrayar un hecho descubierto hace décadas en psicología diferencial: en cuanto a los rasgos de personalidad,
carece de sentido intentar encontrar un polo positivo y negativo. En absoluto es mejor ser extravertido que intro-
vertido (o al revés): «la selección natural ha conservado cierta diversidad de personalidades». Será por alguna
buena razón.
La autora hace un excelente trabajo porque, además de describir casos particulares de famosos introvertidos
—como Rosa Parks, Gandhi o Wozniak—, también revisa una serie de investigaciones para apoyar sus conclusio-
nes. Cuestiona el supuesto de que la persona ideal debe ser dominante y sociable: «valoramos la individualidad y,
sin embargo, admiramos una clase concreta de individuo: la del que parece dispuesto a comerse el mundo».
No obstante, los individuos «Tienen derecho a no renunciar a su propia personalidad. Las apariencias no son la
realidad. El secreto de la vida consiste en colocarse bajo la iluminación correcta».
Esta norteamericana de origen judío distingue «carácter» de «personalidad». En la cultura del carácter (hacia
finales del siglo xix y comienzos del xx) el ideal era un individuo serio, disciplinado y respetable. Con la llegada de
la personalidad, los individuos se interesaron por cómo los percibían los demás. Todo cambió, de dentro hacia fuera,
y la fachada se hizo protagonista frente al interior de la casa.
Cain critica la, a su juicio, patológica tendencia a tener que hacerlo todo en grupo, tanto en la escuela como en
el trabajo. Es una malísima idea con pésimos resultados. La declaración de Warren Bennis de que «ninguno de no-
sotros es tan inteligente como todos nosotros» es un sinsentido. Los empleados más eficientes actúan en compañías
que permiten un espacio personal e intimidad («el simple acto de sufrir una interrupción constituye una de las ma-
yores barreras a la productividad»). La productividad se resiente con el aumento del tamaño de los grupos. Las
decisiones inteligentes también: «fueron los extravertidos resueltos quienes provocaron la crisis financiera que aque-
ja al planeta. Nuestra cultura tiende a endiosar al 1 %, fascinada por su fulgor pasajero, cuando el poder real sub-
yace en el otro 99 %».
Al preguntarse si se nace con un determinado temperamento, Cain recurre a las investigaciones de Jerome Kagan
para encontrar respuestas: «La voluntad puede llevarnos lejos, pero no mucho más allá de nuestros límites genéticos.
Somos flexibles y podemos estirarnos, aunque solo en cierta medida».
La autora suscribe la idea de que es preferible mantenerse fiel a la propia personalidad, antes que someterse a las
normas predominantes en un determinado momento (pasajero). Aprendamos a huir de los rebaños y a apreciar
nuestro propio instinto.
Se atreve incluso con las diferencias poblacionales/continentales: Asia es introvertida, mientras que Europa y
Norteamérica son extravertidas.
A pesar de que revisa el caso de los estudiantes asiáticos en los Estados Unidos, considera que son los valores
culturales los que explican esas diferencias de personalidad: «La meritocracia termina el día en que se gradúan. A
partir de entonces los asiáticos quedan rezagados por carecer del estilo cultural adecuado para tener éxito: son de-
masiado pasivos».
En cuanto a la pregunta de si la gente puede modificar su personalidad a voluntad, Cain parece suscribir la tesis
de que no se puede, pero sí que se puede disimular.
Ahora bien, ¿puede disimular cualquiera?
Las investigaciones de Richard Lippa señalan una variable crucial. Quienes destacan al simular ser extravertidos
—por ejemplo— poseen una mayor capacidad de «autosupervisión», y, por tanto, modifican su conducta según las
exigencias del guion.
Pero ¿qué es la autosupervisión?
La TRS descrita en el anterior capítulo ofrece una respuesta que, por supuesto, Cain desconoce: el sistema auto-
regulador —que coincide con el rasgo «responsabilidad» del modelo Big Five—, que coordina extraversión, neuroti-

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Personalidad y procesos / 441

CUADRO 15.1 (continuación)

cismo y hostilidad, y que, a su vez, recibe una valiosa y necesaria información del intelecto integrador. Serían los
más inteligentes quienes controlan con mayor eficiencia su personalidad.
Al igual que sucede con las plantas diáfanas en los trabajos —una práctica que Cain considera auténticamente
aterradora— los colegios parecen inclinarse hacia el ideal extravertido. Las mesas de las aulas se mueven para que
los chavales se miren a la cara constantemente e interactúen sin descanso.
Sin embargo, se puede aprender de distintos modos, y el trabajo en grupo no es una estrategia particularmente
indicada, ni en general, ni al considerar que los estudiantes son distintos y, por tanto, requieren diferentes estrategias:
«los introvertidos son, sin más, alumnos con un estilo de aprendizaje diferente».
Los humanos poseemos una personalidad, en igual medida que tenemos una cierta estatura, una nariz achatada
o poco pelo en la cabeza. Somos como somos, para bien y para mal. Es absurdo que se nos intente convencer de
que debemos cambiar nuestro modo de ser para ajustarnos a un supuesto ideal sociológico.
Hallemos nuestros nichos naturales para perseguir la felicidad. Si huimos de ellos pagaremos un precio.

— Se le ha preguntado a ella y a sus allegados propiedades o rasgos de la personalidad identifica-


sobre sus actuaciones usuales. dos por los modelos factoriales.
— Se ha analizado su conducta ante situaciones Volvemos a encontrar semejanzas con los mo-
de diseño que revelan su personalidad. delos de la inteligencia, aunque los modelos cogni-
tivos de la personalidad son menos sólidos que los
El primer tipo de observación produce datos L, modelos cognitivos de la inteligencia, a pesar de la
el segundo datos Q y el tercero datos T. declaración de un autor de referencia en psicología
El registro de esos datos informa sobre los hábi- de la personalidad, Lawrence Pervin (1988): «la psi-
tos de conducta de los individuos, a partir de los cología se ha vuelto cognitiva en general, y la per-
cuales puede deducirse cuáles son los rasgos psico- sonalidad no es ninguna excepción».
lógicos que caracterizan su identidad.
Pero un modelo cognitivo de la personalidad va
un paso más allá. Se desea saber «qué pasa por la 2. MODELO DE H. J. EYSENCK
cabeza de la persona» para que: Y M. W. EYSENCK

— Gobierne su vida de modo emocionalmente Hans Eysenck y Michael Eysenck (1985) subra-
estable. yaron la relevancia (y necesidad) del marco de refe-
— Responda a las preguntas que se le formu- rencia usado en el presente manual para organizar
lan de un modo que denota estabilidad emo- el estudio de las diferencias individuales: «Una vez
cional. realizada la tarea de describir la estructura básica
— Se comporte de modo estable ante las situa- de la personalidad, el siguiente paso obvio es pro-
ciones artificiales diseñadas por los psicó- poner modelos explicativos que den cuenta de las
logos. dimensiones de personalidad identificadas».
Los modelos explicativos pueden ser cognitivos
El desarrollo y contraste de un modelo cognitivo y biológicos. En el caso de su modelo general, las
de la personalidad suele recurrir a experimentos en vertientes cognitiva y biológica se encuentran conec-
los que se manipulan una serie de condiciones. Las tadas. Por ejemplo, los estudios experimentales so-
respuestas a las distintas condiciones experimentales bre las diferencias individuales en extraversión se
de una persona estable y de otra inestable emocio- basan en el concepto de reactivación, pero esa reac-
nalmente permitirán construir un modelo sobre eso tivación es un mecanismo biológico con repercusio-
que «pasa por la cabeza» de cada una de ellas, de nes funcionales.
los procesos psicológicos característicos de alguien Volvamos a la analogía con el motor de un ve-
emocionalmente estable o inestable. hículo. Su conducta se asocia a las piezas físicas or-
Un modelo cognitivo de la personalidad puede, ganizadas de una determinada manera, según una
por tanto, sondear la dinámica de las dimensiones, estructura particular, pero se pueden estudiar tam-

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442 / Manual de psicología diferencial

bién sus prestaciones visibles (velocidad punta o re- Solo un programa de investigación continuado
prise son ejemplos) para comprender su dinámica. ayudará a discernir las conclusiones más verosímiles
Con la reactivación sucede algo similar: aunque sobre las relaciones de las diferencias individuales
el nivel de activación del individuo se asocia, en úl- en personalidad con las respuestas a las tareas ex-
timo término, a la física de su cerebro, los científicos perimentales.
pueden explorar las prestaciones de ese cerebro. Es Aunque el modelo factorial de la personalidad
posible que no se le saque la rentabilidad potencial de H. J. Eysenck incluye tres superfactores [psicoti-
a las piezas o que se lleven al límite. cismo (P), extroversión (E) y neuroticismo (N)], la
Los extravertidos suelen ser más impulsivos y mayor parte de los resultados experimentales se han
más sociables que los introvertidos. Ese dato es re- concentrado en E y N.
levante en sí mismo, pero los modelos cognitivos
pretenden ir un paso más allá: ¿por qué son impul- Extraversión (E)
sivas y sociables las personas extravertidas, y no lo
son las introvertidas? Las diferencias individuales de extraversión se
La meta del modelo cognitivo de Eysenck y Ey- han relacionado con el rendimiento en al menos las
senck es encontrar respuesta a esa pregunta. Se bus- siguientes tareas experimentales: condicionamiento
ca averiguar cómo se comportan individuos con clásico y operante, umbrales sensoriales, tolerancia
distintas personalidades en tareas experimentales en al dolor, vigilancia, privación sensorial, estimación
las que se han manipulado determinadas condicio- sensorial, defensa perceptiva, constancias visuales,
nes que permiten explorar procesos psicológicos in- aprendizaje verbal, pausas de descanso, esquemas
observables. de habla, comportamiento expresivo y recuerdo.
Conviene tener presente que las situaciones de Se han encontrado sustanciales diferencias indi-
laboratorio son distintas de las situaciones cotidia- viduales en las respuestas de introvertidos y extra-
nas. La personalidad es relevante en la vida diaria vertidos ante esas tareas.
porque ayuda a explicar las conductas diferenciales Las tareas de vigilancia son un ejemplo. Casos
ante una misma situación. Sin embargo, los experi- reales de ese tipo de tareas son el control de tráfico
mentos evitan activamente que la persona controle aéreo, el control de radar en los barcos o la vigilan-
la situación. Es más probable, por tanto, que la per- cia nocturna en un centro comercial. Esas tareas se
sonalidad influya en la vida cotidiana en mayor gra- pueden «simular» en el laboratorio para controlar
do que en el laboratorio. El individuo posee más experimentalmente una serie de condiciones.
control sobre sus decisiones en los contextos coti- La vigilancia es más eficiente cuando el indivi-
dianos que entre las cuatro paredes de un laborato- duo mantiene su nivel de reactivación espontánea a
rio de Psicología. lo largo del tiempo. La reactivación se basa en un
Además, los resultados de un experimento de- proceso fisiológico que es más elevado por la tarde
penden tanto de las características de personalidad que por la mañana. J. Mullin y D. Corcoran (1977)
del individuo como de las de la tarea que intentará encontraron que los humanos cometen menos erro-
resolver: las interacciones complejas y escurridizas res por la tarde que por la mañana en tareas de vi-
son frecuentes. Los errores de interpretación pueden gilancia auditiva, pero introducir un estímulo reac-
producirse por: tivador elimina el efecto de la hora del día y mejora
el rendimiento en el período matutino.
— El análisis teórico de la dimensión de perso- Al considerar las diferencias individuales de per-
nalidad sometida a análisis experimental. sonalidad se puede predecir que los introvertidos
— La manera de medir la variable de persona- rendirán mejor en tareas de vigilancia porque están
lidad de interés. más reactivados espontáneamente. Además, los ex-
— El análisis de la tarea experimental cuyas travertidos presentarán un mayor descenso de su
condiciones se manipularán en el labora­ rendimiento que los introvertidos a medida que pasa
torio. el tiempo y que se prolonga el período de vigilancia,
— Los aspectos centrales y periféricos de la ta- es decir, su rendimiento se deteriorará visiblemente
rea. más prematuramente.

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Personalidad y procesos / 443

No obstante, al aumentar la intensidad del rui- sobre el rendimiento en las tareas experi-
do de la señal a la que se debe atender o vigilar, mentales.
desaparece el menor rendimiento de los extraverti- — Ese resultado se ha encontrado en estudios
dos. Además, la cafeína —un reactivador exóge- sobre condicionamiento clásico, descenso de
no— mantiene intacto el rendimiento de los intro- la vigilancia, grado de seguridad al conducir
vertidos y elimina el menor rendimiento de los y tareas de golpeteo.
extravertidos. — Los efectos concretos de la extraversión en
Las diferencias individuales entre introvertidos el condicionamiento dependen de qué pará-
y extravertidos en tareas de vigilancia se pueden atri- metros de la tarea se analicen y de las medi-
buir a los niveles de reactivación endógena, pero esa das de ejecución registradas.
reactivación se puede manipular de modo exógeno
para disipar el efecto de las diferencias de persona- El siguiente capítulo describe el fundamento
lidad. biológico de la extraversión basado en el concepto
Eysenck y Eysenck (1985) resumen una serie de de reactivación. Acabamos de ver que ese concepto
datos experimentales sobre las diferencias indivi- ha guiado los estudios experimentales, y la siguien-
duales en extraversión: te es la conclusión de Eysenck y Eysenck (1985) al
respecto: «La simple idea de que los introvertidos
— Los introvertidos suelen ser más «cautos» tienen un nivel de reactivación cortical superior al
que las extravertidos. de los extravertidos ha tenido un éxito extraordina-
— Los introvertidos se reactivan más que los rio al explicar una variedad enorme de resultados.
extravertidos, pero solo a ciertas horas del No es sorprendente que en algunos casos la teoría
día. no se ajuste a los datos, y en algún tema puede ser
— Los extravertidos están más reactivados que necesaria alguna formulación más compleja. Sin
los introvertidos por la tarde. embargo, la regla general en ciencia es que una teo-
— La impulsividad es la faceta de la extra­ ría se descarta normalmente solo cuando otra supe-
versión que parece mediatizar sus efectos rior la sustituye, y, hasta ahora, eso no ha ocurrido».

Cafeína Placebo Cafeína Placebo


13 13
12 12
11 11
10 10
9 9
8 8
7 7
6 6
5 5
4 4
Baja Alta Baja Alta
impulsividad Rendimiento por la mañana impulsividad impulsividad Rendimiento por la tarde impulsividad

Figura 15.1.—Rendimiento en una tarea verbal según la hora del día, el nivel de impulsividad y la ingesta de cafeína (o un
placebo). Los impulsivos que han tomado cafeína rinden mejor por la mañana y peor por la tarde. Quienes no han ingerido
cafeína presentan un patrón inverso de rendimiento en la tarea verbal.

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444 / Manual de psicología diferencial

Neuroticismo/ansiedad al desorientar la atención, mientras que la emocio-


nalidad no debería mostrar ese efecto.
La investigación experimental se ha centrado en Los introvertidos se condicionan con mayor fa-
una faceta del neuroticismo: la ansiedad. cilidad que los extravertidos, y, por tanto, se predice
Al estudiar la ansiedad suele distinguirse ansie- que los introvertidos neuróticos serán más suscepti-
dad-rasgo y ansiedad-estado (Eysenck, 1979). bles que los extravertidos neuróticos a una ansiedad
La ansiedad-rasgo recoge las diferencias indivi- condicionada en forma de preocupación o ansiedad
duales relativamente estables en la propensión a la psíquica. Además, los extravertidos neuróticos serán
ansiedad, mientras que la ansiedad-estado se carac- más susceptibles a los elementos somáticos de la an-
teriza por sentimientos subjetivos, conscientemente siedad que reflejan emocionalidad, dado su bajo ni-
percibidos, de tensión, así como por una actividad vel de reactivación y su alto nivel de activación au-
intensa del sistema nervioso autónomo. La ansiedad tónoma. La importancia de la ansiedad somática y
en un determinado momento (estado) dependerá psíquica al determinar el nivel de ansiedad puede
tanto del grado de estrés presente en ese momento relacionarse con la posición del individuo en la di-
como de la susceptibilidad del individuo a la ansie- mensión de extraversión.
dad (rasgo). La ansiedad-rasgo es más estable que Las diferencias individuales de ansiedad son re-
la ansiedad-estado en situaciones en las que varía el levantes en tareas experimentales de atención. Ante
estrés (Martuza y Kallstrom, 1974), y la diferencia tareas de atención selectiva en las que se deben con-
en el estado de ansiedad entre personas de alta y siderar dos tareas —primaria y secundaria—, se ob-
baja ansiedad-rasgo aumenta con el estrés de la si- serva que la ansiedad perjudica especialmente el
tuación (Shedletsky y Endler, 1974). rendimiento en la secundaria (Eysenck, 1982). Es
Sin embargo, la interacción entre la ansiedad- decir, una mayor ansiedad aumenta la selectividad
rasgo y el estrés situacional se produce cuando el de la atención y, además, la influencia de las diferen-
estrés consiste en una amenaza a la autoestima (por cias individuales de ansiedad son más visibles ante
ejemplo, amenaza de fracaso), pero no cuando se tareas de mayor complejidad cognitiva.
trata de un peligro físico (por ejemplo, amenaza de Los niveles moderados de ansiedad se asocian a
estímulo físicamente doloroso) (Endler et al., 1976). una baja susceptibilidad a la distracción, pero una
La ansiedad tiene dos efectos fundamentales: alta ansiedad incrementa visiblemente esa suscepti-
motivacional/beneficioso y perturbador/perjudicial. bilidad. Los efectos de la ansiedad se encuentran
Según L. Morris et al. (1981), la ansiedad incluye mediatizados por los procesos atencionales.
dos componentes: Los efectos negativos de la ansiedad se pueden
atribuir, por tanto, a su componente cognitivo (pre-
— Preocupación. Corresponde al componente ocupación) más que a su componente fisiológico
cognitivo de la ansiedad. Consiste en el inte- (emocionalidad). Los resultados del experimento
rés personal por el rendimiento y sus conse- de M. Weiner y W. Samuel (1975) apoyan esa con-
cuencias, las autovaloraciones negativas y las clusión.
expectativas negativas sobre la tarea a resol- Se informó a un grupo de individuos de que de-
ver. bían completar un test de inteligencia. Se les sumi-
— Emocionalidad. Corresponde a cambios fi- nistró un placebo en forma de píldora. A algunos
siológicos y sentimientos desagradables, tales individuos se les dijo que la píldora produciría pe-
como la inquietud, el nerviosismo y la ten- queños aumentos del latido cardíaco, un leve hume-
sión. decimiento en las palmas de las manos y una sensa-
ción muy ligera de malestar en el estómago. A otros
L. Morris y R. Liebert (1973) encontraron que individuos se les dijo que la píldora les tranquili­
la «preocupación» aumenta después de una amena- zaría.
za de fracaso, pero no tras una amenaza física. En Cuando se les hizo creer que la píldora les cal-
cambio, la «emocionalidad» se incrementa después maría, quienes mostraron una alta ansiedad al re-
de una amenaza física, pero no tras una amenaza de solver el test de inteligencia tuvieron un rendimien-
fracaso. La preocupación deteriora el rendimiento to mucho peor que quienes mostraron poca ansiedad

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Personalidad y procesos / 445

al completar una tarea de anagramas. Sin embargo, Es discutible en qué sentido contribuye el mo-
cuando atribuyeron su malestar fisiológico a la píl- delo cognitivo de Eysenck a avanzar en nuestro es-
dora, no se observaron efectos de las diferencias de tado de conocimientos. Quizá los estudios experi-
ansiedad al resolver la tarea de anagramas. Por tan- mentales de laboratorio confirmen cuáles son los
to, la interpretación cognitiva del estado fisiológico mecanismos biológicos responsables de las diferen-
influyó en su rendimiento. cias individuales de personalidad. De ahí que sea
Si la ansiedad: más adecuado referirse al «modelo cognitivo-bioló-
gico de Eysenck».
— Reduce la eficacia al gestionar la informa-
ción en la memoria operativa (a corto plazo)
y al almacenarla en la memoria a largo plazo. 3. MODELO DE A. BANDURA
— Aumenta la selectividad de la atención.
— Disminuye la exactitud sin influir en la velo- Según Albert Bandura (1986), las recompensas
cidad. y castigos del medio ambiente influyen en lo que se
— Y aumenta la distracción... aprende y en el tipo de conductas que se expresan.
Se estudia para un examen con el objetivo de lograr
... entonces las diferencias individuales de ansiedad una calificación satisfactoria. Se hace un curso de
serán irrelevantes en las tareas experimentales de formación para mejorar la posición en una compa-
velocidad, pero serán cruciales en las tareas que ñía. Se evitan las relaciones con individuos tóxicos
pongan a prueba la capacidad de la memoria ope- para preservar el bienestar emocional.
rativa. Sin embargo, la conducta de los individuos no
Los efectos de las diferencias individuales de an- se comprende recurriendo exclusivamente a factores
siedad sobre la eficacia al procesar mentalmente in- externos. ¿Por qué se decide someterse a la discipli-
formación y sobre el rendimiento observable no de- na que supone estudiar un examen? ¿Por qué se está
ben compararse sin más: lo que sucede en el interior interesado en sacrificar tiempo y esfuerzo para subir
puede no expresarse en el exterior. un escalón en el trabajo? ¿Por qué se decide evitar
la posibilidad de conocer gente interesante aunque
Comentario emocionalmente tóxica?
Es necesario considerar también los factores in-
El modelo de H. Eysenck y M. Eysenck no pue- ternos que puedan ser relevantes para entender la
de considerarse meramente cognitivo. Los procesos conducta de los distintos individuos. La pregunta
psicológicos son más concretos que los rasgos y me- relevante es qué se aprende a partir de la experien-
nos físicos que los procesos fisiológicos. Ese modelo cia. A la gente no se la enseña, sino que la gente
se basa en conceptos como reactivación, cuya natu- aprende activamente.
raleza es abiertamente psicofisiológica. Aun así, la ¿Cuáles son los efectos de las recompensas y los
faceta de ansiedad del neuroticismo recurre a un castigos?
concepto netamente cognitivo (la preocupación). Según Bandura (1977), el refuerzo informa y mo-
Es difícil predecir cuál será la ganancia de ave- tiva, pero no como un elemento de un mecanismo
riguar lo que «pasa por la cabeza» de un introver- más dentro de una cadena de condicionamiento au-
tido neurótico al concluir que la principal caracte- tomático. Esos automatismos pueden funcionar con
rística es la preocupación o la emocionalidad. los animales no humanos, pero los animales huma-
Realmente esos componentes son muy similares a nos necesitan ser conscientes de las relaciones que se
las facetas de los modelos factoriales de la perso- establecen entre estímulos y respuestas. Lo que una
nalidad. persona cree que va a ocurrir, o considera que está
Se requiere algo más que correlacionar el rendi- sucediendo, puede ser más importante que los «he-
miento de los individuos en una serie de tareas ex- chos» (Brewin, 1988).
perimentales de laboratorio con las diferencias indi- El enfoque de Bandura se centra en comprender
viduales en dimensiones relevantes de la personalidad, los procesos cognitivos que usan las personas para
como la extraversión o el neuroticismo. interpretar las situaciones actuales y predecir el fu-

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446 / Manual de psicología diferencial

turo. Según su tesis del determinismo recíproco, la


conducta depende de la interacción de la persona
con su ambiente. El conocimiento que atesora el in-
dividuo y sus procesos cognitivos serán de especial
interés.

Modelo cognitivo-social: procesos básicos

Probablemente, el concepto esencial del modelo


de Bandura (1986) es la autoeficacia.
La autoeficacia corresponde a la percepción o
valoración que hace la persona sobre su capacidad
para resolver satisfactoriamente determinadas situa-
ciones vitales. Lo relevante no es su capacidad ob-
jetiva, sino su percepción subjetiva sobre esa capa- Figura 15.2.—Los modelos pueden contribuir a aumentar el
nivel de autoeficacia de un individuo. Sin embargo, determi-
cidad y cómo puede aplicarla. nados modelos puede reducir la percepción personal de
A juicio de Bandura (1977), si una persona po- autoeficacia. Terence Tao es un famoso matemático con un
see la capacidad necesaria y los incentivos son ade- nivel intelectual de 230. La probabilidad de que un niño ele-
cuados, las expectativas sobre la propia eficacia se gido al azar de la población presente ese nivel de inteligencia
es ínfima, y animarle con entusiasmo a emular a Tao puede
convertirán en un determinante esencial del tipo de producir desagradables sinsabores.
actividades que elegirá, cuánto esfuerzo invertirá y
cuánto tiempo persistirá al gestionar las situaciones
que produzcan estrés. La persona se aproximará, 4. Activación emocional. Una excesiva activa-
explorará y se implicará en situaciones según sus ción suele relacionarse con la ansiedad y el
capacidades autopercibidas. Y, por supuesto, evita- fracaso, por lo que puede reducir las sensa-
rá transacciones con ambientes que produzcan es- ciones de autoeficacia.
trés, es decir, situaciones que la persona cree no
poder afrontar satisfactoriamente según sus capa- Bandura estudió detenidamente las experiencias
cidades. vicarias —también denominado aprendizaje por
La autoeficacia no produce una diferencia indi- modelado, es decir, el seguimiento de modelos ex-
vidual general y estable. Las valoraciones personales ternos que se consideran apropiados—, aunque hay
de autoeficacia son relevantes solo cuando están otros dos procesos cognitivos que pueden activar y
vinculadas a situaciones concretas. mantener la conducta de los individuos:
La sensación personal de autoeficacia en una
determinada situación depende de cuatro cosas: 1. Las expectativas sobre cuál será el resultado
de actuar de un determinado modo. Por
1. La experiencia previa sobre los éxitos y fra- ejemplo, ¿se puede evitar un divorcio apli-
casos en esa situación. cando la persistencia necesaria para preser-
2. Las experiencias vicarias relevantes, es de- var la relación?
cir, las experiencias indirectas sobre las si- 2. El valor que se le da al resultado de la ac-
tuaciones. Se puede observar cómo un co- ción. Por ejemplo, ¿merece la pena el enor-
lega resuelve con éxito una situación y eso me esfuerzo necesario para evitar la ruptu-
puede aumentar la creencia en la autoefica- ra de una relación que hace aguas en
cia personal. diversos frentes?
3. Persuasión verbal y social. Las sensaciones
de autoeficacia pueden aumentar si alguien Una técnica usada por los preparadores depor-
convence a otro de que está capacitado para tivos consiste en «engañar» al atleta durante el en-
hacer frente a la situación. trenamiento. Se juega con la expectativa de éxito del

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Personalidad y procesos / 447

entrenado manipulando determinadas condiciones, cepto de autoeficacia se puede encontrar el concep-


haciéndole creer, por ejemplo, que se dispone a le- to «inteligencia»: la inteligencia y la autoeficacia
vantar 60 kilos cuando, en realidad, intentará levan- interactuarán positiva o negativamente para deter-
tar 90 kilos. Al lograr el objetivo y conocer la reali- minar la conducta observable. Esa interacción de
dad, la confianza del atleta en sus posibilidades factores psicológicos subyace al enfoque multiva-
ganará bastantes enteros. riado de la psicología diferencial, necesario para
describir, predecir y, en su caso, comprender la
conducta de los distintos individuos con una ma-
Aplicaciones terapéuticas yor precisión.
Es una mala apuesta científica ceñirse a una su-
Algunos pacientes presentan una baja percep- puesta variable crucial porque, muy probablemente,
ción de autoeficacia. La relevancia de las expectati- no existe tal cosa. La persona debe describirse a par-
vas de autoeficacia se debe a: tir de una serie, más o menos organizada, de propie-
dades psicológicas relacionadas de una determinada
— Su influencia en las sensaciones de malestar manera para definir su identidad.
psíquico. ¿Será igual la respuesta de una persona ansiosa
— Que determinan si se va a iniciar y mantener y moderadamente inteligente sometida a terapia psi-
la conducta de afrontamiento a las situacio- cológica, que la respuesta de una persona depresiva
nes conflictivas. y muy inteligente? Seguramente no.
Modelos de una sola variable (univariados)
Las expectativas de baja autoeficacia caracteri- como el de Bandura —centrado en el concepto de
zan a los pacientes con ansiedad y depresión autoeficacia— son escasamente verosímiles. Aun así,
(Maddux, 1991). En la depresión, las pobres expec- se debe reconocer que el modelo de Bandura ha in-
tativas de autoeficacia suelen combinarse con una fluido en la perspectiva de terapias cognitivas pro-
alta expectativa y valoración de los resultados del pugnadas por celebrados autores como Aaron Beck
comportamiento personal. y Albert Ellis (Davison y Neale, 1990).
Según Bandura (1986), la mayor parte de los Las terapias cognitivas han sido especialmente
efectos beneficiosos de la terapia psicológica se pue- útiles al tratar pacientes ansiosos y depresivos. Sin
de atribuir a que ayudan a aumentar las sensaciones embargo, dista de ser clara la contribución de
de autoeficacia del paciente. Esas sensaciones se Bandura a la comprensión de las diferencias indi-
pueden manipular de modo vicario a través del mo- viduales de personalidad en el rango de la «nor-
delado. Sin embargo, no está claro cómo se produce malidad».
ese efecto o cuáles son los mecanismos cognitivos Bandura estudió las relaciones persona-situa-
que actúan en el proceso de cambio. ción, pero en contextos muy concretos y delimitados,
Quizá el modelado informa sobre estrategias de mientras que los modelos factoriales de la persona-
afrontamiento que se pueden almacenar en la me- lidad se centran en el análisis de las relaciones de los
moria, aunque también podría facilitar el acceso rasgos y una variedad de situaciones. La consecuen-
consciente a esa información, aumentando así las cia es que el modelo de Bandura carece de validez
sensaciones de autoeficacia. predictiva en la población general (Eysenck, 1994).
Además, las valoraciones de autoeficacia son ex-
traordinariamente subjetivas y, por tanto, acumulan
Comentario una alta probabilidad de error.
Según L. Pervin (1989), Bandura ignora las
Bandura trató de responder a la pregunta de por facetas motivacionales de la personalidad. La per-
qué se aprende de un determinado modo. La capa- sona se motivaría ante la tensión que produce la
cidad personal para el cambio se asocia a la capaci- discrepancia entre su actuación real y la conducta
dad de aprender de la experiencia. deseada. Por tanto, la motivación sería una variable
Probablemente Bandura no suscribiría la si- dependiente, el resultado de un proceso interactivo,
guiente interpretación, pero por debajo del con- no una variable independiente.

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448 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 15.2
Constructos personales

George Kelly (1955) sugirió que las personas desean predecir el futuro. De hecho, están dispuestas a cambiar su
visión del mundo para mejorar esa predicción. Los científicos establecen hipótesis sobre el mundo porque suponen
que esa estrategia aumentará su capacidad para predecir hechos de relevancia. Si las hipótesis son falsas, se modifi-
carán para mejorar su visión del mundo. En igual medida, las personas legas modifican sus pensamientos sobre los
demás y sobre el mundo que les rodea, hasta alcanzar un grado razonable de validez predictiva.

Figura 15.3.—A las personas les interesa predecir su futuro y se sirven de distintos métodos para lograrlo.

Según Kelly, se podrá concluir que se ha comprendido a una persona al saber cómo construye su mundo. A ese
momento se puede llegar explorando sus constructos personales, es decir, las referencias psicológicas que usa para
darle sentido al mundo.
La personalidad de un individuo se caracterizaría por sus constructos personales y el Rep Test permitiría explorar
esos constructos, cuyas modalidades pueden ser muy diversas.
El Rep Test requiere enumerar roles vitales: por ejemplo, Padre, Amigo y Profesor. El individuo debe seleccionar
personas que representen los roles enumerados.
Una vez completada esa primera tarea, se seleccionan tres de las personas señaladas y se pide indicar en qué as-
pecto dos de las tres personas son distintas. Por ejemplo:

«Mi padre y mi amigo Carlos son tolerantes, mientras que mi profesor favorito es rígido».

Eso conduce a la conclusión de que tolerante-rígido es un constructo, así como que tolerante se sitúa en el polo
de similitud, mientras que rígido se ubica en el polo de contraste.
Esa asignación se repite varias veces hasta identificar los constructos personales del individuo.
Los resultados del Rep Test suelen indicar que hay constructos más y menos relevantes organizados jerárquica-
mente. Los superordinados (por ejemplo, bueno-malo) se sitúan en la cima de la jerarquía e incluyen otros construc-
tos subordinados como «gusto por los deportes» o «atracción por las vacaciones». Se trata, por tanto, de diseñar
una especie de modelo factorial individualizado.
Esa información se basa en las valoraciones personales del individuo y se ha usado especialmente en psicología
clínica, aunque también ayuda a explorar individuos «normales» para averiguar, por ejemplo, el grado de comple-
jidad o simplicidad cognitiva que caracteriza a la persona.
El sistema de constructos personales determinará el tipo de respuestas ante, por ejemplo, situaciones de amenaza. To-
bacyk y Downs (1986) estudiaron las diferencias individuales en ese tipo de situaciones analizando las respuestas de
estudiantes de música que se examinarían ante un tribunal. Se les pidió que valorasen su habilidad en dos condiciones:

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Personalidad y procesos / 449

CUADRO 15.2 (continuación)

— Valoración general de su destreza musical.


— Valoración según cuarenta constructos personales al aventurar una mala actuación ante el tribunal.

La hipótesis fue que la situación de examen sería más amenazante para los estudiantes cuyo fracaso supondría
un mayor cambio en su estructura de constructos personales. Así fue: los clasificados en ese grupo de alto riesgo
mostraron mayor ansiedad a medida que se acercaba la fecha del examen.
Kelly (1964) propuso que las deficiencias en el sistema de constructos personales suelen relacionarse con la con-
ducta atípica. Un individuo puede presentar problemas si sus constructos personales son muy permeables o excesi-
vamente impermeables, así como si son muy restrictivos o demasiado amplios. La restricción se produce cuando los
constructos son estrechos, lo que complica la búsqueda de inconsistencias. Los constructos de márgenes estrechos
caracterizan a las personas depresivas. La excesiva amplitud desborda los constructos personales y es propio de los
maniacos.
La terapia de Kelly se basa en producir cambios en el sistema de constructos personales. Se busca ayudar al indi-
viduo al realizar predicciones del futuro para que sean más satisfactorias, de modo que mejore su adaptación al
ambiente.
¿Cómo se puede aumentar la probabilidad de que el cambio sea útil?

— Cuando el terapeuta crea un ambiente distendido y tolerante que contribuye a implantar nuevos constructos
personales, sin que el individuo se sienta amenazado.
— Cuando el terapeuta apoya los nuevos constructos que el individuo considera relevantes.
— Cuando el individuo se esfuerza por resolver situaciones novedosas.

Kelly usó varias técnicas terapéuticas, pero quizá la más empleada es la terapia del rol-fijo.
El terapeuta debe usar su conocimiento sobre el individuo para describir a una nueva persona y este debe esfor-
zarse por actuar como lo haría esa nueva persona. A medida que interpreta el papel deberían producirse cambios
visibles en sus constructos personales.
Los modelos cognitivos de la personalidad contribuyen a identificar los mecanismos mentales, dinámicos, de los
individuos. Pueden orientar los tratamientos psicológicos dirigidos a modificar la dinámica cognitiva, y, por ende,
las dimensiones personales que se expresan en distintas situaciones y ocasiones vitales para la persona.

4. ESTILOS COGNITIVOS pensar y, más en concreto, de qué manera se percibe,


se recuerda y se piensa. El elemento crucial no es la
Los estilos cognitivos son un clásico en la Psico- eficacia con la que se percibe, se recuerda o se pien-
logía diferencial. Un estilo cognitivo es una tenden- sa, sino cómo se percibe, se recuerda o se piensa
cia psicológica en la que se combinan elementos (Minton y Schneider, 1985). Representan estrategias
«fríos» y «cálidos», suponiendo la actuación coor- generales de registro de información y de actuación,
dinada de las capacidades intelectuales y de la per- y, por tanto, el interés se centra en la mecánica
sonalidad en sentido estricto. cognitiva de las personas caracterizadas por un de-
Son dimensiones psicológicas muy generales en terminado estilo.
las que se distinguen los individuos. Una persona Hay una gran cantidad de estilos cognitivos
puede expresar un estilo reflexivo, mientras que otra —complejidad cognitiva, amplitud de categorización,
puede ser impulsiva. La primera sopesará cuidado- diferenciación conceptual, estilos conceptuales, nive-
samente las posibles alternativas antes de actuar, lamiento-agudización, etc.—, pero es inusual encon-
mientras que la segunda actuará a las primeras de trar una robusta conceptualización de los estilos cog-
cambio, sin pensarlo dos veces. nitivos (Quiroga, 1997). Quizá sean tres los más
Los estilos cognitivos se refieren a las diferencias estudiados: dependencia-independencia de campo,
individuales en los modos de percibir, recordar y reflexividad-impulsividad y sistemas conceptuales.

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450 / Manual de psicología diferencial

Dependencia-independencia de campo (DIC): — Las personas independientes no son más in-


diferenciación psicológica teligentes.
— Las personas independientes son más vulne-
Quizá el principal representante de la investiga- rables a los delirios, la paranoia, la neurosis
ción sobre la DIC fue Herman Witkin. o la esquizofrenia.
Esa dimensión se identificó en estudios percep- — Las personas dependientes son más vulne-
tivos en los que debían ignorarse señales engañosas, rables al alcoholismo, la obesidad o el asma.
tanto propioceptivas como situacionales. Un ejem-
plo consiste en solicitar recuperar la posición verti- Tanto los hábitos de crianza como determinadas
cal sentado en una silla móvil anclada a una habi- hormonas influyen en las diferencias individuales
tación también móvil (figura 15.4). observadas en la DIC. Es una dimensión estable, y,
Un resumen de los resultados encontrados du- por tanto, permite predecir la conducta en distintas
rante más de cuatro décadas de investigación se pue- situaciones.
de encontrar en la obra de H. Witkin y D. Goode-
nough (1981).
La DIC se basa en la habilidad para actuar de un
modo diferenciado del ambiente, es decir, discrimi- Reflexividad-impulsividad
nando percepciones internas y externas. Las siguien-
tes son algunas de las evidencias más sobresalientes: Supone la tendencia a tomar decisiones más rá-
pida o más lentamente.
— Los varones son, en promedio, más indepen- Las personas reflexivas son más conservadoras
dientes de campo que las mujeres. que las impulsivas. El reflexivo considera cuidadosa
— La independencia de campo aumenta hasta y analíticamente las distintas alternativas disponi-
los 15 años de edad, se estabiliza a partir de bles, mientras que el impulsivo se deja influir con
entonces y en la vejez disminuye de modo sig- facilidad por la apariencia de alguna de las alterna-
nificativo. tivas (Kagan, 1965). Por tanto, las diferencias indi-

Figura 15.4.—Izquierda: Un test clásico de dependencia-independencia de campo (DIC). La persona está sentada en una silla
móvil dentro de una habitación móvil y su tarea consiste en encontrar la posición vertical ignorando las señales engañosas
propias y del entorno. Derecha: una versión del test para el siglo xxi basada en la inmersión en un ambiente de realidad virtual.
La forma puede cambiar manteniendo el fondo.

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Personalidad y procesos / 451

viduales en ese estilo se valoran presentando distin- — Independizarse de las opiniones de los demás
tas alternativas a las que se debe responder. para seguir el propio camino.
No hay consenso sobre si la dimensión es propia-
mente un estilo cognitivo o un rasgo temperamental. Los sistemas conceptuales y la complejidad
Recuérdese que la impulsividad es una faceta del psi- cognitiva están relacionados con la inteligencia.
coticismo en el modelo factorial de Eysenck. Evaluar apropiadamente los sistemas conceptuales
requiere, por tanto, controlar las diferencias indivi-
Sistemas conceptuales duales de inteligencia.

Los mecanismos cognitivos son serios candida-


tos conceptuales cuando se trata de explicar las tran- Comentario
sacciones del individuo con su ambiente. El modo
en el que se interpreta la situación determina en El intento de organizar el área de los estilos cog-
buena medida la actuación. Las diferencias indivi- nitivos no tuvo demasiado éxito (Quiroga, 1994).
duales en los sistemas conceptuales que se usan para La idea de coordinar los elementos fríos y cáli-
interpretar las situaciones varían en una dimensión dos de la personalidad puede ser interesante. Sin
que va de lo abstracto a lo concreto. embargo, tanto el modo de evaluar los estilos cog-
Una persona con tendencia a la abstracción dis- nitivos como las concepciones teóricas resultan en
criminará eficientemente los elementos de la situa- una sustantiva confusión.
ción, y, por tanto, tomará decisiones sopesadas. Aun Además, se puede discutir qué se gana en la
así, se observa una graduación continua entre el práctica al combinar en el mismo concepto los ele-
funcionamiento concreto y abstracto: mentos cognitivos y no cognitivos de la personali-
dad. A la hora de planificar una intervención psico-
— Guiarse por las condiciones establecidas. lógica se requiere información concreta. Si se ha
— Rebelarse contra las condiciones estableci- llegado a la consecuencia de que la persona es muy
das. dependiente de su entorno, ¿sobre qué variables en
— Manipular a personas que se saben depen- concreto se debería actuar para modificar la posi-
dientes. ción de la persona en esa dimensión?

Figura 15.5.—El pensador de Rodin representa la esencia de la reflexividad. El personaje cinematográfico de Audrey, interpre-
tado por Melanie Griffith, en el largometraje Something Wild, presenta los síntomas del individuo impulsivo en estado puro.

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452 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 15.3
Controles cognitivos

Los controles cognitivos son un tipo de estilo cognitivo que integra distintos componentes de la personalidad.
Sebastiano Santostéfano (1990) estudió su desarrollo evolutivo, diseñando test de evaluación y programas de inter-
vención. La mayor parte de la investigación se hizo con niños y adolescentes.
Probablemente, los controles cognitivos son los estilos más operativos, más prácticos.
La investigación identificó cinco controles cognitivos (Quiroga, 1997):

1. Regulación del tempo motor y del yo corporal: ¿cómo se utilizan imágenes y símbolos para presentar y regu-
lar el propio cuerpo?
  La inmadurez supone un yo corporal global y una motricidad poco modulada, mientras que la madurez
supone un yo corporal diferenciado y una motricidad modulada.
2. Atención focal: ¿cómo se inspecciona un campo de información?
  La inmadurez supone una inspección pasiva y restringida, mientras que la madurez supone una inspección
activa y extensa.
3. Articulación de campo: ¿cómo se actúa en un campo de información con estímulos relevantes e irrelevantes?
  La inmadurez supone el registro de toda la información, mientras que la madurez supone un registro se-
lectivo de la información.
4. Nivelamiento-agudización: ¿cómo se construyen imágenes de información que cambian o permanecen estables?
La inmadurez supone una memoria global volátil, mientras que la madurez supone una memoria articulada
estable.
5. Equivalencia de rango: ¿cómo se categoriza la información?
  La inmadurez supone usar pocas categorías globales, mientras que la madurez supone usar muchas cate-
gorías diferenciadas.

Se debe calcular el nivel adaptativo de cada control cognitivo, considerando la edad y el desarrollo evolutivo del
niño, sus expectativas y estados internos, así como sus condiciones ambientales. La organización de los cinco con-
troles cognitivos produce el estilo cognitivo individual.
Cada control cognitivo se mide con estímulos neutros y con estímulos emocionales. Los test son:

— Regulación del tempo motor y el yo corporal: Test de la regulación del tempo y el esquema corporal.
 Ejemplo: Se pide adoptar distintas posturas corporales imitando al terapeuta y expresar qué le sugieren en
cada caso. Cada respuesta se puntúa según el grado de diferenciación, su cercanía o lejanía de la postura ori-
ginal, y su estatismo o dinamismo.
— Atención focal: Test de despliegue atencional.
 jemplo: Se presentan figuras para que se marquen solo círculos y cruces, mientras se ignora el resto de las
E
figuras. Se registra el recorrido por la serie de figuras.
— Articulación de campo: Test de distracción de frutas.
E jemplo: Se debe leer, tan deprisa como se pueda, los colores de una serie de frutas impresas. La tarea varía
en grado de complejidad, desde colores aislados hasta frutas cuyo color no es el natural.
— Nivelamiento-agudización: Test de la casa.
E  jemplo: Se presentan hasta 60 láminas de una misma escena en la que se van produciendo ligeras modifica-
ciones. Se trata de averiguar cuándo el individuo se da cuenta de que ha habido cambios.
— Equivalencia de rango: Test de clasificación de objetos.
E  jemplo: Se presenta una serie de objetos que se deben agrupar como se estime oportuno. La tarea se va com-
plicando paulatinamente y se pregunta sobre las agrupaciones realizadas.

¿Cuándo se alteran los controles cognitivos?

— Cuando se procesa la información de una situación familiar de una manera inmadura o hípermadura según
alguno de los cinco controles cognitivos.
— Cuando se es poco flexible al procesar la información de una situación novedosa.

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Personalidad y procesos / 453

CUADRO 15.3 (continuación)

La alteración de los controles cognitivos suele producirse en la interacción del niño con los adultos. Se producen
errores interactivos que promueven la psicopatología y que deben repararse a través de la terapia si no remiten es-
pontáneamente.
La patología en la coordinación cognitiva resulta de la discordancia entre distintos controles cognitivos, es decir,
se produce cuando se actúa de un modo inmaduro o hipermaduro. La coordinación patológica se aprecia en los
lapsus cognitivos y en las acciones del individuo al resolver los test de la batería de controles cognitivos.
El mapa que se puede diseñar a partir de los controles cognitivos ayuda a situar, entre otros, los trastornos de
aprendizaje y los problemas de adaptación, las perturbaciones emocionales, las lesiones cerebrales y los trastornos
antisociales.
Una virtud de los controles cognitivos es que evitan el uso del lenguaje en bastantes test. La idea es que los niños
se expresan mejor a través de la acción que del lenguaje. Los significados que se debe descubrir son más visibles en
las acciones del niño.
Además, es importante conocer las condiciones ambientales del niño, puesto que su estilo cognitivo individual
puede estar desviado de su grupo de edad, pero puede ser adaptativo en sus circunstancias personales.
Desde el enfoque de los controles cognitivos se debe estudiar:

— Los distintos controles cognitivos, para saber si existe una actuación disonante.
— Los significados personales que usa el niño.
— La coordinación cognitiva de la que se muestra capaz el niño.

Los resultados de los test permiten diseñar la intervención, cuyo objetivo es cambiar el estilo de coordinación
cognitiva del niño. Las terapias que se puedan diseñar girarán alrededor de cuatro parámetros:

1. Simplicidad-complejidad. La terapia comienza con tareas sencillas para que el niño tenga éxito, aumentando
poco a poco el nivel de dificultad.
2. Acciones físicas-acciones mentales. La terapia empieza con acciones físicas para subordinarlas posteriormen-
te a los pensamientos.
3. Retraso de las respuestas. Las tareas iniciales exigirán una respuesta inmediata, pero poco a poco se debe
pedir al niño que piense antes de actuar.
4. Valoración de las respuestas. Aunque al principio ni el niño ni el terapeuta valoren las respuestas, deberán
hacerse valoraciones progresivamente.

En resumen, los controles cognitivos permiten diseñar medidas y técnicas de intervención psicológica a partir de
un modelo en el que se integran los componentes cognitivos y emocionales de la personalidad.

Quizá fuese más eficiente guiarse por las dimen- emocional? ¿Cómo se puede interpretar la interac-
siones identificadas en los modelos factoriales de la ción cognición-emoción?
personalidad para orientar esa intervención. En el
caso de los modelos cognitivos, supondría explorar,
por ejemplo, los mecanismos mentales que acompa- 5. MODELO DE W. MISCHEL E Y. SHODA
ñan a una persona introvertida frente a una persona
extravertida, huyendo de conceptos científicos de El modelo cognitivo-afectivo de Mischel y Sho-
controvertido rigor metodológico. da (1995) describe la personalidad como un sistema
Los estilos cognitivos corresponden a conceptos estable que influye en cómo se selecciona, construye
demasiados globales, y la combinación cognición- y procesa mentalmente la información social y en
emoción en la que se basan suele producir confusión cómo se actúa. Ese sistema explicaría las cualidades
a la hora de interpretar las diferencias individuales estables de la personalidad, así como las variaciones
observadas. ¿Se deben al componente cognitivo o que se pueden predecir en distintas situaciones.

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454 / Manual de psicología diferencial

El modelo se basa en los datos y modelos de El modelo cognitivo-afectivo pretende capturar


las diferencias individuales sobre el procesamiento las consistencias de la misma persona en distintas
de la información socioemocional. Se asume que situaciones, completando la visión de las diferencias
existen diferencias individuales consistentes en las individuales estables en las propiedades de persona-
características de las situaciones que selecciona ac- lidad globales incluidas en los modelos factoriales.
tivamente el individuo y en las unidades cognitivo- Las características de la situación activan una
afectivas que se activan en respuesta a esas situa- serie de reacciones internas según la experiencia pre-
ciones. via ante esa situación. Las características de la si-
Se pretende mejorar el nivel de precisión de los tuación no están solamente en el ambiente, sino
modelos factoriales de la personalidad basados en también en la mente del individuo. La situación se
descripciones y predicciones globales. Mischel y construye.
Shoda sugieren que existe consistencia y estabilidad Las personas seleccionan a su manera determi-
en unidades de análisis más concretas. Una metáfo- nadas características de la misma situación, varían
ra ilustra su perspectiva: en su modo de codificarlas y categorizarlas cognitiva
y emocionalmente, y en cómo el resultado de esa
«Sin duda es muy útil conocer las tendencias cli- codificación y categorización interactúa con otras
máticas generales, tanto para pronosticar que hará unidades del sistema personal.
más frío y habrá más humedad en el área de Santan- La organización de las cogniciones y de las emo-
der que en el área de Donostia, como para tener datos ciones del sistema tiene que ver con la experiencia
que ayuden a explicar por qué se dan esas diferencias global del individuo, es decir, con su propia historia
regionales en el clima. Sin embargo, si los meteorólo- de aprendizaje social, pero también está influida por
gos se centrasen únicamente en las tendencias climá- su genotipo y sus funciones biológicas.
ticas globales, conocerían los procesos atmosféricos El modelo describe los procesos cognitivos que
responsables de los patrones de cambio climático, se usan para transformar cogniciones y emociones
pero no podrían realizar pronósticos más concretos y en patrones de acción social significativos y estables
precisos.»

Consideremos las diferencias que separan a


Paco de Ricardo.
Según los modelos factoriales de la personali-
dad, las diferencias de Paco y de Ricardo en varias
situaciones y ocasiones (al actuar inesperadamente)
se consideran «error» y se promedian para calcular
su respectivo nivel en los factores de la personalidad
usados para describir a las personas en general.
La pregunta que se respondería a partir de los
modelos factoriales sería, por ejemplo: ¿es Paco más
agresivo que Ricardo?
Esa pregunta es importante, y quizá la primera
que debería responderse, pero solo es el comienzo
del estudio de la consistencia de la personalidad.
Sería imprudente dar por terminado el estudio al
responder esa pregunta e ignorar la pregunta de por Figura 15.6.—La percepción subjetiva de la situación es re-
qué Paco y Ricardo no siempre actúan según lo es- levante. Imaginemos que un compañero de trabajo le coloca
perado por su nivel de agresividad. Es necesario ave- una mano en el hombro a su colega cuando esta le reclama
riguar si hay relaciones entre las conductas y las para compartir una información de la pantalla de su ordena-
dor. El acto puede ser un simple gesto de proximidad, de
situaciones que puedan caracterizar las diferencias complicidad ante un evento laboral compartido que espera-
individuales en la organización del comportamiento ban ansiosamente, pero la mujer puede interpretar que ese
social expresado en la vida cotidiana. acto significa algo más. La conducta puede ser polisémica.

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Personalidad y procesos / 455

ante determinadas situaciones. El modelo considera Las unidades están conectadas en la mente de la
tanto las consistencias globales como las más con- persona de un modo consistente y característico de
cretas. ella. Las unidades se vinculan también entre sí.
Las segundas se expresan a modo de reglas Supongamos, por ejemplo, que mientras Pedro
Si → Entonces. Si está presente la característica de espera unos análisis médicos, observa características
la situación X, entonces se actúa de la manera Y. de la situación que le llevan a concluir que está ante
Las consistencias específicas se pueden expresar, por una situación de amenaza. Eso aumenta su nivel de
tanto, a través de sistemas de producción compues- ansiedad, y ese incremento promueve la identifica-
tos por reglas Si → Entonces. ción de más características similares, y, por tanto,
Los procesos psicológicos que pueden explicar refuerza la sospecha.
las diferencias individuales se corresponden con Imaginemos que Gabriel se irrita cuando piensa
cinco tipos de variables personales relativamente que ha sido ignorado, mientras que Julia se siente
estables: realizada cuando la dejan a su aire. Supongamos,
además, que en las tertulias familiares rara vez se
1. Las codificaciones o categorías de la perso- inicia una conversación, mientras que en las tertu-
na sobre sí misma, la gente, los sucesos y las lias con los amigos la gente conversa sin parar sobre
situaciones. los más variados temas. Gabriel se sentirá irritado
2. Las expectativas y creencias sobre el mundo en las tertulias familiares, pero no en las tertulias
social, sobre el resultado de la conducta en con los amigos. Julia dispondrá de reglas Si → En-
ciertas situaciones y sobre la autoeficacia. tonces completamente distintas a las de Gabriel, sin-
3. Los afectos, es decir, sensaciones, emocio- tiéndose irritada en las tertulias con los amigos, pero
nes y respuestas afectivas. no en las familiares.
4. Metas y valores, es decir, resultados desea- Ese tipo de afectos activan otro tipo de cogni-
bles y sus estados afectivos, resultados aver- ciones y emociones en cada situación, siguiendo las
sivos y sus estados afectivos, así como me- rutas de activación propias de Gabriel y de Julia.
tas, valores y proyectos de vida. Esas diferencias individuales son resultado de los
5. Competencias y planes autorregulatorios, significados asociados a las distintas características
es decir, conductas posibles y guiones que de la situación, de modo que aunque Gabriel y Ju-
la persona puede poner en práctica, así lia sean igualmente irritables en promedio, sus con-
como planes y estrategias para organizar la ductas serán distintas dependiendo de sus reglas
acción e influir en los resultados, tanto de Si → Entonces.
la conducta como de los estados internos. El modelo cognitivo-afectivo busca explicar la
consistencia de la persona evitando promediar sus
Esas variables se relacionan de un modo diná- acciones y estudiando sus cambios de conducta en
mico, y la gestión de esas relaciones constituye la distintas situaciones y ocasiones. Los rasgos de la
esencia de la personalidad. personalidad dependerán de la estructura de proce-
Las personas difieren de modo consistente en samiento cognitivo-afectivo que genera la dinámica
la accesibilidad, o en los niveles de activación, de del procesamiento.
sus representaciones mentales. Un individuo puede La estructura de procesamiento del rasgo con-
acceder con facilidad a su rol de padre, pero el ac- siste en una serie de cogniciones, afectos y estrate-
ceso a otro tipo de rol puede ser más complicado gias de conducta en una organización de relaciones
(por ejemplo, su rol de amante). Algunas personas que guía y restringe su activación. La dinámica de
serán vulnerables a los estados de depresión, mien- procesamiento del rasgo se refiere a los patrones y
tras que otras serán vulnerables a las emociones secuencias de activación de las unidades personales
negativas: «las diferencias individuales en los nive- que se generan cuando la persona está en, o cons-
les crónicos de activación de las cogniciones y las truye, una situación a partir de sus características.
emociones son básicas para las teorías sociocogni- El reto es comprender cuándo y por qué se activan,
tivas de la personalidad, y nuestro modelo comien- de un modo predecible, cogniciones y emociones de-
za por ese hecho». pendiendo de las características de las situaciones.

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456 / Manual de psicología diferencial

Características psicológicas Sistema cognitivo-afectivo


Reglas «Si → Entonces»
de las situaciones de la personalidad

Resultado
de la conducta
Valoraciones
Historia sociocognitiva del observador
Historia biológica
de aprendizaje

Genoma Cultura y sociedad


Relación presente
Relación durante
Historia individual el desarrollo

Figura 15.7.—Una representación del modelo cognitivo-afectivo de la personalidad de Mischel y Shoda (1995).

En las unidades de la personalidad no solo in- ción en distintas situaciones, incluso aunque el sis-
fluyen las experiencias socioambientales, sino tam- tema no se altere en absoluto.
bién las diferencias en el genoma. Por ejemplo, las Durante el desarrollo, la organización de las re-
diferencias temperamentales en nivel de actividad, laciones entre las unidades cognitivo-afectivas es se-
irritabilidad, tensión o emocionalidad —presentes ñal de la historia sociocognitiva de aprendizaje en
desde el momento del nacimiento— se relacionan interacción con su historia biológica, es decir, con los
con el procesamiento atencional y emocional. El factores genéticos, bioquímicos y temperamentales.
modelo de Mischel y Shoda predice que las diferen- El sistema cognitivo-afectivo se activa a partir
cias individuales genéticas y socioambientales tem- de las características psicológicas de la situación,
pranas influyen en los rasgos y en las unidades de la aunque, en parte, está siempre activado por la co-
personalidad gobernadas por las reglas Si → Enton- municación permanente que existe entre sus unida-
ces. des, como, por ejemplo, al hacer planes, diseñar ac-
La mayor parte de la investigación sobre las di- ciones, fantasear, soñar o rumiar ideas.
ferencias de personalidad ha estudiado las cualida- Los rasgos personales se caracterizan por la es-
des estables que actúan en varias situaciones y oca- tructura estable en la que se organizan las unidades
siones y que pueden caracterizar al individuo en cognitivo-afectivas del sistema de personalidad. Esa
términos generales. Sin embargo, otros estudios se estructura guía y restringe la activación de las cog-
centran en la pregunta de cómo funciona la persona, niciones y emociones específicas, así como las con-
analizando los procesos psicológicos que subyacen ductas en respuesta a una situación.
a las diferencias individuales. El modelo de Mischel
y Shoda integra las dos preguntas: cuál es la estruc-
tura y la dinámica de la personalidad. 6. APLICACIONES
En resumen, a partir del procesamiento de la
información social el sistema genera características, La naturaleza de los modelos cognitivos de la
patrones predecibles de variación y planes de actua- personalidad es escurridiza, y, por tanto, sus aplica-

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Personalidad y procesos / 457

ciones también. Se exponen tres aplicaciones poten- a través del tiempo, pero eso no significa que el ras-
cialmente asociadas a esos modelos cognitivos. En go que se valora se haya modificado: quienes eran
primer lugar, se explora la relevancia práctica del más inteligentes al comienzo, siguen siéndolo des-
«Grit», es decir, la perseverancia para alcanzar de- pués del período de práctica, y al revés.
terminadas metas a largo plazo. Posteriormente se Una cosa es la ejecución observable y otra el
discute la pertinencia de un movimiento conocido rasgo inobservable, latente, que se valora.
como psicología positiva (PP) para promover la fe- Duckworth et al. (2011) reconocieron que sus
licidad de los individuos. Finalmente, se describen y resultados no permitían separar el efecto de la prác-
discuten una serie de resultados sobre el concepto tica del supuesto efecto del incentivo.
«autocontrol», dada su relación demostrada con Para evaluar las diferencias individuales de mo-
una serie de variables socialmente relevantes, como tivación se eligieron 15 minutos de vídeo en los que
los hábitos que promueven la salud o los problemas se muestreaba el comportamiento de los participan-
financieros. tes. A partir de las escenas, una serie de evaluadores
decidían si estaban más o menos motivados al com-
pletar un test de inteligencia.
6.1. «Grit» y personalidad La figura 15.8 muestra los resultados del estu-
dio. Se observa que la inteligencia predice el logro
En 2011 se publicó un artículo en el diario El académico con un valor de 0,82, mientras que la
Mundo titulado «Los test de inteligencia no predicen motivación presenta un valor de 0,34.
el éxito de una persona». El periodista se hizo eco El efecto de la motivación sobre el rendimien-
de un artículo publicado en PNAS y encabezado por to en los test de inteligencia ha sido extensamente
Angela Duckworth, discípula de Martin Seligman estudiado durante décadas por la psicología dife-
(Duckworth et al., 2011). rencial. De hecho, se sabe que los individuos más
Su mensaje fue que los rasgos de la personalidad inteligentes no resuelven problemas complejos in-
asociados a la motivación son más relevantes que virtiendo mayores dosis de motivación, cuando esa
los rasgos cognitivos capturados por los test de in- motivación se valora mediante indicadores objeti-
teligencia. vos como la dilatación de la pupila. Las señales
La evidencia considerada por ese artículo en el fisiológicas de activación, registradas durante las
que se basaba el periodista era, no obstante, débil. sesiones de evaluación, no muestran, en realidad,
De hecho, los propios autores confesaban: «Es im- el más mínimo efecto de los incentivos (Jensen,
portante no sobredimensionar nuestras conclusio- 1998).
nes. Obtener una alta puntuación en un test de CI Aun así, Duckworth siguió adelante con la idea
exige poseer una alta inteligencia. Sin embargo, una de que los rasgos motivacionales debían poseer una
baja puntuación puede confundirse con una escasa extraordinaria relevancia para entender el rendi-
motivación». miento cognitivo de los individuos. Con el objetivo
Los resultados de la investigación de la que se de darle un tinte novedoso a lo que tenía en mente,
informaba en ese artículo parecían demostrar que se inventó un nuevo término —Grit— y publicó un
los incentivos, las recompensas (por ejemplo, mone- libro de bastante éxito (Duckworth, 2016).
tarias), aumentan el rendimiento intelectual en casi El Grit se define por la perseverancia y la pa-
15 puntos de CI para quienes presentan, de entrada, sión por alcanzar determinadas metas a largo pla-
un CI por debajo de la media de la población. Sin zo, pero se sospecha que es una faceta de la respon-
embargo, esa ganancia era de solamente 3 puntos sabilidad del modelo Big Five, similar a otras
de CI para quienes puntuaban inicialmente por en- facetas de ese rasgo general como perseverancia y
cima de esa media. diligencia. Aunque algunos estudios apoyan la rele-
Medir adecuadamente es importante en ciencia, vancia del Grit para predecir determinados crite-
y la Psicología no es una excepción. Medir inade- rios de la vida real, su contribución es menor (Von
cuadamente posee repercusiones en la práctica. Culin et al., 2014), incluso al considerar muestras
Cuando se evalúa repetidamente a un grupo de poco representativas, cognitivamente selectas, de la
personas, se observa una mejora de su rendimiento población general.

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458 / Manual de psicología diferencial

Test de motivación Registro delictivo


0,92 –0,24
–0,28
Rasgos no 0,29
Empleo
intelectuales
0,29

0,30
0,24 Cantidad
de educación
0,50
0,95 Inteligencia
0,34
Puntuación de CI 0,82 Rendimiento
académico

Figura 15.8.—Relaciones de las variables consideradas en el estudio de Duckworth et al. (2011). Cuando se tiene en cuenta la
asociación de la motivación con la inteligencia, los valores cambian (de izquierda a derecha) de 0,95 a 0,90, de −0,28 a −0,18,
de 0,29 a 0,18, de 0,50 a 0,43 y de 0,82 a 0,74. Por tanto, los valores se reducen en alguna medida, pero no demasiado.

El principal atractivo del concepto de Grit es que néticos y, lo que es más importante, el ambiente fa-
se supone que es más susceptible a la intervención, miliar, o ambiente compartido, no tuvo ninguna
es decir, más maleable que otras variables como la relevancia.
inteligencia o el nivel socioeconómico. La familia, En suma, sean cuales sean los procesos psicoló-
por ejemplo, podría ser educada para que promovie- gicos que pueden estar detrás de las diferencias in-
se el Grit de los niños. dividuales en el Grit:
A pesar de que la maleabilidad del Grit no se ha
demostrado, los Ministerios de Educación de los a) No parecen más susceptibles a la interven-
países anglosajones no han dudado ante la posibi- ción que otras facetas de la personalidad
lidad de incluir en sus agendas programas de inter- como la perseverancia.
vención dirigidos a promover el Grit de los alumnos. b) Apenas contribuyen a las diferencias de ren-
Ante esa tesitura, el equipo que dirige Robert dimiento en la escuela. Conviene ser cauto
Plomin se propuso comprobar la relevancia del Grit antes de aceptar propuestas presuntamente
estudiando una muestra representativa de la pobla- destinadas a revolucionar nuestra compren-
ción. En concreto, se consideraron 4.642 participan- sión de las causas de las diferencias indivi-
tes del TEDS (Twins Early Development Study) en duales.
los que evaluó su Grit (mediante el cuestionario
Grit-S), los rasgos de personalidad del modelo Big 6.2. Psicología positiva (PP)
Five y su rendimiento escolar (Rimfeld et al., 2016).
Según los resultados observados, los rasgos de El profesor Marino Pérez-Álvarez, de la Univer-
personalidad explican el 6  % de las diferencias esco- sidad de Oviedo, expuso en la revista Papeles del
lares, y el Grit añade solo un 0,5 %: «la evidencia Psicólogo (2013) una detallada crítica a la psicología
cuestiona la decisión política de los Ministerios de positiva (PP).
Educación en los Estados Unidos y Reino Unido». Su comentario se basa en la idea de que el énfa-
Además, puesto que el TEDS incluye gemelos sis de esa corriente sobre el beneficio de promover
idénticos y gemelos fraternos, se pudo calcular la las emociones positivas dista de estar justificado por
contribución de los factores genéticos y no genéticos los datos. De hecho, las emociones negativas pueden
a las diferencias observadas en el Grit. Un tercio de ser positivas, mientras que las emociones positivas
esas diferencias correspondieron a los factores ge- pueden ser negativas.

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Personalidad y procesos / 459

El origen de la PP es un movimiento, promovido ciones de algunos de sus representantes destacados


por Martin Seligman a finales de la década de los en nuestro país. El profesor Carmelo Vázquez, por
noventa del siglo pasado, destinado a «normalizar» ejemplo, ha declarado que la meta de la PP es «com-
los trastornos psicológicos. La idea tuvo su interés, prender mejor las condiciones que realmente favo-
pero se ha llegado a extremos tan sorprendentes que recen una vida plena, tanto individual como comu-
hasta los medios de comunicación rechazan, a veces, nitaria». Es, sin duda, un objetivo loable, pero se
su mensaje. puede discutir si el modo que propone la PP para
Ramón Muñoz, por ejemplo, usa el siguiente llegar a esa meta es razonable y, lo que es aún más
ejemplo para explicarle a su lector la esencia de la importante, se encuentra avalado por los datos, por
PP: «Sí, sí, puede que tenga cáncer, pero no interio- la evidencia.
rice lo que le está pasando como una desgracia, sino Laura Tardón se hizo eco de un estudio hecho
como un desafío» («Optimistas a la fuerza, pase lo con niños de entre 5 y 10 años en el que se observó
que pase», El País, 17 de julio de 2011). que perciben que ser optimista es mejor para sus
En esa misma tendencia escéptica, Barbara Ehr- vidas. Los padres serían esenciales para modelar la
enreich escribió Sonríe o muere (2009), obra en la positividad infantil. Tardón ignora, no obstante, que
que denunciaba lo que ella consideró acoso psicoló- —salvo contadas excepciones— los padres son irre-
gico, sufrido, por ejemplo, por los ciudadanos en levantes para modelar la personalidad adulta de sus
paro laboral. Según Ehrenreich, a esas personas se niños (Harris, 2006).
las prohíbe observar el fenómeno desde un ángulo El razonamiento es: los niños se percatan de que
neutral o negativo. Que no tengan trabajo «es un los adultos con un pensamiento positivo se sienten
reto, un motivo para crecer». mejor, y, por tanto, siguen esa estrategia. Tardón
Ya no existen las desgracias, sino las oportuni- asume que «se aprende lo que se ve», que los padres
dades. influyen crucialmente en sus niños. Un padre posi-
Como señala Muñoz, existe una zona interme- tivo será beneficioso para el desarrollo saludable de
dia entre el optimismo desmesurado y la depresión los niños, pero se sabe que no es así una vez se con-
irreversible. Sigue siendo posible ser realista. trola el parentesco genético.
Algunos medios han amplificado el éxtasis de Pérez-Álvarez —en su artículo publicado en una
quienes suscriben, sin reservas, la ola del optimismo. revista del COP, lo que habla favorablemente de esa
Pero son legión también los científicos de la conduc- asociación profesional— denuncia que la PP pro-
ta que rechazan apoyar las premisas en las que, su- mueva que los individuos tengan sentimientos de
puestamente, se basa la PP para desechar los efectos culpabilidad por no sentirse bien. Pero cuando «las
negativos de desgracias objetivas como el paro, la cosas no van bien, emociones negativas como el en-
enfermedad, el desamor, la depresión o la discapa- fado, la indignación, la tristeza, el temor o la preo-
cidad. cupación pueden ser positivas».
Una desgracia es una desgracia y el profesional Señala ocho efectos positivos de la tristeza (me-
de la conducta humana debería admitir que no to- jora la memoria, promueve valoraciones más preci-
dos los individuos se encuentran en la misma dispo- sas, reduce el nivel de credulidad, atenúa la fuerza
sición para enfrentarse a ella. Las diferencias indi- de los estereotipos, mejora la motivación, estimula
viduales de personalidad deben considerarse al las relaciones personales, aumenta los niveles de jus-
intentar superar esa clase de coyunturas vitales. ticia y mejora la persuasión) y destapa el negocio
Carecer de empleo o enfrentarse al fallecimiento organizado alrededor de los libros de autoayuda di-
de un ser querido porque un conductor suicida co- rigidos a que la gente alcance la felicidad a través de
lisionó con su vehículo al regresar de una fiesta, son la positividad.
hechos negativos. Y es natural ningunear a quien se La evidencia en la que se basa ese movimiento
afana en convencer a los afectados de que esos su- es verdaderamente endeble:
cesos son oportunidades para superarse y alcanzar
la felicidad, no motivos de consternación y duelo. — Los ejercicios destinados a promover esa po-
El Colegio Oficial de Psicólogos (COP) promue- sitividad poseen el mismo efecto que un pla-
ve ese discutido movimiento y amplifica las declara- cebo.

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460 / Manual de psicología diferencial

— La validez de constructo es irrelevante. A menudo se emplean indicadores inapropiados,


— No se aprecian hallazgos realmente nove- olvidándose de preguntarse sobre si lo que miden es
dosos. lo que realmente se desea valorar, es decir, si poseen
validez. Esa ceguera conduce a acciones que yerran
Algo que subraya Pérez-Álvarez es que «un me- el blanco.
jor objetivo que la felicidad podría ser una vida sig- Usa algunos ejemplos, como la reducción de los
nificativa, con sentido y valiosa», perspectiva que límites de velocidad en las carreteras o el acoso a los
resulta coherente con la tesis del sociólogo nortea- fumadores. Escribe que «se puede pensar fácilmen-
mericano Charles Murray sobre la felicidad. te en medidas para salvar vidas, pero que también
En su obra In pursuit of happiness and good go- son totalitarias». El único modo de salir de esa
vernment (1988), Charles Murray sostuvo que se trampa es aceptar que la medida adecuada es el in-
debe devolver a los ciudadanos las responsabilida- dividuo, no los grupos. Los programas sociales de-
des que no debería haber asumido el Estado. Sus- ben orientarse al primero, no a lo segundos.
traérselas supone impedirles usar los medios para Uno de los programas sociales que Murray discu-
que puedan alcanzar una felicidad plena: «el propó- te es el de la educación. Repasa los sucesivos fracasos
sito de cualquier gobierno es facilitar a sus ciudada- de las reformas educativas, incluyendo el aumento de
nos la persecución de la felicidad». los salarios de los profesores. Argumenta que la si-
Ese proceso de facilitación conlleva una serie de tuación mejoraría si se les diese a los padres mayor
condiciones, «un marco de referencia dentro del que capacidad de decisión. Y los profesores harían un
la gente —toda la gente, independientemente de su mejor trabajo si se les diese una mayor autonomía.
temperamento y de su talento— puede buscar la fe- Debería usarse con más frecuencia la tendencia na-
licidad». Tales condiciones son los recursos materia- tural de los individuos a hacer lo debido, lo que es
les, la seguridad, el respeto por uno mismo y el dis- correcto. Cuando hay que rendirle cuentas a un ente
frute. abstracto (el Estado), lo natural se deforma. La in-
Argumenta Murray que es innecesario disponer geniería social está abocada al fracaso. Enseñar
de muchos recursos materiales para ser feliz, que un como es debido exige improvisar para adaptarse a
sistema legislativo demasiado complejo equivale a ca- la extraordinaria variabilidad del aula. Confiar en
recer de verdaderas leyes que protejan a los ciudada- la gente es fundamental.
nos, que el respeto por uno mismo debe ganarse a El Estado debe facilitar que los individuos pue-
través de las propias acciones, aceptando las respon- dan asociarse en grupos relacionados con el trabajo,
sabilidades usuales cuando se forma parte de una co- la familia y la comunidad. Es en esos grupos en los
munidad humana (debe existir un equilibrio entre lo que pueden promoverse verdaderamente las condi-
que se da y lo que se toma), que la sociedad debe ciones que facilitan la persecución de la felicidad.
aceptar que la gente es responsable de sus actos, y que Esa felicidad es imposible si se le sustrae al ciuda-
el disfrute debe coordinarse con los retos (habilidades dano las responsabilidades que legítimamente le co-
bajas deben asociarse a retos leves, mientras que rresponden. Un ejemplo es la tendencia a donar
habilidades altas deben vincularse a retos elevados). voluntariamente dinero para obras de beneficencia
Los representantes públicos propenden, de modo en los Estados Unidos. Cuando el Estado fue asu-
natural, a crear facciones, y estas atentan contra la miendo esa función, se redujeron sustancialmente
libertad del ciudadano. Por eso, según él, la clave del las donaciones privadas, perdiéndose, globalmente,
éxito está en descentralizar: «Las soluciones centra- más de 20.000 millones de dólares para realizar las
lizadas restringen, mediante leyes, las diferencias in- mismas acciones caritativas.
dividuales, usando como medida de su éxito el nivel Murray subraya que «el ciudadano privilegiado
de acatamiento de esas leyes. Así resulta imposible no es quien tiene más dinero, sino quien posee dones
liberar a los humanos para que expresen su poten- como la capacidad natural, la curiosidad y los inte-
cial. Así no se alimenta el alma humana». reses materializados a través de la educación —así
¿Cuáles son los indicadores que deben usarse como el dinero suficiente para ponerlo en prácti-
para valorar el grado en el que se logran las condi- ca—. Un sistema basado en el supuesto de que las
ciones que facilitan la persecución de la felicidad? únicas vidas exitosas son las visiblemente brillantes

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Personalidad y procesos / 461

condena a la desgracia a la mayor parte de la pobla- para las políticas dirigidas a mejorar la salud física
ción. Por tanto, debemos responder a la pregunta y económica de la población, así como para reducir
de cómo lograr una sociedad en la que todo el mun- la criminalidad.
do, sin importar cuáles sean sus dones, pueda llegar Terry Moffitt et al. (2011) consideraron a los
a los 70 años de edad, mirar hacia atrás, y concluir miembros del Estudio Longitudinal Dunedin y ob-
que ha tenido una vida feliz, repleta de satisfaccio- servaron que el autocontrol —valorado en la infan-
nes profundas y justificadas». cia— predice la salud física, el uso de sustancias, el
Admite que su perspectiva es elitista, porque al- nivel económico y la conducta delictiva años después.
gunos ciudadanos tienen más opciones, pero no me- El autocontrol se valoró —mediante observa-
jores, para alcanzar la felicidad. El Estado debe afa- ción por parte de los investigadores, profesores, pa-
narse en facilitar que la gente pueda estructurar su dres y los propios niños— a los 3, 5, 7, 9 y 11 años
vida según sus propios criterios: «las millones de de edad. Una de las primeras observaciones fue que
microtransacciones que exigen los detallados pro- los niños con mayor autocontrol provenían de fami-
gramas de ingeniería social superan la comprensión lias socioeconómicamente aventajadas (r = 0,25) y
y el control de sus creadores; además, el impacto tenían un mayor nivel intelectual (r = 0,44).
agregado del programa, especialmente a largo plazo, Un peor autocontrol podría explicarse, por tan-
no solamente supera su control, sino la posibilidad to, por una menor clase social y una baja inteligen-
real de predecir sus efectos». cia, así que se hicieron cálculos para averiguar si
La obra de Murray especifica y discute lo que se existía información relevante en el autocontrol más
considera que un Estado debería hacer para alcanzar allá de esas dos variables.
su razón de ser, es decir, que los ciudadanos puedan Además de a los miembros del Estudio Dune-
perseguir la felicidad. Un buen gobierno debe auto- din, Moffitt et al. consideraron también a los par-
limitarse para darle más margen de acción al ciuda- ticipantes en el E-Risk (Environmental-Risk Longi-
dano. Una estrategia eficiente supone descentralizar. tudinal Twin Study) para comparar hermanos, «una
Una gran parte de los programas de acción social convincente investigación cuasi-experimental que
acaparados por el gobierno deberían volver a las ma- permite aislar la influencia del autocontrol. ¿Pre-
nos del ciudadano, porque son precisamente esos senta el hermano con un autocontrol más pobre
programas los que facilitan que puedan llegar a la peores resultados que su hermano más autocontro-
meta deseada: ser verdaderamente felices. lado, a pesar de haber crecido en el mismo ambien-
Al igual que con el Grit de Duckworth, hay que te familiar?».
ser cauto con la perspectiva y con las promesas de Aunque la edad máxima del grupo E-Risk era de
la PP. El realismo se contrapone a la fantasía, y con- 12 años, se apreció la misma tendencia que la obser-
viene mantener esa línea divisoria. Además, las ac- vada en los miembros del estudio Dunedin: más pro-
ciones que permiten la persecución de la felicidad ni babilidad de haber empezado a fumar (b = 0,07),
dependen solamente del individuo ni son igualmen- rendir peor en el colegio (b = 0,13) y meterse en pro-
te válidas para todos. blemas de corte antisocial (b = 0,09). Cuando se con-
troló el efecto del nivel intelectual, los valores de
predicción no cambiaron, salvo para el rendimiento
6.3. Autocontrol académico (que bajó a una b de 0,006).
Moffitt et al. concluyeron que las diferencias que
¿Es relevante el autocontrol para comprender la separan a los niños en autocontrol predicen su futu-
conducta de los individuos? ro con igual eficacia que el bajo nivel intelectual y la
El autocontrol se caracteriza por demorar la desventaja socioeconómica. Según ellos, el autocon-
gratificación, por el control de los impulsos y por la trol puede entrenarse con relativa facilidad.
modulación de la expresión de emociones. Hacia los Ryan Meldrum et al. (2017) exploraron las re-
diez años de edad, una gran parte de la gente posee laciones del autocontrol con la inteligencia, llegan-
ese autocontrol, pero algunos no lo consiguen. do a la conclusión de que un mayor nivel intelec-
Ese factor psicológico llama la atención de los tual predice un mejor autocontrol al usar modelos
economistas, que entienden que puede ser relevante transversales y longitudinales, incluso aunque se

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462 / Manual de psicología diferencial

Nivel socioeconómico
Planificación financiera
Índice de deficiente salud física Ingresos
Índice de dependencia de sustancias Problemas financieros
Dependencia de sustancias según el individuo Problemas financieros según el individuo

Resultados económicos en la edad adulta


Resultados sanitarios en la edad adulta

0,4 0,4

0,2 0,2

0 0

–0,2 –0,2

–0,4 –0,4
1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
Bajo Alto Bajo Alto
Autocontrol valorado en la infancia Autocontrol valorado en la infancia

Figura 15.9.—Izquierda: cuanto mayor es el autocontrol valorado en la infancia, menor es la probabilidad de presentar pro-
blemas de salud y consumir sustancias. Derecha: a mayor autocontrol valorado en la infancia, mayor nivel socioeconómico,
mejores planes de financiación, mayores ingresos y menos problemas financieros en la edad adulta. Los resultados provienen
del Estudio Longitudinal Dunedin (Moffitt et al., 2011).

consideren variables asociadas como el autocontrol etiología del autocontrol por encima y más allá de
previo del individuo, su funcionamiento ejecutivo, la socialización».
el nivel intelectual de la madre y el autocontrol de Desgraciadamente, solamente se estudió a un
la madre. niño por familia.
Estudiaron los casos registrados entre 1991 y Es llamativa la tendencia a olvidarse de que los
2007 en el National Institute of Child and Human niños de una misma familia son distintos. Estar ex-
Development’s Study of Early Child Care and Youth puestos a condiciones similares no implica que las
Development (SECCYD). En los análisis se consi- vivan del mismo modo. Es particularmente intere-
deraron finalmente alrededor de 1.000 familias en sante estudiar las trayectorias de los hermanos que
las que los niños habían llegado a los 15 años de han crecido en la misma familia, al independizarse.
edad. Un ejemplo de lo que se puede aprender com-
Se observó que el nivel intelectual predecía el parando hermanos se encuentra en el monográfico
futuro autocontrol (b = 0,21). Las variables asocia- publicado por Charles Murray en 1998 (Income In-
das señaladas antes apenas poseían un efecto sobre equality and IQ).
esa relación: «la asociación persiste a través del Este autor seleccionó hermanos según el criterio
tiempo y según distintos evaluadores, aunque se de que uno de ellos se situase en un segmento de la
ajusten los valores según el autocontrol previo, el distribución poblacional de CI (IQ) y el otro se situa-
nivel intelectual y el autocontrol de la madre y el se en otro segmento, por encima o por debajo. Segui-
funcionamiento ejecutivo del niño. Nuestros resul- damente comparó a esos hermanos de distinto nivel
tados subrayan la relevancia de la inteligencia en la intelectual en variables como el nivel educativo alcan-

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Personalidad y procesos / 463

zado, su ocupación laboral, el prestigio de esa ocupa- Moffitt et al. (2011) concluyeron su informe re-
ción o su nivel de ingresos. Observó que las diferen- saltando la supuesta facilidad para entrenar el
cias de nivel intelectual que separaban a los hermanos autocontrol y prevenir, por tanto, la futura apari-
les ordenaba linealmente en esas variables sociológi- ción de las problemáticas sanitarias, económicas y
cas: cuanto mayor era el nivel intelectual del herma- antisociales que se estudiaron.
no, mejores eran los dividendos sociales logrados una Sin embargo, Eleanor Miles et al. (2016) criti-
vez se independizaba de su familia (figura 15.10). caron las investigaciones en las que se había obser-
¿Se observaría algo similar a largo plazo al susti- vado un poderoso efecto del entrenamiento del au-
tuir el nivel de inteligencia por el nivel de autocontrol? tocontrol. Concluyeron que los individuos que
presentan altos niveles de autocontrol evitan la ten-
tación, no inhiben sus impulsos cuando esa tenta-
Hermanos biológicos del NLSY ción está presente: «si se desea tener éxito, entonces
15 la estrategia más eficiente consistiría entrenar a la
Diferencia en prestigio ocupacional 10,9
10 gente a evitar proactivamente la tentación, en lugar
4,1
de a inhibir esa tentación reactivamente».
5
Alejarse de las situaciones de riesgo es lo que
0
0 mejor hacen quienes se caracterizan por un mayor
–5
autocontrol, y, por tanto, ese autocontrol debe estar
gobernado por algún otro factor psicológico.
–10 Existe otra posibilidad ante las dificultades de
–10,4
–15 entrenar el autocontrol. Se podrían diseñar progra-
mas de acción social dirigidos a modificar las con-
–20 –18
<75 76-90 91-110 111-125 >125 diciones del entorno. Esos programas se asegura-
Niveles en la escala de CI rían de que la opción correcta de acción es la
opción por defecto (por ejemplo, seguir una dieta
sana y equilibrada, ahorrar dinero o cumplir la
Figura 15.10.—Resultado de comparar hermanos que han ley). Se trataría de organizar la sociedad para que
crecido en la misma familia, pero que difieren por su CI (ca- a los ciudadanos más o menos autocontrolados no
pacidad intelectual), según el prestigio ocupacional alcanza-
do en su vida adulta. Se observa que cuanto mayor es el CI,
les quedase más remedio que actuar como dictan
más elevado es el prestigio (Murray, 1998). NLYS = National las normas establecidas. Ingeniería social en estado
Longitudinal Study of Youth. puro.

CUADRO 15.4
El test de la Golosina

En 2015 se publicó en España El test de la Golosina.


Su autor es un renombrado psicólogo que se hizo popular en los años sesenta del siglo pasado gracias a sus crí-
ticas a lo que él denominó psicología del rasgo.
Walter Mischel sostuvo que la conducta de los individuos se encuentra condicionada por la situación, no por sus
características psicológicas (rasgos).
Caricaturizó los rasgos psicológicos, desfiguró un concepto psicológico que, en realidad, representaba tendencias
de respuesta características del individuo que, en sí mismas, poseían un carácter interactivo. El rasgo es, por defini-
ción, resultado del genotipo y del contexto. Y es, además, altamente dinámico (Eysenck, 1989).
Aunque posteriormente se demostró que las críticas de Mischel estaban desencaminadas (Kenrick y Funder, 1988)
y que, además, su crítica se dirigía a una persona de paja, nada pudo evitar que su perspectiva siguiese influyendo
en determinados ámbitos de la psicología.
A pesar de que él mismo reconoció su error —como se vio anteriormente al exponer el modelo de Mischel y Sho-
da (1995)—, algunos académicos siguen repitiendo los mismas argumentos de hace décadas y trasladando a los
futuros psicólogos una imprecisa perspectiva sobre la Psicología de los Rasgos.

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464 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 15.4 (continuación)

El test de la golosina es una prueba situacional en la que se ofrece a un niño la posibilidad de comerse el produc-
to mientras el experimentador está fuera de la sala, o esperar a su regreso y comerse dos golosinas. Es decir, se in-
tenta averiguar si el niño es capaz de demorar el refuerzo.
El test posee interés para la psicología diferencial, y más en concreto para la Teoría del Rasgo (TdR).
Se habla de «capacidad» y de «demorar». Ambos términos apelan a características del niño que interactuarán con
la situación de test. De hecho, ante esa situación algunos niños presentan la capacidad de esperar, mientras que otros
no. Un ejemplo paradigmático de lo que sostiene la TdR.
Mischel se refiere al control ejecutivo para explicar las diferencias individuales que separan a los niños ante el test
(«potenciar nuestra función ejecutiva es la clave para ser agentes y no víctimas de nuestra biografía y de nuestra
historia»), pero ese control se vincula a lo que los psicólogos diferenciales denominan «inteligencia».
La TRS (Teoría de la Red de Sistemas), expuesta en el capítulo 14, propone que el sistema cognitivo integrador
(intelecto) coordina la actividad del sistema de inhibición (neuroticismo), de acción rápida (hostilidad) y de aproxi-
mación (extraversión), pero, además, informa al sistema autorregulador (responsabilidad).
Por otro lado, Aron Barbey et al. (2012) publicaron un revelador estudio en el que, explorando el sustrato neu-
roanatómico de la inteligencia general y del funcionamiento ejecutivo, encontraron una relación prácticamente per-
fecta entre ambos constructos psicológicos. Se concluía que «Un rendimiento deficiente en las medidas de inteligen-
cia y de funcionamiento ejecutivo se asocia al daño en una red distribuida de áreas cerebrales en el hemisferio
izquierdo, que incluyen las cortezas frontal y parietal, así como tractos de asociación que vinculan esas áreas en un
sistema coordinado. Los resultados apoyan un marco de referencia integrador para comprender la arquitectura de
la inteligencia general y del funcionamiento ejecutivo. Ambos constructos se apoyan en una red frontal-parietal
compartida que integra y controla las representaciones cognitivas».
Lo que Mischel califica de «función ejecutiva» es, realmente, lo que desde hace más de cien años los psicólogos
diferenciales califican como «intelecto». La investigación reciente basada en técnicas avanzadas de neuroimagen
apoya esa perspectiva. Por tanto, es razonable transformar su conclusión del siguiente modo: «potenciar nuestra
capacidad intelectual es la clave para ser agentes y no víctimas de nuestra biografía y de nuestra historia».
Quizá por eso se ha trabajado (y se trabaja) intensamente en la persecución del objetivo de mejorar ese intelecto
(Colom y Román, 2018).
El niño que se muestra capaz de demorar el refuerzo posee, según Mischel, mayor control ejecutivo, es decir, un
mayor nivel intelectual.

SUMARIO modelo PEN. Las diferencias individuales en esos


rasgos interactúan con el rendimiento en una serie
Este capítulo se preguntó a qué responden los de tareas experimentales basadas en la manipula-
modelos cognitivos de la personalidad. De un modo ción de procesos psicológicos como la atención o la
equivalente a lo descrito para el caso de los modelos memoria. Conceptos como reactivación, preocupa-
cognitivos de la inteligencia, se trata de concretar ción o emocionalidad destacan para comprender los
los procesos psicológicos que pueden estar detrás de mecanismos cognitivos de los distintos individuos.
las diferencias individuales en rasgos de la persona- El modelo de A. Bandura subraya la relevancia
lidad como la extraversión o la estabilidad emocio- de las diferencias individuales de autoeficacia para
nal. Los modelos factoriales se centran en la estruc- entender la personalidad, pero también de los pro-
tura de la personalidad. Los modelos cognitivos se cesos asociados al aprendizaje vicario o por mode-
dirigen a la dinámica característica de los rasgos lado. Sin embargo, su perspectiva univariada se ale-
identificados en esa estructura. ja de los modelos multivariados característicos en
Se expuso el modelo de H. J. Eysenck y M. W. psicología diferencial.
Eysenck, cuestionando su carácter exclusivamente Los estilos cognitivos combinan los componen-
cognitivo. Su modelo «cognitivo-biológico» se cen- tes cognitivos y emocionales de la personalidad. Al-
tra en los rasgos extraversión y neuroticismo del gunos de los estilos más investigados corresponden

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Personalidad y procesos / 465

a la dependencia-independencia de campo, la re- a) Las relaciones del Grit (perseverancia) con


flexividad-impulsividad y los sistemas conceptuales, las dimensiones de personalidad considera-
aunque los controles cognitivos son, quizá, los más das por el modelo Big Five y su impacto
útiles en la práctica. Aun así, no está claro hasta qué potencial en determinados contextos prác-
punto la combinación cognición-emoción contribu- ticos como la educación.
ye a comprender las diferencias individuales de per- b) La verosimilitud y pertinencia de los obje-
sonalidad. tivos del movimiento conocido como Psico-
El modelo de W. Mischel y Y. Shoda es altamen- logía positiva (PP).
te sofisticado. Pretende predecir la conducta de los c) La posibilidad de prevenir conductas social-
distintos individuos tanto a partir de los rasgos mente problemáticas al desarrollar progra-
como de los procesos psicológicos. Los rasgos pre- mas de intervención dirigidos a modificar los
dicen en general, mientras que los procesos permi- niveles de autocontrol de los individuos.
tirían predecir en situaciones concretas. El modo de
alcanzar el segundo objetivo supone basarse en sis- El bienestar de los individuos se relaciona con
temas de producción construidos con reglas «Si → su personalidad, pero también con determinadas
Entonces». Su modelo sociocognitivo considera va- circunstancias ambientales. Ignorar alguno de esos
riables personales y situacionales, incluyendo facto- dos elementos rendirá pobres resultados. Algunas
res genéticos y no genéticos. Estructura y dinámica circunstancias anularán la personalidad de los indi-
son cruciales para comprender las diferencias indi- viduos e impedirán su expresión. Quizá esa coyun-
viduales de personalidad bajo ese modelo. tura sea razonable bajo determinados criterios, pero
Finalmente, se expusieron tres aplicaciones: no ante otros.

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Personalidad y biología 16
INTRODUCCIÓN de J. Brebner y de M. Humphreys y W. Revelle, que
también se relacionan con el modelo de Eysenck y
No hay dos genomas iguales, y, por tanto, no buscan concretar las bases psicofisiológicas de algu-
pueden existir dos cerebros iguales. nas de las dimensiones PEN (Psicoticismo-Extraver-
Esos dos hechos tuvieron repercusiones al tratar sión-Neuroticismo).
la inteligencia y las tienen ahora en el caso de la En la última década ha crecido el empleo de mé-
personalidad. todos de neuroimagen para estudiar la relación de
Las diferencias «de fábrica» (en el genoma) que las diferencias individuales en la estructura y fun-
separan a los individuos comienzan a expresarse cionamiento del cerebro con las diferencias en las
desde el nacimiento y también desde entonces se ac- dimensiones básicas de la personalidad. Se conside-
tiva la conexión cerebral (The Brain Connection, rarán algunos métodos descritos en la parte segunda
Colom, 2016). para estudiar las diferencias de volumen cerebral
El genoma interactúa y se correlaciona con los regional, del grosor de la corteza, del área de super-
ambientes, el resultado se expresa en el cerebro y se ficie cortical, de la integridad de las conexiones entre
produce la conducta observable a partir de los pro- regiones que se establecen a través de la sustancia
cesos que se materializan en ese órgano (Sauce y blanca o del nivel de activación regional en su rela-
Matzel, 2018). ción con las diferencias de personalidad.
La estructura y funcionamiento del cerebro so- Por lo que se refiere a la relación de los genes y
porta los procesos psicológicos considerados en los la experiencia con las diferencias de personalidad,
modelos cognitivos, pero también los rasgos identifi- se aplicará la misma organización empleada para el
cados en los modelos factoriales, de la personalidad. caso de la inteligencia, ofreciendo evidencias sobre
Al igual que en el caso de la inteligencia, los con- la heredabilidad de la personalidad, sobre la influen-
tenidos de este capítulo sobre la biología de la per- cia del contexto familiar, sobre la relevancia de la
sonalidad se dividirán en tres grandes apartados. experiencia personal del ambiente y sobre las va-
El primero expone una serie de conocimientos riantes genéticas que, en concreto, se asocian a esas
sobre la relación de las diferencias individuales en diferencias de personalidad (y a determinadas psi-
la estructura y funcionamiento del cerebro con las copatologías).
diferencias de personalidad, el segundo explora la Finalmente se describen y discuten seis aplica-
contribución de los factores genéticos y no genéticos ciones:
a las diferencias de personalidad, y el tercero descri-
be y discute seis aplicaciones que pueden derivarse 1. La conducta antisocial desde los modelos
de los modelos biológicos de la personalidad. biológicos de la personalidad.
En cuanto a las relaciones cerebro-personalidad, 2. El efecto del contexto familiar sobre la co-
se comienza por el modelo de H. J. Eysenck, se con- misión de delitos de distinta naturaleza
tinúa con el modelo de J. Gray —heredero de Ey­ (violentos, de guante blanco y contra la pro-
senck y de I. P. Pavlov— y se describen los modelos piedad).

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468 / Manual de psicología diferencial

3. Neuropredicción de la reincidencia delictiva. individuo. A través de un sencillo cuestionario es


4. Fiabilidad de los detectores de mentiras ba- posible saber si Javier es extravertido, cordial, mo-
sados en señales fisiológicas. deradamente responsable, emocionalmente inestable
5. Vulnerabilidad genética ante las agresiones y cerrado a nuevas experiencias.
del entorno. Javier contestará, por ejemplo, a las 240 pregun-
6. Neuroergonomía y personalidad. tas del NEOPI-R, se corregirán sus respuestas según
los criterios estipulados y se obtendrán puntuaciones
que permitirán ubicarle en cada una de esas dimen-
1. PERSONALIDAD Y CEREBRO: ¿CUÁL siones según su grupo de referencia. Se concluirá que
ES LA PREGUNTA? es extravertido porque su puntuación percentil es 75
(con respecto a una escala con un mínimo de 0 y un
Se puede disponer con relativa facilidad de in- máximo de 100), cordial porque su puntuación es
formación sobre los rasgos de personalidad de un 80, moderadamente responsable porque su puntua-

CUADRO 16.1
La Estación Internacional del Cerebro

La Estación Internacional del Cerebro (http://brainx.io/) pretende emular a la Estación Espacial Internacional
(http://www.estacionespacial.com/).
Los neurocientíficos apoyan con entusiasmo esa iniciativa. El paralelismo de la neurociencia con la astronomía es
realmente estimulante (Colom, 2014).
Más de 60 científicos de doce países se reunieron para que despegase el proyecto de esa estación internacional
para el cerebro. Entre otros, estuvieron presentes Katrin Amunts, Alan Evans, Arthur Toga y Rafael Yuste. El breve
documento que publicaron a raíz de ese encuentro se basa en que «los siguientes grandes retos para la sociedad y
para la ciencia se concentran en las ciencias del cerebro».
La evolución ha producido accidentalmente unos seres vivos que pueden estudiarse a sí mismos y explorar vías
para cambiar el rumbo de la naturaleza. O, parafraseando a Carl Sagan, el polvo estelar se ha transformado en
humanos que se afanan por comprender el origen de todo.
En el documento suscrito por esos científicos se destacan tres grandes retos que serán contestados gracias al de-
sarrollo de nuevas tecnologías.
El primero supone responder a la pregunta de qué hace único al cerebro de los humanos. Escriben: «comprender
los principios que gobiernan la variabilidad puede ser la clave para comprender la inteligencia y la experiencia sub-
jetiva, así como su influencia sobre la salud».
Los psicólogos diferenciales deberían contribuir a responder a ese reto.
Se persigue una neurocartografía anatómica de distintas especies para llegar a un «Neuro-Zoo Virtual».
El segundo reto se basa en la siguiente pregunta: ¿cómo resuelve el cerebro los complejos problemas computacio-
nales que requieren inteligencia?
Es llamativo que este grupo de neurocientíficos recurra insistentemente al concepto de inteligencia, mientras los
psicólogos apenas le prestan atención.
Se persigue, en este caso, una «neurocartografía funcional». La arquitectura neuronal debe orquestar, de alguna
manera, la conducta compleja que se observa en entornos naturales.
El tercer y último reto se orienta a la siguiente pregunta: ¿cómo se puede mejorar el proceso de toma de decisio-
nes de carácter clínico destinado a prevenir los trastornos y reparar el funcionamiento cerebral cuando se estropea?
En este caso se busca una «neurocartografía médica».
La Estación Internacional del Cerebro se convertirá en una plataforma informatizada ubicada en la nube: «La
ciencia se ha beneficiado hasta ahora de apoyarse en hombros de gigantes, pero esta estación permitirá que la cien-
cia se apoye en los hombros de todo el mundo».
El uso de esos recursos informáticos conllevará siete fases: registro de datos, almacenamiento, análisis, exploración,
modelado, descubrimiento y educación.
El grupo de científicos anima a la comunidad a que se una a la discusión y contribuya con sus ideas.

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Personalidad y biología / 469

ción es 45, emocionalmente inestable porque su pun- radrenalina. Por tanto, en el caso de Javier se espe-
tuación es 85 y cerrado a nuevas experiencias porque ra que los niveles del primer neurotransmisor sean
su puntuación es 25. altos, pero bajos en los otros dos neurotransmiso-
Sin embargo, esa descripción estática es relativa- res. La desigual distribución de esos agentes bio-
mente inútil para saber cuál es la dinámica cognitiva químicos en el sistema nervioso de Javier podrían
que caracteriza a Javier. Se concluirá que es extraver- contribuir a explicar su acciones dirigidas sistemá-
tido corrigiendo sus respuestas a las preguntas del ticamente a encontrar estímulos activadores en su
cuestionario que exploran las sensaciones, pensa- entorno.
mientos y acciones de Javier en distintas situaciones,
pero el resultado no permite conocer qué pasa por
su cabeza cuando actúa, de hecho, como una perso- 1.1. Modelo de H. J. Eysenck
nalidad extravertida. Son los modelos cognitivos los
responsables de responder a la pregunta por la diná- El modelo biológico de H. J. Eysenck, difícil-
mica mental de dimensiones psicológicas como la mente separable de su modelo cognitivo, se basa en
extraversión. el análisis de la activación cerebral en relación a los
Al igual que los modelos biológicos de la inteli- tres superfactores PEN: psicoticismo, extraversión y
gencia, los correspondientes a la personalidad respon- neuroticismo.
den a la pregunta de si la extraversión que caracteriza Los mecanismos psicofisiológicos que ha consi-
a Javier se relaciona con las propiedades estructurales derado son la inhibición (Eysenck, 1957) y la reac-
y funcionales de su sistema nervioso, y, en general, tivación (Eysenck, 1967).
con determinadas características psicofisiológicas. ¿Cómo funcionan esos mecanismos?
Como extravertido, Javier podría caracterizarse Veamos qué sucede al estudiar los efectos de las
por la búsqueda de sensaciones, y, por tanto, dis- diferencias individuales de extraversión en tareas de
pondría de una tendencia poderosa hacia los estímu- vigilancia en las que las señales a las que se debe
los (aproximación), pero débil para inhibir sus ac- responder son infrecuentes.
ciones y mantener un estado óptimo de activación Según el modelo de la inhibición, la percepción
psicofisiológica (arousal). En consecuencia, aproxi- es una respuesta y responder repetidamente produ-
mación, inhibición y activación interactuarían para ce inhibición. Cuando se ha producido una inhibi-
contribuir a la conducta de Javier. ción suficiente, se hacen pausas para descansar y
Esos tres mecanismos se asocian a los siguien- disipar una parte de esa inhibición. A partir de ese
tes neurotransmisores: dopamina, serotonina y no- momento comienza a disminuir el rendimiento.

Figura 16.1.—Según el modelo biológico de H. J. Eysenck, algunos individuos están muy reactivados de modo espontáneo,
mientras que otros presentan un baja reactivación. En el segundo caso se requiere estimulación externa para alcanzar un nivel
óptimo de activación, mientras que en el primer caso esa estimulación externa es innecesaria. Según Eysenck, esa reactivación
diferencial caracterizaría a extravertidos (izquierda) e introvertidos (derecha).

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470 / Manual de psicología diferencial

Se predice que los extravertidos —que, según el La idea es sencilla: las vías sensoriales que al-
modelo, generan más inhibición que los introverti- canzan el tallo cerebral activan el SARA, quien, a
dos— tendrán una disminución más pronunciada su vez, activa determinadas regiones del cerebro.
del rendimiento con el paso del tiempo. El introvertido presenta una mayor activación
Según el modelo de la reactivación, el estado cerebral espontánea que el extravertido, es decir, su
óptimo se alcanza con un nivel medio de reactiva- nivel de reactivación es mayor.
ción. Dependiendo de cuál sea el nivel de reactiva- Imagínese un recipiente lleno de gas. Ese gas
ción de introvertidos y extravertidos al comenzar el puede presentar un movimiento más o menos inten-
período de vigilancia, así como de los cambios en el so dependiendo de la temperatura del recipiente. Si
nivel de reactivación que se producen durante ese el recipiente se enfría, entonces disminuye el movi-
período, el modelo se acomodará (o no) a la dismi- miento de las partículas del gas. Si se calienta dema-
nución precoz del rendimiento en extravertidos. Las siado, el gas puede llegar a destruir el recipiente.
características endógenas de los individuos interac- El calentamiento o enfriamiento del recipiente
tuarán con las propiedades del entorno (exógenas) proviene de una acción externa, pero será necesario
para determinar sus acciones. más o menos calor exterior según la propia tempe-
ratura del recipiente para alcanzar una determinada
Psicoticismo (P) temperatura. Si el recipiente ya está caliente, basta-
rá una leve dosis externa. Si el recipiente está frío,
Los estudios de Gordon Claridge y Kenneth será necesaria una mayor dosis externa.
Clark (1982) sobre los efectos fisiológicos y psicológi- El cerebro del introvertido viviría caliente, mien-
cos del LSD-25 sugieren que dicha droga psicotrópica tras que el del extravertido viviría frío. El segundo
se relaciona con las dimensiones de personalidad, necesitaría más calor externo para alcanzar una
pues provoca cambios temporales de personalidad. El temperatura óptima. Esas diferencias térmicas co-
nivel de P aumenta después de consumir LSD-25, y rresponderían a los niveles de reactivación espontá-
ese cambio se mantiene hasta que se disipa la sus­ nea del introvertido y del extravertido.
tancia. Las diferencias individuales a ese nivel psicofi-
Wagner Gattaz et al. (1985) estudiaron un antí- siológico podrían ayudar a explicar las diferencias
geno leucocito humano —HLA B-27—, cuya pre- de conducta de introvertidos y extravertidos. La ma-
sencia es más frecuente en pacientes esquizofrénicos. yor reactivación interna del introvertido hace inne-
Eysenck y Eysenck (1985) plantearon que si la di- cesaria la búsqueda de estimulación exterior para
mensión P valora una diátesis psicotica sustancial mantener un adecuado estado de alerta (arousal).
—es decir, si recoge síntomas de vulnerabilidad a la En contraste, la menor activación interna del extra-
psicosis—, entonces se debe esperar que el HLA vertido sería responsable de su búsqueda de estimu-
B-27 sea más patente en esquizofrénicos con altas lación exterior destinada a alcanzar y mantener un
puntuaciones en P, que en esquizofrénicos con bajas estado óptimo de activación.
puntuaciones en P. También debería observarse ese El extravertido se caracterizaría por un hambre
gradiente en personas sin una patología evidente: de estímulo, mientras que el introvertido se sentiría
quienes presenten altas puntuaciones en P deberían satisfecho antes de probar la comida.
poseer más HLA B-27 que los que presentan bajas
puntuaciones en P. Y eso es lo que de hecho sucede. Neuroticismo (N)
Por tanto, determinadas sustancias bioquímicas
influyen en P y sus efectos apoyan las facetas que El sistema límbico —o cerebro visceral— se en-
caracterizan esa dimensión de la personalidad. cuentra especialmente relacionado con las diferen-
cias individuales en el rasgo neuroticismo. Es la par-
Extraversión (E) te más antigua del cerebro humano (paleocórtex) y
se encargaría de procesar las emociones.
Las diferencias individuales en el sistema activa- La estabilidad emocional depende del control
dor reticular ascendente (SARA) se asocian a las consciente, racional, de las emociones procesadas
diferencias de extraversión. por el sistema límbico. El individuo con menor con-

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Personalidad y biología / 471

Figura 16.2.—Izquierda: el emocionalmente inestable está sujeto a los caprichosos vaivenes del momento. Pasará de una visible
calma a una tormenta emocional sin que haya motivos objetivos para una buena parte de los humanos. Derecha: el estable
presenta equilibrio emocional gracias a su capacidad para controlar los impulsos básicos del sistema límbico.

trol estará sujeto a los impulsos básicos de ese pa- Por ejemplo, los niveles de reactivación espon-
leocórtex, y será, por tanto, emocionalmente inesta- tánea aumentan a lo largo del día. Al final de la
ble. La persona con dificultades para controlar sus tarde los introvertidos presentan una reactivación
impulsos se desmoronará cuando alguien le humille excesiva, lo que perjudica su rendimiento. Sin em-
en público, o cometerá un crimen pasional si descu- bargo, ese incremento vespertino de la reactivación
bre a su pareja yaciendo con su amante en su propia beneficia el rendimiento de los extravertidos.
habitación. La mayoría de los estudios experimentales sobre
las relaciones de la reactivación cerebral y la dimen-
Comentario sión introversión-extraversión se han hecho por la
mañana. Por tanto, los resultados publicados deben
Gran parte de los modelos biológicos clásicos considerarse con cautela.
de la personalidad se han centrado en los rasgos o
dimensiones del modelo PEN de Eysenck. La inves-
tigación ha explorado la presencia o ausencia de 1.2. Modelo de J. Gray
mecanismos de activación e inhibición: el sistema de
activación reticular ascendente en relación con las El modelo de Jeffrey Gray (1987) se pregunta
diferencias individuales de extraversión y el sistema por la importancia e independencia de las dimensio-
límbico con respecto a las diferencias individuales nes introversión y neuroticismo del moldeo de H. J.
de estabilidad emocional (neuroticismo). Eysenck. Una importante diferencia entre los dos
Sin embargo, los controles experimentales han modelos es que Eysenck estudia animales humanos,
sido ocasionalmente inadecuados, lo que ha produ- mientras que Gray considera animales no humanos
cido una avalancha de resultados dispersos. (Brody, 1988).
Eysenck y Eysenck (1985) resumieron los resul- Gray combina introversión y neuroticismo para
tados neurofisiológicos de los rasgos del modelo expresar las diferencias individuales en impulsividad
PEN, y las conclusiones fueron inquietantes. y ansiedad.

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472 / Manual de psicología diferencial

La dimensión de ansiedad incluye dos polos: motora y se relacionaría con las rutas ascendentes
de la dopamina y con los bucles tálamo-corticales.
— N−, E+: el extravertido (E+) estable (N−) La ansiedad dependería del Sistema de Inhibi-
será poco ansioso. ción Conductual (BIS, Behavioural Inhibition Sys-
— N+, E–: el introvertido (E−) neurótico (N+) tem). El BIS se correspondería con los estados sub-
será muy ansioso. jetivos de ansiedad. Organizaría las respuestas a las
señales condicionadas de castigo y su objetivo sería
La dimensión de impulsividad también incluye
inhibir la conducta evitando el castigo a través de la
dos polos:
inactividad y la sumisión (evitación pasiva) o dejan-
— N−, E−: el introvertido (E−) estable (N−) do de hacer conductas que no son recompensadas
será poco impulsivo. (extinción). Se asociaría a la actividad de las rutas
— N+, E+: el extravertido (E+) neurótico (N+) ascendentes de la noradrenalina y de la serotonina
será muy impulsivo. que inervan el sistema del septo-hipocampo, el cir-
cuito de Papez y la corteza orbito-frontal.
Además, la impulsividad se relaciona con las se- Hay considerables diferencias individuales en la
ñales de recompensa, mientras que la ansiedad se fuerza o capacidad de reacción del BIS. Las perso-
asocia a las señales de castigo. nas con un BIS débil mostrarán una pobre evitación
Esas dos dimensiones se apoyan en una serie de pasiva y una baja ansiedad general. Las personas
estructuras fisiológicas y mecanismos neuronales. con un BAS fuerte también tendrán una pobre evi-
La impulsividad dependería del Sistema de Ac- tación pasiva.
tivación Conductual (BAS, Behavioural Activation Supóngase que el divino creador observa a
System). El BAS actuaría en la aproximación a las Adán y Eva en el momento en que esta le ofrece a
señales de recompensa (conducta de aproximación) aquel el fruto prohibido del Edén. Cuando Adán se
o en la conducta que reduce la probabilidad de cas- aproxima a la manzana que le ofrece Eva, aumenta
tigo (evitación activa). Influiría en la programación su ansiedad y su rechazo a alargar la mano para

Figura 16.3.—El pecado original en el Jardín del Edén se puede explicar según el modelo de J. Gray. Si el BIS y el BAS de
Adán hubiesen presentado un funcionamiento óptimo, habría evitado la tentación. Sin embargo, sucumbió debido a que a)
apenas le produjo ansiedad la amenaza del castigo futuro porque su BIS estaba debilitado, o b) actuó impulsivamente porque
su BAS estaba sobreactivado. En el segundo caso sintió ansiedad al anticipar el castigo, pero fue insuficiente para corregir el
acto impulsivo. Realmente nunca sabremos si el responsable fue su BIS o su BAS.

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Personalidad y biología / 473

alcanzar el objetivo, porque se reproducen en su amenaza. El BAS responde a las señales de recom-
mente las palabras divinas de advertencia. pensa que despiertan esperanza (señales de incenti-
Si el BIS de Adán funcionase normalmente, en- vo de refuerzos positivos como la comida o el sexo)
tonces la conducta de evitación le impediría seguir o alivio (el cese del dolor o el alcance de una posi-
alargando la mano para coger la manzana. Pero si ción de seguridad). La respuesta del BAS a ese tipo
el BIS de Adán es débil, entonces la señal de parada de señales de esperanza o alivio consiste en activar
llegará demasiado tarde. Los miembros de la pareja la conducta para lograr esas metas.
serán, por tanto, expulsados del Jardín del Edén por El BIS responde a las señales de castigo, así
desobedecer las órdenes de evitar comer el fruto pro- como a las señales de ausencia frustrante de recom-
hibido. pensa. Inhibe la actividad, incluyendo la actividad
Si el BAS de Adán fuese muy fuerte, entonces del BAS. El FFS se asocia con el sistema de activa-
sería imposible detener la conducta de aproximación ción reticular del tronco o tallo cerebral y resulta
hacia el fruto prohibido. Si la manzana atrae de un activado por el BIS y por el BAS. Tanto el BIS como
modo inusual, no se podrá evitar comer, y, por tan- el BAS se pueden considerar sistemas especializados
to, la expulsión del Edén será inevitable. de arousal (alerta/activación).
Si Adán comiese de la manzana por una actua- El alcohol, los barbitúricos y las drogas ansiolí-
ción extraordinaria del BAS, sentiría ansiedad al ticas inhiben el BIS. Por tanto, esas sustancias redu-
pecar. Sin embargo, esas sensaciones estarían ausen- cen la inhibición, de la que se encarga el BIS, sobre
tes si Adán moviese su brazo hacia el fruto prohibi- la conducta castigada. Es decir, esas sustancias con-
do porque su BIS es débil. tribuyen a inhibir la evitación pasiva, así como la
Según el modelo de Gray, se puede identificar extinción de respuestas reforzadas con anterioridad.
un tercer sistema: el de combate/huida (FFS, fight/ Los efectos subjetivos del BAS son equivalentes.
flight system). Se asocia a los efectos conductuales Al correr para llegar a tiempo a la hora de la cena
de los eventos aversivos incondicionados, es decir, o para evitar un chaparrón, la anticipación es simi-
no aprendidos, que incluyen la agresión defensiva lar. El logro del objetivo es igualmente reforzante en
(combate) y el escape rápido del castigo (huida). El ambos casos. Los estímulos asociados al placer ac-
FFS se apoyaría en el hipotálamo y en la amígdala. tivan el BAS, responsable de la conducta de aproxi-
mación. Drogas estimulantes como la cocaína pro-
FFS, BIS y BAS vocan al BAS de un modo directo.

Existen diferencias individuales innatas en la ac- Conflicto


tividad o sensibilidad de esos tres sistemas.
Personas con un FFS superactivo responderán El conflicto de aproximación-evitación supone
de modo intenso a estímulos aversivos incondicio- una oposición del BAS y del BIS.
nados como el dolor. Personas con un BIS activo A medida que el individuo se acerca a una meta,
responderán intensamente a estímulos condiciona- comienza a iniciarse el impulso de evitación, incre-
dos asociados en el pasado a estímulos aversivos. mentándose más rápido que el impulso de aproxi-
Un ejemplo de la independencia de esos dos sis- mación.
temas es el hecho de que analgésicos como la mor- La visión de una galleta prohibida activa ambos
fina reducen la respuesta al dolor, pero no influyen sistemas, el BAS para cogerla y el BIS para evitar la
sobre la respuesta de temor (mediada por el BIS) en acción. Desde el punto ventajoso de la puerta de la
respuesta a señales condicionadas o a señales de do- cocina, la galleta atrae más que repele. El BAS toma
lor. Y a la inversa, los tranquilizantes reducen el la delantera al comienzo. Pero cuanto más cerca se
temor, pero no el malestar incondicionado que pro- está del objetivo, más dominante se vuelve el BIS. Si
duce el dolor. el deseo es enorme, pero se teme a las consecuen-
Personas con un BAS fuerte responden con in- cias, la interacción con la galleta será tormentosa.
tensidad y entusiasmo a estímulos condicionados Incrementar la actividad del BIS aumentando el
asociados a recompensa o placer, así como a la ex- incentivo (una galleta más suculenta) o el impulso
periencia asociada con el escape de una situación de (más hambre) potencia la aproximación. Una mayor

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474 / Manual de psicología diferencial

motivación positiva produce más ansiedad en una Se ha demostrado que el efecto reforzador de las
situación de conflicto, puesto que se está más cerca señales de seguridad es relativamente independiente
de la galleta antes de detenerse y darse la vuelta. de la cantidad de temor evocada por las señales de
Atenuar la activación del BIS, y, por tanto, apla- aviso y es inusualmente resistente a la extinción. Eso
nar la evitación y reducir la inhibición de la respues- podría explicar por qué se hace lo que se debe sin
ta de aproximación, permitiría alcanzar el objetivo. necesidad de sentir temor al castigo. Hacer lo debi-
do es una señal de seguridad intrínsecamente refor-
Evitación activa y evitación pasiva zante.
Los niños podrían reaccionar agresivamente
La evitación pasiva supone inhibir una conduc- ante el intento de sus padres de interferir en sus ac-
ta castigada con anterioridad. Se asocia a la ansie- ciones. Decirles que hagan o dejen de hacer algo
dad y se gestiona mediante el BIS. puede provocar una rabieta. Si el padre se da la vuel-
Según el modelo de Gray, el castigo y la ausencia ta y deja que el niño se salga con la suya, esa con-
frustrante de recompensa son equivalentes. ducta agresiva se convierte en un método adecuado
Si se está acostumbrado a coger una galleta al de evitación activa. Una vez se afianza esa conexión,
llegar del trabajo, pero al dirigirse al objetivo y abrir resulta muy difícil de extinguir.
la caja en la que suele estar el producto deseado hay,
en su lugar, un cepo, al día siguiente se pensará dos Impulsividad
veces antes de actuar. El castigo despierta una res-
puesta de temor ante el impulso de meter la mano Según Don C. Fowles (1987), la psicopatía es
en la caja de galletas. La próxima vez que se sienta resultado de un BIS débil.
el impulso el BIS se activará, produciendo una sen- La activación del BIS se asocia a la ansiedad, y,
sación de ansiedad, inhibiendo el BAS y las conduc- por tanto, un BIS debilitado supone ausencia de an-
tas de aproximación que controla este. siedad, de temor subjetivo. Conlleva una débil inhi-
Gray supone que, aunque no haya un cepo al bición de la conducta en respuesta al castigo o a la
meter la mano en la caja de galletas, sino que, sim- ausencia de recompensa. Respuestas arriesgadas de
plemente, la caja esté vacía, se dará una respuesta evitación activa —como mentir o atacar el origen
similar: el BIS se activa, el BAS se inhibe y se pro- de la amenaza— son más probables si el BIS está
duce la sensación de ansiedad. debilitado.
Una prueba de la equivalencia entre castigo y Aun así, según el modelo de Gray, la conducta
ausencia de recompensa es que las drogas ansiolíti- impulsiva del psicópata puede deberse a un BIS débil
cas influyen en ambos. Es más probable reproducir o a un BAS superactivo. Por tanto, se podrían iden-
la conducta de meter la mano en la caja de galletas tificar dos tipos de conducta psicopática: por debili-
después de ingerir una determinada dosis de alco- dad del BIS y por superactivación del BAS. El primer
hol, independientemente de la experiencia previa tipo correspondería al psicópata primario, así como
con el cepo o con el vacío. al psicópata por bajo temor de David Lykken
La evitación activa supone escapar de un peli- (Lykken, 1995). Las transgresiones del psicópata pri-
gro. Las señales condicionadas de seguridad pueden mario evocarán un bajo arousal emocional. En un
reducir el temor en situaciones novedosas. ambiente tranquilo se sentirá desactivado y aburrido,
Un niño asustado en un ambiente desconocido por lo que tenderá a buscar estimulación que supon-
se sentirá mejor abrazado a su oso de peluche. ga una mayor tentación y un mayor riesgo.
Por otro lado, las señales de seguridad pueden En contraste, el individuo con un BIS normal y
verse reforzadas incluso cuando el temor es mínimo. un BAS superactivo identificaría al psicópata secun-
Los estímulos asociados al escape de una situación dario. Se caracterizará por una baja evitación pasi-
temida, o la evitación de un castigo esperado, ac- va ante actividades tan atrayentes que superen el
túan como estímulos asociados a un refuerzo posi- temor a las consecuencias. El psicópata secundario
tivo, es decir, sirven como refuerzos en sí mismos. presentará ansiedad, dado que su BIS es normal, y
Eso explicaría por qué son tan resistentes a la extin- será su BAS superactivo el que le llevará a situacio-
ción las conductas de evitación activa. nes de riesgo.

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Personalidad y biología / 475

Evaluación de las dimensiones del modelo versión con alguna dosis de aversión al
de Gray riesgo.

Glenn Wilson, Paul Barrett y Jeffrey Gray (1989) — La escala de SR presenta un comportamien-
diseñaron el Gray-Wilson Personality Questionnaire to algo más complejo. La meta es valorar el
(GWPQ) para evaluar seis tipos de conducta com- funcionamiento del BAS mediante ítems di-
partidas por humanos y animales: señados para describir situaciones concretas
con distintos tipos de recompensas que ten-
— Escalas de las dimensiones del BAS: aproxi- derían a elegir los individuos con un BAS
mación y evitación activa. superactivo. SR correlaciona moderadamen-
— Escalas de las dimensiones del BIS: evitación te con psicoticismo y nada con SC (SP).
pasiva y extinción. Además, no se debe equiparar sin más a la
— Escalas de las dimensiones del FFS: comba- impulsividad en general.
te y huida.
El SPSRQ incluye 48 preguntas que se respon-
Pero es el equipo dirigido por Rafael Torrubia den con SÍ o NO. Algunos ejemplos de SR son:
aquí en España quien ha desarrollado la escala de
— ¿Hace cosas a menudo para que le alaben?
evaluación más robusta (fiable y válida) basada en
— ¿Necesita que la gente le demuestre su afecto
el modelo de Gray. La escala incluye dos subescalas
constantemente?
que valoran la susceptibilidad a la recompensa (SR)
— ¿Acostumbra a dar prioridad a actividades
y la susceptibilidad al castigo (SC) (Caseras et al.,
que suponen una ganancia inmediata?
2003; Torrubia et al., 2001). Se ha aplicado en otros
países como Australia, Estados Unidos o Eslova- Algunos ejemplos de SC son:
quia, comprobándose su óptimo funcionamiento.
El SPSRQ (Sensitivity to Punishment and Sensiti- — Siempre que puede, ¿evita hablar en público?
vity to Reward Questionnaire) incluye dos escalas que — Comparándose con la gente que conoce, ¿tie-
producen puntuaciones independientes. La escala de ne miedo de muchas cosas?
susceptibilidad al castigo (SC/SP) correlaciona posi- — ¿Deja a menudo de hacer cosas que le gustan
tivamente con el rasgo neuroticismo, negativamente para evitar hacer el ridículo?
con el rasgo extraversión y cero con el rasgo psicoti-
cismo del modelo de Eysenck. La escala de suscepti- Conclusión
bilidad a la recompensa (SR) correlaciona positiva-
mente con el neuroticismo y la extraversión, así como Gray relaciona las dimensiones de impulsividad
moderadamente con el psicoticismo, del modelo de y ansiedad con una serie de mecanismos biológicos
Eysenck. También correlaciona positivamente con y con las recompensas y castigos que siguen a la
la impulsividad y la búsqueda de sensaciones. conducta.
En general: Sostiene que las personas actuarán de distinto
modo según las combinaciones de su personalidad
— La escala de SC/SP: y de las contingencias de las situaciones.
Los datos sugieren que combinar extraversión y
a) Correlaciona negativamente con extra- neuroticismo para explicar las diferencias de ansie-
versión y con búsqueda de sensaciones. dad puede ser discutible, puesto que la ansiedad se
b) No correlaciona con la impulsividad o relaciona más intensamente con el neuroticismo que
la SR. con la extraversión (Brody, 1988).
c) Se asocia en mayor grado a los compo- Aun así, el desarrollo de medidas estandarizadas
nentes cognitivos que a los somáticos de para valorar las diferencias individuales en los dos
la ansiedad. Por tanto, la ansiedad del sistemas principales del modelo de Gray (BIS y BAS)
modelo de Gray valorada con la escala resulta de enorme utilidad para superar limitaciones
SC/SP combina neuroticismo y extra- derivadas del uso de medidas indirectas.

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476 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 16.2
El paradigma de la cuenta atrás

Robert Hare (1993) estudió las reacciones psicofisiológicas de individuos diagnosticados de psicopatía y de con-
troles ante el paradigma experimental de la cuenta atrás.
Al individuo se le colocan unos auriculares, así como dispositivos para medir la conductividad eléctrica de la piel
y la tasa cardíaca. A través de los auriculares escucha una cuenta atrás (de 10 a 0 a intervalos de 3 segundos entre
número y número). Sabe que al llegar a 0 recibirá un desagradable estímulo doloroso.
Se registran los cambios en la conductividad de la piel (expresión de temor subjetivo al estímulo doloroso) y en
la tasa cardíaca (expresión de la respuesta autonómica de defensa ante ese estímulo) a medida que progresa la cuen-
ta atrás.
En los individuos de control, la conductividad de la piel aumenta y la tasa cardíaca se reduce a medida que pro-
gresa la cuenta atrás. En los diagnosticados de psicopatía, por el contrario, la conductividad de la piel apenas se
altera, pero la tasa aumenta vertiginosamente al comienzo y se reduce, también visiblemente, a partir de la mitad de
la cuenta atrás. Hare estima que ese aumento de la tasa es una respuesta del sistema nervioso autónomo destinado
a controlar el temor subjetivo expresado por la respuesta galvánica de la piel, aunque también podría ser una expre-
sión de excitación ante la amenaza.

4 Tasa psicópatas

3
Piel no-psicópatas

–1
Piel psicópatas Tasa no-psicópatas

–2
10 9 8 7 6 5 4 3 2 1 0

Figura 16.4.—Respuestas psicofisiológicas (piel y tasa) de psicópatas y no psicópatas (controles) durante el paradigma de
la cuenta atrás.

Algunos científicos han especulado con la posibilidad de usar este tipo de paradigmas experimentales a la hora
de superar las limitaciones de los autoinformes que se usan en la práctica para obtener información de las conocidas
como personalidades antisociales. Son consumados mentirosos, y, por tanto, esos informes pueden ser engañosos.
Se ahondará en esa perspectiva en el apartado dedicado a las aplicaciones.

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Personalidad y biología / 477

1.3. Modelo de J. Brebner la estimulación externa, lo que produce efectos cen-


trales de excitación más fuertes al responder a los
John Brebner (1983) propuso un modelo alter- estímulos, alcanzando antes el umbral de inhibición
nativo al de Eysenck centrándose en las relaciones transmarginal.
de las diferencias individuales de extraversión y el En suma, según el modelo de Brebner, el intro-
rendimiento en determinadas tareas experimentales. vertido se adapta a explorar (análisis del estímulo),
mientras que el extravertido se adapta a responder
Su modelo parte de dos supuestos: (organización de la respuesta).

1. Hay dos tipos de procesos independientes:


los de excitación y los de inhibición. 1.4. Modelo de M. Humphreys y W. Revelle
2. Las respuestas se pueden dividir según los
procesos de análisis del estímulo y los pro- Michael S. Humphreys y William Revelle (1984)
cesos de organización de la respuesta. estudiaron la impulsividad y consideraron que las
diferencias individuales en el nivel de arousal (aten-
Los procesos de análisis del estímulo y de orga- ción activa) son básicas para comprender los efectos
nización de la respuesta pueden estar activos (exci- de la impulsividad sobre el desempeño en una varie-
tación) o inactivos (inhibición) en cualquier momen- dad de tareas.
to. El análisis del estímulo supone codificar la Su modelo se basa en dos conceptos centrales:
información que se procesará mentalmente, mien-
tras que la organización de la respuesta requiere 1. El esfuerzo representa el intento reiterado
planificar cómo se responderá a la información que de materializar una acción y es un indicador
se ha procesado. de la dirección de la acción.
Introvertidos y extravertidos se pueden caracte- 2. El arousal se asocia al grado de alerta y es
rizar por un desequilibrio entre el análisis del es- un indicador de la intensidad de la acción.
tímulo y la organización de la respuesta. Los intro-
vertidos producen excitación durante el análisis del Es imposible aumentar el arousal a través del
estímulo e inhibición durante la organización de la esfuerzo (no se puede seguir leyendo, por mucho que
respuesta, mientras que los extravertidos producen se desee, cuando los párpados caen como plomos).
inhibición durante el análisis del estímulo y excita- Los efectos de variables como la ingesta de drogas,
ción durante la organización de la respuesta. la hora del día, la duración de la tarea que se debe
El modelo de Brebner separa inhibición y exci- realizar y el nivel de sueño influirán en el nivel de
tación, por lo que sus efectos no son equivalentes si arousal. La presencia de incentivos, la importancia
afectan al análisis del estímulo o a la organización y dificultad de la tarea, así como el tipo de instruc-
de la respuesta. A un introvertido le será más senci- ciones influirán en el nivel de esfuerzo. Por tanto, el
llo mantener su nivel óptimo de activación si resuel- tipo de variables que influyen en el arousal son bio-
ve una tarea centrada en el análisis del estímulo por- lógicas, mientras que las variables que afectan al es-
que presenta una mayor sensibilidad nerviosa. fuerzo son cognitivas.
El modelo se relaciona con el concepto de fuer- La impulsividad se asocia al arousal, mientras
za del sistema nervioso de I. P. Pavlov expuesto en que la motivación de logro se vincula al esfuerzo.
la parte primera. El individuo con un sistema ner- Quienes presentan mayor motivación de logro per-
vioso fuerte se distingue del individuo con un siste- sisten al realizar una tarea que requiera esfuerzo o
ma nervioso débil en que las células del primero exija una gran dosis de habilidad. Un fracaso repe-
continúan produciendo excitación ante estímulos tido aumentará su esfuerzo, mientras que el éxito
cada vez más intensos antes de comenzar a producir repetido disminuirá su esfuerzo.
inhibición. Ese momento corresponde al «umbral La ansiedad se asocia tanto al arousal como al
de inhibición transmarginal». esfuerzo.
Pero también es relevante el concepto de sensi- Los efectos de la personalidad sobre el rendi-
bilidad: el sistema nervioso débil es más sensible a miento dependen de la disponibilidad de recursos

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478 / Manual de psicología diferencial

energéticos para materializar un procesamiento óp- tiempo de reacción, pero tendrán mejor rendimien-
timo de la información. El modelo distingue dos to en tareas de memoria operativa, siempre que el
modos de procesamiento (Revelle, 1989): experimento se haga por la mañana. Por la tarde-
noche esas relaciones se invertirán (Anderson y Re-
1. El incremento de arousal mejora la capaci- velle, 1994).
dad atencional o los recursos necesarios En suma, al igual que sucede con el modelo de
para procesar de un modo sostenido la in- Eysenck, el modelo de Humphreys y Revelle com-
formación. bina conceptos cognitivos y biológicos para descri-
2. Ello hace disminuir los recursos necesarios bir el rendimiento según las diferencias individua-
para almacenar las señales en la memoria les de personalidad. Se relaciona la extraversión, la
operativa (a corto plazo). motivación de logro y la ansiedad con el rendi-
miento cognitivo. Pero la personalidad también se
Se predice que los impulsivos rendirán peor en asocia a variables de la situación como el éxito, el
tareas atencionales de vigilancia y basadas en el fracaso, la restricción de tiempo para responder,

Rasgos de Variables Estados Dirección Recursos para


personalidad de la situación de personalidad e intensidad procesar
de la motivación información

Tareas de
Incentivos transferencia

Motivación Motivación Motivación


X de aproximación
de logro de logro

Éxito/ Transferencia
Esfuerzo
fracaso de información

Ansiedad X Ansiedad Motivación


rasgo estado de escape
Tareas
Amenaza complejas

Hora
del día

Memoria
Impulsividad X Arousal operativa

Drogas
estimulantes
Tareas de
memoria operativa
Tiempo

Figura 16.5.—Modelo de Humphreys y Revelle. Se representan las combinaciones de los rasgos de personalidad, las variables
de la situación y los estados motivacionales con el procesamiento de información y el rendimiento cognitivo. Las líneas conti-
nuas representan influencias positivas, las discontinuas representan influencias negativas y la ausencia de líneas representa
inexistencia de influencias. Finalmente, las elipses representan conceptos, los triángulos representan manipulaciones experi-
mentales y las X representan interacciones.

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Personalidad y biología / 479

los premios, la hora del día y las drogas estimulan- La extraversión se relaciona con la susceptibili-
tes a la hora de describir los conceptos de arousal dad a las recompensas, mientras que el neuroticismo
y esfuerzo. se asocia con la susceptibilidad a la amenaza y a los
castigos. La extraversión también se relaciona con
las emociones positivas, y, por tanto, las estructuras
1.5. Neuroimagen y personalidad cerebrales relevantes pudieran ser el núcleo accum-
bens, la amígdala y la corteza orbito-frontal. El neu-
La neurociencia de la personalidad explora los roticismo se asocia a las emociones negativas (an-
sistemas biológicos que subyacen a las diferencias siedad, irritabilidad, baja autoestima, rumiación y
individuales de personalidad (DeYoung y Gray, desregulación emocional son ejemplos), y, por tanto,
2009). Desde esa perspectiva, se supone que deter- las estructuras cerebrales relevantes pudieran ser la
minadas propiedades estructurales y funcionales del amígdala, la corteza cingulada anterior y medial, la
cerebro se asocian a los rasgos considerados por corteza prefrontal medial y el hipocampo.
modelos como el Big Five (John et al., 2008, McCrae La cordialidad se relaciona con el altruismo, no
y Costa, 2008). Las diferencias individuales a nivel con el disfrute de la compañía de los demás —que
cerebral deberían correlacionar con las diferencias sería más propio de la extraversión—. Característi-
psicológicas (Colom y Thompson, 2011). cas de la cordialidad son la cooperación, la compa-
En cuanto a la estructura cerebral, se puede con- sión y la cortesía. Supone sintonizar con los demás,
siderar la materia o sustancia gris y la blanca. La y, por tanto, las estructuras cerebrales relevantes
primera se asocia a la capacidad o potencia de pro- pudieran ser la corteza temporal superior, la unión
cesamiento del cerebro, y las diferencias individuales temporal-parietal y la corteza cingulada posterior.
en esa propiedad cortical se atribuyen al número y La responsabilidad expresa la capacidad de con-
densidad de los cuerpos neuronales, así como a la trolar los impulsos para seguir las normas y alcan-
arborización dendrítica. La segunda se encarga de zar objetivos a medio y largo plazo. Características
la circulación de información a través del cerebro, y de ese rasgo son la diligencia, el orden y la autodis-
las diferencias individuales en la integridad de la ciplina. Por tanto, la estructura cerebral más rele-
materia blanca se atribuyen al número y grosor de vante pudiera ser la corteza prefrontal.
los axones, así como a su grado de mielinización Finalmente, la apertura a nuevas experiencias
(Zatorre et al., 2012). expresa la tendencia a procesar información de
Se han publicado una serie de estudios sobre la modo flexible e incluye características como la ima-
relación de las diferencias individuales en sustancia ginación, la implicación intelectual y los intereses
gris y los rasgos del modelo Big Five, pero el núme- estéticos. Por tanto, las estructuras cerebrales rele-
ro es relativamente escaso. Xiaochen Hu et al. (2011) vantes pudieran ser las mismas que las implicadas
observaron una considerable heterogeneidad de re- en la memoria operativa, el razonamiento abstracto
sultados en su revisión de las publicaciones hechas y el control de la atención, es decir, la corteza pre-
entre 2002 y 2010, que atribuyeron, generalmente, frontal y la corteza parietal anterior.
al uso de distintos métodos de análisis de las imá- DeYoung et al. subrayan que algunas de las es-
genes cerebrales. En cuanto a la sustancia blanca, el tructuras cerebrales apoyaban distintos rasgos de
número de informes también es reducido y la hete- personalidad, hecho que se acomodaría a la hipóte-
rogeneidad de resultados vuelve a ser la norma (Xu sis de los genes generalistas descrita en la parte se-
y Potenza, 2012). gunda.
En su investigación se centran en las diferencias
Diferencias de estructura cerebral individuales de volumen cerebral —calculadas con
y de personalidad VBM (voxel-based morphometry)— bajo el supues-
to de que el mayor volumen de una determinada
Colin DeYoung et al. (2010) estipularon una se- región incrementará el poder de las funciones aso-
rie de hipótesis sobre los mecanismos neurobiológi- ciadas —aunque también se sugiere que un menor
cos que pudieran estar detrás de las diferencias in- volumen puede expresar una mayor eficiencia—.
dividuales de personalidad. Observar una asociación de las diferencias indivi-

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480 / Manual de psicología diferencial

duales de corte estructural en una determinada re- lar los procesos de rumiación y la ansiedad.
gión con las diferencias en un rasgo de personali- Se ha observado un menor volumen del hi-
dad, puede sugerir que esa región posee un papel pocampo ante episodios de estrés y depre-
funcional relevante. sión. La corteza cingulada se ha relacionado
Una vez analizadas las imágenes cerebrales de con la detección de errores y la respuesta al
116 individuos (con una media de edad de 23 años) dolor (físico y emocional). La corteza pre-
y sus respuestas a un cuestionario de personalidad frontal se vincula a la autoevaluación y a la
basado en el modelo Big Five, se llegó a las siguien- regulación de emociones.
tes conclusiones (figura 16.6). — Las diferencias de cordialidad se asocian a
un menor volumen en el temporal superior,
— Las diferencias de apertura no se asocian a así como a un mayor volumen en el cingula-
las diferencias de estructura cerebral. do posterior. La región identificada en el ló-
— Las diferencias de extraversión se asocian a bulo temporal se ha relacionado con la in-
las diferencias de volumen en la corteza or- terpretación de las acciones e intenciones de
bito-frontal medial, encargada de codificar los demás, mientras que el cingulado se ha
los valores de recompensa de los estímulos. relacionado con la comprensión de las creen-
— Las diferencias de neuroticismo se asocian a cias de los demás.
un menor volumen de la corteza dorsolateral — Las diferencias de responsabilidad se aso-
prefrontal, así como de regiones temporales cian a un mayor volumen en la corteza pre-
mediales, incluyendo el hipocampo poste- frontal lateral, relacionada con la memoria
rior. También se asocian a un mayor volu- operativa y el funcionamiento ejecutivo. El
men en el giro cingulado. El hipocampo po- resultado encaja con el supuesto papel de
see un papel al detectar la incertidumbre, al ese rasgo de la personalidad en la autorre-
gestionar objetivos en conflicto y al contro- gulación.

Neuroticismo Extraversión
Giro CPF dorsomedial
CPF
cingulado Cingulado/
dorsomedial
caudado

Cingulado/
caudado Temporal Orbito-frontal
medial

Temporal Responsabilidad
medial

Cordialidad

Temporal Giro frontal


Corteza
superior medial
cingulada

Figura 16.6**.—Regiones del cerebro en las que se observa una asociación de las diferencias individuales de volumen con las
diferencias de neuroticismo, extraversión, cordialidad y responsabilidad (DeYoung et al., 2010).

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Personalidad y biología / 481

En suma, los resultados confirmaron general- con lo observado en pacientes con ansiedad
mente las hipótesis, aunque de esa evidencia basada y depresión. También se apreció menor vo-
en las diferencias físicas de volumen no se puede lumen en la corteza prefrontal dorsolateral,
pasar sin más a las propiedades funcionales del ce- evidencia congruente con los datos de indi-
rebro y sus regiones. Estructura y función pueden viduos con mayor riesgo genético de desa-
expresar distintas asociaciones con las diferencias rrollar una depresión. La relación positiva
individuales de personalidad. del neuroticismo con el volumen de las áreas
En otro estudio en el que también se usó VBM, visuales ventrales puede asociarse a la sobre-
Dimitrios Kapogiannis et al. (2012) consideraron 87 rreactivación de los individuos neuróticos
individuos con una edad media de 72 años. Se ob- ante el procesamiento emocional.
tuvieron imágenes de sus cerebros, y se evaluaron — Las diferencias de extraversión se asocian a
los rasgos del modelo Big Five en dos ocasiones se- un mayor volumen en la corteza cingulada
paradas por dos años. anterior, la corteza prefrontal dorsolateral y
Se calcularon las asociaciones de las variaciones determinadas regiones temporales. La acti-
de volumen de sustancia gris con las diferencias de vación sistemática de las regiones frontales
personalidad, pero combinando la información re- en los individuos con alta extraversión pue-
gistrada en esas dos ocasiones para comprobar si los den estar detrás del mayor volumen. Ade
resultados eran estables. más, la corteza cingulada puede relacionarse
Los siguientes fueron los principales hallazgos con la conducta prosocial de los extraverti-
(figura 16.7): dos, al tomar decisiones en situaciones socia-
les y orientar la conducta social.
— Mayores puntuaciones en neuroticismo se — Las diferencias de apertura se asocian a un
asocian a un menor volumen en la corteza menor volumen de regiones implicadas en la
orbito-frontal. El resultado es congruente inhibición de respuestas ante estímulos aver-

Neuroticismo
Extraversión

Apertura Cordialidad Responsabilidad

Figura 16.7**.—Correlaciones positivas (rojo) y negativas (azul) entre las diferencias de personalidad según los rasgos del
modelo Big Five y las diferencias de volumen regional en sustancia gris (Kapogiannis et al., 2012).

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482 / Manual de psicología diferencial

sivos (corteza orbito-frontal medial y fron- de personalidad pueden influir en el volumen de las
tal-insular). Mayores puntuaciones de aper- regiones cerebrales identificadas. Pero también es po-
tura se asocian a un mayor volumen de la sible que las diferencias individuales de desarrollo
corteza frontal-polar, implicada en el control cerebral desde edades tempranas predispongan al
cognitivo. desarrollo de los rasgos de la personalidad valorados
— Las diferencias de cordialidad se asocian po- posteriormente.
sitivamente al volumen de la corteza orbito- Las correlaciones son inútiles para concretar
frontal, implicada en la cognición social. una determinada dirección causal, por muy sugeren-
— Las diferencias de responsabilidad se asocian tes que sean en otros sentidos.
a un mayor volumen en regiones dedicadas a En un estudio masivo en el que aplicó SBM
la planificación motora, lo que pudiera apo- (Surface-Based Morphometry) para separar el gro-
yar los procesos de pensamiento antes de ac- sor de la superficie cortical que se combina en el vo-
tuar. También se observó una asociación con lumen, Roberta Riccelli et al. (2017) estudiaron la
el volumen de la corteza prefrontal dorsola- relación de las diferencias de personalidad —según
teral, lo que pudiera vincularse a la gestión los rasgos del modelo Big Five— de un grupo de 507
de reglas y objetivos a medio y largo plazo. personas participantes en el Human Connectome
Project (HCP), con una media de edad de 30 años.
Kapogiannis et al. sugieren que las experiencias Observaron abundantes y heterogéneas eviden-
diferenciales de individuos con determinados perfiles cias que se pueden resumir así (figura 16.8):

Medial frontal

Precuneo Superficie
Grosor
Grosor Occipital
lateral
Extraversión Precuneo
Temporal medial
Responsabilidad

Superficie
Temporal superior Parietal
superior Superficie
Supramarginal

Temporal superior Neuroticismo


Frontal Temporal medial
Grosor Frontal
Medial frontal superior
superior Cuneo

Opercular
Grosor
Cordialidad
Parietal Poscentral
Poscentral
Superficie inferior
Fusiforme
Grosor Apertura Superficie

Figura 16.8**.—Resultados observados en la investigación de Riccelli et al. (2017) para los rasgos de la personalidad del mo-
delo Big Five. En rojo se representan las asociaciones positivas y en azul las negativas, tanto para el grosor como para la su-
perficie cortical.

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Personalidad y biología / 483

— La extraversión se asocia a un mayor grosor can de un verdadero tinte emocional. Sin embargo,
del precúneo y a una menor área del lóbulo cobrarán protagonismo cuando la balanza se des-
temporal superior. equilibre. Será entonces cuando se revelen las dife-
— La cordialidad se asocia a un menor grosor rencias latentes de personalidad, algo similar a la
de la corteza prefrontal y a una menor área mayor o menor relevancia que pueden tener las di-
del giro fusiforme. ferencias individuales de fuerza muscular. Cuando
— La responsabilidad se asocia a un mayor gro- el peso que se debe levantar es leve, esas diferencias
sor y a una menor área de las regiones pre- serán irrelevantes. Pero serán cruciales cuando se
frontales. tenga que desplazar un objeto pesado.
— El neuroticismo se asocia a un mayor grosor Finalmente, los resultados de la investigación de
y una menor área de las regiones prefronta- Riccelli et al. pueden relacionarse con algo que ellos
les y temporales. mismos insinúan: «nuestro trabajo se basa en auto-
— La apertura a la experiencia se asocia a un informes que, inevitablemente, expresan cómo los
menor grosor y una mayor área de las regio- individuos valoran su propia conducta. La investi-
nes prefrontales y parietales. gación futura debería usar distintos informadores
para valorar la personalidad de los individuos».
Los autores concluyeron que gran parte de los Es decir, los individuos responden a preguntas
efectos observados se localizan en la corteza pre- sobre su personalidad sirviéndose, lógicamente, de
frontal: «ese hecho puede significar que los rasgos procesos cognitivos de alto nivel. El hecho de que
básicos de la personalidad humana se encuentran sean masivos los resultados asociados a la corteza
asociados a habilidades sociocognitivas de alto ni- frontal y parietal puede estar relacionado con que
vel, así como a la capacidad para modular las res- son precisamente esas regiones las que usualmente
puestas afectivas básicas». soportan las funciones mentales superiores.
Es una conclusión sorprendente, porque cabría Además, habría sido interesante explorar las co-
esperar que los rasgos básicos de la personalidad nexiones entre las regiones identificadas usando al-
humana se encontrasen más asociados a habilidades gún método de tractografía basado en el análisis de
sociocognitivas de bajo nivel. La neocorteza tendría la sustancia blanca. Pero no se hizo.
algún papel, si acaso, en el control de los impulsos En ese sentido, Jesús Privado et al. (2017) ob-
de la paleocorteza. Sin embargo, no se aprecia nin- servaron que la apertura mental se asociaba a las
gún intento de explorar esa clase de mecanismos diferencias individuales en la integridad de la sus-
interactivos, extensamente estudiados por autores tancia blanca que conecta las regiones posteriores
clásicos en el campo como H. J. Eysenck. y anteriores del cerebro (figura 8.14). Al igual que
Las diferencias individuales de neuroticismo se Riccelli et al. (2017), analizaron el grosor y la su-
podrían explicar —al menos en parte— por el éxito perficie cortical, encontrando que las diferencias
o el fracaso del mecanismo de control que ejercen individuales de extraversión se asociaban a las dife-
los procesos de alto nivel sobre los impulsos de la rencias en el área de superficie en la corteza occipi-
paleocorteza (sistema límbico). Todos los individuos tal, mientras que las diferencias individuales de neu-
experimentarían la emocionalidad que suscita la vi- roticismo se asociaban a las diferencias individuales
vencia directa de un grave accidente de tráfico, pero de grosor cortical en el lóbulo parietal (figura 16.9).
las reacciones visibles variarían extraordinariamen- Por tanto, la sustancia gris se vinculó a rasgos tem-
te. Algunos quedarían paralizados al ser inundados peramentales básicos (extraversión y neuroticismo),
por el torrente emocional (serían emocionalmente mientras que las conexiones estructurales de larga
inestables o neuróticos), mientras que otros serían distancia se asociaron al rasgo de personalidad más
capaces de sobreponerse y socorrer eficientemente a vinculado a los procesos de alto nivel (apertura
los accidentados (corresponderían a los emocional- mental).
mente estables). El campo de la neurociencia de la personalidad
Las diferencias que separan a los neuróticos de está todavía en pañales, como reconocen Riccelli et
los emocionalmente estables serán irrelevantes cuan- al. (2017): «La relación de las diferencias individuales
do las circunstancias vitales sean neutrales y carez- en los rasgos de la personalidad y la variabilidad en

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484 / Manual de psicología diferencial

duales en la integridad de la sustancia blanca y las


Izquierda Derecha diferencias de personalidad según el modelo Big Five.
Extraversión En la parte segunda se describió cómo se puede
analizar esa integridad.
Xu y Potenza propusieron una serie de hipótesis
sobre cómo las diferencias de integridad se asocia-
Cordialidad rían a las diferencias de personalidad:

— Las diferencias de neuroticismo se asociarán


Responsabilidad
negativamente a la integridad de la sustancia
blanca de las fibras que conectan la corteza
prefrontal y la amígdala, es decir, el cíngulo
anterior y el fascículo uncinado.
— Las diferencias de extraversión se asociarán
Neuroticismo positivamente a la integridad de la sustancia
blanca de las fibras que conectan la corteza
prefrontal, parietal y estriada, es decir, la co-
rona radiata y el fascículo longitudinal supe-
Apertura rior.
— Las diferencias de apertura se asociarán po-
sitivamente a la integridad de la sustancia
blanca de las fibras que conectan los hemis-
Correlación de Pearson ferios cerebrales (cuerpo calloso), así como
los que conectan las cortezas prefrontal, pa-
rietal y temporal con los ganglios basales
(corona radiata y fascículo longitudinal su-
Figura 16.9**.—Correlaciones de las diferencias individuales perior).
en los rasgos del modelo Big Five con las diferencias indivi- — Las diferencias de cordialidad se asociarán
duales de grosor (izquierda) y superficie (derecha) cortical en
el estudio de Privado et al. (2017).
positivamente a la integridad de la sustancia
blanca de la corona radiata y el fascículo lon-
gitudinal superior, porque conectan el cíngu-
la estructura y el funcionamiento cerebral se nos si- lo posterior, el giro fusiforme y el temporal
gue escapando y se encuentra mal caracterizada. Los superior.
resultados observados en distintos estudios son frag- — Finalmente, las diferencias de responsabili-
mentarios (por ejemplo, no valoran sistemáticamen- dad se asociarán positivamente a la integri-
te los correlatos cerebrales de los cinco rasgos bási- dad de la sustancia blanca en fibras que co-
cos de la personalidad) y son a menudo conflictivos». nectan la corteza prefrontal, la corteza
Aun así, no cabe duda de que se irán afinando parietal, la amígdala y el hipocampo, es de-
las aproximaciones al problema básico de investiga- cir, el cíngulo anterior, el fascículo uncinado,
ción. Serán progresivamente menos exploratorias y la corona radiata y el fascículo longitudinal
más orientadas por sólidos modelos conceptuales, superior.
como el propuesto por la Teoría de la Red de Siste-
mas (TRS, Lluís-Font, 2004). Obtuvieron las imágenes cerebrales de 51 adul-
tos con una media de edad de 30 años. Esos indivi-
Conexiones entre regiones del cerebro duos también completaron un test de personalidad
y diferencias de personalidad diseñado según el modelo Big Five.
Los resultados al correlacionar las diferencias
Jiansong Xu y Marc Potenza (2012) hicieron un de integridad con las diferencias de personalidad
estudio pionero relacionando las diferencias indivi- son (figura 16.10):

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Personalidad y biología / 485

MD MD
HI HI

0,080
0,08
0,075
0,07

MD
0,070

MD
45 35 45 35
0,06 0,065
0,060
0,05 0 40 80 120
0 40 80 120
Apertura
Neuroticismo

25 1 25 15

Figura 16.10**.—Resultados para el neuroticismo (izquierda) y la apertura (derecha) en el estudio de Xu y Potenza (2012).
Mayores valores de MD representan una peor integridad de la sustancia blanca, y, por tanto, un mayor neuroticismo se asocia
a mayores valores de MD, mientras que una mayor apertura se asocia a menores valores de MD. HI = hemisferio izquierdo.

— Las diferencias de extraversión y responsabi- sustancia gris y otras la sustancia blanca, aplicando
lidad no se asociaron a las diferencias de in- distintos tipos de métodos para valorar grupos más
tegridad. o menos numerosos de individuos de distintas eda-
— A mayores puntuaciones de neuroticismo, des.
peor integridad en las siguientes fibras: cuer- Las diferencias en los detalles son cruciales en
po calloso, corona radiata, fascículo longitu- los métodos de neuroimagen, puesto que se consi-
dinal superior, fascículo occipital-frontal in- deran miles de elementos de información (vóxels o
ferior, fascículo uncinado y cíngulo anterior. vértices) y deben aplicarse, por tanto, correcciones
— A mayores puntuaciones de apertura, mejor estadísticas que pueden eliminar una valiosa infor-
integridad en las siguientes fibras: cuerpo ca- mación. Entre demasiado ruido es difícil visualizar
lloso, corona radiata, fascículo longitudinal señales, y, a menudo, corregir ruido en exceso puede
superior y fascículo occipital-frontal inferior. desvanecer señales valiosas.
— A mayores puntuaciones de cordialidad, me- En la investigación de Privado et al. (2017) se
jor integridad en la corona radiata y el fas- consideró al mismo grupo de personas para estudiar
cículo longitudinal superior. las relaciones de las diferencias en sustancia gris y
sustancia blanca con las diferencias de personalidad
Las fibras más relevantes corresponden a la co- según los rasgos considerados por el modelo Big
rona radiata y el fascículo longitudinal superior, co- Five. Esa coyuntura es infrecuente.
munes al neuroticismo, la apertura y la cordialidad. Los resultados sobre sustancia gris revelaron:
El hecho de que distintos rasgos de personalidad
posean un sustrato neuroanatómico compartido pu- a) Correlaciones de las diferencias individua-
diera estar relacionado con el factor general de per- les de extraversión con las de superficie cor-
sonalidad (P) descrito en el capítulo 14. tical en una zona del lóbulo occipital
(r = 0,51).
Comentario b) Correlaciones de las diferencias individua-
les de neuroticismo con las de grosor corti-
Los investigadores que han usado métodos de cal en una región del lóbulo parietal inferior
neuroimagen para explorar la asociación de las di- (r = 0,39).
ferencias cerebrales con las de personalidad obser- c) Correlaciones de las diferencias individua-
van resultados heterogéneos. A veces se explora la les de apertura con las de superficie cortical

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486 / Manual de psicología diferencial

en regiones del lóbulo frontal, temporal, orbito-frontal, cingulada y prefrontal, así como en
parietal y occipital (r = 0,30). la amígdala y el estriado. Los niveles de activación
se obtuvieron a partir de una heterogénea serie de
La superficie y el grosor son propiedades corti- tareas experimentales que valoraban control cog-
cales débilmente relacionadas entre sí que están, nitivo, emociones expresadas verbalmente, conduc-
además, influidas por distintos genes (Chen et al., tas de riesgo, aprendizaje asociativo de emociones,
2013). Ambas siguen también una trayectoria dife- inhibición emocional, reconocimiento de rostros
rente durante el ciclo vital (Schnack et al., 2015) con distintas expresiones emocionales y refuerzo
—como se verá en el capítulo 18— y, por tanto, los demorado.
rasgos de extraversión y neuroticismo podrían estar Las diferencias de extraversión se asociaron a
sujetos a una etiología diferencial: las diferencias de una mayor activación del área de Brodmann (BA)
neuroticismo pudieran estar más vinculadas a las 17 del lóbulo occipital, resultado congruente con el
conexiones entre regiones (caracterizadas por las hallazgo de Privado et al. (2017) para el caso de la
diferencias de grosor) que las diferencias de extra- extraversión y las diferencias regionales de superficie
versión. en esa región cerebral.
Los resultados para la apertura son también su- Koelsch et al. encontraron asociaciones de las
gerentes, porque es el rasgo que presenta asociacio- diferencias de neuroticismo con las diferencias de
nes con la superficie cortical en regiones de los cua- activación en la corteza prefrontal, frontal-medial
tro lóbulos (figura 16.9), así como con los tractos de anterior y cingulada, así como con la ínsula y la
sustancia blanca que conectan las regiones posterio- amígdala.
res y anteriores del cerebro (figura 8.14). Las regio- La heterogeneidad vuelve a ser la norma.
nes y fibras identificadas se encuentran también im- Quizá explorar la activación y la conectividad
plicadas en el procesamiento cognitivo de alto nivel en estado de reposo sea más revelador.
(Colom et al., 2010). Kristjan Korjus et al. (2015) analizaron a un
¿Se observa heterogeneidad de resultados al ex- grupo de 289 personas para averiguar si era posible
plorar el funcionamiento del cerebro en lugar de su predecir las diferencias individuales en los rasgos
estructura? considerados por el modelo Big Five a partir de da-
En su revisión de 22 estudios de neuroimagen tos EEG en estado de reposo. El resultado fue de-
funcional (fMRI), Stefan Koelsch et al. (2013) des- cepcionante y se consideró que se podía atribuir a
tacaron la relación de las diferencias de extraver- un excesivo nivel de ruido en las señales registradas
sión con los niveles de activación en la corteza (cuadro 16.3).

CUADRO 16.3
EEG en estado de reposo y Big Five

Korjus et al. (2015) buscaban predecir las diferencias de personalidad que separaban a casi 300 individuos a par-
tir de su actividad cerebral en estado de reposo (valorada con EEG).
Fracasaron al encontrar algún patrón. Poca señal entre demasiado ruido.
Los rasgos de personalidad evaluados correspondieron al Modelo Big Five y se supuso que las diferencias indivi-
duales en esos rasgos deberían asociarse a las diferencias individuales en el funcionamiento cerebral basal (una
propiedad del cerebro equivalente en estabilidad a los rasgos de personalidad).
Se optó por dejar que los datos hablasen (data-driven). Para alcanzar ese objetivo, se usaron modelos matemáti-
cos (machine learning) que permitían clasificar las señales biológicas y averiguar si expresaban alguna información
relevante sobre las diferencias de personalidad.
Consideraron distintos tipos de evidencia para comprobar si algo iba mal con la información considerada por los
algoritmos. Por ejemplo, binarizar los datos de personalidad (alto versus bajo) o mantener su naturaleza continua.
En el segundo caso se aplicó una sofisticada técnica (LASSO, Pineda-Pardo et al., 2014), pero tampoco se llegó a
nada interesante.

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Personalidad y biología / 487

CUADRO 16.3 (continuación)

Red por defecto Frontal parietal derecha Frontal parietal izquierda Control
(atención) (atención) ejecutivo

Figura 16.11**.—Algunas de las redes consideradas en la investigación de Korjus et al. (2015).

Ante ese panorama, los autores se preguntaron si su método de análisis era responsable de la ausencia de resul-
tados. Para comprobarlo usaron un criterio indiscutible: ¿se puede predecir si el individuo tiene los ojos abiertos o
cerrados? En ese caso se tuvo éxito. El problema no estaba en los algoritmos de análisis.
En sus propias palabras, «cuando hay un patrón claro de información en los datos, nuestro método es capaz de
extraerlo. Ese resultado indica que el fracaso al predecir los rasgos de personalidad a partir de los registros EEG en
estado de reposo, no puede atribuirse a errores del algoritmo o su aplicación».
Su investigación se basó en la intensidad de las señales (power spectrum), pero las oscilaciones y las correlaciones
temporales podrían ser más interesantes. La inestabilidad emocional se ha relacionado, por ejemplo, con las ampli-
tudes en alpha/beta y en theta/delta.
También señalan que es probable que el EEG no sea adecuado para obtener la información que permitiría com-
prender las diferencias de personalidad. Quizá las diferencias de estructura cerebral o en el nivel de activación de
estructuras subcorticales —a las que el EEG es insensible— sean candidatos mejores.
Pero el argumento más convincente puede ser que las diferencias de personalidad se revelan con mayor claridad
ante determinadas situaciones, no en estado de reposo. Las diferencias entre individuos neuróticos y estables son
irrelevantes cuando la situación no evoca inestabilidad. Son cruciales en circunstancias significativas.

Salvo excepciones, los estudios suelen considerar La neurociencia de la personalidad ofrece resul-
grupos relativamente reducidos de personas. En el tados por ahora inestables (Riccelli et al., 2017).
caso de la estructura cerebral, el tamaño medio es Quizá los datos biológicamente relevantes no resi-
de medio centenar. La investigación de Riccelli et den en la estructura, sino que se aprecian al estudiar
al. (2017) es una de esas excepciones, pero sus resul- los rasgos y procesos de la personalidad en acción
tados son bastante diferentes a los encontrados en (Mischel y Shoda, 1998; Stemmler y Wacker, 2010).
otro estudio de similares características con un nú- Sin embargo, también en ese caso se pueden alber-
mero elevado de personas (N = 265, Bjornebekk et gar reservas sobre las condiciones experimentales
al., 2013). que evocarán la acción de esos rasgos y procesos.
Recuérdese las Leyes de Haier sobre el estudio
del cerebro:
2. PERSONALIDAD, GENES
1. Ninguna historia sobre el cerebro es simple. Y EXPERIENCIA: ¿CUÁL ES
2. Ningún estudio es definitivo. LA PREGUNTA?
3. Son necesarias muchas investigaciones para
explicar los resultados inconsistentes y en- Las personas son más o menos extravertidas,
contrar evidencias sólidas. más o menos cordiales, más o menos responsables,

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488 / Manual de psicología diferencial

más o menos emocionalmente estables y más o me- muchas vueltas antes de emprender alguna acción.
nos abiertas a nuevas experiencias. Esos procesos son considerados por los modelos
La observación (datos L), los test estandariza- cognitivos de la personalidad.
dos (datos Q) y las situaciones artificiales diseñadas Algunos rechazarán la idea de estudiar la carre-
por los científicos (datos T) permiten ubicar a los ra de medicina porque se consideran incapaces de
individuos en esas dimensiones o rasgos considera- mantener la calma al presenciar desgracias humanas
dos en los modelos factoriales de la personalidad. diariamente. Otros optarán por representar a una
Además, los extravertidos se pueden caracterizar marca comercial porque se sienten en su salsa yendo
por procesos psicológicos distintos a los de los in- de un lado a otro en constante contacto con los de-
trovertidos. Los primeros pueden centrarse en ma- más. Las diferencias de personalidad y las identida-
yor grado en la codificación de los detalles en situa- des individuales se expresan cuando el ambiente lo
ciones de interacción social y actuar sin pensárselo permite, cuando se abre un abanico de posibilidades
dos veces, mientras que los segundos pueden focali- de acción, cuando no existe una única opción ni
zar su atención en algunos de esos detalles y darle correcta ni óptima.

CUADRO 16.4
La medida de la personalidad desde la conducta: más allá de los autoinformes

La práctica de explorar la personalidad de los individuos mediante preguntas consignadas en un cuestionario es


mayoritaria. Solamente el individuo puede acceder a la información de interés, a su identidad.
El Profesor José Santacreu, de la Universidad Autónoma de Madrid, dirigió a un equipo de investigación que
propuso un modo de estudiar las diferencias individuales de personalidad basándose en lo que la gente hace, no en
lo que dice (Santacreu et al., 2002). Aunque la personalidad es un concepto equivalente a la inteligencia, se valora
la segunda a partir de hechos, de acciones, pero se evalúa la primera según las declaraciones del interesado.
La perspectiva de Santacreu y sus colegas conecta con el intento de R. B. Cattell de evaluar la personalidad para
obtener datos T (test situacional, es decir, una situación estandarizada en la que no es evidente para el evaluado qué
se está midiendo). El equipo de Cattell llegó a desarrollar más de 400 test situacionales, pero nunca se consideró
seriamente su esfuerzo. La batalla fue ganada por los cuestionarios, y no vencieron solamente porque eran más có-
modos para los evaluadores, sino porque los datos Q y T apenas presentaban correlaciones significativas al valorar
el mismo rasgo (Cattell, 1990).
Aun así, es innegable que los cuestionarios al uso presentan, al menos, tres limitaciones:

1 Sesgos involuntarios derivados de la aquiescencia (la tendencia a responder afirmativamente por sistema) y
de las imprecisiones y ambigüedades del lenguaje.
2. Distorsiones voluntarias para acomodar las respuestas a lo socialmente deseable.
3. Validez predictiva limitada a consecuencia de la distancia entre lo que se dice y lo que se hace.

Santacreu et al. (2006) consideran que la conducta resulta de la interacción persona-contexto. Cada individuo se
puede caracterizar por unas determinadas tendencias de respuesta, según las experiencias acumuladas en esa inte-
racción a través del tiempo y en distintas situaciones, aunque su nivel de capacidad y su motivación para actuar
pueden ser también relevantes.
Desde esa perspectiva, el mejor predictor de lo que hará un individuo en una determinada situación será lo que
hizo anteriormente en una situación similar. Si lo que se desea es valorar la parte personal de la ecuación interacti-
va, entonces es necesario diseñar una situación novedosa, sobre la que no se posea ninguna experiencia. Pero, además,
las acciones posibles en esa situación deben estar abiertas, no debe existir una respuesta óptima o más adecuada: «la
evaluación de la personalidad es imposible en situaciones en las que resulta inviable llegar a similares objetivos usan-
do distintas opciones».
La evaluación objetiva de la personalidad requiere:

— Huir de los autoinformes, aunque debe disponerse de un criterio objetivo para evaluar las respuestas.
— La capacidad del individuo debe ser irrelevante para completar el test.
— Se debe evitar el feedback para no orientar la conducta del individuo.

© Ediciones Pirámide
Personalidad y biología / 489

CUADRO 16.4 (continuación)

— El objetivo de la evaluación debe estar enmascarado para reducir los sesgos involuntarios.
— Debe motivar a la acción.

Basándose en esos criterios, el equipo de Santacreu desarrolló una serie de test objetivos informatizados (TOI).
Un ejemplo son tres TOI diseñados para evaluar la tendencia al riesgo, es decir, la propensión a elegir la opción
que revierte una mayor recompensa, aunque la probabilidad de que se presente sea mucho menor. Esos test son:
ruleta, dados y cruzar una calle. Se puede encontrar una descripción detallada en Santacreu et al. (2006) y en otras
publicaciones más monográficas de su equipo.
En el test de cruzar una calle se debe decidir cuándo un peatón puede cruzar una calle por la que circulan vehícu-
los. Se debe cruzar cuanto antes para llegar a un establecimiento comercial, pero sin provocar ningún percance. El
test comienza con el peatón ubicado en el extremo izquierdo, en mismo el lado en el que se encuentra el comercio
al que se debe llegar.
Al empezar el ensayo, los vehículos circulan de izquierda a derecha. Transcurridos diez segundos, se oculta la
calle para que no puedan verse los vehículos, que siguen circulando.
La persona evaluada debe decidir si el peatón debe cruzar la calle dependiendo de dónde se encontraba en el mo-
mento en el que se ocultó la calle. Cuanto más a la izquierda se decida cruzar, menos visibles serán los vehículos que
circulan por la calle (mayor riesgo). Cuanto más a la derecha se decida cruzar, más tiempo se tardará en llegar al
comercio (pero el riesgo será menor).

Instrucciones de la prueba
Su tarea consiste en decidir por dónde ha de cruzar la calle la persona de la pantalla.

Marcador de
Farmacia puntuación

Calle

Persona

Figura 16.12.—Pantallas en las que se muestran situaciones del TOI «Cruzar la calle».

Al completar un ensayo, se informa al evaluado del tiempo empleado en cruzar, pero no de si se produjeron per-
cances.
La fiabilidad de este test es muy elevada (0,96). En cuanto a su validez, estudiando las respuestas de casi 5.000
candidatos a un curso de control de tráfico aéreo se pudo comprobar que los individuos que presentan mayor ten-
dencia al riesgo en test como el de cruzar una calle, se la juegan (adivinan) más al elegir una respuesta que desco-
nocen de un test de conocimientos aeronáuticos.
Otro resultado interesante corresponde a los valores de correlación entre las puntuaciones de tendencia al riesgo
calculadas a partir de los tres TOI, que oscilaron entre 0,51 y 0,79.
Una pregunta relevante que debe encontrar respuesta es: ¿se relaciona esa tendencia al riesgo valorada con esos
TOI con dimensiones de personalidad supuestamente relevantes, como la búsqueda de sensaciones, evaluadas con
cuestionarios?
Santacreu et al. (2006) sostienen que esa pregunta carece de sentido, porque, como se comentó antes, una cosa es
lo que se dice y otra lo que se hace.

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490 / Manual de psicología diferencial

Quien tiene hambre de estímulo puede caracte- recen en su nivel de estabilidad emocional en igual
rizarse por mecanismos biológicos distintos al que medida hayan crecido o no en el mismo hogar, en-
está saciado de estímulo. Los niveles de reactivación tonces el contacto familiar se considerará irrelevante
espontánea del extravertido pueden ser menores que para comprender la similitud en su personalidad. Si
los del introvertido, de modo que el primero necesi- los hijos se parecen a su padres en su nivel de desa-
ta buscar estimulación externa para alcanzar un ni- pego emocional independientemente de que esos hi-
vel adecuado de activación cerebral, mientras que jos hayan sido criados por su propios padres o en
en el segundo ese proceso resulta innecesario. La familias adoptivas, entonces, una vez más, el contac-
biología puede ser relevante para comprender las to social que tiene lugar en la familia será inútil para
diferencias de personalidad. entender sus semejanzas de personalidad.
Pero, en última instancia, las propiedades es- Si la contribución genética a las diferencias de
tructurales y funcionales del cerebro que está detrás personalidad que separan a los individuos es signifi-
de los pensamientos, sensaciones y acciones carac- cativa, sustantiva, entonces cobrará sentido el objeti-
terísticas de individuos con distintas personalidades vo de localizar los genes que, en concreto, están de-
se asocian a sus genomas y a las experiencias vividas. trás de esa contribución. La investigación reciente en
¿En qué medida contribuyen a esas personalidades genética molecular se dirige precisamente a esa meta,
las diferencias genéticas y no genéticas que separan estudiando grandes números de marcadores genéti-
a los individuos? cos a lo largo del genoma en cientos de miles de indi-
Responder esa pregunta exige recurrir a los mé- viduos de los que se conoce también su personalidad.
todos descritos en la parte segunda, basados, en
esencia, en comparar individuos con distinto grado
de parentesco que hayan compartido determinados 2.1. La personalidad es heredable
ambientes en menor o mayor grado.
Si los gemelos idénticos criados juntos se parecen Kathleen McCartney, Monica Harris y Frank
más en su nivel de extraversión que los gemelos fra- Bernieri publicaron un metaanálisis en 1990 conside-
ternos criados juntos, entonces es probable que los rando siete rasgos de personalidad valorados en 122
genes tengan algo que decir. Si los hermanos se pa- estudios hechos entre 1967 y 1985. La figura 16.14

Figura 16.13.—Izquierda: los largometrajes explotan el fenómeno natural de los gemelos. En Two Much —del director español
Fernando Trueba—, el protagonista —Antonio Banderas— simula tener un hermano gemelo. Los supuestos hermanos actúan
de modo completamente diferente, lo que sugiere que sus personalidades son radicalmente distintas. Esa coyuntura, no obs-
tante, es altamente improbable al comparar gemelos idénticos en el mundo real, más allá del celuloide. Derecha: Matt McGue,
responsable del Minnesota Twin Family Study, impartiendo una conferencia plenaria sobre la personalidad de los gemelos en
el encuentro de la ISIR celebrado en Montreal en 2017.

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Personalidad y biología / 491

1
Gemelos idénticos Gemelos fraternos
0,9

0,8

0,7

0,6 0,58 0,59


0,54
0,49 0,5 0,5 0,5
0,5

0,4
0,33
0,3 0,28
0,25
0,22
0,2 0,18 0,19
0,16
0,1

0
Actividad Agresividad Ansiedad Dominancia Emocionalidad Masculinidad Sociabilidad

Figura 16.14.—Resultados del metaanálisis de McCartney et al. (1990) para siete rasgos de personalidad. Los valores repre-
sentan la correlación en cada uno de esos rasgos para los gemelos idénticos y para los gemelos fraternos.

presenta los valores de correlación que cuantifican El neuroticismo y la extraversión son rasgos con-
la similitud de gemelos idénticos y de gemelos fra- siderados con frecuencia en los estudios de genética
ternos en actividad, agresividad, ansiedad, domi- conductual. La figura 16.15 compara las correlacio-
nancia, emocionalidad, masculinidad y sociabilidad. nes en esos rasgos de gemelos idénticos y de gemelos
Las correlaciones de los gemelos idénticos son fraternos en cuatro países de tres continentes.
sustancialmente mayores que las de los fraternos A pesar de que los valores de correlación oscilan
para los siete rasgos de personalidad. según el país, se calculó el valor medio para los dos
El valor medio calculado por McCartney et al. tipos de gemelos.
fue: gemelos idénticos r = 0,51 y gemelos fraternos En el caso del neuroticismo, los valores fueron
r = 0,22. Al aplicar las fórmulas de estimación de r = 0,46 y r = 0,19, respectivamente. La estimación
los componentes de la varianza fenotípica descritas de los componentes de la varianza sería:
en la parte segunda se llega al siguiente resultado:
V(G) = 2 × (0,46 − 0,19) = 0,54
V(G) = 2 × (0,51 − 0,22) = 0,58 V(AC) = 0,46 − 0,54 = 0
V(AC) = 0,51 − 0,58 = 0 1 V(AE) = 1 − (0,54 + 0) = 0,46
V(AE) = 1 − (0,58 + 0) = 0,42
En el caso de la extraversión los valores fueron
Por tanto, los componentes genéticos y no gené- r = 0,5 y r = 0,17, respectivamente. La estimación
ticos son igualmente relevantes, aunque se debe ob- de los componentes de la varianza sería:
servar que el efecto no genético se centra exclusiva-
mente en el ambiente específico (no compartido). V(G) = 2 × (0,5 − 0,17) = 0,66
Vivir en la misma familia sería irrelevante (Harris, V(AC) = 0,5 − 0,66 = 0
1998, 2006; Plomin, 1994).
V(AE) = 1 − (0,66 + 0) = 0,34
1
El resultado de esa resta sería negativo, lo que carece de
sentido porque una varianza no puede ser negativa. Por tanto, el Una vez más, la contribución genética es tan
valor se fija a 0. relevante como la no genética, tanto para el neu-

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492 / Manual de psicología diferencial

Neuroticismo Extraversión
1 1
Gemelos idénticos Gemelos fraternos Gemelos idénticos Gemelos fraternos
0,9 0,9
0,8 0,8
0,7 0,7
0,58 0,57
0,6 0,6 0,5
0,5 0,46 0,46 0,5 0,47 0,46
0,4 0,33 0,4
0,3 0,26 0,3
0,21 0,18 0,2 0,2
0,2 0,12 0,2 0,13 0,15
0,1 0,1
0 0
Estados Suecia Australia Finlandia Estados Suecia Australia Finlandia
Unidos Unidos

Figura 16.15.—Correlaciones en neuroticismo (izquierda) y extraversión (derecha) de gemelos idénticos y gemelos fraternos
según estudios hechos en Estados Unidos (Loehlin et al., 1976, N = 1.586), Suecia (Floderus-Myrhed et al., 1980, N = 25.589),
Australia (Martin y Jardine, 1986, N = 5.799) y Finlandia (Rose et al., 1988, N = 14.288) (Plomin, Chipuer y Loehlin, 1990).

roticismo como para la extraversión. Además, el Al comparar gemelos influyen, a la hora de es-
ambiente compartido presenta una nula contribu- timar a heredabilidad, los efectos genéticos aditivos
ción, de modo que los factores no genéticos se cen- (varianza genética responsable de la similitud en in-
tran en el ambiente no compartido o experiencia dividuos que comparten parentesco) y no aditivos
personal. (dominancia genética y epistasis), mientras que al
Tena Vukasovic y Denis Bratko publicaron en considerar el diseño familiar y de adopción sola-
2015 un metaanálisis sobre la heredabilidad de la mente influyen los efectos genéticos aditivos.
personalidad. En suma, la personalidad es heredable. La rele-
Consideraron 45 estudios en los que se evaluó a vancia de las diferencias genéticas que separan a los
más de 100.000 individuos (de entre 9 y 92 años de individuos llega hasta aproximadamente el 40 %. El
edad) de 12 países en cuatro continentes. La figura resto corresponde a los factores no genéticos, pero
16.16 presenta un resumen de las estimaciones de dado que el ambiente compartido (o familiar) pare-
heredabilidad derivadas de su metaanálisis. ce irrelevante, esos factores se concentran en el am-
El resultado permite concluir que la heredabili- biente no compartido o experiencia personal.
dad de la personalidad es del 40  %. Ese dato es con-
gruente con la revisión de Johnson et al. (2008) de 2.2. La influencia familiar es menor
más de 50 años de investigación en genética conduc- que la de los genes
tual de la personalidad. Esos autores estimaron un
48 % al comparar la semejanza de gemelos idénticos ¿En qué medida es relevante el ambiente familiar
y gemelos fraternos criados juntos, pero un 31 % al para el desarrollo de las diferencias de personalidad?
usar la correlación de gemelos idénticos criados por Los estudios revisados anteriormente sugieren
separado. También es coherente con la revisión de que la contribución de ese ambiente familiar (o am-
Eric Turkheimer et al. (2014), especialmente para la biente compartido) es nula, pero veamos ahora al-
extraversión y el neuroticismo. guna evidencia más.
Una evidencia verdaderamente interesante que El SATSA (Swedish Adoption/Twin Study on
se deriva del metaanálisis de Vukasovic y Bratko es Aging) estudió 160 pares de gemelos idénticos cria-
que la estimación de la heredabilidad cambia sus- dos juntos y 99 pares gemelos idénticos criados por
tancialmente si se considera el diseño de gemelos o separado, así como 212 pares de gemelos fraternos
el diseño familiar y de adopción. El valor es 47 % en criados juntos y 229 pares de gemelos fraternos cria-
el primer caso y 22 % en el segundo. dos por separado, con una media de edad de 59
El dato no es nuevo (Plomin et al., 2013) pero años. La figura 16.17 presenta los resultados para
¿a qué se debe esa diferencia? los rasgos de personalidad del modelo Big Five.

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Tellegen et al. (1988) 0,59 [0,50, 0,68]
Hur (2007) 0,42 [0,35, 0,49]
Saudino et al. (1999) 0,55 [0,39, 0,71]
Baker y Daniels (1990) 0,44 [–0,30, 1,18]
Jang, Livesley y Vernon (1996) 0,47 [0,33, 0,61]
Riemann, Angleitner y Strelau (1997) 0,52 [0,47, 0,57]
Loehlin et al. (1998) 0,44 [0,20, 0,68]

© Ediciones Pirámide
Johnson, McGue y Krueger (2005) 0,46 [0,14, 0,78]
Losoya et al. (1997) 0,48 [0,25, 0,71]
Lensvelt-Mulders y Hettema (2001) 0,44 [–0,26, 1,14]
South et al. (2008) 0,52 [0,47, 0,57]
Weiss, Bates y Luciano (2008) 0,45 [0,37, 0,53]
Vermon et al. (2008) 0,54 [0,46, 0,62]
Kendler et al. (2009) 0,45 [0,38, 0,52]
Bratko y Butkovic (2007) 0,47 [0,29, 0,65]
Valera y Berenbaum (2001) 0,60 [0,41, 0,79]
Franz (no publicado) 0,42 [0,14, 0,70]
Boomsma y Franic (no publicado) 0,46 [0,42, 0,50]
Kandler (no publicado) 0,54 [0,17, 0,91]
Tellegen et al. (1988) 0,52 [0,30, 0,74]
Shields (1958) 0,56 [0,34, 0,78]
Pedersen et al. (1988) 0,28 [0,09, 0,47]
Vukasovic, Bratko y Butkovic (2009) 0,28 [0,10, 0,46]
Bratko et al. (no publicado) 0,09 [0,01, 0,17]
Bratko et al. (no publicado) 0,15 [–0,01, 0,31]
Bratko et al. (no publicado) 0,25 [0,10, 0,40]
Ahern et al. (1982) 0,05 [–0,05, 0,15]
Kendler et al. (2009) 0,28 [0,15, 0,41]
Martin et al. (2000) 0,30 [0,29, 0,31]
Bratko y Marušic (1997) 0,14 [–0,04, 0,32]
Scarr et al (1981) 0,23 [0,05, 0,41]
Floderud-Myrhed et al. (1980) 0,47 [0,44, 0,50]
Rose et al. (1988) 0,40 [0,35, 0,45]
Loehlin y Martin (2001) 0,37 [0,26, 0,48]
Loehlin y Martin (2001) 0,42 [0,33, 0,51]
Loehlin y Martin (2001) 0,36 [–0,18, 0,90]
Gillespie et al. (2004) 0,48 [0,05, 0,91]
Eaves et al. (1998) 0,40 [0,34, 0,46]
Finkel y McGue (1997) 0,52 [0,42, 0,62]
Tambs et al. (1991) 0,22 [0,04, 0,40]
Insel (1974) 0,04 [–0,16, 0,24]
Coppen, Cowie y Slater (1965) 0,56 [0,33, 0,79]
Eaves et al (1999) 0,22 [0,18, 0,26]
Floderud-Myrhed et al. (1980) 0,54 [0,51, 0,57]
Rose et al (1988) 0,46 [0,42, 0,50]
Loehlin y Martin (2001) 0,40 [0,32, 0,48]
Loehlin y Martin (2001) 0,40 [0,18, 0,62]
Loehlin y Martin (2001) 0,41 [0,34, 0,48]
Gillespie et al. (2004) 0,41 [0,27, 0,55]
Eaves et al. (1998) 0,45 [0,41, 0,49]
Finkel y McGue (1997) 0,52 [0,45, 0,59]
Tambs et al. (1991) 0,34 [0,19, 0,49]
Coppen, Cowie y Slater (1965) 0,24 [0,02, 0,46]
Eaves et al. (1999) 0,28 [0,25, 0,31]
RE Model 0,39 [0,35, 0,43]

–1,00 –0,25 0,50 1,25 2,00


Personalidad y biología

Figura 16.16.—Resultados sobre la heredabilidad de la personalidad según el metaanálisis de Vukasovic y Bratko (2015). El valor medio es de un 40 %, y, por
/ 493

tanto, las diferencias no genéticas contribuirían al 60 % restante.


494 / Manual de psicología diferencial

SATSA Gemelos idénticos SATSA Gemelos fraternos


1 1
Criados juntos Criados por separado Criados juntos Criados por separado
0,9 0,9
0,8 0,8
0,7 0,7
0,6 0,54 0,51 0,6
0,5 0,47 0,5
0,41 0,41 0,43
0,4 0,3 0,4
0,3 0,25 0,3 0,28
0,23 0,24 0,23
0,19
0,2 0,15 0,2 0,14
0,11 0,1
0,1 0,1 0,06 0,04
0
0 0
Extraversión Cordialidad Responsabilidad Neuroticismo Apertura Extraversión Cordialidad Responsabilidad Neuroticismo Apertura

Figura 16.17.—Semejanza expresada por el índice de correlación en los rasgos de personalidad del modelo Big Five en perso-
nas con distinto grado de parentesco criadas juntas y por separado. A la izquierda resultados de los gemelos idénticos y a la
derecha los de los gemelos fraternos (Plomin et al., 1990).

Al considerar los valores de los gemelos idénti- TABLA 16.1


cos se aprecia que la correlación disminuye cuando Resumen de Bouchard (2004) sobre
son criados por separado. Los valores para esa se- la heredabilidad y la influencia del ambiente
gunda comparativa permiten estimar la heredabili- compartido en una serie de rasgos de personalidad,
dad (h2). Por ejemplo, el valor de h2 para la apertu- temperamentales y motivacionales. También
ra sería de 0,43, mientras que para la responsabilidad se ofrecen resultados sobre una serie de trastornos
sería de 0,15. y actitudes como el conservadurismo
Para estimar la influencia del ambiente compar- o la religiosidad
tido o familiar se podrían emplear las fórmulas que
ya conocemos. En el caso de la extraversión el resul- Herada- Ambiente
Rasgo
tado sería: bilidad compartido

V(G) = 2 × (0,54 − 0,30) = 0,48 Big Five I: extraversión 0,54 No


Big Five II: cordialidad 0,42 No
V(AC) = 0,54 − 0,48 = 0,06 Big Five III: responsabilidad 0,49 No
Big Five IV: neuroticismo 0,48 No
Para el neuroticismo sería: Big Five V: apertura 0,57 No
Interés realista 0,36 0,12
V(G) = 2 × (0,41 − 0,25) = 0,32 Interés investigador 0,36 0,10
Interés artístico 0,39 0,12
V(AC) = 0,41 − 0,32 = 0,09 Interés social 0,37 0,08
Interés emprendedor 0,31 0,11
Es decir, el ambiente compartido influiría en un Interés convencional 0,38 0,11
6 % y un 9 %, respectivamente. Esquizofrenia 0,80 No
En 2004, Tom Bouchard publicó un breve ar- Depresión mayor 0,37 No
tículo en Current Directions in Psychological Science Pánico 0,35 No
resumiendo la evidencia sobre una serie de rasgos Ansiedad 0,30 No
Fobia 0,55 Sí
de personalidad.
Alcoholismo 0,46 0,20
La tabla 16.1 presenta resultados para los rasgos Conducta antisocial (adul-
de personalidad del modelo Big Five, así como para tos) 0,50-0,64 0,00-0,16
una serie de intereses, actitudes y trastornos. Conservadurismo (adultos) 0,45-0,65 Sí
El ambiente compartido o familiar no posee Religiosidad (adultos) 0,30-0,45 0,20-0,40
efecto sobre los rasgos de personalidad considerados

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Personalidad y biología / 495

por el modelo Big Five. En el caso de los intereses El mensaje clave es que el individuo es un ser
(realista, investigador, artístico, social, emprendedor activo.
y convencional), su influencia se encuentra alrededor El ambiente se transforma en experiencia perso-
del 10 %. En los trastornos apenas se aprecia efecto nal, y, por tanto, son necesarias medidas del ambien-
(salvo en alcoholismo y fobias). En la conducta an- te centradas en el individuo. Una vez más se subra-
tisocial el efecto del ambiente familiar también tien- ya la verosimilitud del paradigma básico de la
de a 0, pero en conservadurismo y religiosidad sí hay psicología diferencial:
una contribución de ese factor no genético.
En general, por tanto, crecer y criarse en la mis- O (Organismo) – E (Estímulo) – R (Respuesta)
ma familia apenas influye en el parecido entre sus
miembros en los rasgos básicos de la personalidad. 2.3. Personalidad y experiencia
Los factores ambientales relevantes son específicos
(no compartidos) de cada miembro de la familia. Elliot Tucker-Drob y David Briley (2017) se pre-
Los datos que permiten llegar a esa conclusión guntaron cómo se combinan los factores genéticos
provienen de estudios como el Colorado Adoption y no genéticos para producir las diferencias indivi-
Project, el Texas Adoption Project, el Minnesota duales de personalidad. También se preguntaron
Transracial Adoption Study, el Minnesota Study of por el modo en que actúan esos factores a través del
Twins Reared Apart (MSTRA) o el Swedish Adop- tiempo para producir las diferencias individuales en
tion/Twin Study on Aging (SATSA). el desarrollo de la personalidad y en los cambios que
Las variables ambientales que contribuyen al se observan durante ese desarrollo.
desarrollo y formación de la personalidad no se ex- Son preguntas esenciales en psicología dife­
perimentan de igual modo por los distintos miem- rencial.
bros de la misma familia. No importa el tipo de La heredabilidad de los rasgos de la personali-
variable ambiental, sino cómo la experimenta cada dad según el modelo Big Five se sitúa entre 0,40 y
individuo en particular. 0,60 (Turkheimer et al., 2014). Además, una vez se
Según Robert Plomin et al. (1990), el parecido controla el parentesco genético, los individuos cria-
de los hermanos se debe a los genes que comparten, dos juntos no se parecen más en esos rasgos que dos
no al ambiente en el que se crían. Además, los fami- personas elegidas al azar de la población. Por tanto,
liares criados por separado no son más distintos que los factores no genéticos del ambiente compartido
los familiares que han crecido en el mismo hogar. son irrelevantes, mientras que el ambiente específico
El hecho de que la familia como unidad de aná- (no compartido) debe ser crucial.
lisis no sea especialmente relevante invita a centrar- Al considerar el ciclo de la vida se llega a las si-
se en los individuos en lugar de en las familias. Eso guientes conclusiones (Briley y Tucker-Drob, 2014):
no significa que las influencias ambientales sean — La heredabilidad de la personalidad es más
irrelevantes, sino que son específicas de cada indivi- visible al comienzo de la vida (70 %), se re-
duo, no comunes a los miembros de la misma fami- duce en la niñez y la adolescencia (50 %) y es
lia (Plomin, 1994). aún más débil en la edad adulta (35 %).
Son muchas las variables ambientales que po- — El ambiente específico aumenta del 30 % en
tencialmente pueden influir en el desarrollo de los la niñez al 50 % en la adolescencia, llegando
distintos miembros de la misma familia: la interac- al 65 % en la edad adulta.
ción de los hijos con los padres, la interacción entre — Ese patrón se aplica a los rasgos del modelo
hermanos, el tamaño de la familia, el orden de na- Big Five sin excepciones.
cimiento, las diferencias de edad que separan a los
hermanos o las diferencias de sexo. Más allá de la La estabilidad de la personalidad sube de 0,35
familia, se podrían considerar variables como las en la niñez a 0,65 a los 30 años de edad. La estabi-
relaciones de los chavales con sus profesores o las lidad en la infancia se debe a los factores genéticos,
amistades. Sucesos vitales como la pérdida súbita de y esa influencia apenas cambia durante el ciclo vital.
un ser querido, un accidente o una enfermedad pue- Por consiguiente, el aumento de la estabilidad se
den ser también relevantes. debe atribuir al ambiente específico.

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496 / Manual de psicología diferencial

1,0 1,0

0,8 0,8

Ambientalidad
Heredabilidad

0,6 0,6

0,4 0,4

0,2 0,2

0,0 0,0
0 20 40 60 80 100 0 20 40 60 80 100
Edad (años) Edad (años)

Figura 16.18**.—Influencias genéticas y no genéticas (ambiente no compartido) sobre las diferencias individuales de personalidad
a lo largo del ciclo vital. Las influencias ambientales compartidas son irrelevantes a todas las edades (Briley y Tucker-Drob, 2014).

Saber que la estabilidad de la personalidad está las interacciones de los genes con las experiencias
influida por los genes reduce los posibles mecanismos ambientales.
causales de la estabilidad de ese factor psicológico. Se han propuesto una serie de perspectivas con-
Sería relevante averiguar cómo las diferencias en el ceptuales sobre los procesos que producen las dife-
ADN se asocian a la producción de hormonas, a la rencias individuales de personalidad, así como su
estructura del cerebro y, en general, a cualquier otra estabilidad y los cambios que se aprecian a lo largo
variable biológica. También sería productivo explorar del tiempo: meta volante genética (genetic set point),
cómo distintos individuos evocan y crean sus expe- meta volante móvil (moving set point) y paseo alea-
riencias ambientales según su temperamento. torio (random walk).
Además, el hecho de que los factores ambienta-
les apenas contribuyen a la estabilidad de la perso- 1. Meta volante genética. Según esta primera
nalidad en los primeros pasos del ciclo vital descar- perspectiva, el individuo responde a los
ta la relevancia de sucesos aleatorios ambientales, cambios en el ambiente modificando la ex-
que se pueden producir en ese momento, para com- presión de sus rasgos temporalmente, pero
prender la estabilidad de la personalidad en la po- al cabo del tiempo se observa un retorno al
blación general. Ejemplos de esos sucesos son los punto de partida.
accidentes de tráfico, eventos familiares incontrola-   Sandra Scarr (1992) explicó por qué: «La
bles o determinadas enfermedades. evolución no ha permitido que el desarrollo
El nulo efecto del ambiente compartido contri- humano se encuentre a expensas de los ca-
buye a reducir aún más el rango de agentes causales prichos del entorno. Los humanos son ro-
potenciales. Carecería de sentido, por ejemplo, cen- bustos y se adaptan a una enorme variedad
trarse en las experiencias compartidas por la familia de circunstancias. Si el desarrollo normal se
para comprender las diferencias de personalidad. viese fácilmente influido por la crianza,
¿Cuáles son entonces los mecanismos que diri- nuestra especie se habría extinguido hace
gen el desarrollo de la personalidad hacia la edad tiempo».
adulta? 2. Meta volante móvil (influencias genéticas
El ambiente específico aumenta su relevancia sobre el cambio durante el desarrollo). Los
para comprender la estabilidad de la personalidad. factores genéticos contribuirían a la trayec-
Algunos de los elementos de ese componente no ge- toria longitudinal de los rasgos de persona-
nético serían las amistades, la ocupación y, en gene- lidad. La meta volante de cada persona se
ral, las redes sociales en las que se desenvuelven los movería a lo largo del tiempo y las experien-
individuos. Ese ambiente específico incluye también cias ambientales tendrían un impacto a cor-

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Personalidad y biología / 497

1,0 1,0

Contribución ambiental
0,8 0,8
Contribución genética

0,6 0,6

0,4 0,4

0,2 Tamaños del efecto 0,2 Tamaños del efecto


Contribución genética Contribución ambiental
Estabilidad fenotípica Estabilidad fenotípica
0,0 0,0
0 20 40 60 80 100 0 20 40 60 80 100
Edad en la línea base (años) Edad en la línea base (años)

Figura 16.19**.—Contribución genética a la estabilidad de la personalidad (izquierda) y contribución del ambiente a esa esta-
bilidad (derecha) según el metaanálisis de Briley y Tucker-Drob (2014).

to plazo. Se recuperaría el nivel del rasgo siciones sociales y biológicas cuasi-universales. Al-
antes de la experiencia que correspondiese gunos ejemplos de las primeras son: independizarse
a un determinado período del ciclo vital. de la familia en la que se ha crecido, completar el
  Esta perspectiva encaja mal con la reduc- ciclo formativo o encontrar un trabajo con el que
ción de la heredabilidad y el aumento de la ganarse la vida. El momento en el que se pasa por
influencia ambiental (no compartida) con esas transiciones sociales varía de persona a perso-
la edad. Tampoco cuadra con el incremento na, y esas variaciones influyen sobre el desarrollo de
de la contribución de los factores ambien- la personalidad (Bleidorn et al., 2013). Un ejemplo
tales a la estabilidad longitudinal de las di- de las segundas es la maduración sexual, en la que
ferencias de personalidad a lo largo del ci- también se aprecian enormes diferencias individua-
clo vital. les (Kretsch et al., 2016).
3. Paseo aleatorio. Los cambios en el rasgo al Las perspectivas comentadas son interesantes,
responder al ambiente se mantienen en el pero quizá olviden que los individuos pueden diferir
tiempo y pasan a formar parte del reperto- en cómo cambia su personalidad en respuesta a las
rio del individuo. Jamás se regresaría al experiencias ambientales. De hecho, se ha identifi-
punto inicial. cado una fase de reacción y otra de adaptación a
  Los sucesos ambientales tendrían bastan- situaciones como las siguientes: divorcio, viudedad
te de azar: conocer casualmente a alguien o desempleo (Lucas, 2007). En esos ejemplos se re-
que se acaba convirtiendo en nuestra pareja duce el nivel de satisfacción vital durante la fase de
durante 40 años o estar en el lugar equivo- reacción, pero se tiende a regresar al punto inicial
cado en el momento en el que aparece un en la fase de adaptación. El patrón concreto de esas
conductor borracho son ejemplos contun- fases depende tanto del suceso en sí como del indi-
dentes. viduo.
En ese sentido, la norma de reacción es un con-
Esta perspectiva predice un aumento de las di- cepto clásico: las reacciones de los individuos varían
ferencias individuales de personalidad con la edad, según sus disposiciones genéticas en sensibilidad al
así como un incremento de la estabilidad de la per- ambiente. Esas reacciones diferenciales se asocian a
sonalidad mediatizado por el ambiente específico. Y las interacciones y correlaciones del genotipo con el
eso es lo que revelan los datos disponibles. ambiente. A pesar de que su relevancia se reconoce
Otros mecanismos que pueden influir en las di- desde hace décadas, la investigación sigue siendo in-
ferencias de personalidad corresponden a las tran- suficiente.

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498 / Manual de psicología diferencial

La selección de ambientes —o el ser elegido por 1. ¿Cómo interactúan los individuos con sus
determinados ambientes— puede relacionarse con ambientes?
el genotipo. Y la repetición de esa clase de interac-   Los sucesos vitales pueden ser aleatorios,
ciones y correlaciones puede acumular experiencias estar condicionados según la estratificación
a lo largo del tiempo que se incorporen a la perso- social, seleccionarse según el genotipo o de-
nalidad del individuo. pender de la personalidad configurada en
Si dos individuos son genéticamente similares, un período previo de la vida.
seleccionarán ambientes más semejantes que dos in- 2. ¿Cuál es la forma y el curso temporal del
dividuos genéticamente más dispares. Con el tiem- efecto del ambiente sobre la personali-
po, los primeros se parecerán más en su personali- dad?
dad y se llegará a la conclusión de que el parentesco 3. ¿Varían los individuos por su respuesta al
influye decisivamente. Sin embargo, esa mayor se- ambiente según su genotipo? Un ambiente
mejanza podría también explicarse porque han bus- estimulante para un extravertido puede ser
cado ambientes similares que han impactado en sus una pesadilla para un introvertido.
personalidades. 4. ¿Cómo se produce, de hecho, el desarrollo
Los efectos genéticos sobre la personalidad pue- de la personalidad?
den estar mediatizados por el ambiente.
Una mayor heredabilidad no supondría, por Algunos científicos han señalado que las res-
tanto, una mayor verosimilitud para los modelos puestas diferenciales podrían entenderse según las
biológicos de la personalidad: «los efectos de las ex- diferencias individuales que se observan a nivel de
periencias ambientales amplificarían las leves in- fenotipo, y, por tanto, sería innecesario separar la
fluencias genéticas iniciales». Esta conclusión sería contribución de los factores genéticos y no genéticos
congruente con el modelo de Dickens-Flynn descri- (Turkheimer et al., 2014).
to en la parte segunda (cuadro 8.7). Algunos de los modelos que han aceptado el
En resumen, se sigue sin respuesta a una serie reto de encontrar respuestas a esas preguntas son el
de preguntas: sociogenómico, el del rasgo total y el de la red.

Mayor

Calidad del ambiente


para expresar el potencial

Menor

Rango de reacción heredado


Rasgo expresado según la interacción genotipo-ambiente

Figura 16.20.—Rango de reacción. Cuanto mayor es la calidad del ambiente, mayor es la probabilidad de que pueda expresar-
se el potencial genético del individuo.

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Personalidad y biología / 499

El modelo sociogenómico se dirige a explicar de tas evocadas por situaciones que no paran de cam-
qué modo leves cambios se pueden ir acumulando biar (Fleeson y Jayawickreme, 2015). La Perspectiva
con el paso del tiempo (Roberts y Jackson, 2008; de la Red se aleja del concepto de rasgo latente a
Roberts, 2017). Según la Teoría del Rasgo Total, las favor de las dimensiones de personalidad como sis-
diferencias individuales de personalidad son diferen- temas de conductas discretas causalmente interco-
cias en las distribuciones de densidad de las conduc- nectadas (Cramer et al., 2012).

CUADRO 16.5
Un modelo bioecológico

Urie Brofenbrenner y Stephen Ceci propusieron en 1994 una respuesta a la pregunta que la psicóloga diferencial
Anne Anastasi formuló en 1958: «¿cómo actúan los factores hereditarios y ambientales sobre las diferencias indivi-
duales?».
La vigencia de la respuesta ofrecida por esos autores hace un cuarto de siglo ha sido reafirmada recientemente
por Sauce y Matzel (2018): «una heredabilidad del 80 % no significa que el ambiente sea responsable solamente del
20 % restante».
El índice de heredabilidad (h2) valora diferencias individuales fenotípicas, es decir, cuál es la contribución de los
genes a las conductas consideradas en un determinado momento. Sin embargo, ese índice no dice nada sobre las
conductas que podrían expresar distintos genotipos.
Según Bronfenbrenner y Ceci, ese hecho no reduce la utilidad del índice de heredabilidad, puesto que permite
valorar la manifestación del potencial genético que influye en el desarrollo psicológico. Los humanos difieren en su
capacidad innata para desarrollar sus talentos y resistirse a los trastornos psíquicos, y, por tanto, es importante saber
bajo qué circunstancias se puede expresar ese potencial.
Según su modelo bioecológico, h2 es el mejor instrumento científico disponible para valorar el grado en el que los
ambientes y los procesos psicológicos acrecientan o impiden la expresión de las diferencias individuales en el poten-
cial genético.
Las características del modelo bioecológico son:

— Evalúa los procesos que permiten expresar el potencial genético. Esos procesos se denominan proximales.
— La variación sistemática en h2 resulta de la actuación conjunta de los procesos proximales y de las caracterís-
ticas del ambiente.
— Las variaciones en h2 son función de cuáles son los resultados del proceso de desarrollo.
— A partir de un determinado valor de h2 se puede evaluar el nivel absoluto de funcionamiento dentro del que
se producen las diferencias individuales influidas por las diferencias genéticas.
— El estudio de los procesos proximales y sus consecuencias en el desarrollo bajo distintas condiciones ambien-
tales, es una estrategia indirecta para saber cuáles son las limitaciones que los genes y el ambiente imponen a
las diferencias individuales en el desarrollo psicológico. Esa estrategia indirecta depende del concepto de nor-
ma de reacción, es decir, de la capacidad del genotipo para responder a distintos ambientes.

La figura 16.21 representa la ruta biosocial a través de la que los genotipos se convierten en fenotipos.
Los primeros pasos se dan a partir de los genes que el niño hereda de sus padres, es decir, los procesos proximales
que actúan como mecanismos para actualizar el potencial genético. Ese tipo de procesos se van llenando de conte-
nido a través de una fusión dinámica entre los patrones de la atención selectiva, la acción y las respuestas diferen-
ciales gobernadas genéticamente, y la naturaleza de los ambientes en los que se encuentra el individuo. Esa fusión
determina qué potenciales genéticos se expresarán.
El modelo bioecológico sugiere que:

— Los procesos proximales son los mecanismos a través de los que se expresa el potencial genético.
— Esos mecanismos influyen más en el desarrollo que los ambientes en los que actúan. Por tanto, las diferencias
en el desarrollo que se pueden atribuir a un ambiente deprivado o enriquecido son más reducidas que las que
se pueden atribuir a unos niveles bajos o altos de los procesos proximales.

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500 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 16.5 (continuación)

Resultado
(Fenotipo del niño)
El más competente
(h2 más alto)
Alto

Más competente
(h2 moderadamente alto) Menos competente
(h2 moderadamente bajo)

El menos competente Bajo


(h2 más bajo)

Niveles de procesos proximales

(Fenotipos de los padres)

Persona
XX XY
(Genotipos de los padres)

Figura 16.21.—Modelo bioecológico de Bronfenbrenner y Ceci (1994).

— Los procesos proximales tienen mayor impacto en los ambientes enriquecidos que en los ambientes deprivados
(la distancia entre las plataformas de la derecha es mayor que la distancia entre las plataformas de la izquier-
da en la figura 16.21).
— La línea que simboliza la ruta biosocial en la figura 16.21 representa la amalgama de componentes genéticos
y no genéticos.

Por tanto, los ambientes están genéticamente cargados. El organismo selecciona activamente, modifica y constru-
ye su propio mundo. El modelo bioecológico cuestiona el refrán «la naturaleza propone y el ambiente dispone».
Tanto la naturaleza como el ambiente proponen y disponen.
Las palabras de Lloyd Humphreys (1991) en su artículo «Visión limitada en las ciencias sociales» son especial-
mente reveladoras para corregir una idea errónea que también se cuestiona a través del modelo de Bronfenbrenner
y Ceci (1994): «Algunos genetistas de la conducta sugieren que la heredabilidad es menor ahora que hace una gene-
ración. Si es así, las personas con valores democráticos no tienen ninguna razón para regocijarse. Si ese dato es
cierto, la causa más probable es un aumento de la varianza ambiental debido a una mayor rigidez social en la es-
tructura de clases. Una sociedad puede entenderse efectiva y democráticamente con las contribuciones genéticas a
las diferencias individuales en inteligencia y personalidad, a través del diseño de políticas que permitan expresar las
potencialidades de cada ciudadano sin tener en cuenta su sexo, su raza o su clase social. Por supuesto, ese es verda-
deramente el principio de igualdad de oportunidades. Y ese objetivo es exactamente el mismo que potenciar la he-
redabilidad de las cualidades humanas que rinden buenos dividendos».
En suma, la heredabilidad de las cualidades humanas en absoluto lleva a sentirse en manos del destino. Son las
normas sociales estipuladas por los humanos las que pueden considerarse con cautela. Según Sandra Scarr (1994),
«hay que percatarse de que una heredabilidad alta es un indicador de justicia social. En una sociedad en la que todo
el mundo tuviese iguales oportunidades, la heredabilidad estaría próxima al 100 %, ya que no existirían diferencias
ambientales significativas que separasen a los individuos».

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Personalidad y biología / 501

En suma, es complejo llegar a comprender cuá- En el monográfico se repasó la evidencia acu-


les son, en concreto, los factores genéticos y no ge- mulada sobre 17 endofenotipos vinculados a proce-
néticos que contribuyen a las diferencias individua- sos psicofisiológicos probablemente asociados a una
les de personalidad. Aun así, es revelador que, a serie de trastornos. El objetivo fue explorar la base
diferencia de lo que sucede en el caso de la inteli- genético-molecular de las medidas de esos procesos
gencia, la heredabilidad se reduce con la edad en el biológicos. Se investigó, por ejemplo, si individuos
caso de la personalidad. Y es igualmente interesan- semejantes en un determinado endofenotipo eran
te confirmar el impacto nulo del ambiente compar- también más semejantes en su genotipo.
tido independientemente de la edad de los indivi- Se usó la aproximación GWA (Genome-Wide
duos. Los efectos del ambiente serán, por tanto, no Association), SNP (Single Nucleotide Polymor-
compartidos o específicos. La combinación de esas phisms) candidatos y variantes extrañas del genoma.
evidencias ayuda a orientar la mirada de los cientí- La ausencia de resultados fue la norma, a pesar
ficos hacia los lugares que vale la pena explorar a de que «la investigación apoya la noción de que los
fondo. efectos (deben) existir».
La evidencia se basó en una muestra relativamen-
te grande, y genéticamente informativa, de casi 5.000
2.4. Variantes genéticas individuos. Los endofenotipos considerados fueron,
entre otros, la respuesta galvánica de la piel, el EEG
El descubrimiento de asociaciones entre las di- en estado de reposo o el reflejo palpebral. Los datos y
ferencias individuales en el genotipo y las diferencias resultados se encuentran a disposición de los investi-
psicológicas se ha revelado como una empresa com- gadores para que puedan hacer sus propios cálculos2.
pleja y enrevesada. Los resultados genéticos fueron bastante deso-
Algunos científicos señalaron el salto demasiado ladores, como puede verse en los espacios vacíos de
grande que existe entre la actuación de los genes la tabla 16.2.
(genotipo) y la conducta observable (fenotipo) a Casi el 90 % de las celdas carecen de evidencia
partir de la que se deduce que alguien propende a, mínimamente sólida: «El análisis del genoma en el
por ejemplo, la extraversión. que se exploran aproximadamente 527.000 SPN,
Pensaron que sería razonable encontrar algún 17.000 genes, 85.000 variantes extrañas o raras y 27
fenotipo intermedio que simplificase la búsqueda. A millones de variantes secuenciadas, revela única-
esos fenotipos que se supone mediatizan las relacio- mente un pequeño puñado de resultados. Según la
nes del genoma con la conducta se les denomina convención aceptada actualmente, ninguno de esos
«endofenotipos». Ejemplos son la variabilidad en resultados puede aceptarse sin una adecuada repli-
señales biológicas como el EEG, la distribución de cación; [además debe considerarse que] los hallazgos
sustancia gris en la neocorteza o la activación de la no replicados son más plausibles si pueden asociar-
amígdala. se al endofenotipo mediante algún mecanismo bio-
En 2014 se publicó un revelador monográfico en lógico conocido».
la revista Psychophysiology que vertió un jarro de Aunque los endofenotipos estudiados presentan
agua fría sobre esa empresa. Se concluyó, en contra una remarcable heredabilidad, los resultados gené-
de lo que se pensaba, que los endofenotipos no son tico-moleculares carecen de solidez. El soporte ge-
más simples que los fenotipos habituales en psico- nético de esos endofenotipos es equivalente al de
logía, porque: otros rasgos complejos. No son simples en absoluto,
y, por tanto, es dudoso que ayuden a superar la si-
a) También son poligenéticos. tuación asociada a otra clase de rasgos más alejados
b) Seguramente se encuentran influidos por del genoma.
variantes genéticas extrañas. Se reconoce que cinco mil individuos pueden ser
insuficientes para detectar efectos, es decir, puede
Por tanto, su uso no sería de particular ayuda
para descubrir los genes asociados a, por ejemplo, 2
http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/psyp.12358/
el neuroticismo o los trastornos psiquiátricos. abstract.

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502 /

TABLA 16.2
Los decepcionantes resultados sobre la conexión de los genes con los endofenotipos

Variantes Genoma
SNP Variantes comunes Genes
raras completo
Genoma Endofenotipo
Endofenotipo
(N  =  527.829) Endofenotipo Endofenotipo específico
Endofenotipo Genoma COGS
Manual de psicología diferencial

general general SNP/Gen SNP/GEN


específico (N  =  17.601) (N  =  92)
(N  =  1.180) (N  =  204)

Energía total — — — — — — — — —
Energía theta — — — — — — — Cromosoma 10 —
rs139550735
Energía delta — — — DEFA4/ GABRA1 — — — —
DEFA6 [GABRA2]1
Energía beta — — — — — — — — GBX22
Energía alfa CZ — — — — — — — — —
Energía alfa O1O2 — — — — — — — — —
Frecuencia alfa — — — — — — — — —
SCL — — — — — — — — —
Amplitud SCR — — — — — — — — —
Factor EDA — — — — — — — — —
Amplitud P3 — — — MYEF2 — — — — —
Puntuación genética P3 — — — MYEF2 — — — — —
Antisacádico Cromosoma 2 — — B3GNT7, — — — — ANXA3
rs4973397 NCL
Reflejo palpebral — — — — GRIK3 GRIK3 — — —
Diferencia aversiva Cromosoma 3 — — PARP14 — — — — SLC27A63
rs790110
Diferencia placentera — — — — — — — PNPLA72 KIF18A2

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Personalidad y biología / 503

carecerse del poder estadístico necesario. Sin embar- Las estimaciones de heredabilidad para el neu-
go, recuérdese que la idea de explorar endofenotipos roticismo y la apertura produjeron valores de 0,15 y
proviene del supuesto de que se encuentran «más 0,21, respectivamente. No hubo resultados significa-
cerca» de los genes que las conductas, y que, por tivos para la extraversión, la cordialidad y la respon-
tanto, deberían ser «más sensibles». sabilidad. Los estudios de gemelos ofrecen valores
Se discute cuál es el valor más adecuado de pro- de heredabilidad de entre el 40 % y el 60 %, por lo
babilidad para aceptar un resultado como estadísti- que esos resultados pueden significar que las varian-
camente significativo, pero no existe un acuerdo tes genéticas comunes explican aproximadamente un
unánime. cuarto de las diferencias genéticas. Si el resto no res-
William Iacono et al. (2014) escribieron: «Los ponde a esas variantes comunes, entonces quizá de-
umbrales adoptados aquí suponen encajar [doloro- bería buscarse en variantes raras, en componentes
samente] los muchos falsos negativos enterrados en genéticos no aditivos y en determinados factores am-
los datos». bientales que pueden contribuir a inflar las estima-
Los métodos para controlar por las múltiples ciones de heredabilidad en los estudios de gemelos.
comparaciones, necesarias para iluminar el oscuro Además, se observa un gran solapamiento gené-
panorama, son tan restrictivos, que el objetivo de tico entre el neuroticismo y la apertura, a pesar de
controlar los falsos positivos puede aniquilar la de- que a nivel fenotípico su correlación es débil. Es de-
tección de verdaderos positivos. No se vislumbra, cir, ambos rasgos comparten las variantes genéticas
por ahora, ninguna salida elegante y aceptable. identificadas, hecho que contribuiría a afianzar la
Quizá uno de los resultados más llamativos es verosimilitud del factor general de personalidad (P)
que la mayor o menor heredabilidad de los endofe- descrito en el capítulo 14.
notipos explorados es irrelevante para aumentar o Los estudios GWA para el caso de la personali-
reducir la probabilidad de encontrar evidencia a ni- dad han sido generalmente tan débiles como los re-
vel genético-molecular. Es probablemente correcto lativos a la inteligencia (de Moor et al., 2012). Pero
el argumento de que si un rasgo es hereditario, de- un estudio publicado en 2016 puede constituir un
ben existir los genes que sustancien el hecho, pero punto y aparte.
la empresa no será más sencilla para rasgos alta- Chi-Hua Chen, de la UCSD, dirigió una inves-
mente heredables que para rasgos escasamente he- tigación en la que se calculó un complejo metaaná-
redables. lisis considerando entre 123.000 y 261.000 indivi-
En 2015, R. A. Power y M. Pluess publicaron duos (Lo et al., 2016).
un artículo en el que calcularon la heredabilidad de Se aplicó un análisis de asociación genómica
los rasgos del modelo Big Five a partir de variantes (GWA) en el que se identificaron seis loci (segmentos
genéticas comunes. de ADN) vinculados a determinados rasgos de per-
Consideraron a 5.011 adultos europeos y estu- sonalidad, especialmente la extraversión y el neuro-
diaron 527.469 SNP a lo largo de sus genomas apli- ticismo. Además, la extraversión se relacionó con el
cando un método denominado GREML (Genomic- TDAH, mientras que la apertura se asoció a la es-
Relatedness-Matrix Residual Maximum Likelihod quizofrenia y el trastorno bipolar. El neuroticismo
Analysis). Fue el primer intento de aplicar ese mé- se vinculó a la depresión y la ansiedad.
todo a los rasgos del modelo Big Five. Los análisis se basaron en el hecho, expuesto
La lógica del GREML se basa en explorar cómo anteriormente, de que aproximadamente el 40 % de
semejanzas a muy bajo nivel —determinadas por el las diferencias individuales en los rasgos de perso-
número de variantes compartidas a lo largo del ge- nalidad se pueden atribuir a las diferencias genéticas.
noma— explican la semejanza fenotípica en indivi- En algunos estudios previos ya se había aplicado
duos sin relación genética, es decir, sin parentesco. la aproximación GWA, pero quizá uno de los más
Por tanto, permite estimar la heredabilidad genética relevantes —basado en el UK BioBank— consideró
total de un rasgo, teniendo en cuenta todas las va- entre 107.000 y 171.000 individuos para destacar la
riantes genéticas disponibles sin que sea necesario conexión genes-neuroticismo (Okbay et al., 2016).
identificar cuáles de las variantes específicas contri- En el informe de Lo et al. se usaron datos de la
buyen a la heredabilidad. compañía 23andMe (N = 59.225), así como de dos

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504 / Manual de psicología diferencial

muestras del Genetics of Personality Consortium de esquizofrenia, mientras que la extraversión se


(N = 17.375 y N = 63.661) para completar la fase de asoció con la respuesta a los antipsicóticos.
descubrimiento (discovery stage). Además de identificar las variantes genéticas que
Usando puntuaciones poligenéticas (es decir, explicaban una parte reducida de la varianza fenotí-
combinación de información de distintos genes) se pica, se estimó la heredabilidad de los rasgos según
pudo comprobar que las ocho asociaciones signifi- los polimorfismos (SNP) identificados. El valor más
cativas eran consistentes en las distintas muestras de elevado correspondió a la extraversión (h2 = 0,18).
individuos. Los altos niveles de neuroticismo, extraversión
Aun así, para averiguar si las asociaciones se re- y apertura se relacionaron con el trastorno bipolar.
plicaban (validation stage) se estudiaron tres mues- El alto neuroticismo se asoció a la depresión y a la
tras independientes de 23andMe, del UK BioBank ansiedad. Finalmente, la baja cordialidad se vinculó
y de deCODE Genetics. Seis de las ocho asociacio- al narcisismo, el maquiavelismo y la psicopatía.
nes mantuvieron su significación estadística. Tanto los estudios en genética cuantitativa,
Las relaciones más potentes se apreciaron para como los estudios GWA, han demostrado una co-
el neuroticismo en el cromosoma 8 (8p23.1). La re- rrelación entre los rasgos de la personalidad y los
gión se había vinculado al sistema inmunitario y al trastornos psiquiátricos.
sistema nervioso, pero también se pensaba que era En el artículo de Lo et al. también se exploran,
un hub (un nodo central) para el desarrollo de los por tanto, las correlaciones genéticas de los rasgos
trastornos neuropsiquiátricos. de la personalidad con trastornos psiquiátricos es
En el caso de la extraversión, la asociación más tudiados en el Psychiatric Genomics Consortium (es-
robusta se localizó en el cromosoma 12 (12q23.3). quizofrenia, trastorno bipolar, depresión, TDAH y
La región se vinculaba al trastorno bipolar. TEA). El resultado principal relacionó el neuroticis-
Los seis loci que se validaron se relacionaron con mo con la depresión, así como la extraversión con
otros fenotipos. El neuroticismo se vinculó al riesgo el TDAH.

Responsabilidad

Cromosoma
Cordialidad Apertura

Cromosoma Cromosoma
Extraversión Neuroticismo

Cromosoma Cromosoma

Figura 16.22**.—Manhattan Plots en los que se muestran los resultados para cada uno de los rasgos del modelo Big Five en
la investigación de Lo et al. (2016). Por encima de la línea horizontal roja sobresalen las variantes genéticas que resultaron
estadísticamente significativas.

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Personalidad y biología / 505

En general, valores negativos de cordialidad y cionada con las variaciones «normales» de persona-
responsabilidad se asociaron a la mayor parte de los lidad. Los individuos serían más o menos vulnerables
trastornos psiquiátricos: «la combinación de esos a los trastornos psiquiátricos según su personalidad.
rasgos de personalidad recuerda al Psicoticismo (P) Se apoya, de este modo, la perspectiva dimensional
del modelo de Eysenck». Además, la introversión se clásica de la psicología diferencial.
relacionó con trastornos de interiorización (depre- En suma, es innecesario olvidarse de la relevan-
sión, ansiedad), mientras que la extraversión se aso- cia del contexto para subrayar el papel de las varia-
ció a trastornos de exteriorización (consumo de sus- ciones genéticas. La interacción que subyace a las
tancias y conducta antisocial). Esos resultados manifestaciones fenotípicas no se produce en el va-
concuerdan con los factores identificados en el es- cío, y, por tanto, es improductivo forzar a los cien-
tudio de Caspi et al. (2014) sobre el factor de pro- tíficos a decantarse por un lado u otro de la balanza.
pensión general a la psicopatología (p) que se expu- Improductivo, y además negativo para avanzar con
so en el capítulo 14. paso decidido en la búsqueda de respuestas a las
Los hallazgos de la investigación a gran escala preguntas relevantes sobre la contribución genética
de Lo et al. (2016) apoyan la perspectiva de que y no genética a las diferencias que separan a los
existe una dimensión continua en cuanto a la pre- individuos según su personalidad y según determi-
sencia y ausencia de trastornos psiquiátricos rela- nados trastornos.

CUADRO 16.6
Un modelo sociogenómico de la personalidad

Brent W. Roberts revisó en 2017 el modelo sociogenómico propuesto en 2008 por él mismo y por Joshua J.
Jackson.
Según él, los modelos biológicos de la personalidad asumen que los sistemas biológicos que subyacen a los rasgos
que delimitan ese factor psicológico ejercen un efecto causal y no cambian, siguiendo su curso de espaldas al am-
biente.
En contraste, la biología sociogenómica contradice la idea de que algo biológico, heredable o temperamental es
inmutable.
Sostiene Roberts que los mecanismos epigenéticos pueden ser relevantes para comprender cómo las experiencias
reprograman y modifican la expresión del ADN. La investigación con animales —por ahora imposible en humanos—
demuestra la presencia de esos mecanismos en conductas compartidas entre ambos reinos, como, por ejemplo, la
agresividad o la responsabilidad (de las abejas).
Los rasgos de personalidad se entenderán mejor admitiendo que forman parte de un sistema más amplio en el
que se combinan con estados, ambiente y biología. La experiencia influye en los estados, y esos estados influyen en
los cambios que se aprecian en los rasgos.
En la versión revisada del modelo, Roberts sostiene que los fenotipos humanos se construyen sobre una arquitec-
tura que descansa en cuatro sistemas biológicos guiados por escalas temporales distintas (en un sentido evolucionis-
ta). Su diferencia se basa en cuándo y durante cuánto tiempo influye el ambiente sobre ellos y, por tanto, cómo se
ve afectada la expresión y el desarrollo de los fenotipos de interés.
El ADN y las constantes fluctuaciones (en pensamientos, sensaciones y acciones) suelen asociarse a los «rasgos»
y a los «estados» respectivamente. Los mecanismos epigenéticos se situarían entre ambos extremos, entre el ADN
que salta de una a otra generación y los estados que cambian constante y rápidamente.
Roberts propone dos sistemas vinculados al epigenoma: el sistema plegable (pliable) y el sistema elástico. El pri-
mero reprograma el epigenoma, mientras que el segundo cambia temporalmente la expresión genética.
El ADN es relevante, pero los rasgos de personalidad no son fenotipos dirigidos solamente por la receta escrita
en el genoma.
Los estados representan las fluctuaciones, momento a momento, de pensamientos, sensaciones y acciones. Rasgos
y estados orientan la conducta cuando los contextos son estables.
El sistema plegable recoge las modificaciones permanentes en la expresión del ADN más allá del código heredado,
de la receta escrita en el libro de la vida.

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506 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 16.6 (continuación)

Roberts se sirve de un ejemplo similar al empleado por el psicólogo cognitivo David Marr para explicar los pro-
cesos de reconocimiento de formas. Las escobillas que se usan para limpiar las pipas de fumar pueden doblarse a
voluntad. Mantendrán la forma a la que se haya llegado en el proceso de doblado si no se hace o sucede nada más.
El sistema plegable funciona de ese modo.
Existen algunos estudios sugerentes sobre la actuación de ese sistema plegable en humanos (por ejemplo, peso al
nacer y problemas cardiovasculares en la edad adulta, o desnutrición infantil y personalidad adulta), pero no se han
replicado y deben considerarse con cautela.
El sistema flexible supone cambios duraderos, pero reversibles. La analogía en este caso podría ser una goma
elástica. Cambiará de forma mientras se estira, pero recuperará su forma original cuando deja de ejercerse esa
fuerza. Un ejemplo psicobiológico es la depresión, trastorno en el que se han observado cambios epigenéticos
temporales.
A la izquierda de la figura 16.23 se representa el modelo sociogenómico en su versión revisada.
Los rasgos y los estados se influyen mutuamente, mientras que el ambiente influye en los estados. La línea del
ambiente hacia el ADN es discontinua porque no actúa durante el ciclo vital de un individuo. La variación genética
expresada por los polimorfismos del ADN son una causa del funcionamiento epigenético y de los rasgos. Los me-
canismos epigenéticos influyen en el sistema plegable y en el sistema elástico. Ambos influyen, a su vez, en los rasgos.
Por tanto, son cuatro las causas directas de los rasgos: ADN (factores fijos), sistemas plegables, sistemas elásticos y
fluctuaciones en los estados.
A la derecha de la figura 16.23 se representan tres hipotéticas trayectorias durante el desarrollo según los distintos
elementos del modelo. Las metas volantes dinámicas (dynamic set points) derivan de los sistemas fijos, plegables y
elásticos. Los dos últimos sistemas corrigen un problema del modelo sociogenómico original, incapaz de explicar
cómo los estados pueden modificar a los rasgos.
¿Cuáles son las implicaciones del modelo sociogenómico?
En primer lugar, invita a cambiar el modo en el que se evalúa la personalidad.
La estrategia usual, basada generalmente en cuestionarios a los que el individuo responde en un determinado
momento, impide averiguar si las respuestas se deben al sistema fijo (ADN), a los estados, al sistema plegable o al
sistema elástico.
Los cuestionarios de personalidad al uso son incapaces de valorar los cambios repentinos y permanentes en un
rasgo (sistema plegable); tampoco valoran los cambios temporales pero reversibles (sistema elástico), ni, por supues-
to, los cambios que se asocian a las fluctuaciones de los estados.

Rasgos
5 Procesos Fluctuaciones
plegables
Ambiente 4,5
4
Valores 3,5
Estados
iniciales: 3
ADN
2,5
ADN Sistemas 2
elásticos Procesos
1,5
Sistemas elásticos
1
epigenéticos Edad/Tiempo
Sistemas
plegables

Figura 16.23.—Modelo sociogenómico revisado (izquierda) e hipotéticas trayectorias vitales según los componentes del
modelo (derecha).

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Personalidad y biología / 507

CUADRO 16.6 (continuación)

Tanto los rasgos como los estados se construyen sobre pensamientos, sensaciones y acciones, por lo que el único
modo de distinguirlos con claridad es hacer un seguimiento en el tiempo. Eso ayudaría a separar los componentes
fijos, cambiantes y fluctuantes de un determinado rasgo.
Avanzar en esa dirección depende de los desarrollos tecnológicos, no solamente a la hora de analizar los datos
mediante métodos como los modelos longitudinales multinivel, sino también al registrar esos datos.
¿Quién no vive ahora «pegado» a un Smartphone? Si esos dispositivos ya pueden valorar la actividad física diaria,
¿por qué no desarrollar aplicaciones para valorar la actividad psicológica?
En segundo lugar, el modelo puede ayudar a entender los cambios de personalidad que se observan durante el
ciclo vital. Una persona puede obsesionarse con comprobar que cerró bien la puerta de su casa —lo que sería un
signo de neuroticismo—, pero esa conducta se podría explicar porque se ve obligada a residir durante un tiempo en
un barrio peligroso. Al volver a vivir en una zona tranquila, esa conducta desaparecerá. Los individuos pueden
pensar, sentir y actuar de un modo incongruente con sus rasgos de personalidad porque el ambiente así lo exige,
pero eso no significa que su personalidad haya cambiado.
Concluye Roberts, por tanto, que el impacto genuino del ambiente sobre los estados y sobre los rasgos debe ma-
terializarse a través de los mecanismos epigenéticos.
En suma, la personalidad de los individuos se configura dinámicamente a partir de la influencia del ADN y de
los estados caracterizados por fluctuantes pensamientos, sensaciones y acciones. Pero determinadas condiciones del
ambiente contribuyen a configurar el epigenoma. El sistema plegable y el sistema elástico influyen sobre los rasgos
de la personalidad.
Los modelos pueden ayudar a organizar los resultados de la investigación y a orientar los futuros estudios. Sin
embargo, ¿dónde está el cerebro en el modelo sociogenómico?
Ese modelo salta de un modo casi mágico del genoma/epigenoma a los procesos y a los rasgos de la personalidad.
Pero es indudable que los distintos sistemas deben conectarse de alguna manera, y el lugar natural para materializar
esa conexión es el cerebro.

3. APLICACIONES humano-máquina en la sociedad del siglo xxi (neu-


roergonomía).
Los modelos y evidencias de este capítulo sobre
la biología de la personalidad permiten derivar una
serie de aplicaciones. Al igual que en el caso de los 3.1. Conducta y personalidad antisocial
modelos biológicos de la inteligencia, se han selec-
cionado seis aplicaciones sin pretender que sean re- La conducta antisocial preocupa a la sociedad.
presentativas: conducta y personalidad antisocial, Hay razones poderosas para que así sea. Los indi-
efecto del ambiente familiar —calculado a partir de viduos que cometen actos considerados delictivos
investigaciones genéticamente informativas— sobre suponen un alto coste, tanto personal como mate-
la comisión de distintos tipos de delitos legalmente rialmente.
tipificados (violentos, de guante blanco y contra la El psicólogo criminalista Santiago Redondo
propiedad), predicción de conductas de la vida co- (2007) calculó la eficiencia de los tratamientos diri-
tidiana basada en las diferencias individuales de ac- gidos a rehabilitar delincuentes, tanto jóvenes como
tivación cerebral, posibilidad de detectar a quienes adultos. El tamaño del efecto de esos tratamientos
mienten a partir de una serie de señales psicofisio- correspondió a valores de r = 0,09 y 0,08, respecti-
lógicas, interacción genes-ambiente para comprobar vamente. El efecto positivo es, por tanto, pequeño a
el efecto a largo plazo del maltrato infantil, y, final- nivel estadístico, pero sus consecuencias prácticas
mente, uso de evidencias sobre las diferencias indi- son significativas.
viduales de personalidad obtenidas en genética mo- La reincidencia delictiva se sitúa alrededor del
lecular y neuroimagen para mejorar la interacción 65 %, pero un efecto positivo del tratamiento equi-

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508 / Manual de psicología diferencial

valente a un 9 % (r = 0,09) supone que esa reitera- mente socializados. El hecho apoya que la clave está
ción en la conducta antisocial descendería al 56 %. en el actor, no en las acciones: las características del
Una reducción promedio de la reincidencia delictiva actor (la psicopatía) aumentan el riesgo de conver-
de 9 puntos supondría una disminución de daños a tirse en un delincuente, pero no predeterminan que
víctimas futuras, riesgo social, daños materiales y se vaya a hollar ese camino.
costes del encarcelamiento. En consecuencia, efectos El psicópata primario se caracteriza por una ex-
estadísticos reducidos pueden poseer relevantes se- periencia atenuada de estados emocionales como la
cuelas en la práctica. ansiedad o el miedo. Los humanos se caracterizan
Interpretar los números adecuadamente es esen- por una tendencia innata a temer determinados es-
cial, y comprender las causas de la personalidad an- tímulos (falta de apoyo, serpientes o arañas, extraños,
tisocial que hay detrás de las acciones delictivas es fuego) y a asociar miedo a estímulos y situaciones
especialmente urgente. Uno de los casos más peli- experimentadas con anterioridad junto a estímulos
grosos, y, por tanto, socialmente dañinos, corres- temidos de un modo innato, incluyendo el dolor y el
ponde al psicópata. castigo. Pero algunos humanos son una excepción a
esa regla.
Psicopatía Al igual que en las demás variables biológicas,
el que Lykken denomina cociente de temeridad (FQ)
Según David Lykken (1995), el carácter antiso- innato varía de persona a persona. Algunos indivi-
cial de ciertos individuos no se explica por un tras- duos presentan un FQ muy alto, y, por tanto, su
torno emocional o mental, por motivaciones neuró- vulnerabilidad a la antisocialidad sería minúscula.
ticas o por una crianza incompetente. El término Quienes se encuentran al otro lado de ese continuo
«psicopatía» se usa para referirse a personas cuyo serían, en cambio, especialmente vulnerables a pre-
carácter antisocial no puede comprenderse recu- sentar conductas antisociales.
rriendo a una crianza inapropiada. Hay algo más. El proceso de socialización depende del castigo
El psicópata primario posee características que de la conducta antisocial, y puesto que ese castigo
dificultan su socialización, pues es indiferente a que funciona inhibiendo impulsos, un bajo temor difi-
se le castigue por sus acciones y carece de «conscien- cultará la socialización. Ser menos temeroso que la
cia» y empatía. Al combinarse con un temperamen- media no es necesariamente negativo. Un chaval con
to hostil y agresivo, así como con una ausencia de un FQ muy bajo, pero cuyos padres han tenido éxi-
restricciones, el resultado es explosivo. to en el proceso educativo, sería el compañero ideal
La obra de Robert Hare de 1993 Without Cons- en una situación de tensión y peligro. El psicópata
cience. The Disturbing World of the Psychopath y el héroe serían las dos caras de la misma moneda
Among Us describe una serie de ejemplos de ese tipo genética.
de personalidad. Lykken subraya que el tempera- Según el modelo de Gray ya descrito, el BIS se
mento del psicópata primario no produce inevita- activa por señales asociadas al temor o a la ausencia
blemente acciones antisociales. Según él, personajes frustrante de recompensa. Produce ansiedad e inhi-
históricos como Winston Churchill, el explorador be la conducta. Organiza la evitación pasiva (la in-
inglés Sir Richard Burton o el alemán Oskar Schind- hibición de respuestas previamente castigadas). En
ler3 serían psicópatas primarios, pero apropiada- contraste, el BAS se activa por estímulos asociados
a recompensa o al escape de situaciones de miedo o
3
Lykken usa el caso de Schindler, empresario alemán que dolor. Organiza la conducta de aproximación y la
salvó a 1.000 judíos de la persecución nazi durante la Segunda evitación activa (la conducta de escape frente a una
Guerra Mundial. Steven Spielberg llevó a la pantalla esa historia
catapultando su impacto. Sin embargo, el caso del diplomático amenaza).
español Ángel Sanz Briz es bastante más llamativo. Salvó a más Se observan sustanciales diferencias individuales
de 5.000 judíos. En Israel se reconoce a Sanz Briz como «justo en la fuerza o reactividad del BIS. Un BIS débil se
entre las naciones», y RTVE produjo una excelente serie titulada asocia a una baja evitación pasiva, a escasa ansiedad
El Ángel de Budapest en la que se cuenta su increíble historia.
Sanz Briz y Schindler compartirían temperamento con Ted Bun-
y a otras características de la psicopatía primaria.
dy (el mayor serial killer de la historia de la criminología), pero Un BAS fuerte también se asocia a una baja evita-
su expresión, sus acciones, no pueden ser más diferentes. ción pasiva.

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Personalidad y biología / 509

Recuérdese que Adán comió del fruto prohibido 9. Hambre de estímulo/se aburre con extrema
porque: a) su BIS falló al inhibir el movimiento del facilidad.
brazo hacia el objetivo, o b) su BAS era tan activo 10. Estilo de vida parasitario.
que cuando logró detener la acción ya era demasia- 11. Pobre control de la conducta.
do tarde. El primer caso representa la psicopatía 12. Problemas de conducta al comienzo de la
primaria, mientras que el segundo representa la psi- vida.
copatía secundaria. 13. Ausencia de objetivos realistas a largo pla-
Según Ethan Gorenstein y Joseph Newman zo.
(1980), algunos individuos actúan impulsivamente, 14. Impulsividad.
sin pensar, sin darse tiempo para evaluar la situa- 15. Responsabilidad.
ción, apreciar los riesgos, prever las consecuencias 16. Delincuencia juvenil.
o anticipar cómo se sentirán tras la acción. Esos 17. Viola la libertad condicional.
casos se asociarían a fallos de control inhibitorio 18. Conducta sexual promiscua.
por algún defecto físico en sus cerebros. 19. Muchas relaciones matrimoniales de corta
En East of Eden, el premio Nobel John Steinbeck duración.
describe así a Cathy, la inteligente madre de los her- 20. Versatilidad criminal4.
manos protagonistas de la historia (Caleb y Aron):
«Como era hija única, su madre no pudo comparar- Los ocho primeros ítems (1-8) se resumen en un
la con otros hermanos y creyó que todas las niñas factor, los nueve siguientes (9-17) en otro factor, y
eran como la suya». Al caracterizar al personaje, su- los tres últimos (18-20) en un tercer factor. Se puede
braya Steinbeck que Cathy aprende pronto a mane- obtener una alta puntuación en el factor 1 sin ser
jar su sexualidad, «el impulso más perturbador que un delincuente. Ese factor 1 se asocia más al tras-
aflige a los humanos». Contrae matrimonio con torno narcisista que al trastorno antisocial de la per-
Adam y tiene a sus dos hijos, aunque el verdadero sonalidad. El factor 2 delimita el diagnóstico habi-
padre es el hermano de Adam, Charles. Al poco de tual del trastorno antisocial.
dar a luz, Cathy abandona a su recién inaugurada Según Lykken (1995), los ítems del factor 1 re-
familia, sin dar explicaciones, para dedicarse a regen- presentan rasgos de personalidad, mientras que los
tar un prostíbulo: «En el mundo hay monstruos na- de los factores 2 y 3 rastrean conductas. La corre-
cidos de padres humanos. Al igual que un niño pue- lación entre los dos primeros factores es de 0,5, y,
de llegar al mundo sin un brazo, también es posible por tanto, se puede presentar puntuaciones dispa-
nacer sin generosidad o sin conciencia. Para un res en ambos. El factor 2 correlaciona negativa-
monstruo lo monstruoso es lo ordinario, ya que cada mente con la inteligencia cristalizada (a mayor in-
uno se considera a sí mismo normal». teligencia cristalizada, menor puntuación en el
factor 2), mientras que el factor 1 no se relaciona
Diagnóstico de la psicopatía con la inteligencia.
Cristopher Patrick et al. (1993) observaron que el
Robert Hare desarrolló una escala de valoración factor 1 del PCL correlacionaba con la respuesta in-
de la psicopatía, el PCL (Psychopathy Check-List), usual (ausencia de respuesta) de los psicópatas a imá-
compuesta por 20 ítems: genes aversivas, pero esa correlación estaba ausente
con el factor 2. Los psicópatas primarios presentarán
1. Locuacidad y encanto superficial. puntuaciones altas en ambos factores, pero serán el
2. Sentido grandioso de la propia valía. único subgrupo con puntuaciones especialmente al-
3. Mentiras patológicas,. tas en el factor 1.
4. Mandón/manipulador.
5. Carencia de remordimiento o culpabilidad.
4
6. Afectividad superficial. La versión revisada de esa escala (el PCL-R) está disponi-
ble para población española desde 2010. Fue adaptada por el
7. Insensible, carente de empatía. equipo de Rafael Torrubia para la compañía TEA (http://web.
8. No acepta la responsabilidad de sus accio- teaediciones.com/PCL-R-ESCALA-DE-EVALUACION-DE-
nes. LA-PSICOPATIA-DE-HARE-REVISADA.aspx).

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510 / Manual de psicología diferencial

de personalidad: la búsqueda de sensaciones impul-


siva y antisocial. Los componentes de ese rasgo se-
rían la impulsividad, la socialización y la búsqueda
de sensaciones. Se relaciona con el psicoticismo (P)
del modelo de Eysenck ya descrito.
La búsqueda de sensaciones se caracteriza por la
búsqueda de experiencias novedades, intensas y com-
plejas, así como por la disposición a asumir riesgos,
y se puede valorar a través de las siguientes facetas:

— Búsqueda de aventuras y excitación: deseo


de practicar deportes arriesgados o activida-
des que produzcan sensaciones inusuales.
Figura 16.24.—Hannibal Lecter representa al psicópata pri- — Búsqueda de experiencias: deseo de ampliar
mario del largometraje (y la novela) El silencio de los corderos. la experiencia mental y sensorial, mediante
El guionista de la aclamada Psicosis (Ernst Bloch) declaró la música, el arte, los viajes o un estilo de
que la atracción por esos personajes puede deberse a que «se
atreven a hacer lo que el público solo se atreve a pensar».
vida bohemio.
— Desinhibición: búsqueda de sensaciones en en-
cuentros sociales de distinta naturaleza (fies-
El PCL fracasa al distinguir al psicópata prima- tas, orgías alcohólicas, encuentros sexuales).
rio de otros delincuentes no socializados. La pun- — Susceptibilidad al aburrimiento: aversión
tuación global no permite identificar al psicópata por lo habitual, la ausencia de cambios o la
socializado, pero sí podría ser útil para alcanzar ese predicción de actividades y amigos.
objetivo la puntuación en el factor 1.
Si la hipótesis del bajo temor de Lykken es co- Quienes presentan un trastorno antisocial de la
rrecta, los psicópatas diagnosticados mediante el personalidad toman decisiones sobre la marcha, sin
PCL-l que, además, tienen un bajo temor a futuros anticipar e ignorando las consecuencias para uno
castigos, serían una buena descripción del psicópata mismo y para los demás. Presentan altas puntuacio-
primario. Los reclusos no psicópatas según el PCL- nes en búsqueda de sensaciones.
l, pero con un temor normativo a futuros castigos, El abuso de sustancias se asocia al trastorno an-
serían el mejor grupo de contraste. tisocial. La desinhibición y la búsqueda de experien-
En suma: cias suelen ser móviles para abusar del consumo de
sustancias.
a) Quienes presentan altas puntuaciones en el La búsqueda de sensaciones no es necesariamen-
PCL-l y bajas puntuaciones en socializa- te patológica. La mayor parte de los buscadores de
ción serían los mejores representantes de la sensaciones no presentan conducta antisocial, pero
psicopatía primaria. las personas con trastorno antisocial suelen ser bus-
b) Quienes presentan altas puntuaciones en el cadoras de sensaciones. Es la combinación de bús-
PCL-2, puntuaciones moderadas en el queda de sensaciones, impulsividad y falta de socia-
PCL-l y bajas puntuaciones en socializa- lización lo que subyace al trastorno antisocial de
ción serían los mejores representantes de la personalidad.
psicopatía secundaria. En un determinado ambiente, un gran buscador
de sensaciones encontrará expresiones adecuadas en
Búsqueda de sensaciones deportes de alto riesgo. Pero en otros ambientes, las
drogas o la delincuencia serán la expresión primaria
Los trastornos de personalidad representan un de ese rasgo de la personalidad.
funcionamiento disfuncional de las dimensiones Los buscadores de sensaciones persiguen la eufo-
normales de personalidad. Marvin Zuckerman ria que sigue a una recompensa, no una elevación del
(1996) estudió un rasgo común a varios trastornos nivel de activación en su sistema nervioso.

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Personalidad y biología / 511

El nivel de MAO (mono amino oxidasa) se aso-


cia negativamente a rasgos de personalidad como la
búsqueda de sensaciones, la impulsividad y la socia-
bilidad. Los buscadores de sensaciones presentan
niveles bajos de MAO, y, por tanto, sus conductas
pudieran dirigirse a restituir algún desequilibrio in-
terno. El nivel de MAO también es bajo en personas
diagnosticadas de trastorno antisocial de personali-
dad, en alcohólicos y en drogadictos. Los niveles
bajos de MAO suelen aparecer junto a los trastornos
caracterizados por la desinhibición.
El nivel de testosterona también se asocia posi-
tivamente a la búsqueda de sensaciones, además de
relacionarse con la sociabilidad, la dominancia, la
autoaceptación y la experiencia heterosexual. Los
varones con niveles especialmente elevados de tes- Figura 16.25.—Marvin Zuckerman estudió a quienes inter-
tosterona suelen tener bajas puntuaciones en socia- cambian sexo por dinero. Son múltiples las razones para de-
lización y autocontrol. En población delincuente, dicarse a esa clase de actividad, pero la búsqueda de sensa-
quienes presentan un historial particularmente vio- ciones puede tener una presencia significativa en la cadena.
lento presentan un nivel de testosterona más alto
que los demás delincuentes. en primera instancia en el cerebro, pero lo que su-
Los procesos de retroalimentación (feedback) cede en el cerebro no se reduce a la receta inscrita
regulan los procesos bioquímicos y la conducta se en el genoma. En ese órgano se combina la contri-
integra en la cadena. Los sucesos se disparan cuan- bución genética y no genética; es donde se conectan
do se produce un desequilibrio en alguna parte del ambos tipos de factores para promover el desarrollo
sistema. Tanto el ambiente como el organismo son de una determinada personalidad. Como subraya
fuentes de desequilibrio. Lykken, un temperamento que dificulta el proceso
La dopamina puede actuar como el acelerador de socialización es susceptible de ser canalizado de
que controla la velocidad de la máquina hacia la un modo apropiado, pero alcanzar una meta proso-
recompensa, mientras que la serotonina sería el fre- cial y huir del lado antisocial requiere aplicar las
no, deteniendo o ralentizando el movimiento cuan- pautas sociales adecuadas. El héroe y el villano com-
do aparecen señales de peligro. El lóbulo frontal parten temperamento, pero han experimentado una
integraría la información sensorial para conducir, socialización diferente.
acelerando o frenando según las señales.
El psicópata se caracterizaría por un acelerador 3.2. Familias y delincuencia
muy sensible y unos frenos gastados, mientras que
el maníaco tendría un acelerador atascado en el fon- Los estudios de gemelos han contribuido a res-
do y ningún freno. ponder cuestiones relativas a la contribución de los
En respuesta a una señal de precaución (semá- factores genéticos y no genéticos a la conducta y la
foro en ámbar) el cerebro impulsivo acelera, mien- personalidad antisocial. Generalmente, los resulta-
tras que el cerebro inhibido para. El cerebro desin- dos han revelado una influencia genética, pero la
hibido, impulsivo y antisocial ignora tanto la luz medida criterio —es decir, la medida de la conducta
ámbar como la roja. antisocial— ha sido demasiado general.
En suma, los modelos de personalidad pueden Es relevante, no obstante, distinguir entre con-
contribuir a mejorar la comprensión de la conducta ducta antisocial pública (overt) y encubierta (co-
antisocial. Es probable que haya individuos con una vert). La primera incluye conductas violentas como
vulnerabilidad genética que promueva la configura- el atraco, la violación o el homicidio, mientras que
ción de determinados rasgos de la personalidad en la segunda corresponde al engaño, los delitos contra
interacción con el contexto. Los genes se expresan la propiedad y el abuso de sustancias.

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512 / Manual de psicología diferencial

La heredabilidad es mayor para la conducta an-


tisocial pública (65 %) que para la encubierta (48 %) 100
(Burt, 2009). 90 30,5 29,3 25,2
Kenneth Kendler et al. (2015) exploraron las in- 80
fluencias genéticas y no genéticas sobre la conducta 70 21,2
24,2 17
delictiva usando el diseño de gemelos y cruzando las 60
bases de datos del Registro Sueco de Gemelos y del 50 53,7 53,6
Registro Sueco de Delitos. 40 45,3
Los cálculos se hicieron por separado para va- 30
20
rones y para mujeres. Además, se consideraron tam-
10
bién por separado los delitos violentos, los de guan- 0
te blanco y contra la propiedad. Violento Guante blanco Propiedad
Se estudiaron casi 22.000 gemelos nacidos entre Heredabilidad Familia Experiencia
1958 y 1991 en Suecia, así como los registros crimi-
nales entre 1973 y 2011. Se aplicó un modelo para
separar los tres componentes de la varianza en los Figura 16.26.—Contribución de las diferencias genéticas (he-
fenotipos de interés: genética, ambiente compartido redabilidad) y no genéticas (familia y experiencia) a los deli-
(familia) y ambiente específico (experiencias am- tos violentos, a los delitos de guante blanco y a los delitos
contra la propiedad, según el estudio de Kendler et al. (2015).
bientales no compartidas por los miembros de la
misma familia).
Uno de los primeros resultados observados fue tipos de interés, observando que tanto los factores
que los varones habían cometido delitos en una pro- genéticos como los no genéticos contribuyen a la
porción tres veces superior a las mujeres. conducta antisocial, aunque algo más los primeros
Al considerar el modelo en el que no se distin- que los segundos. El riesgo genético obtenido a par-
guían los tipos de delitos, la influencia genética (o tir de los padres biológicos predijo el riesgo de los
heredabilidad) fue similar en varones y mujeres chavales adoptados en igual medida para las con-
(45 % y 46,2 %, respectivamente), el ambiente com- ductas delictivas violentas y no violentas. En un
partido contribuyó más en ellos que en ellas (27,1 % análisis más detallado de los resultados se llegó a la
y 17,9 %) y el ambiente específico fue algo más rele- conclusión de que los factores que distinguen los
vante en mujeres que en varones (27,9 % y 35,9 %). delitos violentos de los no violentos son esencial-
¿Qué sucedió al analizar los distintos tipos de mente de carácter genético, mientras que en el caso
delito? de los delitos contra la propiedad el ambiente com-
Los delitos violentos y de guante blanco eran partido es relevante (Kendler et al., 2014).
demasiado escasos en mujeres, así que no pudieron Avanzaron un paso más: «Sospechamos que las
hacerse estimaciones fiables en su caso. La figura influencias genéticas específicas de la conducta
16.26 presenta los resultados generales. delictiva violenta expresan una predisposición a la
En cuanto al delito violento, la heredabilidad se agresión y a su persistencia durante el ciclo vital; es
situó por debajo del 50 %, el ambiente compartido una predisposición distinta a la expresada por los
(familia) contribuyó con un 24 % y la experiencia rasgos de exteriorización vinculados a la conducta
personal con un 30 %. delictiva menos severa. Las influencias genéticas es-
La heredabilidad para los delitos de guante blan- pecíficamente asociadas a los delitos de guante blan-
co y contra la propiedad fue casi idéntica (54 % apro- co expresan una predisposición genética a la viola-
ximadamente), mientras que la familia contribuyó ción de las reglas».
menos a los primeros que a los segundos (17 frente En suma, los individuos antisociales presentan
a 21 %). La experiencia personal contribuyó más a una cierta vulnerabilidad genética, pero también se
los primeros que a los segundos (29 frente a 25 %). encuentran influidos por las malas compañías (am-
Kenneth Kendler había usado anteriormente el biente no compartido). El contexto familiar (am-
diseño de adopción para llegar a esas estimaciones biente compartido) también contribuye en alguna
de los componentes de la varianza en los feno- medida a explicar la comisión de delitos.

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Personalidad y biología / 513

CUADRO 16.7
Una licencia de paternidad

A menudo se conocen noticias aterradoras sobre humanos que cometen actos deleznables sobre sus hijos. La ne-
gligencia familiar posee efectos sociales altamente negativos más allá del maltrato y de los delitos.
El psicólogo norteamericano David T. Lykken redactó una propuesta de ley poco antes de su muerte y la sometió
a la consideración de los gobernantes del Estado en el que residía (Minnesota).
Lykken vivió preocupado por la violencia en su país, pero esperó a jubilarse para hacer esa propuesta de ley di-
rigida a establecer una licencia de paternidad.
Los datos acumulados por la ciencia le llevaron a concluir que la negligencia durante los procesos de crianza
promovía la presencia y el aumento de las «personalidades antisociales».
Sostuvo que una crianza negligente era más probable —y más probable significa que hay excepciones—cuando
los padres: tenían menos de 21 años de edad, no estaban legalmente casados, no disponían de suficientes recursos
económicos para el sostenimiento de la familia, no estaban en disposición de contratar los servicios de un médico
competente y habían sido condenados legalmente por algún delito.
A Lykken le resultaba incomprensible que los organismos oficiales estuvieran
obsesionados por garantizar la calidad de las familias adoptivas, pero que fuesen
absolutamente permisivos en los demás casos.
Pensando en los niños, creyó que merecía la pena que las autoridades se sensibi-
lizasen a las evidencias de la ciencia y tomaran cartas en el asunto. Mantuvo que,
igual que existe una licencia para conducir o para poseer y usar un arma, se debían
articular mecanismos para conceder una licencia revisable para ser padres.
En una familia en la que no se cumplen los cinco requisitos señalados, las proba-
bilidades de que los chavales se metan en líos se multiplican, sostuvo el psicólogo de
Minnesota. Ignorar esa realidad sería socialmente irresponsable.
Una abrumadora mayoría de familias se ajustaría a esos cinco requisitos. Sin
David T. Lykken (1928-2006). embargo, existiría un segmento de la población que se alejaría de ellos. Es a esas
familias a las que se dirige la propuesta de ley de Lykken.
Es difícil negar que ciertas familias pueden dejar una huella indeleble en sus retoños. Y es sobre esas familias
sobre las que se deberían centrar los esfuerzos, en igual medida que los médicos revisan con mayor regularidad a las
personas con antecedentes familiares de determinados trastornos.
Aquí está la propuesta de Lykken.

Sección 1. Licencia de paternidad

Subsección 1. Aplicación, requisitos

Los padres que deseen tener hijos biológicos deben acudir al registro civil para solicitar una licencia de paternidad.
Los requisitos para obtener la licencia son:

1. El padre y la madre deben haber cumplido 21 años.


2. El padre y la madre deben estar legalmente casados.
3. El padre y la madre deben demostrar que son autosuficientes económicamente de manera estable.
4. El padre y la madre deben demostrar que ninguno de los dos presenta algún trastorno mental que le incapa-
cite legalmente.
5. Ni el padre ni la madre han debido ser condenados por algún delito grave.

Subsección 2. Exención

Los padres que no cumplen uno o más requisitos de la subsección 1 pueden solicitar una exención. El peso de la
prueba recaerá en los padres a la hora de demostrar al juez que pueden hacerse cargo responsablemente de sus hijos
biológicos.

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514 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 16.7 (continuación)

Subsección 3. Violación

Cuando los padres omitan solicitar su licencia de paternidad a tiempo o tengan un hijo en ausencia de tal licencia,
se considerará que han violado la sección 1 y quedarán sujetos a las correspondientes sanciones.

Subsección 4. Sanciones

La mujer que haya violado esta sección será requerida para identificar al padre. Cuando se localice al padre y este
no reconozca por escrito su paternidad, deberá someterse a un test para verificar su paternidad. El padre biológico
deberá hacerse cargo de los gastos ocasionados por violar la ley, incluyendo el coste derivado de mantener a su hijo
hasta que cumpla 18 años.

Subsección 5. Visita en el domicilio

Durante el primer mes de vida del hijo nacido de una mujer sin licencia, la agencia de protección de menores
efectuará una visita al domicilio de la madre y sondeará las gestiones de custodia. El informe detallado que se de-
rive de esta visita se enviará al departamento de servicios sociales para la apertura y mantenimiento de un registro
sobre el niño hasta que cumpla 18 años.

Subsección 6. Exámenes médicos

En cada cumpleaños del niño, la madre deberá someter a su hijo a un examen médico completo, enviando el co-
rrespondiente informe al departamento de servicios sociales.

Subsección 7. Visita anual al hogar familiar e informe

En cada cumpleaños del niño, la agencia de protección de menores efectuará una visita al domicilio familiar para
sondear los progresos del niño y las gestiones vinculadas a la custodia. El departamento de servicios sociales debe-
rá recibir un informe derivado de ese sondeo, que deberá incluir una auditoría del soporte económico del padre
durante el año transcurrido desde la visita anterior.

Subsección 8. Informe de la escuela

Cuando el niño empiece a asistir al colegio, el centro deberá preparar un informe sobre sus progresos y nivel de
adaptación, enviándolo posteriormente a la agencia de protección de menores. Este informe deberá incluirse dentro
del informe anual sobre el estado del niño que se envía al departamento de servicios sociales.

Subsección 9. Informe médico

Cualquier médico que llegue a saber que una mujer embarazada carece de licencia de paternidad, deberá informar
a la agencia de protección de menores sin que transcurra más de una semana desde que posea ese conocimiento.
A la recepción del informe del médico, la agencia de protección de menores deberá investigar el caso para, si pro-
cede, aplicar las acciones señaladas en las subsecciones 4 a 8.

No cabe duda de que es una propuesta que da que pensar, independientemente se que se considere adecuada o
inadecuada, procedente o improcedente. Eso es algo que deberían decidir los representantes políticos.
Lykken asesoró a Ken Follet para su novela El tercer gemelo. Una de las claves de la narración del autor británi-
co se centra, precisamente, en la relevancia de la crianza para corregir las tendencias temperamentales que dificultan,
pero no imposibilitan, el proceso de socialización.

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Personalidad y biología / 515

La conducta antisocial no puede entenderse ex- En ese sentido, la corteza cingulada anterior
cluyendo alguno de los términos de la ecuación. (ACC) es una candidata ideal a neuromarcador,
puesto que esa estructura cerebral se ha vinculado
al procesamiento de errores, a la supervisión del
3.3. Neuropredicción conflicto, a la selección de respuestas y al aprendi-
zaje por evitación. Cuando esa estructura se encuen-
¿Se puede predecir la futura conducta de los in- tra dañada, suelen mostrarse respuestas desinhibi-
dividuos observando la respuesta de las neuronas de das y elevados niveles de agresividad.
sus cerebros ante una determinada situación de test? En la investigación de Eyal Aharoni et al.
Aplicado al caso de la conducta delictiva, una (2013) se usó una clásica tarea de «go-no go» para
respuesta positiva podría tener relevantes conse- valorar procesos de inhibición de respuestas. Se
cuencias prácticas. presentaba la letra X (el target) con frecuencia
Las tendencias impulsivas predicen la conducta (probabilidad = 0,84) y, de vez en cuando, se pre-
antisocial. Sin embargo, las medidas estandarizadas sentaba la letra K (probabilidad = 0,16), que ac-
de esas tendencias son, en realidad, una aproxima- tuaba como distractor. Se debía responder siempre
ción a procesos que se materializan en el cerebro, que se presentaba el target (go), pero no cuando se
por lo que explorar ese endofenotipo podría, even- presentaba el distractor (no go). Ya que el target
tualmente, mejorar las prácticas diagnósticas. Las era mucho más frecuente que el distractor, general-
medidas del control de impulsos a nivel cerebral po- mente se evocaba la respuesta dominante. Se debía
drían rendir mejores dividendos de cara a la predic- omitir la respuesta al distractor y caer en la tenta-
ción de la futura conducta antisocial. ción aumentaba los errores de comisión. Por tanto,

(A) (C)
1,0

Grupo alta respuesta ACC


0,8
Supervivencia acumulada

0,6
(B)

0,4

Grupo baja respuesta ACC


0,2

Una menor activación de la ACC predice


0,0 una mayor probabilidad de reincidencia

0 10 20 30 40 50
Meses transcurridos hasta volver a ser arrestado

Figura 16.27**.—(A) Región elegida (en color rojo) para valorar el nivel de activación en el cingulado anterior (ACC) —me-
dida con fMRI— según los errores de comisión y los aciertos en una tarea de «go-no go» en un grupo control de 102 adultos.
En azul se muestra una región de control en la que no se espera una activación significativa. (B) Nivel de activación en los
presos al comparar errores de comisión y aciertos. (C) Seguimiento de cuatro años de los presos. La probabilidad de volver a
ser arrestado es del 60 % en quienes presentan una baja respuesta de la ACC ante la tarea de go-no go y del 46 % en quienes
presentan una alta respuesta de la ACC ante esa misma tarea.

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516 / Manual de psicología diferencial

la tarea exigía inhibir selectivamente la respuesta conecta con la aplicación que se describe seguida-
dominante (responder al target) cuando se presen- mente.
taba el distractor.
Se evaluó la actividad de la ACC en un grupo
de 96 presos y se observó que una menor actividad 3.4. Mentirosos culpables e inocentes
de la ACC se relacionaba con mayores errores de
comisión en la tarea experimental de inhibición. En los últimos años se ha reactivado el interés
Pero el resultado más interesante se manifestó al por detectar a los mentirosos observando determi-
preguntarse qué relación guardaba ese nivel de ac- nadas señales psicobiológicas y valorando indicado-
tivación ante la tarea experimental con la reinciden- res que revelarán la verdad aunque el individuo in-
cia criminal en un seguimiento de cuatro años. tente falsear sus declaraciones. O eso se supone.
Resultado: una menor activación en la ACC pre- El test del polígrafo tiene una larga tradición en
dijo una mayor probabilidad de reincidencia, aun ese sentido. Se registran y se valoran variables psi-
controlando otros factores de riesgo habituales, cofisiológicas tales como la tasa cardíaca y la res-
como las puntuaciones en la escala PCL-R de Hare: puesta galvánica de la piel. El Guilty Knowledge Test
«los endofenotipos neurocognitivos podrían carac- (GKT) se basa en hacer preguntas para que el indi-
terizar rasgos relevantes independientemente de los viduo elija entre una serie de alternativas. Algunas
fenotipos conductuales, tales como los autoinformes de las opciones son neutrales, mientras que otras son
o el diagnóstico de expertos basado en entrevistas y pertinentes al caso. Se busca averiguar si la respues-
en el historial del individuo». ta psicofisiológica es más significativa ante las alter-
Aharoni et al. especularon con la posibilidad de nativas de interés que ante las neutrales (Matsuda
que las intervenciones encaminadas a mejorar la ac- et al., 2012).
tuación de la ACC podrían reducir la reincidencia, Pero se ha pretendido dar un paso más allá y
aunque antes debería comprobarse la fiabilidad de pasar de esas señales periféricas —que obedecen al
la medida de la activación de la ACC. Aun así, es funcionamiento del sistema nervioso autónomo— a
atrevido hacer predicciones a nivel individual: «los las señales del sistema nervioso central.
marcadores neurobiológicos difícilmente podrán su- Cuando se registra la actividad EEG ante deter-
perar (por ahora) a los instrumentos al uso (evalua- minadas escenas se puede calcular un potencial que
ción del riesgo clínico)». se interpreta como la fase en la que el individuo evalúa
A lo máximo a lo que puede aspirar esa clase de conscientemente una determinada información. Ese
resultados es a recomendar alguna clase de trata- potencial corresponde al P300, que se presentó en la
miento. Pero de ahí a que puedan tener consecuen- parte segunda. Esa señal EEG se asocia a la evalua-
cias legales va un largo y tortuoso trecho. ción de la información, pero su interpretación dista
Merece la pena comentar que los autores de esa de ser clara. Implica a la atención, pero varía según el
investigación controlaron el posible efecto de la ca- tipo de estímulo —por ejemplo, si es más o menos
pacidad intelectual (CI) al predecir la reincidencia, complejo— y también cambia según variables perso-
pero observaron que considerar ese factor psicoló- nales como la edad (Sebastián y Ballesteros, 2012).
gico no modificaba el resultado. Sin embargo, no Lawrence Farwell patentó un sistema —MER-
controlaron el efecto del CI sobre los niveles de ac- MER (Memory and Encoding Related Multifaceted
tivación de la ACC al completar la tarea experimen- Electroencephalographic Response) que se suponía
tal, a pesar de que es razonable suponer que los capaz de rastrear la huella cerebral de un determi-
presos de menor nivel intelectual tendrán peor ren- nado individuo basándose en parte en ese P300
dimiento en esa tarea. (Meijer et al., 2013). C. R. Mukundan patentó otro
Hay que subrayar que la aplicación al caso in- sistema —BEOS (Brain Electrical Signature Osci-
dividual está fuera de lugar. Ningún profesional de- llations)— con un objetivo similar. Sin embargo,
bería basarse en estos datos neurocognitivos para ambos sistemas de registro son opacos en los deta-
recomendar algo concreto a quien debe tomar deci- lles y están rodeados de secretismo.
siones sobre el futuro de un delincuente en particu- Manuel Sebastián Carrasco (2014) hizo un ex-
lar. Al menos por ahora. Esa conclusión general celente análisis de ese test basado en el P300 para

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Personalidad y biología / 517

averiguar si era capaz de satisfacer la expectativa que sus declaraciones, Sebastián concluye lo siguiente
despertó. según la evidencia:
Al usar el P300 para alcanzar ese objetivo se
presentaron tres tipos de situaciones: distractores — El potencial P300 se puede manipular.
(D), target (T) y clave (C). — El test carece de la fiabilidad exigida (suele
Los D se presentan con una alta frecuencia (apro- ser menor del 50 %).
ximadamente 80 %), mientras que los T y C se pre- — El P300 y el test del polígrafo siguen distin-
sentan con mucha menor frecuencia (aproximada- tos métodos.
mente 10-20 %). El individuo debe responder a los T, — Los científicos consideran que el uso del
pero ignorar los D y los C. El interés se centra en su P300 en situaciones reales de detección de
reacción a los C, porque se supone que solamente culpables es, en el mejor de los casos, prema-
puede reconocerlos alguien «culpable». El «inocente» turo.
no presentará una activación distinta ante los estímu-
los D y C, porque para él los C serán irrelevantes, Esas conclusiones no son novedosas. El intento
actuarán como distractores y deben ignorarse. de encontrar modos objetivos de detectar a los men-
En suma, el P300 será similar en un culpable tirosos es antiguo, aunque no venerable.
ante los estímulos T y C, mientras que será evidente David Lykken publicó un excelente ensayo en
solamente ante los T en alguien inocente porque los 1981 reuniendo las pruebas que demostraban que no
D y C serán irrelevantes, por lo que serán evaluados se puede confiar en los métodos para detectar men-
de modo neutral. tirosos usando señales psicofisiológicas: A tremor in
Sebastián se preguntó si el método basado en el the blood: Uses and abuses of the lie detector. Subrayó,
P300, en la presunta huella cerebral del culpable, por ejemplo, que las personalidades antisociales son
presentaba la necesaria fiabilidad y validez. consumados mentirosos, y, por tanto, serán capaces
Concluyó que la fiabilidad era escasa, especial- de mostrar respuestas más débiles ante los detectores
mente cuanto más se alejaba el registro de las situa- en situaciones reales. Pero quizá lo más relevante es
ciones controladas del laboratorio. Además, el indi- que en esas situaciones reales los sospechosos reac-
viduo puede servirse de trucos para ocultar la cionan más intensamente a las preguntas que consi-
reacción P300 (por ejemplo, morderse la lengua o deran relevantes, sean culpables o inocentes. Un sos-
visualizar situaciones que producen estrés). pechoso inocente tiene una probabilidad del 50 % de
También resulta discutible su validez. El supues- superar el test del polígrafo aplicado por las autori-
to es que la onda P300 es más evidente en los men- dades policiales. Su suerte al superar el test equivale
tirosos, pero la línea divisoria entre recuerdos falsos a lanzar una moneda al aire y esperar que salga cara.
y recuerdos reales es difusa. Las preguntas pueden Lykken destacó la dificultad de usar la evidencia
evocar recuerdos falsos, en igual medida que sucede encontrada en el laboratorio en situaciones reales.
en el testimonio de testigos (Eysenck, 2010). Las personalidades antisociales pueden presentar
Alguien inocente puede parecer culpable (falso una actividad psicofisiológica sospechosa en el la-
positivo), mientras que el culpable puede superar el boratorio porque consideran un reto superar el test.
test (falso negativo). Por el contrario, siendo culpables, pueden atenuar
Sebastián destacó la investigación de Gershon las respuestas psicofisiológicas que pudieran dela-
Ben-Shakhar (2012), en la que se observó que al tarles en situaciones reales.
hacer el test dos semanas después de haber cometi- Sebastián no discute la relevancia potencial de
do un delito simulado los individuos no reacciona- las diferencias individuales de personalidad a la
ban a algunas preguntas relevantes del caso, es decir, hora de superar o fracasar ante el test del polígrafo
su respuesta psicofisiológica indicaba que no habían o el test basado en el P300. Pero su influencia es
cometido un delito que sí habían perpetrado. altamente probable. Un individuo con un BIS debi-
Ante la credulidad de los medios de comunica- litado, por ejemplo, no reaccionará igual que otro
ción —y de algunos profesionales— sobre la posibi- con un BIS estándar o robustecido. Sus reacciones
lidad real de encontrar en el cerebro de los culpables ante los mismos estímulos variarán y llevarán a dis-
lo que pretenden ocultar a las autoridades mediante tintos veredictos sin que esas reacciones diferencia-

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518 / Manual de psicología diferencial

les tengan relación alguna con el hecho de ser ino- de maltrato, un 28 % había experimentado un pro-
cente o culpable. bable maltrato y un 8 % había experimentado mal-
trato severo. Se valoró su comportamiento antiso-
cial, según una serie de indicadores, cuando tenían
3.5. Maltrato infantil y vulnerabilidad 26 años de edad.
genética Según los resultados, el efecto del maltrato in-
fantil sobre la futura conducta antisocial era sustan-
En 2002, el equipo del Estudio Longitudinal cialmente menor en individuos con una alta activi-
Dunedin publicó un impactante informe en Science dad de la MAOA que en quienes presentaban una
que pretendía responder a la pregunta de por qué baja actividad de la MAOA (figura 16.28).
solamente algunos niños que han sufrido maltrato Por tanto, un polimorfismo funcional del gen
se comportan de modo antisocial en su vida adulta MAOA moderaba el impacto del maltrato infantil
(Caspi et al., 2002). sobre el desarrollo del futuro comportamiento anti-
Centraron su atención en un polimorfismo del social.
gen MAOA y observaron que los niños que sufrie- El hallazgo posee una serie de implicaciones,
ron maltrato, pero que poseían un genotipo que pro- tanto en la investigación como en la práctica.
movía una alta expresión del gen, no se comporta-
ban de modo antisocial en su vida adulta: «los — Considerar la relevancia del contexto puede
genotipos pueden modular la sensibilidad de los contribuir a mejorar la localización de los
niños a las condiciones del entorno». genes relevantes para determinados fenoti-
Aunque el maltrato infantil es un reconocido fac- pos. Los efectos genéticos pueden diluirse si
tor de riesgo, también se ha observado que las respues- se ignora el impacto de determinados facto-
tas de los niños a esa experiencia son muy diferentes. res de riesgo presentes en el contexto. La vul-
De hecho, la mayor parte de los niños sometidos a nerabilidad genética solamente se manifesta-
maltrato no se convierten en delincuentes, aunque rá ante determinados estresores.
se desconoce por qué. Caspi et al. buscaron una ex- — Conocer el riesgo genético puede ayudar a
plicación en una probable vulnerabilidad genética. concretar los procesos que incrementan el
El gen MAOA se localiza en el cromosoma X y riesgo. Aunque se han considerado numero-
codifica la enzima MAOA que metaboliza neuro- sos procesos psicobiológicos para explicar
transmisores como la norepinefrina, la serotonina y por qué y cómo se pasa del maltrato a la
la dopamina, reduciendo su expresión. Las deficien- comisión de actos antisociales, la evidencia
cias genéticas en la actividad de la MAOA se han dista de ser concluyente. Especialmente rele-
relacionado con la agresividad. La hipótesis de los vante sería comprender por qué en algunos
autores fue que el maltrato infantil dispone en ma- casos se da ese paso, pero no en otros. Los
yor grado a la violencia en la edad adulta cuando la genes pueden ser un factor de riesgo, pero
MAOA es insuficiente para restringir los cambios también pueden proteger contra las agresio-
evocados en esos neurotransmisores a consecuencia nes del contexto.
del maltrato. Una deficiencia en la MAOA aumen- — Aunque los individuos que presentan baja
taría la vulnerabilidad a la amenaza promoviendo actividad de la MAOA y maltrato infantil
una hiperactivación neurológica. suponen solamente el 12 % de los individuos,
Consideraron a los 1.037 individuos del Estudio son responsables del 44 % de los delitos vio-
Dunedin —representativos de la población, y, por lentos consignados. Comprender la cadena
tanto, libres de sesgo de selección— para comprobar de sucesos es crucial.
si era posible predecir la conducta antisocial a par- — Además, el 85 % de quienes presentan una
tir de la interacción gen-ambiente. El gen seleccio- baja actividad de la MAOA que, además, ex-
nado fue el MAOA y el ambiente correspondió a la perimentaron maltrato, desarrollaron algún
experiencia de maltrato en la infancia. tipo de conducta antisocial. Los tratamien-
Entre los 3 y los 11 años de edad, el 64 % de los tos farmacológicos podrían estar indicados
individuos no había experimentado ninguna clase especialmente en esos casos.

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Personalidad y biología / 519

60 1,2
Condenado por delitos violentos (%)

Síntomas de trastorno antisocial


50
0,9

de personalidad
40
0,6
30
0,3
20

10 0

0 –0,3
n = 108 42 13 180 79 20 n = 107 39 12 171 74 18
Baja actividad Alta actividad Baja actividad Alta actividad
MAOA MAOA MAOA MAOA

Sin maltrato Probable maltrato Maltrato severo

Figura 16.28.—Izquierda: porcentaje de individuos condenados por delitos violentos a la edad de 26 años. Según la interacción
gen-ambiente, el efecto del maltrato es sustancial en el grupo con baja actividad de la MAOA, mientras que no es significativo
en el grupo de alta actividad de la MAOA. Derecha: puntuaciones en trastorno de personalidad antisocial a la edad de 26 años.
Según la interacción gen-ambiente, el efecto del maltrato es significativo en el grupo de baja actividad de la MAOA, pero no
lo es en el grupo de alta actividad de la MAOA. Obsérvese que, en ambos casos, en los individuos que no han sufrido maltra-
to tener una u otra versión del MAOA es prácticamente irrelevante.

Los resultados de esta investigación sobre la in- mientos derivados de la investigación básica a, por
teracción gen-ambiente vuelven a subrayar que re- ejemplo, el diseño de puestos laborales o de dispo-
sulta contraproducente ignorar alguno de los ele- sitivos adaptados a las diferencias individuales.
mentos que construyen la ecuación sobre la que se La neuroergonomía no se construye solamente
desarrollan las diferencias individuales de naturale- sobre conocimientos relacionados con la inteligen-
za psicológica. cia y los procesos cognitivos de alto nivel, sino que
Las agresiones del entorno son relevantes en sí también considera a los factores y procesos de la
mismas y debe hacerse lo posible para erradicarlas. personalidad humana.
En su ausencia, tener una u otra versión del gen es Se sabe, por ejemplo, que el proceso de toma
irrelevante. Pero ante su presencia, tener una versión de decisiones incluye la evaluación de opciones, la
se convierte en un agente protector, mientras que respuesta y la valoración del resultado. El procesa-
tener la otra versión añade leña al fuego, de modo miento emocional es relevante en esas fases. De
que el incendio psicológico y conductual es difícil- hecho, el funcionamiento comprometido de deter-
mente evitable. minadas regiones del cerebro, como la corteza
frontal ventromedial, influye en la regulación de
esas emociones.
3.6. Neuroergonomía Las personas con mayores niveles de ansiedad,
por ejemplo, suelen evitar riesgos al tomar decisiones.
En el epígrafe de la parte tercera dedicado a las Ruolei Gu, Yu-Xia Huang y Yue-Jia Luo (2010)
aplicaciones se expusieron evidencias sobre una re- diseñaron un estudio en el que se les daba a los indi-
ciente disciplina en la que se consideraban resulta- viduos cuatro clases de feedback (positivo, negativo,
dos observados en neurociencia y genética molecu- neutral o ambiguo) después de que hubieran tomado
lar con respecto a la inteligencia. Esa disciplina es una decisión. Los potenciales evento-relacionados
la neuroergonomía y persigue aplicar los conoci- (ERP) registrados según la clase de feedback corre-

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520 / Manual de psicología diferencial

lacionaron negativamente con los niveles de ansie- También se han explorado en neuroergonomía
dad cuando el resultado era negativo, pero se rela- las repercusiones potenciales de las diferencias indi-
cionaron positivamente con la ansiedad cuando el viduales en búsqueda de sensaciones y en sus facetas
resultado era ambiguo. Los resultados positivos y —susceptibilidad al aburrimiento o búsqueda de
neutrales no se asociaron a la ansiedad. Por tanto, experiencias—. Los altos niveles de susceptibilidad
los individuos ansiosos valoraron los resultados al aburrimiento expresan una tendencia a aburrirse
negativos y ambiguos de un modo distinto a como a las primeras de cambio. Repetir experiencias no es
lo hicieron los individuos emocionalmente esta- algo natural para ellos, mientras que es perfecta-
bles. mente adecuado para quienes presentan bajos nive-
La ansiedad dificulta la conducta ante determi- les en ese rasgo.
nadas tareas cognitivas, aunque los efectos son más La susceptibilidad al aburrimiento se asocia a
visibles en situaciones de multitarea que implican a un peor rendimiento en tareas repetitivas y de vigi-
la memoria operativa. La ansiedad también com- lancia. Esas tareas producen estrés y fatiga, pero el
promete la toma de decisiones, y los ERP pueden fenómeno se acentúa en individuos susceptibles. En
ayudar a revelar los mecanismos subyacentes. La ocupaciones como la supervisión de la seguridad en
ansiedad puede asociarse a una estrategia conscien- los aeropuertos o la localización por radar se exige
te de valoración de decisiones especialmente negati- una vigilancia sostenida, por lo que es previsible que
va cuando los resultados son ambiguos. la susceptibilidad al aburrimiento degrade el rendi-
La interacción de las diferencias individuales de miento. El aburrimiento también se vincula a la in-
ansiedad con los procesos cognitivos de la memoria satisfacción y al absentismo laboral.
operativa puede estar influida, además, por factores Las personas con altos niveles en búsqueda de
genéticos asociados a las rutas de la dopamina. Se experiencias presentan hipocampos de mayor tama-
ha propuesto un modelo «guerrero-preocupado» ño, y las puntuaciones en las escalas de susceptibi-
para dar cuenta de esas diferencias individuales lidad al aburrimiento predicen la latencia de res-
(Goldman et al., 2005). Los individuos «preocupa- puesta de los ERP registrados en regiones frontales.
dos» que poseen la variación Met158 del COMT Las personas con altas puntuaciones en ese rasgo
pueden disfrutar de una alta memoria operativa, presentan respuestas demoradas ante la exposición
pero también presentan una alta ansiedad. En con- repetida de estímulos visuales. Se les pide, por ejem-
traste, quienes poseen la variación Val158 del plo, que valoren una serie de imágenes cotidianas
COMT («guerreros») se caracterizan por una mo- para decidir si se trata de seres vivos o inanimados.
derada memoria operativa y una escasa o nula an- Durante la adaptación a los estímulos, la corteza
siedad. El genotipo «guerrero» resiste mejor el estrés prefrontal ventral presenta escasa actividad en per-
y presenta una modesta disminución en su funcio- sonas con alto nivel de búsqueda de sensaciones (fi-
namiento ejecutivo. gura 16.29).

Altas puntuaciones en búsqueda de sensaciones Bajas puntuaciones en búsqueda de sensaciones

Hemisferio derecho Hemisferio derecho

Figura 16.29**.—Nivel de actividad en el lóbulo frontal inferior en individuos con bajos niveles en búsqueda de sensaciones
(derecha) y ausencia de activación en individuos con altos niveles en búsqueda de sensaciones (izquierda) durante una tarea de
presentación repetitiva de estímulos visuales. Las imágenes muestran las diferencias en los ERP (Parasuraman y Jiang, 2012).

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Personalidad y biología / 521

El córtex cingulado anterior (ACC) se asocia a rasgos y procesos de la personalidad, del intelecto,
la regulación de las emociones y suele activarse en y también de su interacción. La toma de decisiones
tareas de procesamiento afectivo, pero su grado de en situaciones cotidianas supone la combinación de
activación varía considerablemente de individuo a factores intelectuales, temperamentales y motivacio-
individuo. Las diferencias individuales en búsque- nales. Su integración es esencial.
da de sensaciones modulan el patrón y la intensi- Alcanzar uno de las objetivos básicos de la dis-
dad de la reactividad del cerebro a estímulos emo- ciplina orientada a los recursos humanos en pleno
cionales. siglo xxi exige explorar cómo se puede diseñar tec-
En suma, la neuroergonomía integra datos ob- nología adaptada a los distintos individuos para fa-
tenidos mediante métodos basados en los clásicos cilitar los procesos de interacción humano-máquina.
test de evaluación psicológica con los resultados de- Mejorar los conocimientos a ese respecto requiere
rivados de la investigación en neuroimagen y en ge- considerar cómo el cerebro humano, gobernado en
nética molecular. Esos distintos métodos ofrecen parte por el genoma, produce una determinada con-
información sobre las diferencias individuales en los ducta en un determinado contexto.

CUADRO 16.8
El individuo humano es un mosaico 3D

En 2015, Nick Lane publicó The vital question: Energy, evolution, and the origins of complex life.
Comienza confesando que no se sabe por qué la vida es como es, aunque se supone que todos los organismos
complejos provienen de un único ancestro que se manifestó hace dos mil millones de años, es decir, 2.500 millones
de años después de la creación del planeta.
No existe una conexión clara entre las bacterias (procariotas, es decir, organismos que carecen de núcleo celular)
y todos los demás seres vivos (eucariotas, es decir, organismos que poseen núcleo celular).
Las células obtienen su energía del flujo de protones. La energía resultante de quemar los alimentos en la respi-
ración se usa para proyectar protones a través de la membrana celular, formando una especie de embalse a un lado
de la membrana. El flujo de protones que sale posteriormente de ese embalse se puede usar para obtener fuerza, del
mismo modo en que se obtiene de una turbina en una presa hidroeléctrica: «el uso de gradientes de protones es
universal en la vida terrestre; la fuerza de protones es una parte tan integral de la vida como el código genético».
Lane sostiene que comprender ese mecanismo energético es esencial para captar las propiedades de la vida que
«surgieron, necesariamente, del desequilibrio de un inquieto planeta. La distinción entre un planeta vivo —geológi-
camente activo— y una célula viva es solo una cuestión de definición».
La cuestión clave es que el paso de los organismos procariotas a los eucariotas sucedió en un momento puntual
durante la evolución («todos los eucariotas están relacionados») y no tuvo nada que ver con restricciones ambien-
tales (como la Gran Oxidación), sino con propiedades físicas intrínsecas. Lane acepta la tesis de Bill Martin (1998)
de que la vida compleja surge a consecuencia de una endosimbiosis con dos únicas células como protagonistas, y,
en concreto, subraya la relevancia de la adquisición de mitocondrias.
La variabilidad en las formas de vida que supuso la aparición de las células eucariotas es simplemente extraordi-
naria: «sabemos mucho sobre cómo los genes codifican los componentes físicos de las células, pero muy poco sobre cómo
las restricciones físicas dictan la estructura y evolución de las células».
Los organismos necesitan una enorme cantidad de energía para poder vivir. La moneda energética que usan las
células vivas es una molécula conocida como ATP. Literalmente, funciona como una moneda en una máquina tra-
gaperras. Activa una sola vez una máquina que se desactiva a continuación. Esa máquina suele ser una proteína.
Activarla de nuevo requiere otra molécula ATP: «Imagínese la célula como un gigantesco salón de juegos, repleto
de proteínas alimentadas por monedas de ATP. ¡Una sola célula consume diez millones de moléculas ATP cada
segundo! La cifra te deja sin aliento. Solo tenemos en nuestro organismo 60 gramos de ATP, por lo que sabemos
que cada molécula ATP se recarga una o dos veces por minuto. La energía de la respiración —liberada por la reac-
ción del alimento con el oxígeno— se usa para fabricar ATP. Respirar y quemar son equivalentes; el ligero desfase
intermedio es lo que conocemos como vida».
Los 40 trillones de células de los que está compuesto un individuo («el maravilloso mosaico tridimensional que
es un ser humano») contienen al menos un cuatrillón de mitocondrias. La superficie equivalente a esa cantidad de

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522 / Manual de psicología diferencial

CUADRO 16.8 (continuación)

mitocondrias es de cuatro campos de fútbol y su tarea consiste en mover protones. Ese número de mitocondrias
mueve 1021 protones cada segundo, tantos como estrellas hay en el universo.
La proteína funciona como una turbina hidroeléctrica. La transferencia de protones a través de la membrana
celular se resume con el término «quimio-osmótica» (la respiración empuja los protones a través de una delgada
membrana, en contra de un gradiente, y, por tanto, es quimio-osmótica).
La vida en la Tierra se sirve de los gradientes de protones a través de membranas para impulsar el metabolismo
del carbono y de la energía. Por eso la vida en la Tierra se basa en el carbono. Todos los seres vivos se cimentan en
el carbono.
Las eucariotas tienen 200.000 veces más energía por gen que las procariotas. Solamente el 2 % de la energía de la
que dispone la célula se destina a la replicación del ADN, mientras que un 80 % se dedica a la síntesis de proteínas.
Cuantos más genes haya en el genoma, más alto será el precio de sintetizar proteínas. A diferencia de las bacterias
(procariotas), las eucariotas pudieron ganar complejidad gracias a las mitocondrias.
Esas mitocondrias perdieron la mayor parte de sus genes, pero una parte se transfirió al núcleo de la célula sin
que supusiese ningún coste para esa célula. Todas las mitocondrias originales del individuo humano (100.000) pro-
vienen de la madre para evitar que puedan competir con las del padre (y huir de un mal negocio molecular). El
proceso respiratorio requiere de la cooperación de los genes del núcleo celular y de los genes de las mitocondrias:
«Mejorar la salud del individuo adulto requiere reducir la varianza de las mitocondrias de modo que los tejidos que
se crean reciban mitocondrias similares (y saludables). Las mitocondrias controlan la muerte celular (apoptosis), el
cáncer y los trastornos degenerativos».
El sexo (como intercambio) es necesario para mantener la función de los genes individuales en genomas de gran
tamaño, mientras que se requieren dos sexos (pero no más) para preservar la calidad de las mitocondrias. Los genes
del núcleo celular se recombinan cada generación gracias al intercambio que supone el sexo, mientras que los genes
de las mitocondrias (que evolucionan más rápido) pasan de la madre a la hija a través del óvulo (y raramente se
recombinan). El padre no tiene ningún papel en el juego mitocondrial.
El potencial eléctrico que atraviesa la delgada membrana de la mitocondria produce una fuerza de 30 millones de
voltios por metro (el equivalente a un rayo). Se necesitan genes para controlar esta colosal potencia en respuesta al
cambio en el flujo de protones, la disponibilidad de oxígeno o el número de proteínas respiratorias: «los genomas
no predicen el futuro, sino que recuerdan el pasado: reflejan las exigencias de la historia».
Los genes del núcleo y de las mitocondrias deben actuar coordinadamente o el proceso respiratorio fallará y se
producirá apoptosis. Esa muerte celular no es una cuestión de todo o nada: fallecen primero aquellas con mayor
demanda metabólica (cerebro y corazón, por ejemplo). La rapidez con la que evolucionan los genes de las mitocon-
drias tiene ventajas adaptativas (por ejemplo, fertilidad), pero también desventajas (enfermedades consecuencia del
desajuste con los genes del núcleo celular).
Son interesantes las recomendaciones de Lane para atenuar el deterioro que se produce con la edad. Los antioxi-
dantes no solamente no funcionan, sino que son nocivos porque reducen la disponibilidad de energía. El ejercicio
aeróbico es positivo porque reduce el número de radicales libres. Finalmente, recomienda la restricción calórica y una
dieta baja en hidratos de carbono porque se promueve una respuesta fisiológica de estrés que facilita la eliminación
de células defectuosas con mitocondrias comprometidas: «desde la simple consideración de las exigencias que impo-
ne la presencia de dos genomas, podemos suponer que nuestros ancestros aumentaron su capacidad aeróbica, redu-
jeron la fuga de radicales libres, se autoindujeron problemas de fertilidad y aumentaron su esperanza de vida».
Lane considera demencialmente extraña la vida compleja que se observa en nuestro planeta. Por razones energé-
ticas, la evolución de esa vida requiere la endosimbiosis entre dos procariotas y este es un «suceso aleatorio rarísimo,
que aún se complica más por el conflicto interno de las células. Si se acepta que eso sucedió, entonces se puede re-
cuperar la mecánica de la selección natural».
Resulta tentador especular sobre las repercusiones psicológicas potenciales de la perspectiva de Lane.
La hipótesis de la integridad del sistema que subyace, por ejemplo, a las evidencias acumuladas por la epidemio-
logía diferencial, podría relacionarse, en última instancia, con una mayor o menor integración de la actuación de los
genes del núcleo de las células y de las mitocondrias.
Si pudieran cuantificarse las diferencias individuales en esos niveles de integración funcional a nivel celular a tra-
vés de alguna clase de cociente (por ejemplo, AGN/AGM, es decir, actuación de los genes del núcleo/actuación de
los genes de las mitocondrias), se podrían plantear preguntas como las siguientes:

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Personalidad y biología / 523

CUADRO 16.8 (continuación)

— ¿Existe una asociación significativa de g (factor general de inteligencia) con ese cociente de integración celular
(CIC)?
— ¿Existe una asociación significativa de P (factor general de personalidad) con ese CIC?
— ¿Existe una asociación significativa entre el factor p (factor de propensión general a la psicopatología) y ese
CIC?

Son preguntas que pueden encontrar respuesta. Y la hipótesis es nítida: si las diferencias individuales en la inte-
gridad del mosaico 3D que es el individuo humano depende, en última instancia, del cociente de integración celular
(CIC), entonces mayores niveles de g y P, así como menores niveles de p, se asociarán a un CIC más próximo a 1.
El valor de 1 expresaría una perfecta coordinación entre la actuación de los genes del núcleo de las células y de
las mitocondrias. Esa sincronía mantendría a un alto nivel el proceso respiratorio, y, por tanto, el organismo dispon-
dría de la energía necesaria para fabricar el ansiado ATP (esa moneda energética que requieren las células vivas para
funcionar eficientemente).
La cuestión vital se centraría en cuantificar el desfase entre respirar y quemar para averiguar si las diferencias que
separan a unos individuos de otros en ese desfase guardan relación con los factores psicológicos de interés.

SUMARIO ahora heterogénea e impide llegar a conclusiones


definitivas.
Las diferencias de personalidad que separan a A la complejidad del cerebro humano se une el
los individuos pueden describirse y entenderse a dis- hecho de que las diferencias individuales de perso-
tintos niveles, aunque complementarios. El genoma nalidad pueden ser relevantes solamente ante deter-
incluye la receta para cocinar un organismo, pero minadas circunstancias. La investigación intenta
llegar a un producto comestible exige localizar in- moverse hacia el diseño de situaciones que vayan
gredientes en el ambiente. más allá del modo más usual para evaluar esas di-
Es en el cerebro humano donde interactúan, ferencias de personalidad. Al autoinforme se con-
donde se integran, donde se conectan, los factores traponen los test, que permiten distintas respuestas
genéticos y no genéticos que contribuirán a configu- según las disposiciones de los individuos. Invitan a
rar los rasgos y procesos de interés psicológico. hacer en lugar de a decir, del mismo modo que lleva
Una vez se sabe que algunos individuos son haciéndose desde hace décadas en el estudio de la
emocionalmente más estables que otros (modelos inteligencia. Pero la reacción de la comunidad cien-
factoriales de la personalidad) y que se aprecian di- tífica a esa propuesta sigue siendo desgraciadamen-
ferencias entre ellos en cómo construyen sus pensa- te decepcionante.
mientos, sensaciones y acciones (modelos cognitivos A día de hoy es indiscutible que la personalidad
de la personalidad), resulta pertinente preguntarse es heredable (40 % es el valor promedio calculado en
si la estructura y funcionamiento de sus cerebros un reciente metaanálisis), pero la contribución de los
contribuye a los rasgos y procesos en los que se sus- factores genéticos a las diferencias de personalidad
tenta su personalidad. cambian sustancialmente durante el ciclo vital. Es
A una serie de modelos clásicos sobre las rela- bastante mayor en la infancia que en la edad adulta,
ciones cerebro-personalidad (Eysenck, Gray, Breb- y, por tanto, el patrón observado es completamente
ner, Humphreys y Revelle) basados en conceptos opuesto al apreciado para el caso de la inteligencia.
como reactivación, excitación, inhibición o arousal, La contribución de los factores no genéticos aumen-
ha seguido el uso de modernos métodos de neuroi- ta con la edad, pero el efecto de esos factores se con-
magen para explorar la asociación de las diferencias centra en el ambiente no compartido o experiencia
de estructura y funcionamiento cerebral con las di- personal. Comprender el significado de esas relacio-
ferencias de personalidad en rasgos como los consi- nes para configurar la personalidad adulta es un reto
derados en el modelo Big Five. La evidencia es por que promete ofrecer valiosos conocimientos. El he-

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524 / Manual de psicología diferencial

cho de que, al igual que en el caso de la inteligencia, Los modelos biológicos más recientes —como
la contribución del ambiente familiar sea irrelevante, el sociogenómico— buscan combinar los genes con
descarta algunas pistas sobre cuáles pueden ser las los conceptos asociados a los rasgos y los procesos
causas de las diferencias que separan a los individuos de la personalidad, pero dista de estar claro si serán
en sus rasgos y procesos de personalidad. capaces de incorporar las evidencias sobre la estruc-
El esfuerzo destinado a estudiar las variantes tura y el funcionamiento del cerebro a ese cóctel. La
genéticas relacionadas con las diferencias de perso- investigación científica es necesariamente analítica,
nalidad va en aumento, pero la capacidad de las divide para vencer, pero todos los factores relevantes
diferencias genéticas para dar cuenta de las diferen- están presentes cuando los individuos actúan ante
cias personales es por ahora tan débil como en el determinadas circunstancias.
caso de las diferencias de capacidad. La correlación Las aplicaciones descritas se han concentrado
e interacción genes-ambiente debe considerarse ex- en la conducta y la personalidad antisocial, en el
presamente si se desea encontrar respuestas sólidas. efecto del contexto familiar sobre la comisión de
El modelo bioecológico de Bronfenbrenner y Ceci delitos, en la posibilidad de predecir la conducta a
se propuso hace casi 25 años, pero sigue vigente: los partir de señales psicobiológicas (neuropredicción),
ambientes están genéticamente cargados y las reac- en la detección de mentirosos culpables y mentirosos
ciones al ambiente varían según el genotipo. Esos inocentes según esa clase de señales —tanto perifé-
hechos poseen poderosas consecuencias para com- ricas como centrales—, en cómo las diferencias in-
prender las diferencias psicológicas. dividuales en vulnerabilidad genética promueven las
Es destacable que la investigación en genética reacciones diferenciales a agresiones del entorno
molecular revela una significativa comunalidad de como el maltrato infantil, y, finalmente, en el uso de
la personalidad «normal» y la presencia o ausencia los conocimientos acumulados en neurociencia y ge-
de trastornos psicopatológicos. Además, contribuye nética molecular sobre las diferencias de personali-
a resaltar la relevancia de rasgos de la personalidad dad para su aplicación a disciplinas como la neu-
identificados hace tiempo, especialmente la extraver- roergonomía, orientadas a mejorar la interacción
sión y el neuroticismo. humano-máquina en el siglo xxi.

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Resumen de la parte cuarta

Al estudiar la personalidad, la ciencia se hace A partir de esas observaciones cotidianas se bus-


preguntas similares a las que se formulan en el caso can modos de sistematizar el registro de datos que
de la inteligencia. ¿Cuáles son los rasgos que deli- permitirán desarrollar modelos —basados en las re-
mitan la estructura básica de esa personalidad? glas de la ciencia— sobre las diferencias individuales
¿Cuáles son los procesos psicológicos, basados en de personalidad. El primer tipo de modelos, carac-
sensaciones y pensamientos, que concretan la diná- terísticos del enfoque multivariado de la Psicología
mica de la personalidad? ¿Se pueden identificar pro- diferencial, se centra en los rasgos psicológicos. El
piedades estructurales y funcionales del cerebro hu- capítulo 14 giró alrededor de esos modelos, expo-
mano en las que se distingan unos individuos de niendo una serie de detalles sobre los modelos clá-
otros y que se asocien a sus diferencias en los rasgos sicos propuestos por científicos como Guilford, Cat-
y procesos de la personalidad? ¿Es heredable la per- tell y Eysenck, pero también se presentó el modelo
sonalidad? ¿Influyen sobre las diferencias de perso- Big Five, que subraya la relevancia de la extraver-
nalidad factores no genéticos como el contexto fa- sión, la cordialidad, la responsabilidad, la estabili-
miliar, las amistades o la experiencia personal del dad emocional y la apertura a la experiencia para
ambiente? describir las diferencias que separan a los individuos
El capítulo 13 respondió a la pregunta de qué es según su personalidad. Esos cinco rasgos o dimen-
la personalidad. Al igual que sucede con otros con- siones básicas de la personalidad se pueden organi-
ceptos de la ciencia, la personalidad comienza a es- zar conceptualmente a partir de, por ejemplo, la
tudiarse a partir de la observación de determinados Teoría de la Red de Sistemas (TRS), pero también
fenómenos cotidianos. Distintas personas no reac- pueden explorarse sus relaciones para obtener un
cionan del mismo modo a idénticas situaciones, op- factor general de personalidad (P), que guardaría
tan por algunos contextos y huyen de otros, o deci- similitudes con el factor general de «salud emocio-
den entablar amistad con determinadas personas y nal» identificado en el modelo de Guilford. P se ca-
alejarse de otras. Los padres tardan poco en perca- racteriza por el uso de habilidades y conocimientos
tarse de que sus retoños son distintos a pesar de que para alcanzar metas sociales, y esa caracterización
se les han procurado condiciones similares. Esos abre la posibilidad a entender su naturaleza en co-
padres —especialmente si poseen una formación nexión con el intelecto humano dentro del marco de
universitaria— suelen ser «ambientalistas» antes del la metáfora del cosmos psicológico. Las aplicaciones
nacimiento de su primer hijo, pero se convierten en expuestas en ese capítulo 14 se centraron en la iden-
«genetistas» después de que nace su segundo hijo. tificación de un factor general de propensión general
Los individuos se expresan a través de una serie de a la psicopatología (p) —definido por procesos de
acciones, pero esas acciones pueden revelar su ver- regulación y control vinculados a los rasgos básicos
dadera personalidad u ocultarla. Carece de sentido de la personalidad—, en las relaciones de esos ras-
equiparar acción y personalidad porque se encuen- gos con los procesos terapéuticos y en las conexiones
tran a distintos niveles. salud-personalidad.

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526 / Manual de psicología diferencial

Los modelos cognitivos se desarrollaron en el resulta más apropiado referirse a los modelos cogni-
capítulo 15. En concreto, se expusieron los modelos tivo-biológicos de la personalidad. Esos modelos
de Eysenck, Bandura, y Mischel y Shoda, aunque persiguen materializar una especie de radiografía di-
también se hizo referencia a los denominados estilos námica distinguiendo, por ejemplo, los procesos de
cognitivos caracterizados por la combinación cog- análisis del estímulo y organización de la respuesta
nición-personalidad. El modelo de Mischel y Shoda según la presunta independencia de los mecanismos
resulta especialmente relevante por su carácter inte- de excitación e inhibición. El modelo de Humphreys
grador: los rasgos de la personalidad permiten ca- y Revelle combina temperamento, motivación, cog-
racterizar en líneas generales a los individuos, pero nición y variables de la situación para intentar expli-
esa caracterización, siendo útil, debe complementar- car las diferencias en las acciones que pueden revelar
se con procesos asociados a las sensaciones, pensa- la personalidad de los individuos. También se discu-
mientos y acciones relevantes en situaciones concre- tieron diversos resultados derivados del uso de mé-
tas. Alguien extravertido tenderá a rodearse de todos de neuroimagen para valorar las diferencias
gente, pero ¿por qué bajo determinadas circunstan- individuales en la estructura y el funcionamiento ce-
cias opta por quedarse en casa para disfrutar de una rebral en su relación con las diferencias de persona-
novela en soledad? El modo de alcanzar ese segundo lidad. La evidencia es por ahora heterogénea, y, por
objetivo dinámico podría basarse en sistemas de tanto, es difícil extraer conclusiones sólidas, pero los
producción compuestos por reglas «Si → Entonces». avances se producen con una velocidad creciente a
El apartado de aplicaciones discutió las relaciones medida que nos adentramos en el siglo xxi. Las me-
entre un concepto motivacional relativamente re- joras en la tecnología serán esenciales para depurar
ciente (Grit) y las variables clásicas de personalidad, los modelos psicobiológicos de la personalidad.
pero también se comentó críticamente el movimien- En cuanto a la influencia de los factores genéti-
to conocido como psicología positiva (PP) y la rele- cos y no genéticos, los resultados disponibles llevan
vancia del autocontrol como característica de la per- a concluir que los primeros son más relevantes que
sonalidad supuestamente crucial para comprender los segundos en las primeras fases del ciclo vital, a
acciones cotidianas de los individuos en lo relativo diferencia de lo que se ha observado en el caso de
a su salud física, mental o financiera. Mientras que la inteligencia. En general, se admite que:
algunos científicos han supuesto que ese autocontrol
es más maleable, más susceptible a los programas de a) La personalidad es heredable.
intervención, que otras características de la perso- b) La influencia familiar es prácticamente irre-
nalidad, la evidencia es aún confusa. levante.
El capítulo 16 expuso una serie de modelos bio- c) La experiencia personal del ambiente cobra
lógicos de la personalidad. Las diferencias que se- protagonismo a medida que los individuos
paran a los individuos según su personalidad obe- se hacen mayores.
decen, en parte, al hecho de que no hay dos genomas d) Las diferencias en determinados genes con-
iguales, y, por tanto, es imposible identificar dos tribuyen a las diferencias de personalidad,
cerebros iguales. Las diferencias en esas condiciones pero su impacto es tan reducido como en el
iniciales pueden contribuir a que las interacciones caso de la inteligencia.
con el entorno sean peculiares de cada individuo
desde el comienzo de la vida. Esas interacciones di- Las leves diferencias genéticas que separan a los
ferenciales genes-ambiente se deben materializar de individuos deben poseer su relevancia, pero su papel
algún modo en el cerebro, y, por tanto, someter a en la película de la vida debe entenderse según su
análisis las diferencias individuales en ese órgano correlación e interacción con las variables del con-
puede ofrecer valiosas pistas sobre las sensaciones, texto. Recuérdese que los genes cargan la escopeta,
pensamientos y acciones que caracterizan a las dis- pero el ambiente aprieta el gatillo. La acción de los
tintas personas. genes debe interpretarse en un contexto que, a su
Se detallaron los modelos biológicos de Eysenck, vez, está cargado genéticamente.
Gray, Brebner y Humphreys y Revelle, subrayando Una parte sustantiva de las aplicaciones descritas
su conexión con los modelos cognitivos. De hecho, en el capítulo 16 se ha centrado en la conducta y la

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Resumen de la parte cuarta / 527

personalidad antisocial, en contraste con la persona- ejemplo especialmente interesante de aplicación se


lidad prosocial. Es difícil entender determinadas ac- relaciona con la interacción genes-ambiente para
ciones sin considerar la parte de la ecuación asociada comprender por qué determinados individuos, some-
a la propia personalidad de los individuos. Algunas tidos a indudables factores de riesgo como el maltra-
personas se socializan con mayor dificultad por su to infantil, se convierten en su vida adulta en perso-
configuración temperamental, pero las diferencias a nalidades antisociales, mientras que otros que han
ese nivel «interno» interactúan con el contexto para pasado por similares circunstancias se socializan
canalizar las acciones de los individuos, para promo- apropiadamente. El apartado de aplicaciones se cerró
ver algunas e inhibir otras. Héroes y criminales pue- con la exposición de evidencias sobre la aplicación al
den compartir un temperamento, y es el proceso de campo de la neuroergonomía de los resultados acu-
socialización el que ayuda a explicar la tendencia ha- mulados por la neurociencia y la genética de la per-
cia alguno de esos dos extremos. Aunque el contexto sonalidad de cara a la mejora de la interacción hu-
familiar es generalmente irrelevante para entender las mano-máquina en el siglo xxi.
diferencias en los rasgos básicos de la personalidad, La parte cuarta finalizó con unas gotas de cien-
la conducta antisocial constituye una excepción. La cia ficción al recurrir a la posibilidad de calcular un
comisión de distintos tipos de delitos no puede inter- CIC (cociente de integración celular) basado en las
pretarse excluyendo esos factores no genéticos, hecho presuntas diferencias individuales que se podrían
que está detrás de la propuesta —tan sugerente como observar en la coordinación de la actuación de los
polémica— de David Lykken sobre la concesión de genes del núcleo celular y de las mitocondrias. El
licencias de paternidad. También se discutieron apli- individuo humano es un mosaico tridimensional de
caciones sobre el uso de señales psicofisiológicas para células, y, por tanto, el funcionamiento de esas cé-
predecir la conducta futura y para identificar a indi- lulas podría estar detrás de los factores psicológicos
viduos que mienten siendo culpables o inocentes. Un en los que se distinguen unos individuos de otros.

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