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Reflexiones Iluminadoras: Conversación con el Profesor

Fernando Abello

Lic. Literatura y Lengua Castellana

Cipas Los Sofistas:

Juan Felipe Londoño


Carolina Cifuentes Arias
Karen Espinosa
Felipe Rodríguez

Docente Cristy Johana León Millan

IDEAD

UNIVERSIDAD DEL TOLIMA

2023
Fernando Abello, docente y protagonista en la siguiente historia, citado para

solucionar incógnitas que acongojaban nuestras mentes.

En el salón amplio y acogedor de la Universidad del Tolima, cuatro figuras ansiosas

aguardaban con respeto y entusiasmo la oportunidad de dialogar con el respetado profesor,

un erudito en literatura y enseñanza, cuya experiencia prometía iluminar los senderos de sus

mentes ávidas de conocimiento. Entre las siluetas expectantes nos encontrábamos

estudiantes destacados de literatura y futuros licenciados en lengua castellana. Su presencia

en aquella sala irradiaba el compromiso y la sed de aprender, ansiosos por absorber las

experiencias y saberes que el profesor estaba dispuesto a compartir. Así, con la

incertidumbre emocionante de lo que estaba por venir, dieron comienzo a una velada

destinada a trascender la mera formalidad de preguntas y respuestas, para adentrarse en los

territorios más profundos de la literatura, la vida y la enseñanza.

El profesor, con su semblante sereno y una mirada que denotaba años de sabiduría

acumulada, respondió con amabilidad al saludo de los estudiantes. La atmósfera de la

conversación se volvió más íntima, más cercana a la esencia misma de la literatura, al

indagar sobre el primer encuentro del profesor con este universo de relatos y narrativas. El

profesor, con una chispa de nostalgia en sus ojos, remontó el vuelo de sus memorias hacia

aquellos días lejanos. Fue ese acercamiento inicial, esa conexión con la palabra viva y el

poder de la imaginación, lo que definiría su inclinación hacia la literatura.

El relato íntimo del profesor resonó en el silencio respetuoso del salón, donde la

magia de las palabras tejía un puente entre generaciones y experiencias, recordándoles a los

estudiantes la importancia de los cuentos compartidos y la fuerza transformadora de la

narrativa desde la más tierna infancia. Las palabras del profesor resonaban con un matiz
profundo, trascendiendo la mera anécdota personal para sumergirse en la esencia misma de

la cultura y la transmisión de conocimiento a lo largo de las generaciones. Se sumergió en

la raíz misma de la oralidad, remontándose a la conexión intrínseca entre la cultura y la

literatura a través de leyendas y mitos ancestrales. El relato del profesor se tornaba

complejo al mencionar su experiencia en el colegio, un lugar donde esa conexión con la

palabra y el disfrute de las historias se vio enturbiada por las estructuras educativas

impuestas.

La pregunta resonaba en el aire, revelando la importancia vital que la lectura tenía

en la vida de aquel erudito de la literatura. Los estudiantes, expectantes, ansiaban descubrir

qué experiencia literaria había dejado una huella indeleble en el corazón y la mente del

profesor, qué libro había sido el faro en medio de un vasto océano de historias y palabras.

El profesor, con una expresión reflexiva, rememoró en silencio aquella experiencia que

había marcado su camino entre páginas impresas. El profesor habló de la complejidad de

los temas universales que la novela abordaba, las reflexiones sobre el tiempo, la soledad, el

amor y la muerte, entretejidas con un lenguaje poético que resonaba en lo más profundo de

su ser.

La elección del profesor resonó en el silencio del salón, una recomendación que

trascendía las páginas para convertirse en un viaje íntimo y enriquecedor para aquellos

dispuestos a adentrarse en los laberintos de la literatura. La conversación, impregnada de

una atmósfera reflexiva y profundamente literaria, se deslizaba entre las palabras elocuentes

del profesor, quien revelaba la naturaleza intrínseca de la literatura como un espejo fiel de

la existencia humana en todas sus complejidades. El profesor compartió su convicción

sobre la importancia vital de cada experiencia en la construcción del vínculo entre el ser
humano y la palabra. La literatura, según sus palabras, constituía una vía de apertura hacia

la comprensión del mundo y la realidad, adentrándose en los territorios más íntimos del ser.

La pregunta resonó en el ambiente, delineando un paisaje complejo en el cual la

literatura y su enseñanza se entrelazaban con las dinámicas institucionales y las tensiones

propias de la labor docente. La expresión del profesor se tornó reflexiva ante la magnitud

de los desafíos que enfrentaban los maestros al buscar un equilibrio entre los lineamientos

institucionales y la esencia misma de la literatura en la educación. El profesor, con voz

serena, describió las dificultades que emergían en este escenario educativo. Esta

confrontación generaba obstáculos en la mediación entre la enseñanza, la literatura y los

estudiantes.

Las limitaciones de tiempo en las clases, los formatos institucionales y las

exigencias del currículo se alzaban como vallas que obstaculizaban el vínculo íntimo entre

el estudiante y la literatura, reduciendo a menudo la experiencia de la lectura y el análisis a

simples actividades mecánicas. El profesor lamentaba cómo estas restricciones a menudo

dificultaban la inmersión profunda y reflexiva en las obras literarias, privando a los

estudiantes de la oportunidad de conectar de manera significativa con las historias,

personajes y mensajes que estas transmitían. La escuela, en su afán de cumplir con

objetivos académicos, a veces relegaba la verdadera esencia de la literatura,

desconectándola de su potencial transformador en la vida de los estudiantes. Las palabras

del profesor resonaron con una mezcla de discernimiento crítico y anhelo por un cambio en

el enfoque educativo.

Además, hizo hincapié en una crítica al enfoque de la literatura desde un ángulo

predominantemente «universal», destacando la falta de contextualización histórica en los


programas académicos. El profesor expresó su preocupación por la ausencia de espacio

para las voces que hablan desde la marginalidad, la violencia o la capacidad intuitiva del

amor. Finalmente, reafirmó la importancia de encontrar un equilibrio entre el disfrute

literario y el refuerzo académico, sugiriendo que la literatura debería ser el eje conductor

del pensamiento, más que una mera materia a estudiar. Esta visión abogaba por el placer en

la lectura y, al mismo tiempo, por la capacidad de la literatura para moldear y enriquecer el

pensamiento crítico y la comprensión del mundo.

La pregunta resonaba con la urgencia de comprender el rol que desempeña la

literatura en la formación de los estudiantes como lectores críticos y potenciales escritores.

Los ojos del profesor brillaron con determinación, consciente de la relevancia de este tema

en la educación contemporánea. El profesor compartió su visión sobre el papel crucial que

la literatura desempeña en la formación de lectores y escritores dentro del aula de clase.

Explicó cómo la literatura, más allá de ser una materia escolar, actúa como un puente hacia

la comprensión profunda de la realidad, el desarrollo del pensamiento crítico y la

ampliación de la visión del mundo.

En cuanto a la formación de posibles escritores, el profesor enfatizó que la literatura

actúa como un catalizador inspirador, una fuente de estímulos creativos que alimentan la

imaginación y el deseo de expresión propia. En cuanto a las estrategias metodológicas

empleadas en la enseñanza de la literatura, el profesor habló de la importancia de adoptar

un enfoque holístico y dinámico. El profesor asintió con convicción ante la mención de la

importancia fundamental de la literatura en el currículo escolar, resaltando que el desafío

reside en que el docente no rompa con esos esquemas establecidos.


Explicó cómo el cultivo de la lectura por el puro placer literario es esencial para

otorgar a los estudiantes la posibilidad de desarrollar conciencia, memoria y comprensión

profunda, no solo de los contenidos académicos, sino también de la realidad en su amplitud

y complejidad. Mencionó la importancia de fomentar la lectura en voz alta y dramática

como estrategias que dinamizan el acercamiento de los estudiantes a la literatura,

permitiéndoles no solo comprender las obras, sino vivirlas en carne propia, potenciando así

su comprensión y aprecio por las mismas. Explicó cómo empleaba una variedad de

métodos para evaluar la comprensión de los estudiantes y su conexión con las obras

literarias. Destacó la importancia de permitir que los estudiantes expresaran sus opiniones y

argumentos sobre las obras literarias, promoviendo así la reflexión crítica y el análisis

profundo.

Además, valoraba la creatividad de los estudiantes al permitirles realizar proyectos

que involucraran el arte, la música, el teatro o la producción audiovisual, lo cual enriquecía

su comprensión de la literatura desde distintas perspectivas. La evaluación se convertía así

en un proceso dinámico y participativo, donde se valoraban no solo los conocimientos

adquiridos, sino también las habilidades de análisis, la capacidad de expresión y la

interpretación personal de los estudiantes.

Desde la evaluación de la lectura misma, pasando por preguntas inferenciales y

contextuales hasta llegar a representaciones creativas, se planteaba un abanico de opciones

que permitían evaluar diferentes habilidades y niveles de comprensión por parte de los

estudiantes. El profesor resaltó que no existe un único enfoque de evaluación, sino que la

literatura, como núcleo central, posibilita diversas formas de medir el entendimiento de los

estudiantes. Esta variedad de métodos evaluativos permitía adaptarse a las diferentes


capacidades y estilos de aprendizaje de los estudiantes, ofreciendo así una evaluación más

inclusiva y completa. El profesor destacó cómo su enseñanza ha evolucionado para ser más

dinámica y diversificada, adaptándose a las necesidades cambiantes de los estudiantes y a

los avances en la comprensión del proceso de aprendizaje.

Explicó cómo ha integrado nuevas tecnologías, recursos multimedia y metodologías

interactivas en su enseñanza de la literatura, reconociendo la importancia de mantenerse al

día con los recursos y herramientas que cautivan la atención de los estudiantes. Habló de la

importancia de crear un entorno en el aula que fomente la participación activa y el diálogo,

donde los estudiantes se sientan cómodos para expresar sus ideas y opiniones sobre las

obras literarias. También hizo énfasis en la integración de actividades prácticas, como

representaciones teatrales o creación de obras literarias propias, que permitan a los

estudiantes no solo comprender, sino también experimentar activamente el poder del

lenguaje y la narrativa. El profesor destacó que estas estrategias, al enfocarse en la

participación activa y la experimentación, facilitan una comprensión más profunda y

significativa de la literatura, al mismo tiempo que promueven el desarrollo de habilidades

lingüísticas y analíticas en los estudiantes.

Sin embargo, el profesor subrayó la importancia de una progresión en la evaluación,

destacando que se debe fomentar el desarrollo gradual de las habilidades de los estudiantes

hasta llegar a la lectura crítica. Este enfoque progresivo permitía que los estudiantes, a

medida que avanzaban en su proceso educativo, desarrollaran la capacidad de analizar las

obras literarias con mayor profundidad y perspicacia. Destacó cómo este tipo de eventos

permiten una interacción más dinámica entre los estudiantes y el contenido, brindando un

espacio donde pueden explorar diversas áreas del conocimiento, incluida la literatura, de
una manera más vivencial y práctica. Por un lado, destacó cómo las herramientas digitales

han ampliado el acceso a una variedad de recursos literarios en línea, lo que ha permitido a

los estudiantes explorar una gama más amplia de obras, autores y géneros.

Además, resaltó que la digitalización de textos y bibliotecas ha facilitado el proceso

de investigación y estudio para los estudiantes. Los audiolibros, por ejemplo, brindan una

alternativa valiosa para aquellos estudiantes que aprenden mejor a través del sentido

auditivo, mientras que los recursos visuales, como los dibujos y las conferencias

multimedia, pueden facilitar una comprensión más profunda y atractiva de los conceptos

literarios. Destacó cómo estas listas de obras pueden servir como referencias útiles para

garantizar la exposición de los estudiantes a una amplia variedad de géneros, estilos y

períodos literarios. Además, mencionó que un canon rígido podría no ajustarse a los

intereses y experiencias de los estudiantes, lo que podría reducir su motivación y

compromiso con la lectura.

En relación a la participación de los estudiantes en la elección de las obras para la

clase, el profesor expresó la importancia de considerar sus intereses y opiniones en el

proceso de selección. Abogó por la posibilidad de permitir cierta flexibilidad en el plan

lector, brindando oportunidades para que los estudiantes sugieran o elijan obras que

despierten su interés y se relacionen con sus experiencias personales, siempre y cuando

mantenga un equilibrio entre la diversidad literaria y los objetivos educativos. Explicó que

la rigidez del canon podría limitar el abanico de obras literarias presentadas a los

estudiantes, excluyendo voces menos conocidas o enfoques diferentes que podrían

enriquecer la experiencia de aprendizaje. Sin embargo, también resaltó que un enfoque más
flexible, que permita la adaptación del plan lector en función de los intereses y las

necesidades de los estudiantes, podría ofrecer varias ventajas.

EVIDENCIA.

Evidencia Fotográfica 1. Pruebas Saber

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