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«Los Mormones son algunos de los seres humanos más ejemplares que usted pueda encontrar,
especialmente con respecto a su forma de comportarse y a su adherencia a los valores
fundamentales de nuestra sociedad.
¡Mas sus creencias religiosas son, en pocas palabras…!completamente equivocadas! Ellos creen
que un ángel llamado Moroni dejó algunos pergaminos o tablas en la parte norte del estado de
Nueva York y que estas tablas fueron descubiertas por un hombre llamado José Smith. De estas
tablas o pergaminos José Smith «tradujo» el Libro del Mormón, el cual es la base, la fundación de
la doctrina de los Mormones. Los Mormones también consideran dos otros libros como libros
sagrados e inspirados por Dios: Doctrinas y Pactos y La Perla de Gran Precio.» Pat Roberson,
Respuestas a las 200 Preguntas más Importantes de la Vida. Pág. 136. 1984.
En su libro So, What is the Difference (¿Cuál es la diferencia?), Fritz Ridenour nos dice:
«La noche del 21 de Septiembre de 1823, un jovencito de 17 años que se encontraba orando miró
hacia arriba, y se le apareció el ángel Moroni. Moroni le dijo al joven dónde encontrar unas tablas,
o sea un libro, conteniendo «el Evangelio eterno completo», tal y como les fuera entregado por su
Salvador a los antiguos habitantes de América.» ¿Cuál es la diferencia?, Fritz Ridenour. Pág. 127.
De acuerdo con este joven, quien no era otro que José Smith, obedeció las órdenes del ángel y el
siguiente día fue y encontró las tablas enterradas en una caja de piedra al lado de una colina
llamada Cumorah, cerca de su casa en Palmyra, Nueva York. Luego de un tiempo Smith «se escapó
con su novia Emma» y se mudó a Harmony, Pennsylvania. Fue allí donde comenzó a traducir el
contenido de las tablas. El mismo Smith confiesa no saber ningún otro idioma que no fuera Inglés,
pero alega que «dos rocas mágicas llamadas Urim y Thummin» le ayudaron en la traducción. Smith
alegó que los originales estaban escritos en «Egipcio, Caldeo, Arabe y Asirio», y que después de
terminar la traducción y para cerciorarse que la traducción era fidedigna la llevó al Profesor
Charles Anthon, de la Universidad de Columbia, en NY. Según Smith, el profesor dijo que las
«traducciones de Smith eran mejores que todas las traducciones que él había visto en su vida». J.
Smith, Perlas de Gran Precio, Salt Lake, Utah. Pág. 52.
Yo tengo en mi posesión una carta del Profesor Anthon, escrita cuando escuchó que había un tal »
Smith» usando su nombre en un libro llamado Perlas de Gran Precio. Permítanme citar unas líneas
de esta carga:
Esa historia de que yo he ratificado la autenticidad de las escrituras del grupo de los Mormones, y
de que yo he testificado que su original se encontraba escrito en Jeroglíficos Egipcios es
simplemente falsa. Un día un campesino me envió unas notas las cuales intenté descifrar y me di
cuenta de que no era más que una burla, una falsa… Le pregunté al joven que traía el mensaje de
la procedencia de estos papeles…después de escuchar la loca historieta, comencé a caer en cuenta
de que esto se trataba de un plan para engañar a los inocentes pobladores del área… El papel
consistía en caracteres retorcidos colocados en columnas y obviamente preparado por alguien que
tenía ante sí varios alfabetos…se pueden notar letras griegas, hebreas y romanas al revés…!Hasta
caracteres del calendario mejicano fueron incluidas!
Sin embargo, esta carga publicada por el Dr. Anthon no tuvo efecto. El 26 de marzo de 1830 el
Libro del Mormón fue publicado y lo que ha sucedido a partir de ahí es historia. Otros dos testigos
presenciales de las tablas, Oliver Cowdery y David Whitmer fueron poco tiempo después
expulsados de la organización por robo y fraude, sin embargo todavía son mencionados en todas
las copias del libro del mormón.
Para que nuestros estimados lectores consideren por sí mismos, permítanme citarles el Artículo 8
de los Artículos de Declaración de la Fe del Mormón:
«Tú necio, que dices: Una Biblia, ya yo tengo una Biblia, y no necesito otra…Y porque yo ya he
dictado una Palabra no significa que no puede dictar otra…por tanto, porque ya tengan una Biblia
no crean que ella contiene toda mi Palabra; ni creen que yo no he inspirado más Palabras.»
«Yo sé lo mal que hablan de ti los que se dicen judíos pero no son otra cosa que una congregación
de Satanás.» Apoc. 2:9
Otro grupo de estos primeros habitantes de las Américas pasó a Centro y Norte América donde
construyeron grandes ciudades y Jesucristo los visitó desde los cielos en el 34 antes de Cristo. En
aquella ocasión Cristo les enseñó acerca del bautismo, la comunión, y les predicó el Sermón del
Monte (Ver Nephi III 11:28).
Además de traducir el Libro del Mormón, José Smith «revisó y modificó» la Biblia que hoy
tenemos, la Antigua Versión de Caseidoro-Reyna. Más luego, Smith fue inspirado en varias otras
oportunidades y añadió capítulos al libro de Génesis. Entre estas revelaciones Smith agregó que
hubo un tiempo ¡cuando Satanás intentó redimir a la humanidad pero Dios lo rechazó, y que Adán
fue bautizado por inmersión en agua!
Smith también añadió a Génesis 50 una profecía donde se anunciaba la venida de José Smith. : «Y
vendrá uno que Yo mismo he bendecido…su nombre será José Smith…y las cosas que él escribirá
traerán salvación a mi pueblo». !Estas escrituras son completamente sagradas para los mormones!
Millones de miembros de este grupo han sido enviados a todos los continentes a «evangelizar».
Los misioneros tienen que pagar todos sus gastos. Los mormones son muy estrictos con el «dinero
de la I iglesia.»
Los mormones enseñan una de las más controversiales revelaciones de José Smith: «Dios mismo
una vez fue como hoy somos nosotros los hombres, y ahora no es más que un hombre exaltado»
Journal of Discourses. Vol. 6, Página 3.
«El Padre tiene un cuerpo de carne y huesos tan tangible como el que tenemos los hombres.»
Doctrinas y Pactos 130:22
En su sermón La Divinidad del Padre, Smith dijo: «La doctrina de la existencia de varios dioses es
clara en la Biblia. Tan clara como cualquier otra doctrina. Esto se encuentra en toda la Biblia. Que
hay varios dioses no merece controversia. La Cabeza de todos los dioses ha designado un Dios
para el trato con el hombre.»
Según los mormones el pecado original no fue ni tan malo después de todo. De hecho, los
mormones enseñan que era necesario que Adán y Eva pecaran.
Cuando José Smith fundó la secta, él incluyó esta advertencia en su libro del mormón: «Ningún
hombre deberá tener más de una sola esposa. Y no deberá tener concubinas en lo absoluto»
Jaboco 2:23
La Trinidad
El pecado
¿Matrimonios múltiples?
Pero después de unos años de fama, adoración y control absoluto de la membresía de su grupo,
Smith recibió otra nueva revelación y escribió: «La poligamia (tener más de una esposa o
concubina está permitida para todos los miembros de nuestra organización» A la fecha de su
asesinato, José Smith tenía 50 esposas, Brigham Young, el sucesor de Smith tuvo 27 esposas y tuvo
56 hijos. Cuando la práctica de la poligamia impedía a Utah convertirse en uno de los estados de la
Unión en 1890, uno de los oficiales de la iglesia mormona convenientemente tuvo «otra
revelación» en la cual Dios prohibía la poligamia.
De acuerdo con las enseñanzas mormonas Jesús no fue producido por obra del Espíritu Santo en el
vientre de María, sino por la unión sexual y carnal entre María y Adán, quien resucitó para este
incidente.
Según los mormones, cuando la Biblia relata el milagro de Jesús convirtiendo el agua en vino, en
las Bodas de Caná, realmente se refiere a las «bodas de Jesús». Brigham Young, el sucesor de
Smith escribió que Jesús se casó con ¡»las hermanas de Lázaro, María y Marta ese día, y que más
luego se casó con María Magdalena.»!
Esta es compone el mayor de los grupos en que se dividió la iglesia original del Mormón. Fue
fundada en Wisconsin en 1852 por algunos miembros quienes repudiaban el liderato de Brigham
Young, el precursor de José Smith, el fundador original de la secta. José Smith, uno de los 50 hijos
de José Smith el padres, se convirtió en el primer presidente de 1860 a 1914. Su hijo Frederick
Smith le sustituyó en el cargo. Los miembros de esta iglesia niegan que Smith, el fundador y padre
del primer presidente, alguna vez apoyó la pluralidad de matrimonios. Este nuevo grupo acepta la
autenticidad del Libro del Mormón, pero niegan la noción de que Dios evolucionó de la humanidad
o que los humanos un día se convertirán en dioses.
En la próxima edición de Antes del Fin continuaremos estudiando estas sectas. La próxima secta
que estudiaremos es la de los Testigos de Jehová y luego la de los Adventistas del Séptimo Día.
Solicito a nuestros lectores que por favor compare todas estas sectas. Note un incidente común:
Dios proporciona una NUEVA REVELACIÓN O PROFECÍA A ALGÚN AMERICANO EN NUEVA YORK.
«Si alguien enseña ideas extrañas y no está de acuerdo con la sana enseñanza de nuestro Señor
Jesucristo ni con lo que enseña nuestra religión, es un orgulloso que no sabe nada» 1 Timoteo 6:3-
4.
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NO BASAN SU FE EN LA BIBLIA
Los mormones dicen que creen en la Biblia hasta donde se ha conservado la traducción correcta.
Afirman que la «iglesia apóstata» la ha corrompido gravemente, quitando muchas partes y
agregando otras. Han publicado su propia versión de la Biblia (2 Tim. 3:16-17).
El mormonismo dice que la Biblia es insuficiente. No contiene toda la verdad que Dios desea dar a
su pueblo. Por lo tanto, Él ha dado otras revelaciones a José Smith que están en el mismo nivel de
la Biblia. Estas se hallan en sus libros: «Él Libro de Mormón», «La Perla de Gran Precio» y «La
Doctrina y Los Pactos». Son la guía suprema para la iglesia. Además, Dios habla por medio del
sacerdocio. Los Oráculos Vivos «valen más para los Santos de los Últimos días que todas las
Biblias» (Salmos l38:2; Filipenses 3:16).
El mormonismo enseña que hay muchos dioses. Enseñan que todos los dioses, inclusive Jesucristo
y su Padre, tienen cuerpos gloriosos de carne y hueso. Están sujetos a las leyes que gobiernan lo
físico y están en todo el universo. Enseñan que los dioses han sido humanos. Tienen muchas
esposas y procrean hijos. Los hijos de estas uniones celestiales son espíritus que esperan la
oportunidad de nacer en el mundo. Si oyen la doctrina mormona, la aceptan y cumplen fielmente
con todas las obligaciones de la iglesia, después de la muerte serán dioses (1 Timoteo 2:5).
Dicen que Jesucristo fue el Hijo de Dios-Adán y María. No fue engendrado por el Espíritu Santo,
sino por generación natural. Enseñan que Jesús tuvo varias esposas, entre ellas, Marta y María, las
hermanas de Lázaro y María Magdalena. Fue de esta manera que pudo «ver su linaje» prometido
(Juan 10:30; Juan 1:1-3).
Enseñan que el sacerdocio mormón reparte los dones del Espíritu Santo a su voluntad. Sin
embargo, la Biblia enseña claramente que Dios ahora se relaciona y trata directamente con cada
individuo (1Timoteo 2:5; 1Pedro 2:9; Hebreos 4:14-16).
Enseñan que Adán se vio en necesidad de desobedecer uno de los mandamientos de Jehová para
poder cumplir con otro más importante, el de poblar la tierra. Por la desobediencia de Eva, ella
había sido condenada a la mortalidad. Para poder retenerla por esposa y poblar la tierra, él
también tendría que hacerse mortal. Sabiamente desobedeció también para que pudiera nacer la
raza humana (Santiago 1:13-14).
Se enseña que los que han muerto sin ser bautizados en la iglesia de los mormones tendrán una
oportunidad de oír la predicación de la verdad en el mundo de los espíritus. Muchos creerán pero
no tienen allí la oportunidad de bautizarse para ser salvos. Por lo tanto, los fieles que aún viven
deben bautizarse en lugar de cada difunto cuya conversión desea. Así pueden tomar parte,
cuantas veces deseen, en la salvación de las almas. Enseñan que el estado eterno de la mujer
depende de haber dado a luz a hijos en esta vida. Basan su idea de la salvación por medio de la
maternidad sobre 1 Timoteo 2:15 (Efesios 2:5-9; Hechos 10:11; 2 Timoteo 1:9).
NO CREEN EN LA MONOGAMÍA
Según los mormones, los fieles llegarán a ser dioses, como Adán-Dios. Si los esposos son
«sellados» en el templo, el matrimonio es eterno. El hombre, con su esposa o esposas como
reinas, reinarán sobre el planeta que sea su responsabilidad. Continuarán procreando hijos
espirituales eternamente. Las solteras tendrán que servir en una capacidad inferior en el mundo
venidero. Por lo tanto, las mujeres prefieren ser una de varias esposas y no ser una criada por
toda la eternidad. Puesto que las leyes del país prohíben la poligamia, pueden celebrarse bodas
espirituales para ser esposos en el cielo aunque no puedan casarse ante la ley ahora. José Smith
escribió las palabras siguientes sobre el matrimonio celestial:
«Abraham recibió concubinas y ellas dieron a luz a sus hijos, y le fue contado por justicia. Id, por lo
tanto, y haced las obras de Abraham; entrad en mi ley y seréis salvos» (Doctrinas y Pactos 132:37,
34). Que vea Mateo 19:5-6; 1 Corintos 7:2; Efesios 5:31).
NO CREEN EN EL JUICIO ABSOLUTO DESPUÉS DE LA MUERTE
Creen que los paganos resucitarán con los justos y tendrán la oportunidad de oír la verdad. Si la
aceptan serán salvos; si la rechazan, condenados (Hebreos 9:27; Apocalipsis 20:11-15).
Habiéndose enterado el lector de las doctrinas falsas del mormonismo por medio de este análisis,
es posible que dirá: «¿Qué bien cree el autor resultará por quitar así la máscara de este sistema
falso; sacando a la luz del día la duplicidad de ésta impostura? ¿Por qué no dejar en paz a esta
gente, ahora pacífica y digna de elogio por muchas razones? Al fin, ¿no son completamente
sinceros los mormones?»
La contestación a estas preguntas se encuentra primeramente en las palabras del apóstol Pablo
cuando declara que es obligación de «el siervo del Señor que…con mansedumbre corrija a los que
se oponen: sí quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad y escapen del lazo
del diablo, en que están cautivos a la voluntad de él» (2 Timoteo 2:25-26).
En segundo lugar, la Biblia declara que todos nosotros, por pertenecer a una raza caída moral y
espiritualmente, o actualmente en rebelión contra Dios, estamos en peligro de ir al infierno, por
TODA LA ETERNIDAD. La Biblia también afirma claramente que la única manera de salvarse es
mediante un arrepentimiento verdadero y una fe no fingida en el Señor Jesucristo de que habla el
evangelio. ¿No sería pues un crimen incalificable dejar perecer a tantos sin tenderles la mano.
¿No sería una falta de amor el rehusar de exponer el error y a la vez anunciarles que no hay otro
nombre bajo el cielo, dado a los hombres en que podamos ser salvos? (Hechos 4:12). Si yo
estuviera en el lugar de un mormón, hubiera deseado que alguien me desengañara; y si como un
mormón llegara al infierno, ¿no culparía yo a los cristianos que guardaron silencio y me dejaron
perecer sin echarme una soga para salvarme?
Amigo mormón, le ruego admitir la perfección y suficiencia de las SAGRADAS ESCRITURAS (Santa
Biblia), y desechar terminantemente toda adición y modificación que cualquiera quisiera hacer a
ellas (Apocalipsis 22:18-19). Sobre todo hínquese en la presencia del Dios de amor y verdad (que
no es hombre que muda), y pida la iluminación del Santo Espíritu de Dios para ver la hermosura de
la luz divina en la Santa Biblia, y volviendo las espaldas a lo falso, conozca la libertad gloriosa que
el Hijo de Dios da (Juan 7:17; 8:31-32,36).
Los mormones
“Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos
anunciado, sea anatema”.
Gálatas 1:8
INTRODUCCIÓN
Cuando Pablo escribe su carta a los Gálatas, estaba preocupado de las enseñanzas que los
judaizantes estaban presentando a los cristianos de la región de Galacia, ya que estos querían agregar a la fe,
la observancia de la ley de Moisés; sin embargo, Pablo rechaza esto advirtiéndoles a los cristianos de esta
época que no debían dejarse engañar, añadiendo: Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro
evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Para Pablo, no existe otro evangelio, solo hay
uno y este debe presentarse sin ninguna alteración de tal forma, de que, si aun un ángel se presentara
anunciando un evangelio diferente al que ya conocemos, el tal sea anatema, o sea, maldito. Tristemente
hemos oído de sectas y religiones que afirman ser la verdad y niegan el evangelio, verdad que según estos
recibieron por la revelación de un ángel o ser divino. Una secta que nació por la revelación de un evangelio
diferente a través de un supuesto ángel es la de los mormones que hoy vamos a considerar.
ORIGEN
Hoy en día la iglesia de los mormones o también conocida como La Iglesia de Jesucristo de los
Santos de los Últimos Días posee miles de seguidores alrededor del mundo, sin embargo, el hecho de que se
haga llamar iglesia de Jesucristo no debe confundirnos, ya que no la podríamos considerar una iglesia
cristiana o denominación evangélica, más bien, encaja en la definición de una secta. J. Cabral nos dice al
respecto en su libro, Religiones, Sectas y Herejías: “Aunque los mormones sean personas agradables y
tengan un programa de beneficencia social que se halle entre los mejores del mundo, el mormonismo sigue
siendo una secta. El gran problema que presenta para los creyentes es que se identifican como miembros de
la Iglesia de Jesucristo, y en la visitación de casa en casa, su método predilecto, usan terminología
cristiana”. Ahora bien, el origen de esta secta se remonta al hombre quien fue su fundador, Joseph Smith Jr.
el cual nació el 23 de diciembre de 1805, en Sharon, Vermont, Estados Unidos de América. Fue el cuarto de
diez hijos y su esposa fue Emma Smith, aunque existe una gran controversia que afirma que este tuvo más
esposas, aseveraciones que Emma Smith refuto públicamente, no obstante, se han presentado algunas listas de
las mujeres con las cuales Joseph Smith tuvo algún tipo de relación conyugal o sexual, listas que no se han
confirmado históricamente como ciertas.
La Primera Visión.
Joseph Smith perteneció a una familia que eran miembros de la iglesia presbiteriana, sin embargo, en
él existía la intriga de cuál era la verdadera iglesia de Dios, ya que estaba confundido al ver que existían
muchas denominaciones, como presbiterianos, metodistas, bautistas, entre otros. Fue así como esta duda
continua en su cabeza y en 1820 recibió lo que llamo una visión que se convirtió en la base para la fundación
de los mormones. Joseph Smith comenta en su libro, La Perla de Gran Precio, en su sección: JOSEPH SMITH
—HISTORIA, nos comenta esto que estamos diciendo: “Unos contendían a favor de la fe metodista, otros
a favor de la presbiteriana y otros a favor de la bautista… En medio de esta guerra de palabras y tumulto de
opiniones, a menudo me decía a mí mismo: ¿Qué se puede hacer? ¿Cuál de todos estos grupos tiene a razón;
o están todos en error? Si uno de ellos es verdadero, ¿cuál es, y cómo podré saberlo?”. Agobiado por esta
preocupación, Joseph Smith dice que orando por sabiduría en el bosque, se le aparecieron dos seres celestiales
que identifico como Dios el Padre y el Hijo los cuales le dijeron que todas las denominaciones estaban
equivocadas y no debía unirse a ninguna, este agrega en su libro, La Perla de Gran Precio, en su sección:
JOSEPH SMITH—HISTORIA: “… precisamente en este momento de tan grande alarma vi una columna de
b luz, más brillante que el c sol, directamente arriba de mi cabeza; y esta luz gradualmente descendió hasta
descansar sobre mí… Al reposar sobre mí la luz, a vi en el aire arriba de mí a b dos Personajes, cuyo fulgor
y gloria no admiten descripción. Uno de ellos me habló, llamándome por mi nombre, y dijo, señalando al
otro: Este es mi d Hijo e Amado: ¡Escúchalo!... Se me contestó que no debía unirme a ninguna, porque todas
estaban en a error; y el Personaje que me habló dijo que todos sus credos eran una abominación a su vista;
que todos aquellos profesores se habían pervertido…”.
La segunda visión.
Joseph Smith narra luego una segunda visión que tuvo el 21 de septiembre de 1823, en esta afirmo
haber tenido un encuentro con el ángel Moroni, esto lo encontramos en su libro, La Perla de Gran Precio, en
su sección: JOSEPH SMITH—HISTORIA: “Encontrándome así, en el acto de suplicar a Dios, vi que se
aparecía una luz en mi cuarto, y que siguió aumentando hasta que la habitación quedó más iluminada que al
mediodía; cuando repentinamente se apareció un a personaje al lado de mi cama, de pie en el aire, porque
sus pies no tocaban el suelo. Llevaba puesta una túnica suelta de una a blancura exquisita. Era una blancura
que excedía a cuanta cosa terrenal jamás había visto yo… Me llamó por mí a nombre, y me dijo que era un
mensajero enviado de la presencia de Dios, y que se llamaba Moroni; que Dios tenía una obra para mí, y
que entre todas las naciones, tribus y lenguas se tomaría mi nombre para bien y para mal… Dijo que se
hallaba depositado un a libro, escrito sobre planchas de oro, el cual daba una relación de los antiguos
habitantes de este continente, así como del origen de su procedencia. También declaró que en él se
encerraba la plenitud del evangelio eterno cual el Salvador lo había comunicado a los antiguos habitantes.
Asimismo, que junto con las planchas estaban depositadas dos piedras, en aros de plata, las cuales,
aseguradas a un a pectoral, formaban lo que se llamaba el Urim y Tumim; que la posesión y uso de estas
piedras era lo que constituía a los “videntes” en los días antiguos, o anteriores, y que Dios las había
preparado para la traducción del libro”. De acuerdo a sus relatos, el ángel Moroni visito a Joseph Smith
otras dos ocasiones más, donde le repetía en su mayoría el mismo mensaje y otras cosas nuevas, luego,
obedeciendo el mandato del supuesto mensajero celestial, fue al lugar que por visión le habían dicho que
estaban las planchas de oro que contenían el evangelio puro, el Urim y Tumin, así como el pectoral, y
efectivamente los encontró en una caja de piedra, pero el ángel se le volvió a aparecer y de dijo que todavía
no podía llevárselos, sino dentro de 4 años, pero que cada año tenía que regresar a ese lugar para recibir
instrucciones. Al final de los 4 años, Moroni le entrega las planchas a Smith y estas que estaban escritas en
Egipcio Reformado, son traducidas por este con supuesta ayuda divina por medio del Urim y Tumin que eran
piedras que le proveían facultades de vidente. De esta traducción surgió lo que hoy se conoce como el libro
del Mormón, el cual salió a la venta el 26 de marzo de 1830 y el 6 de abril del mismo año se organizó la
Iglesia de Cristo con 6 miembros, posteriormente, el nombre de la iglesia cambia al de la Iglesia de Jesucristo
de los Santos de los Ultimo Días, creciendo con el tiempo el número de miembros.
Otra controversia en las que se vio envuelto Smith fue referente a la poligamia, de hecho, existen
listados de todas las mujeres que algunos afirman que llegaron a relacionarse sexualmente con él, sin
embargo, su esposa, Emma Smith, llego a negar dichas afirmaciones repetidas veces. Hoy por hoy, hay
algunos que afirman que Joseph Smith practico la poligamia, presentando las listas de todas sus esposas las
cuales en algunos llega a más de 40, también, la iglesia mormona, en sus primeros inicios ha llegado a ser
considerada como polígama en cuanto a la doctrina que enseñan; pero otros tantos niegan el asunto.
Brigham Young.
A la muerte de Joseph Smith, Brigham Young, quien era el presidente de los doce apóstoles, asume
el liderazgo de la iglesia, siendo seguido por la mayoría de los mormones, sin embargo, Joseph Smith III, no
estuvo de acuerdo en brindarle a Brigham Young la sucesión de la organización, por lo que se separó con otro
grupo de mormones para fundar otra iglesia bajo el nombre de Iglesia Reorganizada de Jesucristo de los
Santos de los Últimos Días. Hoy en día existen otras iglesias que surgieron de las divisiones de estas dos.
Como ya vimos, durante la primera visión se le dijo a Joseph Smith de que todas las demás
denominaciones cristianas ya no eran confiables, sino eran abominación para Dios y entre sus principales
creencias consideran de que la Biblia ya no se puede considerar la palabra inalterable de Dios, porque, según
ellos, esta ha sido alterada por la iglesia tradicional, esto lo podemos leer en el libro del Mormón: “Y después
que proceden por la mano de los doce apóstoles del Cordero, de los judíos a los gentiles, tú ves la formación
de una iglesia grande y abominable, que es la más abominable de todas las demás iglesias, pues, he aquí, ha
despojado el evangelio del Cordero de muchas partes que son claras y sumamente preciosas, y también ha
quitado muchos de los convenios del Señor. Y ha hecho todo esto para pervertir las vías correctas del Señor,
para cegar los ojos y endurecer el corazón de los hijos de los hombres. Por tanto, ves tú que después que el
libro ha pasado por las manos de esa grande y abominable iglesia, se han quitado muchas cosas claras y
preciosas del libro, el cual es el libro del Cordero de Dios”, (1 Nefi 13:26-28). Además, Orson Pratt, uno de
los primeros 12 apóstoles que ayudaron a Joseph Smith a la fundación de su iglesia dijo: “¿Quién sabe si ha
habido un solo versículo de la Biblia que haya escapado de la contaminación de tal forma que tenga hoy el
mismo sentido que tenía en el texto original?”. Por tanto, consideran que la Biblia es poco confiable y ya no
se puede confiar en lo que dice, sin embargo, sabemos que la Biblia es la palabra de Dios inalterable, los
estudios arqueológicos han demostrado la veracidad de la misma y como Pedro diría, hacemos bien al estar
atentos a su instrucción divina de la palabra de Dios, la cual es segura: “Tenemos también la palabra
profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar
oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo
primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía
fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el
Espíritu Santo”, (2 Pedro 1:19-21).
El problema con el libro del Mormón, aparte de que sabemos que el canon bíblico está cerrado y ya
no hay más Escritura a parte de la Biblia, es que la arqueología no confirma ningún relato que aparece en
este. De esto, Josh McDowell comenta en su libro, Estudio de las Sectas, lo siguiente: “Es comprensible que
los eruditos mormones se sientan frustrados y avergonzados al darse cuenta de que, después de años de
trabajo realizado por arqueólogos mormones y no mormones: No se ha localizado ninguna de las ciudades
mencionados en el libro del Mormón… No se han hallado documentos que mencionen personas, naciones ni
lugares relacionados con el libro del Mormón”.
A parte de esto, el libro del Mormón posee anacronismos o inexactitudes históricas. Un ejemplo de
esto lo tenemos en la afirmación que se hace en 1 Nefi de que existía un rio llamado Lamán que
desembocaba en el mar Rojo, sin embargo, durante toda la historia humana jamás ha habido un rio de
Araba que desemboque en él: “Y al río que desaguaba en el mar Rojo dio el nombre de Lamán; y el valle se
extendía por las riberas del río y llegaba hasta cerca de su desembocadura”, (1 Nefi 2:8). También en el
libro de Alma afirman que Jesús nacería en Jerusalén, lo cual sabemos que es un error, porque nació en
Belén, conforme las Escrituras ya lo habían declarado (Miqueas 5:2, Lucas 2:4): “Y he aquí, nacerá de
María, en Jerusalén, que es la tierra de nuestros antepasados, y siendo ella virgen, un vaso precioso y
escogido, a quien se hará sombra y concebirá por el poder del Espíritu Santo, dará a luz un hijo, sí, aun el
Hijo de Dios”, (Alma 7:10). También el libro de Alma afirma que durante este periodo se les llamo
cristianos a los creyentes de la tribu de José, aproximadamente en el año 73 a.C., pero es difícil creer esto
porque faltaban décadas para que Jesús naciera y según Hechos 11:26 fue en Antioquia cuando se les llamo
cristianos a los discípulos de la iglesia primitiva: “Y los que pertenecían a la iglesia eran fieles; sí, todos los
que eran creyentes verdaderos en Cristo gozosamente tomaron sobre sí el nombre de Cristo, o sea,
cristianos, como les decían, por motivo de su creencia en Cristo que había de venir”, (Alma 46:15). En
Helamán dice: “Sí, que serán condenados a un estado de miseria sin fin, en cumplimiento de las palabras
que dicen: Los que hayan hecho el bien, tendrán vida sempiterna; y los que hayan hecho el mal, recibirán
condenación sempiterna. Y así es. Amén”, (Helamán 12:26); al parecer las palabras que están citando son las
que aparecen en el evangelio según Juan: “Y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; más
los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación”, (Juan 5:29). En ilógico pensar como el autor de
Helamán cita a Juan, sin Juan aún no se había escrito.
Además de todo esto, hay muchos pasajes que parecieran que son una copia de otros textos que
tenemos en el Antiguo y Nuevo Testamento de nuestras Biblias, citaremos algunos ejemplos:
1. Tenemos: “Y tres veces fueron arrojados en un ahorno, y no recibieron daño alguno”, (3 Nefi
28:21), el cual es similar a la historia de Sadrac, Mesac y Abed-Nego que fueron echados al
horno de fuego de Nabucodonosor: “Y estos tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-nego, cayeron
atados dentro del horno de fuego ardiendo. Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y se
levantó apresuradamente y dijo a los de su consejo: ¿No echaron a tres varones atados dentro
del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey. Y él dijo: He aquí yo veo cuatro
varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del
cuarto es semejante a hijo de los dioses”, (Daniel 3:23-24).
2. El libro de Alma dice: “Soy Amulek; soy hijo de Giddona, que era hijo de Ismael, que era
descendiente de Aminadí; y fue aquel mismo Aminadí que interpretó la escritura que se hallaba
sobre el muro del templo, la cual fue escrita por el dedo de Dios”, (Alma 10:2), el cual es
similar al relato del libro de Daniel donde el profeta le interpreta a Belsasar dicha escritura: “En
aquella misma hora aparecieron los dedos de una mano de hombre, que escribía delante del
candelero sobre lo encalado de la pared del palacio real, y el rey veía la mano que escribía”,
(Daniel 5:5).
3. También tenemos: “… Es mejor que muera un hombre a dejar que una nación degenere y
perezca en la incredulidad”, (1 Nefi 4:13), el cual es similar a las palabras que el sumo
sacerdote dijo cuando juzgaron a Jesús: “Ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por
el pueblo, y no que toda la nación perezca”, (Juan 11:50).
4. Finalmente citamos: “Y aconteció que miré y vi a la ramera de toda la tierra, y se asentaba
sobre muchas aguas; y tenía dominio sobre toda la tierra, entre todas las naciones, tribus,
lenguas y pueblos”, (1 Nefi 14:11), lo cual es una copia de lo que dice en Apocalipsis: “Me dijo
también: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres,
naciones y lengua”, (Apocalipsis 17:15).
1. El libro de Moisés, el cual, según ellos, contiene partes de la traducción de la Biblia la cual fue
revelada a José Smith el profeta, entre junio de 1830 y febrero de 183. Este contiene un relato
parecido a lo relatado en los primeros 6 capítulos del libro de Genesis, pero con algunas
variantes.
2. El libro de Abraham, el cual afirma que es una traducción de unos papiros egipcios antiguos
procedentes de las catacumbas de Egipto y traducidos por Joseph Smith. Sin embargo, con el
tiempo, otros eruditos revisaron la traducción de Joseph Smith y llegaron a la conclusión de que
ni una solo palabra de la supuesta traducción que este hombre había hecho se asemejaba al
contenido del documento.
3. Mateo, es parte de la traducción de la Biblia cual se le reveló a José Smith en 1831 acerca de
Mateo 23:39 y el capítulo 24.
4. Historia, que no es más que una autobiografía de Joseph Smith.
5. Finalmente tenemos, los artículos de fe que son 13 creencias de los mormones.
Doctrinas y convenios.
Este libro fue escrito por Joseph Smith, entre 1830 y 1843, donde se registran las revelaciones
divinas que afirman le fueron dadas. En la introducción de este libro dice: “El libro de Doctrina y
Convenios es una colección de revelaciones divinas y declaraciones inspiradas que se han dado para el
establecimiento y la regulación del reino de Dios sobre la tierra en los días postreros”. Entre las revelaciones
y convenios que presenta en este libro se presentan algunas doctrinas de los mormones como el bautismo de
los muertos y el matrimonio celestial. Una vez más decimos que la Biblia es el único libro canónico, a parte
de ella ya no hay más Escrituras o revelaciones que se conviertan en una fuente de autoridad para los
cristianos, aparte de todo esto, en estos postreros días, después de haber hablado por sus profetas, Dios ha
hablado a través de su Hijo Jesucristo, por tanto, Joseph Smith no puede tomar el lugar de Cristo: “Dios,
habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, 2 en
estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo
hizo el universo”, (Hebreos 1:1-2).
Vamos a considerar algunas doctrinas que los mormones tienen y compararlas con lo que las
Sagradas Escritura verdaderamente enseñan. Recordemos que desde el principio la palabra de Dios ha sido el
arma con el cual podemos saber si un movimiento u organización religiosa es de Dios, esto es, a través de
evaluar sus enseñanzas y si esta está en contra de la sana doctrina, se convierte en una herejía.
La Biblia enseña que el hombre es un ser creado por Dios, a imagen y semejanza de Dios, y llego a
existir hasta el momento que soplo en él aliento de vida, por lo que hasta ese momento existió y no antes, por
lo que podemos decir que el hombre no es un ser preexistente: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del
polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”, (Génesis 2:7). De allí,
la misma Biblia enseña que el hombre es un ser totalmente diferente a Dios y jamás será igual a Él, aunque le
ha dado un lugar privilegiado en la creación: “Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el
hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de
honra”, (Salmos 8:4-5).
Ahora, con respecto a sus ideas en cuanto a la vida eterna, los mormones afirman que existen
diferentes niveles de gloria que el hombre puede lograr, todo dependiendo de su esfuerzo personal. En este
sentido, después de la muerte, existen estos tres niveles de cielos donde pueden ir a morar:
1. La Gloria Celestial: Será la residencia de las personas que han sido justas, que han aceptado las
enseñanzas de Jesucristo y han vivido de conformidad a todas las ordenanzas y convenios necesarios durante
su vida terrenal: “… merecen la gloria más alta; éstos pertenecen a la Iglesia del Primogénito, a quienes el
Padre ha dado todas las cosas; son reyes y sacerdotes del Altísimo, según el orden de Melquisedec; éstos
poseen cuerpos celestiales” (Explicación de la gloria celestial que se da en el libro de los Artículos de Fe de
James Talmage).
2. La Gloria Terrestre: Las personas que hereden este lugar serán aquellas quienes no aceptaron el
Evangelio de Jesucristo en La Vida Mortal sino hasta en El Mundo de los Espíritus: “Estos son aquellos que,
aun cuando fueron honorables, no cumplieron con los requerimientos de la exaltación; fueron cegados por
las artimañas de los hombres y no pudieron recibir y obedecer las leyes más altas de Dios”, (Explicación de
la gloria terrestre que se da en el libro de los Artículos de Fe de James Talmage).
3. La Gloria Telestial: Enseña que las personas que heredarán este reino son las que no aceptaron
el Evangelio, ni en la vida mortal, ni en el Mundo de Los Espíritus: “… esta gloria es para aquellos que no
recibieron el testimonio de Cristo, pero quienes, sin embargo, no negaron al Espíritu Santo; son los que han
llevado vidas que los exime del castigo más severo, más cuya redención, no obstante, se aplazará hasta la
última resurrección… Sin embargo, todos los que recibieren cualquiera de estos grados de gloria se salvarán
al fin”, (Explicación de la gloria telestial que se da en el libro de los Artículos de Fe de James Talmage).
Como vemos, al final todos los hombres, acepten o no a Cristo y obedezcan sus ordenanzas, se
salvarán de la condenación eterna, solo variara el tipo de gloria que estos van a recibir. Los únicos que se
condenaran serán aquellos que blasfemen en contra del Espíritu Santo. El problema con todo esto es que la
Biblia no lo enseña, ya que solo existe el cielo, sin niveles de glorias, aunque habrá diferentes niveles de
recompensa, y el infierno de castigo eterno. El cielo se hereda por la fe en Jesús, el rechazar esta fe condice al
infierno.