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NIJM. 12. Jucve» 19 «1» «turto di- IH-'».

ABENAMAR
ti
EL ESTUDIANTE/:

utroeldndi

EQ el número 288 del periódico NOSOTROS',


Hemos viíto un comnnioado de on monge e#r,-
claustrado, del gTan monasterio de Bernardo»de,
Carracedo, á quien sm hermanos parece qu«t>
llamaban el P. Largo, por «u inmensa longani-
midad. £1 nene no tiene mas altura que la de diei
palmos, ni mas peio qué la ffiolerilla de diez.}1
se i» arrobas y media. ¡ Vaya un hermano' Pue».
no es esto lo mejor, sino que este nuevo Goliat,,
a quien debu dársele una pensión , nada masifuat
porque no se le amostace la mole y se tragu» «R,
uri di* una prOTÍoci« eutex», n t le ti««*n ptr,
Utam, respecto á pitanza^ y esto tras ile ser un*
iniquidad respecto á todoi lo* de *n clase q'ie ••
liallen en este cago , con relación al P. Largo ei
on pecado nefando ; un crimen contra la nata—
raleía , que al enviarle al mundo , quiio decir
a la humanidad entera allá vá eso , y no» sopló
no fraile de diez pal mol de altura y diez y »ei» y
media, arrobas de peto. A bnen seguro que si el
P. Largo hubieie nacido en Lacedemonia , otro
gallo le cantara. £1 P. Largo es ademas acreedor
¿ l a consideración del gobierno, como un fenó-
meno, como uno de aquellos entes privilegiado*
y estraordinario», que da cnando en cnándo apa-
recen en las naciones, a, guisa de comisionadoa
regios de la Providencia, encargados de la solu-
ción de un gran problema. N«wton Tesolvio el
problema de la atracción, Mendizabal el ie los
programas > y el P. Largo al de la igualdad. Sos
Mét palmo* d* altura , y tus dice y seis arroba*
del pico , son una demostración ambnlanta de
«roe la igualdad entra los hombres es ana mentira.
¿LA niegan Vd». ? Pees el que lo niegue que sa
ponga hombro & hombro con «1 P. Largo, y si no
se convence que me soplen al P. Largo coa toda
«• tiamgtmimiéad i cuestas. Pero si en lo largo y
•A Jk» «ílido es nuestro hombre un sarcasmo t i r o
d» la igvaldtd, M>a x«sf«cto al gt>bi«r&o «i el P.
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Largo «1 erre homo de la injniticia ié narstrn*
gobernantas. No tolo se dmratiende y «s rondana a
la mendicidad á nn religioso en la persona d«l
P. Largo , sino á dos y medio, i|ue pueden salir
holgadamente de dicho Padra , y aun á seis d i '
potados, si son como al señor Baeza, á seis *#»
•adores como el duque de Frías , y á seis presi-
dentes del consejo como el señar Perei de Castro^
Y no se me diga que el P. Largo no prueba con
documentar «n miserable astado, porque á nn
hombre de diez palmos que pide pan, no hay mas
que dárselo sobre la marcha; y diez y seis arrobas
y media, son ademas nn documento de tanto peso
qae «o lo levanta nadie.
Por otro lado el P. Largo es nn documento his-
tórico, mas raro y mas apreciable ijne cuantos
manuscritos árabes se conserven en el archivada
Simancas; y es ademas el único representante de
aquellos antiguos castellanos que conquistaron el
mundo. Con solo ver al P. Largo, y saber que es
español, se sabe ya al dedillo la conquista de
América, j de las remotas islas Filipinas. Ye*
V. a h í , dice uno sobre la marcha , como el r%,
Largo debieron de ser aquel los españoles que todo,
loacometian, y que siempre salían vencedores^ ya ,
se ve á hombres da esa catadura ¡quién diablo*/'
labia de resistir !
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¿Y remtirá «1 gobierno «1 P. Ltrgo y i Aba»'
namaf junto*? 1'uci tenga entendido et Ministro
4b Hacieiula , ó quien tea, que ti enderezamos
con S. E. el P. Largo y yo... requieseat in pace...
no le alcanza la bula de Meco. El {mico medid
d* librarte de esta tormenta , es dar orden y dar»
la pronto para que al P. Largo M le pague por 1*
intendencia de León lo que se le deba , y pronto
también , teniendo en consideración que el nece-
f itado ai el P. Largo , y quien le defiende ei
As IXAMAR.

í"eliee§ Toiotroi, españoles que habitáis fuera


de la capital de esta dichosa monarquía- Voso-
tros, lectores amabilísimos de las provincias, qtiej
estáis disfrutando y saboreándolas dulzuras déla
guerra civil y sus imponderables delicias! Voso-
fctos , que pasáis los dias y las noches viendo ta-
lar Tuestros campos y arrebatar vuestras cosechas,
-oyendo rasgos de humanidad y clemencia de Pa-
lillos y Cabrera, oliendo el humo de los ««serios
y poblaciones incendiado*, gastando el latonado
fisco de la lerolnciop t y palpando Ia't inmensa*

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venta jai de la tierna amistad de Luí» Felipa. Fe-
lice» voiotro*! digo una y otra Tez, felice* ma*
que nosotros lo* desventurado* habitante* de la
corte que habemo* de pasar diariamente por la
amargura de atiatir i la* *e*ione* de corte*, da
donde h»»ta ahora maldita la cota buena que ha-
mo* aacado (tin exceptuar la protección dada i loa
mulo» , y la autorización contra Córdoba y Nar-
Taez)v de preienciar lucida* y brillante* reTiitai
de ejército! imponente! que luego le han de dei-
hacer como el humo, y no por mano del enemi-
go , tino del mismo demonio; de ver periódico* y
mai periódico! qne *e empeñan en que *e han de
publicar , aunque el público se empeña en que
no lo* ha de leer-, de saber que cada dia te co-
meten en Madrid diez ó doce robot, y que la po-
licía y la justicia ayudan á los robados con tus
simpatías como á nosotros M. Mole'... AbJ S<
Vosotros tupierais amados provinciano* lo que *a
pasa en este Madrid '• Qué de fatigas , qué de pa-
nas , qué de conciertos músicos, qué de miserias»
qué de dolores , qué d« bailes de máscaras '... Oh'
En Madrid, en Madrid es donde verdaderamente
fe sufren lai penalidadet de la guerra, y donda
«e tienten lot efecto* de la revolución '• De la re-
volución , que todo lo trastorna , que todo Jo
desquicia , que todo lo truuforma, uiuda , al-
182
borota, desfigura, couprierie , trastrueca , dat-
«jnioia, destruye y desmorona.
La revolución, señores iaiot, la revolución ha
llegado
g ya... ¿adonde, direit? A
¿"Vosotros no conoceii á Mari-Blanca? Ah ! bien
•ligo yo que *oi* mny desgraciado*. Mari-Blanca
e> la Vena* de Madrid, algo diferente de la dn
MMicis en la belleza de *u* formas , e* la diosa
tutelar de lo* aguador**, e* la divinidad de la
famosa Puerta del Sol, e* en fin la estatua do
piedra que estaba colocada sobre la fuente da
aquella plaza por tanto* título* gTande. Estabq,
lie dicho . T no está , porque ya ¡ ay Dio* ! no hay
fuente ni Mari-Blanca. Lá destructora piqueta
acaba de cebarse ea este portento de la arquitec-
tura j escultura españolas: ya no hay Mari-
Blanca ni fuente. Dp «na y de otra DO quedan
ni vestigio», ni mas ni mano*que de la cuádru-
ple alianta: ya no hay fuente ni Mari-Blanca.
A pietesto de hermosear la capital ha sido de-
molido el precioso monumento : como si la capi-
tal pudiera estar hermosa quedando en ella tanta
-vieja, y tanta fea, y D. Agustín Arguelle*, y «1
3r. Blata, y la eocimera de Abenamar , y el lego
de Fr. Gerundio , y Fr. Ceruudio, y yo. £1 he-
efce es que ya no hay Mari-Blanca ni fuente.
Ah! Mari-Blanca: tú <|u« ba* pietidido y
183
Potenciado tanta• procaaionei y tantas asonada»,
tantaa entrada! en triunfo f tanta* «alida* da pa-
vana ; «1 glorioao doa de mayo, f al haróic* pra•
twnoiaatiento da Cardara! T ú , cuya praMOoia,
autorizaba de dia loa embuate* de laa noticiara*,
loa ajuateade loa caleaero» , laa disputa» i» loa
aguadora* asturiano», la devoción de loa que &
tua piea oian mita de doa en el Bnen-Suceao! Tú,
cuyo aileacio prndenta encnbria de noche loa em-
beleco» de loa pobrea vergonzante», laa trapiaon-
daa de loa amorea vergonroaos , loa hurto a de loa
ratero», la provocación de laa ramera», lá de-
•eaperacion de loa jngadorea que ae retiran i au
casa ain un real ni un adarme de juieio '• TW, á
quien todo Madrid taludaba diariamente, á quien
todo forastero dedicaba au primera viaita , á
quien España toda conocía por tu ettendida re-
putación y la celebridad de tu nombre...! Ah! ya
no exiataa: ya te arrojaron inhumanamente del
aitio que tantoa aigloa há ocupabaa, y da qna
punca podiaa esperar aer desposeída ! El destro-
namiento del dey de Argel, la protcripcion de
(Jarlo* X y toda au dinastía t no tienen á raia
ojo» tanta importancia, ni pueden aervir mejor
que tu aapulaion para ejemplo da la instabilidad
de laa coaaa humanal.
La posteridad ain. embargo te hará justicia, oh
••1*4
Mari-Blanca; tu nombra nunca 10 borrara de
la memoria del pueblo madrileño; y algún dia
tal reí cantara tnt alabanza» en métrica armo-
nía ette tu compatriota i quien por ahora tolo
confíente el dolor dedicar en tu obaequio estas
prosaicas líneas
EL

£.os Tientos

* ' í o r S. Nicanor bendito y S. Gonzalo de Ama-


ranto, que ton loi tastos del dia', y ti no ahí
está el Calendario qaa no me dejará mentir, qne
tómoi lot españoles, y principalmente lot perio-
distas, los cernícalos mayores qne darse puede.
No liay familia que no suspire, vieja qne no
gipotee, mozuela que no haga pncheritbs, ni es-
critor público que no sea un Jeremías, en lo
llorón, qne en lo demás... están nstedes?Que la
patria se hunde, dice el uno i que nos hundimos,
Mita el otro ; que nos llevan los demonios, aña-
de el de mas allá; que esto no tiene remedio,
xeplica el de mas acá ; qne nos huele el pescue-
z« i cáñamo, esclaman otros-, y en realidad de

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verdad ni ia patria •• hunde, ni nosotio» mu
hundimos, ni nos llevan lo» demonio*, que no
dejaban de cargar con buenas hipotecas, ni eito
deja de tener remedio, ni nos huele el pescuezo
á cáñamo ni á otra cosa que á lo que los péseme-
los suelen oler.
Todos esos ayes y lamentaciones nacen de los
vientos reinantes (esto no hace alusión ni á Luis
Felipa ni al rey que rabió por gachas, sino á
los vientos) ; y es esto tan cierto que yo tengo
observado, que al dia que sopla el viento del
medio dia no hay quien aguante á D. Agustín;
el dia que sopla el Nort* fijo, no hay remedio,
aquel dia queda declarada alguna provincia en
estado de sitio, y el ministerio gana en las Cor-
tes alguna votación; el dia que las veletas apun-
tan hacia Lisboa , no hay falencia , interpela-
ción al canto; y el dia que apuntan á Cataluña
no se habla de otra cosa qne de falta de recur-
sos. Picaro de mí, qne ha6ta hace poco tiempo
no babia yo hecho esta observación , que es un
inapreciable hallazgo, el hallazgo de la piedra
filosofal, del ave Fénix, del cumplimiento del
tratado enadrnple y del liberalismo de Luis Fe-
l i p e , rey de Francia y de Navarra, para servir
a nstedes. Como Francia está al norte, y Luis
Felipe vive en Francia, que e* lo mismo que ti
IÍ6
dijútemot que LuU Felipa vivetn el nort*, cutn-
do lopla ««te aira... putf... huela que trasciende á
rey ciudadano, ijue et on olorcillo raro , asi c«-
a o entra de rota y sobaquina ; la de roía por 1»
ile rey, y 1» de sobaquina por la de ciudadano;
qne no hay ciudadano algnno que, li ustedes le
• huelen despacio , no tenga este olorcillo , prin-
cipalmente en los meaes de verano, que es euan-
d» se ostentan en toda su fuerza y vigor los de-
rechos de ciudadanía. Cuando la revolución de
julio en París, reinaba el viento del mediodía,
y por eao subió al trono S. M. ciudadana , que
como hubiera reinado el viento del norte , no
•ra para ¿1 el salto de trucha , que dio entonces
su ciudadanía. Ya tenemos aqni on rey puesto
en el trono por el viento del íuediodia , que es.
el que altera el sistema nervioso de D. Agustín,
y vemos, por ende, que el viento es un elemen-
to necesario para quitar un rey y poner otr«,
que fue lo que los franceses hicieron , sin que
por esto se entienda que yo culpo ni á rey ni á
Boque, ni aun al conde de París, ciudadanillo
de poco acá , qne estará dormidito en su cuna,
•n derredor de la cual quiere tu abuelo reunir á
loa franceses, para que no se constipe el ange-
lito. | Foea miren ustedes, que seria cosa de ver
k unto Par, i tanto diputado y á Uflte g«n«xal
IV
apiñado* y «citándole uno» sobre otro», al rede-
dor de una cuna '• ¿ Y para qnó ?... para mirar &
JUII niño recién nacido que ettá durmiendo. ¡Qu¿
luirbaridad •' Ándente ustedes á vueltas con r«ryfl*
ciudadanos y verán como ú lo mejor se encuen-
tran con ona cuna y un chico acuestas. Pne»
también esto consiste en el viento reinante. S»
conoce que adora debe reinar en Paríi el viento
(final, que *in fija ríe en ninguna parte está en
un continao vaivén para conseguir el descanso
de la criatura. Al contrario sucede por acá. Aqui
estamos en calma chicha , ain advertirte mas mo-
vimiento en este piélago insondable, que el de
la* corrientes de faccioso* que poco • á poco nos
Tan aconchando sobre Ja costa. Si soplase un
Tiento favorable, ó aunque no fuese mas que
una brisa, haríamos rumbo al Nordeste, cuarta
al Este , y abordaríamos al Pretendiente ; pero
jniontrat no se pronuncien los viento* reinantes
•n la estación actual, no hay mas remedio qna
•nfíir balances» gastar raciones y tener pacien-
cia. Entretanto, á nosotros los marinos , todo se
BO» vuelve mirar el barómetro, y hacer conje-
turas , acerca de la parte por donde ka de soplax
Tiento. Hay quien dice que el viento sur ha <l«
•er el que no» saque de esta maldita calma} p«xo
yo opino que ka de ser el del Noite , porque la
18R
marejada vi une Je a l l í , y porgo» a la ««ion «i
el viento dominante. Podrá suceder que luego
role y corra rao» una empopada, y yo tengo para
mí que ai a »i atirede, el pobre Felipe le no» T I
á marear. ¡Puna miren mtedei que estará lindo.'
Tra» que la niña era fea «e llamaba Andrea.
Entre tanto tenemo» toda la eicuadra diaeniina-
da y en peligro. £1 bergantín S. Sebattian e*t&
•in TÍ veré*, y pide auxilio á toda priía. £1 na-
vio Logroño tampoco eitá muy «obrante, aun-
que por otra parta ha tenido la fortuna de en-
contrar fondo y ha echado el ancla , con lo cual,
aunque garree un poco , está libra de ler arrai-
gado por la corriente. La fragata Centro está
hecha una calabaza á merced de las corriente!
qne detembocan por el estrecho de Morella. £1
bergantín Alaix, ha echado lo» palo» por la
banda al primer balance, lo cnal no e» eatraño
porque el barco tiene ya diai y está ain gobierno.
£1 quechemarin Gobernación debe vene apurado,
porque hace señalea de pedir cornejo, mientra»
que el navio Pita etpera recurso» del almirante
el Congreso, que aeeatá entreteniendo en pelear
almejas-, aprensiones de señores mayores- Del na-
vio rebajado, el Senado, solo se ven de cuando
en cnando lot juanetes , y alguna que otra vex
sus rotos gallardete», que toa los uñimos que lie-

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189
>aba el navio Almirante e^ la batalla dn Le-
panto. '•
Esta es en resumen nnettra situación , de li»
qne solo puede sacarnos el viento, sople de donde
sople', con sola una diferencia; que si el viaisto
es favorable , abordamos al Pretendiente; y si
baja el barómetro , se carga la atmósfera, sopla
el viento del norte, y rolando el noroeste se de-
clara temporal, no hay mas recurso que ponería
á la capa, y cuando mas no se pueda , correrlo
eh popa. De esta incertidnmbre, de ésto* balan-'
ees y de esta calma chicha , tienen la culpa lo*
vientos reinantes , qne no quieren pronunciarte;
i pesar de que ya era tiempo, y de que la esta-
ción se pasa ; y vean ustedes aquí como no pue-
de hacerse ningún cargo á los ministros; y qne
liada importa que se llamen Pitas, pitos 6 flan-
fas, porque como estamos en calma es imposible
hacer rumbo á ninguna parte, y no hay mas re-
¿nedio "

Que esperar qne el viento sople ,


j lardar entonces velas;
y mientras la calma siga
rayan sesiones y vengan.
ÁSKWAUAIt,
190

Mnchó »• Vi» celebrado la Estrella dn oro, <•«->


media nuera d« magia (1), y mucho »• lian,
ponderado sil* maquinal y transformaciotps, co-
mo >i diariamente no loa eítuvié.jramo» Tiendo
mayore» y mas bonitas. Ejemplo»:
Apaiecq un ejército d« reserva, compuesto i«
catofoe mil valiente» loldadoa con »a respectiva
aitilUría, caballería , mu»ica» y banda* de tam-
bor««... Ettiend« al mágico au rara... Prrr<! Tri»,
trát... bátpale... De»apareció el ejército de re->
terva.
Otra decoración: el héroe de moda , Narvae*
(y no Panfilo) pre»o bajo la oostodia da un &ero
dragón. Mil fantatmat y vestiglo» acuden pov
toda» partea queriendo acometer al étforzado va-
rón , que por donde qniera qne vuelve loa ojos
«e halla rodeado de espantóla» visionet, ni mas

(i) Por ma> seiias que te vende i 8 n* en las librerías


de Essamilla calle de Carretas( j d« Cuesta írtBte í San
Felipe por la cantidad de 8 rs. de vn.
RENOTA. ISosotro» no teniendo en nuestra mano otro
medio de proteger ei teatro, damos publicidad á lis
dramáticas. \ \ no nos lo agradecerá la litera tur»!
191
tñ menos «jne S. Antón *a el doiierto, D«t re-
pente baja oni nutra y le envuelve, elevándote
en seguida con él y dejando burladas la» ma-
quinación» dnl enemigo.
Tercer ejemplo. £1 minitterio preienta al con*
gre>o nn proyecto de ley sobre requisición de mu-.
Jai y, lo qne es peor, de molo»: machos diputados
tiemblan á la vista de semejante plan, mai tin .
embargo la mayoría se levanta y por aquel sim-
ple movimionts muscular de las árticokaeiones
da algunos diputados, los ciudadanos con mulos
qnedan sentenciados á quedar desmulados. En
esto sale disparado del infierno el demonio dn la*
contradicciones, y soplando á la oreja del Sr. Cof
(duque de (l) ) le dice : » surge et loquere» , la-
yántate y habla (porque los demonios y los du-
que» sueleo algnna TOE que otra entender el la*
tin): haz una proposición para que en lugar da
requisar mulos, se requisen duros, y en vez da

( I ) Estando en uso «I nombrar á los diputados y se-


nadores González D. Aatonio, Lopea D. Joaquín, Palo-
tes D. Perico, Calatrava I), «/osé María cVc. ¿ve. • no
sabemos porqué razón se hade decir duque de Gor, con-'
de de las N»»»», c) obispo de Córdoba; sino Gor (duque
de) Naval (conde de las) Córdoba (obUpo <U) y »»i de los
Jemal,
192
mnin, onzas de oro. " Se haca la proposición, ts>
aprueba, y te lleta «1 demonio el proyecto de
ley-, e»to e t , el demonio de lat contradicciones,
que e» en el congreio lo qae en el Diablo verde et
diablo, en la Pata de cabra la pata, y en la es-
trella de oro el peleador.
A ver, díganme Vd«. ai tienen comparación
con estás metamorfosis mágicas las inventada!
por Lncini. Tanta diferencia hay de unas a otra**
cómo del conde de París i D. Francisco el enani-
to. A lo menos tal es el parecer de ABEITAMAI(

EL ESTUDIARTE.

ANUNCIO.
VIRTUD tur LÁ DESHONRA. Drama en tres
actos arreglado al teatro español por D. Nemesio
Pombo , aprobado por la Junta de lectura paraí
su representación. Esta interesante composición
se -rende á 5 rs. en las librerías de Escamilla,
calle de Carretas, y de Cuesta frente 4 las Cb>-
Yachuélas , donde se halla la colección de co-
medias modernas.
Editor responsable GSROMMO CACBAPIRO.

MitiiD : IttprenU de la ComrȣU Ti

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