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Se entiende por entrega inmediata el tiempo que toma dirigirse a la dependencia policial más
cercana o al policía que se encuentre por las inmediaciones del lugar. En ningún caso el arresto
autoriza a encerrar o mantener privada de su libertad en un lugar público o privado hasta su
entrega a la autoridad policial a la persona (No me queda claro, pues para llevarse a cabo la
entrega del delincuente a la policía, este debe ser privado de su libertad). La Policía redactará un
acta donde se haga constar la entrega y las demás circunstancias de la intervención.
No debe olvidarse que el arresto ciudadano, al igual que la detención policial, sólo pueden ser
llevados a cabo en casos de flagrante delito. Es importante resaltar que el personal del Serenazgo,
al igual que cualquier ciudadano que arreste a una persona en flagrancia delictiva, debe ponerla de
inmediato a disposición de la policía más cercana. Quien practique indebidamente el arresto es
susceptible de ser denunciado, según sea el caso, por coacción y secuestro.
Indicar ante quién denunciar; ¿se necesita abogado para esto? ¿Cuál es la sanción por el abuso
de autoridad y secuestro?
La detención policial en caso de flagrancia, es decir sin que sea necesario un mandato judicial, es
posible en cuatro supuestos[4]:
3. Durante las 24 horas siguientes a la comisión del delito, si es que la persona logró ser
identificada.
4. Durante las 24 horas siguientes a la comisión del delito, si es que la persona posee los efectos o
instrumentos procedentes del mismo, o que hubieren sido empleados para cometerlo o con
señales en sí mismo o en su vestido que indiquen su probable autoría o participación en el hecho
delictuoso.
Los supuestos anteriores presumen que el operador de justicia cuenta con medios probatorios
directos que vinculan a la persona detenida con el hecho delictivo[6], por eso, es importante tener
en cuenta que el nuevo plazo de 48 horas opera como un plazo máximo, como el mismo texto
constitucional lo menciona. Es decir, la duración de la detención está sujeta a la realización de las
diligencias necesarias en esas 48 horas. Si estas no fuesen imprescindibles, o culminasen en un
plazo menor, se deberá poner a la persona detenida a disposición del juez inmediatamente,
aunque el plazo no se hubiese cumplido.
Por otro lado, será necesaria la implementación de otras medidas que contribuyan a que la
modificatoria cumpla con su finalidad. Por ejemplo, facilidades para la realización de pruebas
técnico científicas iniciales, cuyos resultados puedan estar disponibles en el plazo establecido. El
aumento del plazo sin considerar afrontar también las dificultades materiales que la PNP o el MP
encuentran en su día a día, no permitirá visibilizar cambios reales.
Ocurre cuando una persona es privada de su libertad por la policía por haber sido sorprendida en
flagrante delito y sin contar con un mandato judicial.
Si el policía detiene a una persona sin que haya delito flagrante, la detención es ilegal, pudiendo
ser denunciada, según sea el caso, por abuso de autoridad y secuestro
La naturaleza del plazo responde, no solo a la alta gravedad del delito, sino también
a la complejidad que puede acarrear la investigación del mismo (por lo que solo se
aplicaba en tres supuestos: terrorismo, espionaje y tráfico ilícito de drogas).
Al ser un plazo extenso, el propio texto constitucional indica que la PNP tiene la obligación
de informar al MP y al juez, pudiendo este último asumir jurisdicción antes de vencido el
plazo, lo cual funciona como mecanismo de protección de la persona detenida.
c) Cualquier otro delito cometido en concurso con los delitos anteriormente mencionados.
Si bien una parte de estos delitos denotan mayor complejidad – sobre todo si es que no se
está frente a hechos aislados, sino frente a posibles redes articuladas -, lo cierto es que la
aplicación de la norma sin el debido análisis de los hechos, podría generar la pérdida de la
excepcionalidad de dicho plazo. A su vez, se podría llevar a un uso inadecuado del mismo,
justamente por el extenso listado de delitos que pueden considerarse como “cometidos por
una organización criminal”. De ser un plazo excepcional, aplicable a tres tipos penales
graves, se está pasando a la aplicación del mismo a más de 30 delitos.
Por otro lado, llama la atención la necesidad de la reforma constitucional sobre la materia.
Esto debido a que el artículo 264 del Nuevo Código Procesal Penal incluye un plazo de
detención preliminar judicial de 10 días para los delitos cometidos por organizaciones
criminales[6].
que la sanciona con una pena privativa de libertad no menor de seis meses ni mayor de
cuatro años y con noventa a ciento veinte días multa. Se trata de un concurso real de
delitos, en cuyo caso las penas se suman. Haciendo una prognosis de pena, de
encontrársele responsable de la comisión de ambos delitos, la pena privativa de la libertad a
imponerse se prevé que será mayor a cuatro años. La medida de prisión preventiva resulta
PROPORCIONAL. 3) EL PRINCIPIO DE NECESIDAD.- Positivizado en el inciso c) del inciso
primero del artículo doscientos sesenta y ocho del Nuevo Código Procesal Penal, que
señala que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras circunstancias del caso
particular, permita colegir razonablemente que tratará de eludir la acción de la justicia
(peligro de fuga) u obstaculizar la averiguación de la verdad (peligro de obstaculización).
Esto también se le conoce como PELIGRO PROCESAL. En el numeral doscientos sesenta y
nueve, en sus incisos tercero y cuarto, se señala que el Juez tendrá en cuenta la
importancia del daño resarcible y la actitud que el imputado adopta, voluntariamente frente
a él; asimismo, su comportamiento durante el procedimiento o en otro procedimiento
anterior, en la medida que indique su voluntad de someterse a la persecución penal. En el
caso del accidente de tránsito el comportamiento del conductor del vehículo es evidente
que no consideró la importancia del daño ocasionado (la muerte de una persona anciana) y
su actitud de fuga es un indicador que no tuvo la voluntad de someterse a la persecución
penal y en razón de sus antecedentes en el mismo proceso permite colegir razonablemente
que tratará de eludir la acción de la justicia, en cuyo caso la medida de prisión preventiva
resulta NECESARIA. Finamente, en los casos de apelación de la resolución de prisión
preventiva a fin de cautelar la vigencia del contradictorio y la oralidad de la audiencia, es de
aplicación lo previsto en el artículo cuatrocientos veintitrés inciso tres del Código Procesal
Penal; es decir, si no concurre la parte apelante (incluido su abogado) se declarará
inadmisible el recurso que interpuso. De igual forma se procederá si no concurre el Fiscal
cuando es parte recurrente. La judicatura nacional en atención a lo aprobado en el Pleno
Jurisdiccional Nacional Penal realizado los días dieciséis y diecisiete de Octubre del año
dos mil nueve, en la ciudad de Lima está procediendo de esta manera cuando no concurre la
parte apelante, declarando inadmisible el recurso impugnativo.
Se considera indicio todo aquel elemento perceptible, sea o no material, que resulta o se ve
implicado de la escena de un crimen y que permite imaginar la existencia de una circunstancia
determinada vinculada al suceso o crimen investigado.
De hecho, la investigación policial suele empezar por la recogida de indicios, que tras su posterior
análisis pueden servir para encontrar evidencias.
6. Evidencia: cuando algo demuestra la existencia de una relación
La evidencia se entiende como todo aquel elemento que permite establecer, de manera clara, la
relación entre dos elementos encontrados en la escena del crimen. Puede entenderse como
aquel indicio recogido que refleja claramente una relación con otro elemento. Por ejemplo, una
evidencia podrían ser huellas dactilares en un objeto robado o restos de sangre u otros fluidos
corporales sobre una persona u objeto.
Si bien pueden no tener un sentido lógico o este pueda no corresponderse con lo que parece
indicar a nivel conductual (por ejemplo, tener sangre de una víctima en la ropa no implica
necesariamente que la persona vestida con ella sea el o la agresora), resulta inequívoco el hecho
de que existe una vinculación (si la sangre en la ropa es de una persona, dicha prenda a estado en
contacto con la escena del crimen o con la víctima).
Las evidencias suelen obtenerse a través de la realización de análisis de la zona del crimen y de los
numerosos indicios encontrados, obteniéndose a través de ellos resultados objetivos.
Denominamos prueba a todo aquel elemento o argumento que se emplea con el fin de demostrar
la veracidad o falsedad de un hecho. Así pues, las pruebas son aquel instrumento empleado para
demostrar judicialmente un hecho y que permiten alcanzar el nivel de convicción necesaria para
aceptar o rechazar una idea o hipótesis concreta.
Podemos encontrar pruebas de dos tipos: Indiciarias o suficientes. Entendemos por pruebas
suficientes aquellas que permiten garantizar la implicación del acusado y que pueden bastar para
realizar un veredicto, siendo extraídas de evidencias.
En lo que respecta a la pruebas indiciarias, como se puede adivinar por su nombre son aquellas
que provienen de indicios que por sí mismos no resultan determinantes. Así, si bien permiten
pensar e indicar la culpabilidad o inocencia del acusado su presencia no basta para demostrar el
tipo de implicación del acusado.