GUÍA DE ESTUDIO Y ORACIÓN

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MINIBLOCK DE NOTAS
El Sermón del Monte
Es el sermón que Jesús dio en los capítulos 5-7 de Mateo.
La razón por la que se conoce como el Sermón del Montees que ahí ocurrió:
“Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus
discípulos. Y abriendo su boca les enseñaba” (Mt.5:1-2) El Sermón del Monte
es el más famoso sermón que Jesús dio alguna vez, quizás el más famoso
sermón dado por cualquier persona.
El Sermón del Monte cubre varios temas diferentes. Si tuviéramos
que resumir el Sermón del Monte en una sola frase, sería algo como esto:
Cómo vivir una vida consagrada y agradable a Dios, libre de hipocresía, llenos
de contentamiento, en sabiduría y discernimiento, sometidos al SEÑORÍO de
Cristo y celebrando la bienaventuranza de su PACTO de gracia en su REINO.

5:3-12 - Las Bienaventuranzas 6:5-15 - Cómo Orar

5:13-16 - Sal y Luz
5:17-20 - Jesús cumplió la Ley
5:21-26 - Ira y Asesinato
5:27-30 - Lujuria y Adulterio
5:31-32 – Matrimonio y Divorcio
5:33-37 - Juramentos
5:38-42 - Ojo por Ojo
5:43-48 - Ama a tus Enemigos
6:1-4 - Dar a los Necesitados
6:16-18 - Cómo Ayunar
6:19-24 - Tesoros en el Cielo
6:25-34 - No Te Preocupes
7:1-6 - No Juzgues Hipócritamente
7:7-12 - Pedir, Buscar, Llamar
7:13-14 - La Puerta Estrecha
7:15-23 - Falsos Profetas
7:24-27 - El Constructor Sabio

Mateo 7:28-29 concluye el Sermón del Monte con la siguiente declaración:

“Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina;
porque les enseñaba como quien tiene AUTORIDAD, y no como los escribas.”
El reino de Dios se ha acercado
Un reino es un territorio donde gobierna un rey. Y como Dios es el
Creador de todas las cosas, su reino se extiende por todo el mundo. Esto
manifiesta que el reino de Dios está dondequiera que Dios reina, y dado que
Él reina en todo lugar, el reino de Dios está en todas partes.
Pero en el Nuevo Testamento podemos ver que el REINO DE DIOS es
algo aún más profundo. Juan el Bautista sale del desierto anunciando con
urgencia: “Arrepentíos, porque el reino de Dios se ha acercado”. Y luego
Jesús aparece en escena con el mismo anuncio. Si el reino de Dios es todo el
universo sobre el cual Él reina, ¿Por qué alguien tendría que anunciar que el
reino de Dios estaba cerca o estaba por suceder?
Debemos tener en mente la idea del REINO MESIÁNICO de Dios.
Un reino que será gobernado por el Ungido escogido de Dios, quien no será
solo el REDENTOR de su pueblo, sino también su REY. Así que cuando Juan
habló de la proximidad de este dominio, se refirió al Reino del Mesías.

LA TAREA DE LA IGLESIA
ES HACER VISIBLE EL REINO INVISIBLE.
Jesús dijo: “…recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y
serán Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines
de la tierra” (Hch.1:7-8). Todo el Antiguo Testamento llama la atención a un
reino que NO solamente toma lugar en los corazones de las personas, sino a
un reino que se abriría paso en este MUNDO, un reino gobernado por el
Mesías escogido por Dios. Cuando Jesús vino, inauguró
el reino de Dios. Él no lo consumó, pero sí lo empezó. Y cuando ascendió al
cielo, fue allí para su coronación, para su investidura como Rey de reyes y
Señor de señores.
Cristo es Rey en este preciso minuto. Él está en el puesto de la más grande
autoridad cósmica. Toda la autoridad en el cielo y en la tierra ha sido dada al
ungido Hijo de Dios (Mt. 28:18).
Juan Calvino dijo que la tarea de la iglesia es hacer visible el reino invisible.
Lo hacemos al vivir de tal manera que damos testimonio de la realidad de la
monarquía de Cristo en nuestros trabajos, nuestras familias, nuestras
escuelas, e incluso nuestros billetes y chequeras, ya que Dios, en Cristo, es
Rey sobre cada una de estas esferas de la vida. La única forma en que el
reino de Dios se manifestará en este mundo antes de que Cristo venga es si
lo manifestamos por la forma en que vivimos como ciudadanos del cielo y
súbditos del Rey.
Un mundo en descomposición.
El cristiano no es alguien que viva
aislado. Está en el mundo, aunque no
pertenece a él; y tiene relación con el
mundo. En la Biblia siempre se
encuentran las dos cosas juntas. Se le
dice al cristiano que no debe ser del
mundo ni en ideas ni en perspectiva;
pero esto nunca significa que se aparte
del mundo. Ese fue el error del
monasticismo el cual enseñaba que
vivir la vida cristiana significaba, por
necesidad, separarse de la sociedad y
vivir una vida de contemplación. Pero
esto lo niega constantemente la
Escritura, sobre todo en este versículo
que hemos comenzado a estudiar.
1 Pedro 2:9 afirma exactamente lo
mismo. “vosotros sois linaje escogido,
real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciéis
las virtudes de aquel que os llamó de
las tinieblas a su luz admirable”.
En nuestro pasaje es
exactamente lo mismo. Somos pobres
en espíritu, misericordiosos, mansos,
tenemos hambre y sed de justicia, a fin
de que, en un sentido, podamos ser 'la
sal de la tierra.' Pasamos, pues, de la
contemplación del carácter del cristiano
a la consideración de la función y el
propósito del cristiano en este mundo
según la mente y propósito de Dios. En
los versículos que siguen de inmediato,
se nos explica en forma muy clara la
relación del cristiano con el mundo en
general. ¿Cuál ha de ser la relación del
cristiano con la sociedad y con el
mundo? Estamos en el mundo; no nos
podemos aislar de él.
Pero ¿qué podemos hacer, qué estamos
llamados a hacer como cristianos en
una situación así? Consideraremos lo
que dice el texto acerca del mundo, y
luego lo que dice acerca del cristiano
en el mundo.
'Vosotros sois la sal de la tierra.' Esto
no sólo describe al cristiano; describe
indirectamente al mundo en el que se
halla el cristiano. ¿Qué implica esto?
Implica con claridad la corrupción de la
tierra; implica una tendencia a la
contaminación y a convertirse en fétido
y molesto. Esto dice la Biblia acerca del
mundo. Es un mundo caído, pecaminoso
y malo. Es como la carne que tiene
tendencia a descomponerse. Es como
algo que sólo se puede conservar en
buen estado con la ayuda de algún
preservativo o antiséptico.
Como consecuencia del pecado
y de la caída, la vida en el mundo en
general tiende a descomponerse. Lejos
de haber en la vida y en el mundo una
tendencia a ascender, es lo opuesto.
El mundo, por sí mismo, tiende a
supurar. Hay en él gérmenes de mal,
microbios, agentes infecciosos en el
cuerpo mismo de la humanidad que, a
no ser que se los controle, causan
enfermedades. Por tanto, ningún
cristiano debería sentirse sorprendido
en lo más mínimo por lo que ha venido
ocurriendo en la historia humana.
Si esa posición bíblica es acertada,
entonces lo sorprendente es que el
mundo sea todavía tan bueno, porque
en su vida y naturaleza mismas hay
tendencia a la putrefacción.
12
Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los
cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de
vosotros. 13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se
desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino
para ser echada fuera y hollada por los hombres.
(Mat 5:12-13)

¿A qué sabe una vida bienaventurada?

1) Sabe a ____________________

2) Sabe a ____________________

3) Sabe a ____________________

4) Sabe a ____________________

ORA DURANTE LA SEMANA:

Por ti y tu familia
Ora para que conozcas las riquezas de tu salvación
en Cristo, y para que tu familia también lo haga.

“Mi oración es que los ojos de vuestro corazón

Sean iluminados, para que sepáis cuál es la esperanza
de Su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria
de Su herencia en los santos” (Ef.1:18).
 Vosotros sois la sal
El mundo actual es malo, pecador; y
mostrarse optimistas respecto al mismo
no es sólo totalmente antibíblico sino que
va en contra de lo que la historia misma
nos enseña.
Pasemos, sin embargo, al segundo
aspecto de esta afirmación. Es todavía
más importante. ¿Qué dice acerca del
cristiano que está en el mundo, la clase
de mundo que hemos estado estudiando?
Le dice que ha de ser como sal;
“vosotros, sólo vosotros” —porque esto
exige el texto— “sois la sal de la tierra”.
¿Qué nos dice esto? Lo primero es lo que
se nos ha recordado al estudiar las
Bienaventuranzas. Somos distintos del
mundo – La sal es esencialmente
diferente de aquello en lo cual se coloca
y en un sentido ejercita todas sus
cualidades siendo diferente. Como lo dice
nuestro Señor —“si la sal se
desvaneciere, ¿con qué será salada?
No sirve más para nada, sino para ser
echada fuera y hollada por los hombres”.
La característica misma de la condición
de sal indica una diferencia, porque un
poquito de sal se deja notar de inmediato
incluso en una masa abundante.
El cristiano es diferente de los demás.
Es tan diferente como lo es la sal de la
carne en la que se pone. El cristiano no
sólo ha de ser diferente, ha de gloriarse
de esta diferencia. Ha de ser tan
diferente de los demás como el Señor
Jesucristo lo fue del mundo en el que
vivió. El cristiano es una clase distinta,
única, notable de persona; ha de haber
en él algo que lo distinga, y que se
reconozca obvia y claramente. Que cada
uno, pues, se examine.
Lo primero que nuestro Señor subraya es
que una de las funciones principales del
cristiano respecto a la sociedad es
negativa. ¿Cuál es la función de la sal?
Su misión no es dar salud; es impedir
putrefacción. La función principal de la
sal es preservar y actuar como
antiséptico. Tomemos, por ejemplo, un
trozo de carne. Hay ciertos gérmenes en
su superficie, quizás ya han penetrado en
la misma, y corre el peligro de que se
pudra. La función de la sal con la que se
frota la carne es preservarla contra estos
agentes que tienden a pudrirla. Este
postulado es fundamental. No es la única
función del cristiano en el mundo,
también hemos de ser la luz del mundo,
pero en primer lugar este ha de ser
nuestro efecto como cristianos.
¿Cuántas veces pensamos en nosotros en
esta forma, como agentes del mundo con
la función de prevenir este proceso
concreto de putrefacción y
descomposición?
Otra función de la sal es dar sabor, o
impedir que los alimentos sean insípidos.
La vida sin el cristianismo es insípida.
Observemos la obsesión con los placeres.
Es evidente que la gente encuentra la
vida monótona y aburrida, de modo que
deben ir pasando de un placer a otro.
Pero el cristiano no necesita estos
pasatiempos porque tiene un sabor en la
vida — su fe cristiana. Saquemos al
cristianismo de la vida y del mundo, y en
qué vida tan insípida se convierte, sobre
todo cuando uno envejece o se encuentra
en el lecho de muerte. Carece por
completo de gusto y los hombres han de
drogarse de distintos modos porque
sienten la necesidad de sabor.
 14
Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un
monte no se puede esconder. 15 Ni se enciende una luz y se pone
debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los
que están en casa. 16 Así alumbre vuestra luz delante de los
hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a
vuestro Padre que está en los cielos. (Mat 5:14-16)

¿Cómo vamos a alumbrar al mundo?

1) Ni ______________, ni ______________

2) Ni ______________, ni ______________

3) Ni ______________, ni ______________

ORA DURANTE LA SEMANA:

Por tus vecinos, iglesia
y compañeros de trabajo
Ora para que las buenas obras de tu iglesia local
brillen como una luz para tu comunidad.

“Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada

sobre un monte no se puede ocultar” (Mt 5:14).
 Los cristianos están escasos…
El cristiano ha de funcionar como la sal
de la tierra en un sentido principalmente
individual. Lo hace con su vida y
conducta, siendo lo que es en todos los
ámbitos en los que se encuentre.
Por ejemplo, un grupo de personas quizá
están hablando de forma indigna. De
repente llega un cristiano, y de
inmediato su presencia produce efecto.
No dice ni una palabra, pero los demás
empiezan a cambiar de forma de hablar.
Está actuando ya como sal, ya está
controlando la tendencia a la
putrefacción y descomposición.
El cristiano puede ser sal en todos los
ámbitos y situaciones. Lo puede hacer en
la privacidad de su casa, en el taller u
oficina, o dondequiera que se encuentre,
y también como ciudadano en el país en
el que vive – El cristiano como individuo,
como ciudadano de un estado, ha de
preocuparse por asuntos políticos,
económicos o sociales ya que como
cristianos somos ciudadanos de un país, y
tenemos responsabilidad en cuanto tales.
Vemos en el Antiguo Testamento
después de cada reforma y avivamiento
hubo beneficios generales para la
sociedad. Recordemos también la
Reforma Protestante y veremos de
inmediato que afectó la vida en general.
Lo mismo es verdad de la Reforma
puritana. Pero el problema principal de la
actualidad es que hay demasiado pocos
cristianos, y que los que lo somos no
somos suficientemente sal – quiero decir
cristianos en el sentido genuino. Debo
admitir también que no se puede decir
de nosotros que cuando entramos en una
habitación los allí presentes cambian
enseguida de forma de hablar y de
conversación precisamente porque
hemos llegado. Ahí es donde fracasamos
lamentablemente. Un solo hombre
verdaderamente santo irradia esta
influencia; el grupo en el que se
encuentra sentirá su presencia.
El problema es que la sal se ha vuelto
insípida en tantos casos; y no influimos
en los demás siendo 'santos' en la forma
en que deberíamos. Aunque la iglesia
hace grandes pronunciamientos acerca de
tantos temas, el hombre medio no se
siente afectado. Pero si tenemos en un
tribunal a alguien que sea verdadero
cristiano, cuya vida haya sido
transformada por el Espíritu Santo, sí
afecta a los que lo rodean. Así podemos
actuar como sal de la tierra en tiempos
como los nuestros. No es algo que pueda
hacer la Iglesia en general; es algo que
debe hacer el cristiano individual. Es el
principio de infiltración celular. Un poco
de sal produce efecto en la gran masa.
Observemos la vida y la sociedad en este
mundo. ¿No es evidente la corrupción?
Contemplemos la descomposición que se
ha apoderado de todas clases de
personas y de todas las esferas. Son
graves problemas, y no se pueden
solucionar por medio de leyes, nada los
resolverá, salvo la presencia de un
número cada vez mayor de cristianos que
controlen la pudrición, la descomposición,
el mal y el vicio. Cada uno de nosotros en
nuestro círculo podemos controlar así
este proceso, y así toda la masa se
mantendrá.
16
He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues,
prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. 17 Y guardaos de
los hombres, porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os
azotarán; 18 y aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa de
mí, para testimonio a ellos y a los gentiles.
(Mat 10:16-18 R60)

¿Cómo debemos conducirnos?

1) Precaución ___________________________

2) Participación __________________________

3) Piedad ______________________________

4) Perseverancia _________________________

ORA DURANTE LA SEMANA:

Por tu ciudad y nación
Ora para que tu nación abandone sus ídolos y
adore al único Dios verdadero.

“Tributad al Señor, oh familias de los pueblos,

tributad al Señor gloria y poder” (1 Cr 16:28).
La sal debe sazonar y la luz debe brillar.
En cuanto la sal deja de salar no sirve
para nada y lo único que se puede
hacer es echarla lejos. Nada le queda
una vez que pierde su cualidad esencial
y el propósito con que fue hecha.
Lo mismo ocurre con la luz., cuya
característica esencial es dar luz; su
cualidad esencial es su única función,
una vez que la pierde, se vuelve
completamente inútil.
Según el razonamiento de nuestro
Señor, esto es lo que hay que decir del
cristiano. No hay nada en el universo
de Dios que sea más inútil que un
cristiano puramente de apariencia.
Ya el apóstol Pablo advirtió sobre
personas que 'tendrán apariencia de
piedad, pero negarán la eficacia de
ella.' Parecen cristianos pero no lo son.
Desean presentarse como cristianos,
pero no actúan como tales. Son sal sin
sabor, luz sin luz - El cristiano de dicho
sabe bastante del cristianismo, como
para que el mundo le resulte incómodo;
pero no sabe lo suficiente como para
que resulte de valor para ese mundo.
No está de acuerdo con el mundo
porque sabe lo suficiente de él como
para tener miedo de ciertas cosas; y los
que viven como mundanos saben que
trata de ser diferente y que no puede
ser completamente de los suyos.
Por otra parte no tiene una verdadera
intimidad con los cristianos. Posee algo
de 'cristianismo', pero no lo suficiente
para hacerlo feliz, para darle paz, gozo
y abundancia de vida. Me parece que
esas personas son las más infelices del
mundo.
No actúan ni como mundanas ni como
cristianas. No son nada, ni sal ni luz, ni
una cosa ni otra. Y de hecho, viven
como parias, por así decirlo, del mundo
y de la Iglesia. No quieren considerarse
como del mundo, mientras que por otra
parte no entran a formar parte plena de
la vida de la Iglesia. Estas son, pues, las
personas más trágicas y patéticas, y la
advertencia solemne que tenemos en
este versículo es la advertencia de
nuestro Señor contra los que viven en
ese estado y condición. Las parábolas
de Mateo 25 refrendan esto; en ellas se
nos habla de la exclusión definitiva de
tales personas, como sal que se echa
fuera. Para su sorpresa vendrán a
hallarse al lado de afuera de la puerta,
pisoteados
Que Dios nos dé gracia para
examinarnos a la luz de esta idea tan
sencilla. La gran esperanza de la
sociedad de hoy está en un número
cada vez mayor de cristianos genuinos.
Que la Iglesia de Dios se dedique a eso
y no a gastar energías y tiempo en
asuntos que no le corresponden. Que
cada cristiano se asegure de que posee
esta cualidad esencial de ser sal, de
que por ser lo que es, constituye un
control o antiséptico en la sociedad,
impidiéndole que se corrompa, que
vuelva, quizá, a una época de tinieblas.
¿Acaso nuestra generación no está
depravándose cada vez más de una
manera visible? Somos ustedes y yo y
otros como nosotros, cristianos, los
únicos que podemos impedirlo. Que
Dios nos dé la gracia de hacerlo.
 32
A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres,
yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.
33
Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres,
yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.
(Mat 10:32-33)

¡Somos la resistencia!

1) Que todos ___________________

2) Que nadie ___________________

3) Que Cristo ___________________

4) Que el cielo ___________________

ORA DURANTE LA SEMANA:

Por el mundo y la iglesia global
Ora para que Dios provea oportunidades
para que el evangelio penetre a los grupos no alcanzados.

“Orando al mismo tiempo también por nosotros,

para que Dios nos abra una puerta para la palabra,
a fin de dar a conocer el misterio de Cristo” (Col 4:3).
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E Príncipe de paz de Mérida

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Las reflexiones 1-4 son de Martyn Lloyd Jones, sobre “El sermón del monte”