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PARABOLA DE LA LEVADURA

LECTURA BIBLICA MATEO MAT 13:33 Y LUC 13:21-22

INTRODUCCION

Las parábolas son historias que son utilizadas para hacer paralelos o comparaciones con algo o sea algo
espiritual es comparado con algo material y cotidiano y fueron muy utilizadas por Jesús para presentar verdades
profundas del reino de Dios.

El tema central aquí es la expansión del reino de Dios, no debemos caer en los extremos del simbolismo de la mujer
ni la medida.  Tan solo era necesario una pequeña medida de levadura para hacer reaccionar la expansión del pan,
haciéndolo sabroso, y dándole una brillante textura.

Jesús estaba hablando de como el reino de Dios se extendería de la misma forma como ocurre con la levadura en la
harina y la hace crecer. Y aunque la levadura en otras partes de las Escrituras, representa la influencia del mal, en
este contexto hace referencia a la buena noticia que se proclamaría y transformaría a hombres y mujeres en
diferentes lugares del mundo.

Para eso debemos revisar a los personajes y acciones que contiene la para bola

La mujer

La levadura

La masa

Proceso de amasar

La parábola de la levadura es una parábola bastante corta que en Mateo solamente tiene un versículo, y en Lucas
dos; sin embargo, es una de las parábolas que más cantidad de interpretaciones tiene.

La parábola de la levadura se encuentra en Mateo (13:33) y en Lucas (13:20,21). Y de acuerdo a intérpretes serios
de la Biblia el significado de la parábola es que la mujer representa a la Iglesia, la levadura en la masa representa
el trabajo del Espíritu de Cristo en las personas y todo leudado es el efecto que hace el evangelio en el mundo
entero (la masa).

Contexto de la parábola de la levadura

Jesús contó esta parábola a mucha gente (Mateo 13:1-2). Jesús acababa de salir de su casa y se sentó cerca al mar
para hablar. Inmediatamente, una multitud de personas llegó para escucharlo, así que, para hablar mejor con la
gente y ser escuchado por todos, subió a una de las barcas que estaban ancladas para poder expandir su voz.

En este capítulo, Jesús contó una serie de ocho parábolas sobre el Reino de los Cielos, a saber: El sembrador, El trigo
y la cizaña, La semilla de mostaza, La levadura, El tesoro escondido, La perla de gran precio, La red y Los tesoros
nuevos y viejos. Las primeras cuatro parábolas fueron dichas a la multitud (Mateo 13:1, 2, 36), y las últimas cuatro
fueron contadas específicamente a los discípulos después de que Jesús había despedido de la multitud (Mateo
13:36).

Explicación de la parábola de la levadura Algo importante que se debe entender de las parábolas del reino de los
cielos es que todas ellas representan un aspecto diferente del reino de Dios y que todas se complementen entre sí.

La principal enseñanza de la Parábola de la Levadura es la atención en el poder interno del reino, el cual influye
invisiblemente en todo. La levadura fermenta toda la masa, eso significa la influencia de la palabra de Dios en
todo el mundo. La palabra de Dios va creciendo y va influenciando a las personas, las familias, la vida laboral, la
política, la industria, el comercio, la educación hasta que todo el mundo recibe o escucha el evangelio.
Al respecto, el pastor William Hendriksen, en su comentario del Nuevo Testamento, explica que se debe al principio
invisible de la vida eterna, que por el Espíritu Santo se planta en los corazones de los ciudadanos del reino y ejerce
una influencia creciente.

La palabra del Señor es como la levadura que está destinada a fermentar toda la masa, y la masa es el mundo
entero. Los panes no eran panes pequeños; estas tres medidas de harina que son como doce kilos cada una; es un
montón de masa, son casi cuarenta kilos; es decir que Jesús se estaba refiriendo a algo muy grande.

¿Por qué son tres medidas? bueno, la costumbre en la época cuando se hacía pan, y se prendía el horno, no era para
hacer un pan pequeño solamente para un día; no, la costumbre era hacer pan para varios días, y por lo general se
hacía para familias grandes y numerosas; entonces se hacía una masa grande; eso era lo común; el Señor tomó un
ejemplo de la práctica común de la época. Después de hacer toda esta mezcla, la mujer simplemente dejó reposar la
masa, esperando que la levadura hiciera subir la masa.

Nota: Algunos eruditos generan controversia sobre la cantidad de harina, argumentando que ninguna ama de casa
haría una masa tan grande. Aunque es una cantidad importante, no se puede afirmar que sea inusual, porque
incluso Sara, la esposa de Abraham uso cantidades similar en Génesis 18:6.

Diferentes interpretaciones de la parábola de la levadura

Aunque la parábola es corta y parece ser simple, se pueden encontrar muchas interpretaciones sugeridas. Algunos
entienden que las tres medidas se refieren a cuerpo, alma y espíritu, o que representan judíos, gentiles y
samaritanos, o algo escatológico.

Otra discusión entre intérpretes es sobre el tema de la levadura. Algunos argumentan que la levadura simboliza
algo malo y corrupto, que daña la comunión con Dios. Quienes defienden esta idea argumentan que en toda la
Biblia la levadura indica algo malo. Sin embargo, esta posición no puede sostenerse, ya que contradice totalmente el
contexto de la parábola. 

Hay palabras que en la Biblia se usan en distintos contextos y distintos sentidos. Podemos usar por ejemplo la
palabra «serpiente»; esta palabra se puede asociar con el mal en los siguientes pasajes (Génesis 3:13; Salmo
58:4; Proverbios 23:32; Isaías 27:1; Mateo 23:33; 2 Corintios 11:3), sin embargo, en (Números 21:8 y Juan 3:14), la
serpiente representa claramente a Cristo y también en Mateo 10:16 podemos encontrar al mismo
Señor aconsejándonos ser «prudentes como serpientes».

Vea aquí: ¿Cómo se divide la Biblia?, Planes de lectura de la Biblia

Lo mismo ocurre con el león, la Biblia menciona que el Señor es el león de la tribu de Judá (Apocalipsis 5:5),
asociando al león con algo bueno, pero también dice que Satanás anda como león rugiente buscando a quien
devorar (1 Pedro 5:8), asociando al león con algo malo.

Una regla básica de interpretación de textos bíblicos es tener en cuenta el contexto, ya que éste define el
significado. Por tanto, en esta parábola, el contexto no relaciona a la levadura con el mal o el pecado. Y por tanto no
se puede generalizar el significado de las palabras sin el contexto.

Lecciones de la parábola de la levadura

Podemos citar al menos cuatro lecciones importantes de esta parábola:Lo invisible muestra resultados visibles: la
levadura es invisible en la masa, pero todos observan el resultado «crece». De la misma manera, el reino de Dios
crece todo el tiempo, empezó con doce personas, luego con 70, luego con 120, luego con 500, luego llenaron
Jerusalén y seguirá leudando «creciendo» hasta llegar a lo último de la tierra (Hechos 1:8), es decir, seguirá
creciendo hasta el último rincón de este planeta hasta que venga Cristo.

1. Toda la masa debe estar fermentada: la masa que hay que fermentar es toda la tierra. Toda la civilización, todas
las civilizaciones; por eso son tres medidas, representan todo; y el Señor nos envió con el Evangelio; nosotros somos
esta mujer; que a través del Evangelio, del Espíritu Santo, de la palabra de Dios, de la práctica correcta, vamos
fermentando la masa.
2. La levadura es el gobierno del Señor: el Señor tiene que reinar en todos los aspectos de nuestra vida, en nuestro
trabajo, en nuestra ciencia, en nuestra ética, en nuestra estética, en todo tiene que reinar el Señor. Los cristianos
debemos combatir la miseria, estar atentos a las necesidad del pobre, ser solidarios con causas sociales legítimas,
debemos defender la justicia contra las injusticias, etc. En resumen, el creyente debe actuar con integridad en todas
las áreas para que las enseñanzas de las Escrituras sea relevante en todas partes (en toda la masa).

3. El reino de los cielos es como la mujer que toma la levadura: el Señor compara el reino con esta mujer, que es la
Iglesia, y que toma esa levadura para extender el reino en el medio en el cual la Iglesia vive. Los valores cristianos
fermentan toda la masa, hacen bien a la sociedad; es como lo que decía el Señor, somos la sal de la tierra que evita
la corrupción; ahí usó la sal en el sentido positivo; de la misma forma usa la levadura en el sentido positivo.

EJEMPLOS DE LO QUE HACE EL EVANGELIO

 Así como la levadura hace que el pan se vuelva algo suave y apetitoso, así el evangelio del reino de los cielos llega al
corazón del hombre y poco a poco comienza a transformarlo desde adentro hacia fuera de tal forma que aquellos
que lo ve se maravillen del cambio extraordinario que Dios ha hecho en la vida de estas personas. Uno puede ver
varios ejemplos de esto en la Biblia. Por ejemplo, el endemoniado gadareno, la gente se maravillaba de ver vestido y
en sus cabales a aquel que había deambulado desnudo y loco por los sepulcros: “Y salieron a ver lo que había
sucedido; y vinieron a Jesús, y hallaron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús,
vestido, y en su cabal juicio; y tuvieron miedo”, (Lucas 8:35). Uno puede ver como este poder transformador cambio
la vida de una mujer que tenía 7 demonios y se había convertido en una gran servidora de Cristo: “y algunas mujeres
que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían
salido siete demonios”, (Lucas 8:2). Aun podemos recordar como un humilde pescador llamado Pedro, hombre
impetuoso, colérico e inconstante que negó con maldiciones a nuestro Señor Jesús fue transformado poco a poco
por este poder sobrenatural en un gran apóstol el cual maravillo hasta a los doctores de la ley de su
tiempo: “Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se
maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús”, (Hechos 4:13). Esto es lo que hace el evangelio del
reino de Dios, transforma totalmente la vida de los hombres no importa que se trate del peor pecador, el Señor lo
toma para engrandecerlo y para testimonio de su gran poder: 

Así es el evangelio del reino de Dios, comienza desde adentro y transforma el corazón del hombre y luego esta
transformación crece hasta hacerse visible a los ojos de todo el mundo, siendo estos redimidos el testimonio viviente
del poder de Dios para cambiar al hombre de tal forma que no hay nadie que haya descendido tan bajo como para
que Dios lo levante y restaure su vida, aun desde el peor basurero de este mundo puede ser tomado y experimentar
esta gloriosa restauración ya que lo único que necesita es tener fe en Jesús y Él hará el resto: “El levanta del polvo al
pobre, y del muladar exalta al menesteroso, para hacerle sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor”, (1
Samuel 2:8).

¿QUÉ ES EL EVANGELIO DE JESUCRISTO? El Evangelio de Jesucristo es el plan de nuestro Padre Celestial para la
felicidad y la salvación* de Sus hijos. Se le llama Evangelio de Jesucristo porque la expiación de Jesucristo es el
elemento principal del plan de nuestro Padre Celestial. De acuerdo con ese plan, nuestro Padre envió a Su Hijo
Jesucristo al mundo para mostrarnos cómo llevar una vida plena y feliz, y experimentar gozo eterno después de esta
vida

La palabra evangelio significa "buenas nuevas", así que el evangelio de Cristo son las buenas nuevas de Su venida con
el fin de ofrecer el perdón de los pecados a todos los que crean (Colosenses 1:14; Romanos 10:9). Desde el pecado
del primer hombre, la humanidad ha estado bajo la condenación de Dios (Romanos 5:12). Puesto que todos
quebrantan la ley perfecta de Dios cometiendo pecados, todos son culpables (Romanos 3:23). El castigo por el
crimen del pecado es la muerte física (Romanos 6:23) y luego pasar una eternidad en un lugar de castigo (Apocalipsis
20:15; Mateo 25:46). A esta separación eterna de Dios se le llama también "la segunda muerte" (Apocalipsis 20:14-
15).
La mala noticia de que todos son culpables de pecado y condenados por Dios se contrarresta con el evangelio, las
buenas nuevas de Jesucristo. Dios, por Su amor al mundo, ha abierto un camino para que el hombre sea perdonado
de sus pecados (Juan 3:16). Envió a su Hijo, Jesucristo, para tomar los pecados de la humanidad sobre sí mismo por
medio de la muerte en una cruz (1 Pedro 2:24). Al echar nuestro pecado sobre Cristo, Dios garantizó que todos los
que crean en el nombre de Jesús serán perdonados (Hechos 10:43). La resurrección de Jesús garantiza la justificación
de todos los que creen (Romanos 4:25).

La Biblia explica el contenido del mensaje del evangelio: "Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he
predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que
os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí:
Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día,
conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos
hermanos a la vez" (1 Corintios 15:1-6). En este pasaje, Pablo enfatiza la supremacía del evangelio...es de "primera
importancia". El mensaje del evangelio contiene dos hechos históricos, respaldados por las Escrituras: La muerte de
Cristo y Su resurrección. Ambos hechos están respaldados por otras pruebas: La muerte de Cristo se demuestra con
Su sepultura, y Su resurrección con los testigos oculares.

El evangelio de Jesucristo son las buenas nuevas de que Dios proveyó el camino para que el hombre sea liberado del
castigo del pecado (Juan 14:6; Romanos 6:23)

El evangelio de Jesucristo es la mejor noticia que se haya oído jamás, y lo que una persona haga con esta noticia
determinará dónde pasará la eternidad. Dios te está llamando a elegir la vida. Invoca el nombre del Señor y sé salvo
(Romanos 10:13

Nuestro mensaje es el evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Yo no cruzaría ni la calle –mucho menos, el océano–
para lograr que alguien se interesara en la religión; pero estoy dispuesto a ir a cualquier lugar del mundo a
predicar el evangelio del Hijo de Dios.

El evangelio es el poder de Dios que toma a un ladrón y lo convierte en una persona honesta. El evangelio es el
poder de Dios que transforma a un asesino en alguien con un corazón lleno de amor. El evangelio es el poder de Dios
que toma a un hombre o a una mujer caídos, levanta a esa persona y la hace pura como un ángel. ¡El evangelio de
Jesucristo es el poder de Dios que puede cambiarlo a usted!

Después de 2000 años, el evangelio no ha perdido nada de su antiguo poder. Es tanto el poder de Dios
para salvación hoy como lo fue cuando se lo predicó por primera vez. Puede vencer todos los obstáculos y romper
todas las barreras. El pecado no es obstáculo, ya que aun en los extremos de desesperanza y degradación, el
evangelio florece, porque lleva consigo la abundante gracia de Dios.

El evangelio funciona en cualquier lugar, en todo lugar. Ha sido declarado en todos los continentes de la tierra, en
todas las condiciones sociales, raciales, culturales y económicas que sea posible imaginar. Siempre funciona y
siempre produce el mismo fruto. Despeja las tinieblas, libera de ataduras, libera a los cautivos del pecado e
imparte libertad y paz.

¿Qué es, entonces, el evangelio de la gracia de Dios? Si la Biblia enseña que somos salvos por creer el evangelio,
¿qué es lo que debemos creer?

Pidámosle la respuesta a Pablo. Él nos señala en 1 Corintios 15:1-4: “Ahora, hermanos, quiero recordarles el
evangelio que les prediqué, el mismo que recibieron y en el cual se mantienen firmes. Mediante este evangelio son
salvos, si se aferran a la palabra que les prediqué. De otro modo, habrán creído en vano. Porque ante todoles
transmití a ustedes lo que yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, que fue
sepultado, que resucitó al tercer día según las Escrituras”.

Nosotros, los seres humanos, con nuestras limitaciones de tiempo y espacio, fechamos la muerte del Señor Jesús en
el primer siglo de la presente era y la ubicamos en “la colina verde, allá lejos, fuera de los muros de la ciudad”. Pero,
en lo que a Dios concierne, es un acontecimiento atemporal.
En realidad, el Señor Jesús fue muerto, en la mente y en el plan de Dios, desde antes de la fundación del mundo
(Apocalipsis 13:8). Para el ojo de la fe, la muerte de Jesucristo está tan cerca de nosotros como lo estuvo para el
ladrón que murió junto a Él.

Pero Pablo no se limitó a declarar la obra de la cruz. El hecho de que el Señor Jesús murió para salvar es una mitad
del evangelio; el hecho de que resucitó de los muertos para guardar es la otra mitad. Ambas partes son esenciales
en el evangelio completo de la gracia de Dios. Jesús habría sido un Salvador insuficiente si hubiera permanecido
muerto. El hecho de que murió y ahora vive en el cielo por nosotros demuestra que Él es un Salvador
completamente suficiente.

Recíbalo con sus ojos: “Mirad a mí, y sed salvos” (Isaías 45:22, RV60). Recíbalo con sus pies: “Vengan a mí todos
ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso” (Mateo 11:28). Recíbalo con sus manos: “El que
quiera, tome gratuitamente del agua de la vida” (Apocalipsis 22:17). Recíbalo con sus labios: “Prueben y vean que el
Señor es bueno” (Salmos 34:8). Recíbalo con sus oídos: “Escúchenme y vivirán” (Isaías 55:3). Recíbalo con su
voluntad: “Elijan ustedes mismos a quiénes van a servir” (Josué 24:15). Recíbalo con su corazón: “Confía en el Señor
de todo corazón” (Proverbios 3:5).

Si usted lo recibe, Él lo recibirá a usted, y descubrirá que este evangelio, que habla de la muerte, la sepultura y la
resurrección de Cristo por usted, es poder de Dios para salvación eterna.

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