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1: El comercio
1.1. Introducción
1.1. Introducción
Si tomamos en cuenta que esto tiene como principal destinatario al estudiante universitario
de la carrera de derecho, se hace necesario iniciar el estudio de esta disciplina del derecho,
tomando como referencia a la actividad que dio origen al nombre de la materia que centra
nuestro estudio, cuál es el comercio.
Tan importante es para el alumno tener generales conocimientos de esta actividad, que solo
será a partir de aquello que el lector podrá convenientemente introducirse al interior de
nuestra disciplina y entender sus diferentes institutos de una manera más objetiva.
poca importancia tendría para nuestro estudio, si al comercio lo tratáramos desde el punto
de vista económico, así como poca sería la importancia si a los actos de las personas los
analizáramos desde el punto de vista de la sociología; esto en razón a que de estudiarse por
separado estos elementos que componen la actividad comercial, no podríamos estructurar la
ciencia del Derecho comercial pues, es la interrelación de los elementos personas en el
intercambio de bienes, valores y servicios en forma habitual y con fines lucrativos los que
configuran el objetivo de esta materia.
Es por eso que a partir de precisar la idea de comercio y su evolución histórica, que
penetraremos al interior de nuestra disciplina, rescatando los elementos necesarios para su
cabal comprensión.
Por consiguiente, para que una actividad de intercambio de bienes pueda merecer el
concepto legal de comercio, deben concurrir al mismo tiempo en la transacción ciertos
elementos, tales como que la realicen las personas; que recaigan sobre bienes, valores o
servicios de aprovechamiento licito; que se las haga en forma habitual o profesional: y que
la actividad tenga como finalidad el obtener una ganancia. Veamos cada una de ellas:
a) Que la realicen las personas. Los sujetos del comercio deben ser necesariamente
personas, tanto físicas o naturales como jurídicas o colectivas, pues no existe la posibilidad
de que esta actividad sea ejercida entre otros seres vivos. Obviamente que cuando nos
referimos a las personas físicas, estas tienen que tener capacidad de ejercicio de acuerdo a la
ley civil, y cuando hacemos alusión a las personas colectivas como sujetos de las relaciones
de comercio, estamos hablando de personas jurídicas legalmente establecidas; como ser una
sociedad comercial, una sociedad o asociación civil, o cualquier
c) Que se le haga en forma habitual o profesional. Los negocios deben hacerse por las
personas en forma habitual o profesional; es decir, tienen que realizarse en forma repetida y
con cierta frecuencia, y hacer de la persona que realiza su principal actividad. La suma de
esas actividades, es que da a las personas que lo realizan, la calidad de comerciante. Los
bienes que se adquieran en las negociaciones no deben determinarse para su propio
consumo, sino para satisfacer necesidades secundarias. No constituye comercio aquellos
negocios de intercambio de bienes que realiza una persona en forma aislada y para su
propio uso, sino aquellos que se hacen en forma continuada, profesional y para el consumo
de terceros.
El afán lucrativo, como ya se dijo, constituye el ánimo de obtener una ganancia en cada
delación; pero eso es de resultado aleatorio, pues no siempre en la realización de un negocio
comercial se obtiene una ganancia, ya que algunas veces se pierde. Sin embargo, se gane o
se pierda, lo importante es que esté presente en cada relación el ánimo de lucro, aunque ello
no siempre se obtenga.
Una vez que hemos precisado los elementos del comercio, creemos que podemos concluir
indicando que se entiende por comercio, desde el punto de vista jurídico, a las
negociaciones que hacen las personas en forma habitual, con el objeto de comprar, vender,
permutar, o cuando realizan cualquier otra forma de transferencia de bienes, valores o
servicios, que estén dentro de lo que es lícito, y buscando o procurando con ello obtener una
utilidad.
El comercio facilita el intercambio de productos en todo orden de cosas, Sin interesar para
nada si los centros de producción se encuentran cerca o lejos de los centros de consumo,
pues el comercio hace trasladar las mercaderías de un lugar a otro por más alejadas que
ellas se encuentren. También traslada de un lugar a otro las costumbres de las diferentes
sociedades; interacciona social económica y políticamente a los pueblos, y en general
determina la capacidad económica de las naciones.
Es tan importante el comercio, que no hay gobierno de un país que no tenga entre su
programa de actividades una política económica, la cual debe ser orientar e impulsar, pues,
a mayor comercio, mayor capacidad económica y a mayor capacidad económica, más
trabajo y mejor bienestar para sus gobernados. Inclusive el poderío económico permite a los
países ocupar lugares de privilegio dentro de las directrices de las organizaciones que tienen
que ver con el comercio a nivel internacional.
1.4. Origen y Evolución del Comercio
1.4. Origen y Evolución del Comercio
Del concepto y de los elementos citados anteriormente, debemos indicar que el comercio no
nació con la humanidad, sino mucho después, cuando el hombre se volvió sedentario, formó
pueblos y creó su familia, sintiendo de esta manera necesidades más complejas que las de
mera supervivencia, deseando obtener bienes que él solo no podría producir; es así que
aparecieron personas que se dedicaron habitualmente a realizar actividades de
intermediación entre productores y consumidores, los que se beneficiaban con la utilidad
que recibían por adquirir productos para transferirlos por un importe mayor. A estas
personas se las llamó mercantes o comerciantes.
Como las necesidades, tanto de los productores como de los consumidores, iban en
aumento, el intercambio de mercaderías se hizo más intenso y los comerciantes necesitaron
de ayuda para realizar sus trabajos de intercambio de productos, naciendo así los auxiliares
de comercio y los transportadores.
Posteriormente, apareció la moneda y con ella la compra venta, las personas que se
dedicaban a prestar dineros con intereses; aparecieron las primeras formas de sociedades
con el ánimo a reunir dineros de varias personas para ser invertidos en un esfuerzo común.
En suma, la actividad comercial se hace más compleja debido a la ampliación de los
mercados, a la forma de producción, a la forma y evolución de la organización social que
requiere de otros elementos, apareciendo nuevas formas de comercio, hasta llegar a nuestras
épocas donde el comercio se presenta en grandes volúmenes y con los tipos de
organizaciones que nosotros conocemos en la actualidad.
Como quiera que la exposición de la evolución histórica del comercio proporciona una
visión evolutiva y panorámica de los comportamientos sociales, permitiéndonos a través de
ella comprender mejor la materia; por su importancia para el derecho en situar las
instituciones jurídicas y seguir su comportamiento, creemos necesario hacer una pequeña
exposición sobre la evolución de la actividad comercial a lo largo de la existencia de la
humanidad, tomando como referencia algunos acontecimientos que marcaron hitos en su
desarrollo. Así tenemos;
Comienza con los primeros datos que se tienen a partir de la Pre Historia y termina con la
caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476. En esta época predomina la
economía de consumo, pues, aunque el hombre había dejado de ser nómada y se situaba en
viviendas agrupadas mayormente por razones de familiaridad, solo algunas de estas urbes
prosperaban favorecidas por situaciones geográficas y políticas, convirtiéndose así en
centros mercantiles de alguna importancia.
Al cabo de algunos siglos de persistir esta situación, aquellos pequeños reinos crecieron de
tal modo que se convirtieron en ciudades formando verdaderas urbes, adquiriendo niveles
de importancia dentro del mundo político y comercial de la época, tal es el caso de
Alemania, Florencia, Bélgica, Holanda y muchas otras. Es a partir de la segunda mitad de la
Edad Media (siglos XII al XV) que el comercio resurge en Europa, especialmente en la
península Itálica por su posición geográfica en el Mediterráneo, convirtiéndose así en el
centro comercial del mundo.
Si bien es cierto que en esa época la actividad comercial de la Península fue intensa,
también Alemania, España, Inglaterra, Holanda, Bélgica y otros pueblos vecinos, se
constituyeron en centros importantes, apareciendo un tipo de comercio monopólico entre las
colonias con los países conquistadores, tal es el caso de España, Francia, Holanda y
Portugal, que obligaban a sus colonias a venderles sus productos en forma exclusiva. En esa
época apareció en Génova el primer banco.
En los siglos XIV y XV el comercio en los puertos del Mediterráneo era tan intenso que dio
lugar a la aparición de los impuestos de importación, a la aparición de tribunales
jurisdiccionales mercantiles y a la dictación de una gran cantidad de leyes propias de la
actividad comercial, novedades que se daban a conocer a través de publicaciones de prensa.
Poco a poco esa intensa actividad comercial que existía en los pueblos europeos, fue
decayendo, producto de la mala administración de las economías, la que dio lugar al cierre
de varias empresas grandes de la época que determinó la disminución de esa actividad;
actitud que fuera fuertemente recriminada por los pensadores de la época, dando origen en
forma posterior a la Revolución Francesa de 1789, periodo en el cual hubo un verdadero
estancamiento de la actividad comercial en toda Europa.
El comercio en la Edad Contemporánea, abarca desde finales del siglo XVIII hasta la
actualidad, ha experimentado una serie de transformaciones significativas debidas a la
industrialización, la globalización y los avances tecnológicos. Aquí te proporcionamos una
visión general de cómo ha evolucionado el comercio en este período:
1. Revolución Industrial: A lo largo del siglo XIX, la Revolución Industrial
transformó la producción, la tecnología y el transporte. La introducción de
maquinaria y la mejora en los métodos de producción llevaron a un aumento en la
oferta de bienes ya una disminución de los costos de producción, lo que a su vez
estimuló el comercio a nivel nacional e internacional.
2. Colonización y expansión imperial: Durante el siglo XIX y principios del XX, las
potencias coloniales europeas seguirán imperios en diversas partes del mundo. Esto
permitió un flujo de recursos naturales y productos manufacturados desde las
colonias hacia las metrópolis, lo que impulsó el comercio entre diferentes regiones.
4. Acuerdos comerciales: A lo largo del siglo XX y XXI, se han establecido una serie
de acuerdos comerciales regionales y globales con el de fomentar el comercio entre
países objetivo. Ejemplos notables incluyen la Unión Europea, el Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (ahora eliminado por el T-MEC), y diversos
acuerdos en Asia-Pacífico.
Fue después de la Segunda Guerra Mundial que los Estados establecen políticas de
asociaciones comerciales internacionales. Es así que en 1945 Las Naciones Unidas crea el
Fondo Monetario Internacional para favorecer el comercio internacional y la cooperación
monetaria, teniendo como principal fin el de prestar ayuda financiera a los estados
miembros que se encontraban con dificultades temporarias de pago.
De igual manera, en ese periodo se crearon entre países con ciertos vínculos territoriales,
culturales o comerciales, grupos regionales; tales como la Comunidad Económica Europea,
y en nuestro continente el Mercado Común Centroamericano, La Asociación
Latinoamericana de Libre Comercio, El Mercado Común del Caribe, la hoy llamada
Comunidad Andina de Naciones, El Mercado Común del Sur, y muchos otros.
Estas instituciones de Cooperación económica, están representadas por los gobiernos de los
países signatarios, directivas que elaboran políticas internacionales de índole comercial y de
cooperación mutua a través de normas jurídicas de obligatoria observancia. Recientemente,
con la tendencia neoliberal del mundo actual y la consiguiente globalización de las
economías, el protagonismo de las actividades económicas ha pasado a la empresa privada,
quedando los gobiernos encargados de la creación de políticas económicas y del control y
fiscalización de ellas. Lo que significa que hoy en día la empresa privada es la ejecutora de
los programas económicos de sus gobiernos.
Hay que tomar en cuenta, sin embargo, que el gobierno recientemente establecido en
Bolivia es de corte socialista: por consiguiente, es posible que la política de economía de
libre mercado establecida a partir del año 198 puestas tener un cambio radical en nuestro
país. De ser así, volvería al Estado a ser un Estado productor y no solamente normador.
El comercio aéreo tomó proporciones enormes por la facilidad y la rapidez con las que se
realizaba.
Cada uno de estos modos de comercio tiene sus propias ventajas y desafíos, y su uso
depende de factores como la distancia, el tipo de mercancía, la infraestructura disponible y
la eficiencia del transporte en cada región. En muchas partes del mundo, utilice estos modos
de transporte para lograr una logística eficiente y una conectividad global.
Esto significa que el hombre ha venido elaborando, con el transcurrir de los tiempos y en
forma científica, una serie de normas y principios jurídicos, escritos o no, que sirven para
delimitar su accionar dentro de la sociedad.
Estas normas y principios, cuando están cronológicamente ordenadas y han sido elaboradas
y aprobadas por autoridad competente delegadas por el Estado y son de obligatoria
observancia, reciben el nombre genérico de leyes derecho positivo; sin embargo, aquellas
normas y principios no obligatorios, no aparecidas en forma de códigos o leyes, pero que,
sin embargo, son de contenido jurídico y tratan sobre diferentes temas de esa naturaleza,
reciben el nombre de reglas o principios jurídicos o doctrinales.
Como quiera que ese conjunto de normas y principios jurídicos que rigen la conducta del
ser humano, es tan extenso, se hizo necesario caracterizarlas por materia para su mejor
reglamentación, comprensión y aplicación. De ahí pues, que la ciencia del derecho tiene en
su interior diferentes disciplinas, de acuerdo a la materia de la cual se trate.
Ya lo tenemos dicho, que la magnitud del concepto del derecho en general, obligó a esta
ciencia social a dividirlas en diferentes disciplinas que traten sobre determinados tipos de
conductas en particular; es así que una de ellas es la materia de nuestro estudio, la misma
que tiene que ver con la conducta del hombre frente a las diferentes operaciones que son
consideradas dentro del ámbito del comercio, sus relaciones, sus consecuencias y
derivaciones, y en general todo lo que tenga relación con esta actividad, desde el punto de
vista jurídico.
Ello significa que el Derecho Comercial no sólo tiene intervención sobre los diferentes
actos de comercio, sino que su estudio abarca también a los sujeto y objetos que intervienen
en estas operaciones, a , a los documentos que se expiden en operaciones de índole civil,
pero por sus características caen dentro de las esferas de nuestra materia, y en general, en
Derecho Comercial abarca no sólo a lo dispuesto en el Código de Comercio, sino también a
los principios jurídicos y doctrinarios de naturaleza comercial tales como el comercio
bancario, mercado de valores, títulos-valores, marcas sociedades comerciales, y otras
análogas.
En Roma, a pesar del florecimiento de los negocios y de la virtud de sus legisladores para
clasificar la conducta de los hombres y plasmarlas en leyes, los romanos no sintieron la
necesidad de sistematizar las normas de contenido comercial en una disciplina especial, por
lo que allí no se conoció en esa época una disciplina jurídico mercantil. Sin embargo, en
distintos cuerpos legales encontramos normas aisladas relativas al comercio.
En este sentido, el tratadista Goldsmith, con relación a lo expresado anteriormente decía que
"un Derecho Comercial en sentido propio como norma distinta del derecho común, no
existió en la antigüedad, encontrándose diseminadas las legislaciones relativas al comercio
en diferentes cuerpos legales".
Fue en la Edad Media, en Europa, que por la época era el centro del comercio mundial, que
aparecen algunas disposiciones legales sobre asuntos de comercio reglamentadas más
ampliamente; tal es el caso del Código de Justiniano en el año 529, del digesto del año 533,
de la Ley Pseudo Rhodia de la segunda mitad del siglo VII, por citar algunas.
Es así que por la segunda mitad de la Edad Media (siglos XII al XV) y debido a la
intensidad del comercio de los pueblos del Mediterráneo que se convirtieron en el corazón
del comercio mundial, que se empieza a ver la necesidad de sistematizar los asuntos
jurídicos netamente comerciales en cuerpos legales especializados, naciendo en esos
tiempos el Derecho Comercial como disciplina autónoma e independiente del derecho. Por
aquella época, las organizaciones de comerciantes, procurando obtener un sistema de
protección jurídica, crearon una jurisdicción especial con el fin de que ella imparta justicia
entre los comerciantes, que se llamó la Jurisdicción Consular. De acuerdo a este Sistema,
los comerciantes elegían a sus magistrados; a quienes se les denominaba Cónsules, que eran
los encargados de aplicar justicia en esa materia, tomando como base las leyes especiales de
naturaleza comercial que existían y otras creadas por ellos mismos. A partir de esas
disposiciones y resoluciones se fue desarrollando un derecho propio de los comerciantes.
Por consiguiente, debemos dejar establecido que el Derecho Comercial nació en las
ciudades situadas en la Península Itálica y sus alrededores, aproximadamente entre los
siglos XII al XV, habiendo servido de fuentes, entre otras, las siguientes disposiciones
legales: Las Tablas de Amalfi, El Ordenamiento e Consuetudo Mans, Los Brevi Consulum
Mercatorium, El Statuti del Arte Di Callinata; esto en Italia. EI Derecho Francés contribuyó
con la ley denominada Consulado del Mar o Consulta de le Mer, los Roles de Olerón; los
Países Bajos y Alemania con Las Leyes de Westcapelle y las Ordenanzas de Wisby. España
con las Siete Partidas y Las Ordenanzas de Bilbao, por citar algunas.
Sin embargo y pese a que han transcurrido más de cinco siglos desde que el Derecho
Comercial se separó del Derecho Civil y constituyó una disciplina autónoma, hasta la fecha
no ha logrado su independencia plena, pues, mucho de sus institutos necesitan del Derecho
Civil para su existencia; tan es así que nuestro Código de Comercio, permanentemente se
está refiriendo a las normas del Código Civil para que sirva de aplicación supletoria a las
normas del Código de Comercio. Para citar dos ejemplos, tenemos todo lo referente a la
capacidad de las personas y todo lo referente a los contratos y obligaciones.
1.4. Código Mercantil Fránces de 1807
1.4. Código Mercantil Francés de 1807
Ya lo tenemos dicho que después de la consolidación de la Revolución Francesa, el control
del desarrollo jurídico - comercial pasa de Italia a Francia.
Fue en esa época que a instancias del Emperador Napoleón se concluyó la redacción del
Código Mercantil Francés. Este código, que fuera redactado sobre la base de las Ordenanzas
de Colbert de 1673 y 1681, fue promulgado el año 1807 y entro en vigencia al año
siguiente.
Este cuerpo de leyes no fue el primero de su especie, pero, sin embargo, marcó un hito en el
sistema mundial del Derecho Mercantil; tanto es así que no se puede explicar la materia sin
detenerse en el análisis de esta disposición legal; pues, es sobre la base de este compilado
que el Derecho Comercial alcanzó su identidad propia y al mismo tiempo sirvió de modelo
para la promulgación de una gran cantidad de Códigos de Comercio, especialmente
Europeas y de año 1807 y entró en vigencia al año siguiente. América Latina; entre ellos el
de nuestro país.
Este código es uno de los componentes del sistema legal napoleónico y tuvo un gran
impacto en la regulación del comercio y los negocios tanto en Francia como en otros países
que adoptaron el sistema legal napoleónico. Aunque ha sido modificado y actualizado a lo
largo del tiempo, sentó las bases para muchos aspectos del derecho comercial moderno.
Algunos de los temas que el Código Mercantil Francés de 1807 abordaron llegaron:
Es importante destacar que el Código Mercantil Francés de 1807 sentó las bases para
muchas de las leyes comerciales que aún se utilizan en la actualidad. Sin embargo, a lo
largo de los años, ha sido modificado y adaptado para reflejar los cambios en la economía y
la sociedad, por lo que puede haber diferencias entre su versión original y las versiones
actuales.
No negamos que existen muchos grupos, corrientes o sistemas de Derecho Comercial; sin
embargo, alguno de ellos ha influido más que otros en el derecho comercial actual; de ahí
que nosotros solo individualizaremos a tres de los más importantes. Así tenemos:
1. Grupo Francés. Este grupo, también llamado Latino, está integrado por el
Derecho Comercial de Francia, Italia, España, Portugal y la mayoría de los
países latinoamericanos que promulgaron sus códigos desde la dictación del
Código Mercantil Napoleónico hasta la primera mitad del siglo pasado, todos
ellos inspirados en el Derecho Francés. Así por ejemplo, España lo promulgo el
1829, Portugal en 1833, Bolivia en 1834, Italia en 1865.
2. Grupo Alemán. A este grupo pertenecen Alemania cuyo código promulgado en
1794, Turquía en el 1864 y Japón en 1899. Este grupo competidor del Francés;
inclusive muchas de sus instituciones fueron adoptadas rápidamente por ese
grupo.
3. Grupo Anglosajón o del Common Law. Este grupo tiene un sistema muy
especial y bastante diferente a los anteriores, pues mayormente es
consuetudinario y reacio a tener un ordenamiento sistemático. Está constituido
básicamente por el Derecho Inglés, por el Canadiense y el de los Estados
Unidos de América.
En lo que respecta a nuestro Derecho Comercial, el Código Mercantil Santa Cruz, estaba
constituido bajo el Sistema Francés, pues ese código fue inspirado en el Código de
Comercio Español de 1829, y este tenía una marcada influencia Francesa.
En lo que corresponde a nuestro actual Código de Comercio, podemos decir que ya esta
legislación no tiene un derecho puro, pues si bien es cierto que desde el punto de vista
formal sigue con la misma estructura de nuestra legislación anterior, se han introducido a
ella diferentes institutos propios de las escuelas Alemana y Anglosajona; tal es el caso de la
sociedad de responsabilidad limitada llegada del Derecho Alemán y de la mayoría de los
títulos – valores cuya reglamentaciones se han hecho inspiradas en el Derecho Anglosajón.
Peor aún, si tomamos en cuenta las nuevas formas de comercio aparecidas en la última
década, veremos que la mayoría provienen del Derecho Norteamericano, que en la
actualidad constituye la vanguardia del Derecho Comercial, en razón a su adelanto
tecnológico y de la capacidad económica con la que cuenta. En ese orden de cosas, siguen
llegando de los Estados Unidos nuevas formas de contratos asociativos, máquinas
electrónicas que nos permiten hacer transacciones bancarias, nuevos actos de comercio
derivados de los servicios de las comunicaciones y toda la gama de servicios de naturaleza
comercial prestados por los sistemas computarizados.
Las fuentes clásicas del derecho común, no pueden estar ausente cuando nos considerando
innecesario tratar sobre las fuentes clásicas, nos referiremos inicialmente a las dos últimas
citadas. Estas son importantísimas al momento de dar solución a situaciones judiciales o no
judiciales que se presenten en la cuales exista insuficiencia de la ley, o esta no sea lo
suficientemente clara come para determinar un caso en particular.
Para comprender mejor el aporte que hace la ley y la jurisprudencia extranjera sobre materia
de Derecho Comercial, debemos indicar que a diferencia de otras disciplinas del derecho, la
ley comercial de un país es la menos nacional de todas, pues, a menudo encontramos en ella
tratamientos similares acá o en el extranjero sobre determinadas instituciones del Derecho
Comercial, ya que la gran mayoría de la actividad comercial que se genera en un país, está
destinada a la exportación; de ahí que se produce una gran interacción entre un país con
otro, producto de su intercambio comercial; inclusive a menudo vamos a encontrar en las
legislaciones comerciales, palabras o términos que están escritos en idioma extranjero
porque ellas no tienen una traducción cabal al idioma nativo.
Es más todavía, Existe corriente generalizada entre los organismos supra nacionales
especializados, de promover la armonización y unificación progresiva del Derecho
Comercial Internacional, con el objeto de regular los negocios internacionales; para ello se
persigue la concreción de una ley (Lex Mercatoria) que haga viable esos negocios
internacionales. Muestra de ello es el organismo llamado "Comisión de las Naciones Unidas
para el Derecho Mercantil Internacional (UNCITRAL) creada en 1966, que persigue la
elaboración de instrumentos jurídicos reguladores del comercio internacional.
Este Código, que fuera uno de los primeros en su especie en promulgarse en América
Latina, fue inspirado en el Código Mercantil Español de 1829. Por consiguiente, era de
corriente Francesa al igual que muchos otros que con posterioridad se dictaron en esta parte
de América. Este Código sufrió muchas modificaciones o complementaciones, y otros
tantos intentos infructuosos para abrogarlo; hasta que fuera reemplazado por el promulgado
en el año 1977.
Si bien es cierto que la estructura de este código continúa siendo de corte francés, muchos
de los institutos incorporados a lo largo de la vigencia del código anterior y otros que se
introdujeron con el nuevo código, corresponden al Derecho Alemán o al Anglosajón; por
consiguiente podemos decir que nuestro Código de Comercio actual está estructurado según
el Modelo Francés pero en su interior muchos de sus institutos corresponden a otras
corrientes, confirmando lo que ya se tiene dicho, que no existe ahora un Derecho Comercial
puro.
En la actualidad el Derecho Anglosajón está cobrando cada vez más fuerza en nuestro
derecho comercial, pues en la última década se siente mucho su influencia, a tal punto que
hoy en día estamos realizando una serie de contratos y operaciones comerciales que no han
sido todavía catalogados por nuestro legislador, pero que sin embargo, por la naturaleza de
ellos y por la necesidad que tenemos de utilizarlos, son aceptados como actos u operaciones
de comercio. Tal es el caso de los contratos asociativos, de franquicia confirming,
transferencias electrónicas de fondo, negocios por INTERNET muchos otros.
Otro aspecto relevante de nuestro Derecho Comercial y que ya es práctica en otros países,
es el referido a la especialización de sus institutos. Ello se manifiesta por la tendencia a
desprenderse del código de Comercio algunas de sus instituciones, para ser reglamentadas
en cuerpos legales por separados; tal es el caso de la Ley de Bancos e Instituciones
Financieras en lo que toca a los temas específicos de los negocios bancarios, la Ley de
Seguros, Ley de Mercado de Valores, Ley de Marcas y otras, quienes pese a encontrarse
sistematizadas en códigos especiales, las operaciones que estas instituciones realizan
continúan dentro del accionar del Derecho Comercial.
1. Código de Comercio: Bolivia cuenta con un Código de Comercio que regula las
relaciones comerciales en el país. Este código establece las normas relacionadas con
la capacidad de los comerciantes, las formas de las empresas comerciales, las
obligaciones y contratos comerciales, los títulos valores, la propiedad industrial y
otros aspectos relevantes para el comercio y los negocios.
5. Derecho Marítimo y Aeronáutico: Dado que Bolivia no tiene costa marítima, las
normas sobre transporte marítimo y aeronáutico son relevantes en el contexto de
comercio internacional y el uso de puertos y aeropuertos.
8. Medios de Pago y Títulos Valores: Las normas sobre títulos valores, como letras
de cambio y pagarés, son parte del Derecho Comercial en Bolivia y regulan las
formas de pago en el ámbito comercial.
Por su importancia, todas las legislaciones regulan su actividad al mismo tiempo que lo
caracterizan. Así, el artículo 4 de nuestro Código de Comercio expresa que comerciante es
la persona habitualmente dedicada a realizar cualquier actividad comercial con fines de
lucro y que su calidad se adquiere aún en el caso de que la actividad comercial sea ejercida
mediante mandatario, intermediario o interpósita persona.
El Código de Comercio Argentino señala que la ley declara comerciante a todos los
individuos que teniendo capacidad legal para contratar ejercen por cuenta propia actos de
comercio, haciendo de ello su profesión habitual.
Por su parte, el Código de Comercio Español determina que son comerciantes para los
efectos de este Código los que teniendo capacidad legal para ejercer el comercio se dedican
a él habitualmente y las compañías mercantiles o industriales que se constituyeren con
arreglo a este Código. Idéntica redacción adopta el Código de Comercio Peruano.
Persona capaz, natural o jurídica. Esto significa que pueden ser comerciantes las
personas físicas y las personas jurídicas constituidas en sociedades comerciales. La
persona física tiene que tener capacidad de ejercicio de acuerdo a la ley civil; es
decir que tiene que tener por lo menos 18 años cumplidos y no tener impedimento
legal para disponer de sus bienes. Las sociedades mercantiles para realizar actos de
comercio deberán obtener previamente el reconocimiento de su personalidad
jurídica por los órganos competentes del Estado y registrarse en el Registro Público
correspondiente.
Nuestra legislación comercial, autoriza a los padres a continuar los negocios mercantiles
que recibiera el menor mediante herencia, donación o legado, con la obligación de rendir
cuentas cuando el menor llegue a la mayoría de edad.
De igual modo, los tutores o curadores de un menor o de una persona mayor declarada en
estado de interdicción, previa decisión del juez, pueden continuar el negocio de los menores
o interdictos; o si prefieren, pueden proceder a su liquidación.
Si los tutores o curadores que ejercen la patria potestad de los menores o interdictos no
pueden asumir la administración de los negocios de éstos, designarán bajo su propia
responsabilidad al administrador, previa anuencia del juez.
Presunción de comerciante. Por otro lado, debemos indicar que nuestro Código de
Comercio establece en su artículo 20 una presunción legal sobre el tema en estudio,
al determinar que es también comerciante la persona que tenga establecimiento o
local de comercio abierto al público o anuncie por cualquier medio de difusión su
calidad de comerciante. Idéntica situación se da en otras legislaciones extranjeras.
Naturalmente que esta presunción está orientada principalmente para favorecer a las
personas que contrataron con este incumplido comerciante, en caso necesario, así
como a los fines impositivos a los que está obligado esta persona.
Por último, debemos indicar que el artículo 10 determina que las empresas del Estado, las
empresas municipales u otras fiscales, no son empresas comerciales, pero que pueden
ejecutar actos de comercio con los particulares: en cuanto a estos actos, estas empresas
quedan sujetas al Código de Comercio y a las leyes especiales sobre la materia.
Al respecto de ello, los artículos 19, 21 y 24 hacen referencia a esta situación, tal cual
veremos a continuación:
Incapacidad declarada por la ley. Están impedidos o prohibidos para ejercer el comercio,
las personas físicas que tengan en su contra sentencia ejecutoriada por delitos contra la
propiedad, la fe pública, la economía nacional, la industria y el comercio, o por
contrabando, por usurpación de derechos sobre propiedad industrial y otros análogos,
mientras dure su condena. En estos procesos se impondrá, como pena accesoria, la
prohibición de ejercer el comercio por el mismo tiempo que dure su condena, competencia
desleal, También tendrán este mismo impedimento los quebrados que no hayan obtenido su
rehabilitación; los directores, administradores, gerentes o representantes legales, así como
los síndicos de las sociedades comerciales declaradas en quiebra culpable o fraudulenta, por
el tiempo que dure su condena.
Esto significa que, en un proceso judicial, los jueces, además de imponerles las penas
ordinarias que le correspondan a cada uno, determinarán en el mismo fallo la prohibición de
ejercer el comercio por el mismo tiempo que dure su condena. En este sentido, se dispondrá
que en aplicación del artículo 29 del Código de Comercio, un testimonio de la sentencia sea
registrado en el Registro de Comercio a los efectos de su publicidad.
El artículo 24 del Código de Comercio establece un supuesto jurídico, al indicar que si las
personas impedidas para ejercer el comercio citadas en el numeral anterior, se siguieran
dedicando al ejercicio de esta actividad, serán consideradas como comerciantes solamente a
los efectos de la responsabilidad civil y estarán sujetas a las sanciones penales en que
incurran.
Desde el punto de vista histórico, debemos indicar que el Registro de Comercio apareció
como tal en la Edad Media en las ciudades Europeas, cuando todavía no se conocía el
concepto de empresa. Sin embargo, entrada la Edad Moderna, el Registro de Comercio,
principalmente, se encera de agrupar a los comerciantes sin otorgarles prerrogativas, tales
actos publicidad de sus actos y la posibilidad frente a terceros, de dichos actos comerciales.
Según datos obtenidos por el boletín informativo del propio SENAREC de 29.11.99,
Volumen 1, año 1 y por la Tesis de Grado "Transferencia de Competencia Administrativa
del Servicio del Registro de Comercio a las Cámaras de Comercio de Bolivia, presentada
por Johan U. Zambrana Ovando. U.P.S.A. 1997, este órgano ha pasado por diferentes
etapas desde su creación, siendo las principales las siguientes:
El Registro de Comercio en Bolivia apareció instituido en nuestro país mediante la
dictación de un DS. en fecha 20. 06.1936 con el nombre de "Padrón General de Comercio",
dependiente de las oficinas de Impuestos Internos, y posteriormente en virtud del D.L.
28.04.1937 se transfiera administración de los registros a las Cámaras de Comercio
Departamentales Al promulgarse el actual Código de Comercio mediante D.S. No.14379 de
25 de febrero de 1977, se introduce el Registro de Comercio en el Capítulo III.
Por medio del D.L. No.16833 de 19.07.79 se deroga el D.L. 15191 y se aprueba el
Reglamento de la Dirección del Registro de Comercio y Sociedades por Acciones, por el
cual se dispone la centralización de funciones en un solo ente jurídico, fusionándose la
Dirección del Registro de Comercio y la Dirección de Sociedades por Acciones, viniéndose
a llamar RECSA o Dirección General del Registro de Comercio y Sociedades por Acciones.
Por su parte, el D.S. 23660 de 12.10.93 que Reglamenta la Ley de Ministerios del Poder
Ejecutivo, en su artículo 55 crea la Secretaría Nacional de Industria y Comercio,
dependiente del Ministerio de Hacienda y Desarrollo Económico, disponiendo en el artículo
56 que esta Secretaría lleve los registros del RECSA.
Por último, se tiene que indicar que a partir del 17.12.2001, la parte privada del SENAREC
está a cargo de la Fundación para el Desarrollo Empresarial "FUNDEMPRESA", que es
una fundación creada por la Cámara Nacional de Comercio e Industria y la Cámara de la
Construcción, quien en virtud de una concesión tiene a su cargo en forma temporal la parte
registral del SENAREC, dejando a éste la parte pública; es decir la parte normativa y
sancionadora, así como el reconocimiento de Personalidad Jurídica de sociedades anónimas.
Al lado de las normas sobre prácticas comerciales, las legislaciones de la generalidad de los
países, cuentan con disposiciones legales para prevenir y reprimir la competencia desleal.
Algunas veces estas normas se encuentran formando un cuerpo de leyes especial y otras
veces aparecen en el mismo Código de Comercio. Estas leyes tienen como objetivos básicos
proteger al modelo social, tienen por objeto también proteger al consumidor, en la libertad
de comercio e industria y la de libre elección, y que se asegure que la lucha por la clientela
y por la preferencia de los clientes, se elevan gastos de los parámetros de lealtad, de modo
de que las normas protejan la corrección y honestidad del merado, al comerciante, y el otro
es la defensa y protección al consumidor.
El primer criterio que se ha desarrollado al amparo de la defensa y protección al
comerciante, llamado también criterio profesional, procura unir a una sola de las malas
conductas de sus competidores.
Esa protección a la sana competencia, partía de una premisa fundamental para que pudieran
reprimirse los actos de competencia desleal, la cual era la protección al empresario; y es
partir de la terminación de la Segunda Guerra Mundial, que se inicia un proceso de cambio
en la orientación de las normas protectoras de la competencia desleal, que consiste en el
fundamento de que con la represión a la competencia desleal no sólo se protege al
competidor honesto, sino que también se protege al consumidor. Ese llamado carácter
Social de la competencia desleal, tiene su fundamento en la exigencia de regularla sobre un
equilibrio de intereses, formado por el interés privado de los competidores, el interés
colectivo de los consumidores y el interés público del Estado, concepción filosófica y
jurídica que prima hasta ahora en todas las legislaciones sobre la materia.
El artículo en estudio, establece los derechos fundamentales que cada persona tiene.
Precisamente, entre estos derechos se encuentra el de la libertad para ejercer el comercio, de
una manera irrestricta en cuanto a la actividad a desarrollar, con las únicas limitantes de que
esas actividades tienen que ser licitas y no contrariar el bien colectivo.
Pese a la oscuridad del tratamiento del tema, el artículo 68 determina que el empleo de
marcas, contraseña, leyendas, envases, dibujos o indicaciones que pudieran inducir al
público a confusión acerca de la calidad, procedencia cantidad de los objetos que se ofrecen
o se venden, constituyen des sancionados por el Código Penal". Desde mi punto de vista,
estos serían los hechos que constituyen delitos, cayendo las demás conductas que
constituyen competencia desleal dentro de los alcances de las responsabilidades civiles En
este entendido, los actos de competencia desleal enumerados en el articulo 69 que a
continuación se señalan, no entrarían dentro del campo penal y darían lugar únicamente a
órdenes de abstención de seguir cometiéndolos, multas y reparaciones de danos. Estos son
los siguientes: Violación de las disposiciones que protegen el nombre comercial, marcas de
fábricas, patentes de invención, avisos, muestras, secretos y otras de igual naturaleza; se
sirva de nombres supuestos, deforme los conocidos u adopte signos distintivos que se
confundan con los productos, actividad eso propaganda de otros competidores; utilice
medios o sistemas tendientes a desacreditar los productos o servicios de un competidor o los
altere con el propósito de engañar; utilice una denominación de origen o imite y aproveche
las cualidades de los productos ajenos en beneficio propio; emplee ponderaciones o
exageraciones cuyo uso pueda inducir a errores en el público; soborne a los empleados de
otra empresa para que ahuyenten a la clientela o ejerza maquinaciones para privar a los
técnicos y empleados de confianza de sus competidores; utilice medios o sistemas dolosos
destinados a desorganizar el mercado comercial; ejecute cualquier otro procedimiento en
detrimento de otros empresarios, que sea contrario a la ley y costumbres mercantiles".
Interpretando al artículo 71 del Código de Comercio debemos indicar que podrán ingresar al
campo penal las conductas referidas en el artículo 69, sólo Si el autor de los actos de
competencia desleal incumple la resolución judicial que ordene la cesación de estos actos.
Por su parte el Código Penal, castiga la competencia desleal en sus artículos 235 al 238, al
establecer los delitos de Fraude Comercial, Engaño en Productos Industriales, Desvío de
Clientela y Corrupción de Dependientes. En estos dos se castigará cuando una persona en
lugar público o abierto al público engañare al comprador entregándole una cosa por otra; el
que pusiere en venta productos industriales con nombres y señales que induzcan a engaño
sobre su origen, procedencia, cantidad o calidad; el que valiéndose de falsas afirmaciones,
sospechas, artilugios fraudulentos o cualquier otro medio de propaganda desleal desviare la
clientela de un establecimiento comercial o industrial en beneficio propio o de un tercero y
en detrimento del competidor para obtener ventaja indebida; y el que diere o prometiere
dinero u otra ventaja económica a empleado o dependiente del competidor para que faltando
a los deberes del empleo le proporcione ganancia o provecho indebidos.
El punto capital reside en la dificultad de fijar con exactitud la naturaleza misma de los
actos de comercio, es por ello que «no puede establecerse una teoría universal uniforme» de
los mismos y menos se puede formular una definición completa. (José Tarrico Sierra.-
Derecho Mercantil Comparado).
El tratadista César Vivante, dice: «No se puede dar una definición de le actos de comercio
regulados por el Código, porque no tienen caracteres comunes; el mismo legislador ha
renunciado a ello, prefiriendo indicar una larga serie demostrativa cuáles son los actos
regidos por el Código de Comercio y a esa serie debemos atenemos sin discutirla».
Sin embargo, concatenando las teorías indicadas por los tratadistas diremos que «los actos
de comercio son actos jurídicos que producen efectos en el campo del Derecho Comercial».
Entendemos que los Actos de Comercio son operaciones de índole utilitario realizadas
generalmente por comerciantes y también, con menor frecuencia por elementos que no lo
son, pero que recayendo en hechos u objetos mercantiles, por esta sola circunstancia, son
del dominio comercial.
Es necesaria esta relación, pues, uno de ellos debe fisonomizar el acto hecho.
Lógicamente que lo anterior pierde su importancia cuando los dos sujetos son comerciantes,
ya que el acto sería calificado como mercantil. Se hace difícil especificar y concretar las
condiciones que debe reunir una persona natural o jurídica para considerársela como «el
sujeto de Derecho Mercantil».
Algunos tratadistas indican que el «sujeto» debe ejercer en forma habitual actos de
comercio con ánimo de lucro.
Otros, en cambio, consideran que aún la persona, que ejerza en forma eventual actos
comerciales, debe considerársela como comerciante.
Una persona natural o jurídica que ejecuta habitualmente actos de comercio, que persigue
lucro y que está inscrito en el Registro de Comercio, no provoca mayores dificultades en la
calificación del acto en el que participa, pues, sería esencialmente considerado comercial,
pero si una Empresa Mercantil cualquiera, compra un inmueble para su reventa por razones
de mejor precio, efectúa un acto mercantil que necesariamente debe caer dentro de la esfera
del Derecho Comercial.
b) Acto: Los actos mercantiles son los que fisonomizan determinados hechos, sin entrar en
detalles, menos a las excepciones, pues para estos casos concretos y pocos, está el criterio
del juzgador y el propio acto para determinar su naturaleza.
Al indicar que el «acto» mercantil debe buscar como finalidad esencial el lucro o la utilidad,
habremos definido y dado el paso fundamental para concretado en forma explícita.
Manifestamos en consecuencia, que «el Objeto, no es otra cosa que es el motivo que hace
actuar al Sujeto para realizar un Acto mercantil».
4) La recepción de dinero en préstamo o mutuo con garantía o sin ella, para proporcionarlo
en préstamo a interés y los préstamos subsiguientes, así como dar habitualmente prestamos
de dinero a interés.
5) La compra o permuta de títulos - valores públicos o privados, con el ánimo de
negociarlos y el giro, otorgamiento, aceptación o negociación de los mismos.
19) Las empresas privadas de educación y enseñanza organizadas con fines de lucro.
2) La prestación directa de servicios por los profesionales, así como la creación científica o
artística y su enajenación por su autor.
4) Las pensiones familiares atendidos personalmente por propietarios, cuando éste realice
esa actividad como un medio subsistencia.
5) La adquisición de frutos, mercaderías y otros bienes con destino al consumo o uso del
adquirente o el ofrecimiento ocasional de cualquier excedente.
Para el propietario del negocio la venta de ellos constituye un acto netamente comercial y
para el comprador, no comerciante, es un acto civil. Y en caso de controversia: ¿Qué clase
de acción se tendrá que instaurar?
Con ulterioridad se ha producido una corriente muy precisa en sentido de que tales
controversias deben someterse a la jurisdicción y a las leyes de comercio, por más que una
sola de las partes contratantes sea comerciante o haya realizado una operación de comercio.
El Código de Comercio boliviano en su Art. 9 indica «Si el acto es comercial para una de
las partes, se rige también por las disposiciones de este Código».
2) Las mercaderías elaboradas o por elaborar y otros bienes muebles que se transfieren por
o/a empresas mercantiles.
3) Los bienes inmuebles, cuando sean objeto del giro comercial de la empresa.
5) La propiedad industrial, el nombre, los avisos, las marcas de fábricas, las patentes, las
licencias de uso y explotación y demás signos análogos cuando constituyen objeto de
comercio.
La empresa mercantil no pierde su carácter por la variación de sus elementos, ni por la falta
de establecimiento o de asiento permanente. Art. 554 Cm.
La empresa puede tener sus propios locales, es decir que sea dueña de bienes inmuebles, en
cuyo caso decimos que tiene elementos inmuebles; no obstante ello, la empresa continúa
siendo, de por sí, un bien mueble; porque a pesar de tener elementos inmuebles no está
permanentemente unida a ellos; puede desocupar sus locales y alquilar otros; o bien vender
un local para adquirir otro. El hecho que la empresa sea mueble y no obstante tener en
algunos casos elementos inmuebles, no es novedad alguna; los créditos son muebles y, sin
embargo, pueden garantizarse con una hipoteca; la hipoteca es un derecho inmueble o es
decir real, pero no comunica su naturaleza al crédito que garantiza; si hemos admitido este
enfoque como cierto en Derecho Mercantil, a propósito de esta materia.
Con relación a la materia procesal debemos saber que una empresa no puede ser embargada
individualmente en sus elementos, debe hacerse en su conjunto, no obstante esto, podrá
practicarse el embargo aislado de dinero, mercancías o créditos siempre que no interrumpa
el libre funcionamiento de la empresa. Es eminente que la existencia de una empresa
conlleva la celebración de ciertos actos, actos como la celebración de contratos.
1.2. Definiciones
1.2. Definiciones
En economía, la empresa es la unidad económica básica encargada de satisfacer las
necesidades del mercado mediante la utilización de recursos materiales y humanos. Se
encarga, por tanto, de la organización de los factores de producción, capital y trabajo.
Se entiende por empresa al organismo social integrado por elementos humanos, técnicos y
materiales cuyo objetivo natural y principal es la obtención de utilidades, o bien, la
prestación de servicios a la comunidad, coordinados por un administrador que toma
decisiones en forma oportuna para la consecución de los objetivos para los que fueron
creadas. Para cumplir con este objetivo la empresa combina naturaleza y capital.
Del sector primario, es decir, que crea la utilidad de los bienes al obtener los
recursos de la naturaleza (agrícolas, ganaderas, pesqueras, mineras, etc.).
Del sector secundario, que centra su actividad productiva al transformar
físicamente unos bienes en otros más útiles para su uso. En este grupo se encuentran
las empresas industriales y de construcción.
Del sector terciario (servicios), con actividades de diversa naturaleza, como
comerciales, transporte, turismo, asesoría, etc.
Personas físicas o/y jurídicas (otras entidades mercantiles, Cooperativa, fundaciones, etc.)
constituyen una empresa realizando, entre otras, aportación de capital (sea puramente
dinerario, sea de tipo intelectual, patentes, etc.). Estas "personas" se convierten en
accionistas de la empresa:
Administradores
Clientes
Colaboradores y partners
Fuentes financieras
Socios
Suministradores y proveedores
Trabajadores
Factores pasivos Todos los que son usados por los elementos activos y ayudan a conseguir
los objetivos de la empresa. Como la tecnología, las materias primas utilizadas, los
contratos financieros de los que dispone, etc.
Proporciona eficiencia dividiendo el trabajo en áreas especializadas, coordinándolas y
dando los procedimientos estándar a seguir. La organización debe adaptarse a los objetivos
de la empresa, y por tanto puede ir cambiando con el tiempo para adaptarse.
Organización: coordinación y orden entre todos los factores y áreas.
Áreas funcionales: Dentro de una empresa hay varios departamentos, o áreas funcionales.
Una posible división es:
Producción y Logística
Dirección y Recursos Humanos
Comercial (Marketing)
Finanzas y Administración
Sistemas de información
Sin embargo, es evidente que hoy no basta que la empresa cumpla simplemente con sus
finalidades económicas. La gente, en general, espera de ella que tome parte también en otras
áreas de la vida social y aporte soluciones.
Por otra parte, la empresa, para sobrevivir y desarrollarse plenamente, necesita hacerlo
dentro de una economía de mercado. Esta economía de mercado, decía el economista
Wilhelm Röepke, "es un sistema de relaciones contractuales, de millones de economías
aisladas en complicada interrelación, pero qué gracias al mecanismo del mercado se
conjugan en un todo ordenado, en una combinación de libertad y orden que probablemente
constituye la máxima medida de lo que a la vez puede conseguirse de ambos".
Y sostiene que una economía de mercado bien ordenada, precisa de un marco claro que
plantea al Estado tareas importantes: un sistema monetario sano y una política crediticia
prudente; un orden jurídico que excluya lo más posible los abusos de la libertad de mercado
y que vele porque el éxito sólo se consiga por la prestación genuina de un servicio, y por
último, una multitud de medidas e instituciones que aminoren al máximo las numerosas
imperfecciones de la economía de mercado, con énfasis en una cierta rectificación de la
distribución de la renta y en la seguridad y protección de los débiles.
Una de las cuestiones de carácter social muy importante y polémico a la vez, es el pago de
impuestos que debe hacer la empresa al Estado. Los impuestos existen no solamente para el
sostenimiento de la administración gubernamental, los servicios públicos, la seguridad
social y la realización de obras de infraestructura, sino que son uno de los pocos medios
disponibles para la redistribución del ingreso.
Por eso, cada una de las decisiones que la empresa toma hoy – instalar una planta, lanzar un
nuevo producto, despedir personal, competir agresivamente, modernizar sus operaciones,
importar o exportar – afecta a una multitud de personas que no tienen voz en el mercado
clásico, pero que crecientemente crean nuevas condiciones de mercado, a través de presión
social, admoniciones morales o disposiciones legislativas.
Finalidad económica interna, que es la obtención de un valor agregado para remunerar a los
integrantes de la empresa. A unos en forma de utilidades o dividendos y a otros en forma de
sueldos, salarios y prestaciones. Esta finalidad incluye la de abrir oportunidades de
inversión para inversionistas y de empleo para trabajadores. Se ha discutido mucho si una
de estas dos finalidades está por encima de la otra. Ambas son fundamentales, están
estrechamente vinculadas y se debe tratar de alcanzarlas simultáneamente. La empresa está
para servir a los hombres de afuera (la sociedad) y a los hombres de adentro (sus
integrantes).
Finalidad social externa, que es contribuir al pleno desarrollo de la sociedad, tratando que
en su desempeño económico no solamente no se vulneren los valores sociales y personales
fundamentales, sino que en lo posible se promuevan.
La empresa, además de ser una célula económica, es una célula social. Está formada por
hombres y para hombres. Está insertada en la sociedad a la que sirve y no puede permanecer
ajena a ella. La sociedad le proporciona la paz y el orden garantizados por la ley y el poder
público; la fuerza de trabajo y el mercado de consumidores; la educación de sus obreros,
técnicos y directivos; los medios de comunicación y la llamada infraestructura económica.
La cláusula de un establecimiento dará por vencido todo el pasivo que lo afecta. Art. 568.
Cm.
Art. 2.- Para los efectos de esta Ley se entenderá por: (Ley de marca y otros distintivos
comerciales.
Signo distintivo: Cualquier signo que constituya una marca, una expresión o señal de
publicidad comercial, un nombre comercial, un emblema o una denominación de origen.
Signo distintivo notoriamente conocido: Un signo distintivo conocido por el sector idóneo
del público, o en los círculos empresariales afines al mismo, como perteneciente a un
tercero, que ha adquirido dicha calidad por su uso en el país o como consecuencia de la
promoción del mismo.
Signo distintivo famoso: Aquel signo distintivo que es conocido por el público en
general, en el país o fuera de él.
Marca: Cualquier signo o combinación de signos que permita distinguir los bienes o
servicios de una persona de los de otra, por considerarse éstos suficientemente distintivos o
susceptibles de identificar los bienes o servicios a los que se apliquen frente a los de su
misma especie o clase.
Marca colectiva: Una marca cuyo titular es una persona jurídica que agrupa a
personas autorizadas por el titular a usar la marca con base en un reglamento.
Expresión o señal de publicidad comercial: Toda palabra, leyenda, anuncio, lema, frase,
oración, combinación de palabras, diseño, grabado o cualquier otro medio similar, siempre
que sea original y característico, que se emplee con el fin de atraer la atención de los
consumidores o usuarios sobre uno o varios productos, servicios, empresas o
establecimientos.
Nombre comercial: Título de una publicación o denominación de una obra o un producto.
Indicación geográfica: Todo nombre geográfico, designación, imagen o signo que designa
o evoca un bien originario de un país específico, un grupo de países, una región, una
localidad o un lugar determinado, cuando una calidad específica, reputación u otra
característica del bien es esencialmente atribuible a su origen geográfico.
Art. 4.- Las marcas podrán consistir, entre otros, en palabras o conjuntos de palabras,
incluidos los nombres de personas, letras, números, monogramas, figuras, retratos,
etiquetas, escudos, estampados, viñetas, orlas, líneas y franjas, sonidos, olores o
combinaciones y disposiciones de colores. Pueden asimismo consistir, entre otros, en la
forma, presentación o acondicionamiento de los productos, o de sus envases o envolturas, o
de los medios o locales de expendio de los productos o servicios correspondientes. Las
marcas también podrán consistir en indicaciones geográficas.
De igual manera, existen otras disciplinas del Derecho Comercial, que si bien cierto aún
continúan inmersas dentro del Derecho Comercial, se encuentran en tránsito para lograr su
independencia definitiva, tales como el Derecho Societario, el Derecho Bursátil, o como el
mismo Derecho Cambiario, Cartular o de Títulos - Valores, motivo de estudio de la
presente unidad.
Es que el Derecho Comercial avanza a la par de las necesidades del comercio imperante y
necesita cada vez más actualizarse, lo que da lugar a la dictación posterior de códigos
especiales que van captando las necesidades de la población, de manera que estas prácticas
generalizadas de comercio que primero son de carácter consuetudinarias se convierten luego
en Derecho en Positivo.
El Derecho Cambiario, si bien es cierto que todavía no se ha separado por completo del
Derecho Comercial, ya tiene desde hace tiempo su propia identidad, que se trasunta en las
normas jurídicas que regulan a los títulos- valores. Estas normas, como veremos más
adelante, traen conceptos y efectos jurídicos propios muy diferentes a su derecho "madre".
Es por ello que en algunas universidades el derecho cambiario constituye una materia de
estudio de la Carrera de Derecho.
El artículo 491 del Código de Comercio Boliviano, al referirse a esta institución del
Derecho Comercial, expresa: "Título - valor es el documento necesario para legitimar el
ejercicio del derecho literal y autónomo consignado en el mismo. Pueden ser de contenido
crediticio, de participación o representativos de mercaderías".
El italiano Cesare Vivante, en su obra sobre títulos - valores de 1895, fue uno de los
primeros en dar una definición sobre el concepto título valor, al "Es todo documento
necesario para ejercer el derecho literal y exponer autónomo que de él resulta",
De igual manera, Garrides, citado por Cabanellas entiende por título - valor un documento
sobre un derecho privado cuyo ejercicio está condicionado jurídicamente a la posesión del
documento.
Lo cierto de todo esto es que no es tan importante el definir al título - valor, como si lo es el
deslindar exactamente sus características esenciales, pues, estos documentos son el
resultado de una elaboración científica que tuvo en cuenta el legislador al plasmar en una
norma las características que la doctrina ha atribuido a dichos títulos.
1.3. Diferentes Teorías
1.3. Diferentes Teorías
Son numerosos los autores que han tratado el tema del porqué de la existencia de la
obligación cambiaria, formándose así diferentes corrientes o teorías sobre la existencia y
eficacia de los títulos - valores. Algunos las atribuyen a un contrato celebrado entre las
partes, y otros a una declaración unilateral de voluntad. Las principales teorías son las
siguientes:
b) Teoría de la Emisión. Esta teoría, al igual que la anterior, también atribuye el origen de
la obligación cambiaria a un negocio o declaración unilateral de la voluntad, pero a
diferencia de la anterior basa o fundamenta la existencia de la obligación cambiaria no
solamente en la firma del suscriptor del título - valor, sino también en la entrega que este
hace al adquirente del documento con la intención de hacerlo negociable.
Según esta teoría, si el suscriptor del título - valor no lo entrega o se verifica la entrega, pero
sin la intención de hacerlo negociable, no se cumple con la obligación cambiaria consignada
en el título - valor y, por tanto, no se cumple con los requisitos para su existencia.
Otras teorías. Para lhering que propone la teoría de la Tendencia, el derecho incorporado
en el título - valor lo concibe como una mera expectativa y no como un derecho adquirido o
consolidado, de esta manera, al producirse la circulación del título, los adquirentes
sucesivos del mismo antes de la fecha de vencimiento adquieren solamente un derecho
espectaticio. El derecho nace o se consolida en el momento en que llega la fecha de
vencimiento; por ello, el ladero acreedor para este autor es el tenedor postvencimiento,
quien solamente puede presentarlo para su pago. Esta teoría es muy criticada por los
autores, indicando que lo expresado por lhering es ilógico, pues antes de la fecha de
vencimiento el título - valor producen los intereses que ya forman parte del patrimonio del
acreedor, lo cual va en contra de las meras expectativas.
Savigny conceptúa que la razón o fundamento de los títulos- valores está en up contrato; es
un acuerdo de voluntades Llevadas a cabo entre una persona llamada suscriptor y un sujeto
incierto o indeterminado.
1.4. Antecedentes Históricos
1.4. Antecedentes Históricos
Aunque a los títulos - valores ya se los conocía desde muy antiguo, es desde la Edad Media
que se los identifica con precisión, cuando aparecieron las primeras legislaciones sobre la
materia. De acuerdo con los datos históricos referidos por el profesor colombiano Lisandro
Peña Nossa en su obra Curso de Títulos Valores, la utilización de los documentos hoy
llamados títulos valores aparece en la Edad Media, pues el surgimiento del comercio hacía
necesario cambiar las formas tradicionales de circulación de los bienes, como el trueque y la
moneda, por una circulación más ágil, pues se hacía peligroso que los comerciantes de la
Época Medieval trasladen dinero de un sitio a otro.
Fue entonces que ante la necesidad de continuar con la práctica del comercio entre
comerciantes de diferentes ciudades sin tener que transportar dinero como consecuencia de
su alto riesgo, que aparecieron los Cambistas, que eran personas que se dedicaban a cambio
de una comisión a recibir sumas de dinero en un determinado lugar entregando a cambio
dos documentos que el depositante o acreedor llevaba al lugar donde pretendía realizar sus
operaciones comerciales. En ese lugar, el corresponsal o socio del cambista le devolvía el
dinero depositado al cambista. Con esta operación el dinero del comerciante estaba
asegurado, pues desaparecía el riesgo de su transporte.
Fue de esta manera que este tipo de operaciones fueron haciéndose cada vez más frecuentes,
llegando posteriormente a sufrir modificaciones con el objeto de hacerlos más prácticos y
efectivos; naciendo así lo que hoy conocemos como el pagaré y la letra de cambio, en los
que se introdujo después una serie de modificaciones que fueron perfeccionándose hasta
contener los términos e inclusión de las personas que hoy conocemos que intervienen.
En las Ordenanzas de Colbert de 1673 en Francia aparece la letra de cambio con un nuevo
concepto aportado por la Corriente Alemana, pues la letra de cambio deja de ser un
instrumento de cambio traslaticio únicamente (es decir, ser utilizado en el traslado de
fondos de una plaza a otra) para convertirse además en un medio o instrumento de pago; es
decir en un instrumento crediticio y además pagadero ya sea en el mismo lugar de su
expedición o en plaza diferente, tal como se lo concibe ahora.
A mediados del siglo XVIII hace su aparición en Inglaterra el cheque que había tenido sus
antecedentes en el siglo XII cuando los Reyes Ingleses giraban órdenes de pago contra
Tesorería Real, llamados Ex - Chequer Bill. De igual V era los Venecianos expedían los
llamados Contadi di Banco, y en el siglo XVI las Cedule di Cartulario, que eran órdenes de
pago por las que el Banco de San Ambrosio permitía el retiro de dinero depositado o dados
en custodia. Así pues, el cheque nace como una letra de cambio girada contra un banco y
pagadera a la vista, que permitía mediante una compensación de créditos abonar en cuenta
del beneficiario la suma girada contra el banco cuando Debido al avance del comercio
internacional y a la diversidad de legislaciones en materia de títulos - valores, se hizo
necesario a partir de la segunda mitad aquel era depositante del mismo.
De esta manera, si bien es cierto que la legislación extranjera sobre títulos valores no es
uniforme en todo el universo, son muy parecidas y difieren muy poco entre sí, ya que son
sólo tres los grupos de sistemas más importantes sobre títulos - valores; es decir, el
Germano, el Italo Francés y el Anglo Norteamericano. De estos sistemas, nuestro país ha
acogido el Germano Italo Francés, es decir, una mezcla de los dos primeros.
Algunos autores lo catalogan como documento privado, indicando que todo documento que
no reúne los requisitos para ser público, es privado. Sin embargo, creemos que los títulos
valores son más que documentos privados, es por ello que lo consideramos como
documentos sui géneris, en una categoría especial equiparables solo a los documentos
públicos.
Con relación a ello, es preciso aclarar que la presunción de autenticidad del título - valor
puede romperse si se demuestra su falsedad en un proceso de conocimiento.
e) Es un documento Ad Substantiam Actus, que significa que un título – valor no existe
si no se consigna el derecho literal en el documento.
En los títulos en serie, la firma autógrafa, podrá ser sustituida bajo responsabilidad del
emisor del título, por un facsimil que puede ser impreso, previa autorización del órgano
administrativo que ejerza su control. Ej.: acciones emitidas por las sociedades anónimas.
Sin embargo, cuando el título sea representativo en mercaderías, también podrá ejercerse la
acción derivada del mismo, en el que éstas deben ser entregadas.
Si no se menciona la fecha o el lugar de creación del título, se tendrá como tales la fecha y
el lugar de su entrega.
Ejercicio del Derecho y pago del Título: El tenedor de un título-valor tiene la obligación
de exhibido para hacer valer el derecho consignado en el mismo.
Si el título es pagado, debe ser entregado a quien lo pague, salvo que el pago sea parcial o
sólo de los derechos accesorios.
En este caso, se anotará el pago parcial en el título y el tenedor extenderá por separado el
recibo correspondiente.
Solidaridad de los que suscriben un título: Cuando dos o más personas suscriben un
título-valor en una misma calidad, se obligarán solidariamente.
El pago del título por uno de los quien paga, respecto de los demás que firmaron el mismo
acto, sino los derechos y acciones que competen al deudor solidario contra los demás co-
obligados, sin perjuicio de las acciones contra las otras partes.
Títulos nominativos: Son títulos nominativos, los expedidos en favor de una persona cuyo
nombre se consigne en el texto mismo del documento.
Un ejemplo aclara este aspecto: las sociedades anónimas emiten acciones y éstas al ser
transferidas a terceros, deben inscribirse en el Libro de Registro de Acciones que lleva la
sociedad.
1.7. Endosos
1.7. Endosos
Podemos indicar al endoso, como el medio de transmitir los títulos a la orden. El término
endoso quiere decir «al dorso» en virtud de que antiguamente la letra de cambio se
transmitía mediante una anotación al dorso del documento. Quien transmite el título se
llama endosante, quien lo adquiere, endosatario.
3) Lugar y fecha del endoso. La falta de este requisito hace presumir que el documento fue
endosado en el domicilio del endosante.
2) Si se omite la clase de endoso, se presume que el título fue transmitido en propiedad sin
que se admita prueba en contrario en perjuicio de terceros de buena fe.
3) Si se omite el lugar, se presume que el título fue endosado en el domicilio del endosante.
4) Si se omite la fecha, se presume que el endoso se hizo el día en que el endosante adquirió
el título.
Endoso en blanco: El endoso en blanco se considera válido con la sola firma del
endosante. En este caso, el tenedor legítimo podrá llenar el endoso en blanco, con su
nombre o transmitir el título sin completar el endoso.
Requisitos: El endoso debe ser puro y simple. Toda condición a la que se subordine el
mismo se tendrá por no puesta. El endoso parcial será nulo
Endoso en cobranza: Este no transmite la propiedad del título, sino que sólo
atribuye al endosatario los derechos u obligaciones de un mandatario.
El endoso que contenga la expresión «en cobranza» o «al cobro» u otra equivalente, no
transmite la propiedad del título, pero faculta al endosatario para presentar el documento a
la aceptación, para cobrarlo judicial o extrajudicialmente, para endosarlo en cobranza y para
hacerlo protestar en su caso.
El endoso, «en garantía», «en prenda» u otra equivalente, constituye un derecho prendario
sobre el título y confiere al endosatario, además derechos de acreedor prendario, las
facultades que confiere el endoso en cobranza.
En la generalidad de los casos estos títulos llevan la cláusula «al portador»: sin embargo,
aun faltando esa expresión, el título es al portador si en el documento no consta el nombre
del beneficiario. Hay títulos del crédito que necesariamente son al portador, como los
billetes de banco, que se efectúa por la simple tradición. El título al portador que contenga
la obligación de pagar dinero, sólo puede expedirse en los casos .determinados por la ley.
Los títulos al portador creados en contravención a la ley, no surten efectos como títulos-
valores.
Como ejemplos de títulos al portador pueden indicarse, los bonos o debentures, el cheque
bancario al portador, etc., etc...
1.9.1. Características
1.9.1. Características
En nuestro derecho Comercial, el título valor, como he manifestado anteriormente» es un
documento necesario para el ejercicio del Derecho Literal y Autónomo que en él se
consigna; es decir, el título se incorpora y se liga íntimamente con un derecho, el mismo
que podrá ejercitarse únicamente si se legitima con la ostentación del documento.
Sin embargo, cuando surgen mercados organizados de valores en que la afluencia de títulos
es muy alta y las transacciones que se realizan de suma rapidez y eficiencia, los modelos
propuestos por la Ley pueden resultar inoperantes, por lo que se presenta la necesidad de
buscar nuevas fórmulas que agilicen el intercambio sin perjuicio de la seguridad que se
requiere para el mismo.
Conforme menciona e tratadista Lic. Jesús Bugeda en su libro «El Depósito Centralizado de
Valores», indicamos las siguientes características.
3) Por lo general los dueños de los títulos, no tienen acceso directo. sino es a través de sus
agentes, quienes son los verdaderos sujetos activos, junto con los bancos y otras entidades
financieras.
4) Cada participante tiene una o varias cuentas abiertas, en las cuales se registra el
movimiento de las transacciones efectuadas por cada uno de aquellos.
5) Los asientos de cargo y abono sirven, además, como medio de transferencia y sustituyen
el mecanismo de la entrega, el endoso y de la inscripción, complementando en este caso,
con los libros de los emisores.
Sujetos Personales
Si bien en él depósito las partes principales son el depositante que entrega la cosa y el
depositario que la reciba con la obligación de devolverla, no se excluye la posibilidad de
que intervengan terceros beneficiarios, alcanzando tal posición particular importancia en el
depósito centralizado.
Podemos distinguir a depositantes, que pueden ser los agentes de bolsa, las sociedades
emisoras de títulos - valores, las instituciones de seguro y reaseguros, las sociedades de
inversión, etc. así como las personas o entidades autorizadas a ese fin por otras leyes,
mediante disposiciones de carácter general.
Objetos reales
Formalidades
La libertad de contratación, aceptada por el derecho privado como principio básico, hace
desaparecer las solemnidades externas como medios indispensables para la valides de los
derechos y obligaciones, que entre los particulares, se crean, modifican, transmiten y
extinguen por la mera manifestación de sus voluntades.
En los contratos civiles y en las convenciones mercantiles cada uno se obliga de la manera y
términos en los que aparentemente quiso obligarse, sin requerir mayores formalidades,
salvo en los casos expresamente determinados por Ley; trascendiendo la violación a la
solemnidad si el consentimiento de las partes consta de manera fehaciente, aunque falte la
forma, cualquiera de las mismas puede exigir que se cumpla con ella para que así pueda
desplegar efectos el acto solemne.
El depósito surge con la tradición de los títulos - valores o documentos que lo integran
para aceptar la consensualidad de este contrato, como si se tratara de un depósito civil.
Para este efecto todos los documentos a depositarse, deben ser endosados conforme a
las disposiciones legales o convenir con el emisor la expedición de títulos - valores
múltiples también debidamente endosados a requerimiento de la entidad depositaría.
Extinción
Varias pueden ser las causas con fuerza suficiente para extinguir al depósito administrativo
centralizado de títulos - valores, que dan origen a la exigibilidad de restitución o a al a
liberación por el cumplimiento de las prestaciones incorporadas en los títulos - valores bajo
custodia, previamente satisfechas por sus respectivos emisores.
Por el depósito irregular puede pactarse que del depositario adquiera la propiedad de la cosa
depositada, con la obligación de restituirla en la misma cantidad, especie y calidad. Art. 876
Código de Comercio.
En realidad este depósito bancario irregular no sería considerado un servicio bancario, sino
una operación pasiva de depósito irregular.
No es un servicio gratuito, sino oneroso ya falta de pago, el banco puede ejercitar el derecho
de retención del objeto dado en depósito.
LECCIÓN
La presente Ley determina con carácter general los derechos y obligaciones emergentes del
trabajo, con excepción del agrícola que será objeto de disposición especial.
Se aplica, también, a las explotaciones del Estado y cualquier asociación pública o privada,
aunque no persigan fines de lucro, salvo las excepciones que se determinen...". Su decreto
reglamentario, en el Artículo 1° reglamenta: "(...) No están sujetos a las disposiciones de la
Ley General del Trabajo ni de este Reglamento, los trabajadores agrícolas, los funcionarios
y empleados públicos y del Ejército en la precisión de estos artículos, puede afirmarse que
está presente implícitamente el criterio de las características de las relaciones jurídicas del
trabajo, y ello significa el trabajo subordinado, dependiente y sujeto a remuneración.
Es propio de las zonas rurales); secundario (incluye las actividades que suponen la
transformación de las materias primas en productos elaborados, es decir, la industria y la
construcción, por ejemplo, siderurgia, sector agroalimentario, etc.; la producción de bienes
de consumo en general. Se localiza principalmente en zonas urbanas) y terciario (que
incluye todas las actividades y prestación de servicios que no pertenecen a los otros dos
sectores y que podrían considerarse como actividades de suministro de bienes inmateriales a
las personas, a las colectividades o a las otras empresas.
c) los obreros que prestan servicios en la Intendencia General del Ejercito (LEY N° 6957 de
02/12/1947);
g) los empleados que tienen misión directriz en los fundos rústicos, con excepción de los
colonos que se dedican a la labranza de las tierras (Decreto Ley N° 8422 de 20/12/1951);
h) los Chóferes profesionales que trabajan por cuenta ajena, así como sus ayudantes, los
Mecánicos de garajes y sus ayudantes que trabajan por cuenta ajena en garajes o estaciones
de servicio, sujetos a sueldo u otra forma convenida de remuneración D.S. N° 5207 de 29/
04/1959);
Los trabajadores que son contratados para prestar servicios en las zafras del algodón y la
caña de azúcar (D s N 19524 de 26/04/1983); los deportistas profesionales, en cualquier
rama del deporte (D.S. N° 23570 de 26/07/1993); los trabajadores asalariados del campo
(LEY N° 1715 18/10/1996); los servidores públicos dependientes de las entidades públicas,
autárquicas y descentralizadas, cuyas actividades se regulen por disposiciones legales o
estatutarias singulares amparadas por la Ley General del Trabajo, que estuviesen prestando
servicios en las mencionadas entidades hasta la fecha de vigencia de la Ley 2027 (LEY No
2027 de 27/10/1999); el deportista profesional (LEY No 2770 de 07/07/2004); personal de
la Corporación Minera de Bolivia (D.S. No 28901 de 31/10/2006); los trabajadores
estacionales (LEY No 3785 de 23/11/2007).
Las realizadas por la Ley N° 466 de 26 de diciembre de 2013, que en su Artículo 47,
establece que el régimen laboral de las empresas públicas se sujeta a la Ley General del
Trabajo, a los lineamientos establecidos para el efecto y leyes especiales que las rigen.
Resulta claro que el Artículo 1° de la Ley General del Trabajo, se limita a establecer los
derechos y obligaciones emergentes del trabajo, no precisa las características esenciales que
identifican la relación laboral y por esa imprecisión conceptual se ha generado de varios
grupos de asalariados.
Con la finalidad de esclarecer los alcances de la Ley General del Trabajo, en el logo de
leyes y decretos se cuenta con el Decreto Supremo en 23570, de 26/07/1993, que amplía el
ámbito de aplicación de ley estableciendo las características esenciales de la relación
laboral, de tal forma que puede afirmarse que cualquier persona que realice servicios
intelectuales o materiales en cuya relación concurran las características a desarrollarse, se
encuentran dentro del ámbito de aplicación de la Ley General del Trabajo.
Conforme a esta normativa, se entiende que las características de las relaciones jurídicas
laborales son las siguientes:
b) Subordinación del trabajador respecto del empleador (trabajo que se presta bajo las
instrucciones, especificación y condiciones establecidas por el empleador).
c) La prestación de trabajo por cuenta ajena (se trabaja beneficio directo de tercera
persona), y
Siguiendo esta normativa las actividades que expresamente. Se excluyen de las relaciones
laborales son las prestadas por:
a) Los Servidores Públicos. - Según el Artículo 4to. Del Estatuto del Funcionario
Público, Ley N° 2027 de fecha 27 de octubre de 1999, servidor público es aquella persona
individual, que independientemente de su jerarquía y calidad, presta servicios en relación de
dependencia a una entidad sometida al ámbito de aplicación del Estatuto del Funcionario
Público. El término servidor público, para efectos de esa Ley, se refiere también a los
dignatarios, funcionarios y empleados públicos u otras personas que presten servicios en
relación de dependencia con entidades estatales, cualquiera sea la fuente de su
remuneración, el Título IV de la Ley N° 2027, trata sobre el Régimen laboral, en el
Capítulo I trata sobre la jornada laboral, el Capítulo II de los permisos y las licencias, el
Capítulo III las Vacaciones, el Capítulo IV sobre las remuneraciones
Se trata de trabajadores agrícolas no asalariados, como aquel campesino que tiene su propia
tierra, sus propias herramientas y su producción es de uso doméstico.
Por esta característica jurídica, son regulados exclusivamente por disposiciones tales como
la Ley de las Fuerzas Armadas y la Ley Orgánica de la Policía, razón por la cual no están
contempladas por la normativa laboral.
Agrega que el Derecho del Trabajo, tiende a proteger, inmediatamente, a la persona física y
a su familia cuando aquél es sujeto del contrato de trabajo, de tal manera que la
organización colectiva, sindicato, contrato colectivo, huelga, etcétera, no son sino medios
para el logro de aquella finalidad. Benito Pérez, sostiene que por medio del contrato de
trabajo se aplican todas las normas que rigen la relación jurídica entre empleador y
trabajadores.
Cualquiera que sea los fundamentos que se alegue para resaltar su importancia, las mismas
no pueden cubrir la crisis actual del Contrato de trabajo, cambio que se ha producido por la
pérdida de la autonomía de la voluntad de las partes para realizar un contrato de trabajo y
ajustarlo a sus reciprocas prestaciones. Se ha dicho, incluso, que tal vez en un futuro no
muy lejano, el contrato de trabajo, como expresión sinalagmática será pieza de museo, bajo
el razonamiento que si la duración de la jornada y el salario mínimo legal se determinan por
imperio de la ley, si la actividad o el servicio a prestarse está determinado en su reglamento
interno, aprobado por la autoridad del trabajo o en los mismos contratos colectivos, qué
resta para las partes en el contrato de trabajo Muy poco se afirma, y es por ello que en la
actualidad muchos autores ensayan sustituir ésta figura por el concepto de la relación
jurídica de trabajo, en razón de que quienes contratan en definitiva son las partes por su
sometimiento a la ley, a los lados donde ni empleado ni empleador suelen ser parte directa.
La Ley General del Trabajo actual, en el Título II, enuncia los convenios colectivos que
fijan las condiciones de trabajo, en categoría del Contrato de Trabajo.
Posteriormente, las guerras llevan a la esclavitud de los vencidos, lo que luego se fue
extendiendo al campo privado.
Con ello comenzó a dibujarse un concepto erróneo del trabajo, por relegarse este a los
vencidos, que arrastraban la terrible herencia de haberlo sido ellos o sus antepasados en la
lucha por la vida, llevando el concepto del trabajo a un sentido equivalente de mercancía
susceptible de contratación, que podía ir de unas manos a otras, según las conveniencias,
aspiraciones y capacidad económica de sus titulares.
Este falso concepto se aplicó, por extensión los trabajadores en general no sólo a esclavos ni
siervos, también de los hombres libres, encadenándole a la disyuntiva de aceptar las
condiciones que se le imponían a morirse de hambre, que era realmente el único derecho
que a su condición humana se le otorgaba.
En Roma solo se tenía consideración por el servicio militar y el trabajo agrícola; las demás
tareas eran o debían ser ejecutadas por un ciudadano. Tuvieron que pasar siglos reputadas,
serviles y no para que se vaya dejando de lado la mano de obra esclava y surja, lentamente,
la libre. Se equiparaba, no obstante, al siervo, por lo que locatio hominis de aquel era
semejante a la locatio operarum, ya que, como señala Carnelutti, obteniéndose el trabajo
servil medio del disfrute del cuerpo del ciervo, se asemejaba a la locación de una cosa con
el disfrute de su esfuerzo y, por lógica implicancia, el disfrute del esfuerzo del obrero; la
relación de trabajo era, por tanto, en Roma, un simple arrendamiento.
Recién cuando el Derecho del Trabajo se independiza del civil es cuando adquiere su
desarrollo el contrato de trabajo y se crean y se construyen doctrinas sobre él.
Eugenio Pérez Botija, considera que los principales argumentos para hablarse de una
relación jurídica de trabajo, escritas en las siguientes razones:
1. En muchos casos, para que exista relación laboral, no es menester un acuerdo previo,
no se requiere, ese concierto de voluntades, expresado en los contratos, no habría acto
jurídico, sino una nueva situación de hecho que determina los efectos jurídicos implicados
por la relación laboral.
Toda relación de trabajo se origina en un acuerdo de voluntades, sea este expreso o tácito,
entre el empleador y el empleado, libres de vincularse jurídicamente y de estipular
condiciones, aunque sea en medida limitada. Aun el simple hecho de la incorporación del
obrero un establecimiento carece de valor jurídico si no va acompañado del consentimiento
de partes, sea un contrato, por el que una de ellas resuelve utilizar los servicios de la otra y
ésta recibir, en reciprocidad, las remuneraciones y ventajas consiguientes.
Krotoschin, por su parte afirma, toda la disputa acerca del contrato y la relación de trabajo
adquiere una faz más bien doctrinal que práctica, en el entendido que el contrato de trabajo
engendra una relación jurídica, por el carácter de continuado o periódico de la ejecución por
parte de ambas partes, una relación que duran mientras se desarrollan las prestaciones
mutuas en sus múltiples fases de cumplimiento; pero la relación de trabajo en este sentido
es consecuencia del contrato ), En refuerzo de este argumento Cavazos, sostiene, que la
relación de trabajo se inicia en el preciso momento en que se empieza a prestar el servicio
de trabajo; en cambio, el contrato de trabajo se perfecciona por el simple acuerdo de
voluntades.
Por lo tanto, se puede dar el cada que exista un contrato de trabajo sin relación laboral,
como cuando se celebra un contrato y se pacta que el servicio se preste posteriormente. En
cambio, la existencia de la relación de trabajo hace que se presuma la existencia del
contrato.
Caldera señala: Aquel contrato mediante el cual un trabajador se obliga a prestar sus
servicios a un patrono bajo su dependencia y bajo una remuneración.
Abelardo Villalpando: El Contrato de trabajo es una convención por el cual una persona
llamada trabajador (obrero o empleado), se obliga a poner su actividad profesional al
servicio de otro llamado empleador y a trabajar bajo la subordinación y dependencia de
este, mediante una remuneración denominada salario.
Isaac Sandoval Rodriguez: El contrato individual de trabajo cualquiera que sea su forma o
denominación aquel en virtud del cual una persona se otra un trabajo personal subordinado,
mediante el pago de obliga a prestar a un salario.
Las mayores construcciones teóricas se han dado en el campo las teorías civilisticas, y cuyo
razonamiento parte de las concepciones que se tuvo en el derecho romano, donde sólo se
pagaba el trabajo manual; por ello considerado tan despreciado.
Si dueño se lleva al hombre, como se lleva la cosa que se compra, como tal las expresiones
que designan el arrendamiento, son idénticas, refiriéndose a hombres libres, a esclavos o a
las cosas.
De ahí el concepto romano de que el contrato de trabajo era una variedad de la locación y el
arrendamiento. Cuando los hombres libres pusieron su fuerza a disposición de terceros
(empleadores), el hecho se consideró como una especie de la locatio conductio, si el alquiler
comprendía cualquier resultado del trabajo o locatio operarum, si se limitaba a un resultado
específico. El Código de Napoleón y todas las legislaciones que lo asumieron como su
fuente, encuadraron las dos formas romanas precitadas con las denominaciones de "contrato
de obra", servicios o locación de obras y "arrendamiento de obra".
¿Puede discutirse un momento que el patrono tenga la posesión del obrero mientras
trabaja? ¿No es el mismo obrero el que utiliza de su trabajo?
Arrendamiento
Ha merecido esta teoría razonadas críticas, así se ha dicho que trabajo es la agilidad del
hombre, no solamente física, sino también intelectual y moral, es en substancia el hombre
mismo de las más altas manifestaciones de su vida, como tal él abajo no puede medirse
como la energía eléctrica; su aplicación quiere también inteligencia, muchas veces no se
suministra ninguna energía igualmente se dice que la cosa vendida se separa por completo
del vendedor, lo que no puede acontecer en el esfuerzo individual, que es inseparable del
hombre. Sin embargo, el salario debe abonarse.
1.4.3. Teoría del Mandato
1.4.3. Teoría del Mandato
La teoría de la asimilación del contrato de trabajo al de mandato tuvo bastante arraigo
durante cierto tiempo, fue en la exposición de motivos del Código civil de México de 1870,
que se defendió esta tesis. El mandato es un contrato de representación por medio del cual
una persona se encuentra autorizada a efectuar un acto jurídico en nombre de otra, y el
contrato de trabajo tiene por objeto la realización de una tarea sin que ella intervenga,
generalmente, la idea de representación. Las diferencias que separan ambas instituciones
son fundamentales. Lo que ocupa un plano muy destacado es la consideración que la
representación característica del mandato, esa prolongación espiritual de la persona del
mandante, que supone la actividad del mandatario, no se da en el contrato de trabajo, en que
el obrero entrega su trabajo al empresario; pero que ejerza respecto a éste ninguna clase de
actuación en nombre suyo, ya que las actividades que ambos realizan se podrán Considerar
como contrarias o convergentes; pero en ningún caso le son hechas la una en nombre de la
otra.
Por otra parte, el mandato está constituido por los actos jurídicos, y es el contrato de trabajo,
por la actividad laboral.
En una sociedad se dan dos elementos tipificadores: aporte común y división entre todos de
los beneficios. Por lo que primer aspecto se refiere ¿no hay manifiestamente obra común y
colaboración? Uno aporta su espíritu de iniciativa, su conocimiento de la clientela, su
talento organizador, su actividad intelectual, en una palabra, su industria y también su
capital; otros no aportan sino su fuerza, su habilidad profesional, su trabajo, su industria.
En cuanto al segundo elemento, una explicación del término beneficio demuestra,
igualmente, su existencia. En el término beneficio han de distinguirse los beneficios de la
industria y los del patrono: el beneficio divisible, y efectivamente dividido entre patrono y
trabajadores, es el que resulta si se considera la situación de una persona que acumulara las
funciones de empresario y trabajador, en cuyo caso bastaría, para obtenerlo, deducir de la
venta de los productos los gastos de arrendamiento de locales e instrumentos, los generales,
como impuestos, etcétera; así como los que significan la compra de materias primas; los
beneficios del empresario, a su vez, se obtienen deduciendo, de aquel beneficio, el salario
pagado a los obreros.
Por su parte, la tesis de Haid presenta al trabajo como un contrato Social en actividad, las
fuerzas y los recursos personales de las partes que se encuentran ligadas para la prosecución
de un fin económico. Se la crítica, puesto que la sociedad es una persona diferente de los
socios que la integran. En la sociedad no existe la subordinación o dependencia jerárquica
que hay en el contrato de trabajo; además, las partes no se encuentran ligadas por los
eventos económicos de la marcha del establecimiento, ya que si bien los trabajadores
podrán participar en los beneficios, no lo hacen en las pérdidas. Los intereses de una y otra
parte están en perfecta contradicción, no existe el llamado affectio societatis, sino más bien
al contrario. Los que critican esta doctrina declaran que es una manifestación de deseos,
muy seductora e ideal que no concilia con la realidad de las cosas,
Por lo que se puede concluir, expresando que el contrato de trabajo actual es un viejo
arrendamiento de servicios, sólo que socializado, esto es, intervenido por el Poder público,
para prevenir y evitar las injusticias y los daños que de él habrían de sobrevenir al
abandonarlo, como cualquier otro contrato, al libre juego de las voluntades contratantes".
1.4.6. Contrato Autónomo
1.4.6. Contrato Autónomo
La mayoría de los tratadistas modernos consideran al contrato de trabajo como un contrato
sui generis o autónomo, en el entendido que tiene ciertos aspectos o vinculaciones con los
contratos del Derecho Civil; pero con acentuada diferencia.
Según Guillermo Cabanellas, podría decirse que el contrato de trabajo, nacido de distintos
ideales sociales y jurídicos, encuadra una nueva figura que no encaja dentro de los moldes
de los contratos tradicionales. El contrato, cuyo contenido es la prestación de un servicio
subordinado de carácter económico, que requiere un esfuerzo físico, muscular o intelectual,
representa algo más que la compraventa, que la sociedad, que el arrendamiento o el
mandato; este contrato, que contiene requisitos peculiares, distingue con claridad dentro de
la legislación positiva en los países que lo han regulado en leyes especiales o en los cuales
la materia de trabajo ha sido codificada.
Efectivamente, esa caracterización particular es lo que marca la diferencia y autonomía con
los restantes contratos del ordenamiento jurídico, así tenemos que en sus elementos
subjetivos, los sujetos de la relación laboral han de ser precisamente patronos y
trabajadores; en la causa del contrato, para el obrero es el obtener una remuneración con
que atender a sus necesidades vitales y las de su familia, para el patrono es conseguir la
aportación a la obra productora de la energía y fuerza física del trabajador.
Por su primacía serán los requisitos esenciales, tales como el Consentimiento, el objeto y la
causa; y requisitos accidentales, tales como los documentos previos a la celebración de
algunos contratos, certificados médicos, etc.
Mario Olmos, evocando a Cabanellas, expresa que en la técnica jurídica, requisito es toda
circunstancia o condición necesaria para la existencia o ejecución de un derecho, para la
validez o eficacia de un acto, para la exigencia de una obligación. De donde los requisitos
esenciales en el contrato de trabajo son los mismos que admite la teoría civilista del contrato
privado.
La fuerza física ejercida por uno de los contratantes sobre el otro es de rara ocurrencia en
las relaciones de trabajo; sin embargo, su formulación hipotética hace alusión a la
intimidación (fuerza moral) o violencia (fuerza física) que se ejerce contra una persona, con
objeto de obligarla a celebrar u omitir un acto que no hubiera celebrado u omitido de no
mediar aquélla. Se trata de un vicio del consentimiento que causa la nulidad del acto.
Finalmente el dolo que proviene del latín dolus; a su vez, del griego dólos; comúnmente
entendido como mentira, engaño o simulación. Jurídicamente adquiere tres significados,
que nos interesa es el que se formula como vicio de la voluntad en los actos jurídicos, en
sentido se lo entiende como cualquier artificio, astucia o maquinación que se emplee para
conseguir la ejecución de un acto. Para ello se requiere: a) Que una de las partes
contratantes o en su caso el tercero, actúa a sabiendas, con mala fe, para arrancar el
consentimiento de la otra: la imprudencia no constituye dolo; b) Que la conducta que
provoca el dolo debe tener cierto grado de intensidad que la haga reprochable, que merezca
una estimación valorativa de carácter negativa.
Estado de necesidad, causa de anulabilidad del contrato de trabajo, puesto que una persona
en estado de necesidades su facultad de querer de escoger está suprimida y p consiguiente
anulada su voluntad.
En el Derecho del Trabajo, la capacidad es exigida para ambos sujetos del Derecho del
Trabajo:
1) Del patrono, deberá ser persona mayor de edad y no tener ningún impedimento para
ejercer una industria o comercio, conforme a las previsiones del Código de Comercio.
2) El trabajador, que según las disposiciones del Articulo 129 del Código Nina, Niño y
Adolescente. Ley Nro. debe ser una persona de 14 años de edad y excepcionalmente de 12 a
14 años, previa autorización de las defensorías de la niñez y adolescencia.
b) EL Objeto: Es la individualización del motivo de una la contraprestación (dar, hacer, no
hacer); su falta determina (9 determinado contrato, y se entenderá como la prestación y la
unidad del contrato. Pérez Benito, expresa que el objeto del contrato de trabajo consiste en
el cumplimiento de la prestación de trabajo a cambio de una remuneración
a.1.) Requisitos de Validez: El objeto debe ser posible, es decir, estar en consonancia con
las leyes laborales. En segundo lugar, el objeto debe ser licito, que da a entender puede ser
contraria al orden legal establecido. En que no tercer lugar determinable, el objeto debe ser
susceptible de valoración económica a través del sueldo o salario que pagará el patrono al
trabajador.
La causa constituye un elemento esencial, hasta el punto de que, faltando ella, el contrato no
produce ningún efecto. La causa de las obligaciones y contratos tiene que ser verdadera,
lícita y no opuesta a la moral y a las buenas costumbres.
b.1) Requisitos de Validez: La causa debe ser lícita, como se tiene expresado, no debe ser
contraria a la ley, a la moral y las buenas costumbres; entonces la causa es ilícita, cuando es
contraria al orden público a las buenas costumbres o cuando es un medio para eludir la
aplicación de una norma imperativa.
e) Prestación personal: Es la obligación esencial que recae sobre la persona del trabajador.
La misma puede: o intelectual; emana de un administrador, un alto empleado o un simple
peón;, darse en una casa de familia, una industria, Un comercio, una empresa agrícola o a
bordo de un buque, hoy en día cualquier tipo de faena puede ser el objeto de le contrato.
Castorena, citado por Olmos, explica que esta expresión significa el deber que tiene el
trabajador de trabajar personalmente; es decir, de no sustituir ese deber con el trabajo de
otra persona, si el trabajador estuviera en la posibilidad de sustituir su trabajo por medio de
un útil o de una máquina de su invención, ello cambiaría la naturaleza del acto jurídicos,
Conforme a este preámbulo se entiende, que el trabajo del sujeto tiene que ser personal, es
decir, "intuito personae", una persona física para otra; no puede ser sustituido.
La segunda autoriza a disolver el contrato de trabajo sin justa causa, mediante una suma de
dinero, denominada indemnización por despido.
La relación laboral tiene como objeto para el empleador el cumplimiento de una obligación
y para el empleado la remuneración. La remuneración es la contrapartida del trabajo
realizado; si no se trabaja, no se cobra el salario.
La obligación de pagar un salario como condición sine qua non para la existencia del
contrato de trabajo tropieza er la practica con el uso de algunos establecimientos que
contratan a sus trabajadores a cambio de la percepción de una propina que recibirán de
manos de un tercero. Como la propina no constituye un salario, podría considerarse que
estos trabajadores están prestando sus servicios al margen de un contrato de trabajo y, que
por tanto no se beneficiarían de la reglamentación legal. Este criterio es inadmisible: el
contrato de trabajo existe y el empleador debe pagar el salario mínimo de ley, pues él no
puede colocarse al de lo dispuesto por el orden público laboral.
La principal responsabilidad es realizar un trabajo, un servicio o una obra a favor del patrón,
bajo concurrencia de los elementos de la relación jurídico laboral, es decir, prestación
personal, exclusividad, subordinación y fidelidad (se refiere al comportamiento leal del
trabajador a su empleador, circunscrito a dos aspectos: 1) No revelar secretos industriales y
2) No realizar competencia desleal).
En la práctica, dice Del Granado, el contrato de trabajo, como acuerdo para el inicio de la
relación de trabajo, es siempre individual. Es el trabajador, de manera personal, el que se
compromete con el empleador a la prestación de su fuerza material e intelectual. En cambio,
el contrato colectivo, es una resultante ya de la relación de trabajo y del ejercicio de los
derechos sindicales s, paralelismo que según este autor constituye un error. Zegada, con
mayor precisión, aclara que: "(...) En la sistematización del capítulo relativo al contrato
individual de trabajo, los autores que redactaron la Ley General del Trabajo cometieron el
error de incorporar y confundir en una categoría jurídica especial, como es la relación al
contrato colectivo de trabajo, que precisa de tratamiento diferenciado y específico dentro
del Derecho colectivo laboral..".
Conforme a este preámbulo, el contenido de este capítulo, estará dedicado al estudio del
contrato individual de trabajo.
Aclarado en ese sentido, nos preguntamos ¿que debe entenderse por contrato individual de
trabajo? Siguiendo la definición de Vidal, entenderemos por tal, el contrato celebrado con
un solo trabajador, que tiene en vista una prestación sin relación en cuanto a los mayores o
menores beneficios que pueda recibir del trabajo que realicen los demás trabajadores al
servicio del mismo patrono, Del texto del Artículo 5° del Decreto Reglamentario de la Ley
General del Trabajo, se tiene que: "(...) Es contrato individual de trabajo aquel en virtud del
cual una o más personas se obligan a prestar sus servicios manuales o intelectuales a otra y
otras..."; de esto se concluye, que el contrato individual de trabajo, es aquel por el cual el
trabajador y el empleador se obligan recíprocamente, éste a prestar servicios personales bajo
dependencia y subordinación del primero y a aquel a pagar por estos servicios una
remuneración determinada.
Es corriente encontrar en los manuales de Derecho del Trabajo, diversos ensayos para poder
identificar y luego explicar las diversas formas de los contratos individuales de trabajo, así a
manera de ejemplo véase el realizado por Luis Zegada: a) Por su formalización: los
contratos individuales pueden ser verbales o escritos; b) Por su duración: sin término
temporal definido, a plazo fijo o por temporada; c) Por la remuneración: A destajo, salario
mensual, quincenal, semanal o la modalidad que se adopte de mutuo acuerdo entre las
partes y que no desvirtué el mandato de la ley: d) Por la condición del trabajador: Que la
prestación sea de naturaleza física o intelectual; e) Por la jomada de trabajo: Que se realice
en horario diurno, nocturno o en días feriados declarados por ley; t) Por el lugar donde se
presta: En el centro laboral, en el domicilio del trabajador o en el sitio en que se determine.
Sin desarrollar todas estas formas de contratación, solo se tratará de aquellos taxativamente
se encuentran regulados por la Ley General del Trabajo y su Decreto Reglamentario, y las
que estadísticamente tienen mayor aplicación.
De esta manera, puede adoptarse la forma verbal o escrita, en el sentido que se tiene
legislado en el Artículo 6 de la Ley General del Trabajo: "(...) El contrato de trabajo puede
celebrarse verbalmente o por escrito, y su existencia se acreditará por todos los medios
legales de prueba. Constituye la ley de las partes siempre que haya sido legalmente
constituido, y a falta de estipulación expresa, será interpretado por los usos y costumbres de
la localidad.
Esta forma de contratación, por las particularidades de la actividad del trabajo, tiende más a
resaltar el consentimiento de los intervinientes, antes que otros aspectos Vinculantes al
contrato de trabajo, para el inicio de la relación jurídico laboral; pero en la práctica de las
relaciones laborales, predomina generalmente el uso de la forma escrita, y que según Claure
es la forma usual de suscribir un contrato de trabajo. La propia Ley General del Trabajo
como su Decreto Reglamentario, le otorgan mayor protección y cobertura legislativa con
relación al contrato de trabajo verbal, así se desprende de los textos de los Artículos 22 de la
Ley Gen del Trabajo, y 14 de su Decreto Reglamentario; lo que concuerda con la
exposición del granado, en sentido que las propias disposiciones legales, para garantizar los
derechos laborales obligan a la suscripción de un contrato de trabajo escrito.
"C...) Artículo 22.-El contrato de trabajo requiere, para alcanzar eficacia juridica, ser
refrendado por la autoridad del Trabajo o la administrativa, en defecto de aquella...".
Decreto Reglamentario:
"(...) Articulo 14. - El contrato de trabajo celebrado por escrito requiere, para alcanzar
eficacia juridica, ser refrenado por el Inspector de Trabajo o, en su defecto. Por la autoridad
administrativa superior del lugar...".
b) Debe suscribirse en papel común: Según se desprende del Artículo 15 del Decreto
Reglamentario: "(...) Los contratos de trabajo se suscribirán en papel común, quedando
exentos del uso de timbres, por tratarse de servicio social...".
c) Contenido de los Contratos de Trabajo: Según el texto del Artículo 7 del Decreto
Reglamentario: "...) El contrato individual de trabajo deberá contener por lo menos, las
siguientes estipulaciones: a) Nombres y apellidos paterno y materno o razón social de los
contratantes; b) Edad, nacionalidad, estado civil y domicilio del trabajador; c) Naturaleza
del servicio y el lugar donde será prestado; d) Determinación de si el trabajo o servicio se
efectuará por unidad de tiempo, de obra, por tarea o a destajo, por dos o más de estos
sistemas; e) Monto, forma y período de pago de la remuneración acordada: f) Plazo de
contrato; g) Lugar y fecha del contrato; h) Inscripción de sus herederos, con indicación de
nombres y edad, para los efectos de las disposiciones concernientes a la reparación de los
riesgos profesionales.
Del texto del Artículo 6° de la Ley General desprende los siguientes temas de exposición
vinculantes al contrato de trabajo escrito: a) La prueba de la existencia del contrato de
trabajo, b) El control del contrato de trabajo, c) El contrato de trabajo como ley entre partes
y c) Su interpretación.
a) Prueba del contrato de trabajo escrito: La existencia del contrato de trabajo, se
prueba mediante todos los medios probatorios reconocidos por el ordenamiento jurídico
boliviano, entre las pruebas literales, sería el caso de planillas de las empresas, alta y baja en
las afiliaciones de los seguros a largo y corto plazo; las inspecciones judiciales etc.
2) Las inspecciones a cargo del personal del Ministerio de Trabajo, que eventualmente dan
lugar a proceso por infracciones a la ley social, presentar.
De acuerdo al Artículo 6 de la Ley General del Trabajo, concordante con el Artículo 6 del
Decreto Reglamentario de la Ley General del Trabajo, a falta de estipulaciones expresas,
será interpretado por los usos y costumbres de localidad, y siendo que se trata del contrato
de trabajo escrito, se entiende que se trata de "usos contractuales", que se encuentran
constituidos por manifestaciones de voluntad individual.
El contrato de trabajo como ley entre partes: Sostiene Dick, que a diferencia del campo civil
la eficacia de un contrato laboral radica en la legalidad de sus cláusulas, en cumplimiento
estricto de la normatividad laboral y en virtud del carácter protector del Derecho del
Trabajo, los derechos mínimos que se conceden no son renunciables, careciendo de eficacia
jurídica cualquier contrato o acto en contrasentido a cualquiera de los derechos reconocidos
imperativamente al trabajador; por tanto, es ley entre partes cuando sus cláusulas no
implican renuncia del trabajador a derechos que le son reconocidos en disposiciones legales
laborales vigentes; y no es ley entre partes cuando el contrato se elabora contraviniendo la
ley y las normas laborales que son de orden público, declarativas y están por encima de la
voluntad de las partes.
Así se desprende del Articulo 6 del Decreto Reglamentario de la Ley General del Trabajo:
"(...) El contrato individual de trabajo constituye la ley de las partes, a reserva de que sus
cláusulas no impliquen una renuncia del trabajador a cualquiera de los derechos que le son
reconocidos por las disposiciones legales y por los contratos colectivos..."
La característica de este contrato es, aparentemente, que se celebra por toda la vida útil del
trabajador y parece, a primera vista, por tal circunstancia, que da mayor seguridad en el
empleo al dependiente6); sin embargo, este tipo de contrato de aparente seguridad, puede
verse amagado por la institución del desahucio, que es la manifestación unilateral de
cualquiera de las partes para poner término al contrato; así también lo expresa Claure,
cuando sostiene, que es el que se celebra comúnmente en la práctica de las relaciones
laborales de las distintas categorías profesionales y por llevar en sí la posibilidad de una
prosecución indeterminada en el tiempo, dio origen a la creación de los institutos de
preaviso y la indemnización por despido Del Granado, en su libro "Manual de Legislación
del Trabajo remarcando en un cuadro expositivo, considera con relación a este tipo de
contrato de trabajo lo siguiente: "(...) Por principio el contrato de trabajo, que supone
estabilidad y remuneración m el trabajador, es por tiempo indefinido. En efecto, la única
fuente de ingresos para el trabajador es el salario, y de ese salario depende la subsistencia de
él y de su grupo familiar de manera permanente. El trabajo justamente remunerado, elevado
a la categoría de derecho fundamental de la persona, no sería sino un derecho transitorio y
ocasional si es que no estaría acompañado del principio de la estabilidad y la permanencia
en el empleo. Y es, precisamente, la naturaleza del trabajo a realizarse, la que marca los
límites relativos de esta estabilidad y permanencia....
Puede afirmarse que el contrato de trabajo indefinido, es aquel del cual se tiene certeza de
cuando comienza; pero no se sabe cuando se acabará, dura hasta tanto no exista causal de
conclusión del contrato. Para Vidal, es el contrato tradicional y ordinario del Derecho del
Trabajo, que tiene un comienzo determinado; pero no tiene plazo preestablecido de
vigencia, ni fecha prevista de extinción.
Es tal la importancia de este tipo de contrato, que las propias disposiciones jurídico
laborales le dan el beneficio de la presunción; así tenemos que el Artículo 182. b) del
Código Procesal del Trabajo, establece que: "(...) Todo contrato de trabajo se presume por
término indefinido, salvo que se pruebe lo contrario..."; concordante con el Articulo 1 del
Decreto Ley estipulación escrita se presume que el contrato es por tiempo 16187 de 16 de
febrero de 1979, que dispone: "(...) A falta de indefinido salvo prueba en contrario...
Contrato Individual de Trabajo por Tiempo Determinado y/o a Plazo Fijo: en general,
se presenta la figura del contrato de trabajo a plazo fijo, cuando la empresa tiene pensado
utilizar a un trabajador solo para un fin determinado y transitorio, en los más de los casos se
trata de finalidades particulares y limitadas insertan en una empresa de ejercicio continuo y
que se refieren a una fase productiva.
De lo anotado, puede apuntarse que se entiende por el contrario de trabajo a plazo, a tiempo
determinado, aquel en el cuales partes convienen un término de vigencia de la relación
labora atendiendo a criterios de tiempo, donde se conoce la fecha de inicio de la misma y su
conclusión. Como dice, Humeres, es aquel donde se fija de antemano su duración, cláusula
que impone a las partes la obligación por él contraída por todo el tiempo que se haya
pactado; en ese sentido, Horacio H. de la Fuente, afirma que en este tipo de contrato, su
duración está signada por ese rito en unidades de tiempo o fechas y fijado este término en
momento dado y cierto
De acuerdo a estas disposiciones legales, se tiene que los elementos sustanciales de este tipo
de contrato son las siguientes:
3. Es escrito;
Expediente: 2011-23941-48-AAC
III. FUNDAMENTOS JURIDICOS DEL FALLO
III.3. Los contratos laborales a plazo fijo, su relación con la protección a la mujer en
gestación La jurisprudencia sentada por el Tribunal Constitucional, respecto de los
contratos a plazo fijo y su relación con el caso particular de la mujer embarazada, ha
establecido en la SC 0109/2006-R de 31 de enero -citada en la SC 0771/2010-R de 2 de
agosto-, que modulo el entendimiento de la SC 0587/2005-R de 31 de mayo, el siguiente
razonamiento constitucional:"...en cuanto corresponde a los casos de contratos a plazo fijo,
en los que tanto el empleador como la trabajadora sea del sector público o del privado,
conocen desde el primer momento de la relación, la fecha cierta y concreta de conclusión de
la relación laboral, por lo que más allá de ésta no sería dable el nacimiento o vigencia de
derechos u obligaciones emergentes de una relación laboral que ya no existe, no siendo
posible obligar a un empleador a continuar con el contrato del personal que ya cumplió el
plazo establecido y acordado de antemano, a menos que se presenten las circunstancias que
se indicarán más adelante para lo que debe tomarse en consideración:
Primero, que el art. 12 la Ley General del Trabajo (LGT), establece que el contrato de
trabajo puede pactarse por tiempo indefinido, cierto tiempo o realización de obra o servicio.
Segundo, los contratos a plazo fijo no implican necesariamente que una vez vencido el
término pactado, el trabajador deba indefectiblemente cesar en sus funciones.
por cuanto podría suceder alguna de las situaciones que las siguientes disposiciones prevén:
a) el art. 21 de la LGT. prevé que en los contrato reconducción cuando el trabajador
continúa sirviendo vencido el término del convenio; b) la RM 283/62 de 13 de junio de
1962, señala que el contrato de trabajo podrá ser limitado en su duración si así lo impone la
naturaleza c) si bien la RM 193/72 de 15 de mayo de 1972, establecía que los contratos de
trabajo pactados sucesivamente por un lapso menor al término de prueba o por plazos fijos
que sean renovados periódicamente, adquirirán la calidad de contratos a plazo indefinido a
partir de la segunda contratación y siempre que se trate de realización de labores propias del
giro de la empresa, no es menos cierto que el art. 2 del DL 16187 de 16 de febrero de 1979,
establece que no está permitido más de dos contratos sucesivos a plazo hijo, como tampoco
están permitidos contratos a plazo fijo en tareas propias y permanentes de la empresa, en
caso de evidenciarse la infracción de estas disposiciones por parte del empleador, se
dispondrá que el contrato se convierta en uno por tiempo indefinido. Cabe advertir que
prevalece lo dispuesto por el DL 16187 -que prohíbe más de dos contrataciones a plazo fijo-
al tratarse de una norma de Superior jerarquía que la RM 193/72, que determinaba que
desde la segunda contratación los contratos a plazo fijo adquieren la calidad de indefinidos;
empero, subsiste la a plazo fijo se produce última parte de dicha Resolución Ministerial,
referida a que en todo caso debe tratarse de la realización de labores propias del giro de la
empresa.
Entonces, aplicando las normas legales relativas a los contratos a plazo fijo al trabajo de las
mujeres trabajadoras embarazadas, deben tenerse en cuenta las siguientes sub reglas:
1) Si la mujer fue contratada a plazo fijo, fenecido el término pactado entre partes, se
extingue la relación laboral, con la obligación del empleador de cancelar, si corresponde,
los beneficios que la ley acuerda para tales casos, sin que pueda exigirse al empleador
mantener a la trabajadora en el cargo, aunque haya resultado embarazada en el lapso de la
prestación de servicios;
2) Si el contrato a plazo fijo se renovó una sola vez, es decir que existirían dos
contrataciones a plazo fijo sucesivas, tampoco corresponde la aplicación de lo dispuesto por
Ley 975, por cuanto no se ha operado la conversión del contrato en uno por tiempo
indefinido, debiendo actuarse conforme se señaló en el inciso anterior:
3) Si el contrato a plazo fijo fue renovado en más de dos ocasiones, conforme a las
disposiciones anotadas precedentemente, en uno por tiempo indeterminado, de manera que
es de ineludible aplicación lo dispuesto por la Ley 975, o sea que se debe respetar la
inamovilidad de la trabajadora hasta que su hijo o hija cumpla el primer año de edad,
además de ser acreedora de las prestaciones y subsidios que la ley establece por la
maternidad".
Por lo anterior, se puede establecer que, la mujer trabajadora en estado de embarazo o que
tenga una hija o hijo menor a un año, goza del derecho a la inamovilidad laboral prevista en
la Constitución Política del Estado; sin embargo, en el caso particular de cumplir funciones
en institución pública o privada, en virtud a la suscripción de un contrato a plazo fijo,
gozara de dicha prerrogativa siempre que, el contrato haya sido renovado en más de dos
ocasiones. Contrariamente de no ser asi, que el contrato sólo hubiese sido renovado una o
dos ocasiones, no le asiste la tutela constitucional, desarrollada en el Fundamento Jurídico
III.2.
III.4. Marco normativo previsto por los Decretos Supremos 28699 de 1 de mayo de 2006 y
0012 de 19 de febrero de 2009.
Considerando que por mandado de la Constitución Política del Estado, es deber del Estado,
la sociedad, así como del núcleo familiar, garantizar la prioridad del interés superior de la
niña, niño o adolescente, que consiste en brindarles protección y socorro, el Poder Ejecutivo
hoy Órgano ejecutivo por medio de sus instrumentos normativos, se na pronunciado sobre
diferentes temas laborales, así por ejemplo: en lo relacionado a los despidos intempestivos,
Beneficios sociales, inamovilidad laboral y no podía ser de que manera, sobre aspectos
relacionados a la protección de las madres en estado de embarazo, hasta de edad cumpla el
año de edad.
II. Cuando el trabajador opte por los beneficios sociales, El empleador está obligado
a cancelar los mismos además de los beneficios y otros derechos que le corresponda en el
tiempo y condiciones señaladas en el Articulo séptimo del presente Decreto Supremo".
De otra, sobre el beneficio de la inamovilidad laboral y su vigencia el DS 0012, determina
lo siguiente:
"(...) II- La inamovilidad laboral no se aplicará en contratos de trabajo que por su naturaleza
sean temporales, eventuales o en contratos de obra; salvo las relaciones laborales en las que
bajo estas u otras modalidades se intente eludir el alcance de esta norma. En este último
caso corresponderá el beneficio"
Con relación al marco normativo citado, es necesario aclarar que, de manera general todo
trabajador ante un eventual despido, puede recurrir al Ministerio de Trabajo, Empleo y
Previsión Social para solicitar su reincorporación o el pago de sus beneficios sociales,
alternativas que se
encuentran plasmadas en el DS 28699; empero, si se opta por el pago de beneficios -que por
lo general opera a través del finiquito-, implica aceptar y concluir tácitamente la relación
laboral una vez efectuado su cobro, por lo que ya no puede solicitar la reincorporación, pues
debe considerarse que tales atribuciones son excluyentes, no siendo viable ambos
beneficios.
3.2.1. Conversión de los Contrato a Plazo Fijo a Contratos Indefinido. - Los supuestos más
comunes de acuerdo a las leyes sociales vigentes serían las siguientes:
De acuerdo al Artículo 21 de la Ley General del Trabajo: "C..) En los contratos a plazo fijo
se entenderá existir reconducción si el trabajador continúa sirviendo vencido el término del
convenio.
Sobre el particular Sandoval, sostenía, que la reconducción tácita de la relación operada con
la prosecución del trabajo, convirtiendo al contrato de duración de temporal en indefinido es
favorable al trabajador).
b) Renovación y Reconducción de Contratos a Plazo Fijo en tareas propias de una
empresa: Su fundamento legal parte de la Resolución Ministerial No 193/72, de 15 de mayo
de 1972, que en el Artículo 1°, establece: "(...) Los contratos de trabajo pactados
sucesivamente por un lapso menor término de prueba o por plazos fijos que sean renovados
periódicamente, adquirirán la calidad de contratos a plazo indefinido a partir de la segunda
contratación y siempre que se trate de realización de labores propias del giro de la
empresa...".
c) Cuando hay más de dos contratos sucesivos a plazo fijo: De acuerdo al Artículo 2 del
D.L. No 16187 de 16 de febrero de 1979: "(...) No está permitido más de dos contratos
sucesivos a plazo fijo...".
3.2.2.- Rescisión del Contrato a Plazo Fijo.- Por rescisión de un contrato, se entiende la
forma de extinguir los contratos, por causas sobrevinientes después de su
perfeccionamiento, en el caso que nos ocupa, podría decirse que se trata de una conclusión
extraordinaria del contrato de trabajo, cuando se termina sin cumplir el plazo fijado en el
mismo.
Sus fundamentos legales parten del Artículo 17 de la Ley General del Trabajo, que legisla
que: "(...) El Contrato a plazo fijo podrá rescindirse por cualquiera de las causas indicadas
en el Articulo anterior, y caso distinto, se estará a lo dispuesto por el Articulo 13..".
El referido Artículo 16 de la Ley General del Trabajo, dispone que no habrá lugar a
desahucio ni indemnización cuando exista una de las siguientes causales: a) Perjuicio
material causado en intención en los instrumentos de trabajo; b) Revelación de secretos
industriales: c) Omisiones o imprudencias que afecten a la seguridad o higiene industrial; d)
(Derogado): e) Incumplimiento total o parcial del convenio; f) (Derogado); g) Robo o hurto
por el trabajador. Las derogaciones enunciadas, se encuentran establecidas en la Ley de 23
de noviembre de 1944.
3.2.3.- Diferencias con otros Tipos Contractuales. -Suele existir cierto grado de confusión
con los siguientes tipos contractuales: contratos por temporada, y el contrato eventual Bajo
la modalidad de contrato por temporada, previa justificación coherente con la naturaleza del
trabajo a realizar, se puede contratar a un trabajador por una temporada, cuya finalización
determinable, condicionado a la culminación de la temporada; se trata propiamente del
trabajo de temporada o estacional, que se realiza en actividades propias de la agricultura. De
esta noción tiene que el contrato por temporada, son los que se requieren en ciertos periodos
del año, con periodos de descanso en el restante y se repite cada ciclo interrumpido
inevitablemente según la naturaleza de la actividad7); entonces de acuerdo a Dick, la
diferencia entre estos tipos de contratos, radica en que el contrato eventual, versa sobre las
necesidades permanentes de la empresa, lo que implica que, cada ciclo necesariamente
tenga que ocurrir y que pasado éste, necesariamente tenga que ser interrumpido. El contrato
eventual, se encuentra previsto para las relaciones laborales de circunstancias
excepcionales, ajenas al giro normal de la empresa y cuya duración es incierta.
Generalmente, dice Claure, se considera este tipo de trabajo, para relaciones de baja
temporalidad como ser el trabajo a destajo, diario o jornalero, o el trabajo por semana, muy
común en el área de la construcción.
Puede apuntarse como principales características de este tipo de contrato (eventual) los
siguientes aspectos: a) Trabajo precario poca estabilidad); b) De corta duración (no mayor a
15 de cuerdo al Código de Seguridad Social); c) Se da en tareas no propias al giro de la
empresa
Claure, sostiene en su "Legislación Laboral Aplicada", que este tipo de contrato regula la
relación laboral suscrita entre un empleador que requiere de su trabajador para la conclusión
de una obra o servicio en particular. Es un contrato de fines y no asi de medios. Para
Vásquez, se entiende por Contrato individual de Trabajo por obra, aquella que se encuentra
destinada a la realización de una tarea determinada.
Siguiendo el texto del autor Del Chazal, debe tenerse presente que la duración de este tipo
de relación contractual laboral depende del tempo que exija la ejecución de la obra o la
prestación del servicio.
En el caso de que el trabajador, a la conclusión de los tres meses, continúe prestando sus
servicios se produce la tácita reconducción y el contrato de trabajo a prueba se convierte en
un contrato de trabajo por tiempo indefinido. Este contrato a prueba, tiene la característica
de ser general para todos los trabajadores; sean estos profesionales, los admitidos al trabajo
por concurso de méritos o examen de competencia e incluso los recontratados.
El término jornada, desde una concepción general, es el tiempo dentro del cual se desarrolla
o se realiza un acontecimiento (por ejemplo: jornada heroica), desde la óptica jurídico-
laboral, es el espacio de tiempo cuya duración es permitida por la ley para la realización de
una tarea, por cuenta ajena, en relación de dependencia laboral. Como se advierte, el
concepto está más en relación con la limitación de la jornada de trabajo, que, según Perez
Benito, constituye una de las conquistas más trascendentales para la clase trabajadora,
obtenida en el transcurso del presente siglo.
1.2. Notas históricas
1.2. Notas históricas
La limitación de la jornada de trabajo por instrumento de la ley, es un fenómeno social,
Jurídico y económico relativamente reciente. Su evolución hasta llegar a la época actual es
el cumplimiento de la ley universal tendiente dar realidad a la ley del menor esfuerzo.
Se trabajaba de "sol a sol"; pero sin urgencia. No se realizaban trabajos nocturnos por falta
de alumbrado adecuado.
Para abaratar el producto se bajan los salarios y se prolongan las jornadas. El Estado, en
razón del principio de la libertad para contratar, no interviene y lo sagrado del contrato
impide que la ley limite esa libertad para pactar, llegándole afilar las jornadas de acuerdo a
las necesidades de la industria, y a precios más reducidos para conquistar mercados, en la
Edad Contemporánea, se reacciona en contra de esos, abusos desencadenados por la libre
contratación.
En ese sentido, puede conceptualizarse la jornada de trabajo, como la cantidad de horas que
el trabajador se pone a disposición del empleador en términos de subordinación y
dependencia a cambio de una remuneración y determinado por el Estado.
Una aproximación histórica seria de la jornada máxima de trabajo debe encontrarse, en las
Leyes de Indias, la Encíclica del Rerum Novarum de mayo de 1891, predicada por el Papa
León XII, las disposiciones del Congreso de Baltimore en 1866, la Revolución Rusa de
1917 donde se implantaron la jornada de 8 horas diarias, lográndose imponer finalmente
como conquista para los trabajadores en el Tratado de Versalles de 1919.
Agrega, la fuerza de trabajo produce un valor por encima de su costo, vale decir que,
durante la jornada, el trabajador no sólo genera el valor de su salario, sino además, un sobre
valor que se traduce en ganancia para el empleador. Cuanto más se prologue la jornada de
trabajo en el tiempo o en su intensidad, mayor será el sobre valor que genere y mayor la
plusvalía que se apropie el empresario.
Además de estas situaciones enunciadas tanto por la Ley General del Trabajo como por su
Decreto Reglamentario, la jornada de trabajo podrá prolongarse más allá del límite máximo,
en los siguientes casos:
a) Los trabajadores enunciados en el párrafo segundo del artículo 46 de la Ley General del
Trabajo, dispone: "(...) La jornada efectiva de trabajo no excederá de 8 horas por día y de 48
por semana... Se exceptúan a los empleados u obreros que ocupen puestos de dirección,
vigilancia o confianza, o que trabajen discontinuamente, o que realicen labores que por su
naturaleza no puedan someterse a jornadas de trabajo.
En estos casos tendrán una hora de descanso dentro del día, y no podrán trabajar más de 12
horas diarias..."
Por su parte, el Artículo 36 del Decreto Reglamentario, establece: Los gerentes, directores,
administradores, representantes o apoderados que trabajen sin fiscalización superior
inmediata, quedan comprendidos en la excepción establecida en el segundo párrafo del
Artículo 46 de la Ley.
Del Artículo 37 del Decreto Reglamentario de la Ley General del Trabajo, se tiene que la
jornada diaria de trabajo se extenderá forzosamente en la medida de lo dispensable, en los
siguientes casos:
c) Cuando sobrevenga caso fortuito (en este último caso no se paga por el sobretiempo).
Mario Olmos, dice es aquella que excede del límite de la jornada normal u ordinaria de
trabajos Según el Artículo 50 de la Ley General del Trabajo: “(...) A petición del patrono, la
inspección del Trabajo podrá conceder permiso sobre horas extraordinarias hasta el máximo
de dos no día. No se considerarán horas extraordinarias las que el trabajador ocupe en
subsanar sus errores...". El Artículo 41del Decreto Reglamentario, establece que para el
cómputo de las horas extraordinarias se llevará un registro especial, según el modelo que
apruebe la Inspección General del Trabajo.
De acuerdo a este articulado, se entiende por trabajo nocturno, el que se practica entre horas
veinte y seis de la mañana. De acuerdo al Decreto Supremo Nro. 90 de 24 de Abril de 1944,
este tipo de jornada se paga con el recargo del 25% en oficinas, comercios; el 30% en
establecimientos industriales y fabriles; el 40% por el trabajo de mujeres y 50% en las
minas, molinos de minerales y actividades nocivas.
Desde muy antiguo, dice Humeres, existe el descanso de un día a la semana, el séptimo, y
que siendo en principio de inspiración religiosa, no siempre coincide en todos los países;
pero si en la mayoría de ellos.
Explica Baltazar que en la época de los judíos el "Sabath" era un día dedicado a Dios,
posteriormente el sabth que en hebreo quiere decir "cesa", se cambió por el domingo del
latín “dominus", día del Señor. En la actualidad el descanso semanal no atiende a ningún
asunto religioso, sino exclusivamente para favorecer al trabajador a fin de que éste pueda
estar más tiempo con su familia, de esta manera según lo expone Benito Pérez, la
legislación moderna lo adopta por razones de higiene social, para que aparte del reposo
compensatorio del trabajo de la semana, el trabajador goce de un día de esparcimiento en
compañía de sus familiares.
El Artículo 43 de la Ley General del Trabajo, establece, que los días y horas de descanso se
indicarán en las empresas mediante carteles especiales. En similar sentido se tiene
reglamentado por el Articulo 38 del Decreto Reglamentario: "(...) El patrono estará
obligado a anunciar mediante carteles fijados en lugares visibles de la empresa o
establecimiento, las horas en que comienza y termina el trabajo general o el de cada equipo,
si tal fuere el caso, y las de descanso en medio de la jornada..."
Como se tiene anticipado, puede hablarse de descanso diario, semanal y anual, explicaba
Osina que el vocablo descanso ha adquirido relieve del tecnicismo laboral por expresar el
tiempo de reposo que debe concederse a todo trabajador en una graduación cuádruple
dentro de la propia labor diaria, de una jornada laboral a otra de una a otra semana y de un
periodo anual o vacación.
Del Artículo 4° de este Decreto Supremo, se tiene las excepciones de trabajo en día
domingo, estos casos son los siguientes:
a) Por razones de interés público: El citado artículo enumera los casos, más
sobresalientes, son los servicios de teléfonos y telégrafos, los de alumbrado, las farmacias,
los hospitales y clínicas. Etc.
b) Por razones de carácter técnico: Se señala cuando la materia prima puede alterarse si no
se somete a tratamiento a si se requiere para su preparación, elaboración y terminación un
período mayor de 24 horas que comprometa el día domingo; en la explotación de minas,
etc.
El Pago por trabajo en domingo.- Según el texto del Artículo 2° del Decreto Supremo N°
29010 de 9 de enero de 2007, el salario dominical es un incentivo diferenciado del haber
básico u otros ingresos y que de acuerdo a las disposiciones del Artículo 31 del Decreto
Reglamentario: "(...) Los trabajadores que hubiesen trabajado en días feriados por estar
comprendidos sus servicios en algunas de las excepciones indicadas en el Artículo 30,
tendrán derecho a elección del patrono, a una compensación de descanso con otro día de la
semana en curso o para ser pagados con un 100 por ciento de recargo sobre el salario
normal...".
En similar sentido dispone el Artículo 55 de la Ley General del Trabajo: "(...) Las horas
extraordinarias y los días feriados se pagarán con el 100% de recargo; y el trabajo nocturno
realizado en las mismas condiciones que el diurno con el 25 al 50%, según los casos. El
trabajo efectuado en domingo se paga triple A la concurrencia de estas disposiciones
jurídicas laborales, debe agregarse las contenidas en el Decreto Supremo N° 3691 de 3 de
abril de 1954, que en el Artículo 1° establece a favor los obreros, el beneficio del salario
dominical, consistente en el pago de un jornal por domingo no trabajado, y que de acuerdo
al Artículo 23 de este cuerpo normativo, tienen derecho al pago del salario por el día
domingo no trabajado, los obreros, que en el curso de la semana, hubiesen cumplido con su
horario semanal completo de trabajo, entendiéndose por tal el número semanal de horas,
jornadas, días o mitas de trabajo previsto por la ley o el contrato.
El monto de los salarios del día domingo, no pagados en cada semana por inasistencia
injustificada al trabajo, será distribuido por el empleador semanalmente, por partes iguales
entre los obreros de la empresa que tengan derecho al salario dominical.
Agrega estas disposiciones, que la aplicación de éste Artículo, no perjudica el derecho de
pago de remuneración doble conforme al Artículo 55 de la Ley General del Trabajo, por el
trabajo efectuado en los días domingos, de manera que cumpliéndose las condiciones antes
indicadas el trabajador tendrá derecho al pago de una remuneración triple, más
eventualmente la cuota de salarios previos.
En nuestro país nuestra legislación indirectamente por redacción del Artículo 51 de la Ley
General del Trabajo, lo permite al establecer que el patrono y sus trabajadores podrán
acordar un descanso de medio día en la semana, excediendo de una hora el límite de la
jornada de los demás días hasta totalizar 48 horas.
En el año 1951, se dictó el Decreto Supremo No 2534, de 10 Mayo, que en el Artículo 1°,
dispone que los establecimientos comerciales y organizaciones mercantiles en general, con
la sola excepción de los negocios que atienden el abastecimiento de artículos alimenticios,
combustibles y las farmacias de turno, ampliarán su horario de labores hasta horas 13 de los
días sábados y cerrarán sus puertas por el resto de la tarde hasta el lunes siguiente.
En el mismo año, por Decreto Supremo N° 2613 de 12 de julio, se emite esta norma que
amplía el horario en el comercio y se constituye como el complemento del D.S. No 2534,
autorizando en el Artículo 1° a los propietarios de establecimientos comerciales y
organizaciones mercantiles, para que, con carácter privativo, puedan abrir sus negocios
durante las tardes de los sábados.
Tipo de descansos obligatorios, por su naturaleza jurídica es distinta con relación a los
descansos semanales, por no fundarse en necesidades o conveniencias atendibles del
trabajador, su concesión proviene de recordaciones patrias, jornadas gloriosas,
circunstancias locales, festividades religiosas, enaltecer al trabajo ya los trabajadores.
Tanto la Ley General del Trabajo, como su Decreto Reglamentario, con cierto valor de
sinonimia tratan de la remuneración y el salario, éste último según con mayor preferencia al
primero, en el entendido que la remuneración implica todo cuanto el empleado percibe por
el ejercicio de su trabajo, como ocurre por ejemplo dice Cabanellas con las propinas
recibidas de un tercero; reservándose el término salario para retribución que abona
directamente el empleador: este al parecer es el sentido de uso de la denominación en el
Capítulo IV de la Ley General del Trabajo, y más específicamente del Articulo 39 del
Decreto Reglamentario, cuando agrega "(...) Incluyéndose denominación las comisiones y
participaciones en los beneficios, cuando éstos invisten carácter permanente...", de esta
manera quedan excluidos de esta categoría, gastos de representación, asignaciones
temporales al cargo, viáticos y todo pago ocasional, excepcional o de emergencia que no
sea regular ni periódico en esta.
Con el paso del tiempo se ha demostrado que algunos de los supuestos de los que parte la
teoría del salario de subsistencia son erróneos. En los países más industrializados la
producción de alimentos y de bienes de consumo ha crecido desde finales del siglo XIX con
mayor rapidez que la población, y los salarios han crecido sobre los niveles de subsistencia.
La teoría de los salarios de Karl Marx es una variante de la teoría ricardiana. Marx sostenía
que en un sistema capitalista la fuerza laboral rara vez percibe una remuneración superior a
la del nivel de subsistencia. Según Marx, los capitalistas se apropiaban de la plusvalía
generada sobre el valor del producto final por la fuerza productiva de los trabajadores,
incrementando los beneficios. Al igual que ocurre en la teoría de Ricardo, el tiempo ha
refutado en gran medida la visión de Marx.
La teoría parte de la hipótesis de que todos los salarios se pagan gracias a la acumulación,
en el pasado, de capital, y que el salario medio se obtiene dividiendo el remanente entre
todos los trabajadores. Los aumentos salariales de algunos trabajadores se traducirán en
disminuciones salariales de otros.
Sólo se podrá aumentar el salario medio aumentando el fondo de salarios. Los economistas
que defendían esta teoría se equivocaban al suponer que los salarios se satisfacen a partir de
las acumulaciones de capital efectuadas con anterioridad. De hecho, los salarios se pagan a
partir de los ingresos percibidos por la producción actual. Los aumentos salariales, al
incrementar la capacidad adquisitiva, pueden provocar aumentos en la producción y generar
un mayor fondo de salarios, en especial si existen recursos.
La teoría del fondo de salarios fue sustituida por la teoría de la productividad marginal, que
intenta en esencia determinar la influencia de la oferta y demanda de trabajo. Los
defensores de esta teoría, desarrollada sobre todo por el economista estadounidense Jonh
Bates Clark, sostenían que los salarios tienden a estabilizarse en torno a un punto de
equilibrio donde el empresario obtiene beneficios al contratar al último trabajador que busca
empleo a ese nivel de sueldos; este seria el trabajador marginal.
Puesto que, debido a la ley de los rendimientos decrecientes, el valor que aporta cada
trabajador adicional es menor que el aportado por el anterior, el crecimiento de la oferta de
trabajo disminuye el nivel salarial. Si los salarios aumentasen por encima del nivel de pleno
empleo, una parte de la fuerza laboral quedaría desempleada; si los salarios disminuyesen,
la competencia entre los empresarios para contratar a nuevos trabajadores provocaría que
los sueldos volvieran a aumentar.
Casi todos los economistas reconocen, al igual que Keynes, que mayores salarios no tienen
por qué provocar un menor nivel de empleo; sin embargo, uno de los efectos negativos de
los aumentos salariales son las mayores presiones inflacionistas, ya que los empresarios
tienden a trasladar a los precios estos aumentos en los costes. Este peligro se puede evitar si
los sueldos no aumentan sobre los niveles de productividad. Puesto que la participación de
los salarios en la riqueza nacional ha permanecido estable a lo largo del tiempo, y es
probable que siga así, los salarios reales pueden aumentar a medida que se incremente la
productividad.
I. Coste de la vida: incluso en las sociedades más pobres los salarios suelen alcanzar
niveles suficientes para pagar el coste de subsistencia de los trabajadores y sus familias; de
lo contrario, la población activa no lograría reproducirse,
II. Los niveles de vida: los niveles de vida existentes determinan lo que se denomina
el salario de subsistencia, y ello permite establecer los niveles de salario mínimo. La mejora
del nivel de vida en un país crea presiones salariales alcistas para que los trabajadores se
beneficien de la mayor riqueza creada. Cuando existen estas presiones los empresarios se
ven obligados a ceder ante las mayores demandas salariales y los legisladores aprueban
leyes por las que establecen el salario mínimo y otras medidas que intentan mejorar las
condiciones de vida de los trabajadores.
Este principio debe entenderse en dos dimensiones: 1) La seguridad legal que el Estado
confiere a un trabajador para que exista una correspondencia entre el trabajo realizado y el
salario a pagar por el patrono; y 2) se aplica por los patronos, cuando el trabajador, por
diversas causas no realiza su labor y, por tanto, no es acreedor al salario.
a) El salario es irrenunciable, al igual que todos los derechos laborales, siendo nula
cualquier convención en contrario.
Como se tiene expuesto la Constitución Política del Estado, en el Artículo 48. III. Establece,
que los derechos y beneficios reconocidos en favor de las trabajadoras y los trabajadores no
pueden renunciarse, y son nulas las convenciones contrarias o que tiendan a burlar sus
efectos.
En similar sentido se tiene legislado en la Ley General del Trabajo: "(...) Artículo 4. Los
derechos que esta Ley reconoce a los trabajadores son irrenunciable, y será nula cualquier
convención en contrario...".
El Código Procesal Civil, actual, en el Artículo 318, establece que bienes son
inembargables, particularmente en el numeral 1), establece los sueldos y salarios son bienes
inembargables, salvo que se trate de pensiones de asistencia familiar.
Por su parte el Artículo 1345 del Código Civil, trata sobre la enumeración y orden, pago
preferente, legislando en el numeral I) que los privilegios generales sobre los bienes
muebles e inmuebles son los que se enumeran y se ejercen en el orden siguiente: 2) Los
salarios correspondientes a la gente del servicio por el año vencido y lo devengado por el
ano en curso; así como a los trabajadores cualquiera sea su denominación, vinculados al
patrono por una relación de trabajo, por el año vencido y el devengado por el año en curso,
y los beneficios sociales y las retribuciones en los contratos de obra por el año vencido y lo
devengado por el año en curso.
Esta importante disposición se halla; sin embargo, relativizada por el Artículo 42 del
Decreto Reglamentario, que establece que al efectuarse el pago de salarios el patrono
deducirá las sumas correspondientes al impuesto a la renta, a los aportes para las cajas de
seguro social y las demás que determinen las leyes, la autoridad judicial competente o los
contratos.
g) No se pueden establecer salarios inferiores al mínimo legal, así se desprende del texto
del Artículo 52 de la Ley General del Trabajo, que establece que no podrá convenirse
salario inferior al mínimo, cuya fijación, según los ramos del trabajo y las zonas del país, se
hará por el Ministerio del Trabajo. Por su parte del Artículo 47 del Decreto reglamentario,
establece, que en caso de que el patrono fije una salario inferior al mínimo, el Juez del
Trabajo, y a falta de éste la autoridad política superior inmediata, a simple reclamación
verbal y previa comprobación del hecho, ordenará el reintegro del salario adeudado, más
una multa equivalente al duplo de dicho saldo.
h) El pago del salario debe ser oportuno y en condiciones que garanticen el carácter
alimenticio de la remuneración y su calidad de retribución a la fuerza de trabajo. Asi se
tiene legislado en el Artículo 53 de la Ley General del Trabajo: Los períodos de tiempo para
pago de salario, no podrán, exceder de 15 días, para obreros y de un mes para empleados y
domésticos.
b) Deberá hacerse en días hábiles, en el sitio de trabajo y durante las horas de prestación
del servicio, quedando prohibido realizarlo en lugares donde se venden mercaderías o
bebidas alcohólicas, con excepción de los casos en que el pago debe efectuarse a personas
ocupadas en esos lugares.
Conforme a esta disposición, los aportes son de carácter social, para las empresas grandes,
medianas o pequeñas, mediante estas normas legales los empleadores y trabajadores están
en la obligación de realizar aportes o pagos emergentes de la realización laboral a las
instituciones creadas por ley.
Del Decreto Supremo No 21531 de 2702/1987 y del No 24050 los impuestos por ingresos
personales, los siguientes conceptos.
a) El aguinaldo de navidad.
e) Las jubilaciones y pensiones; los subsidios por enfermedad, natalidad, sepelio y riesgos
profesionales: las rentas de invalidez, vejez, muerte y cualquier otra clase de asignaciones
de carácter permanente o periódicos.
f) Las pensiones vitalicias que perciben del TGN, mediante las listas pasivas, los
beneméritos de la patria, tales como los excombatientes, jubilados, beneméritos en general,
inválidos, mutilados, mares viudas, exenfermeras de guerra y los inválidos y mutilados del
ejército nacional de la clase de tropa, en tiempo de paz.
h) Los viáticos y gastos de representación que se cancelan según escala de montos fijos
por día, y que no cumplen los requisitos establecidos en el párrafo precedente están
alcanzados por este impuesto, quedando su aplicación sujeta a lo que establezca la
Resolución Ministerial que al efecto emita el Ministerio de Hacienda.
Esta distinción es relevante, pues, por ejemplo, el cálculo de las indemnizaciones se tomará
en cuenta el salario total y salario básico, exceptuando otro tipo de ingresos como primas,
aguinaldos.
El aguinaldo constituye una costumbre a la que determinadas legislaciones han dado fuerza
obligatoria, y de libertad particular en algunas empresas se ha convertido en beneficio
general para todos los trabajadores. Consiste en entregar una vez al año, y a fines del
mismo, por la indole familiar y hogareña de las Pascuas o Navidad, una paga especial,
equivalente a sueldo mensual. Esta costumbre se remonta a los primeros siglos del
cristianismo, por la entrega de pequeñas sumas de dinero o regalos o sirvientes y
subordinados para que conmemoraran dignamente las fiestas tradicionales que se extienden
desde Nochebuena a Reyes, sin dispendios suplementarios por parte de los humildes o
escasos de recurso.
Esta costumbre, adquirió con el transcurrir de los años, una repercusión en el ámbito laboral
y fue así que los patrones solían dar, también, regalos a sus trabajadores en esas fechas.
Finalmente, ya el aguinaldo no se concebía como un "regalo", sino como una obligación
legal del patrono.
1. El beneficio del aguinaldo alcanza a todos los trabajadores, sean estos obreros o
empleados.
El promedio para el pago se establece por el promedio de sueldos y salarios de los últimos
tres meses (septiembre octubre y noviembre) o 90 días.
Otros Aspectos Legales.- El aguinaldo considerado con todas las particularidades del
salario, no se pierde por ninguna razón aún le sea imputable al trabajador, la infracción del
Artículo 16 de la Ley General del Trabajo y 9° de su Decreto Reglamentario, aspecto que
no sucede con las "primas", en tanto que el aguinaldo no pagado se considera como sueldo
o salario impago.
En ese sentido los fallos de la Corte Suprema de Justicia, se pronunciaron que el aguinaldo
se constituye en un derecho adquirido, en un derecho consolidado y, por tanto, siempre
pagable y acreditable al trabajador, por parte del empleador, en cualquier caso y por
cualquier causa que invocada, incluyendo el retiro justificado, El Auto Supremo N 247 de 4
de mayo de 2008 dice: "(..) el aguinaldo constituye en derecho adquirido tanto para los
trabajadores del sector público como privado, que no puede obviarse bajo ninguna
circunstancia, no constando en autos que se haya cancelado este concepto...", 1.9.2. Las
Primas Anuales
1.9.2. Las Primas Anuales
Afirma Guillermo Cabanellas, que con la voz prima, más aún con la sinónima en este de
premio, se conoce el sobresueldo que se concede a los trabajadores al lograr una producción
por encima de la señalada, Su finalidad trata de combinar el interés del trabajador, al que se
brinda la posibilidad de mejorar su remuneración intensificando las tareas, con el mayor
beneficio del empresario, que obtiene más rendimiento en menos tiempo. En todos los casos
se parte de un salario mínimo garantizado, que se eleva automáticamente con la
productividad obrera.
Comenta Mario Olmos Osinaga, que en el régimen capitalista, sobre todo con el objeto de
estimular la producción se han ideado varios sistemas siendo el más importante el sistema
Taylor o taylorismo en que el trabajador percibe una tarifa baja como salario básico el que
experimenta un incremento hasta del 50% sobre ese básico a costa de un sacrificio
inhumano del trabajador.
Evocando a Pic y Ferrari, afirma que este es el medio práctico de obtener de cada obrero el
máximo de rendimiento útil con el mínimo de esfuerzo en el menor tiempo0, Por su parte
Eugenio Pérez Botija, apunta que este sistema surge por primera vez en Inglaterra y Estados
Unidos, aplicándose luego en todos los países.
En palabras de Luis Zegada Saavedra, la prima anual, consiste por su activa y decidida
participación en el rendimiento optimo en la remuneración adicional que se otorga a los
trabajadores de la empresa, en lo que concierne al logro de sus objetivos institucionales),
La Ley General del Trabajo, en su articulado 57, establece, pago de prima, se sujeta las
normas establecidas por los Articulos 48, 49 y 50 del Decreto Supremo de 23 de agosto de
1943, El Artículo 48 del Decreto Reglamentario, establece que las empresas que hubieren
obtenido utilidades al finalizar el año, otorgaran a sus empleados y obreros, una prima anual
de un mes de sueldo o salario, y serán acreedores al beneficio que establece la Ley, los
empleados y obreros que hubieren trabajado más de tres meses y un mes, calendario
respectivamente. A los sus servicios por un tiempo menor de un año, se les concederá la
prima en proporción al tiempo trabajado.
3. Se pagara la prima cuando existan utilidades comprobadas a través del Balance Anual
de la Empresa, aprobado por el Servicio de Impuestos Nacionales.
7. Las primas serán pagadas íntegramente, por no ser susceptible de descuento, excepto el
RC-IVA.
9.2.1.- Pérdida de la Prima.- La pérdida del derecho a las primas, se produce cuando el
rompimiento de la relación obrero-patronal se produce por culpa de los trabajadores; es
decir, cuando existe el despido justificado, en atención a lo establecido en el Artículo 16 de
la Ley General del Trabajo y 9 de su Reglamento o de lo ordenado por el Reglamento
Interno de Trabajo.
9.2.2.- Cálculo de la Prima.- El total ganado de los 90 días se divide entre 90, resultando el
ganado diario, multiplicando por los días trabajados en el año, resultando el total ganado
anual, dividiendo el mismo por 12 meses del año, resultando el ganado mensual y
multiplicando por el porcentaje que resulta el importe a pagar.
AÑOS PORCENTAJE
2-4 5%
5-7 11%
8-10 18%
11-14 26%
15-19 34%
20-24 42%
25 50%
Por otro lado el Decreto Supremo No 23474 de 20 de abril de 1993, dispone que la base de
cálculo del bono de antigüedad se amplié a 3 salarios mínimos nacionales para todos los
trabajadores, respetando los convenios de partes sobre esta materia.
Cálculo del Bono de Antigüedad. - El salario mínimo nacional multiplicado por tres,
multiplicado por el porcentaje asignado en la tabla.
(S.M.N.x3) x %
1.9.4. Bono de Producción
1.9.4. Bono de Producción
El bono de producción es un derecho adquirido que pueden percibir los trabajadores de
empresas generalmente industriales, cuyo pago, procedencia y cálculo está en función a
la producción y productividad individual de cada trabajador, bajo parámetros
establecidos por la empresa. Es la remuneración adicional que por su esfuerzo
productivo perciben los trabajadores que cumplen a plenitud los niveles prefijados en la
producción empresarial. En ese contexto puede afirmarse, que es una remuneración
adicional por un esfuerzo productivo, también adicional, diferente a la prima anual de
utilidades, destinado a superar una determinada meta o límite de producción,
previamente programado sobre la base de las metas reales entre la empresa y los
trabajadores, tomando en cuenta las peculiaridades del respectivo centro de trabajo.
Tiene como base legal lo establecido por los Decretos Supremos No 19518 y No 19464
de 12 de abril y 15 de marzo de 1983, respectivamente, que lo conceptúan como
remuneración adicional al sueldo a salario mensual, por tanto, al margen del mismo y no
forma parte del denominado total ganado, para la liquidación de beneficios sociales.
TG 90/90= Ganado Diario-Dias Trabajo año= Ganado Anual/12= Ganado mes- % a repartir
Importe a pagar.