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INTRODUCCION
Antes de adentrarnos en la disciplina del derecho comercial, considero que se debe de tener
presente desarrollar y conocer aspectos importantes del mismo.
Económicamente y en sentido amplio, el comercio tiene por objetivo el cambio de bienes o servicios
que están en el dominio de los hombres y que son necesarios para la satisfacción de las necesidades
humanas.
Mientras los bienes como medio de satisfacer las necesidades humanas existen desde que se inicia
la relación social, cuando el hombre advierte la dificultad o la imposibilidad de producir determinados bienes
que otros poseen y que puede adquirir cambiándolos con aquellos de que dispones.
Aparece, así, la forma primitiva de trueque y que en ella no hay una función de mediación, existe el
cambio de unos bienes por otros.
Con el transcurso del tiempo a medida que se amplía la vida de relación y se hace necesaria la división
del trabajo, determinadas personas se dedican a la actividad de mediadores en el cambio de bienes, de la que
hacen su ocupación habitual con el incentivo de obtener un beneficio
La necesidad de facilitar el intercambio cada vez más creciente origino la aparición de determinados
elementos que, junto con otros factores, han contribuido a impulsar el comercio.
Para establecer la equivalencia entre los bienes objeto del cambio se crearon las pesas, medidas y la
balanza. Para evitar las dificultades del cambio directo se inventó la moneda, como medida de apreciación
común del valor de las cosas.
Las transacciones entre los pueblos, cada vez mas intensas y frecuentes, se ensancharon con los
descubrimientos geográficos que incorporaron nuevas áreas de la actividad comercial. Mediante los
descubrimientos científicos se aplicaron las fuerzas de la naturaleza a los medios de la comunicación., lo que
permitió cubrir las distancias en tiempo cada vez mas breve. La frecuencia en los tratos y el conocimiento de
las personas fomento la confianza en base del crédito que promovió la movilización de la riqueza sin disponer
el dinero.
El espíritu de asociación, que lleva los hombres a unir sus esfuerzos para alcanzar objetivos comunes o
imposibles de lograr por la acción individual, tuvo sus primeras manifestaciones en las caravanas formadas
por comerciantes que se unían para afrontar juntos los riesgos de largos y peligrosos trayectos y ha culminado
bajo las formas jurídicas de la sociedades comerciales, que en nuestros días han tomado a su cargo las más
importantes empresas y que el propio Estado ha utilizado para actuar en el campo económico con la rapidez
eficiente y la facilidad que exigen las actividades económicas.
Los factores de incertidumbre originados por la realización de determinados eventos ajenos y superiores
a la voluntad del hombre y la frustración de empresas o beneficios como consecuencia de estos hechos,
determinaron la necesidad de descartar sus efectos dañosos por medio de compensaciones previstas de
antemano, dándose origen al seguro, que permitiría intentar múltiples empresas sin el temor de lo incierto.
La actividad mercantil suele clasificarse según diversos criterios entre los mas importantes tenemos:
1.- Por las personas que intervienen.- El comercio puede ser público o privado, según si se realiza bajo el
control o vigilancia directa o indirecta del Estado o si se realiza o efectúa entre particulares, que son los únicos
interesados en sus operaciones y prescindencia de dicho control oficial. Pero esto no significa que no haya un
interés público en el comercio privado ya el Estado puede y debe intervenir para velar porque esto no atente
contra los intereses de la sociedad.
2.- Por los medios de comunicación.- Los diferentes medios que emplea el comerciante para facilitar el
transporte del producto dentro y fuera del país, pueden ser; fluvial, terrestre, marítimo y aéreo.
3.- Por el volumen. – El comercio puede realizarse al por mayor y al por menor, el comerciante se abastece en
cantidades mayores en el sector producción para distribuir a los consumidores en pequeñas cantidades.
4.- Por el objeto.- Cuando se entrega o recibe un bien o servicio, media el dinero. Este puede ser al contado,
es decir que al momento de entregar el bien se recibe dinero en efectivo inmediatamente; o también puede
ser a crédito cuando al momento de entregar el bien no se recibe dinero en efectivo, sino una letra de cambio,
un pagare, etc.
5.- Legalidad.- De acuerdo a la observancia o no de las leyes el comercio puede ser licito o ilícito.
6.- Según la procedencia.- Según la procedencia de las mercaderías puede ser de importación o exportación,
si entran o salen del territorio nacional.
7.- Según la época.- Según la época en la que se desarrolla puede ser de guerra o de paz.
El concepto de Derecho Comercial ha variado en el transcurso del tiempo. En una primera etapa se
consideró como un derecho de excepción aplicable solo a los comerciantes. Después como el derecho de los
actos del comercio independientemente de la condición de las personas que lo realizaran, con lo que amplio
su radio de acción. Más tarde se le reputo como el derecho de los actos de comercio, pero no aisladamente
considerados sino realizados en masa. Posteriormente como el derecho de las empresas, y, por último, con la
disciplina reguladora de la economía organizada.
No ha sido fácil vender las dificultades con que se tropieza en la práctica para establecer las
diferencias entre la teoría subjetiva del derecho comercial y la objetiva, pues con la referencia a la primera era
necesario precisar la noción de comerciante; y en relación con la segunda, establecer netamente la noción del
acto de comercio.
Si, de un lado se reconoce al comerciante porque ejerce el comercio, es decir porque realiza
determinados actos propios de esta actividad , es preciso establecer cuáles son los actos que se reputan
comerciales, y si , de otra parte, se afirma que la naturaleza del acto depende de la calidad de la persona que
lo realiza, se incurre en petición de principio, que no permite arribar a la solución del problema. Es pues
necesario, ahondar la materia y para ello hay que considerar el origen y la evolución del derecho comercial.
No siempre las reglas del derecho mercantil han tenido la suficiente significación como para construir una
disciplina, especial, En Roma donde se elaboró un derecho privado que es objeto de admiración hasta
nuestros días, no se reconoció la existencia del derecho comercial, pese a que existieron reglas propias
Fue durante la alta edad media, a partir del siglo XI, cuando nace el derecho mercantil como un derecho
consuetudinario sin carácter formalista y sin intervención del Estado.
El sistema feudal se afianzo en una economía de tiempo rural, basada en la servidumbre de la población
agrícola. El intercambio y la circulación entre los pueblos eran muy reducidos.
El resurgimiento de las ciudades, que se inicia en el siglo XI, es un fenómeno íntimamente vinculado al
renacimiento del comercio, pues fue en los centros urbanos donde tuvo lugar la mayor actividad comercial.
El movimiento mercantil se acentuó en los países mediterráneos como consecuencia de las cruzadas y
es especialmente de las ciudades italianas donde se advierte el florecimiento del comercio en forma periódica
y en mercados y ferias para asentarse luego en formas permanente en las ciudades que fueron atrayendo a la
población rural.
De otro lado las cruzadas que determinaron el restablecimiento de las comunidades terrestres a través de
Europa en dirección al Oriente, fueron también causa de empobrecimiento de los señores feudales, quienes
para financiar tales expediciones se vieron obligados a hacer cada vez mayores concesiones a las ciudades,
el crecimiento de estas trajo como consecuencia la ampliación de los mercados, la creciente colocación de
los productos agrícolas y el aumento de trabajo de los artesanos urbanos.
Las actividades comerciales e industriales que antes habían sido ocupaciones intermitentes al servicio de
los señores feudales, se fueron convirtiendo en profesiones independientes.
Además los artesanos y comerciantes así como los distintos gremios se agruparon en corporaciones de
personas del mismo oficio, que fueron arrancando de los señores privilegios y prerrogativas. Llegaron a gozar
de autonomía y jurisdicción, dictaron sus propias reglas de gobierno, que funcionaban como leyes de
excepción o como ley general. Según si en el lugar se encontraba vigente o no el derecho común.
Como resultado del movimiento comercial interno se fueron originando usos y practicas peculiares que
las corporaciones recogieron en estatuto y los aplicaron a través de jurisdicciones especiales, dando
nacimiento al derecho comercial el cual se exterioriza como un derecho de la persona y de la libertad sin
sujeción servil a la tierra o a la nobleza.
Como el derecho comercial surgió como un derecho de excepción de carácter profesional destinado
a regir la profesión del comerciante, los partidarios de la concepción subjetiva consiste que este carácter debe
mantenerse, pese a la supresión de las corporaciones y la proclamación de igualdad civil.
Se justificará así la existencia de un derecho propio, con antecedentes en la tradición del derecho
comercial, que inicialmente fue el derecho del comerciante. Como este ejerce su actividad públicamente,
además, con derecho de este sistema es obligatoria la inscripción en el registro respectivo, es fácil conocer
quiénes son las personas que se dedican al comercio y, por lo tanto cuando son de aplicación las reglas del
derecho comercial.
Sin embargo, el sistema presenta como dificultades las de precisar cuáles son las profesiones
comerciales y el hecho de que no todos los actos realizados por los comerciantes se refieren a su profesión.
De aquí que siempre sean necesarios tener en cuenta la naturaleza y la forma de los actos, lo cual
destruye la unidad de la teoría y hace caer en un círculo vicioso.
La observación de la realidad económica y social hizo notar a los tratadistas que la sociedad actual es
una sociedad de masas de proporciones grandiosas, en la que se rinde culto a lo colosal. De un lado grandes
masas de capitales que se organizan para llevar a cabo grandes empresas; de las otras, grandes masas de
personas que requieren de bienes y servicios que solo las grandes empresas pueden proveer.
En el campo económico y comercial imperan, pues; los actos realizados en masa o en serie. Las
empresas que los realizan, dominan la vida económica y han llegado a imponer determinadas formas de
contratación.
Por otra parte la ampliación del ámbito del derecho mercantil a numerosos derechos y relaciones
económicas, en las que no existe la norma de medición en el cambio, ha originado que los comerciantes
advirtieran que ya no es posible elaborar el derecho comercial sobre el concepto económico del comercio.
Desde el punto de vista del objeto de la actividad mercantil, como medio de obtener ganancias, se
destacó la imposibilidad de descubrir ese móvil al celebrarse el negocio jurídico, resultando, así, un dato
subjetivo que solo se revelaría con posterioridad a su celebración. En cambio, esa finalidad se presume
de inmediato, si el acto pertenece a una serie orgánica de operaciones que se realizan en gran número y
con carácter típico para una entidad organizada que es la empresa.
La razón de ser del derecho mercantil estaría en la necesidad de regular una manera distinta a la del
derecho civil, el tráfico en masa realizado por medio de determinados actos jurídicos, que son los actos
de comercio
No puede negarse que en el derecho mercantil mas que en cualquier otra disciplina jurídica ius
privatista, los factores económicos y las corrientes ideológicas han dejado sentir su influencia y que el
capitalismo puro, que prospero al amparo del liberalismo, encontró en las instituciones mercantiles
valiosos instrumentos para su desarrollo.
Intervención que pendularmente ha ido desde un protagonismo directo a través del ejercicio de la
actividad empresarial, hasta su participación como ente regulador de las condiciones propicias para el
desarrollo de la libre empresa en condiciones de libre competencia.
Se ha hablado de una crisis del derecho mercantil, como se ha hablado de una crisis del derecho, en
base, precisamente a la incidencia de los factores ya enunciados.
Podría hablarse con más precisión de una transformación del derecho que con referencia al derecho
mercantil, significaría que la finalidad de lucro o ganancias ilimitadas no es ya el leiv motiv del comercio
como lo fue dentro de la doctrina tradicional. Subsistía, desde luego, el incentivo de utilidad como
estímulo de la iniciativa privada dentro de un marco de libertad, pero tiene que verse limitada, por el
interés general de la colectividad, a fin de que el objetivo de bien común al que aspira toda norma de
derecho no se vea frustrado por móviles egoístas.
Solo dentro de estos límites puede, a su vez, aceptarse la intervención del Estado en el campo de la
actividad mercantil en unos casos constituyendo empresas de economía mixta, en otros, supervigilando
por medio de organismos especiales ciertos tipos de empresas, evitando los monopolios o
concentraciones económicas que atenten contra la libertad de comercio y en general actuando para
asegurar un equilibrio armónico del interés.
Ni en los países que adoptaron un régimen económico dirigida y planificada desapareció la actividad
comercial, ni, por lo tanto, los contratos mercantiles, y, si se insinuó, en cambio, la conveniencia de
adoptar ciertos elementos de la economía capitalista en orden a crear alicientes económicos para la
actividad privada a fin de dar mayor elasticidad a la economía, prueba de ello es el resultado de los
cambios suscitados, en los años noventa, en la órbita de los países que se caracterizaron por el dirigismo
estatal.
En estas condiciones el derecho comercial regulara los aspectos referentes a la investidura jurídica
de la empresa y sus relaciones internas los mecanismos o instrumentos surgidos de la práctica mercantil,
asi como la organización racional de la práctica mercantil, asi como la organización racional de una
empresa económica es decir el equilibrio de la explotación, lo que se llama el cálculo económico, en
virtud del cual el rendimiento debe ser beneficioso y actuara como elemento regulador esencial de la
empresa.
El derecho comercial mantendrá asi su vigencia respecto a las actividades económicas ejercidas por
los poderes públicos o por los organismos que de ellos dependen también en relación con las empresas
que organice el Estado directa o indirectamente para proporcionar servicios públicos, valiéndose de las
formas de las sociedades anónimas dotadas de personalidad jurídica y de autonomía contable, dejando
de lado la organización de servicios públicos de tipo clásico. En esta forma los órganos que dependen del
poder público ingresan en el sector de aplicación del derecho comercial, aun cuando ni ellos ni el Estado
tengan carácter comercial.
Resultará entonces que la actividad económica moderna se caracterizaría mas bien por lo métodos
que por un fin determinado y que las formas empleadas tiene el valor de un procedimiento técnico para
obtener el resultado perseguido.
La búsqueda sistemática del provecho tiene sin duda significación importante, aunque no definitiva
en un régimen capitalista puro, pues hay otras motivaciones, como ocurre en las grandes empresas en la
que sus dirigentes están a menudo animados por la voluntad de poderío o por el afán de creación tanto o
mas que por el apetito de ganancia. No ha faltado quien afirme que hay en la fundación de una empresa
el mismo impulso que lleva la creación de la obra de arte.
Muchas empresas de nuestros días están organizadas para satisfacer el interés general , procurando
al mismo tiempo ganancias a los empresarios que no significan utilidades percibibles en su integridad,
sino que se destinen a nuevas e innecesarias expansiones. Asi el beneficio es tomado en cuenta para
organizar los ingresos y los gastos, asi como en muchos casos, para asegurar el auto financiamiento de
la empresa y también para estimular el celo del personal o alentar a los proveedores de fondos.
FUNDAMENTOS
El derecho mercantil es autónomo respondiendo a la necesidad de que existan reglas jurídicas mas
simples y al mismo tiempo mas rigurosas que las del derecho civil, dada la celeridad y multiplicidad de las
relaciones de cambio, el enlazamiento de unas operaciones con otras, la naturaleza de ciertos bienes,
como los títulos de crédito o títulos valores, las especiales relaciones societarias, como las sociedades
anónimas o de ciertas actividades como las del comercio marítimo, de determinadas operaciones de
banca y bolsa de seguros, transporte, etc.
El derecho comercial comenzó a adquirir de ciencia jurídica autónoma cuando se fue modificando su
primitiva condición de derecho profesional o de excepción, aplicable solo a los comerciantes para
extenderse al comercio y regular los actos mercantiles con independencia de la calidad de comerciantes
de quienes los realizaran. Alcanzo, asi el carácter de una rama importante del derecho privado, zona en
la cual se le ubica, con la misma jerarquía que el derecho civil.
En su estado actual, con códigos independizados o unificados legislativamente con el derecho civil.
La justificación de su existencia esta determinada porque un sector de la realidad económica exige una
regulación especial distinta de la civil.
Desde el punto de vista histórico puede apreciarse que el derecho comercial retorna en nuestros
días, en cierta forma a lo que fue tradicionalmente el derecho profesional del comerciante. Ha ido
perdiendo cada vez mas su antiguo carácter contractualista, que tuvo en la época del pleno liberalismo
económico para ir recibiendo influencias publicistas que le van confiriendo un carácter institucional.
Quedaría por agregar que el carácter internacional del derecho comercial siempre ha actuado a favor
de su autonomía y dejar sentir su influencia cada vez en mayor medida, así como su evolución
contemporánea, que surge de la realidad de la historia y es hoy mas que nunca requerida por la fuerza de
los hechos.
La autonomía del derecho comercial no significa que no tenga relaciones con otras disciplinas
jurídicas.
El derecho civil parte en determinada etapa histórica de su evolución. Mas adelante se le considero
un derecho de excepción subordinado al derecho civil cuyas reglas y principios generales eran de
aplicación, salvo en aquellos aspectos regulados por la legislación privativa. Mas tarde se le considera
como disciplina autónoma pero no puede escapar a la influencia del derecho civil o común al que se
reconoce como su fuente supletoria.
Las reglas referentes a la capacidad de las personas a las condiciones generales y la técnica de las
obligaciones y de los contratos, elaboradas desde el derecho romano, son utilizadas por el derecho
comercial que debe recurrir frecuentemente a los principios y reglas del derecho covil, para establecer o
interpretar sus propias reglas.
A tal punto son estrechas las relaciones entre ambas que regulan contratos que responden en
muchos casos a la misma nomenlatura y que ha llevado a algún tratadista a referirse a la calamitosa
duplicidad de legislaciones, obliga a insistir sobre este punto.
Como se sabe que el derecho mercantil nace en la alta Edad Media con mucha posterioridad al
derecho civil, para satisfacer las necesidades del comercio, que requería reglas propias adaptables a las
necesidades del tráfico de bienes cada vez mas intenso y activo, que exigían una enérgica protección a la
buena fe y una mayor equiparación entre apariencia y realidad.
El derecho romano no contenía normas adecuadas, ni ello fue necesario mientras se contó con la
intervención del Pretor, quien dio a las reglas del ius civile la flexibilidad. Pero quien dio la figura del
pretor e inmovilizado el derecho romano canónico, no pudo adaptarse las nuevas exigencias económicas.
De este modo los instrumentos y los mecanismos propios del derecho comercial se han instalado en
el campo de las relaciones económicas, desplazando los institutos del derecho civil y obligándolos a
adoptar las formas del derecho mercantil. De aquí que, no sin razón, se hable de la comercialización del
derecho civil, fenómeno este que, salvo que en aquellas materias que constituyen los derechos
inalienables de la personalidad, ha facilitado la unificación de la legislación civil y comercial ha facilitado la
indicación de la legislación civil y comercial en el campo de las relaciones económicas referentes a las
obligaciones y los contratos, sin que esto signifique la desaparición del derecho comercial o su
sometimiento al derecho civil, sino al contrario, es la afirmación de su importancia en base a su viabilidad
la que impone sus principios sus reglas sus formas de contratación en simplicidad y al mismo tiempo su
rigor de ejecución.
Lo propio puede decirse de los Estados Unidos de Norte América donde subsiste el derecho
mercantil, pese a que formalmente aparezca indiferenciado del derecho civil. Y es revelador el hecho de
que la unificación legislativa en este país tiene como finalidad regular de la misma manera en todos los
Estados las materias únicamente mercantiles, como son la venta de los efectos de comercio y títulos
negociables, las operaciones de ventas al crédito, la venta de empresas, etc.
Una de las características de la vida económica moderna, es el hecho de que el Estado ha tomado a
su cargo actividades de producción y de distribución, bien directamente, o mediante la formación de
entidades que actúan bajo la forma de empresas nacionalizadas o sociedades mixtas, que obedecen a
las reglas del derecho comercial. Este ha originado que el Derecho Comercial sufra cada vez más la
penetración del derecho público y administrativo.
No es, pues, solo la existencia de reglamentos administrativos referente al comercio que siempre han
existido o de las instituciones jurisdiccionales y representativas o de aquellas que propendan al desarrollo
del comercio o lo facilitan, como las ferias, mercados, bolsas de comercio, lo que revela las relaciones del
derecho comercial con el derecho administrativo. Mas acentuadamente se advierten las relaciones de
ambas ramas del derecho en el campo del derecho marítimo.
A fines de los años sesenta se hizo presente en nuestra realidad una corriente que persiguió
socializar determinadas instituciones originariamente pertenecientes a la zona del interés privado. Así
ocurrió con las sociedades anónimas a las que se pretendió, incorporar dentro del organismo total de la
economía pública.
Por otra parte la influencia de la corriente intervencionista del Estado, en la vida económica en
general y en el campo comercial en particular aumentaron en sus momento las situaciones en los que el
derecho comercial se veía invadido por el derecho administrativo.
Los cambios sociales han hecho que estas corrientes tenga menor incidencia en los tiempos actuales
para regresar a la privatización de la economía, optando el Estado a desempeñar un papel regulador de
la economía antes que protagonista de la misma.
Como se sabe, como el derecho comercial ha rebasado su campo de acción originario, extendiéndose a
otras zonas de la esfera económica. Pero, es en determinados aspectos del derecho industrial donde se
advierten las relaciones mas estrechas entre ambas disciplinas jurídicas. Asi ocurre en lo relacionado con
la organización de la empresa con sus patentes, etc, de los que se tratara mas adelante al ocuparnos de
la empresa.
Uno de los sectores de aplicación más importante del derecho tributario lo constituye el comercio en
sus aspectos orgánico y funcional.
Desde el momento en que se inician las actividades comerciales, sea por las personas naturales o
jurídicas quedan incursas en la orbita del derecho tributario.
Las sociedades comerciales abonan los impuestos de registro por razón de las aportaciones
efectuadas por los socios. De otro lado la disolución, modificación, transformación de sociedades,
creación de filiales, entrega de utilidades a los socios, vinculación de valores mobiliarios, no están
sometidas a tribulación. Sin embargo tienen la obligación de presentar periódicamente sus balances y en
ciertos casos, cumplir otras obligaciones específicas. Las empresas en función de sus activos y de sus
resultados, están obligadas a tributar. A través de la venta de sus bienes o su prestación de servicios
estarán afectos al impuesto a las ventas o al impuesto selectivo al consumo.
De este modo las leyes tributarias necesitan recurrir constantemente a los conceptos jurídicos
elaborados por el derecho mercantil. Las reglamentaciones referentes a los balances están en íntima
relación con el régimen de impuestos comerciales.
Tanto en beneficio de la actividad mercantil como de la administración pública debe existir una
relación armónica con el derecho tributario a fin de que el mismo tiempo que se estimula actividad
comercial se logre que el Estado perciba la contribución que el comercio debe prestar para la satisfacción
de los fines estatales.
En el campo de las sociedades comerciales las infracciones de la ley penal se han multiplicado
principalmente tratándose de las sociedades anónimas, no faltando tratadistas que hablen del derecho
penal societario, como de una rama especial del derecho penal. Asimismo se ha propugnado tipificar el
delito de libramiento indebido ( giro de cheques sin fondos) como una figura independizada del delito de
estafa art. 215 CP
Un importante aspecto del derecho comercial queda incurso bajo el imperio del derecho
internacional, publico o privado. Asi ocurre con lo que concierne a las relaciones comerciales
internacionales referentes a los transportes terrestres, marítimos, aéreos, comunicaciones postales,
En el campo de los títulos de crédito o títulos valores es decisiva la influencia de los textos
elaborados por las conferencias internacionales, como ocurre con las reglas sobre la letra de cambio y el
cheque.
En los distintos países el derecho comercial y el derecho internacional se combinan para determinar
el estatuto de los comerciantes extranjeros, individuos o sociedad, y es cada vez intenso el movimiento
hacia la unificación de las leyes comerciales para su aplicación internacional, a que hemos hecho
referencia.
CAPITULO SEGUNDO
CONCEPTO.- No es monopolio del Derecho Comercial tratar de la teoría general de las fuentes del derecho,
pero no puede ser ajeno a ello, pues sirve para asegurar el sentido, el alcance y el orden de aplicación de las
normas jurídicas.
De una manera general se entiende por fuentes del derecho el punto de origen de la norma objetiva.
Pero, puede también entenderse como los medios materiales con los que pone de manifiesto la génesis de la
norma op como las fuerzas sociales que provocan su creación estatuyéndolas, es decir determinado su
contenido atribuyéndoles obligatoriedad y otorgándoles certeza. En este último sentido las fuentes jurídicas
son los medios de que se vale el derecho objetivo para manifestarse exteriormente.
En el derecho comercial, la voluntad del Estado expresada en la ley y los usos y costumbres, o sea, las
practicas consuetudinarias como expresión de la conciencia social no mencionadas por el legislador, son las
fuentes indiscutidas de esta disciplina.
La ley debe ser entendida, en entendida, en su sentido amplio, como forma de expresión de voluntad del
Estado por medio de su órgano competente, es decir el Poder legislativo o en virtud de delegación conferida
por este, o mediante la facultad de reglamentación, que corresponde al Poder Ejecutivo dentro de la esfera de
su competencia.
Desde el punto de vista obligatorio no hay diferencia entre la ley y la costumbre en el derecho mercantil y en
algunas otras disciplinas jurídicas, pero si en su contenido, vale decir, en las relaciones que regulan y en las
necesidades que satisfacen.
LA LEY MERCANTIL
En relación con la ley mercantil, hay que hacer referencia a la sistematización a que está sujeta, que no es
igual en todos los países.
Los sistemas legislativos pueden clasificar como a) el de las leyes especiales, b) el de compilación y c) el de
codificación.
El sistema de las leyes especiales considera que estas se expiden sin conexión orgánica para regular
determinadas situaciones aisladas que van presentándose constantemente. Tiene la ventaja de favorecer la
reforma del derecho, sin romper una unidad orgánica. Es el caso de Inglaterra y de los países sajones en los
que solo existen los estatutos y el common law.
El sistema de compilación es el de reunión material de leyes sin unidad orgánica. Es una simple agresión o
yuxtaposición de diversas normas, como ejemplos pueden citarse los medioevales Nueva y Novísima
Recopilación.
La ley mercantil más importante es el código de comercio al lado del cual existe un conjunto de leyes que han
suplido las diferencias y llenado los vacíos que se han ido advirtiendo debido principalmente a la aparición de
nuevas formas de relaciones creadas por el desenvolvimiento de algunas instituciones consideradas en el
código, pero que se ha hecho necesario revisar y corregir mediante leyes especiales.
De acuerdo a su objeto y dentro del sistema de separación de la legislación mercantil, las normas mercantiles
del código de comercio y en las leyes especiales pueden dividirse en dos grandes grupos, las que recaen
sobre materias exclusivamente reguladas por la legislación mercantil ( letra de cambio, cheque, seguros,
sociedades anónimas) y las que recaen sobre materias que regulan también el Código Civil ( compra venta,
mandato, deposito, préstamo, fianza, prenda ). En este último grupo se hace necesario determinar el carácter
civil o mercantil del acto objeto de la regulación.
LA LEGISLACION CIVIL
Dado el origen del derecho comercial que aparece inicialmente como un derecho de excepción subordinado al
derecho civil, para convertirse después en un derecho especial, autónomo con sus propias normas y su
cuerpo de doctrina se reputa que el derecho civil es una de las fuentes del derecho mercantil.
Para Ascarelli, por el contrario el derecho civil es la última de la fuentes en orden de jerarquía para los efectos
interpretativos salvo que existan normas que dispongan otra cosa.
Nuestro Código de comercio, contiene la disposición del artículo 2 que establece que los actos de comercio se
rigen en primer lugar por las disposiciones del Código, en su defecto por los usos del comercio observados
generalmente en cada plaza y a falta de ambas reglas, por las del derecho común.
Los usos ocupan históricamente el primer lugar entre las fuentes del derecho mercantil.
Los estatutos de las corporaciones y las Colecciones locales o generales que regían en la Edad Media eras
recopilaciones de usos. Posteriormente la legislación mercantil fue recopilación y revisión de usos.
La importancia del uso como fuente del derecho mercantil se explica desde que esta disciplina comenzó a
destacar con propios caracteres que la fueron separando del derecho civil. en los casos en que la ley civil no
se adaptaba a las exigencias propias del trafico mercantil, los comerciantes se apresuraban a aplican los usos
extra legem, adecuados a sus especiales finalidades comerciales.
La celeridad de las operaciones mercantiles reñía con la lentitud que significaba la modificación de las leyes
civiles, exigía, por lo tanto, un derecho flexible que se amolda a las necesidades cambiantes de las relaciones
comerciales.
Tratándose del uso es necesario precisar cuál es el fundamento de su fuerza obligatoria, teniendo en cuenta
que en la vida de relación existen usos de los que no derivan consecuencias jurídicas. De ahí que deben
excluirse del concepto jurídico de uso de prácticas que no trascienden a la vida jurídica , tales son por
ejemplo, las formas de realizar ciertas operaciones mercantiles del trafico como el embalaje de mercaderías,
carga y descarga, etc.
Los usos mercantiles representan la ley comercial en perenne formación. La convivencia económica y los
negocios mercantiles, los señala como el elemento dinámico de la legislación comercial que se mueven entre
los elementos estáticos del derecho privado, la ley comercial y la ley civil.
Puede afirmarse que los usos son una ley no escrita, pero con eficacia vinculativa con ella en la función de
integrarla, que les es propia.
Para que las prácticas adquieran obligatoriedad es preciso que presenten determinadas características a las
que ha hecho mención. En primer término, deben ser practicas generales, constantes y duraderas y no
meramente individuales o transitorias; deben ser uniformes es decir presentarse siempre de igual forma, con
los mismos efectos y modalidades, y deben ser públicas y notorias ya que deben practicarse como cosa
debida y obligatoria y no como simple acto de libertad.
LA EQUIDAD
Además del uso es fuente de derecho la equidad, pero solo en aquellos casos en que no
existiendo norma jurídica preestablecida, se encarga al juez que recurra a ella. No se trata,
entonces, de la equidad para el efecto de la aplicación de la norma sino en reemplazo de esta.
LA JURISPRUDENCIA
La jurisprudencia tuvo un lugar importante en la elaboración del derecho comercial, sobre todo
cuando la jurisdicción estaba en manos de los comerciantes, quienes, al resolver las cuestiones
que a ello se sometían, no se limitaban a aplicar los textos.
Tratándose de una rama del derecho como el derecho comercial en el que muchas instituciones no
son reguladas por textos legales, el rol de la jurisprudencia adquieren en ciertos aspectos mayor
importancia por tratarse de decisiones emanadas de un Poder del Estado, que convienen tomar en
cuenta en casos similares.
CAPITULO TERCERO
CONCEPTO DE SOCIEDAD
Según Codera Martin, la sociedad “ .. es un contrato consensual en virtud del cual dos o más
personas, denominadas socios, se obligan a poner en común dinero, bienes o industrias, con el
animo de partir entre si las ganancias…”
Según Argeri “ La sociedad, en su noción comercial “ …es el contrato mediante el cual dos o más
personas ejercitan en común una actividad comercial de producción de bienes o servicios o
intermediando en la circulación de bienes, en el transporte, seguros, etc, acordando distribuirse las
utilidades y perdidas en proporción al resultado de la negociaciones, según el convenio y en su
defecto aplicando la ley…”
Según la Ley General de Sociedades, dispone que quienes “ constituyen la sociedad convienen en
aportar bienes o servicios para el ejercicio en común de actividades económicas”.
CONSTITUCION DE SOCIEDADES
Soto Alvarez, al hacer referencia a los caracteres del acto constitutivo social, señala que “ en
primer lugar se considera la denominada 1) Affectio Societatis o sea la voluntad de entrar en
sociedad, 2) la necesidad de aportaciones de los socios y 3) la vocación de ganancias o las
perdidas.
Affectio societatis debe entenderse una igualdad de tal naturaleza en las partes que las constituya
en verdaderos socios. En relación con las aportaciones debemos señalar que no se podría realizar
el fin común que en general es realizare negocios lucrativos, independientemente de que en
ocasiones este no existe, en cuyo caso no habrá la llamada vocación de ganancias y perdidas.
Por lo general, toda sociedad se constituye al menos por dos socios, ya sea que estos se traten de
personas naturales ( llamadas también fisicas9 o jurídicas ( denominadas también ideales o
ficticias o morales). Esta es la pluralidad mínima de socios exigida por la ley ( artículo 4 de la ley
26887), la misma que en caso de perderse ( por ejemplo en caso de muerte del socio, extinción de
Es de destacar que no será exigible la pluralidad de socios mínimos a que se hizo alusión
anteriormente ( conforme lo prevé el artículo 4 de la ley general de sociedades)
El artículo 5 de la ley, norma lo atinente al contenido y formalidades del acto constitutivo de las
sociedades comerciales, estableciendo claramente que la sociedad se constituye por escritura
pública, el mismo que debe inscribirse obligatoriamente en el registro del domicilio de la sociedad,
en la que debe constar el pacto social que incluye el correspondiente estatuto.
Si el pacto social no hubiera adoptado la forma prescrita por ley, esto es que conste en escritura
pública, entonces cualquier socio se encuentra legitimado para exigir en sede judicial el
otorgamiento de la escritura pública del pacto social, pretensión que se tramita en el proceso
sumarísimo.
En lo que respecta a los convenios que se celebren entre socios o entre estos y terceras
personas, cabe señalar que resultaran validas ante la sociedad y le son exigibles en todo cuanto le
sea concerniente, desde el momento en que tales convenios le sean debidamente comunicados.
En caso de existir contradicciones entre el pacto social o el estatuto y alguna estipulación
consignada en los convenios celebrados por los socios o por estos con terceros, la ley dispone
que deb prevalecer el pacto social y el estatuto.
Toda sociedad necesita identificarse como persona jurídica titular de derechos, obligaciones y
responsabilidades. La sociedad tendrá según corresponda su forma societaria, una denominación
o una razón social, que le sirve para diferenciarla,
- Que la sociedad tiene una denominación o una razón social, según corresponda a su
forma societaria. En el primer caso puede utilizar, además un nombre abreviado.
- Que no se puede adoptar una denominación completa o abreviada o una razón social igual
o semejante a la de otra sociedad preexistente, salvo cuando se demuestre legitimidad
para ello.
- Que esta prohibición no tiene en cuenta la forma social.
OBJETO SOCIAL
El objeto social está conformado por las actividades que la sociedad debe realizar para el logro del
fin común que propugnan y anhelan los socios.
DOMICILIO
SUCURSALES DE LA SOCIEDAD
Por regla general la sociedad constituida en el Perú, cualquiera fuera el lugar en que este
domiciliada se encuentra facultada para establecer sucursales u oficinas en otros lugares del país
o en el extranjero, potestad esta que no podrá ejercerse en la hipótesis de existir en el pacto social
o en el estatuto estipulación expresa en sentido contrario.
APORTES DE LA SOCIEDAD
Los aportes son un requisito esencial en nuestra legislación de tal forma que no hay sociedad sin
aportaciones de bienes, de derechos o servicios.
Es lo que socio se ha comprometido a entregar o hacer para formar el capital social y que debe ser
susceptible de valoración económica.
APORTES DINERARIOS
El artículo 23 de la ley general de sociedades trata lo relativo a los aportes dinerarios y preceptúa
que los aportes en dinero se desembolsan en la oportunidad y condiciones estipuladas en el pacto
social. El aporte que figura pagado al constituirse la sociedad o al aumentarse el capital debe estar
APORTES NO DINERARIOS
Acerca de los aportes no dinerarios o en especia. Narvaez Garcia señala que son bienes
corporales o incorporales susceptibles de apropiación privada que no estén fuera del comercio y
sean apreciables en dinero.
SOCIEDAD ANONIMA
CONCEPTO
Son que, el capital de propiedad de la compañía no tiene conexión directa o indirecta con el de los
socios, se divide en acciones y la responsabilidad de los socios por las deudas sociales es
limitada. Según la ley los accionistas de las sociedades anónimas no responden personalmente de
las deudas sociales.
El capital social esta representado por acciones nominativas y resulta formado por virtud del aporte
de los socios. La aportación puede consistir en dinero o en especies, con la salvedad de que el
aporte no puede consistir en servicios. Tampoco puede considerarse socio a quien no efectúa
aporte alguno.
Según Argeri: La sociedad anónima es…. “clase de sociedad compuesta exclusivamente por
asociados obligados hasta la concurrencia de su aporte, sin razón social, en las que todas las
partes son representadas por acciones negociables, cuya gestión es confiada a mandatarios
revocables, llamados administradores, que no responden por el pasivo social con la fortuna
personal, salvo el caso de culpa que comprometa su responsabilidad”
a) Sociedad de Capitales.- Se forma gracias a los aportes de los socios, sin los cuales no podría
existir la sociedad.
c) Responsabilidad Limitada.- Los socios no responden personalmente por las deudas sociales.
2°) Constitución por suscripción pública en forma sucesiva mediante oferta a terceros
contenida en el programa de fundación otorgado por los socios fundadores. Esta segunda
modalidad está reservada sólo para la Sociedad Anónima. Aquí existe un proceso previo, regulado
por la Ley, que tiene por objeto reunir a los socios que suscriban y paguen las acciones de la
nueva sociedad; sólo después de culminado el proceso se puede otorgar la minuta y la escritura
pública de constitución
DENOMINACION
De conformidad con lo que dispone el artículo 50 del a Ley General de Sociedades, la sociedad
anónima puede adoptar cualquier denominación, pero debe figurar necesariamente la indicación “
sociedad anónima” o las siglas S.A.
En toda sociedad anónima existe un capital social, noción que reviste una importancia particular,
pues el capital social es en cierto modo contrapartida de la limitación de la responsabilidad. Las
sociedades Anónimas no tienen existencia legal sin un capital representado por acciones e
integrado por aportes de los socios quienes no responden personalmente por las deudas sociales.
El capital social viene a ser el valor fijado en dinero al conjunto de las aportaciones de bienes
tangibles, aportaciones que pueden ser dinerarias o no, pero apreciables en dinero, valor que es
consignado en el contrato social y en el estatuto.
Según Soto Álvarez, la acción es “ la parte en que está dividido el capital de las sociedades
anónimas “. Las accione están representadas por medio de títulos que sirven para acreditar y
transmitir la calidad y los derechos de los socios.
Según la ley general de sociedades, señala que las acciones representan partes alícuotas del
capital todas tienen el mismo valor nominal y dan derecho a un voto.
CREACION DE ACCIONES
- En el pacto social
- En fecha posterior al pacto social, por acuerdo de la junta general de accionistas.
En otros términos en la sociedad anónima cualquier derecho a percibir utilidades está condicionado
a la existencia de las mismas, para evitar devoluciones indebidas de capital a los socios.
EMISION DE ACCIONES
Las acciones solo se emiten una vez que han sido suscritas y pagadas en por lo menos el
veinticinco por ciento de su valor nominal.
CLASES DE ACCIONES
Las acciones al portador.- Son aquellas en las que no figura el nombre de su propietario
considerándose como tal a su legítimo poseedor o tenedor.
Las acciones nominativas.- Son aquellas que están extendidas a nombre de una determinada
persona.
Las acciones ordinarias.- son aquellas que no confieren ningún privilegio especial al propietario.
Las acciones preferentes o privilegiadas.- Son aquellas que otorgan a su dueño algún derecho
especial en relación con las demás acciones, como puede ser la percepción de un mayor
dividendo.
Lo relativo a las acciones con derecho a voto se encuentra normado en el artículo 95 de la ley
general de sociedades, conforme al cual la acción con derecho a voto confiere a su titular la
calidad de accionista y le atribuye cuando menos los siguientes derechos:
c.- Fiscalizar en la forma establecido en la ley y el estatuto, la gestión de los negocios sociales.
1.- La suscripción de acciones en caso de aumento de capital social y en los demás casos
de colocación de acciones.
La acción sin derecho a voto confiere a su titular la calidad de accionista y le atribuye cuando
menos, los siguientes derechos:
b.- Ser informado cuando menos semestralmente de las actividades y gestión de la sociedad
2.- a suscribir acciones con derecho a voto de manera proporcional y el número necesario
para mantener su participación en el capital, en el caso que la junta acuerde que el aumento
incluye la creación de acciones sin derecho a voto, pero en un número insuficiente para que los
titulares de estas acciones conserven su participación en el capital.
3.- A suscribir sin derecho a voto a prorrata en su participación en el capital en los casos de
aumento de capital en los que el acuerdo de la junta general no se limite a la creación de acciones
con derecho a voto o en los casos en que se acuerde aumentar el capital únicamente mediante la
creación de acciones sin derecho a voto.
4.- A suscribir obligaciones u otros títulos convertidos o con derecho a ser convertidos en
acciones aplicándose las reglas de los literales anteriores según corresponda a la respectiva
emisión de las obligaciones o títulos convertibles.
ACCIONES EN CARTERA
Las acciones en cartera son acciones creadas y autorizadas, pero aun no suscritas ni pagadas.
Están en cartera y pueden ser colocadas en cualquier momento a criterio de los administradores
de la sociedad.
ATRIBUCIONES
a.- Pronunciarse sobre la gestión social y los resultados económicos del ejercicio anterior
expresados en los estados financieros.
c.- Elegir cuando corresponda a los miembros del directorio y fijar su remuneración.
e.- Resolver sobre los demás asuntos que le sean propios, conforme al estatuto y sobre cualquier
otro consignado en la convocatoria.
k.- Acordar la enajenación en un solo acto, de activos cuyo valor contable exceda el cincuenta por
ciento del capital de la sociedad.
r.- Resolver en los casos en que la ley o el estatuto disponga su intervención y en cualquier otro
caso que requiere el interés social.
La Junta General de accionistas se celebra en el lugar del domicilio social, salvo que el estatuto
prevea la posibilidad de realizar en un lugar distinto.
En lo que concierne a los requisitos de una segunda convocatoria a junta general de accionistas,
la ley señala que si la junta general debidamente convocada no se celebra en primera convocatoria
y no se hubiese previsto en el aviso la fecha para su segunda convocatoria, este debe ser
anunciada con los mismos requisitos de la primera publicidad y con la indicación que se trata de
segunda convocatoria, dentro de los diez días siguientes a la fecha de la junta no celebrada, y por
lo menos con tres días de antelación a la fecha de la segunda reunión
- Pueden asistir a la junta general y ejercer sus derecho los titulares de acciones con
derecho a voto que figuren inscritas a su nombre en la matrícula de acciones, con una
anticipación no menor de dos días al de la celebración de la junta general.
- Los directores y el gerente general que no sean accionistas pueden asistir a la junta
general con voz pero sin voto.
- El estatuto, la propia junta general o el directorio pueden disponer la asistencia con voz
pero sin voto, de funcionario , profesionales y técnicos al servicio de la sociedad o de otras
personas que tengan interés en la sociedad o de otras personas que tengan interés en la
buena marcha de los asuntos sociales.
El derecho de asistencia a la junta corresponde al os socios que son titulares de las acciones con
derecho a voto que figuren inscritas a su nombre en la matrícula de acciones, con una anticipación
no menor de dos días al de la celebración de la junta general, tratándose de sociedades anónimas
abiertas, la anticipación es de diez días.
QUORUM
Consiste en el mínimum de personas con derecho a voz y voto que deben concurrir a la reunión
para que el, órgano pluripersonal pueda deliberar, así como el número de votos que en sentido
afirmativa o negativo o de expresarse para que el asunto de que se trata quede aprobado o
negado. El quórum es conditio sine qua nom para la validez de la reunión y de los acuerdos que se
adopten y como todo asociado puede hacerse representar en las reuniones de la junta de socios o
en la asamblea de accionistas, para integrar al quórum se cuentan los titulares de partes de interés
o las cuotas o las acciones que se encuentran presentes y los representantes.
QUORUM CALIFICADO
La obligación de hacer constar en un libro especialmente abierto a dicho efecto, en hojas sueltas o
en cualquier otra forma que permita la ley, las sesiones de la junta general y los acuerdos
adoptados en ella , presupone la redacción de un acta que recoja y materialice los acuerdos
tomados en las juntas generales. Cuando las actas sean asentadas en libros o documentos,
deben ser legalizados conforme a Ley. Los datos que deben estar contenidos en el acta sirven
para revelar la voluntad colectiva yel cumplimiento de los requisitos de forma impuesta por ley.
De este modo, podrá apreciarse la validez o invalidez de los acuerdos y hacerse valer, en su caso,
el derecho de impugnación .
IMPUGNACION DE ACUERDOS
El artículo 139 de la ley general de sociedades, señala como acuerdos de la junta general de
accionistas impugnables los siguientes:
a.- Los acuerdos de la junta general de accionistas cuyo contenido sea contrario a la ley general de
sociedades.
b.- Los acuerdos de la junta general de accionistas cuyo contenido se oponga al estatuto
c.- Los acuerdos de la junta general de accionistas cuyo contenido sea contrario al pacto social
d.- Los acuerdos de la junta general de accionistas cuyo contenido lesione en beneficio directo o
indirecto de uno o varios accionistas los intereses de la sociedad.
e.- Los acuerdos de la junta general de accionistas que incurran en causal de anulabilidad prevista
en la ley general de sociedades.
f.- Los acuerdos de la junta general de accionistas que incurran en causal de anulabilidad prevista
en el código civil.
1.- No procede la impugnación de los acuerdos de junta general de accionistas cuando el acuerdo
haya sido revocado o sustituido por otro adoptado conforme a ley, al pacto social o al estatuto.
2.- El juez mandara tener por concluido el proceso y dispondrá el archivo de los autos, cualquiera
que sea su estado, si la sociedad acredita que el acuerdo ha sido revocado o sustituido conforme
a los prescrito en el párrafo precedente.
3.- En los casos previstos en los dos párrafos anteriores, no se perjudicara el derecho adquirido
por le tercero de buena fe.