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UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID

FACULTAD DE FILOSOFÍA
TRABAJO FIN DE GRADO

EL CONCEPTO DE LIBERTAD, CON LA VISIÓN DE


IMMANUEL KANT Y THOMAS HOBBES.

Noelia Vílchez García.

Grupo seis.

Convocatoria Junio.

Número de caracteres: 39.833.


ÍNDICE:
1. Presentación.
2. Introducción.
3. Concepto de Libertad.
4. Presentación de los dos autores.
5. Libertad en Immanuel Kant.
6. Libertad en Thomas Hobbes.
7. Conclusión.
8. Bibliografía.

1
1. PRESENTACIÓN:
En este primer y breve capítulo, voy a relatar en líneas generales, la intención y el
contenido de este ensayo filosófico.

El tema del grupo seis es: “Desarrollo y crisis del sujeto moderno”. Ante el marco
de posibilidades tan amplio que nos ofrece este tema, he optado por centrarme en el
concepto de Libertad en sentido amplio y en relación con dos autores: Immanuel Kant y
Thomas Hobbes. El concepto de libertad referido siempre al sujeto. Hablaremos del
sujeto y su relación con las diferentes visiones de libertad y las consecuencias de esta.

Para desglosar este tema, usaré de referencia a dos autores modernos, que nos
otorgarán a su vez dos visiones distintas del concepto de Libertad. Estos dos autores
son: Immanuel Kant y Thomas Hobbes. A su vez expondré en líneas generales la visión
ética de cada autor.

He escogido a estos dos autores porque sus posturas frente a la libertad, son
bastante diferentes y ello nos puede ayudar a reflexionar sobre el tema.

Partiré de una Introducción, para situarnos en el marco histórico-filosófico de la


época moderna, haciendo hincapié en los presupuestos con los que parte la Modernidad
y con ello las pretensiones del sujeto en los inicios de esta etapa. Seguidamente
mostraré el desarrollo y la caída que sufren estos presupuestos y pretensiones, con sus
principales consecuencias en el sujeto.

A continuación me centraré en el concepto de libertad para describirlo en líneas


generales.

Después cobrarán protagonismo estos dos autores. Se tratará y estudiará cada


autor de forma individual, para más tarde, ponerlas en común e intentar llegar a una
conclusión satisfactoria.

Dada la extensión de este ensayo filosófico, será punto central de estudio el


concepto de libertad inmerso en la dimensión ética, introduciendo a los autores sólo en
la medida en que traten este tema.

Sin más dilación, espero que las líneas siguientes sean del entendimiento y agrado
de todos.

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2. INTRODUCCIÓN:
Nos encontramos en la Modernidad, con un panorama nuevo, distinto a todas las
épocas anteriores.

Venimos de la Edad Media en la que el centro de estudio gravitaba en torno a


Dios. Una de las características del paso medieval al moderno es el giro
antropocéntrico, con ello, cambia la comprensión del ser humano, la estructura de poder
y la legitimación de este. Ahora, hay una centralidad del hombre en la cultura y en el
mundo. Es por ello, que se modifica el papel del hombre en el mundo y sus relaciones
con otros hombres, con el poder y la cultura.

La Modernidad empieza rápidamente focalizándose en la reflexión política. Se


produce una transformación política esencial, que hace que el poder entre en crisis y se
disuelva, dando opción a rechazar las estructuras de poder o buscar otras estructuras
legítimas.

Podemos ver, que no es lo mismo el Estado medieval que el moderno.

Los reinos medievales eran patrimoniales, es decir, una persona era súbdito de un
reino u otro, dependiendo de; la herencia, el nacimiento… En la Modernidad esto no
sucede así.

La cultura de la Modernidad es dinámica y frágil porque el hombre no es estático.


La centralidad del hombre, provoca la transformación en la visión del ser humano. La
visión jerárquica medieval se reflejaba en el orden social, con las clases y los
estamentos sociales. En la Modernidad esto cambia y el ser humano tiene más
posibilidades que los meros avatares de la vida, y esto se refleja en la filosofía.

En la Modernidad hay otro tipo de jerarquización que en la Edad Media.


Podríamos decir que en la Edad Media la jerarquización es piramidal, en tanto que en la
Modernidad su estructura se puede representar por una circunferencia, cuyo centro sería
el hombre. No está en juego sólo la visión del objeto de estudio, sino la visión entera del
mundo, y la concepción de éste. Un ejemplo de lo expuesto sería la propuesta de Galileo
de desplazar la tierra del centro del universo y poner al sol. Ello supone poner en
cuestión la imagen física de lo real.

La Modernidad nace muy optimista pero con problemas de fondo. Los


presupuestos teológicos que ponen al hombre en el centro del mundo, se vienen abajo
con la secularización de la religión. Un orden que esté garantizado por Dios, mientras se
crea en Dios está bien, pero cuando ya desplazamos a Dios, se nos cae el orden.

Uno de los grandes problemas de la Modernidad será el de la libertad. La duda,


por ejemplo, de si es posible ser libre en un mundo concebido como una máquina.

Se desestabiliza la legitimación del orden político. Si se parte de que todos los


hombres son iguales, el hecho de que haya una sociedad estamental no encaja. El orden

3
del poder contradice la condición humana, ya que el hombre no está atado a ninguna
subordinación.

El rasgo típico moderno es la mirada hacia el futuro, que tiene que ver con el
sentimiento de ruptura con el pasado. En la Modernidad, es el futuro el que nos da las
metas del presente y el sentido de éste. La cultura moderna va transformando la cultura
ideal clásica. Grecia será el contrapunto para ese presente.

La Modernidad ve a la naturaleza mecánica, inerte, carente de espontaneidad. Y


en medio de esa naturaleza se sitúa el individuo moderno, dotado de libertad e inserto en
una naturaleza que no puede controlar. Si introducimos otros sujetos, vemos que la
libertad del otro resulta a veces amenazadora. El ideal de la subjetividad moderna sería
la soledad del individuo, en medio de una naturaleza caracterizada por el mecanicismo.

La libertad del hombre estaría bien, pero la libertad del otro resulta peligrosa,
porque le convierte en impredecible. Existe un factor de ambigüedad en la modernidad,
consistente en intentar hacer compatibles la libertad y el control.

Esto afecta a la noción de libertad porque, en un principio, se ofrece la


Modernidad como una gran apuesta por la libertad, cuyo freno es la libertad del otro. La
Modernidad tiene la concepción de la libertad como autonomía, quiere decir, que la
libertad no se opone frontalmente con la ley o la necesidad, sino que es compatible si
sale de dentro. La libertad como autonomía es una libertad que obedece a leyes, pero
leyes internas que no son imposiciones ajenas.

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3. CONCEPTO DE LIBERTAD:
Ya que el tema central del trabajo circula en torno al concepto de libertad, vamos
a tratar este concepto de forma amplia para más tarde indagar en lo que es libertad para
Kant y Hobbes.

El concepto de libertad se ha entendido y usado de muchas maneras y en diversos


contextos desde la filosofía griega hasta el presente. Pondré de relieve algunas de las
concepciones de libertad, para así tener una cierta idea del concepto de libertad y nos
sea más fácil posteriormente cuando entremos con cada autor.

Primeramente nos encontramos con una libertad que puede ser llamada “natural”,
tenida como capacidad de sustraerse a un orden cósmico determinado. Este orden
cósmico puede entenderse de dos maneras: como forma de operar el destino o como el
orden de la naturaleza, en tanto que en la naturaleza están todos los acontecimientos
ensamblados.

En el primer caso se llamaría: “Libertad frente al Destino”. Este tipo de libertad,


se refiere, a cuando los hombres creían que su vida estaba ya planificada, que no eran
dueños de su propia vida, sino que el destino dominaba sus vidas. Estos hombres no son
libres, pues no pueden hacer lo que les plazca. Pero sí serían libres en un sentido
superior. Esto corresponde a la noción de libertad como realización de una necesidad
superior.

En el segundo caso en que el orden cósmico es el orden natural, se trata de pensar


hasta qué punto una persona puede sustraerse de esos acontecimientos. Habría en este
punto dos tipos de personas. Por un lado, los que afirman que en el alma hay un lugar
para la libertad de los movimientos voluntarios de la persona, pero que no es una
libertad absoluta porque está determinada por el cuerpo. Y por otro lado, estarían los
que piensan que todo lo relacionado con la libertad proviene de la razón. Éstos dirán que
el hombre es libre solo en cuanto ser racional. Según esta última concepción, la libertad
sería propia solo del sabio.

En segundo lugar nos encontramos con una libertad que puede llamarse “política”
o “social”. En un primer momento se considera a esta libertad como autonomía o
independencia, que consiste en la posibilidad de dirigir el propio destino sin
interferencias. En los individuos dentro de la comunidad, esta autonomía consiste en no
evadir la ley sino actuar de acuerdo con las propias leyes.

Y en tercer y último lugar nos topamos con la libertad llamada “personal”, que se
concibe como independencia de las posibles coacciones de una comunidad, sociedad o
Estado. Aunque toda persona sea miembro de una comunidad, y en cierto modo se deba
a ésta, tiene tiempo de ocio en el que cultivar su personalidad. Cuando el individuo
percibe este tiempo de ocio como un derecho, hace de su libertad una separación de la
comunidad, con la idea de que hay un ámbito que no es estrictamente “social” sino
plenamente “personal”.

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4. PRESENTACIÓN DE LOS DOS AUTORES:
IMMANUEL KANT:

De este autor nos centraremos en la Crítica de la Razón Práctica y en su otra


obra: ¿Qué es la Ilustración? En ellas trata temas centrales de este ensayo como la
emancipación del hombre o la libertad.

Según Kant, en la moral, el hombre debe actuar como si fuese libre, aunque no
sea posible demostrar teóricamente la existencia de esa libertad. El fundamento último
de la moral procede de la tendencia humana hacia ella, y tiene su origen en el carácter a
su vez nouménico del hombre.

Estudiaremos estas dos obras que son las que nos van a permitir contraponer la
idea de libertad en Kant, con la idea de libertad en Hobbes.

THOMAS HOBBES:

De todas las obras que escribe Hobbes, nos centraremos en algunas partes de: El
Leviatan, y del Tratado sobre el ciudadano. Ya que en ellas se ve reflejada su
concepción de libertad y de estado, que más tarde nos servirá como contrapunto a la
filosofía de Kant.

Tanto Kant como Hobbes, son dos autores cuyas filosofías están interconectadas
en todos sus puntos, por ejemplo en Hobbes, su concepción de política es reflejo de su
antropología que a su vez descansa en su concepción del mundo. Y en Kant, para
entender la importancia que le da a la libertad y a la autonomía de la razón hay que tener
en cuenta su visión del mundo, y su concepción del hombre Ilustrado.

Para una visión general de la filosofía de cada autor me serviré del libro:
Historia de la ética. 2. La ética moderna. En los capítulos referentes a Hobbes y a Kant.

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5. LIBERTAD EN IMMANUEL KANT:
Vamos a partir de la Crítica de la Razón Práctica en la que se explica la ética de
Kant y su filosofía de la moral. Para desarrollar esta obra Kant, sigue el mismo esquema
que en la Crítica de la Razón pura, solo que en la Crítica de la Razón Práctica en vez
de formular juicios como lo haría la razón en su primera obra, formulará imperativos,
que serán los pilares para la ética formal kantiana.

Más tarde nos centraremos en la Respuesta a la pregunta: ¿Qué es la Ilustración?


Donde Kant nos mostrará más detalladamente la importancia de la emancipación del
hombre, o lo que es lo mismo, su salida de la auto culpable minoría de edad. Y donde
también tratará de modo más específico el concepto de libertad.

El segundo libro de la Crítica de la Razón Práctica se ocupa de la “dialéctica de


la razón práctica”. Kant en este momento debe mostrar que existe el bien y que la
voluntad está llamada a realizar ese bien. Por lo tanto tiene que demostrar que existe una
conexión entre virtud y felicidad, y que todo esto exige la existencia de la libertad
humana por encima del determinismo de la naturaleza.

Los postulados de la razón práctica son tres: la libertad, la inmortalidad del alma y
Dios. Pero será el primero de ellos, la libertad, el que focalizará nuestra atención.

Si la persona humana no fuera libre, si se diera el caso de que no estuviera situada


más allá de la causalidad empírica que une unos fenómenos con otros, no podría estar
determinada por una máxima inteligible, como lo es por ejemplo el imperativo
categórico1, ni podría actuar en virtud de una norma formal. La moral es para Kant algo
que se impone. Si el ser humano debe someterse a ese imperativo categórico es porque
puede hacerlo y por tanto tiene que ser libre.

La libertad de Kant sin embargo no es demostrable teóricamente, porque la razón


llega a antinomias cuando trata de demostrar la libertad más allá de la naturaleza. Pero
puede ser postulada de forma práctica a partir de las exigencias del actuar moralmente.

El objeto de la razón práctica no es un objeto que haya de ser conocido, sino que
al estar en cierta manera impuesto, ha de poder realizarse. Los postulados no ensanchan
el conocimiento especulativo, pero dan realidad objetiva a las ideas de la razón
especulativa al estar relacionados con la práctica.

En el estudio que Kant realiza de la Crítica de la razón práctica, descubre que es


un hecho que el hombre orienta su vida preguntándose acerca de lo que debe hacer:

1
Imperativo Categórico: “[…] la mera voluntad es aquello que ha de determinarse completamente a
priori mediante esa regla. Ahora bien, si se encuentra que esta regla es prácticamente acertada, es una ley
porque es un imperativo categórico” I. KANT, Crítica de la Razón Práctica. Trad. De J. Rovira
Armengol. Ed. La Página S.A (2003). Pág.18, línea14-17 .Este imperativo pretende ser un mandato
autónomo que rija el comportamiento humano. “Obedecer al imperativo categórico de la moralidad es
cosa que en cualquier momento está al alcance de todos” I. KANT, Crítica de la Razón Práctica. Trad. De
J. Rovira Armengol. Ed. La Página S.A (2003). Pág. 34, línea 11.

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piensa y decide cómo debe actuar. Partiendo del “hecho moral”2 es posible entonces
analizar críticamente la razón en su uso práctico, buscando condiciones de posibilidad
del hecho moral. Como veremos, ello llevará a Kant a afirmar un fundamento a priori de
la moralidad, cuyas condiciones de posibilidad abrirán una nueva posibilidad para la
metafísica. Lo primero será analizar y describir el hecho moral, para buscar después el
fundamento de la moralidad y sus condiciones de posibilidad.

Partimos del hecho moral, esto es, del hecho de que la Razón Pura tiene un uso
práctico. Y se trata de hacer una Crítica de la Razón Práctica en general, que establezca
su fundamento y sus condiciones de posibilidad. El resultado será una nueva
fundamentación racional de la ética.

El imperativo categórico actúa por pura conciencia del deber y no por conseguir
otra cosa. Es puramente formal: no da contenidos morales materiales. Solo dice que
forma debe revestir toda decisión de la voluntad, para que se haga por pura conciencia
del deber, no para conseguir ningún tipo de finalidad.

Nos dirá Kant, que el que actúa por puro respeto al deber debe, en consecuencia,
desear que la humanidad entera se convierta en el “reino de los fines en sí”3, en el que
todo hombre sea respetado como persona en libertad y todos actúen por puro respeto al
deber.

Por tanto la ética kantiana es una ética formal, autónoma, categórica, a priori y
universal.

En primer lugar, ¿cuál es la condición básica que hace posible el hecho moral? La
libertad. En efecto: si de hecho debo es que puedo. Sería absurda la exigencia moral de
obrar por respeto al deber, no por inclinación, si la voluntad no fuera libre para elegir
cómo actuar. Si existe el deber acerca de una ley es porque se puede cumplir esa ley
libremente. La Razón práctica postula la libertad real del sujeto racional como
condición de posibilidad del hecho moral: no sería posible el hecho moral si el sujeto
racional no fuera libre, o lo que es lo mismo, la moral presupone necesariamente la
libertad.

2
“Hecho moral”: con esta expresión, Kant se refiere al hecho de que el hombre tiene conciencia de estar
obligado al cumplimiento de mandatos universales y necesarios. Mandatos que se viven de forma
incondicionada y absoluta. Por ejemplo el mandato de no matar, manda no matar, sean cuales sean las
circunstancias. “[…] de todas las ideas de la razón especulativa, la libertad es la única de la cual sabemos
a priori la posibilidad, aunque sin inteligirla, porque es la condición de la ley moral que sabemos” ” I.
KANT, Crítica de la Razón Práctica. Trad. De J. Rovira Armengol. Ed. La Página S.A (2003). Prólogo,,
pág.:4.
3
El “reino de los fines” es el ideal reino de las leyes morales que actúan en relación con la vida práctica
del ser humano. En este reino cabe ser miembro o soberano. Si eres miembro cumplirás las leyes pero al
mismo tiempo también estarás sometido a ellas, pero si eres soberano al legislar tu voluntad no estas
sometido a nada ni a nadie. En el “reino de los fines” habrá que tratar al hombre como fin y no como
medio. “La autonomía de la voluntad es el único principio de todas las leyes morales y de los deberes que
les convienen” I. KANT, Crítica de la Razón Práctica. Trad. De J. Rovira Armengol. Ed. La Página S.A
(2003). Parágrafo 8.

9
En conclusión de la Crítica de la Razón Pura: Los contenidos de la metafísica no
son cognoscibles para la Razón en su uso teórico, pero son postulados, condiciones de
posibilidad, del hecho moral. La libertad es postulada como condición de posibilidad
del hecho moral mismo; la inmortalidad y la existencia de Dios como condiciones de
posibilidad del objeto último cuya consecución persigue la Razón práctica. Por tanto, se
abre una nueva posibilidad para la metafísica en el uso práctico de la Razón. Pero es una
metafísica humilde: no se trata de demostraciones absolutas a las que se pueda aplicar la
Razón en su uso teórico para conocerlas; Libertad, Inmortalidad y Dios son sólo
postulados de fe racional, afirmaciones sobre el noúmeno en las que nuestra Razón
necesariamente ha de confiar como condiciones de posibilidad del hecho moral. De no
responder a la realidad, el hombre sería un absurdo.

Ahora comprendemos mejor la afirmación de Kant de la primacía de la Razón


Práctica. No se trata solo de la importancia radical para el hombre de saber qué debe
hacer y qué le cabe esperar, preguntas a las que solo la Razón en su uso práctico da
respuesta. Además, solo gracias a los postulados de la Razón en su uso práctico
encontramos un cierto fundamento para las ideas puras de la razón en su uso teórico,
que constituían, como vimos, su condición última de posibilidad (“lo máximamente
incondicionado”) pero de las que entonces no podíamos saber nada.

Pasamos a centrarnos en el concepto de libertad en Kant con la ayuda de:


Respuesta a la pregunta: ¿Qué es la Ilustración?

La Ilustración para Kant es algo activo que está en marcha. Es el pensar por uno
mismo. Es aquello que estaba reivindicando la modernidad al principio. La minoría de
edad es el no pensar por uno mismo, ya que es más fácil tener una actividad pasiva y
que otros te digan qué hacer y dejarse llevar. También nombra en cierto momento que
las mujeres pueden pensar por sí mismas, lo que sucede es que no se nos ve capaces o
nos dicen que eso pertenece a los expertos y no a nosotros4.

Kant ve el hábito como una segunda naturaleza y esto es reflejo de Aristóteles. La


libertad es condición para el desarrollo de la autonomía de la razón. El pensamiento está
hecho para la comunicación y la idea de un uso público de la razón es muy importante.

El valor del ser humano es la autonomía y la libertad. Los prejuicios impiden el


desarrollo de la libertad y la razón porque encadenan el pensamiento. La única solución
para Kant de cambiar todo esto será la revolución o la educación. Como filósofo
conservador que es, se centrará en la educación.

4
“Aquellos tutores que tan bondadosamente han tomado sobre sí la tarea de supervisión se encargan ya
de que el paso hacia la mayoría de edad, además de ser difícil, sea considerado peligroso por la gran
mayoría de los hombres (y entre ellos todo el bello sexo).” I. KANT, Respuesta a la pregunta: ¿Qué es
la Ilustración? En: AAVV, ¿Qué es la Ilustración? Trad. De A. Maestre y J. Romagosa. Madrid, Tecnos,
1988, págs. 9. Líneas: 11-13.

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Kant pone su empeño en el hombre, en el sujeto, y en hacerle darse cuenta de la
situación en la que se encuentra para que salga de su minoría de edad. Es por ello que
Kant se centra en cambiar al sujeto, pero no tiene como eje de su filosofía el cambiar al
poder. Hay que crear sujetos autónomos, porque si no los manipula uno lo hará otro. La
libertad de Kant se traduce en hacer siempre y en todo lugar uso público de la propia
razón.

La libertad es uno de los principios o requisitos fundamentales de la Ilustración y


condición indispensable para que el hombre logre su autonomía, su mayoría de edad y
se libere de toda tutela. Pero no debe ser limitado sino la libertad de hacer siempre y en
todo lugar uso público y uso privado de la razón. Hay un uso público y privado en la
razón de Kant.

No se puede hacer uso del cargo público para decir lo que uno quiera. En toda la
filosofía de Kant está muy presente la figura del obstáculo y ello tiene que ver con el
pietismo Luterano, que está relacionado con la valoración del pecado que abre paso a la
libertad. El obstáculo es lo que sirve para poner en marcha la libertad, lo que motiva al
sujeto a hacer.

El uso público de la razón sería cuando alguien, en cuanto a docto en una materia,
hace uso de su razón ante el gran público, ante el mundo. Respecto a este uso debe
hacer una libertad total y sin límites porque de lo contrario se impediría la ilustración y
el progreso de la humanidad.

Y el uso privado de la razón en Kant es el que se ejerce en un determinado puesto


civil o función pública. Aquí si caben límites a la libertad porque el objetivo es el
funcionamiento ordenado de la sociedad.

El ideal político kantiano es la sociedad cosmopolita. Kant es un defensor


acérrimo de la ley. Ésta no se puede boicotear. Según Kant, si uno considera que los
impuestos son injustos los paga y al día siguiente monta una protesta, pero se ha de
cumplir la ley hasta que esta cambie.

La libertad de expresión es el máximo de todas las libertades, la que nunca se


puede restringir. ¿Podemos blindar las leyes y asegurar que no cambiarán nunca? Es
imposible, nulo y sin efecto. Si lo que caracteriza a los seres humanos es progresar
conforme a esa libertad con la autonomía de la razón, nada que lo impida es lícito, por
lo tanto no es tolerable tener unas leyes eternas. ¿Puede un pueblo darse a sí mismo las
leyes? Kant contestaría que solo brevemente se mantendrían unas leyes mientras se
están formando otras. Kant nos dice que solo por la duración de una vida humana, ya
que si no se extendería demasiado el proceso. Solo son legítimas las leyes que se de uno
a sí mismo. Cada ser humano tiene la obligación de desarrollar su autonomía porque de
lo contrario repercutirá de mala manera en la humanidad.

11
Seguridad y libertad son compatibles, siempre que no contradigan la ley. El
monarca que no da la libertad se convierte en tirano. Para Kant no estamos en la época
ilustrada pero si en la Ilustración, estamos en proceso.

La verdadera condición para que un Estado fluya con seguridad, es la libertad. Si


hay libertad de conciencia y autonomía se podrán cuestionar las instituciones públicas.

Kant enlaza la libertad con la razón; sin razón no hay libertad. La ética kantiana es
formal. Las acciones morales deben acomodarse a una estructura que será universal.
Para Kant nuestro deseo persigue fines, y para ofrecer el contrapeso a ese deseo se hará
tratando con los fines. Cuando se habla de ética del ser humano que tiene razón y
sensibilidad, no hay que olvidar que su sensibilidad no desaparece en ningún momento.
Los seres humanos no obran directamente con la razón, les hacen falta impulsos. El
sentimiento de respeto por la ley moral hace que se cumpla la ética. El fin es lo que me
propongo como resultado de mis miedos; solo yo puedo proponerme algo como fin y
eso sería una acción ética, pero si hay algún tipo de obligación desde fuera eso no es una
acción ética.

El actuar conforme a fines nos da la libertad. Un hombre es más libre cuanto más
moral es. Y ello es así porque es capaz de rechazar las coacciones externas, es decir, se
determina a sí mismo.

Plantearse un fin que tiene que ver con el deber es la libertad para Kant. Tiene que
haber unas pautas que dirigen nuestras acciones, y esas pautas las da la razón. La
libertad va unida siempre a actuar conforme al deber. La acción conforme al deber está
por encima de los deseos personales.

En una ciudad justa donde no haya tanta desigualdad la ética será más fácil.
Mediante mi mediación racional puedo ver alternativas y he de optar por la mejor.
Como ser racional yo percibo la posibilidad de un mundo mejor por lo tanto he de
hacerlo. El deber es obligación.

Los dos fines que a la vez son deberes son: la perfección propia y la felicidad
ajena. No estamos moralmente obligados a promover la felicidad nuestra. Hay una
tensión constante entre las cuestiones éticas y lo que me pide la naturaleza. Kant es
realista y sabe que nadie es completamente virtuoso, pero el ideal de virtud me sirve
para orientar mis acciones. Sin libertad no hay ética. La ética inevitablemente me
conduce a los otros y a su felicidad. No tratar a los hombres como medios sino como
fines.

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6. LIBERTAD EN THOMAS HOBBES:
En este punto voy a desglosar a grandes rasgos el pensamiento de Hobbes
centrándome en su concepción de libertad dentro de su filosofía.

La política de Thomas Hobbes descansa en su antropología y ésta en su


concepción del mundo.

Su contexto histórico es determinante para que tenga la motivación de dedicarse a


la política. El miedo es algo básico en la antropología moderna y en la filosofía de
Hobbes es omnipresente. Hobbes intenta ofrecer una reflexión política científica que
siga los mismos procedimientos que la ciencia.

Hobbes quiere ofrecer una propuesta política que se subordine a la ciencia


moderna. Reduce la realidad a cuerpos y todo, por lo tanto, está sujeto al determinismo,
al mecanicismo. ¿Es fácil hacer coincidir la libertad con el mecanicismo? La física
mecanicista ve la naturaleza como una máquina compuesta por partes que se comunican
mediante contacto, es decir, no hay mecanismos internos, todo nos viene desde fuera.
Una realidad mecánica es incompatible con la libertad.

El problema de la Modernidad será el de la libertad; la pregunta de si es posible


ser libre en un mundo mecanicista.

La ética para Hobbes es una especie de “psicología conductista”; una ética que
carece de sustancialidad.

Hobbes muestra el desencuentro de la ética y la política como un avance, pero ¿es


realmente un avance? Está dejando de lado las cuestiones morales. Si la justicia es
cuestión de leyes positivas, no hay leyes injustas. A Hobbes le interesa que la justicia
esté determinada a la ley, nada más.

Frente a libertad y seguridad, Hobbes escoge seguridad. La finalidad del Estado es


la seguridad.

Según Hobbes la naturaleza humana ha de ser entendida en términos


amenazadores. Introduce el elemento del miedo, el miedo al otro, la incertidumbre que
genera el otro, el desconocimiento.

La teoría política hobbesiana va a intentar derivarse racionalmente de una visión


concreta del ser humano. Esta visión deriva de su concepción de naturaleza y realidad.
Hobbes intenta establecer los fundamentos de su reflexión política. Quiere dejar claro
que intenta proyectar un método científico sobre la reflexión política.

Hobbes funda su política en su concepción de antropología y naturaleza,


entendiendo la naturaleza como máquina y la vida como supervivencia.

Hobbes establece su visión del ser humano como individualista, en la que la


relación con el otro es accidental. Según Hobbes los intereses básicos para el hombre

14
son el honor, la reputación y la utilidad. Cualquier tipo de relación de un ser humano
con otro está movido por el interés. Hobbes insiste en la preexistencia del individuo
frente a cualquier sociedad porque la sociedad es resultado de los intereses del
individuo.

La razón para Hobbes, a diferencia de Kant, se basará en: calculo, medio y fines.

Hobbes nos presenta en el Leviatán diferentes ejemplos para explicar el tipo de


relación que tienen los hombres entre sí, unos hombres que se caracterizan por ser
egoístas, interesados y competidores. Es por ello que Hobbes nos pone ejemplos donde
el protagonista es el comercio5, pues de esta forma saca a relucir la relación de intereses
entre los hombres.

Y el segundo tipo de relación es la de honor, que introduce la idea de ser más que
el otro6. El hombre de Hobbes es individualista y competitivo.

Según Hobbes los seres humanos, llegados a un determinado momento, deciden


pactar para crear una sociedad por sus intereses.

Los valores en Hobbes son transitorios, esto quiere decir, que van cambiando
según tengamos un deseo u otro. Esto relativiza los valores, dando pie a la discusión
entre los hombres.

Para Hobbes las cosas son buenas o malas en función de que nos agraden o
desagraden. Tiene una visión muy relativista en cuanto a los valores. Le da importancia
a la excelencia y esto supone que para que unos pocos sean excelentes muchos otros no
lo pueden ser; factor desencadenante de la desigualdad. La competitividad es parte de la
naturaleza humana; lo único que buscamos son nuestros intereses, lo que conduce a la
lucha de todos con todos.

Con Hobbes tenemos individuos aislados, interesados, competitivos y egoístas. La


igualdad para Hobbes significa que cualquier hombre puede matar a cualquier otro.
Según Hobbes, la desigualdad que existía era impuesta por el estado civil. Planteado así
parece que la desigualdad es algo deseable, ya que en igualdad estaríamos en peligro.
Hobbes ve la libertad como autonomía, es decir las determinaciones le vienen desde
dentro. A ello se opondría lo que Kant determina heteronomía, que las determinaciones
vengan de fuera. La palabra libertad solo ha de aplicarse a los cuerpos según Hobbes.
Las voluntades, deseos o inclinaciones están determinadas. Uno no decide lo que desea
o quiere; uno no modifica sus deseos o cambia su voluntad. Un hombre nace y es puesto

5
“[…]En una condición así, no hay lugar para el trabajo, ya que el fruto del mismo se presenta como
incierto; y consecuentemente, no hay cultivo de la tierra; no hay navegación, y no hay uso de productos
que podrían importarse por mar[…]” TH. HOBBES, Leviatán. Trad. De C. Mellizo, Madrid: Alianza Ed.,
1999, Parte I: “Del hombre”, Capitulo 13:”De la condición natural de la humanidad en lo concerniente a
su felicidad y su miseria” págs.: 115-117.
6
“[…]No buscamos pues por naturaleza compañeros, sino obtener de los demás honor o comodidad”.
TH. HOBBES, Tratado sobre el ciudadano. Ed. De J. Rodríguez Feo. Madrid: Trotta, 1999, Parte I:
“Libertad”, cap.I: “Estado de los hombres fuera de toda sociedad”, apartado 2.págs.:14-17.

15
en ese movimiento vital con sus voluntades y deseos; estamos en movimiento constante,
un movimiento mecanicista. En mis actos es donde puedo realizar o no la libertad. La
libertad en Hobbes es insignificante y degrada la definición de libertad.

La relación entre la libertad y el miedo estriba en que el hombre tiene miedo al


otro porque como es igual que él, puede lo mismo que él.

Libertad y necesidad son compatibles. Hay un determinismo causal que para


Hobbes afecta a los hombres que son cuerpos. La ética son las consecuencias derivadas
de las acciones de los individuos. La voluntad obedece a motivos y está determinada
como otra realidad natural.

Si dejamos que los hombres den rienda suelta a sus deseos y libertades, los
conflictos entre ellos serán imparables.

Hobbes deja claro que las leyes civiles son convenios, parte del pacto entre el
soberano y los súbditos. En el estado civil la libertad se permitirá en aquello que no ha
sido determinado por las leyes como:

o La libertad de comprar y vender.


o Establecer acuerdos mutuos, firmar contratos.
o Educar a los hijos, elegir casa donde vivir…

Lo que debe garantizar el Estado sería:

o La defensa de enemigos exteriores.


o La conservación de la paz interna.
o La abundancia cuando es compatible con la libertad pública.

Con esta clasificación podemos ver que Hobbes reduce la libertad a una libertad
inofensiva.

Para Hobbes no hay ningún fin último al que aspire el hombre. La felicidad es un
continuo deseo, pasar de una cosa a otra. Todo lo que consigue solo le sirve para pasar a
lo siguiente. El hombre hobbesiano es posesivo, no se trata de disfrutar las cosas sino de
poseerlas.

La libertad en Hobbes tiene que ver con la oposición externa más que con el foco
interno de las acciones. La libertad es llevada a la insignificancia. Será una libertad
peligrosa al igual que la igualdad, porque estas crean choques entre los seres humanos.
En vez de la semejanza o la solidaridad entre los seres humanos, Hobbes plantea un ser
humano atomizado, individualista, un hombre movido por los intereses, egoísta,
agresivo y auto afirmativo.

Para Hobbes el valor de un hombre es el precio que estaríamos dispuestos a pagar.


La idea de la dignidad del hombre es reducida a su precio. La igualdad es peligrosa
porque entre nosotros nos podemos matar y la libertad se reduce a las libertades
inofensivas.

16
La codicia para Hobbes es natural. El deseo aparece como núcleo básico de la
condición humana. Hobbes ve como la condición básica de la vida la supervivencia.
Esto es lógico si estamos en una antropología atomizada muy exacerbada. Para este
individuo no hay ningún horizonte de trascendencia. Al individuo solo le espera la
muerte, por ello surge el miedo a la muerte, porque no hay nada más.

La posesión en muy importante en Hobbes. Para él hay dos motivos básicos de todo
hombre: la apariencia y la codicia. Lo que no se admiten son propiedades comunes: o es
de uno o es de otro. La guerra es descrita en su filosofía, pero la paz es aquello que se
genera. La paz no se caracteriza por nada más que por la ausencia de guerra. Se le da
más importancia a la guerra que a la paz.

Para Hobbes la razón es instrumental; calcula medios para conseguir fines. La forma
de realizar lo que uno desea será sometiéndose a un poder, donde realizaremos más
eficazmente los deseos.

Para Hobbes el valor moral no tiene un valor ético. Empieza a cobrar sentido solo
cuando hay leyes: nada es injusto o justo moralmente a no ser que la ley lo diga. (Esto
sería cuestionable ya que todos tenemos la experiencia de que algunas leyes no nos
parecen justas, y según esto desde que una ley es ley ya sería justa).

El derecho es libertad y la ley es obligación. Si no hay ninguna ley que restringa, el


hombre tiene derecho a todo. La primera ley natural es: La razón nos combina a
procurar la paz y mantenerla, pero si no se puede garantizar habrá que hacer la guerra,
por lo tanto habrá que pactar con el otro. Las leyes buscan la paz a partir del pacto
social7. De esta ley se deriva la segunda ley natural: un hombre debe renunciar a la
libertad si el otro también lo hace. Las leyes naturales exigen renunciar a la libertad para
tener paz.

El pacto social consiste precisamente en renunciar a la libertad para someterse a la


ley, pero no basta un pacto social sino que tiene que haber un poder que garantice el
pacto. En cuanto habla de justicia la propiedad asoma después. La propiedad sería la
recompensa por renuncia a la libertad. La idea de terror es muy hobbesiana. Para que los
hombres cumplan la ley han de estar aterrorizados. Es una ley que castiga. La amenaza
de castigo es la que hace que el hombre se someta. Hobbes es un defensor del
monopolio de la violencia legítima.

El individuo de Hobbes ha de renunciar a su libertad para acogerse a la seguridad de


la ley. Hobbes reduce los conceptos: no es lo mismo el bien común que lo bienes a los
que aspira el hombre hobbesiano. Tampoco es lo mismo la libertad que las libertades
inofensivas que nos ofrece Hobbes.

7
El pacto o contrato social significa que para vivir en sociedad, los seres humanos llegan a un acuerdo,
que sería el llamado “contrato social” en el que se les otorgan ciertos derechos a cambio de abandonar la
libertad de la que disponían en el estado de naturaleza. Los derechos y deberes de los individuos
constituyen las cláusulas del pacto social.

17
Derecho es lo que posee un ser humano en estado de naturaleza y que hace que todo
individuo tenga derecho a lo que considere oportuno para conservar su existencia. A
ello se opone la ley que recorta las libertades para tener una mayor seguridad. Hasta que
la ley no dicta unos límites a la conducta todo está permitido. Hobbes liga la justicia a la
propiedad privada. Para Hobbes es bueno que haya desigualdad, porque en un mundo de
iguales surge el miedo, el terror.

El pacto social es someterse a la ley a cambio de seguridad. Esto significa que todos
asumimos que seremos castigados si transgredimos la ley. El miedo al otro es sustituido
por el miedo al Estado. En un lado del pacto está el soberano, que está por encima de la
ley, y en el otro están los súbditos, sometidos a la ley.

Hobbes desarrolla una ética relativista en la que los predicados de valor no tienen
ningún significado más allá del valor que le otorguen las leyes.

18
7. CONCLUSIÓN:
Como conclusión expondré una tabla que he desarrollado a lo largo del estudio de estos
dos autores y que creo que ejemplifica bien las diferencias entre ambos, tanto en el
concepto de libertad como en sus visiones éticas.

KANT HOBBES
Estado de naturaleza del Minoría de Mayoría de Egoísta, aislado,
hombre. edad: edad: competitivo, interesado,
El hombre no El hombre agresivo y posesivo.
piensa por sí es un ser
mismo, tiene racional
una actividad autónomo y
pasiva, se deja libre.
manipular.
¿A qué debe obedecer el Al imperativo categórico Ha de someterse al poder,
hombre? impuesto por la propia razón. a la ley. (Mandato
(Mandato interno del externo del hombre)
hombre)
Seguridad vs Libertad. Seguridad y Libertad son Hay que renunciar a la
compatibles siempre que no libertad para acogerse a
contradigan la ley. La la seguridad de la ley.
condición para que un Estado Porque si dejamos que
fluya con normalidad es la los hombres den rienda
libertad, si hay libertad de suelta a sus deseos y
conciencia y autonomía se libertades, habría
podrán cuestionar las conflictos.
instituciones públicas.
¿Qué es la Libertad? Libertad es actuar conforme Hobbes reduce la libertad
al deber. Un hombre es más a libertades
libre cuanto más moral es, insignificantes porque
porque se determina a sí percibe la libertad del
mismo, rechazando las individuo como una
coacciones externas. Sin amenaza para el otro, por
libertad no hay ética. ello ha de ser controlada
por el poder. Las leyes
naturales exigen
renunciar a la libertad
para tener paz. Desarrolla
una ética relativista.
Lema definitorio: Querer es poder, poder es Cálculo, medio, fines.
deber.

Ambos autores tienen visiones muy distanciadas sobre el concepto de libertad y


sobre la ética o la moral en general. Y eso es lo que he querido reflejar en este ensayo
filosófico.

19
En mi opinión, el contexto en el cual se forja cada autor, es un factor muy
importante a la hora de desarrollar su pensamiento. De la misma manera, según tengan
una idea sobre el hombre, sobre la vida o la naturaleza, ello les va a llevar a plasmar una
visión u otra sobre la política o la ética.

Simplemente pienso que ya que estos dos grandes autores nos ofrecen sus
visiones, deberíamos, no quedarnos con una o con otra, sino tomar de cada teoría lo
mejor, y aplicarlo en la medida de lo posible a nuestras vidas. Para que no queden
encerradas estas ideas en papel y puedan ponerse en práctica.

20
8. BIBLIOGRAFÍA:

 I. KANT, Crítica de la Razón Práctica. Trad. De J. Rovira Armengol. Ed. La


Página S.A (2003).
 I. KANT, Respuesta a la pregunta: ¿Qué es la Ilustración? En: AAVV, ¿Qué es
la Ilustración? Trad. De A. Maestre y J. Romagosa. Madrid, Tecnos, 1988, págs.
9-16.
 TH. HOBBES, Leviatán. Trad. De C. Mellizo, Madrid: Alianza Ed., 1999, Parte
I: “Del hombre” Capítulos: 13-17. Págs.: 115-153.
 TH. HOBBES, Tratado sobre el ciudadano. Ed. De J. Rodríguez Feo. Madrid:
Trotta, 1999, Parte I: “Libertad”, cap.I: “Estado de los hombres fuera de toda
sociedad”, págs.: 18-20.
 N. BILBENY, V. CAMPS, J. CASALS, E. GUISÁN, Mª C. IGLESIAS, J.
MONTOYA, V. PEÑA, J. RODRIGUEZ FEO, A. SAONER, F. SAVATER, A.
VALCÁRCEL, J. VERICAT, G. VILAR, J. L. VILLACAÑAS, Historia de la
ética, 2.La ética moderna. Ed. Crítica S.L, Barcelona (1992 y 1999) Cap.
HOBBES, págs.: 75-107. Cap. KANT, págs.: 315-329.
 Luis Jiménez Moreno (1992) “El proceso liberador iniciado por Kant”.
http://revistas.ucm.es/index.php/RESF/index . Volumen 8.

21
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
FACULTAD DE FILOSOFÍA
TRABAJO FIN DE GRADO

AMOR POR EL SABER.

Noelia Vílchez García.

Grupo Seis.

Convocatoria Junio.

Número de caracteres: 11.896.

22
El texto que se nos presenta de la Metafísica de Aristóteles corresponde a su
Libro I, capítulo II, que tiene por objeto el estudio de las características de la sabiduría,
principalmente en la indagación de las causas y de los principios de todo.

Es digno de examen el hecho de que en Aristóteles, el uso de la razón se mezcle


con los sentimientos. En el texto se verá como conecta el saber teórico que nos otorga la
razón con el sentimiento de maravilla. El que una reflexión teórica, como puede ser el
estudio sobre los astros, saque a relucir emociones o sentimientos de aquél que lo
estudia, nos muestra la unión tan fuerte que hay entre el saber y el amor por este mismo
saber.

El fragmento que nos corresponde analizar saca a relucir, a mi parecer, el


comienzo de la filosofía que empezó con un afán de conocimiento, ante lo que a primera
vista parecía no tener ningún tipo de explicación, y solo cabía maravillarse frente a tal
cosa.

Por expresarlo de otra manera, es como si se abriera el telón de una función en la


que no tienes el guion, solo tu propia vida llena de preguntas; ¿Quién soy? ¿Qué hago
aquí? ¿Qué es el mundo? ¿Cuál es el origen de todo esto? Tienes toda la vida por
delante para intentar resolver estas y más preguntas de todo tipo que te pueden surgir, y
es aquí cuando empieza la filosofía.

Al maravillarte frente a todo lo que te rodea, al no encontrar explicación, por


ejemplo, a por qué aquello que está arriba en el cielo llamado Sol se mueve, y por qué
de esa manera. Al encontrarse el hombre perplejo ante todo lo que desconoce se siente
ignorante y busca el saber.

Se podría decir que el hombre es curioso por naturaleza y admira todo lo que le
rodea. El afán por saber surge por necesidad. El hombre se hace preguntas acerca de
todo lo que le rodea para dar sentido al mundo. Claramente este proceso de cuestionarse
parte desde las preguntas más comunes y sencillas, hasta llegar a las más complejas y de
mayor importancia.

Aristóteles pone unos ejemplos frente a los que el hombre se ha maravillado.


Esos ejemplos son; el sol, la luna, el origen de todo y los astros.

23
Cabe puntualizar que no es casualidad que nos deje estos ejemplos, ya que
Aristóteles no solo dedicará su vida al estudio de la filosofía, sino que también tiene
numerosos tratados y obras que hacen referencia a sus propios interrogantes, e intenta
darles la respuesta acertada. Obras en las que trata temas como; ética, física, astronomía,
biología…

En vez de centrarse en una sola materia o en un solo tema, la filosofía de


Aristóteles trata de abarcar todo el conocimiento posible. Esto es debido a que no siente
solo maravillado por un aspecto del saber y precisamente de eso es de lo que trata este
texto. Aristóteles practica el amor por la sabiduría, y eso conlleva que ama y se
maravilla ante todo conocimiento posible no privándose de ninguna rama del saber. El
amor por el saber implica el tener afecto a todo conocimiento existente, e intentar
abarcar cuanta más sabiduría mejor.

Aquí podríamos ver la relación o conexión que existe entre el saber teórico y la
emoción o sentimiento de amor que implica.

El puro saber puede parecernos algo alejado de la persona pero, cuando se


practica el saber por el saber, es decir, saber por el mero placer de saber, sin ningún otro
interés, podemos ver que se establece entonces una relación de amor entre la sabiduría y
la persona.

Es por ello que la palabra: PHILOSOPHIA, viene del latín “philo” que significa
amor o deseo, y “sophia” que significa sabiduría o saber. Hacer “philosophia” o
filosofía, implica amar el conocimiento, la sabiduría, y dedicarte a ello en cuerpo y
alma. La filosofía conlleva un cierto amor hacia ello, una emoción hacia lo teórico.

Con todo esto, el texto nos pone de relieve que si es cierto que se filosofaba por
salir de la ignorancia, entonces sería por el mero afán de conocer o de saber y no por
utilidad8.

8
“Ahora bien, el que se siente perplejo y maravillado [ho aporôn kaì thaumázon]
reconoce que no sabe [agnoeîn]. [...] Así pues, si filosofaron por huir de la ignorancia,
es obvio que perseguían el saber por afán de conocimiento y no por utilidad alguna.”
Aristóteles, Met., A 2, 982 b17-22, trad. T. Calvo.

24
Según Aristóteles, la forma en que sucedió todo este proceso del filosofar
atestigua que, efectivamente, no había ningún interés oculto o utilidad de ninguna clase
para comenzar a hacer filosofía.

Ocurrió de tal modo que se empezó a indagar sobre un conocimiento concreto


cuando ya se tenían todos los conocimientos considerados necesarios, junto con los que
tenían que ver con el placer y el pasarlo bien.

Es por ello que Aristóteles considera a esta ciencia primera, que es la filosofía,
como la única ciencia libre porque no se basa en la utilidad sino en el saber por saber.
La filosofía es un fin en sí misma, es su propio fin. El autor lo compara con el hombre
libre cuyo fin es él mismo y no otro9.

Aristóteles va a partir de las opiniones comunes que se tienen acerca del hombre
sabio. Estas opiniones nos dicen que el hombre sabio escoge el saber por el saber y no
por ninguna utilidad. El conocimiento del sabio es más universal y alcanza el saber de
las cosas más complicadas, por lo tanto quedan subordinados a él los demás
conocimientos.

Lo que quiere mostrar es que estas características del sabio, donde se cumplen es
en la ciencia de las causas y los principios primeros.

El problema filosófico que está de fondo en este primer párrafo es el problema


de la realidad y del ser, ya que Aristóteles plantea la existencia de cosas más allá de su
apariencia variable y efímera.

También trata el asunto de los límites del conocimiento humano, como se puede
ver, cuando hace referencia a ese afán del hombre por conocer lo desconocido.

En el segundo párrafo del texto podemos ver que el autor Aristóteles, en vez de
presentarnos la situación y el problema del momento como lo ha hecho en el primer
párrafo, lo que hará en esta segunda parte es entrar de lleno en el problema en cuestión.

9
“al igual que un hombre libre [eleútheros] es, decimos, aquel cuyo fin es él
mismo y no otro [ho hautoû héneka], así también consideramos que ésta es la única
ciencia libre.” Aristóteles, Met., A 2, 982 b25-27, trad. T. Calvo.

25
Una vez que hemos identificado que la filosofía es la única ciencia libre porque
es un fin en sí misma y no se basa en ningún tipo de utilidad, habremos de cambiar
nuestra actitud inicial ante las investigaciones10.

Esto quiere decir que aunque partamos de una actitud inicial de maravillarnos
ante lo que nos produce extrañeza, hay que ir más allá, y adoptar la postura contraria.
Para llegar al saber, a un conocimiento de algo, hay que considerar que sí podemos
llegar a conocer ese algo.

Podríamos decir que aunque en un primer momento nada maravilla más que el
contemplar algo y no saber cómo se produce, el filósofo no ha de quedarse en ese
primer momento.

Por lo tanto en vez de quedarnos en ese estado primigenio de perplejidad y


maravilla, hemos de adentrarnos a investigar aquello que nos produce fascinación, ya
que nada nos asombraría más que llegar a saber o a conocer aquello que anteriormente
desconocíamos.

Lo que entonces sucedería es que habríamos pasado de una fascinación, se


podría decir inicial, en la que no sabemos nada de aquello que contemplamos, a otro
tipo de fascinación en la que contemplamos lo mismo de antes, pero ahora ya
comprendiendo eso que estamos viendo.

Aristóteles en esta segunda parte del texto nos pone ejemplos de maravilla de
cosas que suceden como suceden, es decir, de cosas que contemplamos y no sabemos
cómo se producen porque no hemos visto lo que las causa.

Estas cosas son:

Los autómatas en los teatros de marionetas. Cuando asistimos a un teatro en el


que hay marionetas realmente no podemos ver qué causa el movimiento de estas, pues
los actores que las mueven permanecen ocultos y solo llega al espectador la fascinación
de figuras en movimiento y acción.

10
“La posesión de esta ciencia ha de cambiarnos, en cierto sentido, a la actitud
contraria <de la que corresponde> al estado inicial de las investigaciones.” Aristóteles,
Met., A 2, 983 a12-13, trad. T. Calvo.

26
Las revoluciones del sol. Las gentes de aquél momento podían percibir, o se
maravillaban con la salida del sol cada mañana, su ocultamiento cada noche, y su
relación con la tierra. Aristóteles, junto con más estudiosos de la época trataron el tema
de la astronomía dando diferentes teorías que dieran explicación a esa maravilla.

La inconmensurabilidad de la diagonal. En este ejemplo, Aristóteles nos traslada


a un concepto matemático en el que se analiza la diagonal de un cuadrado con respecto
a su lado. Esto nos da como resultado que la razón de la diagonal de un cuadrado y su
lado es inconmensurable. Aristóteles dice que nada nos haría maravillar tanto como que
el resultado de este proceso nos diese la conmensurabilidad de la diagonal.

Todos estos ejemplos son para mostrar que es cierto que hay cosas que nos
fascinan, pero que aún nos fascinarían más si pudiéramos darle una explicación a
aquello que nos fascina tanto en un primer momento11.

Los ejemplos que pone el autor nos podían servir para imaginarnos la situación
de entonces, en la que la filosofía estaba empezando a despertar y existía esa curiosidad
por lo desconocido; convertida en pasión por el saber, por el conocer, simplemente por
el mero hecho de saber o de conocer.

La sophia está presente en todos los ejemplos que nos pone Aristóteles en el
texto. Aristóteles distingue tres grados de conocimiento específico en su filosofía;
Empeiría, Tekhné y Sophía.

La Sophía es el paso definitivo en el conocimiento de lo universal. Es la


sabiduría, el saber de las cosas por sus primeros principios y sus primeras causas. Una
vez conocidas estas causas, es posible la ciencia demostrativa, tal como Aristóteles
pretende. Pero los primeros principios no pueden ser demostrables, no se pueden derivar
de nada; por eso solo se llega a ellos por la intuición intelectual.

Digamos que es una tendencia que tiene el hombre sabio para llegar al verdadero
conocimiento de algo. Es la motivación que guía a la persona hacia el saber, que va
después del momento de maravilla.

11
“nada, desde luego, maravillaría -tanto a un geómetra como que la diagonal
resultara conmensurable.” Aristóteles, Met., A 2, 983 a19-20, trad. T. Calvo.

27
Aristóteles se centra en la sophia porque le interesa llegar a un conocimiento
amplio de todas las cosas y no quedarse en lo que él mismo denomina ciencias.

Para Aristóteles la articulación de lo universal, de las causas y los principios y de


la divinidad, es lo que constituye el saber unitario de su proyecto metafísico. A este
saber se llega por medio de las opiniones comunes.

A estos conocimientos tan complejos solo podría llegar un amante de la


sabiduría, lo que sería un filósofo para Aristóteles.

Es curioso que un libro como La Metafísica de Aristóteles, que es un libro de


conocimientos, tenga un comienzo tan personal o emocional en el que habla de cómo se
siente el hombre frente al mundo12.

Con estas palabras se inicia el libro primero de la Metafísica de Aristóteles. Ese


deseo de saber culmina en la adquisición de la sabiduría que consiste, para Aristóteles,
en el conocimiento de las causas y los principios del ser. Y ese conocimiento es el
objeto de la metafísica, de la ciencia de las primeras causas y principios del ser, el
conocimiento del ser "en cuanto ser", el conocimiento de la causa última de la
naturaleza y de la realidad.

De lo que sí que estoy segura, es que esta intención de Aristóteles de poner en


primer lugar al hombre frente al mundo, con sus dudas, curiosidades, y ansias de saber,
es algo completamente intencionado. Quizás nos esté intentando decir que el hombre
tiene una tendencia natural, un deseo de saber, y que por lo tanto todo conocimiento
teórico tiene sus inicios en el sentimiento humano de conocer.

Por ello, antes de presentarnos su metafísica nos hace conocedores de una parte
muy importante del conocimiento, que es el amor por éste. Como los temas que se
tratan en la metafísica y en todo saber son tan complejos que requieren una total entrega
por parte de la persona que los trata, necesitan también amor hacia ese conocimiento
que se estudia, ya que el amor trae consigo la total y desinteresada entrega de la
persona.

12
“Todos los hombres tienen por naturaleza el deseo de saber”. Aristóteles, Met.,
A 2, 980 a 21, trad. T. Calvo.

28
Por esta razón inicia su libro La Metafísica atendiendo al aspecto o emocional o
sentimental de maravilla del hombre, para después de haber comprendido que el saber
va unido al amor por éste, poder indagar en conocimientos más complejos como serían;
la articulación de las causas y los principios, de lo universal o de la divinidad.

29

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