Filósofo alemán de la primera mitad del siglo 20, cercano a la corriente
existencialista (el problema de la libertad humana fue una constante, inspirado en Kierkegaard), a la vez que trabajó sobre aspectos y límites de la ciencia como método. Tuvo gran participación en la reconstrucción alemana de la posguerra, siendo opositor al nazismo y buscando que Alemania asumiera la culpa y lo hecho como condición para una nueva etapa de vida.
Parte 1- La ciencia y la filosofía
Jaspers busca definir o aproximarse a cuáles son los aspectos fundamentales de la Filosofía a partir de un análisis de la ciencia y su campo. Es decir, Jaspers avanza en un análisis comparativo para separar lo que es ciencia de lo que es filosofía y así, dar elementos explicativos para dar cuenta del campo de la filosofía. Primeramente, para la ciencia la filosofía carece de resultados universalmente válidos. En la filosofía no existe unanimidad acerca de lo conocido universalmente. Cuando hay algo unánime, deja de ser filosofía y pasa a ser dominio de un conocimiento científico. Las ciencias recurren a conceptos básicos para definirse, que ya han sido materia del pensamiento filosófico (ejemplo materia, vida). La filosofía no puede partir de supuestos (históricos, de las propias ciencias, de las formas de conocer, o de la Revelación), es decir, de elementos ya demostrados o considerados puntos de partida porque sería contradictorio con su intencionalidad, dado que no refiere a ningún contenido doctrinario o una teoría o un sistema determinado. Si presuponen, podemos hablar de tradicionalismo, cientificismo, fideísmo. Podemos decir que el autor plantea que la filosofía es un modo especial de conocimiento que trata de los mismos objetos que la ciencia, pero varía el enfoque sobre ellos. Es diferente de un actividad con un fin o empresa teleológica (es decir, en función de una finalidad determinada). A diferencia de la ciencia, la filosofía no tiene carácter progresivo ni lineal, no existe un acumulado o una superación de los problemas y su aclaración definitiva y absoluta. La certeza que busca la filosofía no es como la ciencia, es decir, la misma para todo el intelecto (no busca explicar funcionamientos ni establecer leyes absolutas o relaciones mecánicas). La filosofía trata de la totalidad del ser, nace de un interés del hombre en tanto hombre, mientras que la ciencia trata sobre objetos especiales y definidos.
Parte 2 – Características del pensar filosófico
Jaspers plantea puntos básicos, que buscan profundizar en dar cuenta de cómo procede el pensar filosóficamente (una vez más, se define a la filosofía desde el hacer y desde sus objetos). Primero, la ciencia precisa de formación y método para desarrollarse, necesita de pasos y cumplimentar determinadas secuencias para alcanzar resultados “objetivos”. Por otro lado, el pensar filosófico tiene que ser original. Jaspers plantea las preguntas de los niños como ejemplo de pregunta filosófica original, dado que la adultez la considera como algo que se moldea y hace preso de las convenciones al propio pensamiento. “Otro niño oye la historia de la creación: Al principio creó Dios el cielo y la tierra..., y pregunta en el acto: "¿Y que había antes del principio?" Este niño ha hecho la experiencia de la infinitud de la serie de las preguntas posibles, de la imposibilidad de que haga alto el intelecto, al que no es dado obtener una respuesta concluyente.” Tercero, el pensar filosófico nace de salirse del velo de la costumbre y la rutina que impone la misma socialización, el salirse de las “normas” y tener una actitud independiente e imparcial. El habla de la enfermedad mental, me gusta hablar de la capacidad de ver más allá de determinados patrones sociales dados. Finalmente, Jaspers plantea que el pensar filosófico está en todos partes, dado que implica la búsqueda de la verdad no su posesión. Supone ir de camino, una actitud en movimiento a diferencia del conocimiento ya acabado. Toda respuesta es válida de convertirse en pregunta. Es preguntarse por el origen de las cosas, por las condiciones de existencia de las mismas. Es un amor al saber propiamente dicho, y ello implica la permanente búsqueda. Difiere del dogma, algo acabado, definible y constatable en reglas y presupuestos. (Algunos definen a la filosofía por su objeto, otras por su fin). La filosofía es cuestionada en su utilidad por varios lugares, desde aquellos que plantean que su función lleva a lugares inacabados y pone el hombre en constante actitud de rebeldía e inconformismo. Se aleja de explicaciones totales y de ser bandera para determinadas actitudes. Es algo que existe y radica en el hombre en tanto tal, no se la puede circunscribir a determinados fines ni utilidades concretas, pues supone una actitud del pensar y de pensarse, de estar en el mundo y cuestionarlo. La filosofía existe por más que no querramos, por más que se busque atarla a algo dado y concreto.
Parte 3 – Los orígenes de la filosofía:
Primeramente, es necesario distinguir el comienzo del origen. El comienzo es algo histórico, refiere a un momento concreto dado, trae consigo varios supuestos y todo lo que viene después parte desde allí. El origen es múltiple, es permanente, emana todo el tiempo la disposición a filosofar. Tres orígenes de la filosofía: El asombro, que impulsa el filosofar. El admirarse implica avanzar en el conocer (la vita contemplativa de los griegos). Admirarse de lo extraño, cobrar noción del no saber activa el deseo de saber. Pero no es para satisfacer ningún deseo concreto o práctico, hay una búsqueda desinteresada, un despertar a ir más allá de las necesidades prácticas de la vida.
Luego de satisfacer el asombro, viene la duda. La búsqueda de la
certeza y lo que resista a la crítica, intercambiando argumentaciones, haciendo de la duda algo radical que ponga en cuestión aquello que percibo y las afirmaciones que hago sobre las cosas. La duda como fuente de conocimiento, en tanto cuanto más se ejercita la duda más se está en camino de la verdad, sometiendo a crítica toda construcción del pensamiento. Las situaciones límite: es tomar conciencia de lo humano de mi ser, de uno mismo en situación, de debilidad o impotencia. Aquellas fundamentales de la existencia Jaspers las llama situaciones límite. Son aquellas de las que no podemos salir ni alterar, aquellas que no podemos disimular y a las que tenemos que hacer frente. La ciencia busca apoderarse de la naturaleza para ponerla a nuestro servicio y hacerla digna de nuestra confianza, para garantizar nuestra existencia. Incluso las formas de organizarnos, de estar en común busca dar refugio, seguridad, modos de convivir. Las situaciones límite refieren al miedo, a la impotencia, a la falta de protección, al fracaso y la impotencia. La aparición de las situaciones límites nos impulsan a superarlas o a cuestionar lo dado, pero fundamentalmente a cuestiones existenciales, como lo es el fracaso y como sobreponernos a ello. Impulsa la búsqueda de nuevos marcos, de nuevas formas de ser y estar, de nuevas formas de conocernos.
Jaspers cierra planteando que la filosofía tiene y alcanza su máximo
sentido en la comunicación, en hacer de aquellas preguntas existenciales algo comunicable, algo compartible, algo en el estar con otros, algo en lo que reafirmarnos y podamos acceder más plenamente al yo y a uno mismo en tanto accedamos al otro a y sus propios yos. El comunicarse como impulso, como búsqueda, como necesidad