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Introducción
El documento entrega información general sobre humedales y turberas en Chile, tal como definiciones, características e
importancia ecológica de estos ecosistemas. También, es incluida distribución y superficie ocupada por los humedales en Chile. En
particular, se aborda el estado de conservación y distribución de los sistemas de turberas.
En la elaboración del informe se recurrió a documentos relevantes tales como Humedales costeros de Chile. Aportes científicos a
su gestión sustentable, la Estrategia Nacional para la Conservación y Uso Racional de Humedales, Estudio Inventario Nacional de
Humedales y Seguimiento Ambiental, documentos sobre turberas. Además el informe revisó información disponible en Ministerio
de Medio Ambiente (MMA), RAMSAR, entre otros.
En Chile, la Estrategia Nacional sobre Humedales Costeros, citado por Fariña y Camaño (2012), propone una definición
operacional de humedales que los considera “ecosistemas asociados a sustratos saturados temporal o permanentemente de agua, los
cuales permiten la existencia y desarrollo de biota acuática”.
Resumiendo, y de acuerdo a Mitsh y Gosselink (2007, citado por Fariña y Camaño, 2012), los tres componentes comunes que
definen estos ecosistemas son:
Condiciones únicas del suelo diferentes a las del resto del substrato emergido; y
La presencia de una biota característica adaptada a condiciones húmedas (como plantas hidrófitas) y por lo tanto ausencia
de biota intolerante a las inundaciones.
b) Ambiente físico-químico, por ejemplo, tipo de suelo, Ph, potencial redox, etc.
En términos generales, el agua es el elemento principal que define a un humedal, por lo tanto se los asocia con áreas que se
inundan temporalmente, donde la napa freática2 aflora en la superficie o en suelos de baja permeabilidad cubiertos por agua poco
profunda.
Las funciones medioambientales o servicios ecosistémicos, descritas para los humedales en la Convención de Ramsar, son tan
diversas como relevantes: y van desde el control de inundaciones, recarga de napas subterráneas, estabilización de costas y
protección contra marejadas, retención y exportación de sedimentos y nutrientes; hasta la mitigación del cambio climático,
depuración de aguas, recreación y turismo, valor cultural, reservorio de diversidad biológica, entre otros.
A continuación, la tabla 1 muestra un resumen de la función ecológica que cumplen los sistemas de humedales. En particular, se
divide en tres grupos principales: productos, beneficios provenientes de regulación de ecosistemas y beneficios no materiales
(servicios culturales) obtenidos de estos ecosistemas.
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Convención de Ramsar sobre humedales, Irán 2 de febrero de 1971, se desarrolló en la ciudad del mismo nombre y entró en vigor el año 1975. La Convención
tiene por objetivo fundamental “la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales, regionales y nacionales y gracias a la cooperación
internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo”.
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Acuífero o capa más cercana a la superficie del suelo que contiene agua.
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Fuente: Ecosistemas del Milenio. En: Diseño del Inventario Nacional de Humedales y el Seguimiento Ambiental (MMA 2011).
A pesar de la relevancia de sus beneficios entregados, existen una serie de actividades antrópicas que amenazan estas funciones las
cuales incluyen, entre otras, la extracción de agua para usos mineros, la contaminación por vertido de residuos domiciliarios e
industriales, y el drenaje para la agricultura, todas las cuáles han contribuido de manera decisiva al desaparecimiento de los
humedales en distintas partes todo el mundo.
Humedales en Chile
Los ecosistemas de humedales en Chile son variados, tal como extensiones de agua con régimen natural o artificial de llenado,
permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, entre las que se incluyen humedales marinos,
estuarinos, lacustres, ribereños, palustres (ciénagas) y artificiales. También, en el norte de Chile es posible encontrar sistemas de
vegas y bofedales, que al encontrase en altura se denominan humedales altoandinos.
Zona Norte
En las cuencas endorreicas (sin salida al mar) se localiza una red hidrológica que responde a la geología propia de la
Cordillera de Los Andes. Es así que en la zona de la Puna los humedales más comunes son del tipo salares, lagunas
andinas, vegas y bofedales. Es también una zona de alta radiación y procesos de evaporación, por esto muchos de estos
ecosistemas mantienen una estrecha relación con los sistemas acuíferos. Estos humedales se caracterizan por un alto
endemismo que se da por el aislamiento biogeográfico.
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Zona central
La zona central de Chile entre los 27° S y 31° S, predominan los humedales andinos de vegas, aparecen los sistemas de
valles transversales, los hábitat ritrónicos3 y de potamón4 y los humedales temporales (quebradas y esteros).
Zona sur
En la zona sur de Chile aumenta la disposición de agua, aumenta la vegetación y los suelos sobresaturados, se multiplican
las zonas de mallines, humedales ribereños, palustres, lacustres (lagos, lagunas), estuarios, humedales boscosos
(humedales pantanosos, hualves), marismas y turberas no arboladas, estás últimas tienen su mayor expresión en la zona
sur austral de Chile, entre los 39°S y 56°S (regiones de Los Lagos y de Magallanes).
En una primera aproximación, la figura 1 muestra la distribución y superficie –expresado en hectáreas- de los humedales en
territorio nacional. Se han incluido los cuerpos lacustres.
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Ritrón: se refiere a ríos de montaña en los cuales la temperatura media mensual de las aguas no excede los 20ºC, la velocidad de corriente es rápida y los caudales
son generalmente pequeños. El sustrato del lecho está compuesto por rocas de tamaño mediano y grande, gravas y arenas, y sólo en las zonas de remanso se
acumulan limos.
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Potamón: sección del río que representa los tramos bajos de los ríos donde las temperaturas medias mensuales exceden los 20ºC, la velocidad de corriente es
pequeña, el régimen más homogéneo, y el lecho del río está compuesto principalmente por arenas, limos y arcillas, aunque pueden existir algunas zonas de gravas
en los pequeños rápidos que a veces se forman.
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La figura 1 muestra claramente la mayor cantidad de hectáreas de humedales en la zona sur de Chile, regiones de Los Ríos, Los
Lagos, Aysén y Magallanes y Antártica Chilena.
La tabla 2 muestra que a nivel nacional la mayor superficie, comparando lagos, ríos y humedales, es mayormente representada por
lagos, seguido de humedales. También se observa en general, que la superficie ocupada por los humedales es menor que la
superficie de lagos, esto se revierte en las tres primeras regiones del norte de Chile donde los humedales superan en superficie a
lagos y ríos.
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Inventario Nacional de Humedales: Sobre la existencia de un Inventario Nacional de Humedales completo se indica que
la Dirección General de Aguas (DGA) cuenta con una base de datos sobre cursos y cuerpos de agua del país. Además, está
disponible para el público en general toda la información de ríos principales, así como de lagos, que genera en sus redes
de monitoreo, en relación a calidad de agua (parámetros fisicoquímicos) y caudales en algunas estaciones. También se
desarrolla una Plataforma Nacional de Humedales.
Humedales Ramsar: respecto a la condición de los humedales en el último trienio, se responde que “se han detectado
cambios en las condiciones y características ecológicas de algunos Sitios Ramsar. Cambios en la cobertura vegetal,
pérdida de biodiversidad, disminución de las superficies lacustres y niveles freáticos. Fue informado a Ramsar el año 2013
cambios en el sitio Ramsar Laguna Negro Francisco y Laguna Santa Rosa. Lo propio para el sitio Ramsar El Yali”.
Humedales no Ramsar: para estos humedales “la condición para los humedales en el territorio nacional varía
dependiendo de su localización y presiones a las que se ven sometidas. Es así como, por ejemplo los humedales costeros
presentan un incremento de carga de nutrientes y reducción de los caudales o flujos continentales, alteración de la barra
terminal, por aumentos de sedimentación o alteración antrópica (Estudios MMA-EULA 2010, MMA-CEA, 2011-2013,
Estudio Banco Mundial-Chile, 2012)”.
Humedales altoandinos: la situación de los humedales altoandinos “han visto reducida su superficie, con pérdida de
cobertura vegetal (azonal hídrica), correspondiente a los tipos vegas y bofedales. (Parks Canada-MMA, 2013, y
Fiscalización de Servicios públicos a proyectos de inversión)”.
Otros humedales: durante los “últimos 4 años han aumentado los proyectos de extracción en humedales de turberas,
extracción de Sphagnum y turba, alteración de la hidrología del sistema”.
Sitios prioritarios de restauración: aquí se encuentran en la categoría de restauración “sitios Ramsar Santuario de la
Naturaleza Carlos Anwandter; Reserva Nacional El Yali, incluida como una de las tres unidades del Sistema Nacional de
de Areas Protegidas del Estado (SNASPE), en que se focalizaron esfuerzos de restauración ecológica, a través del
convenio de cooperación entre MMA y Parks Canada; Parque Nacional Nevado Tres Cruces (Lagunas Santa Rosa y
Negro Francisco), como la segunda de las tres unidades consideradas por el proyecto de restauración ecológica financiada
por el proyecto MMAParks Canada”.
Turberas
Las turberas son un tipo de humedal de zonas de bajas temperaturas y abundante precipitación. Es así, que la Convención de
Ramsar incluye las turberas en su definición de humedales. La presencia de estos humedales es altamente heterogénea,
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La próxima COP13 (Acrónimo en inglés por Conference of the Parties, o Conferencia de las Partes) se realizará en Dubai, Emiratos Árabes Unidos año 2018.
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encontrándose la mayoría en el hemisferio norte, y sólo un 4% en América del Sur, principalmente en Chile y Argentina (MMA
Turberas). En la Patagonia Austral, la zona de turberas es estimada en 45.000 kilómetros cuadrados, equivalente al 1-2% de las
turberas del mundo (INIA, 2015).
Estos ecosistemas se caracterizan por estar conformados por plantas hidrófilas, donde destaca la presencia de musgos del género
Sphagnum, también conocido como “pompón” (mayormente Sphagnum magellanicum), clasificado taxonómicamente como una
briófita. Otro componente fundamental de la turbera se da por la acumulación –fondo del humedal- de materia orgánica o turba,
que corresponde a material vegetal en distintos estados de degradación bajo condiciones anóxicas y de alta saturación de agua.
En Chile se reconocen tres tipos de Turberas: Turberas de Sphagnum o esfangosas, Turberas pulvinadas (conformación de
“cojines”) y Turberas graminiformes o graminoides. Entre ellas se diferencian principalmente por la composición florística y los
tipos vegetales predominantes.
Otras funciones ecológicas relevantes de las turberas se relacionan con la retención de carbono, o su capacidad de secuestrar el
carbono de la atmósfera y almacenarlo durante largos períodos de tiempo, contribuyendo a la reducción de gases de efecto
invernadero causantes del cambio climático. El estudio del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA 2015) sobre
“Funciones y servicios ecosistémicos de las turberas en Magallanes” indica que “de todos los ecosistemas terrestres, las turberas
son sin duda el más eficiente en el secuestro de carbono (C). Aunque sólo cubren 4 millones de kilómetros cuadrados o el 3% de la
superficie terrestre mundial, las turberas han acumulado cerca de 600 billones de toneladas de carbono en los últimos 12.000 años,
equivalentes al 30% de la reserva de carbono orgánico del suelo mundial”. También, y dependiendo de extensión los sistemas de
turberas, estas tienen la capacidad para regular los climas locales y regionales.
Asimismo, estos humedales proporcionan hábitat a una gran diversidad de especies biológicas que los utilizan en su rol ecológico.
En Chile los ecosistemas de turberas se encuentran entre la Región de los Lagos y la Región Magallanes. En total la superficie
ocupada sería mayor a 10.470 km2, sin embargo, algunas publicaciones estiman una superficie de entre 10,500 km2 a 21,000 km2,
lo que representa el 1.4% a 2.8% del territorio nacional.
La Región de Magallanes es el lugar en Chile con la mayor presencia de ecosistemas de turberas, ocupando 17% del territorio
regional (2.270.126 hectáreas). De éstas, el 83% se encuentra en el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado
(SNASPE). Por ejemplo, sólo en Tierra del Fuego se estima hay unas 90.000 hectáreas, explicándose por ser una zona geográfica
caracterizada por un clima templado-frío, con precipitaciones entre los 600 y 2.000 mm anuales. También esta región tiene la
mayor superficie nacional privada con turberas, el Parque Karukinca. Por otra parte el Parque Nacional Bernardo O'Higgins posee
una superficie de turberas que alcanza las 1.131.200 hectáreas, correspondiendo aproximadamente al 50% del total de la superficie
de la Región de Magallanes y a la mayor superficie de un área protegida en América del Sur.
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La explotación de la turba es altamente invasiva y consiste en primero construir canales de drenaje, para drenar y secar la turbera, y
posteriormente, con maquinaria, se extrae la cubierta vegetal para explotar la turba, obteniendo bloques de turba (Agüero 2013).
El musgo Sphagnum se cosecha forma manual, o utilizando el denominado “gancho”, herramienta manual (especie de tridente u
horqueta). Una vez que el musgo ha sido cosechado, se seca en tendales y posteriormente se lleva a centros de acopio, donde se
venden a intermediarios que lo empaquetan y exportan. La cosecha es una actividad principalmente familiar y de pequeños
productores (Agüero 2013).
Referencias
Agüero, T. (2013). Musgo Sphagnum: manejo sostenible del recurso. Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA).
Disponible en: http://bcn.cl/1shaw (abril 2017).
CAACH, Corporación Ambientes Acuáticos de Chile (2005). Los humedales no pueden esperar: Manual para el Uso Racional del
Sistema de Humedales Costeros de Coquimbo. Santiago: Luna Quevedo, D. Disponible en: http://bcn.cl/20bdb (abril 2017).
Convención de Ramsar. Funciones de los humedales. Disponible en: http://bcn.cl/20bct (abril 2017).
Fariña, J.M., y Camaño, A. (2012). Humedales costeros de Chile. Aportes científicos a su gestión sustentable. Santiago: Ediciones
Universidad Católica de Chile.
INIA, Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria. (1° julio de 2015). Anfibios, los desconocidos habitantes que esconden las
turberas de Magallanes. Disponible en: http://bcn.cl/1shau (abril 2017).
MMA, Ministerio de Medio Ambiente. (2011). Diseño del Inventario Nacional de Humedales y el Seguimiento Ambiental.
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MMA. (2002). Estrategia regional y plan de acción de la biodiversidad IV región de Coquimbo. Disponible en: http://bcn.cl/20bcv
(abril 2017).
MMA. (s/f). Humedales: Balance y resumen de Chile. Documentos especiales. Disponible en: http://bcn.cl/20bcu (abril 2017).
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MMA. Turberas en la Patagonia austral. Disponible en: http://bcn.cl/1shat (abril 2017).
Ramsar (2014). Informe Nacional sobre la Aplicación de la Convención de Ramsar sobre los humedales. Informes Nacionales que
se presentarán a la 12ª Reunión de la Conferencia de las Partes Contratantes, Uruguay, 2015. Disponible en: http://bcn.cl/1qfn2
(abril 2017).