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DOI: 10.1111/sum.12718
EDITORIAL
Gestión sostenible del suelo y mitigación del cambio climático
La gestión sostenible del suelo brinda beneficios multifacéticos para
alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones
Unidas (FAO, 2018; Hou et al., 2020; Keesstra et al., 2016). Sus
implicaciones para la mitigación del cambio climático han despertado
especial interés en los últimos años (FAO, 2017; Poulton et al., 2018).
Por un lado, el suelo representa el depósito de carbono más grande
del sistema terrestre de la Tierra, representando casi cinco veces el
depósito de carbono atmosférico (Jansson & Hofmockel, 2020; Le
Quere et al., 2018); por otro lado, N2O, CH4y compañía2todas las
emisiones de los suelos representan flujos significativos que afectan
el balance de gases de efecto invernadero en la atmósfera (Lal, 2019;
Tian et al., 2019; Zhu et al., 2018). Los microorganismos del suelo
juegan un papel fundamental en el ciclo del carbono orgánico del
suelo (COS), pero aún carecemos de conocimiento científico
suficiente para construir modelos predictivos cuantitativos en el
contexto del uso y manejo del suelo (Cavicchioli et al., 2019; Jansson
& Hofmockel , 2020). Existe una necesidad urgente de comprender
mejor cómo el uso y la gestión del suelo afectan el cambio climático,
debido tanto al secuestro de carbono como a las emisiones de gases
de efecto invernadero.
El cambio climático también tiene un efecto significativo en el balance
de carbono del suelo (Davidson & Janssens, 2006). A escala global, el
aumento de las temperaturas ha resultado en una mayor respiración
heterótrofa de COS y, por lo tanto, de CO2emisiones; sin embargo, esto se
debe en parte al aumento del crecimiento de las plantas y la fijación
autotrófica (Jansson & Hofmockel, 2020). Debido a los complejos circuitos
de retroalimentación involucrados en estos procesos, aún se desconoce el
efecto del cambio climático en el flujo neto de emisiones de gases de
efecto invernadero (Bradford et al., 2016; Davidson & Janssens, 2006).
Para comprender mejor estas dinámicas interactivas, es imperativo contar
con más datos de monitoreo de campo y un examen en profundidad de
los datos de diferentes fuentes.
Dado el interés entre los científicos del suelo, así como los grandes
impactos sociales potenciales, nuestro equipo editorial en la revista de
Uso y manejo del sueloestá encargando una edición especial virtual (VSI)
con el tema 'Mitigación del cambio climático y del suelo' (https://
onlinelibrary.wiley.com/doi/toc/10.1111/ (ISSN)1475-2743.soil-and-
climate- cambio-mitigación). Hasta el momento, hemos recopilado 22
artículos que abarcan temas que incluyen (a) suelo y gases de efecto
invernadero (N2O, CH4, CO2) emisiones, (b) suelo y secuestro de carbono y
(c) estrategias de seguimiento. Tenemos la intención de seguir
actualizando este VSI y recopilar continuamente artículos de investigación
de alta calidad relacionados con la mitigación del cambio climático con la
gestión sostenible del suelo.
220 | © 2021 Sociedad Británica de Ciencias del Suelo wileyonlinelibrary.com/journal/sum
1|GESTIÓN DE SUELOS Y EMISIÓN DE
GASES DE EFECTO INVERNADERO
El aporte de nitrógeno es esencial para mantener la fertilidad del suelo y
aumentar el rendimiento de los cultivos (Campbell, 1978). Sin embargo, el
nitrógeno no absorbido por las raíces de los cultivos se puede convertir en
óxido nitroso (N2O), una emisión de gases de efecto invernadero que
representa 298 veces el potencial de calentamiento del CO2(Jansson &
Hofmockel, 2020). El fertilizante N inorgánico es de particular preocupación en
comparación con los fertilizantes orgánicos. Un estudio reciente mostró que los
fertilizantes inorgánicos de N tienden a generar una mayor cantidad de N2
Intensidad de emisión de O incluso cuando se aplica a la mitad de la tasa de
aplicación de N como fertilizante N orgánico (Chirinda et al., 2021). Los factores
de emisión de óxido nitroso pueden ser específicos de la región y variar según
las diferentes condiciones climáticas. El clima húmedo prolongado puede
aumentar el N2Emisiones de O debido a la mejora de las condiciones
anaeróbicas del suelo (Chirinda et al., 2021). Gradiente hidrológico hace
influencias similares, por ejemplo, en una pradera subtropical pastoreada, el N2
Las tasas de emisión de O para la isla aislada, el borde transitorio y las tierras
altas de pastizales fueron 0,368, 0,178 y 0,003 N2en kg−1suelo seco h−1
respectivamente, representando dos órdenes de variación de magnitud
(Hu et al., 2020).
Después2La dinámica de O se ve afectada por el contenido de carbono
lábil, ya que puede mejorar el entorno anaeróbico y, por lo tanto,
aumentar el N2emisiones de O. Un estudio en el norte de Alemania
encontró que, cuando no hubo lluvias extremas o ciclos de congelación y
descongelación, el retorno de los residuos de paja no indujo niveles
elevados de N2emisiones de O; sin embargo, cuando se agregó glucosa
como fuente de carbono lábil, N2Las emisiones de O aumentaron hasta 32
veces (Wang et al., 2020). norte2Las emisiones de O también se ven
afectadas por otras características del sitio, como la mineralización del
suelo, el recambio de inmovilización y la nitrificación (Song et al., 2020) y
el contenido de arcilla (Miller et al., 2020). Desde una perspectiva de
mitigación climática, es imperativo reducir N2Emisiones de O al reducir la
entrada de N al suelo, o ajustar el proceso de ciclo del N para oxidar
completamente el amoníaco a nitrato sin producir N2O como subproducto
(Jansson & Hofmockel, 2020). Los investigadores están desarrollando una
variedad de estrategias, por ejemplo, se han probado tecnologías de
recubrimiento e inhibición de la ureasa para reducir el N del suelo.2
emisión de O, con diferentes niveles de éxito (Ribeiro et al., 2020).
Las emisiones de metano y dióxido de carbono del suelo también
son significativas (Le Mer & Roger, 2001; Paustian et al., 2000). Las
emisiones de metano y dióxido de carbono aumentan en condiciones
anaeróbicas y aeróbicas, respectivamente. para CO2
Gestión del Uso del Suelo.2021;37:220–223.
EDITORIAL
emisiones, las turberas son motivo de especial preocupación. La turba
solo cubre el 3 % de la superficie terrestre de la Tierra, pero contiene el 30
% de las existencias de carbono del suelo superficial mundial (Cavicchioli
et al., 2019). El drenaje, la extracción de turba y el pastoreo excesivo han
provocado una grave degradación de las turberas y un aumento del CO2
emisiones (Córdova et al., 2021; Zhou et al., 2021). Por otro lado, un
ambiente menos anaeróbico en la turbera degradada también reduce el
CH4emisiones (Zhou et al., 2021). Otra área de especial preocupación es el
permafrost, que almacena casi la mitad de todo el carbono del suelo a
escala mundial. Estudios recientes sugieren que entre el 5% y el 15% de
esta reserva de carbono es susceptible de descomposición durante el
proceso de descongelación desencadenado por el calentamiento global
(Jansson & Hofmockel, 2020), lo que podría generar CO2y CH4emisiones El
manejo del suelo a escala de finca puede afectar tanto el nivel de COS
como el CO2emisiones, por ejemplo la incorporación de residuos de
cultivos tiende a aumentar el CO2flujo (Nishigaki et al., 2021). Los
constituyentes del suelo también juegan un papel fundamental en la
regulación del CO2y CH4emisiones Un estudio en el Reino Unido mostró
que los pastizales CO2las emisiones se correlacionaron positivamente con
el contenido de arcilla (Miller et al., 2020). Se descubrió que los
oligoelementos como el manganeso y el selenio afectan al CO2y CH4
emisiones en turberas tropicales (Dhandapani et al., 2021).
2|CARBONO DEL SUELO
SECUESTRO
El suelo representa la reserva de carbono terrestre más grande. El
secuestro de carbono por los minerales del suelo representa una
estrategia prometedora para la mitigación del cambio climático (Wang et
al., 2020). Según un análisis de los datos de carbono orgánico del suelo de
1980 a 2015 en las regiones semiáridas de China, el almacenamiento de
carbono en el suelo podría aumentar entre un 453 % y un 757 %, si se
seleccionaran el tipo de tierra cultivada, el tipo de material de cobertura y
el método de plantación óptimos (Xiao et al. ., 2020). Las prácticas de
agricultura de conservación, como la labranza cero y la retención de
residuos, podrían mejorar potencialmente el secuestro de carbono en el
suelo superficial (Dey et al., 2020). Un estudio a largo plazo de 36 años
encontró que la labranza cero resultó en 1.5 t Cha−1de materia orgánica
del suelo en comparación con la labranza convencional (Govindasamy et
al., 2021). Estudios recientes mostraron que los residuos microbianos
representan una fuente importante de COS estable (Kallenbach et al.,
2016). El pH del suelo juega un papel importante en este proceso: a un
nivel de pH superior a 6,2, el metabolismo microbiano eficiente da como
resultado una mayor acumulación de COS; a un nivel de pH inferior a 6,2,
el estrés ácido limita la descomposición microbiana y aumenta la
acumulación de COS (Malik et al., 2018).
Para suelos más profundos, diferentes estudios han arrojado resultados
contrastantes sobre el impacto de la agricultura de conservación en el
almacenamiento de carbono en el suelo (Dey et al., 2020; Govindasamy et al.,
2021), que puede depender de los tipos de minerales del suelo, ya que el suelo
calcáreo también puede almacenar carbono inorgánico. El carbono del suelo
|221
la dinámica también está influenciada por la reacción que ocurre en la
superficie de los minerales arcillosos, por ejemplo, Fe y Al poco cristalinos
aumentaron la saturación de C, lo que provocó una mayor desorción de
carbono y descomposición microbiana (Khandakar et al., 2021). Si es
necesario retirar la paja para obtener combustibles derivados de la
biomasa, un número suficiente de paja, por ejemplo, 3 ton ha−1de paja en
el campo de caña de azúcar, puede ser necesario retener para mantener
una fuente de carbono suficiente para el crecimiento sostenible y el
almacenamiento de carbono en el suelo (Gmach et al., 2021).
La enmienda del suelo, especialmente el biocarbón, se
ha defendido como una tecnología prometedora para
aumentar simultáneamente el rendimiento de los cultivos
y mitigar el cambio climático (Wankhede et al., 2021; Ye et
al., 2020); en consecuencia, hay un auge reciente en la
investigación pertinente (Hou, 2021). Un experimento de
campo realizado durante un período de una década
encontró que la aplicación de biocarbón aumentó
significativamente el contenido de carbono orgánico e
inorgánico en el suelo, con el aumento más significativo
en el contenido de carbono orgánico particulado. Sin
embargo, también se descubrió que la aplicación de
biocarbón redujo el carbono orgánico asociado con el
limo y la arcilla, probablemente debido al efecto de
cebado del biocarbón en el carbono natural del suelo (Shi
et al., 2021). La aplicación de enmiendas del suelo
también puede mejorar la formación de agregados y
mejorar la estabilidad de la materia orgánica del suelo.
3|ESTRATEGIAS DE MONITOREO
La variación espacial y temporal del secuestro de carbono del suelo y la emisión
de GEI del suelo dependen del clima, el uso de la tierra, la topografía, la textura
del suelo, etc. (Maia et al., 2019; Zhu et al., 2020). Zhu y otros. (2020)
encontraron que a escala de parcela (70 mx 70 m), el carbono orgánico del
suelo está influenciado tanto por la topografía como por la textura del suelo,
mientras que a escala de paisaje (2 km x 2 km), el carbono orgánico del suelo
está influenciado principalmente por la textura del suelo. . Como estos factores
varían en diferentes escalas espaciales, la estrategia de monitoreo debe
optimizarse en consecuencia para lograr una representación adecuada. La
variación del COS en el campo también plantea un desafío para monitorear las
prácticas de manejo de los agricultores y recompensar las actividades de
secuestro de carbono. Un estudio realizado en diez granjas australianas
examinó la variabilidad espacial y encontró que el variograma promedio tenía
un rango de aproximadamente 200 m (Singh & Whelan, 2020). Este tipo de
conocimiento brinda apoyo científico para determinar el espaciamiento de las
ubicaciones de monitoreo. También se necesitan métodos de corrección para
proporcionar comparaciones significativas dentro y entre fincas. Un estudio
reciente en el Reino Unido mostró la importancia de ajustar los resultados de la
medición del COS según el contenido de arcilla, ya que los minerales arcillosos
pueden contener agua estructural que podría incluirse erróneamente como
pérdida de COS durante la ignición (Collier et al., 2021).
222 | EDITORIAL
4 | COMENTARIO FINAL
El cambio climático es considerado la mayor amenaza mundial para el
desarrollo sostenible. El suelo y la ciencia del suelo pueden desempeñar un
papel importante en la mitigación del cambio climático, al mejorar el secuestro
de carbono en el suelo, así como al reducir las emisiones netas de N.2O, CO2y
CH4. Dado que la materia orgánica del suelo también puede aumentar el
rendimiento de los cultivos, mejorar la biodiversidad del suelo e inmovilizar
algunos contaminantes del suelo, las estrategias de intervención destinadas a
mejorar el COS también pueden generar grandes beneficios para garantizar la
seguridad alimentaria y la salud del suelo. Por lo tanto, al mitigar los efectos del
cambio climático, el uso sostenible del suelo y las prácticas de gestión podrían
proporcionar múltiples beneficios para la humanidad.
Deyi Hou
Escuela de Medio Ambiente, Universidad de Tsinghua, Beijing,
Porcelana
Correspondencia
Deyi Hou, Escuela de Medio Ambiente, Universidad de Tsinghua,
Pekín 100084, China.
Correo electrónico: houdeyi@tsinghua.edu.cn
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Cómo citar este artículo:Hou D. Gestión sostenible del
suelo y mitigación del cambio climático.Uso del suelo
Administrar. 2021;37:220–223.https://doi.org/10.1111/
sum.12718