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'Ibmas

Ariel Dsrecho
MoItó Carcía
Catedrático de Economía Aplicada
de la Facultad de Derecho,
Universidad de Barcelona

Materiales
de econornía
política

Editorial Ariel, 5..á.


I )rscr¡o t ubiorllt: Nacho Sori¿tno

L' t'tlicio¡l: cncro 1996

() 199(r: 'for¡ás Moltó García

l)clcclros exclusivos de edición en castellano


loscrvaclos para todo el mundo:
() 199(r: Editorial Ariel, S. A.
Córccga, 270 - 08008 Barcelona

fSBN: 84-344-1596-8

Depósito legal: B. 30 - 1996

Impreso en España INTRODUCCIÓN


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de la cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida
en manera alguna ni por ningún medio, ya sea eléctrico,
quírrico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia,
sin permiso previo del editor. ¿Qué es la economía? La palabra tiene dos sentidos: por un lado se
rrl)lüa a una serie de cosas de la vida cotidiana, por ejemplo, a lo que
:i,, r.efieren los periódicos cuando dicen nla economía ha mejorador; y
l)ot.otro, a un conjunto de conocimientos relacionados con estas cues-
ii,,n"r, la Economía (traducción del término anglosajón economics) o
trrrtrbién Ia Economía política o Ia Teoría económica. Pero, en cual-
(¡r¡er caso, Ia preguntJparece absurda. Parece que está bastante cla-
ri, zr qué nos r;feiimos cuando hablamos de economía, por lo menos
r,rr el primero de ambos significados, es decil como un aspecto de ]a
rr.alidad. No es difícil enumerar algunas cosas que todos podríamos
( ()nsiderar que se relacionan con Ia economía. Si, por ejemplo, plan-
It.Írsemos la pregunta en un curso de introducción a la economía, ten-
rll.íamos Seguramente no una respuesta, sino muchas. Los más impul-
sivos dirían, a lo mejo¡, que cuestiones económicas son todas aquellas
(luc [ienen que ver óot át dinero. Algunos, más dados a la lectura de
li, ¡rr.ensa, dárían como ejemplo de cuestiones importantes- de tipo eco-
ní¡irrico la inflación. Los-qué llevasen dicha afición hasta la lectura de
Ios cditoriales de tema económico repetirían que el déficit público es
t.l ¡tr.oblema económico más grave en los momentos actuales. Segura-
rrrqnte los más sensatos hablarían del paro.1 Es decir, cosas que casi
torlos coincidiríamos en calificar como relacionadas con la economía,
lx.t,o cntre las cuales sería difícil encontrar elementos comunes.
Ilconomizar es un verbo que utilizamos en la vida cotidiana, pero
l. Mls aclclante intentaremos explicar todos estos conceptos. Vaya por delante que inflación sig-
rrilir,;r, r.rr ¡r.imcr lugar, que suben loi precios de las cosas o, lo que es lo mismo, que el valor de1 di-
,,,.,,,,1i.,,.,i,r,,y". E"-clecirl, que con mil pesetas de ahora se podrán comprar menos cosas el año que
r ¡,¡r., si l,,s ¡rrccios crccen, es decir, si hay inflación. El déficit público significa que el Estado
gasta
[ló.; rlr. L¡ ,¡Lr" irr¡¡t.crl ot un períoclo de tiempo dete¡minado. A pesar de lo que se pueda haber leído
rrl tt.l¡lt.clo, t.sl«t rxr cs inlrínsecamente peruerso, COmo ya VeremOS máS adelante. Lo qUe eS una COn-
rlilt.t¡r irrsostt,rriblc ¡rara un paclrc clc lamilia no tiene por qué serlo para el Estado.
t] I,TATERIALES DE ECONOMfA POLITICA
rNrRo¡uccróu 9

crryo sentido equivale prácticamente a abstenernos de aquello a 1o que t'iórr básicar3 que delimita aquello que interesa en el campo del cono-
se aplica, y esto no tiene demasiado que ver con las cuestiones que t'irrricnto que nos ocupa. una de las primeras abstracciones básicas es
lrern aparecido. La economÍa en cuanto campo del conocimiento, o tal lrr r¡trc fundamenta las matemáticas, la de distinguir en los objetos su
vez ciencia, pllesto que de ella se conceden premios Nobel, parece ;rs¡rccto cuantitativo, lo que los relaciona con la operación de mani-
abarcar un conjunto de cosas disparatadas. A veces, una definición
¡rrrlirr; separa4 comparar y, como consecuencia, medir. ¿Cuál es, en-
puede iluminar los aspectos aparentemente contradictorios de una Irnccs, la abstracción básica que caracteriza el conocimiento de las
cuestión cuando intuitivamente no se perciben. Hay bastantes defini- .rrt'stiones económicas? Interpretando la definición de Marshall, di-
ciones de economía; la que parece más general es la de un prestigio- rfrrmos que delimita aquellos aspectos de la conducta social que tie-
so economista inglés del siglo pasado, Alfred Marshall, que define la il('r) que ver con la satisfacción de las necesidades humanas. Estas ac-
economía como «el estudio de la conducta humana en los asuntos co- liviclades tienen un aspecto principal, la producción,4 puesto que una
rrientes de la vida; examina aquella parte de la acción individual y so-
cial que está más íntimamente relacionada con Ia consecución y uso ¡rir|tc muy importante $e las cosas necesarias para la vida no existen
cs¡lontáneamente y harí bbtenerse dedicando trabajo y otros recursos,
de los requisitos materiales del bienestar».2 Tampoco es una definición cs tlcci¡ produciéndolas. La conducta pertinente sería Ia que se rela-
muy esclarecedora. No obstante, con un poco de buena voluntad, po- .irrra con la producción y otras actividades ligadas a ella. Es deciri que
demos entender que a Io que se refiere Marshall es a los elementos de rk'l conjunto de las actividades sociales, la economía se interesa por
la actividad humana cuya razón de ser no está en ellos mismos, sino rr«¡rrcllas que tienen que ver con la provisión de los elementos necesa-
que son el requisito previo de otros. Por ejemplo, algo así como la in- ri,s ¡-ror el conjunto de manifestaciones de la vida social. Esta defini-
tendencia de un ejército en relación con las operaciones. Es decif son r'irirr plantea algunos problemas, porque la delimitación concreta del
un aspecto subsidiario en relación con las funciones principales. Aho- ( iunl)o de estudio no es evidente. En efecto, el ejercicio de estas
ra bien, siguiendo con el ejemplo, sería erróneo pensar que este ca- acti-
virl:rclcs es muy difÍcil de diferenciar de las restantes conductas socia-
rácter subsidiario signifique una importancia menor en relación con I.s. lil derecho, la sociología, la psicología, se ocupan de este tipo de
lo que podríamos llamar actividades fundamentales, sino todo lo con- t'rrt.stiones, como cualquier otro de la actividad humana, y se hace di-
trario. Aunque Napoleón decía: «La intendencia ya seguirár, cuando lÍr'il saber en qué aspectos podría basar la economía su pretensión de
invadió Rusia, la intendencia no siguió, y ya sabemos cómo acabó Ia .'xt'lrrsividad, indispensable para fundamentar su definición como
COSA. ( rnrpo independiente del conocimiento. una figura delictiva que
re-
Cotidiano, subsidiario, no significa ni mucho menos que carezca |o¡1r: nuestro ordenamiento jurídico es la «maquinación para alterar el
de importancia. En el caso de la economía, no hace falta que insista-
¡rrr:cio de las cosasr.5 En la medida en que no puede existir un delito
mos, puesto que todos somos conscientes de ello. Ahora bien, ¿de qué :,irr tipiiicación, de los supuestos delictivos hay que pensar que existe
trata la economía? ¿De las diferentes cosas que permiten la satisfac- r rrr r:oncepto del ,,precio de las cosas» que se relaciona con el orden ju-
ción de las necesidades básicas? No es así, porque entonces la econo- r'Ítlic«l que la conducta delictiva correspondiente vulnera. parece, pues,
mÍa sería una especie de descripción enciclopédica de todas las acti- r¡rrt' csta definición en términos objetivos plantea problemas, puesto
vidades humanas encaminadas a este fin. Es evidente que la definición r¡rrr' «rtros campos del conocimiento inciden sobre su territorio, por lo
de Marshall parece apuntar a un aspecto de la conducta humana, la nl('lros si entendemos éste en términos de la descripción de una as-
que se relaciona con el bienesta4 es deci4 la satisfacción de las nece-
¡rct'lo cleterminado de las actividades sociales.
sidades humanas, pero parece que habría que encontrar un criterio llay otr:a definición establecida en términos de conducta, que goza
más preciso de delimitación. Esta delimitación es el fundamento de
cualquier rama del conocimiento. La única manera de poder averiguar
alguna cosa del conjunto inmenso de informaciones que presenta I. Vórsc Manuel Sacristán, Introducciórt a la lógica y al análisis formal, Barcelona, Ariel, 1964,

cualquier aspecto de la realidad, es examinar algunas de una manera ' il|,, l,


'l lil lcnómcno de la producción es la base para el análisis de los problemas económicos. Desde
prioritaria porque las consideramos más importantes. Cualquier con- r I ¡rttttlo tlc visla clc las nccesidades del consumidor, podemos plantemnos la noción de bienes como
, l ¡'l¡'¡¡¡¡'¡¡¡,, c¡ttc ¡rclmitc cubril una necesidad, hablar de bienes libres y bienes económicos, y
.iurnto de conocimientos sistematizados descansa sobre una «abstrac- ,l¡'¡r'ltrlt't ln ¡roció¡r dc proclucción de la necesidad de obtener estos últimos. Un planteamiento más
hacer

a"lr('lllo cs rccltitzar tlc nromcnto csta noción de bienes lib¡es, a la que no podemos otorgar nin$in
, lnlot¡ltL¡ ¡trcrliblc, v ¡rarlir dc la clcterminación simultánea de necesidadei y
2, A, Mnlslrnll, l'ritrcipios dc ccottomÍa, Madricl, Aguilar, l9ó3, p. 3 (la cdicion inglesa cs dc 1890). actividad prodrctira.
\ A¡ tlculo 540 dcl Cócligo pcnal.
INTRODUCCIÓN 11
l0 MATERIALES DE ECoNoMfA PoLfTICA

«el es- l¡r acción de administrar se puede describir bastante bien en los mis-
cle una amplia aceptación y que car-acteriza la economía como rrros términos.
de nece-
iu¿io ¿" Ia conducia h.rmáná en relación con Ia satisfacción Esto confirma que un elemento importante en el campo de los pro-
de usos al-
,iir¿". múltiples meáiante medios limitados y susceptibles con lllcmas de que habrÍa de ocuparse la economía es la producción, es
;;;ñ;,.6 h,sta definición, a primera vista, si la confrontamos
problemas económicos que rlcciq el conjunto de actividades que llevan a la obtención de las cosas
Ias nociones intuitivas de los diferentes
nt:cesarias para satisfacer las necesidades humanas y que, como todo
que se sitúe por primera vez a,te
;;"á; tener cualquiera de nosotros satisfactoria' Es difí- l)r'oceso que conlleve la participación de diferentes personas, necesita
estas cuestiones, no iesulta tampoco demasiado rrrra previsión de las tareas a desarrollar y una dirección de las activi-
cil de cree4 por ejemplo, qrr" "Í paro, especialmente cuando alcanza
por rl¿rcles para que esta previsión se cumpla, es deci4 una gestión de los
las dimensiones que tiene hoy díu, corresponda a una decisión'
"n no t'(:cLlrsos.
iá--"ro, de aquállos a quienes afecta,T Pero, en cualquier caso, se
clara entre la defini- No hay que explotar más la etimología. De ella hemos obtenido dos
ve, en una primera apráximación, una relación
que Ia t'lcrlentos importantes para acercarnos a una comprensión de Io que
ción anterio, y mrchts de los ejemplos que cabría considerar licnen en común los fenómenos económicos. En primer luga¡, la refe-
es que tál cosa existe- deberÍa explicar. Más
ciencia económica lt'ncia al campo que cubre este tipo de conocimiento, que coincide
-si
adelante volveremos sobre esto. cr¡¡r el que señalaba Marshall, la satisfacción de las necesidades hu-
podríamos recurrir a la etimología de la palabra. Por ejemplo, si
nllnas. En segundo luga4 el aspecto a considerar dentro de este cam-
tenemos en cuenta que en griego álós significa_ nvida» y logos
udiscur-
identificada con el estudio de los ¡ro, Ia organizacíón y gestión de los procesos que permiten realizar es-
56,, la biología upui""" clJrarnente lirs actividades y, fundamentalmente, la producción. En efecto, la pri-
serás vivos; á" ,, modo análogo, la geografía sería la descripción de
para nr('r'¿r vez que se utiliza el término de neconomía política, es en la obra
Ia tierra, y Io mismo podríamos hacer con otras materias, aunque
rlt' rrn autor francés, Antoine de Montchrestien (Traité de l'Economie
uigrrut tárdrÍamos que recurrir aotras lenguas, como por ejemplo el l\ililique, 1.61.6), y tiene el sentido de administración en un sentido
i;"b. "r, "l "uso de lá química o del álgebra. EI término «economía»
rrrullogo al concepto de gobierno de la casa, pero aplicado a la socie-
tiene un origen griego. iQué entendÍan los griegos por economía? Por rl¡ul cn su conjunto. La economía política (es deci4 en la actualidad,
desgracia páru ,roro-tros-, algo muy diferente de lo qu9 podrÍamos
es-
lrr cconomía en tanto que área de conocimiento) consistiría en el es-
;#;. pr, lf""to, la palabra se compone de dos vocablos: oikos' que
Irrtlio de las formas de organización de la sociedad más eficaces para
iignifica «casa», y ná*ot que significa «ley» o «regulaciónr. Es decir, lir rcsolución de los problemas que plantea la provisión de los bienes
Üo;; podríamos llamar hoy (sin percatarnos de que se trata de un
r¡rrc permiten satisfacer las necesidades humanas. ¿Es ésta una carac-
pl"á"".*o) «economía domésticar. Si confrontamos esta denomina-
Ir,r'iz,ación adecuada parala economía polÍtica? Para el conjunto de la
Lió, lo que esperamos de ella en un principio, no parece muy útil' sr »r:icclad está claro que no existe una figura que juegue el papel de ges-
"or
p"";;a; es evidente que la economía ábarca un campo. más amplio lori cl qlle representaba el propietario de la ncasa, griega o romana.
que las cuatro paredes á" ,rtu casa. Pero si tenemos en cuenta qrre Ia l,os cnrpresarios cumplen esta función en la mayor parte de unidades
,i"uru, para los griegos y los romanos era mucho más que en la ac- r lt. ¡rroclucción, pero no encontraremos en los sistemas económicos ac-
tualidaá, puesto qr" éllu s" obtenía la mayor parte de. cosas nece- Ir¡¡rlcs ninguna persona ni tampoco ningún organismo al que corres-
"n
;;;i;; paiulu sudsistencia de sus moradores, Ia economía que doméstica
proporcionar las reglas |a per- ¡rorrcln la dirección y administración de los recursos a escala del con-
de los autores griegos y romanos, al Irrrrl«r cle la sociedad. En algunas sociedades actuales ha existido algo
;;;; ,";;";.uü1" á" lá gestión de la casa debería seguir para una ad-
la definición de Marshall, pues- ¡rirrccido, en la medida en que se verificaba una planificación de las
*irirrrulio n ehcaz, coriespondería a
rrt'livicl¿rcles económicas.8 Un organismo delegado del gobierno (el
io qr" de esta actividad se derivarÍa la satisfacción de las necesidades (;OSPLAN en la Unión Soviética) establecía unos objetivos de pro-
huáanas y también encajaría en Ia definición de Robbins, puesto que tlut'r:ión clel conjunto de bienes e impartía las órdenes correspondien-
pero es com'
ó. Esta definición más o menos literal es la de un economista inglés, lord Robbins, l( lir¡ r'r.nlitlacl, la clcsa¡:alición del comunismo en la antigua Unión Soviética (fragmentada en di-
oheoclási'
po.iiaoá sus rasgos básicos por la mayor parte de autores que más adelante llamaremos l,,r',ntr,r listn(los, cl plincipal clc los cuales es la Federación Rusa), ha reducido el campo de las eco-
rr,rtrrfrrr ¡tlunllictttlrts, cs¡rccialnrcntc si tencmos en cuenta que la República Popular China, sin aban-
"oti. vcremos, sin embargo, que toda una corriente de la ciencia económica consiclera
que el paro
'l,lr¡u r,l ¡rt lrtcipio rlcl socialisnro, conccclc cacla vez nrás importancia a la empresa privada.
"o insl¿t¡tci¡t cl lcsultr¡do dc una clccisión voluntalia'
cs crt Írlti¡nn
,'] - ,L ¡,..-<,u

rNrRoouccrÓw 13
12 MATERIALES DE ECoNoMfA PoLfTICA
cionales en la producción, requiere que equiparemos las relaciones de
tes a las empresas. El Estado desempeñaba el papel de-administrador nrcrcado con estas decisiones. La actividad de quienes cambian cosas
cle los recursos para obtener las cosás necesarias
para la vida cotidia-
cn el mercado para obtener una situación más favorable que aquella
na. Pero éste es un caso muy parlicula{, tardío en relación con la apa- t:n la que se encontraban inicialmente, es asimila-ble a la del produc-
rición de la economía polÍtiáu y qrr", además, ha perdido importancia
ror que combina los recursos de que dispone para lograr también eI
u"trrulidad, puesto que la mayor parte de países que organizaban lcsultado más favorable posible. Las relaciones de mercado son, Iógi-
".rlu la
iu p.oa"""ión de'este -ádo han ábandonado total o parcialmente t'irmente, idénticas a las que conlleva cualquier actividad de produc-
prétensiOn de prever y organizar la producción social' t:ión, y signiftcañ simplemente una extensión de éstas a medida que se
prácticamente en iodñ las economías modernas la existencia de rrnrphá lidivisiOn del trabajo. Explicar cómo se produce esta integra- '
los elementos necesarios para la vida cotidiana es el resultado de Ia ción de las acciones individuales en unos resultados comunes que tras-
actividad autónoma de un conjunto de agentes económicos, funda- lirclan al plano del conjunto de la sociedad la elección racional que se
ü,N'
mentalmente las empresas y otros productores' Estos productores no ¡rr'ocluce a escala de cada proceso individual, es uno de los temas fun-
y
,, reciben órdenes de nadie en relación a qué cosas han de producir, vestidos,
tl¡rmentales de la economÍa política. Ya veremos que este plantea-
iá*po"o los destinatarios de estos productos -alimentos, rrriento es una de las bases de la constitución de la economía política
y todo el conjunto de cosas nécesarias paralavida cotidiana- ('or-no campo de conocimiento, y que el rechazo de esta visión opti- I
".1É"r.úfigados a aceptar los que produce una empresa o un produc- rrrista ha dado lugar a diferentes corrientes críticas.
"rü"
tor deterrñinado, sinó que prréa"r, elegir entre un cierto número de " ' )' ;'. ¿ c,.: q
,t ,,(1,1t-*-l:¡'(t t
productos más o menos'equivalentes (naturalmente, si los pueden pa-
gar, que no es una cuestión garantizada en una economía como la l,ll mercado como forma fundamental
nuestra). rlc relación social .{ .
La ordenación general de las actividades económicas en una socle- 1- .< : ;a_.
dad en la que no é'xiste una planificación global de estas actividades, La aparición del mercado como un conjunto de regularidades, de
es el resultádo de la libre actividad de los diferentes agentes económi- ¡rroporciones estables en los intercambios, de una manera indepen-
cos: los que producen, que son las emplesas y los trabajadores, los
y
rlicnte a la voluntad de los participantes, con unas leyes propias que
que satisia"á r.r, ,r"""iidud"s con los bienes producidos, los consu-
Ir¡ry que conocer para poder intervenir en é1, se produce en Ia evolu-
*idor"r. Las empresas utilizan recursos productivos-que compran a t'ií¡n histórica_e¡ po_41¡4posic!ó_¡r con los diferentes planteamientos que
los consumidoreJ, y éstos emplean el dinero que reciben en comprar Irrrn tratado desde el poder de organizar la vida sociale y dar respues-
Ios bienes qr" ,r""""ritan. A esia forma de organizar la producción la
y
tir ¿r los problemas de la satisfacción de las necesidades humanas. En
la conoce como economía de mercado.
, ái.t.iUr"iOn ¿e los bienes se lrr nredida en que el funcionamiento de los intercambios depende de
. La ciencia económica se presenta, pues, como el estudio de Ia asig- l¡rs ¿rcciones espontáneas de los individuos que participan en ellos, el
nación racional de recursos, pero sobre Ia base de que está asignaciórt nrcrcado aparece como la expresión de las voluntades individuales. Lo
:. prá."a" de una dirección ionsciente del conjunto de actividades de (¡rc af:irman quienes identifican problemas económicos y elección ra-
"o
producción, sino que la ordenación global de la economía es el resul- ,ii,,rral, es qrr" las instituciones económicas actuales, los mercados, no
iado de una infiniáad.de decisiones de los agentes económicos que eli- ro¡l otra cosa que el resultado de la libre voluntad de los implicados
gen entre todas las alternativas a las que ^se enfrentan aquellas que re- y, aclemás, que ésta es la mejor de las situaciones posibles. La evolu-
sultan más ventajosas para ellos. La sátisfacción de las necesidades, el lir'rrr de las sociedades ha llevado a que las relaciones de intercambio
áú"t. de la ecoiomÍa para Marshall, sería el resultado global de qn (lu(:, en muchos casos estaban implícitas en instituciones menos efi-
grá, de actividades individuales que ,seguirían las pautas de ,licntes, se conviertan en la forma áominanié rlé or§a,nlzación dél pro-
"n*"ro
Ia elección racional. AI gestionar cada uno de los prota,gonistas de es- t'r,so cle satisf¿cción de las necesidades. Una institución de nuestra so-
tas actividades los r".,riror de que dispone e intercambiando los que licclacl, el mercado, pretende convertirse en principio explicativc uni-
no necesita con otros individuoi, se produce el mismo resultado que vr.r's¿rl cle la conducta económica.
si se hubiese planificado riguro§amente la satisfacción de las necesi- ,/, fl"trr os la noción de mercado autorregulado. Véase Karl Polany, La gran trandormación,Ma-
dades. ,h kl, l,l I'k¡rrcln, 1989 (la cdición original es de 1949), esp'ecialmente caps. 5 y 6.
La identificación del campo de Ia economía con las decisiones ra-
a

l4 MATERIALES DE ECONOMÍA POLITICA

En esta perspectiva, el razonamiento económico basado en el mer-


r INTRODUCCIÓN

sin embargo, el funcionamiento globaf de üna economía anterior


al capitalis*o ,ro puede derivarse de una manera satisfactoria de la
15

cado es aplicable a cualquier momento histórico. Además, no tiene


por.qué limitarse a las cuestiones tradicionalmente relacionadas con irctuáción autónoma de los diferentes agentes, aunque para analizar la
ios pioblemas económicos. Una de las características actuales de la conducta de cada uno de estos agentes sea pertinente el análisis en tér-
corriente dominante en economía es la voluntad de extender este en- nrinos de acción racional. Esta acción.tac.i8Uel, que se puede predicar
loque económico a campos muy diversos, con la pretensión de que és- clc cualquier sq¡ !rup14no dé cu4lquier época histórica, ha-de enten-
toi se benefician de su formulación en términos de los conceptos eco- «.lcrse ef funció-rt-ds- los condj-cionáqríg4lgs en- que se produce, y no
¡rrrede áilmilarse a la conducta que podrÍamos considerar
racional en
nómicos de análisis del mercado. Actualmente, Ios esquemas de esta producción de
irlestro contexto. La propia pIeg_AIiCdAd
corriente dominante, la economÍa neoclásica, se aplican a temas tra- _d"_ lat_baq_e¡de
poco
la mayor parte de lai sociedades anteriores al capitalismo,,deja
dicionalmente reservados a otras disciplinas, como la familia, el ma-
trimonio, el derecho, la política, o incluso la vida religiosa.lO La eco- ,,,o,:gé, a la elección y a Ia aqtonomÍa que caracterizan a las econo-
nomÍa se convertiría así en la ciencia fundamental de la sociedad, una rrrías-de mercado, y más bien requieié una _es!¡¡¡c-.tu-¡ación muy estable
especie ds «gramática de las ciencias sociales», ya quet en definitiva, rlc las relaciones de producción. Poder y jerarqUÍa§ en las sociedades
todas las conductas que previamente se analizaban desde perspectivas rrrhs primitivas y su legitimación, tienen mucho que ver con la necesi-
específicas se pueden tratar de manera más rigurosa dentro de los es- tlad de preservar unas bases productivas harto frágflqs-'
quemas del análisis económico, con la ayuda de una formalización El fenómeno del pode¡, y po, 1o tanto de la jerarqüía social, tiérre
matemática avanzada. ¡rra dimensión mucño más extensa que los fenómenos de mercado,
lirnl-o en lo que se refiere a la historia como a la interpretación de los
It:nómenos áconómicos en la actualidad. Esta jerarquÍa se fundamen-
Un enfoque demasiado ambicioso lir cn el proceso de producción, en su organización y en la participa-
t.i<1n en ius resultados, y se expresa en términos de grupos humanos
(luc Se encuentran en situaciones similares en relación con la estruc-
Esta pretensión del análisis económico basado en las categorías de
mercado, de convertirse en explicación histórica universal y al mismo lrrr.a ierárquica, Ias clases sociales y un conjunto de instituciones que
tiempo extender sus esquemas de ihterpretación a todas las conductas ,.,,rrtiibuyán a la regulación global de la vida económica. Incluso en
humánas, ha hecho que se hable, por los autores mismos que defien- ,,,ru en Ia cual el iglercAm!-io qea la forma predominante de
".oro-ía
ot.ganización de la producción, los aspectos sociales de la producción,
den estas posiciones, del nimperialismo, de Ia ciencia económica..
r.s'cleci(, el sistema productivo en el que se materializala división d_el'
f,

Hay que p."grrá..", sin ámbargo, si pretender interpretar éniér-


minos de relaciones de mercado la vida económica de sociedades muy tr.rrbajo, plantean sus propias exigencias a las cuales los agentes eco- ',h

rr,'¡rnüos-han de adaptarse. En elgapitalismo mismo, el proceso de


diferentes a la nuestra, no nos lleva a un reduccionismo que mutila as.
pectos fundamentales de las sociedades que se pretende analizar. Es ¡rtrrducción difícilmente puede cons-iderarse simplemente un inter-
posible, evidentemente, encontrar en las conductas económic45 (en- ..irrnbio, ya que la empresa es una estructura jerárquica cuya discipli-
lendidas como la actividad encaminada ala satisfacción de las nece- rrir los trabajadores han de aceptar.
Otra visián posible del mertado es la de instrumento mediante eill
,.:4
sidades humanas) para todas las épocas, elementos comunes y, en este
sentido, el análisis económico no serÍa otra cosa que el estudio de la t'rral se ponen de manifiesto!-áctüán las exigencias que plantea el*sis-
conducta rácional aplicada a este terreno. En realidad, una parte sus- It,¡ra productivo, entendido como un conjunto de recursos y técnicas.
iárrciá-l cte 1o que fodríamos relacionar con la problemática de la eco- lil 1s¡iecto fundamental es el proceso de producción de la vida mate-
nomía, especialmente todo Io que tiene que ver con la gestión de la rill c¡ue tienen en común las diferentes épocas históricas. El pru{-pf|
empresa, corresponde a esta noción de aplicación del análisis racional llrr»r'clial del mercado en el capitalismo no se debe a que represente un
de los problemas a sectores concretos de la vida económica. Es decir, rrrccani§inó ile eleCCión racionáfaTqlé finalmente se ha llegado como
(.()¡sccuencia del progreso histórico. Es la forma de asignación de la
se trata de Ia administración correcta de las cosas relacionadas con las
actividades productivas. ¡rrrrrlucción en unas condiciones históricas determinadas-en las_que el ,

. r'ilctrlo económico autónomo, es decif la comparación en cada uni-


10. Uno de los últimos premios Nobel de Economía, el profesor de la Universidad de Chicago, rlrrtl cconómica entre disponibilidades y recursos, tiene un papel fun- ¡
Gary Becker', es el iniciador de una buena parte de estas propuestas.
16 MATERIALES DE ECoNoMfA PoLfTICA rNtno¡uccró¡¡ 1,7

damental, ya que el poder se ejerce y se reproduce mediante el mer- runa inercia, sino que todo indica que las sociedadSs en que existen
cado. f'uertes desigualdades sociales, es deci¡, todas las actuares, tienden a
' Si deiando aparte los aspectos históricos nos planteamos la validez reproducir sus estructuras sociales, lo cual significa que la perspecti-
?e la c-onc-epcióñ de la economía como una ciencia que estudia la con- va más inmediata para una persona que pertenece a un grupo iocial
. ducta hrtt ánu en relación con Ia utilización de unos recursos limita- tleterminado, es su pertenencia a este grupo. Es muy posible [ue plan-
-dos susceptibles de utilizaciones alternativas, parece que, en nuestra lcarse la elección racional dentro de unas coordenadás determinidas,
sociedad, donde el mercado tiene un papel fundamental, el contexto lomando como referencia los patrones de conducta institucionales del
es más favorable. Ahora bien, la elección entre alternativas que reali' lllupo al que se pertenece, seá más «racional» que hacerlo en térmi-
zan los sujetos económicos, productores y consumidores, toma como nos de racionalidad abstracta, bajo la base de mecanismos que se re-
datos los élementos fundamentales que intervienen en Ia decisión. Es rniten páia §u explicación a la naturaleza humana. Esto sóló es irra-
decif, los recursos que tiene que utiliza¡, que son, en nuestra sociedad, t:ional en apariencia, puesto que la información necesaria para tomar
o bien su capacidaá de trabajo o bien dinero u otro tipo de propieda- tlccisiones que consideren_todas las posibilidades, es tan grande que
des que prredul evaluarse en dinero. si examinamos cuá| es eI origen ('scapa a las capacidades de una persona. En cambio, las conducias
de eJtos-recursos, es necesario remitirse a causas distintas al propio t¡tre el grupo social ha ido elaborando se benefician de la experiencia
individuo y anteriores al mercado: aquellas que determinan su inser- .rlectivay de la aceptación que existe para ellas dentro del prbpió gru-
-. (.^ ¡lr, basada en que responden, en general, a los intereses coiectivos. L.
ción social.
La conducta económica, como otros hechos sociales, es una ma- I,rma en que los individuos se imaginan las alternativas entre las que
nera de actuar que no es comprensible sin una referencia a la ads- licne sentido elegi4 proceden del medio sociál en el que se sitúan. Eito
cripción del individuo a un sector social (clase social, profesión, reli- ¡rrrede ser nocivo si les hace perder oportunidades ieales de mejorar
gión, nacionalidad, etc.). Formalmente, siernpre podemos realizar una :'tr situación, pero no lo es si evita que caigan en la añagaza de una al-
ieducción a veces puede ser muy laboriosa- de las conductas I t' r'n afiva aparentemente ventajosa, pero muy improbatile.
-que
de origen social a mecanismos individuales de elección, basada en la Afirmar que el hombre es racional significa ,rrar bi"n cómo_hace
maximizacién de algún recurso que el individuo, considerado como l:rs cosa-s, y no las cosas que hace. La coáducta de cualquier /';_ (-
agente económico, obtiene. Pero Ia realidad es que, en Ia mayor parte .n cualquier grupo social viene condicionada por diferántes ñ;;* álemen-
dé los casos, el material sobre el cual debería de producirse la elección Ios. Por ejemplo:
racional es demasiado complejo, y por lo tanto esta conducta ha de in-
tegrarse como uno de los elementos del análisis. Cualquier persona
que ha de tomar una decisión, se enfrenta a un conjunto de incerti-
- condiciona¡nigpteslaexteriores,
t'rrcLura-tocial,-ñ"."-a;;
aunque formen parte de la es-
pársóná'no puede modificar. son los as-
áumbres que hacen que muchas veces Ia decisión más racional sea to- ¡rcctos institucionales que tienen que ver con el poder y constituyen la
m"r co*o referencia la conducta que en el grupo social en el que esta lirrritación más importante de la acción de cadá individuo. por ejem-
persona se mueve, se considere más apropiada' Naturalmente, en la ¡rlr, un siervo en la Edad Media no podía decidir entre cazar o reco-
medida en que no hay una regla especificada para cada situación, po- ¡icr leña en las tierras señoriales. Estos condicionamientos se relacio-
demos decif que la persona en cuestión hace una elección. Pero las di- niur con la división de la sociedad en grupos con intereses diferencia-
ferentes conductas entre las que puede elegir no son las que teórica- ,1,¡s. El proceso deproducción es larazón última de esta división, y
la
mente podrían tenerse en cuenta partiendo del individuo considerado lrrnr¿l más general de estos condicionamientos son los derechos de
aisladamente, en una perspect!11a !ndi-vi{u.a-!!s.ta, sino que vienen faci- ¡rrr rpiedad.
Iitadas por el glloliro §óólocultural en el que esta persona se mueve y - Formas de reprg_se,gt_4_cióq j_e_la*re,ali_d,ad social y pautas de con_
las instituciones que éste ha creado. rlrrt'la que reflejan una determinada práctica social y hacen posi6le
Por otro lado, conviene destacar que no es exacto que estas pre' rrrrr conducta coherente. La noción de legitimidad y la importancia de
disposiciones a determinadas conductas sean irracionales. AI contra' l¡rs .claciones personales en la sociedad féudal, son un ejemplo de nor-
rio, cabe considerar que estas conductas han de ponerse en relación ilr¡rs.qlre regulan la conducta de los miembros de la claie dirigente; la
con una posición determinada en la estructura social, y con el hecho ..,rrrlrrcta racional por parte del vasallo es la fidelidad al séRo4, de
de que esta posición tiene una gran estabilidad. No se trata sólo de l¡r nlistna manera que el señor ha de proteger al vasallo.
III

pecÍf,ica d"
MATERIALES DE ECONOMfA POLÍTICA

p".sona, de su iapacidád de razonar en función de su


-Condicionamientosindividualesenfuncióndelasituaciónes-
I I
.t

rNrRo»uccróN
mayoritaria. En este mismo sentido, es frecuente que se nos presente
la sociedad como el resultado de la asociación de los individuos que
<
19

persánal, de Ia contrástación de esta experiencia con los la componen. En realidad, nadie esóogé de qué sociedad quiere ftr-
experiencia"rdu
rrrar parte. TaI vez, en algún momento de su vida, una persona podrá
pi*.r", d" .orrdrcta que tiene interiorizados. Éste es el nivel de de-
como fun- dejar el lugar donde ha nacido y renunciar a pertenecer a la comuni-
cisión qrr" ,r.,porr" impiícitamente el análisis del mercado clad de la que forma parte, pero en muchos casos ésta será una deci-
I
damental. sión muy dolorosa y para Ia que deberán de existir razones poderosas.
'Todos estos elementos están relacionados. El condicionamiento l-os hombres nacen en un medio social y cultural determinado y son
En efecto, la socialiiados dé acuerdo con loi-patrones de este mgdio._Tampoco pue-
más importarrt" e, J q"e procede de la estrucfura socill.
de clen escoger qué papel jugarán en el c_onjunto de relaciones sociales
[pioá"""ió" a" fu ,riáu áut"-tial implica también la qgp-1gdycción
de Ios proce- r¡ue definen Ia sociedad en Ia que viven, ya que no pueden escoger
ioi grrrpo, sociales, en la medida en que Ia organización r¡uiénes serán sus padres ni su sexo. Estos dos hechos, el origen social
;;, ír;i".tivos conlleva papeles diferentes en relación con culiuraléÉ, la propie-
y el sexo, condicionarán de una manera fundamental su vida. No la
dad de los meáios de pródr""ión. Los condicionamientos condicionarán de una manera genérica, como por ejemplo el hecho de
que reflejan Ia
iall;0" ¿"t mrn¿o de Ios diferentes sectores sociales, por los mecanismos scr más o menos altos o robustos, sino que estas caracterÍsticas, ori-
L*p".i"""i. histórica, se ven también reforzados que' dJlamisml
que reprodr""r-tu estructura social' Hay que declr ¡¡cn social y el sexo, representan una probabilidad mayor de que les
y p4r-- r:orrespondan determinados papeles más o menos ventajosoi en el
*urrárá que la división de Ia sociedád es en parte funcional 9n t:onjunto de la sociedad. Por lo tanto, el elemento primero que define
de tensiones sociales. Tampo-
te impuesta, estb conlléru ,rn conjunto lir situación de una p*ers-ona.-no es la libertad de elección, sino la de-
pa.ifica la coexistencia de lás diferentes visiones del mundo, ya
", rcrmináCiÓ¡- Iist" dg!_glr","_Agi94 inicial se refuerza más adelante fioi
"o
qr" uno de los grupos ofrece una visión totalizadora. El grupo
"ádu
que ocupa ,rru fori"iO"" d'ominante proponé una visión que
justifica Ia t'l conjunto de ,instituciones sociale§ que inducen una integra"ió.t
áirtribrli¿r, dei poder 1a y presenta como la única posible, mientras ¡rr'írcticáméñie-cóéxtensiva con la socialización en el seno de lá fami-
que los grupos posióiot' iubordinada se ven' polyn lado' someti- li., pero que pueden llegar a la c-oáción cuando se ponen en cuestión
"r, los conflictos potenciales lr¡s f'undamentos del pSdgl-§qglAl.- ,,
á;; ;;J; iá".r.eiá que trata de amortiguar
EI p-g4gf no se reparte de una manera igualitaria, y hay fuertes ái- '
en que su percepción de los intereses
;-Ñ;;;1ado,"en fasemedida lo permite, elaboian conceptos relacionados It'r'cncias entre las personas según cuál sea su sjt¡Jilqiórl-e-_r-l_ 14 sociedad,
que tienen en cámún l
lrr pr:incipal de las cuales es lqp._qo.piq{a{, Lai
Jot, .r, práctica, allnque sóló sea bajo la forma de§ríticas fragmenta- *É¿;;ó"ñl"s iepre-.'
scrrtan marcos de referencia para grupos de ind"iüduó§ que compar-
;; , És ideas'dominantes,Jl puestá que sus condiciones de vida ha-
Icn situaciones comunes, y en nuestra sociedad lq.plqp,."4ud,de los
celt que sea muy precaria su elaboración cultural'l2 nrcclios de pro{ucqió_n es el criterio fundamental paiiiiiuáiá ias pei-
,.-,r,'Ennuestrassociedades,laposibilidaddeelegiresulo$elosmi-
,,," ^'/íorÍót;;i;... por ejemplo, ul,rlibro caracterÍstico de una determina- sonas en las estructuras jerárquicas del poder social. Algunos tienen la
.a¡racidad de*mposi¿ión sobie los recürsos eóonéinicás. para orros,
, ¡;*urr".a d" corrriá"rui lo, problemas económicos, la conse.adora lrr posibilidad de satisfacer sus necesidades depende de que los pri-
( áel matrimonio Friedmann. cierramenre, uno de
' ;;b;;;i-d";¡"s"r;
los aspectos m?s positivos de ura de m-ercado es la -capaci' rr()r'os acepten comprar sus servicios.14 Por lo tanto, lajerarquización
lqgnoqlu rlt' l¿rs socie{4des es un fenómeno primario, que no puáé reáücirsé á
dad dl si ei que se puede ejéicer' Pe¡o lray que tener preselte
elegi.r,
aquellos Ios inl"ercambios o mercados.
;;;¿¿||?i"ion", se hace esta op.iott. De hecho, incluso en político, la
;;J;;fi* álé Jt"ctivamente rá "fig", como el sistema
participación áe los electores en estas decisiones está muy lejos de ser

«cuando Adán araba y Eva hilaba' 14. listo no quiele decir que no exista movilidad social; la sociedad capitalista no es una sociedad
ll. Recordemos una canción campesina de la Edad Media: r[' t'¡¡sl¡ts, como la traclicional hindú, y el nacimiento no condiciona de una manera inexorable el des-
(citado en J' Fontana, tt historia' Salvat' 1974)'
¿quién era caballero?' lllri, (lc tlll¿l pcrsona. De hecho, Ias formas más ext¡emadas del pensamiento conseroador sí afirman
12'Noobstante,ensituacionesdecrisisprofundadelassociedades,estoselementosdeidentifl.
rápidn' r¡ttl cl ttitcittricnto colicliciona la situación social, pero lo atribuyen a factores naturales y raciales. Los
cación colectiva q;'p;ii;; unifica¡ la accián cle los grupos oprimidos, se desarrollan muy tttrlr ¡tol>tcs lo soll porquo han recibido por herencia un IQ más bajo y, por tanto, cualquier intento de
mente y acloptan frecuentemente formas religiosas' , lrrlrlill srr silrració¡r ostá destinado al fracaso.
l3.MilLonyVioletaFrieclmann,Libertadr)eelegir,Barcelona,Gr.ijalbo,l982.
r-
20
La reproducción de la vida
'
MATERIALES DE ECoNoMfA

material
Afunque las acciones individualgs son las qrre. configuran
la
PoLÍTICA

,gy9lu-
4
l< '
--i " uf' -r..-(
.)
I INTRODUCCIÓN

La economía política como ciencia social


,n-" tl
La consideración del proceso de reproducció#iomo el ob-jelo {g1¡
21

ción de tu pu.""" ilá.o qu" reconstruir el.conjunto -dq.i+s.- mal de la economÍa política, conlleva un conjunto de características
tituciones "*"'oÁiu,
socialei a partir de decisiones individuales es una preten- peculiáies- áá ioi- coñocimiántos económicos en relación con otros
siónexcesiva'Aunquetenganunorigenhistóricoyque'porlotanto' campos de estudio.
existentes Una de las razones fundamentales de las diferencias que pueden 7-, '
resulten de la accióir de loi hombres, las relacrones sociales
que viven
en cada momento histórico, son;llLteriores a los individuos cstablecerse con otras ciencias, deriva del hecho de que en el estuüo/"' '
en ese momento, y éstos ," implicados en ellasindepen- cle los fenómenos económicos no se da la s-e-p4¡aqión e¡_ttre ."1. gbjgtq í
"*ú"nttan
dientemente de su voluntad. »entro de estás relaciones funA¿tñenTa- cle estudio y óiinvestigad-o_{,que hay por ejemplo en Ia ffsica, táqui- ' n.^-
'r--
l"r, i;*á¡ mpá¡i."i"§' r¿, las que se relacionan. con la-prod¡¡qqiQn, -'' mica o ia biología. nsto implica diferencias importantes, no sólo en lo
rodo el conjunto de Ia vida social.ls
ñ;q;" a" L[.Jaápende que que se refiere a la trascendgl,q"+-_d" lg_s igiq-1o_ldg--y?lgr,.-gue son inse-
J- Por Io tanto, el tema analizala ego¡ory!*pe[t193t es.el pro.ce- parables del razonamientot¿itñémi¿ó siiió-aámbién én iá j¡gplic4ció"¡
/ ' "'vr.. sociedad im- cle los invesligadorqs e$ 19_s i-ntgrgpgs.sg^Ulnpg9llgs- que informan bue-
' pir* ;; .;;;á"".iá" de la vida ma!-eri_al,lle-án-ñuestra
jus
AJ-";t manérá fundamentái relaciones de mercado' Esto na parte de la sustancia de los hechos sociales. -:
quierede.i.q.,"elpuntodemiranoeselprocesodedecisiónComo Otro aspecto fundamental que la economía comparte con otras,
conducta que efectivamente se dá en todas las sociedades, ciencias, pero que establece una diferencia importante con la mayor
sino las "rpÉáifi"r, ¿" tipo institucional en que se desarrolla el pro- ¡larte de disciplinas científicas, es el hecho de que la econoutía, si re-
"ii.iirrstun"iui
;;;;;; má"¿¿ián; qué Có;dñfonán-Aé-una manera tundamental las tenemos como su objeto formal el proceso de rgprodugciÉn, se rela-
-qrre
d".isiones p;;á; tomar los agint es-eco¡-ó¡r1-q99' Es^te pro ceso de ciona de una manera peculiar con elTiempo,.como ocurre también en
¡..J"¿¿lá;, ""-tá me¿l4u -", q,r9 &tiempo, él dependá la satisfacción de las
se configura como un,pro-
la teorÍa de la evolución en el campó dé Iás ciencias biológicas. El
necesidades humanas a lo largo del tiempo hlstórico, que es el que hay que tener en cuenta en las ciencias
{] ceso de reProducción. sociales, no es el tiempo de la mayor parte de las ciencias de la natu-
, ,,.'.' \i--ét p.;ñ"emos como obj.eto !or11al 4e la scmomía poftisa d plq r'¿rleza. Un proceso físico, por ejemplo la fusión de un trozo de hielo,
.'' '{r', ."to^i"táot"ár..ión, hay que lenélpréiente que éste es inseparable rrecesita un tiempo determinado, en función de un conjunto.de cir-
' " ,-, á" i, io*o;ñfrorica que-piesenta, y particularmente de la forma que r:trnstancias, entre las cuales la más importante es la temperatura am-
,7\ /\ esre oroce§Uaaoptu la socledadtapitatista. EI hecho de que la sa- biente. Este tiempo será el mismo siempre que se verifique el mismo
(- .., "ilrf"J"i¿, de las necesidad-es "; hrmanás no sea e[ resultado de un acto r:onjunto de circunstancias externas. El tiempo, además, como se tra-
de previsión individual o colectiva, sino Ia consecuencia de la actua- ta de un proceso reversible, es un elemento más entre los que definen
cion anonima de un conjunto de mecanismos que escapan a la volun- la transformación. En cambio, el tiempo en el que se desarrolla un
que
tad de los-ágentes que participan en ellos, es uno de los factores l)r'oceso histórico es único e irrepetible, en la medida en que conlleva
abren prro á los elámentos característicos del anát§isi-?--l$,pfghl9- l'cnómenos iireveisíblés y quá, á riiéñudo, no existían previamente.
mas económicos en el capitalismo. una institución, el @-oL ,u" Los sistemas sociales son sistemas ab[e¡:tos,y-§¡]_q3_!§_f-ormación
. \ acompaña u todo. los fenómenos económicos en la sociedad capita- .' r n s tan te, éllo@
« hs variáb lélTmlüCá«láll eñ
, ,,,,,,u'^ firiá, ááo"iere una importancia fundamental, ya que la forma que tie- krs que el paso del tiempo provoca modificaciones irreversibles. Por lo
I ," el poder en esta sociedad, el capital, es valor que crece, que que se l¡rnto, las p5e_y!s-io_g-es
-el-o,b_al9_s_qqljmpp_Si_b_l_e-§
q!, rtl'-t."99lr!id9 e-s_ta^c-ts, y t\
valoriza,Vdásua fi¿isitúde§ depe-n-dén Iás formas.y la eficacia ad' Lrs ley_es gue puedan descubrirse en ellos son siempre Iggdggqblp! .
quiera de reprodu".io, d" la sqcied4d, en particular, y de
"l"p.o-"ro
,rrru *rrr"ia fundamental Ia sátiifácción de las necesidades humanas'
l,os juicios de valor

15. Un planteamiento global basaclo estriclamente en la reproducción comoBarceló,


en A.
fundamento del nnó'
Reproducciótt
liis I'recuente que los hechos e-gU,e--s-c .refiere-la epp-no,mía ." p.f -i,
lisis económico, pero con una perspectiva más arnplia, puede encontrarse
cco,tttStnica y nroilo, tle producción, Barcelona, Ediciones del Serüal' 1981' st,¡¡tcn dotados de la misma fatalidad que los hechos de la naturaleza. \
/ -1 t /, . : - / 4 /' ./ .'t Í,
t/
22 MATERIALES DE ECONOMfA POLfTICA
(
deci-
iara muchos políticos, y los economistas que los asesoran'seIas
revisten
siones que toman y que afectan a cuestiones económicas
;;i; fátuhdud de'la Ly de la gravedad. Dejando aparte lo interesado
á" posición, está ciaro que la propia fofp-? 9q qü-9:-q-e,-12r9se+Bl
problemas económicos tiénde a favorecer esta manera de presen-
,los "rtu
i-* i;t- c;;;;. i;; qglggPlgg económicos, que recosen siempre rela-
;;;"; entre hombrá§, á-&1úieren espontáneámente 1a*carlc!eri§-!19?--49
áo*r .o" su propia determinació!, y estas detert4i¡rac-i-orlg§ apple--c§n
bastante natu-
;ár"á fr""fror'oU¡"ti"or. q"" puedén modificañe. Es
"o
;;ü;;-;i;;,u, io, hec-los ""orró-i.ot de una caracterización similar
;i":;;;;;;' ¿"r.;;ao físico, las propiedades de éstos se predi-
. inconscientemente de los primeros, 1o cual corro- Capfruro 1
il;;;;il;;; For
ü;;; t ;tu erza la inevitabilidad de los hechosde9-q!.*-Qm-i99s'16
información eco-
e¡empio, recientemente el titular de una revista ELEMENTOS DE HISTORIA DE LA ECONOMÍA
nómica17 bastante conocida hablaba de la escasez de
capital frente a YDE LA ECONOMÍA POLÍTICA
iu, n"."ridades que se derivaban de Ia recuperación' El capital' es de-
lif, lo, fondos pára financiar las inversionei, aparecía con_ la figura de
una sustancia iísica que se encuentra en cantidades limitadas y que
^de términos
, fruy q"" administrar modo riguroso. No se emplearían
áiferentes para referir,", poi ejemplo, al petróleo' Sin embargo'
'ÁüV
se trata de dos p.ot ndamentá diferentes-' qlSg4t es decil el
"o*t
áio"rá, es un derechó genérico que permite compraióósás, es decil
para po-
ái;;;;t de ellas, pero no es una cosa' si guardamos dinero persona ahorra
á"i-.á*ptar algo'en el futuro, por ejemplo, si.una
jubilé, no está guardando nada más que
pr.u pod", vivii cuando se
lro, á"r""hos hipotéticos so"bre la producción futura.para No es Io mismo
provisiones que hácen las hormigas pasar el in-
il; "i acopio de al presentar los problemas económicos se pro-
á"rrro. Muchas veces,
bienes de
duce una confusión entre^el fenómeno ieal (en este caso los
áq"*á^, fá¡^i"riui""io"és industriales) y lá-categoría económica la de
que depend". ¿fi"rr" ."ntido hablar de'éscáselde capital cuando el
;;;.;;i":;;e irtllización de las máquinas es muv bajo o cuando se
«reestructu¡¿n», €S deci{, se liquidan sectores importantes de las in-
dustrias? ¿Tiene algo que ,"t etto col los problemas que se
plantean
estos reclrrsos
en aquellai economías en las que faltan precisamente
productivos?

l6.Enrealiclacl,loqueseafirmaesunacleterminadaestructuradepoder,basadacnulrtlstlt.l.t.
-' "iZ.
clros.
Ijlr'sirr¿'ss Wcek' 3 clc octubrc tlc 1994'
Battlc for ca¡:ital»,
"'l'ho Global

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